EL RAPTO DE LA IGLESIA

1 TESALONICENSE 4:15-17
15
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta
la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

INTRODUCCION:
La palabra del Nuevo Testamento más utilizada para señalar la segunda venida de Cristo es Parusía.
La Parusía se refiere a la "aparición", la "manifestación", o la "venida" de Jesús en gloria al cumplirse el
tiempo. Se refiere a la expectativa de la iglesia sobre la segunda venida o el segundo advenimiento de Cristo.
La Biblia nos enseña que la venida de Jesús será personal y visible. Aunque su venida será con poder,
incluirá más que una visitación de su poder. Incluirá su propia persona.
Su venida no será ni secreta ni invisible. Su aparición será acompañada de nubes de gloria así como
su partida en la ascensión. Habrá un despliegue celestial de aclamación, acompañado por la voz de un
arcángel.
El regreso de Cristo es "la esperanza
bienaventurada" y la inspiración de su iglesia. La Biblia
nos exhorta a estar preparados (Lucas 12:31-48), en espera
(Lucas 12:36), listos (Mateo 24:44), a ser fieles (Lucas
12:42-44), a tener paciencia (Santiago 5:7-8), a mantener
la confianza (1 Juan 2:28), a estar en paz (Romanos 14:10-
13), firmes y constantes creciendo en la obra del Señor (1
Corintios 15:57-58).
El que está preparado para encontrarse con su
Señor no se conforma con sólo esperarlo, sino que les
anuncia a otros su venida y les ayuda a prepararse
también: "Vosotros, pues, también, estad preparados,
porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre
vendrá" (Lucas 12:40).
El creyente, en este mundo atribulado, se regocija y
da gracias, porque está listo como "el ave que canta
aunque la rama cruja, porque sabe lo que son sus alas".

1. LA SEGUNDA VENIDA ES LA LLAVE QUE ABRE LA BIBLIA A NUESTRO

ENTENDIMIENTO.
Cristo mismo la anunció (Mateo 24:6-27; 25:31, 32; Juan 14:2-3; 21:22). Los apóstoles también lo
hicieron (Apocalipsis 1:7; 1 Juan 2:28; Judas 14-15; Santiago 5:7; 2 Pedro 1:16; Hebreos 9:28; Filipenses
3:20-21; Tito 2:13; 1 Corintios 11:26). Pablo la menciona 50 veces.
Los mensajeros del cielo anunciaron este gran evento (Hechos 1:10-11; Apocalipsis 11:3-12). Y es el
único remedio para la presente confusión del mundo.
La manera en que la palabra de Dios presenta esta verdad convence a los hijos de Dios de que la
venida de Cristo está cerca, casi a la puerta. 1

1
Heriberto Lockyer, D.D. Liverpool, Inglaterra.

“EL RAPTO DE LA IGLESIA” Pastor: Luis Chairéé z. www.iglésiamontésinai.com.mx Paé gina 1

 2. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR EL DÍA DE JESUCRISTO?
Los premilenaristas admitimos una sola Segunda Venida de Cristo, pero en dos fases:
(a) primera, cuando venga por sus santos (1 Ts. 4:17); la Iglesia será «arrebatada... para salir al
encuentro del Señor en el aire» (l Ts. 4:17). La primera fase, el arrebatamiento de la iglesia, se realizará al
fin de la dispensación de la gracia. Aquí, Cristo viene por su iglesia, para recibirla.
(b) segunda, cuando el Señor venga con sus santos (v. Ap. 19:11 ss.), visible a todos (Ap. 1:7); sus
pies se posarán sobre el Olivete (Zac. 14:4); Israel, a punto de ser totalmente destruido, se volverá a su
Mesías con oración y arrepentimiento (Zac. 12: 10-14). Aquí, Cristo viene con su iglesia y sus ejércitos
celestiales, para juzgar a las naciones y establecer su reino en la tierra. En el arrebatamiento de los santos,
éstos van a reunirse con Cristo en el aire. No podrán acompañarle en su manifestación si no están ya con él.
El sentido claro de las Escrituras demanda que el arrebatamiento se cumpla antes del período de la
tribulación. La iglesia, el cuerpo de Cristo, no pasará por la tribulación ni tiene parte en ella (Lucas
21:36; 2 Pedro 2:9).
Entre estas dos fases, habrá tenido lugar la Gran Tribulación.

