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REFERÉNDUM

En el presente trabajo se analizará las implicaciones socio-políticas que ha tenido y tiene la


propuesta de referéndum planteada por el presidente de la República, Martín Vizcarra.
Propuesta que en la coyuntura actual ha llevado a un enfrentamiento político entre el poder
ejecutivo y el congreso, del cual el fujimorismo (oposición) tiene la mayoría absoluta.

El 21 de marzo del presente año, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski renunció


a la presidencia de la república a raíz del escándalo producido por la difusión de los famosos
“kenjivideos”, en los cuales se evidenció o mejor dicho confirmó que el gobierno había
negociado con congresistas supuestamente disidentes para obtener los votos que lo
salvaran de un segundo proceso de vacancia interpuesto por el congreso. El parlamento
acepta la renuncia de Kuczynski, y siguiendo con lo que dicta la constitución, el primer
vicepresidente, Martín Vizcarra, asume el cargo y jura como presidente de la república el
23 de marzo.

A inicios de julio se dan a conocer los audios del Consejo Nacional de la Magistratura
(órgano encargado de elegir, renovar, ascender y remover a los jueves y fiscales), una serie
de grabaciones que pusieron al descubierto toda la red de corrupción incrustada en el poder
judicial. Audios que involucraban a políticos como el congresista Héctor Becerril, y la
mención de una tal “señora K”, todo apunta a que se trataría de Keiko Fujimori. Ante este
contexto el presidente aprovecha la oportunidad y toma una postura de liderar la lucha
contra la corrupción.

En su mensaje a la nación del 28 de julio el presidente Vizcarra anuncia su intención


de realizar una reforma política y judicial mediante la vía del referéndum (consulta popular).
A su vez hace una referencia y comparación de la corrupción vivida en el gobierno de
Alberto Fujimori con la actual crisis judicial. Dijo: “nuevamente nuestro país se haya envuelto
en una crisis por hechos de corrupción en el ámbito de la administración de justicia ¿Qué
pasó en estos 18 años?”. Lo cual fue una muestra clara de ofensiva al fujimorismo, con esta
posición Vizcarra adoptó una actitud confrontacional frente al congreso.

Poco más de una semana después el primer ministro, Javier Villanueva, junto al
presidente entregaron al congreso los proyectos de ley que contienen las reformas
mencionadas durante el mensaje a la nación. Dichas reformas contienen 4 puntos:
Bicameralidad, la no reelección sucesiva de congresistas, la regulación en la financiación
de los partidos, y la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura.

Para que se lleve a cabo el referéndum, primero el congreso debe aprobar los
proyectos de ley enviados por el ejecutivo. El fujimorismo cuenta con una mayoría absoluta
para aprobar dichos proyectos, como a su vez también de mejorarlos, hacerlos más
perfectibles, ya que estos cuentan con carencias. Por ejemplo, no se habla de la mal usada
inmunidad parlamentaria, o de un mayor debate en torno a la configuración de los futuros
senadores y diputados, etc. En eso se debió concentrar el fujimorismo, en ampliar la
reforma, mejorarla, fortalecerla y no en obstaculizarla.

El 23 de agosto Keiko Fujimori a través de un video colgado en sus redes sociales


calificó la reforma de populista. Basándose en el argumento de que el país tiene prioridades
más urgentes que atender, las cuales Vizcarra no estaba realizando, sin faltarle algo de
razón, por ejemplo, la reconstrucción del norte a raíz del fenómeno del niño es muy lenta,
por decir lo menos. Para la lideresa del fujimorismo: “La urgencia con la que plantean el
referéndum no corresponde a las necesidades del país”. Con esta declaración la postura
del fujimorismo era que la reforma no se haría bajo los términos planteados por Vizcarra.
Lo cual demuestra hasta este punto una lucha de egos.

En una visita a Puerto Maldonado realizada el 2 de septiembre el presidente Vizcarra


defendió el referéndum y advirtió que en caso haya inconvenientes o demoras con las
reformas planteadas al congreso, el gobierno recolectaría firmas para llevar a cabo el
referéndum. Respondiendo así al mensaje dado por Keiko unos días antes.

El 26 de agosto en una entrevista brindada por Keiko Fujimori al programa Agenda


política, la líder de la oposición confesó haberse reunido en dos ocasiones con el presidente
Vizcarra después de su juramentación, y que estas se mantuvieron en reserva por pedido
del presidente. Un día después Vizcarra desmintió a Keiko, y dijo que las reuniones se
mantuvieron en reserva a pedido de ella; a su vez negó haberse reunido con ningún
representante de Fuerza Popular antes de ser presidente. Sin embargo, al día siguiente el
presidente del congreso, Daniel Salaverry (fujimorista), dijo haberse reunido con Vizcarra
el 12 de febrero, es decir, antes de que asumiera la presidencia.

En el marco del aniversario 89 de la reincorporación de Tacna al Perú, Vizcarra


manifestó que sabía que con su decisión de plantear una reforma judicial y política iba a
enfrentarse a grandes intereses, y que esperaba los ataques recibidos por parte del
fujimorismo. “No me van a doblegar”, “no nos van a doblegar, hagan lo que quieran, pero
no podrán contra el pueblo del Perú que se ha decidido a combatir la corrupción”. La
estrategia de Vizcarra es ponerse al lado de la población, aprovechando el rechazo
colectivo hacia una institución tan desprestigiada como el congreso. A partir de esta postura
la aprobación de Vizcarra comenzó a subir gradualmente, según la encuestadora GFK en
julio estaba en 27% y con tendencia a la baja, pero en agosto subió a 43% de aprobación,
y en septiembre siguió subiendo hasta 52%. En contrapartida Keiko Fujimori está sufriendo
los índices mas bajos de aprobación.

El viernes 14 de septiembre en la comisión de justicia del congreso, se levantó la


cesión sin éxito debido a que los miembros de Fuerza Popular decidieron abstenerse de
votar en el dictamen sobre el texto sustitutorio que comprendería una propuesta concreta
que podía ser enviada al hemiciclo para ser perfeccionada. No hubo votación, y se calificó
de “mamarracho” el proyecto de ley presentado por el ejecutivo.

Ante estos sucesos el presidente Vizcarra dio un mensaje a la nación el 16 de


septiembre, en el cual convocaba a legislatura extraordinaria al congreso de la república
mediante decreto supremo, dado que el congreso no había cumplido con aprobar los
proyectos de ley en 40 días desde que se presentaron. Planteando la cuestión de confianza
al congreso de la República para aprobar las cuatro reformas constitucionales presentadas
al congreso, mediante el lema “Reforma ya”. En una postura debatible en lo jurídico, pero
con un tinte autoritario al no abrir espacio al debate de las reformas.

El desarrollo de este proceso de referéndum permite ver las taras del país. Posturas
polarizadas y extremistas que muestran la continua y tradicional cultura política peruana
basada en el “anti”, en la descalificación a priori de toda postura o propuesta que no venga
del sector que uno representa o con el que simpatiza. Sin duda, en su dimensión de
realpolitik, la política es el enfrentamiento de intereses, de la demostración de poder; pero
también la política es conciliar, buscar o negociar puntos medios que permitan un grado de
cooperación en pro del bienestar del país. Un enfrentamiento Ejecutivo-Congreso, no
beneficia a nadie. El desgaste de tal enfrentamiento debe ser canalizado en la mutua
fiscalización de ambos poderes, que permitan un fortalecimiento de la democracia, y de un
estado donde prime el respeto por las normas.

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