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Observación participante

La dificultad que ha planteado la Observación Participante en las Ciencias de la Salud, debido a que
tradicionalmente el investigador, en este campo utiliza la distancia con el sujeto para mantener la
objetividad. Así también por la propia historia de la observación participante vinculado a los orígenes de la
antropología.

En cierta forma la observación participante nace como reacción al trabajo libresco y de gabinete de los
etnólogos de la tradición decimonónica, cuyo mayor exponente, Frazer, consideraba horroroso el trabajo con
los "primitivos".Quizá por esta razón, cuando la salud y la enfermedad han sido objeto de análisis desde lo
cultural y lo social, se ha hecho casi exclusivamente por antropólogos y sociólogos, quedando los profe-
sionales de la salud al margen de las posibles utilidades de estos estudios, lo cual pone en duda su eficacia

Madeleine Leininger, enfermera antropóloga americana, fue la primera que realizó y dirigió un trabajo
etnográfico de cuidados y salud, a partir del cual desarrollo su Teoría de los Cuidados Transcultural.

Por su parte es en América Latina donde lo etnográfico alcanza dimensiones prácticas capaces de
derrumbar el mito pseudocientífico y de dudosa utilidad que tradicionalmente se ha colgado a los estudios
cualitativos. Desde que Freire, Fals Borda y otros investigadores sociales comprometidos postulan la nece-
sidad de vincular la actividad científica con los procesos generales de transformación socioeconómica y
política, una nueva modalidad de generar conocimientos cobra importancia, especialmente en países del
Tercer Mundo y en general en grupos oprimidos o marginados

En nuestros días, la idea de la multicausalidad ha enriquecido el abordaje de los problemas de salud y ha


favorecido que los investigadores sanitarios adopten paulatinamente métodos y técnicas que hasta ahora
eran de uso exclusivo por los investigadores sociales.

La observación participante es, según Taylor – Bogdan, la investigación que requiere la intervención social
del investigador y los informantes en el entorno de éstos.

Definicion: Taylor-Bogdan utilizan la expresión Observación Participante para designar la investigación que
involucra la interacción social entre el investigador y los informantes y durante la cual se recogen datos de
modo sistemático y no intrusivo .Se trata de captar la realidad social y cultural de una sociedad o grupo
social determinado, mediante la inclusión del investigador en el colectivo objeto de su estudio (Maestre,
1990: 55).

La observación participante parte de la idea de que existen muchas realidades que no pueden ser
observadas de forma unitaria, por lo que cabe una diversificación en la interpretación de dicha realidad. Se
trata de comprender los fenómenos, de indagar la intencionalidad. La fuente de los datos son las situaciones
naturales, siendo el investigador el principal instrumento de recogida de datos. Investigador y sujeto de
investigación se interrelacionan de forma tal que se influyen mutuamente.

La investigación etnográfica, y por ende la observación participante, implica al menos dos componentes que
interactúan continuamente: el investigador (el yo) y el grupo (el otro). Hay que conjugar la conceptualidad
del otro (perspectiva del actor o emic) con la conceptualidad del observador (perspectiva del investigador o
etic) para llegar al conocimiento más aproximado a la realidad objetiva.

Justificación de la observación participante:

La observación participante se justifica cuando se trata de problemas marginales donde otras técnicas de
investigación son impracticables: cárceles, suburbios, sociedades primitivas, etc. cuando no se conocen las
dimensiones del problema: creencias erróneas sobre la salud en una comunidad.
La Observación Participante, es una investigación lenta para problemas no urgentes, pero que hay que
resolver. El diseño de la investigación ha de ser emergente y en cascada, ya que se va elaborando a
medida que avanza la investigación.

La estrategia: propuestas metodológicas:

Preparación del campo o escenario, es el emplazamiento donde se va a situar el investigador como


observador:que puede ser una comunidad aldea, pueblo, barrio, Centro de Salud, sala de Hospital, etc o
grupo – ancianos de una residencia, colectivo profesional, alumnos de un colegio, etc

Entrar en el campo depende de la accesibilidad, nivel de conocimiento del campo y del grado de
participación del observador.

En este sentido hay que distinguir dos situaciones:

- Observador participante sin relación o conocimiento previo sobre el escenario.

- Participante observador en escenarios con participación profesional del investigador.

Existen aquellas personas (como los porteros) que por su posición jerárquica tienen que autorizar el acceso
al campo, y a los que hay que convencer que no causaremos ningún daño a la organización. Una estrategia
será, la de buscar “aliados” que nos recomienden o que colaboren en el trabajo.

