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Existe en el imaginario popular la creencia de que el inquilino tiene tres meses para desocupar la

casa y que no debe pagar el arriendo por eses tres meses, lo que puede ser así, pero no así, ni en
todos los casos.

En efecto en algunos casos el arrendatario tiene derecho a ser notificado de la decisión de


terminar e l contrato de arrendamiento, con una anticipación de tres meses, pero no significa que
deba vivir gratis esos tres meses.

Lo que sucede es que en determinados casos el arrendador puede unilateralmente dar por
terminado el contrato de arrendamiento, notificando al arrendatario con una antelación de 3
meses su decisión, y pagando una indemnización equivalente a 3 meses de arrendamiento, y este
el origen de la creencia popular.

Así lo dispone el numeral 7 del artículo 22 de la 820 de 2003:

«El arrendador podrá dar por terminado unilateralmente el contrato de arrendamiento durante
las prórrogas, previo aviso escrito dirigido al arrendatario a través del servicio postal autorizado,
con una antelación no menor de tres (3) meses y el pago de una indemnización equivalente al
precio de tres (3) meses de arrendamiento.

Cumplidas estas condiciones el arrendatario estará obligado a restituir el inmueble.»

Como la indemnización corresponde precisamente a los tres meses de arrendamiento, que son los
tres meses de anticipación con que se debe notificar al inquilino, se ha interpretado que esos tres
meses salen gratis, pero no es así.

El derecho de las cosas es que el inquilino pague todos los meses de arriendo, y que luego el
arrendador pague la indemnización que corresponda, pues no se deben hacer esos cruces por la
razón que a continuación se expone:
El artículo 23 de la ley 820 de 2003 el valor de la indemnización se debe «Consignar a favor del
arrendatario y a órdenes de la autoridad competente, la indemnización de que trata el artículo
anterior de la presente ley….», es decir, que no se debe entregar directamente al inquilino, y esto
tiene una razón de ser: servir de garantía para que el inquilino desocupe la casa.

Es así, porque el parágrafo primero del artículo 23 de la referida ley dice que:

«En caso de que el arrendatario no entregue el inmueble, el arrendador tendrá derecho a que se
le devuelva la indemnización consignada, sin perjuicio de que pueda iniciar el correspondiente
proceso de restitución del inmueble.»

De manera que si el arrendatario no desocupa la casa vencido los tres meses concedidos por la ley,
no tendrá derecho a la indemnización, sin que quede relevado de la obligación de pagar el
arrendamiento hasta el último día que ocupe la casa.

Lo aquí expuesto aplica únicamente para el caso expuesto en el numeral 7 citado, es decir, cuando
el arrendador quiere terminar el contrato de arrendamiento porque sí, sin que exista una justa
causa para la terminación del contrato.

Igualmente aplica para la terminación del contrato de arrendamiento durante sus prórrogas, no
durante el contrato inicial.

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