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“SI EL HOMBRE DA LA CABEZA, LA MUJER DA EL CORAZÓN:

LA PARTICIPACIÓN FEMENINA EN LA UNIÓN NACIONAL


SINARQUISTA”

Ma. Concepción Márquez Sandoval


(Universidad de Guanajuato)
conymarquez@yahoo.com

Resumen

Este trabajo parte de la idea que la participación femenina en los movimientos


político-históricos de la Historia Universal ha sido fundamental y en el caso de los
denominados de “derecha” en México ha sido particularmente activa. En esta
ponencia abordaré de manera general la participación de la mujer en la Unión
Nacional Sinarquista, UNS, desde diferentes ámbitos cubriendo los años de 1937
a 1941.
Comenzaré con una breve descripción del surgimiento del Sinarquismo
refiriendo sus preceptos fundamentales. Desde ahí se abordarán los diversos
frentes en los que existió la participación femenina, que probó ser fundamental
para el desarrollo de éste. Así mismo se proporcionarán algunos ejemplos de
mujeres destacadas, de su vida, hechos y del impacto que tuvieron para los
demás miembros.
Posteriormente abordaré el concepto que de la mujer tenían los sinarquistas
utilizando para ello ejemplares de la revista “Mujer” publicada por la misma
organización, canciones y corridos dedicados a las mujeres incluidas en
cancioneros vigentes entre los sinarquistas de la actualidad así como la
autobiografía de uno de sus más destacados dirigentes, Salvador Abascal y la
Historia gráfica de la UNS.
Concluiremos con apreciaciones generales del lugar tan especial que se le
ha dado a la mujer en este movimiento pues tal como lo dice una frase de la
canción “Las mujeres Sinarquistas”: Si el hombre da la cabeza, la mujer da el
corazón…

1ª PARTE: EL SINARQUISMO

La Unión Nacional Sinarquista -UNS- se creó el 23 de mayo de 1937 en León


Guanajuato. Sus miembros fundadores provenían de grupos católicos organizados
que ya habían emprendido, años antes, la planificación de acciones en contra del
régimen de gobierno. Al poco tiempo éste movimiento demostró que era mucho
más que una conspiración local o regional pues en ella se reunían los ideales de
lucha de organizaciones católicas previamente creadas como las Legiones y la
Base que la dotaban de una larga trayectoria de lucha católica en contra del
gobierno mexicano.
Sus antecedentes directos son las Legiones y la Base, aunque
organizaciones como la Liga Nacional de la Defensa de la Libertad Religiosa (La
Liga) creada en 1925 y la Acción Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) entre
otras que se oponían principalmente a los artículos, 3º, 5º, 27º y 130º de la
Constitución de 1917, que eran considerados como un atentado en contra de la
ideología católica y la acción de la Iglesia en la sociedad mexicana, sentaron
innegablemente los principios retomados por el Sinarquismo1.

Cuando las medidas fueron cada vez más estrictas y la resistencia de los
católicos para aceptar dichas condiciones más feroz, se generaron una serie de
protestas que al ser reprimidas de manera violenta, dieron paso en 1926 al
enfrentamiento armado conocido como la Guerra Cristera (1926-1929)
antecedente directo de la UNS.

1
Otras organizaciones de carácter civil que ya existían antes de la época posrevolucionaria tales como la
Unión de Damas Católicas, los Caballeros de Colón, la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la
Adoración Nocturna, y las Congregaciones Marianas del Perpetuo Rosario hicieron suya la lucha emprendida
por la ACJM y la Liga uniéndose a la crítica y oposición de esos artículos.
La revuelta se extendió por los estados del Centro y Occidente del país y
después de tres años de lucha, en 1929, finalizó oficialmente con la firma de los
acuerdos entre la alta jerarquía eclesiástica y el gobierno federal encabezado por
Emilio Portes Gil.

Los tratados de 1929 ocasionaron un clima de coexistencia basado en un


distanciamiento conocido como modus vivendi, es decir la “forma de vida” que la
Iglesia asumía frente a las medidas restrictivas establecidas por el Estado. En
éstas medidas la jerarquía arreglista y el gobierno obligaron a los combatientes a
deponer las armas, a pesar de que muchos de ellos no estaban de acuerdo.

Entre muchos cristeros reinaba un sentimiento de haber sido traicionados,


ya que en las condiciones pactadas no se derogaron los artículos constitucionales
en disputa. Algunos cristeros no aceptaron los acuerdos y siguieron combatiendo
en forma de guerrillas conformadas por pequeños ejércitos en algunas de las
regiones de mayor influencia cristera durante la guerra tales como: los Altos de
Jalisco, la Sierra Gorda de Guanajuato, zonas de Querétaro y Michoacán.

Dentro del grupo de católicos inconformes, y a menos de dos años de haber


sido firmados los arreglos, se organizaron en Guadalajara las Legiones 1931 cuyo
objetivo principal fue agrupar a los católicos que no aceptaron renunciar a su
oposición a los artículos en disputa buscando hacer frente al clima de intolerancia
antirreligiosa que el gobierno mexicano se empeñaba en mantener.

Sus preceptos y forma de agruparse sentaron las bases para las diversas
organizaciones que los grupos católicos formarían posteriormente tales como la
Base y la Unión Nacional Sinarquista. Al poco tiempo ésta organización fue
obligada a modificar sus métodos de acción pues se consideraba que eran
inadecuados para esos momentos, en los que, al menos de manera oficial,
acababa de concluir el levantamiento armado cristero.

Las Legiones se reunificaron en una nueva organización llamada la Base


dirigida por el jesuita Eduardo Iglesias quien buscó sustituir el carácter bélico por
una forma de lucha social, sin el uso de las armas.
La lucha no podía terminar pues los gobiernos de Pascual Ortiz Rubio y
Abelardo L. Rodríguez, que siguieron a los acuerdos de 1929, establecieron
condiciones que hacían necesaria la lucha de acuerdo a los católicos y cuando el
general Lázaro Cárdenas asumió la presidencia el 1º de Diciembre de 1934 se
sabía que el clima de intolerancia continuaría.

