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Andrés Solano Fallas (*)

El placer en el libro VI de la Ética Eudemia


(libro VII de la Ética Nicomáquea).
I parte

Resumen: El artículo tiene por intención a qué es el placer según el libro VI de la Ética
dilucidar la postura de Aristóteles en torno al Eudemia (EE). Debe tenerse en cuenta que de los
tópico de qué es el placer, según el libro VI de la 14 capítulos, los 10 primeros tienen por objetivo
Ética Eudemia (EE) (VII de la Ética Nicomáquea primario el tema de la incontinencia
(EN)), uno de los llamados “libros comunes”. y continencia En esos 10 capítulos
Esto se hará mediante la exposición de sus el placer es un tema subordinado. A pesar de
características. Cabe señalar que la intención esto, Aristóteles ofrece apuntamientos interesan-
del artículo constituye un posicionamiento en tes e importantes para comprender el placer. En
contra de una tradición filosófica que considera cambio, los 4 capítulos restantes están dedicados
que este libro pertenece a EN y que tiende a expresamente al placer. Según expresa el propio
estudiarlo, la mayoría de las veces, subordinado Estagirita, su importancia radica en que es un
al libro X de EN. tema que pertenece al que filosofa de lo político,
debido a
Palabras claves: Aristóteles. Placer. que sobre el placer –y también el dolor– él, Aris-
Características. Libro VI de EE (VII de EN). tóteles, ha colocado la virtud y el vicio éticos,
y que la mayoría de los hombres opina que la
Abstract: The intention of this article is to felicidad va acompañada de placer (EE VI (EN
elucidate Aristotle’s position on the topic what VII), 11, 1152b 1-7). Como apunta Pallí Bonet
is pleasure, according to Book VI of Eudemian (en Aristóteles 2000, 312-313) en la nota 162 de
Ethics (EE) (VII of Nicomachean Ethics), one of la traducción castellana del texto, esto se debe
the known “common books”. This will be done a que “[p]uesto que la meta del filósofo político
by an exposition of its characteristics. It is worth es la felicidad, que es una actividad de acuerdo
noting that the intention of the article takes con la virtud, y la virtud está en relación con los
position against a philosophical tradition that placeres y dolores, el filósofo político debe exa-
considers this book as part of NE and studies it, minar los placeres”. Es decir, para Aristóteles a
most of the times, subordinated to Book X of EN. quien filosofa de lo político le es imperioso saber
qué es el placer, debido a que uno de los tipos de
Key words: Aristotle. Pleasure. vida toma el placer como punto de partida (EE I,
Characteristics. Book VI of EE (VII of NE). 4, 1215a 35 – 1215b 5), puede afectar la meta de
la política y el bien supremo, a saber, la felicidad
(cf. EE I, 1, 1214a 6-7), ya que hay hombres que
1. Introducción asocian la felicidad estrictamente con el placer,
o bien hacen de la felicidad una consecuencia
El cometido del presente trabajo consistirá del placer (EE I, 1, 1214a 32 – 1214b 5). En EE
en dilucidar la postura del Estagirita en torno VI (EN VII) el problema que inmediatamente se

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presenta es la diversidad de opiniones sobre qué interesado en ofrecer su opinión respecto de qué
es el placer, ya que de acuerdo con lo anterior, se es el placer, sino en refutar otras concepciones
puede inferir que esto será un asunto que ayudará previas y contemporáneas. Afirma que no se
al filósofo político a contribuir en las decisiones le ha de prestar mucha atención, puesto que
respecto del vínculo que tiene el placer con la la versión “final” se encuentra en el libro X.
felicidad en la πόλις. Ante esta situación, el Esta- A criterio de Strohl, el “Libro VII” es menos
girita tiene que dar cuenta de qué es el placer. preciso. Consideramos que Strohl tiene razón
Vale señalar que este libro no es el único en cuanto que el libro VI de EE (VII de EN)
lugar donde Aristóteles trata el tema del placer. es menos preciso que el libro X. De hecho, una
El placer fue tema recurrente en su pensamiento lectura comparativa mostraría que no se equivo-
y en constante cambio. Un lugar previo al libro ca. Empero, nos apartamos en lo que respecta a
VI de EE, lo constituyen en conjunto el libro VII dejar de prestarle atención.
de la Física, partes de la Retórica y de Segundos Nuestro distanciamiento de la tradición pre-
Analíticos (cf. Bravo 2009, 107-112). Posterior- supone que parte del análisis de Kenny (1992,
mente en el libro X de la Ética Nicomáquea (EN) 113-142; 1978) es acertado. En la primera parte
volverá a tratarlo, pero habrá cambios, algunos de su obra afirma, mediante un análisis compa-
de los cuales serán sustanciales. Sea que se con- rativo filológico que realiza entre EN y EE, que
sidere a Aristóteles como autor o no de Magna los tres libros comunes pertenecen a EE. En la
Moralia (MM), cabe añadirlo como otro lugar segunda parte, asevera que EE es posterior a EN,
posterior. Ahí si bien continúa con la concepción contrario a lo que tradicionalmente se afirma.
desarrollada en el libro VI de EE, introduce unos Dadas las evidencias textuales que Kenny ofrece,
cambios que hacen plausible pensar que, por lo consideramos que tiene razón al concluir que los
menos el capítulo 7 del segundo libro de MM, es libros comunes pertenecen a EE. No obstante, por
previo a EN.1 el contenido de ambos libros, consideramos que
No obstante, ofrecer una dilucidación según en este punto la tradición tiene razón: EE es ante-
el placer del libro en cuestión implica romper con rior a EN. Sin entrar en detalles, diversos autores,
una larga tradición filosófica que considera que como Ross, Nuyens, Louis, y Rist, entre otros
no pertenece a EE, sino a EN y que es el sétimo más, han optado por esta tesis, a pesar de que no
libro. Recordemos que los libros IV, V y VI de siempre sus cronologías propuestas coincidan. Es
EE son llamados “los libros comunes”, porque interesante notar cómo se mantiene una diferen-
también forman parte de EN. Son los libros V, cia mínima de 10 años entre los dos escritos, aún
VI y VII de esta Ética, respectivamente. Algu- cuando cada autor adelanta o atrasa la datación.3
nos exponentes de esta tradición, como Bravo Por último, una cuestión metodológica res-
(2009), Broadie (en Aristóteles 2002b), González pecto de la forma de citar. Dado que tradicio-
(1991), Martos Montiel (1997-1998) y Pakaluk nalmente se ha creído que los libros comunes
(2005),2 al suponer que ambos pertenecen a EN, pertenecen a EN, al hacerse una referencia a uno
los armonizan y tratan de explicar los puntos en de estos libros, la forma de citación Bekker los
discordia, que en modo alguno conducen a una remite a EN. Nosotros respetamos los números
contradicción. Además, aquellos puntos que estén de paginación y letras de columnas Bekker, pero
implícitos o no ampliamente desarrollados en uno no la referencia a EN. Por consiguiente, en lugar
de los libros, son explicados con base en el otro. de citar tradicionalmente, por ejemplo, “EN VII,
Existe una posición que difiere en punto 12, 1153a 10”, lo haremos de la siguiente manera:
sustancial de la tradición, si bien considera que el “EE VI (EN VII), 12, 1153a 10”. Igualmente,
libro VI de EE es el “Libro VII de EN”. Plantea cuando nos refiramos solamente al libro en gene-
que efectivamente de un libro a otro han ocurri- ral, escribiremos así: “Libro VI de EE (VII de
do cambios significativos, por lo que no debería EN)”. Tres son los motivos. En primer lugar, al
haber intentos de armonización. Por ejemplo, tomar partido de que dicho libro común pertene-
Strohl (2008) opina que en el “Libro VII” el Esta- ce a EE, creemos que se puede generar cierta con-
girita no refinó su concepción, ya que no estaba fusión al citarlo como si fuese de EN, sin hacer

