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MANUAL
2017
LA LECTURA
Es definida por Gómez Palacios (1993) como una actividad constructiva de gran
complejidad, que implica un proceso en que interactúan las características del lector y las del
texto, en la que se establece una relación de significado a partir de los aportes de cada uno de
ellos. Este proceso se realiza dentro de un contexto y con objetivos determinados, permitiendo así
que un mismo texto pueda tener distintas lecturas según varíen los objetivos que persigue el lector.
Es así como la lectura viene hacer una de las modalidades de información más conocida
por los estudiantes y constituye uno de los procesos más importantes a seguir para llegar a cabo
con éxito el estudio. Sin embargo se lee poco y de manera no técnica desaprovechando las
posibilidades que podría desarrollar e incrementar el bagaje cultural.
La lectura como una técnica de estudio, es decir como una actividad sistemática debe ser
un factor de desarrollo intelectual y que debe contribuir en alto grado a la adquisición de los
conocimientos prácticos.
Se sabe que no todo el que lee sabe leer, es decir, no lee comprensivamente. Y si el
estudiante universitario ha de caracterizarse por un pensamiento crítico, resulta importante que
sepa leer bien para captar las ideas sobre las cuales ejercerá su labor crítica. Una información
deficiente motivada por una lectura mal hecha deforma el pensamiento ajeno.
PROCESOS DE LA LECTURA
1. Fisiológico y mecánico:
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2. Abstracción mental:
PROCESOS DE LA
LECTURA
FISIOLOGICO ABSTRACCION
MECANICO MENTAL
(Percepción visual) (Comprensión de
lectura)
Una de las principales fallas de las personas es que cuando leen no producen en cantidad
y calidad suficiente el proceso de abstracción y de conceptualización. Por lo tanto, para el
estudiante universitario, leer significa captar ideas y conceptos nuevos haciendo de ellos relaciones
explicativas y no gastar tiempo ante una serie interrumpida de renglones que pasa ante sus ojos.
Técnicas de lectura:
No es lo mismo poder leer que saber leer. Cierto que en la escuela nos capacitan
suficientemente para acceder a un texto, es decir, a poder leer; pero si no se practica con
frecuencia hasta hacer de la lectura un hábito, se van perdiendo las habilidades para sincronizar la
percepción visual con la interpretación mental, así ambas descoordinan y, en consecuencia,
disminuye la capacidad de lectura restando desarrollo a todos los mecanismos intelectuales para
saber leer, perdiendo así la oportunidad de lograr el dominio de la lectura.
Sabemos que las sílabas y palabras (morfemas y grafemas) se crean a partir de ciertos
signos convencionales llamados letras, con ellas se forman tanto las palabras (grafemas) como el
párrafo que constituye la unidad del pensamiento escrito; por lo tanto, se debe desarrollar un
método de lectura efectiva que permita estudiar comprensivamente y aprender significativamente.
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Es indispensable comprender (entender) lo que se lee, pues de lo contrario solo se estará
pasando los ojos sobre las letras.
Usar el diccionario como compañero en todas las lecturas para entender las palabras cuyo
significado se desconozca.
Encontrar las ideas principales o la idea central de cada uno de los párrafos leídos,
ayudándose de la técnica del subrayado
Escribir con tus propias palabras lo entendido en la lectura.
Realizar resúmenes esquemáticos u orgánicos.
CAPACIDAD LECTORA
Cada persona, tan pronto aprendió a leer ya está dotada para perfeccionar su capacidad
de lectura. Existen casos que han logrado triplicar su velocidad inicial sin afectar la comprensión de
la lectura.
Muchos piensan que la lectura rápida sacrifica la comprensión; sin embargo, en la práctica
se ha demostrado que quienes dominan la lectura veloz, aplicando ciertas técnicas, leen mejor.
Esto necesariamente es producto del entrenamiento tanto en mejorar la agudeza y ángulo visual
de lectura como en una mayor agilidad mental para captar, con la misma velocidad, el contenido
de la lectura.
CLASES DE LECTURA
La lectura no es tan sólo dominar algunos de sus aspectos: unión de sílabas o dicción,
sino, también, hacerla con orden o inteligencia. Saber leer implica un proceso de razonamiento en
el que se juzga lo leído y se aplica en la adquisición de más experiencia.
Cuando se habla de clases de lectura, se trata de los objetivos que realiza el lector en base
a un texto determinado, según sus fines.
CLASES DE LECTURA
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ampliación en distintos libros, para que se facilite emitir un juicio con
amplios y sólidos conocimientos. Así que no se olvide: un buen
estudiante es el que amplía sus conocimientos, consultando otros
libros que ofrezcan un punto de vista distinto del libro de texto.
ETAPAS DE LA LECTURA
1. Pre - Lectura:
Es una lectura rápida que consiste en determinar la extensión del texto, captar la idea
sustancial de modo global y realizar una revisión panorámica de su contenido.
