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El mundo moderno nos ha abierto muchas puertas, podría decirse que hemos
penetrado mediante la tecnología a un laberinto incierto, y desconocido, al mismo
tiempo que avanzamos dentro de él, se cierran las puertas por las que nos hemos
conducido. La tecnología y su fulgor son tan intensos que absorben nuestra
mente, nuestros sentidos y nuestra realidad.
Luigi, tiene siete años, los cumplió hace solo dos días, y su júbilo no tenía límites,
por fin podría entrar al CARRUSEL.
iEpa! Se dijo estoy de suerte, Esta vez lo pude agarrar. La última vez me
informaron que no podía inscribirme porque aún no cumplía siete años. Otras
veces no aparecía en la red, por más que intentara encontrar ia página,
simplemente desaparecía por largos periodos o días, de todas formas aún no
había cumplido los siete años, requisito esencial para ser miembro del juego el
carrusel cibernético. Razonaba mientras sus dedos se movían sobre el teclado.
Al presionar entre, aparecieron varios juegos de entretención en línea, los que hizo
pasar rápidamente hasta encontrar al elegido: el carrusel cibernético. Escribió en
la barra -"quiero ser miembro, ya tengo siete años. A continuación apareció un
formulario de inscripción. Ya conocía las preguntas reglamentarias, pues había
llenado muchas veces el formulario pero al llegar a su fecha de nacimiento
misteriosamente desaparecía todo. Solo una pequeña nota salía en la pantalla.
Aun no tienes la edad requerida, vuelve a intentarlo.
Esta vez fue diferente, lleno el formulario con premura, al enviarlo, salió el aviso de
aceptación. Seguidamente le anunciaron algunos instrucciones a seguir, y un
manual de advertencias, difíciles de asimilar para un niño de siete años. Una de
las condiciones para seguir decía: Este juego es secreto, no podrás comentarlo
con nadie sin excepción, hasta que te demos autorización, ni siquiera comentarlo
con tus padres, de hacerlo sería motivo inmediato de cancelación de tu
membrecía, se le aseguraba que los creadores, y guías del carrusel tenían el
poder de saberlo todo, eran omnisciente dentro de la red y fuera de ella.
Ahora querido Luigi, debes someterte a un examen psicotécnico para conocer tu
potencial, tu nivel de inteligencia en varios campos y tus habilidades, antes de
seguir adelante. Los niños que escogemos son elegidos entre miles de aspirantes
y debemos estar seguros que tendrás las cualidades que te hagan merecedor de
pertenecer al Carrusel Cibernético. Recuerda que es completamente gratis la
membrecía, y esta es de por vida.
Los caballos relinchaban, y alzaban sus patas delanteras sin perder su sitio dentro
del carrusel.
Luigi asombrado y fascinado observa en la pantalla, como los niños unos más
grandes que otros sujetaban las riendas, y los caballos se posaban sobre sus
patas traseras haciendo caprichosos acrobacias con su briosa cabellera y sus
patas, sin perder su sitio en el carrusel. La curiosidad de domar a un caballo, y el
misterio de que no perdieran su lugar inquirían en su ánimo el deseo de participar
en el carrusel.
Son preguntas muy fáciles de contestar, y te tomaran tal vez veinte minutos.
¿Listo?
1.) ¿Eres miedoso? - Si -no. 2) ¿Te seduce lo desconocido? si -no -un poco.
3) Define tu inteligencia, según la siguiente escala: normal, superior, brillante.
(Cualquiera que escojas tendrás oportunidad de comprobarlo en un próximo test).
4.) ¿Te consideras valiente? Responde según la siguiente escala, al 60% al 80%
al 100%. Otro test te será presentado al respecto. 5.) De encontrarte dentro de
una situación inusual e incierta ¿cuál crees seria tu reacción? Huir, enfrentar, o
accionar 6.) Si algo no te agrada, buscas soluciones hasta vencer o te abandonas
a las nuevas circunstancias. R.l- R2 7) Crees en la ley del más fuerte, o en la del
más inteligente, o en la ley del más sabio. ¿O en la combinación de las tres leyes?
