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FILOSOFÍA DE LA CIENCIA

Alumno: Eugenio Tadayoshi Nakaya Zavala Torres

Profesor: Dr. Jean Jean-Philippe Jazé Claude

Materia: Filosofía de la ciencia

ALETHEIA

MEDIACIÓN Y ACERCAMIENTO

UNA INTERPRETACIÓN SOBRE

HEIDEGGER

Nota preliminar: En el presente ensayo pretendo defender y fundamentar


dos conceptos a través de los cuales he interpretado, principalmente, la crítica
heideggeriana a la ciencia, así como la perspectiva general de este filósofo
alemán sobre las diferentes épocas sobre las que reflexiona. Dichas reflexiones
pareciesen sostenerse en dos pilares sobre los cuales está la Aletheia, el modo de
desocultar la verdad.

Estos conceptos son: mediación (conceptual) y acercamiento (fáctico).

En La época de la imagen del mundo, escribe:

“En la metafísica se lleva a cabo la meditación sobre la esencia de lo ente así


como una decisión sobre la esencia de la verdad.”1

¿Qué es, en un sentido general, la metafísica en Heidegger?


No me referiré ahora a la metafísica sujeto/objeto que ha estado presente y
vigente, con sus respectivas transformaciones, desde Platón hasta Hegel,
tampoco a aquella metafísica que pregunta genuinamente por el ser, la cual se
halla en el centro de la propuesta heideggeriana, me referiré a la metafísica, o, si
se me permite, a las diferentes metafísicas que han sido vigentes en cada época y
cada cultura, que han subyacido a éstas y han estado como marco
conceptual/práctico, como lente a través del cual se ve y se interactúa con todo
cuanto rodea.

La metafísica es, en este sentido, una mediación, una red conceptual que
determina “la esencia de la verdad”, que fundamenta la perspectiva que se tiene
sobre todo, vida, existencia, naturaleza, dios, hombres, animal, sujeto, objeto (en
los conceptos que usamos palpita la metafísica) que sostiene
caleidoscópicamente “todos los fenómenos que caracterizan a dicha era”, que
permea todo lo inmaterial y material cuanto rodea.

La metafísica es el lente por medio del cual pensamos y vemos todo, una
estructura, un intrincado y sutil andamiaje, un castillo de conceptos hecho de tela
1
Véase el inicio del capítulo La época de la imagen del mundo, Caminos de bosque, Martin Heidegger,
página 62, Alianza Editorial, 2010.
de araña2, que se agita sobre el mar. Pero no sólo se refiere a cuestiones
conceptuales, sobre la esencia de la verdad, sino también, como dice la frase
antes citada, “sobre la esencia de lo ente”, no sólo como se percibe lo ente sino
también el trato que se tiene con él, el uso que se le da, el modo en el que se le
vivencia, en el que se le experimenta, esto es a lo que denomino: acercamiento,
modo de aproximación y modo de interacción. Es un determinado enfoque,
perspectiva, es el lugar desde la cual se ve, se piensa o se hace algo. El modo de
aproximación que tiene el individuo para con la realidad que poco a poco irá
configurando desde su lenguaje en combinación con sus circunstancias materiales
es la aproximación a la que me refiero.

En el texto Caminos de bosque Heidegger explica de innovadora manera tres


diferentes épocas, tres diferentes momentos en los cuáles pueden encontrarse
mediaciones conceptuales distintas, y contenido ya en ello, respectivos modos de
relación e interacción, de aproximación al y con el mundo:
La Grecia clásica (la cual podría dividirse en presocrática y platónica –
exceptuando a Aristóteles), la Edad Media y la Edad Moderna. Todas ellas
(dejando de lado a la Grecia presocrática) compartían una metafísica principal,
una en la cual se marca fuertemente la dicotomía sujeto/objeto, es decir, una
metafísica en la que se pone al sujeto, al hombre, al ser humano, a su creador
dios, en el centro3 como regente de la verdad y como sujeto observador,
escrutador y controlador de todo cuanto existe.