Así que distinguimos: (a') El Día de

Jesucristo; (b') El Día de YHWH -o del
Señor; y (c') El Día de Dios.

El Día de Jesucristo
Esta expresión (o sus equivalentes)
aparece en 1 Co. 1:8; 3:13; 5:5; 2 Co. 1:14;
Flp. 1:6; 2:16; 2 Ti. 1:12; 4:8, y designa un
momento, más bien que un período de
tiempo: el momento en que los creyentes de
la dispensación actual (la Iglesia), tanto
judíos como gentiles serán «arrebatados... en
las nubes para salir al encuentro del Señor en
el aire» (l Ts. 4:17). Será un día de gloria y
bendición, sin mezcla de juicio propiamente
dicho ni de castigo.
Los cuerpos de los muertos en Cristo resucitarán primero. Serán llamados de entre los muertos.
Los cuerpos que queden serán los de los injustos, que no oirán el llamado de Cristo, por no conocerle.
Permanecerán hasta la segunda resurrección, que se cumplirá después del milenio, e irán al juicio del gran
trono blanco, que es el de los injustos. (Juan 5:28-29).2
La forma de su venida. Será personal, (Jn.14:3; Hch.1:10-11; 1Ts.4:16; Ap.1:7; Ap. 22:7), literal
(Hch.1:10; 1Ts.4:16-17; Ap.1:7; Zac.14:4), visible, (Heb. 9:28; Fil. 3:20; Zac.12:10) y gloriosa. Mt.16:27;
2Ts.1:7-9; Col. 3:4; Mt. 25:31).
La época de su venida. Se han hecho intentos para calcular la fecha de la venida de Cristo, y todos
los cálculos han fracasado. El Señor ha declarado que la época exacta de su venida está oculta en los
consejos de Dios. Mt. 24:36-42; Mr. 13:32-33.
¿Cuándo se efectuará dicho arrebatamiento? Todos los premilenaristas están de acuerdo en que se
llevará a cabo antes del Milenio, pero difieren en cuanto a su conexión con la Gran Tribulación:
A) Los postribulacionistas opinan que la Iglesia será arrebatada después de pasar por la Gran
Tribulación. Sus argumentos son muy variados: (a) Jesús prometió a los suyos que, en el mundo, tendrían
2
Heriberto Lockyer, D.D. Liverpool, Inglaterra.

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tribulación (Jn. 15:20; 16:33); (b) Juan vio (Ap. 7:9 ss.) una multitud innumerable de todas naciones, tribus,
pueblos y lenguas (gentiles), que habían salido «de (gr. ek, de en medio de, no apó = preservados de) la gran
tribulación». 3
B) Los mediotribulacionistas sostienen que la Iglesia será arrebatada al comienzo de los tres años y
medio de la tribulación propiamente dicha, ya que de esto es de lo que se promete a la Iglesia que será
liberada (v. Ap. 11:2; 12:6). Arguyen también que la trompeta de 1 Co. 15:52 es la misma de Ap. 11:15, la
cual suena a la mitad de la Gran Tribulación. Finalmente, opinan que la resurrección de los dos testigos (Ap.
11:11) representa el arrebatamiento de la Iglesia; por tanto, ha de ocurrir a la mitad de la Gran Tribulación.
C) Los pretribulacionistas opinamos que la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, será arrebatada de la tierra
antes de que se cumpla cualquier parte de la 70.a Semana de Daniel.
A la Iglesia se le dijo que viviese en la luz de la inminente venida del Señor a trasladarla a su
presencia (Jn. 14:2-3; Hch. 1:11; 1 Co. 15:51-52; Flp. 3:20; Col. 3:4; 1 Ts. 1:10; 1 Ti. 6:14; Stg. 5:8; 1 P. 3:3-
4). Pasajes como 1 Ts 5:6; Tito 2: 13; Ap 3:3, todos advierten al creyente que debe estar esperando al Señor
mismo, no señales que preceden a su venida

El Día de YHWH o del Señor.

