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Clase social

Clases sociales de España en la muestra del 2010.

La clase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten
una característica común que los vincula social o económicamente, sea por su función productiva o
"social", poder adquisitivo o "económico" o por la posición dentro de la burocracia en una
organización destinada a tales fines. Estos vínculos pueden generar o ser generados por intereses
u objetivos que se consideren comunes y que refuercen la solidaridad interpersonal. La formación
de un sistema de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean,
independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, mutuamente dependientes a un
marco social mayor.
La sociedad de clases constituye una división jerárquica basada principalmente en las diferencias
de ingresos, riquezas y acceso a los recursos materiales. Aunque las clases no son grupos
cerrados y un individuo puede moverse de una clase a otra.1 Este sistema está muy relacionado con
el sistema productivo y es el típico sistema de estratificación de las sociedades de Europa en los
siglos XVII y XIX, hoy extendido a casi todo el orbe, así como en gran medida de las sociedades
mercantiles de la Antigüedad.2

Características generales[editar]
Clases económicas y clases sociales en una moderna sociedad industrial

Ejemplo de barrio desfavorecido. La clase bajaestá formada por productores y comerciantes informales,
empleados domésticos, proletarios desempleados, así como por marginales o "lumpemproletarios". La clase
obrera industrial suele formar parte de la clase baja en los núcleos urbanos de los países en desarrollo ya que
poseen salarios de subsistencia y servicios esenciales escasos.
Casas unifamiliares, ejemplo de una residencia de la clase media occidental. La clase media es desde hace
algunas décadas la clase predominante a priori en los países desarrollados, formada por gran parte de la clase
obrera, comerciantes, profesionales, intelectuales, científicos, pequeños y medianos empresarios industriales y
agrarios que junto con los granjeros constituyen el campesinado independiente.

Las clases altas poseen unos ingresos muy superiores a la media de las sociedades en las que habita, y está
conformada mayormente por importantes empresarios y ejecutivos, grandes ingenieros y profesionales de
prestigio, las principales celebridades de la industria del entretenimiento, artistas de renombre, presidentes de
grandes sindicatos y los líderes de los altos círculos de la política y del mundo financiero.

La adscripción a determinada clase de un individuo se determina básicamente por criterios


económicos, a diferencia de lo que sucede en otros tipos de estratificación social, basados
en castas y estamentos, donde el criterio básico de adscripción en principio no es económico
(aunque la adscripción a un determinado grupo pueda conllevar secundariamente condicionantes
económicos).

1. Generalmente, para el conjunto de individuos que configura una clase existen


unos intereses comunes, o una estrategia social maximizadora de su poder
político y bienestar social. En ciertos casos, un cierto número de individuos se desentiende
de los intereses de su clase social.
2. Las condiciones económicas que conllevan la adscripción a una u otra clase generalmente
están determinadas por el nacimiento y herencia familiar. Así en la mayoría de las
sociedades los hijos de las clases desfavorecidas a lo largo de su vida seguirán formando
parte de las clases desfavorecidas, y los hijos de las clases más acomodadas tienen mayor
probabilidad de ser parte durante el resto de su vida de la clase acomodada.3
El conjunto de las clases sociales y sus relaciones, forman un sistema de clases que es típico de
las sociedades industriales modernas.
En este tipo de sociedad basada en el mercado, se reconoce una mayor movilidad social que en
otros sistemas de estratificación social. Es decir, todos los individuos tienen la posibilidad de escalar
o ascender en su posición social por su mérito u otro factor valuado en el mercado. La
consecuencia es la ruptura con las organizaciones estamentarias donde cada persona está ubicada
según la tradición en un estrato específico, normalmente para toda la vida. Sin embargo, pese a
estas posibilidades de ascenso, el sistema de clases no cuestiona la desigualdad en sí misma e
incluso tiende a erosionar los lazos de responsabilidad (que eran jurídicos en las sociedades
estamentales) entre distintas posiciones sociales que se encuentran reducidas a ser oficios y
profesiones y por ende a la búsqueda del beneficio económico para la subsistencia.
En países del tercer mundo muchas clases agrarias patricias incorporan residuos estamentales o la
emulan, develando un pasado ethos jerárquico, bien sea fruto de un colonialismo tradicional
absolutista que lo regimentara y posibilitara, como en América Latina, o por el contrario un
remanente de tradiciones sociales no eliminadas por una colonización modernizadora de cuño
capitalista, como en el caso hindú en el que se conserva con ciertas limitaciones una sociedad
de castas conviviendo con una economía capitalista.
La clase social a la que pertenece un individuo determina sus oportunidades, y se define por
aspectos que no se limitan a la situación económica. También proveen al mismo de ciertas pautas
de comportamiento habituales: los gustos, el lenguaje y las opiniones. Incluso las creencias éticas y
religiosas suelen corresponderse con las de un estatus social que deviene de una posición socio-
económica compartida por similares hábitos de consumo y cierta vida en común.
Un sistema de clases es por tanto, una jerarquización colectiva, donde el criterio de pertenencia lo
determina la relación del individuo con la actividad económica, y principalmente, su lugar respecto
de los medios de producción y dicha condición puede estar estrechamente correlacionada con la
herencia familiar.

