Vous êtes sur la page 1sur 21

La Organización del Movimiento Obrero durante el siglo XIX

Autora: Licenciada Julia Virginia Rofé

Introducción

1.Condiciones de vida de la clase obrera:

La dieta

La Vivienda

2.Antecedentes organizativos:

3.La organización obrera en Inglaterra

4. El movimiento obrero francés

5. La formación de la Trade Unions

6. Conclusiones:

7.Bibliografía

1
La Organización del Movimiento Obrero durante el siglo XIX

Introducción

El trabajo está unido al capitalismo y con él el proletariado. 1

Durante la primera fase de la revolución industrial inglesa se instala la fábrica


como unidad de producción industrial y el taller tiende paulatinamente a
desaparecer. En el taller, el trabajador desarrollaba su tarea en concordancia
con la de sus compañeros. La división social del trabajo se basaba en la
fragmentación de las tareas en un conjunto de trabajos simples y parciales pero
sin la pérdida del proceso global ya que se requería un largo aprendizaje para
conocer el oficio.

La revolución industrial dio origen a la fábrica y con ella al Trabajador libre que
intercambiaba su capacidad de trabajo por un salario durante el período de
tiempo requerido por el capitalista. Ese salario garantizaba la reproducción del
trabajador de manera mínima y para ese momento. Se limitaba a satisfacer las
necesidades primarias fundamentalmente alimentación y vestido sin
contemplar las necesidades particulares de cada trabajador como individuo.
Las máquinas requerían trabajadores disciplinados, obedientes y sin
demasiada calificación. El inmigrante rural expulsado por la reforma en la
estructura agraria inglesa se incorporó rápidamente a las nuevas reglas. Las
mujeres y los niños se convirtieron en mano de obra para las fábricas y a
principios del siglo XIX se contaban 800000 ocupados en la industria textil.

El nuevo orden industrial transformó el modo de vida de los obreros, reordenó


su horario, su calendario, sus costumbres, su vida privada, etc. Estos nuevos
obreros de la fábrica se comportaron en sus primeros reclamos con acciones y
reivindicaciones que habían caracterizado a los movimientos pre-industriales.

La industrialización contenía una amenaza política porque dio origen a una


clase obrera a la que no le interesaba el orden naciente ni sus leyes; clase
1
Gorz, André. Adiós al proletariado (mas allá del socialismo). Ediciones Imago Mundo. Colección El
cielo por asalto. Buenos Aires, 1989.

2
obrera que a través de sus luchas hizo su entrada en la historia social (Eley:
2003)

1. Condiciones de vida de la clase obrera:

La dieta

. En las ciudades industriales se observaba una gran variedad de situaciones


con relación las condiciones de vida de los sectores obreros. El régimen
alimentario de los trabajadores estaba condicionado por el tipo de tarea, los
ingresos recibidos, la región donde residieran pero también por la existencia de
combustible que permitiera guisar por mayor tiempo la carne. El consumo de
leche era insuficiente y se incorporó a la dieta cereales, carnes, pescados y té.
La patata fue un sustituto de los cereales en la dieta de los pobres aunque los
nabos seguían llenando el estómago a principios del siglo XIX cuando lo demás
escaseaba.

Una mención especial merece el consumo de té, considerado suntuario para


algunos, se convirtió en el sustituto de la cerveza.

Durante el siglo XIX se formaron cooperativas de ventas al por menor para


mejorar los precios y evitar los abusos.

El presupuesto obrero se iba en comida y alquiler y quedaba muy poco para la


vestimenta. Utilizaban ropas de algodón barato de muy baja calidad. Al mismo
tiempo la demanda de vestido para la clase obrera ayudó a sostener parte de la
producción de las nuevas fábricas.

Se puede afirmar que se produjo un deterioro en el consumo de alimentos


como de vestimenta durante la primera mitad del siglo XIX.

El primer estudio sistemático del presupuesto obrero se realizó en 1864 por el


Dr. Edwin Smith quien señala que las mejoras en la dieta alimenticia
corresponden a la segunda mitad del siglo XIX gracias a la difusión del
transporte y la formación de un mercado nacional.

3
La regulación del tiempo de los trabajadores en función del horario de la fábrica
es otra de las novedades de la industrialización y los relojes fueron un símbolo
del consumidor la nueva sociedad capitalista. El costo de un reloj giraba en
torno a las 2 libras y su consumo, en el caso de los obreros dependía del ciclo
económico y en las épocas de crisis terminaban en la casa de empeño (Rule:
1990)

Eric Hobsbawn (2000) fue unos de los historiadores que se ocupó de este tema
a través del análisis de los presupuestos familiares que lograron sobrevivir al
tiempo.

