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ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PUBLICO EN PROCESOS POR DELITOS

DE FUNCION, ATRIBUIDOS A ALTOS FUCIONARIOS PUBLICOS.


EL PROCESO POR RAZÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA
“En la configuración de nuestro sistema constitucional se ha optado por brindarle
al alto dignatario prerrogativas de carácter sustantivo (inviolabilidad) y procesal
(el antejuicio político, la inmunidad, etc.) de modo que el mayor nivel de
protección que ostenta está en función de la mayor envergadura de la función
pública desempeñada por su condición de alto dignatario. Desde esta óptica,
puede hacerse una clasificación de tres niveles, en función al grado de
protección que goza el alto funcionario. En primer lugar, una protección casi
absoluta, la cual impide el procesamiento penal del funcionario público durante
todo el ejercicio de su cargo, por casi todo hecho salvo los previstos en el artículo
117 de la Constitución Política del Estado, siendo el único funcionario que goza
de esta garantía el Presidente de la República. En segundo lugar, se brinda una
protección intermedia que impide el procesamiento penal por toda clase de
delitos, con la previa autorización del órgano competente y bajo los
procedimientos fijados por nuestra Constitución Política, la cual gozan los
congresistas, los miembros del Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
En tercer lugar existe una protección menor, aunque no menos importante, que
impide el enjuiciamiento criminal del alto dignatario cuando el hecho que le es
imputado fue realizado en el ejercicio de su función, la cual corresponde a todos
los funcionarios previstos en el artículo 99 de la Constitución Política del Perú.”1
Los altos dignatarios son aquellas personas situadas en lo más alto de la
dirección estatal las que finalmente tienen la posibilidad de tomar decisiones que
indudablemente afectaran el desarrollo de la sociedad y de los diversos grupos
al interior de esta, por tales razones se ha implementado normas especiales de
procedimiento para los casos en que estén involucrados en un proceso penal.
4.1. El Proceso por delitos de función atribuidos a altos funcionarios
públicos
El artículo 449° del NCPP establece las normas que regulan el procesamiento
contra los altos funcionarios públicos taxativamente designados en el artículo 99°
de la Constitución por los delitos que cometen en el ejercicio de sus funciones y
hasta cinco años después de haber cesado en él. El artículo 99° de la
Constitución establece que:
“ Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso: al Presidente
de la República; a los representantes a Congreso; a los Ministros de Estado; a
los miembros del Tribunal Constitucional; a los miembros del Consejo Nacional

