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Notas de

Variable Compleja

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Javier Fernandez

Instituto Balseiro
18 de septiembre de 2014
Índice general

Capítulo 1. Números Complejos 3


1. Definición 3
2. El argumento de un número complejo 4
3. Raíces n-ésimas 5
4. Subconjuntos del plano complejo 6
5. El punto de infinito 7
Capítulo 2. Topología de C (o Rn ) 9
1. Conjuntos abiertos y cerrados 9
2. Límites 12
3. Conjuntos conexos 13
4. Funciones continuas 14
5. Compacidad 19
Capítulo 3. Derivada Compleja 23
1. Definición 23
2. Condiciones de Cauchy–Riemann 25
Capítulo A. Temas complementarios 29
1. La esfera de Riemann y el punto de infinito 29
Capítulo B. Quién es quien 31
C 31
D 31
R 31

i
Prefacio

Estas notas describen algunos temas básicos del análisis de funciones de una variable
compleja. Se discuten, entre otros temas, la topología del conjunto de los números com-
plejos, la continuidad de funciones de variable compleja, la noción de derivada de una
función en el sentido complejo, la integración de funciones complejas sobre curvas, la teo-
ría de funciones analíticas y la teoría de los residuos. En lo que sigue algunos comentarios
marcados con “♦” pueden ser omitidos en una primera lectura.

Todo el material de las notas está en constante evolución y corrección ya que está
siendo revisado en este momento. Por esta razón es de esperar que haya errores, así como
inconsistencias varias y que, en general, esté incompleto. Sin embargo, se ofrece a los
lectores como posible ayuda (o no) para el estudio de la variable compleja.
Por lo expresado en el párrafo anterior, se agradecen las correcciones que los lectores
quieran hacer llegar.

Javier Fernandez
18 de septiembre de 2014

iii
Introducción

La historia de los distintos tipos de números que se usan en la actualidad es muy


interesante y mucho se ha escrito sobre ella. Por ejemplo, los números naturales aparecen
de la necesidad básica de contar y enumerar objetos. Un poco de abstracción permite
ver que hay situaciones en donde el uso de números negativos puede ser beneficioso,
aunque llevó mucho tiempo reconocer esto, al igual que la necesidad y utilidad de tener un
número cero para representar la ausencia de elementos. Los números racionales aparecen
naturalmente con la noción de medir en relación a un patrón de medida. Los números
reales aparecen al reconocer que no todos los números son racionales, hecho este que se
remonta a los antiguos griegos.
Del mismo modo que los números negativos resultan un poco extraños al comienzo
(especialmente cuando se los usa para representar situaciones no naturales —por ejemplo
“hay −2 peces”), la búsqueda de números cuyo cuadrado pudiese ser negativo resultó poco
clara en sus comienzos. Se mezclaron razones metafísicas y, aún, teológicas para mostrar
que no podían existir tales cosas. Sin embargo, el interés en este tipo de objetos continuó,
en parte, motivado por la posibilidad de simplificar ciertos cálculos. Con el tiempo fue
posible dar una definición totalmente rigurosa de estos objetos, hoy llamados números
complejos.
Así como el análisis clásico estudia el comportamiento de funciones f : R → R me-
diante procesos de límite (que llevan a nociones como la derivada y la integral), el objeto
de estas notas es describir razonamientos análogos para funciones f : C → C. Si bien esto
puede aparecer, en principio, como un ejercicio en generalizar propiedades sin grandes di-
ferencias, la posibilidad de dividir números complejos va a llevar a una noción de derivada
de funciones complejas que resulta bien distinta de la derivada de funciones de variable
real. Este resulta, de algún modo, el comienzo de una teoría que es, a la vez, mucho mas
restrictiva y más rica que la estudiada en el análisis de variable real.

1
Números Complejos
1
1. Definición
A continuación daremos una definición concreta de un conjunto de números (y ope-
raciones de suma y producto) que tiene la propiedad de tener elementos cuyos cuadrados
pueden ser negativos.
Definición 1.1. En el R-espacio vectorial R2 se define una estructura de multiplica-
ción mediante
(x1 , y1 ) · (x2 , y2 ) := (x1 x2 − y1 y2 , x1 y2 + x2 y1 ).
2
Se verifica que R con la suma de espacio vectorial y el producto · resulta ser un anillo
conmutativo con unidad (1, 0) y tal que todo (x, y) 6= (0, 0) tiene un inverso multiplicativo,
de modo que (R2 , +, ·) es un cuerpo, llamado cuerpo de los números complejos, denotado
por C.
Nota 1.2. Si (x, y) 6= (0, 0), se verifica que
x −y
(x, y) · ( 2 , 2 ) = (1, 0)
x + y x + y2
2

x −y
con lo que ( x2 +y 2 , x2 +y 2 ) es el inverso multiplicativo de (x, y).

Nota 1.3. El subconjunto {(x, 0) : x ∈ R} ⊂ C con la suma y multiplicación inducida


por C resulta ser isomorfo a R con sus operaciones ordinarias, con lo que es común
considerar a los números reales como parte de C. En estos casos se identifica al número
real x con el número complejo (x, 0). Por ejemplo, el número real 1 se identifica con el
número complejo (1, 0).
Nota 1.4. La ecuación X 2 + 1 = 0 tiene solución en C:
(0, 1)2 + 1 = (0, 1) · (0, 1) + (1, 0) = (−1, 0) + (1, 0) = (0, 0) = 0. (1.1)
Es común escribir i := (0, 1) con lo que, notando que
i2 = −1,
(1.1) se reescribe
i2 + 1 = (−1) + 1 = 0.
También es común escribir
(x, y) = x(1, 0) + y(0, 1) = x + yi,
que es la notación “binómica” usual para el número complejo (x, y). La notación binómica
tiene la propiedad de que las operaciones algebraicas usuales siguen siendo válidas.
3
4 1. NÚMEROS COMPLEJOS

Además de las operaciones aritméticas (suma, resta, producto, división), hay otras
operaciones útiles definidas en C.
Definición 1.5. Se define la conjugación : C → C mediante (x, y) := (x, −y) o,
equivalentemente, x + yi := x − yi.
Definición 1.6. La función módulo | | : C → R es la norma p usual inducida por el
2
producto interno canónico en R , es decir, |(x, y)| = |x + yi| = x2 + y 2 .
Definición 1.7. Se definen la funciones parte real y parte imaginaria Re : C → R e
Im : C → R respectivamente mediante
Re(x + iy) := x y Im(x + iy) := y para x, y ∈ R.
Proposición 1.8. Valen las siguientes identidades.
1. |z1 z2 | = |z1 ||z2 |,
2. z1 z2 = z1 z2 ,
3. zz = |z|2 .
Nota 1.9. Una manera diferente de construir el cuerpo C es a través del subespacio
a b
Z := { −b a : a, b ∈ R} ⊂ M2,2 (R), con las operaciones de suma y producto usuales de
x y
matrices. Es fácil verificar que x + yi 7→ −y x es un isomorfismo de cuerpos. En este
“modelo matricial” de los números complejos, la operación de conjugación corresponde a
la operación de transposición de la matriz y la norma es la raíz cuadrada del determinante
de la matriz.

2. El argumento de un número complejo


Dado que C ' R2 , es posible representar a los números complejos como puntos en el
plano geométrico. Esta representación lleva a introducir la siguiente noción.
Definición 1.10. Dado z ∈ C r {0} , cualquier solución α ∈ R de las ecuaciones
Im(z) Re(z)
sin(α) = y cos(α) = . (1.2)
|z| |z|
es llamada un argumento de z. Cabe notar que si α es solución de (1.2), entonces α + 2kπ
también lo es para cualquier k ∈ Z y, por lo tanto, el argumento de z, arg(z), no tiene un
único valor.
π
Ejemplo 1.11. arg(1 + i) = 4
+ 2kπ para cualquier k ∈ Z.
Ejercicio 1.12. Probar que si α, β ∈ R satisfacen simultáneamente sin(α) = sin(β)
y cos(α) = cos(β), entonces α = β + 2kπ para algún k ∈ Z.
Para cualquiera de los infinitos valores de arg(z), tomando en cuenta (1.2), vale
z = |z|(cos(arg(z)) + i sin(arg(z))) para todo z ∈ C r {0}, (1.3)
conocida como representación polar de z.
Una manera de producir un único valor para el argumento es limitando el rango de
valores posibles para α en (1.2) como se hace, por ejemplo, en la siguiente definición.
Definición 1.13. Se define la función argumento principal Arg : C − R≤0 → (−π, π),
como la única solución α de (1.2) en el intervalo (−π, π).
3. RAÍCES n-ÉSIMAS 5

La definición de Arg resuelve el problema de la multivaluación de arg, pero no lo hace


de una manera óptima. Por ejemplo, el dominio de Arg no es el mayor posible, C r {0}.
Esto se podría subsanar permitiendo que los valores de α estén en (−π, π]. Si bien esto
permite definir un Arg para cualquier número complejo no nulo, la función así obtenida
no es continua en toda la semirrecta real negativa.
Proposición 1.14. Si z1 z2 6= 0 entonces
arg(z1 z2 ) = arg(z1 ) + arg(z2 ) + 2kπ (1.4)
para algún k ∈ Z, donde arg(z) denota a cualquiera de los posibles valores del argumento
de z.
Demostración. Fijando un representante para cada argumento, digamos α1 = arg(z1 ),
α2 = arg(z2 ) y α12 = arg(z1 z2 ), vale que
cos(α1 + α2 ) = cos(α1 ) cos(α2 ) − sin(α1 ) sin(α2 )
Re(z1 ) Re(z2 ) Im(z1 ) Im(z2 ) Re(z1 z2 )
= + =
|z1 | |z2 | |z1 | |z2 | |z1 z2 |
y
sin(α1 + α2 ) = cos(α1 ) sin(α2 ) + sin(α1 ) cos(α2 )
Re(z1 ) Im(z2 ) Im(z1 ) cos(z2 ) Im(z1 z2 )
= − =
|z1 | |z2 | |z1 | |z2 | |z1 z2 |
por lo que α1 + α2 es un argumento de z1 z2 . Luego, por el Ejercicio 1.12, se concluye que
α12 = α1 + α2 + 2kπ para algún k ∈ Z. 
El valor de k que aparece en (1.4) depende de las elecciones hechas en cada caso, como
muestran los siguientes ejemplos.
Ejemplo 1.15. Como Arg(i) = π2 y Arg(1 + i) = π4 , se tiene
π π 3π
Arg(i) + Arg(1 + i) = + = = Arg(−1 + i) = Arg(i(1 + i)),
2 4 4
con lo que (1.4) vale con k = 0.
De modo análogo, Arg(i(−1 + i)) = Arg(−1 − i) = − 3π 4
, pero
π 3π 5π
Arg(i) + Arg(−1 + i) = + = ,
2 4 4
con lo que (1.4) se verifica, pero con k = −1.

