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S4E27 Carlos Pichón

1. ¿Cuál es la verdadera situación de la mujer en el mundo islámico?

En mayor o menor grado es aceptada por la mayoría de los musulmanes como una cuestión de conciencia
personal, pero suele ser, en todo o en parte, formalmente instituida como ley por los Estados islámicos y
los tribunales “civiles” pueden velar por su cumplimiento. La sharía, cuando es impuesta mediante la ley
estatal, resulta particularmente pesada para las mujeres. Enumeramos aquí algunas imposiciones injustas
y/o extremas que padecen millones de mujeres en el mundo islámico (aclaramos que no todos los países
islámicos imponen todo este “peso” sobre la mujer, pero no hay país musulmán en la que la sharía no tenga
su peso, ni tampoco lo hay en donde no haya importantes movimientos religiosos que propugnen que la
“ley islámica” se imponga, de ser necesario por la fuerza).

TRATO DESIGUAL MUJER-VARÓN

 Las hijas reciben una parte de la herencia, aunque sólo la mitad de lo asignado a los hijos.
 Las mujeres deben de ocultarse bajo el burka.
 A las mujeres les está prohibido ir en coche o pasearse a pie por los barrios, así como entrar al
gran bazar y sentarse en las tiendas.
 Se les prohíbe también reunirse en grupos públicamente.
 No pueden separarse libremente del marido, para obtener la disolución del vínculo
matrimonial es preciso que demuestren motivos muy específicos e irrefutables, en cambio los
hombres pueden repudiar a su mujer sin que ello resulte deshonroso a su familia.
 Las mujeres con menstruación son consideradas “impuras”, no pueden entrar en las
mezquitas, orar ni mantener relaciones sexuales. Tampoco pueden leer el Corán ni tocarlo.
Incluso la ropa manchada con menstruación es considerada, no meramente sucia, sino
“impura”.
 Tras la primera menstruación las niñas son consideradas adultas, por lo que se les puede
buscar marido. La mujer deberá acatar la decisión y aceptar al marido lo desee o no.
 Las esposas deben aceptar a las otras mujeres de su marido en casa, ya que en el Islam está
aceptada la poligamia (lo inverso no es aceptado, la mujer pertenece a un solo hombre).
 Las mujeres son fuertemente castigadas, incluso con tortura y muerte, por adulterio o
cualquier tipo de relación extramatrimonial, incluso estando divorciadas.
 El domicilio conyugal suele convertirse en la práctica en lugar de reclusión y sumisión al
marido. La musulmana debe casarse con un musulmán. No le están permitidas las relaciones
matrimoniales con miembros de otra religión.

CASTIGOS ESTABLECIDOS POR LA LEY ISLÁMICA

o ADULTERIO: Lapidación
o PROSTITUCIÓN: Lapidación
o ASESINATO: Lapidación
o ROBO: Amputación
o BEBER ALCOHOL: Azotes y palizas
o FALTA DE RESPETO AL RAMADÁN: Flagelación (latigazos)

2. Esclavitud femenina: mito o verdad

Estado Islámico presume de haber resucitado el tráfico de seres humanos en el territorio bajo
su control. El pasado otoño defendió su práctica en la revista en inglés ‘Dabiq’ y repartió en las
mezquitas de Mosul un panfleto que bajo el título de “Preguntas y respuestas sobre la toma de
rehenes y esclavos” es una brutal e inhumana apología de la tiranía.

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Permisible “Lo que hace aceptable que una mujer sea tomada como ‘al sabi’ (esclava) es su
incredulidad. Las mujeres infieles que son capturadas y llevadas a la morada del islam son
permisibles, después de que el imam las reparta”.

Sexo lícito “Es lícito tener relaciones sexuales con las cautivas. Así lo dijo Alá el todopoderoso”.
“No hay controversia entre los eruditos en que está permitido capturar a las mujeres de la
gente del Libro (cristianos y judíos) y las politeístas”, agrega el cuestionario.

Edad de la esclava “Se puede mantener relaciones sexuales con una esclava que no ha
alcanzado la pubertad si la chica está preparada para el coito. Si no es así, puede disfrutar de
ella sin penetración”, indica el documento divulgado por la organización diarista.