Objetivos:
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Técnicas:
2. Lectura Detallada:
Requiere de mayor tiempo y consiste en realizar una búsqueda indagativa de los conceptos
particulares dispersos en el contenido.
Objetivos:
Conceptuar
Discriminar las ideas principales de las secundarias.
Analizar e interpretar cada una de las ideas principales.
Realizar un análisis crítico del contenido.
Técnicas:
Conceptualización
Subrayado
Toma de notas al margen
Toma de notas en fichas
Toma de notas en cuadernos
Completar los cuadros sinópticos y resúmenes.
3. Post - Lectura:
Objetivos:
Técnicas:
Resumen orgánico
Elaboración de conclusiones.
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VELOCIDAD LECTORA
Por otro lado, quienes realizan una lectura lenta se proponen asimilar el 100% de lo leído,
en una sola lectura profunda, por lo cual prefieren leer "palabra por palabra". Sin embargo, quienes
consideran que leer es reconstruir el pensamiento fidedigno del autor, realizan un solo esfuerzo
para asimilar el contenido del texto que se logra con facilidad cuando la velocidad de la percepción
visual es ágil y está sincronizada con la mente del lector, porque así facilita la concentración a
únicamente interpretar el contenido del mensaje escrito.
NIVELES DE LECTURA
1. Lectura Lenta: Cuando leemos menos de 200 palabras por minuto. Esta limitación se debe a
los defectos de lectura como leer voz alta, vocalizada, subvocalizada, señalando con el índice
o moviendo la cabeza; así no sólo se pierde tiempo sino se dificulta una buena comprensión
por cuanto la lectura "palabra por palabra" rompe el pensamiento en tantos trozos que hace
difícil interpretarlo a cabalidad en la fluidez de su expresión. Este tipo de lectura incide más en
las palabras que en sus significados.
2. Lectura Veloz: Cuando leemos de 350 a 500 palabras por minuto. Esto es posible cuando se
han corregido los defectos y se ha establecido una sincronización precisa entre la velocidad
visual y la del pensamiento que facilita captar con rapidez el contenido del texto leído. Este tipo
de lectura asigna importancia capital al contenido semántico de las palabras.
Las personas –por lo general- leen alrededor de 250 palabras por minuto. No obstante, se
estima que por la mente de esa misma persona atraviesa un promedio de 50 mil. Es evidente
que pensamos mucho más rápido de lo que leemos, por lo tanto, ¿es natural que muchos se
cansen o se frustren mientras lo hacen? Lo que sucede es que la mente es capaz de
recepcionar gran cantidad de información, pero al leer tan lento se pierde el interés y se recurre
a la distraibilidad. Por supuesto resulta imposible llegar a leer –de manera comprensiva- 50 mil
palabras por minuto; sin embargo, todo incremento en la velocidad lectora siempre resulta
favorable para el estudiante.
VELOCIDAD
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Se ha comprobado que la lectura lenta dificulta la comprensión, reduce la capacidad de
concentración y confunde el contenido al incluir las ideas propias del lector, que muchas veces
no son pertinentes a la lectura.
1. Entrenamiento Visual:
2. Test Inicial:
Para determinar cuál es nuestra velocidad promedio al comenzar el aprendizaje. Nunca sacrificar la
comprensión del texto por la velocidad. A partir de éste, registrar todos los avances y progresos en
los ejercicios y pruebas siguientes.
3. Detectar defectos:
Nadie, ni el mejor lector, es perfecto. Todos tenemos defectos, vicios o factores que limitan nuestra
capacidad de lectura; pero es posible corregirlos, superarlos o erradicarlos a base de ejercicios. El
método de lectura veloz sólo ayuda a desarrollar las habilidades; pero la práctica constante de los
ejercicios, perfecciona la lectura.
4. Velocidad de Lectura:
Se determina sobre la base de un texto de ejercicios o de una prueba que contenga un número de
palabras fijado previamente, se recomienda unas 300 palabras promedio. Al comenzar a leer se
marca el inicio utilizando un reloj con segundero y se registra en cuántos segundos terminó la
lectura. Se divide el número de palabras entre el tiempo en segundos y obtenemos el índice de
palabras por segundo (pps); este índice se multiplica por 60 y determinamos el número de
palabras por minuto (ppm).
5. Verificar Comprensión:
TIPOS DE TEXTO
La identificación de los tipos de texto es una tarea importante porque contribuye a que el
lector afronte la lectura del texto de una manera organizada favoreciendo la construcción de
significados y, por ende la comprensión del mismo.
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Debido a la gran diversidad de formas, en la actualidad se ofrecen distintas clasificaciones
de los tipos de textos en base a criterios específicos; sin embargo, consideramos que al estudiante
universitario le resulta más pertinente identificar y discriminar los cuatro principales tipos que
revisará a lo largo de su formación: narrativos/descriptivos, didácticos, científicos y de opinión.
La tabla presentada a continuación nos permite apreciar con claridad la naturaleza de cada
uno de los tipos de textos mencionados, a fin de que sea factible establecer un deslinde entre ellos.
