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EL PROCESO DE INDEPENDENCIA EN EL SALVADOR.


Cnel. Inf. DEM Adalberto Ernesto García Rivera
Presidente de la Academia de Historia Militar de El Salvador.
Docente Escuela de Comando y Estado Mayor “Dr. Manuel Enrique Araujo”

RESUMEN
El proceso de Independencia en El Salvador, como parte de la
Capitanía General de Guatemala, es producto de la decadencia de España y
las guerras en Europa, de igual forma los cambios en el norte y sur del
continente americano. La provincia de San Salvador será desde el primer
levantamiento de 1811, la estrella que va a iluminar en la región para
derrotar al yugo español decadente e incapaz de gobernar sus territorios
coloniales, los cuales sufrían explotación de sus recursos y mantenían en
extrema pobreza y analfabetismo a la mayoría de su población, no así a las
clases dominantes políticas y económicas, las que se unirán a los
movimientos independentistas, unos para mantener sus privilegios de la
monarquía y sus bienes y otros por la independencia absoluta y salir de la
pobreza y el analfabetismo imperante.
Las luchas no terminaron con la firma del Acta de Independencia del
15 de septiembre de 1821, una vez separados de España el bisoño imperio
mexicano de Iturbide anexa la antigua Capitanía General de Guatemala a su
reino, son los san salvadoreños que se organizan y luchan contra las huestes
invasores de Iturbide hasta su caída. Pero los vientos de unidad y desarrollo
se fortalecen con la creación de la República Federal de Centroamérica, la
que lamentablemente desaparece de la región, dejando a sus antiguos
integrantes en luchas intestinas por el control de la región por facciones
partidarias. El sueño de libertad y unionista de los próceres desaparecerá,
quedando únicamente en buenas intenciones.
Palabras claves; La Capitanía General de Guatemala, La Anexión de
Centroamérica a México, la República Federal de Centroamérica.

ABSTRACT
The process of independence in El Salvador, as part of the General
captaincy of Guatemala, is the product of the decadence of wars in Spain and
the European Continent; in addition to the changes in the North and South of
the American continent.
From the first uprising of 1811, the Province of San Salvador became
the lighthouse that lit up in the central american region to defeat it from the
Spanish yoke, a decadent and unable government to handle their own
colonial territories; highlighted because in them the natural resources were
exploited and its residents were kept in extreme poverty and illiteracy. This in
contrast to the dominant, political and economic social classes which were
joined to the independence movements; ones to keep their privileges of the
2

monarchy and others persuing the absolute Independence to end poverty and
illiteracy.
Struggles did not end with the signing of the Declaration of
independence of September 15th, 1821; once they were separated from
Spain, the new Mexican Empire of Iturbide add the former General captaincy
of Guatemala to its empire and Salvadorans organized and fought against the
invaders until they fall.
But the winds of unity and development are strengthened with the
creation of the Federal Republic of Central America, which unfortunately
disappears leaving its members in struggles for control of the territory. The
dream of freedom and unionist of the founding fathers will disappear, with
only good intentions.
Key words: The General captaincy of Guatemala, the annexation of Central
America to Mexico, the Federal Republic of Central America.

I. INTRODUCCIÓN.
La Independencia de El Salvador y Centroamérica, es la consecuencia
lógica de una serie de procesos independentistas, no solo llegadas desde
Suramérica en donde las colonias españolas están perdiendo su control, sino
que también las noticias de Europa y Norteamérica. Es así que El Salvador
va a ser la Provincia que se subleva ante la Capitanía General de Guatemala
y toma la bandera libertaria a favor de la lucha independentista a partir del 5
de noviembre del año de 1811, fecha en que se da el Primer Grito de
Independencia, el cual no duro mucho tiempo por la falta de apoyo nacional y
regional. Inicialmente dicho movimiento fue liderado por los salvadoreños; Dr.
y Presbítero José Matías Delgado, General Manuel José Arce, Mariano Lara,
Domingo Antonio de Lara, los hermanos Nicolás, Manuel y Vicente Aguilar y
Juan Manuel Rodríguez. A quienes se les ha de reconocer como los
precursores de las luchas libertarias de los pueblos centroamericanos, por
lograr hasta con su vida, la Firma del Acta de Independencia del 15 de
septiembre de 1821, la que los libera del yugo español.
A pesar de recibir la administración de las cinco parcelas sin
presupuestos y leyes para su administración se conforma el 1.º de junio de
1824, la República Federal de Centroamérica, la cual logra subsistir poco
más de 15 años, debido principalmente por las rencillas políticas y
económicas intestinas de los centroamericanos. Ciclo que se cierra en mayo
de 1838 con la Declaración del Congreso Federal de Centro América,
mediante el cual autoriza a los Estados miembros a desvincularse del Pacto
Federal de junio de 1824.
Durante las primeras dos décadas de libertad de la región de cualquier
imperio colonial, se va a caracterizar por los muchos conflictos internos de
los incipientes Estados, entre los que quieren continuar con los mismos
privilegios de los colonizadores y los que no quieren saber nada del sistema
colonial y quieren la libertad y democracia plena, el poder del pueblo
mediante un sistema republicano.
3

El Salvador, será el punto de apoyo de la bandera liberal, por su


experiencia política en la vida de Centroamérica, pero además por su
posición geográfica, la cual le ha ofrecido circunstancias excepcionales,
motivo por el cual en el S-XIX, la vida centroamericana va a gravitar en
función de El Salvador1.
Los movimientos independentistas en la región, van a ser además
influenciados por las reformas borbónicas. “En la realidad, hay que tener
cuidado porque las ideas nuevas se difundieron en América Latina con una
celeridad sorprendente. El historiador John Tate Lanning ha mostrado cómo
América Central, influenciada por la presencia inglesa y francesa, fue una
Región donde las Luces llegaron con fuerza. 2 Hacia 1780, estas ideas
empezaron a hacer sentir sus consecuencias. Richard Konetzke lo había
señalado en su estudio clásico sobre la época colonial en América Latina: en
Guatemala, al final del siglo XVIII, un joven universitario recibía la misma
enseñanza que su homólogo francés3. El reinado, prolífico en reformas, de
Carlos III traía sus frutos. El pensamiento clásico dominado por la escolástica
se estremeció. Los preceptos de Aristóteles fueron rechazados sin provocar
mayor reacción en las élites locales de la Ciudad de Guatemala como en las
de Perú o de Nueva Granada”.4
Es de hacer destacar que los movimientos independentistas en su
mayoría en la región centroamericana, no se conquistan mediante una lucha
armada, como en otras regiones de Norte y Suramérica. Pero que en la
medida las nacientes parcelas se van apropiando de su libertad dan inicio a
diversos hechos de armas para imponer su poder por las armas.

