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Nº 10
Granada Noviembre 2007
CONSEJO
CIENTÍFICO
DE HONOR
Viacheslav Ivanov
Boris Uspenski
Manuel Cáceres
Boris F. Egorov
José Enrique Finol
Gastón Gaínza
Julia Kristeva
Iuri M. Lotman
Lidia M. Lotman
Tommaso Testaverde
Boris A. Uspenski
Dirección y edición: Manuel Cáceres Sánchez · Universidad de Granada · Facultad de Filosofía y Letras · Departamento de
Lingüística General y Teoría de la Literatura Campus de Cartuja, s/n · 18071-Granada (España) · mcaceres [arroba] ugr [punto] es
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Dirección y edición:
Manuel Cáceres Sánchez
DE RECUERDOS
Y
NO-MEMORIAS
Esta edición completa en pdf del número 10 de Entretextos está disponible desde Noviembre de 2007.
Cómo citar este documento:
Entretextos. Revista Electrónica Semestral de Estudios Semióticos de la Cultura [De recuerdos y no-memorias]
Nº 10 (Noviembre 2007). ISSN 1696-7356. <http://www.ugr.es/~mcaceres/entretextos/entre10/entretextos10.pdf>
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
De recuerdos y no-memorias 7
Manuel Cáceres
TEXTOS DE I. LOTMAN Y DE LA
ESCUELA SEMIÓTICA DE TARTU-MOSCÚ
No-memorias (I) 12
Iuri M. Lotman
Investigaciones semióticas 75
Iuri M. Lotman — Boris A. Uspenski
INVITADA ESPECIAL
Acerca de Iuri Lotman 114
Julia Kristeva
ARTÍCULOS
Globalización y cultura: estrategias simbólicas y vida cotidiana 118
José Enrique Finol
JÓVENES COLEGAS
La noción lotmaniana de frontera y La conquista de América, de Todorov 154
Tommaso Testaverde
PRESENTACIÓN
DE RECUERDOS Y NO-MEMORIAS
Presentación
MANUEL CÁCERES
Quizás una de las facultades del ser humano más valiosas sea la memoria,
no sólo entendida como capacidad para retener el pasado y convocarla en el
presente, sino también entendida como poderosa herramienta intelectual para
unirnos, para entroncarnos, con el pasado. Sin ella, difícilmente se puede entender
nuestro lugar en el mundo, y menos aún proyectar(nos en) el futuro.
El libro es un medio excepcional para fijar y conservar la memoria, pero
también para producirla y ampliarla. Decía Borges (o alguien se lo ha atribuido),
más o menos lo siguiente: “De los diversos instrumentos del hombre, el más
asombroso sin duda es el libro. Es una extensión de la imaginación y de la
memoria. Aquí está todo: las mayores atrocidades, las pesadillas más espantosas,
las más hermosas historias de amor, nuestros más complejos pensamientos”. En
nuestros días, Internet puede ser lo más parecido a aquella biblioteca total que
imaginara el escritor argentino. Desde el modestísimo rinconcito del estante que
ocupa en ella ENTRETEXTOS, tratamos de fomentar esa extensión de la memoria
que son los textos que publicamos.
Con más razón aún, podemos decir que este número es una contribución a
la memoria. En varios sentidos. Este número recupera seis textos que no se habían
traducido antes al español, dos que se publican por vez primera y uno que,
publicado ya, amplía ahora, potencialmente, su número de lectores. Pero también
es un refuerzo de la memoria por cuanto esos seis textos publicados originalmente
en otras lenguas tienen que ver, precisamente, con la memoria, con el recuerdo.
Más concretamente con el recuerdo hacia Iuri Mijáilovich Lotman. Y con los
recuerdos del propio Lotman sobre una etapa de su vida en la que Europa y el
mundo, en general, se jugó y sufrió tanto.
«De recuerdos y no-memorias» trata este número diez de ENTRETEXTOS.
De los recuerdos se encargan Lidia Lotman, hermana de I. Lotman; Boris Egorov,
amigo y compañero en la Universidad de Tartu; y Julia Kristeva, nuestra invitada
especial. Los recuerdos de infancia y juventud de Lidia Lotman en relación a su
hermano llegan hasta el momento en que éste se traslada a Tartu, allá por 1950, y
se ocupa, sobre todo, del periodo de la guerra mundial.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
8 M. CÁCERES
Entretextos 10
DE RECUERDOS Y NO-MEMORIAS 9
***
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
10 M. CÁCERES
Entretextos 10
TEXTOS DE
IURI LOTMAN
Y DE LA
ESCUELA SEMIÓTICA DE TARTU-MOSCÚ
NO-MEMORIAS1
(I )
IURI M. LOTMAN
Las No-memorias fueron dictadas por Iuri Lotman entre diciembre de 1992
y marzo de 1993, cuando sus problemas de salud habían comenzado a agravarse
(apenas podía ver y sufría recaídas cada vez más frecuentes). Se publicaron por vez
primera en 1995 2 , con una nota de Elena Pogosian, discípula de Lotman, quien
registra y transcribe el relato. Dicha nota la incluimos a continuación. Boris Egorov
reeditó estos recuerdos de Lotman en su Vida y obras de I. M. Lotman, en 1999 3 , y,
en 2003, se han incluido en la recopilación de textos de I. M. Lotman titulada La
educación del espíritu, que es la que aquí se sigue para la traducción al español 4 . Vospitanie dushi
Para esta edición se han consultado, además, las dos únicas traducciones de las No-
memorias existentes hasta el momento: la traducción italiana, de 2001 5 , y la versión al estonio, que ha
Edición de E. V. Permiakov.
3 Жизнь и творчество Ю. М. Лотмана [Zhizn’ i tvorchestvo I. M. Lotmana], Moscú, Novoe literaturnoe
<http://www.ruthenia.ru/lotman/mem1/Lotmanne-memuary.html>
5 Non-memorie, Novara, Interlinea edizioni (Biblioteca di “Autografo”, 7), 2001, 124 páginas.
Traducción y edición de Silvia Burini y Alessandro Niero; presentación de Maria Corti. La edición
se completa con una selección de autógrafos de I. Lotman y un epílogo de los traductores y
editores italianos, titulado «“Io conosco cinque Lotman…». Con anterioridad, se había publicado
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 13
aparecido en dos números de la revista Akadeemia este mismo año de 2007 6 . También en Entretextos
se ha optado por publicarlas siguiendo esta misma partición, y se completará en la próxima entrega
de la revista (número 11, Mayo de 2008).
Iuri Lotman es el menor de los cuatro hijos, y el único varón, de
Aleksandra Samoilovna y Mijaíl L’vovich. Nacido en 1922, la vida de Iuri
M. Lotman transcurre paralela a la historia de la Unión Soviética. Los
recuerdos de sus años juveniles son los que nos ha dejado en las No-
memorias. En esta primera parte que ahora presentamos, el relato principal
se inicia en los años inmediatamente anteriores a su ingreso en la
Universidad de Leningrado (en 1939, con 17 años). La influencia de los
amigos de su hermana Lidia (cinco años mayor que él y estudiante de
filología entonces) y de su profesor de literatura en los estudios finales de
secundaria, lo inclinan definitivamente hacia los estudios literarios,
aunque su otra gran afición, la entomología, continúa presente durante
toda su vida.
Padres de I. Lotman Se vive entonces lo que se
(hacia 1910)
puede considerar como una gran
contradicción. Por un lado, en la Unión Soviética, se desata
una intensa represión interna: son los años de la ‘Gran Purga’
estalinista, que pretende ‘depurar’ el país de los elementos
‘indeseables’. Por otro, en Europa, el fascismo y el nazismo
no hacen sino avanzar. La rebelión militar contra la República
española alerta al mundo sobre las consecuencias que una Familia Lotman
victoria del fascismo tendría no sólo en España sino en toda (hacia los años 30)
Europa y en el mundo. El joven Lotman, como tantos miles
de muchos países, está dispuesto a luchar —incluso intenta embarcarse en Leningrado— en la
guerra española, no sólo por la libertad de España, sino también para frenar lo que, poco después,
se desencadena en Europa: “A partir de España sentíamos toda la inevitabilidad de la guerra”, dice
Lotman, y recuerda que “la guerra española la vivíamos como algo nuestro: sabía de memoria
nombres de cientos de sitios de guerra, de lugares de combate de las Brigadas Internacionales”.
Lotman consigue entrar en la universidad con una brillante calificación. El primer año
universitario —hasta que en el otoño de 1940, al comienzo del segundo, es movilizado— lo
considera como su época más feliz. Quizás no sólo porque se muestra entusiasmado con los
estudios que ha iniciado y por el contacto con grandes profesores, como M. Azadovski y V. Propp,
sino posiblemente también por oposición a las experiencias que vive en los años siguientes, cuya
narración constituye el verdadero objeto de las No-memorias.
El relato de las No-memorias nos presenta, pues, a un Lotman que no sólo es un
apasionado de la literatura y del arte. Con 18 años comienza su ‘aventura’ por la geografía de la
Unión Soviética, en primera línea de fuego, como soldado de transmisiones. Primero, de
Leningrado al Cáucaso, donde recibe entrenamiento militar. Después, de Georgia a Ucrania:
estando aquí, en el Dniéster, frente a Moldavia, entra en guerra oficialmente la Unión Soviética (22
de junio de 1941), iniciando así el recorrido por Ucrania, que la atraviesa de oeste a este, hasta llegar
una parte de la obra, con el título «Dalle “Non-memorie”», en Strumenti critici 87 (1998), páginas
217-240.
6 «Mitte-memuaarid». Akadeemia. Eesti Kirjanike Liidu kuukiri Tartus 3-216 (2007), páginas 451-480;
y 4-217 (2007), páginas 746-779. Traducción y nota final, con el título «Saateks», de Malle Salupere.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
14 I. M. LOTMAN
a Ingushetia, de nuevo muy cerca de donde había salido después del periodo de entrenamiento.
Más tarde, de vuelta, una vez más, hasta Ucrania, ahora yendo desde el este hacia el oeste. Miles de
kilómetros, muchos de ellos recorridos a pie, con inviernos especialmente duros, primaveras que
embarran y hacen intransitables los caminos y calurosos veranos. Al final de esta primera parte de
las No-memorias he tratado de reconstruir sobre un mapa, a grandes rasgos, el itinerario que Lotman
recorre entre el otoño de 1940 y la primavera de 1944.
Sabemos, por los testimonios de su hermana Lidia y por las alusiones de Boris Egorov —
que pueden leerse, asimismo, en este número de Entretextos— pero también si recordamos el
desarrollo de la guerra, que I. Lotman está presente en varios de los episodios más destacados de la
contienda contra la ocupación alemana. No pretende, es cierto, escribir una crónica bélica. No se
trata del diario de un soldado común. También aquí Lotman demuestra hasta qué punto su
modestia es un rasgo que lo define como persona, y no sólo como científico.
Desgraciadamente, Lotman no llega a concluir el relato de estos años. Como E. Pogosian
señala en la siguiente nota, estas No-memorias no son memorias en sentido estricto, además, porque
Lotman sólo dicta una ‘versión resumida’ que pensaba completar más adelante. Pero lo que nos ha
dejado es suficientemente sugerente no sólo de una acertada visión crítica de su tiempo (por
ejemplo, sus comentarios acerca de los altos mandos del ejército soviético), sino también de su
personalidad: optimismo vital, lúcido distanciamiento, agudo sentido del humor, incluso —sobre
todo— en los momentos más dramáticos (una muestra de ello: su encuentro con la liebre, en
medio de lo que tuvo que ser una terrible batalla, es relatado con una magistral ironía).
***
La idea de documentar las historias de guerra de Iuri Lotman pertenece a Zara Mints. En
el otoño de 1988, Iuri Lotman aceptó, con resistencias y condiciones adicionales, comenzar a dictar
sus recuerdos, pero aplazaba este plan constantemente por falta de tiempo.
No empezó a dictar las No-memorias hasta diciembre de 1992. El trabajo duró hasta finales
de marzo, con grandes pausas. En parte, los recuerdos fueron grabados con dictáfono, en parte
dictados a la autora de estas líneas. El texto publicado aquí Iuri Lotman lo consideraba una primera
‘versión resumida’ y empezó a complementarla a finales de febrero. Estos añadidos se han juntado
con la narración principal según una cronología interior hasta cierto punto convencional. La
temática de lo añadido es de carácter casual: era el acercamiento a los argumentos tradicionales de
sus historias de guerra.
Iuri Mijáilovich pensaba que cuando estos temas se agotaran y se introdujeran en el texto
principal, habría que precisar el aspecto fáctico de los recuerdos y corregirlos. A Iuri Mijáilovich no
le dio tiempo a hacerlo. Hasta cierto punto ayudaron a rellenar este vacío Lidia Mijailovna Lotman
y Mijaíl Iurievich Lotman.
E. A. Pogosian
***
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 15
7 Kliment Efremovich Voroshilov (1881-1969), quien en esa fecha ya era mariscal del ejército
soviético (el primero que tuvo ese rango en la Unión Soviética) y Comisario del Pueblo (ministro)
para la Defensa. Vinculado estrechamente a I. Stalin, entre diciembre de 1939 y enero de 1940
dirigió las tropas soviéticas en la llamada ‘Guerra de Invierno’ contra Finlandia, con resultados
desastrosos para la Unión Soviética. En 1941, tras la invasión de Alemania, fue designado para
comandar el ejército del noroeste, fracasando también en la prevención del cerco alemán a
Leningrado. A pesar de sus fracasos militares, en los años 50 llegó a dirigir el Presidium del Soviet
Supremo.
8 Revizor, de Nikolái Vasilievich Gógol (1809-1852); una traducción reciente al español de El
10 Огонек, Llamita, llevaba el subtítulo de “revista semanal para la persona actual”, salía los lunes y
tenía una tirada de unos setenta mil ejemplares.
11 Lidia Mijailovna Lotman (1917), la hermana mediana de I. M. Lotman [NEP]. [Véase, en este
número de Entretextos, el relato de Lidia M. Lotman sobre sus recuerdos de la infancia y juventud
de Iuri Lotman, que completa —y complementa— estas No-memorias.]
12 Su hermano, constructor de aviones, había sido detenido [NLL].
13 Grigori Aleksandrovich Gukovski (1902-1950), especialista en la literatura rusa del siglo XVIII y
de principios del siglo XX. Iván Ivanovich Tolstoi (1880-1954), filólogo, fue profesor de la
Universidad de Leningrado.
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NO-MEMORIAS (I) 17
14 Nikolai Nikolaievich Gay (1831-1894), pintor realista ruso de la ‘generación de los Ambulantes’,
grupo de pintores que rechazaban el academismo y estaban preocupados por renovar la sociedad a
través del arte, acercándola al pueblo. El cuadro a que hace referencia Lotman se fecha en 1875. La
imagen procede de: <http://fio.novgorod.ru/projects/Project191/favorite.htm>
Sin embargo, sorprendentemente, en la edición italiana se dice que el autor del cuadro es
Serov, explicando, en nota al pie, que se trata del pintor ruso Valentín Aleksandrovich Serov (1865-
1911), para añadir: “Lotman si riferisce al dipinto Portret Puškina [Ritratto di Puškin] del 1899” (Non-
memorie, ed. cit, página 17, nota 18). Pero este cuadro de Serov se conoce con el título ‘Pushkin en
un banco del parque’, tiene un gran parecido al Pushkin más conocido y no parece que tenga que
ver con Mijailovskoe. Una reproducción de esta pintura de Valentín Serov se puede ver en la
siguiente dirección web: <http://www.abcgallery.com/S/serov/serov42.html>
Mijailovskoe se encuentra muy cerca de la ciudad de Pskov, situada a unos 20 kilómetros
de la frontera sureste de Estonia.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
18 I. M. LOTMAN
15 Aleksei Ivanovich Rykov (1881-1938) fue un destacado político desde los inicios de la revolución
de 1917 (el primer Comisario del Pueblo —ministro— del Interior). A la muerte de Lenin, apoyó a
Stalin frente a Trotsky, pero, en 1937, fue expulsado del Partido Comunista, juzgado en el tercer
‘Juicio de Moscú’ (marzo de 1938) bajo la acusación de haber conspirado con Trotsky contra Stalin,
encontrado culpable de traición y ejecutado.
16 En adelante no repetiré esa salvedad, pero hay que tenerla siempre en cuenta, incluso cuando
el último año antes de la guerra, «Duermen los kurganes oscuros» (de la película La gran vida
[Большая жизнь , Bol’shaja zhizn’, dirigida por Leonid Lukov en 1939. En la versión italiana no
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 19
aparece el título de la película y se afirma: “(tratta da qualche film)”. Non-memorie, ed. cit., página 19,
nota 23.]), tenía la siguiente letra:
Como gatitas alemanas (se cantaba también ‘golondrinas’ o ‘chicas’)
Te haces el peinado,
Los labios pintados, (¡eso, entonces, era una inmoralidad!)
Te giras.
Pero el águila no necesita
Los trucos alemanes,
Con desprecio pasa de ella
Nuestro joven.
Otro texto, apuntado por mí durante la guerra en un grupo de partisanos (los versos de
chicos y chicas llevados a Alemania):
RESPONDED
Preguntad y responded.
Hijas queridas de la patria,
Qué puede ser más vil en el mundo
Que lo que hacéis aquí.
Mientras en todas partes cae
Nuestra patria…
El pueblo terriblemente sufre,
El país se ahoga en sangre,
pero para vosotras lo mismo es divertirse,
Ofrecerse a Europa,
Y con la cabeza baja lanzarse,
Abrazando a un italiano.
O con un checo en la cuneta
Como en una cama nupcial acostarse
Y el orgullo soviético…
En todas partes interminablemente pisotear.
Era en Bielorusia, en la región de Skopen, allí había muchos chicos de los grupos
partisanos; seguramente fueron mandados todos a los campos. De allí empezó un gran avance
hacia Minsk; llegó Zhukov [Gueorguii Konstantinovich Zhukov (1896-1974) fue mariscal del
ejército soviético, dirigió las tropas que liberaron a la Unión Soviética de la ocupación nazi y
llegaron hasta Berlín.]. [NIL]
18 Posteriormente, Иностранная литература [Inostrannaia literatura, Literatura extranjera]. [NTE]
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
20 I. M. LOTMAN
embriaguez. Durante los dos últimos años del instituto leí la obra completa de
Tolstoi, mi padre me compró doce volúmenes de Dostoievski. En nuestra familia
sólo se regalaban libros a los niños. En ninguna circunstancia se escatimaba el
dinero para eso. Y leía como un poseso.