3. Raíces n-ésimas
Las fórmulas halladas más arriba permiten estudiar las posibles raíces de un número
complejo w. Se dice que z ∈ C es una raíz n-ésima de w ∈ C si
z n = w. (1.5)
Tomando módulos en (1.5) y usando la Proposición 1.8 se obtiene |w| = |z|n , que permite
escribir p
|z| = n |w|,
donde la raíz que aparece a la derecha es la raíz de un número real ≥ 0, que es conocida.
Si w = 0, la única solución del problema es z = 0. Si w 6= 0 es claro que z = 0 no es una
raíz, con lo que se puede comparar los argumentos de w y z, que denotaremos por β y α
respectivamente. Tomando arg en la identidad w = z n y aplicando reiteradamente (1.4)
obtenemos que β = nα + 2kπ para algún k ∈ Z. Como k es arbitrario, por razones
6 1. NÚMEROS COMPLEJOS

puramente estéticas, podemos reescribir esta fórmula como β = nα − 2kπ, de donde


obtenemos
β + 2kπ
α= para k ∈ Z.
n
Cabepnotar que hay infinitos valores posibles para α dado w. Sin embargo, los valores de
z = n |w|(cos( β+2kπ
n
) + i sin( β+2kπ
n
)) distintos son finitos ya que valores de k que difieren
en múltiplos de n dan el mismo valor de z. En conclusión, dado w ∈ C r {0}, hay n raíces
n-ésimas distintas de w:
 
p
n β + 2kπ β + 2kπ
zk := |w| cos( ) + i sin( ) para k = 0, . . . , n − 1.
n n
Ejemplo 1.16. Para hallar las raíces cúbicas de w = i, tomamos β = Arg(i) = π2 , por
π
+2kπ
lo que α = 2 3 = π6 + 2kπ 3
. En particular, para k = 0, 1, 2 se obtiene α0 = π6 , α1 = 5π
6
y

α2 = 6 . De aquí que las tres raíces cúbicas de i son

π π 3 1
z0 = cos( ) + i sin( ) = + i
6 6 2 √2
5π 5π 3 1
z1 = cos( ) + i sin( ) = − + i
6 6 2 2
9π 9π
z2 = cos( ) + i sin( ) = −i
6 6
La Figura 1.1 muestra i y sus tres raíces. Notar como las tres raíces se obtienen tomando

i
z2
z1

z3

Figura 1.1. Raíces cúbicas de i



una cualquiera de ellas y rotándola en 3
.

4. Subconjuntos del plano complejo


En el estudio de funciones de una variable real es común el uso de ciertos subconjuntos
de R, esencialmente intervalos (abiertos, cerrados, o abiertos por un lado y cerrados por
el otro). En el plano complejo, al haber “más espacio” es necesario considerar conjuntos
más generales que esos. La Figura 1.2 muestra varios subconjuntos de C.
Un tipo de subconjunto que será muy usado en lo que sigue es el de distintos tipos de
discos. Denotaremos por
Br (z0 ) := {z ∈ C : |z − z0 | < r}
Br (z0 ) := {z ∈ C : |z − z0 | ≤ r},
siendo el primero un disco abierto centrado en z0 y de radio r, mientras que el segundo
es el mismo disco pero incluyendo su borde. La Figura 1.3 muestra estos conjuntos.
5. EL PUNTO DE INFINITO 7

C C C

2
x0

(a) {z ∈ C : Im(z) > 0} (b) {z ∈ C : Re(z) = x0 } (c) {z ∈ C : |z| = 2}

C C
w
C
w1 w2

π
(d) {z ∈ C : arg(z) = 6} (e) {z ∈ C : z = wt, t ∈ R} (f) {z ∈ C : z = w1 + w2 t, t ∈
R}

Figura 1.2. Subconjuntos de C

C C

r z0 r z0

(a) Br (z0 ) (b) Br (z0 )

Figura 1.3. Discos en C

5. El punto de infinito
En muchas instancias es conveniente considerar el conjunto de los números complejos
extendidos C, que consiste de los números complejos y el punto de infinito ∞. En concreto:
C := C ∪ {∞}
donde ∞ es considerado un símbolo externo a C. Una manera de visualizar C es a través
de la esfera de Riemann 1 y su relación con el plano complejo (o R2 ) vía la proyección
estereográfica. Si S 2 := {(a1 , a2 , a3 ) ∈ R3 : a21 +a22 +a23 = 1}, la proyección estereográfica es
una función del conjunto S 2 r {(0, 0, 1)} en C := {(x, y, 0) ∈ R3 } ' C que asigna a cada
punto (a1 , a2 , a3 ) ∈ S 2 r {(0, 0, 1)} la intersección entre la recta por (a1 , a2 , a3 ) y (0, 0, 1)
con el plano C, como muestra la Figura 1.4. Es fácil ver que la proyección estereográfica
establece una biyección entre S 2 r {(0, 0, 1)} y C o C. Explícitamente se tiene que
a1 a2 2x 2y x2 + y 2 − 1
(a1 , a2 , a3 ) 7→ ( , , 0) y (x, y, 0) 7→ ( , , ).
1 − a3 1 − a3 1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2
(1.6)
1Referencia biográfica en el Apéndice B
8 1. NÚMEROS COMPLEJOS

S2

(a1 , a2 , a3 )

z
C'C

Figura 1.4. Proyección estereográfica de S 2 en C

Por ejemplo, la primera fórmula se obtiene parametrizando la recta por (0, 0, 1) y (a1 , a2 , a3 )
como (0, 0, 1) + λ(a1 , a2 , a3 − 1) y hallando la intersección entre la recta y el plano C, es
1
decir, resolviendo (0, 0, 1) + λ(a1 , a2 , a3 − 1) = (x, y, 0), de donde se obtiene que λ = 1−a 3
a1 a2
y de allí que x = 1−a3 e y = 1−a3 .
Para extender la proyección estereográfica a todo S 2 de modo que siga siendo una
biyección es necesario agregar un punto a C, siendo este nuevo conjunto precisamente C.
Es fácil ver que de este modo ∞ adquiere la propiedad de “estar lejos”, es decir, de quedar
en infinito: si se considera una sucesión de puntos en C cuyo módulo tiende a infinito y se
asigna a cada miembro de la sucesión su representante en la esfera de Riemann es claro que
dichos representantes se aproximan al polo norte2, es decir a (0, 0, 1) que, precisamente,
corresponde a ∞ en C. De este modo, la sucesión original puede decirse que converge a
∞.
Nota 1.17. Hay que destacar que en R usualmente se distinguen dos infinitos: +∞ y
−∞ mientras que en C se agrega un único punto: ∞.
Nota 1.18. Como se verá en la Sección 5 del Capítulo 2, C no es un conjunto compacto,
mientras que C ' S 2 ⊂ R3 lo es. En un contexto más general, se dice que C es la
compactificación de un punto (o de Alexandrov) de C.

2Para esto conviene usar la segunda fórmula de (1.6), y notar que, como x2 + y 2 → ∞, los puntos en
la esfera tienden a (0, 0, 1).
Topología de C (o Rn)
2
En este capítulo se repasarán algunas nociones “topológicas” de los subconjuntos de
C o, más generalmente, Rn . El objetivo es demostrar versiones complejas de algunos
resultados importantes de funciones de variable real, como ser que toda función continua
en un conjunto cerrado y acotado alcanza máximo y mínimo.

1. Conjuntos abiertos y cerrados


Definición 2.1. Un subconjunto U ⊂ C es abierto si para todo z0 ∈ U existe r > 0
tal que Br (z0 ) ⊂ U ; es decir, si todo punto del conjunto tiene un disco centrado en él y
de radio positivo que está contenido en el conjunto. Un subconjunto F ⊂ C es cerrado si
su complemento F c := C − F es abierto.
Ejemplo 2.2. Veamos que los discos abiertos Br0 (z0 ) = {z ∈ C : |z − z0 | < r0 }
son subconjuntos abiertos. Si z1 ∈ Br0 (z0 ), hay que hallar r1 > 0 tal que Br1 (z1 ).
Contemplando la Figura 2.1 resulta natural tomar r1 := r0 − |z1 − z0 |. Veamos: si z ∈

z0 r1
r0 z1
Br1 (z1 )

Br0 (z0 )

Figura 2.1. Disco abierto

Br1 (z1 ), entonces


|z − z0 | = |z − z1 + z1 − z0 | ≤ |z − z1 | + |z1 − z0 | < r1 + |z1 − z0 |
=r0 − |z1 − z0 | + |z1 − z0 | = r0 ,
por lo que z ∈ Br0 (z0 ). Siendo z ∈ Br1 (z1 ) arbitrario, concluimos que Br1 (z1 ) ⊂ Br0 (z0 ).
Siendo z1 arbitrario, esto termina de mostrar que Br0 (z0 ) es abierto.
Una consecuencia inmediata del análisis anterior es que el conjunto complementario
Br0 (z0 )c = {z ∈ C : |z − z0 | ≥ r0 es un conjunto cerrado.
9
10 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

Ejemplo 2.3. Veamos ahora que los discos cerrados Br0 (z0 ) = {z ∈ C : |z − z0 | ≤ r0 }
c
son subconjuntos cerrados. Para esto alcanza con ver que su complemento Br0 (z0 ) = {z ∈
c
C : |z − z0 | > r0 } es abierto. Sea z1 ∈ Br0 (z0 ) : queremos ver que existe r1 > 0 tal que
c
Br1 (z1 ) ⊂ Br0 (z0 ) . Observando la Figura 2.2 resulta natural tomar r1 := |z1 − z0 | − r0 .

z0
r0
z1

c
r1
Br0 (z0 )

Figura 2.2. Complemento de un disco cerrado

En este caso, si z ∈ Br1 (z1 ), supongamos que z ∈ Br0 (z0 ), es decir, supongamos que
|z − z0 | ≤ r0 . Luego
|z1 − z0 | ≤ |z1 − z + z − z0 | ≤ |z1 − z| + |z − z0 | < r1 + r0 = |z1 − z0 | ,
lo que es absurdo pues ningún número es menor que él mismo. La contradicción provino
c
de suponer que z ∈ Br0 (z0 ), lo que muestra que, si z ∈ Br1 (z1 ), entonces z ∈ Br0 (z0 ) .
c
Como z ∈ Br1 (z1 ) es arbitrario, esto muestra que Br1 (z1 ) ⊂ Br0 (z0 ) . Más aún, como
c
z1 era arbitrario, esto concluye la demostración de que Br0 (z0 ) es abierto y de que, por
tanto, Br0 (z0 ) es cerrado.
Ejemplo 2.4. Sea A := B1 (0) ∪ {1}. Es claro que A no es abierto ya que, para
cualquier r > 0, Br (1) ∩ Ac 6= ∅. Por otro lado, no es cerrado ya que su complemento
Ac = {z ∈ C : |z| ≥ 1} r {1} no es abierto: para cualquier r > 0, Br (i) ∩ A 6= ∅. En
consecuencia, A ⊂ C es un subconjunto que no es ni abierto ni cerrado.
Ejemplo 2.5. D := {z ∈ C : z = i + (1 − i)t con t ∈ R} es cerrado.
La noción de abierto, de algún modo, codifica una noción de “proximidad” aún cuando
puede no haber una noción de distancia disponible. Si z ∈ U con U abierto, es posible
perturbar z ligeramente en cualquier dirección y aún estar dentro de U . Esta idea es útil
cuando se quieren considerar límites de la forma lı́mh→0 f (z +h) para funciones f definidas
en U ya que asegura que, para h suficientemente pequeño, f (z + h) está definido.
Ejercicio 2.6. Probar que ∅ y C son subconjuntos abiertos de C. Concluir que ∅ y
C son conjuntos abiertos y cerrados simultáneamente.
Proposición 2.7. La unión arbitraria de conjuntos abiertos es un conjunto abierto.
La intersección de finitos conjuntos abiertos es un conjunto abierto. La intersección de
una cantidad arbitraria de conjuntos cerrados es un conjunto cerrado. La unión de finitos
conjuntos cerrados es un conjunto cerrado.
Demostración. Si {Uα : α ∈ I} es una familia de conjuntos abiertos (identificados
por el subíndice α ∈ A), sea U := ∪α∈A Uα la unión de los abiertos. Para probar que U
es abierto hay que ver que para cada z ∈ U existe r > 0 con Br (z) ⊂ U . Para esto, dado
1. CONJUNTOS ABIERTOS Y CERRADOS 11