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Evidentemente, la capacidad de leer comprensivamente es indispensable para el
estudiante. Al comprender asociamos conocimientos, estableciendo entre ellos relaciones causales
o analogías, clasificándolos bajo una explicación general. La memoria conserva y recupera ese
acervo de conceptos y datos a partir de los cuales podemos recrear y pensar. No obstante si
nuestra agilidad mental, flexibilidad, precisión lógica y creatividad se encuentran menguadas será
muy poco lo que podremos hacer a partir de la riqueza de recursos que nos brinda la memoria.
Leer comprensivamente implica captar el significado de un texto entendiendo a qué se refiere el
autor con cada una de sus afirmaciones y cuáles son los nexos que unen dichos postulados. Por
lo tanto, el lector eficaz:
Las habilidades necesarias a desarrollar para lograr una adecuada comprensión del texto
leído son:
Contar con una sólida base de conocimientos previos que posibiliten establecer asociaciones
entre el material leído y la información disponible (conservada en la memoria).
Del punto anterior se desprende la ventaja de ostentar un vocabulario amplio que nos permita
leer con fluidez y adquirir la certeza de que conocemos el significado de las palabras
revisadas, de esta forma evitamos confusiones o imprecisiones conceptuales.
Velocidad lectora: Al evitar detenernos “palabra por palabra” es posible mantener un ritmo
adecuado en el curso de la lectura, por lo tanto, no nos dispersamos (distraemos) al leer.
Cada lector comprende un texto de acuerdo al marco teórico que maneja, por lo tanto, es
posible que surjan ciertas variaciones entre las interpretaciones de distintos lectores
(dependiendo de los conocimientos previos que cada uno posea, en base a los cuales
determina el significado del contenido de la lectura).
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LOS VICIOS DE LA LECTURA (Técnicas de Corrección)
Descubrir los malos hábitos de lectura para erradicarlos y sustituirlos por buenos hábitos
de lectura, es uno de los requisitos indispensables para llegar a convertirse en un lector rápido y
eficaz. Esta serie de costumbres negativas son las principales características del lector deficiente y
son estas las que impiden desarrollar plenamente una capacidad lectora.
1. LA REGRESIÓN:
De modo que pierde tiempo, tanto para hilvanar nuevamente el curso de la lectura,
llegando a realizar una actividad tediosa porque al interrumpir el curso de la lectura resta la
concentración y el mensaje se fractura en tantas partes como interrupciones tenga, dificultando
tremendamente la comprensión del texto.
Es conveniente conocer las Causas de la regresión para poder corregirla; estas son:
a. Déficit visual:
Una relativa incapacidad visual que no permita percibir con nitidez las letras ni las palabras,
entonces el lector se ve obligado a detener la vista en un grafema o regresarla para fijar
nuevamente en el anterior. Como esto interrumpe el curso para hilvanar el pensamiento, puede
incidir y exigir al lector a regresar en la lectura porque los grafemas del texto no han sido
decodificados. Una recomendación ante este defecto es que el contexto puede ayudarnos a
descubrir el sentido y que incluso la palabra que no se pudo comprender al inicio puede aparecer
mas adelante mas claramente explicada.
La manera más eficaz de adquirir concentración es mediante la automotivación, sin ésta todo
esfuerzo de lectura resultará estéril. Un primer intento es mantener la atención desde el inicio hasta
el término de un párrafo completo. Es aconsejable realizar los primeros ejercicios de modo
pausado, manteniendo la sincronización entre la capacidad visual y la interpretación mental.
Algunos lectores no quieren perder una sola palabra del texto y por eso leen lentamente porque
creen que la minuciosidad y rigor son necesarios para una cabal comprensión. Este excesivo
cuidado es al final tan perjudicial como su extremo opuesto: La excesiva precipitación.
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Aquellos lectores excesivamente cuidadosos son los que más se lamentan por no
comprender. Si desconocemos el significado de alguna frase no debemos regresar de inmediato;
sigamos adelante hasta terminar el párrafo. Si posteriormente de haber leído no hemos
comprendido bien, recién debemos hacerlos.
El procedimiento más efectivo para Corregir este defecto se concreta a las acciones
siguientes:
Tomar conciencia del defecto, auscultando el movimiento de los ojos utilizando el espejo.
Leer pausado conforme se vaya interpretando el texto. No precipitar el curso de la lectura
hasta lograr la sincronización entre la captación de las señales de los grafemas y la
interpretación de sus significados.
Efectuar ejercicios de lectura cuyos términos sean de su dominio a fin de lograr un ritmo de
lectura sin interrupciones ni pausas.
Cuando se trata de textos que contienen términos nuevos, en una primera lectura subrayar
los nuevos vocablos y consultar con el diccionario. La segunda lectura se puede realizar
conforme a las pautas señaladas en el 2° y 3° puntos.
En caso de regresión persistente, utilizar una cortina de papel que vaya bajando línea por
línea en la medida que lee.