1 HUAMÁN CASTELARES, Daniel, “Notas sobre el procesamiento penal de Altos Dignatarios por la
comisión de delitos sin ejercicio de la función pública”. En Gaceta Penal & Procesal Penal,
Tomo 13, julio de 2010, pp. 308-309
de la Magistratura; a los vocales de la Corte Suprema; a los fiscales supremos;
al Defensor del Pueblo y al Contralor General por infracción de la Constitución y
por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años
después de que hayan cesado en éstas.”
Hay que tomar en cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 93°
de la Constitución “Los congresistas representan a la Nación. No están sujetos
a mandato imperativo ni a interpelación. No son responsables ante autoridad ni
órgano jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten en el ejercicio
de sus funciones. No pueden ser procesados ni presos sin previa autorización
del Congreso o de la Comisión Permanente, desde que son elegidos hasta un
mes después de haber cesado en sus funciones, excepto por delito flagrante,
caso en el cual son puestos a disposición del Congreso o de la Comisión
Permanente dentro de las veinticuatro horas, a fin de que se autorice o no la
privación de la libertad y el enjuiciamiento”. De iguales prerrogativas gozan el
Defensor del Pueblo y los integrantes del Tribunal Constitucional, de
conformidad con lo dispuesto por los Artículos 161° y 201° de la Ley
Fundamental, que disponen: “El Defensor de Pueblo…goza de la misma
inmunidad y de las mismas prerrogativas de los congresistas” y “…Los miembros
del Tribunal Constitucional gozan de la misma inmunidad y de las mismas
prerrogativas que los congresistas.”
Los funcionarios antes citados gozan de prerrogativas denominadas: la
inviolabilidad y la inmunidad, para que puedan ejercer su labor sin sufrir el riesgo
de una persecución penal irrazonada; se busca evitar con ello que mediante el
abuso del derecho de acceso a la justicia se pretenda paralizar ilegítimamente el
discurrir normal de las funciones estatales y el ejercicio del poder por parte que
quienes han sido elegidos democráticamente para regir los destinos de la nación.
Por tales razones el proceso se regirá por las reglas del proceso común y las
que prevé el Código en este Título.
Reglas específicas para la incoación del proceso penal
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 450° de CPP la incoación del
proceso penal requiere la previa interposición de una Denuncia Constitucional
en las condiciones establecidas por el Reglamento del Congreso y la Ley, por el
Fiscal de la Nación, el agraviado por el delito o los congresistas y luego del
antejuicio constitucional, si el pleno del Congreso aprueba el procesamiento del
funcionario debe emitir la resolución acusatoria de contenido penal que será
remitida al Fiscal de la Nación.
El fiscal de la nación, en el plazo de cinco días de recibida la resolución
acusatoria y los recaudos correspondientes, emitirá la correspondiente
Disposición, mediante la cual formaliza la investigación preparatoria y se dirigirá
a la Sala Penal de la Corte Suprema a fin de que nombre, entre sus miembros,
al juez supremo que actuará como juez de la investigación preparatoria y a los
integrantes de la Sala Penal Especial que se encargaran del Juzgamiento y del
conocimiento del recurso de apelación contra las decisiones emitidas por el
primero. Además el Fiscal de la Nación designará al fiscal supremo que dirigirá
la etapa de investigación preparatoria y al fiscal supremo que intervendrá en la
etapa de enjuiciamiento.
Del mismo modo, el juez supremo de la investigación preparatoria, con los
actuados remitidos por la fiscalía de la nación, dictará el auto motivado
aprobando la formalización de la investigación preparatoria, con citación del
fiscal supremo encargado y del imputado. Tanto la disposición del fiscal de la
nación, como el auto del vocal supremo de la investigación preparatoria
respetarán los hechos atribuidos al funcionario y la tipificación señalada en la
resolución acusatoria del Congreso.
El fiscal supremo designado asumirá la dirección de la investigación
preparatoria, disponiendo las diligencias que deban actuarse, sin perjuicio de
solicitar al juez supremo de la investigación preparatoria las medidas de coerción
que correspondan y los demás actos que requieran intervención jurisdiccional.
La necesidad de ampliar el objeto de la investigación por nuevos hechos
delictivos cometidos por el alto funcionario en el ejercicio de sus funciones
públicas, requiere resolución acusatoria del Congreso, a cuyo efecto el fiscal de
la investigación preparatoria se dirigirá al fiscal de la nación para que formule la
denuncia constitucional respectiva.
Si de la investigación se advierte que la tipificación de los hechos es diferente a
la señalada en la resolución acusatoria del Congreso, el fiscal emitirá una
disposición al respecto y requerirá al juez supremo de la investigación
preparatoria para que emita la resolución aprobatoria correspondiente, dicho
juez se pronunciará, previa audiencia con la concurrencia de las partes. En este
caso no se requiere la intervención del Congreso.
La etapa de juzgamiento en este proceso estará a cargo de la Sala Penal
Especial integrada por tres Jueces Supremos y contra la sentencia emitida por
este órgano jurisdiccional procede recurso de apelación, el cual será conocido
por la Sala Suprema prevista en la LOPJ. Contra la sentencia de vista no procede
recurso alguno.
Por otro lado, el auto de sobreseimiento o el que ampara una excepción u otro
medio de defensa que enerve la pretensión acusatoria, así como la sentencia
absolutoria, en tanto adquieran firmeza, devuelve al procesado sus derechos
políticos, sin que sea necesario acuerdo de Congreso en este sentido.
Vencido el plazo de cinco años, previsto en el artículo 99° de la Constitución,
siempre que no se haya incoado el proceso penal, el ex alto funcionario público
estará sometido a las reglas del proceso penal común.
4.2. El proceso por delitos comunes atribuidos a congresistas y otros altos
funcionarios
Según lo dispuesto por el artículo 452° del CPP los delitos comunes atribuidos a
los Congresistas, al Defensor del Pueblo y a los Magistrados del Tribunal
Constitucional, desde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado
en sus funciones, no pueden ser objeto de investigación preparatoria y
enjuiciamiento hasta que el Congreso, siguiendo el procedimiento parlamentario,
o el Pleno del Tribunal Constitucional en el caso de sus miembros, siguiendo el
procedimiento administrativo que corresponda, lo autorice expresamente.
Sin embargo, si el funcionario ha sido detenido en flagrante delito deberá ser
puesto a disposición del Congreso o del Tribunal Constitucional en el plazo de
veinticuatro horas, a fin de que inmediatamente autorice o no la privación de
libertad y el enjuiciamiento.
Reglas del proceso y elevación del requerimiento de autorización de
procesamiento
El proceso penal, en estos casos, conforme a lo dispuesto en el Artículo 453° se
seguirá bajo las reglas del proceso común; en la etapa de enjuiciamiento
intervendrá un juzgado colegiado y el recurso de casación procederá según las
disposiciones comunes que lo rigen.
Esta disposición prevé que si al calificar la denuncia, el informe policial o las
diligencias preliminares, o si en curso del proceso se advierte que el imputado
está incurso en las disposiciones del artículo anterior, el Juez de oficio o a
petición de parte y previa audiencia, elevará los actuados al Presidente de la
Corte Superior para que por su conducto se eleven las actuaciones al Congreso
o al Tribunal Constitucional a fin de que se expida la resolución de autorización
de procesamiento. En este caso se reservará lo actuado en el extremo
correspondiente al Alto Funcionario Público a la espera de la decisión de la
autoridad competente, sin perjuicio de continuar la causa si existen otros
procesados.
4.3. El proceso por delitos de función atribuidos a otros funcionarios
públicos
Es necesario recordar que la Ley Orgánica del Ministerio Público2 al regular las
atribuciones del Fiscal de la Nación, establece en los apartados 4 y 5 del artículo
66° que le corresponde Decidir el ejercicio de la acción penal contra los
jueces y fiscales de segunda y primera instancia por los delitos cometidos
en su actuación judicial o fiscal, cuando media denuncia o queja del Ministro
de Justicia, de una Junta de Fiscales o del agraviado. Todo ello en virtud de la
facultad exclusiva de persecución penal conferida por el artículo 159° de la
Constitución.
Por lo demás la actuación de los jueces y los fiscales está sujeta a la
responsabilidad disciplinaria, civil y penal. La responsabilidad de naturaleza
disciplinaria se determina a través del procedimiento administrativo sancionador
conforme a los Reglamentos de Organización y Funciones de la Oficina de
Control de la Magistratura del Poder Judicial y de la Fiscalía Suprema de Control
Interno, en concordancia con la Ley de Procedimiento Administrativo General N°