R1-R2-R3-R4.
Hemos terminado per hoy. Mañana conocerás los resultados de este test y
comenzaremos con otros teses reglamentarios, si apruebas te haremos la última y
definitiva prueba para que de una vez seas aceptado en el carrusel. Pero antes
debes estudiar la prueba de sangre, ya te informaremos al respecto.
Día jueves, 5.04 am Buenas noticas Luigi has pasado todas las pruebas
reglamentarias con un rating de 80% de control e inteligencia.
Día viernes 5.05 am -Buenos días Luigi- solo te faltan dos pruebas y podrás
abordar el carrusel cibernético en vivo y en directo. Súbitamente salto a la pantalla
el sonido y las luces del carrusel, no cabía en su alma de niño, la excitación, al
escuchar el coro, los sonidos y las luces, que ejercían un estado hipnótico en su
mente, las voces del coro llegaban a sus oídos con notas tan sutiles que no quería
sustraerse a la fascinación de seguir escuchándolas una y muchas veces más.
Mañana domingo será un día fértil y lleno de luz, te veremos a la misma hora.
Día domingo 5.03 am El tiempo se sentía seco y una suave brisa entraba por la
ventana semi abierta, la aurora anunciaba un día pleno de sol. Al encender la
comp. Un aviso Salto a la vista,- buenos días Luigui- Estamos ya en los últimos
detalles antes de la prueba final, escucha atentamente y sigue las instrucciones al
pie de la letra.
Si, si lo veo. Vas a observar la escena, con cuidado y mucha atención, imagina
que eres el niño de la pantalla, escucha lo que el guía le va dictando ejecutar,
porque tú harás exactamente lo mismo con la misma pulcritud que él lo hace, esto
es un ejercicio para que no falles cuando te toque ejecutar la última prueba. Se
denomina (PRUEBA DE SANGRE) Luigi, repitió el test cinco veces antes de
solicitar su prueba de sangre, no podía fallar.
En la pantalla se reflejaba por fin la prueba final, para hacer realidad su meta.
Luigi, espera una respuesta pronto, lo has hecho muy bien, eres uno de nuestros
miembros estrella, no te perderemos fácilmente.
Espera por nuevas instrucciones, podrá tomar unas 24 horas o un poco más pero
no pasara de cuarenta y ocho horas, cuenta las horas a partir de esta hora.
Deberás recibir otro código, que te permitirá definitivamente penetrar al carrusel en
vivo.
Luigi soñaba, en ver su rostro y su personita ensillando uno de los caballos como
observaba a los niños en la pantalla. Una voz clara, le susurro- ya es hora.-
Llego el día esperado para recibir el código permanente, aun no era la hora
designada faltaban 15 minutos.
La madre de Luigi, sabía que su hijo era un chico excepcional, maduro y muy
inteligente para su corta edad, era un pequeño genio, y estaba muy agradecida
con dios por haberla premiado con un niño prodigio. Ocupaba el 1er puesto en el
curso, y la mayoría de profesores la Felicitaban a menudo.
Espera instrucciones.
Después de la prueba final del código, una cara de payaso asomo en la pantalla
sonriendo, sus vivos colores y su carcajada dejaron un dejo extraño en el ánimo
del niño.
Por primera vez asomo la duda, en su pequeño corazón, sobre lo que había
estado haciendo a espaldas de sus padres. Esto es solo un juego, se dijo.
Contestando así a su consciencia que le advertía de un posible peligro al que
podría exponerse por confiar en entidades desconocidas y a espaldas del concejo
de sus padres. Sin embargo algo más intenso en su interior lo instaba a continuar.
El deseo de entrar al juego y verse allí, girando montado en su corcel escogido por
él, vestido como su personaje preferido y listo a divertirse mucho, lo hicieron
olvidarse de las advertencias de su consciencia. Sería importante, y quizás podría
hacer las proezas que otros niños admirarían e imitarían. Y luego cuando
aprendiera a dominar al corcel, podría ir a la arena desde donde mostraría a sus
padres sus técnicas, aprendidas en el juego del carrusel Cibernético. Ahora quería
comenzar cuanto antes a jugar.