II. CAPITANÍA GENERAL DE GUATEMALA.


La Capitanía General5 conocida también como El Reino de Guatemala,
instituida como una institución territorial que formaba parte del Imperio
español durante la colonia. Era una zona que formaba parte del Virreinato de
Nueva España.Y se estableció entre los años de 1540 y 1812, 1812 a 1814,
1816 a 1820 y 1820 a 1821.

1 Reflexiones del Bicentenario de la Independencia de los Países Iberoamericanos, Desde la


óptica de los Colegios de Defensa de Iberoamérica. Edición ESDEGUE-CEESEDEM,2012.
Bogotá, Colombia.
2 John Tate Lanning, La Ilustración en la universidad de San Carlos, Guatemala: Editorial

Universitaria,1976, pp. 103 y 528. Las ideas de los hombres que participaron en la difusión
de las Luces en la Capitanía General de Guatemala son mejor conocidas que sus
personalidades. Se escribieron rigurosas monografías sobre los hombres más famosos
aunque queda mucho por hacer. Por ejemplo, la mejor biografía sobre José Antonio Liendo y
Goicoechea sigue siendo la de Lamadrid, Una figura Centroamericana (Dr. Fr. José Liendo y
Goicoechea. O. F. M.), Ediciones Tipografía La Unión, Dutríz Hermanos, San Salvador, El
Salvador, 1948.
3
Richard Konetzke, América Latina. II La época colonial, Siglo XXI Editores, México. 1993,
p. 316.
4 Antonio García Redondo y los orígenes de la independencia centroamericana: un

acercamiento de su influencia pública a partir del concepto de redes (1780-1810).


5 Se conoció́ como Capitanía General, debido a que el presidente de la Audiencia era, en lo

militar, capitán del territorio desde 1609.


4

Esta estructura política establecida por la Monarquía española,


obedecía a la Constitución de Cádiz. La misma fraccionó en Provincias a sus
territorios. Dichos Distritos no estaban subordinadas entre sí en lo político,
pero sí en lo judicial y militar, por lo que había influencia sobre las Provincias.
El Reino de Guatemala comprendía, El Salvador, Honduras,
Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, así como el Estado mexicano de
Chiapas. Su primera capital se ubicó en la Ciudad de Gracias a Dios, actual
Gracias (Lempira), en Honduras hasta el año de 1549.
Es en ese año, es que se traslada la capital hacia la ciudad de Santiago
de los Caballeros de Guatemala (hoy Antigua Guatemala), fundada en el año
de 1524 en Iximchè y refundada en el año de 1527, en el valle de Almolonga,
tras la insurrección indígena, nuevamente es refundada en el año de 1543,
en su actual ubicación tras una inundación.
El 20 de noviembre de 1803, según la Real Cédula, el rey dispuso que
la costa de los Mosquitos y las islas de San Andrés pasen desde la Capitanía
General de Guatemala al virreinato de Nueva Granada, siendo gobernadas
por la Provincia de Cartagena.
En la región no solo los hechos políticos y sociales, sino también los
desastres naturales, van a colaborar en la migración de las ciudades, es así
que nuevamente un terremoto de gran magnitud en el año de 1773, destruye
la ciudad y se traslada la capital a un nuevo lugar. Pero va a ser, hasta el año
de 1776 que se funda la Nueva Guatemala de la Asunción (Ciudad de
Guatemala), la que será la Capital del Reino hasta su disolución en el año de
1820 y luego hasta la firma del Acta de 1821.
Por otra parte, siempre en la organización política, es a partir del año de
1785, que se comenzó a aplicar el Sistema de Intendencias, en la Capitanía
General de Guatemala, basándose en las ordenanzas aplicadas desde el
año de 1782 en el Virreinato del río de la Plata. Y es hasta el 22 de abril de
1787, que se rigieron por las ordenanzas que se dictaron para Nueva España
en 1786.
En la Provincia de Guatemala, no se va a establecer una Intendencia,
pero el Capitán General si, ejerció las funciones de Superintendente General,
quien tenía bajo su jurisdicción directa a los cuatro partidos; Guatemala,
Quetzaltenango, Escuintla y Chiquimula.
Para principios del siglo XIX, según detalla el mismo historiador
Juarros6, el reino de Guatemala se dividía en quince provincias: Alcaldía
Mayor de Chimaltenango, Alcaldía Mayor de Escuintla, Alcaldía Mayor de
Sacatepéquez, Alcaldía Mayor de Sololá, Alcaldía Mayor de Sonsonate,
Alcaldía Mayor de Suchitepéquez, Alcaldía Mayor de Totonicapán y Alcaldía
Mayor de Verapaz, Corregimiento de Chiquimula y Corregimiento de
Quetzaltenango, Gobernación de Costa Rica y Intendencia de Ciudad Real,
Intendencia de Comayagua, Intendencia de León y Intendencia de San
Salvador.

6 https://es.wikipedia.org/wiki/Domingo_Juarros.
5

Una vez se Firma el Acta de Independencia de España en 1821, las


cinco parcelas se separan de España. Pero los intentos de mantener un
reinado criollo hacen que un año después de la independencia, aparezca el
Imperio Mexicano, liderado por Agustín Iturbide, quien a la fuerza de las
armas hace que la mayoría de los Estados nacientes, se unan al Imperio
Mexicano. Dos años después de luchas imperialistas,por lograr la sumisión
de las provincias, es que se da la abdicación de Agustín de Iturbide y se
forma en 1823 las Provincias Unidas del Centro de América y en 1824 la
República Federal de Centroamérica.

