Al ingresar a este grado nos encontramos en la denominada
masonería capitular, es considerado el transitar; “…por una senda de trabajo, descubrimiento y desarrollo personal que beneficiará al H, a su familia y a la sociedad. Lo que se busca es que éste tome conciencia de sí, de la justicia del honor y la virtud. Esto se logrará con el estudio, que sublima los actos y hace del Q H digno de llamarse hombre. Este grado… es la base que permite ir levantando poco a poco el basto taller de la edificación humana para un bienestar personal y social. Se comienza por saber quién o qué es el maestro secreto, su importancia en el desarrollo personal y social. Junto con las acciones que debe de realizar para construir las Ccol que darán soporte a la edificación social. De esta premisa, se origina el objetivo de la presente balaustrada, que no es más que contribuir a dejar claro que el ser Maestro Secreto, es haber llegado al umbral del santuario secreto, al corazón del templo donde se os revelará la Sabiduría de nuestro propio Ser Real en búsqueda de elevar nuestra conciencia y desprendernos de los errores. En el grado de Maestro Secreto continua la alegoría de la leyenda del maestro Hiram que en esta nueva etapa encierra los estudios más sublimes de la filosofía, estudios indispensables para el conocimiento de nuestra propia naturaleza. El Maestro Secreto, aunque ya no sea un neófito está todavía perdido entre la Escuadra y el Compas y está en busca del maestro Hiram que alegóricamente es la luz que muestra el camino de la verdad. A pesar de los años de estudio, el Maestro Masón continúa “PERDIDO”. Porque aún no llegó al CENTRO DE LA UNION CON SU SER RECÓNDITO, que es el principio y el fin el Alfa y la Omega. Entonces ¿Qué busca el Maestro Perdido para llegar a Maestro secreto? Está buscando a Hiram, Al sol Espiritual, Al YO SOY, que murió y desapareció en las tinieblas de la muerte, de la materia y del cuerpo denso, debido a la conspiración de la ignorancia, la ambición y el egoísmo. EL CUERPO ES EL SEPULCRO DE HIRAM. El Maestro Perdido debe entrar en el sepulcro del MAESTRO DESAPARECIDO. Todo Iniciado tiene que entrar en su mundo interno para buscar la LUZ INEFABLE que se encuentra en la Cámara del Medio, o Centro de su Ser. Esta Luz es la única que puede orientarlo en busca de la Verdad. El sepulcro de Hiram, del YO SOY, está dentro del cuerpo. Después de siete años y más, en búsqueda de dominar todos los deseos inferiores, debe buscar al YO SOY en su INTERIOR. El Maestro Perdido es como el Neófito; ambos tienen cámaras internas en las que deben buscar y encontrar la Luz Interna. El Maestro, en la Cámara del Medio, encuentra los emblemas de la muerte, pero debido a su perfeccionamiento sabe que la muerte le conduce de ahí en adelante hacia la resurrección y la vida. Esto porque encontró la Urna de Oro que contiene las cenizas y el corazón embalsamado de Hiram. El corazón noble y lleno de amor nunca deja de existir. En esta URNA DE ORO, en la que yace como en un sepulcro, la Realidad “YO SOY”, desconocida por el profano, permanece como en un sepulcro, en las tinieblas de la ignorancia, que es como el reino de la muerte y las sombras; la Realidad ha de manifestarse con toda su potencia cuando la muerte consciente rasgue el velo de su ignorancia con la Verdadera Luz de la Sabiduría, y entonces, solamente entonces, el Maestro Perdido se convertirá en Maestro Secreto. El corazón es el objetivo de la búsqueda del maestro secreto en la tumba de Hiram, que el cuerpo físico representa. Sin embargo, debe entrar en el corazón por medio del pensamiento y sus modalidades, como la meditación, la concentración, la imaginación, etcétera. El ser humano se imagina como piensa; piensa como siente; y siente como desea. La imaginación es el pensamiento sustentado, que fortalece la voluntad que puede dominar sin dificultad a la naturaleza física y así, en corto tiempo, el hombre alcanza el conocimiento de la Verdad. El Maestro secreto cultiva la virtud del Silencio y el Secreto, ya que en el silencio se oculta un poder que en vano buscaríamos en la palabra hablada todas las grandes fuerzas y las posibilidades latentes de la Naturaleza trabajan en silencio y en el silencio cumplen sus mayores milagros. Esta virtud del Secreto y del Silencio nos la enseña la Masonería, fundamentalmente, desde la primera admisión del profano como Aprendiz en el Templo de sus Misterios; y es la condición que nos asegura un progreso real en la carrera masónica, el Secreto final de la Orden no puede comprenderse y realizarse individualmente sino en el místico silencio de la búsqueda interior. La eficiente actividad de una Logia y de cualquier agrupación masónica estará siempre en razón directa del místico Silencio y del Secreto que guardará sobre sus tenidas y labores; y todo verdadero Masón se reconocerá por las cualidades del silencio y de la discreción que guarde sobre sus relaciones y conocimientos, así como sobre todo lo que se refiere a las actividades y proyectos de la orden. Por lo tanto, el deber y la virtud del silencio exterior sobre las actividades, aspiraciones y proyectos interiores se hallan justamente remachados en este Cuarto Grado de realización que introduce a la Masonería Filosófica, Mística y Mágica, sintetizando la Simbólica. El Maestro Secreto se caracteriza por cuatro puntos que representan los cuatro ángulos del templo estos son: Saber, Querer, Osar y Callar. SABER, no solo es el primer punto, es en sí mismo la unidad, representa y engloba a todos, pues en todos está presente SABER discernir, nos hace profundizar en nuestra auténtica realidad interior, y llegar al conocimiento íntimo de nosotros mismos. Y no debemos olvidar que