2 Ley Orgánica del Ministerio Público, aprobada por Decreto Legislativo 052 del 18 de marzo
de 1981.
27444. La responsabilidad civil se determina a través del proceso abreviado de
responsabilidad civil de los jueces, conforme a lo dispuesto en el Código
Procesal Civil; en estos casos el Estado responde solidariamente por los daños
y perjuicios causados por los magistrados al actuar con dolo o con culpa
inexcusable. Y la responsabilidad penal se determina conforme al procedimiento
preestablecido que está revestido de especiales garantías en la investigación y
juzgamiento.
El Reglamento de Organización y Funciones de la Fiscalía Suprema de Control
Interno regula el procedimiento de investigación de denuncias por delitos
cometidos en el ejercicio de la función tanto por jueces como por fiscales de
todas las instancias, a excepción de los jueces y fiscales supremos que gozan
de la prerrogativa del antejuicio.
En estos casos la investigación preliminar tiene por objeto reunir los elementos
de prueba que acrediten la comisión del hecho denunciado y la presunta
responsabilidad del investigado y sobre esa base el Fiscal de la Nación decidirá
si se debe ejercer o no la acción penal. “Esta investigación preliminar forma parte
del procedimiento con “garantías reforzadas” que corresponde a la persecución
penal contra jueces y fiscales”34. “Del artículo 58 del reglamento, concordante
con el artículo 27 se desprende que las investigaciones contra los Fiscales
Adjuntos Supremos y los Fiscales Superiores y, por equivalencia de grado, los
Jueces Superiores de toda la Republica, serán de conocimiento de la Fiscalía
Suprema de Control Interno; en tanto que las investigaciones contra los Fiscales
Provinciales, Fiscales Adjuntos Superiores y Fiscales Adjuntos Provinciales, así
como contra los Jueces Especializados o Mixtos y Jueces de Paz Letrados,
serán conocidas por las Oficinas Desconcentradas de Control Interno de los
correspondientes distritos fiscales, que están a cargo de un Fiscal Superior”5
En cuanto al trámite, se establece que presentada la denuncia y realizada la
calificación, el órgano de control puede alternativamente:
a. Rechazar la denuncia y disponer su archivo, cuando los hechos
denunciados no constituyan delito o no sean justiciables penalmente o
cuando la acción penal haya prescrito. Esta decisión es apelable dentro del
plazo de cinco días hábiles de notificada y será de conocimiento del superior
jerárquico, esto es, del Fiscal de la Nación cuando la decisión ha sido
adoptada por el Fiscal Supremo de Control Interno; o por éste cuando la

3 SILVA ESCUDERO Mónica Paola. “El procedimiento con “garantías reforzadas” por delitos cometidos
por jueces y fiscales en el ejercicio de su función”. En, Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo
10 Abril 2010, p.
4.

