BIBLIOTECA DE ESTUDIOS LITERARIOS
DOMINIOS DE LA LITERATURA
‘ACERCA DEL CANON
Susana Cella (comp,)
Maria Teresa Gramuglio, Noé Jit,
Jorge Lafforgue, Tomés Eloy Martinez,
Juan Martini, Ricardo Piglia, Adolfo Pricto,
‘Nicolis Rosa, Beatriz Sarlo, Susana Zanetti
Losadale edicién: mayo de 198
Bends Ais, 1908
“apa Pablo Bacigdn
SBN: 950.03.6074-8
Quota hecho dl depin que mae ey 11.723
Macey casera eit ef
Oc de Patents y Mares de a Nain
Tmpreso en Argetion
edn Arena
CANON Y OTRAS CUESTIONES
Susana Cell
‘Uns primera pregunta podelasuscitar el conjunto vaso de
restos agrupados aqui bajo el nombce de Domino del tener
1 sta se cerita a la pestinencia, I nceesidad al ver, el motivo,
‘de dernere examinae un categoria qu, vgs como e,haretor-
nado y ruclo part de una dows compurtide, por lo menos, por
‘eres sectoeserados. Podaadcise qu corer seguramente el
destino de anes otras: de bilo fuga, uso indiscriminado y discre-
to abandono ante la seduccén de alguna nueva. Sendo al pazecet,
‘an previsible I cues, tine que ser necearamente ota cos
«que impulse 2 ocuparse da asunco. Algo que es aun tiempo mis y
menos que la palaba canon Lo primero, porque despuds de rep
sar su etimologia y uss en los dicionais, encontiamos que se
prenden alla, como a un imin,dscasiones de amplioalcance in
cdagando el exado de una cultura: y lo segundo, por lo anteicho,
“que unporta menos el temno que tod lo que pone en movimien-
‘0, coma silos sends conexos ocuparan Ia esenay ya la fueran
‘clegando por el mismo hecho de sobepasaa.
Podia pensarseentonces eta reaparcin de “canon”, objeto
perdido o imaginario de ha extica, como sintoma determinado
por un enerecuramicnto de series que van desde una idea de la
Tceratues lengua, art, modulaién de imaginaros, testimonio
7‘olin, o pear dincunt aos,
£2 nos dig infu, en 1980, nuts Bio ne
sine: hoynusto Mall, deaparecido ndninernne
pesado lugar qu ocupabs cin Alec un core ee
Bioy un divexido constructor de tramas. 2
hasta que la prxima encues.
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DESCONCIERTO EN DOS TIEMPOS?
Marla Teresa Gramuglio
Prive MovisesTo: Hace unas meses vi que en dos nime-
rossalteads de Sur del ao 1938 habia una secisn de Libr re
cibidr. Como era a primera ver que esto sucedia en la revista y
‘no ze rept en loe amerosinmediatos, me pecipité sobre ella,
ppeasando que al pada leer indiciosreveladores pars sminar
ce 2onas siempre oscuras en ues artculan ls setemas dere
laciones de legitimacin en el campo literavo: quigns enviaba
sus libros a Sur, por ejemplo, o cusl era el tejdo vivo de a pro
duccida lieatia sobse el que Sur ejezca poder de slecidn y
descarte Si una lista, como una cronologa oun inventaro,pe-