Clase social según Karl Marx[editar]

Karl Marx

Para Karl Marx las clases sociales pueden entenderse de dos formas, sea como: 1) grupos de
individuos que se definen por una misma categorización de sus formas de relacionarse con los
medios materiales de producción (particularmente la forma de obtención de sus rentas), o 2)
una conciencia de clase entendida como la creencia en una comunidad de intereses entre un tipo
específico de relaciones socioeconómicas. Esto se desprende de la breve descripción que es
frecuentemente citada del 18 Brumario de Luis Bonaparte,4 en ausencia de una exposición
dedicada del tópico en el resto de su obra:
Los campesinos parcelarios forman una masa inmensa, cuyos individuos viven en idéntica situación, pero sin
que entre ellos existan muchas relaciones. Su modo de producción los aísla a unos de otros, en vez de
establecer relaciones mutuas entre ellos. Este aislamiento es fomentado por los malos medios de
comunicación de Francia y por la pobreza de los campesinos. Su campo de producción, la parcela, no admite
en su cultivo división alguna del trabajo, ni aplicación alguna de la ciencia; no admite, por tanto, multiplicidad
de desarrollo, ni diversidad e talentos, ni riqueza de relaciones sociales. Cada familia campesina se basta,
sobre poco más o menos, a sí misma, produce directamente ella misma la mayor parte de lo que consume y
obtiene así sus materiales de existencia más bien en intercambio con la naturaleza que en contacto con la
sociedad. La parcela, el campesino y su familia; y al lado, otra parcela, otro campesino y otra familia. Unas
cuantas unidades de éstas forman una aldea, y unas cuantas aldeas, un departamento. Así se forma la gran
masa de la nación francesa, por la simple suma de unidades del mismo nombre, al modo como, por ejemplo,
las patatas de un saco forman un saco de patatas. En la medida en que millones de familias viven bajo
condiciones económicas de existencia que las distinguen por su modo de vivir, por sus intereses y por su
cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil, aquéllos forman una clase. Por cuanto existe
entre los campesinos parcelarios una articulación puramente local y la identidad de sus intereses no engendra
entre ellos ninguna comunidad, ninguna unión nacional y ninguna organización política, no forman una clase.
Son, por tanto, incapaces de hacer valer su interés de clase en su propio nombre, ya sea por medio de un
parlamento o por medio de una Convención. No pueden representarse, sino que tienen que ser representados.
Su representante tiene que aparecer al mismo tiempo como su señor, como una autoridad por encima de
ellos, como un poder ilimitado de gobierno que los proteja de las demás clases y les envíe desde lo alto la
lluvia y el sol. Por consiguiente, la influencia política de los campesinos parcelarios encuentra su última
expresión en el hecho de que el poder ejecutivo somete bajo su mando a la sociedad.5