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referencia a EE. En segundo lugar, consideramos Su ordenación en el presente trabajo clara-


que si no lo hacemos de esta manera, en cierto mente no responde a la descripción de aquellas.
modo estaríamos aceptando lo que la tradición Hemos seguido un criterio que responde a la
ha impuesto. En tercer lugar, es una estrategia objetividad o no de los placeres. Es decir, cuáles
visual para manifestar nuestro distanciamiento de las doce características se pueden afirmar
con la tradición. Con todo, mantenemos “EN relativamente a ciertos placeres, mientras cuáles
VII” y “VII de EN” en paréntesis sencillamente a cualquier placer independientemente de sus
porque sería un abuso de nuestra parte obligar a características relativas. De esta manera tenemos
la lectora y al lector a que recuerden en qué pági- que la primera y segunda características solamen-
na y columna Bekker inicia y termina el presente te se dicen de unos placeres. Trataremos de rela-
libro, puesto que actualmente el libro VI de EE es cionarlas, siempre y cuando el material textual
publicado en las ediciones de EN. lo permita, ya que Aristóteles no las relacionó.
Entretanto, todo placer posee las características
que van de la quinta hasta la duodécima. La terce-
2. Características ra y cuarta características están en una suerte de
punto intermedio, puesto que son objetivas, pero
tienen un elemento relativo: no se dicen sin más
El orden de las características que a conti-
de cualquier placer, sino en cierta manera.
nuación se presentarán es arbitrario, dado que el
Asimismo, cabe señalar que las primeras
Estagirita en modo alguno las ordenó. No existe
cuatro características comparten un inconvenien-
ninguna sistematización, porque Aristóteles no
te. El problema de definirlas no solo yace en su
tenía por intención escribir un tratado sobre el carácter relativo, sino también en que el Estagirita
placer, sino posicionarse ante las demás posturas se preocupó más de ejemplificarlas que de defi-
y, a la vez, refutarlas. Esto es de importancia nirlas, por lo que parece que a veces despliega
para el Estagirita, puesto que la comprensión una especie de fenomenología del placer o una
del placer es indispensable para el que filosofa catalogación de placeres concretos, que dificulta
de lo político. más su caracterización, porque utiliza a ratos
Tampoco existe una sistematicidad en todas los mismos ejemplos. En lo que concierne a la
las explicaciones, ya que algunas se encuentran segunda y cuarta características que requirieron
dispersas. A diferencia de algunas características una fuerte reconstrucción por su fragmentariedad
del libro X de EN que son breves, pero directas, altamente dispersa, hace que ciertas partes del
en el libro VI de EE solamente la primera, ter- libro VI de EE sean caóticas.
cera, quinta, décima y undécima características Finalmente, como una suerte de bonus, en la
lo son. En cambio otras no fueron explicitadas, medida de lo posible, mostraremos cómo algunas
aunque en una lectura comparativa con el libro X de las características comunes son retomadas en
de EN es relativamente fácil notarlas. El proble- el libro X de EN. Aunque no se realizará una
ma que acarrea es que se pueden visibilizar, pero comparación exhaustiva, puesto que no es nuestro
no explicar con amplitud, dado que Aristóteles objetivo. Solamente se harán unos apuntamientos
no ofreció materiales con qué trabajar desde para comprender mejor el desarrollo de aquellas.
el mismo libro VI de EE. Todas estas, a saber,
la sexta, sétima, octava, novena y duodécima 2.1 Primera característica
características, serán tratadas posteriormente en
el libro X de EN. Otras, por su parte, requirieron En EE VI (EN VII), 7, 1150a 16-17, asevera
una fuerte reconstrucción, porque Aristóteles que “algunos placeres son necesarios y otros
las menciona pero no las precisó, pues se refiere no, aunque hasta cierto punto”. Esta aseveración
a ellas de manera muy fragmentaria a lo largo parece deducirse –“parece” puesto que Aristóte-
del libro VI. Estas son la segunda y cuarta les no la explicitó– de EE VI (EN VIII), 4, 1147b
características. 23-31, cuando señala lo siguiente:

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[D]e las cosas que producen placer, unas son producidos por acciones corporales, y distinguir-
necesarias, mientras que otras son escogidas los de aquellos placeres que son del
por sí mismas, pero susceptibles de exceso; teorizar” (EE VI (EN VII), 12, 1153a 1).4
las necesarias son corporales (llamo así a Aclarado lo anterior, ¿qué es lo que los hace
la relacionadas con el alimento y con las
necesarios? De acuerdo con el capítulo 5 del libro
relaciones sexuales y otras necesidades cor-
V de la Metafísica –relativamente contemporá-
porales que están en relación con la intem-
perancia y la moderación); las otras no son neo de EE, una de las acepciones de ‘necesario’
necesarias, pero sí apetecibles por sí mismas es ‘lo que no puede ser de otro modo que como
(por ejemplo, la victoria el honor es’ (1015a 34). Si suponemos que Aristóteles
(τιμή), la riqueza y los bienes y estaba entendiendo ‘necesario’ de esta manera,
placeres de esta clase). tenemos que dicha cualidad no puede dejar de
ser. Estos placeres no pueden ser de otro modo.
Si las cosas necesarias producen placer, no La razón estaría en que están ligados indiscu-
puede ser cualquier tipo de placer. Es lógico asu- tiblemente al existir mismo del hombre, puesto
mir que producen un placer necesario. Lo mismo que son producidos por acciones corporales. Es
puede decirse de las cosas no necesarias que interesante notar esto, debido a que nos permite
producen placer: el placer que se deriva de estas afirmar lo que está implícito, a saber, que no hay
tendrá que ser no necesario. hombre cuya naturaleza esté “libre” de dichos
Iniciemos con los placeres del primer tipo. placeres.5 La propia existencia del hombre no
¿A qué se refiere el Estagirita cuando dice un puede concebirse sin estos placeres.
placer necesario? En la línea 25 asevera que Empero, según la línea 17 de 1150a, los
las cosas necesarias que producen placer son placeres necesarios son tales hasta cierto punto,
corporales. Esto nos conduce a afirmar que los lo cual quiere decir que la necesidad que los
placeres necesarios son aquellos que surgen de caracteriza no es forzosa ni continua. Respecto de
lo corporal. De los ejemplos que cita, los dos más lo forzoso, si bien estos placeres son necesarios,
llamativos e idóneos, según nuestro criterio, son su necesidad no se entiende en el sentido de que
los placeres que son producidos por las comidas cada vez que se realice x acción corporal, inexo-
y las relaciones sexuales. Sin duda alguna puede rablemente tiene que producirse un placer necesa-
notarse cómo enfatiza el origen corporal de los rio. De ahí que no se siga que siempre tenga que
placeres corporales. No obstante, no puede afir- producirse un placer necesario cuando se realiza
marse que los placeres necesarios sean corpora- una acción corporal. En cuanto a lo continuo,
les. Es importante tener esto en cuenta porque el ningún placer necesario en sí mismo lo es, ya
mismo Aristóteles en cuatro ocasiones se refiere que al ser la naturaleza del hombre cambiante
a estos placeres como “placeres corporales” (EE (EE VI (EN VII), 14, 1154b 20-23),6 no pueden
I, 4, 1215b 5; EE VI (EN VII), 6, 1149b 26; 9, prolongarse indefinidamente (cf. cuarta caracte-
1151b 23; 13, 1153b 34). Como explicaremos rística). Cada placer se acaba cuando ha realizado
más adelante, ningún placer es material (cf. sexta su actualización (cf. undécima característica). Por
característica) –y por ende corporal–, puesto tanto, lo necesario consiste en su modo de ser que
que lo material supone una (cf. cuarta no puede ser de otro modo, no en una continuidad
característica). ni en una forzosa producción.
Lo que ahora interesa es remarcar que ciertos Respecto del segundo tipo de placeres, son
placeres son necesarios porque son producidos placeres dispensables y se escogen por sí mismos.
por acciones corporales. El que se haya referido Son dispensables, puesto que al no ser produ-
de esa manera a los placeres sin duda tuvo que cidos por acciones corporales, no poseen en sí
haber sido un “desliz”, por cuanto genera con- mismos una necesidad incondicional. Dado que
fusión. Pero en modo alguno ha de suponerse no están sujetos a acciones corporales, tampoco
que los placeres son corporales. Por el contrario, están constreñidos a ser escogidos en aras de
parece que utiliza “placeres corporales” como una necesidad corporal. De ahí que puedan ser
categoría para englobar todos los placeres que son escogidos por sí mismos, por ejemplo, la victoria

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por la victoria, el honor por el honor y la riqueza contraposición, no queda más que asumir que los
por la riqueza. Sin embargo, esto no siempre tiene placeres malos son los “contrarios” a los que se
que ser así. De acuerdo con la línea 17 de 1150a, refería en EE VI (EN VII), 4, 1148a 23-25.
los placeres no necesarios lo son hasta cierto –Placeres malos. Indica, en primer lugar,
punto. Es decir, estos placeres si bien no son que a pesar de que sean malos sin más, algunos
producidos por acciones corporales, pueden en hombres no los consideraran de tal manera; y en
ciertas circunstancias convertirse en necesarios. segundo lugar, no están fuera de su alcance por
Aunque Aristóteles no lo explicita, puede tomarse ser malos. La maldad intrínseca de dichos place-
a la riqueza como ejemplo: el placer de la rique- res no es un limitante para optar por ellos: para
za se escoge por sí mismo, pero esta puede ser aquellos hombres que no los consideran malos,
necesaria para obtener otros placeres. Lo mismo habrá placeres que podrán ser elegidos. Aunque
puede decirse del placer del honor, que puede ser no todos podrán ser siempre elegidos. En EE VI
necesario para obtener determinados placeres que (EN VII), 12, 1152b 30, especifica que “otros no
no son accesibles si no se cuenta con honor. Y serán elegibles para ninguno, excepto en deter-
también de la victoria, y otros placeres no nece- minadas ocasiones y por breve tiempo, pero no
sarios. Por paradójico que suene, los placeres no absolutamente”.
necesarios pueden ser necesarios, pero solamente Pero cuáles sean estos placeres malos, Aris-
en un sentido relativo. tóteles no lo explícita. A lo largo del libro VI de
El problema que el Estagirita nota respecto EE (VII de EN) discute y critica unos placeres
de los placeres no necesarios es que “son sus- que son nocivos, brutales y morbosos. Por lo que
ceptibles de exceso” (línea 25 de 1147b), ya que señalará más adelante, debe inferirse que están
considera que “los excesos son malos y deben evi- ubicados dentro los malos o “contrarios”. El
tarse” (EE VI (EN VII), 4, 1148b 4), por cuanto que sean ubicados en este extremo, nos condu-
el exceso o moderación acarrea la determinación ce a replantearnos el concepto de maldad –que
del carácter (EE II, 4, 1221b 33-34). Por tampoco es definido por Aristóteles–: cuando
ejemplo, no hay problema en que un hombre que el Estagirita mencionaba que existen placeres
sienta placer se afane por el honor, o por sus hijos que son malos, no parecía aludir a si había o no
o padres, sino en que se exceda (EE VI (EN VII), diferenciaciones cualitativas. Más bien el uso
4, 1148a 30-33). plural parecía denotar una pluralidad cuantitativa.
Empero, con la inclusión de los placeres nocivos
brutales y enfermizos
2.2 Segunda característica el uso plural deja de ser sola-
mente cuantitativo, convirtiéndose también en
De acuerdo con el Estagirita (EE VI (EN cualitativo. Lo que estamos realizando en modo
VII), 4, 1148a 23-25), hay algunos placeres que alguno violenta el texto, pues al final de la expo-
son excelentes y buenos 7y
sición de estos placeres se notará que todos ellos
otros “contrarios a estos”. Entre ambos están los son malos en contraposición a los placeres nobles
intermedios. El inconveniente con la clasificación y buenos. Por consiguiente, lo que haremos no
es que es muy laxa, puesto que el Estagirita no será más que explicitar lo que Aristóteles nos
ofrece definiciones sobre qué deba entenderse por dejó implícito.
que algo sea excelente y bueno, ni mucho menos Aclarado lo anterior, tenemos que los pla-
de los placeres contrarios. Qué deba entenderse ceres “contrarios” son los malos, y los placeres
queda implícito en los múltiples ejemplos que malos a los que hace referencia son los placeres
ofrece a lo largo del libro. nocivos, brutales y enfermizos. El obstáculo que
Iniciemos con los “contrarios”. El Estagiri- se nos presenta inmediatamente es que tampoco
ta no nos dice exactamente cuáles placeres son precisó en la diferenciación de cada uno. En la
“contrarios”, pero sí nos dice en EE VI (EN VII), medida de lo posible trataremos de establecer
12, 1152b 29, que existen algunos placeres que las diferenciaciones con base en los ejemplos
son “simplemente malos Por que utiliza.

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La brutalidad es una expresión ultrajante que se los procura porque su naturaleza es depravada,
se aplica cuando la maldad sobrepasa los límites pudo no haber sido tal. Por tanto, no aplica la
humanos (cf. EE VI (EN VII), 1, 1145a 32-33). Si definición de la necesidad tomada del libro V de
entendemos los placeres brutales de esta manera, la Metafísica (5, 1015a 34). De ahí que sea a la vez
tenemos que son placeres obtenidos de excesos 9 un placer no necesario.
tremendamente desmedidos del límite dado por Segunda respuesta: no necesarios. Si se
la naturaleza, como el canibalismo y comer carne excluye el hecho de que los placeres malos son
cruda (cf. EE VI (EN VII), 1148b 19-24).10 Los producciones corporales, y se le da todo el peso a
placeres enfermizos, por su parte, no llegan a tal la definición de necesidad del libro V de la Meta-
nivel. Tipos de estos son el “arrancarse los cabe- física, habrá de concluirse que si bien resultan ser
llos, o morderse las uñas, o comer carbón y tierra, necesarios para aquellos hombres que los eligen,
o las relaciones homosexuales” 11 (EE VI (EN debido a su naturaleza (sea enfermiza, loca o
VII), 5, 1148b 27-29). Se pueden deber a alguna depravada), dicha naturaleza pudo no haber sido
enfermedad, a locura o a costumbre Sea así. Tales placeres, por tanto, son no necesarios
cual sea su causa, son enfermizos porque están porque no responden a una incondicionalidad, a
fuera de lo común, socialmente hablando. Por pesar de que no fueron escogidos por sí mismos
último, los placeres nocivos son aquellos que en razón de la naturaleza de esa clase de hombres.
dañan al sujeto, a pesar de que sean agradables, Como advertimos, no tenemos criterio para
pero del tipo “no por naturaleza”, como se verá en tomar una decisión. Al no haber sido planteada
la tercera característica. Aún cuando sean agra- por Aristóteles, desconocemos cuál habría sido su
dables, el Estagirita los rechaza debido a que son
respuesta; o bien, si tan siquiera la habría recono-
malos (cf. EE VI (EN VII), 14, 1154b 5).
cido como un problema, pues no se puede negar
–¿Son los placeres malos necesarios o no
que implícitamente está presente. De ahí que
necesarios? Antes que todo tenemos que señalar
permanezca abierta y sea el lector quien juzgue.
que la aplicación de la clasificación de placeres
–Placeres intermedios. El grave problema
necesarios y no necesarios a los placeres malos
que presenta la definición de este tipo de placeres
no fue llevada a cabo por el Estagirita. Adelan-
es que Aristóteles no los define. Por tanto, si que-
tamos desde ya que es una cuestión que per-
remos alguna definición debemos obtenerla por
manecerá abierta, puesto que pueden ofrecerse
dos respuestas plausibles. La primera opta por exclusión. Si bien parecerá pueril la respuesta, el
considerar que es una anomalía, debido a que Estagirita no nos deja más que suponer lo siguien-
los placeres malos son tanto necesarios como no te: un placer intermedio es aquel cuya naturaleza
necesarios; mientras que la segunda considera no se ubica en ninguno de los extremos.
que son no necesarios. A pesar de que no dé una definición, ofre-
Primera respuesta: anomalía. Los placeres ce tres ejemplos: el honor la ganancia
malos son una anomalía, dado que encajan en los y la victoria (EE VI (EN VII),
dos tipos a la vez. Son necesarios porque son pro- 4, 1148a 26), los cuales no son intrínsecamente
ducidos por acciones corporales, a saber, enfer- malos y son naturalmente apetecibles (EE VI
medades o locura o naturalezas (EN VII), 4, 1148b 2-4). En el caso de estos tres
depravadas No obstante, son placeres, el problema que acarrean es que son
no necesarios porque pudieron haber sido de otro susceptibles de exceso, y para Aristóteles “los
modo. La naturaleza del hombre que produce esta excesos son malos y deben de evitarse” (EE VI
clase de placeres, o bien en algún momento no fue (EN VII), 4, 1148b 4). Por tanto, la cuestión para
así, o bien pudo no haber sido así. Por ejemplo, el el Estagirita no estaría en que alguien se afane
que procura placeres malos a causa de una enfer- por el honor, o por sus hijos o padres, sino en que
medad o locura, no siempre estuvo enfermo o se excedan (EE VI (EN VII), 4, 1148a 32-33). Con
loco. En caso de que haya nacido enfermo o loco, estos tres placeres puede verse que no se ubican
pudo no haber nacido de tal forma, ya que no es en el extremo “contrario”, pero solo porque sean
una necesidad que así haya tenido que ser. El que naturalmente apetecibles no los coloca en el otro

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extremo. Consiguientemente, puede notarse su bellos. Entonces, ¿acaso puede decirse que son
lugar intermedio. placeres no necesarios? Por lo que mencionamos
Estos tres placeres resultan interesantes, en los placeres intermedios, no puede tratarse de
porque con ellos puede afirmase que entre los todos los placeres no necesarios: algunos como
placeres intermedios están algunos placeres no las del teorizar sin duda alguna son
necesarios. Como se mostró en la primera carac- no necesarias, puesto que no son producidas
terística, dichos placeres son producidos por por acciones corporales; pero hay también otros
cosas no necesarias. Es importante no generalizar placeres no necesarios –digamos– como tirar pie-
que todos los placeres intermedios son placeres dras, que en modo alguno constituyen excelencia
no necesarios. Más adelante se verá que hay otros ni mucho menos bondad. Como puede notarse, la
placeres de este tipo que no encajan con la defini- definición de estos placeres no es fácil, pero se
ción de placer intermedio. hace relativamente comprensible si se les com-
También es plausible suponer que los pla- para con los placeres que les son sus contrarios.
ceres vergonzosos se ubicarían aquí, –Censura de placeres intermedios y excelen-
debido a que no son buenos porque son objeto de tes y buenos según el uso excesivo. El Estagirita
censura (cf. EE VI (EN VII), 11, 1152b 21). Pero el señala que los hombres no son censurados por
que sean objeto de censura no los convierte ipso experimentarlos, por apetecerlos o amarlos, “sino
facto en malos, por lo que no se les puede ubicar por hacerlo de cierta manera y en exceso” (EE
sin más en el extremo anterior. Por el contrario, VI (EN VII), 4, 1148a 28). Esto se debe a que el
debe considerarse qué pesa más: ¿la maldad o lo exceso o moderación acarrea la determinación
vergonzoso? Por ejemplo, en el caso de los pla- del carácter El carácter se torna bueno
ceres brutales, enfermizos y nocivos, además de o malo “por el hecho de
ser malos, no cabe duda de que son vergonzosos. buscar o evitar ciertos placeres y dolores” (EE II,
Pero ya que es la maldad lo que los caracteriza no 4, 1221b 33-34).
se les puede ubicar como intermedios. Si estamos en lo correcto al incluir los place-
–Placeres excelentes ´ y buenos res vergonzosos (no malos) entre los intermedios,
Debido igualmente a la falta de debemos realizar unas aclaraciones que no se
especificidad, conjeturamos que los placeres encuentran en el texto del Estagirita y que nos
excelentes y buenos son sencillamente todos atañen. En EE VI (VII), 4, 1148a 27-28, vimos
aquellos que no son vergonzosos ni fuera de lo que destaca que un hombre no es censurado por
común, y lo más importante, que no son malos. experimentar, apetecer o amar un placer de esta
Al ser excelentes y buenos, tienen que ser bellos, clase, sino en la medida en que se exceda y por
honrosos, importantes y dignos de atención, ya cómo lo haga. En el caso de estos placeres, no
que han de estar lo más “por encima” posible hay duda de que son objeto de censura (EE VI
de los placeres intermedios y, en especial, de los (EN VII), 11, 1152b 21), pero de ahí no se sigue
más bajos y viles. De los varios placeres que men- que el carácter de quién los elija se tornará malo,
ciona a lo largo del libro VI de EE (VII de EN), o todavía peor, brutal o enfermizo. Según lo que
los únicos que encajan con esta definición son hemos señalado, la cuestión yace en el exceso y
“las ἐνέργειαι del teorizar” 12 en la manera de llevarlo a cabo: si ese hombre se
(EE VI (EN VII), 12, 1153a 1). controla, ciertamente no tendrá un carácter bueno
Además, si tomamos en consideración la (como el del hombre moderado), puesto que no ha
primera característica, podría afirmarse que los elegido placeres excelentes y buenos. Pero tampo-
placeres excelentes y buenos no son placeres co será malo, a menos de que se exceda.
necesarios, dado que no se vinculan con lo cor- –Censura de placeres malos. Si bien Aris-
poral, sino con lo más “elevado”. Pues, ¿qué hay tóteles no ignora la existencia de estos placeres,
de excelente y bueno en el placer que es producto como tampoco pretende desconocer que existen
de la comida o de las relaciones sexuales? Si hombres que no los consideran malos (EE VI (EN
bien no son vergonzosos ni fuera de lo común VII), 12, 1152b 29-30), no se requiere evidencia
ni malos, no parecen ser dignos de atención ni textual para notar su desprecio hacia esta clase de

