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En geología se le denomina roca a cada uno de los diversos materiales sólidos, formados
por cristales o granos de uno o más minerales de que está hecha la parte sólida de la
Tierra y otros cuerpos planetarios. En la Tierra el manto y la corteza están hechos de roca
El estudio de las rocas de los cuales estudiamos durante todas las sesiones de clases
Marco teórico
Las rocas ígneas (del latín ignis, "fuego") o magmáticas son aquellas que se forman
cuando el magma (roca fundida) se enfría y se solidifica. Si el enfriamiento se produce
lentamente bajo la superficie, se forman rocas con cristales grandes denominadas rocas
plutónicas o intrusivas, mientras que si el enfriamiento se produce rápidamente sobre la
superficie, por ejemplo, tras una erupción volcánica, se forman rocas con cristales
indistinguibles a simple vista conocidas como rocas volcánicas, efusivas o extrusivas. La
mayor parte de los 700 tipos de rocas ígneas que se han descrito se han formado bajo la
superficie de la corteza terrestre. Ejemplos de rocas ígneas son la diorita, la riolita,
el pórfido, el gabro, el basalto y el granito
Importancia geológica
Las rocas ígneas componen, aproximadamente, el 95% de la parte superior de la corteza
terrestre, pero quedan ocultas por una capa relativamente fina pero extensa de rocas
sedimentarias y metamórficas.
Las rocas ígneas son geológicamente importantes porque:
Sus minerales, y química global dan información sobre la composición del manto
terrestre, del cual procede el magma que origina las rocas ígneas, y de la temperatura
y condiciones de presión reinantes cuando se formó la roca, o de la roca preexistente
que se fundió;
Sus edades absolutas pueden obtenerse por varios sistemas de datado radiométrico, y
así puede ser comparadas con estratosgeológicos adyacentes, permitiendo una
secuencia de tiempo de los eventos;
Sus características corresponden usualmente con características de un ambiente
tectónico específico, permitiendo reconstituciones eventos tectónicos (ver tectónica de
placas);
En algunas circunstancias especiales, contienen importantes depósitos minerales,
como tungsteno, estaño y uranio, comúnmente asociados a granitos, cromo y platino,
comúnmente asociados a gabros.
Rocas volcánicas o extrusivas
Roca volcánica
Basalto (roca volcánica); las líneas claras muestran la dirección del flujo de lava.
Las rocas volcánicas o extrusivas se forman por la solidificación del magma (lava) en la
superficie de la corteza terrestre, usualmente tras una erupción volcánica. Dado que el
enfriamiento es mucho más rápido que en el caso de las rocas intrusivas, los iones de los
minerales no pueden organizarse en cristales grandes, por lo que las rocas volcánicas son
de grano fino (cristales invisibles a ojo desnudo), como el basalto, o completamente
amorfas (una textura similar al vidrio), como la obsidiana. En muchas rocas volcánicas se
pueden observar los huecos dejados por las burbujas de gas que escapan durante la
solidificación del magma.
El volumen de rocas extrusivas arrojadas por los volcanes anualmente depende del tipo de
actividad tectónica:2
Riolita
Brecha volcánica
Textura
Artículo principal: Textura (petrología)
La textura de una roca ígnea se usa para describir el aspecto general de la misma en
función del tamaño, forma y ordenamiento de los cristales que la componen. En un
esquema simplificado se pueden distinguir hasta seis texturas ígneas
Textura vítrea. Las rocas con textura vítrea se originan durante algunas erupciones
volcánicas en las que la roca fundida es expulsada hacia la atmósfera donde se enfría
rápidamente; ello que ocasiona que los iones dejen de fluir y queden desordenados
antes de que puedan unirse en una estructura cristalina ordenada. La obsidiana es un
vidrio natural común producido de este modo.
Textura afanítica o de grano fino. Se origina cuando el enfriamiento del magma es
relativamente rápido por lo que los cristales que se forman son de tamaño
microscópico y es imposible distinguir a simple vista los minerales que componen la
roca. Es un ejemplo la riolita.
