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HISTORIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS

En el siglo XVII, unos negros de la casta de los angola, constituyeron una cofradía en el barrio de
Pachacamilla, llamado así, porque allí habitaron unos indígenas de la zona prehispánica del dios
Pachacamac. Este barrio de la ciudad de los Reyes, donde actualmente se yergue el Monasterio
de las Nazarenas, casa del Señor de los Milagros, fue llamado también de la Santa Cruz, pues allí
por 1624 se pintó una cruz, como símbolo de protección, ante las amenazas de invadir Lima, el
pirata Jacobo L´Hermite Clerk. Corrían los años de 1651 y uno de los angoleños pinto sobre el
muro del lugar, la imagen del Señor Crucificado para orar, presidir las reuniones de la cofradía y
presentarle ofrendas. Ismael Portal, en su libro Lima religiosa (Lima, 1924) señala que en 1655
un terremoto sacudió Lima sin causar daños ni al muro ni a la imagen del Cristo crucificado
pintada en el por los angolas. Este hecho prodigioso fue el que dio origen al culto popular al
Señor de los Milagros. Efectivamente, un día sábado de fecha 13 del año 1655, Lima sufrió un
gran sismo, el cual fue seguido en los días posteriores por temblores de menor intensidad. Pero
el muro con la pintura soporto el rigor del sismo. Así de simple y con gran sencillez, nace la
imagen de mayor devoción limeña y símbolo del Perú. El muro en que se pinto era en el terreno
de Hernan Gonzales y servía de medianera con la casa huerta de Don Diego Tebes Montalvo
Manrique de Lara. Tiempo después por los años 1670, el lugar quedo abandonado y Antonio de
León, vecino del barrio, decidió tributarle culto, poniendo por techo una pobre ramada y por
altar una mesa de adobes. El señor premio este gesto sanándole de una cruel enfermedad, a
este primer devoto muchos le hicieron compañía en su devoción al crucificado; y viendo que el
Señor les favorecía con visibles favores, establecieron cada viernes por la noche, romerías con
música y cajón.

PROCESION:

En todos los pueblos del mundo se han hecho procesiones. Los hebreos las hacían muy
frecuentemente. Son un acto de fe. Clero y especialmente el pueblo se unen desde el origen del
cristianismo en procesión. En el calendario religioso el Perú, figuran muchas procesiones, en
todas ellas el pueblo vive y lleva en triunfo su venerada imagen. Sin duda, la que más resalta
entre perfumes de incienso, es la del Señor de los Milagros que arrasa por calles limeñas a miles
de almas. La primera precesión fue a raíz del terremoto del 20 de octubre de 1687, Sebastián de
Antuñano saco una réplica de la imagen y junto a devotos congregados en su ermita, que habían
buscado refugio, recorrieron las principales calles de Lima. Es así como nace la Procesión del
Señor de los Milagros al conmemorarse.

HERMANDAD:

El 3 de mayo de 1766, se acepta hoy como fundación de la Hermandad el Señor de los Milagros.
Corrían los días del gobierno del virrey Amat en que fundaron formalmente, las cuatro primeras
cuadrillas, pues las procesiones que ya se venían realizando, no eran organizadas como hoy, por
cuadrillas especializadas, aunque sus cargadores ya vestían el hábito morado. El hábito morado
se impone. Todos marchan lentamente, es un oleaje humano. Una multitud que acompaña, de
lento y ordenado caminar, respeta la disciplina de los hermanos. La máxima autoridad de la
Hermandad es el Mayordomo General, que desde 1946 es designado por el Arzobispo de Lima
y por tres años. Cuenta con un Director Espiritual y Delegado General; un Primer y Segundo
Mayordomo; cuatro secretarios con sus respectivos subsecretarios y otros que ven por distintos
aspectos de la Hermandad. Varios miles integran la Hermandad de Cargadores del Señor de los
Milagros, entre los cuales se encuentran también, personalidades del ámbito político, cultural
y deportivo. A ello hay que sumar que las andas también han sido cargadas por dignatarios,
alcaldes y sencillas personas.

HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Señor de los Milagros,


A ti venimos en procesión:
Tus fieles devotos,
A implorar tu bendición (2) faro que guía: da a
Nuestras almas la fe, la esperanza, la caridad,
Tu amor divino nos ilumine, nos haga dignos
De tu bondad.

Con paso firme de buen cristiano hagamos


Grande nuestro Perú; y unidos todos como una fuerza
Te suplicamos nos des tu luz.

Señor de los Milagros, a ti venimos en procesión


Tus fieles devotos, a implorar tu bendición. (bis)

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