Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Reflexionar en torno a la educación ha sido siempre un tema apasionante aunque no todas las
épocas históricas ni todos los pueblos hayan tenido la oportunidad de hacerlo. La educación,
como todo fenómeno superestructural, refleja las condiciones estructurales de la sociedad que
la moldean a su imagen y semejanza. Así, la educación actual afronta una profunda crisis
producto de la sociedad postmoderna.
La educación tradicional ha quedado en historia, nadie más considera ni acepta una educación
centrada sólo en el docente, que desconozca la psiquis del estudiante, que se remita a los
contenidos ya elaborados y acabados, con un currículo cerrado, etc., que son los aspectos que
más se le critican a dicha corriente; sin embargo, no siempre se le critica el hecho de que
defendía los intereses de las clases dominantes, que preparaba sujetos disciplinados y
obedientes para preservar el sistema social establecido; tal vez porque otras tendencias muy
modernas tienen el mismo objetivo.
1
De todas maneras el problema no está en seguir tal o cual tendencia, modelo, escuela
pedagógica, sino más bien en descubrir que respuesta dan cada una de ellas al problema
fundamental de la educación que es: ¿cómo conoce el hombre?, puesto que de esta manera se
podrá saber cómo aprende el mismo, aspecto central de la educación en todos los tiempos y
lugares.
Ahora bien, históricamente dos han sido las únicas respuestas a tal problema: por un lado, el
positivismo y, por el otro, el marxismo.
Como todos ustedes saben el Positivismo, con Comte a la cabeza, desde su posición
idealista subjetiva que se basa además en el empirismo y el utilitarismo, responde indicando
que el hombre conoce a través de su propia experiencia; entonces, para los positivistas la
fuente del conocimiento es la mencionada experiencia y el criterio de verdad lo que sirva a la
vida.
2
Un ejemplo de cómo ha quedado la educación positivista en nuestro medio es la Educación
Secundaria:
Se sigue una programación establecida desde el Ministerio de Educación.
Diferentes asignaturas: Matemática, Física, Química, Biología, etc., en cada una de ellas se
imparte conocimientos de las ciencias particulares.
No existe relación entre una y otra asignatura
Continúa la disciplina, aunque un poco relajada
Dadas las condiciones económicas del país y el presupuesto que se designa para educación,
los centros educativos no cuentan con laboratorios, talleres, huertos escolares y otros; por lo
que el proceso de enseñanza – aprendizaje retoma la memorización, la repetición mecánica
de conceptos, etc.
El Pragmatismo, que también es una concepción idealista subjetiva, difundida entre los
filósofos burgueses y cuyo principio es: “El contenido del saber es determinado por sus
efectos prácticos”; al igual que el positivismo se basa en el empirismo y el utilitarismo, puesto
que considera que la experiencia verifica la validez y veracidad de los juicios, para esta
corriente la verdad es utilidad para fines prácticos y entiende por UTILIDAD PRÁCTICA
aquello que satisface los intereses del individuo.
3
Precisamente una concepción psicológica que nació inspirada en el Funcionalismo de Dewey
y que constituyó la continuación de las ideas pedagógicas de la Escuela Nueva, fue el
Conductismo.
De igual manera, los neo-conductistas rechazan todo postulado que esté más allá de lo
observado en el ambiente y en la conducta de los organismos.
Afirman que los hechos, la conducta, lo que se hace, es lo único valedero. Entonces, nada
importa lo que se piense, se pretenda o se sienta, puesto que todo aquello no es observable.
Aprender es cambiar de conducta. Razón por la cual, la educación debe tender a la
modificación permanente de la conducta de los estudiantes. Además, la mayor parte de la
conducta humana es aprendida y, por lo tanto, susceptible de ser modificada mediante
técnicas adecuadas.
Una de las técnicas más utilizadas es el refuerzo, el mismo que consiste en la creación de
consecuencias deseables que fortalezcan o faciliten determinada conducta. Se considera
diferentes tipos de refuerzo: positivo, negativo, extinción y castigo.
4
Aprender algo nuevo es más fácil cuando está basado en lo que ya se sabe.
Siguiendo a Dewey y la Escuela Nueva, considera que se aprende haciendo, en la práctica
individual y directa de cada sujeto.