III. PRIMEROS MOVIMIENTOS INDEPENDENTISTAS.


La Independencia Centroamericana del reino España va a tardar 300
años, aproximandamente para que la libertad llegara al fin a la región.
Europa no pasaba por los mejores momentos, también sus luchas
internas van a influir para que España sufriera sus primeros efectos en sus
territorios coloniales.
Durante los primeros años del Siglo XIX, la monarquía española sufrió
el cruel embate de la Guerra. Napoleón invade la Comarca y mantiene
cautivo en Bayona, al rey don Fernando VII; mientras tanto, en América, los
gobiernos legales amenazaron con sustituir al Reino.
En la América del Norte, los Estados Unidos alardean de su Congreso y
de la Carta de los Derechos del Hombre. Años después Francia va a dar
lecciones de democracia con su Revolución, de ahí su influencia también
hacia América, que ya vivía los vientos de libertad.
Por su parte en América del Sur Bolívar, conquistaba la libertad para
sus pueblos. América Central poco a poco va alcanzando su madurez
política, a pesar del lento desarrollo de sus provincias y la decadencia de sus
economías. Lo cual colocaba al Reino de España en una difícil situación para
mantener sus colonias.
El germen de la autosuficiencia, la autonomía y la independencia en la
Provincia de San Salvador, se va desarrollando con muchas más rapidez que
en sus vecinos. Y es así que acontece la primera conspiración, el 5 de
Noviembre de 1811, año que coincide con la llegada al Reino de Guatemala
del Brigadier don José de Bustamante y Guerra, marino español, quien viene
luego de ser gobernador de Montevideo desde 1797 hasta 1804 y siete años
después, es asignado como Capitán General de Guatemala hasta el año de
1818.7
Bustamante y Guerra, famoso por sus persecuciones a los caudillos
independentistas de Montevideo, va a ser, el ideal gobernante para la región
centroamericana. Un valioso cooperador se unió a sus propósitos y
desempeño del poder; el arzobispo electo de Guatemala, fray Ramón
Cassaus y Torres. Fórmula estupenda para luchar en contra de los
movimientos pro- independentistas. No obstante, la curia de San Salvador
abrazó el proyecto de emancipación.

7 https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_de_Bustamante_y_Guerra
6

La disciplina eclesiástica, no socavó los planes insurgentes del


Presbítero y Dr. José Matías Delgado, de los Padres Aguilar ni de otros curas
menos conocidos como don Mariano de Lara. Más bien, sus nobles
esfuerzos se sentían fortalecidos al unírseles los de don Manuel José Arce,
Pedro Pablo Castillo, Juan Manuel Rodríguez y otros espíritus libertadores
que se proponían deponer a las autoridades coloniales, apoderarse de los
almacenes de guerra y sublevar a toda la Provincia e iniciar un movimiento
rebelde en todo el Reino de Guatemala.
El 5 de noviembre de 1811, los sublevados tomaron las armas de la
Casamata8 y depusieron al intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa y a otros
españoles que ejercían el poder. La administración de San Salvador estaba
ahora en manos de los criollos. Aún a pesar de que la represión, por parte
del Capitán General, era inminente sobre su movimiento.

Primer Grito de Independencia, 5 de Nov.1811. Óleo de Luis Vergara Ahumada.

El levantamiento ante los colonizadores fue de entusiasmo y apoyo


notable por las poblaciones de Zacatecoluca, Chalatenango, Usulután y
Metapán. No así por parte de San Vicente, Sonsonate, Santa Ana y sobre
todo San Miguel, quienes lejos de respaldar el movimiento, renovaron su
juramento de lealtad y vasallaje a la corona, levantaron sus tropas y
estuvieron listas, esperando la llegada de Bustamante y Guerra.

8Almacén de guerra o casa de armas de la corona y estaba ubicada donde actualmente se


encuentran las Instalaciones del Comando de Apoyo Logístico de Fuerza Armada (CALFA).
7

Sin embargo, el Capitán General actuó, hasta dialogar con el


Ayuntamiento de Guatemala, cuya propuesta política fue: buscar la
pacificación a través de la persuasión y de la conciliación. La astucia de los
representantes de la Capitanía General, del Ayuntamiento y del arzobispado
de Guatemala; señores don José de Aycinena y don José María Peinado,
logran su objetivo y disuadieron a los pueblos de apoyar a los sediciosos. El
amor y fidelidad por la monarquía renació de repente e hizo caer en un mes,
el nuevo gobierno instaurado por los independentistas en San Salvador. La
dominación española venció al entusiasmo patriótico, los próceres fueron
compensados con enjuiciamiento y prisión, sin embargo; “sus sueños de
libertad permanecían vivos en su mente y corazón”.
Hubo algo que inquieto mucho a los representantes guatemaltecos;
“dicho movimiento se realizó con moderación del pueblo y no fue necesario
el uso de las armas”, por lo que se dio un indulto generalizado y olvido de lo
acontecido.
Un año más tarde, los días 8 y 9 de noviembre de 1812, se promulgó y
juró, en San Salvador, la nueva Constitución liberal, escrita en términos de
igualdad halagadora para las Provincias, pero que constituían letra muerta
para el Capitán General Bustamante y Guerra, quien hacía prevalecer su
autoridad militar.
La insatisfacción se transformó nuevamente en conspiración y el
pueblo se amotinó contra la monarquía desde el 24 al 27 de enero de 1814,
pero esta vez las fuerzas de la corona se encontraban debidamente
preparadas para enfrentar y vencer a los sublevados. Las armas y la
instrucción de las fuerzas reales fueron superiores a las del pueblo que debió
evitar la matanza a través de una pronta retirada.
La Capitanía General actuó con dureza extrema contra los
conspiradores, quienes fueron perseguidos, encarcelados, torturados y
procesados con crueldad. Los próceres padecieron duros sometimientos;
Manuel José Arce guardó prisión por los siguientes cinco años; Santiago
José Celis se ahorcó en su celda; Pedro Pablo Castillo huyó a Jamaica
donde falleció abandonado y los sacerdotes enfrentaron persecución y
confinamiento de orden de Bustamante.
Los movimientos libertarios parecían haber pasado por entero al
olvido, sin embargo, en los meses de agosto y principios de septiembre de
1821, las presiones por la Independencia de Centro América crecieron
nuevamente. Las principales ciudades de Chiapas, al occidente del Istmo
acordaron, en cabildo abierto, independizarse de España y unirse al imperio
Constitucional de México, creado por el Plan de Iguala e invitaban a las
demás ciudades de la región a seguir su ejemplo.
El nuevo Capitán General Brigadier Gabino Gaínza, no pudo más que
convocar a una Junta de Notables el sábado 15 de septiembre de 1821, a las
ocho de la mañana, con el propósito de estudiar la situación de las
provincias. Los importantes invitados del Capitán General eran nada menos
que los miembros de la Diputación Provincial; entre quienes figuraba el
Presbo. Y Dr. José Matías Delgado, una comisión del Ayuntamiento, el
Ilustrísimo Arzobispo, Monseñor Ramón Cassaus, los magistrados de la Real
8

