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Trabajo Práctico

El Facundo

Literatura
Argentina
Alumno
Emanuel Quiñonez

Año 2015
0
Facundo: Civilización y Barbarie

Guía de lectura para un análisis del pensamiento sarmientino.

1. ¿Cuál es la “tesis” que Sarmiento establece en la introducción del “Facundo” denominada el


“enigma argentino”?

2. Explique la relación existente, según Sarmiento, entre la geografía de la República Argentina


y la personalidad de Facundo Quiroga.

3. ¿En qué consiste la “lucha de opuestos” del ser argentino? ¿Cómo se manifiesta esa lucha en
Facundo Quiroga?

4. ¿Qué rasgos históricos-culturales encuentra Sarmiento en el gaucho que aportan a la


peculiaridad del ser argentino?

5. ¿Cuáles fueron los motivos de la Revolución de 1810, y que impulso de ideas y valores traía
consigo?

6. ¿Dónde y cómo se manifiesta en el “Facundo” el romanticismo de medios y el iluminismo de


fines?

7. ¿Cuál es el conjunto de dicotomías binarias que entran en juego en la transformación de


Facundo Quiroga en un caudillo? ¿Cuáles son las implicancias de esto mismo?

8. Explique el proceso histórico y de lucha que transforma a Facundo Quiroga en un caudillo


hegemónico en todo el litoral de los Andes.

9. ¿Cuáles son las valoraciones y particularidades, ideas y “banderas” que Facundo Quiroga
enarbola y propaga por toda la República Argentina?

10. ¿Qué papel y significado le asigna Sarmiento al general Paz en esta “lucha de opuestos”?

11. ¿Cuáles son las características de Facundo Quiroga, en su carácter, al vivir en la ciudad de
Buenos Aires?

12. Establezca los puntos de contacto y de ruptura que posee Rosas con las ideas y las “banderas”
que enarbola.

13. ¿En qué consiste la genuinidad del análisis de Sarmiento en el desarrollo del “Facundo”?

14. ¿Cómo, de que manera y en qué grado Sarmiento deja entrever su subjetividad y sus
valoraciones al realizar dicho análisis?
15. ¿Cuáles son las “recetas” que Sarmiento propone para “salvar” la lucha de opuestos del ser
argentino?

16. ¿Qué finalidad e intereses persigue Sarmiento al editar el “Facundo” quitando o agregando el
capítulo 15 según la coyuntura histórica?

17. Compare la gestión de Sarmiento como presidente y las “soluciones” propuestas en el


“Facundo”. ¿Cuáles fueron llevadas a cabo?

18. ¿En qué grado y con qué profundidad se realizaron? ¿Hay coherencia entre sus escritos y su
gestión presidencial? ¿En dónde la percibe?

Introducción

1. Explica las definiciones que realiza acerca de la Argentina, Facundo y Rosas.


2. Resume sus ideas acerca de la situación latinoamericana.
3. Explicita la acción que realiza Sarmiento al principio del libro y te recuerde alguna obra
clásica. Hipotetiza acerca de las razones de sus acciones.

Respuestas.

1. Facundo comenzó a publicarse, en forma de folletín, el 5 de mayo de 1845 en el


periódico "El Progreso", de Santiago de Chile, con el nombre de Civiliza-ción y
barbarie: vida de Juan Facundo Quiroga. Dicho título plantea la antítesis, adecuada al
gusto de los románticos, del pensamiento de su autor en su lucha con-tra los caudillos.
En la cuarta edición, aparecida en París en 1874, Sarmiento propone un nuevo título:
Facundo o civilización y barbarie, el cual revela una INVERSIÓN de los temas que habían
motivado el anterior. Ello se debe a que, en-tonces, el libro comienza a ser leído fuera de
su contexto momentáneo, y la bio-grafía del personaje romántico, Facundo, adquiere
mayor importancia que la antí-tesis planteada en las tres primeras ediciones.

La publicación del libro obedeció a dos motivos principales: uno, despres-tigiar a la


embajada diplomática enviada por Rosas al país trasandino, cuya misión era pedir al
gobierno chileno la supresión del asilo concedido a Sarmiento, quien desde las páginas de
los diarios realizaba una apasionada crítica contra la política rosista. El otro motivo era
fundamentar en el terreno sociológico, político e his-tórico la causa de los emigrados
argentinos perseguidos por el gobierno de Rosas.

En Facundo, Sarmiento desarrolla tres conceptos que se yuxtaponen:

·Un programa ideológico asentado en la antítesis civilización y barbarie.


·La biografía de Juan Facundo Quiroga.
·Un estudio del proceso histórico, argentino.
Dichos temas, separables por su carácter diverso, están estructurados de la siguiente
manera:

·El aspecto físico general de la República Argentina en la perspectiva cam-po-ciudad y la


sociedad engendrada en ese ambiente. El paisaje, en conse-cuencia, está concebido como
"el teatro sobre el que va a representarse la escena" (capítulos I a IV).

·Vida de Juan Facundo Quiroga (capítulos v a XIII).

·Esquema de las doctrinas políticas de la Asociación de Mayo enunciadas por los


emigrados (capítulos XIV y xv).

El pensamiento romántico del siglo XIX ofrece una nueva concepción de la historia basada
en el "iluminismo", el cual clarifica -a través de la razón- el ca-mino de la libertad frente al
despotismo. De esta manera, Sarmiento inserta en el terreno político de las luchas civiles
de los caudillos la concepción de un pro-ceso de oposiciones: la civilización es el camino de
la libertad y se conseguirá modificando al hombre por medio de la cultura; la barbarie, por
su parte, es la regresión a estados primitivos de pueblos pastores alejados del progreso,
sujetos a la fanatización del caudillismo.

Las ideas del determinismo, que concibe una relación directa entre el medio y el hombre,
conducen a Sarmiento a exaltar la grandeza mítica de Quiroga como producto de la
naturaleza; Rosas, a su vez, es la institucionalización de un sistema despótico .Quiroga es
"instinto, iniciación" y tendencia de "la naturaleza cam-pestre, colonial y bárbara"; Rosas
es el espíritu calculador que "organiza el despotismo con toda la inteligencia de un
Maquiavelo".

Facundo es una obra literaria en la cual la prosa romántica abre, por primera vez, sus
cauces a un lenguaje nacional. La fuerza combativa del libro se canaliza como lengua
hablada en donde los elementos de la afectividad, de la energía crea-dora, de la
exclamación o del diálogo revelan la urgencia de la expresión. La abundancia de
conjunciones reúne series que se abren y bifurcan en el discurso; los neologismos nacen
con el vocabulario de las teorías políticas para designar situaciones conflictivas del
momento; la adjetivación enfática otorga dimensión
Argumento
Es posible comprender la realidad argentina a través de la biografía del caudillo riojano
Facundo Quiroga, genuino representante de una de las tendencias ideológicas de esa
sociedad. La República Argentina comprende una extensión muy vasta que incluye zonas
boscosas —al norte y al centro— y una pampa infinita al sur. Buenos Aires, la más
importante ciudad portuaria del Río de la Plata, centraliza toda la actividad comercial en
detrimento de las provincias. Existe también una gran contradicción entre la vida de la
ciudad y la del campo: la primera, culta y civilizada, se opone a la segunda, inculta, bárbara
y supersticiosa que recuerda la vida primitiva de otras comunidades.
Entre los tipos americanos de la campaña se destacan el rastreador, el baqueano, el
gaucho malo y el cantor. Los gauchos se reúnen en las pulpe-rías y hacen de la pelea a
cuchillo una riña de destreza en la que triunfa
el más fuerte o el más hábil. Dentro de este contexto se administra una justicia arbitraria.
Surgen así los caudillos que con sus "montoneras" han ayudado al proceso "barbarizador"
de la República. Facundo Quiroga emerge como líder apuntalado por el terror que inspira
a sus semejantes; es —según Sarmien-to— desertor, jugador, ignorante, primitivo,
individualista, ambicioso. Rosas utiliza los mismos procedimientos del caudillo riojano pero
en forma más sutil y, por ello, Buenos Aires se convierte en otra víctima más de la
barbarie.
Organización del contenido

Se puede dividir en tres partes de acuerdo con su contenido:

Nota: La confección de este modelo se ha hecho sobre la base de los seis primeros
capítulos de la obra

• Introducción.
• Revisión del marco geográfico, histórico, cultural y social de la República Argentina
(Capítulos I al IV).
• Vida de Facundo Quiroga hasta que llega a imponerse como caudillo (Capítulos IV al VI).
.

Facundo emerge como una figura reveladora y simbólica a través de ella —se-gún
Sarmiento— podrá develarse el misterio esencial de la realidad argentina. Por ello, la
introducción del libro comienza con una exclamación: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a
evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes
a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un
noble pueblo! Tú posees el secreto: ¡revélanoslo!"
Esta obra, en su primera edición —aparecida en Chile en 1845— se titulaba Civilización y
barbarie o vida de Facundo Quiroga. Posteriormente se adopta el de Facundo o civilización
y barbarie en las pampas argentinas, pues la figura del caudillo es la que se impone al
lector con su personalidad trágica y seductora.
La biografía del caudillo es el punto de partida que le permite a Sarmiento proyectar su
personal interpretación de la realidad nacional; por ello la obra tras-ciende la mera
biografía para constituir un verdadero ensayo :"Ensayo y revelación para mí mismo de mis
ideas", afirma el mismo Sarmiento cuando se refiere a este libro.
Temas
Principal. Oposición entre civilización y barbarie, que comprende otros pares antagónicos:
ciudad-campaña pastora; Buenos Aires-interior; unitarios-federales; jefes militares-
caudillos.]La pugna entre estos elementos contrapuestos constituye para Sarmiento el
problema esencial que desgarra al país, en tanto que le sirve como recurso de análisis
histórico. Su postura, no obstante, no es esquemática: si bien Buenos Aires, por su cultura,
es civilizada, Rosas la ha conducido a la barbarie; si bien Quiroga es un caudillo, es
superado en barbarie por Rosas que es culto.

Secundarios

Determinismo mesológico: concepción que postula la influencia del medio sobre los tipos
humanos que emergen de él.
• Concepción dinámica de la historia como acción, como drama que surge del conflicto de
oposiciones.
• Costumbres, normas de conducta, música, poesía, lugares de reunión típicos del gaucho
en el siglo XIX.
• Los personajes de la historia como la expresión singular de un pueblo.
• Lecturas de un hombre culto del siglo XIX.