Esta expresión, o sus equivalentes, es el epígrafe de un tema frecuente, tanto en el Antiguo
Testamento (v. Is. 2:12-21; 13:6-9; Jer. 30:3,7; 46:10; Ez. 30:3; Jl. 1:15; 2:1-11, 28-32; 3:14; Am. 5:18-20;
Abd. v. 15; Sof. 1:7,14 «Día de ira aquel día...»; Zac. 14:1 ss.), como en el Nuevo (l Ts. 5:1-4; 2 Ts. 2:2; 2 P.
3:10; Ap. 2:10; 6:17; 16:14).

Este «Día», que se prolongará durante el

período de tiempo que abarca la Gran
Tribulación, culminando en la batalla de
Armagedón, será un tiempo de prueba para Israel,
de castigo para las naciones, y de manifestación
pública, visible para todos, del Señor Jesucristo,
cuyos pies se posarán sobre el Monte de los
Olivos (Zac. 14:1 ss, comp. con Hch. 1:11). Su
Venida será precedida de señales, pero el momento
preciso será instantáneo y sorpresivo como el de un
ladrón en la noche (v. 1 Ts. 5:2-3). Traerá, sin
embargo, consigo la oportunidad de salvación para
los que se arrepientan (v. Jl. 2:28-32).

El Día de Dios
Esta frase sólo se halla en 2 P. 3:12, pero, si se compara con Ap.. 20:11 ss., todo el tenor del pasaje
describe el final de los tiempos y el inicio de la eternidad, empalmando retrospectivamente con Gn. 1:1,
cuando «creó Dios (hebr. Elohim) los cielos y la tierra».
En efecto, Ap. 20:11 menciona la desaparición de la tierra y el cielo, para dar paso, en 21:1, a «un
cielo nuevo y una tierra nueva», desapareciendo igualmente «el mar».
La desaparición, igualmente, de la muerte (21:4) y de la noche (21:25), es indicio seguro de que
hemos entrado en la eternidad, puesto que en el Milenio habrá muerte (Is. 65:20), mares (66:19, tanto si se
traduce por «islas», como por «costas») y estaciones del año (66:23).4
3. HAY SEÑALES PROFETIZADAS QUE SE REALIZARÁN PRECISAMENTE ANTES DE
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.

3
Muchos otros argumentos pueden verse en Ch. C. RYRIB, A Survey 01 Bible Doctrine, pp. 167 y ss.
4
Francisco la Cueva. CURSO DE FORMACIÓNTEOLÓGICA EVANGELICA. Escatología.
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 Estas encajan universal y exactamente a esta época. Una lista de estas señales se encuentra en Mateo
25 y Lucas 21.
l. Caos mundial. La actual condición de las naciones es semejante a la que existía antes del diluvio: "Como
fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre" (Lucas 17:26-30)
2. Crimen y falta de respeto a la ley. En la actualidad, la mayoría de los crímenes son cometidos por
personas relativamente jóvenes. En los postreros días vendrán tiempos peligrosos (1 Timoteo 4:1).
3. Abundan los falsos cristos. Apostasía en la iglesia, herejías perniciosas y doctrinas de demonios
(1 Timoteo 4:1)
4. Hay escarnecedores. Hombres mundanos, burladores de la Biblia y que califican de "anticuada" la
predicación de la segunda venida. .
5. Persecución y odio contra el judío y el gentil cristiano.
6. Aumento del turismo y la información científica. "Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se
aumentará" (Daniel 12:4)
7. Gran prosperidad. Acompañada de grandes deudas nacionales y desempleo.
8. Gran inquietud. Desorden social, angustia económica, temor, problemas financieros, contribuciones e
impuestos excesivos y contiendas nacionales e internacionales.
9. Guerras y esfuerzos para establecer la paz. A pesar de ello, las guerras continúan.
10. Consolidaciones y uniones de todas clases. Preparación para la dictadura del superhombre, el
anticristo.
11. Terremotos, inundaciones, pestilencia, carestía, etc. (Zacarías 14:4-8).
12. Huelgas y revoluciones.
13. Dictaduras como la del tiempo de Nabucodonosor. Federaciones como las del antiguo imperio
romano (Daniel 2:31-45).
14. El regreso de los judíos a su antigua patria, Palestina. Han estado volviendo aun sin tener fe en
Jesucristo, su Mesías.
15. Existe mayormente una "iglesia" indiferente a la venida de Cristo y en estado de apostasía. Son
pocos los que esperan la venida de su Señor (Lucas 12:40).Pero he aquí, él está cerca.
16. Señales en los cielos.
17. La verdadera iglesia de Jesucristo empieza a entender las profecías referentes a su venida. 5