un tal z, existe α ∈ A tal que z ∈ Uα (por ser U la unión del los Uα ). Por ser Uα abierto,
existe r > 0 tal que Br (z) ⊂ Uα . Pero entonces Br (z) ⊂ Uα ⊂ U , como se quería mostrar.
Si {U1 , . . . , Un } es una familia de conjuntos abiertos y U := ∩nj=1 Uj , queremos probar
que U es abierto. Para esto, sea z ∈ U , por lo tanto z ∈ Uj para todo j = 1, . . . , n. Por ser
Uj un abierto, existen rj > 0 de modo que Brj (z) ⊂ Uj para cada j = 1, . . . , n. Definimos
r := mı́n{r1 , . . . , rn } de modo que Br (z) ⊂ Brj (z) ⊂ Uj para todo j y, en conclusión,
Br (z) ⊂ U . Como z ∈ U es arbitrario, concluimos que U es abierto.
Las últimas dos afirmaciones de la Proposición se deducen de las primeras dos tomando
complementos. 
Ejercicio 2.8. Demostrar las últimas dos afirmaciones de la Proposición 2.7 a par-
tir de las primeras dos usando las fórmulas de De Morgan1 ((∪α∈I Aα )c = ∩α∈I Ac y
(∩α∈I Aα )c = ∪α∈I Ac ).
Definición 2.9. Sea A ⊂ C. z0 ∈ A es un punto aislado de A si existe un disco Br (z0 )
para algún r > 0 tal que Br (z0 ) ∩ A = {z0 }. z0 ∈ C es un punto de acumulación de A
si #(Br (z0 ) ∩ A) > 1 para todo r > 0; en otras palabras, si todo disco centrado en z0
interseca A en más de un punto.
Ejercicio 2.10. Sea A ⊂ C y z0 ∈ Ac . Probar que z0 es punto de acumulación de A
si y sólo si Br (z0 ) ∩ A 6= ∅ para todo r > 0.
Ejemplo 2.11. Los puntos 0 y 1 son puntos de acumulación de B1 (0). Notar que
1∈
/ B1 (0). 2 no es un punto de acumulación de B1 (0)
1 ∈ C es un punto aislado del conjunto de raíces de z 2 − 1
Ejercicio 2.12. Hallar los puntos de acumulación de ∅ y C.
Definición 2.13. Sea A ⊂ C. Se define la clausura de A, A, como
A = A ∪ {z ∈ C : z es punto de acumulación de A}.
Proposición 2.14. A es el menor conjunto cerrado que contiene a A. En otras pa-
labras, A es un conjunto cerrado que contiene a A y si F es un conjunto cerrado con
A ⊂ F , entonces A ⊂ F .
Demostración. Procedamos en pasos.
A ⊂ A: por definición.
c c
A es cerrado: hay que ver que A es abierto. Para esto sea z ∈ A , es decir
que z ∈/ A y z no es punto de acumulación de A, por lo que existe r > 0 con
Br (z) ∩ A = ∅. Si z 0 ∈ Br (z) por ser Br (z) un abierto (Ejemplo2.2) hay r0 > 0
tal que Br0 (z 0 ) ⊂ Br (z) y por lo tanto Br0 (z 0 ) ∩ A ⊂ Br (z) ∩ A = ∅, es decir que
c
z0 ∈
/ A ni es punto de acumulación de A. Esto muestra que Br (z) ⊂ A y, como z
c
es arbitrario, se concluye que A es abierto.
Si A ⊂ F cerrado, A ⊂ F . Sea z ∈ A. Si z ∈ A, por hipótesis, z ∈ F . Si z ∈ / A, z es
un punto de acumulación de A. Supongamos que z ∈ F . Como F es cerrado, F c es
c

abierto y existe r > 0 tal que Br (z) ⊂ F c ; en particular, Br (z)∩A ⊂ Br (z)∩F = ∅,


contradiciendo que z es punto de acumulación de A. Por lo tanto z ∈ F . Como z
es arbitrario, resulta A ⊂ F .

1
Referencia biográfica en el Apéndice B
12 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

2. Límites
Las nociones de límites usuales en R o, más en general, en Rn se aplican al caso de los
números complejos que no difieren topológicamente de R2 .
Definición 2.15. Sea (zn )n∈N una sucesión de números complejos. Se dice que la
sucesión converge a z ∈ C si, para todo  > 0, existe N0 ∈ N tal que |zn − z| <  si
n ≥ N0 . En este caso se dice que z es el límite de la sucesión y se escribe lı́mn→∞ zn = z
o zn → z.
Definición 2.16. Sea (zn )n∈N una sucesión de números complejos. Se dice que la
sucesión tiende a infinito si, para todo R > 0 existe N0 ∈ N tal que |zn | > R si n ≥ N0 .
En este caso se escribe lı́mn→∞ zn = ∞ o también, zn → ∞.
Nota 2.17. Notemos que en la definición de límite de una sucesión, decir que |zn −z| <
 es decir que zn ∈ B (z), por lo que decir que zn → z, es decir que para cualquier  > 0,
la sucesión se encuentra contenida en B (z) a partir de algún índice N0 . Del mismo modo,
decir que zn → ∞ es decir que la sucesión queda contenida fuera de cualquier BR (0) a
partir de algún índice.
Ejemplo 2.18. Para k ∈ C, sea zn := k para todo n ∈ N. Entonces lı́mn→∞ zn = k.
Ejemplo 2.19. Para n ∈ N se define zn := i+ n1 . Se tiene que lı́mn→∞ zn = lı́mn→∞ (i+
1
n
) = i. Esto es así ya que dado  > 0,
1 1
|zn − i| = | | = < 
n n
con tal que n >  , por lo que alcanza con tomar N0 := [ 1 ] + 1, donde [x] denota la función
1

parte entera de x.
Ejercicio 2.20. Probar que zn → z si y sólo si, para todo abierto U ⊂ C tal que
z ∈ U , existe N ∈ N tal que si n ≥ N , entonces zn ∈ U .
Ejercicio 2.21. Sea (zn )n∈N una sucesión en C. Si lı́mn→∞ zn = z y lı́mn→∞ zn = z 0 ,
concluir que z = z 0 .
Muchas veces, trabajando con sucesiones, resulta útil considerar sólo ciertos térmi-
nos de una sucesión (por ejemplo, todos aquellos correspondientes a subíndice par). La
siguiente definición introduce esta noción.
Definición 2.22. Sea (an )n∈N una sucesión de números complejos. Una subsucesión
de an está dada por una función creciente α : N → N. Dada una tal función, la subsucesión
en cuestión es bn := aα(n) .
Ejemplo 2.23. Sea an := cos(n π2 ). Si queremos considerar “los términos pares” de la
sucesión, podemos considerar la función α(n) := 2n que define la subsucesión bn := a2n =
cos(nπ), que toma alternativamente los valores 1 y −1. Por otro lado, si consideramos
α(n) = 4n, se tiene cn := a4n = cos(2nπ) = 1.
Las sucesiones son útiles, por ejemplo, para investigar la clausura de un conjunto,
como se pide ver en el siguiente problema.
Ejercicio 2.24. Sean A ⊂ C y z ∈ C. Probar que z ∈ A si y sólo si existe una
sucesión (an )n∈N con an ∈ A para todo n y tal que an → z.
Definición 2.25. Sea A ⊂ C y f : A → C. Para a ∈ A, se dice que límite de f (z)
cuando z tiende a a es L si, para todo  > 0 existe δ > 0 de modo que |f (z) − L| < 
siempre que 0 < |z − a| < δ y z ∈ A. En este caso se escribe lı́mz→a f (z) = L.
3. CONJUNTOS CONEXOS 13

Definición 2.26. Sea A ⊂ C y f : A → C. Para a ∈ A, se dice que f (z) tiende a


infinito cuando z tiende a a cuando, para todo R > 0 existe δ > 0 tal que |f (z)| > R
siempre que 0 < |z − a| < δ y z ∈ A. En este caso se escribe lı́mz→a f (z) = ∞.
Ejemplo 2.27. Sea f : C → C la función f (z) := z (la función identidad). Entonces,
si a ∈ C, vale lı́mz→a f (z) = f (a) = a. Esto es así ya que, dado  > 0, tenemos que
|f (z) − f (a)| = |z − a| < δ se puede hacer <  tomando, por ejemplo, δ := . En este caso,
si 0 < |z − a| < δ = , vale que |f (z) − f (a)| = |z − a| < , probando que el límite es el
esperado.
Ejemplo 2.28. Para k ∈ C, se define f : C → C por f (z) := k para todo z ∈ C.
Entonces, para a ∈ C, tenemos lı́mz→a f (z) = k. Esto es así ya que, dado  > 0 se verifica
que |f (z) − f (z0 )| = |k − k| = 0 sin ninguna restricción sobre z, por lo que cualquier valor
de δ > 0 verifica la condición de la definición del límite.
Ejemplo 2.29. Sea f : Cr{0} → C definida por f (z) = z1 . Veamos que lı́mz→0 f (z) =
∞. Esto es así ya que, dado R > 0, se tiene que |f (z)| = | z1 | > R siempre que R1 > |z|,
por lo que alcanza con tomar δ = R1 para confirmar que el límite es ∞.
Nota 2.30. En el mismo espíritu de la Nota 2.17, la condición lı́mz→a f (z) = L equivale
a que para cualquier  > 0 existe δ > 0 de modo tal que f (Bδ (a) ∩ A) ⊂ B (L). Del mismo
modo, lı́mz→a f (z) = ∞ equivale a que para cualquier R > 0 existe δ > 0 de modo que
c
f (Bδ (a) ∩ A) ⊂ BR (0) .
Ejercicio 2.31. Sean A ⊂ C y f : A → C. Si a ∈ A es tal que lı́mz→a f (z) = L1 y
lı́mz→a f (z) = L2 para L1 , L2 ∈ C, probar que L1 = L2 . ¿Qué puede decirse si L1 = ∞?
Valen las propiedades básicas sobre la aritmética de los límites listadas a continuación.
Proposición 2.32. Sean (zn )n∈N y (wn )n∈N sucesiones con límites z, w ∈ C respecti-
vamente. Entonces (zn + wn ) → z + w y (zn wn ) → zw. Si, además, w 6= 0 vale wznn → wz .
Proposición 2.33. Sean A ⊂ C, a ∈ A y f, g : A → C de modo que lı́mz→a f (z) = F y
lı́mz→a g(z) = G para F, G ∈ C. Entonces lı́mz→a (f (z)+g(z)) = F +G, lı́mz→a (f (z)g(z)) =
F G. Si, además, G 6= 0 vale lı́mz→a fg(z)
(z) F
=G .
Las demostraciones de las Proposiciones 2.32 y 2.33 son idénticas al caso de variable
real.
Ejercicio 2.34. Dar definiciones análogas a las 2.25 y 2.26 para lı́mz→∞ f (z) = L ∈ C
y lı́mz→∞ f (z) = ∞ ∈ C.

