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 ¿Qué es la ilustración?

El término alude a un movimiento de ideas fuertemente difundido en el siglo


XVIII, pero con raíces desde el siglo XV. Este movimiento se propone
desarrollar la lucha de la razón contra el oscurantismo, la disputa de la “luz”
contra las “tinieblas”.

La ilustración es, entonces, una filosofía de crítica hacia la autoridad y la


tradición cultural e institucional de la era en que surge. Su programa se basa en
la difusión del uso de la razón como motor del progreso de todos los aspectos
de la vida. Esto esta íntimamente relacionado con un proceso de
secularización. En definitiva, la razón y la ciencia vienen a iluminar el desarrollo
que se encontraba bajo las tinieblas de los mandatos religiosos.

La ciencia, interpretada en sentido práctico y utilitarista, es el núcleo alrededor


del cual gravita el pensamiento de la ilustración. La razón es el órgano ilustrado
que se contrapone a la autoridad y a los prejuicios. Postulados de la ciencia
como “verdades indiscutibles”, o al menos como generalizaciones legitimas con
una validez metodológicamente fundada. Importancia del método científico para
explicar los fenómenos. Confianza ilimitada en la razón que encuentra sus
fundamentos en la naturaleza.

 Pensamiento pedagógico ilustrado :


 Jean Jaques Rousseau (1712 – 1778)

En el año 1762 escribe “Emilio”, una novela fundamentalmente pedagógica. En


esta novela Rousseau da cuenta de cómo educar al “ciudadano ideal”. Este
trabajo relata como “Emilio” es educado por fuera de la sociedad civil, pero para
la sociedad civil. Esta paradoja expone la noción rousseaniana en relación a
una mirada positiva del hombre en estado de naturaleza, una instancia
imaginaria que da cuenta de la esencia de los seres humanos en la vida previa
al pacto social, o sea, a la vida en sociedad. Rousseau sostiene una mirada
positiva del ser humano en aquel estado de naturaleza, esto es puesto en juego
también en relación a la educación de Emilio.

En cierto sentido el planteo de Rousseau tanto en “El Contrato Social” como en


el “Emilio” pasa por imaginar el estado de naturaleza, o la formación solitaria de
Emilio, como instancias totalmente imaginarias , pero necesarias. Ello implica
experimentos mentales necesarios para considerar elementos que la
“socialidad” deberá satisfacer para enriquecer (y no para coartar) la
espontaneidad originaria del hombre. Se trata no de conservar intacta la
“libertad natural”, sino más bien de transformarla en “libertad cívica”. Este
enriquecimiento pasa fundamentalmente por la moralidad y la vida espiritual.
Sólo en el estado social las ideas del hombre se extienden, sus sentimientos se
ennoblecen.

“Emilio” es una novela educativa que intenta exponer los criterios educativos en
relación a un niño que es confiado a un preceptor (lugar que ocupa el mismo
Rousseau). Tal como plantean Abbagnano y Visalberghi (1964) en el Emilio la
instancia educativa no se trata de impartir al alumno enseñanzas complicadas.
Se trata de crear situaciones estimulantes que lo obligan al educando a
educarse solo (camino más arduo).

Esta obra está compuesta de cinco libros que trazan todas instancias del
desarrollo del alumno, desde el nacimiento hasta el matrimonio y la paternidad.
Estos libros son la expresión de 5 etapas del desarrollo. Los dos primeros
dedicados la infancia donde predomina el sentido (hasta los 12 años
aproximadamente). El tercero da cuenta de una instancia donde predomina la
noción de utilidad (entre los 13 y 15 años). El cuarto basado en alcanzar la
edad de la razón (15 años) donde comienza a desarrollarse la moralidad y el
interés por lo religioso. El quinto libro está dedicado a la educación de la mujer,
a la entrada de la vida en sociedad de Emilio, y su matrimonio con Sofía.

En el “Emilio” Rousseau distingue tres especies de educación: la educación de


la naturaleza, la educación de las cosas y la educación de los hombres. Solo
con el desarrollo armonioso de las tres instancias un individuo puede resultar
“bien educado”. Sin embargo, la educación de los hombres se excluye, ya que
se opone a la de la naturaleza (instancia fundamental para Rousseau) ya que la
educación debe comenzar por fuera de la vida social.

Para Rousseau la regla más importante de cualquier educación no es ganar


tiempo sino perderlo. Aquí lo que quiere destacar e la necesidad de no
entorpecer un proceso NATURAL de maduración, en la intimidad del niño se
despliegan fuerzas activas de de la “educación natural”.

Rousseau distingue tres disposiciones de la naturaleza del hombre: sentido,


utilidad y razón. Y considera que estas se afirman sucesivamente y maduran en
forma espontanea. Estas tres disposiciones se encuentran en relación con las 5
etapas de desarrollo anteriormente descriptas.
Como vemos hay cierta maduración natural y noción de progreso y evolución
en el desarrollo educativo que es acompañado por el educador. La naturaleza
humana no se desarrolla sino mediante experiencias importantes, y en este
sentido, el primer deber del educador es hacerlas posibles desde los primeros
momentos de vida. Pero es fundamental para el autor que esas experiencias
deben hacerse solo con cosas, y no mediante relaciones humanas.