Solo los padres son confiables y los maestros, con la esperanza que ellos guarden
buenas intenciones en sus corazones.
Nina dio un beso a cada uno de sus hijos y desapareció prometiéndoles regresar
lo más pronto posible. Atravesó el umbral y se dirigió a su labor. Subió unos
escaleras de madera rustica y cuando piso el ultimo peldaño amparada por las
sombras de la noche, se camuflo en la oscuridad para no ser vista. Su cuerpo no
muy voluminoso se adaptó al pequeño espacio escogido.
Llevaba cerca de unos 20 días en este menester, hasta ese momento se había
conformado tan solo con observar, analizar, calcular y esperar pacientemente el
momento culminante y propicio para su triunfo tenía en casa todas sus
necesidades primarias cubiertas. Para ella el éxito de esta labor a realizar era
primordial, su compromiso personal, la justificación de su papel en la existencia,
era demostrarse asi misma en qué consistía su funcionabilidad además de madre,
compañera y esposa, su competencia era en parte con ella misma. Su orgullo
seria poder demostrar a sus superiores que era capaz de cumplir, con lo que de
ella se esperaba. Por eso era importante la culminación de esta labor.
Ya anteriormente había demostrado así misma y a sus compañeros que era más
capaz que sus semejantes pues cuando lograba sus objetivos se galardonaba
delante del vecindario, luciendo su trofeo, hasta hacerse notar por sus superiores.
Nina le gustaba distinguirse y a la hora de alimentarse permanecía aislada del
grupo, si alguien trataba envidiosamente de arrebatarle su alimento o su triunfo
cedía el paso con elegancia y seguridad como diciendo "tu estas más necesitada,
yo soy capaz de buscarme otras recursos mejores de acuerdo a mi naturaleza,
para que pelear como lo hacen los demás si mi superioridad consiste en la
sabiduría de mis recursos” y muy oriunda se limitaba a observar a los demás
pelearse por obtener un plato de alimento regalado.
Pero Nina como todos los entes del mundo equidistaba de la perfección, y tenía
fama de amargada, mano larga, mal humorada y engreída.
Además de sus pequeños triunfos albergaba un sueño pretencioso llegar más alia
de su condición biológica aquel en que la había situado la vida, quería convertirse
en un ser superior a su raza.
Pensaba que dentro del estatus de vida limitada que poseía necesitaba alcanzar el
conocimiento y una inteligencia superior que cuidara de sus especies con una
visión amplificada, sabía, periférica y poderosa Nina deseaba ese potencial y
liderazgo.
Reconociéndose la más valiente, la más astuta, y capaz no lograba con tan poco
alcanzar sus objetivos aunque muchos dijeran que la inferioridad no existía en su
caso era innegable y la verdad no podía cubrirse con solo palabras de negación.
Debía competir no tan solo para llegar a eslabones más altos si no para obtener la
soberanía de su reino.
Nina había consultado con los sabios más diestros y viejos sobre su pretensioso
sueño y todos le contestaron lo mismo no hay forma de conseguir esa meta no
nos corresponde a nosotros tomar ese tipo de decisiones biológica a menos que
sea por medio de la ingeniería genética, y eso era imposible por el momento.
Nina se fue a casa con una sola idea mesclar los componentes sanguíneos
pensaba día y noche como lograrlo una idea se le ocurrió esa noche.
Pues bien con la venida de la madurez física, el personaje de este cuento empezó
a enfermar de las encías como no asistió a tiempo el dentista, cuando se percató
se le habían aflojado los dientes, y los fue perdiendo uno a unjo.
Esto no debe ser motivo de burla para quienes pudiesen tener este problema, hay
personas que casi nunca asean sus dientes y no los pierden, porque tienen
predisposición genética que los resguarda de este mal.
Pero la señora de quien voy a hablar era una maestra, muy estricta y muy
regañona, ella era la dueña de la “chapita verde”.
