Revista de Información y Debate ● Junio de 2006 Nº 21

www.revistapueblos.org

Dossier: Las claves del agua> El oro azul - La política hidráulica en el Estado español -
De recurso vital a mercancía de las multinacionales - La gestión ética de un bien público -
El papel del agua en el conflicto en Palestina - Modelos de participación ciudadana: algunas
experiencias

Guatemala: Presente y futuro> ¿Al encuentro del sur de América? - Explotación minera:
una herida en la tierra y en la sociedad - Xmulew: pueblo y movimiento mayas - Campesinas
indígenas: los derechos negados

Miradas: II República> Una oportunidad para la democracia - Mujeres republicanas:

la fuerza de la libertad - Más escuelas, mejores maestros: el sueño roto - Entre la Segunda
y Tercera República
 Pueblos
Portada
Nº 21 (II época)
Junio de 2006
Periodicidad trimestral

Fundada en 1995
Segunda época ● 2002

Editada por
Pueblos
C/Gran Vía, 40 ● 5º ● oficina 2
28013 ● Madrid

Coordinador
Luis Nieto Pereira

Consejo Editorial
Asociación Paz con Dignidad ● Centro de
Iniciativas para la Cooperación batá (CIC-batá)
● Centro de Asesoría y Estudios Sociales
(CAES) ● Entrepueblos ● Instituto de
Promoción de Estudios Sociales - Navarra
(IPES-Navarra) ● Mugarik Gabe - Euskadi ●
Aire Comunicación ● Ángeles Díez ● Jaume
Botey ● Carlos Gómez Gil ● Agustín Maraver ●
Adolfo Rodríguez Gil ● Carlos Taibo
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Consejo de Redacción
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Pascual Serrano, Mercedes Fernández Lagarejos,
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Marta Aguilar Moreno nace en las Palmas de Gran Canaria en 1964 y se forma
Corresponsal en Centroamérica: como artista principalmente en Madrid, París y Nueva York. En la actualidad es pro-
Luis Miranda fesora de Grabado y Técnicas de Estampación en la Facultad de Bellas Artes de la
●
Universidad Complutense de Madrid. Además imparte talleres de obra gráfica, pro-
(redacción@revistapueblos.org)
yectos y conferencias.
Diseño: Amani Konan Ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas, y participado en
Maquetación: Manuel Ponce varios concursos nacionales e internacionales de pintura y grabado, logrando men-
ciones honoríficas y premios. También ha obtenido becas nacionales y sus obras se
Colaboración gráfica
Paula Cabildo, Conchi Abascal, María José encuentran en museos, así como en colecciones institucionales y privadas. Entre sus
Comendeiro, Realidad Martín, Leonor Hurtado, trabajos, destacan numerosas colaboraciones como diseñadora e ilustradora.
Antonio Rosas, Tomás Ferrer, Andreu Castillejos,
Fundación Nin, Acsur-Las Segovias, Oscar Paciencia,
Fundación Castellano-Manchega de Cooperación,
Manuel Ponce

Entidades colaboradoras
Justicia i Pau de Cataluña, Instituto Galego de
Análise e Documentación Internacional, Instituto de
Promoción de Estudios Sociales - Vizcaya

Agradecimientos
Marta Pajuelo Anula.

Impresión
J.A. Díaz Artes Gráficas

Depósito legal
M.47.658-1999

ISSN
1577-4376

Administración
Tel./Fax: 91 523 38 24
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 Sumario

Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4

Opinión: Foros: la ola que crece (Carlos Girbau) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5

6 Guatemala: Presente y futuro

¿Al encuentro del sur de América? (Miguel Ángel Sandoval) . . . . . . . . . . . . . . . . . .6
Explotación minera: una herida en la tierra y en la sociedad
(Leonor Hurtado) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
Xmulew: pueblo y movimiento mayas (Kajkoj Ba Tiul) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12
Campesinas indígenas: los derechos negados (Rosalinda Hernández Alarcón) . .15

18 Comunicación
RTVE: la última oportunidad (Pedro Soler) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
Noticiero Internacional de Barrio: otra forma de mirar y de contar
(Silvia Chocarrro Marcesse) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21

24 Entrevista
Pacho Galán, comandante del ELN (Ejército de Liberación Nacional)
de Colombia: “No hay enemigo malo o bueno para hablar o pelear”
(Luis Nieto Pereira)

27 Dossier: Las claves del agua

(Artículos de Erika González, Nino Trillo-Figueroa, Pedro Arrojo Agudo, Ferrán Izquierdo
Brichs, Enrique Ortega de Miguel, Gonzalo Marín)

44 Miradas: II República
Una oportunidad para la democracia (Joan Josep Nuet) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44
Mujeres republicanas: la fuerza de la libertad (Llum Quiñonero) . . . . . . . . . . . .46
Más escuelas, mejores maestros: el sueño roto ( Mª del Carmen Agulló Díaz) . . .49
Entre la Segunda y Tercera República (Antoni Doménech) . . . . . . . . . . . . . . . . . .52

56 Cooperación
Por el derecho humano al desarrollo (Nicolás Angulo Sánchez) . . . . . . . . . . . . . .56
El futuro de la AECI (Leonardo Atalaya) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58
Entrevista a Roberto Soto, director de la Fundación Castellano-Manchega
de Cooperación (Mercedes F. Lagarejos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61

62 Cultura
Libros: El desafío del Foro Social Mundial (Miguel Blasco) Palestina: Entre
la trampa del muro y el fracaso del derecho (Juan Pablo Crespo) . . . . . . . . . . .62
Notas sobre otras publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
Cine: Oscars “progres” (Alejandro Pedregal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64
Agua Drama conmovedor (Juan Vicente Monteagudo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
Poesía (Liman Boicha) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66

Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 3

Editorial
Editorial
Israel: un Estado agresor
¿Q ué necesitan los gobiernos
de EEUU y especialmen-
te de la U.E. para conven-
cerse de que la situación de Palestina es
consecuencia de la ocupación y no de-
pende sino del agresor, que es Israel?
¿Se pueden sostener las exigencias y
sanciones contra una Palestina ocupada
sin hacer primero lo mismo con Israel
como ocupante?
Israel condena a millones de pales-
tinos a vivir en auténticas cárceles a
cielo abierto, en lo que podría denomi-
narse uno de los mayores experimen-
tos de confinamiento humano masivo
realizado actualmente en el mundo.
Con todo lo que esta situación signifi-
ca, hay algo que la hace más deprava-
da y es que se realiza con el conoci-
miento y pasividad de los gobiernos y
organismos internacionales, especial-
mente de los EEUU y la U.E.
De esta forma, el ejército israelí ac-
túa en un régimen de impunidad abso-
luta que le permite ejercer un control del
sistema, salvaje y cruel. La ocupación
militar que mantiene sobre Palestina so-
mete a su población a incontables for-
mas de castigo y humillación que vul-
neran sistemáticamente los Derechos
Humanos y crean un clima constante de
angustia y desesperación en la misma.
Israel, ignorando el Derecho y la Le-
gislación Internacional, continúa con su
política unilateral de hechos consuma-
dos, que ejecuta bajo el paraguas de la
ocupación. El manido argumento de su
seguridad frente a ataques terroristas le
permite justificar una innumerable lista
de acciones de castigo militar, policial,
administrativo y judicial contra la po-
blación de los Territorios Ocupados, a lo
que habría que añadir la aprobación de
leyes racistas como la Ley sobre ciuda-
danía y entrada en Israel que impide la
convivencia de matrimonios entre per-
sonas palestinas y árabes israelíes.
4 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Los ataques militares constantes,
con la interminable y cotidiana sangría
de muertos y heridos, los arrestos y de-
tenciones arbitrarias, los bloqueos de ca-
rreteras, los controles fijos y móviles, la
destrucción de casas y olivos, la anexión
de tierras y apropiación de recursos vi-
tales como el agua, la expansión de las
colonias (que en la práctica intervienen
como fuerzas paramilitares), la conti-
nuación del Muro, que ya alcanza los
500 km de longitud, son parte de una lar-
ga lista de hechos que tienen lugar bajo
la implacable ocupación. Aún así,
EEUU y la U.E., de forma interesada, en
lugar de imponer sanciones al ocupante,
deciden imponérselas a la población
ocupada. Los fondos que recibía y ges-
tionaba el gobierno palestino han sido
retirados tras conocerse los resultados de
unas elecciones que Occidente no con-
sidera favorables a sus intereses. La jus-
tificación, como viene siendo habitual,
es utilizar el término terrorista con el que
se ha decidido etiquetar al gobierno de-
mocráticamente elegido por el pueblo.
Cualquier hecho de los mencionados an-
teriormente, cometido contra una perso-
na o colectivo, sería suficiente para cau-
sar efectos devastadores en el tejido so-
cial de cualquier comunidad, provocan-
do por un lado, reacciones descontrola-
das y por otro, una legítima resistencia
del ocupante, reconocida en el derecho
y convenciones internacionales.
En cualquier caso, si se trata de exi-
gir, ¿por qué se olvida que las exigen-
cias deben ser simétricas? Cuando se
exige al gobierno palestino de Hamas
que reconozca al Estado de Israel ¿por
qué no exigir a Israel el reconocimien-
to de Palestina como Estado? Al igual
que se le exige a los palestinos que re-
nuncien a la violencia, ¿por qué no se
le hace lo mismo a Israel respecto a la
violencia que ejerce con la ocupación
de Palestina?❑

Foros sociales: la ola que crece
E
l “experimento” de celebrar en el
año en curso un Foro Social
Mundial dividido en tres sedes se
ha saldado con buena nota. Las edicio-
nes de Caracas (Venezuela), Bamako
(Malí) y Karachi (Pakistán) no han de-
fraudado las expectativas que aparejaba
una organización bajo esta fórmula.
Desde su primera edición, en enero
de 2001 en Porto Alegre (Brasil), el Fo-
ro Social Mundial ha demostrado su uti-
lidad. Para empezar, como instrumento
de primera magnitud para la visualiza-
ción de los efectos de las políticas neo-
liberales que acompañan a la globaliza-
ción; después, para la vertebración de
los movimientos sociales, su articula-
ción en redes y el establecimiento de
una agenda común de actos, encuentros
y acciones que permitan unificar y ha-
cer crecer todo el activismo.
Además, en este tiempo, los foros
han empezado a adentrarse en la bús-
queda de salidas al actual proceso glo-
balizador, comenzando a dar una for-
ma más precisa al ya universal recla-
mo de “otro mundo es posible” y al de-
bate abierto sobre las alternativas. Res-
pecto a éstas, el foro de Caracas repre-
sentó un paso importante, ya que bue-
na parte de su temática estuvo domi-
nada por el esfuerzo común que impli-
ca “superar el capitalismo”. A su ma-
nera, Foro Social Europeo de Atenas
(Grecia) ha trabajado también las al-
ternativas, no de manera global, sino
abriendo la puerta a campañas y ac-
ciones hacia una Europa al servicio de
sus ciudadanos y pueblos frente a la
Europa neoliberal.
Opinión
Carlos Girbau*
Al hablar de los foros, lo primero
que llama la atención es un hecho que
por sí mismo ya demuestra la solven-
cia de la fórmula: probablemente en los
últimos 40 años ningún otro movi-
miento ha logrado una extensión tan
rápida y masiva. Hace sólo seis años
de la primera edición y en tan breve
lapso de tiempo, el movimiento no ha
dejado de crecer. Hoy se reúnen foros
geográficos y temáticos en los cinco
continentes inspirados en el primer Fo-
ro Social Mundial y su llamada carta
de principios. Cada encuentro de este
tipo ayuda a una mejor articulación y
otorga un mayor dinamismo al tejido
social del lugar donde se celebra.
Por un lado, los foros ofrecen una
gran diversidad por sus componentes
(indígenas, campesinos, sindicalistas,
defensores de las naciones sin Estado,
mujeres por su igualdad y contra el
patriarcado...) y, por otro, por las dis-
tintas realidades que se abordan en su
seno (Europa, América, Asía o Áfri-
ca). Representan un arco iris que ne-
cesita de todo el espectro cromático
para adquirir verdadero sentido. Es
decir, los matices y la disparidad lejos
de incrementar disensiones, acaban
actuando contra ellas. Actualmente, la
diversidad refuerza y suma. La propia
posibilidad de celebrar esta edición
policéntrica y su buen funcionamien-
to es la mejor prueba de lo anterior. El
Foro ha ganado en profundidad y des-
arrollo, y los datos de asistencia
(35.000 personas en Caracas y Kara-
chi, y 25.000 en Bamako) constituyen
una muestra.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 5
Opinión
El permanente debate sobre la re-
lación de estos encuentros y los parti-
dos, las ONG y las campañas adquie-
re un carácter cada vez más natural; se
van incorporando las realidades del
presente; se entiende que hay debates
de hoy y otros del futuro, y nadie los
evita, considerando que en este mo-
mento sumar es lo más valioso para
frenar al neoliberalismo.
En el modesto pero determinante
campo de la articulación de espacios a
escala local, regional o temática, hay
que mencionar el paso que los días 1 y
2 de abril de este año dimos la mayo-
ría de los movimientos sociales de la
Comunidad de Madrid al celebrar un
encuentro que, por primera vez en mu-
cho tiempo, creaba un lugar propio pa-
ra las redes y movimientos, y estable-
cía una agenda común. Ahora la pru-
dencia, la paciencia y la vinculación
del mismo con los esfuerzos y la agen-
da del Foro Social Europeo serán el
mejor medio para garantizar que se
prolongue en otras ediciones.
La próxima cita del Foro Social
Mundial tendrá lugar en Nairobi, Ke-
nia, en 2007. Volveremos a la fórmula
de un sólo centro. A buen seguro que
los avances habidos este año encuen-
tran su continuidad en esta edición, que
va a ser una verdadera escuela para to-
dos. Como otra buena escuela será
también el Segundo Foro Social Mun-
dial de las Migraciones a celebrar los
próximos 23, 24 y 25 de junio en Ri-
vas Vaciamadrid. Allí nos veremos.❑
*Carlos Girbau es coordinador del Foro Social
Madrid y miembro de Paz con Dignidad.
Guatemala
Presente y futuro
¿Al encuentro del sur de América?
Al hablar de los movimientos
y procesos electorales que vienen del
sur del continente se concluye, no
siempre, que es el signo de los
tiempos y que hay un regreso hacia
posiciones de izquierda. En este
contexto, Guatemala, marcada por
un conflicto armado y un proceso de
paz, parece que no estar preparada
para este “efecto del sur”. Aun así,
existen vetas que pueden generar en
el futuro un resurgimiento de las
posibilidades de las izquierdas
en el país.
Archivo Pueblos
6 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Miguel Ángel Sandoval*
A
dos años y unos meses de un
gobierno empresarial, parece-
ría que Guatemala no encuen-
tra rumbo claro. Y esto a pesar de que
el equipo que asumió el poder, llegó ar-
mado con toda la retórica neoliberal,
con grados en universidades nortea-
mericanas y con contactos en el mun-
do financiero, empresarial, agrario y
urbano. Sin embargo, ni las recetas de
más mercado y de más apertura con
tratados comerciales han podido sacar
a flote a un país que luego de más de
30 años de conflicto armado y de una
paz negociada, concluida hace 10 años,
no encuentra la alternativa adecuada.
Nos encontramos sin rumbo y lo que
es peor, sin mayores opciones que no
sean las de repetir con un gobierno de
derechas en los comicios de 2007. Sal-
vo que sectores de la izquierda se ani-
men a salir de sus rincones de sectaris-
mo y luchen por el éxito político y bue-
nos resultados en luchas sociales en
términos electorales.
Los datos de la crisis en que vivi-
mos son de espanto. Amenaza de
hambruna en la tercera parte de mu-
nicipios del país, hay riesgo de sequía
y de derrumbes con inundaciones,
aunque los dos fenómenos parezcan
excluyentes, y una situación de paz
precaria1 , pues aunque no hay muer-
tos por razones políticas, éstos son
más que la media diaria durante la
guerra. Vivimos una guerra social, sin
actores definidos, sin propuestas con-
cretas, sin perspectiva y con miedo en
las calles y en los hogares. El país se
desangra por la falta de equidad, de
empleo y de oportunidades.
Somos el país que paga menos im-
puestos en el ámbito latinoamericano
1 SANDOVAL, Miguel Ángel : La Paz Precaria.
Editorial Cholsamaj, 2000.

y el que tiene los índices más bajos de
desarrollo humano y menor creci-
miento económico. Y hace falta una re-
forma agraria, mayor inversión en edu-
cación y recursos humanos, cuidado
del medio ambiente ante políticas de-
predadoras, respeto de la diversidad
cultural, defensa de la soberanía... y to-
do con la urgencia de construir un Es-
tado incluyente desde la perspectiva ét-
nico-cultural.
Se trata de refundar al país en me-
dio de un proceso creciente de inter-
vención norteamericana, que ahora
adopta la forma de libre comercio y de
lucha antidroga en el marco global de
una estrategia antiterrorista en un mun-
do unipolar. La situación se presenta
complicada para un pequeño país en el
traspatio de los Estados Unidos. Y es
en este contexto en donde la izquierda
guatemalteca desarrolla su trabajo y su
apuesta a un futuro mejor.
Movimientos y partidos
Si bien la izquierda guatemalteca po-
see importantes tradiciones de lucha,
que se remontan a la revolución del 44-
54, y tiene un alto nivel de combativi-
dad no es menos cierto que en los últi-
mos años no encuentra un rumbo pre-
ciso. Esto no hace referencia a sus
enormes posibilidades sino, a su dis-
persión y vacío de visión estratégica, o
por lo menos, a su poca capacidad de
aprovechar de forma creativa el caos
en el cual el país se encuentra.
De cierta forma, son los movi-
mientos sociales y sus diversas agru-
paciones quienes de mejor manera in-
ciden en la coyuntura del país y de
donde provienen la mayoría de pro-
puestas. Por esta razón y por las viejas
prácticas, se produjo hace tiempo un
distanciamiento entre los partidos de
izquierda y la izquierda social que se
desarrollaba en los movimientos. Es un
fenómeno que se constata en el ámbi-
to continental y de alguna manera en
Europa, donde los partidos políticos no
son necesariamente el referente de los
movimientos sociales. Un caso para-
digmático se podría encontrar en las
explosiones sociales y en la revuelta
estudiantil en Francia.
“
“
Guatemala corre el riesgo de una aguda
anomia social si no se producen cambios
en su comportamiento político
En Guatemala, hoy día se desarro-
lla un proceso de aproximaciones en-
tre la izquierda política y la izquierda
social, con el objetivo de establecer re-
laciones fundamentales para el desen-
volvimiento de la izquierda. Se trata de
un proceso complejo pues en la iz-
quierda política sigue -aún cuando no
se admita- la idea de que lo social es
una extensión del partido o que la or-
ganización política aglutina en su seno
a las dirigencias sociales, pero con la
dirección de lo político y, sobre todo,
del comité ejecutivo y del secretario
general. Ello es reflejo de una ley elec-
toral de contenido antidemocrático que
determina en muchos niveles la acción
de los partidos, incluso de izquierda.
Una vieja forma de hacer política, re-
basada por la experiencia de muchos
países. El ejemplo más notable es Bo-
livia. Aquí la construcción del MAS2
responde en buena medida a la lógica
del movimiento social y de ahí la am-
plitud de la organización que encabe-
za Evo Morales. Con estructuras su-
mamente flexibles y convertido en el
instrumento legal del movimiento so-
cial o el canal del mismo, el MAS es
una expresión alterna a la visión que
sobre sí mismos tienen la mayoría de
partidos políticos del continente y a la
cual la izquierda guatemalteca, agru-
pada en los partidos URNG y la ANN3,
no es ajena. Esta visón se basa en que
la construcción de un partido no im-
porta la incidencia en la vida política y
si sus miembros o cuadros lo hacen de
manera permanente; por el hecho de
ser un partido, se considera que ya se
cumplió con la misión histórica de un
grupo político. Ello tiene muy poca re-
2 MAS. Movimiento al Socialismo.
3 Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
-URNG- y Alianza Nueva Nación -ANN-
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 7
Guatemala
lación con la dinámica del movimien-
to social, para el cual la demanda y la
acción política constantes son el moti-
vo central de su existencia antes que
las estructuras institucionalizadas de
un partido.
La izquierda en Latinoamérica
En el caso brasileño es sin duda un mo-
tivo de reflexión el hecho de que una
organización como el MST no sea un
aliado incondicional del PT y que se
expresen diferencias entre uno y otro.
Aquí se pone a prueba la naturaleza
distinta del movimiento y del partido.
Con toda seguridad, en el partido hay
desconfianza por lo gremial o sectorial
del MST. De parte de éste, hay moles-
tias porque su agenda no es retomada
con vigor por el PT.
En Guatemala, con el desarrollo de
una crisis generalizada, el deterioro de
los servicios públicos y, de manera co-
yuntural, el proceso de rechazo y apro-
bación del TLC con EEUU, ni la ac-
ción de los movimientos sociales res-
ponde a las necesidades, ni la práctica
de los partidos resuelve las carencias.
Estamos ante un cuadro de crisis que
demanda la existencia del elemento or-
ganizativo, de la voluntad consciente y
de la más amplia alianza político-so-
cial para poder hacer frente a una cri-
sis que tiene como potencialidad cen-
tral la incapacidad de la derecha para
presentar un proyecto alternativo para
2007.
A veces queda la impresión que
hay mucha desconfianza entre las ex-
presiones de lo social y lo político. Y
es en esta perspectiva en donde se in-
serta, o al menos intenta hacerlo, el
MPSI4 que, sin renunciar a lo político,
4 El Movimiento Político Social de Izquierda -
MPSI- Constituido en diciembre de 2004, tiene
como divisas para su acción cuatro compo-
nentes básicos: 1) defensa de la identidad de
izquierda, debido a todas las renuncias motiva-
das por el discurso de la post-modernidad; 2)
renovación del discurso y la acción de la iz-
quierda, incorporando por ejemplo todo lo va-
lioso que existe en la globalización; 3) búsque-
da deliberada de la unidad de las izquierdas en
lo político y lo social; y 4) disposición a esta-
blecer alianzas en lo político y en lo social con
otras fuerzas.
Guatemala
Presente y futuro
descarta su conversión en partido y
apuesta a la participación política des-
de lo local como primera instancia y en
lo nacional en el marco de alianzas con
estructuras partidarias. Ello con la di-
visa de municipalizar la democracia y
democratizar el municipio.
De la opción del MPSI se pueden
encontrar varias explicaciones. Una es
el carácter antidemocrático de la ley
electoral y de partidos que existe, otra,
el balance que se hace de la práctica de
los partidos políticos, incluyendo a los
de izquierda.
Un hecho que marca la vía políti-
ca del continente latinoamericano es
la emergencia de las izquierdas. Sean
de signo peronista o nacionalista co-
mo en Argentina, o de corte obrero-
popular como en Brasil, lo cierto es
que se vive una especie de sacudida
en la región. Más aún, la experiencia
de Evo Morales y la emergencia indí-
gena que lo respalda llama la aten-
ción. En la misma dirección hay inte-
rés y desconfianza en el proceso ve-
nezolano encabezado por un militar
exgolpista, que posteriormente ha ga-
nado varias elecciones democráticas
de manera arrolladora. Con otras ca-
racterísticas se encuentra la lucha de
los pueblos indígenas de Ecuador, de
contenido antineoliberal y anclada en
las raíces étnicas.
Y las simpatías se dirigen por su-
puesto a la victoria socialista en Chile
con una mujer en la Presidencia o en
Uruguay, con el Frente Amplio, que
aglutina a extupamaros y comunistas,
socialistas o democristianos. A ello se
agregan las posibles victorias electora-
les en México, con Andrés Manuel Ló-
pez Obrador, en Nicaragua, con el
FSLN, a pesar de cierta manera de vi-
vir en el pasado, o la victoria en El Sal-
vador en elecciones a la Alcaldía mu-
nicipal de una mujer excomandante
guerrillera.
Hay algo que se mueve en el con-
tinente por la izquierda. Del tipo que
sea, pero levantando un proyecto, de
manera general, antineoliberal. En las
antípodas del consenso de Washington,
fuera del control del Banco Mundial y
del FMI, aun cuando a veces no sea
8 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
“
Son los movimientos sociales quienes
“
mejor inciden en la coyuntura del país
y de donde provienen la mayoría de
las propuestas
viable un proceso de rupturas definiti-
vas en el actual mundo unipolar y su
modelo capitalista.
Una opción posible
Sin embargo, en los diferentes proce-
sos sus rasgos no se limitan a los acto-
res que los encabezan, a las medidas
sociales y económicas que impulsan, o
a sus visiones diferentes sobre el so-
cialismo. Hay tendencias que apuntan
hacia una nueva forma de integración
continental y una actitud diferente a la
de arrodillarse ante los EEUU. Hay un
renacimiento del nacionalismo y la au-
toestima de los pueblos del continente.
En este contexto ¿es viable una op-
ción de izquierda en Guatemala? ¿O
estaremos condenados a 100 años de
división y, como diría García Márquez,
de soledad? Con la crisis económica y
social que existe, la perdida de legiti-
midad de las derechas en el poder, la
actividad del movimiento social y la
influencia de los procesos que se pro-
ducen en el continente, existe un clima
de que es la hora de la izquierda; surge
la idea de que en Guatemala no pode-
mos ser la última tecla del piano.
Sin embargo, la construcción del
instrumento político se desarrolla con
muchas dificultades, con tiempos de-
masiado largos, con visiones dema-
siado cerradas. A veces queda la im-
presión que se apuesta al viejo y co-
nocido refrán de que “mientras me-
nos, mejores” y no se exploran con
celeridad las nuevas alianzas, los nue-
vos referentes, las nuevas demostra-
ciones de que la izquierda sí tiene op-
ciones en los procesos políticos aho-
ra globalizados.
Recientemente se estudia la posi-
bilidad de reunir en un bloque a expre-
siones políticas y sociales de izquierda
y democráticas, con la idea de ampliar
ello hacia sectores de centro e incluso
más allá, si hay un programa mínimo
que respalde una alianza de esta natu-
raleza.5 La apuesta mayor es hacia una
alianza por Guatemala, que coloque
nuestro país en la misma tónica que tie-
nen otros países de la región. No se tra-
ta de un proceso de revolución con to-
ma del Palacio de Invierno, aunque sí
de superar el síndrome del incumpli-
miento de los acuerdos de paz y de los
retrocesos en la construcción demo-
crática que el país demanda.
Pero además, se trata de recuperar
cuotas de autoestima como en otras
partes del continente, cuotas de con-
fianza ciudadana, de orgullo histórico,
de capacidades de alcanzar metas re-
volucionarias o por lo menos, de natu-
raleza cívico-democrático. Por ejem-
plo, las imágenes que ahora circulan
por el mundo nos presentan a bolivia-
nos orgullosos de serlo a diferencia de
hace algunos años, que nos mostraban
la pobreza, la exclusión, la miseria co-
mo el sello distintivo del país. La vic-
toria electoral de Evo Morales nos in-
dica que, junto al proceso electoral y
de luchas recientes, también ha cam-
biado la imagen del país.
Esto es también lo que se juega
Guatemala, que corre el riesgo de una
pronunciada anomia social si no se
producen cambios y saltos en su com-
portamiento político, que sólo pueden
venir desde las izquierdas que, dejan-
do de lado sus viejas prácticas, puedan
dar pasos a nuevos compromisos.
No se trata de pura imitación, sino
de la certeza de que hay en el país mu-
cha fuerza acumulada a lo largo de la
ultima década y que correctamente
planteado un frente amplio es posible
convertirlo en el elemento catalizador
del cual estamos urgidos.❑
*Miguel Ángel Sandoval es miembro de la
Comisión Coordinadora del Movimiento Político
Social de Izquierda de Guatemala.
5 En la segunda semana de marzo, los acerca-
mientos entre URNG, ANN, un colectivo de or-
ganizaciones sociales -COS- y el MPSI se han
mantenido y todo hace pensar en buenas op-
ciones de concreción. El tiempo dirá la última
palabra.

Explotación minera:
una herida en la tierra y en la sociedad
La minería de metales a
cielo abierto es una
explotación no sustentable
que beneficia exclusivamente
a las compañías
transnacionales que la
ejecutan. Los gobiernos de los
países del Tercer Mundo,
como Guatemala, se pliegan a
ellas y, a través de
mecanismos irregulares, les
otorgan todos los beneficios,
dañando a la población
y violando sus propias
leyes.
U
no de los temas abor-
dados en las reuniones
en abril de 2006 del
Banco Mundial ha sido la mi-
Leonor Hurtado
nería de metales. La minería en
Latinoamérica, y en el Tercer
Mundo en general, cobró un
nuevo auge en la década de los
90, por la disminución de la
producción en Canadá y
EEUU, el alza de precios del oro y
otros metales, la búsqueda de alterna-
tivas de minería de bajo costo, la exis-
tencia de leyes que favorecían a las
compañías transnacionales, la debili-
dad en la protección ambiental y labo-
ral, y la desinformación y limitada or-
ganización de la población que sería
directamente afectada. Además de es-
tas razones, en Guatemala la población
que vive en áreas rurales es maya, po-
blación discriminada, que padece la
ideología racista del Estado y la des-
protección por parte de las leyes.
Leonor Hurtado
Marcha contra la minería en Sololá, Guatemala.
En 1997 durante el gobierno de
Álvaro Arzu, se aprobó la nueva Ley de
Minería, vigente actualmente, que limi-
ta los beneficios para el país y favorece
a las compañías. Es indispensable se-
ñalar que esta ley es inconstitucional
porque viola artículos de la Constitución
Política de la República de Guatemala
y del Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo, ratificado por
Guatemala en 1996.
La explotación minera no responde
a nuestros intereses como país, sino a
los de los países desarrollados que ne-
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 9
Guatemala
cesitan los metales para su in-
dustria y sus mercados, y tie-
nen limitaciones para conse-
guirlos en su propio territorio.
Limitaciones porque el costo
de la mano de obra en sus paí-
ses es muy alto, las organiza-
ciones ecologistas son fuertes
y la legislación, severa. Por su
parte, en Guatemala el 99 por
ciento de las regalías pertene-
ce a la compañía extractora.
Otra ventaja es que las compa-
ñías explotadoras hacen el Es-
tudio de Impacto Ambiental a
su conveniencia, presentando
una imagen falsa del daño que
provocan, y declaran sus ga-
nancias sin supervisión alguna.
La minería, explotación
no sustentable
La minería de metales a cielo
abierto es una actividad in-
dustrial de alto impacto am-
biental, social y cultural. Para
obtener los minerales es in-
dispensable deforestar y remover la
capa superficial de la tierra, que da vi-
da a la flora y la fauna. A través de es-
ta destrucción se llega a extensos yaci-
mientos de minerales contenidos en ro-
cas, las cuales hay que pulverizar, apli-
carles cianuro, agua y zinc para preci-
pitar el oro y la plata. Lo anterior re-
quiere de equipos que las compañías
importan sin pagar impuestos.
La explotación minera modifica se-
veramente la morfología del terreno,
apila grandes cantidades de material
estéril, contamina la capa friática, des-
Guatemala
Presente y futuro
truye bosques, áreas cultivadas, vi-
viendas, etc. Puede alterar el curso de
los ríos, destruir la pesca y crear lagu-
nas o pantanos con aguas tóxicas. El
aire lo contaminan el polvo, los com-
bustibles tóxicos y vapores de gases de
cianuro, mercurio o dióxido de azufre.
El ruido producido por las explosio-
nes, trituración, generación de energía
y transporte es otro proceso de conta-
minación. En la explotación se utili-
zan enormes cantidades de agua, el
equivalente al consumo de agua de
30.000 familias. Agua que no tienen
costo económico para las compañías,
aunque provoca el desecamiento de la
zona circundante.
Sobre el Banco Mundial
El Banco Mundial (BM) se presenta
como una de las principales fuentes
de asistencia para el desarrollo del
mundo. Según dice, su meta principal
es ayudar a las personas y países más
pobres. Utiliza sus recursos financie-
ros, su personal y su amplia base de
conocimientos para ayudar a los paí-
ses en desarrollo en el camino hacia
un crecimiento estable, sostenible y
equitativo.
Las decisiones en el BM se toman
por votación y tiene más votos quien
tiene más capital: Estados Unidos. O
sea, sus intereses son los que general-
mente determinan las decisiones. Las
políticas del BM no contemplan los de-
rechos humanos y el BM continúa afir-
mando que su convenio constitutivo le
impide abordar este tema. En más de
un tercio de sus proyectos, que produ-
cen impactos sobre pueblos indígenas,
no han aplicado la política de salva-
guarda, que implica el respaldo de la
población al proyecto y la inversión.
Actualmente, el capitalismo está en
crisis por la sobre liquidez de capital y
la presión por conceder préstamos e in-
vertir. El exceso de liquidez ha provo-
cado que el valor del papel moneda-di-
nero baje, mientras que el del oro ha
subido. Como el BM responde a los in-
tereses de los gobiernos-financieros es
presionado para abrir oportunidades de
financiamiento para ese sector. Por
ello, la inversión en la explotación de
10 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
“
“
La minería de metales a cielo abierto es
una actividad industrial de alto impacto
ambiental, social y cultural
oro es muy importante, ya que cumple
una doble función: invertir en una uti-
lidad de valor ascendente y abrir un
canal de inversión para aliviar el exce-
so de liquidez.
Esta inversión no sólo beneficia al
BM, sino también a Glamis Gold Co
(compañía canadiense minera que ope-
ra en Guatemala) porque brinda su res-
paldo político a la inversión. Glamis
Gold Co. no necesita el préstamo, pe-
ro lo busca para tener un respaldo po-
lítico internacional, para presentar una
imagen de desarrollo sostenible.
Con esta inversión el BM ignora
su compromiso con el desarrollo sus-
tentable y se expresa como aliado de
las compañías transnacionales. De-
bería adoptar un enfoque de desarro-
llo basado en los derechos de los pue-
blos indígenas a la propiedad y el con-
trol de sus tierras, territorios y recur-
sos naturales, proscribir la reubicación
forzada de los pueblos indígenas y
sostener el principio de que los pro-
yectos de desarrollo sólo deben im-
plementarse en las áreas de propiedad
o uso de estos pueblos con sujeción a
su consentimiento informado previo
y otorgado libremente.
La voz de la población afectada
En el proyecto minero Marlin de Gla-
mis Gold Co., que se ejecuta en el de-
partamento de San Marcos, afectando
los municipios de San Miguel Ixta-
huacán y Sipacapa, el BM ha concedi-
do un préstamo de 45 millones de dó-
lares argumentando que es un aporte al
“desarrollo nacional”. Si fuera verdad,
se habría analizado el potencial del oro
para servir como fuente de recursos pa-
ra financiar un plan regional de des-
arrollo sostenible culturalmente y am-
bientalmente apropiado. Se hubiera he-
cho un balance de costos y beneficios
sociales, ambientales y económicos,
para decidir dónde y hasta dónde ex-
plotar el recurso, y se hubiera desarro-
llado un plan para invertir las ganan-
cias amplia y coordinadamente.
Si la minería respondiera a las ne-
cesidades de la población del área, pro-
movería otro modelo de desarrollo. La
inversión actual sólo consolida el mo-
delo económico existente: explotador,
opresor, discriminador, insustentable e
inequitativo.
El movimiento social que se opo-
ne a la minería, rechaza la naturaleza
impositiva de las inversiones, ya que
no se consultó a las poblaciones de la
zona tal y como lo establece la legis-
lación internacional, en el Convenio
169 que indica que los gobiernos de-
ben “consultar a los pueblos interesa-
dos, mediante procedimientos apro-
piados y en particular a través de sus
instituciones representativas, cada vez
que se prevean medidas legislativas o
administrativas susceptibles de afec-
tarles directamente.”
Guatemala no cuenta con mecanis-
mos para aplicar el Convenio 169 y la
Ley de Minería no sólo obvia esta nor-
mativa internacional, sino que tampo-
co tiene coherencia con otras leyes re-
lacionadas con el poder local, como el
Código Municipal y la Ley de Conse-
jos de Desarrollo Urbano y Rural.
En Sololá, por ejemplo, los Conse-
jos de Desarrollo Comunitario mani-
festaron su oposición a los proyectos
mineros. En 2005, en Sipacapa se rea-
lizó una consulta en la que participa-
ron 2.486 personas de las cuales el 98
por ciento expresaron su rechazo a la
minería de metales en su territorio.
También se han realizado consultas en
los municipios de Santa Eulalia, Toto-
nicapán, Comitancillo, Santa María
Chjiquimula, Santa María Visitación,
ignoradas por el presidente Berger, el
Congreso de la República y la Corte de
Constitucionalidad.
Mayas y resistencia
Principales de San Juan Sacatepéquez
expresan: “La resistencia nosotros la
entendemos como mantener nuestra
forma de ser y de vivir con ideas, con
propuestas, con diálogo y dignidad.