5 Ibidem, p. 197
decisión ha sido adoptada por una Oficina Desconcentrada de Control
Interno.
b. Abrir investigación preliminar para practicar las diligencias necesarias
para reunir los elementos de prueba que acrediten la comisión del hecho
denunciado y la presunta responsabilidad del investigado. Esta investigación
es de naturaleza netamente penal y los órganos de control harán uso de las
atribuciones y facultades que les confieren la Ley Orgánica del Ministerio
Público, el Código Penal y el Código Procesal Penal.
La Fiscalía de Control Interno al concluir la investigación preliminar, si considera
que existen indicios razonables de la comisión del delito y de la responsabilidad
penal del denunciado, emitirá un informe opinando se declare fundada la
denuncia; dicho informe es inimpugnable, sin embargo no es vinculante para la
Fiscalía de la Nación, la que evaluando sus argumentos puede acogerlos y
declarar fundada la denuncia o, por el contrario desestimarlo y declarar
infundada la denuncia, disponiendo su archivo. En ambos casos la decisión del
Fiscal de la Nación es inimpugnable, porque cuando el Fiscal de la Nación
declara fundada la denuncia ejerce la facultad de imputar a una persona, la
presunta comisión de un delito y cuando declara infundada la denuncia, la ley no
ha previsto recurso, ni órgano competente para conocerlo.
Practicada la investigación preliminar por los órganos de control del
Ministerio Publico y decidido el ejercicio de la acción penal por el Fiscal de la
Nación, el NCPP en los artículos 454° y 455° regula el desarrollo del proceso por
los delitos atribuidos, en el ejercicio de sus funciones, a los jueces y fiscales
superiores, a los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar, al
Procurador Público, y a todos los magistrados del Poder Judicial y del Ministerio
Público, esto es Jueces Especializados y Mixtos, Jueces de Paz Letrados.
Fiscales Adjuntos Supremos, Fiscales Provinciales, Fiscales Adjuntos
Superiores y Fiscales Adjuntos Provinciales.
En todos estos casos luego de la investigación preliminar, practicada por la
Fiscalía Suprema de Control Interno o por la Oficina Desconcentrada de Control
Interno se requiere que el Fiscal de la Nación emita una Disposición declarando
fundada la denuncia y ordenará al fiscal respectivo la formalización de la
investigación preparatoria correspondiente.
La Disposición del Fiscal de la Nación no será necesaria cuando el funcionario
ha sido sorprendido en flagrante delito. En este supuesto, en el plazo de
veinticuatro horas el funcionario será conducido al despacho del fiscal supremo
o del fiscal superior correspondiente, según el caso, para la formalización de la
investigación preparatoria.
Corresponde a un Fiscal Supremo y a la Corte Suprema el conocimiento de los
delitos de función atribuidos a los miembros del Consejo Supremo de Justicia
Militar, a los jueces y fiscales superiores, los fiscales adjuntos supremos y al
procurador público, así como a otros funcionarios que señale la Ley. En estos
casos la Sala Penal de la Corte Suprema designará, entre sus miembros, al juez
que intervenga en la investigación preparatoria y a los tres integrantes de la Sala
Penal Especial, que se encargará del juzgamiento y del conocimiento del recurso
de apelación contra las decisiones emitidas por el primero. El Fiscal de la Nación
hará lo propio respecto a los fiscales supremos que conocerán de la etapa de
investigación preparatoria y de la etapa de enjuiciamiento. Contra la sentencia
emitida por la Sala Penal Especial Suprema procede recurso de apelación, que
conocerá la Sala Suprema prevista en la LOPJ. Contra la sentencia de vista no
procede recurso alguno.
Por otro lado, corresponde a un Fiscal Superior y a la Corte Superior competente
el conocimiento de los delitos de función atribuidos al juez de primera instancia,
al juez de paz letrado, al fiscal provincial, al fiscal adjunto superior y al fiscal
adjunto provincial, así como a otros funcionarios que señale la ley. En estos
casos, la Presidencia de la Corte Superior designará, entre los miembros de la
Sala Penal competente, al juez para la investigación preparatoria y a los tres
integrantes de la Sala Penal Especial que se encargará del juzgamiento y del
conocimiento del recurso de apelación contra las decisiones emitidas por el
primero. El Presidente de la Junta de Fiscales Superiores hará lo propio respecto
a los fiscales superiores que conocerán de las etapas de investigación
preparatoria y de enjuiciamiento respectivamente.
Contra la sentencia emitida por la Sala Penal Especial Superior procede recurso
de apelación, que conocerá la Sala Penal de la Corte Suprema. Contra esta
última sentencia no procede recurso alguno.
El proceso penal en estos casos se regirá por las reglas del proceso común, con
las excepciones antes anotadas.

