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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA DE MEDICINA
ASIGNATURA DE OTORRINOLARINGOLOGÍA

TEMA: SINUSITIS

DOCENTE: Dra. JENNY TORRES


ESTUDIANTES:
PILLAJO JESSICA
PINDE KERLI
SALAZAR JESSICA
SARANGO PATRICIO

SEMESTRE: NOVENO B
PERÍODO ACADÉMICO: AGOSTO 2018- FEBRERO 2019
SINUSITIS AGUDA Y CRÓNICA

La rinosinusitis o sinusitis es una respuesta inflamatoria de la mucosa de la nariz y de


los senos paranasales que puede deberse a una infección por agentes bacterianos, virales,
hongos, un cuadro alérgico o a una combinación de estos factores. El término rinosinusitis
define de mejor forma esta enfermedad puesto que casi siempre se acompaña
de inflamación de la mucosa nasal o está precedida de ella.

Se caracteriza por rinorrea (secreción por la nariz), obstrucción nasal y dolor facial; puede
haber hiposmia o anosmia, tos, fiebre, fatiga, dolor dentario, halitosis y malestar ótico.

De acuerdo con la duración de la enfermedad puede ser calificada como aguda si dura
menos de cuatro semanas, subaguda si su duración es de cuatro a doce semanas y una
forma crónica con más de doce semanas de enfermedad.

La sinusitis es una infección en general autolimitada en un 40-50 % de los pacientes, de


manera que los antibióticos no deben utilizarse como tratamiento de primera línea. Existen
pocas pruebas que demuestren la efectividad del uso de adyuvantes
como corticosteroides nasales y, menos aún, de los descongestionantes sistémicos. Los
pacientes con sinusitis crónica o recurrente, requieren remisión a
un otorrinolaringólogo para considerar una cirugía endoscópica funcional de los senos
paranasales.
ETIOLOGÍA

La rinosinusitis viral normalmente dura 7 a 10 días, mientras que la sinusitis bacteriana es


más persistente. Entre aproximadamente 0,5 % y 2 % de las sinusitis virales progresan a
sinusitis bacteriana. Una hipótesis postula que la infección bacteriana comienza al sonarse
continuamente la nariz.

Si la infección es de origen bacteriano, los tres agentes causales más comunes son
el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis.5 En el
pasado, el Haemophilus influenzae era el agente bacteriano más frecuente causante de
infecciones de los senos paranasales. Sin embargo desde la introducción de la vacuna
contra Hib ha habido una disminución drástica en infecciones causadas por H.
influenza tipo B y ahora se ven con más frecuencia las cepas no-tipables de la bacteria.
Otras bacterias patógenas incluyen el Staphylococcus aureus y otras especies
de estreptococos, bacterias anaerobias y, con menos frecuencia, bacterias gram negativas.

Los episodios agudos de sinusitis también pueden ser el resultado de infecciones


por hongos. Estas infecciones son más frecuentes en pacientes con diabetes u otras
deficiencias inmunitarias, como los pacientes con sida o que estén
recibiendo fármacos antirrechazo de trasplantes y puede ser potencialmente mortal. En
la diabetes mellitus tipo I, la cetoacidosis conlleva a una sinusitis por mucormicosis.

La irritación química también puede causar una sinusitis o por el humo de cigarrillos.
Ocasionalmente, especialmente entre la segunda y tercera década de la vida, puede ser
causada por una infección dental.

Las causas de la rinosinusitis crónica aún permanecen desconocidas y pueden


incluir alergias, factores ambientales tales como el polvo o la contaminación, infección
bacteriana u hongos (alérgica, infecciosa o reactivos). Los factores no alérgicos, tales como
la rinitis vasomotora también pueden causar sinusitis crónica. Los senos paranasales
anormalmente estrechos, pueden impedir el drenaje de las cavidades de seno, por lo que
también podrían ser un factor desencadenante, así como la fibrosis quística.
En la sinusitis crónica, se observa una combinación de bacterias anaerobias y aeróbicas,
incluyendo Staphylococcus aureus y Staphylococci coagulasa negativo. Normalmente los
antibióticos ofrecen solo un beneficio temporal, aunque se han propuesto mecanismos en
los que se incluyen una hiperreactividad a las bacterias en la sinusitis con pólipos.

Un desarrollo más reciente y aún debatido, en la etiología de la sinusitis crónica es el papel


que pueden desempeñar los hongos. Estos pueden encontrarse en las fosas nasales y los
senos de la mayoría de los pacientes con sinusitis, pero también se pueden hallar en
personas sanas. No queda claro si el hongo es un factor definitivo en el desarrollo de la
sinusitis crónica y si lo fuere, cual podría ser la diferencia entre quienes desarrollan la
enfermedad y quienes que no lo hacen. Las investigaciones con tratamientos antimicóticos
han producido resultados variables.