La Vivienda

A Mediados del siglo XIX, Gran Bretaña era la mayor economía industrial
urbana del mundo y la que poseía los suburbios más extensos y miserables de
Europa.

La vivienda como residencia de la clase trabajadora no estaba contemplada en


el magro salario obrero. Y peor era la situación de los desocupados, los
discapacitados, los enfermos y los ancianos; ellos se acomodaban donde
podían.

La búsqueda de ganancia en el mercado de la construcción y el costo elevado


del suelo urbano dejaban afuera del mismo en las áreas centrales a los mas
pobres. El único lugar que les quedaba para vivir era el suburbio.

Las casas de las nuevas ciudades industriales, como Manchester por ejemplo,
eran de mala calidad, húmedas y se ubicaban en un entorno degradado de
barro y suciedad.

“Trasladarse a una ciudad era trasladarse a una vida mas corta”

Se produjo una espontánea segregación residencial en la medida que los


sectores acomodados se alejaron de los distintos obreros más pobres.

4
El hacinamiento de las familias obreras era común y una práctica de la época
consistía en la ocupación de las propiedades traseras de las casas rompiendo
el modelo de calle establecido sin ninguna ventilación.

La población inmigrante, especialmente los irlandeses, vivían en las peores


condiciones y en los peores espacios (hogares semi subterráneos, sótanos, por
ejemplo)

Las asociaciones obreras construían mejores viviendas: hileras de casas, una


al lado de otra, con un patio posterior para recoger la basura pero donde se
amontonaba suciedad.

A veces los industriales otorgaban vivienda a sus obreros pero de hecho


obtenían beneficios complementarios. El alquiler que les cobraban, los
almacenes de la compañía en los que debían proveerse de los alimentos y la
posibilidad de tenerlos a disposición.

2. Antecedentes organizativos:

La escasez de alimentos debido a las malas cosechas y las dificultades en la


distribución de los alimentos generaron movimientos de protesta social durante
el siglo XVIII. El común denominador de todos ellos fue la espontaneidad en la
respuesta.

A partir de 1750 los conflictos se acentuaron y los saqueos para apoderarse del
grano por falta de comida fue una expresión recurrente del malestar de los
asalariados.

Según George Rudé (1987) de los 375 tumultos producidos entre 1730 y 1795,
275 se relacionaron con el abastecimiento de alimentos, el consumo de pan
requería de casi la mitad del salario del trabajador.

Esta reacción popular se manifestaba de diferente forma: a veces se


apoderaban del grano a través de saqueos, otras lo destruían o destruían el
transporte del grano.

5
Una práctica corriente consistía en la fijación del precio justo: los consumidores
se organizaban para imponer un precio de compra para el grano acorde a sus
posibilidades como una manera de hacer justicia.

En una primera etapa, en la industria del algodón en Lancashire, la


organización entre trabajadores se expresó con el objetivo de defender su
oficio a partir de mediados del siglo XVIII. Los Hilanderos de algodón fueron el
primer grupo de obreros fabriles que iniciaron este proceso.

En general, los Primeros obreros de fábricas no supieron organizarse porque


su origen era diferente al de los artesanos y su primera arma de protesta fue la
revuelta violenta y espontánea. Se expresaron a través de la rotura de
máquinas y de la huelga. Esta forma de conflicto que se generalizó se
caracterizaba por un cese temporal y voluntario de la actividad laboral por parte
de los trabajadores

En las Huelgas se buscaba un momento de coyuntura Económica favorable


para presionar más al patrón y no parar demasiado la producción o cuando
más se los necesitaba dado que era más complejo conseguir su reemplazo. A
veces alcanzaba con una simple amenaza para llegar a un acuerdo. Las
Huelgas se producían en primavera para poder resistir mejor.

Siguiendo a Hobsbawn (1990) hay que diferenciar cuando la acción se ejercía


contra la maquina cuando desplazaba trabajo y la acción de atacar la máquina
para presiones al patrono como dueño de la misma.

Los trabajadores responsabilizaron a la máquina como la única culpable de los


cambios económicos y sociales que padecían. Se registraron rebeliones de
obreros contra las máquinas empleadas en la industria textil.

Tundidores en las regiones productoras de lana y los cardadores en los del


estambre ocuparon un lugar importante en la organización de los trabajadores
porque ocupaban un puesto calificado y su tarea era esencial en la
manufactura pañera. Las luchas mas importantes fueron la de los tundidores
(recortadores) contra las maquinas que eliminaban la calificación de su oficio.

6
Señala AVENDRORH (1987 )… “Las primeras tundidoras fueron destruidas
por los trabajadores ingleses en 1758...El parlamento británico promulgó una
ley en 1769 que sancionaba la destrucción de fábricas y máquinas con la pena
capital.”…

A principios del siglo XIX este movimiento creció y se expandió sobre todo el
continente europeo – se produjeron levantamientos de los Sederos de Lyon en
1831. Los tejedores de Silesia en 1844, por citar un ejemplo, gozaban de la
simpatía popular.