3. Conjuntos conexos
Definición 2.35. Sea A ⊂ C. Una separación de A es un par de conjuntos abiertos
U1 , U2 ⊂ C tales que A ⊂ (U1 ∪ U2 ) y A ∩ U1 ∩ U2 = ∅ pero A ∩ U1 6= ∅ y A ∩ U2 6= ∅. El
conjunto A es conexo si no existe una separación de A.
Definición 2.36. Un dominio es un conjunto abierto y conexo.
Ejemplo 2.37. Veamos algunos casos simples.
Si A := {z} para z ∈ C, A es conexo. Esto es así ya que si U1 y U2 fuesen una
separación de A, debería ocurrir que z ∈ U1 ó z ∈ U2 , pero solamente una de
las opciones es posible, digamos (sin pérdida de generalidad) que z ∈ U1 . Pero
entonces U2 ∩ A = ∅, contradiciendo que U2 es parte de una separación de A.
14 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

B1 := {z ∈ C : |z − i| < 1 ó |z + i| < 1} no es conexo: los conjuntos U1 := {z ∈


C : Im(z) > 0} y U2 := {z ∈ C : Im(z) < 0} son una separación de B1 .
B2 := B1 ∪ {0} es conexo. Es fácil ver que la separación propuesta para B1 deja
de ser una separación para B2 . Veremos más adelante que B2 es conexo.
∅ es conexo: si U1 y U2 fuesen una separación de ∅ sería ∅ ∩ U1 = ∅, contradiciendo
una de las condiciones de ser separación.
De los ejemplos recién estudiados, sólo ∅ es un dominio.
Ejemplo 2.38. Sea A := {z ∈ C : |z| = 6 1}. Veamos que A no es conexo. Para esto
alcanza con mostrar una separación: si U1 := B1 (0) y U2 := (B1 (0))c , ambos conjuntos
son abiertos y vale que A = U1 ∪ U2 , U1 ∩ U2 = ∅ y A ∩ Uj = Uj 6= ∅ para j = 1, 2.
Más complejo resulta probar que un intervalo cerrado en R es conexo, como se muestra
a continuación.
Proposición 2.39. Si a, b ∈ R con a < b, el intervalo cerrado [a, b] ⊂ R es conexo.
Demostración. (idea). Supongamos que [a, b] no es conexo, de modo que existe una
separación por abiertos U y V . Supongamos (sin pérdida de generalidad) que los abiertos
están elegidos de modo que existe a1 ∈ U y b1 ∈ V con a ≤ a1 < b1 ≤ b. Definimos ahora
c1 := 12 (a1 + b1 ). Dado que [a, b] ⊂ U ∪ V resulta que c1 ∈ U ó c1 ∈ V . En el primer
caso se definen a2 := c1 y b2 := b1 , mientras que en el segundo caso se definen a2 := a1 y
b2 := c1 . Se vuelve a repetir el proceso definiendo c2 := 21 (a2 + b2 ), etc. De este modo se
definen sucesiones an y bn de modo que, para todo n ∈ N valen:
an ∈ U , b n ∈ V ,
an+1 ≥ an y bn+1 ≤ bn ,
an ≤ b y bn ≥ a,
1
bn − an ≤ 2n−1 (b − a).
Como la sucesión de números reales an es creciente y acotada, por una propiedad de los
números reales (la completitud), vale que existe a∞ = lı́mn→∞ an ≤ b y, de modo análogo,
1
existe b∞ = lı́mn→∞ bn ≥ a. Teniendo en cuenta que bn − an ≤ 2n−1 (b − a) para todo n,
resulta que a∞ = b∞ . Ahora bien, como a∞ ∈ [a, b] ⊂ U ∪ V , debe ser a∞ ∈ U ó a∞ ∈ V .
Si a∞ ∈ V , siendo V abierto y lı́mn→∞ an = a∞ debe existir m ∈ N tal que an ∈ V para
n ≥ m. Pero an ∈ U para todo n y U ∩ V ∩ [a, b] = ∅, lo cual es absurdo, y por tanto
a∞ ∈ V no puede ocurrir. Por otro lado, si a∞ ∈ U , como a∞ = b∞ , un razonamiento
análogo para la sucesión bn muestra que también se llega a un absurdo, por lo que se
concluye que no es posible tener una separación de [a, b]. 

4. Funciones continuas
La noción de continuidad para funciones complejas que se introduce a continuación es
la misma que para funciones de R2 en R2 .
Definición 2.40. Sean A ⊂ C y f : A → C. Dado z0 ∈ A, se dice que f es continua
en z0 si lı́mz→z0 f (z) = f (z0 ). Si f es continua en todo z0 ∈ A, se dice que f es continua
en A.
Ejemplo 2.41. Para k ∈ C, se define f : C → C por f (z) := k para todo z ∈ C.
Entonces f es continua en C. Esto es así ya, por el Ejemplo 2.28, para cualquier z0 ∈ C,
vale lı́mz→z0 f (z) = k = f (z0 ).
Ejemplo 2.42. Se define f : C → C por f (z) = z, para todo z ∈ C. f es continua en
C ya que para cualquier z0 ∈ C, por el Ejemplo 2.27, vale lı́mz→z0 f (z) = z0 = f (z0 ).
4. FUNCIONES CONTINUAS 15

Ejemplo 2.43. La función conjugación : C → C es continua en C. Para verlo se fija


z0 ∈ C y para  > 0 se toma δ = . Entonces, si |z − z0 | < δ se tiene |z − z0 | = |z − z0 | =
|z − z0 | < δ = , por lo que lı́mz→z0 z = z0 .
Ejemplo 2.44. Dado k ∈ C se define h : C → C mediante
(
1
si z 6= 0
h(z) := z
k si z = 0.
Veamos que h no es continua en 0. Para esto notemos que por el Ejemplo 2.29 lı́mz→0 h(z) =
lı́mz→0 z1 = ∞ y, por lo tanto, no puede ser lı́mz→0 h(z) = k = h(0).
Ejercicio 2.45. Probar que si A ⊂ B ⊂ C y f : B → C es continua en B, entonces
su restricción a A es continua en A.
Proposición 2.46. Sean A ⊂ C y f, g : A → C. Dado z0 ∈ A, si f y g son continuas
en z0 , entonces f + g y f g son continuas en z0 . Si, además, g(z0 ) 6= 0, fg es continua en
z0 .
Demostración. Es una aplicación directa de la Proposición 2.33. 
Proposición 2.47. Sean A ⊂ C, B ⊂ C y f : A → C, g : B → C tales que f (A) ⊂ B.
Entonces, si f es continua en z0 para algún z0 ∈ A y g es continua en f (z0 ), g ◦ f resulta
continua en z0 .
Demostración. Se deja como ejercicio para el lector. La demostración es idéntica al
caso de una variable real. 
Ejemplo 2.48. Re, Im : C → R son funciones continuas sobre C. Esto es así pues z, z :
C → C son continuas sobre C (por los Ejemplos 2.42 y 2.43) y, por la Proposición 2.46,
z + z y z − z resultan continuas. Además, las funciones constantes 12 y 2i1 son continuas
en C por el Ejemplo 2.41 y valen
1 1
Re(z) = (z + z) e Im(z) = (z − z),
2 2i
de donde la continuidad de Re(z) e Im(z) sale de la Proposición 2.46.
Ejemplo 2.49. Si P (z) := nj=0 aj z j es un polinomio con coeficientes complejos, se
P
deduce de la Proposición 2.46 que P : C → C es una función continua en C.
Proposición 2.50. Sean A ⊂ C y f : A → C con f (z) = u(z) + iv(z) para u, v : A →
R. Entonces f es continua en z0 ∈ A si y solo si u y v son continuas en z0 .
Demostración. Si f es continua en z0 , como vale u(z) = Re(f (z)) y v(z) = Im(f (z)),
se tiene que, por el Ejemplo 2.48 y la Proposición 2.47, u y v son continuas en z0 .
Al revés, si u y v son continuas en z0 , siendo la función constante i continua, resulta
f (z) = u(z) + iv(z) continua en z0 por la Proposición 2.46. 
Ejercicio 2.51. Probar que si f : C → C es continua en z y lı́mn→∞ zn = z, entonces
lı́mn→∞ f (zn ) = f (z). Más aún, probar que si f es tal que para cualquier sucesión (zn )n∈N
tal que lı́mn→∞ zn = z vale que lı́mn→∞ f (zn ) = f (z), entonces f es continua en z.
Ejercicio 2.52. Probar que si zn = xn + iyn para (xn )n∈N y (yn )n∈N sucesiones de
números reales, entonces lı́mn→∞ zn = z si y sólo si lı́mn→∞ xn = x y lı́mn→∞ yn = y, para
z = x + iy.
La siguiente es una caracterización alternativa de la continuidad de una función.
16 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

Proposición 2.53. Sea f : C → C. f es continua en C si y solo si f −1 (U ) es un


abierto2 , para todo abierto U ⊂ C.
Demostración. Veamos ⇒ primero. Sea U ⊂ C abierto: queremos ver que f −1 (U )
es abierto. Para esto tomamos z0 ∈ f −1 (U ), de modo que vale f (z0 ) ∈ U . Por ser U
abierto, existe  > 0 tal que
B (f (z0 )) ⊂ U. (2.1)
Por otro lado, por la continuidad de f en z0 , existe δ > 0 tal que si |z − z0 | < δ vale
|f (z) − f (z0 )| <  o, en otras palabras,
f (Bδ (z0 )) ⊂ B (f (z0 )). (2.2)
−1
De (2.1) y (2.2) se concluye que f (Bδ (z0 )) ⊂ U , o sea que, Bδ (z0 ) ⊂ f (U ). Como
z0 ∈ f −1 (U ) es arbitrario, esto muestra que f −1 (U ) es abierto.
Veamos ⇐ ahora. Para z0 ∈ C hay que ver que lı́mz→z0 f (z) = f (z0 ), es decir, hay
que ver que para todo  > 0, existe δ > 0 tal que si |z − z0 | < δ, vale |f (z) − f (z0 )| < .
Ahora bien, dado  > 0, como B (f (z0 )) es un conjunto abierto, vale que f −1 (B (z0 )) es
un abierto y contiene a z0 , por lo que existe δ > 0 de modo que Bδ (z0 ) ⊂ f −1 (B (z0 )).
Esta última expresión indica que si |z −z0 | < δ, vale |f (z)−f (z0 )| < , por lo que tomando
el valor hallado de δ se verifica la condición de continuidad en z0 deseada. 
La imagen de un conjunto por una función continua hereda algunas de las propiedades
del conjunto. Una de dichas propiedades hereditarias es la de ser conexo, como se muestra
en la Proposición 2.55. Sin embargo, es importante observar que no todas las propiedades
topológicas son heredadas por la imagen a través de una función continua.
Ejercicio 2.54. Dar ejemplos de funciones continuas y conjuntos abiertos cuyas imá-
genes no sean conjuntos abiertos. Hacer lo mismo reemplazando abierto por cerrado.
Proposición 2.55. Sea A ⊂ C un conjunto conexo y f : C → C una función continua.
Entonces f (A) es un conjunto conexo.
Demostración. Supongamos que f (A) no es conexo y por lo tanto hay una separa-
ción de f (A) por los abiertos V1 y V2 . entonces vale que: f (A) ⊂ V1 ∪V2 , f (A)∩V1 ∩V2 = ∅,
f (A) ∩ V1 6= ∅ y f (A) ∩ V2 6= ∅.
Por la continuidad de f y la Proposición 2.53 se tiene que los conjuntos Uj = f −1 (Vj )
para j = 1, 2 son abiertos. Veamos que estos conjuntos son una separación de A:
A ⊂ f −1 (f (A)) ⊂ f −1 (V1 ∪ V2 ) = f −1 (V1 ) ∪ f −1 (V2 ) = U1 ∪ U2 .
Si z ∈ A ∩ U1 ∩ U2 , vale que f (z) ∈ f (A) ∩ f (U1 ) ∩ f (U2 ) ⊂ f (A) ∩ V1 ∩ V2 = ∅,
por lo que A ∩ U1 ∩ U2 = ∅.
Para j = 1, 2 se tiene que, como f (A)∩Vj 6= ∅, existen zj ∈ A tales que f (zj ) ∈ Vj ,
por lo que zj ∈ Uj = f −1 (Vj ), por lo que A ∩ Uj 6= ∅.
Pero A es conexo y por lo tanto no puede existir tal separación. La contradicción muestra
que f (A) no admite una separación. 
Definición 2.56. A ⊂ C es conexo por arcos si para todo par de puntos z0 , z1 ∈ A
existe una función continua γ : [0, 1] → C tal que γ([0, 1]) ⊂ A, γ(0) = z0 y γ(1) = z1 .
Cuando exista tal γ diremos que z0 y z1 están conectados en A. Se dice que A es conexo
por poligonales cuando todo par de puntos de A puede ser unido por una poligonal en A
(es decir, es una unión de finitos segmentos de rectas).
2f −1 (U ) es la imagen inversa del conjunto U por la función f , o sea
f −1 (U ) := {z ∈ C : f (z) ∈ U }.
Notar que esto no tiene nada que ver con la función inversa de f que no tiene por qué existir.
4. FUNCIONES CONTINUAS 17