A finales de 1934 las Legiones y la Base que eran la principal arma de los
católicos organizados para la defensa en contra de los artículos 3º, 5º, 27º y 130º y
a las medidas emprendidas por el presidente Lázaro Cárdenas particularmente la
reforma del artículo 3º referente a la educación impartida por el gobierno que fue
llamada Educación socialista.

Al crecer el descontento se abrió la posibilidad de que cada vez más


católicos demostraran su desacuerdo al agruparse en organizaciones católicas
conformadas en zonas del país en donde el sentimiento de lucha por la defensa
de la religión era compartido por la mayoría de la población.

De acuerdo a Salvador Abascal, jefe nacional de la UNS 1940 a 1941, el


Sinarquismo fue concebido por los miembros de las Legiones quienes propusieron
la creación un organismo que tiempo después se denominaría Unión Nacional
Sinarquista. Según él, esta propuesta encontró eco entre los miembros de las
Legiones que ya comenzaban a desesperarse y a desertar por la falta de acciones
concretas2.

A partir de esta fecha y durante más de una década, el Sinarquismo se


convertiría en la organización católica más importante que hizo frente a los
gobiernos de Lázaro Cárdenas (1934-40) y Manuel Ávila Camacho (1940-46).

2
ABASCAL, Salvador. Mis recuerdos: Sinarquismo y Colonia María Auxiliadora (1935-1944). Editorial
Tradición, México 1980. Página 143.
Durante sus años de mayor militancia, 1939 a 1943 el Sinarquismo llegó a
contar con más de cien mil miembros con lo que se captó la atención de las
autoridades quienes a todos los niveles: municipal, estatal, y federal, y desde
distintos frentes, buscaron la manera de frenar la popularidad del Sinarquismo, ya
fuera impidiendo marchas y mítines, reprimiéndolos de manera violenta o bien a
través de una campaña de desprestigio emprendida en los diferentes medios de
comunicación, en foros, discursos o con la prensa3.

Su momento de mayor popularidad coincidió con la jefatura de Salvador


Abascal “en este período el Sinarquismo tuvo más de medio millón de miembros
en un país cuya población no alcanzaba los 20 millones de habitantes” 4. Lo que lo
llevó a ser el frente de oposición de origen católico más importante en esos
tiempos, cuyo poder de convocatoria estaba por encima de diferentes
organizaciones tanto sociales o políticas como el Partido Acción Nacional, de
reciente fundación en esos años.
El tiempo que abarca la jefatura de Salvador Abascal -Agosto de 1940 a
diciembre de 1941- y las características que éste líder supo imprimirle al
movimiento son constantemente mencionados en las obras acerca del
Sinarquismo. “Salvador Abascal dio al movimiento un entusiasmo y una vitalidad
que lo impulsó hasta convertirlo en fuerza política de importancia nacional. Su

3
Es importante señalar en este punto que esa popularidad nunca alcanzó, ni aún en su punto más álgido, la
totalidad del país, Jean Meyer en su libro: El Sinarquismo: ¿un fascismo mexicano?, menciona que los
estados de fuerte implantación sinarquista fueron: Jalisco, Colima, Guanajuato, Querétaro, Michoacán,
Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas en su totalidad, mientras que en menor proporción de manera
parcial los estados de: Coahuila, Nayarit, Guerrero, Morelos, el Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala,
Veracruz, Puebla, Chiapas, Mérida, Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Coahuila, Sonora y Baja
California Sur, solo contaron en diferentes períodos con participación sinarquista.

4
CAMPBELL G. Hugh. La derecha radical en México 1929- 1949. Colección Sep- setentas. México 1976.
Página 114. La UNS era capaz de movilizar de manera organizada y disciplinada, aproximadamente al 5% de
los mexicanos.
espíritu militante dio al sinarquismo un nuevo giro; bajo su férula las actividades
fueron febriles, intensas y audaces”.5
Correspondería a un estudio más detallado el establecer si es posible, las
razones exactas del porqué bajo el mando de Abascal el sinarquismo fue tan
popular, si fue debido al empuje que Salvador supo darle o bien por la situación
que ante las medidas emprendidas por el régimen de Lázaro Cárdenas la reacción
católica estaba viviendo, o finalmente un combinación de éstos y otros elementos.
Es durante la jefatura de Abascal, que la UNS convoca cada vez a más
miembros mientras que sus marchas y demostraciones públicas de organización y
poder emergen como una amenazante realidad política de la Acción Católica que
retoma los frentes de lucha de organizaciones previas representando una nueva y
reorganizada manera de ejercer presión y manifestar la inconformidad en contra
de un nuevo enemigo: el gobierno de Lázaro Cárdenas.

En su autobiografía Abascal resume los males que aquejaban a México,


bandera de lucha del sinarquismo: “Cárdenas en el poder, escuelas marxistas,
suicida destrucción de la propiedad agrícola, el rojinegro odio de clases en contra
de la industria y el comercio, y, un traidor endeudamiento con la Banca judía, entre
otras causas mencionadas”6.

Los frentes de lucha para la difusión de los ideales y preceptos sinarquistas


fueron múltiples y abarcaron prácticamente a todos, desde las marchas, mítines y
movilizaciones, la publicación de revistas, boletines, comunicados y volantes que
eran repartidos en diferentes partes de México, incluyendo la capital de país, hasta
la utilización de la música como medio de adoctrinamiento.

5
CAMPBELL G. Hugh. La derecha radical en México 1929- 1949. Colección Sep- setentas. México 1976.
Páginas 109 y110.

6
ABASCAL, Salvador. Mis recuerdos: Sinarquismo y Colonia María Auxiliadora (1935-1944). Editorial
Tradición, México 1980.
Esta vez no se trataba de pelear con las armas, el momento demandaba
una lucha política basada en el pleno convencimiento y lealtad convocada en los
discursos que Abascal y diversos militantes realizaban en los pueblos y ciudades
visitadas. Sus consignas se oían por muchos rincones principalmente en el centro
del país donde su influencia y representatividad era mayor.