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placeres. Podría decirse que el Estagirita los cen- Con base en EE VI (VII), 12, 1152b 26-28,
suraría por su mala naturaleza, y que el rechazo puede afirmarse que el placer es un bien en su
aumentaría conforme son excedidos. Por tanto, el acepción simple como relativa, por lo que no
exceso de los placeres malos es una especie de obliga a optar por una de las dos. Es simple en
“plus” de censura sobre su naturaleza, que ya de cuanto que todos buscan placer, aunque no en
por sí es censurable. cada momento. Pero del que todos busquen placer
no se sigue en modo alguno que sea el mismo
bien para todos (tanto hombres como animales),13
*** sino que cada uno lo ve según su naturaleza. Es
decir, el placer es un bien en su acepción simple
Nótese que el inconveniente de la presen- porque todos los seres vivos lo buscan.
Pero es un bien relativo precisamente porque
te clasificación será resuelto en la posterior
cada ser vivo lo busca según su naturaleza y cir-
reflexión en el capítulo 5 del libro X de EN cuan-
cunstancia. Se pueden citar dos ejemplos que el
do establece el criterio de la pureza
Estagirita ofrece en lugares distintos. El primero,
de los placeres (1175b 36-1176a 3) y al hombre
complementando con la característica anterior,
moderado como modelo (1176a 26-30). En líneas
plantea que hay hombres que no ven como malos
generales, los placeres más puros son aquellos placeres que efectivamente lo son. Por el contra-
que están en la medida de lo posible menos rela- rio, para estos hombres dichos placeres constitu-
cionados con lo corporal. Luego divide entre los yen un bien. El segundo consiste en el caso de la
placeres considerados legítimos y los secunda- curación: cuando se tiene un dolor, el placer que
rios y derivados, según son tales para el hombre se obtiene del remedio resulta ser un bien en tales
modelo. Para llevar esto a cabo, el hombre mode- casos (EE VI (EN VII), 13, 1153b 1-3). En ambos
lo tendrá en cuenta el criterio de la pureza. De ejemplos puede notarse que tales placeres resul-
esta manera, se ahorra entrar en clasificaciones tan ser un bien, pero solamente por la naturaleza
y en ejemplificaciones de qué sea bueno o malo del ser vivo y las circunstancias en que surge.
(y dentro de lo malo: brutal, enfermizo o nocivo). De esta manera tenemos que la búsqueda
Soluciona, o más bien, omite referirse al asunto general del placer hace que sea un bien simple.
mediante una comparación con un hombre mode- Pero cuando se concreta en un cierto placer,
lo y una guía basada en la pureza. ahí debe considerarse como un bien relativo:
relativo a la naturaleza del ser vivo como a las
2.3 Tercera característica circunstancias.
Conviene aclarar que la presente característi-
ca en modo alguno ha de derivar en que el placer
En EE VI (EN VII), 13, 1153b 3-4, explicita
sea considerado como bien supremo. En EE VI
que “el placer es necesariamente un bien”. Más
(EN VII), 13, 1153b 30-32, comenta que si bien
adelante dirá que si no lo fuese, “el hombre feliz es cierto que todos los seres (hombres y animales)
no puede vivir agradablemente” (EE VI (EN VII), persiguen el placer, pareciese que en el fondo de
13, 1154a 1-2). En estas últimas líneas, sin lugar a la diversidad de los placeres subyace un mismo
dudas, el Estagirita se está refiriendo a los place- placer, ya que todas las cosas tienen algo divino
res excelentes y buenos, puesto que a su criterio la por naturaleza. El Estagirita es consciente de que
preferencia por los placeres malos engendran un aludir a un placer subyacente a los demás y a algo
mal carácter (EE II, 4, 1221b 33-34). Pero dado divino en todas las cosas, es muy tentador para
que existen placeres malos y hombres que los tomarlo como señal de que el placer es el bien
prefieren, surge la siguiente pregunta: utilizando supremo (EE VI (EN VII), 13, 1153b 25-27). No
la diferenciación entre manera simple y obstante, dada la diversidad de placeres, aunado
relativa (cf. EE VI (VII), 12, 1152b 27), ¿se está a que “ni la misma naturaleza o disposición es
refiriendo al placer como un bien en un sentido o parece ser la mejor para todos” (EE VI (EN
simple o relativo, o bien, opta por ambos? VII), 13, 1153b 29-32), no puede afirmarse que

