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CÓRDOBA.

08 de junio del año 2018

Natalia Prieto Presente

De mi mayor consideración

En relación a los hechos, el caso puede resumirse así: El día 5 de Septiembre del corriente,
Nicolás Flores, de 14 años de edad, encontrándose esos días al cuidado de su papa, Ricardo
Flores, mientras manejaba el cuatriciclo de propiedad de su progenitor circulando por la
bocacalle en la cual usted se disponía a cruzar, la embistió con el mismo, sufriendo usted como
consecuencia fracturas en sus miembros superior e inferior derechos y diversos traumatismos en
otras partes de su cuerpo, debiendo permanecer internada por 15 días en un centro de salud y
encontrándose todavía a la fecha en tratamiento por la rehabilitación de dichas lesiones. Este
caso, en cuanto a su encuadre jurídico, se encuentra encuadrado en un caso de daños y
perjuicios dentro de la responsabilidad civil, la cual se encuentra regulada en el artículo 1710 inc.
a) del Código Civil y Comercial vigente, en cuanto a su función preventiva. Este artículo prevé:
ART 1710 inc. a "Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa, de: evitar causar un
daño no justificado".

De manera complementaria al artículo 1710 inc. a, se encuentra regulado el artículo 1716, el


cual establece la función resarcitoria del daño: ART 1716:

"La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una obligación, da lugar a la
reparación del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código".

El Código Civil y Comercial vigente exige una "lesión" por parte del damnificado, para lo cual es
necesario compara el estado en que se encontraba el mismo antes del hecho y el estado
posterior causado por el hecho dañoso. Para comprender más claramente el concepto de daño
que nos brinda el Código Civil y Comercial vigente es prudente mencionar el artículo 1737 que
nos habla al respecto: ART 1737: "Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no
reprobado por el ordenamiento jurídico que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un
derecho de incidencia colectiva".

Ahora bien, una vez establecida la consideración de que se le ha causado un daño, es preciso
considerar que el mismo es resarcible y quien debe responder por los daños causados y el hasta
donde es responsable, es decir, el nexo causal. Con respecto a esto, el artículo 1726 del CC y C
establece: ART. 1726: "Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de
causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal al contrario, se
indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles".

En este caso, usted deberá probar que la fractura y traumatismos ocasionados en su cuerpo son
consecuencia directa del accidente producido por el menor en cuestión. Para esto, se podrá
valer de la correspondiente denuncia policial, certificados médicos del centro de salud en donde
fue atendida y declaraciones testimoniales de testigos del hecho. En cuanto a la relación de
causalidad, nuestro CC y C adopta el sistema de la relación de causalidad adecuada, según el cual
son imputables al agente dañador las consecuencias previsibles de su conducta, sean inmediatas
o mediatas. La previsibilidad se configura cuando el hecho es idóneo, apto o adecuado para
producir o causar la consecuencia o, si esta le sigue "según el curso natural y ordinario de las
cosas".

En cuanto a la responsabilidad de la persona que ocasiono el daño, nos encontramos ante la


imposibilidad de resarcir el daño, ya que Nicolás Flores es menor de edad, por lo cual, la
responsabilidad resarcitoria se traslada a sus padres, lo cual se encuentra plasmado en el
artículo 1754 CC y C:

ART. 1754: Los padres son solidariamente responsables por los daños causados por los hijos que
se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.

Es preciso mencionar, que al momento del accidente, el menor se encontraba al cuidado de su


padre, el Sr. Ricardo Flores, el cual se encuentra divorciado de la madre del menor, la Sra. Paula
Luna, bajo el régim en o modalidad "indistinto". Cuando los progenitores no conviven, el cuidado
personal del hijo puede ser asumido por uno de los progenitores o por ambos. Si el cuidado
personal es compartido, puede tener dos modalidades: alternado o indistinto. Es alternado
cuando el hijo pasa periodos de tiempo con cada uno de los progenitores, e indistinto, cuando el
hijo reside de manera principal en el domicilio de uno de los progenitores, pero ambos
comparten las decisiones y se distribuyen de modo equitativo las labores atinentes a su cuidado.
En este caso, no hay ningún eximente de responsabilidad para ninguno de los padres, ya que los
mismos no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta circunstancia
deriva de una causa que les es atribuible. En cuanto al rodado que manejaba el menor, hay que
tener en cuenta que la titularidad del mismo es del Sr. Ricardo Flores, padre del mismo, por lo
cual, según lo que dispone el artículo 1758 del CC y C, el cual se refiere a la responsabilidad
concurrente del dueño o guardián de la cosa por los daños que cause. Al respecto, dicho artículo
prevé:ART. 1758:

"El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado por la cosa. Se
considera guardián a quien ejerce, por si o por terceros, el uso, la dirección, y el control de la
cosa o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que
la cosa fue usada en contra de su voluntad, expresa o presunta".