La fuerte depresión industrial provocada por el cierre del mercado americano y


el conflicto con Napoleón sumado a una etapa de malas cosechas que
elevaron el precio del pan fueron las condiciones que favorecieron la aparición
del movimiento ludista.

El movimiento ludista consistió en la destrucción de la maquinaria, materia


prima e instalaciones fabriles. Por esto, es que el ludismo ha sido considerado
como una reacción primitiva contra la industrialización y el uso de las
máquinas. La máquina fue una seria competidora del trabajo obrero y de
alguna manera el luchar contra la máquina era una forma de defender el puesto
de trabajo.

Mandel (1988) sostiene que el movimiento ludista no buscaba la destrucción


de la maquinaria textil sino el aumento de los salarios, la lucha contra la
carestía y la desocupación. Así al destruir las máquinas se garantizaba la
huelga general.

Drozz ( 1989 ) señala que…”Gran Bretaña conoció cuatro fuertes


oleadas de ludismo. En 1812 –el General Ned Ludd 2, capitán de los ejércitos
reparadores- apareció por primera vez; luego lo hizo en 1812/13; en 1814 y en
1816.3

2
El nombre ludista puede tener su origen en Ned Ludman, aprendiz de tejedor de medias de Leicester:
según la tradición Ludman, al ser corregido por sus patrones respondió destruyendo con un martillo los
telares de su maestro.
3
…En 1767, John Roughton comerciante en madera londinense…estableció un aserradero …pero no bien
estuvo terminado, una multitud lo redujo a escombros. Se castigó a los principales instigadores de la
revuelta y el Estado reparó las pérdidas a su propietario .SAMUEL SMILES. Industrial Biography.
Londres, 1863

7
En Yorkshire, centro de la esquila de lana donde se realizaba el tundido y corte
de paño se produjeron fuertes enfrentamientos. El maestro tundidor –artesano
independiente- empleaba oficiales y aprendices y trabajaba a la vez para los
ricos pañeros. El cortador o tundidor se ocupaba del acabado del paño. Su
tarea consistía en limpiar, estirar y prensar el paño y finalizaba con la
eliminación de la pelusa de la superficie del paño empleando enormes tijeras
con gran destreza. Al tener una especialización recibía una buena
remuneración. Con la incorporación de la tundidora mecánica de paño para
eliminar la pelusa complementada con la cortadora múltiple que con dos tijeras
dispuestas en un bastidor recorrían la superficie del paño dejándola lisa, el
artesano fundidor perdió su capacidad negociadora y su buen salario. Su
destino fue el de convertirse en un trabajador sin especialización de las fábricas
industriales. Este cambio tecnológico provocó violentas protestas que
destrozaron las máquinas.

El ludismo no tenía futuro en la nueva sociedad industrial pero los trabajadores


iniciaron la dura tarea de organizarse para defender sus derechos durante el
siglo XIX. No obstante, el movimiento ludista constituye un hito en la historia del
movimiento obrero por sus intentos rudimentarios de organización.

Las intensiones organizativas de la clase obrera fueron rechazadas por los


sectores dominantes a través de prohibiciones, de persecución y de represión.

La legislación inglesa de 1799/1800 – Combinations Acts - de carácter anti


asociativo prohibía toda forma de asociación por oficios y si bien su primer
objetivo fue desarticular a los antiguos gremios también sirvió para los nuevos
trabajadores fabriles. En Francia, la Ley Le Chapelier de 1791, prohibía toda
forma de asociación de operarios y de oficiales pero se mantuvo en vigencia
durante casi un siglo. Entre 1800 y 1825 estuvieron en vigencia los
Combinations Acts. Y tanto los nuevos trabajadores fabriles y los desesperados
tejedores manuales en decadencia se opusieron a ellas. La permanente
presión social sobre la elite dirigente influyó para que se derogaran estas leyes
y en 1824 se aprueba una Ley de Asociación gremial que legalizó a los
sindicatos. Pero como las huelgas continuaban en 1825 el parlamento sancionó
una ley complementaria a la anterior que castigaba a los actos de violencia,

8
específicamente a los piquetes de huelga en las puertas de las fábricas que
impedían el acceso de los rompehuelgas.

En síntesis, la ley de 1825 se limitó a los temas relacionados a la jornada


laboral y su duración. Pero esta ley permitió que se fueran conformando
organizaciones de carácter nacional con poder de negociación frente a la
patronal.