Es respetar a la Madre Tie-
rra y que su fuerza nos diga
qué hacer. Esa es nuestra re-
sistencia, es escuchar y ha-
cer como nos enseñaron
nuestras abuelas y abuelos
de muy lejos, de todos los
tiempos. Nunca nosotros
podemos enfrentarnos con
armas, por que el arma lo
que lleva es a acabar, a ma-
tar, a convertir a la persona
en un ser más débil y des-
preciable. Los pueblos indí-
genas de origen natural re-
sistimos calladamente, sin
mostrar enojo, sabiendo que
estamos en lo digno y justo.
Estos valores nos han per-
mitido sobrevivir y resistir
durante siglos, y también
nos permiten saber que te-
Leonor Hurtado
nemos capacidad y conoci-
miento para defendernos y
aportar”.
En cada comunidad ma-
ya, los Principales preservan
y orientan de acuerdo con
estos valores, porque tienen relación
directa con la libertad y la dignidad de
las personas. Resistencia y territoria-
lidad son dos conceptos, actitudes y
prácticas tradicionales de la población
maya. La resistencia permite de ma-
nera pacífica y activa enfrentar la agre-
sión, promueve la unidad y la acción
de la comunidad con un objetivo de
bien común, estimula la organización
y movilización sustentadas con los va-
lores propios y la identidad cultural.
Un Principal en Sipacapa, sobre la
minería, explicó: “El oro es más útil
y valioso aquí donde está en nuestras
montañas. El oro es como los brazos
de la montaña, la sostiene, le da for-
ma, le da su energía y su equilibrio pa-
ra que haya vida. Si se saca de aquí,
destruyen la montaña y aunque des-
pués junten la tierra, no será lo mis-
mo. Además el oro se lo llevarán de
Guatemala. Por eso el oro es más va-
lioso aquí”. Posteriormente tuve
oportunidad de platicar con un geólo-
go y le comenté la imagen que me dio
el Principal de Sipacapa. El geólogo
Consulta popular en Sipacapa.
“
El movimiento contra la minería rechaza
“
la imposición de las inversiones, ya que
no se ha consultado a la población como
impone la ley
me dijo: “Tiene mucha razón. El oro
es parte de la estructura de la monta-
ña y la estructura es indispensable pa-
ra que la vida se dé. Decir que no es
así sería como juntar todos los es-
combros de las Torres Gemelas de
Nueva York y decir, nada material se
perdió, aquí está todo lo que formaba
las Torres, aquí están las Torres. Ob-
viamente sabemos que eso es un ab-
surdo, porque se destruyó la estructu-
ra de las Torres y sin ella, las Torres
nada son. Lo mismo sucede con las
montañas y con la vida”.
Rechazo internacional
Ante la contaminación que conlleva la
utilización de cianuro, (procedimiento
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 11
Guatemala
a utilizar en el proyecto Mar-
lian) internacionalmente ha
habido acuerdos y prohibi-
ciones de esta actividad. Al-
gunos ejemplos son:
• En 2005, cinco años
después de la firma de
la Declaración de Ber-
lín contra la minería
que utiliza cianuro, 22
organizaciones de la
sociedad civil interna-
cional llaman nueva-
mente a los gobiernos y
a las compañías mine-
ras para que respeten
los derechos humanos
y suspendan su viola-
ción con las irresponsa-
bles prácticas mineras
y la destrucción del
ambiente.
• Costa Rica anuló la con-
cesión a Industrias Infi-
nito, S.A., subsidiaria de
la canadiense Vannessa
Ventures, que pretendía
extraer 656.000 onzas
de oro en 10 años.
• En Argentina, durante el refrendo
de marzo 2003, el 81 por ciento de
los votantes del pueblo de Esquel,
se opusieron a la MCA de la Meri-
dian Gold, compañía canadiense.
• En noviembre de 1998 la pobla-
ción del Estado de Montana de Es-
tados Unidos rechazó la MCA y a
partir de 1999 quedó prohibida.
A nivel internacional existen le-
yes y manifestaciones que promue-
ven el respeto de los derechos de los
pueblos y prohíben las prácticas mi-
neras que atentan contra la población
y contra sus territorios. A los pueblos
afectados por la minería de metales
nos corresponde organizarnos, resis-
tir a nivel nacional y defender nues-
tra territorialidad. Así mismo, debe-
mos coordinarnos y movilizarnos in-
ternacionalmente para impedir que
quienes dominan el capital continúen
aniquilando a nuestra Madre Tierra y
amenazando la vida de quienes no
han nacido y tienen el derecho de vi-
vir dignamente.❑
Guatemala
Presente y futuro

Xmulew : pueblo y movimiento mayas

1

Kajkoj Ba Tiul*

Desde la desarticulación
de la Coordinadora de Organiza-
ciones Mayas de Guatemala
-COPMAGUA2- en el año 2000,
creada a raíz del proceso de paz y
en donde participaron todas las
corrientes del movimiento, no ha
podido establecerse de nuevo una
correlación de fuerzas que impulse
lo étnico-nacional como forma de
lucha para transformar la
estructura del Estado y de la nación
guatemalteca.

D
e las movilizaciones realizadas
en Guatemala desde 19703 has-
ta 1996, el movimiento indíge-
Paula Cabildo

na logró espacios de interlocución, que

se perfilaban como el principio para ge-
nerar su autonomía. Cuando se inicia el
proceso de paz y se conforma la Coor-
dinadora de Organizaciones Mayas de
Guatemala como una instancia unitaria,
no sólo por la participación de instan-
cias indígenas aglutinadas en la Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca
-URNG-, sino por otras instancias no
vinculadas a la guerrilla, se pensó que
se iba por el camino correcto.
1 Xmulew es el antiguo nombre de Guatemala.
2 COPMAGUA se presentaba como el culmen de
todo el proceso de movilización indígena, ini-
ciado en los años 70.
3 Esta fecha está siendo muy discutida por algu-
nos intelectuales indígenas, porque consideran
que las primeras movilizaciones se dieron a
principios de 1800, con la lucha iniciada por
Anatasio Tzul y Lucas Aguilar en Totonicapán
para instaurar el Estado de los Altos.
La conformación de comisiones pa-
ritarias (indígenas y gobierno), como
compromiso del Acuerdo Sobre Iden-
tidad y Derechos de los Pueblos Indí-
genas (AIDPI) para el tratamiento de
temas específicos de pueblos indígenas,
se perfilaban como espacios de partici-
pación política para presentar al Esta-
do propuestas de políticas públicas y
avanzar hacia el reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas.
El proceso que se originaba con el
Acuerdo Sobre Identidad y Derechos
de los Pueblos Indígenas, para la trans-
formación del Estado monoétnico-
criollo-mestizo-ladinocentro-guate-
malteco a un Estado multicultural, co-
mienza a tener serios obstáculos por la
característica racista y etnocéntrica del
propio Estado, y porque en el movi-
miento indígena comenzaron a sobre-
salir intereses personales de algunos li-
deres y de sus propias organizaciones,
situación que tuvo su punto culminan-
te con la derrota del movimiento maya
y el movimiento social en la consulta
popular de 1999, al ganar el “no”. Es-
ta consulta podía haber abierto el ca-
mino para hacer reformas a la Consti-
tución política, según demandaban los
Acuerdos de Paz.
El problema suscitado con la con-
sulta popular era el efecto de las con-
tradicciones internas del movimiento

12 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


maya y del movimiento social. Éstas
se originaron por la incapacidad de
emancipar una agenda común y por la
intervención de una comunidad inter-
nacional que ha querido trazar el ca-
mino que deben seguir los pueblos in-
dígenas y el movimiento.
Desde esa fecha hasta ahora, los in-
tentos de articular al movimiento indí-
gena ha sido infructuosos. La expe-
riencia de COPMAGUA ha marcado
el proceder de los dirigentes del “lla-
mado movimiento maya”, como ser
cooptados por las políticas del Estado
y permitir la creación de la brecha que
hay entre la dirigencia y las comuni-
dades rurales.
Intentos como la coordinadora Wa-
qi Kej, formada por organizaciones
campesinas e indígenas de Guatemala,
tampoco han podido responder a la si-
tuación de los pueblos indígenas; al
contrario, se han constituido en espa-
cios mediatizadores de la demanda in-
dígena y todo intento de movilización.
Así, se necesita un proceso de re-
conceptualizaciòn del movimiento in-
dígena y de su articulación, pero en ba-
se a un proyecto político objetivo y de-
finido desde las demandas de los indí-
genas (Maya, Xinka y Garifuna).
Pueblo maya
Cuando hablamos de pueblo maya nos
referimos a un conglomerado de per-
sonas, que se dicen llamar “mayas” y
que tienen una estructura social, polí-
tica, espiritual, económica y cultural
definida.
El Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), el Banco
Interamericano de Desarrollo y la CE-
PAL confirman el nivel de pobreza que
sufren los mayas y en particular muje-
res y niños/as. Así, entre sus grandes
demandas están educación, vivienda,
fuentes de trabajo y tierra, pero todo
enmarcado como una lucha por el te-
rritorio y la autonomía.
Los criollos o ladinos ricos siem-
pre han mediatizado las acciones del
pueblo y lo han querido suprimir, pri-
mero con los repartimientos en la épo-
ca de la colonia, el trabajo forzoso, la
ley de vialidad y el reclutamiento for-
zoso, el genocidio y etnocidio durante
el conflicto armado y ahora con las
concesiones mineras, el Plan Puebla
Panamá y otras acciones propias del
TCL, y desde la firma de la paz en
1996, la cooptación de organizaciones
y cuadros dirigenciales.
Esta situación no ha permitido la
concreción y la sostenibilidad de me-
didas que hagan cambiar la mentalidad
de los grupos en el poder. Al contrario
y con el apoyo de algunos organismos
de la comunidad internacional (Agen-
cia Internacional de Desarrollo de Es-
tados Unidos -USAID-), tratan de opa-
car las movilizaciones indígenas y
campesinas llamando a mesas de diá-
logo que sólo aparentan resolver los
problemas.
“
La separación entre el movimiento maya
del Estado
“
y el pueblo maya repercute en las dos
agendas que se manejan delante
Movimiento y comunidades
El movimiento maya se fue gestando
con el apoyo de comunidades, organi-
zaciones campesinas y sindicales, co-
operativistas, alfabetizadores, etc., así
como sectores de la Iglesia católica
(Teología de la liberación), el movi-
miento de izquierda y otros.
Las demandas, en sus inicios, tra-
taban de complementar la demanda
por la identidad étnica y por la elimi-
nación de la pobreza; prueba de ello
es la Declaración de Iximche de los
ochenta, cuando el Comité de Unidad
Campesina -CUC-, decide unir a in-
dígenas y campesinos en una lucha
frontal contra el Estado para recupe-
rar la tierra.
Como contraposición al movi-
miento guerrillero de los ochenta, que
trataba de aglutinar a su alrededor a co-
munidades, organizaciones indígenas
y campesinas, y así iniciar una lucha
por transformar el Estado guatemalte-
co, el Estado mismo, con apoyo del
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 13
Guatemala
Ejército, creo y cooptó algunas orga-
nizaciones que se encaminaban a cons-
tituirse como ONGs desarrollistas. És-
ta es la primera etapa de “la oenegeni-
zación del movimiento maya” (Ba
Tiul; 2004); además promovió una po-
lítica que cambió la mentalidad de mu-
chos indígenas y provocó la muerte de
otros, que no se dejaron engañar.
El movimiento indígena de Améri-
ca Latina y el maya se basan en con-
glomerados de grupos y desarrollan un
proceso de fortalecimiento de la iden-
tidad. En los 60, algunos países trans-
formaron las Constituciones en multi-
culturales; en el caso de Guatemala, se
constituyeron la Academia de las Len-
guas Mayas, el Fondo de Desarrollo
Indígena Guatemalteco y se ratificó el
Convenio 169 de la OIT. Con la Aca-
demia de las Lenguas Mayas y otras
expresiones de intelectuales indígenas
se inicia esa separación entre las de-
mandas del pueblo maya y del movi-
miento maya, y la cooptación de cua-
dros mayas. Este escenario, sumado a
iniciativas de intelectuales indígenas
que no quisieron involucrase dentro del
movimiento guerrillero, y la demanda
económica y social de los pueblos in-
dígenas, muy ligada a la lucha de cla-
ses, se comienza a desarrollar en una
demanda cultural y económica rela-
cionada con la lucha étnica, pero que
actualmente ha sido “esencializada”
sólo para maquillar las políticas indi-
genistas-multiculturales del Estado
guatemalteco. Esta situación llega has-
ta hoy y algunos teóricos hablan de la
brecha entre los mayas populares y los
mayas intelectuales.
Las demandas sobre autonomía,
nacionalismo y multinacionalismo
comienzan a quedarse atrás y es
cuando sale a luz pública la corriente
multiculturalista e intercultural de los
90. Promueve el diálogo entre pue-
blos indígenas, Estado y sociedad, y
se complica cuando el diálogo se
transforma sólo en cambios forma-
les/legales y el multiculturalismo en
un cambio folklórico (ver Agenda ha-
cia los pueblos indígenas de la SE-
PAZ; 2005). Así, se olvida de que el
cambio debe ser estructural, es decir,
Guatemala
Presente y futuro
un proceso de redistribución de re-
cursos naturales, poder y participa-
ción política. Mientras, el academi-
cismo maya sigue impulsando un diá-
logo institucional con el Estado (ver
entrevista con Irma Alicia Nimatuj,
Prensa Libre, 14 de enero de 2005).
Por otro lado, se está retomando tí-
midamente la discusión sobre la auto-
nomía y la multinacionalidad de Gua-
temala, después del fracaso de la “par-
ticipación indígena dentro del aparato
estatal” (ver: Demetrio Cojti; 2005. Ba
Tiul, 2005). Pero para que esto pueda
constituir un eje de lucha, se necesita
la construcción de un proyecto políti-
co a corto, medio y largo plazo (Ba
Tiul; 2005), es decir, un proyecto re-
volucionario consistente.
Demandas de los mayas
en Guatemala
La separación entre el movimiento
maya y el pueblo maya repercute en
las dos agendas que se manejan de-
lante del Estado. Mientras el pueblo
exige la eliminación de la pobreza y
más atención en salud, educación,
infraestructuras, vivienda, trabajo,
tierra, territorio, autonomía etc. , el
movimiento indígena, sobre todo la
intelectualidad indígena, exige más
participación política, leyes, lucha
contra la discriminación y el racis-
mo, es decir, estamos ante cambios
más estructurales y cambios más
formales.
Mientras las organizaciones ma-
yas exigen su participación en parti-
dos políticos, como en la Gran Alian-
za Nacional -GANA-, partido en el
poder actualmente que ya creó su
cuadro indígena para las próximas
elecciones, la Unión de la Esperanza
-UNE-, que según las encuestas tie-
ne las posibilidades de ganar en las
próximas elecciones (ver Prensa Li-
bre, 15 de enero de 2005), también
está preparando su cuadro indígena
(su líder, Álvaro Colom, se presenta
como “guía espiritual maya”). En las
comunidades, los partidos políticos
ya no tienen poder y ni son queridos;
prueba de ello son los problemas que
hay entre comunidades y alcaldías.
14 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Por otro lado, el movimiento indí-
gena ya “oenegenizado”, además de
estar involucrado en diferentes espa-
cios del Estado porque no existe un
proyecto político común, mantiene
una inclinación a nivel internacional
(Naciones Unidas y la OEA); ha aban-
donado el trabajo organizativo de ba-
se, constituyéndose en lo que podría-
mos denominar una “jet set”que de-
ambula de un lado para otro en cum-
bres internacionales
Así, hay una separación entre el
movimiento maya y las comunidades
que exige atención, sobre todo, ahora
que la situación de Bolivia, Perú, Chi-
le, Ecuador está poniendo en remojo
las barbas de los principales actores
políticos tradicionales de América La-
tina y en particular de Guatemala.
“
“
La aspiración fundamental de los pueblos
indígenas es el reconocimiento y respeto
de sus derechos colectivos
Desafíos de cara al futuro
Desde la caída del muro de Berlín, los
procesos de paz en Centroamérica, el
nuevo rostro del militarismo, la firma
de los TLC, el nuevo rostro de las igle-
sias (megafrater4), el movimiento ma-
ya debería de haber cambiado su es-
trategia de incidir en las esferas del Es-
tado, sin abandonar la lucha frontal por
reestructurarlo en un Estado más hu-
mano y autonómico5.
El movimiento indígena de Gua-
temala, si pretende transformar el Es-
4 Las megafrater son iglesias de tipo pentecostal
dirigidas por empresarios evangélicos que ha-
cen de la religión una empresa que rinde más
beneficios económicos y que no paga impues-
tos ni trabajadores.
5 Elementos para analizar desde esta perspecti-
va al Estado y los Pueblos Indígenas de Gua-
temala se encuentran en el Informe Nacional de
Desarrollo Humano del PNUD de 2005: “Diver-
sidad Etnico-Cultural: la Ciudadania en un Es-
tado Plural” ó el informe “Otra Guatemala es
Posible: Inequidad, pobreza y violencia en la
Patria del Criollo”, Balance para la Paz 2005 del
Colectivo de Organizaciones Sociales -COS-,
Guatemala.
tado actual, no lo logrará con llevar a
indígenas a los poderes del Estado o
a instancias de segunda categoría, si-
no construyendo un proyecto políti-
co nacional en donde tanto indígenas
como ladinos pobres puedan enten-
derse. Para lograr encontrar eco sobre
las demandas que se hacen al Estado
se necesita:
• Un proyecto político, claro y via-
ble. Este proyecto debe definir el
modelo de Estado-Nación que se
quiere estructurar en Guatemala.
• Líderes y lideresas: Se deben crear
escuelas de formación política para
formar a los cuadros políticos e inte-
lectuales que darán forma a la lucha
de los pueblos indígenas.
• Intelectuales indígenas: Se debe
propiciar una forma de aglutinar a
los académicos e intelectuales in-
dígenas, que teoricen y puedan pro-
poner líneas políticas.
• Base social: La dirigencia indíge-
na actual debe volver a concienciar
a las comunidades en base a un
proyecto común.
• Sociedad y Estado: hasta el mo-
mento son los indígenas quienes
defienden las demandas indígenas;
hay que hacer que sea todo el Esta-
do y la sociedad quienes asuman el
principio de la interculturalidad.
• Organismos internacionales:
asumir que todo lo internacional se
una a lo nacional para hacer un so-
lo frente común.
La aspiración fundamental de los
pueblos indígenas es el reconoci-
miento y respeto de sus derechos co-
lectivos (tierra, territorio y autono-
mía). Por su parte, el movimiento in-
dígena divaga en exigir al Estado y los
partidos más participación política y
la promulgación de leyes. Es cierto
que lo primero no debe ignorar lo se-
gundo, pero también que no deben se-
pararse sino complementarse.❑
* Maya Poqomchi, guatemalteco, es filósofo,
teólogo y antropólogo. Consultor sobre temas
indígenas en el Comité Internacional de la Cruz
Roja, Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos y Agencias de Cooperación
en Guatemala.
kajkoj@intelnet.net.gt, ajpop2004@yahoo.es.
 Guatemala
Campesinas indígenas:
los derechos negados
Rosalinda Hernández Alarcón*
Leonor Hurtado

Conocer los nexos entre necesidades y derechos, y el acceso a alimentos y a la tierra

permite mostrar el panorama de la exclusión que viven las mujeres campesinas
e indígenas de Guatemala. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales, suscrito por el Estado guatemalteco en 1988, reconoce en específico el
derecho a la alimentación y la vigencia de las reformas agrarias como programas
para garantizarlo.

E
n el ámbito mundial, se ha im-
puesto un modelo económico
que está aumentando la acu-
mulación de la riqueza y las desigual-
dades sociales. A partir de las reglas
neoliberales, existe mayor flexibiliza-
ción del mercado de trabajo, dismi-
nución de necesidades de mano de
obra y mayor calificación para los
puestos de empleo. La población más
afectada es la campesina e indígena,
cuyos derechos a una vida digna son
violados. Las mujeres en general vi-
ven una situación de desventaja con
relación a los hombres. Algunos indi-
cadores de ello se muestran en el ac-
ceso a recursos (tierra, educación, sa-
lud, etc.) y en las mayores cargas de
trabajo que ellas realizan (doméstico,
productivo y comunitario). “La po-
breza tiene cara de mujer” es una
afirmación que lo respalda.
Los derechos desde una perspecti-
va política son una condición para la
democracia y desde un enfoque jurídi-
co, han de resguardar la dignidad de las
personas y potenciar su desarrollo.

Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 15

Guatemala
Presente y futuro
Los derechos humanos civiles y po-
líticos se centran en procesos de parti-
cipación social y política, y ponen al in-
dividuo como eje (un ejemplo es el de-
recho al voto); su parámetro de evalua-
ción es un sistema democrático. En tan-
to, los derechos humanos económicos,
sociales y culturales (DESC) posicio-
nan a la sociedad como valor superior
y se centran en el desarrollo de las con-
diciones materiales. Su parámetro de
evaluación es un modelo de desarrollo
equitativo y con justicia social.
Los ciudadanos y ciudadanas (no
organizados, en asociaciones, como ac-
tivistas y líderes) exigen, ejercen, se be-
nefician o ven negados sus derechos
humanos individuales y colectivos. Por
su parte, las autoridades e instituciones
estatales garantizan o violan tales dere-
chos. En general, los Estados débiles
carecen de recursos para cumplir con
sus obligaciones a fin de que los DESC
tengan su concreción en condiciones
dignas de vida para las personas.
En Guatemala no existen oportuni-
dades iguales para el acceso a los re-
cursos para mujeres y hombres. De ahí
la importancia de hacer una reflexión
acerca de su significado, no sólo como
norma jurídica, sino como realidad
concreta.
Situación de desventaja
En las áreas rurales de Guatemala resi-
den alrededor del 60 por ciento de sus
habitantes y es donde se concentra la
mayor parte de la población indígena;
en ellas viven cuatro de cada cinco per-
sonas pobres. El 60 por ciento de las
guatemaltecas viven en el campo y, de
ellas, el 59 por ciento son indígenas.
Dos de cada tres personas en este pa-
ís son demasiado pobres para poder ali-
mentarse adecuadamente. La malnutri-
ción crónica infantil en Guatemala repre-
senta más del doble que en la mayoría de
los demás países de América Latina y fi-
gura entre las más elevadas del mundo.
Los niveles de hambre y malnutrición es-
tán estrechamente relacionados con la
cantidad de tierra de que se dispone, tal co-
mo afirma el Informe del Relator Especial
sobre el Derecho a la Alimentación, Jean
Ziegler, del 18 de enero de este año.
16 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
“
El Código Laboral califica a las
“
agricultoras de “ayudantes”, lo que niega
su reconocimiento como sujetos de
derechos
El Informe de Desarrollo Humano
del 2000 reporta que el 70 por ciento de
las fincas corresponde a hogares enca-
bezados por hombres mestizos y blan-
cos, que abarcan el 81,3 por ciento de
la tierra cultivable, mientras que los
hombres indígenas poseen el 13,6; el 5
por ciento restante está en propiedad de
mujeres.
En las áreas rurales las mujeres tie-
nen en promedio cinco hijas o hijos,
mientras que en la zona urbana es de
tres. Las indígenas procrean en prome-
dio seis hijos.
La toma de decisiones representa
una práctica casi exclusiva de los hom-
bres, lo que refleja relaciones de poder
con una clara desventaja para ellas. La
mayoría de las campesinas pide permi-
so al compañero de vida en todo tipo de
actividades: el 78 por ciento para salir
de la casa, el 69 para realizar gastos do-
mésticos y 67 por ciento para visitar
familiares.
Derecho a la alimentación
Úrsula Roldan, portavoz de Plataforma
Agraria, asegura que los índices de po-
breza y desnutrición no sólo son alar-
mantes, sino vergonzosos en Guatema-
la, que tiene condiciones para producir
su propio alimento y para tener exce-
dentes hacía los mercados internacio-
nales. Sin embargo, sólo produce el 20
por ciento de los alimentos. Explica que
el país tiene una población que milena-
riamente ha cultivado la tierra, ha sido
abastecedora de sus propias necesida-
des y ha mantenido el mercado interno
con la producción de granos básicos al
país. La raíz del problema, para ella,
“no reside en que tengamos suelos co-
mo los del desierto del Sahara en Áfri-
ca, ni gente sin la experiencia y capaci-
dad de producción alimenticia, el pro-
blema es, en principio, un sistema eco-
nómico, social y político que ha sido
excluyente y discriminador de una po-
blación mayoritaria”.
El relator especial sobre el Derecho
a la Alimentación califica como obstá-
culos para garantizarlo, el modelo de
desarrollo excluyente que ha concen-
trado la riqueza y el poder en manos de
una reducida élite; los niveles de impu-
nidad que gozan quienes han violado
los derechos humanos; la desigualdad
y el modelo de agricultura orientada a
la exportación que han promovido el
hambre y la pobreza.
El funcionario de Naciones Uni-
das recomienda que el derecho a la
alimentación debe ser una prioridad
urgente en Guatemala, que es necesa-
rio evitar la penalización de conflic-
tos sociales y territoriales, así como
erradicar la discriminación racial: “El
derecho a la propiedad no debe pre-
valecer sobre el derecho a la vida ni a
la alimentación”.
Con respecto a la población feme-
nina, Ziegler llama a combatir la dis-
criminación contra las mujeres, en es-
pecial contra las indígenas, a fin de re-
conocer su derecho al acceso a los re-
cursos productivos y de propiedad; ade-
más, recomienda enmendar el Artículo
139 del Código Laboral que califica a
las trabajadoras agrícolas como “ayu-
dantes”, lo que niega su reconocimien-
to como sujetos de derechos.
Factores que niegan derechos
Una de las primeras dificultades para
ejercer los derechos económicos para
las campesinas es que -por lo regular-
no sienten la necesidad de defenderlos.
Si ellas carecen de experiencia organi-
zativa, lo natural es que mantengan,
dada la situación de pobreza que les ha
negado todo por generaciones, el este-
reotipo de que los hombres son los úni-
cos proveedores del hogar. Entre los
factores socioculturales que impiden a
las mujeres ejercer sus derechos, en es-
pecial los económicos, se cuentan las
ventajas que disfrutan los hombres en
el matrimonio y las desventajas para
ellas, que pierden sus derechos a la
propiedad paterna al casarse, quedan-
do excluidas de las herencias.

En las familias campesinas, los
hombres recurren al trabajo (no paga-
do) de las mujeres. Ellas trabajan con
sus padres y hermanos antes de casar-
se, con sus suegros y cuñados después
de casarse, y con sus hijos adultos
cuando son mayores y/o viudas. La di-
visión sexual del trabajo determina que
sean obedientes, pacientes, prudentes,
recatadas, servidoras y guardianas del
temor de Dios, en tanto que ellos re-
presentan la autoridad incuestionable
que no debe rendir cuentas a nadie.
Esta división obliga a las mujeres a
largas jornadas en el ámbito doméstico
y libera a los hombres de esas respon-
sabilidades. En una muestra entre cor-
tadoras de café, se calcula que las mu-
jeres adultas trabajan aproximadamen-
te entre seis y ocho horas más que sus
compañeros de vida, mientras que las
niñas y jóvenes trabajan entre tres y cin-
co horas diarias más que los niños.
Los estereotipos de género califican
de individualista a la mujer que recla-
ma su derecho a tener propiedades, ya
que supuestamente deja de pensar en la
familia.
La abogada feminista María Euge-
nia Solís en su ponencia “Los DESC
desde la perspectiva de las mujeres se-
ñala que estos derechos en la práctica
están tan ligados a la vida cotidiana,
que, a veces, es difícil identificarlos co-
mo tales. Argumenta que si bien tienen
por objeto establecer condiciones de vi-
da digna para mujeres y hombres, los
DESC sólo las consideran a ellas con
relación a su papel de madres y en el
contexto familiar (tradicional) en el que
el hombre es el jefe del hogar y el pro-
veedor. Son consideradas como sujetos
de protección (familia y maternidad),
lo que influye en la subvaloración del
trabajo doméstico y su contribución al
PIB, el menor acceso a la tierra, así co-
mo a la invisibilización de los aportes
en la gestión en salud y comunidad.
La igualdad entre mujeres y hom-
bres, reconocida en la Constitución de
la República de Guatemala, no ha mo-
dificado de manera importante los ro-
les tradicionales, a pesar de la incorpo-
ración de ellas al trabajo, comenta la
abogada Solís.
“
“
Naciones Unidas señala que el derecho a
la alimentación debe ser una prioridad
urgente en Guatemala
La Convención para Eliminar todas
las Formas de Discriminación contra la
Mujer (CEDAW por sus siglas en in-
glés), conocida también como la De-
claración Universal de los Derechos
Humanos de las Mujeres, es un instru-
mento jurídico que desde el sujeto mu-
jer (en tanto no lo reduce a madre o fa-
milia) y desde la integralidad de los de-
rechos humanos (en tanto no escinde
los ámbitos de regulación de los dere-
chos en civiles y políticos) contempla
y consagra derechos económicos, so-
ciales y culturales: educación, ámbito
laboral, salud, prestaciones familiares,
acceso a créditos, ocio, protección a las
mujeres rurales.
Necesidades transformadas
en demandas
La problemática originada por la exce-
siva concentración de los recursos y la
falta de oportunidades para amplios
conglomerados en el campo ha sido
abordada por diversas organizaciones.
La principal crítica se refiere a las po-
líticas neoliberales que colocan los in-
tereses del mercado por encima del
bien común, cuyos tratados de libre co-
mercio ponen en peligro la seguridad
alimentaria de millones de personas
vinculadas a la producción agrícola.
Mujeres guatemaltecas del campo
y la ciudad, al percatarse de que la
subordinación a la que han estado su-
jetas les niega derechos, han llegado
a la conclusión de que no se trata de
algo natural y, por tanto, que es posi-
ble transformar. Existen organizacio-
nes de mujeres y mixtas que sitúan a
las campesinas en condiciones muy
por debajo de lo que puede conside-
rarse una vida digna, sin que ellas par-
ticipen en la toma de decisiones tras-
cendentales, a pesar de sus aportes en
el espacio familiar, comunitario y en
la economía del país.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 17
Guatemala
Sostienen que la pobreza y el ham-
bre sólo se resuelven mediante la re-
distribución de los recursos y que el
agotamiento del modelo de desarrollo
en Guatemala se demuestra porque a la
mayoría de la población se les niegan
sus DESC. Algunas rechazan la vía del
mercado porque adormece la concien-
cia de lucha y mantiene la discrimina-
ción de las mujeres.
La lucha de las campesinas por su
derecho a la tierra tiene que abordar las
relaciones de poder en el país y en el
agro, al igual que las de sus organiza-
ciones y hogares. Esto es necesario si
se busca que tomen sus propias deci-
siones con base a su realidad; sólo así
estarán en mejores condiciones para
construir las alternativas que corres-
pondan a sus necesidades. La demanda
con enfoque feminista es por el acceso
a recursos sin la obligación de ser ma-
dre ni tener compañero de vida. La lu-
cha por la tierra tiene un profundo ca-
rácter de justicia social y es una de-
manda válida para mujeres y hombres.
Para ellas, puede representar además el
ejercicio de derechos políticos, econó-
micos, sociales y culturales. Exigir su
cumplimiento tiene sustento en la CE-
DAW y los DESC.
La propuesta es transformar las
necesidades en demandas, descar-
tando los esquemas que reproducen
el sistema patriarcal y capitalista.
Solicitar únicamente créditos para
micro proyectos productivos o techo
mínimo son medidas que en nada
trastocan las estructuras excluyen-
tes y machistas. El desafío es reca-
tar la perspectiva de género como
una herramienta de la teoría femi-
nista, que al referirse al desarrollo
implica no sólo incorporar a las mu-
jeres a las actividades productivas,
sino distribuir equitativamente la
carga de trabajo y participar en la
toma de decisiones.❑
*Rosalinda Hernández Alarcón es periodista
mexicana residente en Guatemala. Co-editora de
la publicación feminista La Cuerda, también es
columnista de El Periódico, integrante del
Consejo Editorial de Sala de Redacción, revista
especializada en periodismo, y de la Red
de Mujeres Periodistas.
Comunicación
Comunicación

RTVE: la última oportunidad

Pedro Soler *

Han tenido que transcurrir 25 años para que un gobierno aborde una

Mª José Comendeiro
reforma en profundidad de RTVE. Este hecho no es casual y, tal como se
están sucediendo los acontecimientos, habría que preguntarse si la Ley para
la reforma de RTVE obedece al convencimiento político o a la necesidad de
saldar una deuda histórica contraída con la sociedad y a la promesa que
Zapatero realizó cuando aún era líder de la oposición.