La Episteme griega (me refiero aquí a la presocrática) no poseía en su esencia un


carácter de exactitud para con aquello a lo cual se acercaba, por ejemplo, su

2
Por supuesto, en éste punto utilizo la metáfora nietzscheana expresada en Sobre verdad y mentira en
sentido extramoral, capítulo 3 El olvido como causa inconsciente generadora del impulso a la verdad,
Friedrich Nietzsche, página 30, Tecnos, 2012.
3
Ésta es justamente la razón por la cual no puede ser catalogado Heidegger como un existencialista, puesto
que en el existencialismo mismo se está poniendo al hombre y su vida en el centro de todo, lo cual, es
precisamente aquello que Heidegger crítica. Véase Carta sobre el humanismo, Alianza editorial, 2000.
entendimiento de los cuerpos, del lugar, de las relaciones entre estos factores era
totalmente diferente a la de la ciencia moderna, en ella el griego no se veía a sí
mismo en un lugar privilegiado al modo de la ciencia de nuestra época, no se veía
a sí mismo en el centro pretendiendo entender y poder controlar el mundo en su
totalidad sino que interactuaba con el mundo siendo parte de ese mundo cual una
hoja más entre las hojas, susceptible de ser arrastrado por el embate de los
vientos, como cualquiera de las otras.

El griego se acerca de una forma completamente diferente al mundo con sus


herramientas, con su espada, sus utensilios agrícolas, los de los artesanos, con su
lenguaje mismo, λεγειν (legein) es aquello que adquiría el hombre griego para

abrir en sí mismo un espacio abierto y así σοξνιν (sotsnin) mantenerse expuesto

ante la realidad, αλεθενιεν (alethenien), develar el ser. Todo esto totalmente


alejado a la perspectiva y uso moderno de la técnica mecanizada, herramienta con
la cual el hombre termina por ver al mundo, y también a sí mismo como un cúmulo
de recursos almacenados, esperando por ser utilizados, existencias, Bestand4, al
mundo como algo ya inerme e indefenso ante nosotros, en cambio, el griego sí se
veía amenazado por la inmensidad del mundo que le rodeaba, estaba inmerso en
él, arrojado en los peligros de la existencia, el griego se veía como un ente más
entre los entes. A la esencia de ese modo de ver, actuar y ser griego Heidegger le
llama τεχνε (techné).

¿No se intuye ya hasta este punto como los griegos tenían, no sólo una
conceptualización de sí mismos y del mundo diferente a la nuestra, sino que
también su modo de acercamiento para con ese mundo que les rodeaba lo era en
la práctica, en la experiencia de vida sumamente distinto?

4
Bestand, existencia, es el término utilizado por Heidegger en el texto La pregunta por la Técnica. Bestand
es lo que sigue a objeto, su exageración en el control y en el uso;, es la disolución del objeto y el sujeto para
transformar todo en mero recurso pasivo.
Una experiencia de vida distinta condicionada y asentada en formas culturales
distintas.

Hervorbringen5 era la esencia de la mediación conceptual y el modo de


approchement, de a´proximación del griego para con el mundo en el que estaba
arrojado, este término alemán significa llevar adelante, traer a la presencia. El
griego experimentaba el mundo y no le forzaba a través de métodos y exigencias
económicas de producción (como lo hace la ciencia moderna y la técnica
mecanizada), sino que permitía que el mundo, incluido él mismo, saliese de la
oscuridad, cruzase voluntariamente el velo de la oculteidad y a través del
experimentar en y con ese mundo, a través de ser experimentado, la verdad del
mundo adviene a su presencia, a la presencia del griego. Ese es su modo de
αλεθεια (Aletheia), su modo de develar el mundo, su forma de hacer aparecer la
verdad.

La relación del griego con el mundo, cada aspecto de su vida misma, estaba
configurada de una manera totalmente distinta, en la cual el griego es un artesano,
un τεχνος (tecnos) y un orfebre de, con y en la realidad que le rodea. El configura
cual artista la realidad misma en el movimiento de su cultura y de su modo de ser,
con su mediación y su acercamiento.

En lo que Heidegger llama la scientia de la Edad Media también podemos


encontrar un modo de acercamiento y mediación conceptual, es decir, de develar
la verdad, de Aletheia, característico. ¿Cuál podría ser un “origen” de la
concepción moderna del mundo y el ser humano como un conjunto de cosas
esperando por ser utilizadas?

En la Biblia está escrito:

5
Véase La pregunta por la técnica, Conferencias y artículos, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1994.
“Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla, ejerced potestad sobre los
peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobrela
tierra.”6

La concepción de que todo está a la disposición del hombre, de que él es el centro


del mundo y el pináculo de la creación divina, y que por lo tanto está posibilitado
para hacer de su mundo uso a su propia discreción, es una de las bases
fundamentales de nuestra concepción modernas: por ejemplo, si gracias a la
muerte y consumo de un animal, un hijo sobrevivirá, que el animal muera; si con la
destrucción de un ecosistema he de enriquecerme, que así sea. La vida del
hombre vale más que la vida del animal o de la naturaleza, valor que es fácilmente
observable e innegable para cada uno de nosotros.

En la Edad Media el mundo es pues, subyugado conceptualmente.