Audiencia y otros eminentes personajes de la época, rodeados todos por el


pueblo que aglutinado en los alrededores del Palacio de Gobierno de
Guatemala gritaban ¡Viva la independencia!.
Entre las opiniones de los asistentes, el Dr. José Cecilio del Valle
expresó que los pueblos del Istmo aún no estaban preparados para
gobernarse por sí solos, otros le apoyaron diciendo que debía esperarse el
resultado final de México. No obstante, el presbítero y doctor José Matías
Delgado sostenía enérgicamente la necesidad de proclamar, aquel mismo
día, la independencia definitiva de España y también de México, es decir; la
absoluta libertad y en ello le apoyaron; oidores, diputados, miembros del
colegio de abogados, clérigos y otros funcionarios y por supuesto, el pueblo.
La cuestión no podía esperar más, la mayoría de los asistentes
propugnaban por la libertad, fue así, que ese día se proclamó la
Independencia de Centro América, que estuvo sellada por la originalidad. No
fueron necesarias las acciones épicas, ni las pasiones heroicas, su
característica fue su gran sentido práctico, pragmático y de ejemplar
sensatez. La Independencia Centroamericana no experimenta sangrientas
revoluciones sino procesos pacíficos.
Mientras se elegían a los representantes del Congreso de la nueva
Nación, las autoridades que habían regido los destinos de Centro América en
representación de la corona continuaron mayoritariamente desempeñando
puestos gubernamentales y disfrutando de consideraciones especiales,
siempre y cuando adoptaran el nuevo régimen y rindieran juramento a la
independencia.
Los acuerdos tomados en Guatemala ese 15 de septiembre, se
hicieron del conocimiento de los gobiernos de las Provincias.
En San Salvador, la independencia fue jurada con toda solemnidad, el
29 de septiembre siguiente. Todo fue regocijo y entusiasmo, pues parecía
haber llegado los tiempos de verdadera paz y desarrollo propio. Sin
embargo, la larga costumbre de ser parte de un gobierno externo y más
desarrollado, inclinó a muchos a pensar, que era la hora de formar parte de
otra Nación, la hora de anexarse al imperio mexicano de Iturbide.

IV. ANEXIÓN DE CENTROAMÉRICA AL IMPERIO MEXICANO.


Como se ha dicho con anterioridad la Independencia de Centro América
llego por añadidura y no por grandes luchas que se hayan realizado por las
provincias, sino que por las luchas, por la Independencia que se va a dar en
el Virreinato de la Nueva España y como influencia va a llegar a la Capitanía
General de Guatemala. Pero las clases dominantes anhelaban por volver a la
monarquía y de ahí surge la idea de la anexión de Centroamérica al recién
instalado Imperio de Agustín Iturbide.
Es importante hacer notar, que el hecho que Centroamérica había
firmado la declaración de Independencia en un documento, no hacia
desaparecer las diferencias políticas de las Provincias, unas a favor de esa
Independencia y otras de anexarse al Imperio Mexicano, lo cual hizo que
muchos liberales como el General Manuel José Arce en El Salvador y el
General Francisco Morazán en Honduras. Se enlistaran con ejércitos bisoños
9

salidos de los dragones españoles, para oponerse a los intereses de Agustín


Iturbide y darle batalla. El 5 de enero de 1822, las Provincias de la Capitanía
General de Guatemala son anexadas al Imperio Mexicano.
Las luchas sangrientas dieron inicio por dos motivos; aceptar o
rechazar la anexión a México. La campaña de sometimiento de la rebelde
provincia “del Salvador”, a cargo del Brigadier mexicano don Vicente Filisola,
fue sumamente cruenta. En ese contexto se va desarrollar la primera batalla
en territorio centroamericano después de la independencia, entre las tropas
de Guatemala al mando del Sargento Mayor José Nicolás Abós y Padilla,
militar de origen chileno y las tropas de la provincia de San Salvador al
mando de Manuel José Arce. Las tropas de Abos Padilla se encontraban en
Santa Ana, poblado que junto a Sonsonate y San Miguel se unen al Imperio
México. De ahí los salvadoreños deciden enviar sus tropas para recuperar
dicho poblados, por lo que las tropas de Abos Padilla abandonan Santa Ana
y espera a los sansalvadoreños en el Llano El Espino, en Ahuachapán. La
batalla es conocida como “Llano El Espino”, ya que en ese lugar se dan los
combates el 11 de Marzo de 1822, en donde las tropas guatemaltecas son
derrotadas y huyen en retirada, siendo ésta la primera hazaña épica del
incipiente ejército salvadoreño.
Posteriormente las tropas mexicanas y guatemaltecas al mando de
Vicente Filísola, invaden nuevamente El Salvador y sitian San Salvador. Por
su parte las defensas salvadoreñas son superadas en número y el General
Arce que comandaba el ejército salvadoreño, cae gravemente enfermo. El
poblado hoy conocido como el municipio de mejicanos, fue sometida el 9 de
febrero de 1823. Sus autoridades fueron obligadas a jurar obediencia al
Emperador Iturbide.9
Dado que en aquel entonces las noticias no viajaban tan pronto,
Filísola, no conoció oportunamente dos detalles que habrían evitado su
agresión a San Salvador; primero, que el Congreso de la Provincia de San
Salvador, compuesto por 32 diputados había acordado, “con condiciones”, su
anexión al Imperio mexicano; y segundo, que las fuerzas republicanas de
México, derrotaron al Emperador Iturbide el 1.º de febrero de 1823. Al
enterarse, Filísola se regresó a Guatemala el 7 de marzo.10
Por su parte el Gral. Manuel José Arce partió hacia Estados Unidos
por unos meses. Allá se encontraba cuando fue elegido miembro del Poder
Ejecutivo Nacional de Centro América en unión del licenciado don José
Cecilio del Valle. Llegó a Guatemala en marzo de 1824 y tomó posesión de
su destino.

9 Bustamante Maceo, Gregorio. Historia Militar de El Salvador. Imprenta Nacional 2ª Ed.


1951. El Salvador. p.21.
10 Vidal, Manuel. Nociones de Historia de Centro América. Ed. Universitaria. Sexta Edición.

El Salvador. Pgs. 124 y 126.