• El ocio y el trabajo: Las razas americanas viven en la ociosidad y se muestran incapaces,


aun por medio de la compulsión, para dedicarse a un trabajo duro y seguido.
• Miseria: La villa nacional...: niños sucios y cubiertos de harapos, viven con una jauría de
perros...
• Juego: ...porque en Facundo, era el juego una pasión feroz, ardiente, que le resecaba las
entrañas.
• Venganza: Estas venganzas sobre el primer objeto que se presentaba, son frecuentes en
su vida.
• Terror: (Facundo) ponía el terror como expediente para suplir el patriotismo y la
abnegación.
• Muerte: Esta inseguridad de la vida... imprime... en el carácter argentino, cierta
resignación para la muerte violenta.

Personajes

Surge como personaje principal Facundo Quiroga y comienza a esbozarse la figura de


Rosas a quien, en realidad, Sarmiento critica en su obra. Facundo Quiroga es la síntesis del
gaucho de la campaña: inculto, ocioso, supersticioso, rebelde, individualista, instintivo,
jugador e indomable. Pertenece a una familia honesta y humilde. Por su capacidad de
líder, su ambición y el uso del terror como arma persuasiva, representa el símbolo del
caudillo americano. La imaginación popular lo convierte en mito y llega a crear un halo
misterioso en torno a su figura.

"Quiroga entonces asoma la cabeza, y hace, por el momento, vacilar a aquella turba.
Pregunta por el comandante de la partida, le manda acercarse, y a la cuestión de Quiroga
"¿Qué significa esto?", recibe por toda contestación un balazo en un ojo, que le deja
muerto" (Barranca Yaco, capítulo XIII del Facundo).

Secundarios

• Juan Manuel de Rosas: es el caudillo que aventaja a Quiroga en sutileza, habilidad y


cálculo. No aparece en el fragmento claramente delineado.
• El gaucho: es descripto en todas sus facetas; los hay individualistas, rebeldes e
indómitos. Poseen un especial código de honor y no matan sino por necesidad.

2 . Sarmiento señala la ubicación de la República Argentina dentro del continente americano,


haciendo hincapié en su vasta extensión y en la influencia que ejerce en ella la pampa. Según él,
existe una correspondencia directa entre la naturaleza y la personalidad de los hombres que la
habitan; por ello, la pampa, con su soledad y extensión infinita, modela los caracteres argentinos.

El capítulo I de Facundo consta de una descripción del aspecto geográfico de la República


Argentina, vital para Sarmiento, quien piensa en la conducta de los seres humanos con relación al
ambiente que los rodea. Es por eso que analiza las disposiciones del terreno y la consecuente
distribución de la población, y dice que “el mal que aqueja a la República Argentina es la
extensión...”. Por esto, van a haber poblaciones separadas de otras por miles de kilómetros, que
van a impedir que haya algún tipo de progreso porque, además de todo, los ríos no están
navegados. Entonces compara la navegación aquí con la de Estados Unidos y otros países que sí la
aprovecharon. Ya en Buenos Aires, describe al gaucho típico con total dureza: es un vago que no
sabe hacer más que descansar y desdeñar las ventajas que la naturaleza le ofrece. De la ciudad,
dice que la gente está constantemente mirando hacia Europa.

Las figuras que nombra Sarmiento en este libro son todos los personajes que intervienen en la
historia Argentina, menciona también a distintos y reconocidos autores, como así también a sus
obras. Cuando nombra las obras generalmente es para hacer alguna clase de comparación.

Descripción de la Argentina (física, social, política) Como dije anteriormente la descripción que
hace Sarmiento de la argentina es muy detallista, ya que en eso se basa para hacer
comparaciones, y poder conceptualizar todo lo que dice. Sin esta descripción Sarmiento no podría
crear la intencionalidad que quiere lograr sobre el lector, ya que si no muestra bien el pasado, no
lo puede comparar con el presente de ese momento. Tipología del interior La diferenciación que
hace Sarmiento entre Buenos Aires y el interior es muy persistente, eso nos da la pauta de su
ideología política, y nos demuestra la subjetividad del texto como histórico. Sarmiento al interior
lo toma como algo muy alejado de una sociedad. En el libro Sarmiento describe todos los
personajes del interior, baqueanos, cantores, rastreadores y gauchos malos, nos dice la función de
cada uno, y su forma de vida. En cuanto a la descripción física que da del interior, se refiere a este
como una gran extensión plana, como un desierto, con algunos arbustos. En algunos casos, lo
muestra como un lugar inhabitable, el cual era muy propenso a los ataques indígenas. Descripción
de Facundo: física, psicológica, política.

Facundo no es sólo una crítica al gobierno de Rosas, sino también una extensa investigación sobre
la historia y la cultura argentina, a la cual Sarmiento muestra mediante el controvertido gobierno,
y la caída de Juan Facundo Quiroga, un arquetípico caudillo argentino. Sarmiento resume el
mensaje del libro en la frase «Esa es la cuestión: ser o no ser salvajes». La dicotomía entra la
civilización y la barbarie es la idea central del libro; Facundo es retratado como salvaje y opuesto al
progreso real mediante su rechazo hacia los ideales culturales europeos, visibles en la sociedad
metropolitana de Buenos Aires.

3.El conflicto entre la civilización y la barbarie refleja las dificultades de América Latina en la era
posterior a su independencia. El crítico literario Sorensen Goodrich argumenta que aunque si bien
Sarmiento no fue el primero en articular esta dicotomía, la convirtió en un tema prominente y
poderoso que podría impactar la literatura latinoamericana. Explora el problema de la civilización
contra los groseros aspectos de la cultura de un caudillo, la cual se basa en la brutalidad y el poder
absoluto. Facundo ofrece un mensaje oposicionista que, con el tiempo, otorgaría una alternativa
beneficiosa para la sociedad. Aunque Sarmiento solicita varios cambios, como funcionarios
honestos que entendiesen las ideas de la Ilustración europea, siempre considera a la educación
como el tema principal. Los caudillos como Facundo Quiroga, al principio del libro, son vistos como
la antítesis de la educación, la cultura y la estabilidad civil; la barbarie es como una eterna letanía
de males de la sociedad. Son los agentes de la inestabilidad y del caos, destruyendo sociedades
mediante su descarada indiferencia hacia la humanidad y hacia el progreso social. Si Sarmiento se
ve a sí mismo como una persona civilizada, Rosas es bárbaro. El historiador David Rock explica que
«los opositores contemporáneos recrudecieron a Rosas como un tirano sanguinario y un símbolo
de la barbarie». Sarmiento ataca a Rosas mediante su libro promoviendo la educación y la
civilización, mientras que Rosas utiliza el poder político y la fuerza bruta para deshacerse de
cualquier obstáculo. Al relacionar a Europa con la civilización, y a la civilización con la educación,
Sarmiento transmite una admiración hacia la cultura europea que al mismo tiempo le da un
sentido de insatisfacción hacia su propia cultura, motivándolo a llevarla hacia la civilización.
Utilizando las características de las pampas para reforzar su análisis social, caracteriza a quienes se
hallan aislados y se oponen al diálogo político como ignorantes y anárquicos, simbolizados por la
geografía física desolada de Argentina. Por el contrario, América Latina está conectada
directamente con la barbarie, y Sarmiento utiliza a la región simplemente para ilustrar la manera
en que Argentina está desconectada de los numerosos recursos que la rodean, limitando el
crecimiento del país. Sarmiento le pide al historiador que intervenga sobre la realidad, que no sea
impasible. La objetividad no existe, todos estamos atravesados por una serie de cuestiones y hay
que tomar partido. La historia debe adoptar una forma retórica y cargarse de significación, de
implicaciones ideológicas.

Hace una invocación a los muertos, para que revelen secretos a los vivos. Tanto el acto de
invocación como el vocabulario empleado remiten a la lírica (Homero-Virgilio). Hace uso de los
recursos de la lírica poética.

Luego, acude a las leyendas y tradiciones populares. Muestra un doble juego en el enfrentamiento
Rosas-FQ, sistema-instinto.

Argentina: noble pueblo que esconde una vida secreta; de organización política enigmática;
convulsiones internas y lides sangrientas, devastaciones, combates. La resolución del enigma irá
de la mano de la inteligencia y la toma de conciencia cívica e histórica de los ciudadanos, no de la
mano de la violencia, de la “espada”. Centro en el que remolinean elementos muy contrarios,
centro que atrae la atención y el interés de naciones europeas (en relación con ellas). República en
una obstinada lucha de elementos contrarios, invencibles, que se chocan, que la despedaza. Lucha
ingenua debida a la influencia de las ideas opuestas que han trastornado el mundo político: la
civilización europea y la barbarie indígena, los últimos progresos del espíritu humano y los
rudimentos de la vida salvaje, las ciudades pulposas y los bosques sombríos. Todo esto observado
en los fenómenos sociales. Es la fisonomía de la naturaleza grandiosamente salvaje la que
prevalece en la inmensa extensión de la República.

Facundo: figura que no ha muerto. Vivo en tradiciones populares, en la política y revoluciones


argentinas. Muerte trágica. Instinto, iniciación, tendencia. De naturaleza campestre, colonial,
bárbara. Provinciano, audaz. Expresión fiel de la manera de ser de un pueblo, caudillo que
encabeza un gran movimiento social, espejo en el que se reflejan las creencias, necesidades,
preocupaciones y hábitos de una nación en una época dada de su historia. Es la figura más
Americana que la revolución representa, su figura hizo de la guerra local una guerra nacional.
Muere asesinado por una bala oficial, envuelto en una calumnia.

Rosas: heredero de Facundo (por las características que se le traspasarán), molde más acabado y
perfecto. Sistema, efecto, fin. Arte, política regular. Hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él Se
presenta al mundo como hombre-genio capaz de dominar los acontecimientos, los hombres y las
cosas. Falso, corazón helado, espíritu calculador, hace el mal sin pasión, organiza lentamente el
despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo. Tirano sin rival hoy sobre la tierra.
“Grande” para gloria y vergüenza de su patria. Monstruo que propone el enigma de la
organización política de la República. Es la Esfinge Argentina, cobarde y sanguinario. Rencor contra
el elemento extranjero. Carácter fríamente feroz, voluntad incontrastable, originalidad salvaje.
Contra las relaciones de la República y los países europeos (de ahí que se lo considere
‘nacionalista’). Inmoral.