El mecanismo fisiopatológico básico que desencadena la RS es la obstrucción del orificio


de drenaje del seno. A partir de la obstrucción se va a generar una hipoxia y alteración del
recambio gaseoso dentro del seno, responsable los siguientes cambios en la mucosa:
vasodilatación, alteración de la función ciliar (estancamiento de secreciones) y alteración de
la secreción glandular (aumento de las células caliciformes y aumento dela viscosidad del
moco). El conjunto de estos tres mecanismos va a favorecer la retención de las secreciones
y la posterior infección.

FACTORES PREDISPONENTES.-

Factores locales: infecciones de vecindad ( rinitis infecciosa o alérgica, adenoiditis,


patología dentaria.)

Factores anatómicos: desviación septal, concha bullosa.


Factores ambientales: contaminación, aire acondicionado, natación en agua clorada.

Yatrogenia: intubación nasal, sonda nasogástrica, ventilación mecánica

Hábitos tóxicos: tabaco, cocaína.

Factores sistémicos: Inmunodeficiencias, fibrosis quística, discinesia ciliar primaria.

CLASIFICACIÓN

Sinusitis aguda

Se trata de un cuadro infeccioso e inflamatorio que evoluciona en días, en el contexto de


una infección de vías aéreas superiores. Evoluciona en dos tiempos clínico patológico. (1)

❖ Sinusitis serosa o mucosa: Es un primer tiempo evolutivo del cuadro


sépticoinflamatorio. No necesariamente evoluciona hasta la siguiente fase (supurada).
Se trata, generalmente, de cuadros catarrales de origen vírico, de escasa virulencia, que
se comentarán en el apartado de etiopatogenia. En este tiempo, el tejido presenta un
intenso edema por vasodilatación y aumento de la permeabilidad en los pequeños vasos
del tejido submucoso. También hay una intensa hiperemia, con infiltración de
polinucleares y aparición de un trasudado seromucoso de características puramente
inflamatorias. El epitelio, aunque alterado en superficie, conserva la mayor parte de su
estructura y función. No hay lesión tisular residual. (1)
❖ Sinusitis supurada: Los cuadros viriásicos indicados en párrafos anteriores pueden
sobreinfectarse con bacterias. En este caso, se entra en el tiempo evolutivo que se
caracterizará por la producción de supuración. Éste será el dato macroscópico más
característico. En esta fase supurada, el tejido presenta una intensa infiltración por
polinucleares, y las lesiones epiteliales ofrecen amplias zonas con pérdida de sustancia
que afectan en profundidad el epitelio con anulación de las funciones de aclaramiento
mucociliar (algunas publicaciones niegan esta última aseveración). La actividad
enzimática infecciosa sobre el epitelio en esta fase será decisiva, como se verá en la
patogenia. Se trata, por tanto, de un empiema agudo. La histología ósea se conserva
normal. Las lesiones histopatológicas son reversibles ad integrum. (1)
Sinusitis crónica

El epitelio sufre fenómenos de metaplasia, transformándose


en un epitelio pavimentoso e hiperplásico con proliferación
de glándulas secretoras, resultado del cual es una activa
producción de mucina que se suma a la ya existente
supuración de la fase previa (aguda supurada). El producto
resultante es un líquido de consistencia mucoide con una
coloración amarillento-verdosa, consistente y elástica. (1)

El l corión subyacente al epitelio desarrolla una intensa


fibrosis estrómica y edema intersticial que, con el ya
señalado componente hiperplásico, produce en algunas ocasiones un tejido de aspecto
polipoideo. También en ocasiones esta proliferación fibrótica enclaustra glándulas que no
podrán drenar su contenido, y forma entonces un tejido de tipo quístico. La afectación
anatomopatológica del hueso es poco frecuente, habida cuenta de la eficacia de los
fármacos y de la aplicación de técnicas quirúrgicas. Las lesiones óseas, osteíticas, suelen
limitarse a aquellos pacientes que desarrollan complicaciones, y a la sinusitis de origen
odontógeno. Las sinusitis crónicas que cursan con enfermedades sistémicas tienen con
frecuencia diferente anatomopatología, que se corresponde o combina con la propia de la
enfermedad causa. (1)
CLASIFICACIÓN:

Agudo
Maxilar
Cronico

Agudo
Frontal
SINUSITIS Crónico
(LOCALIZACIÓN-
TIEMPO)
Agudo
Etmoidal Anterior
Cronico
Posterior
Esfenoidal Crónica
SINUSITIS MAXILAR

Sinusitis maxilar aguda:

Es la sinusitis más frecuente, y se presenta asociada con un cuadro agudo rinítico


(rinosinusitis) producido generalmente por virus, que cursa con febrícula y malestar
general, obstrucción nasal por congestión de los cornetes e hiposmia debida a la falta de
permeabilidad de la fosa nasal en la región del techo donde se encuentra el epitelio
olfatorio. Algunos pacientes presentan anosmia, que se debe al efecto del virus sobre el
epitelio olfatorio que resulta en una pérdida transitoria de la capacidad funcional de las
células olfatosensoriales. Presencia de rinorrea unilateral o bilateral que, en las primeras
fases de la enfermedad, es transparente y fluida; cuando la enfermedad progresa, el moco
toma una coloración blanquecina y, posteriormente, amarillenta. a sensación de
tumefacción facial, y refiere sensación de plenitud y presión local que puede convertirse en
sensación dolorosa sobre la región maxilar. Cuando transcurren horas, es habitual que el
dolor sea intenso, y puede variar en función de los cambios posturales de la cabeza,
empeorando especialmente cuando el paciente inclina la cabeza y el tronco hacia el suelo, o
al estornudar o al masticar (por presión sobre la arcada dentaria superior). La colección
purulenta al no drenar en absoluto, queda enclaustrada presentando un dolor intensísimo.
En la exploración clínica mediante rinoscopia anterior el signo más característico es la
presencia de un reguero de moco pus blanco-amarillento situado en el meato medio.

