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Parlement Européen
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miguel.urbancrespo@ep.europa.eu
Mauricio Escanero
Embajador de México ante el Reino de Bélgica y el Gran Ducado de Luxemburgo y la Misión de
México ante la Unión Europea
Avenue Franklin Roosevelt, 94
Bruselas
1050
Bélgica
Como miembros del Parlamento Europeo, quisiéramos mostrarle nuestra preocupación ante la grave
crisis humanitaria que está atravesando Centroamérica y que se expresa en la Caravana Migrante de
miles de personas, en su mayoría hondureñas, particularmente niñas, niños, mujeres, jóvenes y
personas mayores, que tienen el objetivo de llegar a Estados Unidos en busca de asilo. Esta realidad
actual refleja la preocupante situación de desesperación que está viviendo gran parte del pueblo
hondureño, producto de la extrema pobreza, la corrupción, la violencia del Estado, el crimen
organizado, el narcotráfico y, en general, de un gobierno ilegítimo que no vela por el interés general y
el bienestar social de la población y destina los pocos recursos públicos disponibles en expandir las
Fuerzas Armadas reduciendo los gastos públicos en educación y sanidad, entre otros derechos básicos
y desatendiendo así los compromisos internacionales de derechos humanos que el Estado de
Honduras asumió.
Honduras es el país más pobre en la región según la Comisión Económica para América Latina
(CEPAL), y tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo. La violencia, el narcotráfico y la
impunidad empeoraron tras el golpe de Estado de 2009 –cuando el Ejército derrocó al presidente
democráticamente electo, Manuel Zelaya. Esta crisis nunca fue resuelta y se ha profundizado con la
ilegal reelección presidencial de Juan Orlando Hernández pese a las graves irregularidades del
proceso electoral encontradas por la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados
Americanos.
Es también uno de los países más peligrosos del mundo para las personas defensoras de los derechos
humanos, especialmente para quienes trabajaban en la protección de la tierra, el territorio y el medio
ambiente. Según Global Witness se han producido más de 120 asesinatos de personas defensoras
del medio ambiente desde 2010 y cientos de las personas campesinas, indígenas y garífunas están
siendo despojadas de sus tierras por las empresas nacionales y transnacionales. Es en este contexto,
que se ejecutó el asesinato de la destacada ambientalista y lideresa indígena Berta Cáceres Flores en
el año 2016, cuyo juicio contra los autores materiales para esclarecer dicho crimen está siendo
celebrado en la actualidad bajo numerosas irregularidades y denuncias de parcialidad y encubrimiento
de pruebas por parte del tribunal.
Esta grave situación provoca que cada día huyan de Honduras alrededor de 300 personas de forma
invisible. La diferencia con la Caravana Migrante es que, en esta ocasión, han decidido organizarse y
recorrer el camino hacia el norte en grandes grupos de forma visible. Según Pew Research Centre
después del golpe de 2009, al menos 490.000 personas salieron de Honduras, y en 2017 esa cifra
aumentó a 600.000 personas.
Esta realidad es similar en el Triángulo Norte centroamericano, una de las regiones más peligrosas del
mundo donde la presencia de crimen organizado y maras, violencia de Estado, corrupción, impunidad,
debilidad institucional, falta de oportunidades socioeconómicas, y narcotráfico, tienen como
consecuencia una elevada fractura social, asesinatos, feminicidio, desempleo, falta de oportunidades,
y pobreza, entre otras.
Tal y como señaló el Relator Especial sobre Derechos Humanos de los Migrantes de Naciones Unidas,
Felipe González Morales, el hecho de que la caravana es un movimiento de personas masivo implica,
que se deben atender también las causas que hay detrás porque “se debe tener en cuenta los factores
que llevan a los migrantes a escapar de sus países”. Sin embargo, como en el caso de la Unión
Europea, la respuesta por parte de Estados Unidos es la militarización de las fronteras, las
devoluciones masivas que no están permitidas por el Derecho Internacional, y el anuncio por parte del
presidente Trump de la suspensión de ayudas a los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras
por no ser capaces de “detener la caravana”.
Somos conscientes de los esfuerzos que está realizando el gobierno de México para atender la
situación actual, sin embargo, nos preocupa también que según ONGs mexicanas e internacionales,
se han documentado diversas violaciones de derechos humanos cometidas por parte de autoridades
mexicanas entre otras: obstaculización por parte de policías federal, estatal y municipal del acceso a
territorio mexicano bajo diversos medios y gestionando únicamente el ingreso bajo la condición de
someterse a una “detención migratoria”; falta de asistencia humanitaria y de acceso a las condiciones
mínimas de subsistencia; amenaza de reprimir a las personas; condicionamiento de la asistencia
humanitaria gubernamental a la “detención migratoria”.
Atentamente: