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E-ISSN: 1989-3469
arodriguez@isdfundacion.org
IS+D Fundación para la Investigación
Social Avanzada
España
Carmen Yago
LA PIEDAD, ¿UN Alonso
SABER OLVIDADO Universidad de Murcia,
Facultad de Psicología,
Murcia, España
EN LA
MASCULINIDAD?
MERCY IS A
FORGOTTEN
KNOWLEDGE IN
MASCULINITY?
10
13 33
prismasocial - Nº 13 | dic 2014-may 2015 | revista de ciencias sociales | ISSN: 1989-3469
Carmen Yago Alonso. «La piedad, ¿un saber olvidado en la masculinidad?».
RESUMEN ABSTRACT
Tras el final del patriarcado es necesaria Sexual politics is necessary after the end
una política sexual en la que los hombres of patriarchy. The relationship of the new
traten con lo otro de sí, que es otro man with the patriarch is a contemporary
hombre que ha sido un patriarca y que ha challenge. Through critical discourse
escrito una genealogía de prácticas analysis and feminist theory, this article
violentas contra las mujeres, las niñas y offers a reflection on the mercy based on
los niños. A través del análisis crítico del 15 women's narratives about their
discurso y de la teoría feminista, este experience in the care of others. The
artículo reflexiona sobre la piedad patriarch lives like a ghost in men's
partiendo de la narrativa de quince relations with themselves and with
mujeres que relatan su experiencia en el women. Learn to deal with it opens the
cuidado de otras personas. El trato del possibility of a dialogue with the parent
hombre nuevo con el patriarca, que vive without denying or forgetting the history.
como un fantasma en las relaciones de A personal and political relationship of
cada hombre consigo y con las mujeres, each man with his free male infinity could
abre la posibilidad de un diálogo con el be in way.
padre que no niega ni olvida la historia
recibida y que da paso a una relación
personal y política de cada hombre con su
infinito masculino libre.
1. Introducción
Este texto parte de dos experiencias que han hecho que me pregunte por el
significado de la piedad hoy. La más reciente la he vivido con un hombre joven, que
Doctoral sobre los cuidados familiares y el conflicto que en mí, como investigadora,
Desde los años 60, la percepción de justicia viene siendo un campo de interés para
la psicología social, llegando en 1998 a ser parte del índice de materias del
Handbook of Social Psychology (Miller, 2001). Las raíces de este interés se encuentran
humano ante los mismos, con especial atención a las reacciones suscitadas en
valores, las creencias, los afectos y las conductas en que se basa tal experiencia
cuestión de poder. Su carácter universal lo han puesto en duda autoras como Iris M.
cualquier aspecto relativo a la práctica social que tenga que ver con la opresión y la
dominación de las mujeres está sujeto a ser evaluado con criterios de justicia.
paradigma distributivo.
Por otro lado, en el campo de la Psicología del Desarrollo, en la década de los 80,
Carol Gilligan, junto a sus colaboradoras, nombró un modo de relación con lo otro
basado en el cuidado del que daban cuenta las mujeres al hablar de conflictos y de
dilemas morales. Desde la filosofía, también autoras como María Zambrano (1986) y
Simone Weil (2000) se han referido a la justicia como una cuestión de amor.
términos. Por ejemplo, John Rawls (1997) definió la justicia como un acto racional del
social que nos diferencia de otras especies y nos hace superiores en sentido moral.
yo. Desde esta perspectiva, la razón se trata como si fuese imparcial, donde las
emociones influyen pero no son parte esencial del sistema de razonamiento y no son
el juicio se ha indicado el calado político que tiene separar razón de sentimiento. María
Zambrano, en un artículo titulado “La nueva moral” que escribió en 1938 cuando el
lógica.
Uno de los pasajes más interesantes que escribió Zambrano sobre la piedad es la
historia de Antígona. En este ensayo, la filósofa reescribe esta historia contada por
una mujer, que se negó a acatar la ley de su ciudad que impedía dar entierro a los
hermano. Y esto le costó la vida porque no entró en un juego de fuerzas con el poder
no del odio sino del amor” (Zambrano, 1986). Y, aunque las reinterpretaciones
feministas de esta tragedia son diversas (Butler, 2001; Irigaray, 1978)- la re-escritura
de María Zambrano ayuda a entender la lógica que guió a Antígona y que mueve a
desconocida justicia, lo que sólo el amor puede hacer” (Zambrano, 1986: 87- 88).
En “El hombre y lo divino”, María Zambrano escribe que la piedad es “lo que trata
El trato adecuado con lo otro en situaciones de injusticia remite a una apuesta por
2. Objetivos
las reflexiones de mujeres, que ofrecen un trato hacia lo injusto que no está
al sexo femenino como víctima de múltiples injusticias y rara vez en posesión del
cual, en todo caso, se le permite usar la ley del padre [...] hay muchas
mujeres que se han empecinado en abrir el lugar de una justicia que no las
tipo de práctica.”
Este artículo pretende abrir la escucha a una forma de invocar la justicia que huye
encontrar una medida de justicia capaz de transformar las relaciones que hoy son de
fuerza en relaciones libres, de libertad para sí y para otras personas. Esto exige
femenina y, a partir de certezas que las mujeres saben por experiencia, como por
3. Metodología
de los datos se identifican los modos en que las participantes hablan de los cuidados y
Las entrevistas se realizaron a lo largo del año 2011 y las participantes residían en
con un hombre en relación de pareja. Sus edades estuvieron comprendidas entre los
enseñanza (2), dependienta (1), enfermera (1) y educadora social (1). El número de
hijas e hijos oscila entre tres y uno. De las quince, todas eran nacidas en España
excepto una de ellas que procedía de Bolivia y llevaba más de 5 años residiendo en
Murcia.
Los compañeros estaban empleados con jornadas a tiempo completo en todos los
casos. En cambio, entre ellas, tres tenían jornadas intensivas y el resto partidas.
Buena parte de las entrevistadas tenían ayuda para el cuidado de las criaturas:
madre, padre, hermanas, cuñadas, vecinas y/o amigas. En cuatro casos esta ayuda
era puntual y referida a relaciones con otras madres y con alguna vecina. Nueve
comedor escolar. Cuatro habían empleado a una trabajadora en casa para la limpieza
por horas o un día a la semana. Solo una cuidaba regularmente de una persona
la principal carga de trabajo en casa la llevaban ellas. Se trata, por tanto, de una
4. Contenido
materna ilumina el pasaje que una mujer atraviesa al nombrar en otros términos, en
otro orden, lo que sin una mirada femenina resulta oscuro. Oscuro porque cuando la
injusticia se queda desnuda, sin simbólico femenino con que decirse, es pura
gravedad.
que la representación de lo real es una apuesta y es una apuesta que se mide con
aquello y con cuanto se está haciendo, se puede querer hacer, y también con cuanto
se tiene la ilusión de hacer. Estas palabras permiten iniciar un camino que lleva a
trae la convivencia.
El análisis identifica las formas en que la injusticia es nombrada por las mujeres, de
manera que sea soportable para la que narra y para la que escucha, y de manera
también que no esconda del todo aquello con lo que a una le toca lidiar. Este trato con
lo otro es una forma de ejercer la piedad. Las risas, la ironía, el rodeo, un cambio de
tema, son figuras que dicen algo importante en el trato con la injusticia. A
de sentido la vida humana sin dejar que lo negativo arrase con todo.
concibe la injusticia social, pues a diferencia de aquellos espacios en los que las
rige por normas que los hombres, los hijos y las hijas, han de aceptar y el
ausencia de poder por quien dice sentirse en ese estado y, en el caso de Pilar,
doméstico.
Pilar: uy u::: u::: una impotencia que: (.) uy me da >por hacer cosas
ninguno (.) es que no los voy a necesitar a ninguno (en sonrisa) (.) eso así:
que lo digo: >pero yo sola porque no me oye nadie (.) ya se han ido¡<
(risas)
aceptando “el no” ajeno y haciendo lo que hay que hacer antes que insistir en un
posible cambio que pudiera venir de la otra parte. La rebeldía hace que una haga lo
Entrevistadora: um um
P: Pero
P: pos porque yo: porque basta ser que me digan QUE NO pa entonces
decir NO ahora lo hago yo <no os voy a necesitar> ¿Ves como está hecho?
En estos extractos se ve cómo la relación que propician los cuidados está basada en
trata de liberarse del resto de personas. En este caso, la apuesta es decir lo que pasa
acabas hasta las narices, termina de bañarlo entonces recoge todo entonces ponte
con la cena entonces…pero claro tampoco puedes decir... Sí, tú lo ves pero no haces
nada”.
existencia de una forma de pasividad que puede llegar más lejos que la molesta
que han confiado su eficacia a una no-acción, con la creencia radical en la existencia
de lógicas que convierten el mal; mal que si no se alimenta con otra cosa puede llegar
a destruirse a sí mismo. Señala que si bien no hay nada que garantice el éxito de esta
práctica, preserva a quien la sigue de gastar toda la energía en querer hacer el bien a
toda costa.
Del mismo modo, ante las dificultades que encuentra otra participante para atender
casa, hijas, empleo, marido... dice: “pero muchas veces me he mentalizado, digo voy
Este pensamiento implica al mismo tiempo hacer un corte difícil en sí misma que quizá
una no desea, pues afirma líneas después: “es que si dejo de trabajar es cuando me
voy a encerrar en mi casa y me voy a (.) así al menos sé que tengo que salir” (Paola).
una solución desde fuera y, a la vez, contiene un juicio sobre su situación y su deseo.
Esta suerte de negativo no se intenta resolver tanto como sobrellevar. Parece que una
En el trato con lo otro pueden darse infinitas formas de ser mujer y de pensar y de
actuar en la realidad de los cuidados. Las hablantes optan a veces por no nombrar a
organización cotidiana del hogar prevalece el yo en relación con las hijas y con los
lenguaje.
caso que relata Marta, ante el desorden, ella actúa sobre sí misma. Repliega la acción
Entrevistadora: um
deíctico que se aprecia en la primera, cuarta y quinta línea. El rol del compañero
estar todo el día al sol más cansado que yo, y entonces pues necesita otras
La justificación en este caso aleja la inculpación del otro y ella se centra en lo que
le cuesta sostener, que es su tiempo propio, es decir, tiempo para hacer lo que siente
que desea hacer para sí. Es consciente de las dificultades que le acarrea ocuparse de
dramáticamente con las palabras “tengo que morir”. Véase el siguiente extracto: “yo
por lo visto tengo que morir por el título de auxiliar de clínica, aunque no lo sepa
En la siguiente cita, el uso del pronombre en primera persona se utiliza como una
mejor eso es lo que hace que me quede (.) si viera que no me quita la chaqueta o no
día recordando la necesidad. Así Laura representa la situación como problema que
requiere solución y como una búsqueda que es fructífera porque rápidamente resuelve
la urgencia.
Otra forma de manejar la injusticia es elaborar a través del diálogo el conflicto que
fragmento, recrea una conversación sobre el problema que siente y expone el trato
que ella desea recibir de él, que no llega. Podría pensarse que el lenguaje que emplea,
Irene: No este, ya te digo, este verano que lo he pasado mal de verdad (.)
muchas veces llegaba y ¿Es que has llorado? Sí (.) ¿Pues que te pasa?
sabes lo voy a saber yo (0.3) En vez de decirme venga vamos a ver ¿qué es
lo que te pasa? No, Pues hija mía si tú no lo sabes cómo lo voy a saber yo
problema que tiene, “sus ahogos”, sin utilizar un lenguaje que la aplaste. Se siente
Irene: Sí mi madre o sea eso es ¿qué vas a hacer hija? (.) Mamá si me
tocara la lotería, me separaba eh.. le digo, me falta nada más que el sueldo
de él, te lo juro, porque la casa es mía, las crías son mías, yo en qué iba a
notar esto ¿encerrarme sola por la noche? Y a lo mejor se lo digo así con la
broma y... Ay no digas eso hija mía o porque son de la época de...(risas) no
digas eso (.) mi padre mismo para ser de la esa que es (.) mi padre friega
eh, a veces cuando, cuando me da el ahogo ese (.) pienso que, si total, si
estoy yo sola (.) yo llego a mi casa, llevo mis hijas (0.5) (risas) lo tengo
Entrevistadora: Um, um
I: Pero ya está
Gracia habla del intercambio entre mujeres que se da en el colegio de sus hijas y
de la distancia que, sin embargo, muestran los hombres entre sí. Las madres hablan
sobre sus vidas, algo que no hacen los padres y los planteamientos de ellas no son
iguales a los de ellos. Así, mientras la relación entre mujeres se representa como un
Gracia: Porque ellos son de otra manera[...] las mamás que nos juntamos
pero no tienen así relación como podamos tener nosotras, entonces tú a ese
hombre no le puedes plantear ahora que cambie todo porque tú has visto
Bajo este epígrafe se muestra el sentido femenino de un lenguaje que sirve para
dividir el mundo en polaridades y lucha contra aquel o aquella que incumple la ley que
se considera justa. Si las mujeres hablasen desde este simbólico, el hombre pareja
Elegir un vocablo u otro, ofrecer un rodeo, una excusa, una renuncia o una
parte masculina. No considera que sea solo dificultad de él; tampoco le da todo el
derechos. Esto es signo de que el otro es parte de quien habla. Estas figuras utilizadas
por las entrevistadas son extremadamente importantes para sostener la política entre
lo negativo.
En el siguiente fragmento, la entrevistada, tras narrar lo poco que hacen los padres
por enterarse de lo que se habla en las reuniones del colegio de sus hijas e hijos, y
cara dura
para alante (sic) y al final lo poco que él hacía lo acaba haciendo ella”.
Este fragmento ayuda a entender el uso por parte de Sara de un lenguaje que no
demoniza al hombre. “Cara dura” sirve para decir lo que se quiere decir sobre el
imaginarse. Asimismo, Marta comenta calificando de “listos” a los hombres que hacen
menos que las mujeres en casa, diciendo que ponen muchas excusas para
aprovecharse: “es un listo (…) hay veces que es verdad, hay veces que no, son
listos”. O Gracia nombra el comportamiento de su marido con estos términos: “es más
cómodo, es más cómodo, una forma de, de relajarse no lo sé (.) a lo mejor piensa
eso, como yo estoy siempre con ellas si estas tú pues que descanse yo, un poco no lo
sé”. El uso de “listo” como sinónimo de egoísta conlleva una referencia a la pareja
término “cómodo”.
salto enorme entre la práctica de la relación y la lógica de las relaciones de fuerza. Las
(en)cierran al otro sexo en una categoría peyorativa, sino que dan pie a seguir
La alternativa vigente a la ley patriarcal, que procede de una historia que tiene más
que ver con las mujeres que con los hombres, alude a otro poder que también puede
ejercerse: el poder de las palabras. Dice Luisa Muraro que: “La naturaleza de los
signos [...] es volver eficaces, esto es, activas, relaciones que, si no, se apagarían”
(2009: 58). Es posible que esto pase entre las hablantes cuando recrean el trabajo
familiar en las entrevistas, gracias a que una parte importantísima de este trabajo es
simbólico.
Así, hay formas de decir lo que se quiere decir sin inculpar de modo directo a la
otra persona, por ejemplo, calificando el comportamiento del otro a través de una
Entrevistadora: um um
Representar la injusticia con otras palabras (“es un poco desastre”) tiene el efecto
justificador: “y: y si está estresado a lo mejor está un poco más indiferente y tal, pero
vamos por lo general”. Este “por lo general” también atenúa la denuncia de lo que
está mal, así como ciñe el problema a uno o más hechos sin propagar el malestar.
toque directamente. En el siguiente ejemplo, además de que Tonia habla del marido
de su carácter, aunque esto no resta para afirmar qué es para ella lo realmente
importante:
Tonia: No, es, es la forma de ser de cada uno en muchos casos, es que el
persona (0.3) y bueno que realmente es eso, ves las necesidades hay que,
hay que llevarlo y si hay que llevarlo entre todos hay que llevarlo entre
todos (.)
En algunos casos, las hablantes han afirmado que este tipo de comportamiento
masculino es una cuestión de machismo. Para decirlo, Fani utiliza un recurso que
preguntarle sobre la carga de desequilibrio que ella asume, comenta “si recae más en
corresponde con “el típico hombre que llega de trabajar que se ducha y le tienes que
llevar todo al aseo y con las mismas se sienta en el sofá, y hay de todo [...] Y lo que
situación:
(.) porque saber yo tampoco sabía, nadie nace enseñado (.) pero yo creo
que es más tema de, de, a él no le gusta que, que yo diga eso, pero yo creo
A esta manera de describir suavizando lo real, se añade otra que dice algo sin
decirlo todo, o, que da un rodeo que parece que no diga nada, guardando siempre
que Donatella Franchi (2009) llama “un paradigma del pensar lo cercano”, en
referencia al cuerpo materno que enseña una relación no opuesta entre madre y
En todas las entrevistas ha sido frecuente el hecho de incluir más de una voz en el
relato para describir escenas de conflicto. Decir lo que una hace, piensa, cree, afirma
y, al mismo tiempo, decir lo que otra persona dice, hace, dijo, es una forma de usar el
reproducirlas. Cada emisión es nueva y distinta, depende del contexto en que se da.
El juego de voces indica que en la hablante tiene presencia lo otro, es decir, en esa
escenificación está ella y lo que es distinto de ella que también forma parte de sí. En
trabajo que tuvo hace años. Para reconocer como injusta tal situación la hablante
recurre a otras personas que representan la firmeza, la equidad, lo que debe ser,
para ti? ¿Que por el hecho de ser gobernanta te tocaba hacer lo que las
Pilar: La jefa me decía que eso no tenía que hacerlo yo (.) es que tú tienes
que imponerte tú decir no señor (.) esto esta organizado así y: la que no
quiera (.1) Yo no servía (.) yo no servía (.) además se lo decía mira prefiero
hacerlo yo¡ (.) prefiero hacerlo yo (.) [...] Mi marido se, se, se cabreaba y
todo ¿sabes? porque decía pero vamos a ver (.) tu deberías de ir dar el
trabajo y con las mismas venirte a tu casa que era lo que yo debería de
haber hecho los domingos, los fines de semana (.) ir llegar distribuir el
trabajarlos
E: Um, um
sitio (.) no te plantas (.) Eso hay que hacerlo le digo Quien tenga que hacer
que lo haga la que tenga que hacerlo (.) o hacerlo las dos (.) pero no lo
En el relato la hablante recrea la voz del marido y de la jefa de modo que en ella
el otro es una voz disciplinaria (unas veces representada por el marido y otras por la
jefa), que genera órdenes acerca del deber ser. Los conflictos se relatan como un
juego relacional que nombra lo que las mujeres hacen, o, más bien, lo que las
palabras dicen que las mujeres hacen o dejan de hacer. Los acontecimientos se
describen a través de verbos referidos al decir. Las formas en que las hablantes dan
cuenta de lo que pasa cuando hay un desacuerdo o algo que no resulta como una
espera, queda indicado con verbos como decir, comentar, hablar, gritar, repetir, etc.
Lola expresa de esta manera los conflictos que tiene con su marido los sábados por la
Lola: Pero eso sí, a veces le he dicho bájatela un poco que yo:, para que la
voy a bajar si aquí le ponemos una película (.) como tenemos los puntos de
vista diferentes él dice que siempre tengo que estar llevándola a la calle y a
mí no me gusta que esté todo el día aquí viendo la tele pues ahí estamos
encontraos.
L: Como yo digo bájatela tal, está este, está el otro hay un montón de
hombres ahí con sus niños y las mujeres están aquí luchando para hacer
algo (.2).
Esta lucha se resuelve en el terreno del decir, en el plano simbólico, que requiere
tiempo relacional, algo que por el uso de la palabra “montón” indica que es una forma
de proceder que la mujer da por sabida. Un proceder que señala la lógica en la que
actúan las hablantes, sabiendo que la partida se juega en este plano. Eleonora
Graziani (2009) escribe que esta lógica diferenciada de las mujeres no es tanto entre
seres humanos (o como una diferencia con los hombres) sino que se trata de un
puede provocar. Se trata de una lógica que está en el centro de la vida en común de
mujeres y hombres, creadora de paz en relaciones en las que hay violencia e injusticia
por parte de los hombres hacia las mujeres y que es generatriz de cambio social.
Me dice... Y le digo... dice no... y digo no. Un decir que sirve para negociar y clarificar
lo que una quiere, permite y admite en la relación con el otro. Es una expresión clara
digo ¿Qué pasa con la cría? Pues no me he bañado yo veces con la cría, y él
también, dice ´No eso ocúpate tú´ que ..y digo No. En el momento que
permites ya se te adjudica.
En el terreno emocional, Teo habla con enfado del modo en que su compañero
intenta arreglar los conflictos con ella, haciendo mediar a sus hijas y, en este sentido,
Teo: Claro que estoy enfadada, si es que esto es todo los días, es que esto
es todos los días (.) (...) me da coraje porque no discute, no, no discute,
‘María mira ver si la mamá esta enfadada’ (.) parece el anuncio de la coca
I: Pero mamá estas enfadada no, que venga él y diga Teo te (.) pasa o
¿Qué ha pasado?, porque él lo sabe, por eso no viene, porque (risas) sabe
Esta falta de palabra es muchas veces lo que enfada y hace la convivencia más
“comodidad” comenta: “Como es comodidad y no les sale hay que decirles ¡Eh! ¿Eso
La palabra injusto o injusticia han sido palabras poco pronunciadas para describir
este tipo de situaciones. Las hablantes refieren situaciones con sus compañeros
hablando desde el problema que hay en cada caso. Por ejemplo, Gracia nombra la
estupendamente, ahí no hubo problema ninguno y cuando (.) cuando nació Bárbara al
principio sí, costó un poco adaptarse pero yo creo que era porque le daba miedo la
responsabilidad”. Gracia cuenta cómo trató este miedo, por el que su marido estuvo
ausente el primer año de crianza de su hija. Describe este proceso como un tiempo
de aprendizaje para él y una apuesta de confianza para ella, con el límite que puso
cría era mía y, y era mía (.) Y él trabajaba por las mañanas, entonces
estaba haciendo los cursos del doctorado por las tardes y yo me pasaba
aquí los días yo sola, hasta que un día ya lo senté y le dije mira esto es lo
que hay, esto es de los dos (.) y lo entendió, lo entendió, le costó trabajo
puño pero lo dejé, tiene que sacarla adelante si es su hija [...] pero a él le
que era eso que le daba miedo, porque a, como a mí también me dio miedo
A través del relato de experiencias, las participantes hablan de una lucha continua
no en contra, sino tratando con marido, hijas e hijos, donde tampoco aceptan el
servilismo hacia el otro. Custodian la negativa sin sustituirla por la hostilidad. En una
siempre ha sido muy amable, muy… muy de decirnos las cosas… de que a
Entrevistadora: Um um
me he currado yo [...]
¿Cómo se ha ganado este terreno? Para describir esta lucha diaria las hablantes
utilizan lo más cotidiano. Representan la realidad de forma dialogada para dar cuenta
de la labor que supone implicar al otro, haciéndole sitio en los cuidados, trayéndolo a
la conversación.
A veces también se relatan las consecuencias del no hacer. Se narra cómo un día
dejaron de recoger la ropa sucia que el marido tiraba al suelo. Otras narran la lucha
refiriéndose a inventos caseros que han permitido organizar el desorden: “el armario
cuenta como anécdota algo que un día descubrió y de lo que otra puede aprender. El
incisión que separa pasado de presente. Un día en que una se dice a sí misma
“entonces dije: mira, esto hay que ponerle remedio” o le dice al otro “y ya después le
dije mira yo no puedo con todo”. En este fragmento, Cintia cuenta qué hizo ella para
detener una situación que no podía seguir viviendo. Apeló a lo inapelable. La hablante
tú me estás viendo que llevo más de nueve meses que no duermo? Digo:
¿una sola noche se te ha ocurrido decirme deja que me quedo yo? ¡Ni una!
que gracias a dios es inteligente, le cuesta darse cuenta de las cosas pero
Otro recurso es no ceder. No ceder su visión u opinión sobre cómo hacer las cosas.
En el ámbito doméstico esto implica no dejar al otro que haga su voluntad privándose
la mujer de su criterio. Este modo de tratar el conflicto queda significado cuando ella
Entrevistadora: ¿Y qué se podría hacer para que esa situación que a ti te...
Pilar: Tú tienes (que hacer) las cosas como yo se las digo y a la hora que yo
se las digo.