4. DECLARACIÓN OFICIAL SOBRE EL RAPTO DE LA IGLESIA

Fue adoptada el 14 de agosto del 1979 por el Presbiterio General del
Concilio General de las Asambleas de Dios Incluida en la sección “La
esperanza bienaventurada” en la Declaración de Verdades Fundamentales de las
Asambleas de Dios, es la declaración siguiente:
“La resurrección de los que han muerto en Cristo y su arrebatamiento junto con los que estén
vivos a la venida del Señor es la esperanza inminente y bienaventurada de la Iglesia (1 Tesalonicenses
4:16,17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51,52).”
“EL RAPTO” (O ARREBATAMIENTO). Esta palabra no se encuentra en la Biblia, pero ha sido
usada tanto que una de las definiciones para la palabra en inglés en el Webster’s Third New International
Dictionary Unabridged, es: “Cuando Cristo levanta a su verdadera iglesia y a sus miembros a un reino más
allá de la tierra donde todos disfrutarán de felicidad celestial con su Señor”.
La palabra raptar se podría usar para traducir la palabra “arrebatados” de 1 Tesalonicenses 4:17.
Jesús dijo que su venida resultaría en situaciones donde un individuo sería llevado de un lugar mientras el
otro individuo sería dejado.

5
Teología bíblica y sistemática. Myer Pearlman.
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 Esto indica un traslado repentino de los creyentes de la tierra, mientras los no creyentes quedan
aquí para enfrentar la tribulación (Mateo 24:36-42).
Pablo describe la venida de Jesús en el aire, pero no dice nada de que sus pies tocarán la tierra,
como dice otro pasaje que acontecerá en su venida (Zacarías 14:4). Es el momento cuando se cumplirá 1
Juan 3:2, y seremos como Él.
En 2 Tesalonicenses 2:1 Pablo llama el rapto “nuestra reunión con él.” La palabra griega aquí
traducida “reunión” es la misma palabra traducida como “congregarnos” en Hebreos 10:25, refiriéndose a la
congregación de los cristianos para alabar. Es la imagen de los santos congregándose alrededor de Cristo
cuando venga por ellos.
Los creyentes y la Gran Tribulación
Aunque el pueblo de Dios quizá sufra muchas aflicciones antes de la venida del Señor, la iglesia será
raptada antes del período llamado la Gran Tribulación.
Es consecuente con los tratos de Dios con su pueblo en el Antiguo Testamento creer que la iglesia
será llevada del mundo antes de la gran tribulación.
Dios no mandó el diluvio hasta que Noé y su familia estuvieron seguros dentro del arca. No destruyó
a Sodoma hasta que Lot salió. La Biblia refiere de un rapto que es pre-tribulación. 6

5. ¿QUÉ PASARA EN EL CIELO CUANDO ESTEMOS CON CRISTO?

El lapso de siete años entre las dos fases de la segunda venida de Cristo está lleno de acontecimientos
de mucha importancia. En la tierra serán tiempos de grande tribulación, "tiempo de angustia para Jacob"
(Jeremías 30:7); y arriba en los cielos se efectuará el tribunal de Cristo (Romanos 14:10; 2 Corintios 5:10)
y las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:7).