P
ara responder a estas cuestio-
nes hay que tener en cuenta el
contexto histórico de RTVE y
el momento social en que se inicia su
transformación.
En la memoria colectiva está re-
ciente la utilización partidista que los
gobiernos de turno han hecho de
RTVE, lo que da argumentos a los
más escépticos para no suscribir un
acto de fe sobre las bondades de una
reforma que arranca con la promesa
de constituir una nueva corporación
desvinculada del poder político.
En los últimos 25 años RTVE ha
tenido 14 directores generales, algo
que resulta insoportable para una ges-
tión eficiente. Lejos de ello, los suce-
sivos gestores han sostenido un mo-
delo financiero basado en el endeuda-
miento, que se ha multiplicado hasta
los 6.500 millones de euros en 2004.
Este hecho ha trasladado además una
imagen distorsionada a la opinión pú-
blica, que ve RTVE como una empre-
sa deficitaria, inoperante y sobredi-
mensionada. La realidad es que esta
deuda histórica no existiría si los go-
biernos no hubiesen incumplido la
obligación de subvencionar el servi-
cio público estatal de radio y televi-
sión, como hacen el resto de países
europeos. Esta circunstancia, unida al
permanente intervencionismo políti-
co sobre la información, han sido las
principales causas del deterioro pro-
gresivo de RTVE.
Una RTVE independiente
y veraz
El nuevo marco legal establece cier-
tas garantías para desvincular el me-
dio de la utilización partidista. Éste es
uno de desafíos para los gestores de la
futura corporación, que deberán es-
forzarse por hacer creíble esa inde-
pendencia y la viabilidad de un mo-
delo financiero que no recurra al en-
deudamiento.
Aunque durante esta última etapa,
Televisión Española y muy especial-
mente Radio Nacional se están carac-
terizando por unos informativos mu-
cho más objetivos, no hay que olvidar
que a ello le ha precedido una auténti-
ca movilización social. El nuevo esce-
nario no habría sido posible sin la con-
tribución de los ciudadanos, colectivos
sociales y sindicales, y de profesiona-
les de la propia empresa, que, ante la
extrema manipulación, defendieron el
derecho a la información veraz.
Aquella reivindicación tuvo su
máxima expresión jurídica en la de-
manda de CC.OO. y en la posterior
sentencia que condenó a RTVE por
manipulación informativa durante la
última etapa de gobierno del PP. Una
sentencia que actuó de catalizador
social contra la gran mentira que los
ciudadanos habían percibido y que
sentó las bases para que ningún go-
bierno, de ningún signo, pudiera vol-
ver a utilizar el medio para sus inte-
reses partidistas. Fue este hecho, uni-
do a la contestación social por la ma-
nipulación de otros acontecimientos
(huelga general, Prestige, guerra de
Irak, Yak 42 y gestión informativa de
los atentados del 11M), lo que im-
pulsaría al PSOE a incluir en su pro-
grama electoral una promesa de cam-
bio para la Radiotelevisión pública
sometida al dictamen de un Comité
de Expertos1.
Tras la victoria del PSOE, el pre-
sidente Rodríguez Zapatero se com-
prometió a seguir las propuestas del
Comité. Aquel compromiso ha que-
1 EL Consejo de Expertos para la reforma de los
medios de comunicación de titularidad del Es-
tado estuvo integrado por Emilio Lledó, Enrique
Bustamante, Victoria Camps, Fernando Sava-

18 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


dado relativizado en la plasmación
que se ha dado a la Ley. Pero aun
así, el informe del “Consejo de Sa-
bios” ha sido determinante para ini-
ciar la reforma.
Algunas claves de la nueva
Ley
El marco legal que va a regir el futu-
ro de la nueva Corporación RTVE ha
sufrido altibajos a lo largo de su tra-
mitación parlamentaria. Si bien el tex-
to inicial propuesto por el gobierno
desdibujaba las líneas esenciales del
Comité de Expertos (por ejemplo, en
la estructura territorial), la mayoría de
los grupos políticos han consensuado
algunas de las enmiendas propuestas
por los sindicatos UGT y CC.OO. que
han mejorado el articulado.
• Será el Parlamento y no el go-
bierno el que elija al Consejo de
administración por mayoría de
dos tercios y, de entre ellos, al
presidente de la Corporación que
ostentará también la Presidencia
del Consejo. En este aspecto, la
ter y F. González Urbaneja. El informe fue ava-
lado por cuatro de los cinco votos. G. Urbane-
ja presentó un voto particular que discrepaba
sobre todo con el modelo financiero.
ley ignora el Dictamen del Con-
sejo de Sabios, que aboga por una
mayor desvinculación política y
propone que sea el Consejo de
Administración quien elija al di-
rector general mediante un proce-
so de concurso público.
• La ley contempla la creación de
nuevos organismos que contribui-
rán a preservar esa independencia:
El Consejo del Audiovisual de Es-
paña, como institución superior
que tendrá carácter sancionador, y
los Consejos de Informativos.
• Se garantiza el derecho de acceso
de los colectivos sociales y se es-
tablece un plazo para su desarro-
llo efectivo.
• Se prohíbe el recurso al endeuda-
miento y se garantiza una finan-
ciación estable mediante contra-
tos, programa de carácter trienal
que, a su vez, estarán sometidos a
un mandato marco revisable por el
Parlamento cada 9 años.
• Un aspecto cuestionable de la ley
es el referido a la producción y
programación. Se establece la im-
posibilidad de ceder a terceros la
producción de servicios informa-
tivos, pero no se pone impedi-
mento expreso a que pudieran ser
enajenadas ni cedidas a terceros
ninguna de las funciones funda-
mentales del servicio publico,
(producción, programación, co-
mercialización), sin perjuicio de
las exigencias de fomento de la
producción independiente. En el
trámite parlamentario pudo incor-
porarse una enmienda transaccio-
nal para que no sean cedidas a ter-
ceros las actividades que determi-
ne el mandato marco.
• Es clave para su futuro que la nue-
va corporación mantenga una ca-
pacidad productiva interna que ga-
rantice la continuidad de su oferta
de contenidos. Aunque es prácti-
camente imposible determinar a
priori la proporción de producción
propia interna, el dictamen de los
expertos recomienda que ésta
abarque en cada ejercicio anual la
mayoría de los programas difun-
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 19
Comunicación
didos. La Ley se limita a garanti-
zar una mayoría de producción
propia en las cadenas generalistas,
sin considerar el papel que juga-
rán los canales temáticos.
• La ley contempla la necesidad de
contar con una estructura territo-
rial para atender la adecuada pres-
tación de sus funciones de servi-
cio público, proveer de contenidos
regionalizados a la realidad esta-
tal y contribuir al desarrollo de la
cohesión interterritorial.
• Se contempla la posibilidad de li-
mitar la publicidad a tiempos in-
feriores a los permitidos legal-
mente, pero la ley no exige ni de-
termina el grado de cumplimiento
de esta medida. Según el informe
de los expertos, TVE 1 debería li-
mitar su emisión de publicidad a
tiempos inferiores a los permiti-
dos, homologándolos a los de sus
colegas europeos: máximos de 10
por 100 de anuncios directos so-
bre la emisión del día, con 9 mi-
nutos en cada hora natural de re-
loj. Todo ello efectuado a un ritmo
gradual, en 4 años y en porcenta-
jes iguales.
• No se contempla por ley la fun-
ción del actual Instituto Oficial de
Radio y Televisión que debería te-
ner un papel determinante en el
proceso de formación, investiga-
ción y adecuación de los profesio-
nales al nuevo escenario audiovi-
sual y digital. Tampoco se impul-
sa suficientemente la actividad
multimedia, en un momento que
la Radio Televisión pública debe
actuar de motor para la transición
digital y liderar el acceso a la so-
ciedad de la información.
La amenaza del
desmantelamiento
Una vez iniciado el sendero de la re-
forma, se abre otro periodo de incer-
tidumbre. Hay quienes sostienen que
si la nueva ley preserva, al menos en
parte, la independencia de RTVE res-
pecto a los gobiernos de turno y el
mapa político audiovisual se reorga-
niza con la aparición de nuevos ope-
Comunicación
radores, la Radiotelevisión Pública
dejaría de tener interés para quienes
ocupen el poder y podría quedar
abandonada a su suerte. Este abando-
no podría derivar en una reducción de
su actual estructura empresarial, la ex-
ternalización progresiva de servicios
y la aplicación de un expediente de re-
gulación de empleo. Bajo este su-
puesto, la nueva Corporación estaría
condenada a jugar un papel residual
en el futuro escenario audiovisual y se
vería abocada a un proceso parcial de
privatización.
Sin despreciar esta hipótesis, con
origen en sectores neoliberales des-
preocupados por la rentabilidad so-
cial del servicio público, hay otro
sector que cree que RTVE dispone
con esta reforma de su última opor-
tunidad para ocupar el papel que le
corresponde en el futuro panorama
audiovisual y en una sociedad cada
vez más polarizada en dos grandes
grupos mediáticos. Además, si la re-
forma de RTVE cumple su objetivo
de rentabilidad social, puede consti-
tuirse en un aval político para sus
promotores.
En todo caso, parece razonable
que una vez que el mandato marco
sea aprobado por el Parlamento de-
penda de los nuevos gestores el
rumbo que tome la Corporación Es-
tatal de Radio y Televisión. La nue-
va ley, que tiene aspectos mejorables
y otros interpretables, es sólo un ins-
trumento que, para ser eficaz, debe-
rá acompañarse de una voluntad de
transformación.
La presión de la SEPI
Previsiblemente en septiembre, el
Parlamento elegirá al nuevo Conse-
jo de Administración y al presidente
de la Corporación. Pero antes se pro-
ducirá la liquidación del actual Ente
público que dará lugar a la creación
de la nueva empresa. Mientras tan-
to, la SEPI (Sociedad Estatal de Par-
ticipaciones Industriales) actuará co-
mo administrador provisional y es
de esperar que durante este periodo
se abra un proceso de negociación
con los sindicatos de RTVE para
20 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Comunicación
“
“
La nueva ley es sólo un instrumento que,
para ser eficaz, deberá acompañarse
de una voluntad de transformación
sentar las bases del futuro plan em-
presarial. Hasta ahora, la SEPI se ha
limitado a cuantificar un modelo or-
ganizativo de empresa que pasaría
por la reducción del 40 por ciento de
la plantilla, algo inaudito si se tiene
en cuenta que la ley otorga al Parla-
mento la aprobación del mandato
marco que definirá el nuevo modelo
de radio y televisión de titularidad
del Estado.
Intentar aplicar un plan de re-
conversión con carácter previo al
desarrollo del nuevo modelo sólo
conduciría a una situación empresa-
rial imposible. Por muy difícil que
sea la gestión del nuevo equipo y por
muy dolorosas que resulten las ne-
gociaciones laborales sobre el futu-
ro de la nueva empresa, la única ló-
gica empresarial y el único modo de
evitar confrontaciones laborales en
RTVE pasan por condicionar cual-
quier tipo de plan empresarial a la
puesta en marcha de la nueva Cor-
poración y la aprobación del manda-
to marco en el Parlamento. Además
hay que recordar que RTVE perdió
en los 90 más de un 30 por ciento de
su plantilla sin que ello repercutiera
en sus problemas financieros. Ac-
tualmente cuenta con 9.300 trabaja-
dores (de ellos, cerca de un millar
son contratados), cifra muy inferior
a la de otras radiotelevisones públi-
cas europeas.2
Por otro lado, el dictamen del lla-
mado Comité de sabios desaconseja
los Expedientes de Regulación de Em-
pleo (ERE), en cuanto planes de preju-
bilación indiscriminada por criterio
exclusivo de edad, que ignoran las ne-
cesidades productivas de la empresa.
2 En el Reino Unido, la radiotelevisión pública
cuenta con 27.000 empleados, en Francia con
más de 23.000 y en Italia con 11.500.
El nuevo escenario digital
El modelo que propone la ley no ha
sido audaz respecto al horizonte di-
gital y no ha contemplado suficien-
temente la actividad multimedia de
RTVE, y ello a pesar de que todas
las iniciativas que el gobierno está
llevando a cabo en materia audiovi-
sual coinciden en asignar a la radio-
televisión pública un papel determi-
nante para el impulso de la TDT y el
acceso de los ciudadanos a la socie-
dad de la información.
Quedan apenas cinco años para el
apagón analógico y la oferta televisi-
va se ha multiplicado con el lanza-
miento de la Televisión Digital Te-
rrestre. En este escenario de multipli-
cidad de canales y fragmentación de
audiencias, es de prever una auténti-
ca transformación del mundo audio-
visual, incluyendo el reparto de la pu-
blicidad, que necesariamente emigra-
rá hacia los canales temáticos y los
servicios interactivos. La nueva Cor-
poración debería realizar una estrate-
gia de anticipación para compensar la
pérdida de audiencia en analógico con
una posición de liderazgo en el esce-
nario digital, donde cuenta con una li-
gera ventaja (número de canales) so-
bre sus competidores.
Pero, como concluye el dictamen
del “Comité de sabios”, de poco
servirán las reformas propuestas pa-
ra los medios públicos si no se pro-
duce un cambio radical en las actitu-
des y en las disposiciones de quienes
van a gestionarlos. Resulta indispen-
sable que todos -políticos, operado-
res e incluso telespectadores- acep-
ten la responsabilidad y los costes
que supone sostener una radiotelevi-
sión pública, cuya misión es contra-
ria a los intereses partidistas y a una
competencia exclusivamente comer-
cial con los medios de difusión pri-
vados. Es un cambio que debe dar a
entender que los medios públicos
son, efectivamente, un bien público
cuyo fin es servir a la ciudadanía.❑
*Pedro Soler es periodista de TVE y miembro
de Aire Comunicación.

Noticiero
Internacional
de Barrio:
otra forma de mirar
y de contar
Silvia Chocarro Marcesse*
Cuando se habla de cooperación al
desarrollo, rara vez se piensa en la
comunicación como proceso
fundamental de la transformación
social que la cooperación persigue.
Probablemente las ONG tengan
buena parte de responsabilidad, ya
que suelen entender la
comunicación más como una
herramienta publicitaria que como
un factor esencial del desarrollo de
los pueblos.
C
omo señalan Sally Burch, Os-
valdo León y Eduardo Tama-
yo en Comunicación y movi-
mientos sociales, “por lo general pre-
valece una visión instrumental de la
comunicación, circunscrita a la utili-
zación del medio como transmisión de
información o como un mecanismo de
relaciones públicas o promoción”.
En este proceso, la comunicación
de una organización acaba asumiendo
las rutinas del modelo económico y so-
cial que intenta modificar. Y en el ca-
so de las ONGs, el peligro está en con-
vertir la solidaridad en una mercancía
y, como tal, susceptible de ser com-
prada y vendida. Sin embargo, la co-
Acsur-Las Segovias
municación puede jugar un papel im-
portante en la toma de control de nues-
tras propias vidas y hacer posible que
los ciudadanos y ciudadanas establez-
can sus propias agendas en relación
con el desarrollo político, económico
y social.
Noticiero Internacional
de Barrio
El Noticiero Internacional de Barrio
(NIB) es un proyecto de cooperación
solidaria en el que participan organi-
zaciones de América Latina y Europa,
cuyo eje central es la comunicación,
entendida como un proceso esencial de
la organización social y no como la
mera transmisión de mensajes. En el
marco del NIB se imparten cursos de
formación a vecinos y vecinas de ba-
rrios populares y a colectivos sociales
en los que se reflexiona sobre la co-
municación, se estimula un debate crí-
tico sobre los medios de comunicación,
se adquieren nociones básicas del len-
guaje audiovisual y se aprende la téc-
nica del vídeo. Desde el primer mo-
mento se enseña a utilizar la cámara, el
micrófono, los cascos... el equipo mí-
nimo necesario para realizar un docu-
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 21
Comunicación
mental, rompiendo la barrera que nos
separa de las nuevas tecnologías. Pero
de lo que se trata no es sólo de apren-
der a realizar un buen encuadre o re-
gular la luz, sino de apropiarse de la
herramienta del vídeo para convertirse
en sujeto activo y no receptor pasivo
de la comunicación, capaz de generar
discursos alternativos a los dominan-
tes con los que nos bombardean los
grandes grupos mediáticos. Como di-
ce el colectivo Indymedia-Argentina,
“somos militantes con cámaras”.
Durante el proceso formativo todas
las personas se convierten en directo-
ras, productoras, guionistas... y elabo-
ran colectivamente un documental, que
suele durar unos diez minutos. Según
explica una de las personas que ha par-
ticipado en el NIB, Pilar Clúa, “desde
el momento en que nos embarcamos
en esta aventura quedó claro, y no só-
lo en la teoría, que se trataría de un pro-
yecto de creación colectiva”.
Finalmente, todas las creaciones
audiovisuales que se realizan en cada
uno de los países - Bolivia, Venezuela,
Colombia, Brasil, Francia, Bélgica y
España - se unen en un programa de te-
levisión: el Noticiero Internacional de
Comunicación
Barrio. Los documentales que lo inte-
gran no son técnicamente perfectos,
porque quienes los hacen no son “pro-
fesionales” de la técnica, pero resulta
evidente que lo importante es que sí
son especialistas de su historia. Para
otra de las compañeras que participó,
Raquel Martín, aprender a hacer un ví-
deo “era la oportunidad de huir del vic-
timismo con que los medios de comu-
nicación tradicionales insisten en pre-
sentar a las mujeres y mostrarnos co-
mo creadoras y creativas, con cosas
que decir, partiendo de nuestras pro-
pias experiencias y dejar, por fin, de ser
objetos sobre los que los demás conje-
turan, de los que se siente lástima y
convertirnos en protagonistas de nues-
tras propias historias”.
Racismo, desplazados...
En el proyecto intervienen siete organi-
zaciones: ACSUR-Las Segovias, que
participa en desde Bolivia y España, Te-
letambores (Venezuela); Jugando de Lo-
cales (Colombia); Mujer, Arte y Vida -
MAVI (Colombia); Centro de Creación
Pueblos
de Imagen Popular - CECIP (Brasil);
Zalea TV (Francia); Videon (Francia); y
Piazza dell´Arte (Bélgica).
El Noticiero Internacional de Ba-
rrio, que sale a la luz cada dos meses,
gira en torno a un tema común y cada
organización aporta un documental,
realizado desde su punto de vista, su
realidad y la de los colectivos. Algu-
nos de los temas que se han tratado
son por ejemplo el racismo, en el que
ACSUR trabajó con el Centro de Pro-
moción de la Mujer Gregoria Apaza
de El Alto (Bolivia). En este caso, el
vídeo narra la historia de Lourdes, una
mujer aymara que se viste con pollera,
pero que decide vestir a su hija con ro-
pa “occidental” para protegerla de la
discriminación que la mujer de polle-
ra sufre en la vida cotidiana. Otro tema
realizado es el de los desplazados, un
trabajo elaborado junto con el Centro
Cultural Villa Santiago Segundo de El
Alto, integrado por mineros desplaza-
dos a la ciudad tras el cierre de las mi-
nas. Otros documentales son resisten-
cias urbanas, creado por la cooperati-
va agroecológica Bajo el Asfalto está
22 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Comunicación
la Huerta - BAH!, de Madrid; medios
alternativos, protagonizado por el Gru-
po de Comunicación del Sur, un co-
lectivo de comunicadores y comunica-
doras populares de Villa Sebastián Pa-
gador en Cochabamba (Bolivia) que
han puesto en marcha la Radio Boci-
na, un equipo de altavoces y micrófo-
nos con el que salen a las calles de su
barrio para prestar un servicio a su co-
munidad, informando, dando la pala-
bra, generando debates y análisis críti-
co; y organizaciones de mujeres, un
noticiero para el que ACSUR colabo-
ró desde Bolivia con las awichas, un
grupo de “abuelas” aymaras que han
“
La iniciativa logra que el público conozca
“
realidades que le pueden resultar ajenas
porque rara vez aparecen en los medios
de comunicación de masas
constituido una casa autogestionada de
mujeres. Desde España, participaron
diez mujeres de distintas organizacio-
nes que salieron a la calle a sondear la
opinión pública acerca del feminismo.
Licencia creative commons
El Noticiero Internacional de Barrio se
difunde principalmente en espacios li-
gados a los barrios y las comunidades
de base. Se emite a través de televisio-
nes locales, comunitarias y universita-
rias, pero también mediante proyec-
ción directa en centros sociales y cul-
turales, asociaciones, bares e, incluso,
en la calle. Recientemente, por ejem-
plo, se ha puesto en marcha junto con
el Centro de la Promoción de la Mujer
Gregoria Apaza, el Cine de barrio que
proyecta el NIB, pero también otras
películas y documentales en una plaza
pública de un barrio de El Alto. Igual-
mente se trasmite por Internet a través
de la página web www.nib-jiq.org. En
todas las modalidades de difusión, se
intenta en la medida de lo posible que
las personas que hayan realizado los
vídeos estén presentes para poder ex-
plicar su experiencia y su realidad a los
espectadores.
El NIB se acoge a una licencia
copyleft, es decir, está libre de dere-
chos. Concretamente, se acoge a la li-
cencia creative commons que permite
copiar, distribuir y exhibir el trabajo
siempre y cuando se reconozca y se ci-
te la autoría original y se haga sin fines
comerciales. Creative commons es una
licencia que tiene como meta la crea-
ción de un espacio que promueva, fa-
cilite y garantice el intercambio colec-
tivo de obras y trabajos de artistas,
científicos y desarrolladores de pro-
gramas, como forma de proteger una
cultura de la libertad basada en la con-
fianza de poder facilitar intercambios
creativos comunitarios.
Comunicar: poner en común
El NIB pretende rescatar el origen del
término “comunicación”, que procede
del vocablo latino “communicare” el
cual significa “poner en común”. Y es
que, por un lado, el tiempo de forma-
ción sirve como punto de encuentro y

diálogo entre organizaciones y, por
otro, los vídeos resultantes se convier-
ten en plataforma de intercambio de
experiencias en la que se enlaza, por
ejemplo, la lucha de mujeres de un ba-
rrio boliviano con la de mujeres femi-
nistas en España, para saltar luego a
otra realidad en una favela en Río de
Janeiro. Cuando se realizó el NIB so-
bre organizaciones de mujeres, de Pa-
rís (Francia) llegó un do-
cumental sobre las baba-
yagas, un grupo de muje-
res que está construyendo
una casa autogestionada,
creada por y para mujeres
de edad avanzada. Lo que
no sabían es que simultá-
neamente otro grupo de
mujeres en Bolivia, las
awichas, estaba narrando
en otro vídeo su experien-
cia de creación de una ca-
sa autogestionada de mu-
jeres mayores, hecha rea-
lidad hace algunos años.
Pero también los NIB
Pueblos
logran que el público en
general conozca realida-
des que le pueden resultar
ajenas porque rara vez aparecen en
los medios de comunicación de ma-
sas. “Poner en común” nos lleva ade-
más a establecer redes solidarias en-
tre los protagonistas de las experien-
cias, entre ellos y nosotros, y entre
ellos, nosotros y los espectadores.
Como señala el comunicador so-
cial Javier Erro, “el sentido moderno
de comunicar se ha desprendido de su
ideal inicial [...] La información como
transmisión de datos se ha ido afir-
mando y legitimando, asociada a la de
la revolución tecnológica y a la difu-
sión en los últimos años de la noción
de sociedad de la información, dando
por sentado que una sociedad acelera-
damente informada en tiempo real es
por sí una sociedad comunicada”. Las
nuevas tecnologías utilizadas por los
medios de comunicación de masas per-
miten un bombardeo constante de in-
formaciones, pero esa sobreinforma-
ción no conlleva necesariamente una
mejor comprensión de la realidad.
Un ejemplo claro lo podría consti-
tuir el conflicto palestino-israelí.
¿Cuántas veces a la semana recibimos
“información” sobre Israel y Palestina
y, sin embargo, cuántas personas po-
drían explicar las causas de una “gue-
rra” que dura ya tantos años? La pre-
gunta es, entonces, ¿qué elementos de
reflexión nos ofrecen la mayoría de las
informaciones que nos llegan? En otras
palabras, no se nos informa más para
hacernos más libres. Además, basta
con acercarse a algunas cifras para
constatar que la información a la que
tenemos acceso nos muestra sólo una
parte de la realidad: cinco agencias de
prensa distribuyen más del 90 por cien-
to de las noticias mundiales. Eso, sin
olvidar que el principal criterio que de-
termina si un hecho es noticioso es su
rentabilidad, es decir, cuánta gente se
interesará y, por tanto, cuántos consu-
midores estarán disponibles para los
anunciantes.
Por todo ello, como señala Sally
Burch, “desde la perspectiva de la de-
“
Durante el proceso formativo todas las
“
personas se convierten en directoras,
productoras, guionistas... y elaboran
colectivamente un documental
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 23
Comunicación
mocratización de la comunicación, en
las organizaciones se ha llegado a la
conclusión de que una forma concreta
es que la organización cree sus medios
para comunicarse con voz propia tan-
to con sus bases como con la sociedad,
sin depender de los grandes medios,
que a menudo distorsionan las infor-
maciones; y de esta manera romper el
aislamiento al que están sometidas, ya
que cualquier actividad sobre
la que no se informe a la so-
ciedad está condenada a no
trascender socialmente y a
permanecer sólo en el recuer-
do de sus protagonistas”.
Las comunidades, los ba-
rrios o los colectivos con los
que se colabora y trabaja des-
de el Noticiero Internacional
de Barrio suelen ser objeto de
este “aislamiento informati-
vo” o, peor aún, víctimas de
una representación estereoti-
pada, que irremediablemente
los estigmatiza a los ojos de la
sociedad.
Partiendo del hecho de
que determinadas prácticas
son invisibles, se torna nece-
sario crear espacios alternativos de
difusión, como es el caso del NIB.
Como se afirma desde la Campaña
por los Derechos de la Comunicación
en la Sociedad de la Información
(CRIS), que aglutina a numerosas or-
ganizaciones sociales, “debemos usar
los medios de comunicación, la ra-
diodifusión y las herramientas comu-
nicacionales para organizar la acción
política, darle nuevo poder a la ciu-
dadanía y proteger y celebrar la di-
versidad cultural e intelectual... Este
es el eje de nuestra lucha por la de-
mocratización de la comunicación; es
ante todo una cuestión de ciudadanía
y justicia social que se enmarca en el
derecho humano a la información y a
la comunicación”.❑
*Silvia Chocarro Marcesse pertenece al área
de Comunicación de ACSUR-Las Segovias.
www.acsur.org
Para más información sobre el Noticiero
Internacional de Barrio: www.nib-jiq.org
Entrevista
Entrevista
Pacho Galán, comandante del ELN (Ejército de Liberación Nacional) de Colombia
“No hay enemigo malo o bueno para
hablar o pelear”
Conversaciones del ELN con el gobierno de Álvaro Uribe

Luis Nieto Pereira*

Pacho Galán es comandante de

ELN, organización que
actualmente mantiene
conversaciones con el gobierno
colombiano. Una iniciativa muy
criticada, por la vulneración de los
derechos humanos y la especial
represión que el presidente Uribe
ejerce en estos momentos sobre la
población. En la Casa de Paz de
Medellín, Galán habla en
exclusiva para Pueblos de las
razones del diálogo y de los
objetivos que se persiguen con él.
Oscar Paciencia

¿
P
or qué el ELN habla en este
momento con el gobierno
colombiano?
-Desde 1991, el ELN ha mantenido su
estrategia de construcción de paz y he-
mos hablado con todos los gobiernos.
Cada diálogo, completa y mejora esta
estrategia, aunque no la termina. Por tan-
to, las conversaciones con Uribe obede-
cen a eso. Este diálogo comenzó antes
de que el propio Uribe se posicionara; la
Comandancia Central mantuvo algunas
reuniones con el alto comisionado del
gobierno que luego se suspendieron por-
que se planteó el diálogo con los para-
militares y no queríamos que ambos
procesos aparecieran en paralelo; tam-
bién porque el ELN quería observar pri-
mero como se desenvolvía el ejecutivo,
y éste realizó un llamamiento de guerra,
desarrollando iniciativas contra las in-
surgencias. Además se impusieron tan-
tas condiciones que no pudimos llegar a
una acuerdo.
-¿Ybajo qué condiciones se dan las ac-
tuales conversaciones?
-Éste es el tercer diálogo que establece-
mos. El ELN, tras consultar con su mili-
tancia, tomó la decisión de iniciar el mis-
mo bajo varias premisas: 1) que no exis-
tieran condiciones políticas ni militares;
2) que las conversaciones tuvieran ca-
rácter formal; 3) que se abriera antes un
periodo exploratorio; 4) y que hubiera
participación de la sociedad. Finalmen-
te, confluimos en una reunión con una
propuesta que a su vez tenía varios pun-
tos. Entre ellos, una primera fase de diá-
logo con la sociedad para preparar las
conversaciones con el gobierno; la cons-
titución de la Casa de Paz como espacio
de encuentro del ELN con la sociedad,
un lugar de discusión que actuara como
reemplazo de las zonas de disensión. La
Casa debería tener garantía internacional
y permitir el diálogo con el exterior. Ade-
más, habría que establecer una primera
agenda de trabajo. Todos estos puntos
fueron aceptados.

24 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


-Sin embargo la política represiva de
Álvaro Uribe está siendo muy dura.
-Uribe es el ejecutor de turno. La cabeza
de este desastre nacional es una clase po-
lítica empotrada en el poder y dirigida
por la política norteamericana. Nosotros
no escogemos el enemigo para hablar; el
enemigo es, independientemente de ello,
independientemente de las circunstancias
en las que se dialogue. Y se habla con los
enemigos como se pelea con ellos; no
hay que buscar un enemigo bueno o ma-
lo para hablar o pelear.
-De todas formas, el diálogo parece
un proceso complicado, repleto de
obstáculos.
-De hecho, a la vez que se creaba una
agenda para las conversaciones, la Co-
mandancia Central del ELN elaboró un
documento que señalaba los obstáculos
para la salida política al conflicto que vi-
ve Colombia.
El primero es la negación de las cau-
sas del mismo, un aspecto que históri-
camente no ha permitido su resolución.
Nosotros no pensamos que pueda resol-
verse si no media una agenda social.
Otro problema es que los gobiernos co-
lombianos se oponen sistemáticamente
a la participación de la gente en la solu-
ción del conflicto; por ejemplo, se per-
siguen iniciativas en las que la sociedad
y las administraciones locales tratan de
llegar acuerdos. Por otro lado, el gobier-
no habla de una violencia criminal, de
una banda de terroristas, de narcotrafi-
cantes, de bandoleros, pasando por alto
el problema social, político y armado en
que está sumido el país. Igualmente nie-
gan la crisis humanitaria. Tocan lo que
tiene que ver con el tema militar pero
desconocen que posea otras componen-
tes como los desplazados, los detenidos
y prisioneros, o la apropiación de la tie-
rra por parte de los paramilitares. Quie-
ren que dialoguemos sobre las armas sin
tratar causas estructurales, pero el ELN
no está dispuesto a referirse al asunto mi-
liar sin hablar del humanitario. Final-
mente, otro obstáculo son las conversa-
ciones que se desarrollan con los para-
militares; creemos que se está reciclan-
do el conflicto y aplazando la solución
porque el problema paramilitar no ha si-
“
“
No se trata de la desmovilización
y el desarme; en Colombia o existe
transformación, o no hay nada
do abordado en sus causas; la primera de
ellas, los documentos de Santa Fe, don-
de se dibuja su estrategia.
-¿Es ése el origen del paramilitarismo
en Colombia?
-Es en ese documento donde aparece la
doctrina norteamericana, la idea de que
la guerra sucia la hacen los civiles. Ade-
más están las reacciones de algunos cam-
pesinos en contra de los desmanes de la
guerrilla. En los años 80, también se in-
tentó construir una autodefensa campe-
sina, no exactamente paramilitar, frente
a los abusos de los terratenientes y las
empresas multinacionales que comenza-
ban a explotar el crudo. Una tercera cau-
sa habría que buscarla en el narcotráfico.
Éste necesita de una estructura militar
muy extensa y diversa para proteger los
cultivos de coca, el transporte de la ma-
teria prima, la traída de los dólares...
Luego hay que tener en cuenta las pele-
as entre los capos que han llevado a que
cada uno constituyera su propio ejército.
-Se ha comentado mucho sobre la po-
sible relación entre la guerrilla y el
narcotráfico.
-El ELN es la negación de esa afirma-
ción; nunca se ha comprometido con nin-
guna cadena productiva de narcotráfico.
Hace muchos años ya detectamos que se
iba a convertir en un conflicto grave pa-
ra el país. Esta reflexión nos llevó a pen-
sar en lo que podría dañar internamente
al movimiento, a sus miembros, y la co-
rrupción que generaría. Hoy, hasta la em-
bajadora de EEUU ha expresado la des-
vinculación entre ELN y el narcotráfico.
El problema del narcotráfico no lo pue-
de resolver sólo Colombia, pero tampo-
co las extradiciones, las fumigaciones o
la vía militar. No son salidas políticas ni
tienen justificación ética. Se trata de un
tema que nos interesa mucho y vamos a
iniciar en la Casa de Paz unos talleres so-
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 25
Entrevista
bre paz y narcotráfico. Queremos tratar
el fenómeno, acercarnos a él y a la crisis
económica que vive Colombia y en la
que el narcotráfico va seguir siendo una
opción de mucha gente frente al tapona-
miento a que otros sectores económicos
consigan emerger.
-De hecho, los campesinos comentan
que ante la pobreza y falta de salidas,
el único ingreso que pueden tener lle-
ga a través de la coca.
-Sí, los campesinos hacen esa reflexión;
a la posibilidad de resolver sus proble-
mas económicos no le ponen mucho
moralismo ni están predeterminados por
los juicios que crea al sistema. Además,
frente al excesivo centralismo, parecie-
ra que sólo existe el escape por el lado
de la droga.
-Volviendo al proceso de paz, existe
una contradicción llamativa. El go-
bierno dice que no hay conflicto, só-
lo terroristas, pero al negociar con
vosotros reconoce lo contrario.
-Jamás lo van a reconocer de forma ex-
plícita. No es un problema de Colombia,
en Palestina, por ejemplo, pasa algo si-
milar. Se trata de negociar procesos de
solución política y no de pacificación.
Este tema no lo hemos abordado en la
mesa de diálogo, pero tendremos que
discutirlo pronto. Por otro lado y de cara
al exterior, la lista de organizaciones te-
rroristas internacionales que avaló los
países de la UE empieza a estar deslegi-
timada. De hecho Noruega ha retirado su
aval a esa lista. Efectivamente, es una in-
coherencia que se nos llame terroristas y
a la vez se dialogue con nosotros.
-¿Cómo están a día de hoy las conver-
saciones? ¿Cómo fue el encuentro en
La Habana? ¿Sois optimistas?
-Creo que hay muchas cosas que avan-
zan. Este proceso no tiene sólo una me-
sa, ocupa otros escenarios que forman
parte de la estructura global del proceso.
Mantenemos una relación permanente
con la sociedad y hemos abierto mejor
relación con países como España, Suiza
y Noruega, iniciado conversaciones con
Holanda y Canadá, y Cuba y Venezuela
nos apoyan.
Entrevista
Cuando acudimos a La Habana la
primera vez ya teníamos previsto cubrir
varios escenarios: la mesa con el go-
bierno, los medios de comunicación,
porque queríamos que el país conocie-
ra nuestro mensaje, un espacio de diá-
logo con la sociedad y otro, de diálogo
internacional. Está claro que no se trata
de conversaciones bilaterales con el go-
bierno; deseamos mantener todas esas
vías abiertas además de una de carácter
interno que tiene que ver con nuestra
propia fuerza. Incluso hay otras posibi-
lidades de diálogo para 2007.
Oscar Paciencia
Tras los primeros encuentros con el
gobierno, establecimos una agenda de
contenidos y un procedimiento. Discu-
timos que fuera una agenda no muy lar-
ga pero que estuviera de acuerdo con
las esperanzas del país. También habla-
mos de problemas como las órdenes de
captura contra la Comandancia del
ELN, un tema que era necesario resol-
ver antes que la agenda y el diseño de
procedimientos porque tenía que ver
con la vida de nuestra delegación. Fi-
nalmente, conseguimos que se retiraran
estas órdenes de captura, pero cuando
discutimos este tema siempre hablamos
de situaciones concretas, no de garantí-
as ni de estatus políticos que hubieran
dilatado mucho el asunto.
¿Existe el temor de que en el pró-
ximo encuentro se puedan romper las
conversaciones?
No, no creo que se puedan romper
antes de las elecciones. Sabemos y sabí-
amos que íbamos a trabajar en medio de
ellas, siempre hemos sido bien cons-
cientes de eso. Las fechas las colocamos
nosotros, escogimos hacerlo así, en ca-
liente. Necesitamos candidatos que
ofrezcan una opción diferente a la guerra
que ha planteado Uribe. No queríamos
que durante la campaña electoral el es-
pacio de la paz quedara vacío.
-Pero el ELN hasta ahora siempre ha
llamado a la abstención en los comicios.
-Como organización no tenemos un
candidato, pero sí una concepción de
democracia, gobierno y Estado, y esta-
mos a favor de quien los encarne. In-
tentamos que el pueblo ocupe espacios
26 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Entrevista
de gobernabilidad. Es posible que la
gente se organice, llegue al poder en los
municipios, que tome conciencia de la
necesidad de acceder a espacios de elec-
ción popular, pero hablamos de la gen-
te, no del ELN.
Recientemente nos hemos reunido
con la Junta de Acción Comunal y con
comunidades indígenas y nos decían
que hasta ahora se sentían militantes
vergonzantes de su causa, les daba mie-
do la posibilidad de disputar política-
mente los escenarios de la democracia,
acostumbrados a que el poder lo mane-
jaran los de arriba. Lo indígenas hablan
de que el pueblo de Colombia no es que
esté dividido, sino “no unido”, que son
cosas distintas porque algo que se divi-
de es algo que antes estuvo unido y Co-
lombia nunca lo ha estado. Yo estoy es-
peranzado con este tipo de reflexiones.
Antes, las elecciones nos servían para
ver los porcentajes de abstención o bus-
car la urna para ir a quemarla; no nos
habíamos planteado la posibilidad de
que el pueblo pudiera manejar su por-
ción de poder.
-Hay algunos analistas que dicen que
el ELN necesitaba entablar conver-
saciones con el gobierno debido a su
debilidad.
-Cada vez que hemos querido dialogar,
el enemigo ha calculado cuál era la co-
rrelación de fuerzas para ver hasta dón-
de era posible negociar; siempre argu-
mentan que estamos débiles, derrotados
y divididos, y van con muy poquito a la
mesa. Nosotros podríamos utilizar la
misma lógica, realizando acciones mili-
tares que nos permitieran tener una me-
jor correlación de fuerzas con la que acu-
dir a las negociaciones. Pero entonces la
otra parte diría que no queremos la paz
y así nos moriríamos en una discusión
sobre la correlación de fuerzas.
-¿Pueden avanzar las conversaciones
con el gobierno sin la participación de
las FARC (Fuerzas Armadas Revolu-
cionarias de Colombia)?
-No. La estrategia del ELN no es del
ELN, sino global e incluye todos los
factores de violencia y todas las posi-
bles soluciones. Estamos en un proce-
so de partida. Pero en el proceso de paz
no interviene sólo el ELN. Necesita-
mos la participación de otros. Las
FARC, la sociedad...
-Sin embargo, parece que las FARC
están lejos de esto.
-Sí, se trata de una visión diferente, co-
mo también lo es la de los paramilitares.
Son retos importantes. Cualquier solu-
ción para resolver la violencia y la injus-
ticia social sólo es posible con la partici-
pación del pueblo. Pienso que este pro-
ceso nos tiene que posibilitar la cons-
trucción de alianzas que a su vez permi-
tan la construcción de la paz.
-De otros procesos de paz como los de
Guatemala y El Salvador ha quedado
un regusto amargo. ¿Puede el de Co-
lombia convertirse en algo similar?
-Este proceso no se va a parecer en nada
a los de Centroamérica. Nosotros no va-
mos a pedir ocupar puestos políticos o
administrativos; no necesitamos reinser-
tarnos. En la medida que el país se trans-
forme, nosotros también nos transfor-
maremos. Estamos prevenidos frente a
los procesos que mencionas y queremos
y tenemos que construir otra cosa. No se
trata de la desmovilización y el desarme
porque en Colombia o existe transfor-
mación, o no hay nada.❑
*Luis Nieto Pereira es coordinador de Pueblos.
Edición: Mercedes F. Lagarejos.
 19