10

V. REPÚBLICA FEDERAL DE CENTROAMÉRICA.


La República Federal de Centro América, será el fruto de la necesidad
de instaurar y mantener una adecuada administración estatal y finalmente
lograr un verdadero poder que respaldase la Independencia de los nacientes
Estados, siendo su primer presidente el General Manuel José Arce, quien
toma posesión del Supremo Poder Ejecutivo el 29 de abril de 1825.
Como era de esperarse los poderes fácticos, no dejaron que la
Federación rindiera los resultados esperados. El presidente Arce, un hombre
con excelente formación y principios, creyó que lo mejor para los Estados era
establecer las bases de armonía y democracia, que permitieran la
satisfacción de todos los intereses partidistas de aquel entonces, lo cual no
fue así, en cambio, se desarrollan una serie de acciones políticas y militares
entre liberales y conservadores que llevó a la República Federal de Centro
América a una guerra entre sus Estados, con el fin de unirlos y consolidarse.
La situación política de Centro América era inestable, las dos corrientes
políticas se mantenían en pugnas constantes. Por un lado el partido liberal,
compuesto por un gran número de rebeldes a la monarquía y quienes
abogaban por la libertad de pensamiento, imprenta, comercio y por separar a
la iglesia del Estado, de igual forma deseaba hacer de Centroamérica una
república fuerte y pujante. Finalmente van a ser los gestores de la forma de
gobierno “Federal”. Por otro lado, se encontraban los conservadores que
deseaban mantener los privilegios que se poseían durante la colonia y el
poder de la iglesia. Los conservadores llamados también como retrógrados y
aristócratas, conformado por la aristocracia de la época, quienes habían
perdido sus privilegios al ser despojados de sus tierras y medios de
producción. Su objetivo ante todo consistía en recuperar los bienes y
posiciones perdidas y por lo tanto su lucha buscaba establecer un gobierno
con remanentes monárquicos del tipo centralista, es decir, una república que
se estableciera en Guatemala y desde ahí expandir su poder, asociado a la
Iglesia Católica. Así en este escenario, se enfrentan los dos partidos
mayoritarios en las más intrigantes y encarnizadas luchas por el control total
de todos los territorios de la antigua Capitanía General.
Las elecciones para nombrar los miembros del Supremo Poder
Ejecutivo de la República Federal, se realizan con dos contendientes
principales; el Dr. José Cecilio Del Valle y el General Manuel José Arce. Las
elecciones son ganadas con 41 de los 82 votos constitucionales, por el
licenciado Cecilio Del Valle, ilustre abogado que no gozaba de la simpatía
por los conservadores, a quienes había denunciado por sus abusos en
anteriores ocasiones. Arce alcanzó 34 votos, aduciendo que ninguno había
alcanzado la mayoría de 42 votos, por lo que debía ser el Congreso quien
resolviera en segundas elecciones, al Presidente Federal.
Finalmente, el Congreso eligió al Gral. Manuel José Arce, ante la
renuncia de José Cecilio Del Valle y posteriormente de José Francisco
Barrundia, como vice-Presidente Federal fue designado don Mariano
Beltranena, ambos tomaron sus cargos de la Federación el 29 de abril de
1825.
11

Una vez siendo presidente federal de Centroamérica, el Gral. Manuel


José Arce, como representante del Partido Liberal, toma la decisión en una
forma democrática de abandonar el partidismo político, ya como Presidente
Federal, para proporcionar igualdad de oportunidades para todos los
centroamericanos sin distinción partidaria, no sin antes ensalzando a uno y
otro partido. Motivo por el cual va a iniciar la conspiración de uno y otro
bando.
Los liberales lo van a considerar como “traidor”, quienes se
desconsuelan con él y de ahí en adelante van a conspirar para dañarlo
constantemente. Por su parte los conservadores lo consideran débil y se
proponen atraerlo hacia sus intereses y lo instrumentalizan a su
conveniencia.11

Gral. Manuel José Arce y Fagoaga12. Óleo de Héctor Díaz

Los conservadores van a lograr que la sede del Gobierno Federal se


establezca en la capital guatemalteca, según ellos por motivos de tradición
del mando. Como era de esperarse los conservadores se propagan, ya que
no perdían oportunidad para manosear el poder a su beneficio. Así la
situación, el General Arce, cae en desgracia con los liberales y los
conservadores, quienes no lo acogen con confianza en su partido.
Estos y otros más, van a ser los motivos por los cuales el gobierno
Federal nunca va a tener éxito y el poder que debió poseer, sino más bien se
le conspiro con continuas y sangrientas luchas entre los Estados de la
Federación. De acuerdo con el historiador nicaragüense José Dolores

11García, Miguel Angel. Diccionario Histórico Enciclopédico de la República de El Salvador.


Tomo II Tipografía La Luz. 1928. San Salvador. Pág. 234.
12Nació en San Salvador el 1º. de enero de 1787. Se educó en Guatemala. A su regreso

tomó parte activa en la conspiración independentista de 1811, en unión del Padre José
Matías Delgado y otros patriotas. Primer Presidente Federal de Centro América y fundador
del ejército salvadoreño. Murió en San Salvador, el 14 de diciembre de 1847, a los sesenta
años de edad.
12

Gámez;13 “el fracaso del Gobierno Federal se debió, entre otras cosas, a que
era producto de un partido exaltado que adoptó como Constitución Federal
una copia de los Estados Unidos, pero con modificaciones defectuosas; creó
un Poder Ejecutivo impotente, un Congreso demasiado absoluto en sus
poderes, mientras el senado que debía formar otro cuerpo muy importante en
el Gobierno, casi nunca existió y fue siempre nulo”.
Gámez también opina que el Presidente Federal Gral. Arce; “siendo
nuevo en la cosa pública, sobre todo de esa altura, no tuvo el tino ni la
energía que demandaban las circunstancias del país. Arce se inclinó hacia la
buena democracia y en lugar de adoptar las tendencias exclusivamente
liberales del partido que lo había impuesto, decidió practicar una política
nacional que contemporizara con todos, pero que no quedó bien con nadie”.
El Gral. Arce buscaba mantener un sistema de gobierno democrático,
pero las circunstancias hacían parecer que su deseo era el de reinstalar el
régimen conservador como una continuación de la monarquía. En
El Salvador y en Honduras, predominaban los liberales, por lo que Arce
debió afrontar diferentes afrentas y desacatos a su autoridad por parte de las
autoridades de ambos Estados.
El Gral. Arce, ante las afrentas a su autoridad, ordena enviar a prisión al
Jefe del Estado de Guatemala Don Juan Barrundia, el día 5 de septiembre
de 1826, ante dicha decisión el pueblo aplaudió lo acontecido. Por lo que
asumió el poder el Vice-Jefe Dr. Cirilo Flores, quien se rehusó a proseguir
conforme a la ley, al igual que los diputados de la asamblea, quienes
presionaron a Flores para que instalara su gobierno en Quetzaltenango, a lo
que éste accedió y se instaló en dicha villa, pero dicha decisión conllevo que
los ciudadanos en su mayoría conservadores, asesinaran al Presidente en
Funciones, el día 13 de octubre. En dicha acción de rebeldía además fueron
lesionados algunos diputados, por lo que la Asamblea fue disuelta por
decisión de sus miembros.
En vista de los sucesos acaecidos en Quetzaltenango, el Presidente
Federal emite dos decretos de fecha 10 y 13 de octubre de 1826, en los
cuales convoca a un Congreso Nacional Extraordinario, sobre todo para
evitar los abusos de autoridad e incumplimiento de la Carta Magna.
De igual forma daba mayor representatividad a los Estados de
El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, que a ese momento, habían
sido enviados a Guatemala en proporción de 17 a uno o dos
representantes14. A los políticos no les convenía entenderlo y los decretos
fueron considerados inconstitucionales, bajo la tesis de que solo el Senado
tenía la facultad para emitirlos. Estos y otros hechos dieron como resultado a
realizar desordenes y acciones de armas en contra de la Federación.