Sin lugar a dudas fue en esta región; Guanajuato, Jalisco, Querétaro y


Michoacán, en la que el Sinarquismo tuvo mayor impacto, quizás debido a que su
cultura, costumbres y el gran arraigo de sus tradiciones hispánicas y católicas
hicieron que gran parte de la población se identificara con sus preceptos.

Es lo que se llamó “la Batalla del espíritu7” entendida entre otras cosas
como la lucha por conservar la fe católica de la población y las tradiciones
heredadas del catolicismo, así como poner en práctica los preceptos manifestados
en las diversas encíclicas papales.

Sin embargo, pronto los conflictos comenzarían a surgir, ya que desde la


cúpula sinarquista se hacían más evidentes cada vez las diversidades de opinión
en cuanto al rumbo que debería de seguir la UNS. Desde su fundación se hicieron
patentes las diferencias en cuanto al estilo y los medios para difundir los ideales
sinarquistas, y a medida de que el tiempo avanzaba y mientras algunos frentes de
lucha se ampliaban y otros se restringían, las divergencias se acentuaban.

Los primeros años enmarcados en un espíritu de rebeldía, esos días de


discursos alegóricos en donde se exaltaban las virtudes cristianas, y se llevaban a
cabo las marchas ordenadas, calificadas de “fascistas” por sus detractores dieron
paso a un cambio que dividió a la organización.

Cuando Salvador Abascal fue relevado de la jefatura sinarquista a finales


de 1941 por Manuel Torres Bueno, los diferentes estilos en la dirección y el rumbo
que debía de tener el Sinarquismo originaron una crisis interna que sin lugar a
duda debilitó a la organización e hizo evidente la necesidad de redefinir el rumbo.
7
El término “la Batalla del espíritu” ha sido utilizado por Salvador Abascal, entre otros, para ejemplificar la
esencia del espíritu de lucha. Pablo Serrano Álvarez retoma el término y lo ejemplifica magistralmente en su
texto: La Batalla del espíritu. El movimiento sinarquista en el Bajío (1932- 1951). CONACULTA, México 1992.
Causas internas y externas afectaron en el desarrollo que ésta organización había
tenido y el número de militantes comenzó a decrecer. Ya durante el periodo de
Manuel Ávila Camacho se planteaban nuevos frentes de lucha mientras que otros
más desaparecían. En 1944 Abascal sale del movimiento y se hace evidente una
crisis interna, pues un grupo busca arreglos con el gobierno, otros sienten
simpatía por el partido Acción Nacional y finalmente otros desean continuar como
grupo de presión.

Esto hizo evidente las dos tendencias antagónicas: el Sinarquismo como


organización de lucha social o como partido político. Este ideal se cristalizó el 23
de Marzo de 1946 al fundarse el partido político Fuerza Popular.

A pesar de haber contendido de manera regional en las elecciones de 1949,


al poco tiempo le fue cancelado el registro tras un incidente considerado grave por
el secretario de gobernación Adolfo Ruiz Cortines.

Al iniciar la década de los 50, el Sinarquismo estaba en franca decadencia y


a pesar de otros intentos por contender electoralmente y retomar la importancia
que tuvo en otros años esto no fue posible hasta que el 23 de Mayo de 1971 se
crea el Partido Demócrata Mexicano, mismo que en Agosto de 1979 obtiene su
registro definitivo. Sin embargo no todos los sinarquistas participan en la formación
del PDM y muchos de los miembros del PDM no militan en el Sinarquismo.

Tiempo después comenzaría a decaer su influencia al disminuir el número


de militantes y a pesar de que la UNS aún subsiste hasta nuestros días su impacto
en la sociedad no ha alcanzado el que tuvo a finales de los años 30 y durante la
década de 1940.

Actualmente el Sinarquismo subsiste como una organización que “se


encamina más a la actividad social, sin desvincularse del Sinarquismo tradicional,
que conocemos como histórico, y del sinarquismo político. […] Las actividades
actuales tienen que ver con la educación y con la conformación de ciudadanos
libres y comprometidos […] nuestra meta es la promoción de la economía
comunitaria y el trabajo cooperativo como alternativa a la equidad e injusticia del
actual sistema económico.
Aspiramos al amor y a la fraternidad entre las personas en lugar de la
competencia y el egoísmo”8.

2ª Parte: LA MUJER SINARQUISTA

El Sinarquismo fue un movimiento cuyos miembros, mexicanos profundamente


católicos, engrosaron sus filas al poco tiempo de haber sido creado. Esto
obedeció, entre otras cosas, a una efectiva campaña proselitista cuyo uso del
lenguaje, al alcance de la mayoría de la población, pudo llegar hasta el corazón y
la mente de sus afiliados convocando a que día con día más personas que
compartían los mismos intereses y preocupaciones se unieran.

Entre quienes se sumaron a las filas del sinarquismo estuvo un gran


número de mujeres presentes en el movimiento desde sus inicios. La participación
femenina estaba contemplada desde diversos puntos, principalmente desde el de
la organización de las reuniones, la compra de víveres para los recorridos
sinarquistas y desde luego la propagación de los ideales por diferentes frentes y
acciones de la UNS. En ellos la educación jugó un papel determinante. La mujer
fue motivada a educarse y a educar a sus hijos y de paso a la acción educativa en
sus comunidades.

Para Pablo Serrano Álvarez “La mujer representó un blanco fácil del
reclutamiento sinarquista. […] Agente de propagación, recluta incansable,
organizadora social, la mujer era vista como un factor principal de la militancia y
acción del movimiento. Dando auxilio en los mítines y en los desfiles, organizando
eventos, auxiliando en las labores de la UNS, etcétera, la mujer encontró un

8
Referencia tomada del Guión de capacitación Sinarquista, para su estudio en el Comité Municipal y
Regional. Publicada por el Comité Nacional UNS, México 2001.
amplio campo de actividad en el sinarquismo y se constituyó en elemento
importante de la militancia”9.

