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Es importante considerar que todo es novedoso y atractivo para los niños/as

porque están ávidos de conocer y explorar el mundo.

Las cosas más simples pueden ser entretenidas para él/ella, a la vez que son
importantes instancias para aprender y crecer contigo.

Los niños/as desarrollan el lenguaje a partir de las interacciones con las personas
que los cuidan y esto se ve facilitado cuando el ambiente en el cual crecen es rico
en conversaciones adecuadas para su entendimiento.

Es muy bueno hablar claro con el niño/a para favorecer su comprensión y


aprendizaje. Muchas veces cuando los adultos hablan como guagua para
imitarlos, los confunden y no les ayudan a aprender correctamente.

Mientras los niños/as están aprendiendo a hablar, es recomendable no corregirlos


demasiado pues se puede correr el riesgo de inhibirlos. Es importante alentarlos a
que digan nuevas palabras y comuniquen de esta forma sus necesidades e ideas.

Mientras realizas alguna actividad hogareña cuéntale lo que hay que hacer y
porqué. Es posible que te quiera ayudar espontáneamente y pregunte más al
respecto.

Invítalo y ayúdalo para que te imite en actividades que impliquen un acercamiento


al lenguaje. Por ejemplo: “Mira Paulina, estoy leyendo el diario ¿te gusta? Hay que
tratarlo con cuidado, mira cómo se dan vuelta las páginas. Ahora inténtalo tú.
¡Bien, ya estás leyendo el diario!”

Entre los 3 y 4 años es esperable que tu hijo o hija:

-Participe en largas conversaciones con otros.

-Simule ser otra persona en los juegos.

-Simplifique su lenguaje si habla con un bebé.

– Pida permiso para hacer cosas.


-Haga preguntas, bromas, chistes, etc.

-Corrija al otro y se rectifica si el otro no le entiende.

-Utilice cerca de 1500 palabras (aproximación).

-Pronuncie mejor las palabras y oraciones

-Utilice el “y” como conjunción.

-Identifique locativos como “arriba/abajo” y “adelante/atrás”. • Realiza órdenes


relacionadas con tres acciones/dos objetos (órdenes por separado).

Actividades de estimulación 3 a 4 años.

a. Realizar un “baño de palabras”: Convérsale frecuentemente a tu niño(a) sobre


las cosas que realizas y sobre el entorno en el que se encuentran (por ejemplo;
“mira, estoy haciéndote la papa, mira qué rica va a quedar…”, etc.). Nombra
frecuentemente las cosas cercanas a tu niño(a), muéstraselas, etc.

b. Comenta también sobre lo que tu niño(a) está haciendo (por ejemplo, “mira
estás tomando la papa”, “uy, mira cómo estás moviendo tus brazos…”; etc.).

c. Cuando interactúes con tu niño(a), muéstrale cosas, juguetes y


pregúntale “¿Qué es eso?”, si no responde puedes darle la respuesta.
Dependiendo de cómo la da, puedes repetirla de forma correcta para no frustrarlo.

d. Si tu niño(a) dice algo parecido a lo que usted reconozca como una palabra, o si
dice una palabra de forma errónea, no lo(a) corrijas; repítela de la forma correcta
varias veces usando varias oraciones para eso.

e. Agrega información nueva a lo que tu niño(a) dice (por ejemplo; “tato”, “Sí, el
zapato rojo”). Incentiva a tu niño(a) a decir muchas palabras que empiecen, que
tengan en la sílaba del medio o en la final distintos sonidos

/m/, /n/ (por ejemplo: mesa, cama; nota, tina)

/p/, /t/, /c-k/ (por ejemplo: pala, topo; tina, pato; casa, saco)
/b-v/, /d/, /g/ (por ejemplo: vaca, llave; dado, codo; guitarra, lago).

/f/ /s-c/, /ch/, /j/ (por ejemplo: foca; cielo, taza; chancho, techo; jamón, caja)

/l/(por ejemplo: león; cola)

f. Para realizar esto, puede usar juguetes, fotos, dibujos, etc. Si el niño(a) se
equivoca, no lo corrijas, repite la palabra más lento, o bien varias veces para que
tu niño(a) las diga de nuevo.

g. Pon cerca de tu niño(a) objetos o figuras de varios colores, primero de a


dos. Nómbrale el color de cada uno, y luego pídele que te pase uno a uno los
objetos por su color “dame el verde”. Así vas aumentando también la cantidad de
objetos.

h. Puedes realizar lo mismo con figuras geométricas básicas (triángulo, círculo,


cuadrado). Una vez que logre esta actividad y la anterior, pídele los objetos por
sus dos características “pásame el cuadrado rojo”.

i. Utilizar juguetes, libros de cuentos u otros objetos para estimular a tu niño(a) a


formar oraciones con distintas ideas opuestas:

Dentro-Fuera: Usa una caja y varios juguetes; pon algunos dentro de la caja y
otros afuera. Dale un tiempo para observar, nómbrale los objetos y hazle
preguntas con la palabra “dónde” para que responda (por ejemplo: “¿Dónde está
la pelota?, ¿Dentro o fuera de la caja?”). Dale ejemplos y ayudas cada vez que
necesite. No corrijas todo, repite lo que él diga de forma correcta, felicítalo y
continúa.