EL TRIBUNAL DE CRISTO:
El tribunal de Cristo tiene que ver con
nuestro servicio para el Señor. No se pondrá en
cuestión si hemos sido salvos o no; esto ya es cosa
asegurada. Pero en aquella ocasión será cuestión de
recompensa y de pérdida.7
Tribunal: «Tribunal» -dice Jufio Casares- es
«Lugar en que se reúnen los jueces para administrar
justicia y pronunciar sentencias».8
El «tribunal» de que tratamos no está destinado a un juicio de «faltas», sino de recompensas.
El griego del Nuevo Testamento usa dos vocablos que significan «tribunal»: bema y kriterion.
El bema ocurre 12 veces, pero sólo dos se refieren al tribunal de Cristo: Ro. 14:10 y 2 Co. 5:10. Aun
cuando la lectura mejor atestiguada de Ro. 14:10 dice «tribunal de Dios», la diferencia no hace al caso,
puesto que, por una parte, Jesucristo es Dios y, más importante todavía, el juicio le corresponde al Hijo
(v. Jn. 5:22,27).
El vocablo kriterion ocurre tres veces, pero ninguna de ellas se refiere a un tribunal divino.
La diferencia entre ambas voces está en que, mientras kriterion -del verbo krino = juzgar, indica
meramente la instrumentalidad (algo para juzgar), bema señala la posición elevada del que juzga.
«El bema -dice T. Mc Comiskey era la plataforma desde la que se pronunciaban los discursos (Hch.
12:21), así como el lugar donde los funcionarios civiles celebraban sesión para oír algunos casos legales y
pronunciar sentencia en tales casos (Mt. 27:19; Jn. 19:13; Hch. 18:12, 16 ss.; 25:6, 10, 17).»9
6
©2005 Concilio General de las Asambleas de Dios 1445 North Booneville Avenue Springfield, Missouri 65802-1894
7
Comentario bíblico de William Mac Donald. Editorial Clie.
8
Diccionario Ideológico de la Lengua Española, III (Parte altabética). p. 835.
9
Dictionary of New Testament Theology (ed. por Colin Brown), vol. 11, p. 369.
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 De acuerdo con la clasificación del doctor J. D. Pentecost, quien estudia detalladamente este tema;
podemos distinguir, además del sentido del término, otros seis aspectos de este juicio ante el tribunal de
Cristo: el tiempo, el lugar, el Juez, los sujetos convocados, la base del examen y el resultado.10
Tiempo y lugar del futuro juicio de los cristiano.
A) El tiempo en que los creyentes de la presente dispensación han de ser examinados ante el tribunal
de Cristo está bien determinado por otros pasajes del Nuevo Testamento:
(a) Lc. 14:14 señala «la resurrección de los justos» como el tiempo de las recompensas;
(b) 1.a Co. 3:13, dentro de un claro contexto, dice que «el día» declarará la calidad de la obra de cada
creyente;
(c) este día es, según Flp. 1:6, «el día de Jesucristo» (comp. con 2 Ti. 1:12,18);
(d) la resurrección o traslación de los cristianos se llevará a cabo, según 1 Ts. 4: 13-17, en el arrebatamiento
de la Iglesia; luego es entonces cuando este juicio de recompensas ha de tener lugar.
(e) Cuando el Señor viene para dar fin a la Gran Tribulación, observamos en Ap. 19:8 que la esposa del
Cordero ya está preparada y recompensada, puesto que «las acciones justas» (gr. dikaiómata) que allí se
mencionan no se refieren, como es obvio, a la justicia imputada, sino a la justicia que fue practicada en esta
vida, de acuerdo con 2 Co. 5:10. 11
B) El lugar es, sin duda alguna, el Cielo, ya que el juicio ha de seguir al encuentro con el Señor «en
el aire» (l Ts. 4:17), cuando los creyentes estaremos ya con El para siempre.
El Juez del -bema»
Como claramente especifica en 2 Co. 5:10, el tribunal en el que es menester que seamos
manifestados (lit.), es el tribunal del Señor Jesucristo.
Los sujetos convocados
A) 2 Co. 5:1-19 deja bien claro que los sujetos convocados al tribunal de Cristo para dar cuenta de
sus actos son los creyentes de la actual época de la Iglesia. La comparación con 1.a Co. 3:12-15; 9:24-27;
Flp. 3:12-14; 2 Ti. 4:8, y aún 2 P. 1:11, no deja lugar a dudas. Sólo a ellos, y a todos ellos, pueden aplicarse
las frases que hallamos en dichos pasajes.
Recibiremos coronas.
También es eterna la corona que el Señor nos otorgará después del examen ante el bema o tribunal de
Cristo (l P. 1:3). Una corona que es distinta y es eterna (eternamente distinta) merece de nuestra parte una
profunda consideración, puesto que de la evaluación de la corona depende la motivación de nuestra
conducta.
El destino eterno del creyente es dar gloria a Dios (l Co. 6:20), y servirle (Ap. 22:3).
Nada lo explica mejor que el acto de los 24 ancianos de Ap. 4:10, cuando arrojan sus coronas a los
pies del que está sentado en el trono, al par que entonan alabanzas al Creador de todas las cosas.
Sobre esto, dice el doctor J. D. Pentecost: ...se aclara que las coronas no serán para gloria eterna
del receptor, sino del Dador.
Por cuanto las recompensas están asociadas con resplandor y brillo en muchos pasajes de la Escritura
(Dan. 12:3; Mt. 13:43; l Co. 15:40-41, 49), puede ser que la recompensa dada al creyente sea la capacidad
para manifestar la gloria de Cristo por toda la eternidad.
Cuantas clases de coronas hay:
Cinco clases de estas coronas que el Nuevo Testamento nos declara. El doctor Pentecost lo hace
así para nosotros:
En el Nuevo Testamento hay cinco aspectos en los que específicamente se menciona una
recompensa: (1) una corona incorruptible para aquellos que obtengan dominio sobre el viejo hombre (l
Co. 9:25);
(2) una corona de gozo para los ganadores de almas (l Ts. 2:19);