La vocalización:
Consiste en leer las palabras en voz alta o bien acompañar la lectura con el movimiento de
los labios, sin emitir sonidos alguno, durante la lectura de un texto. Otras veces se harán
movimientos con la lengua o la garganta, sin mover los labios. Incluso hay lectores que
mueven las cuerdas vocales, lo que puede comprobarse colocando los dedos a lo largo de
la laringe mientras se está leyendo y las vibraciones de las cuerdas vocales las sentiremos
fácilmente con el tacto.
Muchas veces se trata de un hábito perjudicial que se originó en la etapa escolar, dado que
cuando se aprendió a leer los profesores obligaban a hacerlo en voz alta y pronunciando
cada palabra.
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Una forma efectiva para superar este defecto consiste en colocar un dedo sobre los labios
de manera que se haga perceptible el fruncimiento labial y permita su instantánea
corrección; otra manera puede ser sostener con los dientes un lápiz u otro objeto similar
mientras se lee, así se evita definitivamente mover los labios. Pero más efectivo es
reconocer que los ojos pueden moverse a mayor velocidad que los labios; entonces,
resulta fácil diferenciar una lectura en voz alta y una lectura silenciosa
La subvocalización:
es un defecto tan sutil y extendido que lo adquieren los lectores sin tener conciencia del
error; consiste, simplemente, en pronunciar mentalmente las palabras que leemos sin
emitir sonidos y sin mover los labios. Indebidamente, quizá se piense que de esa manera
se capta mejor lo que dice un autor. También puede deberse a que, como hemos señalado
anteriormente, en la escuela se enseña a los niños a leer en voz alta, es probable que
aunque esta costumbre luego se pierde quede un remanente mental (no sonoro).
Sin embargo, las palabras solamente son un vehículo que transportan al pensamiento y no
el pensamiento en sí mismo; por tanto, pronunciarlas mentalmente en forma aislada nos
aleja de captar la idea principal que expone el autor del texto.
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3. LOS MOVIMIENTOS CORPORALES:
El lector experto solamente mueve los ojos, se sienta derecho y con los músculos
relajados, su capacidad de lectura le permite captar el campo visual que le interesa, sin necesidad
de mover la cabeza con lo cual obtiene el mejor rendimiento de cualquier texto; el que no da
importancia a esto activa innecesariamente distintas masas musculares en espalda, brazos, cuello,
etc. que lo conducen, no solamente a un acelerado agotamiento físico, sino al aburrimiento y a no
introducirse suficientemente en la lectura como para extraer de ella el provecho esperado. Si
además de estos movimientos tiene la costumbre de seguir con un lápiz o con el dedo las palabras
y líneas que va leyendo, este defecto adquiere particular gravedad porque dificulta que el lector
llegue a tener la fluidez y la concentración que le permita acceder a los beneficios de una buena
lectura.
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Son todas aquellas que van a permitir al lector, planificar la forma en que abordará el texto,
prepararse para su comprensión y asumir un rol activo en la construcción de significados.
La Motivación:
Despertar el gusto y el interés por la lectura es una condición necesaria, aunque muchas veces
soslayada, para que el lector consiga afrontar e implicarse en la tarea de leer. Es importante
que se considere a sí mismo con los recursos necesarios para tener éxito en esta empresa; por
lo cual se debe evitar la competición.
El propósito de la lectura determina la forma en que el lector leerá, regulará y evaluará todo el
proceso. Los objetivos que puede tener la lectura resultan muy variados; entre ellos la
búsqueda de información precisa o información general, el seguimiento de instrucciones, el
aprendizaje, la revisión de un texto personal y el placer de leer, entre otros. Una vez definido el
propósito, se iniciará la actividad autorreguladora, que consiste en plantear distintas acciones y
operaciones que se realizarán desde ese momento y continuarán durante y después de todo el
proceso de lectura.
Planificación de la lectura:
Se refiere a la selección que hace el lector de los procedimientos mas adecuados para afrontar
la lectura, de tal manera que logre su comprensión (Vallés, 1998). Los lectores eficaces son
aquellos sujetos capaces de decidir, en función de la tarea y el tipo de texto, los procedimientos
más adecuados y efectivos (Paris, Wasik y Turnrer, citados en Díaz Barriga y Hernández,
1998).
Los conocimientos previos que tiene el lector sobre la temática del texto son los que posibilitan
tender puentes con la información que esta le aporta. Una mirada preliminar al texto le permite
al lector conocer sus características generales y, a partir de ello, activar sus conocimientos
previos sobre el tema. Sin los conocimientos previos sería muy difícil encontrar algún
significado al texto, pues no se contaría con los elementos necesarios para poderlo interpretar
y lograr la construcción de significados (Díaz Barriga y Hernández, 1998). Algunos de los
elementos que contribuyen al proceso de activación de los conocimientos previos, son la
lectura del título y de índice, la observación de ilustraciones, los cuadros y leyendas, y la
lectura de la introducción entre otros.