Encima-Debajo: Coloca los objetos encima y luego debajo de una silla o mesa
pequeñas, nombrando donde están cada cosa primero y después preguntándole
dónde están: “¿Dónde está?, ¿Encima o debajo de…?

Adelante-Detrás: Haz esto colocando los objetos adelante-atrás de una caja,


nombrando y realizando preguntas“¿Dónde está?, ¿Adelante o atrás de…?

Cerca-Lejos: Puedes poner un objeto cerca y otro lejos primero del niño(a), para
que aprenda el concepto en referencia a su cuerpo, primero mostrando,
verbalizando y luego preguntando “¿Dónde está?, ¿Cerca o lejos de ti? Luego en
referencia a un objeto cualquiera: “¿Dónde está?, ¿Cerca o lejos?

Rápido-Lento: Utiliza dos autos y muévelos a velocidades distintas, uno lento y


otro rápido, muéstrale y dile al, luego pregúntale “mira, este va rápido y ese va
lento”. ¿Cuál va rápido?, ¿Cuál va lento?

Abierto-Cerrado: Use cajas pequeñas, muebles reales o de juguete, y vaya


abriendo y cerrando mientras va verbalizando lo que hace. Luego el niño(a) debe
hacerlo diciendo “está abierto”, “está cerrado”.

Limpio-Sucio: Utiliza objetos o juguetes más nuevos y otros más viejos y


muéstrale a tu niño(a) cómo están “Este está limpio y ese está sucio”. Luego incita
a tu niño(a) a repetir: “el muñeco está sucio”. Luego pregúntale “¿Cuál está limpio
y cuál está sucio?”.

Caliente-Frío: Puedes realizar esto simplemente a la hora de almuerzo


describiendo cómo está la comida (caliente) y cómo está el postre o el jugo (frío).
Luego hazle preguntas: “¿Cuál está caliente y cuál está frío?”. Puedes hacerlo con
comida de juguete también. Primero debes decirlas tú y después tu niño(a).
Siempre dale demostraciones, completa las frases que no pueda formar bien y
felicítalo cada vez que acierte.
j. Dale órdenes a tu niño(a). Estas órdenes deben estar relacionadas con un
objeto “ponte los zapatos”, “dame la polera”, “quítate los calcetines”. Cuando tu
niño(a) lo logre, pídele realizar las mismas acciones y otra más “ponte los zapatos
y ven”. Luego puedes relacionar dos acciones con dos objetos, pero que estén
relacionadas “trae la pelota y déjala en la caja”.

k. Luego da 2 órdenes con objetos y que no estén relacionadas “dame la pelota y


ponte el polerón”. Siempre debe Incentívalo a hacer estas acciones,
animándolo(a) y felicitándolo(a) al realizarlas. No olvides ayudarlo(a) si no puede o
tiene dificultades.

l. Siéntate junto a tu niño(a) y muéstrale libros de cuentos para su edad con figuras
claras, coloridas y de fácil identificación y nómbrale los objetos familiares para él
(ella) que puedan aparecer en éstas. Luego pregúntale sobre los objetos y
personajes y comienza a narrarle la historia (por ej.: “¿Qué es eso?”, “¿Quién es él
(ella)?, etc.), durante el tiempo que atienda. También narra la historia con distintas
voces para los personajes, marcando muy bien la entonación en cada parte, para
hacerla más notoria. Incita a tu niño(a) a imitarte, a hablar como los personajes,
imitando entonaciones y memorizando enunciados. Realízale preguntas simples a
tu niño(a) como las antes citadas u otras como “¿Qué pasó?”, “¿Qué hicieron…?”,
etc. Luego avanza con preguntas más complejas como “¿Qué dijo él (ella)?, “¿Por
qué hizo eso?”. Siempre entrégale la respuesta correcta si tu niño(a) no la
encuentra, y felicítalo cada vez que acierte.

Chile crece contigo, protección integral a la infancia, (2007 – 2017)

Rescatado de: http://www.crececontigo.gob.cl/tema/fomentando-el-lenguaje/

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