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Derecho, Justicia y Venganza

Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo


el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez
riguroso que la del compasivo.
Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la
dádiva, sino con el de la misericordia.
El Quijote – Miguel de Cervantes Saavedra

El ser humano, dentro de lo maravilloso que es desde el punto de vista biotecnológico, es tan complejo
que ha sido menester que fije reglas del juego tan complejas como él mismo para lograr la supervivencia como
especie. Hasta antes de la aparición del Neandertal, la incipiente humanidad tenía reglas muy parecidas a las del
resto de las especies superiores que coexistían con ella, la ley del más fuerte, pero a partir de los Neandertal, y
sobre todo de los Cro-Magnon, empezaron a volverse más complejos los grupos y a aflorar los sentimientos.
Salieron los líderes, algunos quizás tenían como prioridad el bienestar del grupo, pero otros, la mayoría, su
prioridad era personal, riqueza, control, poder. Se cree que, si bien ya eran capaces de razonar, hacían uso de la
fuerza antes que de la razón. Las primeras grandes civilizaciones ya contaban con una sociedad compleja, la
china, la egipcia, la mesopotámica, la persa, pero es hasta los griegos, y más específicamente hacia el siglo V a.
de C., que la humanidad hace uso de la razón como herramienta para la Administración del Estado. Dice Ikram
Antaki que la razón nació de la necesidad política, y que su historia es la historia de la importancia de la palabra,
y el paso de la persuasión a la búsqueda de la verdad. Grecia es la cuna de la democracia, es este pueblo el
primero que tomó en cuenta el desarrollo integral de sus habitantes como base de la grandeza de un pueblo,
desarrolló la cultura, el deporte y la educación de forma popular y practicó la libertad de culto, incluso para sus
esclavos. Con sus primeros grandes pensadores, Sócrates, Platón, Aristóteles, nacen como teoría los conceptos
de Derecho, Justicia, República, Gobierno, Política.
Calicles, en el Gorgias, sustenta que prevalece el derecho del más fuerte.
Aristóteles, en su Etica Nicomaquea, establece que el derecho de equidad es superior al "justo legal" y
es por la equidad que se deben modificar las leyes que resultan injustas.
Epicuro dice que el derecho se establece conforme al interés general, siendo la negación de la negación,
neutralizando las agresiones por medio de un contrato de "no agresión".
Cicerón pensaba que "la ley es la razón conforme a la naturaleza siendo eterna e inmutable" y en
contraparte Spinoza sostuvo que el derecho está ausente del estado de naturaleza, y que surgió de la cultura.
Rousseau dice que la ley es una declaración pública y solemne de la voluntad general sobre un objeto de
interés común.
Kant dijo que "el criterio del derecho es la coacción exterior y la moral tiene como objeto la paz interior
del Alma"
John Rawls sostiene que “una sociedad bien ordenada es determinada por una concepción pública de la
justicia, donde cada quien acepta y sabe que los demás aceptan los mismos principios y derechos"
Hans Kelsen, en su opúsculo ¿Qué es la Justicia?, dice que “es aquella bajo cuya protección puede
florecer la ciencia y, con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la
justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia”.
De la declaración de los Derechos como individuos de una sociedad y de las Obligaciones para con ella
nace el Estado y con éste la figura de Autoridad. La autoridad tuvo que transformar su fuerza en derecho y la
obediencia en deber, en palabras de Rousseau, para poder permanecer y funcionar.
Para entender el Derecho es menester establecer algunos términos que nos ayuden a entender de
manera general diversos conceptos. Primeramente definiré los términos Juicio enunciativo y Juicio normativo; el
primero se refiere a juicios en donde la verdad está en el suceso y no en el enunciado como cuando decimos que
a una temperatura constante el volumen ocupado por un gas es inversamente proporcional a la presión a que
esté sometido (Ley de Boyle-Mariotte); el segundo se refiere a juicios en donde la verdad está en el enunciado y
no en el suceso en sí, por ejemplo cuando se dice que los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse
en los asuntos políticos del país (Art. 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). En el caso
de la Ley de Boyle-Mariotte la verdad está en el suceso independiente de lo bien o mal planteado que esté en el
enunciado, es general, y permanente pues está sujeta a fenómenos físicos que no pueden cambiar por sí
mismos. En el caso del Art. 33 de nuestra Carta Magna, la verdad está en el enunciado independientemente de
que se cumpla o no pues los sujetos en quienes se aplica tienen la libertad de sujetarse a él o no.