Bor’ka y yo incluso intentamos entrar a hurtadillas en el puerto de Píter 19
(de donde entonces salían barcos hacia España), para escondernos en la bodega y
escabullirnos. Naturalmente nos pillaron y después de un interrogatorio exhaustivo
(¡vigilancia!), nos liberaron sin problemas. A Bor’ka no lo movilizaron en el
cuarenta, cuando yo tuve que ir. En esa época estaba viviendo un fuerte arrebato
amoroso. (Su amada Zhenia Senova —ya son recuerdos de posguerra— se casó
más tarde con una persona que, al parecer, estaba muy celoso del recuerdo del
caído Bor’ka y, al parecer, le sugería a ella actitudes y expresiones antisemitas antes
totalmente ajenas. Antes de la guerra naturalmente no había nada parecido 20 .
Terminé el instituto, inesperadamente para mí mismo, como un alumno
sobresaliente, con el diploma rojo. Sospecho que Efim Grigorievich adecuó un
poco mi ensayo. El ensayo lo escribí sobre Los doce, de Blok 21 , llené un cuaderno
entero, no sólo no llegué a pasarlo a limpio sino ni siquiera a revisarlo; creo que
hubo considerablemente más errores que los oficialmente contados ‘0 ort./1 sint.’,
¡y eso en un borrador! Creo que aquí se manifestó la bondad de Efim Grigorievich,
que incitaba mi interés hacia la literatura y hacía la vista gorda a algunos defectos
ortográficos. Y la nota era ‘sobresaliente’. Eso permitió conseguir el diploma rojo
que daba derecho a entrar en la universidad sin exámenes. No sé si fue un favor de
Efim Grigorievich o el genio de la ortografía quien me iluminó de pronto, pero
tuvo una importancia relevante: fui a la fiesta de final de instituto sin chaqueta,
después vagamos toda la noche por Leningrado, cogí una grave pulmonía y estuve
19 Píter es el nombre popular de San Petersburgo, que también se utilizaba cuando la ciudad se
llamaba Leningrado [NT].
20 Añado entre paréntesis que tampoco en el frente en absoluto me encontré con ese problema. A
veces irritaba a los compañeros, como puede irritar cualquier persona, por ejemplo, con la falta de
costumbre de trabajo físico. Pero muy rápidamente lo superé y me las arreglé fácilmente con el
duro trabajo físico; entre otras cosas, me acostumbré a llevar proyectiles pesados de 160
milímetros. Pero un proyectil, le explico al lector, es totalmente inofensivo cuando se deja caer al
suelo; para que sea peligroso hay que girarlo alrededor de su eje: así, su detonador se coloca en
posición de combate; ocurría que dejábamos caer proyectiles pesados con detonador sobre piedras
de tal manera que el detonador se deformaba completamente. No obstante, no le aconsejo a nadie
experimentar en este campo. (Como información para los curiosos, esto justamente se refiere a los
proyectiles, y no a las minas). [NIL]
21 Двенадцати (Dvenadtsati), célebre poema de Blok, escrito en 1918. La traducción al español más
reciente se encuentra en Los doce: poema. Bilbao, Euskoprint (Colección de poesía rusa, 1), 2004, 17
páginas (traducción del ruso de Tomás Nuño Oraá); también se puede leer en Los doce y otros poemas.
Madrid, Visor (Visor poesía, 403), 1999, 54 páginas (traducción de Clara Janés con la colaboración
de Amaya Lacasa).
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 21
22 Riftin era decano, trasladó y mantuvo la facultad en evacuación, la trajo de vuelta a Leningrado y
murió el día en que le llamó Pavel Berkov y dijo que la guerra acababa de terminar. Colgó, se alejó
de la mesa y murió. Era una espléndida persona y un gran científico. [NIL]
23 Su rasgo característico era que su caña tenía forma de cono cortado, ampliándose por arriba (los
soldados alemanes metían allí los cargadores de sus metralletas), y yo con mis piernas delgadas daba
una impresión considerablemente menos heroica de lo que me parecía entonces. No las llevaba por
ostentar, sino porque la ropa y el calzado de antes de la guerra me había quedado inevitablemente
pequeño. Por lo tanto andaba todo el primer año de posguerra en uniforme militar; mi camisa de
soldado, con dos órdenes y ocho medallas, tenía una pinta ridícula. Pero la cuestión de ‘¿qué pinta
tiene?’ no me interesaba entonces ni a mí ni a nadie: estábamos por encima de esta banalidad.
También las chicas que habían vuelto de la guerra iban a la clase con botas de soldado y uniforme
militar (por ejemplo, Lenina Ivanova, una chica espléndida, que se casó con Vitka Maslov). Entre
las chicas había asimismo otro grupo, en su mayoría de familias pudientes, a menudo de familias de
catedráticos: las llamamos ‘pijitas’ [‘фифами’, ‘fifami’]. Se rebelaban de forma ostentosa contra
nuestro ascetismo (es decir, se pintaban los labios) y ‘dedicación a las ideas’ [‘идейности’, ‘ideinosti’]
(iban a bailar). Su líder era Natasha, la hija de Gukovski. Se destino fue trágico, pero después de la
detención de su padre, la ‘pijita’ resultó ser una persona firme y valiente. Posteriormente tuvimos
una relación muy estrecha.
Natasha me llevaba un año en los estudios. Cuando detuvieron a Gukovski y precintaron
su piso (a Natasha sólo le dejaron una habitación) y la compañía alegre que había estado
revoloteando alrededor de ella se disolvió, sola, en el piso medio precintado, embarazada, luchó
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
22 I. M. LOTMAN
decanato con Vladimir Propp y le saludé. Después de echarme una mirada (con mi
largo capote, creo, la pinta que tenía no era nada marcial, utilizando la expresión de
Pedro I), me devolvió el saludo y dijo: “Espere, espere. Usted es el hermano de
Lida Lotman. No, usted mismo es Lotman” (No es naturalmente sólo un mérito
mío: Propp tenía una memoria tremenda y se acordaba al parecer de la mayoría de
los estudiantes). Entre los muchos premios y reconocimientos con los que la vida
me ha bendecido generosa, y me temo que no siempre merecidamente, recuerdo
las palabras de Propp como uno de los reconocimientos más valiosos.
Enseguida, al principio mismo del segundo curso, me hicieron ir al centro
de reclutamiento y me anunciaron que en las próximas semanas me movilizarían.
Me apresuré a examinarme por adelantado de todo el segundo curso (entonces me
parecía una tontería increíble, pero después, cuando volví, resultó ser, de una
manera extraña, muy oportuna).
Por fin recibí la orden de aparecer en el centro de reclutamiento. Todo
parecía muy fácil y prosaico. Todos sabían que se avecinaba la guerra, pero
febrilmente intentaban no pensar en ello. Todos, por lo menos en mi círculo, se
divertían sin parar y en el cine ponían la película Si mañana la guerra (1938) 24 y todos
cantaban la canción con el mismo nombre. Tanto la película como la canción eran
muy animadas:
Si mañana la guerra.
Si el enemigo ataca,
Si como una nube negra llega…
La tachanka 25 se imaginaba como la fuerza de ataque principal de la futura
guerra. La película terminaba con la fiesta de la victoria después de la guerra: de la
pantalla nos miraban los actores de moda (en la guerra que tenía lugar en la
enérgicamente por su padre y se presentó regularmente ante los funcionarios que llevaban la
investigación. Al mismo tiempo, se casó con Kostya, hijo de Arkadi Semenovich Dolinin [1883-
1968, crítico y estudioso de la literatura rusa, fue profesor de la Universidad de Leningrado]. Este
matrimonio, por parte de Dolinin, fue un gesto de generosidad y valentía: la familia estaba en
contra de este matrimonio que aparentemente salvó a Natasha de su expulsión de Leningrado. Al
conocer cuándo era el cumpleaños de Natasha, conté todo mi dinero y compré un gran ramo de
rosas y una espléndida caja de bombones ‘Mareshal’ y aparecí en la casa de Natasha. Pasamos el día
charlando hasta la oscuridad y fuimos amigos a partir de entonces, me atrevería decir, íntimos [NIL].
(Iuri Mijáilovich no recordó que ya mucho antes de esa visita a Natasha Gukovskaia, visitó
a su familia en un momento crítico. En los días ansiosos, cuando G. A. Gukovski estaba esperando
la detención en cualquier momento, el sonido firme del timbre hizo que todos se estremecieran; de
repente, se escuchó la voz alegre del que había abierto la puerta: “¡Es Iura Lotman!”. Ese episodio
fue recordado más tarde por N. G. Gukovkaia-Dolinina.) [NLL].
24 Если завтра война (Esli savtra voina), de Efim L. Dzigan (1898-1981). La música es de Daniil y
Dmitri Pokrass, con letra de Vasili Lebedev-Kumach. Puede oírla en el siguiente enlace:
<http://www.ugr.es/~mcaceres/entretextos/entre10/simananalaguerra.mp3>
25 Carruaje ligero para transporte de ametralladoras [NT].
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 23
pantalla naturalmente ninguno de ellos murió) y detrás de ellos ardían los fuegos
artificiales de la victoria. Así nos parecía la guerra. Así y no así. Todos habíamos
leído Sin novedad en el frente de Remarque 26 y Adiós a las armas de Hemingway 27 y
habíamos oído y hablado bastante de la revolución mundial y de la segunda guerra
mundial. Y de una manera diligente lo habíamos
olvidado.
Ese sentimiento me recuerda el siguiente,
personalmente vivido: el verano del cuarenta y dos
teníamos que romper un cerco de asedio. Estábamos
sacando nuestros cañones, arrastrados por tractores.
En minutos —no sabría decir cuántos, tal vez quince,
Tachanka
tal vez cuarenta— cayeron dos tractoristas, otros
ocuparon su lugar (el tractorista no podía protegerse, estaba prácticamente
indefenso en su máquina lenta, 6-8 kilómetros por hora, y torpe). Los tractores
eran civiles, los habíamos requisado anteriormente en el koljós 28 . Una sensación
parecida del peligro cercano y al mismo tiempo el deseo de olvidarlo hubo,
recuerdo, también unos minutos antes del inicio del avance. Todos intentamos
febrilmente dormir ‘por adelantado’, sintiendo que ese descanso nos vendría muy
bien. Lo mismo pasaba antes de la guerra: sin expresarlo directamente, todos
sentían que esos minutos serían necesarios. Todos se apresuraron a divertirse.
Así también en nuestra casa. Mi padre se fue de viaje de trabajo un día
antes de tener que ir yo al centro de reclutamiento. Yo fui a la fiesta de estudiantes
que organizaba nuestro grupo por mi despedida, y así ocurrió que me fui al ejército
sin despedirme de mi padre y no volví a verlo nunca más. Mi madre se fue a
trabajar a su policlínica. Vino a acompañarme sólo mi hermana mediana Lida, que
me trajo bombones.
La despedida fue festiva. Antes del embarque, nos alinearon al lado de los
vagones y el comandante del convoy anunció que iba a dirigirnos unas palabras de
despedida un viejo proletario de Píter. Esas palabras las recordé para toda la vida,
como el padrenuestro: “¡Muchachos! Os miro y siento lástima por vosotros. Pero
26 La novela de Erich Maria (Paul) Remarque (1898-1970) se había publicado en 1929 (versión en
español: Barcelona, Edhasa (Pocket Edhasa, 103), 2003, 261 páginas; traducción de Judith Vilar), y
su adaptación al cine, dirigida por Lewis Milestone, obtuvo en 1930 dos Óscares (mejor película y
mejor director).
27 La novela de Ernest Miller Hemingway (1899-1961), como la de Remarque, también fue
publicada en 1929 y también ha sido llevada al cine. La traducción más difundida en español es la
de Joana M. Vda. Horta y Joaquím Horta (Barcelona, Luis de Caralt, 1986, 338 páginas, 14ª ed.).
28 Koljós (Колхоз) designaba, en la época soviética, a la cooperativa agrícola, basada en el trabajo
pienso en vosotros, bueno, entonces ¡iros a…!”. “¡A los vagones!”, gritó el
comandante, y emprendimos el viaje que resultó ser largo.
Viajábamos alegremente, en teplushkas 29 ,
donde enseguida se crearon grupos más
pequeños. Yo estaba en el segundo piso, y el
tercero de enfrente lo ocupaba el grupo que se
llamaba los lores y a sus literas la cámara de los
lores. Nosotros, naturalmente, nos oponíamos
Teplushka
como una democracia.
El camino era muy divertido. Todo era nuevo, tanto la vida cotidiana como
la geografía: nos llevaban a Georgia. Sólo en Kutaisi 30 nos dijeron dónde íbamos a
servir. El puesto de servicio era el regimiento de artillería número 427. En este
regimiento (cambiaba de nombre, se convirtió en regimiento de guardia, más tarde
en brigada), bajo el mando del comandante del regimiento K. Dol’st, yo serví hasta
el fin de la guerra.
Dolst era alemán. Es verdad, en aquella situación esa procedencia nacional
no era precisamente un adorno, y decía que era letón, pero todos conocían la
verdad. La mayoría de los oficiales de grado medio y alto habían sido detenidos
para entonces y el ejército se había entregado a los comandantes jóvenes, que
ocupaban puestos más altos que su rango. Aunque pueda parecer extraño, resultó
ser muy favorable en el sentido militar: los antiguos jefes de los tiempos de
Voroshilov y Budionnii 31 o los arakcheevianos 32 del tipo del mariscal
29 Теплушка (teplushka), vagón de mercancías, con literas a los lados y una estufa de hierro en el
centro [NT].
30 Kutaisi es la segunda ciudad más grande de Georgia, en la provincia Imereti de Georgia
occidental, 221 kilómetros al oeste de Tbilisi. El clima es húmedo, con veranos calurosos e
inviernos fríos y con frecuentes lluvias y nevadas, como se puede comprobar también en el relato
de I. Lotman que se refiere a los meses pasados en esas tierras.
31 Semion Mijáilovich Budionnii (1883-1973) fue mariscal del ejército soviético. Participó, luchando
defensa con el zar Alejandro I. Famoso por su dureza, ha dado lugar a la expresión ‘régimen
arakcheeviano’ para designar el régimen caracterizado por una política de reacción extrema,
despotismo policial y burdo militarismo.
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 25
lado de los cañones, a pesar de los proyectiles que caían cerca, llega una polutorka 34 .
De su estribo (era especialmente presumido ir no dentro del coche, sino de pie en
el estribo del vehículo: además de ser presumido, posibilitaba darse cuenta a
tiempo de los aviones picando, pero presumir también era importante) salta el
comandante de división y anuncia con bravuconería y voz de trueno: “¡Muy bien,
la primera (es decir, la primera batería, nosotros)! Os disparan y vosotros disparáis
y el resultado es — ¿cuál es el resultado?— un duelo de artillería”.
El tiempo entre la llegada a la unidad y el inicio de la guerra pasó bajo el
signo del servicio militar habitual y no merece un tratamiento más amplio.
Novedosas eran sólo nuestras salidas a ‘tiros de combate’. Duraban interminables
lluvias invernales del sur, acarreábamos nuestros cañones cuesta arriba. Uno se
soltó en el barro resbaladizo y cayó para abajo, afortunadamente sin matar a nadie.
Después lo arrastraron con tres tractores.
Todo mojado y embarrado, disfrutaba, por otro lado, de la libertad
absoluta después de la vida cuartelera durante meses.
Los montañeses georgianos eran extraordinariamente hospitalarios. Nos
invitaban, mojados y embarrados, a sus cabañas que estaban construidas de piedras
planas en los picos de montes más bien bajos, nos calentaban, secaban nuestra
ropa y nos daban de comer. Recuerdo que el dueño de una de las casas había
estado en la Primera guerra mundial y nos contaba muchas cosas, explicando qué
es la guerra.
Pronto, después de volver de un entrenamiento, vino la orden: dividir el
regimiento en dos, una parte dejarlo en el Cáucaso y la otra trasladarlo a la frontera
oeste. Pronto estaba ya en el vagón con los que iban al oeste.
Nos llevaron a Shepetovka 35 y pronto seguimos hacia el campamento de
verano en Iuzvin 36 . La guerra se estaba acercando indudablemente: se sabía, por la
frecuencia con la que nos lo explicaban en el entrenamiento político, que la guerra
con nuestro aliado Alemania no era posible de ninguna manera.
época.
36 Este campamento no está localizado con exactitud; con ese nombre se han localizado dos
lugares: uno situado al sureste de Shepetovka, cerca de Vinnitsa, y otro, hacia el noreste, a medio
camino, aproximadamente, entre Vinnitsa y Kiev. En todo caso, no se ha podido documentar ese
lugar en la zona del Donbass, como asegura la versión italiana. Non-memorie, ed. cit, página 27, nota
44.
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 27
37A. S. Pushkin. Mozart y Salieri. En: José Emilio Pacheco, «Pushkin o el rayo que no cesa», Letras
Libres (Julio de 1999). Versión electrónica: <http://www.letraslibres.com/index.php?art=5887>
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
28 I. M. LOTMAN
38 Todavía antes de empezar el trabajo con las No-memorias, en el curso de una conversación
habitual, cuando Iuri Mijáilovich hablaba sobre el tiempo antes de la guerra y los estados de ánimo
de aquellos años, apunté algunas frases sobre ‘Nikolka Perevoshchikov’: “se reía de todo, vivía sus
propios problemas como ajenos”; “era derrotista, esperaba la guerra con Estados Unidos”;
“hablaba de todo con una sonrisa irónica”. Una vez, en el frente, recibió un paquete con comida de
la asediada Leningrado, y pronto se murió allí su familia de hambre, quedó sólo una hermanita a la
que Iuri Mijáilovich conoció en Leningrado ya después de la guerra. [NEP]
39 No se puede no recordar a esta maravillosa persona, un verdadero joven trabajador (era
ajustador), poeta, que en cada nuevo pueblo de cosacos se enamoraba de la manera más sublime y
normalmente platónica. [En la versión italiana, esta nota al pie comienza aquí. Non-memorie, ed. cit,
página 30, nota 48.] Recuerdo algunos versos que compuso en el cuarenta y dos, en el Cáucaso:
Dondequiera que mire, sólo montes en todas partes,
Dondequiera que mire, es el Cáucaso,
Pero en medio de los montes, conozco una ciudad
Donde vive mi amada.
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 29
esquema (el plan), que podía dar como resultado hechos tan absurdos como este al que se refiere
Lotman.