13 Autor reseñado por García, Miguel Angel. Diccionario Histórico Enciclopédico de la


República de El Salvador. Tomo II Tipografía La Luz. 1928. San Salvador. Pág. 234.
14 García, Miguel Ángel. Diccionario Histórico Enciclopédico de la República de El Salvador.

Gral Manuel José Arce Tomo III 1ª Ed. 1945. El Salvador. Págs. 384 y 385.
13

El 6 de diciembre de 1926, el Jefe de Estado de El Salvador don


Mariano Prado y, en total desacuerdo con el decreto del 10 de octubre, reúne
en el Departamento de Ahuachapán a los diputados destituidos y avivo a los
cinco Estados de la Federación a restablecer el orden constitucional de la
República.15 El Congreso de El Salvador convino en desconocer al
Presidente Arce y envió al ejército a invadir Guatemala el 23 de marzo de
1826, con el objeto de restablecer las autoridades depuestas.
Arce, no pensó que los salvadoreños atacarían la capital de
Guatemala, las tropas de Prado avanzan hacia la Plaza de Guatemala. Las
condiciones de Arce eran muy difíciles, sus tropas no eran las suficientes
para la defensa de la Plaza. Motivo por el cual utilizó la estrategema de;
“divulgar la información de que las fuerzas salvadoreñas venían con el objeto
de profanar los templos católicos y saquearlos”, de esa manera los ánimos
de los pobladores se volcó en apoyo al General Arce, a quien hacen su
caudillo, y de inmediato se enlistaron en improvisados soldados de la
Federación.
El 16 de marzo de 1827, Arce toma de la decisión de ponerse a la
cabeza de 800 soldados de la Federación como General en Jefe, por lo que
ordenó a su vicepresidente don Mariano Beltranena, se hiciera cargo del
Mando de la Federación. El General Arce al frente de sus soldados, se dirigió
hacia la hacienda de Arrazola, a cuatro leguas de la ciudad guatemalteca, al
inicio fue necesario decretar la Ley Marcial para que los ciudadanos se
presentaran a los cuarteles a prestar el servicio militar, ya que los 800
hombres con los que se contaba no eran suficientes. La ley no fue necesaria,
ya que el entusiasmo de los ciudadanos fue tal que logró enlistar a 3,000
voluntarios.
La batalla se realizó el día 23 de marzo de 1827. Esta acción de
guerra era inevitable entre las tropas Federales de Arce contra los
salvadoreños. El historiador Alejandro Marure, la describe así, “El día 21, al
caer la tarde, los salvadoreños avistaron a Arce en las alturas de Canales; y
después de haber hecho varios movimientos falsos para llamarle la atención,
mudaron repentinamente de derrotero, y a favor de la oscuridad, se dirigieron
por extravíos sobre Guatemala; pero no se ejecutó bien este movimiento, y
aun cuando se hubiera verificado, con la celeridad que se requería para una
sorpresa, nunca ésta habría tenido efecto, porque en la ciudad era suma la
vigilancia y todo estaba preparado para la defensa”.
Paralelamente a estos acontecimientos, el Vice-Jefe Hondureño, Don
Dionisio Herrera, quien sustituía al presidente, se unió a la causa
salvadoreña. Una facción de las tropas federales, a las órdenes del Coronel
Justo Milla, fue enviada a Honduras a combatir a quienes se oponían al
Gobierno Federal.
La ciudad de Comayagua, fue sitiada el 4 de abril de 1827. El Vice-
Jefe Herrera fue depuesto de su cargo y enviado a prisión a Guatemala. Por
su parte el secretario general de Herrera, Francisco Morazán huyó a

15 Vidal, Manuel. Ob. Cit. Pág.139.


14

Tegucigalpa a reclutar 200 hombres, con los que pretendió auxiliar


Comayagua, pero fue aprehendido en su intento. Después de 28 días de
prisión escapó hacia Nicaragua.
Las tropas del Gral. Arce, despúes de la victoria de Arrazola, y quien
ya había depositado temporalmente el Supremo Poder en manos del Vice-
presidente Mariano Beltranena16, con la intensión de hacer prevalecer la
autoridad federal y, al mando de sus tropas avanzó sobre San Salvador,
atacando la ciudad capital el día 18 de mayo por el flanco de Milingo 17,
enfrentándose ante una zona muy fortificada por parte de las defensas
salvadoreñas, al terminar los combates las tropas federales son derrotadas
en esta batalla. Arce a partir de este momento va a ser despreciado por sus
compatriotas por haberlos atacado, siendo él salvadoreño.

Batalla de Arrazola.23 de marzo de 1827. Acuarela Héctor Díaz.


Francisco Morazán, no desmayo en sus intentos libertarios de su
patria y el 10 de noviembre de 1827, reúne a un grupo de valientes hombres
provistos por Nicaragua y se enfrenta el Coronel José Justo Milla, quien
lideraba una División del Ejército Federal y sostenía el gobierno hondureño.
El ataque de las fuerzas de Morazán fue tal, que las tropas federales no
pudieron contener sus defensas y huyen hacia Guatemala junto a su jefe

16 El Vice Presidente Beltranena solicitó por escrito a Arce que retomara la Primera
Magistratura, lo cual tuvo efecto a partir del 12 de octubre de 1827.
17 Milingo. Cantón y caserío, a 600 Mts. de altura y a 2 Kms. al norte de Ciudad Delgado.