Planteamiento de Hipótesis:
Esto se refiere a las predicciones con respecto al contenido de la lectura y que se basa en la
estructura, los títulos, subtítulos y las ilustraciones. Además en la experiencia que tenga como
lector. Consiste en la formulación de preguntas o en predicciones acerca de lo que tratará el
texto. El planteamiento de hipótesis, antes de iniciar la lectura, contribuye a dirigirla y guiarla de
tal manera que el lector puede ir verificando las mismas.
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Son aquellas que permiten que el lector vaya elaborando y construyendo los significados
del texto. Así mismo, encontrar vías de solución convenientes para enfrentar los distintos
problemas que surjan durante la lectura. En esta etapa, la principal función de las estrategias
consiste en regular el proceso de comprensión, d modo que el lector no sólo comprenda, sino que,
cuando no lo logre, sea capaz de decidir qué hacer para lograr dicha comprensión, que implica
que el lector ponga en marcha su actividad metacognitiva (Solé, 2000).
Regulación y supervisión:
Esta estrategia implica que el lector lleve a cabo un proceso de autorregulación mientras lee,
es decir, que vaya supervisando y dándose cuenta si logra o no comprender mientras avanza
su lectura. Para esto requiere identificar la información relevante dejando de lado la que no lo
es, para o cual juega papel importante tanto el propósito establecido para la lectura como los
conocimientos previos sobre el tema (Días Barriga y Hernández, 2002).
Elaboración de inferencias:
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ESTRATEGIAS DE ORGANIZACIÓN
Las estrategias de organización agrupan la información para que sea más fácil recordarla.
Implican imponer estructura al contenido de aprendizaje, dividiéndolo en partes e identificando
relaciones y jerarquías.
Concepto y Proposición
A. Concepto:
Término empleado para hacer referencia a un objeto. A través del empleo de palabras nos
referimos a imágenes mentales, tomadas de nuestra experiencia y conocimiento general.
Todo concepto puede hacer referencia a un objeto concreto (tangible) o abstracto.
El punto de vista idéntico desde el cual agrupamos una clase de objetos con ciertas
diferencias entre ellos. Para hacer lo anterior tenemos que saber separar las
características esenciales (fundamentales) de las no esenciales (accidentales).
Son aquellas que hacen que esa cosa sea lo Son las que pueden darse de una manera o
que es y lo que constituirá su definición. de otra o no darse del todo y que no
intervienen en la función esencial del objeto
(color, tamaño, marca, etc.)
Los conceptos están conectados con aquellos conceptos de niveles superiores de los
cuales ellos mismos son parte. Ejemplo: Una rueda es parte de un carro; el concepto "rueda" está
conectado con el concepto "carro". El concepto "carro" a su vez es parte del concepto "vehículo"
con su correspondiente conexión. Los conceptos también tienen su conexión en la otra dirección,
especialmente con sus partes. Por supuesto que las partes mismas tienen partes (El concepto
"árbol" tiene conexiones con sus partes, con los conceptos "raíces", "tallo", "ramas" y "hojas").
Tipos de conceptos:
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B. Proposición:
Equivalente a una oración, consta de dos o más términos conceptuales (conceptos) unidos por
palabras a fin de formar una unidad semántica. A su vez, cuando vinculamos varias proposiciones
entre sí, formamos explicaciones conceptuales.
Palabra clave
Palabras conectoras
Las palabras conectoras, también llamadas nexos, enlaces o relacionantes, son aquellas palabras
que sirven para unir términos, oraciones o partes de un discurso. Las categorías que desempeñan
esta función con más frecuencia son la conjunción, la preposición, el adverbio y sus
correspondientes locuciones. La unión a menudo aporta un nuevo matiz que va más allá de la
simple suma de los dos elementos, este matiz depende del contenido léxico del conector en
cuestión.
Concesión: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier modo, al mismo
tiempo.
Restricción: pero, sin embargo, no obstante, en cierto modo, en cierta medida hasta cierto
punto, si bien, por otra parte.
Exclusión: por el contrario, en cambio.
Consecutivos: por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así pues, por
consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces
resulta que, de manera que .
Causales: porque, pues, puesto que.
4. Comparativos: Subrayan algún tipo de semejanza entre los enunciados. Ejemplo: Del mismo
modo, igualmente, análogamente, de modo similar.
5. Reformulativos: Indican que un enunciado posterior reproduce total o parcialmente, bajo otra
forma, lo expresado en uno o más enunciados anteriores.
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Explicación: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras.
Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una palabra, en
otras palabras, dicho de otro modo, en breve, en síntesis.
Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo, particularmente,
específicamente, incidentalmente, para ilustrar.
Corrección: mejor dicho, o sea, bueno.
Comienzo de discurso: bueno, bien( en un registro coloquial): ante todo, para comenzar,
primeramente ( en un registro más formal)
Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, por último, terminando, para
resumir.
Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto
seguido, después.
Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.
Temporales: después (de). después (que), luego, desde (que), desde (entonces), a partir
de.... antes de, antes que, hasta que, en cuanto, al principio, en el comienzo, a
continuación, inmediatamente, temporalmente, actualmente, finalmente, por último,
cuando.
Espaciales: al lado, arriba, abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo.
6. Conector de concesión: denotan que una idea se opone a otra como una concesión y
objeción. Ejemplo: e todas maneras, sin embargo, no obstante, a pesar de, con todo.
El párrafo es una unidad de pensamiento porque gira entorno a una idea central. El
autor, cuando ha escrito el texto, ha tenido el propósito de expresar una idea en el marco
de cada párrafo. Por ello, cada párrafo está constituido por varias oraciones que expresan
el argumento de un razonamiento; el lector, para interpretar el texto, busca descubrir la
idea principal o sustancial que el autor se propuso transmitir.
A. IDEA GENERAL
La idea general muchas veces plateada por otros autores como el tema, indica aquello
sobre lo que trata un texto, y puede expresarse mediante una palabra o una pequeña
frase. Se accede a el respondiendo a la pregunta: ¿De que trata este texto?
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Al medio del Párrafo, se le denomina trimembración porque el párrafo queda divido
en tres partes:
Primera: preámbulo o introducción a la idea central.
Segundo: idea central, esencial de lo que transmite el autor.
Tercera: aclarar, matizar la idea principal
Al final del párrafo, requiere leer con sumo cuidado y atención porque el argumento
es deductivo hasta llegar a la conclusión. Consiste en discurrir de varias
deducciones parciales para llegar al desenlace final.
Sin embargo, existen otras modalidades de párrafo más complejas, párrafos donde
se contenga más de una idea principal o como los párrafos de transición, que no
consignan una idea principal y tienen por función servir de introducción para los siguientes.
1. Determinar qué idea se repite más en un párrafo, sea con el mismo vocablo o con
sus sinónimos.
2. Localizar el vocablo dominante que tenga la mayor extensión conceptual.
3. Reconocer el estilo de expresión ya sea objetivo, concreto o metafórico. Lo
importante es que, de una u otra forma de expresión, se identifique la idea
principal.
4. Distinguir las relaciones de la idea principal con las secundarias. Para ello se tiene
en consideración lo siguiente:
Una vez localizada e interpretada la frase principal (idea central), la lectura se torna
más dinámica porque se puede recorrer con mayor facilidad el párrafo, incluso es posible
acelerar la lectura sin sacrificar la interpretación.
C. IDEAS SECUNDARIAS
Expresar con otras frases la idea principal, ya sea para reiterar o para reforzar la
expresión, de modo que al ser más explícita se eviten los equívocos en la
interpretación.
Esclarecer el significado y el sentido de los términos importantes, mediante el
empleo de los sinónimos; o por contraste, de los antónimos con relación a la idea
principal.
Ejemplificar la idea principal para trasladar la teoría abstracta a la práctica
concreta.
Discurrir con argumentos lógicos o teóricos desde la idea principal hasta los casos
más elementales y comprensibles.
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Flujo del pensamiento del autor
Es importante señalar que en durante la lectura también se puede hacer uso de otras
estrategias de apoyo, con el fin de favorecer la comprensión. A continuación
desarrollaremos algunas de ellas.
SUBRAYADO
VENTAJAS
Facilita el manejo de las fuentes bibliográficas
Permite un fácil repaso, en un menor lapso de tiempo.
El subrayar ayuda a que el estudio sea activo, nos ayuda a organizar y comprender lo
que estamos leyendo, hace que fijemos la atención y evitemos distracciones, favorece la
lectura crítica y facilita el repaso.
El proceso de subrayar
No subraye la primera vez que lee
Haga una primera lectura para tener una idea general del texto y ver cuales son las ideas
principales
Haga una segunda lectura señalando lo más importante al lado del párrafo
Anda leyendo párrafo por párrafo y subraya sólo lo más importante
Tipos de Subrayado
Lineal
El subrayado se hace con líneas. Estas pueden ser de varios tipos.
Los tipos de raya van a depender de la importancia que tenga la idea.
También puedes utilizar colores
Estructural
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Destaca la estructura u organización del texto. Ayuda luego a hacer un esquema. Se
pueden hacer:
Anotaciones con pocas palabras
Números
Flechas
Palabras claves
De Realce
Resalta las dudas, las ideas con las que no estamos de acuerdo, lo que debes consultar
Las notas al margen permiten VER, al golpe de vista la estructura temática y lógica de un
texto. Se trata de una síntesis de la idea principal expresada como título del párrafo.
Una vez que has leído y subrayado el párrafo, lo sintetizas mentalmente y luego anotas al margen
en forma abreviada o como si fuera el título del párrafo. Cuando repases o vuelvas a leer el texto
estas notas te servirán como “mapa” o guía de las ideas y de su organización lógica.