41 Mogilev-Podolsky está situada en el suroeste de Ucrania, junto al Dniéster, que hace de frontera
con Moldavia.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
30 I. M. LOTMAN
competiciones del ejército. Recuerdo el brío con el que tenía en la mano extendida
un puro alemán adquirido en alguna parte (era algo tan elegante que ni siquiera
tragaba el humo, para hacerlo durar más tiempo). Después de anunciar cuántos
disparos hacía al minuto, añadió: “¡Quemo siete tanques antes de que me
aplasten!” (No sonaba como una vana presunción sino de manera natural: todos
nos equivocábamos en estos cálculos. Esa misma noche me encontré otra vez con
él. Estaba embarrado, con la camisa de soldado desgarrada, sin el cañón al lado.
“Comprendes, Iurka (estábamos ya tuteándonos) —no lo dijo, sino que
literalmente sollozó—, no va. Di al tanque ocho veces, pero (cambiamos la
formulación) ni por esas”. Su cañón fue aplastado.
Dos días y noches disparamos sin descanso y mantuvimos la posición. El
punto de vigilancia había sido ya conquistado, y los exploradores y los que hacían
los cálculos junto con el comandante de batería venían corriendo a primera línea
de fuego, donde estábamos nosotros. Todavía resistimos medio día en esa línea.
En la noche de nuestro segundo día de guerra recibimos la orden de retroceder
cuatrocientos metros al caer la oscuridad… A propósito, cuando llegó la noche, la
cocina de campaña nos hizo un regalo: en lugar de la habitual sopa boba nocturna
nos trajeron un puré de arroz excelente. Era una reserva que no estaba permitido
gastar. El ambiente se correspondía al dicho del soldado: “¡Ya que empezamos a
beber, corta el último pepino en vinagre!”. Después empezó la retirada, que al
principio se efectuaba de manera relativamente organizada.
Aprovechando el hecho de que el enemigo no combatía por la noche y
cortaba toda la actividad combativa a la puesta de sol, nos adheríamos al principio
de aguantar hasta el ocaso. Cuando empezaba la oscura noche sureña,
enrollábamos rápidamente la línea y nos apartábamos, para empezar, un par de
kilómetros. Allí nos dispersábamos y atrincherábamos, y por la mañana empezaba
todo desde el principio. Pero, al cabo de un par de días, los ‘junkers’ 44
bombardearon ferozmente una pequeña estación de ferrocarril en nuestra
retaguardia y, en la madrugada, de algún lado irrumpieron los tanques ahí. Era
nuestro primer cerco. Luego ‘cerco’ se convirtió en una de nuestras palabras más
usadas.
De hecho, era difícil llamarlo cerco, así como un pastel de hojaldre no
puede llamarse rosquilla. Era el estado móvil de ejércitos entrelazados, que
constantemente intentaban formar algo que se podría designar con la palabra
‘frente’, tal como se usa en el manual militar. A la larga, prevaleció un principio
44Se trata del ‘Junkers Ju 87’, un bombardero en picado, conocido como Stuka, que fue utilizado
por los alemanes por vez primera en la guerra civil española. También, como más adelante I.
Lotman indica, se utilizó el ‘Junkers Ju 88’, más versátil, pues podía ser usado tanto como
bombardero, como avión de apoyo cercano, caza nocturno, bombardero de torpedos o avión de
reconocimiento.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
32 I. M. LOTMAN
invierno. En el invierno del cuarenta y dos a nuestra estación la llamaban ‘El Pino’
[Sosna]. Recuerdo la pregunta constante en la línea: ‘Sosna, sosna, skoro li pridyot
vtoraya vesna?’ [‘¿Pino, pino, ¿viene pronto la nueva primavera?’]. Durante el día
esperamos a la noche, por la noche, al día. En verano esperamos al invierno, en
invierno, al verano. Es la ley del frente.
El lado más bueno. El frente no es tan horroroso como parece cuando lo
describes o cuando lo lees en los libros. En general, el mejor modo de liberarse del
miedo es meterse dentro de lo que causa miedo. Si temes a la línea de fuego, ve a
la línea de fuego para liberarte del sentimiento agobiante. Todos estábamos
aterrorizados con el peligro constante de ser cercados. Pero es difícil creer cuál es
el alivio que te sobreviene cuando algo realmente ocurre, cuando en lugar de
esperar y sentir, hay que actuar. Tampoco el cerco es tan terrible como terrible es
su espera y sus descripciones. Y la misma guerra no es tan espantosa como cuando
la esperas o la recuerdas desde la distancia. Meterse en ella es el mejor remedio
contra el miedo. Por ello tuve que encontrarme con casos en los que la gente que
se había enganchado a la retaguardia cercana o a cuarteles generales, se convertían
allí en patológicamente cobardes, llegaban hasta dispararse, que a menudo traía
consigo el fusilamiento, con tal de no acabar en el frente. Pero estoy
completamente convencido de que eran personas normales, no patológicamente
cobardes. Y si el destino les hubiera arrojado enseguida a un verdadero trance, si
les hubiera presentado la guerra antes de que ‘llegaran a asustarse’, nunca habrían
‘enfermado’. Escribo ‘enfermado’ porque es una verdadera enfermedad, he visto
mucha gente realmente enferma. Al agua fría hay que saltar enseguida, no dudar en
la orilla.
Yo, y en general los chicos jóvenes de nuestro regimiento, tuvimos mucha
suerte en el sentido de que ya en los primeros días acabamos allí donde parecía ser
más aterrador. Y nos convencimos de que realmente el miedo es determinado por
nuestra imaginación y por la relación entre la realidad y el hábito. Más adelante,
cuando ya era un sargento experimentado y empezaban a llegar los ‘jóvenes’ de la
retaguardia (eso ya era hacia el final de la guerra), cogía regularmente a alguno de
ellos e iba al lugar aparentemente menos agradable. Era imprescindible para
convencer a la persona de que el miedo no surge por las condiciones objetivas (el
tamaño del peligro), sino por nuestra actitud hacia ellas. (A propósito, lo
demuestran muy bien las películas de terror. Si las películas triviales crean terror en
el espectador con imágenes aterradoras, Hitchcock ha probado brillantemente que
cualquier objeto cotidiano inofensivo se puede filmar de manera que el espectador
esté al borde del infarto por el horror.)
Retrocedíamos hacia el Don (el verano del cuarenta y dos). Los alemanes
por la noche no se movían, nos aprovechábamos de ello y llegábamos, caminando
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 35
48 Портянка (portianka), especie de venda rectangular de unos 35 x 90 cm. utilizada en lugar del
calcetín [NT].
49 De Ernst Heinkel (1888-1958), diseñador y fabricante de aviones alemán. El modelo de avión al
que alude I. Lotman puede ser el ‘Heinkel He 111Z’ (la ‘Z’ procede de zwilling, gemelo en alemán),
que consistía en dos aviones unidos por la sección del ala. Aunque no tenía dos, sino cinco
motores, su aspecto recuerda, en efecto, un ‘cuadro’ o un ‘marco’, como se puede apreciar en la
imagen.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
36 I. M. LOTMAN
pequeño o grande. Son ‘Junkers-87’, muy buen avión para picar, de un motor, pica
casi verticalmente con un tremendo rugido y arroja las bombas con mucha
exactitud (que no nos causa ni la menor alegría) 50 .
Ya desde lejos, pero, sin duda, habiéndonos ya visto y
decidido que somos un blanco merecedor de atención, los
junkers se alinean en una fila en vez de en triángulo. Luego
tiene lugar un procedimiento bien conocido por nosotros,
por su rito rigurosamente seguido, que recuerda mucho el
comportamiento de los depredadores o los insectos. Hasta
que los junkers vuelan en triángulo, se puede estar tranquilo:
se dirigen a otro lugar. Pero, mira, se estiraron en una fila Junkrs 87 (Stuka)
serpenteante y forman un círculo cuyo centro está un poco
más allá de nosotros. Significa que vinieron a visitarnos. Nos desparramamos fuera
de la carretera y nos aplastamos contra la tierra. El suelo es nuestra principal
defensa. Pero los junkers se dirigen serpenteando hacia nosotros. Mira, el primero
se separó, guió el morro bruscamente hacia el suelo y casi verticalmente, con un
cálculo fascinantemente exacto, cae sobre nosotros. Ahora se separaron de él las
bombas, las vemos perfectamente. Parece que te caen justo en la cabeza. Las
bombas adelantan al avión. Alrededor oyes explosiones sordas, la tierra tiembla.
Los pilotos pican con maestría, giran justo cerca del suelo: los nuestros nunca
pican de esta manera. El avión atrae las miradas como un hipnotizador, es
imposible apartarse. Tal vez de la misma manera describirían los conejos el
encuentro con la cobra.
De la nube de humo y polvo que cubre el suelo, el avión arranca
verticalmente hacia arriba con un aullido que llega hasta el límite del aguante. En la
subida todavía llega a rociarnos con fuego de ametralladora o de cañón del avión.
Pero el silbido de las balas no se oye, porque aullando se lanza para abajo el
siguiente. En estos minutos desconectas, no hay sensación de miedo, no hay
sensación alguna: seguramente sentían lo mismo las piedras debajo de nosotros. Al
final, el último avión ha tirado sus bombas y se van. Nos levantamos.
Siempre me ha asombrado la baja efectividad de esas incursiones.
Naturalmente, contra masas compactas de infantería, maquinaria blindada en
movimiento, cañones amontonados o tanques, eran muy efectivos esos
bombardeos. Pero, en el caso de unidades dispersas en retirada, cuyos soldados
llegaban a saltar a la cuneta o encontrar otro refugio, la efectividad de los ataques
era baja. El humo se disipa. Nosotros, para animarnos y para demostrar a los
alemanes que tampoco somos ningunos blandengues, llegamos a disparar al avión
50 El Stuka tenía en las patas del tren de aterrizaje una sirena, la trompeta de Jericó, activable en los
picados, para infundir temor a las víctimas del bombardeo.
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 37
51 Aleksandr Trifonovich Tvardovski (1910-1971), poeta y director de la revista literaria Novy Mir
(1950-1954 y 1958-1970). Su poema más popular fue, sin duda, Vasili Tyorkin (1941-1945),
conocido también como Libro sobre un soldado, que se difundió rápidamente en el frente a través de
revistas y periódicos.
52 David Fiodorovich Oistraj (1908-1974) fue uno de los violinistas de mayor prestigio en el siglo
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
38 I. M. LOTMAN
luego abandonado. Llegamos a la orilla, había que decidir, qué hacer, porque no
había ninguna posibilidad de cruzar el río, pero algunos soldados perdidos vagaban
por la orilla. Uno de ellos dijo al pasar corriendo que más allá había una barcaza
medio hundida, con cargamento de azúcar y vodka, y que los muchachos estaban
tragando allí como locos. Mi compañero dijo que iba a beber y coger algo para el
camino. Yo decidí cruzar el río mientras duraba la oscuridad.
Cómo iba a hacerlo, no tenía idea en absoluto: no sabía nadar y tampoco sé
ahora. 53 Andando por la orilla pantanosa del Don, vi dos figuras negras en capa-
tienda que tapaban las divisas (pero las capas eran de comandantes) y oí un
fragmento de su conversación: se trataba de llevar los caballos al otro lado. Uno de
ellos informó que había encontrado una barca fuerte y a un joven que entendía
algo del asunto: él va a sujetar el caballo por los arneses y el animal va a nadar, sólo
hace falta encontrar a un remador experimentado. Me dio un ataque de
desfachatez. Salí de la oscuridad y me acerqué a ellos diciendo: “¿Estáis buscando
un remador? ¡Aquí lo tenéis!”. Parece que mi apariencia no era muy digna de
confianza para el que tenía el rango más alto. “Ten cuidado”, dijo, añadiendo
alguna palabra representativa del lenguaje florido militar, para una mayor
convicción: “si te ahogas tú, a mí…, me da igual, pero no vayas a ahogarme los
caballos”. Pero yo ya estaba en plena marcha, presumiendo: “No me meta miedo,
es cosa habitual, he crecido en la costa…”. Emprendimos el camino. Yo me senté
a remar y el otro soldado agarró los arneses del caballo y se sentó en la popa,
empujamos la barca de la orilla, el caballo entró resoplando en el agua y yo empecé
a remar. Al principio, daba vueltas porque una mano tendía a adelantar a la otra:
era un remador pésimo. Pero, a la larga, el asunto se arregló. El caballo, que
intentaba subir a la barca, recibió un golpe en el morro y empezó a nadar. La
segunda vez fue más fácil. No sé cuántos viajes hice, pero entonces dije: “Ya está,
chicos, un viaje más y ya está, buscaos a otro”.
Cruzamos el río. Salí de la barca y caminé con una sensación de cansancio
que superaba todos los límites, y con la esperanza de que aquí, en esta orilla, me
encontraría con nuestra firme línea de defensa. Allí me darían instrucciones para la
futura ruta. No había ninguna línea de defensa. También en esta orilla, igual que en
la otra, vagaban soldados aislados. Dónde ir era completamente incomprensible.
Me tumbé en la arena mojada de la orilla y me dormí al parecer antes de llegar a
apoyar la cabeza en el suelo. No sé cuánto dormí. Después me levanté y me dirigí
hacia el este, esperando, a pesar de todo, encontrar alguna línea de defensa. No es
posible que el frente esté totalmente desprotegido.
típica del autor: nadaba bastante bien —desde el punto de vista de la distancia nadada—, pero
como nunca había aprendido a nadar, no conocía ningún estilo y nadaba, según sus propias
palabras, “como perro” [NML].
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 39
oeste de Grozny (República de Chechenia), en la vertiente sur del río Terek, y a 43 kilómetros de la
estación de ferrocarril de Mozdok. Mozdok pertenece a la República de Osetia del Norte-Alania,
está situada a 92 kilómetros al norte de la capital de la República, Vladikavkaz (en osetio,
Dzaudzhikau). Entre 1942 y 1943, en la zona de Mozdok tuvieron lugar duros combates. La ciudad
estuvo ocupada por las tropas nazis desde el 25 de agosto de 1942 hasta el 3 de enero de 1943,
periodo al que se refiere aquí I. Lotman.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
40 I. M. LOTMAN
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 41
55 Tvardovski, A. Василий Теркин. Книга про бойца (Vasili Tyorkin. Kniga pro boitsa). Moscú, 1976,
página 68.
56 El frente lleno de piojos y paga el precio de sangre,
Quien tiene uñas, se rasca.
La lucha sangrienta está teniendo en su cama el señor general,
Y su uniforme lo sacude el pequeño hombre. [NIL]
[Existe una versión en español, que no se ha podido consultar para la traducción de estos
versos, de la novela de Jaroslav Hašek, Las aventuras del valeroso soldado Schweijk, Barcelona, Destino
(Áncora y Delfín, 736), 2000, 2ª ed. (traducción de Alfonsina Janès). La traducción rusa que cita I.
Lotman es de P. G. Bogatyrev: Похождения бравого солдата Швейка во время мировой войны
(Pohozhdeniia bravogo soldata Shveika vo vremja mirovoi voiny). En: Собр. соч.: В 6т. (Sobr. soch.: V 6 t.),
Moscú, 1985, tomo 6, página 165.]
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
42 I. M. LOTMAN
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 43
a los alemanes, a la guerra y a nosotros, que, según él, habíamos colgado mal la
ropa.
Hubo que llamar a la batería para que enseguida trajeran calzoncillos,
pantalones y el resto del equipamiento para el teniente. Pero cuando por la línea se
difundía que desde el punto de vigilancia piden calzoncillos para Ivashchenko,
provocó una nueva ola de chistes de soldados. En honor del teniente hay que decir
que cuando el equipo al fin llegó, y con ella una botella de vodka de parte del
sargento, su estado de ánimo mejoró y expresaba en voz alta su alegría por no
haberse quemado la Orden de la Estrella Roja.
Esta anécdota merece ser recordada porque incluso en las circunstancias
más difíciles había siempre muchos episodios graciosos y divertidos. Diría que en
el frente nos reímos mucho más de lo que fue posible luego en tiempos de paz,
por ejemplo, durante la devastación de la universidad en la época de lucha contra
el cosmopolitismo.
***
Entretextos 10
NO-MEMORIAS (I) 45
Itinerario aproximado de I. Lotman entre el otoño de 1940 (1) y la primavera de 1944 (7)
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
“SOBREVIVIREMOS, SI SOMOS SABIOS”1
IURI M. LOTMAN
Nota previa
Manuel Cáceres Sánchez
Este breve artículo de Iuri M. Lotman se publicó, por primera vez, en Вестник Тарту (El
mensajero de Tartu), el 4 de enero de 1992. El texto le fue pedido por la redacción de este periódico
local en lengua rusa para abrir su primer número, con sus deseos para los lectores en el año nuevo
recién estrenado.
Esta sencilla circunstancia no tendría mayor trascendencia si no fuera por la situación
social y política que se vivía en Estonia en aquellos momentos. La Unión Soviética acababa de
desaparecer y la República de Estonia había sido restaurada sólo unos meses antes. Época, por
tanto, de cambios, de incertidumbres. Mientras la población estonia, con sus problemas y
dificultades, celebraba la reinstauración de su independencia, la población rusa (una cuarta parte de
los habitantes del país) veía con temor no sólo su presente sino, sobre todo, su futuro en esta tierra.
Los años de ocupación ruso-soviética no han producido en los estonios más que
desconfianza, cuando no directamente desprecio, hacia los ‘ocupantes’, y éstos, finalmente, se han
identificado, de manera ‘automática’ y simplista, con ‘los rusos’.
En Europa, desde principios de los años 90, se han producido acontecimientos de una
brutalidad inimaginable, después de haber padecido un siglo XX terriblemente cruel.
Afortunadamente, en Estonia no se ha llegado a situaciones de especial violencia, aunque ello no
quiere decir que los problemas se hayan resuelto —ni que éstos tengan fácil solución—, como se
ha demostrado este mismo año: a finales de abril de 2007, la retirada de un monumento del centro
de la capital del país, Tallinn, erigido en memoria de los soldados soviéticos caídos en la Segunda
Guerra Mundial, provocó los incidentes más graves de la historia reciente de Estonia.
En este contexto, el artículo de Lotman publicado en 1992 ha cobrado, de nuevo,
actualidad. Así lo entendió el periódico estonio Postimees, que lo reprodujo el 9 de mayo de 2007,
señalando que sus discípulos “creen que, en estos tiempos difíciles, su sabiduría y sus palabras
alentadoras pueden servir como apoyo para todos nosotros” 2 .