Las claves del agua

Especial Dossier

El oro azul
Erika González*

M
aude Barlow mo un instrumento
definió el de dominación muy
agua como importante.
“el oro azul” en su li- Y más allá de la
bro sobre la crisis crítica, en el dossier
mundial del agua. Es- también se apuntan
ta expresión refleja los criterios y priori-
con claridad los múlti- dades que deben es-
ples intereses econó- tructurar una política
micos y políticos que de agua democrática,
limitan y dificultan la a través de la partici-
Mª José Comendeiro

gestión de este bien pación ciudadana cu-

como un elemento
esencial para la vida.
En el presente
dossier se construye
una crítica sobre los
impactos ambientales, sociales y políticos que tiene la con-
sideración del agua como un simple factor de producción
económica. Pretende dar una visión lo más global posible
de la problemática del agua en la que se incluyen los im-
pactos ambientales que tiene la utilización de los ecosis-
temas acuáticos como depósitos de agua, actualmente so-
breexplotados y contaminados por el regadío intensivo y
el urbanismo depredador de la costa mediterránea espa-
ñola. También intenta ofrecer una mirada sobre el proce-
so privatizador mundial y las consecuencias sociales y sa-
nitarias resultantes de la mercantilización del agua. Las
grandes multinacionales del agua pretenden incrementar
sus beneficios a costa de un servicio público, convirtién-
dolo en un privilegio para quien pueda pagarlo.
Aunque no sólo los intereses económicos provocan
la exclusión de grandes sectores de la población al acce-
so del agua. El control de este recurso en Oriente Medio
por parte de colonos judíos asentados en los territorios
ocupados palestinos tiene como consecuencia la pérdida
de la soberanía del pueblo palestino sobre sus propios re-
cursos y la utilización del gobierno israelí del agua co-
yos principios sean
la igualdad de acce-
so, la universalidad,
la transparencia, el
respeto al medio am-
biente y la viabilidad económica (dentro de un modelo
sostenible, eficiente y transparente). En la actual co-
rriente privatizadora estos criterios entran en el campo
de la “utopía” en un modelo de gestión pública, pero tal
imagen choca con ejemplos exitosos con participación
ciudadana que se están desarrollando en Brasil, Vene-
zuela, Bolivia o India. La organización de asociaciones
de usuarios, sindicatos, ecologistas, grupos de mujeres
dentro de movimientos sociales han presionado de ma-
nera contundente a sus políticos para la recuperación de
la gestión del agua por parte de la ciudadanía.
Gracias a esta presión ha habido avances políticos que
favorecen el modelo público, como la solicitud del go-
bierno de Bolivia al director de la OMC, Pascal Lamy, de
retirar toda negociación sobre el sector del agua potable
del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios
(AGCS) que promueve la liberalización y privatización
de los servicios públicos.❑
*Erika González es investigadora de OMAL
(Observatorio de Multinacionales en América Latina).

Información y debate ● PUEBLOS ● Juniio ● 2006 ● 27

Las claves del agua

Especial Dossier

La política hidráulica en el Estado español

Embalses, trasvases y desalación

Nino Trillo-Figueroa*

La política hidráulica desarrollada en España ha

tenido su piedra angular en la construcción de
embalses para el abastecimiento de agua potable, la
generación de energía hidroeléctrica y la
expansión del regadío. Esta política, que en sus
primeros momentos garantizó el suministro de agua y
acabó con las hambrunas a través de una mayor
producción agrícola, terminó instaurando una visión
sesgada del agua como mero motor de desarrollo
económico y una política hidráulica basada
exclusivamente en la oferta de agua a través de
grandes infraestructuras.

E
sta política (la noción del agua como un recurso
ilimitado) se ha convertido en uno de los mayo-
res problemas ambientales de nuestro país, al que
le han ido acompañando multitud de impactos sociales:
se han inundado más de quinientos pueblos y algunos
de los ecosistemas fluviales más valiosos del Estado. No
puede olvidarse que la mayoría de los grandes embal-
ses están destinados al regadío y así, mientras su bene-
ficio lo ostenta un pequeño sector de la sociedad (los re-
gantes), los costes sociales, ambientales y económicos
lo sufre la ciudadanía, ya que la financiación de estas in-
fraestructuras ha corrido siempre a cargo del Estado.
Centrar los esfuerzos e inversiones en el aumento de
Mª José Comendeiro

la oferta nos ha llevado a alejarnos de cualquier atisbo

de sostenibilidad en la gestión del agua, la cual, sin du-
da, tiene que pasar por la planificación de la disponibi-
lidad del recurso, su ahorro y su eficiencia. A la hora de
hablar de la situación de la gestión del agua en el Esta-

28 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


do español podemos decir que existe
una enorme crisis estructural de cre-
cimiento descontrolado de la deman-
da con una cada vez mayor dificultad
de incrementar la oferta.
La otra consecuencia de esta polí-
tica es una bajísima tasa de eficiencia
en el sistema de utilización del agua:
más del 40 por ciento de la almacena-
da se pierde en las redes de distribu-
ción. Según el Plan Nacional de Re-
gadíos, son 878.374 las hectáreas de
regadío que siguen recibiendo riegos
muy superiores a sus necesidades
mientras las inversiones en los Presu-
puestos Generales en eficiencia y aho-
rro siguen siendo ínfimas si se com-
paran con las de embalses, encauza-
mientos, trasvases y desaladoras.
Las predicciones del Ministerio
de Medio Ambiente sobre los efectos
del Cambio Climático en las cuencas
hidrográficas Españolas no son nada
alentadoras, ofreciendo un panorama
de mayores periodos de sequía y una
reducción de la capacidad de regula-
ción que en algunas cuencas supon-
drían hasta un 25 por ciento menos
de agua.
Planificación, eficiencia
y ahorro
Ante el déficit existen varias posibles
soluciones: disminución de los con-
sumos, mejorar la eficacia en el uso,
aumentar la explotación de los recur-
sos subterráneos, reasignación de re-
cursos, aumentar los recursos regula-
dos (embalses), importar recursos
(trasvases) y generar recursos ante-
riormente no disponibles (desalación).
Es manifiesto que las políticas del
agua en España se han centrado y se
centran en el aumento frente a la efi-
ciencia, habiéndose fundado todos los
planes hidrológicos en embalses, tras-
vases y actualmente desaladoras. Es-
tas últimas, si bien minimizan los im-
pactos ambientales y pueden repercu-
tir mejor los costes del agua, con la
moderación del consumo que esto úl-
timo pueda suponer, siguen basándo-
se en la noción de “más agua” y, lo
que es peor, en una peligrosa conni-
vencia con el fenómeno especulativo-
urbanístico del litoral mediterráneo,
que sin duda ocasionará mayores im-
pactos sobre el territorio, pérdida de
atractivo turístico, desestructuración
social e ingobernabilidad de gran par-
te de nuestros municipios. Marbella
no es, ni ha sido un caso aislado y es-
te modelo urbanístico supone un nue-
vo factor a tener en cuenta a la hora de
hablar de la gestión del agua en cuan-
to terminará por imponerse como el
mayor consumidor de agua de la pró-
xima década. De hecho, en la Comu-
nidad Murciana los consumos agríco-
las y urbanos se encuentran ya casi
equiparados.
La constatación de que el agua le-
jos de ser ilimitada, será un recurso
escaso, unido a las nuevas exigencias
“
“
Se debe instaurar un sistema de precios
generoso con los ciudadanos y restrictivo
con los grandes beneficiarios del agua
de la Política Agraria Comunitaria im-
pone la necesidad de un nuevo marco
en la gestión del agua que conlleve
una radical transformación de la polí-
tica hidráulica tradicional, basada en
la función social y el impacto am-
biental de los distintos tipos de culti-
vos y lo que es más esencial, donde la
gestión pase por delante del incre-
mento de la oferta, acabando así con
el actual estado de despilfarro de re-
cursos. Indudablemente una evalua-
ción, análisis y control de los futuros
consumos que ocasionará el actual
desarrollo urbanístico-especulativo
debe imponerse ya dentro de esta nue-
va política hidráulica.
Junto a la mayor gestión basada en
la planificación, eficiencia y ahorro se
debe instaurar un sistema de precios
generoso con los ciudadanos y res-
trictivo con los grandes beneficiarios
del agua. Generoso en el sentido de
garantizar una cantidad mínima y de
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 29
Las claves del agua
muy buena calidad como derecho
esencial de toda persona. Con un con-
sumo en torno a 100 litros por perso-
na/día garantizaríamos la confortabi-
lidad de nuestras viviendas; el consu-
mo actual entre los ciudadanos osci-
la, según ciudades, entre 120-200 li-
tros persona/día. Pero por ejemplo,
una casa con jardín-familiar puede
consumir los 1000 litros y un campo
de golf unido a viviendas residencia-
les, 300.000 metros cúbicos/año, lo
que supondría 830.000 litros/día, es
decir, el consumo de un municipio de
6.000 a 8.000 habitantes.
Restrictivo con los grandes bene-
ficiarios del agua quiere decir que
junto a un sistema tarifario que prime
el ahorro y castigue el derroche, los
que obtienen lucro económico de los
usos del agua deberían contribuir más
en la financiación de los costes del
agua, pues no es igual un pequeño
agricultor que el propietario de una
explotación intensiva de invernade-
ros. A pesar de que la agricultura con-
sume el 80 por ciento del consumo
total del agua, al pagar por superficie
regada y no por agua consumida, pa-
ga una ínfima parte del precio del
agua, mientras los ciudadanos con un
consumo en torno al 15 por ciento del
consumo total pagan bastante más el
coste real.
Cosa distinta al establecimiento de
escalas tarifarias que ayuden a racio-
nalizar los consumos es la privatiza-
ción de la gestión municipal de los
abastecimientos urbanos, que coloca
en manos de empresas y dentro de la
dinámica coste-beneficio un bien
“fundamental”, y que se traduce en in-
crementos desmesurados de los pre-
cios del agua en los municipios en los
que se ha privatizado su gestión, a tra-
vés sobre todo del incremento en el
cobro de los cánones fijos y no del
consumo, afectando más a las fami-
lias con menos capacidad adquisitiva.
La privatización también está supo-
niendo la pérdida en la calidad del
agua de boca suministrada y peor fun-
cionamiento de las depuradoras de las
aguas residuales.
Las claves del agua
Especial Dossier
Calidad de las aguas y de los
ecosistemas
La pérdida de calidad de las aguas es
otro de los grandes problemas que de-
be abordar una nueva gestión del agua
en nuestro país. Los potenciales ries-
gos ya han hecho saltar alguna señal
de alarma, como la contaminación de
embalses para abastecimiento urbano
por productos químicos agrícolas, ca-
so del embalse de Iznajar en Córdoba,
que el verano pasado hizo cortar el su-
ministro de agua a 200.000 ciudada-
nos. La contaminación difusa de la
agricultura debida a la falta de con-
trol en la utilización de estos produc-
tos, los riesgos que conllevan para la
salud por su alta toxicidad y las difi-
cultades de corrección una vez pro-
ducidos los episodios de contamina-
ción, al no poderse localizar los pun-
tos de vertido, son unos de los gran-
des retos de la gestión del agua. Los
vertidos de purines de la ganadería y
el incumplimiento de la legislación
de vertidos por parte de muchas in-
dustrias tampoco parecen en la ac-
tualidad preocupar demasiado a nues-
tras administraciones.
El incumplimiento por parte del
Estado español de los plazos de la Di-
rectiva de Depuración de aguas resi-
duales urbanas es otro ejemplo de la
despreocupación existente. En 2001
todos los municipios de 15.000 habi-
tantes tenían que depurar sus aguas.
No llega al 50 por ciento los que cuen-
tan con depuradoras y muchas de las
existentes tienen una depuración in-
suficiente por la falta de medios dedi-
cados a su mantenimiento. Algeciras
y La Coruña, con más de 100.000 ha-
bitantes, son de las pocas ciudades eu-
ropeas con estas poblaciones que aún
no cuentan con depuradora. Destaca a
su vez la condena del Tribunal Euro-
peo de Justicia al Estado español por
el incumplimiento de la Directiva de
Aguas de Baño, donde se destaca la
mala calidad de las aguas de baño in-
teriores de España.
Respecto a los ecosistemas flu-
viales, la directiva marco de aguas re-
calca que sólo a través de una buena
30 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
conservación de éstos podremos lo-
grar una buena conservación en can-
tidad y calidad suficientes del agua.
Pues bien, cada día son más los im-
pactos antrópicos a los que somete-
mos a estos ecosistemas. La ocupa-
ción del dominio público hidráulico
por edificaciones ha conllevado un
empeoramiento de los riesgos de des-
bordamientos y riadas, y a su vez es-
tá acabando con gran parte de los so-
tos o bosques de ribera. Encauza-
mientos, deforestaciones agrícolas y
pastoreo son otros de los impactos su-
fridos por los ecosistemas ribereños.
Pero sin duda, las grandes infraes-
tructuras están la cabeza de los im-
pactos sobre la biodiversidad fluvial.
“
“
El aumento de la oferta nos ha llevado
a alejarnos de cualquier atisbo de
sostenibilidad en la gestión del agua
Sequías y aguas subterráneas
La mayor parte del territorio peninsu-
lar, debido al clima mediterráneo, es-
tá sometido a periodos cíclicos de se-
quías. Podemos hablar de dos tipos de
sequías: la climática y la producida
cuando se consumen más recursos de
los que se poseen. En el España se da
una conjunción de ambas debido al
consumo desorbitado de la agricultu-
ra y la escasa planificación. Reciente-
mente y bajo el miedo al último pe-
riodo de sequía, se ha constituido un
comité de sequías en el seno del Mi-
nisterio de Medio Ambiente, que es-
peremos sirva para mejorar la planifi-
cación de nuestros recursos y no po-
ner en riesgo el agua para los abaste-
cimientos urbanos y los caudales eco-
lógicos. Con los consumos y recursos
existentes, difícilmente superaríamos
una sequía climática de más de tres
años sin enormes perjuicios sociales
y ambientales.
Ante una situación de sequía, las
aguas subterráneas podrían ser nues-
tros grandes reservorios de agua, de no
ser por que han sido las grandes olvi-
dadas. La buena calidad y facilidad de
acceso a las mismas, así como su re-
carga convertían a los acuíferos, ma-
nantiales y fuentes, y embalses natura-
les en parte importantísima de nuestra
cultura del agua. La sobreexplotación
permitida por la inaplicación de la Ley
y las sucesivas amnistías de los pozos
ilegales, así como la contaminación
por vertidos agrarios y ganaderos, y la
progresiva salinización de muchos
acuíferos dificulta el uso de muchos de
ellos y pone en grave riesgo humeda-
les de gran importancia.
Participación ciudadana en la
gestión
La exigencia de la participación e in-
formación ciudadana en la gestión del
agua es otra de las grandes innovacio-
nes de la directiva Marco de Aguas. Y
es que sólo con una información y con-
cienciación social adecuadas será ca-
paz de avanzar la sociedad hacia esa
aclamada nueva cultura del agua. La
opinión pública española sigue pen-
sando que los problemas del agua se
solucionan con más embalses, en gran
parte por una sistemática política de
desinformación auspiciada por la pro-
pia administración del agua. Mientras
pensemos esto, bien poco podremos
avanzar en otras líneas.
De otro lado, los únicos agentes so-
ciales representados en los órganos
consultivos de gestión son precisa-
mente regantes, empresas hidroeléctri-
cas y empresas de abastecimiento, es
decir, los interesados del agua. Mien-
tras, organizaciones de defensa del me-
dio ambiente o de los intereses de los
consumidores tienen grandes dificul-
tades para acceder a meros datos rela-
cionados con los fines que persiguen,
encontrando en las Confederaciones
Hidrográficas y empresas de abasteci-
miento muros infranqueables, como si
defendieran un interés distinto al bien
público y de los ciudadanos.❑
*Nino Trillo-Figueroa es miembro de Ecologistas
en Acción.

De recurso vital a mercancía
de las multinacionales
El Informe de las
Naciones Unidas sobre el
Desarrollo de los
Recursos Hídricos en el
Mundo inicia su estudio
Paula Cabildo
con una afirmación
rotunda: “La Tierra se
enfrenta en este comienzo
del siglo XXI con una grave crisis
del agua. Todas las señales
parecen indicar que la crisis está
empeorando y que continuará
haciéndolo, a nos ser que se
emprenda una acción
correctiva”.
L
a situación de crisis es innegable
si observamos las estadísticas
que maneja dicha institución: el
50 por ciento de la población que vive
en países del Sur está expuesta a fuen-
tes de agua contaminadas, el 18 por
ciento carece de instalaciones necesa-
rias para abastecerse de agua y el 36 por
ciento no tiene acceso a sistemas de sa-
neamiento1.
Sin embargo, el análisis de la situa-
ción cojea en un aspecto fundamental
para la solución de la crisis: ¿cuáles son
las causas?¿Quiénes son los responsa-
bles? El Informe pasa de puntillas por
estas preguntas y se limita a indicar la
utilización de métodos inadecuados co-
mo la causa fundamental del problema.
Las propias Naciones Unidas, las insti-
tuciones financieras multinacionales o
la Unión Europea utilizan esta vaga ar-
gumentación para confirmar la privati-
zación del agua como la solución más
1 “Agua para todos Agua para la vida”. Informe de
las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los
Recursos Hídricos en el Mundo. 2003. París.
Especial Dossier
conveniente. Y, tras más de 20 años de
aplicar esta fórmula, lejos de mejorar el
acceso a un recurso vital, la situación ha
empeorado. Para vislumbrar qué cami-
nos puede seguir este proceso y qué re-
sistencias y alternativas se están produ-
ciendo en el ámbito mundial es
interesante echar la vista atrás, ver qué
panorama existe actualmente y cómo se
reorganiza el sector privado para prote-
ger sus intereses.
Las multinacionales y la
gestión pública del agua
En el marco económico capitalista,
considerar el agua como un bien común
implica una gestión ineficaz y despil-
farradora porque no existe competitivi-
dad. Bajo esta lógica, el agua debe ser
privatizada para que los mecanismos
del mercado operen en la gestión y la
hagan eficaz.
Durante los años 80 se favoreció el
crecimiento interno de empresas priva-
das. Los países precursores de estos pro-
cesos fueron Inglaterra, durante el man-
dato de Thatcher, y Francia, que
incrementó en esa misma época el ta-
maño de las empresas suministradoras
de agua2. Este crecimiento permitió el
2 H.Rosenberger, R.Germinal, A.Ordiguer , M.Ga-
valdà. 2003. Agua, ¿mercancía o bien común?
Alikornio ediciones. Barcelona.
Las claves del agua
Erika González*
lanzamiento de las grandes empresas eu-
ropeas, sobre todo francesas, a la con-
quista del mercado mundial del agua. La
expansión internacional se realizó du-
rante los años 90 gracias al apoyo de los
gobiernos europeos, la Comisión Euro-
pea y el Banco Mundial (BM).
El papel del BM es fundamental
en la entrada del sector privado. Creó
en 1996 una serie de organismos y fo-
ros internacionales en los que colabo-
raron representantes de las institucio-
nes financieras multilaterales, de las
Naciones Unidas, las multinacionales
del sector servicios, los ministros de
Medio Ambiente, las agencias oficia-
les de ayuda al desarrollo y algunas
ONG. El más importante de estos nue-
vos órganos es el llamado Consejo
Mundial del Agua, ya que en él se tra-
tan cuestiones estratégicas y actúa co-
mo impulsor de ellas3.
El otro organismo impulsado por el
BM se llama Global Water Partnership
(GWP) y es responsable de informar de
cómo se deberían llevar a cabo las pri-
vatizaciones para que sean “económi-
camente viables”. Las políticas planifi-
cadas en el Consejo Mundial del Agua
y en el GWP deben ser divulgadas y le-
3 T. Kucharz. 2005. “El oro azul” o ¿cómo me hago
rico con tú sed? Tendencias internacionales de las
políticas del agua”. En El Sur. Donosita.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 31
Las claves del agua
gitimadas para su correcta apli-
cación, por lo que se celebran los
llamados Foros Mundiales del
Agua.
La apertura del mercado
mundial, y en especial de los pa-
íses del Sur, se realizó con la
Conchi Abascal
misma argumentación que ca-
racterizó los procesos de privati-
zación de Francia e Inglaterra:
era necesaria la entrada de capi-
tal privado para reducir el gasto
público. Este último argumento era, y
es, el instrumento de presión más uti-
lizado para acelerar los procesos de
privatización en los países del Sur. Pa-
ra hacer frente a la deuda externa, las
instituciones financieras multilaterales
ofrecen más créditos a cambio de me-
didas que favorezcan la entrada de ca-
pital privado. Estas medidas se reco-
gen en los Planes de Ajuste Estructural:
liberalización de todos los sectores
económicos, privatización y, por lo
tanto, reducción del gasto público, es-
pecialización en la producción para la
exportación, etc. La maquinaria para
convertir el agua en una mercancía
más estaba así en marcha.
Simultáneamente a la reestructura-
ción económica de los países, las com-
pañías iniciaron una gran dinámica de
concentración y diversificación de ac-
tividades. El resultado ha sido la for-
mación de grandes conglomerados cor-
porativos: los dos gigantes de la gestión
privada de agua, Suez y Veolia, contro-
lan el 70 por ciento4 del negocio.
El resto de empresas están muy
lejos de sus cifras, tanto en presencia
geográfica como en volumen de ne-
gocio. Entre ellas podríamos destacar
la alemana RWE, cuya empresa subsi-
diaria en agua es Thames Water, y a la
francesa Bouygues, con SAUR como
empresa filial especializada en agua.
Estrategias de expansión
Es interesante notar cómo se traduce la
estrategia de expansión del negocio.
4 E. Lobina y D. Hall. 2003. “Problems with pri-
vate water concessions: a review of experien-
ce”. PSIRU.
32 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Especial Dossier
“
En muchos países en los que se puso en
“
marcha la privatización, la situación se
hizo insostenible y la población se
movilizó
Así, cada cambio realizado por las
compañías se orienta a impulsar dichas
estrategias a escala internacional. Un
ejemplo es la adopción de nombres
corporativos globales: Veolia o Suez
eliminan las reminiscencias de sus pro-
cedencias nacionales (Général des
Eaux o Lyonnaise des Eaux).
El objetivo principal de estas cor-
poraciones son los servicios de agua de
los grandes núcleos urbanos que, debi-
do al gran número de consumidores,
son los lugares que más beneficios pro-
meten. Por otra parte, su estrategia de
crecimiento se dirige a la privatización
de territorios y biorregiones para utili-
zar de manera exclusiva sus recursos,
así como fomentar y gestionar la cons-
trucción de grandes infraestructuras
hidroeléctricas dirigidas a abastecer las
áreas de alto consumo industrial,
agroindustrial y urbano. Y otra vía de
negocio es el acceso a fuentes de agua
no contaminada para su embotella-
miento.
La primera corriente privatizadora
se caracterizaba por un proceso que re-
petía las mismas situaciones en los dis-
tintos países del Sur: concesión de la
gestión del agua a grandes corporacio-
nes en condiciones corruptas, monopo-
lio de la gestión durante décadas, in-
cremento de las tarifas del agua de boca
hasta precios inasequibles para grandes
segmentos de la población e in-
cumplimiento de los contratos en
cuanto a la inversión en manteni-
miento y extensión del servicio5.
¿Ventajas de la gestión
privada?
Maximizar los beneficios de las
compañías requiere el manteni-
miento y extensión de infraes-
tructuras de agua sólo en las áre-
as rentables, por lo que se
produce el deterioro del sistema de
abastecimiento para grandes zonas pe-
riféricas y rurales. Un ejemplo es la cla-
sificación que hizo el BM en los años
90 de las poblaciones en los países del
Sur: por un lado, estaban las poblacio-
nes urbanas cuyo suministro debería ser
preferentemente privado y, por otro, el
resto de áreas que deberían ser gestio-
nadas por los propios municipios o por
ONG6. El envejecimiento o ausencia de
la infraestructura de conducción y de-
puración determina el empeoramiento
de la salubridad del agua de boca. Los
beneficios no se reinvierten en una me-
jora de la calidad del servicio o en cual-
quier otro fin de interés. El incremento
de las tarifas y de la instalación del
abastecimiento obliga a utilizar otras
fuentes no seguras de agua.
La consecuencia del deterioro del
servicio es la multiplicación de enfer-
medades ligadas al agua, creando un
fenómeno nuevo: “la pobreza de
agua”.
En el plano laboral también existen
consecuencias que precarizan la calidad
de vida tanto de los trabajadores y las
trabajadoras como de los usuarios y
usuarias. El recorte de gastos en la ges-
tión se traduce en una reducción de
plantilla, en el deterioro de las condi-
ciones laborales, en la pérdida de dere-
chos o en la utilización de materiales de
peor calidad y más baratos para los ser-
5 Para consultar detalladamente los casos de pri-
vatización de agua ver TNI & CEO. 2005. Por un
modelo público de Agua. Triunfos, luchas y sue-
ños. Editorial El Viejo Topo. Barcelona
6 D.Hall. 2003. “Financing water for the world-an al-
ternative to guaranteed profits”. Public Services In-
ternational Research Unit (PSIRU).

vicios técnicos. El monopolio de la ges-
tión del agua por una gran empresa fa-
vorece la ausencia de control de los or-
ganismos públicos. Se produce,
entonces, el debilitamiento de estos or-
ganismos responsables de regular y
controlar la planificación de los servi-
cios del agua y surge su impotencia a la
hora de exigir a la empresa privada el
cumplimiento del contrato.
A pesar de todas las condiciones
ventajosas que se impusieron para la en-
trada de las compañías en el mercado
del agua, no obtuvieron todos los bene-
ficios que esperaban, por lo que su res-
puesta fue forzar, aún más, los meca-
nismos de reducción de gastos. En
muchos de estos países, a finales de los
años 90, la situación se hizo insosteni-
ble y la población se movilizó. Es el ca-
so de Bolivia, Argentina, Uruguay, Sud-
áfrica e Indonesia donde se generó un
movimiento de protesta ciudadana para
reclamar a los gobiernos la salida de es-
tas empresas. Ejemplos como la Coor-
dinadora del Agua en Bolivia, la Comi-
sión Nacional en Defensa del Agua y la
Vida en Uruguay y el Antiprivatisation
Forum en Sudáfrica han aglutinado a to-
dos los sectores afectados, desde la po-
blación excluida a los trabajadores y tra-
bajadoras, y han desarrollado estrategias
de resistencia, convocando huelgas ge-
nerales, manifestaciones, denuncias,
desobediencia al pago de las tarifas, etc.
La presión ejercida por las plataformas
de ciudadanía, sumada a la crisis eco-
nómica de ciertos países o al derrumbe
de corporaciones por corrupción, ha da-
do lugar a la salida de las multinaciona-
les de muchas regiones donde tenían
contratos.
El cambio de planes
Tras los fracasos de la privatización
promovida por la firma de concesio-
nes, el BM ha concebido una nueva
estrategia para impulsar la privatiza-
ción: la cooperación pública privada
(Privat-Public Partnership, PPP). Es-
ta fórmula consiste en la gestión de
recursos públicos por parte de em-
presas privadas con la supervisión de
la administración pública. La publi-
Especial Dossier
Receta para una privatización
jugosa
Por el Banco Mundial
✗ La base se moldea sobre un proceso de
concesión opaco donde la toma de de-
cisiones queda exclusivamente en ma-
nos del gobierno central, sin tener en
cuenta los intereses de las personas
afectadas -cooperativas agrícolas, aso-
ciaciones de usuarios, empleados, etc-.
✗ Se cubren regiones enteras con la con-
cesión a una única operadora (pertene-
ciente a una gran corporación) en con-
tratos por periodos de 20 o 30 años.
✗ Se introducen buenas modificaciones de
la oferta de la corporación cuando se fir-
ma el contrato con la administración mu-
nicipal o estatal. Las modificaciones siem-
pre rebajarán las ventajas que supone la
contratación de una empresa privada.
✗ Para conseguir las tarifas que aseguren
un buen beneficio se deben añadir gas-
tos de explotación, cargas de capital (in-
novación y reformas) y, sobre todo, be-
neficios de la explotación. Siempre se
deberán sobreestimar los gastos para
asegurar su porcentaje de beneficios de-
seado -incremento de la tarifa un 15 por
ciento en Berlín, un 25 por ciento en Bo-
livia o un 69 por ciento en Sudáfrica-.
✗ Para terminar, es necesario el incumpli-
miento sistemático de los contratos, so-
bre todo en lo relacionado con la inver-
sión para el mantenimiento y la
extensión de los servicios de abasteci-
miento. No sólo no se deberá invertir, si-
no que se deberán utilizar fondos desti-
nados a la cooperación para invertirlos
en el mantenimiento de las redes de
abastecimiento.
cidad que se está difundiendo se ba-
sa en una “iniciativa de cooperación
para el suministro de infraestructuras
y servicios, construida sobre la ex-
periencia de cada parte, la definición
de necesidades públicas por la admi-
nistración a través de la asignación
apropiada de recursos, riesgos y gra-
tificaciones” 7. Efectivamente, las
7 Página de Public-Private Partnership Office del Mi-
nisterio de Industria de Canadá.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 33
Las claves del agua
nuevas privatizaciones tienen una
asignación apropiada de riesgos y be-
neficios para las compañías, ya que
exigen mayores garantías a las admi-
nistraciones. Se ponen en marcha
mecanismos como la “cláusula de
dolarización” de las tarifas en caso
de una depreciación de la moneda lo-
cal o un “seguro democrático” con-
tra cambios políticos. La Iniciativa
del Agua de la Unión Europea solu-
ciona los problemas de pago de altas
tarifas de agua en países del Sur así:
“Subvenciones adecuadas y cargas
fiscales muy suaves son imprescin-
dibles para encontrar los niveles de
inversión adecuada”.
Sin embargo el contexto social,
económico y político que rodea las
nuevas estrategias hace más difícil su
éxito. Las campañas contra la priva-
tización del agua están muy extendi-
das en todo el mundo, de forma que
hay un creciente escepticismo acerca
de las bondades de la gestión priva-
da, por muy controlada que esté por
la administración. Las últimas noti-
cias sobre la gestión privada del agua
en Argentina incrementan el despres-
tigio de estas multinacionales. En el
mes de abril de este año, la fiscalía ar-
gentina retiene a cuatro directivos de
la compañía Aguas Argentinas, con-
trolada por Suez y Aguas de Barcelo-
na, debido a la denuncia por el “altí-
simo nivel de nitratos” registrado en
el agua provista a vecinos del distri-
to bonaerense.
Completando esta visión crítica,
se está difundiendo el buen funcio-
namiento de iniciativas públicas con
participación ciudadana, lo que per-
mite el optimismo y la confianza ne-
cesaria para negarse a privatizar el
agua y presionar para que se des-
arrollen formas de gestión del agua
como un bien común de todas las
personas.❑
*Erika González es investigadora de OMAL
(Observatorio de Multinacionales en América
Latina).
http://strategis.ic.gc.ca/epic/internet/inpupr-
bdpr.nsf/en/Home
Las claves del agua

Especial Dossier

La gestión ética
de un bien público
Pedro Arrojo Agudo*

Mª José Comendeiro

Al igual que asumimos que un bosque es mucho más que un almacén de

madera, desde la Nueva Cultura del Agua se viene insistiendo en que ríos,
lagos y humedales no pueden seguir siendo considerados como simples
canales o depósitos de H2O, sino entendidos y gestionados como
ecosistemas vivos.