Virginidad “Si la mujer es virgen, su amo puede tener las primeras relaciones sexuales con ella
inmediatamente después de comprarla. Pero si no, debe asegurarse de que no está
embarazada y el útero debe ser purificado”, dicta el panfleto.

Negocio “Está permitido comprar, vender o regalar esclavas porque no son más que una
propiedad”, subraya el documento. En cambio, “no está permitido separar a una madre de sus
hijos pre adolescentes” ni tampoco “copular con la cautiva si el dueño no lo es en exclusiva”.
“Quienes comparten una esclava solo pueden tener sexo cuando el resto de amos le venden su
participación”.

3. ¿Qué es la sharía? ¿Cuál es el rol de la mujer según el libro del Corán?


‫َر‬
‫)ش ر‬,
La sharía (en castellano también es posible llamarla charía o saría, del árabe, ‫يعة‬ ِ también
conocida como ley musulmana o islámica, es un detallado código de conducta sumamente
general. No es irrefutable, como sí lo es el Corán, pero el fundamentalismo islámico pretende
imponerla y condena a sus críticos.

El Derecho de la Mujer al Trabajo aparece expresado en el Sagrado Corán de forma indirecta


en el siguiente versículo:

Dios dice en el Sagrado Corán:

4:(32) "Los hombres tienen una parte de lo que han adquirido y Las mujeres tienen una parte
de lo que han adquirido"

El Creador iguala entre el hombre y la mujer en su derecho a poseer lo que han ganado, ya sea
a través de la herencia, el trabajo retribuido o cualquier otra forma legal. Así, ya desde tiempos
del Profeta Muhammad (s.a.s) algunas mujeres trabajaban en la agricultura, el hilado, la
dirección de trabajos manuales, la atención de enfermos y heridos o el comercio y la política,
como demostraron las esposas del Profeta "Khadiya" y "Aisha".

Precisamente porque se reconocía el derecho de la mujer al trabajo y a la propiedad, el Islam


gravó sobre ella el impuesto del "Zakat" (ayudar a los necesitados) que es el Segundo Pilar del
Islam, al igual que pesa sobre cada hombre. Y el "Zakat" no es otra cosa que colaborar en la
construcción del Islam.

4. ¿Qué significado tiene esta frase: “la mujer es la perla del islam”

El hombre es como una concha, y la mujer es como una perla.


No se pueden igualar una concha y una perla.
Pero una concha sin perla no tiene ningún valor
Y una perla no puede existir sin su concha.

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Una perla es una perla. Es perfecta en sí misma. Y la concha es perfecta para ella misma.
Allah el Señor Omnipotente ha creado primero la concha y después la perla.
Esto significa que la primera creación fue Adán, y de él fue creada la mujer que se parece a una
perla.
El hombre se ha convertido en una concha, y al mismo tiempo, en un techo para la perla.
Sin este techo la perla nunca podría existir.
La perfección de los dos sexos es ser felices de ser cada uno lo que son.
5. ¿Los medios de comunicación han distorsionado la situación de la mujer en el
Islam?

Desde el surgimiento de los movimientos feministas a finales de los años 70, ha habido una
lupa sobre el estatus de las mujeres musulmanas. Desafortunadamente, la lupa usada es una
muy inusual.

Inusual en el sentido de que es muy selectiva con respecto a los elementos que amplifica,
distorsiona otros al punto que ya no parecen familiares. Recuerdo una vez haber leído a
profundidad un artículo sobre la vida de las mujeres musulmanas. Este artículo “explicaba” que
en cualquier momento el hombre podía divorciar a su esposa simplemente al declarar: “Te
divorcio, te divorcio, te divorcio”.

Este artículo podría llevar a cualquier persona que ignora las leyes islámicas sobre el divorcio, a
creer que en menos de cinco segundos la mujer se queda sin esposo y es abandonada
(posiblemente con sus hijos).

La pregunta que inmediatamente saltó a mi mente fue: “¿Será que el autor inocentemente
escribió eso por sincera ignorancia, o fue otro de los muchos intentos de degradar la religión
del Islam y a sus seguidores (los musulmanes)?” Puede ser por paranoia, pero me inclino a
creer que fue por esto último.