Lardé y Larín, Jorge. Toponimia Autóctona de El Salvador Central. Ediciones del Ministerio
del Interior. El Salvador. 1976. Pág.257.
15

Milla, con los restos de su ejército. Ante tal victoria de Morazán, éste se dirige
a Comayagua a reorganizar las autoridades y asume la Jefatura del Estado
como Presidente del Consejo Representativo18.
Morazán, a partir de ahí externó siempre su vocación liberal e inició
desde ese momento su lucha en favor de la verdadera independencia de los
Estados Centroamericanos. Su primera tarea fue apoyar al Vice Jefe Mariano
Prado de El Salvador, quien había admitido en sus filas, como Comandante
General de las Armas19 al ciudadano Rafael Merino, expulsado de Colombia
por conspirar contra Bolívar.
En vista de los sucesos de San Salvador, Arce regresa a Guatemala y
deja al General Francisco Cáscaras, al frente del Ejército Federal. Los
combates continuaron hasta que se inician las pláticas para una posible
negociación y poner fin así a la guerra. Es en este momento que se da un
acontecimiento que va afectar a la Federación, cuando el presidente federal
Gral. Arce asciende al Teniente Coronel Guillermo Perks a General y lo
nombra Jefe del Estado Mayor. El Gral. Perks no era muy querido por sus
subordinados por sus supuestos malos tratos, pero además su antigüedad
en la jerarquía militar no le permitía ser general, habiendo otros oficiales de
mayor rango. Este hecho hizo que un grupo de oficiales destituyera al bisoño
general Perks, el 9 de febrero de 1828 y nombran en su cargo al Coronel
Antonio José Irisarri.
El Coronel Irisarri, de inmediato se pone bajo el mando del Jefe de
Estado guatemalteco don Mariano Aycinena, ignorando al Gral. Manuel José
Arce como Presidente Federal. Esta acción del Cnel. Irisarri, fue una afrenta
contra Arce, ya que se desconocía el mando de la federación y cualquier
negociación de éste organismo.
Arce ante esta nueva afrenta a su mandato y se da cuenta que no
posee el apoyo de los Estados miembros de la Federación y para evitar con
su presencia el derramamiento de sangre de los pueblos centroamericanos,
decide el 14 de febrero de 1828 emitir un decreto por medio del cual deposita
temporalmente su presidencia en el Vice- Presidente Mariano Beltranena.
Sin embargo, aun fuera Arce de la escena política, los problemas entre
El Salvador y Guatemala continuaron aún más graves. Por lo que de nuevo
Arce decide tomar el poder supremo el 15 de abril del mismo año. A lo que
Beltranena se opuso rotundamente entregarle de nuevo el mando de la
federación, con el pretexto de no contar con la autorización del Congreso,
retirándose Arce a sus asuntos particulares a partir del 28 de mayo del
mismo año.
El año de 1828, estuvo lleno de cruentos combates, que el Gobierno
del Presidente Beltranena no pudo contener. Los gobiernos liberales de
Francisco Morazán en Honduras y Mariano Prado en El Salvador se aliaron
en contra de los conservadores que retenían el Supremo Poder y que

18 Becerra, Longino. Evolución Histórica de Honduras. Ed. Baktun. Honduras. 1994. Pág.
106.
19 García, Miguel Angel. Diccionario Histórico Enciclopédico de la República de El Salvador.

Tomo II 1ª Edc. El Salvador. 1928. Pág. 324.


16

persistían en hacer entrar bajo la sumisión guatemalteca a los demás


Estados y no contra la Federación. Así se creó el “Ejército Aliado Protector
de la Ley” bajo el mando del General Francisco Morazán.
El 6 de julio de 1828, se lleva a cabo la célebre batalla de Gualcho, en
la cual el Gral. Francisco Morazán al mando de 400 hombres derrota a las
tropas federales en un número de 1,000 hombres al mando del Cnel. Vicente
Domínguez. La victoria de Gualcho no sólo redujo el derramamiento de
sangre salvadoreña en las trincheras de San Salvador, sino que acelera la
rendición de Arzú y la caída del dominio de los conservadores en la
Federación.

Batalla de Gualcho, 6 de julio 1828. Óleo Héctor Díaz20.


La guerra no parecía terminar y en la búsqueda de una administración
de corte liberal los aliados, Prado y Morazán, dirigen, el 14 de noviembre de
1828 un ultimátum al Presidente Federal, don Mariano Beltranena y al Jefe
de Estado guatemalteco Don Mariano Aycinena, exigiéndoles la deponer sus
cargos.
En El Salvador, a finales de 1828 se convocó a elecciones, en las
cuales fue electo el Gral. Antonio José Cañas, pero no contento con los
resultados adversos a sus intereses, Mariano Prado declaró nulas dichas
elecciones y convoca nuevos comicios en los cuales resultó electo como Jefe
de Estado don Mariano Cornejo, quien toma posesión el 30 de enero de
1829.

20Batalla de Gualcho de 1828. Nombre de río ubicado en la población de Nueva Granada,


en el departamento de Usulután, El Salvador. En la que el Gral. Francisco Morazán, se
enfrenta a las tropas federales al mando del Coronel Vicente Dominguez con 1,000.00
hombres, contra 600 soldados de Morazán, donde además participa el joven Gerardo
Barrios, quien años después sería Capitán General y Presidente de El Salvador.
17

La Federación Centroamericana al mando del Gral. Francisco


Morazán, continúa con su objetivo de integrar a las republicas. Pero la
sombra de Arce va continuar influenciando en la Federación y en sus
Estados miembros. Era tal el odio hacia el Gral. Arce, que Mariano Prado, lo
acusó de conspirar y ejercer influencia en su contra sobre los electores.
Convencido Prado de la necesidad de eliminar a ese elemento disociador,
resolvió desterrar a Arce de El Salvador. Morazán por su parte, se hace
cargo de ejecutar la expulsión, determinando que Arce debería permanecer
expresamente en Guatemala. Arce debió conducirse hacia Guatemala, sin
otras posesiones más que su familia, pues había sido despojado de todos
sus bienes por órdenes de Morazán.
Arce permaneció en Guatemala hasta que el 7 de abril de 1829. Fecha
en que el Gral. Francisco Morazán, al frente del Ejército aliado entró a la
capital para restablecer las autoridades depuestas en el año de 1826.
Morazán Sitió Guatemala, asume todos los poderes políticos y
administrativos de la Federación y, reinstaló a las autoridades depuestas. De
inmediato Morazán envía a prisión y destierro a los funcionarios derrocados.
El 9 de julio del año de 1829, Morazán pidió autorización a la Asamblea
vigente para juzgar sumaria y militarmente a los más responsables, según él,
de los males de la República, Arce y Aycinena; pero enterado el Jefe del
Estado de El Salvador, Don José María Cornejo, requirió oficialmente a
Morazán para el cumplimiento de la ley, con relación a la vida de Arce, por lo
cual Morazán no se atrevió a fusilarlo.
Finalmente el Gral. Manuel José Arce, fue exiliado a México por casi
14 años, siendo además víctima del decreto legislativo del 4 de junio de
1829, que en el Capítulo VII manda decomisar a los expulsados de la tercera
parte de sus bienes, para amortizar la deuda del Estado.
En 1830, terminaba el periodo para el cual fueron electas las
autoridades federales en 1826. El Congreso convocó a elecciones el 27 de
marzo, presentándose como candidatos José Cecilio del Valle y Francisco
Morazán, el escrutinio efectuado en junio dio el triunfo a éste último, quien
tomó posesión el 16 de septiembre de 1830. Morazán va a representar el
último intento de la construcción de una Centroamérica liberal, que además,
trato de llevar los ideales liberales a su máxima expresión, hasta ver a
Centroamérica como un sólo Estado. Introduce de igual forma los ideales de
unión, república y derechos de los individuos.
Francisco Morazán, como Presidente de la República Federal de
Centroamérica, lideró constantes luchas entre los Estados de la Federación,
con lo que profundizó aún más el odio entre conservadores y liberales, pero
a ello se debe agregar los intereses de económicos y de la iglesia, que no
descansaron hasta ver fuera de la federación a Morazán.
El fin de la federación no se hizo esperar, para en el año de 1840 sólo
El Salvador era el último en salirse de la Federación.
18