D
e la salud y funcionalidad de
ríos, lagos y humedales se de-
rivan otros muchos servicios y
valores sociales, ambientales y emo-
cionales, más allá del valor del agua
dulce como recurso económico. Si
queremos, en suma, hablar de “gober-
nabilidad” del agua, es preciso ante to-
do identificar y reconocer los valores
y funciones en juego.
• Funciones ecológicas con especial
trascendencia en lo que se refiere a
pesquerías de aguas dulces y marinas.
• Funciones de autodepuración de
las aguas de esos ecosistemas.
• Funciones reguladoras de acuífe-
ros, humedales y zonas de inunda-
ción fluvial, claves en la amorti-
guación de impactos de las sequías
y crecidas.
• Funciones geodinámicas de ges-
tión de flujos sólidos y sedimentos,
básicas para la conservación de
deltas y playas.
• Funciones de salud pública, de co-
hesión social y de bienestar público.
• Valores patrimoniales, paisajísticos
y de identidad territorial.
• Valores lúdicos y emocionales li-
gados a estos ecosistemas y sus
entornos.
• Funciones y valores productivos,
tanto en el sector agrario, como en
el energético, el industrial y de
servicios.
Desde el enfoque que ha estado
vigente a lo largo del siglo XX, el
único tipo de funciones y valores en
juego en la gestión de aguas ha sido
el productivo, dando prioridad cen-
tral a los objetivos de desarrollo
económico.
La crisis de los modelos
“de oferta”
Los propios argumentos desarrollistas
se topan hoy con fuertes contradiccio-
nes y problemas.
1. Problemas de racionalidad econó-
mica: las tradicionales políticas hi-
dráulicas y las llamadas estrategias
“de oferta”, basadas en grandes
obras hidráulicas bajo subvención
pública, se demuestran ineficientes
y no rentables, desde el punto de
vista económico.
2. Problemas de insostenibilidad: he-
mos degradado, cuando no destrui-
do las funciones, ciclos y equili-
brios de la mayor parte de nuestros
ecosistemas acuáticos.
3. Problemas sociales y de goberna-
bilidad: se ha deteriorado la acep-
tabilidad social de los modelos tec-
nocráticos y autoritarios que han
presidido las políticas hidráulicas,
exigiéndose reformas instituciona-
les que garanticen una gobernabi-
lidad participativa.
La presión generada por estos pro-
blemas ha puesto en crisis el modelo
vigente a lo largo del siglo XX. Hoy en

34 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


Europa, la Directiva Marco de Aguas
exige pasar del tradicional enfoque de
“gestión de recurso”, a nuevos enfo-
ques de “gestión ecosistémica” que
permitan recuperar el buen estado de
los ecosistemas acuáticos. Asumir es-
te reto supone cambiar radicalmente
objetivos y criterios de gestión. Pero
más allá, supone entender que el pro-
tagonismo de la gestión debe pasar de
los usuarios privilegiados tradiciona-
les (regantes e hidroeléctricos) a la ciu-
dadanía en su conjunto.
Un camino de modernización
equivocado
Conscientes del agotamiento del mode-
lo vigente a lo largo del siglo XX, las
instituciones financieras y económicas
internacionales vienen proponiendo e
imponiendo nuevos modelos de gestión
de aguas basados en relaciones de mer-
cado y en la privatización de los servi-
cios de abastecimiento y saneamiento,
Especial Dossier
como forma de superar los problemas
de ineficiencia que se derivan de los en-
foques de oferta, bajo subvención, y del
burocratismo que lastra el modelo tra-
dicional de gestión pública.
Es llamativa, no obstante, la “hi-
droesquizofrenia” del Banco Mundial,
que promueve por un lado la liberali-
zación de los servicios urbanos en las
grandes urbes, en nombre de una pre-
tendida racionalidad económica basa-
da en el mercado, mientras por otro la-
do, sigue destinando masivas
inversiones públicas a la construcción
de grandes presas cuya rentabilidad,
aún a largo plazo, se viene demostran-
do negativa. Inversiones que cargan,
eso sí, sobre la deuda pública de los
“
La escasez de aguas para el crecimiento
“
económico no debe entenderse como una
desgracia a evitar, sino como una realidad
a gestionar
países empobrecidos, mientras bene-
fician a las grandes empresas transna-
cionales de construcción y de produc-
ción hidroeléctrica, en alianza con
otros grupos nacionales ligados inte-
reses especulativos y al agrobusiness.
Tras más de una década de presio-
nes y experiencias privatizadoras, las
principales expectativas y pretendidas
ventajas de tales estrategias se han vis-
to frustradas. En la medida en que no
se trata de abrir la competencia “en el
mercado”, sino “por el mercado”, es
decir, por conseguir la concesión, los
esperados efectos de la competencia se
evaporan. Tratándose de lo que se lla-
ma un “monopolio natural”, lo que se
hace es pasar de un monopolio públi-
co a un monopolio privado.
Por otro lado, la expectativa de que
la iniciativa privada inyectaría fondos
que paliarían la penuria financiera de
las instituciones públicas se ha de-
mostrado falaz. En Argentina, por
ejemplo, que tras diez años de privati-
zación ha decidido devolver la gestión
de aguas urbanas al sector público, el
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 35
Las claves del agua
90 por ciento de las inversiones reali-
zadas en este tiempo han sido públi-
cas. Dicho en otras palabras, las gran-
des transnacionales, más que aportar
fondos y arriesgar inversiones a largo
plazo, han acabado gestionando in-
versiones públicas, especialmente del
Banco Mundial.
En estas condiciones, el problema
del acceso a aguas potables por parte
de las comunidades más pobres se ha
agravado. Y es que los pobres nunca
han sido un buen negocio en espacios
de libre mercado. Durante la última dé-
cada el número de personas que no tie-
nen garantizado el acceso a aguas po-
tables no ha parado de crecer,
estimándose hoy en más de 1.200 mi-
llones, lo que conlleva unas 10.000
muertes diarias. Y no porque les falte
el agua; la mayoría de los pueblos se
han asentado en las riberas de ríos y la-
gos o donde las aguas subterráneas son
asequibles a través de pozos. El pro-
blema está en que hemos degradado
los ecosistemas acuáticos de los que
muchas poblaciones beben.
El Banco Mundial se ha equivoca-
do y en la medida que se trata de un
banco público, alimentado desde los
países más desarrollados con nuestros
impuestos, nos hemos equivocado to-
dos. Aunque ciertamente la actitud de
las transnacionales del agua, en su bús-
queda de mercados “no regulados”,
dista mucho de ser ética y acorde con
la tan nombrada “responsabilidad so-
cial corporativa”, lo cierto es que la
responsabilidad central de este fracaso
es de las instituciones públicas. No po-
demos pedir peras a un olmo. Los mer-
cados ni resolverán ni tienen por qué
resolver los problemas de derechos
humanos en el mundo.
La gestión pública desde un
nuevo enfoque
Las funciones del agua son diversas y,
lo que es más importante, están rela-
cionadas con rangos y categorías de
valor diferentes, algunos de los cuales
no son gestionables a través de simples
relaciones económicas de cambio al no
ser sustituibles, de forma consistente,
Las claves del agua
Especial Dossier
por bienes de capital. En este sentido,
es fundamental diferenciar esas fun-
ciones y distinguir las de valor y de de-
recho que se relacionan con ellas, a fin
de establecer prioridades y criterios de
gestión adecuados.
• El agua para la vida, en funcio-
nes básicas de supervivencia, de-
be ser reconocida y priorizada de
forma que se garantice la susten-
tabilidad de los ecosistemas y el
acceso de todos a cuotas básicas
de aguas de calidad, como un de-
recho humano.
• El agua para actividades de interés
general, en funciones de salud,
bienestar y cohesión social (como
los servicios urbanos de agua y sa-
neamiento) debe situarse en un se-
gundo nivel de prioridad, en cone-
xión con los derechos sociales de
ciudadanía.
• El agua para el desarrollo, en fun-
ciones económicas legítimas liga-
das a actividades productivas, de-
be reconocerse en un tercer nivel
de prioridad, en conexión con el
derecho individual de cada cual a
mejorar su nivel de vida. Ésta es,
de hecho, la función en la que se
usa la mayor parte de los recursos
hídricos extraídos de ríos y acuífe-
ros, siendo clave en la generación
de los problemas de escasez y con-
taminación más relevantes exis-
tentes en el mundo.
• Por último, cada vez son más los
usos productivos del agua sobre
bases ilegítimas, cuando no ilega-
les (extracción abusiva, vertidos
contaminantes...). Tales usos de-
ben ser evitados mediante la apli-
cación rigurosa de la ley.
En el ámbito del agua para la vida,
tratándose de derechos humanos, la
prioridad máxima de gobiernos e ins-
tituciones internacionales debe ser ga-
rantizarlos con eficacia. El argumento
de la falta de recursos resulta injustifi-
cable, incluso para los gobiernos de
los países más pobres; pero con mayor
razón viniendo de los más ricos o de
instituciones internacionales como el
BM. Al fin y al cabo, la “revolución
36 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
“
“
Es preciso articular políticas tarifarias por
bloques de precio creciente que permitan
financiar los servicios públicos básicos
del grifo y del agua clorada” exigiría
apenas un 1 por ciento de los actuales
presupuestos militares. Se trata de un
reto político, más que financiero.
Más allá del acceso a esas cuotas
básicas de agua potable (derecho hu-
mano), cuando se trata de usos rela-
cionados con actividades de interés ge-
neral, como son los servicios urbanos
de agua y saneamiento (domiciliarios),
el objetivo central debe ser garantizar
tales servicios a todos, ricos y pobres,
aplicando criterios de máxima eficien-
cia socio-económica. En la medida que
se trata de aplicar principios de equi-
dad y cohesión social, vinculados a de-
rechos de ciudadanía, la responsabili-
dad debe residir en la función pública.
Sin embargo, a diferencia de los de-
rechos humanos, los derechos de ciu-
dadanía conllevan sus correspondien-
tes deberes de responsabilidad
ciudadana. En este sentido, es preciso
articular políticas tarifarias, por bloques
de precio creciente, que permitan fi-
nanciar adecuadamente estos servicios
públicos básicos desde adecuados cri-
terios sociales. Los 30-40 primeros li-
tros, tal vez puedan ser gratis, como de-
recho humano; pero los 100 siguientes
deberían reflejar los costes; a partir de
ahí, el coste del metro cúbico debería
elevarse, de forma que quien llene su
piscina acabe pagando el derecho hu-
mano y ciudadano de las familias más
pobres. En definitiva, es preciso intro-
ducir racionalidad económica, pero no
desde una óptica de mercado, sino so-
cial. Si se diseñaran las tarifas desde
una lógica de mercado, los bloques se-
rían de precio decreciente, cobrándose
menos a los mejores clientes.
Además de los servicios de abaste-
cimiento y saneamiento, existen otras
actividades de carácter económico que
deben ser consideradas de interés ge-
neral. En no pocas regiones del mun-
do, la agricultura tradicional merece
ser protegida como una actividad de in-
terés general. Es el caso de muchas co-
munidades indígenas o tradicionales en
las que el riego, vinculado a derechos
ancestrales, es clave para la supervi-
vencia de la comunidad. Sin embargo,
la mayor parte de los caudales extraí-
dos de ríos y acuíferos no cubren fun-
ciones básicas de sostén de la vida, ni
sustentan servicios de interés general,
sino que se dedican a actividades pro-
ductivas ligadas a intereses privados
que, pudiendo ser legítimas, no son de
interés general.
Para este tipo de usos, en la medi-
da que los objetivos son económicos,
no existe razón alguna que disculpe la
no aplicación de estrictos criterios de
racionalidad económica, basados en el
principio de recuperación de costes
(planteado en la Directiva Marco de
Aguas de la UE). Tales costes deben
incluir el valor de oportunidad (de es-
casez) del recurso en cada lugar y cir-
cunstancia, así como los costes am-
bientales, repercutibles en dinero. Se
trata de imponer, desde la gestión pú-
blica, adecuadas políticas tarifarias a
fin de incentivar un uso eficiente y res-
ponsable con una gestión sostenible de
los ecosistemas acuáticos.
Desde esta perspectiva, la escasez
de aguas para el crecimiento econó-
mico no debe entenderse como una
desgracia a evitar, sino como una rea-
lidad a gestionar, inherente a cualquier
bien económico (por definición, útil y
escaso). Ello no tiene por qué suponer
una gestión de mercado, ni siquiera de
estas aguas para el desarrollo econó-
mico. La complejidad de los valores a
gestionar, la interacción de unas fun-
ciones sobre otras, con impactos sobre
terceros, y sobre todo la necesidad de
priorizar usos y valores intangibles,
desde principios de equidad intra e in-
tergeneracional, hacen del mercado
una herramienta demasiado simple a
muchos de esos valores en juego.❑
*Pedro Arrojo Agudo es profesor de Análisis
Económico de la Universidad de Zaragoza
y preside la Fundación Nueva Cultura del Agua.
 Las claves del agua
Especial Dossier
El papel del agua en el conflicto en Palestina
Ferran Izquierdo Brichs*

“La próxima guerra en Oriente Medio se librará

por el agua”. Butros Ghali, 1985

Hoy sabemos perfectamente que

Butros Ghali se equivocaba: desde
entonces, ha habido dos guerras en
Oriente Medio y no han sido por los
recursos hídricos. Sin embargo, el
agua ha estado siempre presente en
el enfrentamiento árabe-israelí1.
A pesar de ello, en la actualidad no
Antonio Rosas. Comisión Obrera Nacional de Cataluña

ocupa un lugar especialmente

destacado en el marco del proceso
de paz y parece como si existiera la
voluntad de todas las partes
implicadas en mantener este
problema en un segundo plano.

D
urante la negociación del Tra-
tado de Paz entre Jordania e Is-
rael en 1994, el agua se em-
pleó como una medida de creación de
confianza. Antes de firmar el tratado de
paz, Jordania e Israel negociaron los
contenciosos sobre el agua y las fron-
teras. Fueron unos momentos difíciles
rael en los días más críticos de aquel En el plano bilateral, los acuerdos
políticamente para el gobierno jorda-
año y el acuerdo firmado en el verano suscritos por los israelíes, los jordanos
no y para la monarquía hachemita,
de 1994 sirvieron para hacer más acep- y los palestinos se basan en un reparto
pues buena parte de la población de
table para el pueblo jordano (recorde- provisional de cuotas de agua que re-
Jordania se oponía a las negociaciones
mos que está compuesto en más de un sulta claramente insuficiente para los
con los israelíes. El proceso de paz en-
50 por ciento de ciudadanos de origen árabes. Al haberse roto el proceso de
tre los dos países coincidió con una
palestino) el tratado que se firmaría negociación en un marco global (en el
fuerte sequía en la zona, lo que situó
poco más tarde. que participen todas las partes) e inte-
los recursos hídricos en el primer pla-
De esta forma, parecería que tenía gral (en el que todos los temas con-
no. La cesión de agua por parte de Is-
razón el señor Munther Haddadin, mi- flictivos tengan cabida), tanto los pa-
nistro jordano de Recursos Hídricos y lestinos como los jordanos se
1 El volumen total de aguas árabes conquista-
das por Israel entre 1967 y 1978 es de 600-700
negociador de los acuerdos con Israel, encontrarán en una clara situación de
millones de metros cúbicos al año, y represen- cuando afirmaba que el agua sirve pa- inferioridad cuando llegue el momen-
ta el 40 por ciento del agua consumida en Is- ra apagar fuegos y no para encender- to de negociar la cuestión de los recur-
rael. Los principales datos hidrográficos y la
historia del conflicto por los recursos hídricos
los. No obstante, la escasez de agua en sos hídricos. Los árabes, ante la nego-
se pueden encontrar en: Izquierdo Brichs, F. la región del Jordán sigue siendo una ciación sobre el agua del Jordán y los
(1995) “El agua en la cuenca del Jordán: la lu- de las principales amenazas para el fu- acuíferos de Cisjordania, difícilmente
cha por un recurso escaso”. Papers de Socio-
logia, nº 46, Universitat Autònoma de Barcelo-
turo de tres pueblos: palestino, jorda- tendrán capacidad para forzar una re-
na (p.121-138). no e israelí. distribución de unos recursos contro-

Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 37

Las claves del agua
Especial Dossier
lados mayoritariamente por Israel, que,
además, ha demostrado durante todo el
proceso su mayor fuerza y voluntad
para usarla. Jordanos y palestinos tam-
poco tendrán capacidad para negociar
el agua en base al intercambio, pues en
los acuerdos y tratados firmados ya han
cedido en aquello que más interesaba
a Tel Aviv: la paz y el fin del boicot
económico a Israel.
Por tanto, sólo queda la postura
que defienden los israelíes: limitarse
a la búsqueda o creación de nuevas
fuentes. Una posición inaceptable pa-
ra los árabes e insuficiente a medio
plazo, que además debería ser pro-
ducto de una creciente confianza en-
tre las distintas partes en vez de una
consecuencia de la negativa israelí a
negociar sobre los volúmenes de
agua. Difícilmente se podrá conseguir
el grado de cooperación necesario pa-
ra la búsqueda de nuevas fuentes si
no se han solucionado los conflictos
y las percepciones de agravio aún
abiertas. Pero la negociación sobre el
agua todavía no se ha iniciado y cada
día que pasa, el problema empeora de
tal forma que el futuro de la región
dependerá cada vez más del modo en
que se afronte el debate sobre este ti-
po de recursos.
Las colonias judías en
Cisjordania y la Franja de Gaza
Los asentamientos de colonos judíos
en los territorios ocupados son uno de
los elementos más desestabilizadores
en la fase actual del conflicto. La po-
lítica de colonización de los territorios
ocupados palestinos evolucionó de los
objetivos geoestratégicos de los go-
biernos laboristas al objetivo político-
demográfico de los gobiernos del Li-
kud y, con este cambio, también
variaron las zonas de implantación.
Los primeros asentamientos y las ex-
propiaciones más importantes de te-
rrenos se situaron principalmente en
la zona del Valle del Jordán, lo que su-
puso un golpe terrible para la agricul-
tura palestina.
A partir de 1977, los colonos se
asentaron principalmente cerca de la
38 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
“
Las nuevas infraestructuras hídricas,
“
incluso las que sirven a los palestinos,
están controladas desde los
asentamientos de colonos judíos
Línea Verde (la delimitación acepta-
da internacionalmente como la fron-
tera a la que se debe retirar el ejército
israelí). De esta forma, se avanzaba en
la integración física de Cisjordania en
la realidad israelí. Un segundo efecto
no tan evidente de esta política de he-
chos consumados es que muchos de
los nuevos asentamientos están ubi-
cados en la parte superior occidental
de la cordillera que cruza Cisjordania,
la cual constituye la principal área de
recarga de los acuíferos, sobre todo
occidental. De esta manera, no sólo se
ha creado una nueva línea que des-
plaza a la Línea Verde hacia el este,
sino que además los israelíes han con-
solidado su dominio de la principal
fuente de agua de la zona. Además, la
construcción del muro está modifi-
cando todavía más la situación a favor
de Israel y desarrollando hechos con-
sumados que impiden el acceso pa-
lestino a pozos que producen casi cua-
tro millones de metros cúbicos
(Mmc); a la vez, está preparando las
principales zonas de recarga del acu-
ífero occidental para la anexión a Is-
rael. A lo anterior hay que sumar que
se separa la cuenca del Jordán de los
territorios palestinos, con lo que se
impide el acceso palestino a las tierras
de cultivo del Valle del Jordán y se di-
ficulta su reclamación de la cuota co-
rrespondiente de agua del río.
Actualmente, los colonos judíos
que habitan en territorios ocupados ya
son más de 400.000. De ellos, más de
200.000 viven en Cisjordania, cerca
de 200.000, en Jerusalén Este y
16.000, en el Golán. Los asentamien-
tos de colonos judíos en los territorios
ocupados palestinos no habrían sido
posibles sin la expropiación forzosa
de la tierra y el agua. Ya en 1990 se
calculaba que más del 50 por ciento
del territorio, en muchas ocasiones las
mejores tierras de cultivo, había pa-
sado a control directo de las autorida-
des militares o de los colonos. La po-
lítica que seguiría el gobierno israelí
respecto al agua ya se puso de mani-
fiesto en el mismo momento de la ocu-
pación, en junio de 1967, con la orden
militar nº 92, a la cual seguirían las ór-
denes nº 158 y nº 498, que restringían
la explotación de las aguas subterrá-
neas y congelaban la cuota palestina
destinada al regadío. La política de los
gobiernos de Tel Aviv se centró en res-
tringir el consumo palestino para pro-
teger el consumo israelí de agua del
acuífero occidental, impedir el des-
arrollo agrícola palestino y facilitar el
consumo de los colonos judíos.
En cambio, no se pusieron límites
al consumo de los colonos israelíes.
No hay datos fiables sobre el volumen
de agua que consumen en Cisjorda-
nia, que varían entre un mínimo de 50
Mmc de algunos autores y los 160
Mmc de otros. Sin embargo, se pue-
de afirmar sin ninguna duda que el
consumo per capita de agua de los co-
lonos es desmesuradamente mayor
que el de los palestinos.
Esta política de expropiación del
agua y de la tierra tiene un reflejo cla-
ro en la superficie de cultivo de rega-
dío en Cisjordania, muy mermada pa-
ra los palestinos, mientras que los
colonos judíos tienen acceso a tierra
y recursos hídricos en abundancia.
Otro elemento importante radica en
que todas las nuevas infraestructuras
relacionadas con el agua, incluso
aquellas que sirven a las comunidades
palestinas, están controladas desde los
asentamientos de colonos judíos, con-
virtiéndose en un nuevo instrumento
de dominación muy importante.
El difícil futuro
Para afrontar las necesidades futuras
tanto palestinas como israelíes, los in-
vestigadores del Israel/Palestine Cen-
ter for Research and Information pro-
ponen un consumo doméstico, urbano
e industrial mínimo necesario de agua

de 100 metros cúbicos por
persona y año. Esta canti-
dad es equivalente al con-
sumo doméstico, urbano e
industrial actual en Israel y
parece ser suficiente. Ade-
más añaden 25 mc para
huerta y animales de granja,
con lo que se llega a un to-
tal de 125 mc. Con el reci-
claje de las aguas residuales
se podrían sumar 65 mc por
persona que se destinarían
al regadío. Es necesario re-
cordar que el consumo do-
méstico, urbano e industrial
en Cisjordania, Gaza y Jor-
dania está por debajo de los
50 mc y que mientras no se
iguale con el de Israel, se
mantendrá el sentimiento de
agravio comparativo.
Las previsiones para el
Tomás Ferrer
año 2020 realizadas por al-
gunos investigadores, ba-
sándose en el consumo del
agua según los usos antes
mencionados, nos presentan un futuro
de déficit en las necesidades mínimas
de agua para Jordania y Palestina, y un
muy ligero superávit para Israel. Se de-
be recordar que estas previsiones se ha-
cen sobre la base de utilizar sólo agua
reciclada para regadío y para huertas
familiares, más de uso recreativo que
productivo. Así, según estas previsio-
nes, el futuro nos aproxima a un con-
flicto incluso por la propia supervi-
vencia de la población más allá de las
necesidades agrícolas.
No obstante, se debe tener en
cuenta que la tensión militar en la
cuenca del Jordán relacionada con el
agua no ha sido nunca por la distribu-
ción de los recursos hídricos para el
bienestar de la población, sino por las
implicaciones políticas del agua en el
proceso de colonización israelí de las
tierras palestinas.
La colonización continúa y ade-
más se le añaden la progresión de-
mográfica y las crecientes necesida-
des, las cuales pueden llevar a una
situación de presión tan grande so-
Especial Dossier
bre los recursos hídricos que provo-
que nuevas tensiones. Sólo el aban-
dono de la colonización israelí y la
retirada de los territorios ocupados
permitirán avanzar en la solución de
las necesidades de agua de la pobla-
ción. Y no será suficiente, pues, en
un primer momento, también resul-
tarán imprescindibles para aliviar la
presión la reconsideración del uso
israelí del agua para regadío y la re-
distribución de mayores cuotas de
suministro para palestinos y jorda-
nos. A medio plazo, será necesaria la
cooperación para gestionar la cuen-
ca. Pero para que sea posible coope-
rar a este nivel, se han de cumplir
unas condiciones básicas que, en la
“
La única solución posible para responder
e integrado
“
a las necesidades de la población es
crear un modelo de negociación global
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 39
Las claves del agua
actualidad, representan cla-
ros obstáculos:
1. Normalización de las
relaciones entre los diferen-
tes países (firma de tratados
de paz de Israel con Siria y
Líbano, y autodeterminación
palestina).
2. Desarrollo económico
a medio plazo de Palestina y
Jordania fuera del sector
agrícola.
3. Negociación y coope-
ración multilateral.
Se puede ver, pues, que
las negociaciones de carác-
ter bilateral no solucionarán
el problema, sólo lo aplaza-
rán. También es fácil prever
que pueden tener un efecto
negativo a medio plazo, ya
que las negociaciones de los
años pasados han sido des-
iguales, con una parte muy
poderosa y otras (palestina
y jordana) muy débiles, y
han establecido unas cuotas
de agua injustas. Estos acuerdos se
tendrán que renegociar para poder
afrontar las necesidades mínimas de
la población palestina y jordana. Sin
embargo, los compromisos firmados
habrán establecido una situación de
iure que resultará aún más difícil de
cambiar que la anterior. El problema
se agravará a medida que el volumen
de agua se acerque al límite de las
necesidades mínimas de superviven-
cia. Así, no negociar es malo, pero
hacerlo mal también, puesto que pue-
de representar un factor de agrava-
miento de un conflicto futuro. La
única solución posible para dar res-
puesta a las necesidades de la pobla-
ción pasa por acercarse a un modelo
de negociación global, integrador
que tenga en cuenta las necesidades
de todas las partes.❑
*Ferran Izquierdo Brichs es profesor de
Relaciones Internacionales en la Universitat
Autònoma de Barcelona y autor de libro Guerra
y agua. Conflicto político y carestía de agua en
Palestina publicado por la Fundación
Araguaney en 2005.
Las claves del agua

Especial Dossier
Modelos de participación ciudadana:
algunas experiencias
Enrique Ortega de Miguel*

Todas estas experiencias tienen un

nexo común: la democratización de
los servicios del agua y la
participación ciudadana en su
gestión. A través de diversos modelos
se ha conseguido mejorar
notablemente la eficacia, la calidad
del servicio, la receptividad de los
ciudadanos y los logros sociales de las
empresas públicas del agua.

E
n la última década se están
Archivo Pueblos

desarrollando nuevos enfo-

ques innovadores que están
mejorando los servicios públicos del
agua, especialmente en los países “en
desarrollo”, enfoques que están pa-
sando desapercibidos en un contexto
internacional obsesionado por las po-
líticas privatizadoras.
El caso brasileño
La ciudad de Porto Alegre constituye
el ejemplo mas conocido, pero su mo-
delo participativo se ha extendido a
otras ciudades como Recife, Caxias do
Sul, Piracicaba, Santo André, etc. El
modelo combina el presupuesto parti-
cipativo con una fuerte participación
de la sociedad civil en la gestión de la
empresa de agua. Supone la transpa-
rencia en el funcionamiento de la em-
presa, el control democrático de las de-
cisiones económicas y estratégicas, y
la participación ciudadana en la fija-
ción de prioridades durante la fase de
planificación, a través de reuniones pú-
blicas. La participación ciudadana es-
tá jugando un papel fundamental a la
hora de garantizar el acceso al agua po-
table a la totalidad de las poblaciones,
incluida la de los barrios más pobres,
y reducir los costes de construcción de
las nuevas obras. Los subsidios cruza-
dos y las tarifas escalonadas sirven pa-
ra que los mayores consumidores pa-
guen más y el superávit generado se
destine a nuevas infraestructuras de
abastecimiento y saneamiento.
Difícilmente se habrían alcanzado
estos logros sin el compromiso políti-
co del PT (Partido de los Trabajado-
res) que dirigía los gobiernos munici-
pales durante la implantación de estos
sistemas participativos. Otro factor ha
sido el papel jugado por ASSEMAE
(Asociación Nacional de Servicios
Municipales de Agua y Saneamiento)
como difusor de dichos sistemas. En
la actualidad existe una propuesta de
ley del gobierno federal que promue-
ve la creación de mecanismos de con-
trol social en las empresas públicas de
agua, supeditando la obtención de
fondos públicos a la realización de es-
tas reformas democráticas.
La participación comunitaria
en Venezuela
Desde 1999 se está desarrollando en
Venezuela un modelo de participación

40 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


de los usuarios en la gestión del agua.
El elemento clave son los Consejos
Comunitarios de Aguas, formados por
las comunidades locales, las empresas
de agua y los funcionarios, cuyo ob-
jetivo es detectar las necesidades y
prioridades a la hora de efectuar me-
joras, asignar los fondos disponibles
y desarrollar planes de trabajo con-
junto. Los ciudadanos se involucran
de forma activa en la toma de deci-
siones, ejerciendo un control demo-
crático sobre la empresa, entre otras
cosas, responsabilizándola de los pla-
nes de trabajo y colaborando a través
de cooperativas de trabajadores. Una
de las primeras tareas de los Consejos
consistía en trazar un mapa con las re-
des existentes en los asentamientos in-
formales y determinar el trazado de
los nuevos sistemas.
Después de seis años de experien-
cia, casi todos los operadores públicos
de agua del país han adoptado este
modelo de planificación y gestión par-
ticipativa, con el que se han consegui-
do importantes mejoras en la cobertu-
ra nacional de agua potable, que en el
periodo 1999-2004 pasó del 81 por
ciento al 90 por ciento y en sanea-
miento, del 63 al 73 por ciento.
Democratización del
suministro en Tamil Nadú
(India)
En 2003, el Estado indio de Tamil Na-
dú (70 millones de habitantes) inició
un ambicioso programa de transfor-
mación institucional de los servicios
públicos de agua. El objetivo era
transformar la empresa pública
TWAD en una organización más cen-
trada en las personas, más receptiva
ante la comunidad, más transparente
y con un mejor sistema de rendición
de cuentas. Un paso clave para de-
mocratizar la empresa fue la adopción
de un programa para eliminar sus ten-
dencias burocráticas y determinar su
nuevo papel ante los ciudadanos. Es-
to propició un impulso en lo que se re-
fiere a los valores del servicio públi-
co. Otro elemento fue la creación co-
mo instrumento de participación de
Especial Dossier
un koodam (concepto tradicional en la
sociedad india), en que todos los ac-
tores, incluidos los gerentes de las
empresas de agua, interactúan como
iguales, sin distinción de rangos o pri-
vilegios, con el objetivo común de
aprender del otro y con el otro. Tam-
bién fue importante la puesta en mar-
cha de cursos de formación sobre la
gestión del agua en pueblos y comu-
nidades.
En la actualidad se está desarro-
llando un programa denominado Ges-
tión Comunitaria del Agua en 172
pueblos de 29 distritos, en el que las
comunidades elaboraron, con ayuda
de ingenieros, planes maestros sobre
el suministro de agua local. Se ha in-
vitado a UNICEF y a MIT-Cambrid-
ge a evaluar el impacto del proceso de
cambio de gestión y los primeros re-
sultados son muy prometedores, con
mejoras en la eficiencia de hasta el 50
por ciento.
“
El primer aspecto a considerar es la
“
necesidad de democratizar la gestión
pública del agua a través de la
participación ciudadana
Asociación pública y colectiva
en Cochabamba (Bolivia)
En Cochabamba, en 2000, se escindió
la concesión del servicio del agua a la
empresa estadounidense Bechtel, en
respuesta a las protestas ciudadanas
por los desorbitados aumentos de los
precios y la mala gestión. La empre-
sa pública SEMAPA fue objeto de
profundas reformas para asegurar su
control por los ciudadanos y realizar
una gestión compartida. En abril de
2002, los ciudadanos eligieron direc-
tamente tres de los siete miembros de
la Junta Directiva de SEMAPA. Ade-
más, mediante una asociación públi-
ca y colectiva, SEMAPA está traba-
jando con los Comités de Agua, exis-
tentes antes de la privatización, en las
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 41
Las claves del agua
zonas periféricas para ampliar el ac-
ceso al agua potable. La asociación
utiliza la capacidad de estos comités
para administrar servicios en sus co-
munidades locales, mientras que SE-
MAPA se encarga de suministrar el
agua en alta.
La gestión en Córdoba
(España)
Desde 1979, en que el PCE gana las
primeras elecciones democráticas en
Córdoba, se establece un modelo par-
ticipativo en todas las empresas pú-
blicas municipales y en particular en
la Empresa Municipal de Aguas de
Córdoba (EMACSA), que ha sido cla-
ve para garantizar una gestión efi-
ciente desde el punto de vista econó-
mico, ecológico y social. La partici-
pación se realiza directamente en el
Consejo de Administración, órgano
ejecutivo encargado de adoptar las de-
cisiones importantes sobre la gestión
de la empresa, siendo su composición
actual: dos consejeros por cada uno de
los tres grupos políticos que tienen re-
presentación en el Ayuntamiento (IU,
PSOE, PP); dos consejeros en repre-
sentación de los sindicatos (CCOO y
UGT) y un consejero en representa-
ción de los movimientos sociales (Fe-
deración Regional de Asociaciones de
Vecinos). La práctica ha demostrado
que el Consejo se ha convertido en un
foro de discusión y de búsqueda de
soluciones en las que se han tenido en
cuenta los intereses de los ciudadanos
y sus decisiones han activado un pro-
ceso de modernización que ha permi-
tido a la empresa adecuarse a las nue-
vas demandas sociales y medioam-
bientales, convirtiéndose en una de las
de mayor prestigio en el sector del
agua en España y la mejor valorada
por sus ciudadanos.
La buena gestión se ha notado es-
pecialmente en la garantía de sumi-
nistro de agua potable al cien por cien
de la población de Córdoba, incluso
en épocas de sequía; en la calidad del
servicio prestado; en su preocupación
por la mejora del medio ambiente hí-
drico, tanto en las fuentes de capta-
Las claves del agua
Especial Dossier
ción del agua de abastecimiento como
en el cauce receptor de sus vertidos (el
río Guadalquivir); en las tarifas razo-
nables adoptadas; en el mantenimien-
to de una plantilla de trabajadores
adecuada y cualificada con salarios
dignos; en el respeto escrupuloso de
los derechos de los usuarios; y en el
compromiso de un suministro míni-
mo a aquello ciudadanos que no pue-
dan pagar el agua, al considerar este
bien como un derecho humano.
Modelo social y participativo
Las experiencias innovadoras que se
están desarrollando en el ámbito de
las empresas públicas del agua per-
miten establecer algunas pautas para
definir un nuevo modelo de gestión
pública del agua.
• El primer aspecto a tener en cuen-
ta es la necesidad de democratizar
la gestión pública del agua a tra-
vés de la participación ciudadana.
El objetivo debe ser superar las
tendencias burocráticas, corpora-
tivas y clientelares que suelen en-
contrarse en la raíz del fracaso de
la gestión pública, a través del
control efectivo por parte de los
ciudadanos de la planificación, de-
terminación de prioridades, toma
de decisiones y calidad del propio
servicio público. Las formas de
participación pueden ser muy di-
versas. Pueden darse a través de
los órganos de dirección de las
empresas, creando estructuras ex-
ternas con capacidad de fiscaliza-
ción, mediante la formación de
consejos de participación mixta, a
través de sistemas de gestión com-
partida, mediante modelos coo-
perativos, o a través de otros sis-
temas que creen los propios ciu-
dadanos. Se trata de conseguir que
las empresas de agua sean verda-
deramente públicas, no sólo res-
pecto a la titularidad, sino por el
conocimiento y control que ejer-
cen sobre ellas los ciudadanos.
• Un segundo aspecto se refiere a
introducir en los fines de la em-
presa los valores propios del ser-
42 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
“
En la última década se están
del agua
“
desarrollando enfoques innovadores que
están mejorando los servicios públicos
vicio público y poner como centro
de la actividad al ciudadano. Prin-
cipios como la igualdad de acce-
so, la universalidad, la continui-
dad, la calidad del servicio, el in-
terés general, la transparencia, la
eficiencia económica, social y am-
biental, la participación y el con-
trol público deben informar el
conjunto de las actividades de la
empresa.
• Conviene concretar el concepto
de “eficiencia económica, social
y ambiental” en el ámbito de la
gestión pública. Se refiere a que
dentro de una distribución rigu-
rosa de los recursos disponibles,
se priorice la calidad del servicio,
la equidad y la protección me-
dioambiental. Dentro de los ob-
jetivos sociales, se pueden desta-
car: la garantía del suministro de
agua, como un derecho humano,
independientemente de la capaci-
dad económica del ciudadano; la
extensión del servicio a todos los
núcleos poblacionales, incluidos
los rurales y los asentamientos
irregulares; el establecimiento de
tarifas escalonadas y asequibles
al conjunto de la población; el
respeto y defensa de los derechos
de los usuarios; y el manteni-
miento de plantillas de trabajado-
res suficientes, cualificadas y con
salarios dignos.
• La preservación del medio am-
biente ha de ser una preocupación
fundamental en el desarrollo de
la gestión de las empresas públi-
cas del agua, tanto mediante la
construcción de las infraestructu-
ras necesarias de saneamiento y
depuración de las aguas residua-
les (extendiendo el servicio a to-
da la población) y el estableci-
miento de controles rigurosos de
los vertidos tóxicos a cauces y
red de colectores, como adoptan-
do políticas para reducir el con-
sumo y recuperar zonas de capta-
ción, cauces y riveras.
• La cooperación entre operadores
públicos del agua posibilita la
transferencia de conocimientos
de empresas públicas que fun-
cionen bien a otras con peor ren-
dimiento. Esta cooperación, de-
nominada Asociaciones entre Or-
ganismos Públicos (AOP) está
siendo un instrumento muy va-
lioso, según demuestra la expe-
riencia desarrollada en algunos
países (Sudáfrica, Brasil, Indo-
nesia, Honduras...) para mejorar
los servicios públicos de agua
con problemas y escasos recur-
sos. El freno para el crecimiento
de estas prácticas viene de la es-
casa financiación que aportan los
organismos financieros interna-
cionales y los países donantes,
obcecados en financiar exclusi-
vamente las privatizaciones. Un
paso importante se dio cuando la
Comisión de las Naciones Uni-
das sobre el Desarrollo Sosteni-
ble, en su cumbre de 2005, in-
cluyó las AOP en la lista de me-
didas que deberían ponerse en
práctica para cumplir los Objeti-
vos del Milenio.
Dentro de la gestión pública del
agua existen numerosos ejemplos de
buenas prácticas y ello en un contex-
to donde la mayor parte de la finan-
ciación externa se dirige al sector pri-
vado. La pregunta no es si las em-
presas públicas del agua pueden fun-
cionar, sino cómo deben hacerlo. Los
elementos básicos de un modelo pú-
blico pueden deducirse de las ricas
experiencias existentes, donde el
concepto participación ciudadana se
transforma en la clave del éxito.❑
*Enrique Ortega de Miguel es ingeniero químico
y pertenece al Observatorio de los Servicios
Públicos (OdSPUCM).enrique.ortega@cedex.es