Para Ofelia Ramírez, una de las más destacadas dirigentes de la Secretaría de


Acción Femenina y que estuvo a cargo de ésta por más de una década “Ante todo era
la asistencia, y animar al esposo o a los hijos y a todos a que aunque hubiera
peligro no los desanimaran, esa era la principal meta de la mujer, no desanimar
al hombre a la lucha aunque hubiera peligro, sino sabiendo lo noble de la causa, el
ideal que se perseguía que era el bien de la patria”10.

La atención que para los dirigentes de la UNS mereció la mujer lo vemos en


“Las Normas de Conducta para la Mujer Sinarquista” documento que apareció en
los primeros años de su fundación. En éste se fijan 10 normas:

1.- Sobre el cariño al padre, al esposo, al hijo y al hermano, pon el amor a México.
Encima de la Patria solo hay un amor superior: Dios.

2.- No son para ti los puestos de combate; pero a ti te toca empujar y decidir al
hombre a la lucha, aunque veas en ella peligro.

3.- Que el hombre que tú escojas sea el mejor. Se su cabal complemento,


ayudándolo en la dura tarea por México.

4.- Tú, que puedes hacerlo, cultiva en el corazón del hombre y del niño un grande
amor a la Patria.

5.- No traiciones tu hermoso destino de mujer dándote a tareas varoniles.

6.- Toma en cuenta que Sinarquismo es hermandad. Lleva a todos los que sufren
y estén necesitados de ayuda, el auxilio que tu puedas prestarles.

9
Pablo Serrano Álvarez. La Batalla del Espíritu. El Movimiento Sinarquista en el Bajío (1932- 1951).
CONACULTA, México, 1992. Tomo 1. P. 237.
10
Universidad de Guanajuato, Laboratorio de Historia Oral. Entrevista realizada el 2 de Agosto de 1997 en
Celaya, Guanajuato a Ofelia Ramírez Sánchez. Realizada por Armando Sandoval Pierres y Ada Marina Lara
Meza.
7.- Entrégate abnegadamente a una tarea.

8.- Acepta con alegría los trabajos que te impongan y ejecútalos con gusto y buen
ánimo.

9.- No descanses hasta que todos los tuyos participen en la acción sinarquista; no
protejas cobardías ni consientas perezas.

10.- Ruega a Dios por los que luchamos y piensa en una Patria nueva y libre.

Otra fuente para conocer la participación femenina en la UNS además de


éste decálogo es el esquema organizativo. Éste incluía como órgano rector el
Comité Nacional, inmediatamente a éste se encontraba el Comité Regional y
posteriormente el Municipal. Cada uno integrados en: Jefe, Secretario de
Acuerdos, Secretario de Finanzas, Secretario de Propaganda, Secretario de
Organización y Estadística, Secretario de Acción Juvenil y Secretaria de Acción
Femenina.

Las atribuciones de ésta última son resumidas así: “A) Concurrir


semanariamente a las juntas privadas del Comité Municipal para rendir informe de
sus actividades, B) Colaborar personalmente, y con su grupo al cumplimiento de
las órdenes que se reciban de los comités superiores. C) Exponer sus puntos de
vista acerca de la mejor forma de organizar las actividades de los grupos
femeninos que dirige, teniendo en cuenta que es ella quien mejor conoce la
disposición y capacidad de las personas de su sexo. D) Dentro de la Sección
Femenina, tendrá todas las obligaciones que se señalan para el jefe del Comité,
debiendo estar auxiliada por igual número de secretarías que el jefe municipal, las
cuales tienen iguales obligaciones que las que se indicaron para cada miembro del
Comité masculino. Además, la organización femenina tendrá también sus jefas de
zona, de sector y de manzana, nombradas en la forma ya indicada11.

11
Circular Número 20, Comité Nacional Unión Nacional Sinarquista. Secretaría de Organización. México,
D.F., septiembre 25 de 1940. Archivo del Comité Regional UNS, ACRUNS, León, Guanajuato.
En otro documento podemos conocer la ordenada y planeada conformación
de la UNS. En éste se menciona que “para fines de proselitismo, manejo y control
eficaces de los militantes de la UNS, los centros de población cuentan con una
división territorial cuya fracción mínima es el Sector, centro de actividades
ordinarias como formación y organización, ejercicios de disciplina y de
movilización, transmisión de órdenes, distribución de publicaciones y propaganda
escrita, recolección de cuotas y celebración de juntas ordinarias entre otras
actividades”12.

El documento aborda además el papel de cada una de las secretarías como


la de Organización, de Acuerdos, de Finanzas, la de Juventudes cuya misión es
“la de conquistar a la juventud de México y organizarla dentro de las filas del
Movimiento Nacional, para impartirle una formación cristiana y patriótica,
preparando así a los jóvenes para ser los mejores soldados de Cristo, de México y
del Sinarquismo”. La de Propaganda, Economía, Colonización, Educación, que
atendía a “la formación intelectual y moral de los sinarquistas, a robustecer el
carácter de los mismos, a combatir el analfabetismo e impulsar la cultura en todas
sus manifestaciones”. Además de éstas secretarías se encontraba la Secretaría
de Acción Femenina“. Ofelia Ramírez, describe la manera en la que surgió:

“en principio no se le había concedido a la mujer una actividad más concreta por el
riesgo físico que había de peligro, entonces [estaba dedicada] únicamente a hacer
banderas, a ayudar socialmente, a atender a los presos, donde no hubiera riesgo
para ella, pero la mujer sintiéndose responsable del momento de México, quería
ayudar pero ayudar más positivamente, más en acción... hubo mujeres muy
decididas a ayudar al Sinarquismo en una forma mucho más activa aún con
riesgos. El Comité Nacional yo creo que vio esto, yo creo que no fue decisión
únicamente del Jefe Nacional en turno sino que fue del Comité Nacional. Había

12
ACRUNSL. Conclusiones estudiadas y aprobadas en la Quinta Junta Nacional de Jefes Sinarquistas.
Campamento de los Volcanes, Estado de México, Dic de 1943.
necesidad de encausar en una actividad concreta a dos sectores: al juvenil y a la
sección femenina […]13.
Con su creación se reconoció de manera oficial la destacada participación
de la mujer desde los inicios de esta organización pues “ya en los testimonios
gráficos de 1938, es decir, un año después de la fundación de la UNS,
observamos una participación abierta de la mujer en el movimiento sinarquista.
Desde un principio, la mujer destacó como oradora, sobre todo en las ciudades,
animando e invitando al movimiento. [En la educación] el papel de la mujer
sinarquista fue fundamental […] fue el vínculo elegido [por los miembros de la
UNS] para transmitir tanto la educación cívica como la formación religiosa [a los
niños]. […] la mujer siempre estaba al frente de las manifestaciones públicas, o en
las actividades de honores a la bandera.”14.