Definidos juicios enunciativos y juicios normativos ahora definiremos los conceptos de Ley natural y
Reglas técnicas. Por ley natural se entiende como los juicios enunciativos que muestran las relaciones
indefectibles que en la Naturaleza existen, esto es, las relaciones constantes entre fenómenos naturales. Si los
juicios normativos dan como resultado las normas de conducta del hombre entonces podemos decir que
mientras las leyes naturales se refieren a lo que indefectiblemente es, las normas de conducta establecen lo que
debe ser, por consiguiente las primeras no pueden dejar de observarse mientras que las segundas pueden ser
inobservadas en virtud de que el supuesto filosófico de toda norma es la libertad de los sujetos a quienes obliga.
Por Regla técnica se entiende aquella que indica los medios obligados para lograr un propósito, independiente
de si el fin es lícito o ilícito.
Por último, en cuanto a términos fundamentales se trata, definiré lo que Kant llamó imperativo categórico
e imperativo hipotético. Los imperativos categóricos son preceptos que imponen deber sin condición alguna, por
ejemplo: Sé justo, porque la equidad es el sostén del género humano. Esta norma moral manda una acción por sí
misma, es objetivamente necesaria y no define condición alguna para su aplicación. Los imperativos hipotéticos
suponen una condición previa para que sean aplicados, por ejemplo: El depósito es un contrato por el cual el
depositario se obliga hacia el depositante a recibir un bien, mueble o inmueble, que aquél le confía, y a guardarlo
para restituirlo cuando lo pida el depositante. (Art. 2430 del Codigo Civil para el Estado Libre y Soberano de Baja
California Sur, publicado en el Boletín oficial del Gobierno del Estado No. 25-bis del 19 de Julio de 1996) En este
caso obviamente se trata de un imperativo hipotético pues para que se cumpla primeramente debe demostrarse
el supuesto de la condición del depósito. Es importante decir que una vez demostrado el supuesto que da valor a
la norma entonces ésta se convierte en imperativo categórico.
El término Derecho tiene varias acepciones, Derecho Objetivo, que es la norma que da facultad; Derecho
Subjetivo, que es la facultad concedida por la norma; Derecho Natural, que es el intrínsecamente justo,
independientemente de su reconocimiento por el Estado; Derecho Positivo, que es aquel comúnmente
observado por un pueblo, independientemente de ser vigente o no; Derecho Vigente, que es el conjunto de
normas reconocidas por el Estado, independientemente de que se cumplan o no.
El Derecho Natural, si bien originalmente era reconocido únicamente desde el punto de vista religioso y
por esta razón se le llamaba Derecho Divino, hoy día ha sido reconocido por la mayoría de los Estados del
mundo y ha sido plasmado en un documento, que sin tomar la forma jurídica de Derecho vigente, es aceptado
como principio de convivencia humana armónica, la Declaración de los Derechos Humanos.
El Derecho Positivo tiene como principio el Derecho Natural, sin embargo, éste no es suficiente para
normar y administrar una sociedad. El primer derecho natural es la Paz, sin paz no puede haber vida, Juárez dijo
que la paz es el bien principal de los pueblos. Los individuos de una sociedad tienen que pactar la Paz mediante
un contrato basado en la ética y con algunos lineamientos jurídicos, el cual debe de ser revisado y adecuada a
los cambios, para que pueda ser duradera. La Paz implica que el antagonismo sea resuelto en base a consenso,
a acuerdos, de ninguna manera pretende que no existan diferencias pero si exige la práctica de la verdad. La
Paz debe ser declarada en forma recíproca para que tenga efecto.
