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Juan Adolfo Hernández Romero

1963
CRI S Á L I D A
De corazón y espíritu adolescente. (del río grande de la frontera)
Sin embargo, las canas nos descu-
bren la otoñal existencia.
Esta bohemia bien amada, cuando
el intelecto nos convida a poner
nuestro grano de arena.
La magia de la palabra para expre-
sar ideas, o sea el poder de trans-
formar la fantasía en realidad. En
este caso que nos ocupa, el cultivar
tradiciones muy nuestras.

No. 7
Ciudad Río Bravo, Tamaulipas, México
Octubre del año 2018
1

La presente obra se realizo con la aportación integra, tanto


literaria como económica del autor de referencia en los
autos de cultivo, como una aportación a la cultura popular
para el rescate de nuestras tradiciones, con el solo fin de
engrandecer la sociedad de nuestros pueblos.

Impresión: 31 /10/2018

Editor: Juan Montoya R.

Corrector Literario: Imelda Denisse Hernández Félix

Ilustraciones: Denia Elvira Hernández Félix

D. R. Juan Adolfo Hernández Romero

Editorial La Sauteña, en versión clandestina.


2
Umbral:

Estos humildes poemas vertidos en diez


actos y en un par de notas es consecuencia del arte de la
palabra, de la lengua de incienso de tinta que se desparra-
ma en las HOJAS SUELTAS numeral cuatro, un grano de
arena de la región Sauteña de la tierra Cueruda para todo
el mundo, de la inspiración y memoria de su autor, en la
representación de sus voces reconocidas como: NAUJ
OFLODA, JOHNY, FÉLIX DEL SAUTO, ZEDNANREH
OREMOR, JUAN HERNÁNDEZ, y más personajes litera-
tos, amantes de las letras del río grande de la frontera norte
del corazón de la región Sauteña de la creación, numen de
la bohemia romántica que tenemos el honor de volar hasta
el rincón infinito del alma. Un placer este tiempo de vida,
que no cualquiera. La madurez, dicha de sabiduría y filoso-
fía a la vez. Ausencia del sentimiento querido, recuerdo. El
pasado de la sublime gloria que en estos días como hojas
secas de mar sueltan sus amarras para volar hasta la luna
con delirio pasional.
3
Oda a Jesús Polanco Aguirre
(Ad Perpetuam)

Homenaje
para mejor seña
a un personaje
de los grandes del río grande,
hijo adoptivo de esta tierra
llamada La Sauteña.

Para mala suerte


después del dos de noviembre
ya no regresará su cuerpo,
pero si su alma
la que vagará la vida bohemia
por todos los bares de La Sauteña
declamando sus versadas calaveras.

Honor para quien honor merece.


4
Calavera al profe Mandujano

Por ahí, en el bar Monterrey

se escuchaba una canción golondrina

y la cantaba a viva voz

de la guitarra, su rey

un tal Mandujano del río grande,

la muerte bajo del cielo veloz

su fino oído, oyó al señor

y quedó prendada

por tal razón, se lo llevó montado

en su cadavérica espalda

cuerpo, alma y también su guitarra.


5
Calavera a Ernesto de la Torre y señora

Llegó una calandria elegantiosa


a las puertas de la residencia de Don Ernesto de la Torre
erase el día dos de noviembre
la catrina venía al frente
de dicho carruaje fúnebre
era la hora del café, después del alba
Ernesto se subió, iba muy formal de traje
su señora le decía – que no se fuera
ella, -la calaca- también la invitó a que subiera
ya ni modo, ambos se tomaron de sus manos
y se fueron de viaje al otro mundo
pero ya sin vida.
La muerte dijo “Ese es amor del bueno
cuando se quiere, en las buenas y en las
malas”.
6
Calavera a Santos “El músico”

El buen amigo, Santos el artista

cantante y guitarrista

saboreaba una sabrosísima caguama

en el bar de moda de La Sauteña

al lado de Fernando, Poncho y el Chilango

en eso se dio cuenta que sus calcetones se aflojaban

érase al pasar por el camposanto

todos guangos, pues se le caían

resultando que no eran de su propiedad

sino, de otro muerto.