Una vez decidió convidar a su compañero, un ratón grande y muy curioso para
distraer al perro, en tanto que ella hacia su agosto en la cocina.
Así lo hicieron, el Ratón se asomó por un laso de la cama, para que lo viera el
perno, y lo persiguiera. Todas las noches era lo mismo, la cocina amanecía
desordenada, los potes destapados, migajas de granos desparramados en el
suelo, etc. La señora Chelina decidió ponerles una trampa, así que compro una
trampa, y al día siguiente, ¡sorpresa! la rata apareció con la cabeza aprisionada
por las fuertes prensas de hierro.
El perro la miro con esos ojos racionales con que algunos perros conocedores de
muchas cosas que desconocemos a veces los humanos nos quieren transmitir sus
mudos mensajes, tan incomprensibles para muchas personas que no les prestan
debida atención, a sus avisos.
Al día siguiente después del baño, la señora Chelina, buscabas sus gafas por
todos lados, y nada habían desaparecido, ahora como voy a dar mis clases, si casi
no veo, menos mal se acordó que tenía un par de gafas anteriormente recetadas,
así que se las puso mientras aparecen las otras. Se dijo.
Al día siguiente en la noche, otra vez el ratón sin saber que podría, ser esos aros
con vidrios que había robado decidió llevarse otra cosa más valiosa, pues aparte
de darle el estuche, a sus hijos, y estos de jugar a engrandecer visualmente la
migajas que comían a través de los aros con vidrios, las gafas no le era de mayor
interés como botín.
El perro estaba ahora más alerta, al ratón. La señora Chelina no puso la trampa de
nuevo porque el ratón era más cauteloso que la ratona, por ser macho, no llevaba
consigo a alguno de sus hijos como hacia la ratona. El solo cargaba lo que
necesitaba en su boca. Así que no había dejado nada regado y la señora Chelina
pensaba que había terminado el problema.
Pero el ratón no dejaba de extrañar a su compañera y llorarla, pues ahora debía
ser mama y papá.
Una noche fue muy sigilosa sin despertar al perro que en las horas de la tarde de
ese día había salido a retozar y había conocido a una perrita vecina en celo,
estaba muy contento y cansado, además de enamorado, y roncaba tanto como su
ama.
Lloraba doña Chelina sus desgracias, como iba a dar las clases delante de sus
alumnos. Su boca chupada haría de bufón, rebusco y nada encontró y de pronto
se acordó que ella tenía una chapa antigua, anterior a la robada, la busco y a la
fuerza se las coloco fue a su dentista que le aconsejo no se pusiera la chapa vieja
pues estaba trabada, mas verde y deformada y podía hacerle una mala jugada.
Sin embargo como era una persona responsable a la escuela se dirigió. Cuando
dijo- buenos días- los alumnos la miraron y se dieron cuenta que algo le pasaba,
ella les explico que tenía un dolor de muela y por eso algo rara su voz sonaba,
pero la curiosidad es un don humano los muchachos no se conformaron con esta
explicación y empezaron a observarla con más detención mientras encontraban el
verdadero motivo de la distracción. El ratón en su casa a la chapita daba vueltas
tratando de descifrar que clase de hueso a casa había traído, pues al morder la
chapa saboreo algo que no era de hueso. Se dijo verdad que esos humanos son
maravillosos, debían ser tomados como dioses, es por eso que son los más
inteligentes, ya reemplazaron el hueso por eso que no sabe si no a oso, es mas no
tiene ni olor, voy a visitar al ratón sabio hoy, para ver de que está hecha esta
dentadura.
Además uno de los niños su dientecito se rompió, porque hasta hierro tiene esta
armadura de dentadura. El ratón sabio a este ratón explico de que estaba hecha la
chapita, pero como el ratón del cuento nunca había leído un libro nada
comprendió. Se fue a casa con su chapa verde, enojada por su mala inversión.