3. La organización obrera en Inglaterra


Inglaterra inició el proceso de industrialización y lideró por tanto los comienzos
de la organización del movimiento obrero inglés. Las reformas políticas de
1832 beneficiaron poco a los trabajadores que habían acompañado a la
burguesía en sus demandas de ingreso al parlamento. Desilusionados,
retomaron la lucha económica y la consolidación de una Gran Central que
reuniera a los obreros.

Robert Owen ( 1771-1858) se oponía la miseria obrera en Gran Bretaña. En


Manchester dirigió una fábrica de más de 500 obreros destacándose en el
mundo empresarial de su época. En 1797 adquiere la propiedad de una gran
fábrica escocesa en Nueva Lanarck e inicia una acción reformadora
modificando la organización del trabajo. Algunas de sus decisiones fueron
revolucionarias para la época como por ejemplo suprimir el trabajo infantil o
limitar la jornada de trabajo a 10 horas. Se convirtió en un crítico de la
economía de mercado y del espíritu competitivo de los empresarios.
Consideraba que el buen trato se reflejaba en un aumento de la productividad
Y propuso la creación de Cooperativas obreras de producción como nuevas
cédulas de la sociedad. Consideraba que“… Apoyadas sobre el principio de la
asociación del trabajo, del consumo y de la propiedad, así como de iguales
privilegios”… (OWEN: Medidas para remediar la suerte de los pobres, 1817- ).4
Debían ser autosuficientes y desarrollar actividades agrícolas e industriales. A
medida que aumentara su número tomarían contacto entre sí hasta formar una
gran Federación. Fue recordado como el fundador del Movimiento Cooperativo.
4
3. Extraído de socialismo pre marxista….

9
En 1820 había desarrollado una propuesta que consistía en la creación de un
sistema de bolsa de trabajo que permitiera el intercambio de mercancías al
precio de las horas de trabajo realizadas en la Cooperativa de producción.
Proponía la coexistencia del nuevo orden económico con la producción
capitalista predominante con la ilusión de que el primero se fuera imponiendo
por las notorias ventajas que presentaba para los trabajadores.
En 1824 abandona Inglaterra y se dirige a Norteamérica para organizar
cooperativas en ese país. De regreso, participó en la organización del
movimiento obrero inglés. En 1834 se fundó la Grand Nacional Consolidarted
Trade Union que llega a tener un millón de afiliados. Owen sostenía que los
mismos empresarios serían partícipes de este sistema cooperativo dado que
creía en el acuerdo a través de la negociación entre las clases y no en la
confrontación entre ellos.
Pero, los empresarios no empleaban a los miembros de los sindicatos y
éstos debían ocultar su agremiación, razón por la cual el gran sindicato se
desintegró y sólo las pequeñas organizaciones de trabajadores calificados
lograron sobrevivir.
La ley de reforma de 1832 5, de carácter selectivo, fue seguida de la Ley de
pobres que garantizaba el control social.
En 1834 fue sancionada una nueva ley de pobres por la cual el cuidado de
los pobres pasó a la esfera del Estado. Se suprimieron los subsidios –existente
en la ley del siglo XVII- y aquellos que no podían mantenerse ingresaban en
las “work houses” (casas de trabajo) especie de asilos en que se reeducaba en
la cultura del trabajo a los indigentes con el objetivo de reinsertarlos en la
sociedad de la producción. La legislación provocó el repudio de los
trabajadores pero se impuso con más facilidad en el sur donde el movimiento
obrero estaba más desorganizado en tanto que en el norte la lucha contra esta
ley fue muy violenta ya que los trabajadores fabriles temían su internación en
las work houses cuando quedaban desocupados. La resistencia contra esta ley

5
En la Cámara de los Comunes una gran parte de las bancas correspondían a los representantes de los
Burgos pero hacia 1830, muchos de esos Burgos habían desaparecido. Las nuevas ciudades industriales
como por ejemplo, Manchester, carecía de representantes dada su inexistencia durante la Edad Media.
Esos Burgos denominados “Burgos podridos” fueron eliminados y se les dio representación política a las
nuevas ciudades. Finalmente, el aumento del Censo electoral permitió el ingreso de los sectores de la
burguesía manufacturera al Parlamento.

