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1. ¿Existe el alma en el cuerpo? ¿Qué evidencia hay de su existencia?

2. Si el alma existe; ¿Puede ésta vivir fuera del cuerpo? ¿Si puede vivir
fuera del cuerpo por qué no sale "de paseo" en algún momento
mientras el cuerpo está vivo?
3. Si el alma existe, ¿será eterna o se acabará cuando el cuerpo muera?

Pienso que, si existe el alma en el cuerpo porque a pesar de según la tradición


clásica, el alma es una entidad no física que puede separarse del cuerpo físico.
Por consiguiente, la creencia en el alma implica el dualismo de la sustancia, es
decir, la existencia de dos sustancias: un material (la materia que conforma el
universo) y una no material (de la que se compone el alma). Por lo tanto, el alma
no tiene masa, extensión (no ocupa espacio) ni ubicación. Pienso que el alma es
todo aquello donde se realizan las actividades mentales, donde se sienten las
emociones, donde se toman las decisiones, donde se experimentan las
sensaciones, donde se almacenan los recuerdos y la personalidad de una
persona y donde se produce el razonamiento. En mi opinión, es difícil dar una
explicación causal a la creencia en el alma. No obstante, existen argumentos
filosóficos a favor de la hipótesis del alma. Los más importantes son los de Platón
y Descartes. Sin embargo, por desgracia para los creyentes en la existencia del
alma, sus argumentos tienen muchos defectos. Como podríamos decir que no
hay existencia de ella si cuando hacemos un acto de deshonra el alma es quien
nos mantiene al margen latente cuando nuestra propia conciencia nos dice y
recuerda de lo que hemos hecho mal es ahí donde nos refugiamos en Dios
todopoderoso para que libera nuestra alma y así poder sentirnos en armonía y
tranquilidad.

Esta claro que el alma existe basándonos en la biblia dice que el alma se refiere
al propio ser, a la criatura o la persona en su totalidad; no a algo que tengamos
en nuestro interior y sobreviva a la muerte del cuerpo, algunos pasajes bíblicos
mencionan lo siguiente: Cuando Jehová creó a Adán, el primer ser humano, el
relato bíblico señala que “el hombre llegó a ser alma viviente” (Génesis 2:7, Biblia
Textual). Cabe destacar que Adán no recibió un alma, sino que llegó a ser un
alma, es decir, una persona. La Biblia dice que un alma puede tocar un cadáver
(Levítico 5:2, Jünemann), alimentarse (Levítico 7:20, Katznelson), trabajar
(Levítico 23:30, Huerin), desear con ansias comer carne (Deuteronomio
12:20, Nácar-Colunga, 1974) y obedecer leyes (Romanos 13:1, Reina-
Valera, 1909). Solo un ser en su totalidad puede realizar dichas acciones.

El alma ciertamente puede morir. Decenas de pasajes bíblicos así lo


demuestran. He aquí algunos ejemplos.

La Biblia dice: “El alma que peque, ésa morirá” (Ezequiel 18:4, 20, La Biblia de
las Américas).
Refiriéndose al castigo que le esperaba al israelita que cometiera alguna de las
ofensas más graves, la Ley decía: “Aquella alma será cortada”, o “tajada” (Éxodo
12:15, 19; 31:14, Reina-Valera, 1909; Levítico 7:20, 21, 27, Biblia de Ferrara).
En Levítico 19:8, La Biblia de las familias católicas describe el mismo castigo con
estas palabras: “Aquella alma perecerá”.

Algunos versículos bíblicos utilizan la expresión literal “alma muerta” al hablar


del cadáver de una persona (Levítico 21:11;Números 6:6). Aunque en muchas
traducciones de la Biblia se vierte esa expresión como “cuerpo muerto”
o “persona muerta”, el texto original en hebreo contiene la palabra néfesch, es
decir, “alma”.

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