***
1 «Мы выживем, если будем мудрыми» [«My vyzhivem, esli budem mudrymi»]. Вестник Тарту
[Vestnik Tartu] 1. Tartu, 4 de enero de 1992, página 1. Se ha recogido en Воспитание души,
[Vospitanie dushi], San Petersburgo, Iskusstvo, 2005, página 296. Traducción del ruso al español de
Klaarika Kaldjärv. Este texto se publica por primera vez, en español, en Entretextos.
2 El artículo se publica, tanto en estonio como en ruso, en la versión electrónica de Postimees:
Entretextos 10
“SOBREVIVIREMOS, SI SOMOS SABIOS” 49
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN
AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD1
LIDIA M. LOTMAN
Pompei»). Пушкин и русская литература: Сборник научных трудов (Pushkin i russkaia literatura: Sbornik
nauchnyh trudov). Riga, 1986, págs. 24–33.
4 Cita de «Notas para “El Conde Nulin”», de Pushkin [NT]. Pushkin escribió el poema «El Conde
muerte de Tarelkin [A. Sujovo-Kobylin]. Madrid, Asociación de. Directores de Escena de España
(Literatura Dramática, 39), 1996, 301 páginas (traducción y edición de Jorge Saura, presentación de
Juan Antonio Hormigón).
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 53
6Lidia A. Charskaia (1875-1937), pseudónimo de Lidia A. Churilova, actriz, poeta y, sobre todo,
novelista de gran éxito popular antes de la revolución de 1917, especialmente entre las jóvenes
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
54 L. M. LOTMAN
rusas. Sus novelas (publicó más de ochenta libros en quince años) tienen como protagonista a niñas
y mujeres, la amistad entre ellas, sus aventuras, sus vidas independientes. La crítica literaria de
entonces, sin embargo, la acusó de escribir libros repetitivos, esquemáticos y de una exagerada
emotividad. Entre las más famosas, destaca Княжна Джаваха (Knyazhna Dzhavaha, La princesa
Dzhavaja), publicada en 1903.
7 La ciudad de Luga está situada a 140 kilómetros al sur de San Petersburgo.
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 55
8 La ciudad de Nizhni Novgorod (que, de 1932 a 1990, llevó el nombre de Gorki) está situada a 450
9 I. Z. Serman (1913) fue, entre 1956 y 1976, investigador asociado en la Casa Pushkin (Instituto de
Literatura de la Academia de Ciencias de la URSS) en Leningrado y enseñó en la Universidad de esa
ciudad (1965-1975). En 1979 emigró a Israel y ha sido profesor de la Universidad Hebrea de
Jerusalén. Autor de monografías sobre Lomonosov, Derzhavin, Batiushkov, Dostoievski o la
poesía rusa del siglo XVIII.
10 G. P. Makogonenko (1912-1986), profesor de la facultad de filología de la Universidad de
Leningrado (1943-1983), en la que dirigió el departamento de literatura rusa entre 1965 y 1982. Con
Radishchev y su tiempo, se doctoró en 1955. Destacado investigador del Instituto de Literatura Rusa
(Casa Pushkin), jefe del grupo de investigación de la literatura rusa del siglo XVIII, publicó más de
doscientos trabajos sobre K. N. Batiushkov, G. R. Derzhavina, N. M. Karamzin, N. I. Novikov, A.
N. Radishchev, D. I. Fonvizin, etc.
11 Véase, en este número de Entretextos, I. M. Lotman, «No-memorias».
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 57
de I. P. Pavlov.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
58 L. M. LOTMAN
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 59
con la mía. Tristes, nuestros padres se fueron a dormir temprano y nosotros, los
niños, seguimos bebiendo té. Iura recitó un verso de Baratinski para consolarnos:
No protestéis, pues todo se pasa
Y una desgracia a veces
Nos lleva
A la felicidad…
Me hubiera gustado encontrar consuelo en estas palabras, pero las dudas, el
miedo ante el futuro, no desaparecían.
Iura creció en condiciones de constantes carencias de alimentación y con
frecuencia padecía pleuresía. Se hizo una caricatura de sí mismo: un niño
extremadamente delgado está tendido sobre la cama y sobre su espalda se alzan
vasos, tazas, copas y, para culminar, se ven clavados un tenedor y un cuchillo. La
caricatura evocaba cómo mamá, combatiendo las pleuresías de Iura, le aplicaba
ventosas, pero, al no tener auténticas ventosas de cristal (que tampoco se podían
comprar), las sustituía con vasos y copas. Yo sabía que aparte del peligro que
corría su vida, le esperaba una dura prueba de fuerzas físicas. Y así fue. Pasó toda
la guerra caminando y arrastrándose con una bobina de cables en la espalda, pues
formaba parte del servicio de transmisiones del arma de Artillería. Asimismo, me
preocupaba la tartamudez, que Iura tenía desde los seis años, si bien, ya en los
primeros cursos de la Universidad, él empezó a superarla. Durante la guerra la
superó por completo, desempeñando funciones de explorador, transmitiendo
coordenadas y corrigiendo trayectorias de tiro. Gracias a su fuerza de voluntad,
también supo habituar el cuerpo al trabajo físico que parecía imposible para una
persona de su edad y complexión.
A la mañana siguiente, fui a acompañarlo a la estación. Le compré
bombones y creo que también bollos. De entre sus allegados fui la única que iría a
despedirlo. En la plaza, los comandantes organizaron un mitin para los nuevos
reclutas. Se oían discursos reglamentarios. Para terminar, el comandante
responsable del envío del convoy dio la palabra a un viejo obrero que, como dijo,
“iba a decir a los jóvenes soldados unas palabras de despedida”. El viejo obrero
llevaba unas copas de más y sentenció con un tono poético: “Os estoy mirando y
me dais lástima. Sin embargo, si me pongo a pensar en vosotros, ¡qué os den por
ahí!”. No hace falta decir que la expresión utilizada fue bastante más fuerte. Los
jóvenes recibieron con alegría este inesperado incidente, que había interrumpido el
ritual protocolario de la despedida de reclutas. Toda la plaza se rió a carcajadas. El
coronel frunció las cejas y mandó cuadrarse. La orquesta militar comenzó a tocar y
las columnas se encaminaron hacia la estación. Con estas ‘palabras de despedida’ y
esta risa, aquellos chicos se marchaban al encuentro de su nueva y cruel vida de
soldados de guerra, la más cruel de la historia de la humanidad. De regreso a casa,
yo iba llorando. Un comandante entrado en años que dirigía la orquesta de viento,
me preguntó: “Señorita, ¿por qué llora?”. “Me da lástima mi hermano, todavía es
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 61
muy joven”. “No pasa nada” —dijo el comandante—, y, señalando a sus músicos
bravos, explicó su optimismo: “¿Cree que éstos se lo pasan mal?”. “Si él formara
parte de su equipo, yo no lloraría”, repliqué
con razón.
Al comenzar la guerra, Iura estaba en
las proximidades de la frontera. A lo largo de
un año estuvo en el Cáucaso, donde trató de
aprender el georgiano, y en Ucrania, donde
тягач (tiagach) — Tractor oruga recogió canciones ucranianas que, luego,
después de volver de la guerra, le gustaba
cantar. Al poco de estallar la guerra, su unidad fue trasladada a la misma frontera.
Allí llevaban una vida normal de ‘campamento’ e instrucción. Pero un día, al
regresar del campo de tiro, escucharon la orden: “Caminad en silencio, no fuméis,
ni habléis. Los que hablen alto o abandonen la columna, serán fusilados”. Aquel
día no fusilaron a nadie, pero para todos quedó claro: “¡Ha empezado!”. Este
presentimiento se convirtió en seguridad de vuelta al campamento: en medio del
sendero que sólo podían pisar los oficiales de alto rango, estrictamente prohibido
para todos los demás, había un tractor oruga.
Durante aquellas duras semanas en las que nuestro ejército seguía
retrocediendo, Iura tuvo forunculosis; al mismo tiempo tenía dieciocho o veinte
forúnculos y le subió la fiebre. Movidos por la compasión y el deseo de aliviar su
situación, los compañeros de Iura convencieron a los tanquistas de cogerlo de
artillero para que, al menos, no tuviera que ir andando. Aquel tanque, que
combatía sin descanso rechazando ataques de los tanques alemanes, que ansiaban
romper la línea de frente, finalmente fue alcanzado y empezó a arder. Los
tanquistas salieron aprisa y la tapa se cerró detrás de ellos. Ocupado con los
disparos, Iura no siguió a los demás. Sin saber cómo se abría la tapa, por un
segundo se sintió poseído por el pánico, pero supo recuperar el dominio de sí
mismo, se orientó, abrió la tapa y salió fuera.
Nosotros no sabíamos nada de eso: estábamos en el bloqueo y Iura no
podía escribirnos. La primera noticia que tuvimos de él fue una postal que llegó el
último día de 1941. Nuestro padre, ya por entonces muy enfermo, con una voz
temblorosa exclamó: “¡El niño está vivo!”. Dos meses después, murió de
pulmonía. No teníamos medicamentos. Cambiábamos pan por sulfanilamida, que
en aquella época se creía la panacea contra todas las enfermedades. Antes de morir,
papá nos hizo jurar que cuando Iura volviera terminaría sus estudios. Pese a
nuestra difícil situación, él seguía creyendo en la victoria y en el regreso de Iura.
Durante el bloqueo, primero empecé a trabajar en el hospital y luego de
educadora en un orfanato que se había organizado para los huérfanos del bloqueo.
A principios del verano de 1942, cuando se abrió la navegación por el lago Ládoga,
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
62 L. M. LOTMAN
participé en la evacuación de los niños de este orfanato por el lago, evacuación que
transcurría delante de las baterías alemanas. Luego me fui detrás de ellos. Mi
hermana médica, mi otra hermana mayor y mi madre se quedaron en Leningrado,
a Lialia la movilizaron al frente de Leningrado. Empezamos a recibir los
triangulitos de las cartas de Iura 14 . Le contestábamos y parte de nuestras cartas
llegaba a sus manos. Más tarde, desde Alemania, me enviaría una postal con la
reproducción de un lienzo de Rubens en la que ponía: “¿Recuerdas cómo me
mandabas postales al frente?”. Conociendo su afición por la pintura clásica,
procuraba enviarle reproducciones de
cuadros.
Iura servía en las transmisiones
de la artillería de Reserva del mando
supremo, que continuamente era
trasladada de un frente a otro. Iura
participó en muchos combates
sangrientos y terribles, y casi todo el
Carta triangular tiempo permaneció en posición
avanzada. Hace relativamente poco, a
finales de los ochenta, en una charla corriente en los comedores de la Universidad
de Leningrado, me contó un episodio de su vida en la guerra: “Fue en invierno, en
Ucrania. Hacía mucho frío, más de treinta bajo cero, soplaba viento fuerte y había
ventisca. Por culpa de las ráfagas de las ametralladoras la transmisión se
interrumpía continuamente. Me arrastro por el campo, los oídos están tapados con
el gorro con orejeras. Para volver a conectar los cables rotos por las
ametralladoras, tengo que trabajar sin guantes. Se me anquilosan las manos.
Reparo en un sitio y en seguida se rompe en el otro. De repente, siento algo. Me
doy la vuelta y delante de mí veo al comandante apuntándome con el revólver en
la nuca. Aprieta el gatillo una vez y el arma falla, dispara otra vez, un nuevo fallo.
Entonces, imagínate, rompe a llorar y me suelta: ‘Canallas, ¡no pueden limpiar el
arma a su comandante!’”. Monté en cólera (me había escandalizado el tono épico
de su relato) y grité: “¡Es a este miserable a quien habría que fusilar!”. “Pero, ¿qué
dices?” —replicó Iura—. “¿Sabes? A mí me dio lástima: le arreglo la transmisión,
le llaman desde el Estado Mayor, le ponen a parir por las interrupciones en la
transmisión y la conexión vuelve a cortarse al momento. En general, yo lo
comprendía: creció en un orfanato, de niño recibió muchas palizas, pasó hambre,
le costaba estudiar, pues estudiaba mal: en su vida hubo muchas cosas malas y muy
pocas buenas. Los soldados no tienen autoridad.”.
¿Puede que en este episodio el sino volviera a mostrarle a Iura su cara, esta
vez nada cariñosa, sino cruel, recordándole el significado y el carácter traicionero
de la suerte? Creo que aquí se ha reflejado un rasgo propio de la personalidad de
Iura: poseía el don de saber comprender al otro, de entrar en su alma y de
acompañarle en sus sentimientos. Esta cualidad suya —riqueza perceptiva del
corazón— también explica las cartas que recibíamos de él, en su mayoría tan
optimistas, llenas de vida, que resultaba difícil creer que las escribía entre los
combates, en medio de las pérdidas y de la sobretensión tanto física como moral.
Es obvio que, por entonces, él ya conocía la verdad a la que daría forma a una
edad mucho más avanzada y sabia: “Para liberarse del miedo, lo más importante es
ir a su encuentro. A menudo sentimos miedo antes de que llegue, nos lo
imaginamos de una forma mucho peor que en realidad y nos venimos abajo. Sin
embargo, basta con mirarle al miedo a la cara para entender que no es tan terrible
como parece”. En esta clave él consideraba nuestro concepto del frente, el de los
hombres de la retaguardia y, sobre todo, de los que estaban en el bloqueo.
Citaré algunos ejemplos de sus cartas de los tiempos de guerra:
31. XII.42
¡Hola, Lida!
Mis felicidades por el año nuevo de guerra […]
Recibo este nuevo año con el ánimo bien alto. ¡Estamos
atacando! No pienses que lo digo con ironía. Para alguien que recorrió a
pie desde el Dniéster hasta el Cáucaso, entrar en ataque resulta tan
necesario como el aire. No sé si me equivoco, pero me parece que los
alemanes están acabados y, si bien la suerte militar todavía puede cambiar
muchas veces, es una agonía: “Ante sus ojos ve el abismo/ él muere,
muere por fin” 15 . Al recordar en esta guerra, puedo reprocharme muchas
cosas. He perdido todos los conocimientos adquiridos antes de la guerra
y vivo rumiando las migas del pasado. Soy muy insensible: puedo ver las
escenas más desgarradoras sin perturbarme (perdona si mis palabras son
oscuras y torpes, he perdido el hábito; intenta comprenderme). Además, a
veces —y con bastante frecuencia— […] (me cuesta expresarlo), me
mentía a mí mismo. Algunas veces he sido cobarde y otras, muy valiente.
A menudo mi intrepidez se basaba en que me resultaba imposible creer
que podría caer herido o muerto, tal como ocurría a los otros. Otras
veces, me movía el deseo de hacer algo memorable (nunca lo había
pensado así; sólo trato de expresar aquí con palabras ciertos sentimientos
momentáneos e inconscientes). Todo aquel escepticismo superficial que
antes me parecía el principal atributo de la intelectualidad, desapareció.
He descubierto con asombro que no suelo percibir la realidad de modo
15 Es una cita incorrecta del poema de Pushkin «Napoleón» (1821). La correcta es: “Он бездну
escéptico (ni tan sólo ahora), sino, por el contrario, lo hago con mucha
credulidad e inocencia. El cinismo lo considero una inmoralidad.
Ahora, ajustando las cuentas, puedo sentirme orgulloso de una
cosa: jamás dudé de nuestra victoria. Ni cuando me escondía entre ajenjos
bajo el fuego cruzado de las ametralladoras, ni tampoco cuando me
evadía, solo y de noche, de una emboscada: nunca dudé de nuestra
victoria final, al igual que uno es incapaz de creer en que realmente
puedan matarlo. Mi gran pecado —mi inutilidad práctica— lo tengo casi
superado. Añadiré que casi siempre estoy de buen humor (sin
vanagloriarse) y que sé soportar penurias y dificultades físicas. Bueno, me
ha salido una carta muy larga y muy confusa, “si bien tarde, el prólogo lo
tengo hecho” 16 .
P. S. Tu sentido de la geografía no te ha engañado […]. Espero
tus cartas. Tu hermano, Iuri.
P. S. P. S. He vuelto a leer toda mi confesión incongruente, Dios
mío, ¡qué tontería! Pero bueno, que se quede así.
1. III.44
¡Hola, Lida!
Así pues, mi murria acabó en la entrada al janato de Crimea 17 . Me
encuentro perfectamente, estoy bien de ánimo, sólo que hace mucho que
no recibo tus cartas. Durante el último traslado, me pasó algo gracioso
que (por no tener nada que hacer, ya que estoy de vigilancia nocturna)
quiero contarte. Los pueblecillos de la estepa no podían acoger a todas las
tropas situadas allí y, por eso, resultaba muy difícil encontrar una casa
para pasar la noche que no estuviera ‘hasta arriba’ de soldados. Pues
nosotros estábamos deambulando por el pueblo y, tras largas búsquedas
sin resultado, topamos con una casa en la que estaba escrito: “No entrar,
¡Tifus!”. Después de informarnos entre los vecinos, supimos que en esta
casa no había nadie enfermo, sino que su dueña, esposa de un hombre
que estuvo de policía con los alemanes, no quería dejar entrar a los
soldados. Tras una breve deliberación, cogimos una camilla en la que me
acosté fingiendo estar enfermo, mientras que los otros tres me
transportaban. Llamamos a la puerta.
— No se puede entrar, ¡aquí hay tifus!
16 Evguenii Oneguin, Capítulo VII, LV: “Хоть поздно, а вступленье есть”. La traducción al español
de estos versos procede de la edición de Eugenio Oneguin, Madrid, Cátedra, 2000, pág. 483
(traducción de Mijail Chílikov) [NT].
17 Junto a la costa norte del Mar Negro, el Janato de Crimea fue el Estado de los tártaros de Crimea
desde 1441 hasta 1783, año en que pasó a depender del Imperio Ruso. Desde 1921 formó parte de
la Unión Soviética. Entre 1941 y la primavera de 1944 (por las fechas en que I. Lotman escribe la
carta), Crimea es ocupada por el ejército alemán. En la actualidad, Crimea es una república
autónoma dentro de Ucrania.
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 65
8. II. 44
¡Hola, Lida!