En las últimas décadas del siglo pasado, dos nuevas tendencias pedagógicas se pusieron de
moda en nuestro medio, se trata de la Teoría Crítica y del Postmodernismo, las mismas que
sirvieron de base para la elaboración de las Reformas Educativas a nivel mundial.
La Teoría Crítica es una corriente del pensamiento socio-político que se dice radical de
izquierda y variante del llamado neomarxismo. Surgió en los años 30 del siglo XX, elaborada
por los intelectuales de la ESCUELA DE FRANCFORT, la misma que ganó popularidad con
las nuevas izquierdas. La Teoría Crítica pretende liberar al individuo y la sociedad de la
opresión de la era industrial y del capitalismo avanzado.
Los pensadores de la Teoría Crítica reconocen ser seguidores del Idealismo Trascendental de
Manuel Kant; sin embargo, se dicen neo-marxistas y dicen combatir al positivismo. Pero, sus
ideas con relación a reconocer el lado práctico del conocimiento, el considerar que el
individuo construye su propio conocimiento y, especialmente su concepción acerca de cómo se
emancipará el hombre únicamente gracias a la acción educativa y, sobre todo, porque plantean
que para transformar la sociedad capitalista se debe asumir una actitud de impugnación
5
permanente hasta llegar al GRAN RECHAZO; nos hacen ver que en realidad no son marxistas
y en todo caso asumen una posición neo-pragmática o neo-positivista aunque les duela
aceptarlo.
En política, son mucho más claros y demuestran su carácter reaccionario, puesto que
consideran que los movimientos de largo aliento (como el socialismo) deben ser abandonados,
por lo que hay que referirse únicamente a temas puntuales y con objetivos realizables.
Para ellos, el hombre es un ser LIBRE, el mundo no puede ejercer ninguna influencia o
condicionamiento significativo sobre él. Así, desconocen los mecanismos internos que
gobiernan las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad.
El saber constituiría una superposición arbitraria de juegos de lenguaje, ya que, según ellos
estamos recorridos por lenguas independientes la una de la otra y esto hace imposible una
comprensión común. Entonces, todo consenso es puramente contingente, ya que cada grupo
social y hasta cada individuo constituye sus propias verdades, sin que haya modo racional de
unificarlas. Consideran que el lenguaje no sólo obstaculiza el conocimiento de la realidad, el
lenguaje directamente crea la realidad, por lo que el lenguaje pasa a ser el eje constitutivo del
mundo; aspecto que ha sido llamado por los críticos del Postmodernismo: Fetichismo del
lenguaje.
6
Rechazo a cualquier expresión unitaria de alcance general
Descrédito de la razón, del idealismo y del eclecticismo
En educación, consideran que el currículo hasta ahora ha sido diseñado con el lenguaje, el
conocimiento y los valores que mantienen la tradición cultural de occidente. Esta educación
occidentalista tiende a excluir las voces, las experiencias y las historias de los grupos
subordinados, por lo que plantean una nueva educación. La nueva educación postmoderna –
dicen– será para TODOS, respetará la diversidad, las minorías étnicas, la pluralidad de
doctrinas y los derechos humanos.
Como se puede notar, el Postmodernismo, por su concepción de: Mundo, Hombre, Saber,
Lenguaje y otros, corresponde al Idealismo Subjetivo de Berkeley; razón por la cual, se
inscribe también entre las posiciones pragmática y positivista de la educación.
Pero, en nuestro país, la tendencia que más ha influido en los últimos años es sin duda el
Constructivismo, el mismo que está constituido por varios planteamientos que tienen su
origen en la explicación del psiquismo humano. El constructivismo ha recibido influencia de
la psicología cognitiva, en lo que respecta al papel que juega el procesamiento de la
información para que los aprendizajes sean efectivos; de tal manera que comparte la idea de
que el ser humano es activo, en lo que se refiere a la búsqueda de información; dicha
información se va procesando con una motivación intrínseca para encontrar un orden lógico,
un significado personal y una predicción razonable en su entorno físico y psicológico; como
parte de esta búsqueda de significado y comprensión, las personas desarrollan estructuras
cognitivas o constructos con los cuales procesan los datos del entorno para darles orden y
significado.