Palpación: en la sinusitis maxilar aguda el dolor se intensifica al ejercer presión digital


sobre el punto de emergencia del nervio infraorbitario,

Percusión: puede haber dolor espontáneo en la arcada dentaria superior por la proximidad
de las raíces dentarias de los premolares al suelo del seno. es más útil la radiografía como
control postratamiento para asegurar su completa resolución.

El diagnóstico a solicitar es un estudio mediante imagen, es correcto que además de la


proyección de Waters se solicite una proyección mentón-vértex (de base de cráneo) y otra
proyección de Caldwell (naso-fronto) que permitirán valorar suficientemente en esta
enfermedad los senos etmoidales, esfenoidales y frontales. La evolución de la sinusitis
aguda debe ser la resolución espontánea con restitución completa del epitelio sinusal.
Tratamiento: siempre es farmacológico, y varía en función de la fase en que se encuentre la
infección, la duración va entre 7 y 10 días

La fase catarral inicial, generalmente, es suficiente la prescripción de analgésicos y


antiinflamatorios, como ácido acetilsalicílico, paracetamol o ibuprofeno. La asociación de
un antihistamínico por vía general mejora la sintomatología congestiva nasal. En fases más
adelantadas, cuando la rinorrea se hace espesa, y especialmente cuando toma color
amarillento y aparecen la sensación de plenitud facial y dolor, se debe ampliar el
tratamiento farmacológi- co con antibióticos como amoxicilina, asociación de amoxicilina
con ácido clavulánico o cefalosporinas; en los pacientes alérgicos a las penicilinas, se
prescribirán fluoroquinolonas y macrólidos.

Los fármacos tópicos utilizables son las nebulizaciones con vasoconstrictores como la
oximetazolina durante un período máximo de 6 días teniendo en cuenta que este fármaco
produce efecto rebote, taquifilaxia y un efecto indeseable sobre el epitelio nasal; los
vasoconstrictores también tienen efectos secundarios sobre las variables hemodinámicas y
el sistema arterial. Los corticoides de uso tópico pueden utilizarse con un efecto menos
drástico que los vasoconstrictores pero sin efectos secundarios reseñables a corto y medio
plazo.

Sinusitis maxilar crónica

Se han producido cambios anatomopatológicos estables e irreversibles a nivel de la mucosa


del seno. Siendo discreta, y el único síntoma que se presenta con relativa frecuencia e
intensidad es la insuficiencia respiratoria nasal. Los demás datos para el diagnóstico son
signos como la rinorrea espesa y coloreada, que tiene un volumen variable pero siempre
abundante y que, en función de las posiciones de la cabeza, especialmente en decúbito
supino, puede aparecer como una rinorrea posterior que produce un esputo que el paciente
reconoce como proveniente de la rinofaringe. Con frecuencia, el paciente percibe una
sensación «de mal olor» que se conoce como: como cacosmia; rinorrea, que tal vez arrastra
desde hace años, son indoloras y no producen cefalea, produce dolor solo cuando se
desarrolla un fenómeno de reagudización o cuando aparece una complicación.
La imagen radiológica característica de una sinusitis maxilar crónica, es la hipertrofia de la
mucosa del seno, que será tanto más indicativa si, además, se aprecia la existencia de una
colección líquida en su interior.

Tratamiento de elección mediante cirugía endoscópica; convertir el ostium de drenaje en un


orificio grande, practicando una meatotomía, a través de la cual el seno se ventile
ampliamente a la fosa.

SINUSITIS FRONTAL

Sinusitis frontal aguda:

Aparece de forma súbita en el contexto de un catarro de las vías respiratorias superiores. El


síntoma de consulta es el dolor intenso en la región de la ceja, generalmente con un carácter
pulsátil y que irradia hacia las regiones vecinas, varía de intensidad con los cambios de
posición de la cabeza, especialmente en las posiciones de inclinación hacia delante. El
dolor, en el caso de la sinusitis frontal aguda, mejora en decúbito y empeora en
ortostatismo, «cólicos frontales». Cuando el cuadro es intenso, el dolor aumenta con los
movimientos oculares y con la visión próxima (lectura, etc.); lagrimeo y, además, de lo
señalado, hay un cuadro sistémico infeccioso agudo, con síntomas y signos locales en
forma de insuficiencia respiratoria nasal, hiposmia y rinorrea espesa. A la inspección, piel
enrojecida y edema palpebral. La conjuntiva ocular muestra signos propios de conjuntivitis,
con lagrimeo y párpados entreabiertos. La palpación pone de manifiesto un dolor selectivo
neurálgico a punta de dedo cuando se presiona en el orificio supraorbitario, sobre el nervio
supraorbitario, situado en la porción interna de la arcada.