Decidió cambiarla por un pedazo de queso, así que con ella cargo hasta la tienda
de don Ramiro, el más ratón de los ratones. En su tienda don Ramiro la puso a la
venta, como objeto de colección Doña Chelina pasó muchas vicisitudes con su
vieja dentadura, con los años de no usarla esta estaba desajustada y aunque el
dentista le ayudaba nunca esta vieja chapa sirvió.
Perdió peso, pues comer no podía, ni masticar tampoco volteo toda la casa y no
concebía hallar explicación, así que la pena y la frustración hacia mella en su
animación. Ya no reía, ni hablaba, ni regañaba, ni bien saludaba. Su fiel perro
pensaba y pensaba como ayudar a su ama, le llego la inspiración y con una gran
intuición fue adivinando la situación. Un día se le escapó a su dueña, se fue hasta
el montes vecino donde los perros como el, se juntaban para tertuliar. Algunos
estaban bien cuidados y perfumados, otros sucios y maltratados todo dependía de
los amos que tenían. Preocupado por lo de su ama y en su mente la meta de
seguir su intuición de perro detective, se apartó del grupo para por los alrededores
investigar. Estando orinando en un rincón del solar vio entre unas piedras
amontonadas un hueco, él se acercó para curiosear, pudo reconocer un olor, y
ese era el del ratón conocido que osaba visitar la casa de doña Chelina
husmeando otras cuevas encontró algo que de su ama tenia olor, cavó y cavó,
algunas piedras arranco, pero el hueco era muy profundo, en tanto los otros perros
jugueteaban a la conquista de una perrita blanca con marrón, mezcla de
freedpruder y pequinés que caminoteaba de un lado a otro, una docena de perros
se disputaban su atención. Tahito alejado del grupo a su labor se entregaba, y
esta era conseguir la chapita verde de doña Chelina, Tahito sobre el hueco gruñía
y con su patas y el hocico cavaba, haciendo resoplidos mientras estornudaba,
emitía sonidos leves pero solo consiguió que Don Ramiro, el ratón que allí se
encontraba más profundo se internara y la chapita verde en un hueco de ese túnel
mas profundo enterrara, cuando regreso Tahito a casa de doña Chelina al verlo
tan lleno de polvo y mal oliente le reprendió, lo amarro, lo baño, y le perfumo y le
prohibió volver a salir por todos esos días, en lo que esto sucedía se llegó el día
de la entrega de la nueva chapita de doña Chelina. Ella estaba feliz, se acabarían
las burlas, los disimulos, los sustos, y las vergüenzas, así que estreno su nueva
chapita, solo que esta vez era blanca y no verde, no cesaba de mirarse al espejo y
sonreír como ensayando su nueva dentadura. El ratón Ramiro que asustado por
Tahito se encontraba temía que regresara y el producto de su compra y todos sus
sueños se esfumaran, decidió desenterrar la chapita verde y llevarla a un lugar
cerca de la playa en donde no llegaban perros, así que llegada la noche, con su
chapa se trasladó a un montículo de arena cubierto de musgos y hiervas de la
playa, y allí escondió su grandioso tesoro. Se ausentaba solamente para comer, y
dar a conocer a otros ratones supuestos compradores el lugar donde había
trasladado su galería del tesoro.
Con los días el entrar y el salir de los ratones de la cueva de la playa, alerto a los
cangrejos nocturnos, un cangrejo atrevido decidió averiguar que pasaba en ese
hueco de ratón, se camuflo en un descuido entro y la chapita verde agarro, como
era de noche el metal a la luz de la luna refulgía. El cangrejo rápidamente se
escondió y la chapa nuevamente enterró. De noche la sacaba el ratón que
afanosamente su chapa escondía. Una de esas noches se encontró con el
cangrejo y los dos se trabaron en una lucha a ver quién con la chapa se quedaba,
en ese trajinar estaban cuando una ola a la playa alcanzaba y sin más en oleaje la
sepultaba, el ratón lloraba y observaba, mientras el cangrejo a la mar se lanzaba,
el ratón que esperaba que el cangrejo la chapa rescatara. Al rato cuando el
cangrejo regreso sin nada entre sus muelas entonces ratón y cangrejo se miraron
un gesto hicieron, cada quien volvió la espalda y cantaron, calabaza, calabaza
cada uno pa su casa.