Según esta posición, la naturaleza de dichos constructos cambia de una persona a otra y, en un
mismo individuo, cambia a lo largo del tiempo. En consecuencia, según la posición
constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser
7
humano. Así, el individuo —tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento
como en los afectivos— no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus
disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día. Para
realizar dicha construcción utiliza como instrumentos a los esquemas que ya posee; es decir,
los que ya construyó en su relación con el medio que le rodea. Un esquema es una
representación de una situación concreta o de un concepto, que permite manejarlos
internamente y enfrentarse a situaciones iguales o parecidas en la realidad; los esquemas
pueden ser muy simples o muy complejos, también pueden ser muy generales o muy
especializados.
Desde la psicología, dos son las ideas básicas: la inteligencia atraviesa fases cualitativamente
distintas y cuando se pasa de un estadio a otro se adquieren esquemas y estructuras nuevos
(Piaget) y el conocimiento es un producto de la interacción social y de la cultura.
Desde el punto de vista educativo, la idea-fuerza tal vez más potente y también la más
ampliamente compartida es la que se refiere a la importancia de la actividad mental
constructiva de las personas en los procesos de adquisición del conocimiento. Trasladarla al
ámbito de la educación escolar la idea-fuerza del constructivismo conduce a poner el acento en
la aportación constructiva que realiza el alumno al propio proceso de aprendizaje; se refiere a
las características propias y específicas del proceso de construcción del conocimiento en el
contexto escolar.
Así, en el ámbito educativo, hay quienes reconocen tres tipos de constructivismo de acuerdo a
como conciben el aprendizaje (Carretero, 1997), a saber:
El aprendizaje es una actividad solitaria. Casi un vicio solitario, añadiríamos por nuestra
cuenta, en la medida en que la visión de Piaget, Ausubel y la Psicología Cognitiva se basa
en la idea de un individuo que aprende al margen de su contexto social. Por supuesto, a la
8
hora de los parabienes teóricos se concede un papel a la cultura y a la interacción social,
pero no se especifica cómo interactúa con el desarrollo cognitivo y el aprendizaje.
Ciertamente, en las elaboraciones teóricas tampoco se concede un lugar a una unidad de
análisis que permita estudiar las relaciones entre lo social y lo individual. En definitiva:
estos autores nos transmiten la imagen de un ser que aprende básicamente en solitario y de
manera un tanto solipsista.
Con amigos se aprende mejor. Esta posición ha sido mantenida por investigadores
constructivistas que pueden considerarse a medio camino entre las aportaciones
piagetianas y cognitivas y las vygotskianas. Por ejemplo, por los que han mantenido que la
interacción social produce un favorecimiento del aprendizaje mediante la creación de
conflictos cognitivos que causan un cambio conceptual. Es decir, el intercambio de
información entre compañeros que tienen diferentes niveles de conocimiento provoca una
modificación de los esquemas del individuo y acaba produciendo aprendizaje, además de
mejorar las condiciones motivacionales de la instrucción. En definitiva: en este enfoque se
estudia el efecto de la interacción y el contexto social sobre el mecanismo de cambio y
aprendizaje individual.
Sin amigos no se puede aprender. Esta sería la posición vygotskiana radical que en la
actualidad ha conducido a posiciones como la «cognición situada» (en un contexto social).
Desde esta posición se mantiene que el conocimiento no es un producto individual sino
social. Así pues, cuando el alumno está adquiriendo información, lo que está en juego es
un proceso de negociación de contenidos establecidos arbitrariamente por la sociedad. Por
tanto, aunque el alumno realice también una actividad individual, el énfasis debe ponerse
en el intercambio social.
9
• No son los conocimientos del hombre los que deben ajustarse a la realidad, sino al
contrario.
Por todo lo expuesto se puede indicar que también el Constructivismo se inscribe entre el
Positivismo y el Pragmatismo.
Todas las posiciones pedagógicas mencionadas hasta este momento comparten las siguientes
características:
• Son tendencias idealistas, por tanto, metafísicas.
Como se puede notar ambas posiciones se refieren a un hombre abstracto, producto de las
reflexiones teóricas de sus autores y no de la realidad real.
Este es un hombre que está dotado de cuerpo y mente, realidades diferentes la una de la
otra.
También ambas, pretenden formar hombres para que reproduzcan el sistema social
establecido, vale decir el capitalismo.
10
Según el conductismo el hombre conoce en la práctica, con la experiencia personal, por lo
que aprende haciendo; para el constructivismo el hombre conoce en la medida en que
construye la realidad objeto de su conocimiento, por lo que aprende construyendo la
realidad misma. Ambas posturas asumen el pragmatismo, por que aquello es lo útil para el
hombre y debe conocer únicamente lo necesario para la vida.