estamos en un ciclo continuo, que en cada paso adquirimos un conocimiento en el cual debemos penetrar para saber discernir en él lo material de lo ideal, la realidad de lo ilusorio, la verdad del error. QUERER, es el segundo punto, y manifiesta una voluntad que está presente en nosotros siempre, independientemente de nuestro materialismo o idealismo. De nuestra superficialidad, nacen deseos y voluntades que provienen de las limitaciones ilusorias de nuestro ego, convirtiéndonos en seres egoístas. QUERER, es desear. Y desear es dirigir nuestra voluntad. Este punto representa lo dual, a través de la dualidad SABER-QUERER, pues si en nuestro interior no hemos conseguido saber discernir el bien del mal, si no hemos hallado nuestra realidad interior, nuestro centro espiritual de donde emana la Luz de la Verdad, nuestra voluntad será corrompida por los deseos ilusorios del exterior y seremos esclavos de lo material. OSAR, es la voluntad traducida en acción, que nace de la Dualidad SABER QUERER, transmutándose en la Trinidad SABER- QUERER-OSAR. Una vez hemos discernido el Bien del Mal, hallada nuestra realidad interior, guiada nuestra voluntad por la Luz de la verdad que emana de nuestro corazón, es el momento de actuar, de atreverse a manifestar el interior idealista y hacer que este prevalezca sobre el exterior materialista. Debemos buscar en toda cosa su punto de origen y la realidad central que la causa, fijando sobre esta la punta del compás de la comprensión, con la seguridad de que el otro extremo del compás producirá por sí mismo, una adecuada manifestación exterior, en el círculo de la existencia donde se mueve. “Para OSAR, además del discernimiento de la auténtica realidad de las cosas y de la voluntad iluminada, guiada por nuestra verdad interior; es preciso, dominar la mente para poder dominar la acción” CALLAR, es el cuarto punto que cierra el círculo. Es también la cuadratura del ciclo de la actividad, SABER-QUERER- OSAR-CALLAR., que muestra la perfecta relación del centro con la periferia. CALLAR es silencio y el poder que éste encierra. Cultivar el silencio en nuestros proyectos y actividades es asegurar su éxito; Propicia el apoyo de los Poderes Invisibles que únicamente en el silencio encuentran un medio de expresión. Las fuerzas de la Naturaleza actúan en silencio, y en silencio cumplen sus mayores milagros. El ruido es la energía desperdiciada por la falta de concentración, por lo cual, debemos esforzarnos en trabajar en la armonía del silencio, virtud qué nos enseña la masonería desde nuestra admisión, y que nos recuerda especialmente en este grado que lleva como nombre “Secreto”, y como signo, el Signo de Silencio. Debemos CALLAR respecto de lo que somos, sabemos, queremos y hacemos, pues hablar es síntoma de vanidad. El hombre que habla demasiado, es esclavo de sus palabras. Y son nuestras acciones las que deben hablar por nosotros, pues debemos brillar por nuestra propia luz que surge desde nuestro interior. La virtud del silencio debe considerarse bajo el aspecto dual de la disciplina exterior y la realización interior. Este aspecto dual se refleja claramente en la triple dualidad que forma con los otros puntos; SABER-CALLAR; QUERER-CALLAR; OSAR- CALLAR. Para ir concluyendo me atrevo a afirmar que todas las anteriores apreciaciones, nos señalan que un buen M M debe estar bien instruido en el conocimiento de las materias filosóficas, simbólicas y esotéricas, aceptadas y admitidas por la masonería entre su ritualismo y ceremoniales. Este ya no tiene por qué dudar de esas sabias enseñanzas y realidades y que la verdadera misión generadora y regeneradora del espíritu humano tal y como le impone su naturaleza, nunca terminará porque constantemente continuará buscando dentro de su ser nuevos horizontes para tratar de alcanzar su perfeccionamiento, material espiritual e intelectual porque aún dentro de las tinieblas del misterio seguirá siendo un modelo de virtudes, de adelanto, de progreso y de estudio, como el desarrollo de las cualidades que coadyuvaran a encontrar el sendero que conduzca a ser útil a sus semejantes, así mismo y a Dios. “Quien se abstrae del mundo externo y dirige su concentración hacia el mundo de su interior reconoce la única Verdad del Universo y penetra todo y emancipa al hombre de la oscuridad de la ignorancia” El estudio del mundo físico no da a conocer el mundo moral que solo se comprende sometiendo las percepciones a la consulta del M S y no basta la inteligencia para apreciar el mundo moral, sino mediante su abstracción lograr el estudio de sí mismo y del mundo para llegar a distinguir los efectos de las causas, distinguir el bien, del mal, lo cierto de lo falso, lo justo de lo injusto hasta llegar a la conciencia que es la guía que buscamos, a esta se le llama M:.S:. Cuando el pensamiento llega a ser una idea fija y definitiva en la mente del hombre se toma como el primer elemento del Ser Recóndito en su potencia creadora es el Padre Creador que se convierte en fuerza activa que se realizara en el mundo físico. Para concluir esta balaustrada me quedo con lo que dice el catecismo del grado. ¿Qué Aprendisteis? A conocerme a mí mismo apreciando el móvil de mis acciones. ¿Cómo lo conseguisteis? Consultando los juicios de mi inteligencia con el Maestro Secreto que nunca Engaña. ¿Y quién es ese M:.S:.? La conciencia humana. ¿Qué es la conciencia? La fuente de la justicia y la dicha humana, la base fundamental de la asociación, el vínculo que une al creador y a la criatura, el Censor perenne de nuestros actos, el Maestro que nos guía en el peligroso sendero de la vida y que nos castiga sin piedad, destrozándonos el corazón con el remordimiento si desacatamos sus dictados.