Otro de los elementos que nos permiten conocer el funcionamiento de la


UNS y de la participación femenina en éste son los desfiles. “[...] los sinarquistas
locales [de León, Guanajuato] los organizaban en tres grandes columnas que
simultáneamente marchaban en la plaza central desde puntos separados de la
ciudad. [...] las procesiones reflejaban la sociedad idealizada sinarquista. Dividían
a los hombres de las mujeres en columnas distintas durante las marchas. Las
columnas de los hombres siempre eran las primeras [...] el orden social cristiano
era representado. Los grupos campesinos marchaban detrás de los grupos de
obreros15.

Además los contingentes marchaban en direcciones previamente


establecidas partiendo de diferentes lugares hasta unirse con las demás

13
Universidad de Guanajuato, Laboratorio de Historia Oral. Entrevista realizada el 27 de septiembre de 1996
en Celaya, Guanajuato a Ofelia Ramírez Sánchez. Realizada por Armando Sandoval Pierres y Ada Marina Lara
Meza.
14
Pérez Rosales Laura. Las mujeres sinarquistas: nuevas adelitas en la vida política mexicana (1945-1948).
En: Aguilar V. Rubén y Guillermo Zermeño P. (compiladores). Religión, Política y Sociedad. Universidad
Iberoamericana. México, 1992. p. p 175-177.
15
Newcomer Daniel. Reconciling Modernity Urban State Formation in 1940’s León Mexico. University of
Nebraska Press. 2001. p. p. 138 y 140.
columnas, entre las que había también una de mujeres. Eran un despliegue de
orden y unión, posibles solo en una organización cuyos miembros estaban
plenamente convencidos de su pertenencia y de su disciplina. Las marchas y
mítines debían de ejemplificar la disciplina, el buen comportamiento la unión y el
orden de los sinarquistas y se pretendía destacar la diferencia entre los desfiles
sinarquistas y los de otras organizaciones simpatizantes del gobierno pues en
éstas últimas los participantes fumaban, comían, no marchaban ordenadamente
de manera militarizada y dejaban las calles llenas de basura.

Irónicamente, esta manera de conducirse, es decir el orden en los desfiles y


mítines sinarquistas así como su organización interna, constituyó uno de los
mayores elementos utilizados por sus detractores para caracterizar al movimiento
sinarquista como un movimiento fascista.

Salvador Abascal (1919-2000), uno de los jefes sinarquistas más polémicos


y cuya jefatura transcurrió entre los años 1940 a 1941años de gran militancia,
consiente de la participación femenina la incluyó de una peculiar manera en sus
Instrucciones para movilizaciones: “XXIII: Las mujeres no deben formar parte de la
columna, ni gritar, ni alaraquear. Que se porten también como soldados. Ni flores,
ni serpentinas. . […] La misión de nuestras sinarquistas: repartición de propaganda
y auxilio a los heridos. Bien distribuidas pueden ir de una en una, a uno y otro
lado”. […] XXVII “Pocos discursos: tres o cuatro nada más. […] Que no hablen las
mujeres en esas ocasiones que deben ser modelo de severidad”16.

Así pues se dio la participación femenina en diferentes rubros, en un


principio como apoyo a las labores encomendadas por la dirigencia nacional y
posteriormente en labores específicas como la Secretaría de Acción Femenina en
los rubros de educación, de propaganda de apoyo médico y de organización en
los desfiles y reuniones, y también como abanderadas en las marchas
sinarquistas.

16
México, D.F Agosto 14, 1940. Salvador Abascal, jefe del movimiento: “Instrucciones para movilizaciones”.
ACRUNS. León, Guanajuato.
Y es precisamente en su participación como abanderadas que encontramos
uno de los ejemplos más destacados sobre el papel de la mujer y que ocupa un
lugar muy especial en la historia de la UNS: el caso épico-trágico de Teresita
Bustos asesinada a la edad de 18 años, junto con otras personas, en la ciudad de
Celaya el 11 de julio de 1939.

Su asesinato y el de cuatro personas más que fallecieron junto con ella se


debió a su participación en un cortejo fúnebre realizado por miembros de la UNS
que llevaban al cementerio de esa ciudad los cuerpos de 6 campesinos
sinarquistas asesinados por un grupo armado que se hacía llamar las “Reservas
Agraristas” un día antes en el ejido de Juan Martín, perteneciente al municipio de
Celaya, Guanajuato.

Antes de llegar a su destino, el panteón de la ciudad, la marcha fue


interceptada por representantes del gobierno de Celaya quienes pretendían
detener el cortejo fúnebre y que se entregaran los cuerpos así como las banderas
y estandartes utilizados por los participantes. Al frente de este cortejo, del que no
se tienen cifras exactas, se encontraba Teresa Bustos Reyes quien portaba la
bandera de México, que ella misma como trabajadora de la fábrica de ropa de
mezclilla “El Carmen” había confeccionado.

Ante la negativa de Teresa de entregar la bandera, lo que habían ordenado


las autoridades del gobierno, fue muerta con un disparo al cuello por Francisco
Ruiz Alfaro, jefe de la oficina Federal de Hacienda en Celaya. Su muerte y la de
cuatro sinarquistas junto con más de diez mujeres y hombres heridos fue tomada
por los miembros de la UNS como un ejemplo de sacrificio, entrega y gran valentía
a la causa sinarquista. Desde entonces se le apoda “la mujer bandera” y su
muerte constituye uno de los referentes de sacrificio y heroísmo más importantes
para la UNS17.

