Melinkoff (2010) explicó que las estrategias “denotan casi siempre un
programa general de acción y un despliegue de esfuerzos y recursos para alcanzar objetivos amplios” (p. 78). Se definen como el resultado del proceso a decidir sobre los objetivos de la organización, sobre los cambios en éstos, sobre los recursos usados para alcanzarlos y sobre las políticas que han de regular la adquisición, el uso y la disposición de estos recursos. Una estrategia muestra cómo una institución pretende llegar a esos objetivos. Se pueden distinguir tres tipos de estrategias, de corto, mediano y largo plazos según el horizonte temporal. Término utilizado para identificar las operaciones fundamentales tácticas del aparato económico; su adaptación a esquemas de planeación obedece a la necesidad de dirigir la conducta adecuada de los agentes económicos, en situaciones diferentes y hasta opuestas.
Estrategias Administrativas
Rovere (2012) argumentó que las estrategias administrativas son “el
conjunto de decisiones fijadas en un determinado contexto o plano, que proceden del proceso organizacional y que integra misión, objetivos y secuencia de acciones administrativas en un todo independiente en la organización” (p. 157). Dentro del planteamiento de la estrategia, se describe cómo se lograrán los objetivos generales de manera eficaz y correcta, es decir qué acciones de intervención ayudarán a la organización a cumplir con su misión y organizando para cada estrategia planes y presupuestos, tan detallados como sea necesario. Debido a que las consecuencias de cualquier decisión tienen un efecto drástico y amplio, la administración a través de su función de planeación, debe buscar el mejor curso de acción posible y de cualquier forma estar preparada para cambiar, si la experiencia y la información nueva que se presenten, sugieren que es necesario el cambio en las acciones ya antes establecidas.
Estrategias Contables
Tremont (2011) conceptualizo las estrategias contables como “las
prácticas que una empresa adopta para alcanzar sus objetivos económicos” (p. 218). En el contexto empresarial, la formulación de una estrategia financiera es el ámbito de la alta dirección, aunque los jefes de departamento y jefes de contabilidad también ayudan. Los planes financieros adecuados ayudan a la empresa primero a caminar antes de correr, especialmente cuando se trata de establecer el marco operativo de corto plazo necesario para lograr resultados a largo plazo. El liderazgo empresarial sabe que las estrategias financieras no siempre evolucionan de acuerdo al plan. Algunas podrían terminar incrementando la pila de deudas de la compañía, mientras que otras podrían reducir significativamente el efectivo en las arcas corporativas. Para evitar las pérdidas derivadas de la inadecuación de la política económica del establecimiento, la alta dirección analiza los resultados financieros con frecuencia.