El tercer modo de mediación conceptual, en el cual se centraliza la crítica


heideggeriana, es el de la ciencia moderna, la cual es, según Heidegger, la
esencia misma de la Edad moderna.
Como primer punto, la ciencia moderna se acerca a su objeto con una lámpara,
esa lámpara con la cual se devela modernamente, es lo que el filósofo alemán
llama proceder anticipador7, en éste proceder están implícitos los τα μαθεματα
(ta mathemata), una serie de presupuestos hipotéticos, teóricos, conceptuales,
una serie de leyes universales, la transformación de la realidad en número, su

6
Génesis, capítulo 1, versículo 28, traducción de Casiodoro de Reyna y Cipriano de Valera.
7
Véase el capítulo La época de la imagen del mundo, Caminos de bosque, Martin Heidegger, página 65,
Alianza Editorial, 2010.
cuantificación y en suma, todo un método a través del cual ve la ciencia, dicho sea
de paso, sólo una parcela de la realidad.
Esta parcela de la realidad es previamente acotada por el proceder anticipador de
la ciencia misma, es decir, los presupuestos de la ciencia (al igual que los de todos
y cada uno de los modos de ser, de los modos de develar, de hacer aletheia) ya
contienen de antemano y determinan todo un sector abierto de objetos, es decir,
aquello que será encontrado y aquello otro, la sombra8, que no se podrá
encontrar.

El modo en el cual se relacionan la lámpara de la ciencia con aquello que alumbra,


lo entificado, lo reducido a ente, es de exactitud. La ciencia pugna por hacer de su
método un espejo exacto de la realidad toda; con el ensayo y error, con la
experimentación, la ciencia moderna busca atrapar en constantes la necesidad de
todos los sucesos del mundo.
Al ser requerida la exactitud, pero no el rigor y la profundidad, sólo la figura del
investigador aparece como necesaria, pero la del sabio (ligada a las ciencias de
espíritu, las cuales contienen una mediación conceptual distinta, así como un
modo de acercamiento para con el mundo, no ligado a reglas tan tozudas e
irreflexivas, que sí pueden ponerse en duda a sí mismas) aparece innecesaria.

Y a su vez, ese método que termina por tener primacía sobre la realidad, que mira
así mismo antes que a ella, que la fuerza a encajar en él, es también forzado por
otro de los aspectos de la ciencia moderna, su proyecto. Éste la obliga al método a
avanzar a pasos agigantados en su conocimiento y manipulación de la realidad.

En ese punto cuando, como ya he mencionado al principio de este ensayo,


aparece el paroxismo de la esencia propia de la ciencia moderna, cual
ramificación tan gruesa, que amenaza con desgajar el árbol todo: la técnica

8
El termino Sombra Die Schatten, es utilizado por Heidegger para referirse precisamente a aquello que
permanece fuera del rango de visión de determinada forma de develar, en especial, el de la ciencia
moderna. Véase ¿Qué es metafísica?, Martin Heidegger, Alianza Editorial, 2010, edición en línea.
mecanizada9. Es en la técnica mecanizada donde se da una serie de
forzamientos: la realidad que es forzada por el método y el método que es forzado
por la necesidad de producción incesante de la técnica mecanizada. En este tipo
de approchement para con el mundo, de explotación y de uso total de todo lo que
hay en él, incluido el hombre mismo, se da una mediación conceptual, lente con el
son percibidos todos los fenómenos de una época, bajo la cual subyace la Gestell
como esencia, la estructura de emplazamiento, de alejamiento, que controla y
restringe a la realidad a la cual vemos como si estuviese bien acomodada y
apretujada, controlada e inofensiva cual productos apiñados en un enorme
almacén, listos para ser usados. La reducción del todo a cosa.

Es mi interpretación el que Heidegger indica a sus lectores como lo más


fundamental de todo, sin lo cual nada existiría para ninguno de nosotros Dasein,
es el modo en el cual nos vemos junto con y en relación al mundo que nos
circunda y todo lo que hay en él, el modo en el cual nos acercamos a ese mundo e
interactuamos con él y, que al parecer, no sólo la existencia humana se torna de
diferentes y variados colores en relación a como sea el modo de ese develar, sino
que también el devenir y salvedad del mundo, de todo lo que hay en él, incluidos
nosotros mismos dependen de como sea nuestra αλεθεια.

9
Véase el capítulo La época de la imagen del mundo, Caminos de bosque, Martin Heidegger, Alianza
Editorial, 2010
BIBLIOGRAFÍA

Caminos de bosque, Martin Heidegger.

¿Qué es metafísica?, Martin Heidegger.

Cartas sobre el humanismo, Martin Heidegger.

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