17
Las referencias para relatar este hecho fueron tomadas del documento “Denuncia de Hechos” que me fue
proporcionado por la hermana y los sobrinos de Teresa Bustos en una reunión sinarquista. Pretenden con
ello dar la conocer la verdad histórica de su sacrificio. Dicha denuncia fue presentada el 18 de Agosto del
2004 ante el Doctor Ignacio Carrillo Prieto, fiscal especial para la atención de hechos probablemente
Ante la importancia de los hechos, el sacrificio de Teresita permanece
ligado a la destacada participación femenina en el sinarquismo, lo cual se relata en
diversas composiciones musicales. Una de éstas que lleva su nombre y recrea los
sangrientos hechos:

“Teresita Bustos, valiente mujer que cayó, que vertió su sangre por salvar a su Pabellón;
cobarde asesino, que su vida le arrebató, “¡Dispara cobarde!” valiente gritó. […]
Luchemos unidos, sin más armas que el corazón ella dio el ejemplo luchando con todo
valor; para que los símbolos brillen en nuestra Nación: son la Cruz de Cristo y nuestro
Pendón. De nuestra gran Teresita Sinarquismo fue su amor […]18

En “Blanquearon mi cabeza” se incluye una estrofa que refiere su sacrificio:

“Y Teresita Bustos con trece ametrallados, mostró a los desalmados su valor de mujer.
Envuelta en su Bandera le dijo a Ruiz Alfaro: ¡Traidor! ¡Suelta el disparo! ¡Cobarde
lucifer! Y el asesino infame, colérico y vampiro, soltó de su arma un tiro ¡su cuello
destrozó! Y desde aquel momento, tan trágico en Celaya, su pueblo no desmaya, Teresa
lo animó19.

El corrido sinarquista titulado “Defendamos la Bandera” da cuenta también de la


participación femenina como abanderadas en las marchas:

Las mujeres sinarquistas no dejemos de luchar, defendamos la Bandera, no hay


que dejarla ultrajar. De nuestra leal Teresita el ejemplo hay que imitar. Mejor
prefirió la muerte que dejársela quitar […] Defendamos la Bandera que llevamos
en las manos, la que tanto han ultrajado estos infames tiranos. Como mujer
sinarquista estoy dispuesta a luchar, bien firme estaré en mi puesto hasta morir o
triunfar […] Con orgullo llevaremos nuestra gloriosa Bandera y daremos nuestra
sangre cuando Dios así lo quiera. Las mujeres sinarquistas no dejemos de
luchar… de nuestros Héroes queridos el ejemplo hay que imitar.

Al igual que del sacrificio femenino la música sinarquista también ha dado cuenta
de la labor femenina. Dentro de estas composiciones destaca “Las Mujeres
Sinarquistas”:

Las mujeres sinarquistas demuestran ya su valor, por los que duermen la siesta
ellas luchan con ardor. Dicen que sólo los hombres por México han de luchar. Y

constitutivos de delitos federales cometidos directa o indirectamente por servidores públicos contra
personas vinculadas con movimientos sociales o políticos del pasado.
18
“UNS: el sinarquista canta”. p. 36.
19
“UNS: el sinarquista canta”. p. p 40 a 43
que estorban las mujeres porque ni saben pensar. Yo me quedo de una pieza,
pues lo dicen sin razón; si el hombre da la cabeza, la mujer da el corazón. […]
Soy mexicana y por eso de cobardías nunca supe y todos los días te rezo ¡Madre
mía de Guadalupe! […]20.
En “Sangre Mártir” se enseña que a los mártires sinarquistas les espera un buen
fin pues:

“Volando se fueron las almas al Cielo de los que cayeron con gloria y honor, con
sangre bendita regaron el suelo, con sangre escribieron su fe y su valor”.
“Defendamos la Bandera” convoca a las mujeres a la valentía y el sacrificio por la
causa:

“Las mujeres sinarquistas no dejemos de luchar… de nuestros Héroes queridos el


ejemplo hay que imitar”.

Otro de los símbolos de gran importancia en el Sinarquismo es la devoción


a la virgen de Guadalupe. El gran significado que ésta ha tenido para los grupos
católicos ha sido constante a lo largo de la Historia de México y el sinarquismo no
iba a ser extraño a su devoción. La guadalupana se menciona como la gran
salvadora y a quien se encomiendan las plegarias y aunque Jesucristo forma
también parte, las referencias a la virgen son más numerosas. En las canciones
sinarquistas encontramos constantes referencias a ella, como por ejemplo:

“Blanquearon mi cabeza”: “¡Y tú, Doncella hermosa, la de virtudes llena, la


Celestial Morena que está en el Tepeyac! Benigna oye mi ruego: dispón que el
Sinarquismo destierre al comunismo del suelo de Anáhuac”.

“Amor es lo que quiero”: “Adiós, mi Virgencita, me voy a mi pueblito; adiós mi


Madrecita, te dejo mi canción. No dejes de alentarme desde tu santo Reino, no
dejes de mirarme, dame tu bendición”.

“Mi Guadalupana”: “Y mi Virgencita, y mi Virgencita, mi Guadalupana, oirá nuestro


ruego salvando las patrias las patrias hermanas”

20
“UNS: el sinarquista canta”. p. 78.
“Lucha de Titanes”: “Morena… Tus hijos… llevarán al triunfo la bandera hermosa
de nuestra Nación. El alma del pueblo mexicano lo tenemos en el Tepeyac, desde
ahí con su bendita mano a nuestra Patria bendecirá”.