Sobre todo, y si existen problemas internos, conviene apartarse, una vez dentro del campo, de los porteros,
para no crear suspicacias al resto de sujetos.

Tipos de escenarios:

Públicos: Es importante la posición y la oportunidad - colocarse donde hay más acontecimientos.

Privados: Técnica de la “bola de nieve” - ganar la confianza de unos pocos y que éstos nos presenten a
otros.

Relaciones en el campo

Problema - SÍNDROME DEL FORASTERO: choque de la cultura étnica con la científica del investigador.

Solución - INTEGRACIÓN: aprender a hablar, pensar, sentir y comportarse como ellos.

Es la etapa de máxima reactivación - no hay que comenzar a realizar nada serio hasta normalizar la
situación.

Presentación – acercamiento - mostrarse ingenuo y realizar preguntas aunque puedan parecer evidentes.

Establecer un clima de buenas relaciones: Aprovechar empatía., compartir el mundo de los informantes:
lenguaje y costumbres, ayudar si se puede y/O participar en algún trabajo

Límite - no dejarse explotar por los informadores, ni permitir que éstos entorpezcan la investigación.

Observacion - Mirar y ver mientras se convive.

En caso de una comunidad o grupo:

- Lo que dicen discursos.

- Lo que hacen conductas y comportamientos.


- Los objetos que utilizan.

- La ocupación del espacio lugares de vida social.

- El tiempo ordinario y extraordinario de trabajo y ocio.

- El hábitat y/o forma de vivir.

- Las relaciones - agrupaciones, distribución edad – sexo, conflictos, etc.

- Los acontecimientos inesperados: visitas, catástrofes, etc.

INFORMANTES:

- Sirven de introductores al investigador en la comunidad.

- Se requiere que sean representativos en su grupo.

- Son las fuentes primarias del investigador.

- Colaboradores, consejeros e informantes sobre la comunidad.

- Desechar a los muy colaboradores.

- No elegir a los no representativos o pertenecientes a una parte en conflicto.

- Elegir varios informantes.

- No desvelar a los informantes los objetivos precisos de la investigación para evitar que manipulen la
realidad.

El arte de preguntar:Antes de preguntar es necesario saber escuchar. “El mejor observador no es el que
habla mucho, sino el que hace hablar a los demás”.Es tan importante saber lo que preguntar como saber lo
que no se debe preguntar. Una buena estrategia es esperar a que suceda algo y luego preguntar sobre ello.

- Recomendaciones para ayudar a estimular la comunicación con los informantes:

Cuando surge algo que nos interesa, inducirles a continuar ,pedir aclaraciones sobre sus
comentarios,preguntar sobre el significado de lo observado. Evitar, al principio, grabaciones, cuestionarios,
confrontar versiones de otros observadores, etc. Comprobar la veracidad de la información: lo que se nos
dice con lo observado.

El lenguaje:

Es preciso conocer el significado del lenguaje habitual del grupo o sociedad ( argot, jerga) y utilizarlo sin
entrar en imitaciones innecesarias.

Cuaderno de campo:

Es el instrumento de registro de datos, donde se anotarán las observaciones - NOTAS DE CAMPO - de


forma completa precisa y detallada.

-Cuando registrar:

* Antes de la entrada en el escenario:


PLANIFICACIÓN - Guión, esquemas, etc.

* Después de cada observación:

Todo lo que ocurre es fuente de datos.

* Limitar el tiempo de observación a las posibilidades reales de registro.

-Cómo registrar:

* Escribir con disciplina - 1 hora de observación = a varias horas de registro.

* Técnicas para recordar palabras y acciones:

- Identificar palabras clave.

- Diagramas.

- Resúmenes.

* Medios mecánicos - controlando los efectos nocivos:

- Grabadoras.

- Videos.

-Qué registrar:

.Hechos observados:

.Descripciones de personas.

.Actividades.

. Conversaciones.

.Estructura del escenario, etc.

Comentarios del observador:

* Lo que los hechos producen en el observador:

· Experiencia vivida.

· Sentimientos.

· Dudas, etc.

*Lo que el observador conceptualiza en la observación:

· Reflexiones teóricas.

· Hipótesis.

· Líneas de actuación, etc.

Tratamiento de los datos:


No olvidar que la observación participante es un proceso continuo que se desarrolla a la vez que se recibe
la información:

* Desarrollo de un método para indexar el material:

· Listados.