Ejemplo 2.57. El conjunto B2 del Ejemplo 2.37 es conexo por poligonales: cualquier
punto de B2 puede ser unido al 0 mediante un segmento de recta contenido en B2 , por lo
que cualquier par de puntos de B2 puede ser unido mediante, a lo sumo, dos segmentos.
Ejemplo 2.58. El conjunto U (1) := {z ∈ C : |z| = 1} es conexo por arcos: dados
z0 , z1 ∈ U (1). Queremos ver que z0 y z1 están conectados (en U (1)). Sean α0 , α1 argu-
mentos de z0 y z1 respectivamente. Sin pérdida de generalidad, supongamos que α0 ≤ α1 .
Definimos γ : [0, 1] → C mediante γ(t) := cos(tα1 + (1 − t)α0 ) + i sin(tα1 + (1 − t)α0 ).
Es inmediato que γ es una función continua, con imagen contenida en U (1) y que une z0
con z1 . Esto muestra que U (1) es conexo por arcos. Observamos finalmente que U (1) no
es conexo por poligonales.
Ejemplo 2.59. Sea A := U (1)c = {z ∈ C : |z| = 6 1} el conjunto (no conexo) con-
siderado en el Ejemplo 2.38. Veamos que A no es conexo por arcos. Supongamos que
γ : [0, 1] → C es un arco continuo en A con γ(0) = 0 y γ(1) = 2. Si definimos f : [0, 1] → R
mediante f (t) := |γ(t)|, vemos que f es continua, f (0) = 0 y f (1) = 2. Por el Teorema del
valor intermedio, existe t0 ∈ [0, 1] tal que f (t0 ) = 1. Pero entonces γ(t0 ) ∈ U (1), lo que
contradice que γ([0, 1]) ⊂ A = U (1)c . Esta contradicción muestra que no existe ningún
camino continuo en A que conecte a 0 con 2, por lo que A no es conexo por arcos.
Ejercicio 2.60. Probar que ∅ es conexo por arcos y por poligonales.
Ejercicio 2.61. Probar que todo conjunto conexo por poligonales es, también, conexo
por arcos. Notar que la recíproca no vale.
Proposición 2.62. Si A ⊂ C es conexo por arcos, entonces A es conexo.
Demostración. Si A = ∅ el resultado es obvio pues ∅ es conexo (ver Ejemplo 2.37),
por lo que alcanza analizar el caso A 6= ∅. Si A no es conexo, entonces existe una separación
por medio de dos abiertos U1 y U2 . Como A ∩ Uj 6= ∅ para j = 1, 2, hay puntos zj ∈ A ∩ Uj
para j = 1, 2. Por ser A conexo por arcos, existe f : [0, 1] → C con f ([0, 1]) ⊂ A y
f (0) = z1 y f (1) = z2 . Por las Proposiciones 2.39 y 2.55, resulta que f ([0, 1]) es conexo.
Pero es fácil verificar que U1 y U2 son una separación de f ([0, 1]). Esta contradicción
muestra que A no admite separaciones. 
Ejemplo 2.63. En vista del Ejemplo 2.57 y la Proposición 2.62, el conjunto B2 del
Ejemplo 2.37 es conexo.
Ejemplo 2.64. Dado que dos puntos cualesquiera en C pueden ser unidos por un
segmento (lineal), resulta que C es conexo por poligonales y, por tanto, conexo por arcos.
Por la Proposición 2.62, C resulta conexo. Una consecuencia de que C sea conexo es que
los únicos dos conjuntos de C que son simultáneamente abiertos y cerrados son ∅ y C
¿Por qué?
Nota 2.65. Cabe destacar que hay conjuntos conexos que no son conexos por arcos.
Un tal ejemplo es el conjunto
1
A := {t + i cos( ) : t ∈ R>0 } ∪ {it : t ∈ [−1, 1]} ⊂ C
t
Omitimos la demostración de este hecho.
Proposición 2.66. Sea U ⊂ C un conjunto abierto. Entonces U es conexo si y sólo
si es conexo por arcos.
18 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

Demostración. Si U = ∅ la Proposición es obvia (ver Ejemplo 2.37 y Ejercicio 2.60),


por lo que alcanza considerar U 6= ∅. La implicación ⇐ es la Proposición 2.62. Resta probar
la otra implicación.
Fijamos z0 ∈ U . Sea X := {z ∈ U : z y z0 están conectados en U }. Veamos que X
es abierto. Sea z1 ∈ X. Por ser U abierto, existe r > 0 tal que Br (z1 ) ⊂ U . Veamos que
Br (z1 ) ⊂ X. Si z2 ∈ Br (z1 ) se puede definir f2 : [0, 1] → C mediante f2 (t) := tz2 +(1−t)z1 ,
que parametriza el segmento de z1 a z2 y, por lo tanto, conecta z1 a z2 en Br (z1 ) y, en
consecuencia, en U . Por ser z1 ∈ X, existe f1 : [0, 1] → C que conecta z0 a z1 en U . Ahora
definimos f : [0, 1] → C por
(
f1 (2t) si t ∈ [0, 21 ]
f (t) :=
f2 (2t − 1) si t ∈ ( 21 , 1].
Es fácil verificar que f conecta z0 a z2 en U , por lo que z2 ∈ X y, como z2 era arbitrario
en Br (z1 ), concluimos que Br (z1 ) ⊂ X. Como z1 era arbitrario en X, se concluye que X
es abierto.
Se define Y := U − X. Queremos ver que Y es abierto. Sea z1 ∈ Y . Por ser z1 ∈ U ,
abierto, existe r > 0 tal que Br (z1 ) ⊂ U . Si z2 ∈ Br (z1 ) ∩ X, entonces un argumento
análogo al usado al probar que X es abierto muestra que, como z2 se puede conectar con
z0 en U y z1 se puede conectar con z2 en U , entonces z1 ∈ X, contradiciendo que z1 ∈ Y .
Por lo tanto ∈ Br (z1 ) ∩ X = ∅, es decir que Br (z1 ) ⊂ Y . Siendo z1 ∈ Y arbitrario se
concluye que Y es abierto.
En conclusión: hemos construido abiertos X e Y tales que U = X ∪ Y , U ∩ X ∩ Y = ∅
y z0 ∈ U ∩ X por lo que U ∩ X 6= ∅. Si U ∩ Y = Y 6= ∅, X e Y serían una separación de
U , contradiciendo la hipótesis de que U es conexo. Por lo tanto, debe ser Y = ∅, es decir
que U = X, por lo que todo punto z ∈ U puede ser conectado a z0 en U y, por lo tanto,
dos puntos cualesquiera en U pueden ser conectados en U , mostrando que U es conexo
por arcos. 
Nota 2.67. La demostración de la Proposición 2.66 puede ser fácilmente modificada
para probar que, para conjuntos abiertos, conexo es equivalente a conexo por poligonales:
definir X pidiendo que los puntos puedan ser conectados por poligonales y notar que
las “extensiones de caminos” realizadas para probar que X e Y son abiertos preservan la
propiedad de ser poligonal del camino original, si éste lo era.
Definición 2.68. Sea A ⊂ C y z0 ∈ A, se define la componente conexa de z0 en A
como el mayor conjunto conexo contenido en A y que contiene a z0 .
Nota 2.69. Todo conjunto A ⊂ C se puede escribir como la unión de conjuntos
conexos (maximales) disjuntos: alcanza con tomar la unión de las distintas componentes
conexas de A.
Ejemplo 2.70. Sea A = U (1)c . En el Ejemplo 2.38 se vio que A no es conexo. Sean
U1 := B1 (0) y U2 := (B1 (0))c . Es inmediato que los conjuntos U1 y U2 son conexos por
poligonales y en consecuencia, son conexos y están contenidos en A. Supongamos que
z0 ∈ U1 y veamos que la componente conexa de A que contiene a z0 es, precisamente, U1 .
Si V fuera un subconjunto conexo de A que contuviera a U1 y fuera más grande, es fácil
ver que U1 y U2 forman una separación de V , por lo que V no puede ser conexo. Esta
contradicción muestra que U1 es la componente conexa de A para cada punto de U1 . Del
mismo modo se ve que U2 es la componente conexa de A que contiene a cada punto de
U2 . Luego, A = U1 ∪ U2 es la descomposición en distintas componentes conexas de A a la
que alude la Nota 2.69.
5. COMPACIDAD 19

