EL CUERPO ETERICO
por Francisco Folguera
Todos los cuerpos existentes tienen
electricidad, por lo tanto adyacentes a
los cuerpos, nos encontramos con sus
respectivos campos eléctricos. Fíjese
bien: toda materia orgánica e inorgánica,
posee rodeando al cuerpo, su campo
magnético y eléctrico.
El hombre, no es una excepción a es-
ta regla antes expuesta, sino todo lo
contrario, pues posee un campo magné-
tico relativamente grande comparado
con los de otros seres inertes, esto es
debido a las sustancias químicas de los
que está compuesto el ser humano y
también todos los seres vivos.
Además de lo antes dicho, el etérico
no tiene una longitud igual en todos los
contornos de la masa de células de que
se compone un ser. Ahora, como una
imagen puede expresar mucho más que
unas palabras seguidas entre si y como
me he vuelto muy ahorrativo, economi-
zaré palabras; pondré un dibujo.
El cuerpo magnético de los seres vi-
vos es variable respecto al tamaño, de-
pendiendo del estado de salud y las
condiciones físicas en un momento de-
terminado. Si un ser vivo ha agotado en
buena parte sus condiciones físicas, o
se encuentra mal de salud; su etérico
disminuye en proporción a estas dos
condiciones.
Normalmente suele medir uno o
varios centímetros. Todo lo que pase de
esta aproximada e inexacta medida, no
es el etérico, sino una prolongación de
este llamada aura.
Los colores suelen ser azul, gris,
blanco, y todas las variantes de las
antes citadas tonalidades. Se dice —y
yo creo que es cierto—, que contra
más oscuro es el etérico, más espiri-
tualidad tiene la persona que lo posee.
empero por otra parte, puede tenerse
unos solos instantes, por haber alcan-
zado unos momentos de éxtasis en los
que reinaban los buenos pensamientos;
más tarde estos pensamientos sucum-
ben y se cambia el color. Eso nos de-
muestra que no hay que juzgar muy
rápidamente y libertinamete a una per-
sona por su campo magnético.
El etérico se puede ver con un poco
de práctica. Unos tardan unos minutos
y otros meses, pero vale la pena inten-
tarlo. Pues tú podrás verlo con un poco
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El etérico se puede ver con un poco de
práctica. Unos tardan unos minutos y otros
meses.
de perseverancia y confianza en ti
mismo. Ahora si lo deseas te voy a en-
señar cómo percibir por medio de la
vista el etérico.
Relájate, sepárate de todos los obje-
tos que te rodean y alargando el brazo
mira hacia él. Con la práctica verás al-
go que está rodeando el brazo. Sepára-
te los dedos y verás que rodeando los
dedos hay algo. Mira la cabeza de al-
guien y verás que rodeándola hay algo.
También es probable que hayas rea-
lizado todo lo antes expuesto y no ha-
yas tenido resultado alguno. En este
caso consigue un fondo negro, o si no
compra una cartulina del citado color.
Vete a un lugar donde te encuentres
cómodo, y en ese sitio baja la persiana
hasta obtener una luz tenue. Ahora mira
y vuelve a mirar a tus manos, donde en-
contrarás una energía que fluctúa alre-
dedor de tus dedos.
De todas maneras te aconsejo que
empieces con la cartulina y la media
luz, hasta que más tarde lo intentes con
tus hermanos, con tus padres, en la ca-
lle, con el portero, o sea con todo ente
viviente que te plazca.
No te dejes influir por muchas per-
sonas que no creen que el etérico se
pueda ver; llegando a pensar que quie-
nes lo han visto sufrían un estado febril.
Si en el primer intento no consigues
resultados, piensa que es una energía
que vibra muy rápidamente y está com-
puesta por una pequeñísima cantidad
de materia. Por lo tanto recuerda: sin
prisas, no te desanimes, tú eres capaz
de hacerlo, es cuestión de práctica.
Francisco Folguera Gutiérrez
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