Pasaron unos días doña Chelina había terminado con su angustia y en su puerta
tranquilamente se encontraba cuando llego el vendedor de pescado que por ahí
pasaba a ofrecerle pescado fresco. Ella examinó y escogió dos mojaras para el
almuerzo, entro a prepararlas y cuando una de ellas abrió su cuchillo con algo
tropezó. Que sorpresa su chapa allí mismo apareció en el medio de un pescado la
encontró y nunca se le ocurrió como la chapita verde a este estomago de pescado
llego.
MAMA OSA Y SUS TRES OSITOS
Mamá osa tenía tres ositos, era una madre especial y de eso se ufanaba mucho.
Todos sus ositos se acurrucaban junto a ella en las noches. Ella no soportaba
sentirse de ellos separada, así fuera para dormir.
En las mañanas se levantaban temprano y un pan con café les daba, después los
reposaba un ratito y enseguida los bañaba, empolvaba y cambiaba. Acto seguido
los perfumaba y volvía a acomodarlos en sus siIlitas mecedoras que se
encontraban en la terraza.
Mamá osa no permitían que ellos hablaran con sus abuelos y tíos, y menos
jugaran con primos y vecinos.
Temía que les hicieran daño, regañaran, despreciaran o los miraran mal. Así
fueron creciendo cuando llegaron a la edad escolar como todas las madres los
llevaban al colegio, advirtiéndoles que no hablaran, con nadie saludaran y
tampoco jugaran con los demás niños, solo se dedicaran a responder lo que
preguntara los profesores.
Los ositos crecieron en esta forma sin saberse relacionar y menos comunicarse.
Sus contactos eran solo con su madre y la maestra. El padre oso permanecía casi
todo el tiempo en el trabajo y cuando llegaba se acostaba a dormir víctima del
cansancio.
Los ositos siguieron el ejemplo de papá oso y cuando la fatiga llegaba se callaban.
Al son de los rezos se les desaparecía las ansias. La mente domina al cuerpo.
Aprendieron a compartir lo poco entre cuatro. El orgullo los segaban antes que
hablar con otras personas y menos dejar ver sus necesidades, pues los hijos de
mamá osa debían siempre demostrar su honor.
Mamá osa viendo que ella sola no podía con tampoco dinero sufragar todas las
necesidades lavaba, planchaba, rezaba y rezaba y gracias a su fé solucionaba.
Algunas veces movida por la desesperación trataba de llamar a su familia para
que le ayudara a conseguir un trabajo a algunos de sus ositos, que estaban
diplomados pero resulta que los pies a ellos no les daban para movilizarse y
menos a través de la comunicación buscar alguna labor.
Ahora mamá osa se pasa con papá oso peleando. Papá oso culpa a mamá osa de
la mala formación de sus hijitos con respecto a la comunicación nunca les hablo
de los problemas de la vida, tampoco le permitió defenderse por si solos pensar y
tomar decisiones por ellos y ahora debe afrontar esa carga solo se consolaba
observando sus tres ositos cada tarde en sus mecedorcita balanceándose.
Para hablarle basta y sobra la mamá osa, aunque ignorar sea necesario muchas
cosas. Tristemente mamá osa no acaba de comprender en que radicó su error y
orgullosamente aclama a toda voz que sus tres ositos son un dechado de su
misión.
DICIEMBRE 9 DEL 2011
MAYA Y EL COCODRILO
Maya era una mujer que tenía alma de niña. Aceptaba su destino sin nunca
protestar, con desafío y con muchos deseos de luchar en los diferentes campos en
los que la existencia la colocaba. Pero niña al fin no poseía la madures necesaria
para dominar las temperancias de su carácter impositivo, caprichoso y ególatra.