He recibido tu carta con las vistas del Kremlin de Kazán 18 y te lo
agradezco mucho. Si supieras lo que significan para mí tus cartas, me
escribirías más (por supuesto, no lo tomes como un reproche, sé que
estás muy ocupada). El aprendiz de Rembrandt, autor del cuadro Cristo
ante Caifás (la tengo delante de mis ojos ahora mismo), se llamaba
Honthorst. Hace poco leí La decadencia de Occidente, de Spengler. Si nos
olvidamos de la ‘vaina ideológica’ y de las ideas prusianas de Nietzsche,
allí hay algo interesante. La conclusión que se puede extraer es que la fase
que haya alcanzado el pensamiento humano en el proceso de su
desarrollo, de manera inconsciente para todos los hombres, penetra en
todas las esferas de su vida. Si entre Einstein y Euclides sólo existe una
conexión genética, entre el mismo Einstein y, pongamos, Rodin o Blok,
existe un nexo mucho más profundo, aunque inconsciente. Sin embargo,
Spengler le da la vuelta a todo el asunto de tal manera que, al espíritu
honestamente materialista, le resulta incluso raro leerlo. Además, resulta
indignante ver cómo Spengler procede con los hechos. Pese a que lo
disfraza con una brillante exposición, parece que lo que pretende es
engañar al lector a conciencia, distrayéndolo con toda clase de paradojas.
Mis estudios de francés siguen su cauce. He leído Le roi s’amuse y
aprendí de memoria dos estrepitosos y pomposos monólogos de
Triboulet. La verdad es que Hugo, especialmente sus dramas, no me
gusta nada. Otra cosa es El declive, de Goncharov; la lectura de este libro
puede depararte muchos placeres. La prosa de Goncharov se caracteriza
por una especial sinceridad. Hace poco también leí dos novelas de
Kellermann, El túnel y La ciudad de Anatol. El túnel es una porquería y La
ciudad de Anatol, un libro bastante presentable. Me aconsejas que lea a
Makarenko, pero yo leo todo en general, lo que caiga en mis manos. Sólo
que ‘cae’ poco.
Bueno, parece que ya me estoy excediendo.
Tu Iuri.
19En 1925, Bulgákov publica su primera novela, La guardia blanca. Con base en esta novela, escribe,
un poco después, la pieza teatral Los días de los Turbin, estrenada en 1926. Se puede leer en versión
española: M. Bulgákov. Los días de los Turbin. Madrid, ADE (Serie literatura dramática, 59), 2002,
236 páginas (edición de Jorge Saura; traducción de Bibisharifa Jakinziánova y Jorge Saura).
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 67
22 Mishen’ka (Mijaíl; Mihhail, en estonio) y Grishka (Grigori) son, junto con Aleksei, los tres hijos
de I. Lotman y Z. Mints.
23 Cita del poema de Pushkin «Recuerdos en Tsarskoye Selo» («Вопоминания в Царском Селе»),
1829 [NT].
24 Policía política secreta, creada después de la sublevación de los decembristas, en 1826, por
Nicolás I.
25 «“Краткие наставления русским рыцарям”. М. А. Дмитриева-Мамонова: (Неизвестный
Este artículo es muestra del estilo científico del joven filólogo: su intento
de reconstruir la vida de una determinada época en toda su amplitud espiritual, de
comprender los mecanismos más sutiles de las confrontaciones ideológicas que
sirven de medio de formación y que se convierten en factores de desarrollo de las
estructuras conceptuales y de los sistemas ideológicos. La combinación de estos
planos generales de la investigación histórica con el interés hacia el hombre, la
personalidad de cada partícipe del proceso literario, la idea de que tanto la
literatura como la ideología es ‘tierra de hombres’, se ponen de manifiesto ya en
este trabajo, aunque se hacen especialmente patentes en los posteriores estudios de
Iuri Mijáilovich. Entre ellos están «Andrei Kaisarov y la lucha socio-literaria de su
tiempo» (1958; este artículo está dedicado a la memoria de Nikolai Ivanovich
Mordovchenko) 27 , «Matvei Aleksandrovich Dmitriev-Mamonov, poeta, publicista
y político» (1959) 28 , y muchos otros trabajos que suman una lista larga encabezada
por dos libros, populares por su forma y profundamente científicos en su
contenido: Alexandr Sergeyevich Pushkin. Biografía del escritor (1981, 2ª ed. en 1983) 29 y
La creación de Karamzin (1987) 30 .
¿Acaso hace falta recordar que el ambiente social y político de aquellos
años del comienzo de la carrera científica de I. M. Lotman, fueron poco favorables
para el desarrollo de la ciencia?
Cuando, en una etapa tardía de su carrera científica (reconocido en contra
de su voluntad por sus obstinados enemigos y muy querido por sus alumnos, sus
compañeros, los numerosos lectores y oyentes), I. M. animaba a los más jóvenes,
diciéndoles que las dificultades que nos oprimen son igualmente necesarias para
nosotros, por supuesto, se fundamentaba en su propia experiencia de la superación
de lo trágico y —aún más importante— de lo ‘ilógico’ de nuestra realidad. Decía:
Sergueevich Kaisarov i literaturno-obshchestvennaia bor’ba ego vremeni»] Учен. зап. Тарт. гоc. ун-
та. [Uchen. zap. Tart. gos. un-ta.], 63 (1958), 192 páginas. A. S. Kaisarov (1782-1813), publicista,
poeta, historiador, filólogo ruso, fue profesor de la Universidad de Tartu (entonces, 1811, llamada
Derpt).
28 «Матвей Александрович Дмитриев-Мамонов — поэт, публицист и общественный
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
70 L. M. LOTMAN
“No existiría nuestro mundo terrible, pero es el único en que podemos vivir. Por
muy paradójico que parezca, su lado terrible mantiene el mecanismo de nuestra
felicidad. Precisamos la incomprensión de la misma manera que la comprensión.
Necesitamos lo ajeno al igual que lo nuestro. Precisamos aquello que nos hace falta
y aquello de lo que podemos prescindir y que prescinde de nosotros. Necesitamos
estar en una continua tensión, participar del proceso de conversión de lo
ininteligible en lo comprensible, de lo genial en lo insignificante… En general, el
estudio de la historia no va con los que están mal de los nervios. Para un
historiador serio es una profesión sumamente triste, o al menos, tensa y tortuosa.
Al mismo tiempo, en ello habita nuestra esperanza. Miren, allí donde no hay
peligro, tampoco hay esperanza. Donde no hay tragedia, no hay felicidad”.
Éste es el optimismo amargo del triunfador, de aquel que sabe que “la
victoria entraña el máximo peligro” y que dijo sobre sí mismo en el atardecer de
sus días: “Como hombre corriente, soy optimista por naturaleza, pero como
historiador relativamente bien informado, me enfrento con demasiada frecuencia a
la necesidad de restringirme en esta tendencia”.
Recién llegado de Potsdam, después de la desmovilización, Iuri no estaba
bien ‘informado’ como filósofo, ni como historiador, ni tampoco como hombre
que tenía que incorporarse a la vida de la sociedad de postguerra. Me vi obligada a
ponerle al corriente. Cuando le mencioné que la campaña antisemita estaba
cobrando fuerza, se sorprendió mucho: no tuvo ocasión de observarlo en el
ejército durante ni después de la guerra. Iura comprendió esta nueva realidad como
el ámbito de acción.
Hubo muchos episodios que debieron de causarle una impresión
deprimente. Así, en Ленинградская правда [Leningradskaia Pravda, La verdad de
Leningrado], apareció un artículo sobre Propp en el que de este extraordinario
científico se hablaba en un tono burlón y la palabra ‘professor’ [catedrático] se
escribía entre comillas. Un funcionario que llevaba a cabo una ‘revisión’ en la
universidad, preguntó al doctorando I. D. Levin, gravemente herido en la guerra, si
sus heridas –causadas por fragmentos de explosivos— habían sido provocadas por
él mismo. Desde la tribuna de la Casa de Pushkin, un viejo burócrata de la ciencia,
instruía en el patriotismo no sólo a mí, sino también al coautor de mi artículo, A.
M. Kukulevich, que perdió la vida en la guerra. El hecho de que, entre otras
fuentes de la balada de Pushkin, nombráramos un cuento de los hermanos Grimm,
fue interpretado como un crimen político. Todo un río de artículos acusatorios fue
vertido sobre Boris M. Eijenbaum. Uno de los donosos de la Casa de Pushkin, que
también fue ‘apaleado’, dijo que un joven filólogo moscovita (que más tarde
destacaría por su donaire), que perseguía a Boris Mijáilovich en la prensa, recibiría
el título de miembro correspondiente «A por Eijenbaum». Un conocido científico,
N. K. P., profesor que odiaba desde hace mucho tiempo a Grigori A. Gukovski, se
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 71
artículos sobre historia de las literaturas rusa y europea, poética, estilística, teoría de la traducción,
conocedor a fondo de las relaciones literarias ruso-franceses y de la obra de Pushkin.
Entretextos 10
RECUERDOS DE MI HERMANO I. M. LOTMAN. AÑOS DE INFANCIA Y JUVENTUD 73
donde fuera a buscar trabajo, después del examen del quinto punto 32 del
currículum, todas las vacantes desaparecían, Iura escribió a veinte instituciones de
diferentes ciudades del país. Las respuestas nunca llegaban o no eran consoladoras.
En la memoria de Iura quedó grabada para toda su vida la arrogante y arisca
respuesta de K., una mujer de talento y conocida por su carácter independiente,
que ocupaba un cargo directivo en uno de los célebres museos literarios.
Un día, como en un cuento de hadas, por pura casualidad (no en vano,
luego, Iura se interesaría por el papel de la casualidad en la historia), le dijeron que
en el Instituto de Profesores de Tartu había una plaza vacante de profesor de
literatura rusa. La compañera de clase que se lo había comentado, le dio también el
teléfono del director. Iura le llamó de inmediato, le dictó todos sus datos y
respondiendo a la pregunta sobre el quinto punto, deletreó la respuesta. Entonces,
para su sorpresa, escuchó: “¡Le esperamos!”. Iura se marchó a Tartu, como dijo
Krilov, “agarrando su gorro y su cinto” 33 . Al principio, vivió allí en la enfermería
de la residencia universitaria. Andaba sin gabardina, bajo la lluvia, sólo temiendo
estropear su traje. Escribió a sus hermanas para que le compraran una gabardina, si
era posible una buena, pues “aquí todos se visten bien”. Más tarde lo anuló, ya que
las lluvias habían cesado. Sus clases tuvieron éxito desde el principio y él se sentía
animado. Sólo le hicieron falta unos meses para aprobar los exámenes del
doctorado y dar forma a su tesis de candidato, A. N. Radishchev en su lucha con los
puntos de vista sociopolíticos y la estética nobiliaria de N. M. Karamzin 34 , leída en la
universidad de Leningrado. Aquel doctorado del que le habían apartado tan
rotundamente, le resultó innecesario… Después, trabajando en el Instituto de
Profesores de Tartu y luego en la Universidad de Tartu, se las ingenió para
preparar su fundamental tesis doctoral en base a los materiales recopilados entre
los archivos de Leningrado, Moscú y Tartu. La tesis, Los caminos del desarrollo de la
literatura rusa del periodo pre-decembrista 35 , pone de manifiesto un rasgo típico de
Dem’ian invita a comer sopa de pescado a su vecino, pero insiste tanto en que éste coma y coma
más, que al pobre sólo le queda salir huyendo, agarrando su gorro y su cinturón (kushak). Kushak
podía ser una simple cuerda atada alrededor de la cintura, pero, según la costumbre popular, aquel
cinto era imprescindible para protegerse del diablo y otras fuerzas del mal [NT].
34 Un resumen de su tesis de candidatura al doctorado en Filología se publicó en Tartu: A. H.
русской литературы преддекабристского периода. [Puti razvitiia russkoi literatury preddekabristskogo perioda].
Leningrado, 1961, 31 páginas. Como oponentes en el tribunal que juzga su investigación participan
el académico V. Zhirmunski y los profesores A. Predtetshenski y G. Makogonenko.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
74 L. M. LOTMAN
Entretextos 10
INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS1
IURI M. LOTMAN
BORIS A. USPENSKI
1 Título original: «Introduzione». Escrito en 1973 para el volumen Ricerche semiotiche: Nuove tendenze delle
scienze umane nell’URSS (J. M. Lotman y B. A. Uspenskij, eds.; edición italiana de Clara Strada
Janovič), Turín, Einaudi (Nuova biblioteca scientifica Einaudi, 43), 1973, páginas XI-XXVII.
Traducción del ruso al italiano de Clara Strada Janovič. Reeditado con el título «Ricerche
semiotiche», en J. M. Lotman, Tesi per una semiotica delle culture (edición de F. Sedda), Roma, Meltemi,
2006, páginas 71-93. Traducción del italiano al español de Mirko Lampis. Se publica por primera
vez en español en Entretextos. Se han corregido y completado las notas bibliográficas citadas en la
edición italiana.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
76 I. M. LOTMAN — B. A. USPENSKI
idea general de la ciencia, pero con signo contrario: por decirlo así, cuanto más
inverosímil es algo, más plausible resulta, es decir, posible y cercano a la ciencia.
Este hecho queda bien ilustrado por el ejemplo de la literatura de ciencia-ficción.
En el siglo XIX, la literatura de ciencia-ficción, al describir nuevos
descubrimientos imaginarios, los sometía a las ideas que ya existían en la ciencia.
La ciencia-ficción actual, en cambio, se constituye a partir del principio contrario:
estar lo más lejos posible de las actuales ideas científicas, ya que cuanto menos se
parece a lo que hoy sabemos, tanto más se parece a la ciencia del futuro. Se
comprende fácilmente que este hecho refleja no tanto las leyes reales del desarrollo
científico, sino la idea que de la ciencia tiene la conciencia colectiva.
El mecanismo de la ciencia se ha vuelto más complicado. Se ha escapado
irreparablemente del control del lector común. Verificar la exactitud de las tesis de
la física contemporánea, la verdad de ideas científicas paradójicas y divergentes de
la experiencia diaria, es una hazaña que el lector ya no puede llevar a cabo. Y no es
todo: verificar lo que para los demás ya ha llegado a ser materia de fe significaría
crearse una fama de persona obsoleta, esto es, no científica. Para el lector común
estar al corriente de la ciencia significa no asombrarse y creer. Las palabras de
Tertuliano “Credo quia absurdum”, que tradicionalmente se consideraban como la
fórmula del pensamiento opuesto al pensamiento científico, hoy se podrían poner
como epígrafe en cada revista de divulgación científica o en cada novela de ciencia-
ficción.
Y es precisamente por esta razón que florece copiosamente la divulgación
científica y se multiplican las revistas y los libros en donde la ciencia se mitologiza:
por un lado, de todos los conocimientos científicos se extraen los más
‘sorprendentes’, y, por otro, no se da la posibilidad de verificarlos. El lector
común, que ayer aún no había escuchado la palabra ‘semiótica’ y la había recibido
con desconfianza y hasta irritación, ahora ya la ha convertido en un mito científico.
Sin embargo, el punto de vista semiótico es orgánicamente intrínseco a la
conciencia humana y en este sentido constituye un fenómeno no sólo viejo, sino
también conocido por todos. Si todas las ideas científicas, desde el punto de vista
de la conciencia ingenua e inexperta, se pueden dividir en dos grupos —aquél del
que se dice “Nunca lo habría pensado”, y el otro que causa la reacción “Ya lo
sabía”—, la semiótica pertenece más bien al segundo grupo de ideas.
El punto de vista semiótico, implícitamente, siempre se presenta en las
acciones y en la conciencia del hombre. La peculiaridad de la ciencia es la de
proceder a analizar lo que nunca había sido analizado precisamente porque parecía
simple y evidente. Bajo este aspecto la semiótica está unida a la ciencia del siglo
XX, que aspira no tanto a conocer algo nuevo con respecto al contenido, sino más
bien a ampliar el propio conocimiento del conocimiento.
Entretextos 10
INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS 77
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
78 I. M. LOTMAN — B. A. USPENSKI
2A. S. Pushkin. Полное собрание сочинений [Polnoe sobranie sochinenii]. T. XIII. Moscú-Leningrado,
Akademiia Nauka SSSR, 1937, pág. 278.
Entretextos 10
INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS 79
3 Una de las mayores obras literarias populares rusas de carácter religioso. El título, que literalmente
significa ‘libro de la paloma’ (con referencia al Espíritu Santo), deriva —a través de un proceso de
reinterpretación semántica basado en una asonancia fónica— de un originario Glubinnaia kniga, esto
es, ‘libro profundo’ [Nota de la traductora del ruso al italiano].
4 Světla Mathauserová. «Umělá poezie v Rusku 17. stoleti». Acta Universitatis Carolinae. Philologica, 1-3
астрономии и приборостроению, 1744-1765 гг. [Trudy po fizike, astronomii i priborostroeniiu, 1744-1765 gg.].
Moscú-Leningrado, Izdatel’stvo Akademii nauk SSSR, 1955, pág. 375.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
80 I. M. LOTMAN — B. A. USPENSKI
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
82 I. M. LOTMAN — B. A. USPENSKI
Entretextos 10
INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS 83
6 V. Erlich. Russian Formalism. History, Doctrine. La Haya, Mouton, 1955 (1965, 2ª ed. revisada).
[Traducción española, El formalismo ruso: Historia-doctrina. Barcelona, Seix Barral (Biblioteca Breve.
Ciencias Humanas, 374), 1974, 450 páginas (traducción de Jem Cabanes). NE]
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
84 I. M. LOTMAN — B. A. USPENSKI
‘ejemplar’, como un sistema natural en los que se reflejan los demás (y sobre cuya
base se vuelven posibles los diferentes tipos de re-codificación), a la vez que los
distintos sistemas parciales de signos a menudo actúan como secundarios con
respecto al sistema de la actividad lingüística, constituyendo unos fenómenos
construidos sobre ella. (De aquí que en la tradición semiótica rusa para designar
todo el ámbito de los sistemas sígnicos construidos sobre la lengua natural se
emplea la fórmula de ‘sistema secundario de modelización’, a la vez que la lengua
natural se considera como el sistema primario de modelización).
