Stefano Ureña Chacón

“El extranjero” de Albert Camus

Influencia del existencialismo de Sartre Y Nietzsche

en el absurdismo del personaje de Meursault de El
Extranjero de Albert Camus.
Albert Camus trata de plasmar sus ideas absurdistas a lo largo de su obra. La novela
analizada en este ensayo no es una excepción de ello, en esta se encuentran tintes que
caracterizarían a la filosofía de Camus al punto que esta se convierte en uno de los principales
estandartes de esta filosofía del absurdo. Por esto se considera a esta novela dentro del género
filosófico. En el siglo XX surgen variedad de movimientos filosóficos, sin embargo, uno de
los más destacada de la época es el existencialismo, con Sartre como uno de sus principales
exponentes y Nietzsche como uno de los filósofos que más habían aportado a ésta. Tanto Es
reconocible una influencia del existencialismo de Sartre Y Nietzsche en el absurdismo de El
Extranjero de Albert Camus sin embargo ¿bajo qué puntos se presenta esta?

El absurdismo es presentado inicialmente en el ensayo del mismo autor “El mito de

Sísifo” donde un personaje de la mitología griega es obligado a subir una roca por una
montaña el resto de su vida y cada vez que este llega a la cima la roca baja obligándolo a
subirla de nuevo. De esta manera se explica cómo Sísifo convierte esa continua acción en su
única verdad, pues lo único que importa para él es la roca. Camus utiliza la misma técnica en
El extranjero, donde dota a su protagonista de esta filosofía.

En diversas ocasiones se presenta al protagonista de la novela (Meursault) como un

individuo el cual su pensamiento no corresponde a su contexto puesto que este no reacciona
como lo se espera de una persona de la época. Esto se comprende al ser el narrador de la
novela homodiegético es decir, el propio Meursault es el encargado de narrar su historia y es
posible leer y entender qué clase de pensamientos tiene: “María vino a buscarme y me
preguntó si quería casarme con ella. Dije que me era indiferente y que podríamos hacerlo si
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lo quería” (Camus, 2006, p.61)

En la anterior cita se presenta un contraste entre el pensamiento absurdista

representado por el protagonista y el pensamiento tradicional de la época encarnado por su
novia. En este contraste se puede analizar como al colocar al protagonista en una situación
que tradicionalmente sería un evento importante como lo es el casamiento, carece de
importancia para este, pues su sistema de valores es radicalmente distinto al de los demás
personajes de la novela, presentando un choque de pensamientos que en última instancia será
lo que condene a Meursault para el final del libro, no sus acciones sino su manera de pensar
y de entender el mundo. Además podemos entender la técnica que utiliza Camus para
caracterizar su personaje, mediante acciones secas que no suelen recurrir a lo emocional sino
a lo racional.

Sin embargo, aunque esta diferencia en la cosmovisión pueda parecer a primera vista
un factor limitante respecto a las relaciones para con los demás personajes, no se presenta a
Meursault como un inadaptado social, pues su filosofía de vida no imposibilita que este pueda
entender a los demás o sean extraños a él, pero no se puede dejar de lado lo evidente, la
indiferencia es el único factor que se presenta como constante en la actitud del personaje pues
este no tiene reparo en hacer ciertas acciones que irrumpen en el modo de actuar de un
pensamiento típico: “Bebí. Tuve deseos de fumar. Pero dudé, porque no sabía si podía hacerlo
delante de mamá. Reflexioné. No tenía importancia alguna. Ofrecí un cigarrillo al portero y
fumamos.” (Camus, 2006, p.18)

Esta indiferencia es lo que lleva a cometer el crimen por el que es enjuiciado: el

asesinato del árabe. Esta acción presenta una disonancia centradas en la idea del eterno
retorno de Nietzsche, esta en una de sus lecturas más comunes da el mensaje de la repetición
imparable de todas las cosas, donde el hombre tiene que vivir de tal manera que no se
arrepienta de volver a vivir esa vida una y otra vez: “Retornaré junto con este sol, esta tierra,

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esta águila, y esta serpiente, no a nueva vida, no a mejor vida ni a otra vida parecida a ésta,
retornaré eternamente a esta misma vida” (Nietzsche, 2014, p.572)

Esto contradice tajantemente el pensamiento de Meursault pues este al final

recapacita sobre su vida y comprende que su tiempo en ella había y es placentero: “Me abría
por primera vez a la tierna indiferencia del mundo. Al encontrarlo tan semejante a mí, tan
fraternal, en fin, comprendía que había sido feliz y que lo era todavía.” (Camus, 2006, p.52)