Sinusitis frontal crónica

Sintomatología. El dolor es discreto, en forma de una cefalalgia, correspondiente al nervio


supraorbitario es más sensible, empeorando con el frío. La cacosmia, que va acompañada
de rinorrea anterior de coloración oscura, predominio unilateral y fetidez. La exploración
radiológica muestra un engrosamiento de la mucosa del seno, y cuando haya supuración,
aparece asimismo un nivel líquido. En pacientes con larga evolución es posible observar en
la estructura ósea discretas modificaciones en sus paredes por formación de tabicamientos
fibrosos, y fenómenos de remodelación debidos a la osteítis, que son el preámbulo de
ulteriores posibles complicaciones. Es muy frecuente la afectación simultánea de las celdas
etmoidales anteriores y, en menor medida, del seno maxilar homolateral. La afectación
simultánea de ambos senos frontales no es infrecuente, habida cuenta de que el fino tabique
que se destruye con facilidad, por la presión y acción enzimática y séptica ejercida por el
moco pus y las bacterias.

SINUSITIS ETMOIDAL

Etmoiditis aguda

Viene precedida de un fenómeno gripal, coparticipan otros senos, más frecuentemente el


seno frontal. Los síntomas son poco específicos, sensación de pesadez, presión y,
ocasionalmente, discreto dolor en la región frontoorbitaria, que puede ser variable y
empeorar en las posiciones de inclinación hacia delante y hacia abajo de la cabeza. Es
frecuente el dolor al mover los ojos. La rinorrea se confunde con la del propio proceso
gripal rinítica, edema palpebral en mayor o menor grado, y en la palpación el dolor es
intenso al comprimir la región del unguis, característica del dolor en las etmoiditis agudas.

Etmoiditis crónica:

Se divide en anterior y posterior por la raíz tabicante del cornete medio.

Sintomatología

Etmoiditis anterior crónica: se presenta asociada con otras formas clínicas de sinusitis
crónica, como la frontal y la maxilar homolateral. Los síntomas en forma de molestias
oculares poco definidas y cefalalgia en la región del ungui.

Etmoiditis posterior crónica: presenta como sintomatología más frecuente una discreta
cefalea frontal profunda, o en el vértex o el occipital. Como signo, es característica una
rinorrea posterior, mucopurulenta, percepción de secreción rinofaringe y deglute o expulsa
mediante esputos. También hay cacosmia.
SINUSITIS ESFENOIDAL

Son las sinusitis menos frecuentes. El síntoma con el que suele presentarse la esfenoiditis
crónica es una cefalea retroocular profunda, que irradia hacia la región media del cráneo, el
seno no tiene drenaje alguno, puede aparecer sintomatología neurítica retrobulbar, con un
escotoma y empeoramiento de las cefaleas. Además, puede aparecer un componente álgico
en forma de «simpatalgias» por inflamación del nervio vidiano y del ganglio
esfenopalatino. Esto añade una hidrorrea unilateral y un componente paroxístico y
tenebrante al dolor. No son frecuentes las participaciones de la primera y segunda rama del
trigémino con dolor orbitario

SINUSITIS EN LA INFANCIA

La sinusitis en la infancia viene condicionada por el desarrollo anatómico de los senos


paranasales; en efecto, los senos etmoidales y maxilares se encuentran neumatizados en el
momento del nacimiento, si bien su tamaño es muy pequeño. El seno esfenoidal se
neumatiza aproximadamente a partir de los 5 años y los frontales, que como se indicó en el
capítulo de anatomía se constituyen a partir de una celda etmoidal anterior que emigra, se
constituirán a partir de los 7 años. La sinusitis en los niños afecta típicamente a los senos
etmoidales, y tanto es así que con frecuencia se sustituye el término «sinusitis» por el de
«etmoiditis» en la infancia. (1)

Etiopatogenia: Las etmoiditis se producen por contaminación del seno a través de dos
posibles vías:

1. La adenoiditis crónica. La causa más frecuente de etmoiditis pediátrica es la existencia


en proximidad topográfica al etmoides de este proceso séptico, frecuente en la infancia. A
partir de este foco infeccioso se produce una contaminación persistente de la fosa y, a
través del meato medio, se contaminan las celdas etmoidales.

2. Rinitis mucopurulenta del niño. Es menos frecuente.

Al igual que en otras formas de sinusitis, la etmoiditis en el niño puede evolucionar de un


modo agudo o crónico. Se verán a continuación los aspectos más característicos de cada
una de ellas. (1)
Sintomatología y exploración:

1. Aguda. Presenta la sintomatología y exploración clínica propias de un catarro de las vías


respiratorias superiores con un cuadro clínico de rinitis aguda vírico-bacteriana y,
especialmente, el de la adenoiditis aguda.

