Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Perspectivas básicas
Esta unidad tiene que ver con el otro conjunto de decisiones que se debe tomar, la decisión de
distribuir dividendos o retener utilidades. Es la tercer gran decisión financiera, tiene un doble
carácter; la primera es la decisión de retención de utilidades es una política de financiamiento
con fuentes internas, mientras que la decisión de distribuir dividendos tiene efectos sobre el
valor de las acciones. El costo de las utilidades retenidas integra el costo total del capital
propio. Si se distribuyen dividendos, éstos influyen sobre el valor de las acciones en el mercado
y por lo tanto en el valor de la empresa. Asimismo, el valor de las acciones depende de los
dividendos, por lo tanto al aumentar el dividendo aumenta el valor de las acciones por lo que
convendría distribuir dividendos para aumentar el valor de la firma; por el otro lado
convendría retener utilidades si el costo de esa retención de utilidades es menor que el ROI, así
bajaría el CCPP por lo tanto tendría mejor posición (efecto lèverage positivo o más positivo).
a) No existen impuestos.
b) No hay problemas de fricciones financieras, tales como comisiones por compra y venta
de activos financieros, ni de emisión de nuevos activos, ni costos para estos.
c) No hay efectos de información (señalización), no existen inferencias que afecten el
valor; es decir, existe información simétrica.
d) Es posible disponer del monto de distribución de dividendos necesario para mantener
la relación D/FP.
e) Utiliza una política de dividendos residual, lo que queda después de las retenciones
para financiar inversiones es lo que se puede distribuir en dividendos. Los dividendos son
variables o arbitrarios.
Esta serie de supuestos tienen una consigna básica, lo que aumenta en realidad el valor de la
empresa son las inversiones ósea los proyectos con VAN positivo, esto es lo que me condiciona
a distribuir o no utilidades.
Modigliani y Miller argumentaban que el valor de la empresa está determinado sólo por su
capacidad de generar ganancias y, que la manera en que la empresa divide su flujo de
ganancias entre dividendos y fondos retenidos internamente no afecta este valor. La teoría de
Modigliani y Miller sugiere que, en un mundo perfecto, la distribución de los dividendos no
afecta el valor de la empresa.
El valor de la firma depende de su ROI (tasa de rendimiento de la inversión para un
determinado nivel de riesgo). Lo más importante según esta visión son las decisiones de
inversión, ya que el valor de la empresa está en función del ROI ( ).
Donde:
Luego, interesa mantener la relación deuda/fondos propios D/FP (relacionada con las
decisiones de financiamiento).
En esta aproximación simplificada los accionistas están dispuestos a llevar adelante todas las
inversiones que tengan VAN > 0; es decir que reciban un rendimiento superior a aquel que
podrán obtener en el mercado.
Con los supuestos establecidos, lo importante para acrecentar el valor son las inversiones. La
política de dividendos es indiferente, y no se deben distribuir mientras existan inversiones
atractivas, o sea, mientras se pueda invertir con VAN positivo.
Con este análisis se introducen los impuestos que gravan a las personas físicas cambiando así
la situación. Brennan desarrolla uno de los primeros modelos en el que los inversores pagan
impuestos, sus hallazgos muestran una asociación positiva entre ingresos por dividendos y
rendimientos esperados, debido a las diferencias de tributación entre dividendos y ganancias
de capital. Esto es, mayores tasas a los dividendos relativos a ganancias de capital resultarán
en mayores rendimientos esperados antes de impuestos en acciones que distribuyen altos
dividendos del mismo riesgo.
Black y Scholes no coinciden con esta posición y sostienen que aun con impuestos, la política
de dividendos es irrelevante. Años después, Miller y Scholes sostienen que la desventaja fiscal
de los dividendos es reducida, e incluso neutralizada, con intereses de préstamos provenientes
de inversiones libre de riesgo, como las cuentas de retiros jubilatorios o los contratos de
seguros de vida.
Así, se observa que la teoría y la evidencia empírica sobre la influencia de los impuestos a los
dividendos en el valor son confusas. La mayor parte de la evidencia apoyará la hipótesis de una
relación positiva entre dividendos y rendimientos, debido a las diferencias tributarias.
Nuevas perspectivas
Costo de transacciones: otro de los supuestos era la inexistencia de los costos de fricción
financiera. Este es un elemento que puede influir en los resultados para los accionistas; entre
estos costos se pueden citar las comisiones por compraventa de acciones y los costos de
lanzamiento de nuevas emisiones.