10
Eventos del Porvenir, pp. 169-174.
11
J. F. WALVOORD, Revelation, pp. 270-272, y J. D. PENTECOST, op. cit., p. 170.
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(3) una corona de vida para aquellos que resisten las pruebas (Stg. 1:12);
(4) una corona de justicia para los que aman su venida (2 Ti. 4:8); y
(5) una corona de gloria por la disposición de apacentar la grey de Dios (l P. 5:4)12

LAS BODAS DEL CORDERO. (Apocalipsis 19:7-10)

1. El lugar de las bodas (Apocalipsis 19:7) Se llevará a
cabo en el cielo, después del juicio de Babilonia (Apocalipsis
19:1; 21:9, 10).
2. El Esposo (Apocalipsis 19:7b) Es Cristo, llamado aquí
el Cordero, debido a que El se entregó en sacrificio por nuestros
pecados, semejante al hecho cuando]os hebreos traían corderos
(Juan 1:29; 3:28,29). Pero, en definitiva, El es el Hijo del Rey
(Mateo 22:1-14).
3. La Esposa (Apocalipsis 19:7b) La esposa, es el pueblo
de Dios. En los días del Antiguo Testamento, Israel era la esposa
(Isaías 61:10; Jeremías 2:2; Ezequiel 16:1-3,8). Cristo vino a esa
esposa como el esposo, para llamarla a las bodas (Mateo 9:15). Pero «los suyos no le recibieron», y, por
ende, las bodas no se llevaron a cabo. Ahora Israel es llamado mujer «ramera» (Ezequiel 16:35; Oseas 2:2).
De manera que ahora la esposa es la iglesia (Efesios 5:22-32). Ella se ha desposado con Cristo
(2 Corintios 11:2). Pero la iglesia, en su calidad de desposada de Cristo, debe ser limpia y santa,
cualidades que de ninguna manera se puede decir que las llenan las iglesias mundanas existentes.
4. Los llamados (Apocalipsis 19:9) Estos invitados serán los así «llamados». A esos invitados
«llamados» pertenecerán todos los salvados después del rapto de la iglesia. La misma iglesia propiamente
dicha, es decir, sus miembros en particular, no pueden ser esos «llamados», porque no es necesario llamar a
la esposa, ya que sin su presencia no es posible celebrar las bodas.
«El libro de la vida» contiene potencialmente a todos por quienes murió Cristo, es decir, a toda la
humanidad (v. 2 Co. 5:14-19); pero sólo los que creen y son actualmente salvos, quedan confirmados en
dicho «libro». Los ángeles serán los sirvientes en esas bodas y ellos serán los anfitriones.
5. La preparación (Apocalipsis 19:7) Cuáles son los preparativos que tendrán lugar en los cielos, no
lo sabemos, lo que sabemos es que todo estará «preparado», por cuanto así lo aseguró el mismo Rey (Mateo
22:2-4). La preparación de la esposa consiste en el hecho de estar debidamente ataviada y embellecida
(Jeremías 2:32; Apocalipsis 21:2).
Tanto la vestidura como la belleza de la esposa, le serán entregadas por su Esposo (Ezequiel16:10-
14; Apocalipsis 19:8).
6. La vestidura representa la justicia de los santos (Apocalipsis 19:8), mientras que la belleza
representa la pureza de los santos (l.a Timoteo 2:9, 10; 1.a Pedro 3:3,4).
De esto se deduce claramente que la esposa nada puede añadir por sí sola a este atavío espiritual. Ella