Enfrentándose a la Represión…

Las acciones emprendidas por los miembros de la UNS estuvieron en los años de
más militancia, llenas de peligros debido a una campaña de represión constante
emprendida por el gobierno. Las mujeres desde luego no escapaban a ello y
enfrentaron serios problemas con las autoridades. Narrado ya el acontecimiento
que privó de la vida a la llamada “Mujer Bandera” Teresita Bustos tenemos
también como ejemplo de la represión enfrentada el testimonio de Maura Vaca,
presidenta del comité femenino de Abasolo a mediados de los años cuarenta que
escribe al Jefe Regional del Guanajuato, José Valades:

“Con fecha 8 de marzo isimos [sic] una junta con 9 compañeras […] di aviso al casique
del lugar y me dijo que no podía dar permiso porque estávamos en cuaresma total que llo
[sic] le dije que si mis compañeras me obligaban a seguir asiendo nuestras juntas tenia
que aserlas y el me dijo que también el se iva a ver obligado a meternos en la cárcel di
media vuelta riéndome y le dije adiós. […] Además nuestra junta la isimos en campo llano
fuera de la población porque el dueño de la avitación no quiso porque disque somos
enemigos del govierno y posible mente un dia voy a perder mi trabajo porque mis amos
son comunistas pero no importa estoy para sufrir lo que Dios quiera y no lo que a ellos se
les antoje. Viva Mexico”21.

En otro documento el Jefe del Comité Nacional de la UNS Manuel Zermeño


y Pérez da instrucciones a la “compañera” a la señorita Tomasa Garza,
presidenta del Comité Sinarquista Femenino en Matamoros, Tamaulipas: “El
Comité Nacional agradece a usted así como al grupo que representa, el donativo
de $10.00 pesos enviado en su última carta. Vemos que ya están adelantadas y
21
ACRUNS. León, Guanajuato.
en la mejor disposición para ayudarnos. Muchas gracias. Pronto recibirán ustedes
una comunicación en la que enumeraremos las atribuciones y trabajos que
pueden confiarse a los núcleos femeninos. Cuanto más plenamente entremos en
la lucha, más se irán necesitando los trabajos de la mujer. Sírvase usted ir
fomentando entre quienes formen su grupo el espíritu de sacrificio para que se
entreguen de lleno a trabajar”22.

El brazo femenino de la UNS

Vemos entonces la disposición de las mujeres a colaborar activamente y así lo


demuestran los múltiples acuses de recibo encontrados en el Archivo del Comité
Regional de la Unión Nacional Sinarquista –ACRUNS- en León. En dichos acuses
las mujeres a cargo de los diferentes comités femeninos informan recibir revistas,
folletos y periódicos del “El Sinarquista” para su distribución entre los hombres y
mujeres de sus comunidades.

María de Jesús Muñoz R a cargo de la Secretaría de Acción Femenina del


Estado de Aguascalientes en 1940 informaba a Manuel Torres Bueno con motivo
del inicio del año que: “La Sección Femenina del Estado de Aguascalientes […] se
honra en felicitar a los Jefes y soldados sinarquistas en el tercer aniversario de nuestro
glorioso movimiento. Tres años de lucha tenaz, vigorosa, fecundizada con la sangre de
nuestros mártires, y los sacrificios de todos nuestros hermanos de lucha nos han dado el
triunfo que ahora contemplamos. Llega el cuarto año y ésta será más cruda, más enérgica
plena de fe sinarquista con apasionamiento por vencer. Ánimo pues, que la tarea que
habéis emprendido no cese […] la sección femenina envía mensajes de aliento y nuestro
fraternal cariño exhortándolos a mantener siempre vivo el acrisolado amor a la Patria
hasta llegar a contemplar en triunfo definitivo de nuestra causa”23.

22
ACRUNS. León, Guanajuato. Mayo 24 de 1939. Documento elaborado por Manuel Zermeño y Pérez.
23
ACRUNS. León, Guanajuato. Mayo 22 de 1940. María de Jesús Muñoz R. Secretaria de Acción Femenina,
Ags.
Vemos entonces el papel activo que la mujer ha tenido a lo largo de la
Historia del sinarquismo y cuando los frentes de lucha se abrieron a medida de
que crecía el movimiento y se discutían más cosas se concretaron más la labores.

Cuando se comenzó a discutir el derecho al voto femenino, las sinarquistas


ingresaron al debate convirtiéndose su participación en uno de los momentos más
significativos. En la revista “Mujer”, publicada por la UNS se menciona en uno de
sus artículos “cuando la mujer deposite en las urnas electorales su voto, que será
la expresión de sus íntimos anhelos, lo estará haciendo por la paz de México. Su
voto es de incalculable valor para bien de México. Ella ha formado corazones. Ella
ha forjado voluntades. Ella ha enseñado a sus hijos a ser hombres. Su voto
cobijará de amor a la República Mexicana”24.

Dicha revista “Mujer”, cuyo primer ejemplar apareció el 15 de Febrero del


1947, es una fuente de gran importancia para abordar el papel de la mujer en la
UNS. Su directora fue Ofelia Ramírez Jefa de la Sección Femenina, Teresa
Cepeda estaba a cargo de la redacción, y Olga Vázquez fungía como
administradora todas ellas destacadas sinarquistas con una larga trayectoria de
militancia en la organización. En ella se incluían informaciones de juntas
sinarquistas, poesías católicas, biografías de mujeres ilustres tanto sinarquistas
como de la historia, por ejemplo de Juana de Arco y Sor Juana Inés de la Cruz,
secciones sobre los ocios de la mujer en donde se daban recetas de cocina, de
bordado, de corte y confección y hasta decoración. Se incluían artículos de
formación cívica, de sociales con fotos de juntas sinarquistas, secciones para
mujeres obreras y campesinas, clases de higiene y hasta consejos para resolver
“cristianamente” conflictos de parejas y familiares.

Esta revista surgió en momentos en los que la participación sinarquista


comenzaba a decaer y cuando se discutía el derecho al voto femenino, surgió con
la idea de educar y preparar a la mujer en sus labores como pues: “Es la mujer, la
reina de hogar, la que tiene una responsabilidad gloriosa para la felicidad de los

24
Felipe Navarro. El voto de la mujer. En la revista: Mujer. Publicada por la UNS, 15 de abril de 1947. p. 13.
municipios, y de los Estados, porque ella es la constructora de la familia, la
forjadora de la unidad, de la armonía, del orden y la paz.”25

Sin embargo cabe destacar que la posición de la mujer no era de ninguna


manera pasiva pues como lo refiere líneas adelante la nota editorial de esta revista
“Cuando el orden está subvertido, cuando hay peligros amenazadores para la
tranquilidad de un Estado, de un Municipio o de una Familia, la mujer tiene
también responsabilidad qué cumplir. Ese deber no es solamente frente a la
familia, también lo es frente al Estado, porque todo ello gira en torno del hogar.
Por eso la mujer siempre debe de estar vigilante para defender su reino, porque
defendiéndolo, habrá ganado para México, la paz y la felicidad”.