Temas tocados: retraso español respecto de los demás países europeos y la marcada influencia
sobre Argentina. // Paraguay y el jesuitismo (preguntar, p.10) // Cómo han pintado la figura de
Bolívar. // La prensa como arma de lucha contra el régimen y como el arma clave que lo derrocará,
por ser difusora de ideas // La necesidad de luchar desde la inteligencia, resolver enigmas, no usar
la fuerza. // La importancia de la lucha y la perseverancia: no resignarse ni por temor ni por
determinismo // El determinismo geográfico y el determinismo de lo visto según la procedencia de
quien lo mire, de la visión (Bolívar con frac en vez de con poncho, por los europeos) // Rosas y
Facundo como encarnaciones del modo de ser de un pueblo, figuras en las que se condensan las
características de la República, llegan todas a su máxima expresión en estas personalidades //
Sarmiento nos dice que la historia a narrar procede del conocimiento de los hechos históricos,
narrados al autor o vivenciados por él; con esto le confiere legitimidad y carácter de verdad a lo
que va a contar. // Recursos estilísticos que marcan anticipos en lo que se va a narrar (Muerte de
FQ, causas, modos; derrocamiento de Rosas) // La inmigración como algo positivo para el país: lo
iluminará.

4. Sarmiento reconstruye las alternativas de la historia nacional desde 1810, año en el que tanto
Buenos Aires como el interior se unen—por diferentes motivos—en una lucha contra los realistas.
A partir de aquí el autor saca sus propias conclusiones acerca del proceso de barbarización de las
provincias: los ciudadanos más brillantes emigran, la educación pública decae, la pobreza cunde.
Lo mismo sucede en la ciudad de Buenos Aires entre 1810 y 1840:"desde 1835 hasta 1840, casi
toda la población de Buenos Aires ha pasado por las cárceles", escribe Sar-miento para demostrar
la arbitrariedad con que ejerce el poder Juan Manuel de Rosas.

Social. Aparecen claramente identificados aquellos sectores sociales que Sarmiento considera
marginales:

Gaucho: es un grupo "asocial", aunque algunos de sus representantes (baqueanos, rastreadores,


etc.), han sido muy útiles en la lucha por la indepen-dencia.

• los negros —junto con zambos y mulatos—: viven en las ciudades y se caracte-rizan por su
ociosidad y su ineptitud para el trabajo industrial.

• los caudillos: son aquellos que se erigen en líderes por su innata capacidad de mando. Pueden
tener un origen humilde (por ejemplo, Quiroga) o culto (Rosas). Necesitan comunicar terror para
dominar a sus víctimas.

• los indios: la presencia del salvaje se hace sentir en los límites de la entonces República como un
peligro siempre presente.

El clima se torna violento en la reconstrucción de la vida de Facundo (Capítulos V y VI): injusticia,


las muertes inútiles, la venganza y el odio configuran un ambiente de terror, inseguridad y
angustia. Idea central que surge de la obra. Necesidad de adquirir conciencia nacional, a través de
la comprensión profunda de los problemas que han llevado al país a padecer el despotismo y la
demagogia.

La personalidad de Facundo es tomada por el autor como eje para interpretar este proceso y su
testimonio vital le permite —a partir de un caso individual— efectuar un análisis más general y
vasto de la realidad argentina.
El gaucho malo: es un outlaw, un misántropo. La justicia lo persigue; en los asentamientos su
nombre es pronunciado con respeto. Vive en el campo, aislado de la sociedad; se alimenta de lo
que caza. Es un hombre divorciado de la sociedad, proscrito por las leyes, un salvaje de color
blanco. Los poetas de los alrededores cantan a sus hazañas. Sin embargo, el gaucho malo no es un
bandido, ni un criminal. Su profesión, su ciencia es robar caballos. Tiene cierto honor, y crédito, su
palabra.

El cantor: es el mismo bardo, trovador, de la Edad Media. Se mueve entre las luchas de las
ciudades y el feudalismo de los campos. El cantor anda de pago en pago, cantando a los héroes de
la pampa fugitivos de la justicia, mientras mezcla el relato de sus propias hazañas (a menudo él
también es perseguido por la ley). Su poesía es monótona, irregular, más narrativa que
sentimental y está llena de imágenes de la vida campestre. El cantor hace el mismo trabajo de
crónica, costumbres, historia, biografía que el bardo de la Edad Media.

En la República Argentina se ven al mismo tiempo dos civilizaciones distintas en un mismo suelo,
sin conciencia la una de la otra: una naciente que imita los esfuerzos ingenuos y populares de la
Edad Media; y la otra que intenta realizar los últimos resultados de la civilización europea. En
Argentina, el siglo XII y el XIX viven juntos: el primero en las campañas, el segundo en las ciudades.

Conclusión: leyendo este libro el lector se encontrará con los caracteres tipificados más arriba, y
verá el reflejo de la situación del país en la campaña, sus costumbres y su organización. El gaucho
malo: Facundo. El cantor: La Madrid. El baquiano: Artigas. Capataz de carretas: “el Boyero”
(guerrero al servicio de los caudillos).

5. Sarmiento para intentar una explicación de la Revolución de Mayo de 1810 que a su vez
constituya un arma política en su lucha contra Rosas y los caudillos. El relato historiográfico que
diseñará la burguesía francesa disociará la ecuación francos-libertad (que en Boulainvilliers
estaban identificados) para depositar esta última en el elemento urbano galo-romano previo a las
invasiones germanas.

“las libertades ancestrales de los galos y los celtas. (...) La libertad pertenece a las ciudades. Y,
precisamente, en la medida en que pertenece a las ciudades, va a poder luchar y convertirse en
una fuerza política e histórica. Está claro que esas ciudades romanas serán destruidas cuando se
produzca la invasión de los francos y los germanos. Pero unos y otros, campesinos nómades, en
todos casos bárbaros, las ignoran y se instalan en el campo libre. Por lo tanto, descuidadas por los
francos, las ciudades se reconstruyen y gozan, en ese momento, de una nueva prosperidad...Como
ven, esta vez tenemos una tesis que, mucho más que las anteriores (...), va a poder ser la tesis del
Tercer Estado, porque es la primera vez que podrán articularse dentro del análisis histórico la
historia de la ciudad, la historia de las instituciones urbanas y, también, la historia de la riqueza y
de sus efectos políticos. Lo que se construye o al menos se esboza en esa historia es un tercer
Estado que no se forma simplemente por las concesiones del rey sino gracias a su energía, a sus
riquezas, a su comercio, gracias a un derecho urbano fuerte y elaborado, tomado, en parte, del
derecho romano pero expresado también en la antigua libertad, es decir, la antigua barbarie gala.”
De estos párrafos quiero destacar algunos puntos para pasar luego la explicación sarmientina de
la Revolución de Mayo y la guerra civil argentina:

— Esta tesis es la que retomarán los historiadores franceses del siglo XIX, especialmente Guizot y
Thierry, lecturas recurrentes de sarmiento

— La dicotomía nacional francos- galorromanos se transforma en la dicotomía barbarie-ciudad.

— Las ciudades son identificadas con las libertades y el progreso.

— Las libertades y el progreso, tarde o temprano, están destinadas a triunfar sobre la barbarie.

Como se ve, acá ya están resumidas, prácticamente, las tesis centrales del Facundo.

En efecto, en el capítulo III de la Primera Parte de Facundo (“Revolución de 1810”), Sarmiento


ensaya una explicación de la guerra civil argentina en términos análogos a los de esa historiografía
francesa del siglo XIX:

. El esquema táctico que Foucault detecta en la historiografía francesa desde Boulainvillers en


adelante se corrobora totalmente en esta versión de la breve historia argentina que ensaya
Sarmiento:

a) Se determina el conflicto original entre dos elementos dicotómicos irreconciliables: el elemento


feudal de la campaña versus el elemento civilizado de las ciudades

b) Se fijan responsabilidades (malas y buenas): el triunfo (provisorio) de los caudillos constituye la


derrota (también provisoria) de los ideales revolucionarios de Mayo.

c) La “correcta” relación de fuerzas que hay que reconstituir, la constitución originaria, es ubicada
en un punto histórico concreto: la Revolución de 1810, el proyecto civilizatorio y europeo de las
ciudades. También se corrobora la intención política fundamental de este esquema historiográfico.
El mismo Sarmiento fundamenta en esta explicación sus propias luchas:

“Ésta es la historia de las ciudades argentinas. Todas ellas tienen que reivindicar glorias
(civilización y notabilidades pasadas). Ahora el nivel barbarizador pesa sobre todas ellas. La
barbarie del interior ha llegado a penetrar hasta las calles de Buenos Aires. Desde 1810 hasta 1840
las provincias que encerraban en sus ciudades tanta civilización fueron demasiado bárbaras,
empero, para destruir con su impulso la obra colosal de la revolución de la independencia. Ahora
que nada les queda de lo que en hombres, luces e instituciones tenían, ¿qué va a ser de ellas? La
ignorancia y la pobreza, que es la consecuencia, están como las aves mortecinas esperando que las
ciudades del interior den la última boqueada, para devorar su presa, para hacerlas campo,
estancia. Buenos Aires puede volver a ser lo que fue, porque la civilización europea es tan fuerte
allí, que a despecho de las brutalidades del gobierno se ha de sostener. Pero en las provincias, ¿en
qué se apoyará? Dos siglos no bastarán para volverlas al camino que han abandonado, desde que
la generación presente educa a sus hijos en la barbarie que a ella le ha alcanzado. Pregúntesenos
ahora: ¿por qué combatimos? Combatimos por volver a las ciudades su vida propia.
6. Determinismo mesológico: concepción que postula la influencia del medio sobre los tipos
humanos que emergen de él.

• Concepción dinámica de la historia como acción, como drama que surge del conflicto de
oposiciones.

• Costumbres, normas de conducta, música, poesía, lugares de reunión típicos del gaucho en el
siglo XIX.

• Los personajes de la historia como la expresión singular de un pueblo.

• Lecturas de un hombre culto del siglo XIX.

• El ocio y el trabajo: Las razas americanas viven en la ociosidad y se muestran incapaces, aun por
medio de la compulsión, para dedicarse a un trabajo duro y seguido.

• Miseria: La villa nacional...: niños sucios y cubiertos de harapos, viven con una jauría de perros...

• Juego: ...porque en Facundo, era el juego una pasión feroz, ardiente, que le resecaba las
entrañas.

• Venganza: Estas venganzas sobre el primer objeto que se presentaba, son frecuentes en su vida.

• Terror: (Facundo) ponía el terror como expediente para suplir el patriotismo y la abnegación.

• Muerte: Esta inseguridad de la vida... imprime... en el carácter argentino, cierta resignación para
la muerte violenta.