Recientemente, este modo de ver ha sido formulado con gran precisión
por Ivanov 7 :
“Desde el punto de vista de las modernas ideas cibernéticas se
puede considerar al hombre como un dispositivo que lleva a cabo
operaciones sobre los distintos sistemas y textos sígnicos, mientras el
programa para estas operaciones se da en el hombre (y en parte se elabora
en él mismo) bajo forma de signos. El problema ‘hombres o animales’
(esto es, la cuestión de la diferencia entre el comportamiento e intelecto
humano y las análogas formas de comportamiento de los animales) y el
problema ‘¿son los hombres como máquinas?’ (esto es, la cuestión de las
semejanzas y diferencias entre el cerebro y la máquina) resultan
estrechamente vinculados con la cuestión de la peculiaridad de los
sistemas sígnicos elaborados y empleados por la humanidad. A diferencia
de los animales, cuyos medios de señalación son harto limitados, el
hombre utiliza una red ramificada y cada vez más compleja de sistemas de
signos que crece con el desarrollo de la humanidad (en la filogenia). A
diferencia de las máquinas actuales, para cuyo funcionamiento se emplean
lenguas artificiales que se refieren a una esfera objetual rigurosamente
fijada y extremamente simplificada, el hombre posee no sólo tales lenguas
formalizadas, sino también las lenguas naturales, además de otros
sistemas sígnicos que se construyen sobre ellas y que se diferencian de las
lenguas lógicas en una serie de propiedades esenciales. Gracias a estas
propiedades, las lenguas naturales pueden emplearse en calidad de
modelo de todo el mundo que rodea al hombre, y por tanto también para
la descripción de fenómenos que todavía no han tenido alguna
explicación científica. De tal modo, desde el punto de vista semiótico, el
problema arriba mencionado se reduce a la explicación de las diferencias
y semejanzas entre las lenguas extremamente formalizadas (que surgen
tan sólo en una fase muy tardía del desarrollo del lenguaje y del
conocimiento humano), por un lado, y sistemas sígnicos complejos como
las lenguas naturales, los sistemas sígnicos estéticos del arte, etc.”
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
86 I. M. LOTMAN — B. A. USPENSKI
al signo dado), el significado como relación entre los distintos participantes del
proceso comunicativo, etc.
(...) las investigaciones llevadas a cabo sobre problemas sígnicos
específicos, por más concreto que sea el fin que persiguen, están orientadas hacia
las perspectivas generales de la construcción de una teoría sintética de la cultura.
La manera de considerar la cultura humana como una jerarquía compleja de
lenguajes, pues, debe unificar desde la perspectiva del fin científico las distintas
experiencias concretas. Además, los estudiosos de este ámbito de problemas no
están interesados en la teoría abstracta de la cultura (la experiencia científica ha
demostrado que semejantes construcciones, por más prometedoras que sean, no
tienen una duración demasiado larga), sino en la investigación que se ocupa de
textos realmente pertenecientes a la historia del pensamiento humano. (...)
Los sistemas de gran complejidad que constituyen el objeto de las ciencias
humanas —historia, arte, la vida del hombre como unidad de procesos biológicos
y sociales— se caracterizan por el dinamismo, la fluidez y la contradictoriedad de
su organización interna. Es precisamente en este aspecto del objeto estudiado en
lo que, por lo general, hacen hincapié los adversarios de los métodos semiótico-
estructurales, hablando de su inaplicabilidad a los objetos de las ciencias humanas.
En efecto, el problema de la antinomia de lo sincrónico y lo diacrónico, lo estático
y lo dinámico, lo discreto y lo continuo, está en el centro de las discusiones que
actualmente se llevan a cabo entorno a la posibilidad de aplicar los métodos de las
ciencias exactas a las ciencias humanas.
Si se prescinde de las personas poco competentes que participan en la
polémica (y su número, en ambos bandos, no es nada exiguo), las objeciones más
serias proceden del campo de los teóricos vinculados a la tradición de la filosofía
clásica alemana (en particular de Hegel) y de la ciencia académica, la cual ha
formado su propia noción de historicismo bajo la influencia de dicha filosofía. Un
significado análogo ya tenía en los años veinte la crítica de Zhirmunski y Bajtín a la
poética de la Opoiaz 8 . Muy interesante resulta la insatisfacción por el formalismo
(esto es, la ‘escuela formal’ de los estudios literarios) que expresó Boris Pasternak,
8 Cfr. V. Zhirmunskii, Вопросы теории литературы [Voprosy teorii literatury], Leningrado, 1928, págs.
154-174, 337-356; P. Medvedev, Формальный метод в литературоведении [Formal’nyi metod v
literaturovedenii], Leningrado, 1928 [Traducción española, El método formal en los estudios literarios :
introducción crítica a una poética sociológica, Madrid, Alianza (Alianza Universidad, 788), 1994, 265
páginas (escrito por Mijaíl Bajtin bajo la firma de Pavel N. Medvedev; prólogo de Amalia Rodríguez
Monroy; versión española de Tatiana Bubnova). NE]; V. N. Voloshinov, Марксизм и философия
языка [Marksizm i filosofiia iazyka], Leningrado, 1929 [Traducción española, El marxismo y la filosofía
del lenguaje (los principales problemas del método sociológico en la ciencia del lenguaje), Madrid, Alianza (Alianza
Universidad, 740), 1992, 209 páginas (versión española de Tatiana Bubnova; prólogo de Iris M.
Zavala). NE]. Los libros de Medvedev y Voloshinov, escritos bajo la directa influencia de Bajtín,
reflejan sus ideas.
Entretextos 10
INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS 87
Entretextos 10
INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS 89
tan sólo describiendo del modo más completo posible la multiplicidad de sus
estructuras de código, en cuyo campo semántico funciona un texto dado, y el
‘juego’ semántico que surge de su intersección.
De lo dicho se deriva que quien quiere incluir en el campo de los métodos
semiótico-estructurales el amplio círculo de los distintos textos activos en el
ámbito de la cultura humana, no es nada propenso a nivelar las diferencias entre
sistemas con diferente grado de complejidad, ni a subestimar las dificultades a las
que los investigadores tendrán que enfrentarse por este camino. Estas dificultades
crecerán legítimamente conforme se pase de las estructuras simples (era inevitable,
heurísticamente, que se empezara precisamente por su estudio) a las más
complejas. Sin embargo, se puede creer que las investigaciones llevadas a cabo en
esta dirección conllevarán en el futuro determinados resultados científicos.
El gran interés social hacia la semiótica y sus aplicaciones en la esfera de las
ciencias humanas depende del deseo que el lector no especialista tenga de hacerse
una idea de la sustancia científica de esta nueva disciplina. Sin embargo, como se
escribió al comienzo de este artículo, la literatura divulgativa no puede dar una idea
de la ciencia, pues la transforma en mito. Para penetrar la sustancia de la ciencia es
preciso conocer no sus resultados, sino sus dificultades, no las conquistas, sino los
métodos. Nuestro volumen se construye precisamente así. Los autores, al dar a
conocer a los lectores los resultados alcanzados por la semiótica rusa aplicada a las
ciencias humanas, han concentrado su atención en los problemas, y no en las
conclusiones de la ciencia. Pero, precisamente por ello, según nuestras esperanzas,
el conocimiento de los materiales del presente volumen puede ser interesante no
sólo para los especialistas, que estudian los problemas tratados en los distintos
trabajos aquí propuestos, sino también para un amplio círculo de lectores que
deseen tener una idea de los temas sobre los que trabajamos nosotros, los
especialistas rusos de semiótica aplicada a las ciencias humanas.
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN1
BORIS EGOROV
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 93
lista) y, de acuerdo con el número de páginas del artículo de Lotman (véase la nota siguiente), la
denominación en español que más se le aproximaría es la de ‘cuadernillo’ (es decir, un total
aproximado de 15 pliegos o 60 cuartillas).
4 «Из истории литературно-общественной борьбы 80-х годов XVIII века: А. Н. Радищев и А.
5Esa era la denominación que recibía ese centro de formación de profesores en 1950, cuando llega
Lotman a Tartu. En 1954 pasó a denominarse Colegio Pedagógico de Tartu y hoy es la Facultad de
Educación de la Universidad de Tartu. En ese lugar trabaja desde 1950 hasta 1956: entre 1952 y
1954 como ‘Docente’ y jefe del departamento de literatura rusa, de 1954 a 1956 como profesor
contratado. Allí imparte cursos de folklore, teoría literaria e historia de la literatura rusa hasta el
periodo soviético.
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 95
6 «Радищев и Мабли» [«Radishchev i Mabli»]. VIII век [XVIII vek], vol 3., Moscú/Leningrado, 1958,
págs. 276-308.
7 «Neue Materialien über die Anfänge der Beschäftigung mit Schiller in der russischen Literatur».
Wissenschaftliche Zeitschrift der Ernst Moritz Arndt-Universität Greifswald 8 (1958-1959), págs. 419–434.
8 «Руссо и русская культура XVIII века». [«Russo i russkaia kul’tura XVIII veka»] Эпоха Просвещения:
комиссии, 1977 [Vremennik Pushkinskoi komissii, 1977], Leningrado, Nauka, 1980, págs. 88-91.
10 «Эволюция мировоззрения Карамзина (1789–1803)» [«Evoliutsiia mirovozzreniia Karamzina
(1789-1803)»]. Учен. зап. Тарт. гос. ун-та. 51 (Труды историко-филологического факультета.) [Uchen.
zap. Tart. gos. un-ta. 51 (Trudy istoriko-filologuicheskogo fakulteta)], Tartu, 1957, págs. 122-126.
11 Nikolai Karamzin. Письма русского путешественника [Pis’ma russkogo puteshestvennika] (Artículo
introductorio, preparación del texto, notas, adiciones y apéndice de I. M. Lotman, con Nonna A.
Marchenko y Boris A. Uspenski), Leningrado, Nauka, 1984, 717 páginas.
12 Сотворение Карамзина [Sotvorenie Karamzina]. Moscú, Kniga, 1987, 336 páginas.
13 «“О древней и новой России в ее политическом и гражданском отношениях” Карамзина
— памятник русской публицистики начала XIX века» [«“O drevnei i novoi Rossii v ee
politicheskom i grazhdanskom otnosheniaj” Karamzina — pamjatnik russkoj publicistiki nachala
XIX veka»]. Литературная учеба [Literaturnaia ucheba] 4 (1988), págs. 88-95.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
96 B. F. EGOROV
15 Aunque las denominaciones de departamentos y cátedras varían a lo largo de los años, Lotman
16 Aleksandr Semenovich Shishkov (1754-1841), Беседы любителей русского слова [Besedy liubitelei
russkogo slova, Conversaciones de los amantes de la palabra rusa] (1811). Poeta, traductor, lingüista, el
conjunto de su obra puede ser concebida como una defensa de la cultura rusa frente a la influencia
extranjera.
17 La sociedad literaria Arzamas, fundada por Vasili A. Zhukovski (1783-1852) hacia 1815,
Учен. зап. Тарт. гос. ун-та. (Труды по русской и славянской филологии 3) [Uchen. zap. Tart. gos. un-ta.
(Trudy po russkoi i slavianskoi filologuii 3)] 98 (1960), págs. 3-23.
19 La presente edición prácticamente abarca la totalidad de trabajos de I. M. Lotman dedicados a
Pushkin, desde sus libros más fundamentales hasta las notas breves, reseñas y comunicaciones
[NBE]. [Recordemos que este artículo de B. Egorov se publica como prólogo a la recopilación de
trabajos de I. Lotman sobre Pushkin. El trabajo de Lotman al que alude Egorov es: «К эволюции
построения характеров в романе Евгении Онегин» [«K evoliutsii postroeniia jarakterov v romane
Evguenii Oneguin»] Пушкин: Исследования и материалы [Pushkin: Issledovaniia i materialy], t. 3,
Moscú/Leningrado, 1960, págs. 131-173.]
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 99
сборник [Pushkinskii sbornik], Pskov, 1962, págs. 3-20. Existe traducción al italiano: «La struttura
intellettuale della Figlia del capitano». En: Da Rousseau a Tolstoj. Saggi sulla cultura russa, Bolonia, Il
Mulino, 1984, págs. 229-250 (edición de C. Strada Janovič).
22 Роман в стихах Пушкина “Евгений Онегин”: Спецкурс: Вводные лекции в изучение текста [Roman v
stijaj Pushkina “Evguenii Oneguin”: Spetskurs: Vvodnye lektsii v izuchenie teksta]. Tartu, Universidad
Estatal de Tartu, 1975, 109 páginas. Existe traducción al italiano: Il testo e la Storia. L’Evguenij
Ogenin di Puškin, Bolonia, Il Mulino, 1985, 175 páginas (edición de C. Strada Janovič).
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
100 B. F. EGOROV
Pushkin Evguenii Oneguin: Comentarios: Material para el profesor (1980; 2ª ed., 1983) 23 ,
Alexandr Sergeevich Pushkin. Biografía: Materiales para el alumno. (1981; 2º tiraje, 1982;
2ª ed., 1983) 24 . Publicado por la Universidad de Tartu, el primero salió con una
tirada de tan sólo 500 ejemplares, pero los dos siguientes, publicados por la
editorial «Prosveshcheniye» de Leningrado, salieron a la venta en cantidades
insólitas: la biografía de un millón y el comentario de 550 mil ejemplares.
El primer libro (casi un folleto) ofrece una sinopsis de los más importantes
principios artísticos de Pushkin, desde el punto de vista del investigador,
plasmados en su gran novela en verso. De acuerdo con el método literario de
Lotman, Evguenii Oneguin es considerada una obra llena de contradicciones
intencionadas e inconscientes: desde los detalles de la vida cotidiana (por ejemplo,
en el tercer capítulo se dice que la carta de Tatiana está en poder del autor de la
novela, mientras que en el octavo se afirma que la tiene Oneguin) hasta los más
fundamentales rasgos de la estructura (la novela posee un carácter fragmentario y
unitario al mismo tiempo, está acabada e inconclusa; la sencillez se consigue a
través de la complicación, lo típico se combina con lo casual). Asimismo, I. M.
procura mostrar el dinamismo, la evolución del argumento, de los personajes y
principios artísticos: por eso habla tanto del movimiento y de las pulsaciones, del
‘destello’ de diversos elementos, como si la obra que está delante de nosotros no
estuviera petrificada en la historia sino que fuera un ser vivo. Es así, el verdadero
arte nunca se detiene, se hace la vida misma e influye en la vida de la sociedad.
Especialmente importante para la comprensión de la novela de Pushkin
resulta el segundo libro, el comentario de Evguenii Oneguin. Cada generación vive en
el mundo de determinadas culturas —temporales, nacionales, sociales y
regionales—, creando sus propios valores espirituales, normas de conducta,
objetos de vida cotidiana, de los que pocos se perpetúan a través de los siglos, aún
más porque el cambiante contexto cultural puede interpretar y utilizarlos de
manera muy diferente, sin mencionar el hecho de que los hombres de toda época
tienden a atribuir su propia cultura espiritual y material a las generaciones
anteriores. De ahí que existan tantos anacronismos en las obras artísticas que
tratan del pasado, incluso del más reciente. (Un ejemplo de primera mano: recibí
una carta de un compañero de infancia que, siendo adolescente, se vio obligado a
trabajar en el ferrocarril de la región de Kursk durante la ocupación fascista de
1942. Pues en la memorable película de Aleksei German, Control en los caminos 25 , él
23 Роман А. С. Пушкина “Евгений Онегин”: Комментарий: Пособие для учителя [Roman A. S. Pushkina
“Evguenii Oneguin”: Kommentarii: Posobie dlia uchitelia], Leningrado, Prosveshchenie, 1980, 416 páginas.
24 Александр Сергеевич Пушкин: пособие для учащихся [Aleksandr Sergeevich Pushkin: posobie dlia
Segunda Guerra Mundial, en la que Aleksei German pone en cuestión la imagen del heroísmo sin
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 101
primer estado eslavo oriental, dirigido desde la ciudad de Kiev, ahora en Ucrania, desde
aproximadamente el año 880 hasta mediados del siglo XII.
27 Чин se puede entender como ‘categoría’ o ‘rango’, pero alude específicamente a la nueva
jerarquía que, en 1722, Pedro I creó y que plasmó en la llamada ‘Tabla de Rangos’, con el objeto de
privar a la aristocracia (los boyardos) de sus posiciones de privilegio. A partir de entonces, y hasta
1917, la posición jerárquica la determinaría el mérito y el servicio al Emperador.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
102 B. F. EGOROV
tomo especial (el 3º), el extraordinario comentario de Gustav Schpet de Los papeles
póstumos del Club Pickwick. Empero, este experimento cayó en el olvido y el
comentario lineal prácticamente se convirtió en la única variante posible para este
tipo de publicaciones. Por ejemplo, tal es la estructura del libro de Nikolai L.
Brodsky, Evguenii Oneguin. La novela de A. S. Pushkin. Material para los profesores de
secundaria 28 , que en su tiempo tuvo una impronta positiva, aguantó cinco
reediciones (1932-1964), pero que ahora resulta obsoleto en muchos sentidos.
De modo que la decisión de I. M. de acompañar el comentario lineal y de
vocabulario con ensayos generales sobre la vida de la época de Oneguin, tiene un
buen precedente histórico. No obstante, entre estos dos comentarios existen
profundas diferencias, originadas tanto por la disimilitud entre Evguenii Oneguin y
Club Pickwick como por la heterogeneidad de planteamientos de sus autores. El
comentario de Schpet es preferentemente histórico-social mientras que el
comentario de Lotman, aunque también incluye información sobre la vida
cotidiana de la época, tiene por objetivo la creación de una amplia perspectiva
histórico-cultural.
Cerca de cien páginas del libro de I. M. ocupa el «Ensayo sobre la vida
cotidiana de la época de Oneguin». En este apartado, sobre un amplio material
(por lo general nuevo, nunca antes utilizado para este fin) se exponen temas sobre
el patrimonio nobiliario, educación, empleo, educación de doncellas, planos e
interiores de las residencias de hidalgos, vida cotidiana de la capital y de la
provincia, diversiones, servicio postal, etc. Sin embargo, todo este material está
estrechamente relacionado con el mundo espiritual y las nociones morales e
ideológicas. Así, por ejemplo, el libro ofrece un estudio detallado de normas y
reglas del duelo ruso. El autor demuestra que sin comprender una serie de
aspectos sutiles y específicos de esta cuestión, todo el episodio del duelo se vuelve
oscuro o, aún peor, se interpreta erróneamente. La exposición de las normas del
duelo es incluida por el autor dentro del análisis general de las normas de conducta
del hombre del entorno de Oneguin, del complejo concepto de honradez. Sin
estos conocimientos, el lector no entendería ni el procedimiento, ni el significado
del duelo (un lector moderno a menudo tiende a ver en el duelo un simple
asesinato en lo que, paradójicamente, coincide con el punto de vista
gubernamental, desde Pedro I hasta Nikolai Petrovich). El autor también nos
dibuja la imagen cotidiana del baile como un rito cultural que organizaba la vida
nobiliaria de aquella época. El objetivo de este apartado del libro consiste en
introducir al lector en el mundo de los personajes pushkinianos, descubrirlo por
dentro. (Anotemos que el referido apartado sirvió de base para el libro más
28Евгений Онегин : роман А. С. Пушкина : пособие для учителя [Evguenii Oneguin: roman A. S. Pushkina:
posobie dla uchitelia], Moscú, Prosveshchenie, 1964, 414 páginas.