Por ejemplo:
Son aquellas estrategias que se utilizan una vez finalizado el proceso lector y tienen como finalidad
analizar si aquellas que fueron utilizadas resultaron adecuadas, así como reflexionar sobre la
pertinencia o no de su uso en textos similares.
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Si bien esta estrategia se puede también utilizar durante la lectura, emplearla al final de lamisca,
hace posible que el lector pueda afianzar su comprensión global en relación con el significado del
texto. Para realizar esta tarea, de carácter cognitivo, es necesario seguir los pasos que se indican
a continuación: elaborar una representación global del texto, formular juicios acerca de la
relevancia de la información y reflexionar respecto a las ideas relevantes con el fin de sintetizarlas
(Díaz Barriga y Hernández, 1998).
b) Limita la extensión de tu escrito, para ello ten en cuenta el tipo de material y el volumen o
la cantidad de hojas por resumir. Considera que casi toda la prosa puede reducirse a las
dos terceras o cuartas partes del total.
c) Sigue siempre el orden del original, de esta manera llevarás una secuencia lógica de la
presentación del material y evitarás confusiones en el momento de revisar tu resumen para
estudiar.
La lectura se caracteriza porque es una práctica constante en la etapa escolar, así como también
en la universitaria; por eso se afirma que es el medio para la adquisición de conocimientos que
enriquece nuestra visión de la realidad, aumenta nuestro pensamiento y facilita la capacidad de
expresión. Recordemos pues, que la lectura es uno de los caminos de aprendizaje que tiene todo
estudiante, por tal razón, desempeña un rol importante en la actividad del trabajo intelectual. Leer
comprensivamente es interpretar e inferir a qué alude el autor en cada una de sus ideas vertidas en
su texto.
Recuerde, amigo lector, que todo texto manifiesta o expresa más que lo que el autor ha querido
decir conscientemente, pues, éste a través de una lectura reflexiva y analítica, descubre o deduce
ideas de las que el autor ni siquiera se percató, ni pensó expresarlos. Esta maravillosa forma de
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leer, nos permite afirmar entonces que existen distintos niveles de comprensión que vamos a
referirnos en esta oportunidad
NIVEL LITERAL
Leer literalmente es hacerlo conforme al texto. Solicita respuestas simples, que están explícitas
(escritos en el texto pero requiere que conozcas las palabras).Podríamos dividir este nivel en dos:
Lectura literal en un nivel primario (nivel 1)
Se centra en las ideas e información que están explícitamente expuestas en el texto, por
reconocimiento o evocación de hechos. El reconocimiento puede ser:
De detalle: identifica nombres, personajes, tiempo y lugar de un relato; de ideas principales: la idea
más importante de un párrafo o del relato; de secuencias: identifica el orden de las acciones; por
comparación: identifica caracteres, tiempos y lugares explícitos; de causa o efecto: identifica
razones explícitas de ciertos sucesos o acciones.
Realizamos entonces una lectura elemental: seguimos paso a paso el texto, lo situamos en
determinada época, lugar, identificamos (en el caso de un cuento o una novela) personajes
principales y secundarios; nos detenemos en el vocabulario, las expresiones metafóricas. Muchos
de los fracasos en la escuela responden al desconocimiento del léxico específico de cada disciplina
(por ejemplo el lenguaje matemático) o a la interpretación de ciertos vocablos dentro de
determinado contexto. El alumno tiene que adiestrarse en el significado de los vocablos y cuál es la
acepción correcta de las que figuran en el diccionario de acuerdo al significado total de la frase en
el cual se halla inserta.
Lectura literal en profundidad (nivel 2)
Efectuamos una lectura más profunda, ahondando en la comprensión del texto, reconociendo las
ideas que se suceden y el tema principal, realizando cuadros sinópticos, mapas conceptuales,
resúmenes y síntesis. La mayor parte de estas técnicas son más adecuadas para textos
expositivos que para textos literarios
NIVEL INFERENCIAL
Se caracteriza porque es el nivel más alto de comprensión, donde el lector, al analizar el texto, va
más allá de lo expresado por el autor. Es capaz de deducir o inferir ideas o informaciones que no
han sido señaladas o expresadas de manera explícita en el texto, sino que han sido omitidas y que
pueden ser deducidas por el lector cuando hace uso del nivel inferencial.
Supone el reconocimiento de ideas implícitas, no expresadas, es decir, el lector lee lo que no está
en el texto, es un aporte en el que prima su interpretación, relacionando lo leído con sus
conocimientos previos que le permita crear nuevas ideas en torno al texto. Este nivel de
comprensión es muy poco practicado en los diferentes niveles educativos e incluso en el nivel
universitario, pues, el lector necesita de un elevado nivel de concentración; por ejemplo, es capaz
de inferir ideas principales, no incluidas de manera explícita en el texto, como es el caso del párrafo
paralelo, en el que las ideas no están subordinadas unas a otras por su contenido, ya que tienen
igual importancia, pues la idea fundamental está diluida a través de todo el párrafo y debe ser
inferida de las oraciones secundarias. De igual forma, por ejemplo, se puede inferir aspectos o
detalles adicionales que a criterio del lector, se pudo haber incluido en el texto con la finalidad de
hacerlo explícito o convincente. De igual manera en este nivel, se pueden efectuar conjeturas
sobre las diversas causas que llevaron al autor a incluir algunas ideas o a interpretar un lenguaje
figurado a fin de descubrir la significación literal de un texto.