1
Ejercicio 2.71. Hallar las componentes conexas de A := {z ∈ C : z = 0 ó |z|
∈ N}.

5. Compacidad
Los intervalos cerrados [a, b] ⊂ R gozan de una serie de propiedades muy útiles. Una
de ellas es que son conexos (Proposición 2.39), de la que se deduce el Teorema del Valor
Intermedio para funciones f : R → R. Otra propiedad importante permite demostrar que
las funciones continuas alcanzan máximo y mínimo sobre un intervalo cerrado. Este tipo
de propiedad lleva a la noción de compacidad que se introduce a continuación. Veremos
más abajo que los subconjuntos compactos de C resultan ser los subconjuntos cerrados y
acotados.
Definición 2.72. Sea A ⊂ C. Una familia de conjuntos abiertos U := {Uα ⊂ C : α ∈
I} es un cubrimiento por abiertos de A si A ⊂ ∪α∈I Uα . Se dice que un cubrimiento por
abiertos U tiene un subcubrimiento finito si existe un subconjunto finito {Uα1 , . . . , Uαn }
tal que A ⊂ ∪nj=1 Uαj .
Definición 2.73. Sea A ⊂ C. Se dice que A es compacto cuando todo cubrimiento
por abiertos de A tiene un subcubrimiento finito.
Ejemplo 2.74. Para z0 ∈ C, el conjunto {z0 } es un conjunto compacto. Para probarlo,
digamos que U := {Uα ⊂ C : α ∈ I} es un cubrimiento por abiertos de {z0 }; queremos
probar que podemos cubrir {z0 } con sólo finitos de los abiertos Uα . Para ello notemos que
como {z0 } ⊂ ∪α∈I Uα , existe α1 tal que z0 ∈ Uα1 (puede haber muchos α1 posibles: no
importa, se toma uno cualquiera). Entonces {Uα1 } es un subcubrimiento finito como se
buscaba: {Uα1 } ⊂ U y además {z0 } ⊂ Uα1 .
Ejemplo 2.75. El conjunto A := R no es compacto. Por ejemplo, U := {Bn (0) : n ∈
N} es un cubrimiento por abiertos de R pero todos si U admitiera un subcubrimiento
finito {Bn1 (0), . . . , Bnk (0)}, entonces R ⊂ BR (0) para R := máx{n1 , . . . , nk }, lo que
naturalmente no es cierto. Por lo tanto, U no admite subcubrimientos finitos de R y,
por tanto, R no es compacto.
Es importante notar que otros cubrimientos, por ejemplo el cubrimiento dado por un
único abierto U := C, sí tienen subcubrimientos finitos. Sin embargo, la condición de ser
compacto pide que todo cubrimiento por abiertos tenga un subcubrimiento finito.
Antes de tratar la caracterización más importante de compacidad, recordemos que un
subconjunto A ⊂ C es acotado si A ⊂ Br (0) para algún r > 0.
Teorema 2.76. A ⊂ C. Entonces A es compacto si y sólo si A es cerrado y acotado.
Demostración. ⇒) A es acotado. Si Un := Bn (0), U := {Un : n ∈ N} es un cubri-
miento por abiertos de A ya que C = ∪∞ n=1 Un . Por ser A compacto, U tiene un subcubri-
miento finito {Un1 , . . . , Unk } y por ser que los Un son crecientes, si m := máx{n1 , . . . , nk },
entonces A ⊂ Um = Bm (0), por lo que A es acotado.
A es cerrado. Tomemos z0 ∈ Ac y definamos, para cada z ∈ A, Bz := B|z−z0 |/2 (z).
Notamos que B|z−z0 |/2 (z0 ) ∩ Bz = ∅. Es claro que U := {Bz : z ∈ A} es un cubrimiento por
abiertos de A. Por ser A compacto, U tiene un subcubrimiento finito {Bz1 , . . . Bzk }. Sea
r := mı́n{|z1 − z0 |/2, . . . , |zk − z0 |/2}. Resulta que Br (z0 ) ⊂ Ac . Esto es así ya que, por
ser Br (z0 ) ⊂ B|zj −z0 |/2 (z0 ) para cada j, resulta que Br (z0 ) ∩ Bzj ⊂ B|zj −z0 |/2 (z0 ) ∩ Bzj = ∅,
de donde Br (z0 ) ∩ A ⊂ Br (z0 ) ∩ (∪kj=1 Bzj ) = ∅. Por lo tanto, Br (z0 ) ⊂ Ac y como z0 era
arbitrario en Ac se concluye que Ac es abierto, por lo que A es cerrado.
⇐) Supongamos primero que los conjuntos de la forma de la forma [a, b] × [c, d] ⊂ R2
son compactos. Si A es cerrado y acotado, A ⊂ Br (0), por lo que A ⊂ [−r, r] × [−r, r].
20 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

Sea ahora U := {Uα : α ∈ I} un cubrimiento por abiertos de A. Siendo A cerrado, Ac es


abierto, por lo que U ∪ {Ac } es un cubrimiento por abiertos de [−r, r] × [−r, r]. Por ser
este conjunto compacto, hay un subcubrimiento finito: [−r, r] × [−r, r] ⊂ Ac ∪ (∪nj=1 Uαj ).
En particular, A ⊂ ∪nj=1 Uαj y {Uα1 , . . . , Uαn } es un subcubrimiento finito de U, por lo
que A resulta compacto.
Veamos ahora que A = [a, b] × [c, d] es compacto. Supongamos que A no es compacto
y que, por lo tanto, existe un cubrimiento de A por abiertos, U, que no admite un subcu-
brimiento finito. Comenzamos por dividir A en 4 rectángulos iguales: U sigue siendo un
cubrimiento de cada una de los cuatro rectángulos y, al menos uno de ellos, no puede ser
cubierto por finitos abiertos de U, ya que en caso contrario, U tendría un subcubrimiento
finito. Se define A1 como este rectángulo. Se repite el procedimiento con A1 para quedarse
con un rectángulo de área 41 de la de A1 , que no puede ser cubierto con una cantidad finita
de abiertos de U y se lo llama A2 . De este modo se obtiene una sucesión de rectángulos
encajados A1 ⊃ A2 ⊃ · · · ⊃ An ⊃ · · · , con lados de longitudes que tienden a 0 y tales
que ninguno puede ser cubierto por finitos abiertos de U. Ahora bien, por propiedades
de R2 , ∩∞ 2
n=1 An = {z} para algún z ∈ C ' R . Entonces, z ∈ Uα0 para algún Uα0 ∈ U.
Por ser Uα0 un abierto, existe r > 0 tal que Br (z) ⊂ Uα0 y, como los lados de An tienen
longitudes que tienden a 0, para n suficientemente grande, la diagonal de An será menor
que r. Pero entonces, como z ∈ An , resulta que An ⊂ Br (z) ⊂ Uα0 , lo que contradice el
que ningún An pudiese ser cubierto por finitos abiertos de U. Esta contradicción prueba
que A es compacto. 
Nota 2.77. El Teorema 2.76 vale para subconjuntos de A ⊂ Rn , en cuyo caso la
demostración es idéntica, solo que se toman “rectángulos de dimensión más alta” de la
forma [a1 , b1 ] × · · · × [an , bn ] en lugar de los rectángulos usados en la demostración.

Ejemplo 2.78. Los discos cerrados BR (z) ⊂ C para R > 0 y z ∈ C son conjuntos
cerrados y acotados, por lo que, por el Teorema 2.76, son compactos. Los discos abiertos
BR (z) no son compactos por no ser cerrados.
Ejemplo 2.79. La esfera de Riemann S 2 introducida en la Sección 5 del Capítulo 1
es un conjunto compacto, por ser un subconjunto cerrado y acotado de R3 .
Definición 2.80. Dada una sucesión (an )n∈N en C, se dice que z ∈ C es un punto
límite de (an )n∈N cuando para todo r > 0, hay infinitos valores n ∈ N tales que an ∈ Br (z).
Antes de introducir la siguiente propiedad de los conjuntos compactos es conveniente
recordar que z ∈ C es un punto límite de la sucesión (an )n∈N cuando para todo r > 0, hay
infinitos valores n ∈ N tales que an ∈ Br (z). Es fácil ver que z ∈ C es un punto límite de
la sucesión (an )n∈N si y sólo si existe una subsucesión de (an )n∈N con límite z.
Ejemplo 2.81. El punto z = 1 es un punto límite de la sucesión an := (−1)n . Para
cualquier R > 0, para cualquier n par, an ∈ BR (1). Notar que los valores de n para
los cuales an ∈ BR (1) son infinitos, mientras que los correspondientes valores de an son
siempre el mismo (el 1). Observamos que, si bien la sucesión (an )n∈N no tiene límite, la
subsucesión formada por los índices pares tiene por límite al punto límite z = 1.
Ejercicio 2.82. Sea (an )n∈N una sucesión en C. Probar que z ∈ C es un punto límite
de (an )n∈N si y sólo existe una subsucesión de (an )n∈N que converge a z.
Proposición 2.83. A ⊂ C compacto y (an )n∈N con an ∈ A para todo n. Entonces
(an )n∈N tiene al menos un punto límite en A.
5. COMPACIDAD 21

Demostración. Supongamos que la sucesión no tiene puntos límite en A. Entonces


para cada z ∈ A existe rz > 0 tal que an ∈ Brz (z) sólo para finitos valores de n. Entonces
U := {Brz (z) : z ∈ A} es un cubrimiento por abiertos de A. Por ser A compacto, U tiene un
subcubrimiento finito {Brz1 (z1 ), . . . , Brzk (zk )}. Pero entonces an ∈ ∪kj=1 Brzj (zj ) sólo para
finitos valores de n. Luego, si m es mayor que cualquiera de esos valores, am ∈ / ∪kj=1 Brzj (zj ),
pero como A ⊂ ∪kj=1 Brzj (zj ) se obtiene una contradicción, lo que prueba que la sucesión
necesariamente tiene, al menos, un punto límite en A. 
Nota 2.84. La Proposición 2.83 asegura la existencia de puntos límite para sucesiones
en conjuntos compactos y, por lo tanto, la existencia de subsucesiones convergentes en
tales sucesiones. Es importante notar que, sin embargo, la sucesión dada puede no ser
convergente, como muestran la sucesión y la subsucesión del Ejemplo 2.81.
Proposición 2.85. Sea A ⊂ C compacto y f : C → C continua. Entonces f (A) es
compacto.
Demostración. Sea U := {Uα : α ∈ I} un cubrimiento por abiertos de f (A).
Por ser f continua resulta que Vα := f −1 (Uα ) es un abierto. Por otro lado es claro que
A ⊂ ∪α∈I Vα . Por ser A compacto, resulta que el cubrimiento de A tiene un subcubrimiento
finito {Vα1 , . . . Vαk }. Veamos que {Uα1 , . . . Uαk } es un subcubrimiento finito de U. Lo único
que hay que verificar es que
f (A) ⊂ ∪kj=1 Uαj . (2.3)
Si w ∈ f (A) debe ser w = f (z) para algún z ∈ A. Además, existe j tal que z ∈ Vαj =
f −1 (Uαj ). Pero entonces f (z) = w ∈ f (f −1 (Uαj )) ⊂ Uαj , por lo que (2.3) se verifica y
f (A) resulta compacto. 
Teorema 2.86. Sea ∅ = 6 A ⊂ C compacto y f : C → R continua. Entonces existen
valores z+ , z− ∈ A tales que máxz∈A f (z) = f (z+ ) y mı́nz∈A f (z) = f (z− ).
Demostración. Por la Proposición 2.85, f (A) es compacto en R y, por el Teore-
ma 2.76 resulta cerrado y acotado, resulta que existen M ∈ R tal que f (A) ≤ M . Por
propiedades de R, existe un mínimo valor de M ∈ R tal que f (A) ≤ M . Por lo tanto, si
m < M existen elementos w de f (A) tales que m < w ≤ M (de otro modo M no sería
mínimo). Para cada n ∈ N tomemos algún zn ∈ A tal que M − n1 < f (zn ) ≤ M . Por ser
(zn )n∈N una sucesión en A debe tener puntos límite en A; sea z0 uno de esos puntos límite.
Por ser z0 un punto límite existe una subsucesión znj que converge a z0 . Entonces se tiene,
por la continuidad de f , lı́mj→∞ f (znj ) = f (lı́mj→∞ znj ) = f (z0 ). Por otro lado, como
M − n1j < f (znj ) ≤ M , tomando límite cuando j → ∞ se tiene que: M ≤ f (z0 ) ≤ M , por
lo que M = f (z0 ) y, definiendo z+ := z0 , se demuestra la existencia de máximo.
Para la existencia de mínimo alcanza con observar que el mínimo de f es el máximo
de −f , que es una función continua y por lo tanto se aplica la demostración anterior. 
Sea A ⊂ C un subconjunto no vacío. Se define la función distancia a A como dA :
C → R mediante dA (z) := ı́nf a∈A |z − a|. Se dice que az ∈ A realiza la distancia de z a A
si dA (z) = |z − zA |.
Corolario 2.87. Sea A ⊂ C compacto y no vacío. Entonces, para cada z ∈ C, existe
un az ∈ A que realiza la distancia de z a A.
Demostración. Para z ∈ C fijo, la función f : C → R definida por f (w) := |z − w|
es continua. Siendo A compacto, por el Teorema 2.86, existe az ∈ A tal que mı́na∈A f (a) =
f (az ). Es decir, dA (z) = |z − az |, como se quería ver. 
22 2. TOPOLOGÍA DE C (O Rn )