2. Crónica. Son frecuentes síntomas y signos como: cefalea, halitosis, insuficiencia


respiratoria nasal y, especialmente, rinorrea mucopurulenta, que suele ser abundante, con
un componente mucoso predominante. Se asocian otros síntomas propios de la adenoiditis
crónica.

La exploración mediante endoscopio nasal puede ser difícil por la edad del paciente, y con
frecuencia es necesario aspirar la ingente cantidad de secreción, para poder visualizar un
meato medio congestivo y supurante, hecho éste que pocas veces se consigue en un
paciente pediátrico menor de 10 años. (1)

Tratamiento

El tratamiento de la sinusitis aguda en la infancia seguirá las mismas directrices de las


infecciones agudas de las vías respiratorias superiores. Las sinusitis crónicas, que serán en
su práctica totalidad etmoiditis, se tratarán atendiendo la adenoiditis crónica o los brotes de
adenoiditis agudas de repetición. (1)

SINUSITIS ODONTÓGENAS
Concepto y etiopatogenia: Se trata siempre de sinusitis maxilares; pueden tener un
carácter agudo o crónico en función del tiempo evolutivo de la enfermedad. Se produce
generalmente a partir de los premolares superiores, especialmente del segundo premolar,
que es la pieza dentaria que tiene una relación más íntima con el seno. (Muchas personas
presentan con carácter de normalidad una procidencia de las raíces dentarias de esta pieza
en el suelo del seno maxilar.) Las causas más frecuentes para que se produzca la infección
del seno son las siguientes:

1. La comunicación orosinusal. Se produce tras la extracción del premolar con raíz


procidente en el seno. También durante el tratamiento de un quiste paradentario que
haya lesionado la lámina ósea del suelo del seno quedando, tras su exéresis, una
solución de continuidad en el suelo sinusal, y con ello una comunicación orosinusal.
2. El absceso apical. Se produce como consecuencia de una caries que, en su
progreso, ha alcanzado la pulpa del premolar y ha generado un absceso apical que
rompe el fondo del alveolo y penetra en el seno. 3. Los quistes radiculares. Estas
tumoraciones crecen a partir del extremo de la raíz del premolar y se desarrollan
hacia el suelo del seno maxilar. 4. Otras posibles causas son los traumatismos con
arrancamiento dentario o fractura alveolar, tumores dentarios, endodoncias con
penetración en el seno de material procedente del relleno del canal dentario que
actúa a partir de ese momento como un cuerpo extraño sinusal. (1)

Sintomatología y diagnóstico: Los síntomas son los propios de la sinusitis maxilar,


aguda o crónica en función de la forma clínica desarrollada. Además, aparecerán los
síntomas propios de la enfermedad odontológica o el precedente de una maniobra
quirúrgica sobre el diente. Generalmente, el episodio dental muestra una relación causa-
efecto, con la aparición de sintomatología sinusítica. Las técnicas de exploración son las
mismas que se indicaron para la sinusitis maxilar aguda y crónica. Respecto a la
exploración odontológica, debe ser interconsultada con el odontólogo. Un estudio
mediante ortopantomografía, informado por un odontólogo, será de gran valor para
conocer la situación odontológica. La sinusitis se podrá valorar bien mediante una
radiografía en posición de Waters o bien mediante TC. (1)
Tratamiento: El tratamiento inicial es farmacológico, con la misma prescripción
indicada en el tratamiento de la sinusitis maxilar, siendo necesario asociar antibióticos
eficaces contra gérmenes anaerobios como la clindamicina. Al mismo tiempo, se debe
establecer la estrategia en el tratamiento para coordinar la acción sobre el seno y la
pieza dentaria con el odontólogo, si fuera necesario. Hay que destacar que en la
patología quística de las raíces dentarias es necesario actuar a través de la pared anterior
del seno maxilar mediante una técnica clásica de Caldwell-Luc. En estos casos, se
puede utilizar el mismo abordaje para realizar una contraventana hacia la fosa nasal,
siguiendo el método tradicional, de modo que queda completado el procedimiento de
ventilación del seno. (1)

SINUSITIS BAROTRAUMÁTICAS

Concepto: Son aquellas sinusopatías que se producen debido a un desequilibrio entre la


presión endosinusal y la del medio ambiente. Son poco frecuentes y raramente
obedecen a mecanismos accidentales; la causa más frecuente es la práctica del buceo.
Los senos más afectados son los maxilares y los frontales.