Sistema de Naciones Unidas
OMS: http://www.who.int/water_sanita-
tion_health/es/ Página de la Organiza-
ción Mundial de la Salud en la puede
se encontrar una apartado exclusivo de-
dicado al tema del agua, el saneamien-
to y la salud.
PNUD: http://www.undp.org/spanish/ La
web de Programa de las Naciones Uni-
das para el Desarrollo (PNUD) aloja
distintos documentos sobre gestión del
agua, acceso a la misma, iniciativas,
conflictos...
UNESCO: http://www.unesco.org La pá-
gina de United Nations Educational,
Scientific, and Cultural Organization
(UNESCO) cuenta en el apartado de
Ciencias Naturales con bloques te-
máticos dedicados al agua dulce, los
océanos o el desarrollo sostenible.
Organismos de financiación
internacional
Banco Mundial: http://www.bancomun-
dial.org Esta web ofrece un sección so-
bre agua y saneamientos. Se pueden con-
sultar contenidos agrupados por países,
noticias, publicaciones, proyectos...
Banco Interamericano de Desarrollo:
http://www.iadb.org/exr/espanol/in-
dex_espanol.htm
Unión Europea: http://europa.eu.int/in-
dex_es.htm La página de la UE dispo-
ne de un apartado específico en el que
se tratan temas de agua.
Organismos de coordinación
internacional
Global Water Partnership:http://www.
gwp.sida.se/ Esta institución es un
centro de diálogo e iniciativas en las
que participan el Banco Mundial, la
UE, expertos de distintas universi-
dades, empresas y algunas ONG.
World Water Council: http://www.world-
watercouncil.org/ Entre las actividades
de este organismo, y junto al Global Wa-
Especial Dossier
Recursos
Página elaborada sobre una selección de Gonzalo Marín.
ter Partnership, se encuentra la organiza-
ción de los Foros Mundiales del Agua.
EuropeanWater Association:http://www.
ewpca.de/ Asociación que trabaja en el
estudio de la situación del agua en Eu-
ropa y que cuenta con expertos en el te-
ma de organizaciones de todo el conti-
nente. Informa de sus trabajos a la UE.
Global International Waters Assessment
(GIWA): http://www.giwa.net/ Orga-
nización que investiga la causas que
provocan problemas medioambienta-
les relacionados con el agua en diver-
sas áreas geográficas del mundo.
Organizaciones y colectivos
Ingeniería sin Fronteras: http://www.in-
genieriasinfronteras.org/
Médicos del Mundo: http://www.médi-
cosdelmundo.org
Ecologistas en Acción: www.ecologista-
senacción.org
Greepeace: www.greenpeace.org
Corporate Europe Observatory:
www.corporateeurope.org Observato-
rio europeo que realiza estudios sobre
el poder de las grandes corporaciones
empresariales. Desde ella se puede ac-
ceder a www.waterjustice.org organi-
zación que a su vez trabaja en alterna-
tivas a la privatización del agua.
Observatorio de Servicios Públicos:
www.ucm.es/info/femp/odsp Observa-
torio de servicios públicos y privatiza-
ciones que pertenece a la Universidad
Complutense de Madrid.
Fundación Nueva Cultura del Agua:
www.unizar.es/fnca/ Entidad sin áni-
mo de lucro que aboga por una gestión
del agua sostenible.
Global Water:http://www.globalwater.org/
Organización que trabaja a favor de
que la población más pobre tenga ac-
ceso a fuentes seguras de agua.
Hispagua: http://hispagua.cedex.es / Pági-
na del Sistema Español del Informa-
ción del Agua, perteneciente al Cedex,
empresa pública asociada al Ministerio
de Fomento. La información que ofre-
ce es de carácter técnico.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 43
Las claves del agua
International River Network:
http://www.irn.org/ Organización que
se dedica a la defensa de los ríos y los
derechos de las personas que dependen
de ellos.
The World’s Water: http://www.world-
water.org/ Organización que pertenece
al Pacific Institute y ofrece documen-
tos e información sobre el agua como
recurso natural escaso.
Water Observatory: http://www.wate-
robservatory.org/ Organización depen-
diente del Institute for Agriculture and
Trade Policy, que trabaja temas de
energía y agricultura limpias.
World Water Institute: http://www.world-
watch.org Instituto que realiza y publi-
ca estudios de diverso carácter sobre el
desarrollo sostenible.
Empresas
Aguas de Barcelona: http://www.agbar.es
Primer operador privado de gestión del
agua urbana en España. Además actúa
en países como Argentina, Chile, Bra-
sil, Colombia...
Canal de Isabel II: http://www.cyii.es/
Empresa pública de agua que depen-
de de la Comunidad de Madrid. A tra-
vés de su grupo empresarial Triple A
también presta servicios en América
Latina.
Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia:
http://www.consorciodeaguas.com
Entidad pública que gestiona el abas-
tecimiento y saneamiento del agua en
Bizkaia (Euskadi).
Groupe Suez Lyonnaise des Eaux:
http://www.suez.fr/metiers/english/in-
dex.htm Empresa de origen belga que
trabaja en distintos ámbitos, desde
energía eléctrica hasta el gas, pasando
por agua. Opera en lugares como Tai-
landia o México.
Veolia Water: www.veoliawater.com/
Multinacional de origen francés
que trabaja en agua (además de
energía térmica, transportes...); es-
tá presente en 65 países de los cin-
co continentes.
Miradas
Una oportunidad
para la democracia
Uno de los más valiosos
legados de la II República
Española es sin duda el
pensamiento republicano y
sus valores, porque si ayer
fueron ejemplares, hoy
todavía permanecen
vigentes: la libertad, la
igualdad, la laicidad, la
virtud cívica, el
federalismo, el respeto de
los derechos humanos.
En una palabra, el
compromiso con una
democracia avanzada.
P
ero además de los
valores políticos, re-
cordemos también
los ideales humanistas que
la animaban: la honestidad,
la fraternidad y, en general,
el compromiso con la suer-
te de los trabajadores y el
bien común.
Todos aquí podemos
compartir una misma afirmación: que
la España laica, republicana y federal,
la de las fraternidades obreras, los cír-
culos esperantistas y los ateneos po-
pulares murió en 1939 a manos del
fascismo, pero que los valores repu-
blicanos, por su carácter universal,
perviven en el día de hoy y renacen
con vigorosas raíces.
Por eso, la conmemoración de la
II República no es un acto nostálgico
de recuerdo del pasado, sino que nos
invita a una reflexión renovadora so-
bre los problemas que todavía perma-
necen sin resolver en la España de
nuestros días.
44 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
II República
Proclamada el 14 de abril de 1931,
la II República trajo varias innovacio-
nes de gran calado que pretendían su-
perar, en sentido modernizador, los
principales factores de atraso social y
político que había venido padeciendo
el país desde los inicios del siglo XIX:
• en lo político, el establecimiento de
una auténtica democracia repre-
sentativa;
• en lo social, la reforma agraria y
una legislación laboral acorde con
los tiempos;
• en lo religioso, la instauración de
un Estado laico, mediante la sepa-
ración del Estado y de la Iglesia;
Joan Josep Nuet*
• y en lo militar, la subordi-
nación de las fuerzas ar-
madas al poder civil.
La II República fue el
primer régimen realmente
democrático en nuestra His-
toria, con medidas tan deci-
sivas como la implantación
del sufragio verdaderamen-
te universal con reconoci-
miento del derecho al voto
de las mujeres. La Constitu-
ción de 1931 fue también la
primera que abordó el reco-
nocimiento de los derechos
sociales y económicos, y las
bases de lo que hoy conoce-
mos como Estado de Bien-
estar. Asimismo, trató de re-
solver al problema de la ar-
ticulación territorial de Es-
paña mediante el sistema de
estatutos de autonomía ela-
borados por iniciativa de los
territorios que aspiraban a su
autogobierno y se adelantó
en proclamar la renuncia a la
guerra como instrumento de
política internacional.
La Carta Magna instauró un Esta-
do moderno, laico y democrático. In-
trodujo el principio de laicidad del Es-
tado y medidas como el divorcio, el
matrimonio civil y la enseñanza laica.
La Constitución republicana de
1931 definía a España como “una re-
pública democrática de trabajadores de
toda clase, que se organiza en régimen
de Libertad y de Justicia”.
Una república laica
El gobierno republicano era heredero
del pensamiento progresista del siglo
XIX, que vinculaba el laicismo al pro-

greso de la nación. Para modernizar la
sociedad española se hacía necesario a
su entender una regulación que garan-
tizara el control de la enseñanza públi-
ca, separándola de toda influencia de
las órdenes religiosas.
Dicho proyecto encontró una de-
cidida oposición desde una Iglesia
aferrada al principio de confesionali-
dad del Estado. La Constitución re-
publicana afirmaba, en su artículo 3º,
que “el Estado español no tiene reli-
gión oficial”.
La república de los maestros
Ninguna de las medidas del gobierno
republicano causó tanta polémica co-
mo la decisión de instaurar una es-
cuela laica, y más concretamente, la
no obligatoriedad de la asignatura de
religión primero y la supresión des-
pués de dicha asignatura en las escue-
las públicas.
El ideario republicano, que recogía
las principales corrientes de innovación
pedagógica, se resumía en una escuela
laica, unificada y coeducativa de alum-
nos y alumnas. No en vano, se conoce
a la II República como “la república de
los maestros”, tan felizmente ilustrada
en la película La lengua de las maripo-
sas. En un momento en que se discute
el modelo educativo, cuando vuelve a
haber polémica a propósito de la ense-
ñanza de la religión, quizá sea el mo-
mento de reivindicar la memoria de
aquellos maestros de escuela que el
franquismo condenó a la represión y al
olvido. “Laica, obligatoria y gratuita”.
Así defendía la enseñanza la Constitu-
ción de 1931, que atribuía al Estado el
servicio público de la cultura.
República y federalismo
El federalismo entró en el imaginario
colectivo con Francisco Pi y Margall,
con la I República Española de 1873 y
su intento de conciliar en un mismo mo-
delo de Estado los conceptos de demo-
cracia, federalismo y descentralización.
La II República aprobó los estatu-
tos de autonomía de Cataluña y Eus-
kadi. El golpe de Estado de 1936 y la
guerra impidieron debatir el de Galicia
y otras iniciativas autonómicas inicia-
Antonio Machado,
un republicano más
Antonio Machado fue uno de los re-
publicanos que el 14 de abril de 1931 iza-
ron la bandera republicana en el Ayunta-
miento de Segovia. Escribe en un artícu-
lo publicado en el año 1937:
“Fue un día profundamente alegre -
muchos que ya éramos viejos no recor-
dábamos otro más alegre-, un día mara-
villoso en que la naturaleza y la historia
parecían fundirse para vibrar juntas en el
alma de los poetas y en los labios de los
niños. La República había venido por sus
cabales, de un modo perfecto, como re-
sultado de unas elecciones... Desde
aquel día -no sé si vivido o soñado- has-
ta el día de hoy, en que vivimos dema-
siado despiertos y nada soñadores, han
transcurrido seis años repletos de reali-
dades... yo los resumiría con unas pocas
palabras. Unos cuantos hombres honra-
dos tuvieron la insólita y genial ocurren-
cia de legislar atenidos a normas estric-
tamente morales, de gobernar en el sen-
tido esencial de la historia, que es el del
porvenir...”
das en Valencia, Aragón, Castilla, Ba-
leares y Andalucía.
Todo lo anterior apunta a que si la
II República hubiese sobrevivido, muy
probablemente el sistema de regiones
autónomas se hubiese generalizado.
Los valores y las propuestas ini-
ciadas durante la II República tienen
que ver con las preocupaciones cultu-
rales y políticas de los españoles de
hoy. No se puede hablar de continui-
dad, pero aquella experiencia es para
la democracia actual un antecedente de
corta duración que sucumbió ante la
“
“
La II República marcó un paso decisivo
en la consideración de los españoles
como ciudadanos de una democracia
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 45
Miradas
fuerza de intereses y de organizaciones
antidemocráticas.
Defender la memoria -viva en tan-
tas generaciones- de los valores repu-
blicanos nos lleva también a rechazar
con firmeza las diversas maniobras que
pretenden denigrar la realidad de lo
que fue la II República Española. Por-
que la II República marcó un paso de-
cisivo en la consideración de los espa-
ñoles como ciudadanos de una demo-
cracia, y además, al asociar cambio po-
lítico y reformas sociales distributivas,
se situó en el espacio de la modernidad
desde el cual emerge la noción de ciu-
dadanía social.
De este modo, el republicanismo
cívico, con gran tradición política, en-
laza con lo más innovador de nuestra
sociedad, situando al ciudadano como
centro de la acción política.
Este año se conmemora el 75º ani-
versario de la proclamación de la II Re-
pública. Nuestra obligación moral es
recordar la memoria histórica y reivin-
dicar que aquellos valores siguen sien-
do plenamente vigentes hoy también.
Han pasado 75 años, pero en el cora-
zón de la ciudadanía todas las prima-
veras siguen siendo aquella primavera
del año 1931.
Hoy, el pensamiento republicano
sale del ostracismo al que fue someti-
do durante mucho tiempo en España.
Son muchas las gentes que se sienten
republicanos y, significativamente,
muchos jóvenes. La cultura republica-
na enlaza con lo más innovador de
nuestra sociedad actual.
Y es que el pensamiento republi-
cano, sus anhelos y valores no se ago-
taron ni con el franquismo ni con la
transición. La construcción de una
propuesta política republicana debe ir
más allá del cambio en la Jefatura del
Estado. Ha de ser una propuesta que
desarrolle un marco común de valores,
de derechos y de libertades con los que
los republicanos nos sintamos identi-
ficados, un proyecto constitucional ha-
cia la III República.❑
*Joan Josep Nuet es coordinador ejecutivo de
organización de Izquierda Unida y responsable
de Acción Política de Esquerra Unida
i Alternativa (EUiA).
Miradas
II República

Mujeres
republicanas:
la fuerza de la
libertad
Llum Quiñonero*

En 1937 escribió la anarquista

Suceso Portales: “Dos cosas
empiezan a desplomarse en el mundo
por inicuas: el privilegio de la clase
que fundó la civilización del
parasitismo, de donde nació el
monstruo de la guerra, y el privilegio
del sexo macho que convirtió a la mi-
tad del género humano en seres
autónomos y a la otra mitad en seres renta años de dictadura, bien asida de la supuso la derrota para las generaciones
esclavos, creando un tipo de iglesia católica como arma espiritual y de mujeres que lo perdieron todo.
civilización unisexual: la civilización del fascismo como teoría política. ¿Qué Visto desde el presente, sabemos
masculina que es la civilización de la mujer podía sustraerse a tanto control? que el marco legal no cambia la socie-
fuerza y que ha producido el fracaso Entre las palabras de Pilar Primo de dad en una generación, pero también
moral a través de los siglos”. Rivera, pronunciadas en 1942, y las de que es esencial para que la metamor-
la costurera anarquista Suceso Portales, fosis comience a producirse. Y la Re-

P
ara Pilar Primo de Rivera, que
durante 43 años dirigió la Sec-
ción Femenina, creada en 1934,
“las mujeres nunca descubren nada. Les
falta, desde luego, el talento creador re-
servado por Dios para inteligencias va-
roniles; nosotras no podemos hacer na-
da más que interpretar mejor o peor lo
que los hombres han hecho”. Ella y su
organización encarnaron la misoginia
más conservadora que impregnaba la
sociedad española desde siglos. Sus
principios se impusieron de la mano del
golpe militar que, encabezado por Fran-
co, logró imponer sus usos durante cua-
publicadas en la revista número 10 de
Mujeres Libres en 1938, sólo habían pa-
sado cuatro intensos años.
Con el triunfo de los golpistas, la so-
ciedad española se quedó sin más me-
moria que la impuesta. Y los debates so-
bre derechos y los derechos mismos
fueron eliminados a cañonazos, en de-
masiadas ocasiones llevándose también
por delante a quienes los defendían.
Desconocemos adónde nos hubie-
ra conducido las transformaciones re-
publicanas de no haber triunfado Fran-
co, pero lo que sí sabemos es la larga
lista de amarguras y frustraciones que
pública, con todas sus contradicciones,
fue el escenario político donde se em-
prendió la modernización de una Es-
paña dominada por el más rancio e in-
quisitorial catolicismo, que considera-
ba a las mujeres seres inferiores. Por
esas nuevas expectativas que brinda-
ba la ley se comprometieron millones
de mujeres.
El derecho al voto
Dirigimos la mirada hacia aquella ex-
periencia política y existencial que tra-
tó de modernizar la España del siglo
XX y de los rescoldos de tanta hogue-

46 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


ra, aún destaca la
luminosa fuerza de
la libertad que
imaginaron. Pero
para reconocerla,
hemos de transitar
también por los ca-
minos destruidos
por el franquismo
y aún por los sen-
deros repletos de
Clara Campoamor.
minas que comen-
zaron a abrirse a
partir de una transición política que se
negoció a cambio de un olvido impo-
sible. Somos todavía parte de aquella
tempestad que empezó cuando la iz-
quierda y las mujeres comenzaron a re-
clamar un nuevo orden social y éste
pareció hacerse realidad. Setenta y cin-
co años después de aquel 14 de abril de
1931, vuelven los ecos de aquellas vo-
ces como impulsadas por la fuerza de
la propia historia, como olas que to-
maran fuerza en su inercia.
Hasta aquí llegan también las re-
flexiones de Clara Campoamor, que
con tanta soledad defendiera el dere-
cho al sufragio femenino en el parla-
mento republicano. En su libro El vo-
to femenino y yo, mi pecado mortal se
quejaba con amargura de las resisten-
cias al cambio, ella a quien la misogi-
nia dominante acusó de haber hecho
fracasar (por el voto femenino) a la iz-
quierda en las elecciones de 1934. “La
mujer -decía Clara Campoamor en
1935- no ha dado un paso más en el or-
den civil ni en el administrativo, y en
ambos se ve constantemente arrebatar
beneficios y situaciones que continúan
vinculadas al privilegio masculino,
aunque las pruebas de capacidad hayan
sido análogas para los dos sexos”.
Clara Campoamor fue una pionera
solitaria. Murió en 1972, en Lausanne,
alejada de las nuevas generaciones de
militantes feministas que comenzába-
mos a balbucear entonces su nombre,
a devolverle la dignidad de su causa.
La II República tuvo una vida cor-
ta, intensa, atroz y luminosa, todo a la
vez. Si vamos a su Parlamento, sólo
encontraremos a nueve diputadas a lo
largo de su pequeña vida. Pocas y de
Victoria Kent.
“
“
El sufragio femenino fue uno de los temas
estrella en el periodo constituyente
izquierdas, salvo una representante de
la CEDA. Y más tarde, tras el golpe de
Franco, una ministra, la anarquista Fe-
derica Montseny, la segunda mujer que
-después de Alejandra Kollontay- ocu-
para una cartera en un gobierno de un
país europeo.
El sufragio femenino fue uno de
los temas estrella en el periodo consti-
tuyente. La más encendida en la de-
fensa de los derechos de la mujer fue
Clara Campoamor, hazaña que le gran-
jeó sus momentos de mayor populari-
dad y el principio del fin de su carrera
política, a la que no renunció a pesar
de su exilio.
Posiciones encontradas
Margarita Nelken, también feminista,
sostenía en aquel momento que “se
debería negar el sufragio femenino
para evitar que se repitiera lo que ha-
bía sucedido cuando se hubo conce-
dido el sufragio masculino: que re-
giones enteras fueron entregadas al
caciquismo”. Victoria Kent propuso
en el Parlamento que se aplazara la
concesión del voto, “no por una cues-
tión de capacidad de las mujeres, sino
de oportunidad política”.
Corría el mes de septiembre de
1931. Ellas dos, desde la izquierda, en-
frentaron sus argumentos en un hemi-
ciclo cuyas gradas se vieron repletas de
mujeres que veían sus derechos y li-
bertades convertidos en tema central
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 47
Miradas
del debate institu-
cional: todo un
acontecimiento
que salió a la calle
y llegó a las prime-
ras páginas de los
diarios pero tam-
bién a los merca-
dos, a los lavade-
ros, a los dormito-
rios, a los confeso-
Margarita Nelken.
narios. “Condicio-
náis el voto a la
mujer por miedo de que no os vote a
vosotros”, clamaba Clara Campoamor
a los diputados que, desde las filas re-
publicanas, no apoyaron el sufragio fe-
menino, incluido su propio partido Ra-
dical. El líder socialista Indalecio Prie-
to, disidente de las posiciones mayori-
tarias en el PSOE, que apoyaba el su-
fragio, clamó cuando se aprobó el artí-
culo 34 por 161 votos a favor y 121 en
contra: “Esto es una puñalada trapera a
la República”.
En el diario La Voz se podía leer al
día siguiente: “La concesión del voto
acordada ayer por la Cámara determi-
nó un escándalo formidable que conti-
nuó luego en los pasillos”.
El debate estaba abierto; las liber-
tades, haciéndose lugar. También le lle-
gó el turno al divorcio y allí, de nuevo,
las posiciones se enfrentaron. Clara
Campoamor y Margarita Nelken fue-
ron aliadas hasta lograr que el divorcio
por mutuo acuerdo. Las anarquistas en
este debate, como en el del sufragio, se
mantuvieron al margen. Su posición
defendía las uniones civiles, donde el
Estado no tenía que mediar en asuntos
estrictamente privados. Las mujeres del
movimiento libertario se habían nega-
do a colaborar con los gobiernos repu-
blicanos por considerarlos burgueses;
su actividad se centró en llamar a las
mujeres a tomar parte activa en la lucha
revolucionaria y su fuerza iba en creci-
miento según aumentaba su número en
los ateneos libertarios. El 26 de abril de
1931, Emiliana Morín escribía en Soli-
daridad Obrera que no bastaba con
aplaudir a los oradores anarquistas que
elogiaban sus encantos maternales, de-
bían negarse a seguir siendo esclavas
Miradas
de la casa y exigir su puesto en la lucha,
“no ya con un abanico, sino con igua-
les armas que nuestros compañeros”.
Freno y marcha atrás a las
libertades
Una vez aprobado el derecho al sufra-
gio, todas las fuerzas políticas-inclui-
das las católicas- se esmeraron en con-
quistar el voto de las mujeres. En cier-
to modo, se vieron impelidas a organi-
zarlas. Desde la Falange a la CEDA,
socialistas, republicanos y comunistas
se tomaron en serio lo que entonces no
parecía tener marcha atrás: la mujer en-
traba de lleno en el escenario político.
Cuando en 1933 la derecha ganó el
gobierno republicano, buena parte de
las miradas de izquierda se volvieron
contra Clara Campoamor y se gastaron
litros de tinta en analizar la responsabi-
lidad femenina por su supuesto voto
conservador. En un análisis misógino y
superficial, resultó fácil culpar al su-
fragio femenino por la derrota, como si
Campoamor fuera la responsable de la
debilidad de aquella izquierda parla-
mentaria dividida frente a tantos pode-
res seculares bien consolidados. Mien-
tras, la lucha social crecía en la calle y
el marco de libertades posibilitaba que
las mujeres fueran ocupando nuevas
posiciones. Dolores Ibarruri en la re-
vista Mujeres, en mayo de 1936, ani-
maba a las mujeres a luchar: “Por la re-
novación completa de nuestras cos-
tumbres: derecho al trabajo, iguales sa-
larios, protección de las madres, inves-
tigación de la paternidad, aborto, guar-
derías infantiles, abolición de la discri-
minación sexual en las profesiones...”.
Cuando en julio de 1936, Franco se
levantó contra el Frente Popular, millo-
nes de mujeres españolas se compro-
metieron en la defensa de un gobierno
que sentían como propio; por eso se
alistaron de milicianas, por eso organi-
zaron la retaguardia, por eso crearon
centros donde formarse profesional-
mente y fueron ocupando responsabili-
dades que muy pocos se atrevían a dis-
cutirles; por miles se vistieron con pan-
talones y tomaron decisiones si pregun-
tar más que a su propia conciencia. La
nueva situación política las puso a la ca-
48 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
II República
beza de los acontecimientos sociales y
vivieron, aun en guerra, momentos de
libertad que antes no habían imaginado,
la experiencia de ser dueñas de sus ac-
tos. Eran la antítesis de lo que comenzó
a suceder allí donde iba triunfando el
golpe militar. Lo que el fascismo lla-
maba la “Nueva España” -como dice la
británica Geraldine Scalon- se parecía
terriblemente a la vieja España.
El 12 de marzo de 1938, el gobier-
no ilegítimo de Franco daba por dero-
gado el divorcio y restablecía el códi-
go civil de 1889, por el que las muje-
res perdían uno por uno los derechos
conquistados en la vida pública, fami-
liar y laboral. Volvieron las leyes a re-
cluir a las mujeres en las casas bajo la
autoridad paterna y/o marital. No sólo
se le cerraron las puertas de las fábri-
cas, también se les limitó el acceso a
puestos de abogadas del Estado, al
Cuerpo de Registradores, de la Propie-
dad, al Cuerpo de Notarios, al Cuerpo
Diplomático, al de Fiscales, al de Jue-
ces. Sólo se les permitió mantenerse en
la carrera de Magisterio, una de las
profesiones peor pagadas, y ello, por
su moral de separación de sexos que no
“
“
El marco legal no cambia la sociedad en
una generación, pero es esencial para
que la metamorfosis dé inicio
concebía aceptable la convivencia de
niños y niñas en una misma aula. En
septiembre de 1936, se suprimió la co-
educación por considerarla antimoral
y antipedagógica. Una a una fueron ca-
yendo todas las conquistas.
En enero de 1941 se impusieron
severas penas contra el aborto y para
todo tipo de propaganda sobre la con-
tracepción. La Sección Femenina de-
fendía a machamartillo una cantinela
terrorífica de modos y normas de so-
metimiento femenino de consecuen-
cias fatales para la vida en común de
hombres y mujeres. Según Pilar Primo
de Rivera, la labor de la Sección Fe-
menina tenía que ser callada, dejando
la labor de gobernar en manos de los
hombres, “los llamados a resolver las
complicaciones. Las mujeres deben a
sus jefes una actitud de obediencia y
subordinación absoluta, como es siem-
pre la actitud de la mujer en la vida, de
sumisión al hombre”.
El 1 de octubre de 1931, Clara
Campoamor había levantado su voz en
un Parlamento atestado de hombres:
“No cometáis un error histórico que no
tendréis nunca bastante tiempo para
llorar al dejar al margen de la Repú-
blica a la mujer que representa una
fuerza joven...”. Ella, republicana y
masona, abogada después de haber si-
do dependienta y modista, maestra y
telegrafista representa -como tantas
otras luchadoras- lo mejor de la Repú-
blica, la antítesis del modelo aberran-
te que imponía el fascismo.
Desde Lausanne, en Suiza, en
1957 escribía a su amiga Consuelo
Berges: “Cuando me entrego a escri-
bir sobre el pasado y veo cómo han si-
do segados de raíz tantísimos esfuer-
zos, una rabia ciega se apodera de mí
y no sé qué sería capaz de hacer”. Su
sufrimiento y su resistencia se unen al
de tantos otros millones de hombres y
mujeres que se enfrentaron al fascis-
mo. Las nuevas generaciones que vi-
vimos en libertad les debemos nuestro
más profundo agradecimiento. Por
ellas, ¡viva la República!❑
*Llum Quiñonero es periodista, escritora
y autora del libro Nosotras que perdimos la paz.
Editorial Foca, 2005.

Más escuelas, mejores maestros:
el sueño roto
El 14 de abril de 1931 significó el
comienzo de un camino de
esperanzas e ilusiones para buena
parte de la población del Estado
español. La denominada por Ortega
y Gasset “república de
intelectuales”, en lógica consecuen-
cia, se planteó entre sus prioridades
la de regenerar España desde la
educación.
E
l marco en el que se ubicaban
las políticas educativas repu-
blicanas era, ciertamente, difí-
cil. El retraso cultural y educativo del
país era escandaloso, con cifras globa-
les de analfabetismo que alcanzaban el
70 por ciento y que se superaban en-
tre las mujeres. El Estado había in-
cumplido la obligación que el mismo
se había atribuido de escolarizar a la
población infantil comprendida entre
6 y 12 años, por la falta de escuelas y
de edificios escolares apropiados, todo
Aula de una escuela pública. Madrid, 1934.
ello con una consideración social del
profesorado mínima, debido a su defi-
ciente preparación y a las escasas re-
tribuciones que recibía. Si a esto uni-
mos la tradicional marginación de las
zonas rurales y las dificultades que la
innovación pedagógica encontraba pa-
ra plasmarse en mejoras organizativas
y didácticas por la endémica falta de
recursos, podremos esbozar un acerta-
do dibujo de la escuela española en los
inicios de los años treinta.
Frente a este deficiente estado de la
enseñanza, el ministro de Instrucción
Pública, Marcelino Domingo, y el di-
rector general de Primera Enseñanza,
Rodolfo Llopis, se propusieron una re-
forma total de la enseñanza que perse-
guía un claro objetivo: poner en pie
una escuela capaz de formar ciudada-
nos republicanos, los principales de-
fensores de esa república joven que era
necesario consolidar, y convertir la
educación y la cultura en herramientas
de transformación social.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 49
Miradas
Mª del Carmen Agulló Díaz*
De manera inmediata y en el tér-
mino de los ocho meses que fueron en-
tre la proclamación de la República y
la promulgación de la Constitución (9
de diciembre de 1931) la tarea inicia-
da por el Ministerio fue titánica y, so-
bre todo, admirable por lo que conlle-
vaba de planificación y por tener en
cuenta todos los factores personales y
materiales que aparejaba.
Las bases ideológicas
de la escuela republicana
No puede calificarse, ciertamente, de
original, desde una perspectiva pe-
dagógica, la propuesta educativa re-
publicana, ya que bebe de las fuentes
de cinco propuestas: Institución Li-
bre de Enseñanza, Escuela Moderna,
Escuela Nueva, Pedagogía socialista
y propuestas nacionalistas. Coinci-
dentes en los principios fundamenta-
les aunque con matices diferencia-
dores importantes, estas iniciativas
habían configurado las escasas prác-
Miradas
ticas renovadoras existentes hasta ese
momento.
Por otro lado, el déficit endémico
de escuelas que existía en España no
permitía una adecuada escolarización
de los alumnos. Para subsanarlo, se
promulgó el Plan Nacional de Crea-
ción de Escuelas, que contemplaba la
puesta en marcha de 25.000 nuevas en
5 años, 4.000 cada año y 5.000 el pri-
mero. Las nuevas escuelas fueron cre-
ándose poco a poco, en todos los lu-
gares del Estado, en las grandes po-
blaciones y en los pequeños núcleos
rurales. Eran escuelas unitarias, mix-
tas, graduadas... se distribuían “ a vo-
leo” como quería el ministro para que,
como él mismo deseaba, “fructificara
la semilla de su labor”.
Las escuelas no reunían, en nume-
rosas ocasiones, las condiciones de in-
fraestructura y pedagógicas adecuadas.
El Plan Nacional de Construcciones
Escolares, que ayudaba con interesan-
tes préstamos a los ayuntamientos en su
labor de edificar escuelas, supuso un re-
to que empezó a plasmarse en instala-
ciones nuevas, iluminadas, espaciosas...
No puede dejar de mencionarse el mag-
nífico debate que se estableció sobre
ellas desde una perspectiva arquitectó-
nica y pedagógica. Mientras los arqui-
tectos de la etapa primorriverista y al-
50 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
II República
gunos republicanos, contagiados de su
espíritu de magnificencia, construían
edificios gigantescos, espléndidos, con
decoración exquisita, otro sector, liga-
do a las propuestas del GATEPAC y del
racionalismo, defendía unas escuelas
racionales, de líneas rectas, amplias,
ventiladas, luminosas... en las que, prio-
rizando las finalidades pedagógicas, los
costes disminuyeran porque la propia
calidad de los materiales hiciera inne-
cesaria la utilización de elementos de
adorno. El dinero ahorrado podría em-
plearse en la construcción de nuevos
edificios escolares.
Por dentro también las escuelas
presentaban una renovación. Nuevo
“
“
El Plan Nacional de Creación de Escuelas
contemplaba la puesta en marcha de
25.000 nuevos centros en cinco años
mobiliario, con sillas individuales,
mesas de colaboración, material De-
croly o Montessori para los párvulos.
Un continente luminoso para una es-
cuela nueva.
Formar mejores maestros
Una reforma de la escuela no es viable
si, de manera simultánea, no se con-
templa la formación de los maestros
que han de llevarla adelante. El magis-
terio español adolecía de una mínima
capacitación profesional. Sus estudios
(plan del 14 o Bergamín) contempla-
ban grandes bloques de contenidos de
carácter cultural, destinados a suplir la
deficiente base con la que accedían a
las Escuelas Normales los futuros pro-
fesionales. A éstos no se les exigía el
bachillerato ni una preparación mayor
que la que los 14 años requeridos para
el ingreso les había permitido adquirir.
Frente a ello, el conocido como Plan
Profesional exigiría el bachillerato y
haber cumplido 18 años para acceder
a dichos estudios.
Este novedoso plan de estudios de-
bía su nombre al hincapié que se hacía
en las materias didácticas, en las me-
todologías, como en aquel momento se
denominaban. Frente al aprendizaje
tradicional de la Historia, se planteaba
la didáctica de la Historia, frente a las
matemáticas, la didáctica de las mate-
máticas. La formación cultural venía
garantizada por la exigencia del bachi-
llerato; a partir de él, la formación era
de carácter profesional. El acceso que-
dó reducido a un numerus clausus. El
alumnado admitido, si superaba los
tres años de formación teórica y el de
prácticas (que se pagaba y computaba
a efectos de antigüedad), así como una
prueba final de conjunto, accedía de
manera directa al funcionariado, eli-
giendo plaza según el orden de pun-
tuaciones de la carrera.
La novedad más controvertida, sin
embargo, fue el establecimiento del ré-
gimen de coeducación de alumnado y
profesorado. Las dos Escuelas Norma-
les, masculina y femenina, se fusiona-
ron en una única en la que alumnos y
alumnas recibían los mismos conteni-
dos, compartiendo aulas y saberes, im-
partidos por un claustro de profesores
también mixto.
Por otra parte, el Ministerio tam-
bién innovó en el acceso al funciona-
riado (Cursillos de Selección) y en la
formación permanente del magisterio,
para lo que estableció los Centros de
Colaboración (reuniones en las que los
maestros de una zona de inspección
determinada desarrollaban un tema por
ellos elegido, bajo la dirección del ins-
pector o inspectora correspondiente) y
las Semanas Pedagógicas (reuniones
de maestros, inspectores e intelectua-
les en la que se desarrollaban temas de
carácter cultural y educativo con una
dinámica activa y participativa). En
Cataluña, l’Escola d’estiu hizo posible
que maestros como María Montessori
o Celestin Freinet acudieran a explicar
sus métodos a aquellos profesionales
que lo deseaban. Herminio Almendros,
Antonio de Tapia, Enric Soler Godes
serán algunos de aquellos maestros que
introducirán las técnicas Freinet en
nuestro país.
Maestros así formados estaban des-
tinados a ser, como muy bien los defi-
ne Manuel Rivas, “las luces de la Re-