· Codificaciones, etc.

* Seleccionar las conductas y situaciones relevantes.

* Organizar el material según el interés temático o metodológico.

Retirada del campo.

El trabajo de campo suele durar de unos meses a unos años. No se tiene la sensación de haber terminado,
siempre quedan cabos sueltos.

Es preciso dejarlo cuando se ha alcanzado la saturación, es decir, cuando los datos empiezan a ser
repetitivos y no generan conceptos ni teorías nuevas.

Es un momento difícil para el observador por los lazos de afecto desarrollados en este tiempo de
convivencia. Hay que expresar nuestro agradecimiento a las personas que han colaborado o que nos han
prestado ayuda. Debemos dejar un buen recuerdo, por si posteriormente necesitamos volver para verificar
datos o completar la investigación.

Rigor de los datos

El problema de la validez o rigor de los datos en los estudios cualitativos es cuestión de polémica, conviene,
por tanto, resaltar que los datos estén completos, que sean de calidad y estén en un formato que facilite su
organización.

La combinación en un mismo estudio de distintos métodos o fuentes de datos, controla las tendencias del
observador y los relatos de los informantes. Se pueden consultar:

-Documentos escritos - Historias clínicas, informes, cartas, etc.

-Fuentes históricas - Archivos, hemerotecas, etc

-Otra forma de control son las investigaciones en equipo.

CUESTIONES ÉTICAS.

Los estudios etnográficos no están exentos de dilemas éticos, estos dilemas se dan especialmente en:

-Estudios encubiertos - el observado no sabe que lo es.

-Relación con los informantes - complicidad en actividades ilegales, inmorales, agresiones, etc.

Sobre esta cuestión, el autor hace referencia a la división existente entre los científicos que mantienen la
intervención del observador en defensa de otras personas, en los casos de agresiones, abusos, opresión,
etc, y los científicos que mantienen que tener una cierta ambigüedad moral es necesaria para realizar un
trabajo de campo ya que el retirarse de situaciones moralmente problemáticas nos impediría comprender y
cambiar muchas cosas del mundo en que vivimos.
CONCLUSIONES.

En sus conclusiones finales, el autor destaca los principales ingredientes para realizar la Observación
participante, que resumiremos a continuación:

-SABER Vs ENSEÑAR: Para querer saber, conocer, hay que estar dispuesto a enseñar: INTERACCIÓN
CULTURAL.

-AYLOR – BOGDAN: “Arremangarse los pantalones”, “ Meterse en faena”, introducirse en el problema, en la


situación para poder comprenderla y estudiarla.

-FLEXIBILIDAD DE DISEÑO: Como ya hemos recordado anteriormente, en la observación participante, el


diseño ha de ir cambiando a medida que avanzamos la investigación y los fenómenos que aparecen, se
muestran interesantes.

Pensar el estado: la triple dimensión política del Estado :

Es importante comprender que el Estado no incluye solo el aparato estatal sino que involucra un sistema de
relaciones sociales que ordenan la convivencia entre los ciudadanos y que sirve de garante de los derechos
de todos. El Estado puedes ser entendido, simultáneamente, como una red de relaciones y como el aparato
que ejecuta acciones en nombre y por delegación de la sociedad, es de esta forma que el Estado puede ser
entendido solo en su triple dimensión política

El estado como estructura de poder:

Entender al Estado como estructura de poder exige pensarlo como una construcción humana, de la
configuración que imprimen a ésta la pluralidad de sus actores en sus múltiples relaciones recíprocas y a los
objetivos que orientan su desenvolvimiento. Esa estructura se objetiva en instituciones y se expresa a través
de mandatos obligatorios dentro de un ámbito territorial delimitado. La unidad del Estado como poder de
decisión es unidad de sentido y de propósito, de acción y de conducción. Frente a la multiplicidad de lo
social y frente al riesgo de que la diversidad que enriquece al tejido social ceda paso a conflictos que lo
quebranten, la posibilidad de alcanzar una cooperación social en gran escala radica en la capacidad de
organizar una estructura de mando y de responsabilidad que ordene esa diversidad y la oriente hacia
objetivos comunes. La eficacia de esa estructura radica tanto en su capacidad para proponer al conjunto
social determinados objetivos, como en que esos objetivos y las acciones encaminadas a alcanzarlos
expresen las aspiraciones de la sociedad y sean aceptadas activamente por ella.