Etiopatogenia: Como se acaba de señalar, se producen por un desequilibrio de presión


entre la cavidad del seno y del medio ambiente, bien sea aéreo o líquido
(submarinismo). Una vez más es la falta de permeabilidad del orificio de drenaje del
seno la que desencadena la patología. Cuando se producen variaciones de presión
ambiental, pueden producirse los siguientes fenómenos en el interior de los senos:

a) Disminución de la presión atmosférica, por ejemplo, en un ascenso rápido en avión


no presurizado. En este momento, en el interior de la cavidad del seno se produce
un fenómeno de hiperpresión relativa, y cuando ésta sea suficientemente elevada, el
aire contenido en el seno «escapará» hacia la fosa nasal por el ostium y, por tanto,
se equipararán las presiones en el seno y en el medio ambiente. Si este fenómeno
de «escape» del aire no se produce, por obstrucción o mal funcionamiento del
ostium, la hiperpresión aérea en el seno producirá un fenómeno de aplastamiento de
la mucosa sinusal que tendrá un efecto traumático y, por tanto, inflamatorio, que
será tributario de sobreinfectarse. (1)
b) Aumento de la presión ambiental. Cuando esto ocurre, y siguiendo el mismo
razonamiento que en párrafos anteriores, en el interior de la cavidad del seno se
genera una hipopresión relativa; éste es el caso del submarinista. En este momento,
se producirá la entrada de aire a través del ostium en el seno y compensará la
hipopresión, convirtiéndola en normopresión. Si el mecanismo falla, la hipopresión
producirá un fenómeno de vacío aspirativo de la mucosa sinusal, que puede llegar a
un arrancamiento traumático, con grave inflamación y posibilidades de
sobreinfección. Los submarinistas compensan las presiones gracias a las maniobras
de descompresión (Valsalva) que realizan a lo largo del descenso a la profundidad
introduciendo aire de la rinofaringe en el seno. Estos fenómenos similares a los
barotraumatismos del oído con las diferencias propias del órgano Sintomatología y
exploración El síntoma principal es el dolor, precedido de un aumento de la presión
en la cara. El dolor tiene un carácter progresivo, llegando un momento en el que en
caso de no descomprimir se convierte en insoportable. Transcurrido el traumatismo
agudo, persiste la sensación de presión. Si después de unas horas el seno se
sobreinfecta, aparecen los síntomas y signos que se han descrito para las diferentes
formas topográficas de sinusitis agudas. No siempre la sintomatología es tan
drástica; es el caso de pacientes con una disfunción intermitente del ostium de modo
que no genera un cuadro completo como el que se ha descrito, pero, sin embargo,
hay un sufrimiento de la mucosa por fenómenos de hipopresión o hiperpresión
repetidos (inmersiones abusivas). La exploración inmediata en clínica no suele
manifestar ningún signo, excepto tumefacción facial en la región maxilar o frontal
afectada. La exploración endoscópica tampoco suele ser significativa. En cambio, es
muy significativa la exploración mediante imagen con radiografía convencional en
proyección de Caldwell o mediante TC. Se observará, según el alcance de la lesión,
imágenes que oscilan entre una veladura sinusal en los casos de lesión leve, hasta
una imagen de seno lleno correspondiente a una colección hemática que se ha
producido por lesión del recubrimiento mucoso. El diagnóstico no ofrece dificultad,
porque siempre hay un antecedente traumático o deportivo que justifica y guarda
una relación causa-efecto con la aparición de los síntomas. (1)
Tratamiento: El tratamiento profiláctico tiene gran valor, especialmente en los sujetos
que practican el submarinismo. Estos deportistas deben evitar el abuso de profundidad y
también la repetitividad con que realizan las inmersiones. Se debe enfatizar al paciente
la necesidad de abstenerse de hacer inmersiones durante procesos catarrales o
poscatarrales. El tratamiento farmacológico es similar al indicado para las sinusitis
maxilares agudas supuradas; la pauta antibiótica tendrá en este caso un carácter
profiláctico. En caso de colección hemática en el seno, se debe controlar al paciente
ante la eventualidad de una sobreinfección del hematoma. (1)

DIAGNÓSTICO

Hay que considerar los antecedentes del paciente, tener en cuenta la sintomatología
clínica y realizar una correcta exploración. Las pruebas de imagen se realizarán sólo
cuando sean necesarias.

CLÍNICA

Generalmente la sinusitis que cursa con síntomas es la bacteriana. La sintomatología


que presenta el paciente es muy característica y suele estar precedida de un cuadro
catarral de vías altas. Los síntomas más frecuentes son:

• Cefalea

• Congestión nasal

• Rinorrea anterior o posterior

• Febrícula

EXPLORACIÓN

• Rinoscopia anterior: mucosa nasal inflamada, cornetes inferiores hipertróficos,


rinorrea espesa

• Orofaringe: Rinorrea posterior purulenta en muchos casos

• Endoscopia nasal: Se puede observar salida de material purulento por el ostium de los
senos maxilares, además de los hallazgos descritos en la rinoscopia anterior. Con
endoscopia también se diagnostica la sinusitis crónica, mediante la observación directa
de los cambios anatómicos y tisulares característicos, tales como edema, poliposis e
hipertrofia de la mucosa nasal

DIAGNÓSTICO RADIOLÓGICO

RADIOLOGÍA CONVENCIONAL

Se ha utilizado como aproximación inicial para el estudio de la patología nasosinusal.