Smith y Warner: analizan la relación de los acreedores de deuda de largo plazo de la empresa y
las políticas de dividendo, a través de los contratos de deudas, fijando un máximo en
dividendos se establece un mínimo de utilidades retenidas.
Rozzef y Eastbrook: establece que la firma que paga dividendos frecuentemente hace
que los administradores vayan al mercado de capitales con reiteración y lo conozcan
razonablemente bien, en caso de haber nuevas posibilidades de tener que obtener fondos.
Ambas sostienen que cuando una firma crece mucho y tiene necesidades de nuevas fuentes de
capital, y por lo tanto, va frecuentemente al mercado, tienen menos necesidades de distribuir
dividendos.
Señalización financiera: Cuando una empresa tiene una política estable sobre dividendos y
ésta, en determinado momento, es cambiada por un mayor dividendo, da una señal que es
normalmente interpretada por los inversores como un anuncio de que en el futuro los flujos de
caja se mejorarán. La asimetría de información de los administradores (con todos sus datos) y
la que puede tener un inversor son bien diferentes y, por lo tanto, el primero puede enviar
señales financieras que repercutan en el valor de las acciones.
Aquí también se señala lo que se llama la asimetría de la información en el sentido de que los
inversores cuentan con cierta información que es la que se da a conocer (información pública),
mientras que los administradores poseen toda la información, tanto la publicada como la no
publicada, que por razones estratégicas no se publica y, por lo tanto la valoración de las cosas
pueden ser muy distintas para ambos (administrador e inversor), o sea que la señalización
financiera está influida por esta la asimetría de la información.
Efecto clientela: Es el argumento que sostiene que una empresa atrae accionistas cuyas
preferencias para el pago y la estabilidad de los dividendos coinciden con el patrón de pagos y
la estabilidad de los dividendos de la empresa.
No importa qué par se elija, siempre una será residual. No se puede tomar las tres juntas.
Con dos de las decisiones se estará maximizando el valor de la empresa, la tercera no garantiza
que se maximice el valor de la empresa. Puede quedar como residual elegir proyectos de
inversión que no sean los que maximicen el valor de la empresa, o tener que financiar a la
empresa con fuentes que hagan que se salga de la razón objetivo D/FP, o bien, optar por una
política de dividendos que no maximice el valor de las acciones.
La doctrina toma como residual a la política de distribución de dividendos porque se cree que
es la que menos influye en el valor de la empresa. Para las empresas que cotizan en bolsa esto
no es cierto, ya que la política de dividendos afecta significativamente su valor en la bolsa.
La elección no es definitiva, sino que se elige en cada situación. Una vez que han sido fijadas las
políticas, si se decide que las tres variables funcionen activamente, podría darse en muchos
casos la situación que haya que recurrir a nuevo capital; por ejemplo, emitir e integrar nuevas
acciones. Pero si la empresa no desea o no puede emitir nuevo capital, se podrían dar
situaciones en las que haya que sacrificar la obtención del objetivo de alguna variable, que
actuará como residuo.
● Activos totales = $2.000; de los cuales $1.000 es financiado con fondos propios y
$1.000 es financiado con deudas.
● Utilidad neta $ 250
● Propuestas de inversiones para realizar con VAN > 0 $ 250
● Ratio de pago de dividendos = 0,70
Casos en el que NO se produce aumento de capital
•Dividendos 70%
Utilidad Neta 250
Pago de dividendos (175)
Utilidades retenidas 75
•Deudas/Activos totales 50%
Incremento de activos por utilidades retenidas 75
Incremento de activos por deudas 75
Total 150
•Situación final
Deudas 1.075
Fondos propios 1.075
Total 2.150
Deudas/Activos = 50% (1.075/2.150)
Variable residual: Inversión
Inversiones propuestas con VAN > 0 250
Inversiones por realizar (150)
Inversiones postergadas 100
2. Decisión de financiación es la variable residual Las variables activas son las decisiones de
distribución/retención de utilidades y las decisiones de inversión.
•Dividendos 70%
Utilidad Neta 250
Pago de dividendos (175)
Utilidades retenidas 75
•Inversión con VAN > 0
Inversiones propuestas 250
Total 250
Variable residual: Endeudamiento
Inversiones propuestas con VAN > 0 250
Utilidades retenidas (75)
Nueva deuda 175
•Situación final
Deudas 1.175
Fondos propios 1.075
Total 2.250
Deudas/Activos = 52,22% (1.175/2.250)
Las variables activas son las decisiones de distribución/retención de utilidades, las decisiones
de inversión y las decisiones de financiamiento.
a) Existe una clara dependencia entre tres variables fundamentales: inversión, financiamiento
y dividendos.
b) En la mayor parte de los casos en los que NO se decide incrementar los fondos propios con
aportes externos, como las nuevas integraciones de capital, hay que optar por alguna de
ellas para que opere como variable activa y, en cambio, otra como residual.
c) Es muy frecuente que se recurra a nuevas integraciones de capital cuando se desea
mantener activa la política de inversiones; por ejemplo, llevar adelante las proposiciones
de inversión que tengan un VAN > 0, así como la política de financiamiento, como podría
ser el caso de tener una relación de deudas a fondos propios que sea óptima y haber
definido una política de dividendos (como un determinado porcentaje de utilidad) para
poder cumplirlos.
El objetivo del administrador financiero es tomar estas decisiones para maximizar el valor de la
empresa.
En las decisiones de inversión utilizamos como criterio de decisión el VAN y/o la TIR, tomando
los proyectos que tengan el mayor valor en estos indicadores.
En las decisiones de financiamiento lo que se busca es que el costo total del endeudamiento
sea mínimo.
Lo que se busca es que las decisiones de retención de utilidades aumenten g, aumentando el
valor de las acciones, y por consiguiente el valor de la empresa.
Siendo:
A=activo;
P=pasivo
d= tasa de endeudamiento
A+𝚫A= C+R+RA+𝚫RA+d*A+d*𝚫A
A= C+R + RA+d*A
Donde:
Por lo tanto:
1 Cualquier empresa debe plantearse qué inversiones que agreguen valor a la empresa debe
realizar.
2 El segundo punto es determinar cómo financiarlas, para ello se debe analizar si el monto de
la inversión excede o no la razón objetivo; ya que de salirse de ella, se está excediendo del
nivel de endeudamiento óptimo; entonces no es posible financiar toda la inversión con
deuda, sólo podrá ser financiada hasta el límite (o si la empresa ya se encuentra en el límite
del endeudamiento, no podrá financiarla con deuda).
3 El tercer paso es considerar si existen utilidades retenidas o para retener. Si hay utilidades
para retener y son suficientes para cubrir lo que está faltando de financiamiento total o
parcial, está solucionado.
4 Pero, si el monto de las utilidades retenidas no es suficiente para cubrir el monto de la
financiación necesaria, se deberá recurrir al incremento del capital propio mediante
emisión de nuevas acciones. Es lo último que los dueños de la empresa desean realizar. Y
así surge un nuevo problema adicional que es si a ese nuevo capital lo compran los actuales
accionistas o se recurre a nuevos accionistas (ya que se pone en juego el control de la
empresa).
A continuación se exponen una serie de datos que permiten calcular el precio de cada acción
según los distintos modelos.
Símbolo A B ∆
P Valor Actual de las acciones 100 100 =
D Dividendo por acción actual 15 20 ↑
D1 Dividendo por acción próximo ej. ↑↓ 17 13 ↓
D0 Dividendo por acción constante mínimo 15 15 =
P1 Valor por acción del próximo período 110 95 ↓
ke Costo de capital propio 0.12 0.12 =
r= ROI Tasa de Rendimiento de la Inversión (del negocio) 0.18 0.18 =
E=UPA Utilidad por acción 20 20 =
g Tasa de crecimiento del dividendo 0.02 0.02 =
(1+ke)^n Factor de actualización a tasa de costo de capital propio
MODELO DE WALTER
Caso A
Caso B
Este modelo establece que la política de distribución de dividendos SI afecta el valor de la
empresa. Distribuir dividendos provoca una baja en el valor de las acciones, por el contrario se
retienen más.
Cabe destacar lo siguiente: con un dividendo actual mayor que la UPA, en este modelo, el valor
de la acción es menor.
MODELO DE GORDON
Este modelo establece una sumatoria de los valores actuales de los dividendos suponiendo un
crecimiento de estos dividendos. Toma el valor actual que va a depender de la cantidad de
términos que coloquemos en la sumatoria o sea hasta cuándo, se supone que esto es infinito.
Pero suponemos que tampoco crecen en forma infinita, entonces el resultado va a depender
de la cantidad de términos.