Al respecto, la jurisprudencia ha dicho:

"No se deben buscar culpas para condenar, es el dueño o guardián quien según el art. 1113 del
C. Civ. tiene a cargo probar una causa ajena al riesgo o vicio, si pretende quedar eximido de
responsabilidad, y el criterio para interpretar la concurrencia y la acreditación de las eximentes,
debe ser restrictivo, la prueba liberatoria tiene que ser fehaciente e indubitable, certera y sin
margen apreciable de dudas o estados de incertidumbre, ya que la norma con finalidad social
típica, ha creado factores de atribución que deben cesar sólo en casos excepcionales, sobre todo
en accidentes de tránsito, pues los conductores soportan la obligación de mantener pleno
dominio y control de vehículos, incluso para superar obstáculos extraños al hecho propio, pues
de todos modos integran el peligro de su tránsito".

FALLOS CAMARA DE APEL. EN LO CIVIL, COMERCIAL Y LABORAL (GUALEGUAYCHU),


GUALEGUAYCHU, ENTRE RIOS (Pauletti - Delrieux) Olivera, Juan Carlos c/ Facello, María Elena s/
ordinario SENTENCIA del 30 DE MARZO DE 2012 86 Nro.Fallo: 12080021

"Corresponde acoger parcialmente el recurso de apelación interpuesto, y en su mérito, revocar


la sentencia atacada, haciendo lugar parcialmente a la demanda destacando que nos hallamos
ante un supuesto de responsabilidad objetiva contemplado en el artículo 1113 segundo
apartado "in fine" del C.C., en donde resulta de aplicación la teoría del "riesgo creado" que
constituye el principio rector en el tema. Ello, habida cuenta que en el suceso que originara el
juicio han intervenido un camión con acoplado de propiedad del demandado y por el guiado, y
un automotor conducido por el actor, que se tratan de cosas riesgosas; por lo tanto cada dueño
o guardián deben responder por los daños causados al otro".

FALLOS CAMARA DE APELACIONES EN LO CIVIL Y COMERCIAL, PERGAMINO, BUENOS AIRES


(Levato Scaraffia) CARDOSO, CLAUDIO JAVIER c/ AMICI, HÉCTOR ANTONIO Y OTROS s/ DAÑOS Y
PERJ.AUTOM.C/LES.O MUERTE SENTENCIA del 18 DE JUNIO DE 2012 Nro.Fallo: 12010117

De todo lo expuesto, surgen como daños a reparar:

Daño emergente: Usted estará en condiciones de exigir indemnización por los daños emergentes
sufridos a causa de este accidente y los gastos derivados de su hospitalización, honorarios
médicos, medicamentos y la actual terapia de rehabilitación que está realizando.

Lucro cesante: Se produce ante la imposibilidad de trabajar durante el periodo posterior al


accidente.

Perdida de chance: Prevot y Chiaia, en concordancia con Zabala de González, definen la perdida
de chance como "la oportunidad verosímil de lograr una ventaja o de impedir una perdida".
Consiste en la imposibilidad que usted sufrió de cumplir con los compromisos laborales que
tenía ya asumidos previo al accidente.

Daño moral: también corresponde la reparación del daño moral, derivad de los padecimientos,
angustias y frustraciones que ha sufrido usted a causa del siniestro.

Es mi deber hacerle saber que todas estas cuestiones deben ser probadas. Por lo tanto, le pido
reúna todos los comprobantes de gastos, facturas, presupuestos, que me permitan acreditar los
gastos realizados. De lo estudiado y de los antecedentes facticos del caso, puedo concluir que
estamos en presencia de un daño que ha tenido repercusión en el patrimonio y en el espíritu,
encontrándose identificado el origen del perjuicio, por lo tanto estamos en condiciones de iniciar
formal reclamo para obtener su reparación.

A los fines de evitar los gastos que acarrea un proceso judicial, resultaría prudente formular un
emplazamiento extrajudicial previo al Sr. Flores, para que le repare los daños causados, antes de
iniciar acciones judiciales. Como consecuencia de todo lo expuesto, consejo como estrategia a
seguir en el presente:

Emplazar un reclamo extrajudicial al Sr. Flores para que reconozca los daños y proceda a su
reparación, bajo apercibimiento de iniciar acciones judiciales. En caso de no obtener respuesta
favorable, iniciar la correspondiente acción judicial por daños y perjuicios.

A la espera de su definición, le saluda atentamente

FARIAS AILEN, abogada.

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