Textura fanerítica o de grano grueso. Se origina cuando grandes masas de magma se
solidifican lentamente a bastante profundidad, lo que da tiempo a la formación de
cristales grandes de los diferentes minerales. Las rocas faneríticas, como
el granito están formadas por una masa de cristales intercrecidos aproximadamente
del mismo tamaño y lo suficientemente grandes como para que los minerales
individuales puedan identificarse sin la ayuda del microscopio.
Textura porfídica. Son rocas con cristales grandes (llamados fenocristales) incrustados
en una matriz (llamada pasta) de cristales más pequeños. Se forman debido a la
diferente temperatura de cristalización de los minerales que componen la roca, con lo
que es posible que algunos cristales se hagan bastante grandes mientras que otros
estén empezando a formarse. Una roca con esta textura se conoce como porfiroide.
Textura pegmatítica. Las pegmatitas son rocas ígneas de grano especialmente grueso,
formadas por cristales interconectados de más de un centímetro de diámetro. La
mayoría se hallan en los márgenes de las rocas plutónicas ya que se forman en las
últimas etapas de la cristalización, cuando el magma contiene un porcentaje
inusualmente elevado de agua y de otros volátiles como el cloro, el flúor y el azufre.
Textura piroclástica. Algunas rocas ígneas se forman por la consolidación de
fragmentos de roca (cenizas, lapilli, gotas fundidas, bloques angulares arrancados del
edificio volcánico, etc.) emitidos durante erupciones volcánicas. No están formadas por
cristales y su aspecto recuerda al de las rocas sedimentarias. La toba volcánica es un
ejemplo de este tipo de roca.
Las rocas plutónicas acostumbran a tener texturas faneríticas, porfídicas y pegmatíticas,
mientras que las rocas volcánicas son de textura vítrea, afanítica o piroclástica.
Composición química
Las rocas ígneas están compuestas fundamentalmente por silicatos (SiO44-); estos dos
elementos, más los iones aluminio, calcio, sodio, potasio, magnesio y hierro constituyen
aproximadamente el 98 % en peso de los magmas. Cuando éstos se enfrían y solidifican,
dichos elementos se combinan para formar dos grandes grupos de silicatos:3
Rocas félsicas o de composición granítica. Son rocas ricas en sílice (un 70 %), en las
que predomina el cuarzo y el feldespato, como por ejemplo el granito y la riolita. Son,
en general, de colores claros, y tienen baja densidad. Además de cuarzo y feldespato
poseen normalmente un 10 % de silicatos oscuros, usualmente biotita y anfíbol. Las
rocas félsicas son los constituyentes principales de la corteza continental.
Rocas andesíticas o de composición intermedia. Son las rocas comprendidas entre las
rocas félsicas y máficas. Reciben su nombre por la andesita, las más común de las
rocas intermedias. Contienen al menos del 25 % de silicatos oscuros,
principalmente anfíbol, piroxeno y biotita más plagioclasa. Estas rocas están asociadas
en general a la actividad volcánica de los márgenes continentales (bordes
convergentes).
Rocas máficas o de composición basáltica. Son rocas que tienen grandes cantidades
de silicatos oscuros (ferromagnésicos) y plagioclasa rica en calcio. Son, normalmente,
más oscuras y densas que las félsicas. Los basaltos son las rocas máficas más
abundantes ya que constituyen la corteza oceánica.
Rocas ultramáficas. Roca con más de 90 % de silicatos oscuros. Por ejemplo,
la peridotita. Aunque son raras en la superficie de la Tierra, se cree que las peridotitas
son el constituyente principal del manto superior.
La siguiente tabla es una subdivisión simple de rocas ígneas, de acuerdo con su
composición y origen:
Composición
Temperatura
El aumento de temperatura es el factor típico que conduce a la fusión de las rocas y a la
formación del magma. Puede ocurrir cuando un cuerpo ígneo caliente asciende
e intruye en la corteza cuyas rocas se funden. Esto suele ocurrir en los límites
convergentes de las placas tectónicas como por ejemplo la colisión de la India con la placa
euroasiática.