El Derecho Positivo como tal, es un convencionalismo social, un individuo sólo en la montaña no tiene
derechos, desde el punto de vista jurídico, el derecho viene a aparecer como concepto en el momento en que los
seres humanos pelean por posiciones y posesiones dentro del grupo. El Derecho se basa en la violencia y nace
de la fuerza para controlar la fuerza. El acuerdo e institucionalización del Derecho ayuda a corregir las
deficiencias humanas que como grupo tenemos y como alguien lo dijo: es el reconocimiento al fracaso del
paraíso.
Hoy en día vivimos una crisis de valores a nivel mundial, un atropello al Estado de Derecho. Un país
poderoso por la fuerza de las armas y no de la razón inmiscuyéndose en los asuntos de todos los demás países
con el pretexto de instituir la democracia, incluso agrediéndoles con sus fuerzas armadas y tomando como botín
de guerra sus riquezas, sometiendo a su autoridad a los sobrevivientes, practicando la hipocresía y la ambición
en grado sumo. Países en donde el Estado y la Religión son uno mismo y en donde priva el fanatismo y la
ignorancia. Otros, como el nuestro, en donde la norma es la corrupción y el lema es "están más cerca mis
dientes que mis parientes", imperando el egoísmo y la ambición personal. Agujeros en la capa de ozono por el
uso indiscriminado de hidrocarburos y fluorocarbonados, desaparición de miles de especies por agresión
negligente a sus hábitats, producción y distribución de drogas, abuso y pornografía infantil, y un largo y macabro
etcétera. La crisis empieza por una crisis de Conciencia.
Dentro de este marco debo decir que hay dos Derechos fundamentales para que un pueblo pueda
alcanzar la paz y por ende la felicidad, la Educación y el buen actuar de sus Autoridades legalmente constituidas,
el incumplimiento de estos derechos son dos de las grandes miserias de los pueblos. La Ignorancia de un pueblo
lo deja a éste a merced de la tiranía de sus autoridades, un pueblo ignorante es sujeto de ser manipulado y
sometido por medio del fanatismo y los sofismas que lo esclavizan. La educación hace pueblos libres, pueblos
útiles a sí mismos, pueblos progresistas, en palabras del Benemérito de las Américas: la instrucción es la
primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que el medio más seguro de hacer imposibles los abusos
del poder. Si el pueblo tiene el derecho de elegir libremente a sus Gobernantes, el derecho de normar la vida
pública, la única manera en que puede hacerlo es estando instruido. Para que la educación esté libre de sofisma
es condición sine qua non que sea laica y libre de los intereses particulares de partidos y de los intereses de
otras naciones, tanto en su impartición como en su administración y diseño.
El concepto de Derecho está unido de manera indefectible al de Justicia.
Imaginémonos en el desierto de Australia, a la distancia vemos una bella mujer de 26 años que camina
con su hijo de apenas 2 años junto a ella, de repente, justo detrás suyo, aparece una turba de jóvenes con todo
el apetito sexual desenfrenado, la alcanzan y mientras varios la violan, uno de ellos mata al niño por ser varón.
Sabemos que en el lugar es desproporcionadamente mayor la población de hombres que la de mujeres.
Supongamos que era nuestra hermana con nuestro sobrino. Es por demás preguntar lo que habríamos hecho
¡clamar Justicia!
Ahora imaginemos el mismo escenario pero en lugar de ser una mujer y hombres éstos sean una
dromedario con su crío macho y un grupo de dromedarios machos jóvenes. Ya no podemos hablar de Justicia o
de injusticia. Por lo tanto, la Justicia y la Venganza son conceptos exclusivamente humanos pues intervienen en
ellos los sentimientos y la razón.