es demasiado pobre como para vestir adecuadamente para las bodas con el Hijo del Rey. Además, esto
resulta también imposible debido a que todas nuestras justicias son como «trapos de inmundicia» (Isaías
64:6). ¿Cómo, pues, asistir a las bodas vistiendo trapos? Al contrario, la vestidura de la esposa para las bodas
debe ser blanca y resplandeciente como el lino fino (Apocalipsis 3:5; 19:8).
El lino, antiguamente, era un tejido muy costoso que vestían únicamente los reyes y los grandes.
7. La iglesia, pues, como esposa del Cordero, que espera a su marido a cada momento, debe estar
vestida constantemente en esa justicia de los santos (2.8 Corintios 5:3), y debe proteger su vestidura de la
impureza del pecado (Apocalipsis 16:15).

12
W. BROOMALL, en The Wycliffe Bible Commentary, página 173.
“EL RAPTO DE LA IGLESIA” Pastor: Luis Chairéé z. www.iglésiamontésinai.com.mx Paé gina 7
 Por eso no cabe duda de que ninguna persona que continúa viviendo en sus pecados y no anda en la
justicia; no pertenece a la iglesia de Cristo, aunque ella pertenezca en orden a todas las iglesias cristianas del
mundo.
Porque a cada iglesia uno puede unirse, pero a la de Cristo, no; por cuanto a todas las iglesias uno es
recibido por los hombres, a los cuales es fácil engañar, pero en su iglesia, Cristo personalmente recibe a sus
miembros y a Él no se puede engañar.
8. Las bodas (Apocalipsis 19:7)
¿Por qué las Sagradas Escrituras comparan la unión permanente de Cristo y la iglesia, con el
matrimonio? Porque el matrimonio es el que mejor ilustra esa unión.
El mismo Señor con frecuencia tomaba el matrimonio como ejemplo en sus enseñanzas
(Mateo 22:1-14; 25:1-13).
Las bodas del Cordero es la unión de Cristo con su iglesia, la iglesia de los salvados y santificados
con la muerte y la sangre de ese Cordero. La misma ceremonia y su contenido no son descritos, pero sin
duda formarán parte en la ocasión, ya que ello es exigido por todas las bodas.
9. El recorrido post-bodas (Apocalipsis 19:11-14)
Después de las bodas, Cristo se dirigirá con la iglesia a la tierra (1 Tesalonicenses 3:13).
Simbólicamente será esto algo así como un «viaje «postbodas» de Cristo y la iglesia, el cual durará
por espacio de mil años. Después del reinado milenial sobre la tierra, Cristo con la iglesia y con todos los
santos volverán por un tiempo indefinido nuevamente al palacio del Padre, y durante ese tiempo la tierra
será purificada por fuego y reedificada. O bien aún será creada una tierra completamente nueva.
Entonces Cristo, con la iglesia y todos los santos, se radicarán en esa tierra (2 Pedro 3:13;
Apocalipsis 21:1, 2, 9,10).13

5. DESPUES DE LAS BODAS LA GUERRA DE ARMAGEDON

(Apocalipsis 19:11-21)
l. El tiempo de la guerra (Apocalipsis 19:1,2)
El tiempo no se indica en las Sagradas Escrituras, pero la guerra se
producirá sin duda alguna después que perezca Babilonia (Apocalipsis 19:1,2),
y también después de las bodas de Cristo con la iglesia (Apocalipsis 19:7). Pero
antes de que los pies de Cristo se posen sobre el monte de los Olivos (Zacarías 14:4).