En tal sentido podremos decir que la meta del nivel inferencial es la elaboración de conclusiones.
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Importante recordar:
Inferir detalles adicionales, que según las conjeturas del lector, pudieron haberse
incluido en el texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente;
Inferir ideas principales, no incluidas explícitamente;
Inferir secuencias, sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera
terminado de otras manera;
Inferir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o
caracteres y sus relaciones en el tiempo y el lugar.
Se pueden hacer conjeturas sobre las causas que indujeron al autor a incluir ciertas
ideas, palabras, caracterizaciones, acciones;
Predecir acontecimientos sobre la base de una lectura inconclusa, deliberadamente o
no;
Interpretar un lenguaje figurativo, para inferir la significación literal de un texto.
NIVEL CRÍTICO
Para llegar a este nivel, es necesario efectuar una lectura reflexiva, reposada; su finalidad es
entender todo el texto. Es una lectura más lenta, pues , se puede volver una y otra vez sobre los
contenidos, tratando de interpretarlos y obtener un a mejor comprensión. Permite al lector expresar
opiniones y emitir juicios en relación al texto. Puede reflexionar sobre el contenido del mismo a fin
de emitir un juicio crítico valorativo o una opinión sobre lo leído.
Este nivel se debe practicar desde que el niño es capaz de decodificar los símbolos a su
equivalente oral. Toda lectura crítica requiere que el lector exprese opiniones personales en torno
al tema leído, para que de esta manera demuestre haber entendido lo que expresa el texto; es
decir, en este nivel el lector es capaz de meditar, reflexionar sobre el tema, llegando a una total
comprensión, emitiendo su posición a través de una crítica y tomando decisiones sobre el
particular. Esta tarea corresponde iniciarla a los maestros de educación primaria, la misma que
debe ser reforzada en educación secundaria y en el nivel universitario deberá profundizarla, debido
a que las instituciones universitarias tienen como misión formar lectores eminentemente críticos.
En la lectura crítica nuestros lectores manifiesten o expresen sus opiniones de carácter personal en
relación con las ideas presentadas en el texto, esto significa que no se trata de solo decodificar,
sino que va mucho más allá, comprender el mensaje del texto y que te invite a reflexionar e
interpretar lo leído En suma, en este nivel, expresamos constantemente opiniones sobre el texto
leído, aceptamos o rechazamos su ideas, pero debidamente fundamentadas. En este nivel de
lectura, interviene la formación del lector, su aprendizaje previo, su criterio personal y su cultura.
Los juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad, probabilidad. Los juicios
pueden ser:
1. de realidad o fantasía: según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean o con
los relatos o lecturas.
2. de adecuación y validez: compara lo que está escrito con otras fuentes de información.
3. de apropiación: requiere evaluación relativa en las diferentes partes, para asimilarlo.
4. de rechazo o aceptación: depende del código moral y del sistema de valores del lector.
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NIVEL APRECIATIVO
Es propio de lectores analítico-reflexivos, representa el nivel de entendimiento y comunicación
entre el autor y el lector que implica el nivel de comprensión de éste en relación al contenido ,
personajes y estilo empleados por el autor para transmitir sus ideales, emociones y otras vivencias,
mostrando identificación, simpatía y empatía con los personajes y los hechos. Es capaz de hacer
un análisis en relación con la competencia lingüística que ha empleado el autor del texto. Asimismo
puede evaluar la capacidad artística del escritor, es decir efectuar un análisis literario, si el texto
está en relación con la literatura se referirá también a los valores estéticos, el estilo empleado y lo
recursos lingüísticos que posee el texto. Este nivel representa la respuesta emocional o estética a
lo leído.
Importante recordar:
El nivel apreciativo comprende las dimensiones cognitivas anteriores. Incluye:
4. Símiles y metáforas: se evalúa la capacidad artística del escritor para pintar mediante
palabras que el lector puede visualizar, gustar, oír y sentir.
VERIFICACIÓN DE LA COMPRENSIÓN
Es una estrategia metacognitiva mediante la cual el lector autoevalúa el proc3eso seguido, con el
fin de verificar su comprensión del texto y la elaboración de una interpretación del mismo teniendo
en cuenta los objetivos planteados inicialmente para la lectura. Si se verifica que no se ha logrado
la comprensión del texto, es recomendable que el lector utilice otras estrategias para favorecerla,
como la relectura del texto. También es importante que se identifiquen las causas por las que no se
ha logrado la comprensión.
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