Decir que no

El poema Decir que no se encuentra ubicado en el libro Antología poética, publicado en 1994
por el uruguayo Mario Benedetti.

Este poema nos habla de lo difícil que es decir que no ante una sociedad corrupta y renunciar a
tus sueños y esperanzas y ver cómo otras personas alcanzan sus ideales de una manera fácil.

El tema fundamental es la corrupción inmersa en nuestra sociedad.

Este poema está estructurado en 6 estrofas, 31 versos, métrica irregular, no tiene rima. En
conclusión es de verso libre. Por lo que se puede inferir que hay rasgos vanguardistas por la
irregularidad y desproporcionalidad de su métrica, ya que algunos tienen 3 y 9 silabas métricas.
Predominan los versos pentasílabos y nonasílabos. A pesar de que los versos son cortos, se
puede leer el poema de manera lenta.

En este poema aparecen ideas muy marcadas sobre la pérdida de los valores que involucran la
inmersión en el sistema. Esto se desarrolla a través de dos apartados: el primero empieza desde
el primer verso y termina en el verso decimotercero (las tres primeras estrofas); el segundo
apartado empieza desde el verso 14 hasta el verso 31.

En el primer apartado se puede apreciar al hablante lírico, mediante una actitud apostrófica que
se evidencia en “verte”, tu esperanza”, “de ti mismo”; inicia con una sentencia generalizada para
explicar lo difícil que es resistirse al sistema corrupto que domina a nuestra sociedad y que mata
nuestras esperanzas.

El término “dinero” simboliza la corrupción a través del soborno. Esta idea se enfatiza con la
presencia de la anáfora que aparece en los versos 2, 3 y 4; 11, 12, 13:

“es difícil

decir que no

decir no quiero”

Otro recurso que presenta el poeta a través del hablante lírico es la personificación cuando
presenta al dinero formando un cerco:

“alrededor de tu esperanza”

Que no pueden ser concretizados sin ser parte del sistema corrupto poniendo énfasis en los
versos 7, 8 y 9. Donde indica que “los peores”, calificación que le hace a los amorales, a los que
no tienen ética, te roban los sueños. Se evidencia en el uso de la metáfora que aparece en el
verso 9:

“entran a saco por tu sueño”

Esta idea de la dificultad de resistencia al sistema corrupto se recalca en la tercera estrofa

mediante la repetición literal de la primera estofa.

De “Decir que no” se repite 4 veces en este primer apartado simbolizando la dificultad de esta
expresión para mantener probidad.

El segundo apartado inicia a través de un marcador estructural que es una conjunción

adversativa: “no obstante” que nos da a entender el cambio que ocurre cuando la persona
renuncia a sus valores para formar parte del sistema corrupto.
Actitud desesperanzadora que manifiesta el hablante lírico en “cómo desalienta” al ver a las
personas renunciar a sus principios y valores mediante la metáfora:

“verte bajar de tu esperanza

Saberte lejos de ti mismo”

Observamos también la gradación, complementado con el polípote “poquito a poco”, mediante

la cual se puede apreciar el proceso de transformación gradual cuando expresa en el verso 18 y
19, enfatizado con la anáfora:

“decir que sí

decir sí quiero”

actitud que se incrementa cuando la persona ha vendido totalmente su dignidad: “con un

orgullo enajenado” y hasta ha perdido la vergüenza, lo cual lo notamos en la hipérbole:

“comunicarle luego al mundo”

Este proceso gradual de corrupción se consuma en las dos estrofas finales a través del
eufemismo: “pobre diablo”, que indica la transformación moral completa de la persona que se
dejó corromper y que nunca más puede salir del sistema expresado en los versos:

“ya para siempre pordiosero”

Aquí el término pordiosero simboliza la degradación moral del individuo que siempre estará
esperando dádivas del sistema corrupto:

“abres la mano

y nunca más

puedes

cerrarla”

Podemos observar que Benedetti tiene un estilo directo realista con el uso de expresiones
coloquiales: “entran a saco”, “pobre diablo” y algunos términos cultos como: “enajenado”.

Benedetti nos presenta contraposición entre las personas con valores y las con antivalores. Los
primeros, resisten a la corrupción al decir que no; mientras que los segundos ceden ante ella
fácilmente diciendo que sí; pero pone énfasis en que son pocos los que se resisten a la
corrupción a través de la sentencia: “Ya lo sabemos”.

Esta contraposición también se puede notar en la valoración que las personas corruptas dan a
lo material; mientras que los honestos valoran más lo moral y lo espiritual.

De una manera indirecta, Benedetti cuestiona la moral del sistema capitalista que nos enseña
que es necesario renunciar a nuestros principios y valores para alcanzar los sueños y metas
materiales que ellos mismos nos imponen.

En conclusión, Benedetti a través de este poema refleja la realidad de la sociedad actual, donde
se valora más lo material que lo espiritual; por lo tanto es difícil alcanzar las metas sin caer en la
corrupción. Nos invita a reflexionar sobre la valoración desproporcionada que le damos a las
cosas materiales y sobre lo difícil que es mantenernos firmes con nuestros valores frente a un
sistema en donde sobresale el facilismo, la coima, el cinismo; sin importar el esfuerzo, la
preparación y la dignidad.