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SARRACENO Y AMARANTO
19/10/2016 Belén Fernández
Agricultura ecológica y biodinámica, Consejos de salud
Los pseudocereales son semillas que utilizamos como los cereales. Su valor nutricional es muy
elevado, con proteínas de mayor calidad que los cereales, más minerales y ácidos grasos saludables,
además de la gran ventaja de no contener gluten.
Muchas personas, al hablarles de la idea de abandonar el consumo del trigo y los productos con
gluten se echan las manos a la cabeza diciendo “¿Y ahora qué como?”. Pues bien, ¡hay vida más
allá del gluten! Afortunadamente, hoy tenemos a nuestro alcance productos muy sanos que se
conocen desde hace siglos pero que han tardado largo tiempo en llegar a España.
La quinoa
De origen andino y de tradición milenaria, el “tesoro de los Incas” tiene la mayor cantidad
de Omega 3 presente en un cereal. De esta manera es un preventivo de los problemas cardíacos y
nerviosos, además de reducir la inflamación.
Contiene fibra y todos los aminoácidos esenciales lo que la hace una buena fuente
de proteínas vegetales.
Es un alimento alcalinizante por su contenido en oligoelementos además de contar con minerales
como Calcio, Magnesio y Zinc y numerosas vitaminas saludables para el organismo.
El tiempo de cocción necesario es de entre 15-20 minutos, en agua hirviendo con sal. La semilla
debe abrirse y así sabrás que está cocida. El sabor y la textura de la quinoa, una vez cocida, la
convierten en un producto versátil que combina con prácticamente todo lo que puedas imaginar.
Desayunos: la quinoa combina bien con Yogurt, con arándanos, con fresas, con leche
vegetal. Puedes también hornear magdalenas, bizcochos o pan e incluso hacer crepes con
su harina.
Comidas y cenas: puedes utilizar la quinoa cocida como relleno de calabacines o
berenjenas, como plato principal acompañada de verduras hechas tipo wok,
como guarnición acompañando a cualquier plato, en sopacon un rico caldo de verduras o
con legumbres; puedes cocinar cremas de quinoa con zanahoria o calabaza, utilizarla
en ensaladas (por ejemplo, nuestra receta de quinoa con algas y verduras, como masa
de pizza o como ingrediente para croquetas, en tabulé, timbal de quinoa, rollitos de
quinoa, y muchas más recetas con quinoa que puedes encontrar en este blog. y formando
parte de postres, como los bocaditos de quinoa y amaranto.
Contiene fibra de tipo soluble e insoluble de manera que proporciona energía para el cerebro y el
organismo.
El trigo sarraceno tiene propiedades antioxidantes beneficiosas para la salud del corazón.
Mejora la condición de la vesícula. Cuenta con todos los aminoácidos esenciales, entre ellos la
lisina, que favorece el funcionamiento cerebral.
Es muy frecuente utilizarlo germinado, lo cual podemos hacer fácilmente en casa partiendo
de sarraceno en grano o bien comprarlo germinado y seco. Como todos los germinados, aumenta la
biodisponibilidad de nuetrientes y se enriquece en encimas.
Una aplicación de la semilla germinada podéis verla en esta receta de tarta de yogur.
Desayunos: hay preparados de muesli a base de trigo sarraceno y otros cereales sin gluten.
Puedes hacer un porridge con leche vegetal (ver receta de porridge de otoño), y mezclarlo
también con chocolate, con frutas o con frutos secos como el dátil. Con su harina puedes
elaborar bizcochos (ver bizcocho de zanahoria) y tartas (ver esta tarta de manzana), pan,
galletas.
La harina de trigo sarraceno es la típica que se utiliza para hacer tortitas o crepes: crepes de
sarraceno y cúrcuma.
Comidas y cenas: al igual que la quinoa, la semilla del trigo sarraceno puede combinarse en
sofrito con verduras, o bien hacer para hacer sopas, guisos de legumbres, ensaladas. Puedes
ver nuestra paella de trigo sarraceno, hamburguesas de sarraceno, Otras modalidades
disponibles para consumirlo son la pasta de trigo sarraceno, conocida como soba, o las
semillas tostadas llamadas Kasha.
Amaranto
El amaranto es otro de los pseudocereales que es tremendamente saludable fundamentalmente por su
contenido en sustancias anticancerígenas: el escualeno (más de un 8%), una molécula que aporta
oxígeno a las células y las protege de los radicales libres; el beta-sitosterol, ácido graso de poder
antioxidante y beneficioso para la arterioesclerosis y los problemas de próstata; el lunasin, un
péptido que tiene propiedades curativas frente a enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de
cáncer. Además, en el amaranto encontramos fibra calcio, magnesio y Omega 6. Tiene un alto
valor nutritivo y supone también un aporte energético importante.
Desayunos: el amaranto tiene un ligero sabor tostado y a nuez que lo hace propicio para
platos dulces. Solo o mezclado con otros cereales puedes combinarlo con leche vegetal y
con fruta. Su harina permite elaborar bizcochos, pan y otras preparaciones dulces como
este turrón y los bocaditos de quinoa y amaranto. Las semillas tostadas previamente o
crudas se utilizan para dar sabor y una textura crujiente a las recetas de pan, bizcocho o
galletas. Como es fino y pequeño, el amaranto se puede agregar a batidos de frutas o
verduras también.
Comidas y cenas: como sustituto del arroz o de la pasta de trigo, puedes utilizar el
amaranto en combinaciones diversas con calabacín, champiñón, berenjena (ver receta
de berenjenas rellenas), pimiento, etc. También puedes hacer cuscús de amaranto y verduras
en lugar de utilizar el de sémola de trigo. Su harina funciona como espesante en sopas, o
bien puedes añadir el grano cocido en cualquier plato (legumbres, arroz, puré).
Berenjenas
rellenas de amaranto