El debate entre que si la mujer debía o no quedarse en casa como simple


observadora es abordado en el segundo ejemplar que refiere: “La mujer es para el
hogar. Es como decir que a Ella se le ha dado la llave de la cultura. Porque el
hogar ya no es entonces la celda aprisionante, las cuatro paredes, […] Por tanto,
todo cuanto atañe al hogar corresponde a la mujer. Todo cuanto interesa a la
tierra. Los gobernantes, las leyes, la política, ¿por qué han de ser patrimonio
exclusivo del hombre, cuando la mujer es madre, y es esposa y es hija del
hombre? Si ella es la dueña, la maestra y la vigilante rectora del hogar ¿Cómo se
la separará de la vida pública que no es otra cosa que la ampliación de la vida
privada?

La mujer no debe ni quiere usurpar las actividades varoniles. En cada


trabajo, en cada zona de la vida social y cultural hay actividades propias de cada
sexo. No es para la mujer la actividad que la hace perder su delicadeza o exponer
su feminidad. Por lo tanto en la vida política como en la vida social existen
trabajos, actividades, empresas que el hombre ha monopolizado hasta hoy y que
realmente corresponden a la mujer. La mujer debe ir definiendo sus propios
caminos, reclamando –sin la exageración de las que pierden su feminidad en el
feminismo- sus propias actividades, actuando con sentido cristiano y patriótico,
hasta imponer, donde el hombre ha errado, la rectificación y la verdad. Porque la
25
Revista MUJER. Número 1. Tomo 1. México D.F. 15 de Febrero de 1947.
mujer tiene mayor instinto para el Bien. Su destino de madre prepara su corazón
para adivinar con más seguridad lo conveniente y bueno para la sociedad”.

A lo largo de los más de 10 ejemplares consultados encontramos esta


constante invitación a la lucha y a cumplir con el deber por medio del trabajo en el
hogar y también en la sociedad de manera activa.

Conclusiones

Desde la fundación de la Unión Nacional Sinarquista la mujer ocupó un lugar


primordial en ésta. Su participación nunca estuvo a discusión y al contrario todos
los esfuerzos para aglutinar a los miembros se hicieron tomando en cuenta
también a la mujer, para reclutarla y para que ésta propagara los ideales
sinarquistas. Todos los dirigentes nacionales de la UNS incluyeron en sus planes
de trabajo a la Secretaría de Acción Femenina. Dicha sección contaba con
representaciones a todos los niveles, desde el nacional, pasando por el regional,
estatal y municipal.

Dentro de su esfera de influencia, la mujer sinarquista era vista como parte


fundamental y pilar pues, al ser “reina del hogar”, identificado por los sinarquistas
como la base de la sociedad, correspondía a ella la formación de los buenos
mexicanos.

Es digno de notarse que la mayoría de las responsables de las secretarías


femeninas eran solteras, firmando los documentos con el apelativo “señorita”.
Queda para un posterior análisis el papel que el matrimonio representaba en la
vida personal de estas dirigentes y si pudo haber sido un obstáculo para que se
desarrollaran dentro de la organización.

La mujer sinarquista constituyó sin duda alguna uno de los “brazos firmes”
de la UNS. Nunca se le vio con una función pasiva, sino al contrario, activa y
encargada de labores peligrosas como llevar y repartir propaganda, hecho que
dado a la gran represión que se vivía por parte del gobierno y sus agentes, era
motivo suficiente para ser encarceladas. En este sentido, la mujer sinarquista
pudiera emularse con las cristeras que traficaban armas y explosivos para
hacerlos llegar a los guerrilleros.

Con todas estas características podemos decir que las mujeres sinarquistas
merecen cabalmente el título de “mujeres de armas tomar”.

Fuentes bibliográficas

ABASCAL, S. (1980). Mis recuerdos: Sinarquismo y Colonia María Auxiliadora


(1935-1944). Editorial Tradición, México.

CAMPBELL G., H. (1976). La derecha radical en México 1929- 1949. Colección


Sep- setentas. México. Página 114. La UNS era capaz de movilizar de manera
organizada y disciplinada, aproximadamente al 5% de los mexicanos.

Serrano Álvarez, P. (1992). La Batalla del espíritu. El movimiento sinarquista en el


Bajío (1932- 1951). CONACULTA, México, Tomo 1 y 2.

Pérez Rosales, L. (1992). Las mujeres sinarquistas: nuevas adelitas en la vida


política mexicana (1945-1948). En: Aguilar V. Rubén y Guillermo Zermeño P.
(compiladores). Religión, Política y Sociedad. Universidad Iberoamericana.
México, p.p. 175-177.

Newcomer, D. (2001). Reconciling Modernity Urban State Formation in 1940’s


León Mexico. University of Nebraska Press.

Meyer, J. (1977). Le Sinarquisme: un fascisme mexicain? 1937-1947. París,


Editoriel Hachette.

Hemerográficas

Guión de capacitación Sinarquista, para su estudio en el Comité Municipal y


Regional. Publicada por el Comité Nacional UNS, México 2001.
“Denuncia de Hechos” documento que constituye la demanda por escrito del
asesinato de Teresa Bustos. 18 de Agosto del 2004.

Cancionero “UNS: el sinarquista canta”. Publicado por la misma organización.

Revista “Mujer”. Publicada por la UNS, ejemplares consultados del 1 al 11.


Febrero a Abril 1947.

Orales

Universidad de Guanajuato, Laboratorio de Historia Oral. Entrevista realizada el 2


de Agosto de 1997 en Celaya, Guanajuato a Ofelia Ramírez Sánchez. Realizada
por Armando Sandoval Pierres y Ada Marina Lara Meza.

Archivos
Archivo del Comité Regional de la Unión Nacional Sinarquista –ACRUNS. León,
Guanajuato.

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