Caso A
Caso B
MODELO DE MODIGLIANI Y MILLER
Este modelo plantea que no existe una estructura óptima de financiamiento; el valor de la
empresa no depende del financiamiento, sino de la tasa de rendimiento del negocio.
Caso A
Caso B
Caso A
Caso B
En el caso A los dividendos aumentan (D1> D0), mientras que en el caso B los dividendos bajan
(D1< D0). En el caso de la acción B los dos primeros modelos (Modelo de Walter y Modelo de
Gordon) arrojan un valor parecido y el que menos da es el Modelo de Modigliani y Miller
(96,43).
3) La evolución de las ganancias y perspectivas: este aspecto tiene estrecha relación con
la credibilidad de la política de dividendos. Dos firmas pueden tener ratios diferentes de
dividendos/ganancias. Una puede, incluso, venir acrecentando el ratio y la otra
manteniéndolo. Sin embargo, puede suceder que quien lo mantiene viene incrementando
sustantivamente las ganancias por acción. La otra, en cambio, puede aumentar el ratio pero no
sus ganancias por acción.
Es claro que, en poco tiempo, la política de esta última empresa dejará de ser creíble y es difícil
que pueda mantenerse en el futuro.
Quiere decir que cuando la empresa decide distribuir dividendos o retener las utilidades debe
analizar la evolución en el tiempo de las utilidades de la empresa, la cual puede estar en alza,
estable o decreciendo.
Esta evolución determinará la política de dividendos a aplicar en la firma.
La perspectiva hace referencia a lo que se espera que suceda con esta utilidad ¿Seguirá
cayendo, estable, o creciendo?
Lo que nos quiere decir esto es que hay que tener en cuenta lo que pasó, lo que está pasando
y estimar lo que sucederá con las utilidades. Esto alcanzaría con un análisis de tres años como
mínimo.
Bajo estos supuestos, con frecuencia, las utilidades retenidas son la única fuente propia que
pueden tener las empresas para conservar un determinado objetivo de endeudamiento.
Quiere decir que se debe financiar el 33% con deuda ($33.000) y el 66% con fondos propios
($66.000) para mantener la proporción. Los $66.000 de fondos propios pueden ser financiados
a través de utilidades retenidas o con la emisión de acciones, siendo preferida siempre la
primera. Si se tiene un monto mayor de utilidades retenidas lo que sobre podrá ser distribuido.
Ejemplo:
Utilidad 80.000
Inversión 66.000
Dividendos 14.000
A su vez, hay que analizar si se posee la liquidez necesaria para pagar los $14.000 de
dividendos. Si no se posee la liquidez será necesario endeudarse, considerando nuevamente
no salir de la razón objetivo y teniendo en cuenta el límite de endeudamiento de la empresa, el
acceso al mercado de financiamiento, el costo de la deuda y su relación con el costo promedio
de la empresa.
Una política se refiere a una decisión más o menos estable en el tiempo, que no se cambia
todos los años, sino en el largo plazo o ante situaciones trascendentes.
El objetivo de estas políticas es dar un cierto grado de previsibilidad al accionista con respecto
a los dividendos esperados, como así también proporcionar suficiente financiamiento a la
empresa.
Cada política influye de manera distinta en el valor de la empresa.
1) Porcentaje fijo sobre las utilidades. Por ejemplo, distribuir el 20% de las utilidades
obtenidas en el período. Si la empresa gana $1.000 distribuye $400, si gana $200.000
distribuye $40.000, por lo tanto:
Desde el punto de vista del accionista, los flujos de fondos que recibe, los dividendos, no son
conocidos hasta el fin del período, por lo tanto ésta es una política incierta desde su
perspectiva.
Si las utilidades son relativamente constantes, los dividendos también lo serán, ya que un
porcentaje fijo sobre una base estable nos da un monto relativamente regular.
El problema con esta política es que si las ganancias de la empresa disminuyen o si ocurre una
pérdida en determinado período, los dividendos pueden ser bajos o nulos. Como los
dividendos son considerados frecuentemente como un indicador de la condición y el estado
futuro de la empresa, el precio de las acciones de ésta puede afectarse de manera negativa.
Aquí los dividendos son inciertos, por más que el porcentaje sea fijo, ya que la base varía
constantemente. Si la base es variable, hay mayor riesgo.