10
logró impedir que se aplicara totalmente gracias a la lucha dirigida por los
cartistas.
En la década de 1840 surgió un movimiento de carácter reivindicativo en
Inglaterra, el movimiento cartista, que, a las demandas de tipo económico
comenzaron a sumarle reivindicaciones política relacionadas con la
participación electoral de los trabajadores. Fue el primer movimiento
independiente de los trabajadores ingleses aunque entre sus filas aparecían
distintas posiciones ideológicas y enormes diferencias que denotaban las
enormes diferencias en la composición de la clase obrera compuesta por
artesanos, obreros de taller , de fábrica, especializados y no especializados,
varones, mujeres, nativo e inmigrantes provenientes de distintas regiones,
etc.
En 1838 surgen los Seis Puntos de la Carta del Pueblo redactada por la
Asociación de Trabajadores de Londres. Uno de sus principales dirigentes fue
W. LOVETT que proponía un movimiento de protesta pacífica y de negociación
permanente para obtener los puntos de la carta. Algunos de los puntos de la
Carta del Pueblo solicitaban:
 Sufragio universal masculino
 El voto secreto
 El pago a los diputados electos
 Reducción de los períodos legislativos.
La Carta excluía el voto femenino; las mujeres, aunque trabajadoras, estaban
excluídas de la esfera pública. Ellas debían resguardar a la familia donde la
autoridad recaía en el varón. Merece ser aclarado que las mujeres ayudaban y
trabajaban en las épocas de crisis pero nunca eran tenidas en cuenta en el
momento de las negociaciones y la pelea salarial. La mano de obra femenina
era más barata y por ende una competencia desleal para el hombre. Al mismo
tiempo le cabía al hombre proteger a la familia dado que los valores imperantes
se relacionaban con una masculinidad responsable y de virtud femenina frente
a los ataques burgueses acerca de la forma de vida de los trabajadores en
especial con referencia al tema del consumo de alcohol. ( Eley: 2003)

11
Este movimiento presentó las reivindicaciones económicas unidas a las
políticas creyendo que a través del voto obrero y la reforma en el parlamento se
superarían las penurias de la clase obrera. Se expresaban dos líneas internas
una encabezada por Lovett que buscaba consensos con la clase y seguía una
vía pacifista y otra fuerte en el Norte de la Isla, liderada por O¨ Connor
partidario de acción directa y de la huelga como instrumento eficaz de lucha.
Pero, la confrontación permanente de esta línea que organizó una serie de
huelgas en 1842 terminó ganando el repudio de las clases medias inglesas que
en un principio apoyaron las demandas.
En 1844 se puso en vigencia una legislación protectora que limitó la jornada
de trabajo de los mineros a seis horas
En 1847 una Ley inglesa (Bill Ashley) limitó a 10 horas de trabajo la jornada
laboral de mujeres y de niños en la fábrica textil (hilanderías de algodón). Esta
ley fue considerada por Marx como la primera gran victoria de los obreros
sobre la burguesía. Este triunfo fue resultado de la actividad desplegada por los
Cartistas que ha partir de 1848 perdieron su fuerza.
La influencia de las revoluciones de 1848 en Francia y en el resto de Europa
impulsó su accionar organizando una nueva petición al parlamento pero el
paulatino fracaso de las mismas llevó a su extinción al tiempo que sus
dirigentes fueron encarcelados y el movimiento desapareció.
Es importante destacar que en 1834 por influencia de WEITLING- Obrero
alemán autodidacta, de profesión sastre- se crea en París La Liga de los
Réprobos: Sociedad secreta de la cual surgió en 1838 La Liga de los Justos
dirigida por Weitling. Esta Liga planteó un programa Comunista utópico y luego
se transformó en la Liga comunista a la que Marx y Engels (exponentes del
socialismo científico) adhirieron formalmente.

4. El movimiento obrero francés

En Francia, cuyo desarrollo capitalista estaba retrasado con respecto a


Inglaterra, el campesinado era la clase más numerosa. La mayoría de los
obreros eran ocupados en pequeños talleres y recibían la influencia ideológica
de pensadores como A. Blanqui– partidario de la dictadura del proletariado- que
organizó una serie de rebeliones revolucionarias que sirvieron de antecedente

12
de la Revolución de 1848. Este revolucionario pasó la mayor parte de su vida
en la cárcel (más de treinta y seis años).
Otros socialistas, que también ejercieron influencia en el movimiento obrero
francés fueron Furier –proponía la construcción de unidades de consumo y de
producción denominados falasterios y Luis Blanc -talleres sociales- y también
un anarquista y obrero autodidacta, Proudhom.
Las primeras formas de organización obrera fueron el mutualismo. Formaban
sociedades para protegerse contra la enfermedad, el accidente y la muerte.

Durante el S. XIX se produjo una doble articulación de las demandas


populares: una articulación social que culminó en la aparición de los sindicatos
y una articulación política, que condujo a la formación de partidos políticos
obreros.

Según Aizpuru/Rivera (1994 ) se puede diferenciar los siguientes tipos de


asociaciones según su finalidad:

1) Sociedades de Socorro Mutuo que se ocupaban de ayudar a los socios


enfermos o imposibilitados, el accidente y la muerte dieron origen al
Mutualismo y fueron la primera forma de organización obrera. Tenían una caja
económica. Eran Sociedades de beneficencia que no debían convertirse en
sociedades de resistencia pero muchos de ellos se hicieron pasar por
sociedades de socorro mutuo aunque su objetivo fuera la organización laboral.