Nota 2.88. Para un z ∈ C, el punto de A que realiza la distancia de z a A no tiene


por qué ser único, como muestra el caso A := U (1) (ver Ejemplo 2.58) y z = 0.
Derivada Compleja
3
En principio, el estudio de funciones f : C → C podría reducirse al estudio de funciones
F : R2 → R2 . Recordemos que F : Rm → Rn es derivable1 en x ∈ Rm si existe M ∈
homR (Rm , Rn ) de modo que
kF (x + h) − F (x) − M (h)k
lı́m = 0, (3.1)
h→0 khk
donde h ∈ Rm y las normas en Rm y Rn son las asociadas al producto interno canónico en
estos espacios. Cuando F es derivable, se sabe que la matriz de M con respecto a las bases
∂F

canónicas [M ]Em ,En tiene por componentes a las derivadas parciales ∂xjl x . Es interesante
notar que esta definición aparece como “menos intuitiva” que la del caso f : R → R cuando
f es derivable en x ∈ R si existe
f (x + h) − f (x)
lı́m . (3.2)
h→0 h
En este caso, el límite define la derivada f 0 (x). La definición en este último caso está
motivada por la noción de cociente incremental y parece “más natural” que en el caso de
R2 . Un problema que impide generalizar la definición a R2 sin cambios, es que en R es
posible dividir por el incremento, mientras que en R2 no, y por esto se pasa a tener que
dividir por el módulo del incremento, con una posible pérdida de información.
En vista de lo anterior es importante notar que en C es posible dividir por el incremento
y, por lo tanto, es posible dar una definición de derivada que copia (3.2) a este contexto,
como se verá más abajo. Queda la pregunta sobre la relación entre este tipo de derivada
y la introducida por (3.1), tema que, también, será analizado más abajo.
Ejercicio 3.1. Sea f : R → R. Probar que f es derivable en x en el sentido de (3.2)
si y sólo si lo es en el sentido de (3.1). De ser derivable, vale que M (h) = f 0 (x)h.

1. Definición
Definición 3.2. Sea A ⊂ C, f : A → C y a ∈ A. Se dice que f es derivable en a (en
el sentido complejo) si existe
f (a + h) − f (a)
lı́m (3.3)
h→0 h
1Esmuy común llamar a esta propiedad “diferenciable”. En estas notas ambas palabras son sinónimos,
aunque preferiremos el uso de derivable.
23
24 3. DERIVADA COMPLEJA

donde h ∈ C. Cuando f es derivable en a se define la derivada de f en a mediante


f (a + h) − f (a)
f 0 (a) := lı́m . (3.4)
h→0 h
Cuando f es derivable para todo a ∈ A se dice que f es derivable en A; en este caso,
f 0 : A → C. Si A es un conjunto abierto y f es derivable en A se dice que f es una función
holomorfa en A; el conjunto de todas las funciones holomorfas en A se denota por H(A).
Si f ∈ H(C) se dice que f es una función entera.
Ejemplo 3.3. Veamos algunos casos sencillos:
Dado k ∈ C se define f0 : C → C por f0 (z) := k. Como el numerador del
límite (3.3) se anula, el límite es nulo para cualquier a, por lo que f0 es una
función entera y su derivada es la función nula.
Si f1 : C → C se define por f1 (z) := z, es inmediato que el límite (3.3) existe
para todo a ∈ C y vale constantemente 1, por lo que f1 es una función entera y
f10 (z) = 1 para todo z ∈ C.
Si f2 : C → C se define por f2 (z) := z 2 se tiene, para a ∈ C:
(a + h)2 − a2 a2 + 2ah + h2 − a2 2ah + h2
lı́m = lı́m = lı́m = lı́m (2a + h) = 2a,
h→0 h h→0 h h→0 h h→0

por lo que f2 es derivable para todo a ∈ C (es decir, es una función entera) y
f20 (z) = 2z.
Ejemplo 3.4. Se define g : C → R mediante g(z) := Re(z). Sabemos que g es continua
y que, como función R2 → R es la función (x, y) 7→ x y tiene infinitas derivadas (de hecho
es una función R-lineal). Sin embargo, para a ∈ C,
g(a + h) − g(a) Re(a + h) − Re(a) Re(a) + Re(h) − Re(a) Re(h)
lı́m = lı́m = lı́m = lı́m .
h→0 h h→0 h h→0 h h→0 h
Ahora bien, en este último límite, si h ∈ R, se obtiene 1 pero, si h es imaginario puro, se
obtiene 0, razón por la que el límite en general no existe y g no es derivable (en el sentido
complejo) en ningún punto de C.
Cabe insistir en el contraste entre la visión real, para la cuál g tiene infinitas derivada,
y la visión compleja, para la cuál g no admite siquiera una derivada en algún punto.
Muchas funciones f : C → C definen funciones en C. El estudio del comportamiento
de estas funciones en ∞ se basa en la siguiente definición.
Definición 3.5. Sea f : C → C. Se dice que f es continua (derivable) en ∞ si la
función fˆ(z) := f ( z1 ) es continua (derivable) en z = 0.
Ejemplo 3.6. La función f (z) := 1 + z no es continua en ∞ ya que la función
fˆ(z) := f ( z1 ) = 1 + z1 no es continua en z = 0.
La función g(z) := z1 es derivable en ∞ ya que la función ĝ(z) := g( z1 ) = z es derivable
en z = 0.
Las operaciones aritméticas preservan la derivabilidad de las funciones y las fórmulas
para las derivadas de sumas, productos y cocientes son idénticas a las conocidas del caso
real, como muestra el siguiente resultado.
Proposición 3.7. Sean A ⊂ C, a ∈ A y f, g : A → C derivables en a. Entonces f + g
y f g son derivables en a con derivadas (f + g)0 (a) = f 0 (a) + g 0 (a) y (f g)0 (a) = f 0 (a)g(a) +
0 (a)g 0 (a)
f (a)g 0 (a). Si g(a) 6= 0, fg también es derivable en a con ( fg )0 (a) = f (a)g(a)−f
g 2 (a)
.
2. CONDICIONES DE CAUCHY–RIEMANN 25

Demostración. Idéntica a la del caso real. Ver, por ejemplo, las Proposiciones 7.3,
7.4 y 7.5 de [Nor84]. 
Proposición 3.8. Sean A ⊂ C, B ⊂ C, a ∈ A, f : A → C y g : B → C de modo que
f (A) ⊂ B. Si f es derivable en a y g es derivable en f (a), entonces g ◦ f es derivable en
a y se tiene (g ◦ f )0 (a) = g 0 (f (a))f 0 (a).
Demostración. Idéntica a la del caso real. Consultar, por ejemplo, el Teorema 7.6
de [Nor84]. 
En el caso real, la diferenciabilidad es una condición más fuerte que la continuidad.
El resultado siguiente muestra que la diferenciabilidad en el sentido complejo también
implica la continuidad de la función.
Proposición 3.9. Sean A ⊂ C, a ∈ A y f : A → C. Si f es derivable en a, entonces
f es continua en a.
Demostración. Usando propiedades de los límites y la existencia del límite que
define f 0 (a) se tiene
f (a + h) − f (a) f (a + h) − f (a)
lı́m f (a + h) = lı́m ( h + f (a)) = lı́m ( h) + f (a)
h→0 h→0 h h→0 h
f (a + h) − f (a)
= lı́m lı́m h + f (a) = f 0 (a) · 0 + f (a) = f (a),
h→0 h h→0

por lo que f es continua en a. 

2. Condiciones de Cauchy–Riemann
En el Ejemplo 3.4 se mostró que no alcanza con que una función compleja, sea deriva-
ble como función de R2 → R2 para que sea derivable en el sentido complejo. El siguiente
resultado da condiciones que deben satisfacer las derivadas de las partes reales e ima-
ginarias de una función derivable en el sentido complejo. Como esas condiciones no las
cumplen todas las funciones derivables en el sentido real, es claro que no toda función de
este tipo será derivable en el sentido complejo.
Proposición 3.10. Sea z0 ∈ U ⊂ C abierto2 y f : U → C derivable (en el sentido
complejo) en z0 . Entonces, escribiendo f (z) = u(z) + iv(z) para u y v las partes reales e
imaginaria de f respectivamente,
1. u y v tienen derivadas parciales en z0 y
2. vale
f 0 (z0 ) = ux (z0 ) + ivx (z0 ) (3.5)
donde z = x + iy y, por ejemplo, ux (z) = ∂u(x+iy)
∂x
.
3. Se satisfacen las igualdades
(
ux (z0 ) = vy (z0 )
(3.6)
uy (z0 ) = −vx (z0 ),
conocidas como condiciones de Cauchy3–Riemann .
2La demostración de la Proposición realmente requiere que U contenga los conjuntos z0 + h para
h real e imaginario (pequeños). Por supuesto, si U es abierto esta condición vale, pero en general esta
condición es más general.
3Referencia biográfica en el Apéndice B
26 3. DERIVADA COMPLEJA

Demostración. Si f = u + iv es derivable en a se tiene


f (z0 + h) − f (z0 ) u(z0 + h) + iv(z0 + h) − u(z0 ) − iv(z0 )
f 0 (z0 ) = lı́m = lı́m
h→0 h h→0 h
u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 ))
= lı́m .
h→0 h
El último límite existe por hipótesis. Por tanto, siendo Re e Im funciones continuas, se
tiene
 
0 u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 ))
f (z0 ) = lı́m Re
h→0 h
  (3.7)
u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 ))
+ i lı́m Im ,
h→0 h
donde los dos límites del último término existen por hipótesis. En general no se puede
decir nada acerca del argumento de Re e Im ya que h ∈ C. Sin embargo, cuando h es real
o imaginario, estas expresiones se simplifican como sigue.
Cuando h ∈ R, vale
 
u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 )) u(z0 + h) − u(z0 )
lı́m Re = lı́m = ux (z0 )
h→0 h h→0 h
 
u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 )) v(z0 + h) − v(z0 )
lı́m Im = lı́m = vx (z0 ).
h→0 h h→0 h
En particular, esto muestra que ux (z0 ) y vx (z0 ) existen.
Por otro lado, cuando h = ih0 , con h0 ∈ R valen
 
u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 ))
lı́m Re
h→0 h
u(z0 + ih0 ) − u(z0 ) + i(v(z0 + ih0 ) − v(z0 ))
 
= lı́m Re
h0 →0 ih0
v(z0 + ih0 ) − v(z0 )
= lı́m = vy (z0 )
h0 →0 h0
 
u(z0 + h) − u(z0 ) + i(v(z0 + h) − v(z0 ))
lı́m Im
h→0 h
u(z0 + ih0 ) − u(z0 ) + i(v(z0 + ih0 ) − v(z0 ))
 