Todo esto da cuenta que de las tres especies de educación mencionadas,


Rousseau acepta sin reservas la de la naturaleza (educación natural). Rechaza
la tercera, la de los hombres (educación negativa), y utiliza la de las cosas a fin
de orientarla hacía una educación natural (educación indirecta). Este
procedimiento puede considerarse como educación indirecta: La importancia
que se le atribuye a la relación individuo-ambiente no elimina ni disminuye la
tarea del educador, sino que la vuelve más difícil; se realiza sobre todo
mediante la preparación de situaciones concretas de eficaz valor educativo. El
educador debe “hacer posible” experiencias transformadoras. Rol fundamental
a la relación entre el educando y el ambiente natural.

“No se trata de enseñarle las ciencias, sino de hacerlo adquirir el gusto de el


gusto de amarlas y los métodos para aprenderlas”. Por consiguiente es
necesario conocer los intereses actuales de cada niño y las posibilidades para
desarrollarlo.

 Johan Heinrich Pestalozzi (1746-1827)

Pedagogo y pensador que desarrollo su carrera en Suiza, en diferentes


ciudades.

Su primera experiencia educativa fue la denominada El Neuhof, en la localidad


de Argovia. Allí alojaba a los niños pobres de la zona haciéndolos trabajar en el
hilado y el tejido del algodón. La producción serviría para financiar su
formación. El objetivo de Pestalozzi era construir una nueva humanidad
autónoma, lejos de la civilización urbana y de la aristocracia. El salario industrial
como instrumento de su liberación. Con esto tenía un doble objetivo:

 Introducir a los niños en la racionalidad económica


 Contribuir a que cada uno desarrollara su personalidad autónoma dentro
de una sociedad de libertad y responsabilidad.
La experiencia fracasa, según el mismo Pestalozzi, debido a que las exigencias
de la rentabilidad de la empresa se imponen por sobre los objetivos educativos.
También el objetivo egoísta de cada uno prima por encima del interés general.
Los padres de los niños podrían querer que aporten un salario a la familia y no
a una empresa ajena.

Luego de esto, comienza a escribir diferentes novelas e investigaciones,


basándose en un nuevo tipo de hombre que se va a ser el eje de su obra: El
Educador. En 1797 llega su apogeo de clarificación intelectual al publicar
Investigaciones. Allí toma conciencia de su error de creer ciegamente en el
milagro de la industria y en la educación limitada solo al acompañamiento de la
naturaleza. En realidad la educación pasa a ser una forma de acción que
permite a cada uno hacerse a sí mismo, partiendo de lo que es y en el sentido
de lo que quiere ser, una obra en sí mismo. El educador no debe transmitir a las
jóvenes generaciones las experiencias de la civilización sino que se organice de
tal manera que los interesados puedan construir su libertad autónoma.

Método Pestalozzi: se articulan tres elementos, el corazón, la cabeza y la mano,


generando así la fuerza autónoma en cada persona. La parte razonable
garantiza la universalidad de la naturaleza humana, la parte sensible garantiza
su particularidad radical, mientras que la contradicción entre ambas libera a su
vez el poder esencialmente humano de llevar a cabo una acción que constituya
la personalidad autónoma. El educador debe mantener el equilibrio entre estos
tres componentes.

El acto educativo solo adquiere y conserva su sentido de acto educativo en la


medida en que se establece una diferencia entre las leyes generales del
desarrollo de la naturaleza humana en sus tres dimensiones de la cabeza, el
corazón y la mano, y la manera en que dichas leyes se aplican en particular en
las situaciones concretas y los azares de las circunstancias.
 Johan Friedrich Herbart (1776-1841)

Filósofo y pedagogo alemán. Profesor en las universidades de Gottingen y


Konisgberg.

Fin educativo: desarrollo de la virtud, el acuerdo de la voluntad con las ideas


éticas, como la libertad íntima, la perfección, la benevolencia, el derecho y la
equidad. Hace de la pedagogía una disciplina sistemática de base científica,
apoyada en la Psicología por una parte, de la que obtiene los medios y en la
Ética por otra, de la que obtiene los fines. Formula el fin último de la educación
como “la formación del carácter moral”, y afirma la posibilidad de alcanzarlo
mediante la instrucción. No hay educación sin instrucción ni instrucción que no
sea educativa. El interés es una condición del aprendizaje y consiste en una
especie de atracción de las ideas que un individuo posee, sobre otras que son
semejantes. El conocimiento se alcanza a través del proceso del pensamiento,
que Herbart describe en la siguiente forma:

 Claridad, momento de concentración estática, en el que el objeto de


conocimiento es aislado para captarlo en su característica más definida.
 Asociación, momento de concentración progresiva, en que el objeto se
compara con otros objetos.
 Sistema, momento de reflexión estática, en que se reúnen y condensan
todas las relaciones entre los objetos
 Método, momento de reflexión progresiva, en que la ley formulada
anteriormente se aplica para comprender nuevos objetos y ampliar así el
conocimiento.
En éste proceso hay un primer trayecto desde la claridad al sistema que tiene
carácter inductivo, es decir, va desde las cosas a las ideas y un segundo
trayecto inverso, desde el sistema al método que tiene carácter deductivo, es
decir, va desde las ideas a las cosas. La conducta moral intachable del buen
ciudadano es consecuencia de la capacidad de éste para pensar
correctamente, por eso se preocupa de que la forma de enseñanza pueda
moldear lógicamente el pensamiento del educando.

El punto culminante de su doctrina pedagógica es lograr la "libertad interior".


Esto significa que el niño se libere de todas las influencias del exterior y se
convierta en un ser autónomo capaz de sacar de su interior las reglas de
conducta y los preceptos morales (similitud con Pestalozzi).

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