En el libro “Facundo”, encontramos distintos símbolos como palabras o imágenes, argumentados


por la estética, para así poder llegar a los lectores por la vía de la sensibilidad.

Romanticismo:

“Una nube torva y negra se levanta sin saber de donde, se extiende sobre el cielo, mientras se
cruzan dos palabras y de repente el estampido del tueno anuncia la tormenta que deja frío al
viajero, y reteniendo el aliento por temor de atraerse un rayo de dos mil que caen en torno suyo.
La oscuridad se suspende después a la luz: la muerte está por todas partes; un poder terrible,
incontrastable, le ha ahecho en un momento reconcentrarse en sí mismo y sentir su nada en
medio de aquella naturaleza irritada; sentir a Dios, por decirlo de una vez, en la aterrante
magnificencia de sus obras. (…) ¿Cómo no ha de ser poeta el que presencia estas escenas
imponentes?
En esta cita, encuentro una retórica de carácter Romántico en la cual Sarmiento describe una
tormenta en la Pampa.

“Lagarteen, el Poeta; o los de Thiers y Guizot, historiadores, y siempre por todas partes, en la
tribuna, en los congresos, en el gobierno, sabios y no labriegos o pastores rudos, como los que
vosotros habéis armado del poder absoluto para vuestro daño?

Aquí, encontramos el nombre de un poeta dónde podemos ver la importancia del arte en la
escritura.

“Cuando he escrito sobre educación, he manifestado mi firme creencia de que la perfección y los
estímulos en la lectura pueden influir poderosamente en la civilización del pueblo. En mí no ha
tenido otro origen mi afición a instruirme que el haber aprendido a leer muy bien.(…)Aquello,
pues, que llamamos hoy plagio, era entonces erudición y riqueza; y yo prefiriera oír por segunda
vez a un autor digno de ser leído cien veces, a los ensayos incompletos de la razón y del estilo que
aun están en embrión, porque nuestra inteligencia nacional no se ha desenvuelto lo bastante para
rivalizar con los autores que el concepto del mundo reputa digno de ser escuchado.”

Se pueden ver dos movimientos, por un lado el Iluminismo, habla de poder, el poder de instruirse
para perfeccionarse y estimularse, por el otro lado, habla de autores que enaltecen las artes ó sea
el Romanticismo.

“Era mi plan hacer pasar una generación de niñas por sus aulas, recibirlas a la puerta, plantas
tiernas formadas por la mano de la Naturaleza, y devolverlas por el estudio y las ideas, esculpido
en su alma el tipo de la matrona romana”

Se habla desde un deseo, un sentimiento, como así también nombra la Naturaleza que es uno de
los rasgos más importantes del romanticismo, la añoranza de la Naturaleza y la mística de la
misma. En él también se añora una cultura. El Romanticismo valora lo auténtico, lo propio, lo
original y distintivo de cada cultura, valora a los llamados simples, es decir aquellos que están más
cerca de la Naturaleza y de la Tierra. Su eje es el sentimiento, la imaginación, vivencias y
añoranzas. Por eso, creó que Sarmiento ve al gaucho como parte de la barbarie, degradándolo,
como así también le da un lugar Algunos aspectos del Romanticismo: Imaginación, emociones,
sentimiento. Predilección por lo excepcional frente a lo convencional. Se admitirá el gran hombre,
el genio, el héroe, lo individual sobre las convenciones colectivas. Naturaleza concebida y
representada en sus aspectos más sublimes.

. En este párrafo nombra la luz que es la base, el eje del Iluminismo, luz, claridad, sabiduría.

Algunos aspectos del Iluminismo:

Se nutría con las ideas dominantes.

El progreso depende de la razón.

El progreso económico puede lograrse con la inteligencia (desarrollo de la educación) cultivada.


Toma a Europa y a Estados Unidos como modelo (cultura europea)

Fe en el progreso de la humanidad.

7. La invocación de resabios helénicos que abre el texto: «¡Sombra terrible de Facundo, voi a
evocarte!...» es algo más que una prestigiosa figura retórica. Antes que un hombre, concreto y
fenecido, Facundo será visto como una sombra de límites difusos que supera a la muerte,
agigantada, dueña de los arcanos de la historia. Lo extra-humano del caudillo, afianzado con toda
una serie de recursos comparativos al mito y a la leyenda, tendrá sobrado ámbito de desarrollo en
el despliegue del texto, tanto en las reflexiones y acotaciones del autor como en la calidad de los
hechos relatados.

Ya en la primera escena en que Facundo se muestra como imagen concreta, real (su encuentro
con el tigre), se destaca su afinidad con el animal mismo: «También a él lo llamaron tigre de los
llanos, i no le sentaba mal esta denominación a fe». La animalidad marcada en su retrato no es
desdeñosa, subraya la emergencia de Facundo como fuerza natural a partir de su entorno. Es
menos que un hombre civilizado, pero más que él porque está en contacto íntimo, esencial, con
las fuentes vitales del tremendo poder de la Naturaleza .

A la identificación de Facundo con la fiera salvaje se suma su homología con la figura de Medusa:

«su cólera era la de las fieras: la melena de sus renegridos i ensortijados cabellos caía sobre su
frente i sus ojos, en guedejas como las serpientes de la cabeza de Medusa; su voz se enronquecía,
sus miradas se convertían en puñaladas».

La mirada mortífera atribuida a Facundo trasciende por cierto las fronteras de la metáfora y pasa a
ser presentada por Sarmiento como i un poder real. Así, un vecino que ha ignorado su orden de
carnear reses, sorprendido por Quiroga mientras desollaba una res muerta «a su vez cae también
muerto a la vista terrífica del general ofendido!» . La Severa Villafañe que, perseguida por la lujuria
de Facundo, se ha escondido en un beaterío de Catamarca, se derrumba, exánime, cuando ve al
riojano, que ha mandado traer a su presencia a las reclusas. En otro episodio Facundo ocupa
nítidamente el estereotipo del ogro en un cuento infantil: en Tucumán, a las puertas de una lujosa
casa, Facundo pregunta por su dueña -una hermosa viuda a quien corteja- a unos niños que
juegan. Enterados de su identidad, se desbandan corriendo y llorando, y uno de ellos, «cae
redondo y tarda después largo tiempo en recobrar parcialmente la razón» .

Si bien Sarmiento niega explícitamente a Facundo toda presciencia de orden sobrenatural, no deja
de señalar que sus gauchos se la atribuían, debido a una sagacidad excepcional que le permite
ubicar al riojano en el viejo paradigma de la «sabiduría salomónica»: «sus dichos, sus expedientes,
tienen un sello de originalidad que le daba ciertos visos orientales, cierta tintura de sabiduría
salomónica en el concepto de la plebe» . El episodio de las varitas (como éste, dice Sarmiento, hay
centenares en la vida de Facundo) encuadra en efecto, perfectamente, en el marco de cualquier
apólogo oriental.
Dentro de este paradigma confluyen a menudo rasgos positivos y negativos. Otro episodio
asimilado por Sarmiento a la tipología vetero-testamentaria es la fuga de la cárcel, en la que
asesina a prisioneros españoles enarbolando, supuestamente, el «macho» de los grillos: «acaso la
historia de los grillos es una traducción arjentina de la quijada de Sansón, el Hércules hebreo».

Facundo también es comparado a menudo a Tamerlán o a Atila; o bien a Mehmet Alí que se ha
adueñado de Egipto y a quien Facundo superaría por su «rapacidad sin ejemplo aún en la
Turquía». Por otro lado, hay anécdotas que lo presentan, de golpe, con la magnífica y arbitraria
generosidad de un Harún-al-Raschid: por ejemplo, su magnánima conducta con el general
Alvarado, sus obsequios al francés y al andaluz que lo han insultado. Estos episodios contribuyen a
la mitificación, además, porque Sarmiento loa explica como efectos de la sobreabundancia
pasional, de la desmesura que caracteriza la extra-humanidad de Facundo.

La mitificación se refuerza, en la línea oriental, por el recurso a modelos estéticos. Así, en el


retrato de Facundo, Sarmiento injerta las imágenes del Caín de Ravel y del Alí Bajá de Monvoisín .

Toda esta trama de vínculos ubica a Facundo fuera del clásico paradigma de la humanitas
occidental y realza un exotismo que es también primitivismo.

Pese a todo lo anteriormente expuesto, Facundo es a veces aproximado al paradigma oficial de los
héroes de Occidente. Sarmiento ve en el riojano un «alma poderosa», la madera de un «grande
hombre» que puede ser trabajada en uno u otro sentido según el contexto social en el que inserte:

«Quiroga poseía esas cualidades naturales que hicieron del estudiante de Brienne el genio de la
Francia, i del mameluco oscuro que se batía con los franceses en las pirámides, el Virrei de Ejipto.
La sociedad en que nacen da a estos caracteres la manera especial de manifestarse: sublimes,
clásicos, por decirlo así, van al frente de la humanidad civilizada en unas partes, terribles,
sanguinarios i malvados son en otras su mancha, su oprobio».

De aquí que la biografía de Facundo, prócer malogrado que «había nacido Napoleón o César» sea
también una «biografía del héroe» en cuya niñez indaga el historiador vernáculo para extraer
anécdotas que anuncien la personalidad adulta. Así, Facundo aparece en una «galería
consagratoria» junto a Alcibíades y Napoleón, que han incurrido en similares actos de orgullo y
desafío.

La sublimidad clásica, con todo, no sería ajena al Facundo adulto que, en un momento dado, se
aparta del camino del desvío (el paradigma perverso) para configurarse como héroe civilizador.
Aparece aquí lo que Jitrik ha llamado «segunda imagen de Facundo». El caudillo selvático,
dispuesto a apoyar la idea de la Constitución nacional que unificará al país (aun oponiéndose a
Rosas) baja a Buenos Aires. El orden, como a Droctulft en el cuento de Borges, parece haberlo
seducido , Tiene un aire egregio y clásico sin abandonar la peculiaridad de su vestimenta
americana, destacada siempre por Sarmiento:

«Su conducta es mesurada, su aire noble e imponente, no obstante que lleva chaqueta, el poncho
terciado, i la barba i el pelo enormemente abultados»
El ennoblecimiento de Quiroga supone, claro, su ajuste a la legalidad, a la civilización. Ajuste
ciertamente precario, pues toda mesura se pierde en cuanto Facundo traspone los umbrales de
Buenas Aires hacia el interior. De ahí que su inclusión en el museo de los héroes occidentales sea
siempre muy relativa, más una ausencia que una realidad. Antes bien, ella sirve para resaltar, por
contraste, su barbarie americana contra el ideal que no alcanza cumplimiento, contra el mármol
refulgente de lo que podría haber sido.