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EL PLACER EN EL LIBRO VI DE LA ÉTICA EUDEMIA (LIBRO VII DE LA ÉTICA NICOMÁQUEA) 85

el placer sea el bien supremo, ya que no existe un en esta característica como lo que es placer que
solo placer y una sola naturaleza o disposición. es agradable, pero no por naturaleza. Lo mismo
Muy distinto sería plantear que “el bien supremo puede decirse de los placeres enfermizos que
sea un placer, aún cuando algunos placeres sean pueden deberse igualmente a enfermedad, locura
malos” (EE VI (EN VII), 1153b 7-8). o costumbre. No obstante, debe anotarse que esta
clase de placer agradable no engloba sin más
2.4 Cuarta característica a todos los placeres censurables y dañinos. No
todas las mutilaciones y costumbres conducen a
ello, aunque a veces puede ocurrir.
La presente postula lo obvio: los placeres
–Agradable por accidente. Existen placeres
son agradables Aunque no
que son agradables por accidente (cf. EE VI (EN
significa que todos lo sean de la misma manera.
VII), 14, 1154b 17), puesto que no se buscan por
Según el Estagirita existen tres modos por los
lo que sea de agradable por naturaleza, ni mucho
cuales un placer es agradable. 16
menos por su propio sino en aras de algo
–Agradables, pero no por naturaleza. Hay
más; o bien, porque simplemente acaece. Del
placeres que son agradables, pero no por natu-
primer tipo, el único ejemplo explícito que ofrece
raleza. Brevemente nos señala que estos llegan
son los placeres que son producto de la curación.
a serlo, ya sea por mutilaciones por
La curación además de cumplir con su
costumbres o por naturalezas depravadas puede causar otro tipo de placer en el paciente.
14 (EE VI (EN VII), 5, 1148b
Lo agradable por accidente del placer de la cura-
17-18). De las mutilaciones no expresa absoluta- ción resulta ser lo agradable que surge de más,
mente nada.15 Podemos suponer que alguien que no la curación misma. Podría incluirse la riqueza
ha perdido algún miembro ha de buscar otra(s) cuando tiene otra finalidad que ella misma, y la
manera(s) de obtener el o los placeres que ya no cual resulta agradable. Respecto del segundo tipo,
puede. Por costumbre se entiende “numerosos Aristóteles no ofrece ningún ejemplo explícito en
movimientos de un cierto tipo” que “resulta, alguna otra parte del libro VI de EE (VII de EN).
finalmente, educado para obrar en un sentido” Aún así puede conjeturarse que podría ser algo
(EE II, 2, 1220b 1-2). Así, pues, un hombre se que simplemente sucedió. Por ejemplo, que se vio
puede acostumbrar a obtener esta clase de pla- u oyó algo sin la intención previa de hacerlo, y
ceres. Por naturalezas depravadas no se refiere resultó agradable.
a qué ha de entenderse. Puede suponerse que –Agradables por naturaleza. En EE VI (EN
sería como la naturaleza del licencioso que no es VII), 5, 1148b 15-16, plantea que “hay algunas
posible cambiar, y que además no sigue la recta cosas que son agradables por naturaleza,
razón, a pesar de que delibera en orden a obte- y, de estas, algunas lo son simplemente
ner sus placeres (cf. EE VI (EN VII), 8, 1150b y otras lo son para ciertos géneros de animales y
29-30); o bien, como la naturaleza del hombre hombres”, de lo cual podemos deducir que hay
brutal, la cual puede deberse a enfermedades placeres que son agradables por naturaleza de
o mutilaciones (EE VI (EN VII), 1, 1145a manera simple y otros relativos. Pero antes de
31), o locura (EE VI (EN VII), 5, 1148b tratar en qué consiste la simpleza y relatividad,
25), o bien por costumbre (EE VI (EN VII), 5 surge una pregunta: ¿a qué se refiere agradable
1148b 27, 30). por naturaleza? Hasta casi el final del libro no
Si bien el Estagirita no explicitó lo siguien- responderá lo siguiente: “llamo agradable por
te, puede advertirse que los placeres brutales y naturaleza a lo que produce una acción propia de
enfermizos son de este tipo de placeres agra- tal naturaleza” (EE VI (EN VII), 14, 1154b 20),
dables. Si atendemos a que la brutalidad se da es decir, agradable por naturaleza. Solamente de
cuando se traspasa el límite por la naturaleza, esta respuesta, a lo sumo, podemos obtener que
tenemos que es una naturaleza depravada, cuyas claramente no consiste en ser como los dos modos
causas pueden ser enfermedad, locura, mutilacio- agradables, pero en sí es tautológica: llamo A lo
nes o costumbre; causas que están catalogadas que produce una acción de naturaleza A.

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¿Pero en qué consiste lo agradable por natu- (EN VII), 14, 1154b 20-23). Cuáles sean dichas
raleza? Ante una respuesta tautológica, no nos partes, omite decirlo, aunque con base en lo que
queda más que recurrir a la conjetura al aplicar la ya había escrito en EE II, 4, 1221b 27-32; y en
vía de exclusión a los otros dos modos. Por esta EE V (EN VI), 1, 1139a 3-11, se refiere a la parte
vía, tenemos que son placeres que no pueden ser racional e irracional del alma. Estas dos partes
agradables por naturaleza si son por mutilaciones provocan que algo no sea siempre agradable a
por costumbres o por natu- un hombre, ya que “[s]i la naturaleza de alguien
ralezas depravadas Y como fuera simple, la misma acción sería
apuntamos, algunos de los placeres que llegan siempre la más agradable” (EE VI (EN VII), 14,
a serlo por alguna de estas causas, son los que 1154b 25).18 Dependiendo de cuál parte del alma
hemos clasificado como placeres malos se imponga, y con cuánta intensidad, la naturale-
a saber, los placeres nocivos bruta- za de cada hombre varía y por consiguiente los
les y enfermizos placeres que le resulten agradables.
Asimismo, lo agradable por naturaleza no puede Cabe anotar que lo cambiante de la naturale-
consistir en ser accidental. za del hombre no debe ser visto como algo nega-
Por lo menos dilucidado en qué no consiste tivo, puesto que –citando a Eurípides (Orestes,
lo agradable por naturaleza, pasemos a la distin- 234)– “el cambio es lo más dulce de todo” (EE
ción que el Estagirita realiza entre los que son VI (EN VII), 14, 1154b 28-29), y que la misma
simplemente agradables y los que son naturaleza (cósmica sublunar)19 también “tiene
relativos. Respecto de los primeros, son aquellos necesidad de cambio, ya que la naturaleza no es
que son agradables, independientemente de cuál ni simple ni perfecta” (líneas 30-31). El cambio
hombre o animal se trate. Si bien Aristóteles no es connatural al hombre y al mismo cosmos
ofrece ningún ejemplo, puede suponerse que se sublunar y, por consiguiente, es lo que produce
trata de acciones como comer, beber, las variadas y múltiples acciones que resultan
tener relaciones sexuales, entre otras. La cuestión placenteras. No obstante, como veremos en la
para que sean simples, está en entenderlos de una novena característica, no ha de seguirse que el
manera general, a saber, sin concretarlos como placer sea cambio o movimiento.
comer o beber algo en particular o tener relacio-
nes sexuales en ciertas poses. El artículo continuará.
En cuanto a los relativos, debemos tratar por
separado lo agradable para los animales y los
hombres. Comencemos con los placeres de los Notas
animales, debido a que el Estagirita no comenta
nada concreto. Se limita a señalar que los ani- 1. Por ahora es una conjetura, la cual no desarrolla-
males también tienen placeres. Sin requerir de remos aquí, ya que demanda la elaboración de otro
evidencia textual, puede afirmarse que lo rela- trabajo, pero nos parece que más que un resumen
tivo consiste, por ejemplo, en que a los caballos del placer según el libro VI de EE y el libro X de
y perros les es agradable comer, pero no les es EN, es un texto intermedio. Valga señalar que por
agradable comer lo mismo.17 Aparte de esto, lo general MM es tenido como una obra secun-
no se puede afirmar más al respecto, o siquiera daria, a la cual casi no se le presta atención. Por
conjeturar, debido a que Aristóteles no nos ofrece ejemplo, Martos Montiel (1997-1998, 35) omite
referirse al placer según MM porque básicamen-
más material con el cual trabajar. La brevedad
te “la mayor parte de los investigadores está de
con que aborda el tema parece deberse a que en
acuerdo en considerar el primero de ellos [MM]
el momento no le llamaba la atención. simplemente como una especie de comentario o
Pasemos a la relatividad de los placeres de paráfrasis a EN VII 11-14 [Libro VI de EE]”.
los hombres. Dicha relatividad se debe a que su 2. Bravo inicia su planteamiento en el libro X de
naturaleza no es simple, sino cambiante: cuando EN para subordinarlo al que él considera Libro
una parte de la naturaleza hace una determinada VII de EN; González y Martos Montiel empiezan
cosa, contraría otra parte de la naturaleza (EE VI su recorrido en el “Libro VII de EN” y terminan