Se cree que el granito y la riolita son rocas ígneas que se forman por fusión de la corteza
continental debido al aumento de la temperatura. El aumento de la temperatura también
puede contribuir a la fusión de la litósfera que se hunde en una zona de subducción.
Descompresión
La fusión por descompresión ocurre debido a una disminución de la presión. La
temperatura de fusión de la mayoría de las rocas se incrementa, en ausencia de agua, con
el aumento de la presión, y ésta aumenta con la profundidad. Así, una roca profunda muy
caliente puede seguir en estado sólido debido a la enorme presión de confinamiento a la
que está sometida; si la roca asciende y su presión de confinamiento disminuye más
rápidamente que su temperatura (las rocas son malas conductoras del calor), se fundirá.
Este proceso de fusión, en el movimiento ascendente del manto sólido mediante corrientes
de convección, es crítico en la dinámica de la Tierra. La fusión por descompresión crea
nueva corteza oceánica en las dorsales oceánicas, origina plumas de manto que han dado
lugar a cadenas de islas como Hawái. La fusión por descompresión es la explicación más
común inundaciones basálticas (trapp) y las mesetas oceánicas, dos tipos de grandes
provincias ígneas.
Las rocas sedimentarias son rocas que se forman por acumulación de sedimentos, los
cuales son partículas de diversos tamaños que son transportadas por el agua, el hielo o el
viento, y son sometidas a procesos físicos y químicos (diagénesis), que dan lugar a
materiales consolidados. 1Las rocas sedimentarias pueden formarse a las orillas de
los ríos, en el fondo de barrancos, valles, lagos, mares, y en las desembocaduras de los
ríos. Se hallan dispuestas formando capas o estratos.
Existen procesos geológicos externos que actúan sobre las rocas preexistentes, estos
agentes las meteorizan, transportan y depositan en diferentes lugares dependiendo del
transporte (agua, viento, hielo). De igual manera, distintos
organismos animales o vegetalespueden contribuir a la formación de rocas sedimentarias
(fósiles). Las rocas sedimentarias pueden existir hasta una profundidad de diez kilómetros
en la corteza terrestre. Estas rocas pueden presentarse sueltas o consolidadas, es decir,
que han sido unidas a otras por procesos posteriores a la sedimentación, conocidos
como diagénesis.
Las rocas sedimentarias cubren más del 75 % de la superficie terrestre, formando una
cobertura sedimentaria que se encuentra sobre rocas ígneas y, en menor medida,
en metamórficas. Sin embargo su volumen total es pequeño cuando se comparan sobre
todo con las rocas ígneas, que no solo forman la mayor parte de la corteza, sino la
totalidad del manto.2
Ambientes sedimentarios
Las características del sedimento dependen en parte de la forma en que se realice la
sedimentación. Las condiciones físico-químicas del medio en el que ocurre la
sedimentación tienen gran importancia en el depósito de sedimentos de carácter químico
pues son dichas condiciones las que determinan la existencia de ciertos organismos de
cuyos restos se forman sedimentos orgánicos.
Ambientes sedimentarios continentales
Glaciar: Los depósitos dejados por un glaciar son principalmente la morrena frontal y la
morrena de fondo; los materiales detríticos proceden de la meteorización mecánica de
las rocas. Son sedimentos sin estratificación, con clastos angulosos y con materia
orgánica casi nula.
Desértico: Los clastos proceden de la meteorización mecánica de las rocas, pero han
sido bien seleccionados durante el transporte eólico. Los ejemplos más
representativos son:
Dunas: formadas por arena con un grosor de entre 4,76 y 0,074 milímetros
Loess: formados por limo con un grosor menor a 0,074 milímetros
Ambos ejemplos presentan estratificaciones cruzadas.
Son más extensos y continuos que los continentales. Se encuentran tanto sedimentos
detríticos como químicos y orgánicos.