Pobre, se le pegaron al pasar rumbo a su casa

o rumbo al bar de su complacencia

la raza no se dio cuenta de ello

era de noche y al músico algo le latía


7
Calavera a Carlos Ulivarri
Iba Carlos, rumbo a la presidencia
justo a un mes de labores
muy temprano a cumplir sus funciones
de primera autoridad, en esencia.
El alcalde, se bajó de su flamante camioneta
sorprendiéndose al ver una carroza negra
al pie del cajón del estacionamiento de su envestidura
y pitó y pitó, sin obtener respuesta.
Se bajó airoso, pues nadie vino en su ayuda,
parecía un desierto en pleno día
de repente se abrió la portezuela y salió una mano huesuda
y al instante se oyó música de elegía.
El presidente municipal se murió de miedo
con la muerte no hay quien pueda
el chofer y los guaruras se fueron de pedo.
Todo el personal brilló por su ausencia
y hasta un Cabeza de Vaca, se peló para el otro mundo,
presidente y gober dejaron la existencia
y ambos, ahora gobiernan en el inframundo
pero de ahora en adelante de puros huesos
a mucha honra.
8
y Fermín Mares, no habiendo otra A las poetisas de río
le espetó a la flaca con gallardía
diciéndole, No me interesa ya la existencia
sin cerveza, la vida ya no vale nada”. La muerte se presentó en La Sauteña

buscaba con delirio poetisas

y en el río grande encontró un ramillete de flores

por demás bellas mujeres

de nombre cada flor de río,

Rosalba, Lolita, Ma. Guadalupe y Gloria

y muchas más, para cortar leña

en el buen sentido de la palabra.


9
Calavera al Bar Monterrey

Sí señor, hay un bar en la región


con muchas calaveras
donde no se permite fumar
cervecitas heladas, para adentro
y cacahuates de botana
denominado el cerro de la silla
con un colguijo de instrumentos de cuerda
en sus paredes, diecinueve para ser precisos
y un gitarrón marca diablo
ahí donde el -Miau- hizo su historia
un paredón de fotos de “Se busca
de vivos y muertos de risa”.
10
Calavera a Castor

De pelo muy fino y de piel estimada


un -Castor- de la región Sauteña
ha pasado a mejor vida
la muerte en persona, para mejor seña
se lo lleva en su carroza
el señor, la dibuja guapa
y en el acto se lo enseña
el dibujo, y ella se emociona
que hasta le perdona
la vida, bajándolo de la carroza.
11
Calavera a la Procu – del río

De la procu, dos muertos vivos


uno chambeando a diario
ahí con el jefe -Elias
y más tunde máquinas de computación
haciendo denuncias y querellas
formando carpetas de investigación
un – Chicharito y un Becerra- del río grande
Chavita, un Adolfo y muchas más estrellas
de esta bendita región.
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Calavera a José Maldonado

La muerte pasó por Río Bravo


iba en un dragón montada
echando un borbotón de lumbre
érase de noche y sus cuencas eran teas,
en un descuido el botín derecho
voló hasta el mismo suelo,
al otro día, regreso tardeado
bajando del alto cielo.

Al siguiente día, muy temprano


de la noche anterior del botín extraviado
Don José Maldonado se encontró dicho calzado
y como el señor tiene pulga de zapatos
echa mano del botín y lo pone a la venta,
la catrina en sí llega a su negocio
y pregunta por el botín afamado
y con voz tétrica, grita a los cuatro vientos
“Vengo por mi botín y lo quiero de inmediato”,
claro que asustado sale Pepe
y al verla tal como es la calaca
un rayo salido de quien sabe donde
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Oda a la belleza en día de los santos difuntos
(a quien se mata con humor y al siguiente día
se vuelve a la vida)

Dicen que la muerte se enamoró


de una señora bonita
de la calle constitución,
que al ir a cenar con decoro
se prendió a primera vista
de su cuerpo, cara y alma,
le dijo que no la dama
que era señora casada
pero la mismísima parca
insistió que fuera su novia.
La seño, guardó su distancia
entonces, la flaca se enojó
y fue enfrente al bar de moda
y a todos los parroquianos y damas de compañía
los mató con su sola presencia
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Calavera al C. Lic. Lorenzo Cárdenas Olivares

La Calaca recién festejaría


su cumple de varios miles de años
y buscaba desde antaño
a un famoso rancho con todo y su camposanto,
pavorreales y al centro su Kiosco
ahí se encontró a un señorón artista
con guitarra y su afinado acordeón.