8. resumen de la vida de Facundo Quiroga.

Desde sus comienzos, se disputa con las fieras el dominio de la naturaleza (alegoría del tigre y el
árbol). Su cabeza era un "bosque de pelo", y le llamaron El Tigre de los llanos.

Sarmiento proyecta en las cualidades individuales de Facundo las características de la geografía de


la Pampa y sus costumbres. Mal carácter, mala educación, instintos sanguinarios. Poseía
cualidades naturales para mandar, aún siendo niño. Indomable, selvático, oscuro y altivo, recibió
una instrucción muy limitada: leer y escribir; adicto al juego, rompió los lazos que tenía con su
familia. Al principio no era ladrón.

En sus comienzos se reclutó en el Regimiento de Arribeños y en el de los Granaderos a Caballo,


pero desertó porque no aceptaba la lentitud de los ascensos ni la autoridad de los generales. Esto
profundizó su odio a los militares de la independencia, y hace que salga de Buenos Aires para
encaminarse a las provincias.

Luego de pasar por la montonera de Ramírez, es aprehendido y encarcelado en San Luis, de donde
escapa un día dejando "un reguero de sangre" a sus pies. Esto le genera un renombre respetado, y
da origen a su vida pública, destinadas todas sus acciones a producir el terror.

"Es el hombre de la naturaleza que no ha aprendido aún a contener o a disfrazar sus pasiones, que
las muestra en toda su energía, entregándose a toda su impetuosidad. Éste es el carácter original
del género humano" .

Facundo es el tipo de barbarie primitiva, "ha nacido así y no es culpa suya". Por eso su ferocidad y
barbarie absolutas. No quiere decir esto que careciera de inteligencia, era un hombre de genio
"aún sin saberlo él", por lo cual sus compañeros le admiran. Astucia.

"El llanista es el único que ignora que es el ser más desgraciado, más miserable y más bárbaro; y
gracias a esto vive contento y feliz cuando el hambre no lo acosa".

El Comandante de Campaña

Las querellas de los Ocampos y Dávilas forman toda la historia culta de La Rioja, ambas familias
intentaban disputarse por todos los medios, los bienes de la Civilización.
Luego del suceso de San Luis, llega Facundo a los Llanos revestido de popularidad, donde obtiene
de los Ocampos recién llegados al poder –1820- el título de Comandante de Campaña. Aquí
empieza la vida pública de Facundo, que intentará por todos los medios, y dado este poder,
derrocar la civilización; personificada en la Ciudad.

Araya y Lorca mandaban la fuerza que ALDAO había puesto al mando de Facundo. Esto generó una
sospecha y que Facundo pusiese a Don Nicolás Dávila al mando de los asuntos de gobierno en la
Rioja. Cuando Dávila intenta, mediante una maniobra política junto a Araya, aprehenderle, se
desata la guerra civil entre la ciudad y los Llanos; y, dando fin a la lucha de Dávilas y Ocampos, en
1835 Facundo se apodera de la La Rioja.

En medio de esta destrucción, nada se regenera, nada se establece. Las instituciones y tradiciones
de gobierno caen con la derrota de la Ciudad.

Facundo siempre delegó la tarea del gobierno a otros, no podría gobernar aunque quisiera, dado
que gobernar es establecer una acción en beneficio ajeno.

Del poder ganado, a él únicamente le interesaba poseer: así monopoliza el negocio de la carne en
su favor, y se entrega a una avaricia sin medida ni escrúpulos que luego malgasta en el juego.

Pero todo aquello que no puede adquirir en el orden moral (modales, buenos usos, instrucción,
respetabilidad fundada), lo destruye.

Facundo es hasta aquí como Rosas en su estancia: practica el poder y la autoridad.

Lo positivo de su gobierno, es que sin proponérselo está acostumbrando a la ciudad a ser


gobernada, le infringe ciertos hábitos de sumisión, que luego Rosas aprovechará y perfeccionará,
sentando las bases de la República. (El resultado es una inversión de fines).

Lo negativo, es que la destrucción total del orden civil en La Rioja, origina la emigración de sus
ciudadanos respetables (unitarios y tímidos): La Rioja es ahora un desierto.

Sarmiento utiliza la figura de Facundo Quiroga con el objeto de realizar un estudio de la barbarie.
Según sus propias palabras, la razón por la que describe el contexto argentino y utiliza a Facundo
Quiroga para condenar la dictadura de Rosas es porque «en Facundo Quiroga no sólo se ve a un
caudillo, sino también una manifestación de la vida argentina, consecuencia de la colonización y
de las peculiaridades del terreno». Para ello esboza un método de observación que resulta
novedoso en Argentina: la historia biográfica. A través de la biografía del proto-caudillo Quiroga, el
autor trata de entender los mecanismos del poder tiránico en la Argentina. Facundo, a quien odia
y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto interminable, en
fin, de la Argentina de entonces, de todos los elementos que representan para él el atraso y con
los que hay que terminar por las buenas o por las malas. Facundo es un eslabón histórico de un
proceso que no se ha interrumpido, por cuanto su modo de dominio político se continúa en Rosas,
el caudillo que emergió como el triunfador en la lucha de poder interregional y logró concentrar
los hilos del poder en sus manos, constituyéndose de hecho en un gobernante omnímodo, en un
país que no estaba regido por una constitución.

9. Entre la correspondencia cruzada entre Rosas y Quiroga, se definen sus posiciones políticas:

“Ud sabe– le decía Quiroga -, porque se lo he dicho muchas veces, que no soy federal, soy unitario
por convencimiento; pero sí con la diferencia de que mi opinión es muy humilde y yo respeto
demasiado la voluntad de los pueblos, constantemente pronunciada por el sistema de Gobierno
Federal, por cuya causa he combatido con constancia contra los que han querido hacer prevalecer
por las bayonetas la opinión a que yo pertenezco, sofocando la general de la República…” y agrega
“…es justo que ellos obren con plena libertad, porque todo lo que se quiera, o pretenda en
contrario será violentarlos, y aún cando se consiguiese por el momento lo que se quiere, no
tendría consistencia, porque nadie duda que lo que se hace por al fuerza, o arrastrado de su
influjo, no puede tener duración, siempre que sean contra el sentimiento general de los pueblos”

10. Sarmiento escribió Facundo, libro que, en su primera edición, de Santiago de Chile, llevaba
como nombre completo: Civilización y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga. Aquel joven
sanjuanino pensaba que el gran problema de la Argentina era el dilema entre la civilización y la
barbarie, esta última identificada con lo rural, el indio y el gaucho. A fin de aquel año, dedicaba al
general Paz un ejemplar de su trabajo, asegurándole que el objetivo del mismo era “preparar los
espíritus” para “destruir a un gobierno absurdo”. Se refería al gobierno de Juan Manuel de Rosas,
que desde hacía tiempo dominaba los destinos de Buenos Aires. Facundo era el estereotipo del
“atraso” y el paralelo lo hacía evidente cuando aclaraba, al evocar a la “sombra terrible de
Facundo”: “¡Cierto! Facundo no ha muerto; está vivo en las tradiciones populares, en la política y
revoluciones argentinas; en Rosas, su heredero, su complemento (...) Facundo, provinciano,
bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires sin serlo él; por
Rosas falso, corazón helado, espíritu calculador...”. Pero Facundo, a quien odia y admira a la vez,
no era una voluntad individual, era “expresión fiel de una manera de ser de un pueblo, de sus
preocupaciones y sus instintos”. Así, Sarmiento presentaba su gran tentativa personal, como joven
político y militante, de explicarse las causas de su exilio y los problemas de la nación inconclusa.

11. En el capítulo XIII `¡Barranca-Yaco!' se muestra a un Facundo con un poder total sobre ocho
provincias del interior, en donde es importante y, por lo tanto, peligroso enemigo de Rosas, con su
poderío establecido en Buenos Aires. Este Facundo, una vez que se muda al `territorio de Rosas'
sufre una especie de metamorfosis, que lo lleva a comportarse de una manera mesurada, con un
aire “noble e imponente”. En la ciudad, “compra seiscientos mil pesos de fondos públicos; juega a
la alta y baja; habla con desprecio de Rosas”. Facundo mantiene dentro suyo su espíritu
dominante, sin embargo sabe que en Buenos Aires su influencia no es la misma que en el interior,
por lo que controla sus actos.

Cuando en diciembre de 1835 se le pide a Facundo que intervenga en las enemistades de algunas
provincias, debe abandonar Buenos Aires, y se despide de ella con un saludo casi profético: “Si
salgo bien - dice, agitando la mano - te volveré a ver; si no, ¡adiós para siempre!”. Así parte, y a la
media jornada de trayecto , ya en el campo, su ambiente verdadero, Facundo se `transforma'
frente a dificultades que se presentan: “la brutalidad y el terror vuelven a aparecer desde que se
halla en el campo, en medio de aquella naturaleza y de aquella sociedad semibárbara”. Al llegar a
Córdoba, le advierten que está todo preparado para asesinarlo, que le conviene volver por el
camino de Cuyo, con una gran custodia. Desoyendo esto, continúa su camino, “lima las asperezas”
entre las provincias y comienza su retorno por el camino de Córdoba. Ya de vuelta le reiteran el
boicot que lo va a matar (a él y a la gente que con él estaba). Sin embargo, y sacando a relucir su
temeridad y desafío a la muerte, continúa su marcha (“No ha nacido todavía[...] sin cuidado”). En
Barranca-Yaco muere Facundo, asesinado de un balazo en el ojo.

12. Sarmiento, con un dejo de ironía, acusa a Rosas de ser el autor intelectual del crimen de
Quiroga. Sin embargo, dice: “La historia imparcial espera, todavía, datos y relaciones para señalar
con su dedo, al instigador de los asesinos...”.

“...Rosas, su heredero, su complemento: su alma (la de Facundo) ha pasado a este otro molde,
más acabado, más perfecto; y lo que en él (en Quiroga) era solo instinto, iniciación, tendencia,
convirtióse en Rosas en sistema, efecto y fin”.

Esta es la primera alusión a Rosas en Facundo: es claramente una ironía y una crítica, lo que va a
reflejarse a lo largo de todo el texto. Es también un discurso descalificante cuyo fin es desmoralizar
al discurso de Rosas y sus seguidores, utilizando recursos retóricos pertinentes.

Sarmiento desprecia a Rosas, y en su relato lleno de pasión se permite calumniarlo abiertamente


(“Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él; por Rosas, falso, corazón helado, espíritu
calculador, que hace el mal sin pasión...”) y criticarlo en todo lo que le es posible (“organiza
lentamente el despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo”). Sin embargo, este
monstruo que es Rosas tiene una inteligencia privilegiada, que le da la capacidad para gobernar,
primero en Buenos Aires, después, en toda la república. Mediante esta aseveración se ve una
marcada ambigüedad que rige a todo Facundo. Es decir, no hay una constante oposición a Rosas,
sino que hay un intercambio de cualidades positivas con otras negativas (concesión), si bien estas
últimas son más comunes.

Sarmiento habla de la “grandiosa expedición” para expandir los límites de Buenos Aires que Rosas
lleva a cabo: los comentarios están cargados de críticas e ironía (“una poderosa expedición de que
él se había nombrado jefe”). Sarmiento muestra así cómo el calculador del “Restaurador” prepara
la escena mediante la cual genera, con sus comentarios y órdenes contradictorias, el desorden en
Buenos Aires

De esta manera retorna y toma el poder, con el agregado de Facultades Extraordinarias y la Suma
del Poder Público, palabras cuyo alcance y significado sólo el entiende.

Así como con Facundo, Sarmiento justifica su conducta por la influencia que tiene el ambiente
sobre el riojano, trata de buscar una explicación similar para Rosas. Lejos de ser compasivo,
Sarmiento lo justifica diciendo que Rosas es un típico ganadero, y todos sus comportamientos en
el gobierno y con los gobernados tienen un paralelismo con un ganadero y su ganado. Pidiendo
perdón a Dios en caso de estar equivocado (“Dios me perdone si me equivoco”), Sarmiento llega a
comparar las estrategias de Rosas con las de la Inquisición.

Al hablar de Rosas, el discurso de Sarmiento es netamente polémico. Dicho discurso, por su


naturaleza verbal, implica un intercambio, en el cual se confrontan dos textos. Dentro del campo
especulativo que aborda Sarmiento, el contradiscurso es citado con el fin de refutarlo, es decir,
Sarmiento toma las palabras de Rosas y de sus partidarios para volverlas en su contra. Esto es lo
que Arnoux denomina “falsificar la palabra del otro” o bien “formulación a contrario”.

Luego de explicar el mapa de acción (todas las cosas que hizo Rosas para acumular el poder),
Sarmiento finalmente dice el objetivo principal del “tirano”: “la reconstrucción del antiguo
virreinato de Buenos Aires”.

13.la genuinidad de Sarmiento segun este análisis de Facundo, Barbarie o civilización, es un


encuentro ocurre entre Faustino Sarmiento "personaje-narrador" y la lectura particular que
hacemos, de modo que definimos a esta obra como una novela-ensayo, que se mueve en esta
doble discursividad, sin por ello contradecirse. En nuestra opinión la intención de su autor
Domingo Faustino Sarmiento, más que ubicarse en un género, fue proponer y orientar un cambio
social. La estrategia narrativa definida desde cada uno de estos géneros está al servicio del
propósito ético del autor, en tanto está libre del intento maniqueo, que según surge en el
romanticismo europeo, de crear, ubicar y practicar géneros.

Mucho se ha escrito del Facundo de Sarmiento, definiéndolo como una novela que perfila la visión
de parte importante de las elites latinoamericanas respecto al desarrollo histórico de nuestro
continente. Se ha afirmado que su oposición entre barbarie y civilización representa nítidamente
la suposición de identidad entre estructura y valor, es decir, entre el plano de los valores culturales
y la mutación socio estructural, representando ello, sin duda, una antesala para el desarrollismo
de inspiración racionalista que prima en estas elites durante toda la primera mitad del siglo, lo cual
se expresa tanto en el plano de la ciencia social y de la ideología como también en el plano de las
expresiones estéticas, particularmente literarias.

14. creemos que la subjetividad de Sarmiento en la coexistencia de Facundo, Sarmiento y el


escritor

La primera voz que nos resuena en la lectura del texto es la del autor es la del autor-ideólogo,
quien escribe el texto de 1840 a 1845. Por una parte desarrolla taxonomías para clasificar a los
sujetos culturales de los cuales intenta dar cuenta, generando así un tipo de argumentación de
corte fuertemente ensayística y por lo tanto valórica. Son cuatro los modelos, definidos como
tipos humanos que describe nuestro autor: "el rastreador, el gaucho malo, el baquiano y el
cantor" . Con esta tipificación, el autor intenta generar un modelo interpretativo que traspase
incluso los límites de Argentina, para dar cuenta de la barbarie como constante en este continente
recién independizado. Su análisis perfila así una perspectiva según la cual el cambio de la sociedad
es identitario con el cambio de la cultura: sólo la reorganización de las relaciones sociales
permitirá transformar el ethos cultural del cual estos tipos humanos son preclaros representantes.
Por otro lado, Sarmiento-autor es el relator de un drama que nos describe a sus personajes
caracterizándolos nítidamente, de manera tal que en el desarrollo de la narración puede remitirse
a ellos y demostrarnos la coherencia entre la descripción histórica, el tipo humano y la utopía
moralizadora subyacente en su textualidad. Su caracterización es tipológica, pero también es
dramática en tanto el fundamento del tipo está dado por el relato de la acción, acción que en
tanto prototípica requiere de un estilo narrativo más estético-descriptivo que argumental. Un
ejemplo de ello es el papel que le asigna a la pulpería como centro de la vida social bárbara,
puesto que en esta instancia de reunión "…el guacho estima por sobre todas las cosas, las fuerzas
físicas, la destreza en el manejo del caballo, y además el valor. Esta reunión, este club diario, es un
verdadero circo olímpico en que se ensayan y comprueban los quilates de mérito de cada uno…" .
Sarmiento necesita describir narrativamente para presentarnos sus valores; por ello su descripción
siempre va acompañada de un juicio. Así, poco más adelante del párrafo antes citado nos señala:
"…con esta sociedad, pues en que la cultura del espíritu es imposible, donde los negocios
municipales no existen, donde el bien público es una palabra sin sentido, por que no hay público,
el hombre dotado eminentemente se esfuerza por que no hay público, el hombre dotado
eminentemente se esfuerza por producirse, y adopta para ello los medios y los caminos que
encuentra …".

En el plano ensayístico, la invitación a participar del destino de superación de la barbarie


subyacente en al refiguración del texto esperada por Sarmiento, representa, desde una
perspectiva más epistemológica, el intento de describir tipos ideales, pero sobra la base de aquello
que Franz Hinkelammert denominó plenitud posible 16; es decir, desde un modelo o tipo ideal
configura un horizonte histórico, desde que es al mismo tiempo una construcción utópica como
una realidad posible de ser edificada sobre la base de la rearticulación tanto de las relaciones
sociales como del sistema de valores. En el Facundo el tipo ideal se transforma en una utopía
posible, pero para ello debe pasar por ser un tipo literario como arquetipo novelístico que
representa la realidad concreta, pero en sí mismo, no es del todo realidad; por ello desde Facundo
mismo hasta cualesquiera de los tipos que nos describe, son parte de un argumento ideológico,
pero requieren para ello ser un estereotipo literario.

Es por ello que, este texto es una obra de frontera, que asume tanto el recurso estético como la
argumentación ideológica sistemática y documentada, en tanto, a nuestro entender, constituye un
antecedente protosociológico que intenta un análisis comprensivo de la realidad argentina,
situándose en una perspectiva en la cual lo social explica lo social, al estilo de lo propuesto por
Emilio Durkheim en Las reglas del método sociológico y que se apoya en recursos metodológicos
que hoy podríamos caracterizar como etnográficos.

Su confianza en la razón como medio de interpretación histórica, lleva a Sarmiento en el capítulo


séptimo a referirse, bajo el rótulo de 'sociabilidad', al carácter de las relaciones sociales en la
Argentina de su tiempo, particularmente en las ciudades, previendo del carácter retrógrado de
éstas como simuladoras del modelo español; en este sentido el caso de Córdoba y su universidad
son prototipos, a su entender, de la inutilidad de la cultura letrada hispana, siendo de particular
importancia el papel que él asigna en su proyecto de rearticulación de las relaciones sociales al
conocimiento de éstas por medios de carácter científico, anunciando el futuro papel de las
ciencias sociales como reguladoras científicas de la convivencia; es así como, hablándonos de
Buenos Aires y su vida social, nos señala: "hoy los estudios sobre las constituciones, las razas, las
creencias, historia, en fin, han hecho vulgares ciertos conocimientos prácticos".

Desde el capítulo noveno al duodécimo del libro, nuestro autor nos describe el carácter de lo que
él entiende como la 'guerra social', esto es, el continuo enfrentamiento entre unitarios y
federalistas. Cabe agregar que él es un perseguido de Rosas y defiende la causa federal; sin
embargo, reconoce el carácter bárbaro de la guerra. Así, militares como el general La Madrid, que
se opone a Facundo, son para él representantes de la civilización, en tanto son capaces de
entender el enfrentamiento desde una perspectiva racional que da lugar a la planificación y que
rechaza el encarnizamiento.

Por otra parte, existe un traspaso desde tercera persona a primera persona, con lo cual se
evidencia el carácter vivencial del texto. Para ello recurre al contacto directo de los protagonistas,
pudiéndose deducir que el mismo es un protagonista de los sucesos. El autor es un protagonista
más; sin embargo, ello se encuentra a nivel latente. La estrategia dramática del texto pasa
continuamente desde el relato histórico en tercera persona a la descripción de información
recopilada directamente y a la descripción de experiencias personales. El nudo dramático está
dado por la acción de Facundo representante del bárbaro, quien usa su poder para arremeter en
contra de la civilización citadina; sin embargo, Sarmiento no es ni neutral ni ajeno a los hechos es
parte y parte fundamental.

Vemos en la voz de Faustino Sarmiento a un personaje partícipe de aquello que está relatando,
aunque en no más de tres ocasiones en el texto el autor relata fenómenos en primera persona.
Aun así es manifiesta la voz latente de Sarmiento, quien en la década del '30 del siglo pasado vive
y sufre la barbarie que nos relata. En este sentido, podemos afirmar que como voz y personaje
esencial Sarmiento compite con Facundo Quiroga en protagonismo. Así, continuamente nuestro
autor va intercalando en su narración de la situación argentina sus posiciones correspondientes a
lo que Ricoeur entiende como la dimensión simbólica del mythos, y que nosotros podríamos
caracterizar como ideológicas.

15. Sarmiento preanuncia la inminente caída de Rosas (se producirá ocho años después).

En fin, la idea de los unitarios está realizada, sólo está demás el tirano. El día en que un buen
gobierno se establezca hallará las resistencias locales vencidas, y todo dispuesto para la unión.

Programa de gobierno que delinea Sarmiento (lo hace oponiendo lo que Rosas ha hecho y lo que
el nuevo gobierno hará):

Él no ha tomado medidas para favorecer el comercio interior y la industria naciente. El nuevo


gobierno se consagrará a reestablecer los correos y a asegurar los caminos.

El nuevo gobierno situará el ejército permanentemente al Sur y asegurará territorios para que a
través de asentar allí colonias, el día de mañana nazcan y se desarrollen nuevas ciudades.
El nuevo gobierno promoverá la inmigración extranjera y la distribuirá en el territorio argentino
para explotar sus recursos.

El nuevo gobierno promoverá la navegación fluvial, de modo que las riquezas del interior de
nuestro continente sean explotadas.

El puerto será declarado propiedad nacional.

El nuevo gobierno organizará la educación pública. Además extenderá el beneficio de la prensa


por toda la república.

El nuevo gobierno se rodeará de los grandes hombres que posee la República.

El nuevo gobierno reestablecerá las formas representativas y asegurará la propiedad privada.

El nuevo gobierno hará de la justicia el método para corregir los delitos públicos.

El nuevo gobierno incentivará los cultivos y actividades agropecuarias en cada región conforme
con las características de cada una de ellas.

El nuevo gobierno dará al culto, a la religión, la dignidad que le corresponde.

El nuevo gobierno respetará las opiniones diversas.

El nuevo gobierno será amigo de los poderes europeos y establecerá la tranquilidad en el interior y
en el exterior.

Dadas estas bases (fundadas en la seguridad de la vida y de la propiedad), la forma de gobierno y


la organización política del Estado la darán el tiempo, los acontecimientos, las circunstancias. La
constitución de la República se hará por sí sola, tan grande es su necesidad.

Con este programa, Sarmiento no sólo propone un proyecto de país a contrapelo de la


administración rosista, sino que además intenta dar soluciones para las problemáticas que según
él posee nuestro país y son descriptas al comienzo del libro. Por otra parte, se ve en su programa
el intento de ganar la adhesión de distintos sectores a través de proponer reivindicaciones que
favorecen a dichos sectores (un ejemplo claro es el de la religión). Además, es notoria la
importancia que Sarmiento da al establecimiento y desarrollo de las ciudades en todo su
programa, como forma de alcanzar la civilización

No creo imposible que a la caída de Rosas suceda inmediatamente el orden. La Argentina tiene
tanta riqueza que explotar, tanta novedad con que atraer a los espíritus, que a la caída de Rosas, al
nuevo gobierno no le será difícil garantizar un orden con que construir el porvenir. El elemento
principal de orden y moralización con que contamos es la inmigración europea (El modelo de
prosperidad a corto plazo que Sarmiento utiliza la mayor parte de las veces es el de EEUU, que en
pocos años pasó de ser un territorio de salvajes a un país próspero).
La lucha de las campañas contra las ciudades se ha acabado. El odio a Rosas ha reunido a múltiples
elementos. Sarmiento confía en el regreso del manco Paz, que parece destinado desde lo alto a
vengar la República, la humanidad y la justicia.

En este apartado, Sarmiento transcribe tres proclamas de Facundo Quiroga para documentar las
ideas y opiniones que ha expuesto a lo largo de la obra. En ellas, abundan la exageración y
ostentación del propio valor. Se hace obvia la intención de aterrar a quien la lea o la escuche. Se ve
la incorrección del lenguaje y la incoherencia de las ideas. Esto muestra un alma ruda, con ideas
confusas y embrionarias. En fin, son una prueba objetiva (en tanto son documentos) de la barbarie
propia de este elemento campesino, gaucho, representado por Facundo.

16. Facundo es un libro que Sarmiento hizo con amor a sus odios. Domingo Faustino en esta obra
se vuelve como un personaje shakesperiano, un Hamlet sanjuanino, dialogando con el fantasma
de Facundo Quiroga; “Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte” – comienza Sarmiento,
admitiendo el peso de la sombra de un hombre, que parece hacerse más fuerte en cada recuerdo
de un descalzo, en cada añoranza de pago chico. Sarmiento escribe este libro sobre Quiroga,
porque sabe que es una contienda entre inmortales, una discusión más allá del tiempo de los
mortales, porque el autor de Recuerdos de Provincia, lucha contra alguien mucho más poderoso
que el caudillo riojano, Pelea contra el fantasma eterno de un héroe popular: “Facundo no ha
muerto; está vivo en las tradiciones populares, en la política y revoluciones argentinas”

Facundo, una obra escrita entre degollados y fusilados, entre muertos que viven en cantares
populares, y vivos que agonizan entre el silencio del pueblo, entre hombres cultos soñando con
Europa y hombres de provincia soñando con América.

17. Obra de gobierno de Sarmiento

Fundó el Observatorio Astronómico de Córdoba y la Facultad de Ciencias Exactas.

Se extendieron líneas telegráficas y líneas de ferrocarril, con el objeto de unificar al país. su


preocupación por desarrollar ferrocarriles en las zonas que no interesan a las empresas inglesas
(por ejemplo, el trasandino y la línea ferroviaria Córdoba – Tucumán) son expresiones de política
nacional integradora.

Instalación de oficinas meteorológicas.

Apoyo a la industria vitivinícola y a la de las carnes congeladas.

La construcción de escuelas en el Interior del país, también son muestras de su intento unificador.
En ese sentido, durante su gestión se crearon bibliotecas populares y las primeras escuelas
normales, anexas a los colegios nacionales de Corrientes y de Concepción del Uruguay (1869) y
dela EscuelaNormalde Paraná en 1870.

Se fundó el Colegio Militar (1869) yla Escuela Naval(1872).


Se realizó el primer censo escolar.

Se creó el Jardín Zoológico.

Se explotaron los ríos Negro y Neuquén, Limay.

Se realzaron estudios de suelos en busca de riquezas para ser explotadas.

Realizó el primer censo nacional en 1869, poniendo de relieve los aspectos de la estructura social
que necesitaban ser modificados.

Durante su gestión se realizóla Exposiciónde Artes y Productos Nacionales en la ciudad de Córdoba


(1871). En ella se promovieron tejidos, curtiembres, fundiciones, tintorerías, y productos
agropecuarios; todos de distintas regiones del país.

Por propia iniciativa, se crearon en la región cuyana las cátedras de Mineralogía en los Colegios
Nacionales de Catamarca y de San Juan. Su intento de impulso de la minería, fue objeto de
enfrentamientos con el mitrismo, ya que era una actividad que no encajaba en la división
internacional del trabajo que la oligarquía ha pactado con el Imperio Británico.

Se dio impulso a la inmigración, que se asentó preferentemente en la región del Litoral, lugar en el
que se fundaron numerosas colonias agrícolas.

Para evitar una nueva epidemia de fiebre amarilla. Dispuso la creación de un nuevo cementerio en
la Chacarita.

Durante su gestión se aprobó el Código Civil creado por Dalmacio Velez Sarsfield, su ministro del
Interior.

Al finalizar la guerra del Paraguay su ministro de relaciones exteriores, Mariano Varela, gestionó
los acuerdos de paz finales. Para ello se llevaron a cabo reuniones en Buenos Aires durante 1869,
allí Varela expuso que “la victoria no da derechos” a los vencedores.

Durante su gestión se multiplicaron las publicaciones periodísticas de todo tipo.

Asesinato de Urquiza

En el ámbito internacional, durante su gestión afrontó el final de la Guerra del Paraguay, mientras
que en política interior se produjeron numerosos estallidos de violencia. Deseoso de neutralizar el
poder mitrista en algunos territorios del Interior, inició un acercamiento político al gobernador
entrerriano Justo José de Urquiza. Dicho acercamiento fue interpretado como una traición a la
causa federal por parte de los partidarios del caudillo entrerriano. Así, en abril de 1870, una
partida armada enviada por el caudillo Ricardo López Jordán, asesinó en el Palacio de San José a
Urquiza. Sarmiento envió una intervención militar, a las órdenes del general Conesa, quien derrotó
a López Jordán.
Al finalizar el mandato del sanjuanino, se presentaron como candidatos a la sucesión presidencial,
Bartolomé Mitre por el partido nacionalista, Adolfo Alsina por el autonomismo y Nicolás
Avellaneda (Ministro de Sarmiento) por el recientemente constituido Partido Autonomista
Nacional (P.A.N). Inspirado en 1871 por una liga de gobernadores interesados en sostener un
hombre del interior para la candidatura presidencial. Comparando con sus propuestas fomento
casi todos sus ideales desde terminar con los caudillos como Lopez Jordan, fomentar la educación
y la inmigración.

18. En 1827 los montoneros federales de Facundo Quiroga invadieron San Juan. Sarmiento quedó
muy impresionado por el episodio y decidió oponerse a Quiroga e incorporarse al ejército unitario
del general Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Allí conoció al personaje de
su libro más importante, Facundo, que tomó San Juan y gran parte de Cuyo. Tras la derrota de Paz
en 1831, Sarmiento decidió exiliarse en Chile. Allí consiguió un puesto de maestro en una escuela
provincial en un pueblito llamado Los Andes. Sus ideas innovadoras no le gustaron al gobernador.
El maestro sanjuanino renunció y fundó su propia escuela en Pocura. Allí se enamoró de una
alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina.

¿Qué opinaba de la educación popular?

"Los pueblos se encaminan a la igualdad y al nivelamiento posible en la distribución de los goces


que la sociedad debe asegurar a cada uno de sus miembros, para que la asociación no sea en
ventaja exclusiva de algunos cuantos nacidos para la riqueza, los honores, la ilustración y las
ventajas de la vida civilizada, en detrimento del mayor número condenado a permanecer siempre
en la miseria, el embrutecimiento y el vicio."

En 1856 el gobierno de Buenos Aires lo convocó para hacerse cargo del Departamento de
Escuelas. Inmediatamente puso manos a la obra y ese primer año creó 36 nuevos colegios. Junto a
su colaboradora, la educadora Juana Manso, escribió Anales de la Educación Común. En 1857 es
electo senador provincial. Desde su nuevo puesto presentará innovadores proyectos, como el que
permitió confiscar 100 leguas de campos a orillas del río Salado para entregárselos a agricultores
que no tenían tierras. Así nació Chivilcoy. Fomentó la extensión de la línea ferroviaria y la creación
de nuevas ciudades. En 1860 el gobernador Mitre lo nombró su ministro de Gobierno. Pero al no
encontrar el apoyo necesario para sus proyectos, renunció a su cargo.