2) Cooperativas de consumo cuya tarea consistía en la compra bienes a bajo


precio para vender entre sus socios 6

3) Cooperativas de Producción basadas en la autogestión por parte de los


trabajadores sin la presencia del capitalista propietario. Su destino era muy
efímero ya que terminaban en quiebras por la adversidad del contexto en el
que se desarrollaban.

4) Sociedades de educación obrera y de tiempo libre que buscaban educar a


los trabajadores y por ello fundaban escuelas nocturnas, ateneos, coros,

6
En nuestro país se formó la primera cooperativa de Consumo y vivienda en 1905: El Hogar Obrero. Juan
B. justo fue su fundador

13
ciclistas, etc. Buscan aumentar la solidaridad obrera. Sirvieron de sostén del
movimiento obrero en sus fases de clandestinidad.

5) En muchos casos las formas anteriores eran la fachada de Sociedades de


Resistencia o sindicatos que defendían a los trabajadores en el lugar de trabajo
y querían fijar condiciones colectivas.

En todos los casos los Obreros más pobres eran excluidos porque no podían
pagar la cuota de las sociedades.

El movimiento obrero francés luchó desde 1840 por reivindicaciones de tipo


corporativas.

Producida la Revolución de 1848 7 en Francia; el Gobierno Provisional creó una


Comisión para los Trabajadores formada por obreros y patrones. Algunas de
las medidas tomadas por esa Comisión fueron:
 Se suprimió la subcontratación
 Se limitó la jornada de trabaja de 10 hs. en París y 11 hs. en las
provincias.

Los patrones que no respetaran los derechos laborales serían castigados con
multa y en caso de reincidencia hasta con prisión.
El Comité de la Constituyente propuso la obligatoriedad de la escolaridad en
los niños y el descanso dominical pero estas propuestas no tuvieron éxito.
Durante las primeras semanas de la Segunda República se favoreció la
Organización Sindical creándose nuevas sociedades corporativas y fusionando
las ya existentes.

Señala Dolleans (1962 ) que…” en marzo de 1848 los obreros carpinteros de


la ciudad de París fundan una Asociación Fraternal y democrática con el objeto
de:

1. Sostener el gobierno republicano, popular y democrático e impedir la


contra revolución.
7
Esta revolución provocó la caída de Luis Felipe de Orleáns, el rey burgués y tuvo una activa
participación popular. En esta revolución coexistió una crisis económica y una crisis política

14
2. abolir el sistema de Subcontratos
3. Investigar todos los medios que se emplearon a fin de que, en el
porvenir de la suerte del obrero no está comprometida con el capricho
del patrón.”

Las Sociedades corporativas de Resistencia adquirieron la forma de


Sociedades de Socorros Mutuos que a partir de 1852 (Segundo Imperio-
Napoleón III) como por ejemplo los tipógrafos de Marsella fueron
desapareciendo.
La crisis económica de 1848 generó altas tasas de desocupación y una
estrategia para darle ocupación a los parados fue la creación de los Talleres
Nacionales. A cambio de un salario mínimo los obreros eran destinados a la
reparación de caminos o a la construcción de fosas en las fortificaciones de la
capital. Se inscribieron alrededor de 150.000 trabajadores dándole ocupación
sólo a un 10% y se convirtieron en una carga para el Estado.
La disolución de los Talleres Nacionales provocó la insurrección de junio de
1848 con un saldo de numerosos muertos, heridos y deportados entre el
movimiento obrero francés.

En síntesis, el movimiento obrero surgió en Inglaterra y siguió en Francia y en


Alemania sumando a las reivindicaciones económicas las transformaciones del
orden social y político existente.

5. La formación de la Trade Unions

En la segunda mitad del siglo XIX se inició un período de prosperidad


económica en Gran Bretaña que permitió una mejora en las condiciones de
vida de los obreros especializados quienes comenzaron a reorganizarse. Es
por ello que a partir de 1850 surgió en Inglaterra un nuevo sindicalismo
teniendo como protagonistas a los obreros calificados y especializados
que llevaron adelante una política de reivindicaciones con el objetivo de
alcanzar su legalidad como organizaciones sindicales.
Sus objetivos fueron económicos y estuvieron relacionados con las condiciones
del proceso de trabajo. Apoyaron a los sectores liberales desde el punto de
vista político y trataron de conseguir el favor de estos diputados para sus