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 103
29 Беседы о русской культуре : быт и традиции русского дворянства (XVIII—начало XIX века) [Besedy o
russkoi kul’ture: byt i traditsii russkogo dvorianstva (XVIII—nachalo XIX veka)], San Petersburgo, Iskusstvo,
1994, 398 páginas. En 1986, I. Lotman había comenzado a grabar para la televisión estonia, Eesti
Televisioon, su curso Vestlusi vene kultuuriloost (Conversaciones sobre la cultura rusa), una serie de 35
capítulos, dividida en cinco ciclos temáticos, que, más tarde, han sido también emitidos en Rusia
repetidas veces. Completando el contenido de este curso televisivo, Lotman redacta una parte para
esa edición impresa que no se publicaría hasta después de su muerte.
30 Véase nota 3.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
104 B. F. EGOROV
hubiera sido interesante de por sí, puesto que revela la magnífica erudición del
autor, que sabe mucho más de lo que expone en el papel (y eso siempre se nota),
pero en los tiempos que corren es difícil sorprender sólo con la erudición. El valor
principal de la biografía lotmaniana de Pushkin, así como de su comentario de
Evguenii Oneguin, consiste en el análisis de hechos y en su sistematización.
Ante todo, el libro está impregnado de historicismo. Siguiendo una buena
tradición del siglo XVIII, I. M. prefiere utilizar letras mayúsculas para nombrar
conceptos especialmente importantes y preciados: Cultura, Historia, Hogar,
Libertad, Poder, etc. Imitando esta manera de Lotman se podría hablar del
predominio del Historicismo en el libro: la biografía pushkiniana está inscrita
dentro de la Historia rusa y europea, que, a su vez, había condicionado el
desarrollo de determinados principios filosóficos, morales y artísticos e influido en
los acontecimientos, destinos y caracteres… Es curioso que la introducción del
libro no esté dedicada a la exposición del método con el que el investigador se
propone a llevar a cabo su trabajo (anotaciones de tipo metodológico están
dispersas por diferentes capítulos), ni tampoco a la discusión con sus predecesores,
ni al relato sobre los antepasados de Pushkin, sino a un ensayo histórico sobre
Rusia y Europa de primer cuarto del siglo XIX, a la breve exposición de los
principales rasgos de la época, sobre todo del período de la Guerra Nacional de
1812 y del decembrismo. El historicismo impregna todo el texto del libro: se
percibe en la descripción de personas, eventos, del método romántico y de las
innovaciones realistas…
La concepción histórica del método hace posible la explicación de las
particularidades del comportamiento pushkiniano, al igual que de ciertos aspectos
específicos de algunas esferas enigmáticas de su vida y obra. Por ejemplo, I. M.
resuelve ingeniosamente la vieja disputa de los estudiosos de literatura sobre el
tema del ‘secreto’ y ‘no correspondido’ amor del poeta, aludido en versos y cartas
del período de su exilio sureño: en el libro se demuestra de manera convincente la
mistificación real y literaria que Pushkin llevó a cabo según los cánones
románticos.
Cuando en la Historia emerge una persona extraordinaria, no siempre entre
ellas se establece armonía; recordemos el impactante verso de Pushkin: “Y seré
eternamente querido por mi pueblo/ […] porque […] mi lira […] cantó a la
libertad en mi siglo de hierro” 31 . Uno de los temas mejor elaborados del libro es el
del Hogar en la vida y obra de Pushkin: ausencia del verdadero sentido de hogar
en la infancia, su sustituto en la hermandad liceísta, esfuerzos titánicos del hombre
adulto por crear su propio Hogar. Debido a que Pushkin llegó a constituir este
31A. Pushkin. Antología lírica. Madrid, Hiperión, 1999, pág. 211 (traducción de Eduardo Alonso
Luengo) [NT].
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 105
Hogar en una época bastante tardía de su vida, él, convencido historicista, también
admitió a conciencia el vínculo entre el Hogar y la Historia. Pero el ‘siglo cruel’ no
permaneció dentro del papel que le había conferido Pushkin en sus ideales —
quedarse en la entrada del Hogar—, sino que irrumpió con descaro dentro del
mismo, destruyó el Hogar y se llevó la vida del Poeta, que en solitario pretendía
defender su casa (unos años atrás, defendiendo —también en solitario— su honra
personal y la del Estado, murió Griboedov en un enfrentamiento con la
muchedumbre fanática).
Al mismo tiempo, no podemos olvidarnos de la otra idea predominante de
Lotman, que atraviesa todo el libro: el concepto de la intencionada edificación de
su propia vida [‘жизнестроительстве’, ‘zhiznestroitel’stve’] por parte de Pushkin.
“Vivir en una constante tensión de pasiones fue para Pushkin no tanto una cesión
a su temperamento, como un objetivo, un programa de vida formulado a
conciencia”; Pushkin creó “no sólo el arte insuperable de la palabra, sino también
el arte de vivir absolutamente irrepetible”; “Pushkin siempre había construido su
vida privada…”.
Esta idea ya fue objeto de discusión, sobre ella escribieron todos los
reseñadores: unos la aprobaban y otros la rebatían 32 . El autor de estas líneas
pertenece a los oponentes de dicha idea. Si I. M. se hubiera limitado al período
‘romántico’ de la vida y obra de Pushkin, no habría lugar para discusiones:
alteración de distintas máscaras de comportamiento, romantización de la vida,
ingenuas y duras ‘lecciones’ morales que da el poeta a su hermano Lev en una carta
de 1822, todo esto encaja bastante bien dentro del concepto de la intencionada
construcción de la vida, aunque aquí también puede haber excepciones.
En lo referente a otros períodos, y en general, a la esencia del carácter y
comportamiento pushkinianos, aquí I. M. resulta demasiado categórico. La verdad
es que él hace las correspondientes aclaraciones: “Sería incorrecto ver en la
‘construcción de la personalidad’ un proceso estrictamente racional: como en el
arte, el plan concebido aquí coexiste con hallazgos intuitivos y ocurrencias
momentáneas que corroboran la decisión. Todo eso junto constituye aquella
mezcla de lo consciente y lo inconsciente, que es propia de cualquier acto de
creación”. Sin embargo, tampoco aquí el autor del libro se desprende del ‘plan
concebido’, ‘construcción’ y ‘creación’ de la vida. Entre tanto, la biografía de cada
persona, incluida la de los genios, se compone de una multitud de casualidades que
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 107
caminos del arte de Pushkin estaban llenos de dramas. Al final de su vida, el poeta
se encontraba en complejas búsquedas de nuevas ideas y formas, de las que hablan
los poemas de 1836, la anterior enigmática novela corta Dubrovsky y los
manuscritos de las obras concebidas. I. M., muy certero, dijo a propósito del 1830:
“Pushkin se había adelantado tanto a su tiempo que a sus contemporáneos les
empezó a parecer que él se había quedado atrás”. Esto incrementaba el
dramatismo interno del poeta.
En lo que también contradice el libro el concepto de ‘construcción de vida’
es la atracción (perfectamente reflejada y analizada) que siente Pushkin por el
riesgo, por las situaciones que dan lugar a muestras de valentía (“Hay embriaguez
en la batalla” 33 ): “…en su conducta personal, Pushkin […] presentaba una
imperante necesidad de jugar con el destino, de irrumpir en la esfera de lo
predeterminado, de la osadía. Parece que la filosofía de la ‘resignación a la realidad’
en la conducta personal debería suscitar abnegación ante las leyes objetivas,
sumisión y obediencia. En el caso de Pushkin, esta filosofía le conducía a lo
opuesto: a las explosiones convulsivas de la desobediencia rebelde. Pushkin fue un
hombre valiente”. ¡Es así de verdad!
Las discusiones del autor del presente artículo, al igual que las de aquellos
que habían reseñado el referido libro anteriormente, con el concepto lotmaniano
de la consciente ‘construcción de vida’ no deben hacerle obviar al lector este
problema: primero, puede haber diferentes opiniones; y, segundo, incluso siendo
contrario a una idea descomunal, la percibes sobre el fondo de lo ya conocido, con
lo cual se despliega un panorama tridimensional, estereoscópico y que aclara
nuevos aspectos.
Sobre los extraordinarios méritos del libro de Lotman ya se ha escrito
mucho y antes de nuestro artículo. Destaquemos también la admirable delicadeza
con la que trata el autor el tema, especialmente complicado —teniendo en cuenta
los destinatarios del libro (estudiantes de colegios)—, de las mujeres en la vida de
Pushkin. Sobre todo a I. M. le han salido bien las páginas dedicadas a Anna P.
Kern y Natalia N. Goncharova-Pushkina.
El libro contiene una selección de acertadas características y observaciones
que también ya han sido destacadas por sus reseñadores. Asimismo, subrayemos la
idea que se desarrolla en el libro sobre los tres períodos en la elección de amistades
de Pushkin: desde el Liceo hasta Odessa incluido, prevalecen amigos mayores; en
Mijailovskoe, se acentúa su interés por la gente de su generación; en los años
treinta, aparecen amigos menores que él. Cabe destacar otra particularidad del
libro, señalada al mismo tiempo por dos reseñadores, A. I. Ar’ev (В мире книг [V
mire knig, En el mundo de libros] 1, 1983) e I. N. Chumakov (Русский язык и
33 A. Pushkin. Obras dramáticas. Madrid, Cátedra, 2004, pág. 265 (traducción de Mijaíl Chílikov)
[NT].
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
108 B. F. EGOROV
34 Анализ поэтического текста: Структура стиха [Analiz poeticheskogo teksta: Struktura stija]
Leningrado, Prosveshchenie, 1972, 270 páginas.
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 109
Летней школе по вторичным моделирующим системам, 19–29 авг. 1964 г. [Programma i tezisy dokladov v
Letnei shkole po vtorichnym modeliruiushchim sistemam, 19-29 avg. 1964 g.], Tartu, 1964, págs. 57-58.
37 О метаязыке типологических описаний культуры [O metaiazyke tipologuicheskij opisanii kul’tury]
[Preimpresión] Varsovia, 1968, 44 páginas. Existe traducción al italiano: «Il metalinguaggio delle
descrizioni tipologiche della cultura». En: J. Lotman y B. A. Uspenski, Tipologia della cultura (ed. R.
Faccani y M. Marzaduri, pref. R. Faccani), Milán, Bompiani, 1975 (19872, 19953), págs. 145-181.
38 Семиотика кино и проблемы киноэстетики [Semiotika kino i problemy kinoestetiki] Tallinn, Eesti
Raamat, 1973, 137 páginas. Existe traducción al español: Estética y semiótica del cine Barcelona,
Gustavo Gili (Punto y línea), 1979, 153 páginas (versión castellana del original ruso de José
Fernández Sánchez y revisión de Joaquim Romaguera i Ramió).
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
110 B. F. EGOROV
Vyp. 1: (Vvedenie, teoriia stija)]. Учен. зап. Тарт. гоc. ун-та. (Труды по знаковым системам 1) [Uchen. zap.
Entretextos 10
PERSONALIDAD Y CREACIÓN EN I. M. LOTMAN 111
1970) 41 — y en el antes mencionado Análisis del texto poético, el autor desarrolla sus
ideas y demuestra la productividad de las mismas en el análisis de las obras
concretas.
Los trabajos de Lotman son sorprendentemente variados, tanto por su
método como por los objetos de su investigación: no sólo se ha dedicado al
estudio de la literatura y del pensamiento sociopolítico, sino también a la historia,
la historia del periodismo, la culturología, la vida cotidiana, el teatro, el cine y la
pintura… En total, ha publicado más de 800 artículos y libros científicos y de
divulgación científica (entre estos también se cuentan reediciones y traducciones a
otras lenguas). Realmente, I. M. alcanzó el reconocimiento a nivel mundial: las
invitaciones de distintas universidades e institutos llegaban sin cesar, academias de
ciencias lo elegían su miembro… Liberado de prohibiciones y limitaciones, en los
últimos años de su vida I. M. viajó por casi todo el mundo occidental —desde
Italia hasta Venezuela—, ofreciendo conferencias e impartiendo clases en las
universidades. ¡Si todo eso hubiera ocurrido antes! Pues la intensa labor científica,
compaginada con un gran trabajo pedagógico, tuvieron que dejar huella en su
salud: en los últimos años de su vida, I. M. estuvo muy enfermo. Falleció en Tartu,
el 28 de octubre de 1993.
Atado a los hospitales, ciego, sin embargo, seguía trabajando hasta los
últimos días de su vida: sus alumnos le leían textos que precisaba y escribían
nuevos trabajos bajo su dictado. Precisamente así se creó el último libro de I. M,
Cultura y explosión (Moscú: Gnosis, 1992) 42 . Sintetizando sus antiguas ideas
predilectas, el autor se propuso desarrollar las teorías (que se habían apoderado de
su mente poco antes de la muerte) del físico y biólogo Ilya Prigogine sobre la
causalidad especial de algunos procesos casuales. El azar y la eventualidad siempre
han estado en el centro de atención de I. M. En este libro dichas categorías reciben
un tratamiento muy variado, siendo incluidas en un amplio contexto social e
histórico. Debido a que el libro fue dictado, prácticamente compilado por sus
ayudantes, el resultado fue algo impreciso y fragmentario, pero a pesar de todo es,
en cierto modo, el testamento científico de su autor.
Tart. gos. un-ta. (Trudy po znakovym sistemam 1) 160, 1964, 195 páginas. En español se ha publicado la
introducción del libro: «Lecciones de poética estructural (Introducción)». Se puede leer en:
Entretextos 3 (Mayo 2004), con traducción del ruso al español de Desiderio Navarro.
<http://www.ugr.es/~mcaceres/Entretextos/entre3/lecciones.htm>
41 Структура художественного текста [Struktura judozhestvennogo teksta]. Moscú, Iskusstvo, 1970, 384
páginas. Existe traducción al español: Estructura del texto artístico Madrid, Istmo (Fundamentos 58),
1978 (19822, 19883), 364 páginas (traducción de Victoriano Imbert).
42 Культура и взрыв [Kul’tura i vzryv], Moscú, Gnosis, 1992, 270 páginas. Existe traducción al
español: Cultura y explosión. Lo previsible y lo imprevisible en los procesos de cambio social. Barcelona, Gedisa,
238 páginas (traducción del italiano al español de D. Muschietti; prólogo de J. Lozano).
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
112 B. F. EGOROV
Entretextos 10
INVITADA
ESPECIAL
ACERCA DE IURI LOTMAN1
JULIA KRISTEVA
¿Cuándo cayó el Muro de Berlín? Por más que este acontecimiento nos
tomó por sorpresa en el otoño de 1989 —en verdad, nadie previó su rapidez o sus
consecuencias—, creo que las fisuras en el muro comenzaron a sentirse claramente
a principios de los años 60. Unos pocos estudiosos desconocidos —pensadores
que expresaban ideas perturbadoras en idiomas herméticos— se estaban
reagrupando, como una colonia de hormigas, para llevar a cabo labores
subversivas. Demasiado compleja para la ya naciente cultura de los media, su obra
era, desde luego, invisible desde París o Nueva York, pero los amos del Kremlin
no estaban ajenos a sus efectos socavadores.
Iuri Lotman era uno de esos estudiosos. Nacido el 28 de febrero de 1922
en Petrogrado, doctor en filología, profesor de la Universidad de Tartu, Estonia,
este ex-alumno de Vladímir Propp devino en 1964 el director de Trabajos sobre los
sistemas sígnicos, una revista publicada por la Universidad de Tartu. Establecido
como el primer estructuralista soviético con su libro Sobre la delimitación de los
conceptos lingüístico y filológico de estructura (1963), Lotman publicó sus Lecciones sobre
poética estructural en el primer número de Trabajos sobre los sistemas sígnicos (1964) y
continuó sus análisis en La estructura del texto artístico (1970) y Análisis del texto poético
(1972), antes de emprender el estudio del cine (1973) y, finalmente, en 1992,
abordar la cultura como un hecho específico en Cultura y explosión. En total,
produjo más de 550 textos.
Durante la extraña década de los 60, unos pocos previeron la ola del futuro
en las discretas y modestas investigaciones de Lotman. Todavía dolida de la guerra
de Argelia, Francia ya no podía ver la pertinencia de los tradicionales clichés
gastados que eran propagados en La Sorbona y se estaba cansando de las
generalidades metafísicas caras al existencialismo, que había sido renovado apenas
superficialmente por unos pocos toques de hegelo-marxismo. Ya los ‘samurai’ de
la generación estructuralista y postestructuralista estaban abordando paciente pero
apasionadamente los nuevos signos que emanaban de la cultura circundante —de
1 «On Yury Lotman». Publications of the Modern Language Association (PMLA) 109-3 (Mayo, 1994),
páginas 375-376. Traducción del inglés al español de Desiderio Navarro. Este texto se publica por
primera vez, en español, en Entretextos.
Entretextos 10
ACERCA DE IURI LOTMAN 115
sus mitos, sus escritos, sus imágenes. Para ellos, el intenso análisis propuesto por la
Escuela de Tartu y, muy en especialmente, por Lotman era un cómplice, si no un
precursor, en el deseo de abordar el significado —del que sabíamos era la materia
misma de los seres humanos— con una lucidez crítica que podía sacar a la luz lo
carente de sentido y presagiar los cataclismos.
En 1968 publiqué en Tel quel (nº 35) la primera traducción francesa (en
verdad, la primera occidental) de los semióticos de Tartu. Juntos, establecimos la
Asociación Internacional de Semiótica. Aunque Lotman no pudo salir de la Unión
Soviética para asistir al congreso fundador en Varsovia, devino vicepresidente de la
asociación en 1968. La persecución de Lotman vino poco después. Infinitamente
más protegidos, nosotros, en París, fuimos acusados solamente de esoterismo —¡y
de espiar para los Rojos! Obviamente, la estupidez se presenta en todos los
matices.