El 29 de agosto de 1857 se inauguró el Ferrocarril del Oeste, primer tren del país. Unía la Estación
del Parque -hoy Plaza Libertad- y el actual barrio de Flores.

"No menos de treinta mil espectadores saludaban con aclamaciones, pañuelos y sombreros a la
primera locomotora que, adornada con flores y banderas, corría a triunfar del desierto. En el
centro de la plaza se alzaba el improvisado altar y el arzobispo Escalada bendecía a La porteña y La
Argentina. Al pasar el tren sobre el elevado puente del 11 de Septiembre, un compadrito cruzó al
galope debajo de aquel golpeándose la boca y dando vivas. Un gaucho viejo venía entrando con su
tropa de ganado; desmontóse, e hincado sobre el pasto, se persignó al pasar la locomotora. (...) Al
regresar en treinta minutos, cinco menos que en el viaje de ida, para recorrer los diez kilómetros,
no faltaron episodios curiosos como el muchacho que por apuesta se tendió sobre la vía, pasando
el tren sobre él; y el cacique Yanquetruz, que, al subir, buscaba dónde escondían al caballo."

Urquiza fue derrotado en Pavón por Bartolomé Mitre quien se convirtió en el presidente de una
Argentina que volvía a estar unida. Esta unidad se hizo desde Buenos Aires y en su beneficio. Mitre
nombró a Sarmiento gobernador de San Juan. A poco de asumir, impuso en toda la provincia la
enseñanza primaria obligatoria y creó escuelas para los diferentes niveles de educación, entre
ellas, una de las más grandes del país para mil alumnos, el Colegio Nacional de San Juan, y la
Escuela de Señoritas, para la formación de maestras.

Sarmiento se propuso cambiar su provincia. Lo modernizó todo, trazó el primer plano de la ciudad,
caminos, calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y la
minería. Y como si fuera poco, volvió a una vieja pasión: editar su diario El Zonda.

En 1863 el caudillo montonero Ángel Vicente Peñaloza, conocido como "El Chacho", intentó
sublevar la zona de Cuyo contra la política centralista de Mitre. Sarmiento decretó el Estado de
Sitio y dirigió la campaña que terminó con la vida del caudillo riojano. El ministro del interior de
Mitre, Guillermo Rawson, pidió la renuncia de Sarmiento por decretar el Estado de Sitio, una
facultad exclusiva del poder ejecutivo nacional. Así, en 1864, tras dos años de gestión, Sarmiento
renunció a la gobernación.

"No sé lo que pensarán de la ejecución del Chacho. Yo inspirado por el sentimiento de los hombres
pacíficos y honrados aquí he aplaudido la medida, precisamente por su forma. Sin cortarle la
cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquietado
en seis meses. (...) El derecho no rige sino con quienes lo respetan, los demás están fuera de la
ley."

Tras su renuncia como gobernador y para protegerlo de las críticas suscitadas por su actuación
contra el Chacho, Mitre lo envió en 1864 a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la
Argentina. Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865 y comenzará a frecuentar las
universidades norteamericanas y será distinguido con los doctorados "Honoris Causa", por dos
ellas: la de Michigan y la de Brown. Allí también vivirá un gran romance con su profesora de inglés,
Ida Wilckersham. Su alegría se apagaría de pronto al enterarse de que Dominguito había muerto
en la Guerra del Paraguay.

Los gobiernos argentinos y brasileños habían aislado al Paraguay. Su único aliado era el Partido
Blanco en el poder en Uruguay. Ante el derrocamiento de los blancos uruguayos, el presidente
paraguayo, Mariscal Francisco Solano López, solicitó permiso al presidente Mitre para pasar por
Corrientes y auxiliar a sus aliados. Mitre, que había apoyado el golpe en Uruguay, le negó el
permiso. Solano López pasó igual y esto fue considerado por Mitre como una declaración de
guerra, a la que pronto se sumaron Brasil y los nuevos gobernantes uruguayos, formando la Triple
Alianza. Detrás de la Alianza estaba el capital inglés interesado en destruir el modelo paraguayo y
obtener algodón para sus fábricas textiles. La guerra destruyó al Paraguay quedó despoblado de
hombres y despojándolo de más de la mitad de su territorio usurpado por el Imperio Brasileño.

Mientras Sarmiento estaba en Estados Unidos, en la Argentina un grupo de políticos lo postuló


como candidato a presidente de la Nación. Las elecciones, que se realizaron en abril de 1868, le
dieron el triunfo y emprendió el regreso para asumir la presidencia el 12 de octubre de ese año.
Cuando llegó a la presidencia Sarmiento tenía 57 años y muchos proyectos por delante. Pero no
las tendrá todas consigo. El Senado obstaculizará sus proyectos más progresistas. En la Cámara de
Diputados, sobre 50 legisladores, 35 eran opositores. La prensa porteña, por su parte, lo
hostilizará por su condición de provinciano. Recibió un país endeudado y con la Guerra del
Paraguay en pleno desarrollo que se llevaba la mayoría del presupuesto.

Intoduccion

Facundo o civilización y barbarie (1845), es uno de los libros más representativos de la literatura
argentina del siglo XIX, cuya dicotomía « civilización o barbarie » tuvo una influencia en la vida
cultural y política de la Argentina, desde su aparición hasta el presente. De modo tal que ésta se
convirtió, como expresa Maristela Svampa, en una « imagen-matriz » que recorre la sociedad
argentina bajo la forma de un enfrentamiento inconciliable (Svampa, 2006 : 9-11)1.

2 El primer exilio de Sarmiento en Chile fue entre los años 1831 y 1836, como consecuencia por su
adh (...)

3 Es necesario señalar que el Facundo se presenta como un texto difícil de encasillar en los
géneros (...)

2El Facundo fue escrito a modo de folletín y apareció por casi tres meses en el diario El Progreso
durante el exilio de Sarmiento en Santiago de Chile2. La obra está dividida en tres partes : la
primera se refiere al paisaje, la segunda traza la biografía de Quiroga y la tercera teoriza sobre la
organización política del país, centrada en la figura de Juan Manuel de Rosas. De acuerdo con Noé
Jitrik, esta división responde a las exigencias intelectuales de la época, « donde cada una de estas
partes gira en torno a un gran tema : el del mundo, el del hombre y el de la nación, que tienen su
origen en la filosofía iluminista » (p. 9)3.

4 El primer título de la obra fue Civilización y barbarie en las pampas argentinas y, como subtítulo,
(...)

5 Para una relación entre el género biográfico y la monstruosidad en Sarmiento (Cf., Fontana,
2011).
3Tal como indica el título de texto4, Sarmiento se propone realizar una biografía de Facundo
Quiroga –meses antes había escrito una biografía del caudillo mendocino Fray Félix Aldao y, al final
de su vida, narra la biografía de su hijo, Domingo Fidel Sarmiento5-, la cual inscribe en el conflicto
entre civilización y barbarie. Pero no sólo se trata de una biografía, del retrato literario de un
caudillo provinciano, sino que refleja una compleja trama política que convulsionó a la Argentina
durante la segunda mitad del siglo XIX.

6 De acuerdo con Sarmiento, el conflicto social debe interpretarse en la oposición entre la


campaña y (...)

4La fórmula civilización y barbarie generalmente ha sido leída como una disputa entre dos
términos con sentidos opuestos, civilización o barbarie, que implicarían una exclusión mutua. Bajo
esta matriz se han interpretado diversas categorías que componen el contexto epocal en el que
fue escrito el Facundo : la ciudad contra la campaña6 (que es interpretada como la oposición entre
Europa, particularmente Francia e Inglaterra, y Latinoamérica, sumergida en la cultura española) ;
la cultura contra la naturaleza ; el progreso contra el atraso, que se corresponde con las
estructuras político-sociales, por un lado, el orden y la legislación racional y, por otro, la anarquía y
la arbitrariedad ; el primero establecería la armonía de un mundo moral y del trabajo, mientras
que en el segundo, reina la violencia y la irracionalidad, como así también en las subjetividades, el
hombre civilizado, representado en la figura del General Paz y el propio Sarmiento, y el bárbaro,
los caudillos provinciales como Quiroga, Rosas, Aldao.

5La oposición « civilización o barbarie » permite a Sarmiento establecer un sistema de


interpretación de los conflictos que atravesaron la realidad argentina. Pero, si nos centramos en el
subtítulo del texto, podemos observar que la relación entre los dos términos no es una disyunción
sino la conjunción « y ». Sarmiento considera que civilización y barbarie son dos vocablos
contrapuestos, pero, también ‒y aquí, estimamos, se localiza el núcleo central y la originalidad del
Facundo- que existe una implicancia mutua entre ambos términos, cuya tensión recorre toda la
obra. En tal sentido, como expresa Oscar Terán, « aquello que caracteriza a la Argentina vista por
Sarmiento, es precisamente el encuentro, la interpenetración, la fricción entre ellas y no la
existencia autónoma de la una sin la otra » (Terán : 35).

La vida desnuda es entendida no como « simple vida natural, sino la vida expuesta a la muerte (la v
(...)

6Consideramos que esta tensión entre civilización y barbarie puede ser interpretada a la luz de la
noción de « exclusión inclusiva » propuesta por Giorgio Agamben. Si bien Agamben utiliza esta
expresión para hacer referencia a la « vida desnuda » 7 como contraparte de la vida cualificada –
distinción sobre la cual también podría entenderse el contraste entre barbarie y civilización-, nos
interesa particularmente porque no apunta a una simple exclusión, sino más bien a una captura,
una « forma extrema de la relación que incluye cualquier cosa a través de su exclusión » (Agamben

La noción « exclusión inclusiva » señala un umbral, una « zona de indistinción » que es central para
comprender el par civilización-barbarie, porque la operación narrativa que realiza Sarmiento en el
Facundo si bien parece excluir la barbarie a favor de la civilización, introduce en su discurso a la
barbarie al punto de convertir su relato en una historia de la barbarie. En este sentido, podemos
decir que el discurso sarmientino señala, más que la exclusión de la barbarie, un umbral de
indiferencia entre inclusión y exclusión, donde la barbarie es incluida a partir de su propia
exclusión.

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