de personas se vayan alejando de la iglesia y de la
CRISIS ENTRE IGLESIA CATOLICA Y
CLERO UNA DICOTOMIA ENTRE FE Y
VIDA
En el mundo actual, la crisis que se presenta con
los obispos, sacerdotes reflejada en sus acciones
que distan de su misión de mensajeros del Señor,
marca una dicotomía entre fe y vida lo cual se
revierte en la pérdida de confianza en el clero como
sustento de la iglesia católica.
Comúnmente en noticias, revistas, periódicos, la
radio la TV, las noticias referidas a la pedofilia,
marcadas en un protagonismo sacerdotal, generan
repudio entre los files. Más aún cuando los
superiores como Obispos han preferido callar por
mucho tiempo, convirtiéndose en cómplices de los
delitos atroces. Ello merma la intensión de muchos
padres de familia que anhelan acercar a sus hijos e
hijas a la fe mediante el acercamiento a los grupos
de acólitos, grupos juveniles, coros eclesiales por
temor a ser asaltados por un clérigo que
enmascarado en su bondad se convierte en un
violador. A ello se suma el temor de los niños y
niñas a decir la verdad por la imagen de buen
pastor que se representa. Dura realidad que con el
pasar de los años ha pasado a los medios,
convirtiéndose en macabros escándalos, que ha
generado rechazo incluso al Santo Papa, como líder
de la iglesia católica y ello afecta la fe de los
seguidores de Cristo.
Mirando de otro lado la iglesia ha
instrumentalizado por medio de los sacerdotes los
sacramentos. Los costos aumentan día a día. Hay
que aportar recursos por el sacramento, la
eucaristía, la decoración del templo, los símbolos
que se aplican como los sirios sacramentales y
dependiendo de cada parroquia existe variedad de
asignaciones en costos. A pesar de que el santo
padre que ha hecho un llamado a no montar un
negocio en las parroquias, la indiferencia de los
sacerdotes a su llamado hace que esto sea
recurrente. Existen personas desempleadas que no
tiene ni con que comer, pero no han podido acercar
a sus hijos a los sacramentos por los costos que ello
genera. Al igual las condiciones de vestuario, que
tiene que ser de color blanco, que no puede usar
alpargatas etc., hacen que cada día mayor número
misma fe.
En épocas anteriores los botos de obediencia eran
un imperativo para quien optaba por dedicar su
vida al Señor. Hoy al parecer muchos clérigos se
sienten sueltos a su entera voluntad y manejan total
autonomía en su actuar. Hacen arreglos a los
templos de acuerdo a sus gustos. Invierten en
carros de último modelo, se visten a la moda, lo
que no deja ver en claro los botos de pobreza como
símbolo evangelizador. El claro atendiendo el
llamado del santo Padre tiene que revisar que está
pasando en sus corazones, en su fe y en su actuar,
pues ello ha contribuido a grandes males en la
humanidad, pues alejarse de los caminos del Señor
hace caer en el pecado sin que exista temor de
Dios. Dura realidad, pero hay que enfrentarla en la
medida en que se han de remediar grandes males y
duros ejemplos que han distorsionado la imagen
del sacerdote.
Si bien no todos los clérigos son los que han
fallado, la generalización hace ver al Iglesia
católica en crisis, pues es tachada negativamente
por los seguidores de la religión, en cuanto que
desafortunadamente, una fe que debía estar ligada
al Señor y su mensaje de salvación, se centra en la
imagen del pastor que, al actuar en esa dicotomía
entre fe y vida, merma los niveles de creyentes en
la Iglesia católica. Es dura tarea para la Iglesia el
buscar nuevos estilos de vida de sus clérigos en
aras de recuperar la confianza plena de los fieles.
Dura realidad que requiere una mano suave en el
modo pero firme en la causa de La fe cristiana.