15
demandas. Su mayor preocupación pasaba por organizar un movimiento a
escala nacional. La unión de las asociaciones del norte y del sur dio origen a la
Trade Unions.
Dolleans (1962) sostiene que la Trade Unions reunió la fuerza del número
debido al crecimiento considerable del número de sus miembros; la fuerza del
dinero gracias al aporte de sus miembros a la Unión y a una buena
administración de los recursos y la fuerza del valor personal de sus miembros
quienes dirigían la asociación y la administración.
Los nuevos dirigentes provenían de la clase trabajadora e impulsaron las
relaciones de sociabilidad entre sus miembros consolidando una cultura obrera
basada en la pertenencia a la clase. Buscaban “una integración sin sumisión” y
gozar de respetabilidad (Aizpuru: 1994 ).
La Iglesia protestante metodista ejerció una fuerte influencia sobre ellos dado
que a través de la lectura de la Biblia no solo alfabetizaron a los trabajadores
que se acercaban sino que trataron de inculcarles principios moralizadores que
funcionaron como un factor de moderación en la ideología de la Trade Unions.
El crecimiento de las Uniones nacionales y de sus respectivos fondos se
acrecentó día a día como por ejemplo la de los albañiles en piedra o la de los
fabricantes de máquinas de vapor.
Estas Uniones constituyeron “una aristocracia de obreros calificados” como
primer paso para la creación de uniones fuertemente organizadas.
La Unión Nacional no era una federación de sociedades independientes: era
unitaria y poseía una caja común que hacía frente a todos los gastos. El Comité
Ejecutivo tenía poder para disponer de fondos importantes y de decidir
conceder o negar el socorro de huelga.
Hacia 1860 se unen cinco grandes uniones: mecánicos, fundidores de hierro,
albañiles de ladrillo, zapateros de calzado de mujer y carpinteros. Estos
sectores constituyeron la fuerza del trade unionismo entre 1860 y 1870 y a
partir de 1860 la patronal descubrió las ventajas de utilizar los mecanismos de
negociación con los sindicatos.
El sindicalismo inglés gozaba de la libertad de asociación; una legislación
protectora del trabajo y la capacidad de negociación de igual a igual con la
patronal.

16
No cabe duda que recién en las 2da mitad siglo XIX surge el sindicalismo
industrial y es en esta época que también se va a organizar la Primera
internacional en Londres en 1864 por iniciativa de Marx que convocó a la
unidad del movimiento obrero y sus principales protagonistas fueron el
movimiento obrero francés y el movimiento obrero ingles a través de la Trade
Unions.
Años más tarde , y por iniciativa de Engels, en 1889 se concretó la Segunda
Internacional en París siendo sus pilares el movimiento obrero alemán
representado en la Socialdemocracia alemana y el movimiento obrero francés
distanciados después de la Guerra Franco Prusiana de 1870.
En la segunda Internacional se instauró el 1ro. De Mayo como día del trabajo y
del trabajador, en homenaje a los mártires de Chicago. Desde entonces este
festejo fue universal y todos los trabajadores del mundo festejaron en su día.
Cabe preguntarse si este festejo continuará en los tiempos de esta sociedad
globalizada regida por las leyes del mercado y del progreso tecnológico
ininterrumpido.

6. Conclusiones:

Algunos autores sostienen que nos encaminamos hacia el fin del trabajo y de
los trabajadores tal como los reconocemos hoy. El capital no necesita de toda
la fuerza laboral disponible y cada vez son mayores las tasas de desocupación
tanto en países centrales y periféricos.

Castel (1997) explica que antes de la revolución industrial los vagabundos y los
inútiles eran aquellos que no trabajaban para ganar su sustento pero hoy ese
lugar lo ocupan los “inempleables”. Así, el salariado pasó del descrédito de las
primeras épocas al de ser el principal dispensador de ingresos y protecciones y
hoy lo que está en peligro es la condición misma de salariado.

Afirma Castel…” son desdeñados, arrojados a la playa después de que la


corriente de los intercambios productivos los abandonara”… Acostumbrados al
casi pleno empleo a partir de los años 50 del siglo XX con el accionar de las
políticas de integración a través del Estado del Bienestar cobran existencia de
“inútiles para el mundo.” No son explotados porque para serlo tienen que tener

17
habilidades para ofrecer y si no hacen nada, no existen socialmente: no ocupan
un lugar en la estructura social pero siguen presentes pero están de más.

Constituye éste el fin de la sociedad salarial como lo sostienen R. Castel y


Rosenvallone? Entonces quienes serán los nuevos sujetos de la historia que
serán los encargados de cambiar el sistema tal como lo había predicho Marx?
Un interrogante sin respuesta…por ahora…

Por primera vez en la historia, el trabajo humano está siendo paulatinamente


eliminado de proceso de producción. Las nuevas tecnologías de información y
de comunicación reducen día a día los puestos de trabajo. El ejército de
desempleados se acrecienta pero no cumple las funciones del ejército
industrial de reserva de mano de obra dado que su magnitud reduce la
capacidad de negociación salarial.