= lı́m Im
h0 →0 ih0
0
u(z0 + ih ) − u(z0 )
= lı́m (−1) = −uy (z0 ).
h0 →0 h0
En particular, esto muestra que uy (z0 ) y vy (z0 ) existen.
Volviendo a (3.7) se tiene
f 0 (z0 ) = ux (z0 ) + ivx (z0 ) obtenida si h∈R
(3.8)
f 0 (z0 ) = vy (z0 ) − iuy (z0 ) obtenida si h ∈ iR.
Pero como la derivada existe (y toma el mismo valor) sin importar cómo se toma el límite,
la única posibilidad es que
ux (z0 ) = vy (z0 ) y vx (z0 ) = −uy (z0 )
que son, precisamente las condiciones de Cauchy–Riemann (3.6). La primera de las igual-
dades (3.8) es (3.5). 
2. CONDICIONES DE CAUCHY–RIEMANN 27

Volviendo a las consideraciones hechas al comienzo del Capítulo, una función f = u+iv
derivable en el sentido complejo en z0 puede ser vista como una función de R2 en R2 y,
en este sentido, tenemos
f (z0 + h) − f (z0 )
lı́m = f 0 (z0 ) ⇒
h→0 h
f (z0 + h) − f (z0 ) − f 0 (z0 )h
lı́m =0 ⇒ (3.9)
h→0 h
|f (z0 + h) − f (z0 ) − f 0 (z0 )h|
lı́m = 0,
h→0 |h|
por lo que f , comparando con (3.1), resulta ser derivable en el sentido real en z0 . Para
una función z 7→ (u(z), v(z) de R2 en R2 la diferencial es4
 
ux (z0 ) uy (z0 )
Df (z0 ) = .
vx (z0 ) vy (z0 )
Tomando en cuenta las condiciones de Cauchy-Riemann (3.6), se tiene que, para una
función f derivable en z0 vale
 
ux (z0 ) −vx (z0 )
Df (z0 ) = . (3.10)
vx (z0 ) ux (z0 )
Ejercicio 3.11. Sea γ : [−1, 1] → C una función derivable y f : C → C, derivable
(en el sentido complejo) sobre la imagen de γ. Identificando R2 = C y aplicando la regla
de la cadena (para funciones diferenciables en el sentido real), se tiene que
d
(f ◦ γ) = Df (γ(t))γ 0 (t).
dt
Explicar en qué sentido la fórmula anterior se convierte en
d
(f ◦ γ) = f 0 (γ(t))γ 0 (t). (3.11)
dt

4Decir que la diferencial es una matriz es un abuso de notación sumamente común: en verdad, habría
que decir que es la matriz asociada a la diferencial respecto de la base canónica ya que la diferencial es
una transformación lineal de R2 en R2 o, más en general, de Rm en Rn .
Temas complementarios
A
En este Apéndice discutiremos algunos temas complementarios del curso. En algunos
casos se trata de temas que debieran ser conocidos por los lectores mientras que, en otros,
se trata de material adicional que extiende o explica algunos de los contenidos del curso.

1. La esfera de Riemann y el punto de infinito


En la Sección 5 del Capítulo 1 hemos visto que hay una biyección entre los puntos del
plano complejo extendido C = C ∪ {∞} y los puntos de la esfera de radio 1 centrada en
el origen S 2 ⊂ R3 . La biyección se obtenía mediante la proyección estereográfica a partir
del polo norte de S 2 , que denotaremos por φ+ y hacía corresponder a S 2 r {(0, 0, 1)} con
C. La biyección se completaba haciendo corresponder al polo norte (0, 0, 1) con ∞ ∈ C.
Explícitamente (ver (1.6)) se tiene que φ+ : S 2 r {(0, 0, 1)} → C está dada por
a1 a2
φ+ (a1 , a2 , a3 ) := +i
1 − a3 1 − a3
con
2x 2y x2 + y 2 − 1
φ−1
+ (x + iy) := ( , , ).
1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2
Nota A.1. Si consideramos al plano C con su orientación natural dada por la base
canónica de R2 , es decir, una base orientada es {1, i}, entonces φ−1
+ permite “copiar” esta
2
orientación a la esfera S . Para esto consideremos, en vez de 1 e i dos curvas γ1 y γi (sobre
los ejes) que parten de 0 y llegan a 1 e i respectivamente. Luego, φ−1 −1
+ ◦ γ1 y φ+ ◦ γi son
dos curvas en S 2 que parten del polo sur (0, 0, −1) y sus vectores velocidad (en el polo
sur) nos dan dos vectores que llamamos v1 y vi . Tomamos como orientación de S 2 a la
dada por estos vectores y en este orden. Un cálculo sencillo o, mejor, un dibujo, muestran
que v1 es múltiplo positivo de e1 y vi de e2 en R3 (los vectores de la base canónica en R3 ).
Luego, el plano tangente a S 2 en (0, 0, −1) está orientado por {e1 , e2 } o, de otro modo,
un vector normal positivo es el vector e3 . En conclusión, φ−1 + transporta la orientación
2
natural de C en la orientación con la normal interior de S .
De modo similar se puede considerar la proyección estereográfica a partir del polo sur
de S 2 y que denotaremos por φ− : S 2 r {(0, 0, −1)} → C. En detalle, φ− (a1 , a2 , a3 ) es el
punto de intersección del plano z = 0 en R3 (que identificamos con C) y la recta en R3
que pasa por (0, 0, −1) y (a1 , a2 , a3 ). Haciendo el cálculo directo se obtiene que
a1 a2
φ− (a1 , a2 , a3 ) := +i
1 + a3 1 + a3
29
30 A. TEMAS COMPLEMENTARIOS

y
2x 2y 1 − x2 − y 2
φ−1
− (x + iy) = ( , , ).
1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2
Nota A.2. Al igual que en la Nota A.1, φ−1 − permite copiar la orientación natural de
−1 −1
C a S . En este caso, las curvas φ− ◦ γ1 y φ− ◦ γi son dos curvas en S 2 que parten del
2

polo norte (0, 0, 1) y sus vectores velocidad (en el polo norte) nos dan dos vectores que
llamamos w1 y wi y que resultan ser múltiplos positivos de e1 y e2 respectivamente. Estos
vectores inducen una orientación en el espacio tangente a S 2 en el polo norte (0, 0, 1) que
también puede ser descripta como aquella que tiene a e3 por vector normal (positivo).
Siendo que ahora estamos en el polo norte, este vector orienta a S 2 según la normal
exterior.
Como φ−1 2
+ inducía en S la orientación dada por la normal interior, vemos que ambas
orientaciones no coinciden. Dado que la esfera es la misma en los dos casos, sería bueno
modificar la construcción de modo que ambas proyecciones preserven la orientación. Una
manera de hacer esto es modificar φ− pasando a φ− : S 2 r {(0, 0, −1)} → C dada por
a1 a2
φ− (a1 , a2 , a3 ) := φ− (a1 , a2 , a3 ) = −i
1 + a3 1 + a3
y con
−1 2x −2y 1 − x2 − y 2
(φ− ) (x + iy) = ( , , ).
1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2
Si bien para muchas aplicaciones es posible trabajar con φ− , en lo que sigue trabaja-
remos con φ− que, como se discutió en la Nota A.2 conserva las orientaciones de C y S 2
(la natural en C y la dada por la normal interior en S 2 ).
En el dominio de φ− está (0, 0, 1), el polo norte que corresponde al punto ∞ del plano
complejo extendido. En este sentido puede usarse φ− para dar una descripción “topológica”
de una región que contenga a dicho punto.
Por ejemplo, dada f : C → C, vamos a describir su comportamiento cerca de ∞.
Una manera de hacer esto es construyendo una función f˜ : S 2 r {(0, 0, 1)} → C como
f˜ := f ◦ φ+ . Luego, podemos usar φ− para estudiar el comportamiento de f˜ cerca de
(0, 0, 1), que es como estudiar el comportamiento de f cerca de ∞. Esto lo conseguimos
definiendo fˆ : C∗ → C definida por f˜ ◦ (φ− )−1 . Explícitamente, si w ∈ C∗ ,
fˆ(w) =f (φ+ ((φ− )−1 (w)))
!!
2 Re(w) −2 Im(w) 1 − |w|2 1
=f φ+ 2, 2 , 2 = f ( ).
1 + |w| 1 + |w| 1 + |w| w
Es decir, el comportamiento de f (z) cerca de z = ∞ puede describirse en términos
del de fˆ(w) = f ( w1 ) cerca de w = 0. Esta descripción es, exactamente, la dada en la
Definición 3.5.
Quién es quien
B
En este capítulo hacemos un muy breve comentario sobre los distintos personajes que
son mencionados en las Notas. No se busca dar una biografía completa sino referir la
época en que vivieron y su lugar de origen.

C la lógica, así como también


su gran cantidad de escritos.
Cauchy, Agustin Louis
(1789–1857). Matemático R
francés, nacido en París, y
que desarrolló su actividad Riemann, Georg Frie-
científica en Francia e Ita- drich Bernhard (1826–
lia. Sus intereses cubrieron 1866). Matemático alemán
muchos temas del análisis nacido en Breselenz (Ale-
real, análisis complejo y físi- mania). En su corta carrera
ca matemática. Es muestra realizó una cantidad de con-
de su vasta influencia la cantidad de resul- tribuciones fundamentales:
tados mencionados en estas Notas que lle- formuló las bases de lo que
van su nombre; entre otros: las Condiciones hoy se conoce como Geome-
de Cauchy–Riemann (Proposiciones 3.10 tría Riemanniana, contribuyó a la teoría de
y ??), el Teorema de Cauchy (Teorema ??) las que hoy son conocidas como superficies
y las Fórmulas Integrales de Cauchy (Teo- de Riemann, definió la Integral de Riemann
remas ?? y ??). Cauchy comenzó su vida mediante el uso de las llamadas Sumas de
profesional como ingeniero, siendo rápida- Riemann. En un corto y único trabajo en
mente convencido por Lagrange y Laplace Teoría de Números indicó la importancia de
(amigos de la familia) de dedicarse a la ma- la llamada función zeta de Riemann, con-
temática. jeturando una serie de propiedades. Entre
estas se encuentra la “Conjetura de Rie-
mann” sobre la ubicación de los ceros de
la función zeta y que, actualmente, ha sido
D seleccionado por el Instituto Clay como uno
De Morgan, Augustus de los siete Problemas del Milenio.
(1806–1871). Matemático y
lógico británico, nacido en
India. Reconocido por su
importante trabajo en la
modernización del álgebra y
31
Bibliografía

[Nor84] Ricardo J. Noriega, Cálculo diferencial e integral, segunda ed., Editorial Docencia, 1984.

33
Índice alfabético

A P
abierto, 9 parte imaginaria, 4
acotado, 19 parte real, 4
argumento, 4 proyección estereográfica, 7
argumento principal, 4 punto aislado de A, 11
punto de acumulación de A, 11
C punto de infinito, 7
Cauchy, Agustin Louis, 31 punto límite, 20
clausura de A, 11
compactificación de un punto, 8 R
compacto, 19 raíz n-ésima, 5
componente conexa, 18 representación polar, 4
condiciones de Cauchy–Riemann, 25 Riemann, Georg Friedrich Bernhard, 31
conexo, 13 S
conexo por arcos, 16 separación de A, 13
conexo por poligonales, 16 subcubrimiento finito, 19
conjugación, 4 subsucesión, 12
continua en A, 14
continua en z0 , 14
cubrimiento por abiertos, 19
cuerpo de los números complejos, 3

D
De Morgan, Augustus, 31
derivable en a (en el sentido complejo), 23
derivable en A, 24
derivada de f en a, 24
distancia a un conjunto, 21
dominio, 13

E
esfera de Riemann, 7

F
función entera, 24
función holomorfa, 24

I
imagen inversa del conjunto U por la función f ,
16

M
módulo, 4

N
números complejos extendidos, 7
35

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