La doctrina marxista intenta descubrir la objetividad de la existencia de las clases (clasificaciones)


socialmente relevantes a través de la formación de intereses subjetivos yuxtapuestos y en
contraposición a otros grupos de intereses comprendidos en forma similar.6 Las clases sociales
aparecen entonces como dualidades antagónicas en un contexto histórico de conflicto cuyo eje
central es el materialismo histórico. De ese enfrentamiento mediado por la historia surge la lucha de
clases que es la manifestación misma del conflicto de los intereses materiales de los individuos en
las relaciones sociales basadas en la explotación. Marx destacó que, a diferencia de todas las
anteriores sociedades de la historia de Occidente con múltiples grupos de clases antagónicas, en la
moderna sociedad capitalista el sujeto social pasa a ser el capital como proceso social, y el conflicto
se simplifica en la formación de dos grandes clases caracterizadas cuya "distribución" depende de
su rol económico: el proletariado y la burguesía. Esta última, por su función social originaria,
dispondría físicamente de los medios de producción. Le sería propio a las clases burguesas
el modo de producción denominado capitalismo y su apoyo teórico, el liberalismo, comprendido
como su epifenómeno ideológico. El proletariado, como clase oprimida capaz de superar a la
burguesía, debería unirse contra ésta para romper con su explotación. Siendo su
negación dialéctica y sin haber generado dentro de sí nuevas clases opresoras u oprimidas, se
volvería el instrumento de la negación de la sociedad con clases. La condición de su transformación
en clase política sería la superación de sus diferencias geográficas y culturales ("¡Proletarios de
todos los países, uníos!" había sentenciado en la última página del Manifiesto Comunista) y el
descubrimiento de su conciencia de clase para así superar la alienación.7
El marxismo, en tanto teoría y explicación causal de la realidad, ha llegado a autointerpretarse como
la adecuada ideología futura de la clase proletaria. Este enfoque ha sido considerado una paradoja
de autorreferencia por la cual la misma noción marxiana de clase y de "ideología de clase" se
vuelve la reificación de esta clase particular, noción que es a su vez parte de la doctrina y cuyo
criterio de verificación (el éxito en el proceso histórico) es también parte de la misma.8 Otras
corrientes marxistas han entendido su pensamiento sociológico como un criterio objetivo y universal
de análisis de la realidad testeado por su carácter "progresista" para el proletariado, o bien en
términos políticos como funcional a un programa de acción de un partido revolucionario que se
presupone será beneficioso para esta clase.9
A pesar de la importancia del concepto de clase para el movimiento político marxista, muchos
autores destacan como sorprendente que el propio Marx nunca diera una definición precisa de
clase en ninguno de sus escritos, a pesar de describir muchas de sus características.10 Éstos, a
partir de ciertas menciones en parágrafos clave, creen posible deducir, en forma alternativa al
marxismo clásico, la noción que el autor habría tenido en mente: entre otras, que la posición social
de un individuo no estaría simplemente determinada por el tipo de fuente de ingreso y por tanto las
clases sociales serían más bien entidades de tipo social y no meramente económicas. Se recalca
también el hecho de que éste haya distinguido claramente, a la manera hegeliana, entre clase
social objetiva (Klasse an sich 'clase en sí') y clase social subjetiva (Klasse für sich 'clase para sí'), y
que, aunque su análisis primigenio era dicotómico, sus escritos posteriores consideran el desarrollo
de estratos intermedios no explicables dentro de una relación binaria opresor-oprimido. Citan la
abrupta interrupción del manuscrito del tercer volumen de El Capital, en el momento en que está
respondiendo a la pregunta ontológica «¿qué constituye una clase?»; en el mismo la clase no
aparece como rígidamente ligada al origen del ingreso o la posición en la división del trabajo:
La próxima pregunta a responder es ésta: ¿qué forma una clase?, y por ciento que esto se desprende de suyo
de la respuesta a la otra pregunta: ¿qué hace que trabajadores asalariados, capitalistas y terratenientes
formen las tres grandes clases sociales?
A primera vista, la identidad de los réditos y de las fuentes de rédito. Son tres grandes grupos sociales, cuyos
componentes, los individuos que las forman, viven respectivamente de salario, ganancia y renta de la tierra, de
la valorización de su fuerza de trabajo, su capital y su propiedad de la tierra. Pero desde este punto de vista
médicos y funcionarios, por ejemplo, también formarían dos clases, pues pertenecen a dos grupos sociales
diferentes, en los cuales los réditos de los miembros de cada uno de ambos fluyen de la misma fuente. Lo
mismo valdría para la infinita fragmentación de los intereses y posiciones en que la división del trabajo social
desdobla a los obreros como a los capitalistas y terratenientes; a los últimos, por ejemplo, en viticultores,
agricultores, dueños de bosques, poseedores de minas y poseedores de pesquerías.
[Aquí se interrumpe el manuscrito.]11