Estas son palabras narradas después de una discusión con un padre católico, pues
parte de la filosofía de lo absurdo es que al aceptar que no hay un objetivo claro también se
tiene que descartar la creencia en un Dios, lo evidenciamos en Meursault pues rechaza la
existencia de Dios cada vez que se le pregunta acerca del tema, entonces al negar a Dios es
forzado a entender que el sistema de valores tradicional también carece de un sentido propio,
pues éste está fuertemente basado en ideas como la de la necesidad de realizar buenas
acciones para ser recompensadas por ellas en un futuro, la cual es proveniente del
cristianismo y el budismo. En la primera el pecado se muestra como las malas acciones que
conducirán a un fatídico destino y el arrepentimiento y las buenas acciones como la única
manera para salvar nuestra alma y en el budismo por el concepto del Karma, las buenas
acciones se verán recompensadas más tarde con buenos resultados y de la misma manera con
las malas acciones, compartiendo un punto con la tendencia del Nihilismo de Nietzsche, la
muerte de Dios.

La muerte de Dios en el Nihilismo hace referencia a la creación de un nuevo sistema

de valores provenientes de asesinar a Dios, es decir, desechar el antiguo sistema de valores,
pero aquí converge una diferencia más, a diferencia de una persona en estado nihilista donde
tiene que elegir entre crear un sistema de valores propio o por el contrario aferrarse a otro
distinto. El absurdismo usa esta falta valores y los convierte en su verdad absoluta,
explicando la indiferencia de Meursault a lo largo del texto: “Le dije que no sabía qué era un
pecado. Se me había hecho saber, solamente, qué era culpable.” (Camus, 2006, p.153)

Esto encaja muy bien con las filosofías existencialistas de Sartre y el pensamiento del
hombre libre independientemente de sus acciones, se puede apreciar como Sartre también se
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posiciona a favor del sentido auto-impuesto a la vida: “La vida tiene un sentido si uno quiere
dárselo” (Sartre, 2013, p.95) similitud que comparte con el absurdismo como fue explicado
anteriormente.

Sartre define el existencialismo como la idea de que la esencia del hombre va después
de sus existencia en contraparte de lo planteado por religiones como el cristianismo donde el
hombre es concebido como esencia y luego como existencia, es decir, el hombre tiene unos
valores implantados desde antes de su formación, esta definición existencialista de Sartre
concuerda con la percepción absurdista del mundo pues se observa como Meursault es capaz
de despojarse de todas las normas morales por las que debería de ser regido y actuar a su
propio parecer como se ha evidenciado en las citas pasadas.

Sin embargo, también existe disonancia con la perspectiva de Sartre, pues para éste
la acción de alguien no solo le afecta a él sino a todos los hombres: “cuando decimos que el
hombre es responsable de sí mismo, no queremos decir que el hombre es responsable de su
estricta individualidad, sino que es responsable de todos los hombres.”(Sartre, p.2) En el
momento que Meursault decide asesinar al árabe no está considerando las consecuencias de
sus acciones y lo hace como un acto de desquite. Camus no dota de esa responsabilidad del
efecto de las acciones sobre las demás personas a Meursault, tal vez como una manera de
alejar su pensamiento del existencialismo de Sartre: “Entonces todo vaciló. […] Todo mi ser
se distendió y crispé la mano sobre el revólver. El gatillo cedió” (Camus, 2006, p.81-82)

El pensamiento absurdista ofrece al lector otra manera de ver la existencia del hombre
en el mundo, en El extranjero esta ideología se ve encarnada en su protagonista Meursault y
a través de él se muestra el intento de crear una filosofía que se separe de las filosofías
existencialistas, las similitudes entre estas son obvias al mismo tiempo que las diferencias lo
son, es por estas razones que estos textos siguen siendo ricos en contenido
contemporáneamente, pues sus interpretaciones y mensajes llegan a ser variados y pueden
ser aplicables al contexto en el que se lee. Por esta razón llegar a una conclusión definitiva
en este ensayo no sería del todo correcto, pues será el lector quien decida cuánto peso tienen
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las diferencias o las similitudes entre las filosofía absurdista de Camus y la existencialista de
Sartre y Nietzsche.

1490 palabras.

Bibliografía
Camus, A. (2006). El extranjero. 1st ed. Buenos Aires: Emecé.
Nietzsche, F. (2014). OBRAS INMORTALES II. Barcelona: Olmak Trade S.L
Sartre, J.P (2013). La náusea. México D.F: ÉPOCA S.A
Sartre, J.P. (s.f) El existencialismo es un humanismo. Recuperado de:
http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/766.pdf

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