La verdad del asunto es que el Islam tiene el más humano y más justo sistema de divorcio que
existe. Primeramente, muchas opciones son tomadas y probadas antes de que sobrevenga la
decisión del divorcio. Si el hombre y la mujer deciden que no pueden vivir más juntos como
esposos, el esposo (en muchos casos, no siempre) declara el divorcio diciendo: “Yo te
divorcio”. En este punto, el periodo de espera comienza.

El periodo de espera dura tres ciclos menstruales, para asegurarse que la esposa no esté
embarazada. Este periodo permite a la pareja tener un tiempo para pensar acerca de lo que
están haciendo y si esto es realmente lo que desean hacer. Ahí no hay ningún abogado
involucrado para oponerse y empeorar la situación.

En el caso de que se den cuenta que la esposa está embarazada, el periodo de espera se
extiende durante todo el tiempo que ella esté embarazada. Durante el periodo de espera (ya
sea que la mujer esté o no embarazada) el hombre está obligado a proveer el alimento, ropa y
refugio a la mujer, tal y como lo hacía antes de la declaración de divorcio.

Si la pareja lleva a cabo el divorcio al nacimiento del niño, y la mujer amamanta al bebé, el
hombre está obligado a alimentar y vestir a su ex-esposa durante el tiempo que esta
amamante al bebé (por un periodo máximo de dos años). Después de ser destetado, el niño
debe ser sustentado por su padre hasta que ya no necesite más apoyo.

Es muy irónico que en una “sociedad avanzada” como la norteamericana (y la de muchos


países latinoamericanos), existen casos de divorcio en los cuales las mujeres son forzadas a

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pagar la pensión alimenticia a sus ex-esposos. ¿A caso pueden estas, y muchas otras cosas que
conocemos acerca del sistema norteamericano de divorcio, compararse con el sistema
islámico de divorcio?

También he leído historias donde se sostiene que las mujeres son forzadas a casarse con
hombres sin su consentimiento. Esto de ninguna manera se asemeja al sistema de matrimonio
en el Islam. En el Islam la mujer se casa con el hombre que ella elije. Incluso, puede casarse con
alguien a quien su madre o su padre rechazan.

El punto es que es la mujer quien toma la decisión final sobre con quién desea casarse. Una vez
que el hombre y la mujer deciden que están interesados uno en el otro para casarse, se
establece una dote. La dote no es el precio de la novia, sino que es un regalo del novio a la
novia.

Ellos se ponen de acuerdo sobre el regalo, el cual debe ser accesible para el novio. En el
tiempo del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, a menudo se daban cosas como
ganado o dinero. Esta es una sabia decisión, ya que en caso de que la mujer se divorcie o
quede viuda, ella tendrá este recurso económico al cual recurrir, incluso si es sólo por un
periodo limitado de tiempo. Una vez el hombre y la mujer se casan, el hombre está obligado a
vestirla, alimentarla, darle refugio y educación (o permitirle que se eduque), de la misma
manera que lo hace para sí mismo.

La última imagen distorsionada que cubriré, es aquella sobre la vestimenta de la mujer


musulmana. Los medios de comunicación influenciados por el Occidente, describen nuestra
vestimenta como anticuada y opresora. No es necesario decir que difiero con estos adjetivos.
Nuestro código de vestimenta no nos impide hacer cosas productivas en nuestras vidas.

Las mujeres musulmanas mantienen una variedad de trabajos, ninguno de los cuales se ve
devaluado u obstaculizado debido a su código de vestimenta. Y en cuanto a la actualidad de la
vestimenta de las mujeres musulmanas durante estos tiempos, esta forma de vestir parece ser
más apropiada debido a la moral decadente en el mundo actual.

Para aquellos que dicen que la vestimenta islámica está pasada de moda, ellos hablan por una
gran ignorancia. La decadente moral de estos tiempos, ha hecho de Al Hiyab incluso más que
una necesidad. Más que nunca antes, los crímenes sexuales hoy en día están desenfrenados.

A pesar de que esta sociedad le dice a las mujeres que ellas pueden usar lo que deseen, cada
vez que ocurre una violación la mujer es la única juzgada, y una de las primeras preguntas es:
“¿Qué estabas vistiendo?” Este concepto parece ser un juego dirigido en contra de la llamada
“mujer contemporánea”. También existe una correlación directa entre el respeto que un
hombre tiene por una mujer y lo mucho que ella exhibe de su cuerpo ostentosamente.

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