Se utilizan dos tipos de proyecciones: la de Waters o nasomentoplaca y la de Cadwell o
posteroanterio. La primera es la más indicada para valorar los senos maxilares y la
segunda los etmoidales y frontales.

TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA DE SENOS PARANASALES

La resolución, el nivel de detalle y la definición de la zona anatómica estudiada la hace


indispensable para el diagnóstico de la sinusitis crónica y sienta las bases del
tratamiento de elección: la cirugía endoscópica nasal. Dependiendo del tipo de
patología que se quiera estudiar se realizan cortes coronales o axiales. Los primeros son
esenciales para la valoración de las celdas etmoidales y la región osteomeatal así como
el estudio de las órbitas. Los axiales están indicados para el estudio de los senos
maxilares.
TRATAMIENTO

SINUSITIS AGUDA

ANTIBIOTERAPIA

La sinusitis aguda es una patología frecuente en la que están implicados desde el punto
de vista etiológico, los virus respiratorios y las bacterias, siendo éstas últimas las
responsables de la sintomatología típica de la sinusitis. Por tanto, a la hora de considerar
el tratamiento de la sinusitis, se debe tener en cuenta el uso de antibióticos. El tipo a
utilizar depende del agente etiológico implicado.

La etiología bacteriana más frecuente de la rinosinusitis aguda es el Streptococcus


pneumonie y el Haemophilus Influenzae. En niños se pueden encontrar casos de
infección por Moraxella Catarrhalis y Streptococcus pyogenes. Cuando el origen es
dentario, la flora suele polimicrobiana en la que está implicada la flora aerobia y
anaerobia de la orofaringe. La antibioterapia de elección, por tanto, es la siguiente:

Antibióticos de primera elección:

1. Amoxicilina y ácido clauvlánico 875/125 mg/8 horas, 7 a 10 días

2. Cefuroxima axetilo, 500 mg/12 h, 10 días

3. Azitromicina, 500 mg/24 3 días.


Antibióticos de segunda elección:

1. Levofloxacino, 500 mg/12 h, 7 días

2. Moxifloxacino, 400 mg/24 horas, 7 días

3. Ciprofloxaciono, 750 mg, /12 horas, 7 días

TRATAMIENTO COADYUVANTE

VASOCONSTRICTORES NASALES:

Su uso está indicado y justificado por la necesidad de restablecer las condiciones


normales de ventilación e integridad anatómica de las fosas nasales, siendo esto
fundamental para la curación de la sinusitis aguda. El vasoconstrictor nasal disminuye
el edema y la inflamación, restableciendo el drenaje de los senos paranasales y
contribuyendo, por tanto, en gran medida a la resolución de la sinusitis.

Los indicados son los siguientes:

• Oximetazolina tópica nasal. Solución a 0,05%, 3 gotas en cada fosa nasal cada
12 horas, 4 días como máximo

• Fenilefrina tópica nasal, solución de 0,50%; 3 gotas cada 4 horas en cada f.


nasal, 4 días.

CORTICOIDES SISTÉMICOS:

Se utilizarán sólo en caso de sinusitis complicada.

Las pautas son las siguientes:

• Betametasona: 0,100 mg/kg/día

• Prednisona : 0,5 a 1mg/kg/día

• Prednisolona: 2mg/kg/día

• Deflazacort: hasta 90 mg/ día en una o dos tomas en adultos.


SINUSITIS CRÓNICA

En la sinusitis crónica subyace una alteración de la anatomía nasosinusal que da lugar a


una alteración anatomopatológica de la mucosa nasal. En ésta predomina el edema y
una reacción inflamatoria mixta que contiene una importante infiltración y activación
de células precursoras de la inflamación como los mastocitos, eosinófilos y linfocitos T.
Por tanto, el enfoque terapéutico de la rinosinusitis crónica irá encaminado sobre todo a
resolver las alteraciones anatómicas y funcionales que predisponen a su aparición. En
otras palabras, el tratamiento debe ser quirúrgico mediante la Cirugía Endoscópica
Nasal.

ANTIBIOTERAPIA

La antibioterapia debe utilizarse para resolver las continuas sobre infecciones. En este
sentido el papel de los macrólidos en el tratamiento de la rinosinusitis crónica en los
últimos años ha cobrado especial importancia, ya que a aparte de su función
antibacteriana tienen un papel antiinflamatorio sobre la mucosa nasal inflamada
mediante la reducción de la expresión celular de moléculas inflamatorias como el TGF-
B o el NF-kB. También disminuyen la activación de linfocitos T.

Para tratar las sobreinfecciones en la sinusitis crónica la antibioterapia es la siguiente:

Primera elección:

• Amoxicilina y ácido clauvulánico 875/125 mg/8 h 10 días

• Ciprofloxacino 750 mg/12 h, 10 días

• Cefuroxima axetilo, 500 mg/12 h, 7 días

Segunda elección:

• Levofloxacino 500 mg/12 h, 7 días

• Moxifloxacino 500 mg/ 24 h, 7 días

• Telitromicina, 800 mg/ 24 h, 5 días


CORTICOIDES TÓPICOS NASALES:

Está indicado debido a las alteraciones de la mucosa nasal que siempre están presentes
en la sinusitis crónica.

