Gra ila Dragoski
Raul J. Manin
Arte
precolombino :=
Bh
CONS
NAENTO o,
Introduccién
El descubrimiento de América planted a los
europeos una larga serie de interrogantes: un
mundo nuevo y desconocido se alzaba ante
ellos y, de pronto, el universo se ampliaba mas
alla de donde la imaginacién medieval podia
haberlo supuesto. Entre tantas incégnitas
Ocupaban, sin duda, un lugar preeminente las
que se referian al origen de los habitantes
del nuevo continente.
Creyendo haber Ilegado a las Indias, Col6n les
dio la denominacién que hasta hoy ha
Perdurado. Pero cuando los europeos tomaron
conciencia de hallarse ante un mundo nuevo,
hasta entonces ignorado, comenzaron a
interrogarse sobre el origen de esos individuos
que, pese a tener costumbres y formas de
vida tan distintas, eran o parecian, sin duda,
humanos. El interés por el problema, sin
embargo, no era estrictamente cientifico. Europa
fue conmovida por la polémica acerca de la
humanidad de los indigenas americanos
y el problema de los origenes era fundamental
en las posiciones a adoptar. Pero la polémica
se hallaba ligada a un fin més prdctico: la
Posibilidad de reducir al indio a la esclavitud.
Algunos, como Fray Tomas Ortiz, colocan
a los indios en la categoria de bestias, lenos
y piedras~y “asi, segtin la opinion de
Arist6teles, recibida por muchos, son siervos
y esclavos por naturaleza y pueden ser
forzados a obedecer a los mas prudentes.. .".
Quienes se oponian debian tratar de demostrar
el origen humano del indio.
Dada la autoridad de que gozaban en ese
momento, la respuesta fue buscada en los
textos biblicos. Basadas en ellos y en el
concepto imperante de la unidad del género
humano, estas primeras teorias presuponian
que el bre habia arribado a América
desde el Viejo Mundo. Partiendo de esta
Premisa, se traté de emparentar a los indigenas
americanos con pueblos ya conocidos,
basdndose en semejanzas de distinto tipo:
antropolégicas, culturales, institucionales,
lingiisticas, etc. Pocos pueblos escaparon a
estas comparaciones. Desde los hebreos,
fenicios, cananeos, egipcios o griegos hasta los
normandos, chinos o japoneses fueron
considerados los antepasados de los habitantes
de América. Todas estas comparaciones,
basadas en un conocimiento parcial e
insuficiente de las fuentes y de los hechos, no
pueden hoy resistir la menor critica cientifica
y s6lo sirven, en muchos casos, para demostrar
la imaginacién de sus autores.
A partir de la segunda mitad del siglo pasado
comienzan a realizarse intentos por obtener una
explicacion cientifica del origen de las
poblaciones americanas. El hecho esté ligado
al desarrollo de las doctrinas evolucionistas
rs auge de las ciencias naturales. Nuevamente
eron muchas las teorias que se enunciaron