PROCEDIMIENTO:

1. Pueden ser procesados en esta vía: el Presidente de la República, los


representantes del Congreso, los Ministros del Estado, los miembros del Tribunal
Constitucional, los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, los
vocales de la Corte Suprema, los fiscales supremos, el Defensor del Pueblo y el
Contralor General, por infracción a la Constitución y por todo delito que comentan
en ejercicio de sus funciones y hasta por cinco años después de que hayan
cesado estas.
2. Se requiere de previa denuncia constitucional realizada, siguiendo las normas
del Reglamento del Congreso y la ley, por el Fiscal de la Nación, el agraviado
con el delito o por los congresistas Es requisito especial la resolución acusatoria
de contenido penal aprobada por el Congreso con la respectiva calificación
jurídica de los hechos Investigados, como consecuencia del procedimiento
parlamentario.
3. Dicha resolución acusatoria debe ser remitida con sus recaudos al Ministerio
Público, y en el plazo de cinco días de recibida, el Fiscal de la Nación deberá
emitir la disposición por la cual comunicará a la Sala Penal de la Corte Suprema,
el inicio de la investigación preparatoria.
4. Recibida la denuncia se designará al vocal supremo que actuara como juez
de investigación preparatoria y a los integrantes de la Sala Suprema Especial
que actuará como instancia de juicio y conocerá de las apelaciones.
5. Ei referido vocal supremo en el mismo plazo de cinco días, dictará auto
aprobando la formalización de la Investigación Preparatoria, citando al fiscal
supremo y al imputado.
6. Cabe la posibilidad de enmendar la calificación penal efectuada por el
Congreso en su resolución acusatoria. En tal caso, el fiscal emitirá una
disposición al respecto y requerirá al Vocal de la Investigación.
Preparatoria emita la resolución aprobatoria correspondiente, quien se
pronunciara previa audiencia con la concurrencia de las partes. En este caso no
se requiere la intervención del Congreso.
7. Una vez notificado el Fiscal Supremo competente, asumirá la dirección de la
investigación bajo las regias del proceso común e igualmente podrá solicitar al
órgano jurisdiccional supremos las medidas de coerción que considere
necesarias.
8. Cabe la interposición de medios de defensa técnicos como excepciones,
cuestiones previas, píe- judiciales u otras, una vez iniciada la investigación
preparatoria. Estas defensas procesales también pueden eliminar la calificación
jurídica efectuada por el Congreso.
9. Ei juicio oral se realiza según las normas del proceso común por la Sala
Suprema Especial y la sentencia que dicte puede ser objeto de impugnación, la
que será resuelta por otra Sala Suprema. Contralo resuelto no cabe
impugnación.
10. La absolución, el sobreseimiento o el archivo que sigue a algún medio de
defensa técnico a favor del imputado, le devuelve a este sus derechos políticos
de manera automática, por lo que no requerirá acuerdo del Congreso.
11. Debe tenerse en cuenta que vencido los cinco años sin que se haya iniciado
el proceso penal especial, el ex funcionario público pierde su prerrogativa
procesal y será sometido al proceso penal común. Dicho plazo no interrumpe ni
suspende la prescripción de la acción penal.
12. Finalmente, si en el curso de un proceso común se determina que un
imputado tiene la calificación de funcionario público y se le imputa un hecho
delictivo en ejercicio de su función, el juez de la causa, de oficio, a pedido del
Ministerio Público o de Otro sujeto procesal, previa audiencia con la intervención
de estos, remitirá copia de lo actuado a la Fiscalía de la Nación para que se
proceda a la formulación de la denuncia constitucional correspondiente; si el
Fiscal de la Nación no es conforme con la resolución judicial, solicitará la
intervención de la Sala Penal de la Corte Suprema para que se pronuncie al
respecto. La Sala resolverá, mediante resolución inimpugnable y previa
audiencia con asistencia de las partes.

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