Para el conductismo el hombre es producto del ambiente, por lo que al cambiar las
condiciones del ambiente se puede cambiar la conducta de dicho hombre; en tanto que para
el constructivismo el hombre es producto de su propia construcción mental, por lo tanto, se
tienen que utilizar diversas estrategias para que se convenza de que debe cambiar como
persona y él mismo será el sujeto de cambio.
El conductismo se refiere únicamente a lo que se ve, al cuerpo y sus reacciones externas; el
constructivismo rescata la mente de ese hombre olvidándose del aspecto externo.
Así, se puede decir que ambas teorías se refieren al mismo hombre pro-burgués y buscan la
mejor manera posible de formarlo a la imagen y semejanza del capitalismo; sólo que, dado
el pensamiento metafísico que es propio de la clase dominante, vale decir, separatista, que
ve la realidad de manera inconexa e inmutable, estudian aspectos aislados, según la
necesidad histórica de ese momento; antes se requería mano de obra barata de personas
que no protesten y sólo trabajen, entonces el conductismo podría condicionar a hombres
como a los animalitos; ahora, se requiere hombres que piensen y no se opongan al nuevo
modelo económico, que se alejen de la realidad real para manipular las nuevas tecnologías,
al servicio de quienes ostentan el poder.
Por lo tanto, la reforma educativa sólo imprime cambios técnico-pedagógicos, de acuerdo a
las necesidades de la burguesía para su nuevo orden mundial, el neoliberalismo.
Así, conductismo y constructivismo no se oponen contradictoriamente, en todo caso se
complementan; son respuestas pedagógico-burguesas que defienden los intereses de la
clase dominante en diferentes momentos históricos; además, ninguna resuelve la
separación entre el trabajo manual y trabajo intelectual, la separación entre teoría y
práctica propia de un modo de producción clasista y conservador, por lo tanto no resuelven
el problema fundamental de la educación.
11
Como posición totalmente antagónica a todas las que han sido mencionadas está, el
Marxismo. El marxismo es la concepción materialista científica del Mundo, un sistema
científico de concepciones filosóficas, económicas y socio-políticas, que se ha constituido en
la ideología de la clase obrera.
Concibe al Hombre como el sujeto del proceso histórico, del desarrollo de la cultura material y
espiritual, es un ser biosocial, que se separó de las otras especies gracias al trabajo y al
lenguaje articulado, que hicieron posible su pensamiento.
La Teoría Marxista de la Educación, plantea la unidad de la teoría y la práctica, del estudio con
el trabajo; unir el trabajo manual con el intelectual, en el proceso productivo de la sociedad,
como fundamento del conocimiento científico. Esto significa: Salir de las cuatro paredes de la
escuela; una parte de la duración del proceso educativo debe destinarse a la participación, de
estudiantes y docentes, en la producción social y la otra, a la elaboración teórica en la escuela.
12
Se trata de la unión de la ESCUELA o Institución Escolar en general, con la fábrica, con la
mina, con el campo, con el taller…; es la introducción de la Pedagogía a los centros de trabajo.
Esta educación pretende formar un Hombre: histórico – social, crítico y creativo, no sólo
contestatario sino subversivo, antisistema; luchador incansable, profundamente humano; un
nuevo hombre, para una sociedad superior sin clases sociales.
Hasta aquí, como se puede notar, las dos únicas concepciones educativas que responden al
problema central de la educación son: POSITIVISMO y MARXISMO.
¿Continuará con la concepción positivista como lo ha hecho hasta ahora? Si es así, debería
mantener la Reforma Educativa neoliberal.
O, más bien, asumirá la concepción marxista, como ya se lo hizo en el Congreso Nacional
de Educación, el año 1992; posición que fue ocultada por el gobierno entreguista y
neoliberal de ese entonces.
O, por el contrario, ¿creará una nueva concepción pedagógica que refleje la realidad del
país, tal como sugieren algunas personas? Si así fuera: ¿cuál sería su ideología?, ¿qué tipo
de hombre pretenderá formar?, ¿para qué tipo de sociedad? Con esto, ¡volvemos al
problema inicial!
13
Lo cierto es que estos planteamientos deben ser resueltos cuanto antes dada la responsabilidad
que todos tenemos con las nuevas generaciones.
GRACIAS
14