Los índices de desempleo, subempleo, la precarización del trabajo, la


flexibilización laboral crecen tanto en los países centrales como periféricos en
la medida que en que los sistemas de producción se automatizan pero
encontramos sectores que resultaron mas vulnerables, como los jóvenes, las
mujeres, los trabajadores de mayor edad, de menor calificación, etc.

Mientras que en los países del centro aun se mantienen políticas sociales que
garantizan la reproducción de estos trabajadores, con el subsidio por
desempleo; en los de la periferia, el desmantelamiento del Estado del Bienestar
abandonó a los desempleados a su suerte que cada día pasan a engrosar la
categoría de nuevos pobres.

André Gorz (1990) denomina a estos nuevos actores sociales como no clase
porque son expulsados del trabajo o subempleados en sus capacidades por la
automatización y la informatización del trabajo intelectual. Esta realidad es
consecuencia de un capitalismo en crisis y de la disolución de las relaciones
sociales capitalistas de producción que atraviesa a todas las capas de la
sociedad. Los trabajadores tradicionales pasan a ser una minoría privilegiada
ya que la mayoría pasa a pertenecer a esta no clase: los parados permanentes

18
o provisorios. El trabajo deja de producir sociedad y pierde su valor como factor
de integración y pertenencia

¿Es posible pensar un mundo sin trabajadores? ¿Cuales serán las estrategias
de sobrevivencia de los sectores no requeridos por el capital? ¿Como podrían
sobrevivir los excluidos en un marco en el que se da un proceso de
concentración de la riqueza y el poder a escala planetaria? Llegaremos al fin de
la sociedad salarial como lo señala Castel.

En la primera parte de este artículo analicé como la clase trabajadora


asalariada fue consiguiendo un espacio propio dentro de la esfera social y
política. Si bien siempre se mantuvo subordinada: esta clase trabajadora logró
imponer sus reclamos a partir de las luchas sociales y construyó su identidad a
pesar de ser una unidad compleja.

En el mundo del siglo XXI aparece una nueva categoría social “los trabajadores
sin trabajo” (Ana Arendt) que no trabajan por ser deficientes o incapaces como
en las etapas anteriores sino porque el capital no los necesita.

La historia del movimiento obrero expresa la lucha de los trabajadores por


conseguir una legislación justa, derechos sociales y políticos.

Uno de los logros de la Revolución del 48 en Francia fue poner fin a la


subcontratación. Hoy esta conquista se vuelve lejana ya que el Contrato de
Trabajo por tiempo indeterminado tiende a desaparecer: hoy los convenios
duran pocos meses y los más afectados son los jóvenes y las mujeres.

Hay una serie de interrogantes que quedan planteados a partir de esta nueva
realidad social de fin de siglo.

 El trabajador debe flexibilizarse a las demandas del mercado lo que


le provoca vivir en una permanente incertidumbre.
 El desmantelamiento del Estado del Bienestar como responsable del
gasto público indebido a partir de la década del 80 no sostiene a los
trabajadores precarizados ni a los desempleados.

19
 Cual será el futuro de estos pauperizados, cual su reacción y su
organización frente a esta nueva realidad.

Retomando el análisis de Castel (1997) nos preguntamos sobre cuales serán


las nuevas formas de socialización y de integración social que se pondrán en
movimiento en la medida en que el trabajo ya no sea el espacio de integración
y que conflictos sociales saldrán a la superficie.

7. Bibliografía

20
Aizpuru, Mikel/ Rivera Antonio : Manual de Historia social del Trabajo. Editorial
siglo XXI. Madrid, 1994

Avendroth, Wolfand: Historia social del movimiento obrero. Capítulo 1.


Ediciones de Cultura popular, 1987.

Bravo Gala, Pedro: Socialismo pre marxista. Tecnos, Madrid, 1998

Castel, Robert: La metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del


salariado. Paidós. Bs. As., 1997.

Dolleans Edouard: Historia del movimiento obrero. Eudeba, BS As., 1962

Drozz, Jacques: Historia social del socialismo. Destino, Barcelona, 1989

Gorz, André: Adiós al proletariado. Ediciones Imago Mundi-Colección El cielo


por asalto. Bs.As. ,1990.

Eley, Geoff : Un mundo que ganar .Historia de la izquierda en Europa, 1850-


2000. Editorial Crítica, Barcelona, 2003.

Mandel, Ernest: El lugar del marxismo en la historia. Ed. Y distrib. hispánicas,


1991

Rifkin, Jeremy: El fin del trabajo. Paidòs, Barcelona, 1996.

.Rudé, George: La multitud en la historia. Editorial crítica, Bs. As, 1990

Rule, John: Clase obrera e industrialización. Historia social de la revolución


industrial británica, 1750-1850.Editorial crítica, Barcelona ,1990

21

Vous aimerez peut-être aussi