pública”, los encargados de llevar la
luz de la razón y la ciencia a los rinco-
nes más apartados de la geografía pa-
tria. El inspector se convertía en un di-
namizador de la tarea renovadora, en
un auténtico propulsor de la innova-
ción pedagógica.
Unificada, laica, democrática,
bilingüe y solidaria
La Constitución republicana vino a
completar los parámetros que definían
a la escuela republicana. El artículo 42
establecía que sería laica, es decir, que
respetaría la conciencia de alumnos y
profesores, no consintiendo que den-
tro del recinto escolar se impartiera
ningún dogma, ni político, ni religio-
so. Libertad de conciencia que se
completaba con la de cátedra, reivin-
dicación que hizo nacer a la Institu-
ción Libre de Enseñanza cuando ca-
tolicismo y monarquía eran temas in-
cuestionables dentro de los centros
docentes. Una escuela que hacía de la
actividad, del trabajo el eje de la ac-
ción educativa y que deseaba formar
ciudadanos solidarios, gracias a una
educación obligatoria, gratuita, emi-
nentemente pública y organizada me-
diante el ciclo único o la escuela uni-
ficada en la que la desaparición de ba-
rreras entre niveles posibilitaba una
enseñanza más globalizada y demo-
crática.
La declaración de laicismo, que
comportaba la desaparición de los
símbolos y materias religiosas de los
centros docentes, constituyó uno de
los principales caballos de batalla de
la joven república. Completada con la
orden de prohibición del ejercicio de
la enseñanza por las órdenes religio-
sas y la expulsión, previa, de los je-
suitas, configuraba una escuela que
quería acabar con los privilegios de
los sectores católicos adquiridos a tra-
vés de los siglos frente a la enseñan-
za pública y estatal.
Otro principio pedagógico, el de
la enseñanza en la lengua materna,
inspiró varios decretos, como el del
bilingüismo, y el reconocimiento ex-
preso en la Constitución de la posibi-
lidad de la enseñanza en idiomas dis-
tintos al castellano en los territorios
lingüísticos correspondientes. De es-
ta manera, a la obligación del apren-
dizaje del castellano se unía la posi-
bilidad de la escuela en catalán, ga-
llego y euskera, posibilidad que pron-
to la Generalitat de Catalunya haría
realidad, facilitando el aprendizaje
del y en catalán en sus escuelas y la
correspondiente formación del ma-
gisterio en la Escuela Normal de la
Generalitat.
El sueño truncado
El enfrentamiento radical de la dere-
cha y la iglesia católica con el pro-
yecto republicano de centro izquierda
“
La Constitución del 31 reconoció la
“
posibilidad de la enseñanza en idiomas
distintos al castellano en los territorios
lingüísticos correspondientes
hizo que durante el bienio radical ce-
dista (noviembre 1933-febrero 1936)
gran parte de los postulados educati-
vos republicanos quedaran en sus-
penso. Se ralentizó la política de cre-
ación y construcción de escuelas, se
intentó separar las Escuela Normales,
Josep Obiols
se permitió la enseñanza de la religión
en las escuelas, si bien no oficialmen-
te, sí sin sancionar a aquellos que in-
cumplían la norma legal.
Con el triunfo del Frente Popular
(16 de febrero de 1936) se recupera el
espíritu y las prácticas iniciales, vol-
viendo Marcelino Domingo a ocupar
el Ministerio. La guerra civil com-
portará otra vuelta de tuerca en las po-
líticas educativas, que se radicalizan,
convirtiendo la educación en un arma
de lucha contra el fascismo. Recorde-
mos las Milicias de la Cultura, con su
tarea alfabetizadora, los Institutos
Obreros (València, Sabadell, Barce-
lona, Madrid) destinados a facilitar la
enseñanza secundaria a los obreros, la
revolucionaria experiencia del Con-
sell de la Escuela Nueva Unificada en
Catalunya, etc.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 51
Miradas
La sublevación franquista acaba-
ría de raíz con la renovación pedagó-
gica. Los profesionales más innova-
dores fueron depurados y sanciona-
dos; reconocida oficialmente la subsi-
diariedad del Estado frente a la iglesia
católica, 40 años de silencio, olvido y
calumnia se cernieron sobre las expe-
riencias republicanas.
En pleno siglo XXI, muchos de
sus postulados nos siguen pareciendo
de plena actualidad. Reivindicamos la
necesidad de una escuela pública, lai-
ca, gratuita, activa, democrática, in-
novadora, de calidad... Quisiéramos
que la formación de los nuevos maes-
tros no se viera condicionada por inte-
reses corporativistas, sino por un aná-
lisis de las necesidades actuales y, a
poder ser, futuras de la sociedad. Coin-
cidimos en la necesidad de potenciar
la función social de la escuela, crean-
do organismos de participación y
abriendo los centros a las necesidades
sociales. Y, sobre todo, quisiéramos
heredar la ilusión por transformar la
sociedad al mismo tiempo que la es-
cuela y por entusiasmar, a pesar de las
condiciones adversas, a tantos hom-
bres y mujeres en la construcción de
una república de los sueños en donde
la utopía pueda hacerse realidad.❑
*Mª del Carmen Agulló Díaz es profesora
de la Universitat de València.
Miradas
II República
Entre la Segunda y la Tercera República
Antoni Doménech*

El 14 de abril de este año se han cumplido tres cuartos de siglo del desplome
de la monarquía constitucional restauracionista borbónica y del advenimiento
de la II República, en la larga historia de España, el único régimen político
que ha consentido a sus pueblos, ya fuera efímeramente, abrigar la esperanza
de un pleno ejercicio de su soberanía.

S
eguramente esa convicción pe-
sa mucho entre quienes cele-
bran ese aniversario no con
nostalgia de pasado, sino mirando,
aunque sea con el rabillo del ojo, a una
III República. A un cambio de régimen
que permitiera lo que prometió la II: la
libre rearticulación nacional de los pue-
blos de España como compleja nación
de naciones -la recuperación de la so-
beranía popular “por de dentro”- y la
recuperación de la soberanía popular
española “por de fuera”, en la política
exterior.
Pero ¿qué significó el cambio de
régimen político en la España de 1931?
¿Y qué significaría un cambio de régi-
men político en la España del primer
cuarto del siglo XXI?
Monarquía y II República
La monarquía constitucional alfonsi-
se desde mediados del XIX, todas
esas monarquías se desplomaron tras
la I Guerra Mundial, cuyo final trajo
consigo (de la mano del movimiento
obrero de inspiración socialista) los
regímenes plenamente parlamenta-
rios, las repúblicas, el sufragio uni-
versal y la democracia. Los viejos
partidos liberales, que habían domi-
nado la escena política en las monar-
quías europeas con sufragio censita-
rio y ministerios responsables sólo an-
te el monarca, desaparecieron de la vi-
da política europea como partidos con
opciones de gobernar.
La monarquía alfonsina había con-
cedido el sufragio universal (masculi-
no) antes que otras monarquías consti-
tucionales europeas, que sólo lo hicie-
ron forzadas por las grandes oleadas de
huelgas generales obreras de finales
del XIX y principios del XX. No por-
Fundación Nin

na era un régimen “constitucional”, que fuera más generosa, sino porque

pero no “parlamentario” ya que, co-
mo en las monarquías constituciona-
les “liberales” europeas del siglo XIX,
existía un Parlamento, pero el gobier-
no no era responsable ante él, sino an-
te el monarca.
Con la excepción de la británica,
que había venido parlamentarizándo-
contaba con un valladar para poner co-
to a la expresión de la voluntad popu-
lar: un vasto tejido de redes clientela-
res caciquiles, capaz de organizar el
voto de los jornaleros y de los trabaja- Como en el caso de la República de
dores desorganizados a conveniencia Weimar alemana y de la I República
de los gobernantes y de los propieta- austriaca, la II República española -
rios locales. ”República de trabajadores”- vino de

52 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


la mano del movimiento obrero: el par-
tido socialista era el único partido or-
ganizado y con verdadera capilaridad
social, y el poderoso movimiento anar-
co-sindicalista español contribuyó de-
cididamente, con mayor o menor dis-
creción, al advenimiento de la Repú-
blica misma, al triunfo electoral de la
izquierda en las Constituyentes y del
Frente Popular en las elecciones de fe-
brero de 1936.
El régimen parlamentario supues-
tamente “burgués” y el sufragio uni-
versal vinieron de la mano del movi-
miento obrero de inspiración socialis-
ta, en el amplio sentido de esta palabra.
Irrumpieron en Europa tras la catás-
trofe bélica de 1914-18 y de la consi-
guiente crisis económica y moral de un
capitalismo colonialista hipermundia-
lizado, depredador y apenas regulado
administrativamente.
Radicalidad democrática
La radicalidad democrático-parlamen-
taria de las constituciones republicanas
de ese momento podía verse en que se
inspiraron en la Constitución mexica-
na de 1917 a la hora de regular la pro-
piedad privada. En todas se especifi-
caba no sólo que la propiedad privada
debía cumplir una “función social”, si-
no que se dejaba a la sola voluntad del
legislador la determinación de cuál
fuera esa función social. Eso abría la
posibilidad de que mayorías parla-
mentarias de izquierda pudieran llegar
a reformas muy radicales de la vida
económica, y en el límite, a regular en
direcciones netamente anticapitalistas
la propiedad privada.
La vida parlamentaria de la Repú-
blica de Weimar fue saboteada por un
poder judicial reaccionario y un com-
plicado sistema bicameral. Conocedor
de esa terrible experiencia, Jiménez de
Asúa, jurista socialista redactor de la
Constitución de la II República, arre-
bató a la casta burocrática judicial la
posibilidad de juego antiparlamentario
e instituyó a la República como una
democracia parlamentaria unicameral
(liquidando la cámara oligárquica por
excelencia: el Senado).
La II República se percató de la ne-
cesidad de rearticular libre e integral-
mente a la nación española, con una
sensibilidad especial para las naciones
históricas (Cataluña, País Vasco y Gali-
cia), y con una interesante sensibilidad
también para Portugal (una tradición de
la izquierda republicana y del movi-
miento obrero españoles caída en el ol-
vido). Paralelamente, la II República es-
pañola trató de inaugurar una política
exterior de plena independencia frente
a la potencia imperial a la que tradicio-
nalmente se había sujetado la política
exterior monárquica, Gran Bretaña y de
rehermanamiento con los pueblos his-
panoamericanos (con ofrecimiento au-
tomático de doble nacionalidad).
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 53
Miradas
Todas esas Repúblicas europeas
sucumbieron al fascismo. La austriaca
a una guerra civil fomentada por el par-
tido socialcristiano de monseñor Sei-
pel, culminada con el golpe de Estado
de Dreyfuss. La alemana, al golpe de
Estado técnico del presidente Hinden-
burg, que, abusando de la Constitu-
ción, dio la cancillería a Hitler, cuyo
partido no llegaba en aquel momento
al 32 por ciento de los votos populares
y no contaba ni de lejos con mayoría
parlamentaria. Y la española acabó del
modo conocido, siendo la única que -
aleccionada por el fracaso de las de-
más- prestó una resistencia feroz, en-
conada y admirable.
Tan distintas en otros aspectos, las
clases dominantes de Alemania, de
Austria, de Italia y de España, acos-
“
Una III República sólo resulta
“
concebible en el marco de una crisis
del modelo de “consenso
social” establecido en Europa
tumbradas todas ellas a vivir protegi-
das por monarquías constitucionales
sin responsabilidad parlamentaria y
con sufragio censitario o caciquilmen-
te corrompido, no podían sobrevivir a
la mera parlamentarización del régi-
men (Italia) y no digamos a Repúbli-
cas plena y radicalmente democráticas.
Y buscaron -y hallaron- el instrumen-
to para acabar con la rebelión demo-
crática de las masas.
Capitalismo reformado
Como la Constitución de la II Repú-
blica española estuvo en buena parte
inspirada en la de Weimar, la de la
monarquía parlamentaria española de
1978 se inspiró en la de la II Repúbli-
ca alemana de 1949. Si hubo un “con-
senso” de radicalidad democrática
que inspiró a muchas constituciones
en la primera postguerra, el “consen-
so” que siguió a la II Guerra Mundial
fue muy distinto.
Miradas
En las nuevas Constituciones había
desaparecido la libertad del legislador
para regular a su antojo la propiedad.
A trueque de esa limitación, las blin-
daban un conjunto de derechos socia-
les que ninguna mayoría parlamenta-
ria conservadora -ni ninguna conspira-
ción del poder judicial- podía tampoco
tocar: en la actual Constitución espa-
ñola, por ejemplo, el derecho de los
trabajadores a tener vacaciones paga-
das está constitucionalmente blindado
(otra cosa es que se cumpla...).
Esa nueva generación de Constitu-
ciones se adaptaba bastante bien al ti-
po de capitalismo fordista (desmun-
dializado, regulado, reformado) que se
impuso en la postguerra. Así como al
“Tratado de Detroit” (1946) en el que
II República
De la noche a la mañana, las cla- Casa Borbón, llevaban años prepa-
ses sociales habían desaparecido: “Ya rándose para intervenir tras la muer-
no hay clases sociales propiamente te del Franco en nuestro país (país en
dichas” concedía a la derecha demo- el que, según De Gaulle, no debía
cristiana un panfleto de la socialde- permitirse jamás el restablecimiento
mocracia alemana en 1955. En reali- de una República que era, cruzados
dad quería decirse que el capitalismo los Pirineos, sinónimo de revolución
europeo se remodelaba políticamen- y desorden social).
te al estilo norteamericano como ca- Se trataba de instituir en España
pitalismo afianzado socialmente so- un tipo de régimen político democrá-
bre la base de una enorme y próspera tico moderado como los restaurados
clase media, algo desconocido en Eu- en la Europa de la inmediata postgue-
ropa antes de la II Guerra Mundial.
Una consecuencia interesante del
modo en que esas Constituciones de la
II postguerra instituyeron las nuevas
Repúblicas fue la eliminación de la
oposición parlamentaria propiamente
dicha. Al quedar constitucionalmente
blindado el consenso social básico, las

“
“
La II República española -
”República de trabajadores”- vino de la
mano del movimiento obrero
Ford reconoció expresamente el papel
de los sindicatos en la negociación sa-
larial a cambio de que el sindicalismo
decisiones políticas fundamentales
quedaban fuera del Parlamento. Así
resultaba fácil que, en Austria, por po-
ner el caso más llamativo, dos partidos
que se combatieron a muerte bajo la I
República, como el Partido Socialde-
mócrata y el Socialcristiano, pudieran
gobernar juntos en una gran coalición
por décadas en la II República. En
otros países, en los que la izquierda no
acababa de entrar en el consenso o que
tenían constituciones menos ortodo-
Fundación Nin

de la AFL-CIO renunciara a poner en xas, o ambas cosas a la vez, como Ita-

cuestión las prerrogativas de poder y
control de los propietarios de las em-
presas. Por tanto, las nuevas Constitu-
ciones europeas de postguerra blinda-
ban un conjunto de derechos sociales
que equivalían a constitucionalizar la
empresa capitalista, limitar normativa-
mente el poder absoluto de la patronal
a cambio de renunciar a su parlamen-
tarización y democratización.
El consenso fordista, con el que se
reconstruyó el capitalismo en EEUU
y en Europa occidental a partir de
1946, significó cambiar la libertad re-
publicana y la democracia en la vida
económica productiva por un aumen-
to continuado del “bienestar” material
y la capacidad de consumo (publicita-
riamente manipulado): éste es el sig-
nificado filosóficamente más profun-
do de lo que en el continente europeo
se llamó “Estado social”.
lia o Francia, gobernó ininterrumpida-
mente la derecha.
La restauración borbónica
No es necesario recordar las condi-
ciones en las que se instituyó la ac-
tual monarquía parlamentaria espa-
ñola: forzada por los entonces lla-
mados “poderes fácticos”, naciona-
les e internacionales (el ejército fran-
quista, la diplomacia vaticana y, so-
bre todo, norteamericana); resigna-
damente aceptada por las cúpulas de
las fuerzas de la resistencia antifran-
quista histórica (PCE y CCOO,
PSP); y venida como agua de mayo
para las cúpulas antifranquistas de
reciente formación (PSOE post-Su-
resnnes), directamente cooptadas y
financiadas a ese fin por potencias
públicas y privadas extranjeras que,
en connivencia con el entorno de la
rra y que habían conocido en la en-
treguerra democracias republicanas
muy radicales y devastadores golpes
contrarrevolucionarios. Y por un con-
junto de circunstancias históricas, so-
ciales y geopolíticas, era infinitamen-
te más fácil y menos arriesgado en los
70 -la Revolución portuguesa de 1974
había hecho saltar todas las alarmas-
crear en España un régimen de “con-
senso social” por la vía de la restau-
ración borbónica que con una forma
de Estado republicana.
Los posibles resquicios que la mo-
narquía parlamentaria recién institui-
da pudiera haber dejado al desarrollo
de la soberanía de los pueblos de Es-
paña “por de dentro” (en la negocia-

54 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


ción de la transición, los exfranquis-
tas Suárez y Martín Villa tuvieron que
aceptar tácitamente cierta soberanía
de Cataluña al verse obligados a re-
conocer como interlocutora a la insti-
tución de la Generalitat, que sólo te-
nía legitimidad republicana) y “por
fuera” (las iniciales veleidades neu-
tralistas y no-alineadas del presiden-
te Suárez y luego su amedrentada re-
nuncia a meter a España en la OTAN
a la vista del neutralismo y el pacifis-
mo activos de la inmensa mayoría de
la población española) quedaron com-
pletamente cegados tras el 23 de fe-
brero de 1981: el golpe de Estado fra-
casado más exitoso de la Historia.
Lo que vino después (ingreso en la
Comunidad Europea y percepción de
sus fondos estructurales; puesta en al-
moneda y privatización del sector pú-
blico español como trampolín para la
creación política de grandes empresas
transnacionales españolas; consiguien-
te recolonización económica de Améri-
ca Latina) sentó en España las bases
económicas y sociales necesarias para
la estabilización del régimen político.
El único talón de Aquiles visible
del nuevo régimen español de consen-
so social y político en los 90 fue la co-
dicia de la Casa Real española, sus es-
trechos vínculos con varios de los más
turbios personajes de la época de “pe-
lotazo” y la corrupción económica ge-
neralizada de los últimos años del feli-
pismo. Baste aquí con recordar que Az-
nar accedió al gobierno en 1996 en un
ambiente de cierta tensión del PP con
la monarquía (época en que también
esa derecha cerrilmente católica y cas-
tizamente españolista se decía admira-
dora de Azaña).
Más allá de la nostalgia
Hay un evidente revival republicano
en los últimos años en España. De re-
cuperación de la memoria histórica,
vergonzosamente orillada y oprimi-
da por la elite política restauracio-
nista que controló el proceso de tran-
sición política. De cuestionamiento
creciente de ese mismo proceso de
transición, hasta hace muy poco casi
unánimemente considerado como
modélico.
Pero el advenimiento de una III
República en la España del primer
cuarto del siglo XXI sólo resulta rea-
listamente concebible en el marco de
una crisis social profunda del mode-
lo general de “consenso social” esta-
blecido en Europa después de la II
Guerra Mundial. El destino de la mo-
narquía constitucional alfonsina es-
tuvo ligado a la suerte de las grandes
monarquías constitucionales conti-
nentales; no podría explicarse su ca-
ída en 1931, sino por efecto de arras-
tre del desplome de sus regímenes
afines a partir de 1918. En una situa-
ción histórica muy distinta, el parale-
lismo se mantiene ahora: no es vero-
símil una crisis de régimen político
en España sin una crisis generalizada
del modelo constitucional impuesto
tras la segunda Gran Guerra y funda-
do en el consenso social y en un ca-
pitalismo reformado.
La crisis de entreguerras que pu-
so el punto final en el grueso del con-
tinente europeo a las herencias del
Antiguo Régimen monárquico fue
una crisis que vino por la izquierda y
trajo los regímenes parlamentarios, la
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 55
Miradas
democracia y la entrada por lo gran-
de de los partidos socialistas y los
movimientos obreros -reformistas y
revolucionarios- en la escena políti-
ca. La iniciativa de la crisis, en suma,
venía de la izquierda.
En cambio, la evidente crisis en
que se halla ahora el modelo de con-
senso social viene de la derecha. Es
la “lucha de clases desde arriba”, se-
gún editorializó hace unos meses el
New York Times. La marea contrarre-
formadora neoliberal, como ha de-
clarado recientemente con su habitual
perspicacia el gran geógrafo marxis-
ta David Harvey, es una “guerra ini-
ciada por los ricos”.
El anhelo de una III República en
España no puede ser una ambición
aislada, mera “monarcomanía” o só-
lo nostalgia de una causa justa cruel-
mente derrotada y calumniada. No
puede sino ir de la mano de la lucha
por conservar defensivamente lo me-
jor de las conquistas sociales cristali-
zadas en el capitalismo reformado eu-
ropeo del tercer cuarto del siglo XX,
pero tiene que organizarse social y
políticamente como parte de una lu-
cha por recuperar la iniciativa de la
izquierda a escala continental.
La izquierda política europea ha
fracasado en los últimos lustros en
sus intentos por limitarse a oponer
tercamente a la contrarreforma neoli-
beral una mera defensa del capitalis-
mo reformado pos-45, nacido de cir-
cunstancias históricas, sociales y eco-
nómicas irrepetibles. Tiene que ser
capaz de expresar la voluntad de tras-
cender ese modelo social en irrepara-
ble crisis y sus cristalizaciones polí-
ticas históricas, respondiendo a la ra-
dicalidad antidemocrática de la dere-
cha neoliberal actual con la radicali-
dad democrática de la izquierda eu-
ropea de las Constituciones de la pri-
mera República alemana, de la pri-
mera República austriaca y de la II
República española.❑
*Antoni Doménech es catedrático de Filosofía
de las Ciencias Morales y Sociales de
Universidad de Barcelona y editor de
SinPermiso.
www.sinpermiso.info
Cooperación
Por el derecho humano al desarrollo
E
l derecho al desarrollo, en su
dimensión individual, consiste
en el derecho de cada cual a
poder desarrollar al máximo sus capa-
cidades, para así disfrutar plenamente
de todos los derechos humanos y li-
bertades fundamentales. Por tanto, re-
sulta exigible la creación de condicio-
nes políticas, jurídicas, económicas,
sociales y culturales que permitan ese
desarrollo pleno de capacidades y ha-
bilidades. De ahí, la propuesta de de-
finir el desarrollo en su dimensión so-
cial como un proceso de mejora per-
manente del bienestar y de la calidad
de vida de todos de manera justa y
equitativa. En este sentido, la Decla-
ración sobre el Derecho al Desarrollo
(DDD), adoptada mediante la Resolu-
ción de la Asamblea General de las
Naciones Unidas del 4 de diciembre
de 1986, considera al desarrollo como:
“Un derecho humano inalienable en
virtud del cual todos los seres huma-
nos y todos los pueblos tienen derecho
56 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Cooperación
a participar en un desarrollo económi-
co, social, cultural y político en el que
puedan realizarse plenamente todos
los derechos humanos y libertades
fundamentales, y a beneficiarse de es-
te desarrollo”.
El derecho al desarrollo entraña
asimismo el derecho a una vida dig-
na y por ello abarca el conjunto de
los derechos humanos interpretados
y aplicados de manera complemen-
taria, de modo que se refuercen unos
a otros.
Se trata de un derecho reivindica-
ble por parte de los individuos y de los
pueblos más pobres frente a los más
ricos, cuyo antecedente inmediato fue,
durante los años 60 y 70, la exigencia
de un Nuevo Orden Económico Inter-
nacional (NOEI) 1, con el propósito de
1 La Resolución 3201, de 1 de mayo de 1974,
contiene la Declaración Relativa al Estableci-
miento de un Nuevo Orden Económico Interna-
cional (NOEI), y la 3202 incluye el Programa de
Acción sobre el mismo tema. En estas resolu-
Nicolás Angulo Sánchez *
En el marco de la ONU se inició,
tras la descolonización y la creación
de nuevos Estados, la concepción de
un nuevo desarrollo alternativo, que
en un principio poseía un marcado
carácter economicista y que ha
evolucionado para presentarse como
un desarrollo centrado en el ser
humano y en los grupos en que
convive. Se trata de un desarrollo
basado en la universalidad,
interdependencia e indivisibilidad
de los derechos humanos,
incluidos los medioambientales,
y los intereses de los más
Andreu Castillejos
desfavorecidos.
lograr un intercambio económico y
comercial más equitativo. El hecho de
que no se haya conseguido instaurar
este nuevo orden no significa que di-
cha reivindicación no esté justificada,
sino todo lo contrario.
Tras la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (Río de Janeiro, 1992) el de-
recho al desarrollo adquiere una nueva
dimensión, la de sostenibilidad, que
consiste en que el modelo de desarrollo
garantice no sólo el bienestar de las ge-
neraciones presentes sino también el de
las futuras, y a ser posible, lo mejore, lo
cual exige un uso racional de los recur-
sos naturales. Esta visión se ha consoli-
ciones se deja entrever que para resolver los
problemas del desarrollo no bastan las ayudas
por parte de los países industrializados, puesto
que las causas del subdesarrollo se encuentran
más bien en unas relaciones económicas y co-
merciales injustas entre los países desarrolla-
dos y los subdesarrollados por lo que procede
una reforma de las normas que regulan este in-
tercambio comercial internacional.

dado en posteriores conferencias con-
vocadas por las Naciones Unidas, orien-
tadas hacia los diferentes aspectos del
desarrollo (Conferencia Mundial sobre
Derechos Humanos, en Viena; sobre
Población y Desarrollo, en El Cairo; so-
bre Desarrollo Social, en Copenhague;
sobre Mujer y Desarrollo, en Beijing;
sobre Asentamientos Humanos, en Es-
tambul y sobre Alimentación, en Ro-
ma), así como en las sucesivas Resolu-
ciones de su Asamblea General y de la
Comisión de Derechos Humanos rela-
tivas al derecho al desarrollo.
Compromiso y voluntad
política
Por su parte, los Objetivos de Desarro-
llo del Milenio, acordados en la Cum-
bre del Milenio de las Naciones Uni-
das, celebrada en Nueva York en 2000,
fijaron una serie de metas a lograr en
plazos definidos y cuyo progreso hacia
su realización fuera mensurable. Di-
chas metas consisten en la lucha con-
tra la pobreza, el hambre, las enferme-
dades endémicas, el analfabetismo, el
deterioro del medio ambiente y la dis-
criminación de la mujer. Asimismo, en
2002 tuvieron lugar dos nuevas confe-
rencias mundiales convocadas por las
Naciones Unidas relativas a la Finan-
ciación del Desarrollo y al Desarrollo
Sostenible, celebradas en Monterrey y
Johannesburgo, respectivamente, don-
de se pusieron en evidencia los obstá-
culos que encuentra la puesta en prác-
tica de los principios y normas relati-
vos al desarrollo humano y sostenible.
A este respecto, cabe mencionar el Pro-
tocolo de Kyoto sobre el cambio cli-
mático, en especial en lo que se refie-
re a la aplicación del principio de res-
ponsabilidad común, pero diferencia-
da según la capacidad económica y el
desarrollo industrial de cada Estado.
El reconocimiento del derecho al
desarrollo exige para los obligados, la
comunidad internacional en su conjun-
to y especialmente los países más ricos,
el deber no sólo de no obstaculizar el
proceso de desarrollo de los países en
vías de desarrollo, sino de cooperar e
impulsar activamente dicho proceso. El
motor de dicha cooperación lo consti-
“
“
El derecho al desarrollo abarca el conjunto
de los derechos humanos interpretados
y aplicados de manera complementaria
tuye la Asamblea General de las Na-
ciones Unidas, foro de debate en el que
los países del Tercer Mundo disponen
de una representatividad a la hora de
votar y tomar decisiones, recomenda-
ciones o resoluciones de la que carecen
en otras organizaciones como la OMC,
el Banco Mundial o el FMI.
Los preceptos de la Carta de las Na-
ciones Unidas relativos a los propósitos
de la Organización y a las obligaciones
de los Estados miembros de coopera-
ción internacional (preámbulo, párrafo
3 del artículo 1, y artículos 55 y 56)
constituyen normas que están vincula-
das con la realización del contenido y
de los objetivos del derecho al desarro-
llo, y, por tanto, puede considerarse que
la cooperación internacional forma par-
te del contenido de tal derecho por ser
condición necesaria para su realización.
La Declaración Universal de los
Derechos Humanos (DUDH) se en-
cuentra también vinculada con el de-
recho al desarrollo debido a que la
realización efectiva de los derechos
humanos forman parte asimismo del
contenido de dicho derecho y ha ad-
quirido por vía consuetudinaria -se-
gún muchos autores- un grado de
obligatoriedad comparable al de un
tratado internacional. Así, por ejem-
plo, en el apartado 1 del artículo 25
se dice: “Toda persona tiene derecho
a un nivel de vida adecuado que le
asegure, así como a su familia, la sa-
lud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda,
la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios”; y en el artícu-
lo 28: “Toda persona tiene derecho a
que se establezca un orden social e
internacional en el que los derechos
y libertades proclamados en esta
Declaración se hagan plenamente
efectivos”.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 57
Cooperación
Los Pactos Internacionales de los
Derechos Humanos, el Pacto Inter-
nacional de los Derechos Económi-
cos, Sociales y Culturales (PIDESC)
y el Pacto Internacional de los Dere-
chos Civiles y Políticos (PIDCP)
constituyen textos normativos vin-
culados con el derecho al desarrollo,
dado que en estos textos figuran gran
parte de los derechos humanos que
forman parte del contenido de dicho
derecho. Estos pactos poseen rango
de tratado internacional.
En el artículo 2 de los Pactos, los
Estados se comprometen a adoptar me-
didas, tanto por separado como por la
asistencia y la cooperación internacio-
nales, para lograr por todos los medios
apropiados, además de la adopción de
medidas legislativas, la plena efectivi-
dad de los derechos reconocidos en
ellos. Esto muestra el grado de com-
promiso contraído en la aplicación y la
realización del derecho al desarrollo en
la medida en que integra el conjunto de
los derechos humanos.
Debe insistirse en la necesidad de
una mayor voluntad política por parte
de los Estados, principales sujetos del
derecho internacional, para convertir
estos compromisos en normas jurídi-
cas y superar los muchos obstáculos
que encuentran los derechos humanos,
incluido el derecho al desarrollo. Asi-
mismo, se ha destacado la cada vez
mayor responsabilidad del sector pri-
vado mercantil, de las empresas trans-
nacionales y de los grandes bancos de-
bido al poder económico que acaparan,
a la presión que ejercen sobre el poder
político y a la cantidad de recursos hu-
manos y de conocimiento de los que
disponen.
Por último, señalar que la voluntad
política para poner en práctica el dere-
cho humano al desarrollo no debe sur-
gir sólo de los gobernantes o del mun-
do empresarial, sino de la conciencia-
ción y movilización ciudadana, y de
todo tipo de instituciones y medios de
comunicación.❑
*Nicolás Angulo es autor del libro El derecho
humano al desarrollo frente a la mundialización
del mercado, Ed. Iepala. Madrid, 2005.
Cooperación
Cooperación

El futuro de la AECI
Leonardo Atalaya

La cooperación para el desarrollo

tiene una inusitada relevancia en
el discurso del actual gobierno
español. Este mismo gobierno tiene
previsto un importante aumento de
los recursos destinados a la
cooperación para el desarrollo o,
como se suele cuantificar, a la
Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).
¿Pero qué sabemos los ciudadanos
de la anunciada reforma de la
Agencia Española de Cooperación
Internacional (AECI) que
forzosamente desempeñará un
importante papel en la gestión de
la cooperación para el desarrollo
Realidad Martín

española?

L
a Agencia Española de Coope-
ración Internacional (AECI) es
un organismo dependiente, a
través de la Secretaria de Estado de
Cooperación Internacional (SECI), del
Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación (MAEC). En el año 2004,
del último que existen datos en marzo
de 2006, la Agencia gestionó 274,4 mi-
llones de euros calificados como ayu-
da oficial al desarrollo (AOD). Esta
cantidad equivale al 15,62 por ciento
de la AOD total española del 2004
(1.970,5 millones de euros), al 18,58
por ciento de la de la Administración
General del Estado, y al 80,47 por
ciento de la del Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación. (datos
basados en Ministerio de Asuntos Ex-
teriores [...], 2005). Los gastos pueden
calificarse de AOD si: son recursos pú-
blicos, su finalidad principal es la pro-
moción del desarrollo económico o el
bienestar social, son donaciones o prés-
tamos concesionales y se dirigen a
ciertos países.
Como muestran los datos anterio-
res, la AECI es el órgano especializa-
do de la Administración General del
Estado en la gestión de la AOD. Esto
no quiere decir que sea la entidad ad-
ministrativa que más AOD gestiona;
en el 2004 gestionó más AOD el Mi-
nisterio de Economía y Hacienda
(58,83 por ciento de la AOD total).
Pero la Agencia tiene un importantí-
simo peso en la AOD bilateral no re-
embolsable, que en términos genera-
les es la que requiere más esfuerzo de
gestión por euro gastado en AOD, y,
además, es la entidad pública que de-
dica un mayor porcentaje de su pre-
supuesto a AOD. Es decir, que si todo
lo que hace no es AOD, una parte
muy importante de lo que hace sí es
AOD, siendo su gestión la que la sin-
gulariza dentro de la Administración
del Estado.