Esta respuesta indica que ella no quiere liberarse del peso, sino que su intención es
seguir llevando la situación y no ceder, lo que permite que el conflicto acerca del
subraya con frecuencia y toma forma de recuerdo, apostilla, anécdota... Unas veces
ocasiones, los cuidados masculinos se narran en el fluir del discurso con el fin de
ellas asumen. Así, Marta, tras contar el día en que su marido se ocupó de cuidar a las
niñas, recuerda la compañía que él le prestó cuando cayó enferma hace unos años.
Concretamente, relata el mes que pasó sin acudir a trabajar para poder acompañarla
en el hospital. O ante complicaciones del día a día en casa valora en gran medida la
ayuda que él presta. Esta colaboración por parte del compañero es sentida como una
actividades.
Teodora: “En ese aspecto él es muy (.) es buen papá, es buen papa sí es
muy buen papá y siempre está pendiente de sus hijos (.) juega mucho con
ellos (.) umm (.) a lo mejor en el aspecto de decir (.) él salir solo con ellos
(.) le cuesta, pero compensa mucho más con otras cosas que él aquí hace
en casa”.
vinculada al cuidado de la niña y al juego y disfrute del tiempo: “Se queda su papi en
casa hasta que yo voy a las ocho”. En algún caso, hay adjetivos como “padrazo” o
“pero él es muy cariñoso, es, es así o sea que no puede evitarlo y no tienes que
decirle”. Este último comentario (“no puede evitarlo”) difícilmente se atribuiría a una
mujer.
Rosa: Estaría todo peor [...] ¿Eh? Porque mi casa está también muy curiosa
por él (.) porque él ve cualquier fallo en una pared o un roto o lo que sea,
yo que sé o hay que arreglar esto (.) y él enseguida coge y enseguida está.
para una mujer es de pérdida. Comenta Laura: “se pierden muchas cosas (0.3) que
también hacen crecer (0.4) y ver el mundo de otra forma, porque ves el mundo de
5. Conclusiones
Este trabajo es una aproximación desde lo que algunas mujeres dicen que hacen en
sexo, los hombres. La justicia, en este caso, representa una cultura de la relación
poniendo el cuidado en el centro, porque lo que se oye con frecuencia son otros
modos de acercarse a las injusticias, con falta de piedad y deseo de venganza, o, con
trato con lo injusto desde el amor. El amor entendido como piedad con el otro, es
decir, es ese saber tratar con lo otro. María Zambrano escribió que el amor es una
creación histórica femenina: “Ella también crea, y su primera creación es eso que
entre lo que las participantes nombran como injusto y aquello que las hablantes
la injusticia muchas veces se olvida algo fundamental y es saber cómo las mujeres y
cómo los hombres tratamos con lo negativo. ¿Cuál es la práctica de la paz en estas
fecundo que trata sobre todo del cuidado de la vida. Una teoría de la justicia que sirva
mujeres. La historia de la libertad femenina indica que una mujer gana su libertad
orientándose con otras mujeres en los problemas, las dificultades, los retos y las
El trato con lo otro, que hoy ya puede ser de un hombre consigo, donde conviven
de la libertad. El trato con lo otro de sí, que todavía está en el vacío, requiere de amor
producción masiva de dolor, para no agotar con un discurso desalentador a otra que
foucaltiano, como habitualmente eligen representarlo los hombres en el Body Art con
tiene medida y los movimientos son mesurados. Verzini presenta la obra de la artista
Gina Pane que representa pequeños cortes en las extremidades. Verzini (2009)
escribe: “Para ella (para Gina) la herida es un acto simbólico que permite la apertura
pequeños cortes.
Esto es importante para la política sexual, porque, siguiendo las palabras de Luisa
6. Bibliografía
Graziani, E. (2009). Más acá del bien y del mal. La experiencia de las místicas. En
http://www.libreriadelledonne.it/Circolo.htm
Luisa Muraro, y Liliana Rampello (Eds.), Dos mil una mujeres que cambian Italia
Tyler, T. R., Boeckmann, R.J., Smith, Heather. J. y Hou, Y.J. (1997). Social Justice
Zambrano, M. (2002). El pleito feminista y seis cartas al poeta Luis Álvarez Piñer
de España.
Anexos
SÍMBOLOS DE TRANSCRIPCIÓN:
um um Asentimiento
(risas) Risa
fin. Pausa total (punto) que denota caída o final de una entonación;
progresivo aumento.