La aproximación marxista-leninista a una definición de clase[editar]

Según el marxismo-leninismo, la Revolución rusa de 1917 es un primer ejemplo de sociedades edificadas


políticamente por clases obreras

Para el marxismo posterior, las clases sociales van asociadas a la existencia de contradicciones y la
lucha de clases: éstas no existen primero, como tales, para entrar después en la lucha de clases, lo
que haría suponer que existen clases sin lucha de clases. Las clases sociales cubren como
prácticas de clase permanentes también la lucha de clases, y no se dan sino en su oposición.12
Lenin esbozó en forma más precisa y completa una definición marxista de clase social, intentando
explicar el presupuesto original de oposición entre clases pero sin insistir acerca de su número ni de
su carácter de polarización dual:
Se denominan clases a grandes grupos de hombres que se diferencian por:

1. su lugar en el sistema históricamente determinado de la producción social


2. por su relación (en la mayoría de los casos confirmada por las leyes) hacia los medios de
producción
3. por su papel en la organización social del trabajo y, por consiguiente,
4. por los medios de obtención y por el volumen de la parte de riqueza social de que
disponen.
Las clases son grupos de hombres en los que unos pueden atribuirse el trabajo de otros gracias a la diferencia
del lugar que ocupan en un determinado sistema de la economía social.13

Uno de los aspectos fundamentales del concepto marxista-leninista de las clases sería que éstas no
existen aisladas, sino como parte de un sistema de clases. Las clases sociales sólo existen unas en
relación con otras. Lo que define y distingue a las diversas clases son las relaciones específicas
que se establecen entre ellas. Una clase social sólo puede existir en función de otra. Las relaciones
entre las distintas clases pueden ser de diversa índole, pero entre ellas destacan las que podemos
considerar como relaciones fundamentales o estructurales. Estas están determinadas por los
intereses objetivos que tienen las clases, como resultado de las posiciones específicas que ocupan
en el proceso productivo, como resultado de la situación específica que tiene cada una de ellas con
respecto a los medios de producción. Estas posiciones diferenciales, que según Lenin permite que
una clase social se apropie el trabajo de otra, determinan que los intereses objetivos de las clases
no sólo sean distintos sino contrarios y opuestos.
De acuerdo al leninismo, la praxis del proletariado al intentar superar su condición como
grupo explotado llevaría a dos etapas finales en la evolución histórica de las formas de producción
occidentales (a diferencia del históricamente invariado modo de producción asiático). Las etapas
primera y final del comunismo como modo de producción son diferenciadas por el marxismo-
leninismo doctrinario,14 de manera relativamente similar a la categorización de Durkheim,15 como
dos organizaciones sociales diferentes más que como una transición permanente:

 Socialismo: Persistencia de las clases sociales no poseedoras de medios de producción y


representación política de su consciencia mediante un partido político. Propiedad pública de la
producción provisionalmente en manos del Estado. Distribución por función.
 Comunismo: Abolición de la división social del trabajo y del dinero. Colectivización de la
sociedad civil. Disolución de cualquier forma de clase y absorción en una "comunidad de
productores" de la economía colectiva del Estado. Distribución por necesidad.
Desarrollos ulteriores del concepto[editar]
Si bien el triunfo de la acción política marxista no probó la tesis del materialismo histórico sobre la
validez de la propia doctrina, y la estrategia leninista se materializó sin cumplir las expectativas que
se tenían de ella, su dialéctica provocó un giro total en la política y la historia moderna. La
específica aplicabilidad de la teoría de Marx al orden capitalista se explicaría, según el marxista Karl
Reitter, en los siguientes términos:
El resultado de la relación de clases es acumulable a voluntad en forma monetaria y susceptible además de
ser reutilizado en otro momento y otro lugar al objeto de reproducirse otra vez. Todas las demás relaciones
son diferentes: ninguna de ellas muestra esa particularidad. El hecho de que esa particularidad pudiera
desarrollarse históricamente se explica por el despliegue de lo socioeconómico en tanto que esfera intratable.
De nuevo, la descomposición del feudalismo, la separación de la esfera del Estado político respecto a la
sociedad permitió tematizar la economía como una relación social. En sentido estricto, sólo puede hablarse de
economía dentro del modo de producción capitalista. Tal y como Polanyi ha puesto de manifiesto, en las
sociedades precapitalistas lo económico se presenta estructural e inextricablemente vinculado a referencias
políticas, morales, señoriales y culturales. Por ejemplo, un análisis de la dinámica económica en su forma
pura, tal y como el que Marx llevó a cabo en el caso del modo de producción capitalista, no es posible en
absoluto para una economía de la antigüedad. Así, pues, hay motivos para pensar que los conceptos de clase
y de modo de producción sólo pueden aplicarse en sentido categórico al capitalismo. 16