58 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate


Qué problemas tiene la AECI
Casi todos los que han reflexionado so-
bre los problemas que afectan al AECI
coinciden en que son básicamente:
-Escaso saber hacer institucional
causado por:
• Un personal directivo poco prepa-
rado, con una visión generalista y
con alto nivel de temporalidad.
(Usamos aquí, a falta de otro me-
jor, el término personal directivo
para referirnos al que debiera esta-
blecer los criterios operativos que
permitiera al personal gestor eje-
cutar adecuadamente sus respon-
sabilidades; es decir, de subdirec-
tor general -incluido- para arriba.
Se usa el término personal gestor
para referirnos a las personas que
llevan acabo los trabajos cotidianos
en la AECI; de hecho de subdirec-
tor general -excluido- para abajo.)
• Insuficiente calificación profesio-
nal del personal gestor cuando ini-
cia su trabajo en la AECI. (El per-
sonal gestor al que nos referimos es
de la sede central de la AECI. El
personal de la AECI en el exterior
es escaso -básicamente el adscrito
a las Oficinas Técnicas de Coope-
ración, Centros Culturales y de
Formación- y suele estar ligado a
la Agencia por un contrato de alta
dirección; es decir, puede ser des-
pedido en cualquier momento y sin
necesidad de justificación.)
• Insuperable dificultad para el perfec-
cionamiento profesional del personal
gestor dentro de una “cultura empre-
sarial” basada en el generalismo. El
personal directivo asume que para
trabajar en la cooperación para el
desarrollo basta sentido común y
bondad natural, amén de la adecua-
da disposición para seguir las “direc-
tivas informales” con la mayor dili-
gencia. ( “solucionar problemas y no
crearlos”.) Si hace falta algún cono-
cimiento especial para eso están los
consultores; pero como éstos son se-
leccionados por el personal directivo
generalista tienden a reproducir el
mismo esquema generalista.
• El objetivo principal de la AECI, y
preponderante cuando colisiona con
“
las públicas
“
Las directivas políticas que rijan
la gestión de la AECI deben ser sólo
otro, es gastarse el presupuesto. Es-
to está haciendo derivar a la AECI
hacia actuaciones que conjugan una
mínima carga gestora con un máxi-
mo gasto. Por ello, las subvenciones
a las Organizaciones No Guberna-
mentales de Desarrollo (ONGD) es-
pañolas y las aportaciones a orga-
nismos internacionales, dada la
insondable capacidad de esos dos ti-
pos de entidades para absorber re-
cursos, se han constituido en vías
privilegiadas para gastar.
-Un estilo de gestión que se podría
calificar como centralizado y micro-
político:
• Centralizado porque las decisiones
se toman al más alto nivel posible.
Esto se debe a la incapacidad o im-
posibilidad para explicitar los cri-
terios que rigen las decisiones. El
personal de la AECI dedica la ma-
yor parte de su tiempo a preparar
informes que son elevados al esca-
lón jerárquico superior, que a su
vez resume y vuelve a elevar a su
nivel jerárquico superior.
• Los argumentos utilizados son
siempre de tipo “micropolítico”: al-
guien prometió algo, parece opor-
tuno hacer algo, sería bien visto ha-
cer algo... Son casi inauditos los
juicios sobre los contenidos de lo
que se va hacer.
• Un esquema jurídico difícilmente
compatible con las relaciones que
una Agencia Pública de Desarrollo
debería mantener con entidades
que no se rigen por el derecho pú-
blico o privado español.
Los dos años del PSOE
En el bienio transcurrido de la actual
legislatura, la cooperación para el
desarrollo está ocupando un lugar sin
precedentes, por su importancia, en
el discurso político del gobierno. Es-
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 59
Cooperación
ta importancia se ha visto reflejada en
la SECI y en la AECI de diferentes ma-
neras. En primer lugar, aunque no sólo,
en una aceleración de tendencias que
ya se percibían en los últimos años del
anterior Gobierno del PSOE y durante
las dos legislaturas con gobierno del PP.
Entre las principales características
del bienio se pueden señalar:
• Un intenso esfuerzo por homologar
a la AOD española con la de donan-
tes de más tradición. Esto se ha tra-
ducido en la asunción (creo que cali-
ficable de acrítica) de las directrices
y recomendaciones del CAD y de
otros organismos supranacionales.
• Una plétora de instrumentos de
planificación. El número y exten-
sión de los planes estratégicos rea-
lizados en la SECI y en la AECI los
dos últimos años es sorprendente.
Hay planes cuatrienales, anuales,
de país (23), sectoriales... Todavía
es pronto para saber que influjo re-
al tendrán en la gestión; es decir, en
que medida serán un adorno tecno-
crático, un impedimento o una ayu-
da para la misma.
• Una superabundacia de recursos
presupuestarios en la carrera por al-
canzar determinados porcentajes
de la AOD en relación con la renta
nacional bruta (RNB). Se quiere
pasar de una AOD equivalente del
0,25 por ciento de la RNB en 2004
al 0,50 por ciento en 2008. En este
marco se prevé que el presupuesto
de la AECI se triplique en el perio-
do 2004-2008; (de 300 millones a
1.000 millones de euros). Este rit-
mo de crecimiento es para poner la
carne de gallina, máxime teniendo
en cuenta el principal criterio de
gestión existente en la Administra-
ción: hay gastarse el presupuesto
como sea. Este incremento de re-
cursos sería imposible de gastar sin
la colaboración de los organismos
internacionales y ONGD españo-
las con su ya señalada capacidad de
ingerir dinero.
• Una política de personal ininteligi-
ble que parece producto de la mez-
cla de compromisos personales de
los dirigentes políticos, la urgente
Cooperación
Cooperación
búsqueda de consejeros nados en la mayoría de los
áulicos, la apriorística y Referencias casos con los aparatos par-
tradicional, algo en lo • Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Secretaría de tidarios, que esperan bene-
que han mostrado un Estado de Cooperación Internacional. Subdirección General de Pla-
ficiarse del modelo de Ad-
acuerdo total tanto el nificación y Evaluación de Políticas de Desarrollo (2005) “Avance
ministración Pública, en el
PSOE como el PP, des- de Seguimiento PACI-2004: La Ayuda Oficial al Desarrollo españo-
que se inscriben las Agen-
confianza con respecto la en 2004. 30 de junio de 2005”. [Consultable en
cias Estatales, de clara ins-
al personal gestor ac- www.maec.es/NR/rdonlyres/9803DF11-43A4-4579-883F-
piración “thatcher-blairia-
tual de la AECI, la con- F47340460F2B/0/Nota_informativa_Seguimiento2004_040705.pdf.]
na”que el Gobierno
tinuación de la influen- • Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Secretaría de pretende implantar. El otro,
cia corporativa de los Estado de Cooperación Internacional. Subdirección General de Pla-
sobre la centralidad de la
diplomáticos y la ur- nificación y Evaluación de Políticas de Desarrollo (¿?) Plan Direc-
Agencia como proveedor
gencia cortoplacista de tor de la Cooperación Española 2005-2008. [Consultable en
de fondos al sector privado;
gastar el presupuesto www.maec.es/NR/rdonlyres/63D1D276-85B5-41C4-BE66-
ya sea a través de subven-
actual y los incremen- 97678A6BC292/0/Plan_Director-Esp.pdf.].
ciones a ONGD, y cada vez
tos que se anuncian. • Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). más, a determinadas
Esto ha llevado a una Comité de Ayuda al desarrollo (CAD) (¿?a) “¿Es AOD?”,
ONGD, o como contratante
estructura de personal OCDE.CAD, París.
de consultorías y expertos.
en la que no sólo no se • Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Ese armazón básico se
respeta la legalidad en Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) (¿?b) “Annexe1: Proposition
presenta a la opinión pú-
cuanto a las funciones de Liste des bénéficiaires d’APD établie par le CAD. Effective pour
blica envuelto en el prin-
que debe cumplir, sino la notification en 2006 sur les apports en 2005”. (Consultable en
cipio insuficiente de
que es imposible de re- www.oecd.org/dataoecd/43/52//35832722.pdf.).
“cuanto más recursos me-
conducir a ningún or- • Proyecto de Ley de Agencias Estatales para la mejora de los jor”, que confunde la cari-
ganigrama (coherente o servicios públicos (Consultable en www.congreso.es/public_ofi-
dad con la cooperación al
incoherente). ciales/L8/CONG/BOCG/A/A_042-01.PDF.].
desarrollo, y de la moder-
nización: “vamos a ser
¿Qué nueva AECI? iguales que los suecos”.
Dado el lugar central que la Estimo que, desde una
Agencia ocupa en gestión de la AOD esotérico cuando se aplica a la ges- perspectiva de izquierdas, a la nueva
española, la imprescindible reforma tión de pública. AECI para que sea mejor y no sólo
AECI para que desempeñe sus funcio- No existe ningún documento que más moderna se le debe exigir que
nes con efectividad debiera estar en un explique como será la nueva AECI. tenga como misión colaborar -ya sa-
avanzado estado de planificación en lo Todo lo que hay son escritos de limi- bemos que modestamente- con los
que depende de un nuevo marco nor- tada difusión y sin autoría reconocida, esfuerzos y luchas de la mayoría de
mativo y caminando hacia ella en lo o reservados. los ciudadanos de los países subde-
que no exige cambios normativos. Pe- Creo que una AECI mejor en una sarrollados, para lo que la Agencia
ro no es así. mejor cooperación pública para el debe atender a las siguientes premi-
Sólo es conocido que la AECI, con desarrollo no puede basarse, como pa- sas mínimas:
la denominación de Agencia Estatal de rece que lo estará la nueva Agencia • Ser un instrumento transparente
Cooperación Internacional, se encuen- del PSOE, en alcanzar consensos. que combine de manera adecuada
tra entre las entidades a crear según el Uno, entre los grupos de funcionarios la flexibilidad y los controles in-
Proyecto de Ley de Agencias Estatales que han detentado el casi exclusivo ternos y externos.
que el Parlamento tiene previsto apro- derecho a ocupar puestos directivos • Las directivas políticas que rijan
bar este año (es voluntad gubernamen- en la AECI y los colectivos, relacio- su gestión deben ser exclusiva-
tal que las nuevas Agencias Estatales mente las públicas.
• Y la gestión debe recaer funda-

comiencen a funcionar el 1 de enero de
2007.) Las principales novedades del
Proyecto de Ley es la ampliación de
los criterios de contratación de per-
sonal frente a los tradicionales de la
Administración Pública y de la im-
plantación de un sistema de remune-
ración basado en el logro de objeti-
vos. Procedimiento éste altamente
“
No hay documentos que expliquen como
o reservados
“
será la nueva AECI, sólo escritos de
limitada difusión, sin autoría reconocida
mentalmente sobre empleados pú-
blicos preparados profesionalmen-
te y adecuadamente remunerados;
seleccionados con criterios públi-
cos basados en la igualdad, la ca-
pacidad y el mérito; con la perma-
nencia necesaria en cada puesto; y
con real capacidad de decisión.❑

60 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate

 Cooperación
Roberto Soto, director de la Fundación Castellano-Manchega de Cooperación

“La Fundación pretende mejorar la

coordinación y el empleo de los recursos”
Mercedes Fernández Lagarejos*

¿
C
uándo y por qué motivo na- ¿En que áreas de la cooperación y
ce la Fundación? países opera?
Fundación Castellano-Manchega de Cooperación

Trabajamos en proyectos de cooperación

Se constituye a finales de 2004, siendo para el desarrollo, en acciones humanita-
en 2005 cuando realmente inicia su tra- rias o de emergencia y en proyectos de edu-
bajo. Su creación es fruto del consenso cación para el desarrollo. El ámbito geo-
alcanzado en el proceso de redacción de gráfico se circunscribe a 17 países de Amé-
la Ley de Cooperación Internacional de rica del Sur, Centroamérica y Caribe, Áfri-
Castilla-La Mancha, en la que se pre- ca y Oriente Medio. Por el momento, la
veía la constitución del Fondo Castella- Fundación se ha limitado a financiar ac-
no-Manchego de Cooperación a imagen tuaciones en estos países, si bien en un fu-
de los fondos de cooperación que ya turo, no descarta desarrollar proyectos di-
existen en otras Comunidades, pero con rectamente.
la particularidad de que revistiera ca-
rácter de fundación. ¿En qué medida pueden hacer más
eficaz la cooperación este tipo de
¿Qué organismos forman parte o par- entidades miembros del Patronato. Este iniciativas?
ticipan en ella? presupuesto queremos superarlo en los La respuesta es clara: por el lado de la co-
Actualmente forman parte de su Patro- próximos años con las adhesiones que se ordinación y el mejor empleo de los recur-
nato las Diputaciones Provinciales de vayan realizando al Fondo, así como por sos. La Fundación Castellano-Manchega
Ciudad Real y de Toledo, la Universi- las donaciones que puedan irse recibien- de Cooperación se concibió como un ór-
dad de Castilla-La Mancha, Caja Casti- do, tanto públicas como privadas. gano aglutinador de voluntades y opinio-
lla La Mancha, la Coordinadora de nes. Desde esta posición, contando con las
ONGD de nuestra región y represen- ¿Qué actividades desarrolla? de quienes forman parte de ella, es más fá-
tantes del gobierno regional. No obs- Basa su trabajo en dos pilares: la ges- cil acordar actuaciones y medidas que, al
tante, la Fundación es un proyecto que tión del Fondo Castellano-Manchego aprovechar su experiencia y contar con su
trata de sumar esfuerzos, por eso, la re- de Cooperación y el fomento de la par- apoyo, tendrán mayor probabilidad de éxi-
dacción de sus estatutos prevé la incor- ticipación ciudadana a través del vo- to. Asu vez, la experiencia obtenida rever-
poración a su máximo órgano de direc- luntariado. Pretende aprovechar las si- tirá en las entidades miembros con lo que
ción de representantes de los municipios nergias que se producen entre ambas ver- el beneficio de las partes está asegurado.
de Castilla-La Mancha, de la sociedad tientes del mundo de la solidaridad, la so- Por otro lado, está la cuestión de la dis-
regional que se distingan por su cola- lidaridad hacia el exterior y la solidari- persión de recursos. En Castilla-La Man-
boración, prestigio personal o sensibili- dad en el interior, que encuentran su ne- cha son muchas las corporaciones locales
dad en el ámbito de la cooperación in- xo de unión en las características propias que dedican parte de sus recursos a coo-
ternacional, y también de representan- del sector no lucrativo. Así, pretende me- peración internacional, sin embargo, mu-
tes del sector empresarial. jorar la eficacia de las organizaciones que chas de estas cuantías son por sí mismas
trabajan en este ámbito por la formación insuficientes para llevar a cabo cualquier
¿Cómo se financia y con qué presu- y el asesoramiento técnico, y canalizar tipo de intervención en los países destina-
puesto cuenta? las energías solidarias de los ciudadanos tarios de la ayuda. Si cada una de esas
Para 2006 se ha aprobado un presupues- y ciudadanas interesados. Todo desde el cuantías se sumaran, sería no sólo posible
to de más de dos millones de euros, gra- respeto a la propia autonomía de las en- actuar, sino hacerlo con eficacia.❑
cias principalmente a las aportaciones de tidades con quienes se colabore. *Redacción Pueblos.

Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 61

Cultura Libros
Cultura
●
El desafío del Foro Social Mundial
Chico Whitaker ● Icaria/Antrazyt ● Barcelona ● 2006
Chico Whitaker, autor del libro, fue uno de los primeros que comenzó
a diseñar en sus orígenes, allá en Brasil, lo que han llegado a ser los fo-
ros sociales. Buena prueba de ello es que en sus inicios representó en
el Comité Organizador del Foro Social Mundial a la Comisión Brasi-
leña de Justicia y Paz. Ha sido también concejal por el PT en Sao Pao-
lo y en la actualidad coordina el Secretariado de la Comisión de Justi-
cia y Paz de Brasil. Por tanto, se trata de una persona de ésas que “tie-
ne cosas que contar” y en este sentido, el libro no defrauda en absolu-
to. Obviamente, el texto no representa un conjunto neutral de asevera-
ciones, sino que, como cabía esperar, constituye “un libro de parte”. En
primer lugar, lo es ante aquellos que pusieron en duda la conveniencia
y lugar de la convocatoria del primer Foro Social Mundial. En segun-
do lugar, lo es también porque en él uno encuentra un buen número de
argumentos, que podrá compartir o no, pero que poseen un peso indu-
dable, sobre la naturaleza, retos futuros y grandes cuestiones
que deben afrontar foro tras foro aquellos que
acuden a los mismos o que apo-
yan el esfuerzo por ese otro
mundo posible.
El lector agradecerá que la
obra huya conscientemente de
grandes teorizaciones y extensos
capítulos para adentrarse sin pro-
blemas en todos aquellos aspectos
que está esperando conocer de la cor-
ta historia de este tipo de eventos:
quiénes lanzaron, cuándo y cómo la
idea de realizar un primer foro social
mundial; cómo funciona por “dentro” el
foro; o qué sentido tiene la llamada carta
de principios de Porto Alegre.
A la vez, podrá analizar la manera en que unas veces el propio
foro y otras, el propio Whitaker dan respuesta a cuestiones aún no
saldadas, tales como la forma de financiación de estos encuentros y
la relación de los foros y la política a través de la presencia de los
partidos. También aparece la idea del foro como punto de encuentro
de todo aquello que, de una u otra manera, se siente víctima de la
globalización neoliberal o la del foro como movimiento sociopolíti-
co. Todo ello sin olvidar temas como el papel y lugar que ocupan las
ONGs, las redes internacionales con sus campañas o las organiza-
ciones campesinas.
La obra puede, como la famosa novela de Cortazar, Rayuela, em-
pezarse a leer por donde uno quiera. Este rasgo, que podría apuntarse
en el haber de sus virtudes, es, a la hora de la verdad, uno de sus prin-
cipales inconvenientes. Y no por una posible falta de estructura, sino
por el hecho de que temáticamente muchos de los asuntos abordados
lo son por duplicado, justificándose poco el matiz en el que se susten-
tan las “segundas versiones”.
En cualquier caso, El desafío del Foro Social Mundial resulta una
lectura harto recomendable para zambullirse sin complejos en el hecho
político de mayor envergadura que los movimientos sociales y la iz-
quierda transformadora, de manera plural y abierta, está edificando con-
tra la actual globalización neoliberal.❑
Miguel Blasco
62 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
Palestina: Entre la trampa del muro
y el fracaso del derecho
Víctor de Currea-Lugo ● Icaria ● Acsur ● 2005
Sobre la cuestión palestina, las instancias internacionales admiten sin
discusión los derechos reconocidos al pueblo palestino otorgados por
las docenas de resoluciones de Naciones Unidas y dictámenes, como
el emitido por la Corte Internacional de Justicia en 2004 contra la de-
cisión israelí de llevar a cabo la construcción del Muro del Apartheid.
Desde hace 40 años, Israel mantiene una férrea ocupación militar
sobre Palestina y sus consecuencias se manifiestan a través de innu-
merables formas de agresión, castigo y humillación a las que se some-
te a su población. Una incalificable lista de acciones militares, policia-
les, administrativas, judiciales que protegen y dan cobertura a la im-
plantación de colonias, anexión de tierras, destrucción de casas, blo-
queo comercial, construcción del Muro y un largo etcétera. Diferentes
caracterizaciones de la ocupación que violan los derechos humanos y
afectan de forma implacable a la vida cotidiana en Palestina.
El trabajo de Víctor de Currea pone en evidencia y analiza todas
estas cuestiones desde el marco del Derecho
Internacional, un ámbito que debería ser una
referencia de obligado cumplimiento para
las partes que intervienen en un conflicto.
Pero lamentablemente y no en exclusiva,
en el caso de Palestina las resoluciones
de N.U. han sido sistemáticamente in-
cumplidas, cuando no ignoradas por Is-
rael, que hace incluso caso omiso de
sus obligaciones inherentes como
ocupante. La cascada de agresiones
que ejerce sobre Palestina es un
constante suma y sigue de incum-
plimientos, provocaciones y despropósi-
tos. Las consecuencias del Muro son difíciles de calcu-
lar en toda su extensión, pero una cosa segura es que servirá para pro-
longar la angustia y el sufrimiento de cientos de miles de personas en-
cerradas en uno de los mayores experimentos de confinamiento hu-
mano a cielo abierto que existen en la actualidad bajo conocimiento
y consentimiento de la llamada comunidad internacional. Ésta no lo-
gra o no quiere imponer medidas a Israel y sigue considerando como
referencia la Hoja de Ruta que, según opinión del autor, es una pro-
puesta que “niega el derecho y entra en contradicciones, de forma y
de fondo, con el propio Derecho Internacional.”
Cualquier ocupación termina por convertirse más en una cuestión
de hechos que de derechos como lo demuestra la evolución de la si-
tuación en Palestina, donde el derecho es alegado hasta el empacho en
declaraciones formales, pero se muestra incapaz de abrir caminos rea-
les hacia una solución que conduzca a una paz justa y digna.
¿Qué necesita la comunidad internacional para convencerse de que
el problema de lo que ocurre en Palestina no radica en los palestinos,
sino en el propio Israel? Los derechos y sobre todo los universales no
dejan de serlo porque se les desprecie y algunos irresponsables se em-
peñen en utilizarlos según su propia concepción del mundo o para sa-
tisfacer intereses de dominación y poder.
Esa debe ser la idea fuerza que los ciudadanos debemos defen-
der y proteger ante la amenaza actual. La lucha desde todos los fren-
tes para que, definitivamente, la justicia y los derechos se hagan
cumplir en Palestina.❑
Juan Pablo Crespo

Notas sobre otras publicaciones
Autogestión y anarcosindicalismo
en la España revolucionaria
Análisis y críticas 1931-2005.
Frank Mintz - Traficantes de Sueños -
Madrid - 2006
Esta obra refleja la historia de la única re-
volución europea en la que los trabajado-
res amenazaron, de forma efectiva, con im-
poner su criterio sobre cualquier línea po-
lítica que no fuera promovida por ellos mis-
mos. En su seno se produjo la expresión
material del deseo popular de dirigir la eco-
nomía y también el enfrentamiento a una
parte de la izquierda cuyos intereses de cla-
se eran distintos a la transformación social.
El rompecabezas de la equidad.
Investigación y aportes críticos al
movimiento de comercio justo
Federica Carraro, Rodrigo Fernández
y José Verdú - Icaria-Sodepaz -
Barcelona - 2006
Una investigación sobre la situación actual
del comercio justo en el Estado español que
intenta servir como referente a su desarro-
llo y fortalecimiento. En ella se exponen
problemas como la falta de comunicación
entre las organizaciones que trabajan en el
ámbito, el desconocimiento sobre el im-
pacto del comercio justo en las comunida-
des del Sur y la baja frecuencia de la com-
pra por parte de los consumidores.
Los derechos a la sombra del
muro. Un castigo más para el
pueblo palestino
Coord. Rafael Escudero Alay -
La Catarata - Madrid - 2006
En 2004, la Corte Internacional de Justicia
declaraba el muro que Israel levantaba en
territorio palestino ocupado como ilegal.
En 2005, varios juristas viajaron a Palesti-
na para comprobar la situación de sus ciu-
dadanos después de que Israel se negara a
acatar la decisión de la Corte. El presente
libro es el resultado de aquel viaje y los en-
cuentros con la población afectada por la
ocupación y el muro.
La migración: un camino entre el
desarrollo y la cooperación
Coord. Nieves Zúñiga - Comunidad de
Madrid-Centro de Investigación para la
Paz - Madrid - 2004
Este análisis discurre desde las causas que
motivan los actuales movimientos de po-
blación hasta el impacto que tienen en el
desarrollo de las sociedades implicadas.
Explora las conexiones entre los movi-
mientos y las políticas de cooperación, re-
visando las migraciones dominicana y
ecuatoriana, que tienen como destino prin-
cipal España.
Razones y sinrazones sobre las
niñas soldados
Gilda Mª García Sotelo - Sepha - Madrid
- 2006
Las niñas soldado constituyen un eslabón
inferior en la cadena de crímenes contra la
infancia. Durante las guerras, su libertad
y seguridad están más amenazadas que las
de cualquier otro colectivo por las condi-
ciones previas de discriminación a las que
están sometidas. El presente trabajo plan-
tea de forma crítica la responsabilidad del
Derecho Internacional respecto a su des-
protección.
La transformación de la sociedad
salarial y la centralidad del trabajo
Jorge Rodríguez Guerra - Talasa
Ediciones - Madrid - 2006
En los últimos años algunos intelectuales
han hablado del fin de la centralidad social
e individual del trabajo. Este ensayo viene
a contradecir tal afirmación, argumentando
que esa centralidad es más intensa, si cabe,
que en épocas anteriores. Es por ello que las
luchas laborales se siguen considerando vi-
tales en la construcción de un proyecto pro-
gresista y de transformación social.
Información y debate ● PUEBLOS ● Junio ● 2006 ● 63
Cultura Libros
●
Desobedientziaz ibiltzen
(Desobediencia civil)
Ekai Txapartegi - Editorial Txalaparta -
Tafalla - 2006
El fin último de la desobediencia civil es
conmocionar a la sociedad y colocarla a
las puertas del cambio. En el presente en-
sayo, que se puede leer en euskera, se pro-
pone esta alternativa, explorando y ofre-
ciendo caminos para obtener la libertad, y
dejando claro que la desobediencia civil
no es una actitud contra la sociedad, sino
a favor de ella.
Los procesos de integración
regionales
Cuadernos África-América Latina
(nº 40-41) - Editorial Popular-Sodepaz -
Madrid - 2006
La publicación aborda en este número
doble los procesos de integración como
instrumentos de desarrollo en Latinoa-
mérica y el Mundo Árabe. También se
centra en la situación de África Central,
así como del continente fortaleza en el
que se ha convertido Europa. En otros
artículos, se puede leer un análisis so-
bre Venezuela y sobre las repercusiones
económicas de las posiciones europeas
sobre Cuba.
Sobre política, mercado
y convivencia
José Luis Sampedro y Carlos Taibo -
La Catarata - Madrid - 2006
Una obra fruto de una larga conversación
mantenida entre José Luis Sampedro y
Carlos Taibo, tiempo que ambos dedica-
ron a dialogar desde el acuerdo, incluso
la complicidad, pero también desde la di-
ferencia generacional. Con espíritu críti-
co y ánimo reflexivo, abordan asuntos
como el fenómeno del terrorismo, la po-
breza, las agresiones medioambientales,
el mercado o las emergentes formas de
organización social.
Cultura Cine
●
Cultura
Oscars “progres”
Todos los años nos toca saborear la ración más jugosa de la
industria cinematográfica, los Oscars, receta que se reviste
mediáticamente con un toque de supuesto interés cultural
y que todos tenemos que digerir para estar así en
consonancia con el entorno. Y la verdad es que en ocasiones
los ingredientes seleccionados son tan indigestos que resulta
difícil entender el criterio del chef. Otras veces, sin embargo,
parece que la selección es mejor para nuestro cuerpo y para
nuestra mente. O no.
L
os Oscars de este año se han
promocionado como pre-
mios atípicos por la cantidad
de películas de carácter político y
social que se nominaban, en algu-
nos casos supuestamente contesta-
tarias, polémicas y comprometidas.
Sin embargo, lo cierto es que esa
forma de referirse a estos premios
se repite cíclicamente, aunque esta
publicidad no se corresponda siem-
pre con la realidad. Algo natural, ya
que para la industria estadouniden-
se está muy claro que se trata de
premios destinados sobre todo a la
promoción comercial de las pro-
ductoras y que no tienen más rela-
ción con las cuestiones artísticas.
Cosa que no sería necesario desta-
car si no fuese porque la insistencia
mediática en el acento cultural del
fenómeno.
Entre las apuestas “rebeldes”
que en Europa sonaron con machacada insistencia se encon-
traban Munich de Spielberg y Brokeback Mountain de Ang
Lee. Ambas son demostraciones soberbias de dominio del
medio cinematográfico, oficio que a Hollywood se le da por
hecho aunque sólo sea por los presupuestos que se manejan.
Que Spielberg haga una nueva entrega de su genio de-
trás de la cámara no es una novedad, especialmente para
aquellos que reconocemos su capacidad inigualable como
cineasta. El problema es cuando nos preguntamos por el con-
tenido de sus películas, algo frustrante en demasiadas oca-
siones, sobre todo con su “obra seria”. La campaña que
acompañó en Europa a Munich se centró en las “enemista-
des” que había despertado entre la ortodoxia judía, pero no
se destacó las que por igual había despertado en la comuni-
dad palestina. Conociendo la tendencia política europea y
los vicios de marketing del autor, parece que la maniobra se
64 ● 2006 ● Junio ● PUEBLOS ● Información y debate
debía más a un intento de sustituir los dinosaurios de los me-
nús del McDonald’s por suplementos culturales gratuitos en
cafeterías que a la verdadera vocación política y contestata-
ria de la cinta. Entre otras cosas porque irritar a la ortodoxia
judía en determinadas materias es tan sencillo como enfure-
cer al Vaticano por hacer uso del preservativo.
Lo de Ang Lee es otra cosa. La película aparece como un
auténtico canto a la libertad sexual y una crítica al conserva-
durismo sexista que domina determinados contextos. Para
ello, se aprovecha de la sensación
de extrañamiento que deja el rela-
to en el entorno que se describe, al-
go en lo que ya había profundiza-
do Almodóvar y que bien podría-
mos apreciar en Matador (1986).
Ang Lee es un lujo como director
en el mundo de Hollywood y lo
vuelve a demostrar en esta pieza, si
bien es cierto que se trata de un re-
lato más políticamente correcto de
lo que nos han querido vender. Lo
sorprendente es que los europeos
“liberales” le hagan la corte a la
cinta sin reconocer en ella atisbo
alguno de oportunismo. Eso por no
referirse a los detalles conservado-
res y simplistas que subyacen
cuando, por ejemplo, se vincula el
gusto por determinados comporta-
mientos sexuales con la orientación
sexual del individuo: la secuencia
en la que se sugiere que Heath Led-
ger fuerza una penetración anal con
Michelle Williams resulta moralmente patética. Y lo más sor-
prendente es que nos comamos la idea del hito “liberal” que
representa esta película. He mencionado a Amodóvar, pero
bien podríamos señalar a Fassbinder, o a Visconti... o otros,
también en Hollywood.
Para dar una última muestra de compromiso político y
social de la presente edición, la Academia premió el docu-
mental La marcha de los pingüinos frente a Enron: los tipos
que estafaron a América o La pesadilla de Darwin, por ejem-
plo. Y es que no porque el menú esté exento de indigestos in-
gredientes, la comida es más nutritiva. Ya nos han advertido
de los efectos del abuso de comida light, que no por su lige-
reza es siempre mejor. Por mi parte, desconozco las cualida-
des nutricionales de la carne de pingüino.❑
Alejandro Pedregal
 Cultura Cine
●
Drama conmovedor
M
e resulta cada vez más transcurre en 1938, en la India
difícil encontrar una colonial, en pleno movimiento de
película que poder re- emancipación liderado por Ma-
señar en esta página. Me refie- hatma Gandhi. Según las creen-
ro, claro está, a ese tipo de pelí- cias hindúes, cuando una mujer
culas dignas de ver porque nos se casa, se transmuta en la mitad
cuenten historias que merezcan del hombre. Claro está, si él mue-
la pena. Historias que emocio- re, se considera que la mitad de la
nen, que nos sensibilicen, que esposa ha muerto. Los libros sa-
de alguna manera cumplan una grados dicen que una viuda tiene
labor social, nos hablen de los tres opciones: casarse con el her-
derechos humanos, de las gra- mano más joven de su esposo, ar-
ves consecuencias de las gue- der con su marido o llevar una vi-
rras, del hambre que sufren tan- da de total abnegación. Así, se ce-
tos millones de personas, del lebra una boda que bien podría
poder irreverente de las multi- ser un entierro: casan a Chuyia,
nacionales, del gravísimo des- una niña de ocho años, con un
cuido que tenemos a la infancia moribundo que fallece esa mis-
de los países del Sur, de la bo- ma noche. Se quema su cuerpo
chornosa humillación a la que en la orilla de un río sagrado y
se ve sometida la mujer en todos Chuyia se prepara para el destino
los mundos posibles, también que han escogido para ella. Se le
del amor y la amistad... Sin em- afeita la cabeza e ingresa en un
bargo, en el panorama cinema- ashram, una especie de conven-
tográfico español nos encontra- AGUA to para viudas donde deberá pa-
mos con que prácticamente el sar el resto de su vida. Pero en es-
90 por ciento de las películas Directora: Deepa Mehta ● Productor: David Ha- te lugar las viudas jóvenes tienen
son de los USA y copan igual- milton ● Fotografía: Giles Nuttgens ● otro destino, dar placer a las cas-
mente el 90 por ciento de las sa- Interpretes: Shakuntala (Seema Biswas), tas superiores.
las. Ninguna de estas películas Kalyani (Lisa Ray), Narayan (John Abraham), El agua que da título a la cin-
suele tener como tema, aunque Chuyia (Sarala). ta es una constante en la pelícu-
sea rozándolo, los Objetivos del la, no sólo como metáfora, sino
Milenio, por ejemplo, triste- también como instrumento. A la
mente olvidados por los políti- orilla del río, Kalyani, bella jo-
cos. Eso sí: se podrán ver historias donde las armas y la vio- ven compañera de Chuyia, conoce a Narayan, un joven ide-
lencia proliferan, donde el culto al dinero y al poder desme- alista seguidor de Gandhi, hijo de brahmanes, la casta social
dido es habitual, en fin, historias banales que representan es- más alta de la India. Estudia derecho, está entusiasmado con
tereotipos que una gran industria nos impone y que consu- la revolución social pregonada por Gandhi y dispuesto trans-
mimos como churros, si no, véanse las listas informativas gredir las tradiciones. Con Chuyia actuando como mensaje-
que muestran las cifras de los millones recaudados. Con ello, ra, su imposible relación empezara a florecer.
no quiero denigrar a todo el cine norteamericano, pero sí, que Agua es una película conmovedora, de buen gusto esté-
quede claro, a la mayor parte de él y al que se encuentra ba- tico, que trata sobre la mujer, en realidad, sobre la mujer en
jo la influencia de la industria del Hollywood actual. Pero, a el mundo del hombre, quien, por medio de la religión, afian-
pesar de todo, en este erial cinematográfico surge en conta- za su poder y su control sobre el género femenino, porque
das ocasiones una flor que nos conmueve y nos hace pensar en definitiva casi todas las religiones han estado y siguen es-
que todavía existen historias originales, dramas vivenciales tando al servicio de los intereses masculinos. Ver esta pelí-
merecedores de ser contados con sensibilidad y con lirismo. cula, que destila cierto arrebato y rebeldía en sus personajes
Y este es el caso de Agua. principales, anima a pensar que se están derribando algunos
Agua es una película de Deppa Mehta, directora hindú afin- muros de una intransigencia secular.❑
cada en Canadá, con experiencia en televisión y en cine, pero
prácticamente desconocida. Ella nos cuenta una historia que Juan Vicente Monteagudo

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Cultura
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Un beso
Un beso,
solamente un beso,
separa
la boca de África
de los labios de Europa.

Exilio
Este exilio
es una larga estación de adobe.

Se derrama por el camino

y se abrasa.

Se arruga
entre los colmillos
de piedra bajo piedra,
sin salida aparente.

El pan que antes se disputaba,

ahora se entrega a las cabras,
como húmeda recompensa.

Es difícil que esta calurosa

agua contaminada
alcance toda la hilera
de garrafas y mariposas.

Mañana volverá
la cisterna,
con su reserva de iras
y antiguo catarro.

Un hombre formalizará
otra concesión
amasada de adobe
en el viejo molino de Rabuni.

Mientras, esperamos
las migajas
de una paz en desuso.

Liman Boicha*

*Liman Boicha es poeta saharaui. Estos

poemas pertenecen a su libro Los versos de la
madera.

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