De esto podemos hacer la deducción de que la misma comenzará cuando Cristo estará viniendo
hacia la tierra. Por lo visto será éste el torpe intento del anticristo para impedir, mediante la fuerza humana
y sus armas, que Cristo llegue a la tierra.
Podemos imaginar cuán terrible será este cuadro, cuando centenas de miles de distintos armamentos
dispararán al aire sus mortíferos proyectiles
Toda esa multitud del anticristo en el Armagedón, será destruida precisamente antes de que Cristo
pose su planta sobre la superficie terrestre. Los demás enemigos de Cristo serán destruidos mediante
terremotos, cuando los pies de Cristo pisen el monte de los Olivos (Zacarías 14:4, 5).
2. El lugar de la batalla (Apocalipsis 16: 16)
La misma tendrá lugar en Armagedón, como vemos del texto aludido. Armagedón se encuentra en el
valle de Megido, junto al monte Carmelo. Mientras tanto, está escrito que «fue pisado el lagar fuera de la
ciudad» (Apocalipsis 14:20).
La «ciudad» es indiscutiblemente Jerusalén. Surge entonces Jerusalén. Pero de Jerusalén hasta el
Armagedón hay unos 50 kilómetros. Además, todo ese valle del Megido no es tan grande, alrededor de unos

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12 kilómetros, mientras que la medida del lagar debe extenderse por 1.600 estadios, cerca de 250 kilómetros
(Apocalipsis 14:20).
Todo esto indica que ese lugar será toda Palestina, pero el centro de batalla será el Armagedón.
Probablemente alli estará el cuartel principal del anticristo. Por eso toda la batalla llevará este nombre
(Apocalipsis 16:16).
Algunos profetas llaman ese valle también con el nombre de de «valle de Josafat» (Joel 3:12), y
«valle de la decisión» (Joel 3:14). Ambos nombres tienen prácticamente el mismo significado. Porque
aunque la palabra Josafat es nombre del rey de Judá, significa también «el Señor juzga».
3. El significado de la palabra Armagedón
Este nombre se compone de dos palabras «Ar» y «Megido». «Ar» es monte, y «Megido» es el
nombre de la ciudad situada en un monte de poca altura al pie del Carmelo en el valle de Jezreel. Por eso
«Armagedón», literalmente, significa el monte de Megido, o el alto de Megido. Pero la palabra «Megido» no
sólo es el nombre de la ciudad, sino que su significado es, además, «cortar», «separar», «matar».
4. La batalla (Apocalipsis 16: 14)
Es llamada la siega (Apocalipsis 14:16) y el pisoteo del lagar (Isaías 63:3; Apocalipsis 14:20; 19:15).
En la siega, al igual que en el lagar, simbólicamente se pinta la impiedad madurada que se reveló en el
levantamiento armado contra el Señor. Será una real guerra militar, será una sublevación directa contra Dios
y sus siervos (Salmo 2:1-12).
Cristo, el Señor, pisará de tal manera que los montes se desmoronarán por la sangre en ellos
impregnada (Isaías 34:1-10). Sobre la pista de 1.600 estadios, o sea, cerca de 250 kilómetros, habrá una
masacre tan terrible, que la sangre que convergirá hacia los llanos y los pozos, producirá verdaderas
vertientes de sangre, cuya profundidad llegará hasta los frenos de los caballos (Apocalipsis 14:20).
En general, en esta batalla, al igual que en los días de Madián y en los días de Josafat, habrá tal
confusión que uno al otro se estarán destruyendo (Zacarías 14:12-15; 2 Crónicas 20:22-25).14

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