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EL PLACER EN EL LIBRO VI DE LA ÉTICA EUDEMIA (LIBRO VII DE LA ÉTICA NICOMÁQUEA) 87

mostrando cómo el libro X de EN no es más que lo honroso es excelente y bello, como también
una clarificación de cuestiones que no quedaron noble; lo noble no puede ser tal si no es excelente,
bien resueltas en el “Libro VII”; Broadie y Rowe, bello y honroso. No obstante, para referirnos con
en su comentario, están conscientes de que parece facilidad en español a este término, y evitar la
haber dos versiones del placer, pero al final tratan molestia de hacer mención de las otras acepcio-
de resolver la supuesta apariencia al expresar que nes, hemos elegido ‘excelente’ como traducción.
de ambos libros se deriva un solo tratamiento; y Pero en modo alguno estamos sobreponiéndola a
Pakaluk considera que si bien son dos tratamientos las demás. El lector ha de tener en cuenta que si
que no fueron bien unidos en la composición final bien traducimos por ‘excelente’, ha de entenderse
de EN, la lógica argumentativa de todo EN hace en conjunto con los demás significados.
que sean tomados como dos caras de una misma Por su parte, el término conlleva
moneda, en la que en el libro X Aristóteles está la misma dificultad. Hemos optado por traducir
interesado en mostrar cómo el placer funciona, ̔ ̓ como ‘bueno’, pero ha de tenerse
mientras que en el “libro VII” en explicar qué es. en cuenta que quiere decir algo que es ‘excelente’,
3. Para realizar esta afirmación, nos basamos en un ‘importante’ y ‘digno de atención’, por lo que no
cuadro sinóptico elaborado por Mesquita (2005, se trata de cualquier cosa o asunto, sino de algo
575-586) ordenado en tres columnas en dónde que llama la atención por su importancia y exce-
señala la obra, las fechas propuestas y los auto- lencia. De igual modo, las relaciones semánticas
res. En lo que nos concierne de EE y EN, toma se dan entre los mismos significados, y no esta-
cada libro globalmente, sin mostrar las posturas mos sobreponiendo una sobre las demás.
que tomaron los autores respecto de los libros 8. Término con cierta polisemia, pero relativamente
comunes. y
más fácil de precisar que
4. En la segunda característica trataremos de expli-
Da a entender algo que es efectivamente malo, es
car qué son “las del teorizar”.
decir ‘vil’, ‘sin valor’, ‘inferior’ y ‘bajo’. Igual-
5. En EN X, 4, 1175ª 16-18, hará una breve mención
mente que con los términos anteriores, escogimos
de la importancia de placer en la vida. Si bien no
una acepción para facilitar su traducción, pero sin
se refiere a placeres necesarios, dirá que no se
sobreponerla a las demás, por lo que han de tener-
puede obviar o negar la necesidad de los placeres
se en cuenta los demás significados en conjunto.
en la vida, puesto que son indispensables.
9. En lo que concierne al exceso, se explicará más
6. Tampoco se sigue que al ser la naturaleza del
adelante.
hombre cambiante, el placer sea un cambio
10. La lista incluye otras brutalidades como la mujer
o movimiento, tal como se verá en la novena
característica. que se percata olfativamente de mujeres embara-
7. Ambos términos son de difícil traducción, dada zadas para comerse sus niños, o bien, el festín de
la larga tradición poética como también por causa comer niños. Por la forma en que está redactado
de su polisemia. Para poder comprender su sig- el texto, son noticias que le llegaron en algún
nificado en el presente libro, optamos por iniciar momento a Aristóteles, pero que jamás ¿quiso
con los placeres “contrarios”, con el afán de que o pudo confirmar? De la primera simplemente
el contraste ayude a delimitar su significado en expresa “se dice”, sin especificar algún lugar
nuestra lengua. Por ahora ofrecemos un apunta- o pueblo; mientras que de la segunda nos dice
miento de cada término. que es algo “que se cuenta de Fálaris”, un tirano
El término además de ser traducible agrigentino. Respecto de comer carne cruda o
como ‘excelente’, también permite ser vertido humana, cuenta que lo llevan a cabo unos pue-
como ‘bello’, ‘honroso’, ‘noble’, entre otros. Dado blos salvajes del Ponto.
el contexto, consideramos que no se debe esco- 11. Resulta altamente notorio el rechazo de parte de
ger un significado en particular, sino que han Aristóteles, dado que las relaciones homosexuales
de tomarse los demás globalmente. Que algo no eran un tema tabú en la Grecia antigua. Como
sea significa que es excelente, que no se mera ejemplificación, piénsese en modelos homo-
está tratando de cualquier cosa. La excelencia sexuales culturales (como Aquiles y Patroclo en
supone la belleza, lo honroso y lo noble; al igual la Iliada) o filosóficos de corte platónico (como
que cada uno de estos significados supone a su Sócrates y Fedro), o en parejas reales como Ale-
vez la excelencia. Pero las relaciones semánticas jandro y Hefaestion como narra Plutarco. Ante
también se dan entre las mismas significaciones: este “nadar contra corriente”, Aristóteles omite