2).Dividendo anual constante en pesos por acción. Esta política se basa en el pago de un
dividendo fijo en cada período; por ejemplo se paga $10 anuales por cada acción, sin importar
la utilidad del ejercicio. Si el capital está constituido por 1.000 acciones, se paga $10.000 por
año en concepto de dividendos. Aquí el problema radica en que si se obtuvo en el ejercicio
$10.000 de utilidad, se está distribuyendo el 100% de ese resultado. Cuando aumenta la
utilidad, disminuye el porcentaje que representan los dividendos sobre esa base. El accionista
recibe siempre una cifra constante.
El porcentaje de dividendos varía año a año.
Puede suceder que el dividendo a pagar en el año sea de $1.000.000 y la empresa sólo ganó
$200.000. En este caso se paga lo acordado, es decir, $1.000.000.
El accionista tiene total seguridad del monto a cobrar, disminuyendo al mínimo su
incertidumbre.
Las empresas que usan esta política aumentan el dividendo periódico después de que ocurrió
un aumento comprobado de sus ganancias. Con esta política, los dividendos casi nunca
disminuyen.
La empresa General Motors aplica este tipo de política.
3) Dividendos arbitrarios. Cada año es una lotería. Se puede distribuir mucho, poco o
nada. No hay ninguna previsibilidad.
4) No distribuir dividendos. Se retiene el total de utilidades todos los años. El accionista
no tiene un flujo de fondos esperados.
¿Por qué un accionista se interesaría en invertir en una empresa con este tipo de política?
Tiene que ver con el tipo de accionista.
En función de la política de dividendos que tenga la empresa, cada accionista elegirá comprar o
no acciones, según el tipo de accionista que sea. Si se trata de un accionista de renta que
prefiere la previsibilidad de los dividendos, no comprará acciones de una empresa que tenga
política de dividendos inciertos.
A los accionistas de renta les interesa que crezca el capital de la empresa, para que crezca así
su propio capital. Quiere que el valor de las acciones crezca, para posteriormente venderlas y
obtener una ganancia por la diferencia entre el precio de compra y el de venta.
Si antes de la distribución tenía 10 acciones que valían $100 c/u, tenía una inversión de $1.000.
Ahora tiene un 10% más de acciones, es decir 11 acciones, que valen $90,91, por lo tanto la
inversión se mantiene constante.
Los dividendos pueden pagarse en formas distintas al efectivo, los otros dos métodos de pago
de dividendos son mediante los dividendos en acciones y la readquisición o recompra de
acciones.
Dividendos en acciones
El accionista que recibe un dividendo en acciones por lo general no recibe nada de valor.
Después de que se paga el dividendo, el valor por acción del accionista disminuye en
proporción al dividendo de tal manera que el valor de mercado de su participación total en la
empresa permanece sin cambios, lo mismo sucederá con sus ganancias totales (no obstante, si
las ganancias y los dividendos en efectivo de la empresa aumentan cuando se declara el
dividendo en acciones, es probable que ocurra un aumento del valor por acción).
Por ejemplo, un accionista posee 10.000 acciones, que representa el 10% del capital (el capital
está formado por 100.000 acciones), las cuales se vendían a $15 por acción; por lo tanto su
participación es de $ 150.000 .
Las utilidades netas del último ejercicio fueron $ 220.000, por lo tanto la utilidad por acción
(UPA) es de $2,20 .
Como el accionista posee 10.000 acciones, le corresponde una ganancia de $22.000 (10.000
acciones * $2,20).
Después de recibir el 10% de dividendos en acciones, el accionista tiene ahora 11.000 acciones,
Readquisición de acciones
Las re adquisiciones de acciones que realiza una empresa en el mercado se debe con
frecuencia al hecho de aumentar el valor para los accionistas al:
● Disminuir el número de acciones en circulación y, por lo tanto, aumentar las ganancias por
acción;
● Enviar una señal positiva a los inversionistas del mercado de que la administración cree que
la acción está subvalorada.
● Desalentar una toma de control hostil.
Compra de acciones a través de ofertas públicas: una oferta pública es una propuesta formal
de compra de un número determinado de acciones de una empresa a un precio específico. Se
establece por arriba del precio de mercado corriente para atraer a los vendedores. Si no es
posible readquirir el número de acciones deseadas a través de la oferta pública, se realizan
compras en el mercado abierto para obtener acciones adicionales. Las ofertas públicas son
preferibles cuando se readquiere un gran número de acciones.
Compra de acciones en forma negociada: se usa cuando uno o más accionistas mayoritarios
compran un gran bloque de acciones. La empresa debe asegurarse que el precio de compra
sea justo y equitativo en vista de los intereses y las oportunidades de los accionistas restantes.