Los utilizados son los siguientes:

• Fluticasona: 100 mcg (dos nebulizaciones) cada 24 horas en cada fosa nasal

• Budesonida: 100 mcg cada 12 horas.

• Triamcinolona: 110 mcg cada 24 horas

• Beclometasona: 100 mcg cada 12 horas

• Mometasona: 400 mcg cada 24 horas

COMPLICACIONES

Celulitis periorbitaria

La complicación por antonomasia de la etmoiditis en la infancia es la celulitis periorbitaria,


pero es poco frecuente. Suele producirse en el transcurso de una etmoiditis crónica, pero
también ocasionalmente en el transcurso de la forma aguda. Se produce como consecuencia
de la difusión de la infección desde el etmoides al tejido orbitario por efracción ósea debida
a los fenómenos de osteítis que afectan a la pared externa del etmoides, que se corresponde
con la región interna de la órbita a nivel especialmente del hueso unguis Clínicamente, la
celulitis periorbitaria debuta con dolor progresivo a nivel del unguis, que el paciente refiere
en el ángulo interno del ojo, hay enrojecimiento cutáneo en la región, y progresivamente los
párpados se van edematizando (fig. 28-10). Si la infección progresa, aparece un cuadro
séptico generalizado, con fiebre alta y dolor punzante, el edema palpebral empeora y
dificulta la visión. Se aprecia desplazamiento del globo ocular en exoftalmos o enoftalmos
en función de la localización del proceso infeccioso (en la órbita). En fases más graves,
aparecen signos oftalmológicos, como la pérdida de movilidad del globo ocular, midriasis
paralítica, hipoestesia o anestesia corneal, puede haber pérdida de visión. La exploración
mediante TC es preceptiva y altamente esclarecedora acerca de la situación del proceso
infeccioso. Puede complementarse con una RM que aportará información más precisa
acerca de las partes blandas, especialmente en la delimitación entre tejido sano e infectado.

El tratamiento de la celulitis periorbitaria en fases iniciales será farmacológico. Cuando


aparezca sintomatología oftalmológica, se debe indicar el tratamiento quirúrgico evacuador
para evitar la presión sobre el globo ocular, y especialmente sobre el nervio óptico, también
para facilitar la acción de los antibióticos.

OSTEOMIELITIS

La osteomielitis es la complicación craneal más frecuente. Su localización característica se


sitúa en el hueso frontal ya que, dentro de la poca frecuencia, es mucho más frecuente en la
sinusitis frontal aguda virulenta, y también en las reagudizaciones de la sinusitis frontal
crónica. La segunda localización en frecuencia es la frontoetmoidal. La afectación ósea
consistirá en una osteítis que producirá una pérdida de sustancia ósea, consecuencia de la
cual se produce una vía de comunicación, bien hacia el periostio externo de la tabla externa,
formando un absceso subperióstico o, en sentido contrario; entonces la lisis ósea permitirá
que contacten la secreción purulenta con la meninges.

El síntoma dominante es el dolor en la región frontal o frontoetmoidal; es intenso y


violento, y con frecuencia irradia hacia la topografía próxima. En función de la afectación
en proximidad de la órbita, cursa con fotofobia y es resistente a los analgésicos
convencionales. Va acompañada de un cuadro general séptico en el que la fiebre es muy
alta. En las primeras fases, se inicia un edema en la región afectada cuya palpación
incrementa el dolor. La exploración endoscópica muestra secreción purulenta en el meato
medio, aunque la ausencia de este signo no excluye la presencia de complicación, ya que es
posible que se produzca bloqueo del drenaje sinusal a la fosa nasal.

El estudio mediante TC es altamente esclarecedor. En caso de mínima duda respecto a la


afectación encefálica, se debe solicitar una RM. La primera opción terapéutica es
farmacológica. Para administrar el tratamiento farmacológico, el paciente debe ingresar en
el centro hospitalario para observación y antibioterapia por vía endovenosa. tratamiento
quirúrgico
Complicaciones intracraneales: Abscesos (extradural, subdural, cerebral), meningitis y la
tromboflebitis (del seno cavernoso, seno longitudinal).

BIBLIOGRAFÍA
1 J. Basterra Alegría , A. Campos Catalá. Tratado de Otorrinolaringología: Elservier; 2009.
.

2 Cuyás Lazarich J, Vasallo Morillas J, Zaballos Gonzáles M. Sociedad Española de


. Otorrinolaringología y Cirugia de Cabeza y Cuello. [Online].; 2014. Acceso 06 de 10 de
2018. Disponible en: http://seorl.net/PDF/Nariz%20y%20senos%20paranasales/055%20-
%20PATOLOG%C3%8DA%20INFLAMATORIA%20DE%20LOS%20SENOS%20PA
RANASALES.%20SINUSITIS%20AGUDAS%20Y%20CR%C3%93NICAS%20SINUS
ITIS%20MAXILAR.%20%20SINUSIT.pdf.

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