Tipo
Rocas detríticas: Conglomerados, areniscas y lutitas caolínicas (en primer término). Formación
Rocas metamórficas
Introducción
Las rocas metamórficas son el resultado de la transformación de cualquier otro tipo de rocas,
ígneas, sedimentarias e, incluso, metamórficas, mediante fenómenos de metamorfismo.
El grado de metamorfismo de las rocas puede ser distinto, por eso existen transiciones
graduales a las rocas metamórficas desde las correspondientes ígneas y sedimentarias.
Los tipos de metamorfismo son: dinámico, cuando la causa de la transformación de las rocas
son grandes presiones; de contacto, si la causa ha sido una alta temperatura por proximidad de
un magma; y regional, cuando concurren las dos causas anteriores.
Estas especiales condiciones que inciden en la formación de las rocas metamórficas hacen que
todas ellas se encuentren cristalizadas. Las presiones, que de una manera constante y con
mayor o menor intensidad, siempre se producen en los fenómenos de metamorfismo, hacen
que las rocas de este tipo, normalmente, presenten cierta pizarrosidad.
El tamaño de los cristales dependerá de los minerales existentes en la primitiva roca y de los
procesos de neoformación y recristalización. Los minerales que componen las rocas
metamórficas pueden formarse en el metamorfismo o bien ser los mismos existentes antes de
la iniciación del proceso.
Según las facies de aparición de minerales de metamorfismo, esto es, según las
condiciones de presión y temperatura en las cuales, si el quimismo lo permite, van a
formarse actinota, o sillimanita, o granates, etc.
Según las secuencias metamórficas o, lo que es lo mismo, según el tipo de roca que
les da origen.
Nosotros vamos a utilizar este segundo criterio, menos interesante desde el punto de vista
científico, pero más útil para su descripción e identificación macroscópica y, sobre todo, con
vistas a considerar la roca como material a partir del cual va a desarrollarse el suelo.
La composición mineralógica del gneis es la misma que la del granito o de la sienita: cuarzo
más a menos abundante, feldespato no cálcico y ferromagnesiano no olivínico, pudiendo
contener muscovita y otros minerales accidentales.
Son bastantes las rocas que pueden dar origen al gneis, por lo que es una roca que presenta
muchas variedades. Entre ellas, las más significativas son: gneis micáceo con abundancia de
muscovita en láminas orientadas, y gneis glandular en el que se aprecian cristales nodulares
de cuarzo o/y feldespato.
Filitas y Micacitas
Algunos autores denominan a estas rocas pizarras metamórficas, diferenciándose las micacitas
por la abundancia de muscovita. A simple vista, sólo la mayor consistencia de estas rocas
permite diferenciarlas de las pizarras arcillosas sedimentarias siendo la cristalización y la
aparición de minerales de metamorfismo los criterios seguros para su identificación.
En España abundan en los terrenos antiguos de Asturias, León, en algunos puntos del Sistema
Central y Pirineos y, sobre todo, en Extremadura y Sierra Morena.
Esquistos y Cuarcitas
Procedentes ambas rocas del metamorfismo de psammitas y psefitas se diferencian entre ellas
en que las cuarcitas tienen más del 90 por ciento de sílice, y unas y otras de sus orígenes
respectivos, en la esquistosidad que presentan y por su consistencia.
Son ejemplares angulosos, esquistosos y que, al romperse, se fracturan sus cristales; las
psammitas, sedimentarias, son redondeadas y, cuando son angulosas, se rompen por la matriz
a cemento que une sus granos.
Son rocas de grano fino a grueso, de aspecto sacaroideo y colores claros, presentando
frecuentemente alteraciones en bandas.
No son abundantes en España. Las Sierras Blancas, entre las provincias de Granada y
Málaga, son las manchas más importantes de mármol dolomítico.
Objetivo general:
Objetivos Específicos:
A lo largo y ancho del mundo, se tomó mayor énfasis en el estudio de los distinto
tipos de rocas, piedras preciosas teniendo referencia de su composición,
propiedades y se logró la disciplina científica, clasificándolos por grupo o tipos
que existen en nuestro planeta tierra, utilizados en diversidad de trabajos
construcciones, fábrica de todo tipo de metales.