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La importancia de los insectos para el hombre

Gran cantidad de insectos son muy valiosos y sin ellos el hombre probablemente no existiría. Pues
su actividad polinizante hacen posible la producción de muchos cultivos agrícolas, como hortalizas,
frutales, tabaco, algodón y otros; nos proveen miel, cera, seda y otros productos de gran valor;
sirven de alimento a pájaros, peces y diversos animales útiles; dan valiosos servicios como
desintegradores, ayudan a controlar plagas y animales nocivos, y han proporcionado una valiosa
ayuda en investigaciones científicas y problemas relacionados con la salud. Los insectos han vivido
en la tierra cerca de 350 millones de años, mientras que el hombre ha vivido menos de dos
millones; durante este tiempo se han desarrollado adaptándose a casi todos tipo de hábitat.
Probablemente tres cuartas partes, o más, miden menos de 6mm. Su pequeño tamaño los
capacita para vivir en lugares que otros animales más grandes no podrían. Cada bosque cada
patio, cada carretera, es un zoológico gigantesco de insectos.

La importancia de los insectos en el ecosistema es tan fundamental que hay estudios que afirman
que sin ellos la especie humana en la Tierra sobreviviría tan solo un mes. Una de las funciones de
vital importancia es la polinización, sin la cual muchas especies vegetales no podrían reproducirse.
Los insectos van de flor en flor y transportan en sus pequeñas patas el polen que las fecunda. Los
cultivos que nos alimentan también dependen de la existencia de estas minúsculas criaturas. Otra
importantísima función es el reciclaje y la eliminación de suciedad o materia orgánica muerta.
Muchos insectos se alimentan de los cadáveres u otros materiales en descomposición y esto
permite que no se amontonen a lo largo y ancho del planeta. Por ello juegan un papel tan
importante en la conversión de plantas y animales muertos, a sustancias mucho más simples que
mejoran la condición física del suelo y su fertilidad, y que son utilizadas posteriormente como
alimento por los árboles y las plantas.

Por supuesto, ellos mismos también sirven de alimento a otras muchas especies como son las
aves y algunos mamíferos. Otra función positiva y crucial para mantener la diversidad es, por
sorprendente que parezca, el parasitismo. Los insectos parásitos ayudan a prevenir la
superpoblación y contribuyen al desarrollo de adaptaciones evolutivas.

Las hormigas, por ejemplo, forman sociedades casi tan complejas como las humanas y su reina
puede alcanzar una esperanza de vida de 30 años.

Las orugas lanudas hibernan durante más de dos años y una vez hecha su transformación, sólo
viven como polillas una semana y media.

Las cigarras pueden llegar a vivir 17 años y su voz puede alcanzar los 86Hz (la voz humana en
una conversación normal está sobre los 100Hz).

Durante muchos años, las abejas desafiaron a la ciencia y a las leyes de la física, hasta que al fin
se pudo descubrir el mecanismo de su vuelo.

El hilo de la tela de una araña puede ser más resistente que un filamento de acero del mismo
grosor. Cada especie de araña teje su tela según un patrón particular.

Cierto tipo de pulgones tienen un sistema de fotosíntesis y los pigmentos de sus cuerpos pueden
absorber la luz del sol y transformarla en energía.
La garrapata hembra se queda tan satisfecha después de aparearse con el macho que aumenta
100 veces su peso.

Es evidente que los insectos son importantes porque ofrecen servicios ambientales tales como la
fertilización de los suelos, efectos sobre las propiedades físicas y químicas del suelo, el cambio en
la composición de la vegetación, entre otros. La posición en niveles tróficos clave, hace a los
insectos importantes reguladores del flujo de materia y energía, así como importantes diseñadores
de los paisajes. Lo anterior resalta el hecho de que los insectos, son capaces de modular el
funcionamiento de los ecosistemas. México enfrenta un grave problema de pérdida de
biodiversidad, algunos científicos estiman una tasa de deforestación de 370 y 670 mil ha/año.10 La
fragmentación del hábitat, los cambios en el uso del suelo y la tala inmoderada son sólo algunos
factores de amenaza. Nuestro país posee una gran riqueza florística, con alrededor de 29,000
especies según la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Considerando esta diversidad vegetal, y el hecho de que existe una estrecha relación entre la
vegetación y la diversidad animal, en particular de insectos, México puede incrementar los registros
de especies nuevas

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