Por ese motivo vivía siempre solitaria. Su carácter era como los cables del
alumbrado eléctrico, si por casualidad serenaba o algún pajarito extraviado
acercaba sus paticas a su enramada enseguida se producía un escozor eléctrico,
que alejaba a cualquiera que se le acercara. Muchísima gente pose en estos
aspectos en sus caracteres, así nacen, cresen se reproducen (algunos cambian
un poco para mejor o para peor o permanecen iguales).
Maya era muy laboriosa y de esto ella siempre se sentía orgullosa, no necesitaba
de nadie (relativamente) pues nadie puede existir sin la ayuda de otras personas.
Como el dios de la vida es justo. Arreglo una situación para que esta hija suya
obtuviera algo que siempre anhelo, tener su propia casita.
La casita la gano mediante una lotería, esta casita antes de adquirirla Maya
también tenía una dueña que era una mujer sola y que por efecto de la edad ya no
podía mantenerla funcionando.
La casita era de buen tamaño y tenía una gran piscina en la parte posterior poseía
un espacio de 10 metros de largo por 8 de ancho y 2 metros 50 de profundidad.
Al, continuo por algunos días ayudando a Maya en los arreglos generales de la
casa, ella debía trabajar desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche 6 días a
la semana, cuando llegaba del trabajo comenzaba a desempacar las cajas
repletas con sus pertenencias e ir acomodándolas hasta que el cansancio la
obligara a deponer su labor. Este deseo de ver su casa a la altura que se había
propuesto la hacía esforzarse cada vez más.
Pero ya había cerrado la puerta del patio que daba con la piscina y echo de menos
que hacía falta una pequeña ventana de las paredes del Holl de la sala que diera
visión a la piscina por lo que imagino que la piscina fue construida mucho después
de la construcción de la casa y que la antigua dueña no quiso abrir en la pared del
holl interno una ventana para mirar desde allí la piscina.
Al día siguiente no tuvo tiempo más que para prepararse para su jornada diaria.
Las vicisitudes del trabajo la absorbían y se olvidó del ruido escuchado durante la
noche. De regreso a casa recordó el incidente y se propuso investigarlo. A penas
hubo bajado de su carro se dirigió a la piscina y vio 3 plumas negras de tamaño
regular flotando sobre la superficie de la piscina.
En otro nuevo día al marchar al trabajo maya miro su reloj, y se dirigió a su auto.
Su perrito llamado vacan se quedaba encerrado en el cuarto para que no fuera a
perderse.
Maya lego de vuelta a las 8 de la noche como siempre comenzaba la lluvia le abrió
la puerta a Bacan para que fuera a hacer “PI” empezaba a llover copiosamente
con fuertes ráfagas de viento que aumentaban por minutos la radio anunciaba el
paso de una tormenta y advertían sobre los lugares de refugio para el público.
Maya salió un momento a recoger una lata que golpeaba fuerte mente contra una
de las ventanas tan solo para darse cuenta que la lata estaba desprendida de uno
de los clavos que la mantenían sujetas a la ventana, como no era muy alta de
estatura busco un banco pequeño, al montarse este no soporto su peso y el
esfuerzo al tratar de retirarla con fuerza provoco su caída resbalando
aparatosamente sobre un costado de su cuerpo, el lodo por todos lados la hizo
resbalar unos metros cayendo muy cerca de los bordes de la piscina, en esos
momentos arrecio la lluvia y su visión se enturbio al mismo tiempo que apoyada
sobre un costado de su cuerpo no se fijó que un inmenso cocodrilo de
aproximadamente 2 metros salía como un bólido de la piscina y abriendo su gran
mandíbula agarro su pierna lesionada y la halo con fuerza en dirección hacia
dentro de la piscina, gritaba pero nadie la escuchaba por el ruido de la tormenta,
su perrito apareció en esos momentos pero siendo un canino pequeño no pudo
hacer mucho dejo de ladrar y sin pensarlo se abalanzo sobre el cocodrilo y se
prendió en uno de los laterales de su boca logrando distraerlo, mientras maya se
apoyaba con fuerzas en la escalera de la piscina, el perrito sangraba pero
permanecía prendido de la boca del cocodrilo y maya subía como podía por los
bordes de la piscina.