Las transformaciones sociales al iniciar el siglo XX llevaron a que aparecieran nuevos aportes, entre
ellos los que fueron realizados por Weber y Durkheim.

Clase social según Max Weber[editar]


Max Weber

Max Weber contribuyó a atender la complejización social de occidente en el siglo XX (aparición


de capas medias, burocracia, etc) y comprender desde una lógica de la acción social y la
racionalidad. Es un error ver a Weber como el verdugo de Marx (como la sociología funcionalista lo
hizo creer desde Talcott Parsons) aún siendo éste liberal y cercano al mundo religioso. La distancia
puesta por éste se desarrolló como respuesta al enfoque más reduccionista del marco
metodológico hegeliano de Marx (primacía del factor material económico-tecnológico para explicar
el capitalismo y otras formas socioeconómicas como necesidades históricas evolutivas) algo que
Weber trata de refutar a través de su tesis sobre la ética protestante y la cuestión de un marco
cultural imposible de explicar superestructuralmente, y principalmente mediante su idea de la
comprensión (verstehen) de la acción social. Su marco conceptual debe rastrearse en las
cosmovisiones nietzscheana17 y freudiana,18 desde donde Weber concilia el individualismo
metodológico no atomista con el estudio holista de las estructuras sociales y culturales:19
La sociología interpretativa o comprensiva considera al individuo y su acción como su unidad básica. Como su
átomo, si puedo permitirme emplear excepcionalmente esta discutible comparación (...) en consecuencia la
teoría de la sociología consiste en reducir estos conceptos a «acciones comprensibles», es decir, sin
excepción, aplicables a las acciones de hombres individuales participantes.

Con su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo presentaría la tesis pluricausal según
la cual si bien puede existir una evolución propia para la sociedad (Comte), el pensamiento (Hegel)
y la tecnología (Marx), ninguna es infraestructura determinante para la otra, así como también cada
una de estas puede describir en el camino de su desarrollo trayectos diferentes tanto por sí misma
como por influencia de las otras. Weber descubrió cómo la actitud de austeridad y negación del ocio
(negocio) en función del lucro del capital que sistematizara Benjamin Franklin se
generalizó sólo como derivado del ascetismo intramundano propio de las principales variantes de la
ética calvinista, y cómo ésta fue condición necesaria (aunque no suficiente) de existencia de la
modernidad burguesa en Occidente:
El hecho que exige explicación histórica es este: en el centro más altamente capitalista de su época, la
Florencia de los siglos XIV y XV, mercado de dinero y capital de todos los grandes poderes políticos, esta
actitud era considerada éticamente injustificable o, cuanto más, tolerable; mientras que en el siglo XVIII, en las
lejanas poblaciones pequeñoburguesas de Pensilvania, donde los negocios amenazaban reducirse al trueque
por mera falta de dinero, donde apenas había signos de una gran empresa, donde solo se esbozaban los
comienzos de un régimen bancario, se veía en ella la esencia de la conducta moral, impuesta incluso en
nombre del deber. Hablar aquí de un reflejo de las condiciones materiales en la superestructura ideal sería
flagrante tontería. ¿Qué constelación de ideas explicaría el tipo de actividad dirigida en apariencia hacia el
puro lucro, como una vocación por la cual el individuo se sintiera éticamente obligado? Pues ésta fue la idea
que dio justificación y fundamento ético a la modalidad del nuevo empresario.20
Respecto a la teoría de la acción social, el individualismo metodológico weberiano contrasta con el
colectivismo metodológico de la visión marxista de la sociedad, que parte de suma dialéctica de
"relaciones" socioeconómicas similares que conforman dualidades de clases contrapuestas y que
luego conforman la vida individual donde se expresan realmente,21 así como se opone al
colectivismo metodológico y a la vez ontológico durkheimiano, en el cual la sociedad en cuanto
organización tiene existencia autónoma como una totalidad orgánica social-moral en proceso
interno de transformación, o bien sus partes (clases u otras) pueden conocer en bloque y actuar
conscientemente según un interés colectivo y/o social sin la participación comunitaria en dicho
interés de sus miembros individuales:
Por lo tanto, toda clase puede ser la protagonista de cualquier posible "acción de clase" en innumerables
formas, pero no de modo necesario, ni tampoco constituye ninguna comunidad, y se da lugar a graves
equívocos cuando, desde el punto de vista conceptual, es equiparada a las comunidades. Y la circunstancia
de que los hombres pertenecientes a la misma clase reaccionen habitualmente frente a situaciones tan
evidentes como son las económicas mediante una acción de masas según los intereses más adecuados a su
término medio –un hecho tan importante como elemental para la comprensión de los fenómenos históricos–,
es algo que no justifica en modo alguno el empleo seudocientífico de los conceptos de "clase" y de "interés de
clase" tan usual en nuestros días y que ha encontrado su expresión clásica en la siguiente afirmación de un
talentoso escritor:22 el individuo puede equivocarse en lo que respecta a sus intereses, pero la "clase" es
"infalible" en lo que toca a los suyos.23