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expresar por qué las relaciones homosexuales son tipo de que cree adecuada– que son contra
enfermizas. naturam.
En un libro muy posterior, la Política, I, encontra- 12. No queda claro qué ha de entenderse por las
mos un rechazo implícito, pero no enmarcado en del teorizar, especialmente porque en
el tema de lo enfermizo. En 1252a 26-30 (capítulo diversos libros de EE utiliza la sustantivación de
1) dirá que “[e]s necesario que se emparejen los ̔ ̓, a saber, ̔ ̓, con distintas acep-
que no pueden existir uno sin el otro, como la ciones: ‘conocimiento’ (I, 4, 1215b 2,13), como
hembra y el macho con vistas a la generación (y mera ‘visión’ (III, 2, 1231a 2), ‘investigación’ (VI
esto no por una decisión, sino como en los demás (VII de EN), 3, 1146b 13), ‘estudio’ (VII, 2, 1237a
animales y plantas; es natural la tendencia a dejar 24 / 12, 1245a 22) y ‘admiración’ (cf. VIII, 3,
tras sí otro ser semejante a uno mismo)”. El recha- 1249b 17). Aunado a esto, tenemos que en EE V
zo, en el primer libro de la Política, se deberá (EN VI), 10, 1143a 1 se refiere al entendimiento
simplemente a porque es contra naturam. Aquí y al buen entendimiento
no parece importar si es enfermizo o socialmente como también al pensamiento en EE II,
aceptable, sino que no está acorde con la necesi- 8, 1224a 6 y EE VI (EN VII), 2, 1146 a 25, entre
dad de que los seres de sexo opuesto se emparejen otros. Nos parece que más que aludir a una acep-
y con la tendencia natural de procrear. ción, Aristóteles está utilizando el término como
Sin entrar en detalles, puede notarse que el categoría que engloba, por lo menos, las tres
concepto de naturaleza es un mecanismo que el listadas (entendimiento, buen entendi-
Estagirita utiliza –consciente o inconscientemen- miento y pensamiento).
te– para fundamentar aquellas posturas políticas 13. En el presente libro, Aristóteles no se refiere a si
que considera adecuadas, restándoles de esta los animales, dentro de cada especie, comparten o
manera valor a las otras. Si tenemos razón y lo no los mismos placeres. Esta es una cuestión que
aplicamos al rechazo de la homosexualidad en tratará en el libro X de EN y en algunas partes de
la Política, la homosexualidad sería un modo de los tratados biológicos.
vida sexual que no le conviene a la por 14. La segunda y tercera razones no están radical-
lo que la convierte –una vez más: consciente o mente separadas, como se notará en su debido
inconscientemente– en contra naturam. momento.
No obstante, resultaría difícil aplicar tal “rechazo 15. Si se desease una definición, puede recurrirse a
político” al libro VI de EN (VII de EN), puesto la que ofrece en el capítulo 27 del libro V de la
que lo enfermizo está enmarcado dentro de los Metafísica (1024 a 11-28). Solo ha de tenerse en
placeres que son naturalmente malos. Aristóteles cuenta que mientras en EN utiliza ̔ ̓,
no los excluye porque sean contra naturam, ya en la Metafísica aparece la palabra
que indudablemente ha señalado lo contrario. Dadas la acepciones que da en la Metafísica y el
Aquí, el Estagirita, como se verá más adelante, contexto de EN, parece tratarse de sinónimos.
los desprecia por ser de esa naturaleza, no porque 16. En la décima característica analizaremos por qué
estén en contra de LA naturaleza. Sin embargo, el placer es un
el presente libro no nos ofrece ayuda alguna para 17. En el capítulo 5 del libro X (específicamente EN
clarificar por qué considera las relaciones homo- 1176a 3-10) reflexionará “que los placeres dentro
sexuales como enfermizas, cuando la cultura de cada especie [animal] no difieren”. Por ejem-
griega antigua las avalaba. plo, todos los caballos comparten el mismo placer
Así, pues, estamos ante un problema que se que les es agradable, pero no necesariamente con
nos escapa de las manos. No sabemos por qué otra especie. Debe tenerse en cuenta que esta
consideraba las relaciones homosexuales enfer- reflexión es dada por Aristóteles mínimo 10 años
mizas, a pesar de ser socialmente aceptables y, después de haber escrito EE, por lo que no hay
por definición, naturales, aunque sean malas. De seguridad plena de si esa ya era su respuesta, o si
lo que hemos comentado en esta nota, podemos por lo menos ya tenía un breve esbozo de lo que
solamente inferir que Aristóteles mantendrá un escribiría posteriormente en EN. Además, para
rechazo hacia estas relaciones. En el libro VI de comprender esta reflexión debe estudiarse en con-
EE (VII de EN) el Estagirita no justifica por qué junto con los tratados biológicos –los cuales están
las considera enfermizas, mientras que en el libro muy cercanos a EN, por lo que son igualmente
I de la Política ofrecerá como respuesta –clara- posteriores a EE–, en especial con los siguientes:
mente con fines políticos para fundamentar el De partibus animalium I, 1, 641b 9-10, Historia

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EL PLACER EN EL LIBRO VI DE LA ÉTICA EUDEMIA (LIBRO VII DE LA ÉTICA NICOMÁQUEA) 89

animalium V, 2, 539a 20-21, y Motu animalium, las distinciones entre el cosmos supralunar y
capítulo 6, 701a 5. el cosmos sublunar. Tales consideraciones se
18. En las líneas siguientes (26-28) señala que el encuentran mejor esbozadas en los libros de Del
único ser cuya naturaleza no es cambiante es Cielo: en los libros I y II trata de los cuerpos
el-dios por lo que “se goza siempre en celestiales; mientras que en los libros III y IV de
un solo placer y simple”. Para el Estagirita, es la los cuerpos sublunares. Basándonos en el cuadro
inmovilidad de la naturaleza (divina) donde reside sinóptico de Mesquita (2005, 575-586), Del Cielo
más el placer. Con este argumento de la inmovi-
es apenas previo a EE o contemporáneo de esta
lidad, como señala Bravo (2009, 129), Aristóteles
obra. Por su parte, en la Física, particularmente el
justifica la superioridad del placer divino ante los
libro VIII, también hay comentarios al respecto.
placeres de los hombres. Fuera de esto, el Esta-
girita omite referirse más al tema de el-dios y su E igualmente en el libro XII de la Metafísica, el
placer, ya que no era un asunto que le preocupase cual es contemporáneo de EE.
en el momento. Nótese que la única mención del
tema está a solo 6 líneas de terminar el libro VI
de EE (VII de EN). (*) Andrés Solano Fallas (sadsunsea@
No obstante, hay autores, como González (1991), gmail.com). Bachiller y licenciado en Filosofía
que insisten en tomar mano del libro XII de la por la Universidad de Costa Rica; bachiller en
Metafísica para añadir o redondear de la mejor
Teología por el convenio Universidad Nacional-
manera el brevísimo comentario del Estagirita.
Nos parece una línea de trabajo válida si se desea Universidad Estatal a Distancia (de Costa Rica)
ahondar específicamente en el tema de el-dios y y estudiante del Programa de Postgrado en Filo-
su placer, y considerando la totalidad del corpus sofía (Universidad de Costa Rica). Se desempeña
aristotelicum. Nos hemos apartado de esta línea profesionalmente como profesor de Filosofía e
de trabajo debido a que no estamos interesados investigador en la Sede Regional del Pacífico
en estudiar el tema de esa manera. Nos concierne (Universidad de Costa Rica).
únicamente el libro VI de EE (VII de EN). Ade-
más, consideramos que a pesar de la brevedad con
que lo expone, es claro y conciso.
19. Es plausible afirmar que para el momento en que Recibido: el miércoles 30 de julio de 2014.
estaba escribiendo EE, ya tenía en consideración Aprobado: el viernes 16 de enero de 2014.

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