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Monográfico de Kant
Anticipación de participación 1
Logros históricos
Kant consideró a la filosofía trascendental como una síntesis y superación de las filosofías
racionalista y empirista. Al determinar la legalidad de las especulaciones científicas supera
el dogma de que por medio de ideas simples, claras y distintas, relacionadas entre sí, se
pudieran conocer verdades que sobrepasen las limitaciones sensibles.
¿En qué consiste dicha legalidad? En que no es válido para la razón especular fuera
de las determinaciones puras del espacio y del tiempo, todo fenómeno está atenido a éstas.
Lo que se puede conocer es un fenómeno, no la realidad tal cual es, sino tal cual se ajusta a
nuestra percepción.
Creer que conocer nuestra idea clara y distinta sobre algún objeto es conocer el
objeto en sí es un engaño; incluso la racionalidad es una forma de representación de los
objetos que da cuenta de cómo son para nosotros, de cómo son captados por nuestras
estructuras subjetivas.
Sin embargo, el autor evita caer en el escepticismo empirista de creer que no existe
la causalidad, ni la necesidad, ni que todo conocimiento provenga exclusivamente de los
sentidos.
Nuestro autor pretende resolver un problema gestado desde la antigüedad por los
filósofos escépticos: aún no hay condiciones de posibilidad para conocer algo, pues ni los
materialistas ni los idealistas ofrecen una demostración concluyente de sus sistemas; los
primeros dependen del supuesto de la simple aprehensión, mientras los segundos se basan
en especulaciones indemostrables.
Ningún autor previo a él, pensó en los juicios sintéticos priori como condicionantes
de todo conocimiento. Es decir, juicios de necesidad en los que su predicado no estuviese
contenido en su sujeto. Tampoco nadie se dio cuenta de que el conocimiento de un objeto,
así como la formación de las ciencias, dependen de bajo qué conceptos conocemos dicho
objeto: es la razón la que determina la regla para medir todo fenómeno.
Justificaciones
¿Cuál es el origen de la Crítica? Puesto que el hombre se pregunta siempre por las
causas de las cosas, y de estas causas busca otras más fundamentales, termina
por alejarse de las demostraciones que la sensibilidad le brinda. En ausencia de
una base sólida se imagina una.
Sin embargo, su imaginación dilatada concibe de muchos modos ésta causa última.
Y como no es posible un marco de referencia común (como lo es la sensibilidad),
no hay unanimidad que determine este tipo de conocimiento, el cual recibe el
nombre de metafísica.
Por ello, la Crítica pretende reformar los intentos especulativos del hombre,
determinando los límites de la razón y hasta qué punto es legítimo pronunciarse a
favor de un cierto conocimiento metafísico, así como de dónde puede surgir. Todo
ello según principios necesarios. Ello implica un modo de pensar en el que los
objetos se explican según los conceptos a priori con que son definidos.
Sólo así es posible que la metafísica pueda volverse una auténtica ciencia, a la par
de la lógica, la matemática y la física.
Otra característica del modo de pensar que concibe La Crítica y que vuelve posible
resolver supuestas contradicciones entre la razón pura y la práctica, es la distinción
fenómeno y nóumeno.
La Crítica promete resolver las preguntas de la razón sin los “poderes mágicos” de
los dogmáticos, ¿a qué se está refiriendo en éste pasaje? <AXIII>
Vladimir Emiliano Bello Hernández
Monográfico de Kant
Anticipación 3
Conocimientos puros e impuros
Como si la experiencia fuera algo impuro, sucio, desordenado. Sí, eso, la ciencia y
la metafísica, en la historia previa a Kant, no se había tomado la molestia de separar
por su linaje al conocimiento, y con él, a los tipos de juicio. La experiencia se muestra
como desordenada, mezclada y por ello impura. Bien decía el Sócrates platónico
que la purificación no es más que la separación de cosas distintas.
Kant, el limpio, nos ofrece su nuevo jabón: la Crítica de la razón pura, con la cuál se
establezcan de manera completa los principios a priori para hacer una verdadera
ciencia o doctrina de la razón pura. Una crítica que determine la posibilidad de los
problemáticos juicios sintéticos a priori, en los cuales descansa toda la
especulación.
Por cierto, cuando se nos dice que se puede parchar un sistema desplegando un
concepto, se menciona que creyendo ensanchar nuestro conocimiento sólo
ensanchamos su forma, no su contenido ¿cuál podría ser un buen ejemplo de esto?
También se menciona que La función de los J.A. no es aumentar mi conocimiento sino
esclarecérmelo. ¿Entonces es posible conocer la extensión sin experimentarla con el puro
concepto de cuerpo? Si la extensión la entendemos como un concepto determinado a priori
por el concepto de ‘espacio’, entonces sí, pues el espacio, como se verá en la estética
trascendental, es una forma pura de la sensibilidad que es condición de posibilidad de
cualquier experiencia.
Vladimir Emiliano Bello Hernández
Monográfico de Kant
Anticipación 4
Conocimiento puro e impuro II
Si se resuelve de este otro modo se cae en una paradoja: el origen del apriorismo
se resuelve en una serie de experiencias vitales ¿entonces es dependiente de la
experiencia? Porque por necesidad y universalidad yo no puedo ser tú, ni tú puedes
ser yo, ni a1 puede ser a2, por muy similares que sean. La diferencia y la identidad
entonces surgirían de un proceso de interacción con el mundo, ¿pero no que la
experiencia no puede brindarnos ni necesidad ni universalidad?
Vladimir Emiliano Bello Hernández
Monográfico de Kant
Anticipación 5
¿Qué es la intuición?
Kant evita dar una explicación fisiológica de cómo es posible la intuición (una vez
delimitado su investigación puede dispensarse de ello), simplemente la da por
hecho. Lo que al autor le interesa es explicar que ésta nos provee de las
representaciones con las que trabaja primeramente la sensibilidad y después el
entendimiento.
Las intuiciones refieren, sin ningún otro medio, a objetos. Sin embargo, éstas
pueden ser empíricas (cuando refieren objetos de la sensibilidad) o a priori (cuando
refieren otra cosa que no se halla en la experiencia). Lo que refieren las intuiciones
puras es formas, bajo las cuales es ordenado lo múltiple de la sensibilidad,
suponiendo que ésta no puede ofrecer ninguna clase de orden. Ésta es una
característica de la Crítica, que ya se nos había adelantado en los prólogos.
Desde los filósofos así llamados presocráticos, se había supuesto que la naturaleza
poseía orden por sí misma; motivados por la aparente regularidad de las estaciones,
del día y de la noche, de la juventud, la madurez y la muerte, las experiencias
persuadían a los hombres, incluidos los filósofos, de que estos eran una partecilla
más en el gran andamiaje del cosmos. Precisamente ésta palabra designaba eso:
un bello orden de la naturaleza.
¿Cómo elaboró sus categoría el estagirita? Pues en algunos pasajes cita unas,
mientras en otros otras tantas, hace todo lo que el prusiano censura: inventar una
lista a partir de la observación, más o menos perspicaz, en la experiencia del uso
del entendimiento, aumentando dicha lista metódicamente, pero sin unidad ni
coherencia.