Weber distingue entre clases sociales, grupos de estatus y partidos políticos, estratos distintos que
corresponden respectivamente a los órdenes económico, social y político.

 Las clases sociales se definen por la relación económicamente determinable entre sus
miembros y el mercado. Estas son sólo una de las formas de la estratificación social,
atendiendo a las condiciones de vida material, y no constituyen un grupo consciente de su
propia unidad más allá de ciertas condiciones sin necesaria comunidad de intereses.
 Los grupos de estatus se distinguen por su modo de consumo y por sus prácticas sociales
diferenciadas que dependen a la vez de elementos objetivos (los que después Pierre
Bourdieu llamaría capital social) y de otros puramente subjetivos como la reputación (el honor,
el prestigio, etc.)
 Los partidos políticos pueden acceder al poder estatal y alterar con mandatos concretos las
reglas abstractas de la sociedad, utilizando su influencia para obtener beneficios ideales o
materiales para sus miembros, los cuales unifican en forma institucional intereses y estatus
sociales comunes preexistentes al Estado o generados desde él.
El contexto histórico presenta la llegada de una clase media ya fortalecida tras la experiencia
del fordismo y que se sumaría como un actor de peso entre el proletariado y la burguesía, aunque
con la salvedad de ser un estado de tránsito permanente. La complejización de este proceso,
traspasó su carga teórica a la sociología contemporánea (desde mediados de los años setenta) la
que se hizo cargo de este problema en un contexto de crisis de la sociedad moderna-industrial tal
como se había conocido históricamente.

La visión weberiana de la lucha de clases[editar]


A diferencia del enfoque basado en la mera relación entre propiedad y forma de ingreso, el
pensamiento sociológico weberiano resalta el poder de disposición sobre bienes y servicios, así
como en los modos en que esa disposición se aplica a la obtención de rentas e ingresos, por lo cual
utiliza la posición económica en el intercambio combinada con la posición social en la producción,24
completando así la demarcación de clase que Marx no había podido terminar apelando sólo al
último criterio.25
Dentro de la definición de clase social en sentido amplio, Weber distingue entre diferentes criterios
de clasificación por los cuales existen múltiples tipos de clases que se yuxtaponen entre sí en un
mismo individuo:
 clases "propietarias" (se definen por la probabilidad de proveerse de bienes, obtener una
posición externa a su fuente de ingresos y un destino personal)
 clases "lucrativas" (demarcadas por el valor que adquieren en el mercado los bienes y servicios
que proveen)
 clases "sociales" en sentido estricto (reúnen los rasgos anteriores pero por su ocurrencia típica
a lo largo de las generaciones es la más parecida a un "estamento")
Como se advierte, la clasificación reserva el calificativo de “social” para aquellos grupos que ocupan un lugar
en la escala que no varía con el tiempo o cuyas alteraciones son mínimas. Ello supone que la propiedad es de
por sí mudable pues su conservación no está asegurada para siempre. A su vez, se puede formar parte de la
clase lucrativa, pero a condición de que los bienes y servicios mantengan su valor en el mercado; de lo
contrario, la pertenencia a ese colectivo se suspende. Sin embargo, el proletariado (especialmente el de la
industria mecanizada), la pequeña burguesía y la intelligentsia sin propiedad, constituyen clases sociales en el
sentido específico del término, dado que sus intereses tienden a homogeneizarse. No obstante, de ello no
deriva la lucha de clases: a juicio de Weber, la historia demuestra que quienes poseen propiedad pueden muy
bien aliarse con los sectores menos privilegiados. La contradicción de clases tiende a efectivizarse cuando la
propiedad se enfrenta al desclasamiento, cuando las acreencias se oponen a las deudas, situaciones que
pueden conducir a verdaderas luchas revolucionarias.

Sin embargo estos conflictos y pugnas, por su misma naturaleza, no reflejan una contrariedad
cualitativa e intrínseca entre clases sociales que, como en el marxismo, las deba definir por
"contraposición"; por tanto no necesitan resolverse mediante la transformación del sistema
económico o del orden social, sino mediante cambios en el acceso a un tipo de propiedad o a una
diferente distribución de la misma:
La distinción entre clases propietarias y lucrativas se basa en la fusión de dos criterios: el tipo de propiedad
que se emplea como medio de pago, y la clase de servicios que pueden ofrecerse en el mercado. Su
utilización conjunta bosqueja una concepción pluralista de las clases en la cual la propiedad que rinde
beneficios en el mercado es altamente variable, además de producir y reproducir numerosos y diversos
intereses dentro de la clase dominante. Otro tanto sucede con los carentes de propiedad, porque las
calificaciones negociables que poseen pueden muy bien dar lugar a intereses contrapuestos.26

El énfasis en las categorías de la sociología clásica[editar]


Respecto a la cuestión del poder, Weber implica en gran parte un acercamiento mayor
a Tocqueville que a Marx (salvo en sus estudios sobre el bonapartismo), ya que resalta que el
poder, no importa si se somete a alguien más, siempre reside en última instancia en los grupos
políticos.27 La diferenciación entre tipos de grupos sociales relevantes incluye a fenómenos no
necesariamente incluidos en el poder político y remite al posterior intento de Ferdinand Tönnies de
regresar a distinciones más realistas y clásicas entre "clase" (en la cual la pertenencia se
descubre a posteriori en una situación de tipo económica) y "estamento" (en el cual la pertenencia
es condición a priori, independiente del rol económico, sobre la base de una categoría cultural de la
comunidad que la acepta); por esto las primeras son un fenómeno societario y mercantil propio de
la modernidad, y las últimas un fenómeno comunitario tradicional y religioso.28 Como fenómeno
social, los estamentos tuvieron mayor relevancia que las clases sociales en
el comunitario Occidente medieval, en gran parte gracias a sus hibridados criterios de pertenencia
familiar: los hereditarios feudales y de auto-elección clericales. Los estamentos son a su vez
distinguidos de las "castas",29 fenómeno propio de ciertos países de oriente, como el caso hindú,
cuyas etnias endogámicas se vuelven formaciones sociales superpuestas pero que, sin embargo,
casi no tienen abierta relación entre sí ni con el resto de la sociedad, cuya unidad se preserva
mediante sistemas económicos asiáticos, pseudo-feudales, y centralizados,30 un fenómeno que
Marx había objetivado como "modo de producción asiático". La distinción entre clase, casta y
estamento es, por tanto, clave en Weber:
Aun cuando en determinadas situaciones Weber utiliza el modelo dicotómico, su análisis procede mediante la
diferenciación entre clases, estamentos y partidos, recurso que utiliza para destacar el proceso de división del
poder en la comunidad. La distribución a la que alude considera no sólo el poder económico sino también el
que ambiciona prestigio y honor social y el que lucha por la obtención de poder político. En virtud de los
intereses de mercado, la clase existe objetivamente aunque los individuos no sean conscientes de ello: es una
“clase en sí” que no funda directa e inmediatamente lazos ni conciencia. Los estamentos, en cambio, agrupan
a las personas en términos de la posesión –o de la pretensión de poseerlos– de privilegios positivos o
negativos en la consideración social. La tenencia de dinero o la condición de empresario no constituyen
calificaciones estamentales, pese a que pueden provocarlas. Inversamente, su carencia tampoco es una
descalificación estamental, pese a que puede producirla. En síntesis, la sociedad estamental se rige por
convenciones ligadas al estilo de vida y al consumo, mientras la sociedad clasista florece sobre la economía
de mercado. Así como los estamentos crean comunidades subjetivas en las que los individuos se reconocen
por cuanto forman círculos que tienden al aislamiento, así las clases instituyen sociedades cuya objetividad
trasciende a las personas individuales y se organizan según las relaciones de producción y de adquisición. Las
clases no son comunidades o clases “para sí”, pero constituyen bases posibles y frecuentes de una acción
comunitaria.31