En los tiempos de Abraham, existía el “Código del Desierto” el cual se componía de dos normas,
Hospitalidad y Venganza. Por las condición tan adversas del desierto era necesario que se ayudaran unos a
otros para poder sobrevivir, un pastor que llegara al campamento de otro de ninguna manera se le consideraba
intruso o enemigo, por el contrario, era considerado un huésped y se le atendía como tal durante tres días, al
marcharse se le daba protección por tres días mas. La Venganza se basaba en la solidaridad tribal, condición
sine qua non para mantener la cohesión del grupo. El honor o el deshonor afectaban a todo el grupo, si era
asesinado un miembro de la tribu, o deshonrada alguna de sus mujeres, se tomaba venganza matando al
culpable o a sus familiares, lo podemos ver en el Génesis, capítulo 34, en donde Simeón y Leví, hijos de Jacob,
vengan la deshonra de su hermana Dina asesinando a su violador Siquem y a su padre Hamor así como a todo
varón de su tribu, tomando todos su bienes y haciendo cautivos a sus hijos y mujeres. En el libro 2° de Samuel,
capítulos 2 y 3 se habla de como Abner mata a Asael y como Joab mata a Abner para vengar la muerte de su
hermano. En el mismo libro, en el capítulo 13 se narra como Absalon mata a su hermano Amnón por que éste
deshonra a su hermana Tamara. En fin, la Biblia da muchas muestras del sistema de Justicia de aquellos lejanos
tiempos.
Hoy en día la palabra Venganza ha tomado una connotación negativa, se entiende como tomar desquite
deseando hacer sentir al ofensor una pena equivalente o mayor a la sentida por el ofendido, no teniendo nada
que ver con la restitución del daño causado. Si embargo, si nos remitimos al diccionario veremos que la
definición de Venganza es la satisfacción que se toma de algún agravio o injuria recibido. Este término, que en
latín se le llamaba Vindicatio, de vim que significa fuerza y dícere que significa recurrir a, lleva implícito el uso de
la fuerza para responder a la violencia sufrida. El problema de la Venganza tomada por propia mano es que se
vuelve un círculo vicioso en el cual la acción se revierte a su origen una y otra vez. De aquí nace el concepto de
Justicia que no es otro que el de Venganza pero sometida a normas, una de ellas es que la venganza la toma un
tercero, el estado. Los griegos llamaron a la Justicia δ ι κ η (díke) y a la Venganza ε κ δ ι κ η (ekdíke) que
significa Justicia Total. Podemos ver que si bien hace tres mil años ya existían leyes claras para muchos casos,
recordemos el caso de Gedeón, el toro de Zacarías, el cual nos remite al Exodo, capítulo 21, versículos 28 a 32 y
35 a 36, es hasta los Griegos y principalmente a los Romanos que toma forma el sistema de legislación y se
fundamenta el término Justicia el cual, según Ulpiano, es constans et perpetua voluntas ius suum cuique
tribuendi que significa la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo suyo. De aquí parte el Derecho
Romano, base y fundamento de nuestro sistema legislativo, y establece que Justicia es dar a cada quien lo que
le corresponde en base a derecho. Si tengo un bien y éste me es robado, tengo el derecho a que el delincuente
me restituya dicho bien pero, además, el Derecho Jurídico dice que debe haber una sanción adicional como
método coercitivo para que el delincuente no vuelva a caer en la tentación de delinquir. Según mi punto de vista,
en el momento en que el delincuente restituye el bien tomado y los daños y perjuicios causados por el acto, ya se
hizo justicia, la pena impuesta por el sistema Jurídico no es parte de la impartición de Justicia, es el intento del
estado por reeducar al delincuente para prevenir nuevos delitos. A partir de este principio simplista me pregunto
¿de qué manera se me puede hacer justicia si quien me despojó de un bien lo destruyó y no está en condiciones,
presentes ni futuras, de restituirme dicho bien? Aplicarle la pena jurídica no me restituye nada, ¿cómo se le hace
justicia a una persona a quien se le quitó la vida? Es obvio que nadie puede restituirle la vida a otro, el encarcelar
por un tiempo, de por vida o aplicarle la pena de muerte al asesino no le restituye la vida al muerto, y como no se
le puede dar al afectado lo que le corresponde por derecho entonces no hay Justicia posible... entonces, en estos
casos, la satisfacción que se le puede dar al del primer caso, o a los deudos del segundo, no es otra cosa que la
satisfacción de Venganza.

La Paz, B.C.S. 19 de Mayo de 2008

José Aurelio Martínez Sepúlveda

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