Dicen las lenguas del pueblo de río,


que ahora en el edén del cielo
canta un residente del rancho – Santa Rosa-,
allá donde se dan las bellas flores
de sus infinitos cantares,
de sutiles versos y sentida prosa
de la voz de Don Lorenzo Cárdenas Olivares.
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XIII Calaveras a Manuel Lozano
La parca quería un diputado Dolores Ortiz Cortinas
aunque fuera uno de antaño
Israel Sánchez Lira
que además fuera frutero
y ¡Zas!, que le toca a un tal - Memo Hurtado La parca agarró una huaracha
dicen que clamaba piedad bohemia como cualquiera
¡Flaca no me lleves, en esta tierra Cueruda
aún me falta ser presidente!, buscando curarse su cruda.
entonces reflexiona con sobriedad Y también ansiaba una cantada
y sin más, le perdona la vida. optando por la región Sauteña,
XIV un viernes de los fieles difuntos
Por Río Bravo pasas, subiendo a las alturas del Bar -de los Plebes-
por Río Bravo te quedas diciendo para sus adentros
como si fueras riobravense “A ver si de regreso no me parto el hocico”.
el panteón es tu casa Y a huevo quería cantar a Capela
donde tus huesos se harán polvo, viniendo a encresparla el señor -Manuel Lozano,
tu alma de igual manera se apresa diciéndole- que no podía cantar sin música
para siempre sautañense, -que ahí era un lugar de Karaoke
así como el coco es calvo -y que tenía que hacer fila
la calavera es una hoja blanca porque había muchos cantantes por delante de ella;
que el día de muertos se entinta sin más razón hubo una escaramuza
por una mano franca. la muertada, le mordía un cachete
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VIII Calaveradas y demás
La muerte quería un Castor I
y en La Sauteña se encontró un pintor Flaca bonita malaya
haciéndole a ese nombre honor por favor no me des besos
dicen que gritaba el pobre ni me toquen tus manitas,
que erase seudónimo y no su nombre porque me dan escalofríos
flaca no entendió razones y mi corazón sin remedio me falla.
y zas, que se lo come con todo y pincel II
brocha, pluma y lápiz. Si la muerte pasa por la Guanajuato
IX entonces sí hay que preocuparse,
La parca buscaba una dama bonita porque ahí está mi casa de río;
chula para un ser bendito de igual forma si va por Carrera Torres,
que fuera oriunda de La Sauteña por ahí también resido un rato
y se encontró a una seño Lupita en el mismísimo Valle de Aguayo.
a un lado del Café San Benito. III
X Una calavera muy atrevida
Como Golondrina voló, hasta los altos cielos se contoneaba como una modelo,
quien en vida se llamó Isnelia Treviño iba y venía por toda la avenida
y a sus ojos bellos, un zopilote se los engulló muy discreto con música de violoncelo,
pero otros cuentan que era la santa muerte y quien osaba mirarla
que vino especialmente a comérsela de cuerpo presente. se le erizaba todo su pelo,
y quien no tenía, el corazón se le paraba.
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una carretilla en la banqueta, Otras calaveradas


y en la acera, una lúgubre carreta
lógico, la muerte en persona IV
haciendo dos preguntas al unísono Calaveritas de La Sauteña
diciéndoles “escoge: La Carretilla o la Carreta”. nadan y nadan en el río grande
Parabola: y del puente negro se hechan clavados
La Carretilla.- si te subes te pueden bajar los chones. el mismo día de los fieles difuntos,
La Carreta.- Quien se suba, es para siempre. que para mejor seña
es ir directo al camposanto, con los pies por delante. los retoños de la flaca
VI y la gente, corre y se esconde,
Calavera del más allá piensan que son marcianos cadavéricos
quien no tiene vida ni sentido pero no, son los hijitos de la Calaca.
vino a río por un galeno,
y dicen que se llevó a un tal Demetrio V
por tener una Cruz de apellido. La flaca se discutió
VII en un bar de La Sauteña
La calaca buscaba un Tavo con unas cheves en el lugar de moda
de la Culeca, se levantó un Olvera y en ese día, todos bebieron de gorra
y otro más de Ensenada dichos parroquianos cuando al fin quedaron bien servidos
por tener el alias del “perro”, de infinita locura obvio, buscaron la puerta de salida
este último y del segundo no se diga. y al abrirla, una ingrata sorpresa
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XI
a meme, quien no se la acababa
-y el Inge Lolo entró en su quite
A la flaca alguien le murmuró,
un buen amigo de todo el mundo
sería el viento sin rumbo fijo
un jubilado de la SAGARPA,
que le dijo de un mudo, que hablaba
también fue en su ayuda, el cantante en turno
y que vivía en el pueblo del río grande
de nombre Israel Sánchez Lira,
para mejor seña que laboraba en la -Comapa
quien deleitaba con una dulce melodía.
a quien todo el mundo conoce como el -Mudo Castañeda
Como ya todo el mundo andaba briago
entonces, la Huesos verificó que no érase mudo
no repararon que érase la muerte
pero como era buena gente
y contra la parca nadie puede,
futbolero hasta el garete
así que han de imaginarse
al mismo le perdonó la vida.
que a todos los presentes los tundió a puro hueso limpio
y en un santiamén la fría flaca
esa noche cenó carne humana, XII
y el güero taquero, le hizo la faena Una mariposa volaba
de lengua, de tripa, de ojos, de tres fulanos. siempre con el mismo rumbo
de Reynosa a La Sauteña
al anochecer, para mejor seña.
Unos, dicen que era bruja
otros, que era una lechuza
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XIV-A
Que blancura de paloma blanca
nubes aladas, cristalina agua
alma pura, libre página
toda esclerótica, sutil aura
rosa fantasma
lo contrario a todo lo aqua
ojo, sin iris y sin pupila.