Clase social en la sociología contemporánea[editar]

Bill Gates, fundador de Microsoft, representante simbólico del empresariado como clase social o clase
corporativa indispensable frente al rol capitalista o al gerencialo clase business

La nueva complejización de la sociedad desde fines del siglo XX hasta el XXI fue provocando
encuentros entre las posturas actualizadas de Weber y Marx (neoweberianos y neomarxistas)
aunque, por otro lado, continuaba la producción teórica más ortodoxa del marxismo.
Talcott Parsons, mayor exponente del estructural-funcionalismo, considera de gran relevancia el
concepto de clase social desarrollado por Karl Marx, aunque critica el conflicto inmanente presente
en él32. Para el sociólogo norteamericano las clases sociales son, primordialmente, estructuras
familiares y de parentesco relacionadas fuertemente con la economía en un contexto social
jerárquico. A contracorriente de Marx y Weber, Parsons afirma que la clase social es un estadio
transitorio hacia la estratificación. Esta última, la entiende como un universal evolutivo, siendo estos
estructuras complejas que permiten un aumento sustancial de las capacidades adaptativas de un
sistema33. Así, para el Parsons temprano la estratificación se asocia a nivel individual con el
parentesco, cualidades personales, logros, posesiones, autoridad y poder34, mientras que para el
segundo, centrado en el modelo AGIL35, se puede observar en términos institucionales en la
economía, la política, el derecho y la cultura.
Niklas Luhmann, como en otros casos363738, se alejará de las ideas parsonianas en lo que al
concepto de clase social se refiere. El sociólogo alemán, al situar a la diferenciación funcional como
forma de diferenciación de la sociedad moderna3940, considera a la estratificación –y sus formas
asociadas de desigualdad– como estadios evolutivos previos junto a la segmentación y la diferencia
entre centro/periferia4142. Aun así, identifica una "sociedad funcionalmente diferenciada con
estructura de clases" en el tránsito hacia la diferenciación funcional. En este tránsito la desigualdad
no es tematizada bajo el estrato superior en términos interaccionales, sino mediante mecanismos
sistémicos, sean estos dinero, carrera y prominencia. Usando dichos medios se articularían la clase
económica, la clase organizacional, y la clase prominente. Luhmann sostiene, además, que la
reproducción de estas clases se realiza en base al pago (clase económica), las decisiones (clase
organizacional) y en las menciones en medios masivos (clase prominente)43. Entre algunos
sistémicos que han trabajado el problema de la desigualdad social, problematizando el uso del
concepto de clase social, se puede nombrar a Hugo Cadenas44, Fernando Robles 45 y Rudolf
Stichweh4647.
Convergen neomarxistas y neoweberianos en la complejización contemporánea de las clases
sociales, y en la constatación de hechos como la desigualdad social creciente4849505152 y el caos
teórico producido en la transformación del trabajo. Entre los teóricos destacados del análisis de
clase contemporáneo están Goldthorpe, Erik Olin Wright, Erikson y Ralf Dahrendorf.

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