VI. CONCLUSIONES.
Los próceres de la Independencia de Centro América, y en especial los
salvadoreños, no encendieron hogueras revolucionarias, sino que siempre
buscaron la paz y la armonía a través de un desarrollo liberador inteligente,
donde triunfara la cordura y el genio, sobre la improvisación.
Centro América desde su Independencia, fue conformado por pequeñas
parcelas, sin una infraestructura financiera capaz de sostener sus débiles
economías, con alto grado de analfabetismo y la indiferencia y desidia de los
pocos españoles (peninsulares o criollos). Esta incipiente generación de
cinco Estados débiles, sumidos en profundas divisiones internas por causas
ideológicas y sin un aparato gubernamental capaz de darles estabilidad,
produjo todos los males y desgracias que por decenios fue el pan de cada
día del pueblo centroamericano.
Las consecuencias más evidentes de la Independencia, podemos
considerar las siguientes; No todos los problemas limítrofes entre los Estados
fue corregida y las élites guatemaltecas pierden su influencia y poder sobre
la administración pública.
Durante todo el Siglo XIX, las luchas internas entre los Estados, fue una
constante que sembraron muerte y la anarquía en todas las secciones
divididas de lo que fue el Reino de Guatemala, habiéndose sellado la división
política de sus provincias, cuando para 1850, todas ellas habían asumido por
decreto, su soberanía e independencia unas de otras.
El ideal unionista ha seguido vivo entre los pueblos centroamericanos,
pero a la fecha la integración de la gran Patria Centroamericana es aún una
aspiración. El Salvador, perseverante a su vocación unionista a lo largo de su
existencia ha proclamado y evidenciado, su deseo concreto de todos los
ciudadanos, al consignar la esperanza de unificación nacional como precepto
constitucional. Es así como en el Artículo 89 de nuestra Carta Magna, se
establece que “…alentará y promoverá la integración humana, económica,
social y cultural con las repúblicas americanas y especialmente con las del
istmo centroamericano…También propiciará la reconstrucción total o parcial
de la República de Centro América, en forma unitaria, federal o confederada,
con plena garantía de respeto a los principios democráticos y republicanos y
de los derechos individuales y sociales de sus habitantes…”.
Así, el anhelo ferviente de unidad política, de los patriotas que con
abnegación y valor conquistaron la independencia de Centro América,
conjurando el peligro anexionista de México con creativas y audaces
gestiones diplomáticas21 y la resistencia heroica de los pueblos de San
Salvador y San Vicente, quedó definitivamente truncado al morir la anhelada

21 El 8 de junio de 1823, llegaron a Boston, Massachusetts, EE.UU., los delegados


salvadoreños Tte. Cnel. Rafael Castillo, Cnel. Manuel José Arce, Juan Manuel Rodríguez y
Tte. Cayetano Bedoya, a solicitar a las autoridades de aquella nación, la incorporación de El
Salvador a la Unión Norte Americana. Pág. 341. Diccionario Histórico-Enciclopédico de la
República de El Salvador. Tomo I. García, Miguel Ángel.
19

Federación centroamericana, la cual, a pesar de algunos intentos repetitivos


y fracasados de lograrla por las vías políticas y/o militares, en los Siglos XIX
y XX, definitivamente se había vuelto una utopía.
Las celebraciones de los Bicentenarios, debe constituir para todos los
ciudadanos una oportunidad para generar debates serios y con visión de
país, que nos lleven a conocer el pasado, entender el presente y mirar hacia
el futuro. Promoviendo con ello, la participación ciudadana con todos los
sectores de la sociedad, mediante un dialogo que permita superar las
diferencias locales y regionales.
Debemos conmemorar, no sólo para recuperar la memoria histórica y
recordar a las personas y grupos que participaron en este proceso histórico,
sino también ubicarlos en el presente para evaluar cuáles fueron los frutos de
este proceso y qué es lo que falta aún por realizar.
El conocimiento histórico de los hechos, debe mantener una visión
crítica de las ideas, los hechos y conflictos que se generaron durante el
proceso de independencia, deben servir de base para una reflexión sobre el
presente y una proyección hacia el futuro.
Por lo que, se debe investigar y plantear nuevas rutas en la
comprensión del proceso independentista, éste debe ser socializado y
aprehendido por el conjunto de la población y debe manifestarse en la
educación y en la vida de las personas. Es fundamental que frente al
reconocimiento de la violencia que implicó estos procesos, en algunos casos,
se promueva una cultura de paz y el fortalecimiento de formas pacíficas de
resolución de conflictos.

BIBLIOGRAFIA
- Reflexiones del Bicentenario de la Independencia de los Países
Iberoamericanos, desde la óptica de los Colegios de Defensa de
Iberoamérica. Edición ESDEGUE-CEESEDEM, 2012. Bogotá, Colombia.
- John Tate Lanning, La Ilustración en la universidad de San Carlos,
Guatemala: Editorial Universitaria,1976, pp. 103 y 528.
- Richard Konetzke, América Latina. II La época colonial, Siglo XXI Editores,
México. 1993, p. 316.
- Antonio García Redondo y los orígenes de la independencia
centroamericana: un acercamiento de su influencia pública a partir del
concepto de redes (1780-1810).
- Bustamante Maceo, Gregorio. Historia Militar de El Salvador. Imprenta
Nacional 2ª Ed. 1951. El Salvador. p.21.
- Vidal, Manuel. Nociones de Historia de Centro América. Ed. Universitaria.
Sexta Edición. El Salvador. Pgs. 124 y 126.
- García, Miguel Angel. Diccionario Histórico Enciclopédico de la República
de El Salvador. Tomo II 1ª Edc. El Salvador. 1928.

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