XV
Muchos huesos amontonados
el cementerio está de moda
reciban estos versos sazonados
de rimera elegiaca muda,
donde los muertos ya no hablan
porque han pasado a mejor vida,
y con humor se les recuerda
donde también una pluma es quien los mata
y al día siguiente los revive de las cenizas
aunque hay uno que otro, que se encanta
y le toca la buena suerte
de quedarse descansando para siempre.
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llevándoselos a la otra existencia. Calavera a Carmen Pérez

Una paloma esqueletuda


Moraleja:
vino del cielo con sus alas rotas
Dicen que casi a nadie se llevó al cielo
y con su mirada perdida
que se los llevó a otro lugar
en la búsqueda de una dama cueruda
que de lejos parecía el mar
por cierto, de La Sauteña.
pero al llegar, no eran olas de sal
El ave blanca, como una página
sino que éranse lengüetas de vivas flamas
quien traía sed y hambre
y que no eran de amor
de cultivarse, aunque así fuera de estambre
sino de infinito dolor.
cayendo de lleno en los tacos de harina
de una señora llamada Carmen.
Lo luego, pidió dos tacos
uno de chicharrón y otro de deshebrada
así enteros se lo comía
pero se le salían por sus flancos
los recogía y otra vez pa’ dentro.
La intención de la muerte alada
erase comerse también a la dama
la hembra como era muy guapa
culta y bella del alma
a ella, le perdonó la existencia.
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le parte su pobre corazón Calavera al Profe y Lic. Julio Cavazos
y en ese instante muere bien fulminado
la calaca entonces dice para sus adentros La catrina entró a la presidencia
“Este mono, ni aguanta nada”, como tren que llega a su estación,
en voz alta exclama “Yo nada más venia por mi botín del pie derecho con huesos y carreta elegiaca
va y lo toma de un montón de zapatos con música muy sentida
y se va volando como un rayo llenándola de muertos vivos
de repente reacciona en el mismo viento que lloraban como si fueran niños,
y dice ¡Chin… ahora tengo que cargar con el muertito!. y al único que le perdonó la vida
fue al director de cultura
por haberle dedicado una canción
con guitarra y voz golondrina.
22

Calavera a Blanca

Venía de Matamoros la parca


buscaba afanosamente a una tal Blanca
y se la encontró en el -Bar Javis- de moda
del río grande de la frontera.
Ella, la bella altísima
se cambió el nombre por el de Fina
y cuando la muerte llegó a buscarla
preguntó no por Blanca ni por Fina, sino por la más alta
obvio, que fue fácil identificarla
Fina o Blanca, ahora está muerta
y hoy por hoy, baila con la parca.
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Calavera a los gratos residentes
La huesuda estaba muy airosa
en la ciudad riobravense
buscaba a un dizque -Pepe Babas-
de fama muy conocida
quería conocerlo en persona
y en plática franca y toda la cosa
la muerte se dio por servida
y a Pepe, le perdonó la vida.
Mas la flaca, no se fue con las manos vacías
se llevó a la otra existencia
al infinito vacío
a un tal -Botas- de la Hijos de Ejidatarios
con su total complacencia,
a un tal – Chuyito-, a Gabino y a un dizque -Teban-
este último, inquilino del asilo de ancianos de río.

Moraleja:
En muchos lugares, existen personas buenas
pero con capacidades diferentes
porque la cultura de la palabra
simplemente cultiva, a mucha honra.
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Calavera a Fermín Mares
Recién cumpleañero
Fermín Mares
del río de antaño
y de muchos bares,
en cada brindis
le gritaba al viento
que a él, la muerte
le pelaba los dientes
y el rumor corrió, como reguero de pólvora
y el chisme llegó a los oídos de la flaca
ella encolerizada, que todo lo devora
fue a la casa del numeral setenta y siete
y de un tremendo susto le causó su muerte.