Aún en las situaciones más extremas de absolutismo quienes ejercen la dominación buscan siempre algún
tipo de involucramiento activo por parte de los dominados, o por alguna fracción de ellos.

Las atribuciones del estado como estructura de poder son:

Legitimidad: es la que transforma al poder de coacción en autoridad, vale decir, en capacidad de imposición
y deber de obediencia en virtud de un contenido ético que se reconoce en los mandatos.

Soberanía: es atributo del Estado respecto de la población de un territorio, en cuanto no existen, dentro de
ese territorio, mandatos de superior jerarquía

Autonomía: es la capacidad de los Estados para definir objetivos y fijar metas, seleccionar y emplear
instrumentos de política, movilizar recursos y mantener bajo control las restricciones en que operan las
políticas públicas, incluyendo el comportamiento de otros actores. La autonomía nunca es absoluta; es más
bien resultante del tipo de relaciones que se generan con los actores sociales y económicos, y de los
escenarios regionales e internacionales en que esas relaciones se desenvuelven.
El estado como sistema de gestión:

Existe una segunda dimensión del Estado, que es operativa, y refiere a sus capacidades de gestión,
mediante la cual el Estado define y ejecuta cursos de acción, y extrae y asigna recursos en función de
objetivos referibles al núcleo de su politicidad. El modo en que un Estado lleva a cabo la administración de
sus recursos y la gestión de sus políticas es analíticamente diferenciable de esos arreglos de poder pero
guarda a su respecto una relación de adecuación básica.

Las capacidades de gestión estatal tienen como referencia y horizonte los objetivos de la acción política, y
éstos siempre expresan, de alguna manera, los intereses, metas, aspiraciones, afinidades o antagonismos
del conjunto social y de la jerarquización recíproca de sus principales actores, es decir, su estructura de
poder. Se desprende de lo anterior que la relación entre la gestión pública, la estructura socioeconómica y
las orientaciones políticas del Estado siempre es estrecha. Los estilos de gestión de los recursos públicos, y
la conceptualización misma de ciertos recursos como públicos, guardan una vinculación íntima con los
objetivos a los que apunta dicha gestión y, por lo tanto, con la configuración de la estructura de poder de la
que esos objetivos derivan. Cada modalidad de gestión pública se inscribe en una matriz determinada de
relaciones entre el Estado y la sociedad, y contribuye a reproducirla

El estado como productor de identidades:

El Estado “nombra” a su población y al nombrarla, la constituye en sujeto portador de derechos,


responsabilidades y obligaciones. Nombrar un acontecimiento, una persona, un aspecto de la realidad,
implica ejercer un poder sobre lo nombrado. Nombrar significa traer simbólicamente a lo nombrado,
transformar su ausencia en presencia, definir el modo en que lo vemos y lo mostramos a los demás. Es
también condicionar la forma en que el nombrado se piensa a sí mismo. Nombrar implica sobre todo asignar
un sentido y un significado a lo nombrado. Es decir, asignarle una identidad.

No es lo mismo referirse a un determinado sistema económico como de mercado, que referirse a él como
capitalismo: lo primero denota intercambios y transacciones, lo segundo señala ganancias, pérdidas,
apropiación privada de medios de producción, mano de obra asalariada. Tampoco lo mismo, el sector
informal, microempresarios o marginales.

Los nombres diferentes favorecen la ubicación de las mismas personas en conjuntos sociales distintos y la
definición de acciones de política diferentes según varíe la denominación. Los nombres no son antojadizos,
porque las palabras están preñadas de significados.

Detrás de los desacuerdos semánticos sobre la definición de una palabra“se disimulan desacuerdos
sociales y nacionales. Las luchas de definición son, en realidad, luchas sociales, puesto que el sentido que
hay que darle a las palabras proviene de compromisos sociales fundamentales” (Cuche).

Definir al Estado desde la política permite poner el acento en su esencia de estructura de poder al servicio
de objetivos que derivan de la dinámica de su sociedad y de sus articulaciones internacionales, al mismo
tiempo que revela la gravitación de esa esencia tanto en la dimensión operativa del Estado como en la
constitución identitaria de sus sujetos. Es un abordaje necesario para salir al paso a los enfoques del Estado
que, reduciéndolo bien a un sistema de normas e instituciones formales, bien a un conjunto de aparatos y
herramientas de gestión, lo vacían de la problemática del poder y enmascaran esa esencialidad política.

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