Dicen que el buen Fermín le pedía clemencia


que le diera cinco años más
para vivir a sus anchas
y la catrina, inteligente que es
le dio otra oportunidad de vida
pero con una sutil condición
“Ni una gota de alcohol y adiós cagüamitas”
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Juan Montoya Hernández

Juan Montoya Junior


a pasado a mejor vida
Licenciado en Negocios Internacionales
y Profe de la Lengua de Ingles
dicen, que se fue a ver a su novia
allá, por un lado de Nuevo Progreso
y que se le hizo de noche, sí señor,
y erase día de los Fieles Difuntos
que todavía paso por Charco Azul
pegado a los rieles de la veinticuatro
que fue a ver a otro colega
de apellido Zamora
y a los dos, por una brecha a Río Bravo
sufrieron un levantón
que era la comandante, la dizque muerte
y del puro susto de verla
se les paro el corazón.
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y a huevo tenía que pasar Calavera a Nohelia Cantú de Millán
allá, donde los muertos descansan

ya sea, regresarlos a su colega Cuentan que una calaca


navegaba por todo el río grande
y que los suyos, de igual manera
que andaba en busca de la llorona
sino su vieja, se la va a hacer de pedo
y al no encontrarla se fue al pueblo de Río Bravo
y luego el qué dirán, que a Santos le digan y preguntó quién ayudaba a la gente necesitada
“¿Por qué viejito? traes los calcetines de otro muerto y muchas personas al unísono

si tú eres un vivo, alias el muerto”. le dieron el nombre de la justa dama,


por lo que se han de imaginar
que ahora la dama altruista
boga en una barca
junto a la citada parca
y ambas, salvan muchas almas,
lógico, que Doña Nohelia sigue benéfica
pero en el otro mundo
de la mano de la calaca.
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ALTAR
a la otra vida

Mirna Elizondo Garza


Lázaro Cárdenas Olivares
César Molano Agado
Juan Ángel Díaz Félix
Evodio Manzanares
Juan López López
José Antonio Abularach Esmery
Rogelio López (Ojito de agua)
Profesor Caballero (el miau)
Manchas (mi perro fiel)

A mucha honra.
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RESPONSO
en buena lid

Fueron días felices en la vida


hasta la fecha de la partida
y ahora en el eterno descanso
es más que un remanso.

Óro con fervor


para que parta el dolor
ni tampoco a favor
mucho menos del amigo
ni del ser querido.
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Calavera al “Comal y la Olla”

Por la calle Guanajuato


hay un lugar de comidas
denominado “El Comal y la Olla”,
donde los dedos te los chupas un rato
y que un tal Omar es el dueño del lugar
y ello, llegó a oídos del Rey Midas
por no decir de la citada Catrina
el chisme de que ahí se come rico y barato
así que un día de los fieles difuntos
en ese negocio se hizo presente
y a toda la gente los hizo chicharrón y tacos de harina
obvio, la muerte.
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ELEGIA
Lo triste se me pasa
lo melancólico me brota
el muerto, ya no siento nada
es el vivo quejumbroso, lastimero
que a la pena no le da descanso
nada más queda ser agradecido
cuando el dolor cesa
entonces, todo en santa paz.

ALELUYAS

La muerte ya viene
el alma se llena de gozo
el aire a veces es leve
el cuerpo se pone tieso
y el muerto se va al pozo.
¡Aleluya!

La vida cuando se va
es una golondrina en el vuelo
albricias, de volar al cielo
más no, al averno que quema.
¡Aleluya!
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Calavera a Jardines de la Paz

La calaca vino a Rio Bravo


y fue directo a una funeraria
encontrándose de frente al Güero
ordenándole un sinfín de féretros
mas Cortez no aguanto al ave de agüero
y cayó fulminado por un rayo
para mejor reseña
ya la flaca se va del rio grande
con un montón de ataúdes
y de pilón, el Güero de la Sauteña-

Diserto
con humildad servil
con humor, estos versos
en honor, al muerto
lógico, que sin disfavor
sino con el argumento
de cultivar una flor
de cempasúchil.
32
COLOFON

La calavera es poética
se nace, se vive y se muere
con tinta negra, esquelética
donde de un plomazo se mata
los días dos de Noviembre,
pero al día siguiente
se revive de nueva cuenta.

FIN

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