Aun así, los apparatchiks, tanto en la Derecha como en la Izquierda,
seguramente sentían algo subversivo en las cogitaciones de Lotman. Primero,
estaba su idea del texto como un ‘modelo reducido de la cultura’, no un fenómeno
filológico, sino la actividad compleja e interactiva que crea el significado: la
actividad semiótica. Esta idea desplazó el foco de atención del texto a su periferia,
sumergiendo al texto en la historia y la sociedad: el texto es engendrado no sólo
por el juego interno de elementos lingüísticos dentro de una estructura cerrada,
sino también por movimiento y documentos culturales. La estructura sincrónica
que leemos (por ejemplo, un texto particular de Shakespeare) es, pues, el producto
de una confrontación de textos con lenguajes anteriores y circundantes.
Engendrado por el diálogo cultural (nótese la influencia del Bajtín post-formalista),
el texto genera el significado del lenguaje —no a la inversa, como se podría pensar
fácilmente. Reaccionando contra un formalismo estrecho, Lotman ponía de relieve
los principios generales que se hallaban fuera de la obra y hacía de la obra la más
típica manifestación de los mismos.
Como resultado, el lenguaje del arte no podía ser estudiado mediante una
simple transposición de modelos lingüísticos, como Jakobson y ciertos
estructuralistas todavía insistían en hacer. Paralela a mi concepto de
intertextualidad, Lotman elaboró una noción del arte como ‘sistema modelizante
secundario’. Basado en el lenguaje natural, el arte es, no obstante, de otro orden,
‘supraestructural’: redistribuye la lógica primaria del lenguaje de acuerdo con
nuevas reglas lógicas, dándole a la humanidad nuevas posibilidades mentales (o,
como se diría hoy día, cognitivas), diferentes principios de lógica para la
reconstrucción del sí mismo y del mundo.
A partir de ese punto, la semiótica era para Lotman la ciencia que reconoce
la intercomunicación y el reprocesamiento —la ‘perestroika’, como dijo (véase
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
116 J. KRISTEVA
2 I. M. Lotman. «The text within the text». PMLA 109-3 (Mayo, 1994), páginas 377-384. [Se trata
de una traducción abreviada del trabajo publicado por vez primera en Trabajos sobre los sistemas
sígnicos 14: 3-19 (1981).] [«Текст в тексте» [«Tekst v tekste»]. Ученые записки Тартуского
государственного университета [Uchenye zapiski Tartuskogo gosudarstvennogo universiteta] 567 (Труды по
знаковым системам 14: Текст в тексте) [(Trudy po znakovym sistemam 14: Tekst v tekste)]. Tartu (1981),
pásgs. 3-18. NE]
Entretextos 10
ARTÍCULOS
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA:
ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 1
JOSÉ ENRIQUE FINOL
Introducción
La Globalización no es sólo un fenómeno y un complejo proceso
económico sino que ella permea y afecta activamente numerosos niveles de la vida
social, política, ecológica y cultural. De diversas maneras, a través de
imperceptibles micro procesos, las formas y los contenidos de este nuevo
fenómeno planetario que marca la contemporaneidad, tocan todo el tejido de lo
socio-cultural que, desde niveles e instancias diferentes, se articula y rearticula sin
cesar en la vida cotidiana. De estas hipótesis surgen numerosas interrogantes. Una
de ellas, esencial para nuestro punto de vista, es ¿cuáles son las formas y los
contenidos de la Globalización? ¿Cómo se relacionan con las microculturas de lo
cotidiano? Más importante aún, ¿cuáles son las relaciones y cuáles los procesos
mediante los cuales culturas diversas, desde sus particularidades, sus límites y
fronteras, se encuentran cotidianamente? Una aproximación preliminar tiene que
ver con la direccionalidad que los procesos de Globalización toman en el intercambio
de contenidos y formas que los medios establecen. Una segunda aproximación
tiene que ver con el análisis de los símbolos, con las nuevas interacciones de lo
cotidiano y, finalmente, una tercera aproximación está ligada a las presencias y a las
transformaciones de los actores y de los objetos, en la nueva cultura global 2 . En el
presente análisis intentamos desarrollar algunas hipótesis que nos ayuden a
1 Este artículo fue publicado antes en Revista de Ciencias Sociales (Universidad del Zulia, Maracaibo,
Venezuela, Septiembre – Diciembre 2006) XII-3, páginas 454-475.
2 Frente a la cultura popular, la humanista y la de masas, Muñoz llama a la cultura global ‘cultura de
cuarto nivel’, la cual, “al perder la territorialidad y su fuerza socializadora deja a los individuos en un
estado de indefinición desconcertante” (2005a:6).
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 119
4 A su vez, la inversión extranjera es dueña del 35% del mercado bursátil español (El País 2004:28).
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 121
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
122 J. E. FINOL
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 123
5 “So, in order to be relevant in their own right, within a specific situation, his painful rebuilding of
a new culture had to take fundamental components of what they were but also, by the force of
their painful situation, of what they had to be in order to survive” (Finol 2001:183).
6 La expresión violencia simbólica fue utilizada por primera vez por Bourdieu y Passeron en 1970, en
La reproduction. Eléments pour une théorie du système d’enseignement, Paris, Éditions de Minuit. En 1998
Bourdieu la retoma y desarrolla en su obra La domination masculine, Paris, Éditions du Seuil.
7 Gerard Imbert ha estudiado otras formas de violencia simbólica, en particular las que se
relacionan con los nuevos modos de ver y de sentir. En tal sentido señala cuatro formas
emergentes de violencia simbólica: la trivialización de la violencia en diversas formas narrativas, la
espectacularización del dolor (en los reality show, por ejemplo), la domesticación de la muerte en los
videos domésticos y el juego, y la estetización del horror (2002:34).
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
124 J. E. FINOL
Globalización y espectáculo
Varios autores han señalado cómo lo espacial y lo visual han definido el
nuevo orden cultural. Para Jameson, “es empíricamente plausible sostener que
nuestra vida cotidiana, nuestra experiencia psíquica, nuestros lenguajes culturales,
están hoy dominados por categorías espaciales más que temporales” (2001:37). Y
en cuanto a lo visual, no sólo se trata de los medios visuales ya hoy tradicionales,
es decir televisión, cine, fotografía, vallas, etc.; se trata de toda la vida pública y
cotidiana construida en torno a la imagen; pues incluso las manifestaciones
sonoras recurren a estrategias diversas de la propia visibilidad y por ello han
saltado, con éxito, a los medios visuales. En tal sentido, Gauthier señala con
precisión que
“nous sommes passés du visible au visuel, de l’extériorisation à
l’exhibition publique. Bien plus, nous sommes passés de l’exhibition à
l’exhorbitation, à savoir à une inflation visuelle systématique opérée au
détriment de toute attraction lisible, de toute force attribuée à l’objet ou à
l’événement” (Gauthier, citado por Baudry, 1999:201).
No obstante, la noción de espectáculo no tiene que ver solamente con la
imagen sino, como lo explica Debord, con una visión del mundo que es
substancial, hoy, a la lógica cultural de la Globalización:
“Le spectacle ne peut être compris comme l’abus d’un mode de
la vision, le produit des techniques de diffusion massive des images. Il est
bien plutôt une Weltanschauung devenue effective, matériellement traduite.
C’est une vision du monde qui s'est objectivée” (Debord, § 5).
Si el espacio, por encima del tiempo, se ha convertido en el componente
dominante de las estructuras de la Postmodernidad, lo visual y el espectáculo se
han convertido en su expresión pública y social, en la definición misma de la
existencia de ‘lo’ cultural y, por extensión, en la marca más prestigiosa de lo social,
donde cada conducta, cada palabra y cada gesto alimentan activamente la vocación
de una mismidad que existe en la medida en que es vista.
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 125
8 Es aún muy prematuro para evaluar los efectos de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y
expresan que es necesario adaptarse al gusto del cliente. “Yo llevo música en inglés
porque es la que le gusta a muchos pasajeros”, comentaba uno. “Pero cuando
escucho mi música, me gusta la venezolana”. En esta afirmación, que repiten
muchos de los taxistas, se expresa esa solución negociada al conflicto cultural que
se establece cuando en una comunidad los procesos culturales se ven asaltados por
expresiones que, al menos originalmente, no se perciben como propias. Se trata,
para expresarlo con palabras de Lotman, de dos semiosferas diferentes que se
encuentran, donde una de ellas es más poderosa, pues tiene varias ventajas de
diverso orden. Por un lado, los medios de difusión masiva han privilegiado la
música extranjera sobre la nacional, gracias a la presión de las grandes compañías
transnacionales que comercializan la música, y que controlan emisoras de radio y
de televisión y cuentan con publicidad en los medios impresos. Por otro lado, la
música extraña a las comunidades es presentada como una música prestigiosa,
‘moderna’; mientras que la propia es presentada como ‘atrasada’, ‘escandalosa’, una
configuración semántica que en Venezuela, por ejemplo, se manifiesta en la
expresión ‘música salada’, en particular para referirse a la música vallenata, de
origen colombiano; un tipo de música muy escuchado en Venezuela, en especial en
las clases sociales bajas, donde existe una extensa comunidad de origen
colombiano. Hoy es fácil ver cómo padres e hijos tienen preferencias musicales
diferentes; pues mientras los primeros por lo menos aún guardan cierta preferencia
por la música nacional, sea ésta o no de carácter folklórico, los últimos casi ignoran
por completo la existencia de esa música. Obviamente se trata de un problema de
orden tecnológico y económico, que afecta el orden cultural, al cual transforma y
modifica en función de específicos intereses y casi siempre con la colaboración de
expertos en difusión. Podemos denominar a esas tensiones que se generan en el
contacto entre culturas como una tensión inter-cultural, mientras que las que se
generan en el interior de una cultura determinada las denominaremos tensiones intra-
culturales. Las segundas pueden ser consecuencia, como veremos, de las primeras,
pero también el proceso inverso puede ocurrir, en virtud de que las tensiones intra-
culturales pueden traducirse en resistencias y conflictos en los procesos de
interacción entre los actores sociales en el marco de otras culturas.
De lo dicho se desprenden dos conclusiones que nos parecen relevantes y
que confirman las investigaciones de Pross. En primer lugar, vemos cómo se
producen procesos de negociación, no siempre exitosos, en la vida cotidiana: se
reciben expresiones cuyos significados, al menos inicialmente, son extraños, se
acepta su existencia, se coexiste con ellas; en alguno casos, se marginan y, en otros,
se crea una oposición permanente que genera a) conflictos generacionales entre
padres e hijos o entre jóvenes y adultos, y b) desdeño y desprecio por miembros de
otras clases sociales que prefieren otras expresiones culturales. Como vemos, hay
aquí, por lo menos, dos clases de conflictos, los generacionales dentro de una
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 127
misma clase y los de una clase y otra. La otra conclusión que nos parece relevante
tiene que ver con lo que afirma Pross: la validez social de los símbolos que impone
el poder al intentar uniformar las comunicaciones:
“El problema de uniformar las comunicaciones es denominado
asimismo factor normativo del poder. Es un problema relativo a la validez
(vigencia) del simbolismo, que no debe ser mezclado con la cuestión de la
eficacia. La eficacia depende de la validez, porque los símbolos no válidos
no pueden ser eficaces, y viceversa” (Pross, 1980 [1974]: 148).
En efecto, en ese conflicto entre dos semiosferas, de fuerzas, recursos y
poderes diferentes, una intenta imponer a la otra un factor normativo en el que se
privilegia lo que es ‘bueno’, ‘aceptable’, ‘deseable’ y ‘prestigioso’. Así, la música que
escuchamos no es sólo la que nos gusta sino también la que es ‘buena’, ‘aceptable’,
‘deseable’ y ‘prestigiosa’ en el medio donde nos desenvolvemos, medio que ha
aceptado y hace aceptar ese factor normativo del cual habla Pross.
Otro sencillo ejemplo de las tensiones que se generan en las relaciones
interculturales es el que tiene que ver con la primera de las tres estructuras de acogida
propuestas por Duch, quien las describe como el marco en el cual el ser humano
desarrolla “diversas praxis de dominación de la contingencia” (2002:13). Esas
estructuras de acogida son la de codescendencia (la familia), la de corresidencia (la ciudad) y
la de cotrascendencia (cuerpo de creencias y prácticas simbólicas). Para las culturas
pertenecientes a la llamada angloesfera 10 , en general, el significado de familia tiene un
carácter mucho más restringido que el que tiene para las culturas de origen latino.
Las diferencias se evidencian, por lo menos, en tres conductas generalizadas que
podemos considerar como indicadores del significado mencionado. En primer
lugar, en las culturas anglosajonas la permanencia de los hijos junto a los padres es
mucho más corta que en las de origen latino. Usualmente, en las primeras se
estima que a los dieciocho o veinte años los hijos deben comenzar a
independizarse y esto ocurre sin que tal separación signifique un trauma, y, por el
contrario, responde a una conducta esperada y deseada tanto por los padres como
por los hijos. La permanencia de los hijos casados en el mismo hogar de algunos
de los padres parece ser extremadamente rara. En segundo lugar, en las culturas
anglosajonas la despedida o recepción en los aeropuertos de familiares que viajan
10 “Angloesfera es el término usado en política para referirse [a] cinco países que comparten la cultura
anglosajona, estos son Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda. El
término Angloesfera encapsula de manera moderada el concepto de la supremacía anglosajona
sobre las demás razas, la cual se atribuye a la fineza del carácter inglés y de la cultura inglesa,
afirmando que es este especial carácter es lo que le ha permitido a los anglosajones dominar el
mundo de la manera benéfica en la que actualmente lo hacen. Dos angloesferistas famosos fueron
Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Thatcher impulsó el concepto de la angloesfera como una
forma de contrarrestar el creciente poderío de Francia y Alemania en la Europa comunitaria”
<http://es.wikipedia.org/wiki/Angloesfera>.
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
128 J. E. FINOL
al exterior por períodos más o menos largos, está reducida, en el mejor de los
casos, a la presencia de los padres o de los hijos. En las culturas de origen latino,
en tales despedidas o recepciones la presencia de familiares más allá del núcleo
familiar básico es mucho más numerosa (primos, sobrinos, tíos, amigos). Una
estadística de la UNESCO revelaba que Portugal era el país donde las despedidas
aeroportuarias eran más numerosas: trece personas, en promedio, por cada
viajero 11 . En tercer lugar, el número de hijos es claramente menor entre las familias
anglosajonas que entre las latinas. Evidentemente, estas diferencias tienen mucho
que ver con el origen de ambas culturas y con el estilo de vida y los valores sociales
de cada país pero no debe olvidarse que esos estilos y esos valores son, justamente,
la cultura, o, al menos, buena parte de ella 12 .
Ahora bien, el modelo de familia anglosajón ha sido difundido
planetariamente y ha sido estimulado por las políticas demográficas que esos países
han diseñado y promovido para el mundo entero. En consecuencia, ese modelo ha
originado una tensión intra-cultural en las familias de origen latino y, al mismo
tiempo, ha originado una tensión inter-cultural entre éstas y las de origen anglosajón,
pues estas últimas han sido presentadas, por medios diversos, como la norma, es
decir, como el modelo a imitar. Un análisis similar podría hacerse a partir de las
nociones socio-culturales de individuo e individualismo, en las culturas
anglosajonas, como correlacionadas con las nociones de familia y sociedad, en las
de origen latino.
En ese proceso progresivo y sistemático, mediante el cual desde una cierta
semiosfera se impone el factor normativo, se desarrollan microprocesos que
atraviesan las comunidades en forma vertical y horizontal. Desde arriba, desde los
medios de difusión masiva, se vehiculan unos contenidos, en forma reiterada, hacia
comunidades carentes o con escasos medios, en la mayoría de los casos, de
capacidades de reproducción y divulgación. Pero simultáneamente, desde el
interior de las propias comunidades se reproducen, en forma horizontal, esos
mismos contenidos, los cuales, en contacto con los contenidos propios, se
rearticulan en conflictos, sociales y/o semióticos, que se resuelven en nuevas
costumbres, nuevas relaciones y nuevas estéticas que, a su vez, generan los nuevos
símbolos y mitos que no son totalmente los mismos que se han recibido ni
tampoco los que previamente existían. No se trata simplemente de una hibridación
11 Algunas versiones de estas masivas despedidas/recibimientos en el aeropuerto puede constatarse
en:
<http://www.encaletado.com/topocho/archives/000766.html>
<http://elhombreimaginario.blogspot.com/2006/02/bienvenidas-y-despedidas-en-el.html>
12 Para una comparación entre cultura anglosajona y cultura mediterránea véase Munet. Ver
también Ellas virtual: “Nuestras costumbres familiares fueron alimentadas por la cultura hispánica
que se basa en la familia extendida, a diferencia de la cultura anglosajona que tiende a mantener
contacto directo únicamente con la familia nuclear” (www). Ver también Alquichire (www).
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 129
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
130 J. E. FINOL
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 131
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
132 J. E. FINOL
Como puede deducirse de los modelos que hemos propuesto, mientras los
mecanismos de cesión y resistencia guarden un equilibrio, el contacto entre
culturas ‘externas’ e ‘internas’ puede permitir la cohabitación, en un menor o
mayor tiempo, entre fenómenos culturales que, aún en conflicto, resuelven sus
diferencias a través de los sentidos negociados. Ahora bien, cuando la cesión es
mayor que la resistencia o a la inversa, el equilibrio se rompe y nuevas estructuras
culturales ocupan el espacio semiótico. En esta tensión intervienen diversos
factores contextuales (tiempo, espacio, historia) y textuales (actores, normas,
objetos) que pujan sobre la atracción/resistencia tensional.
Aquí surge el problema de los límites y de las fronteras en ese espacio de
intersección semiótica donde los sentidos se negocian, a menudo en una relación
dialéctica que puede ser enriquecedora para cada uno si las influencias fuesen
mutuamente equilibradas. Así, “los nuevos límites territoriales y los actos
colectivos emergentes se racionalizan en términos de un pasado simbólico y de un
presente realista” (Strauss, 1977:129). En esos límites culturales se desarrolla una
permanente batalla semiótica entre su natural tendencia conservadora, que busca
crear fronteras, reforzar las diferencias y así proteger su identidad, y la también
natural búsqueda del conocimiento del otro, producto de la curiosidad y del
establecimiento mismo de la diferencia.
“The building and breaking of borders is both a way of keeping
ourselves between the limits of what is known to us, within our own
culture, and, at the very same time, of exploring the unknown, of
knowing, of crossing borders and expanding our own limits” (Finol,
1995:119).
Si como afirma Fisher, “cada persona batalla día y noche para mantener
sus fronteras” (1973:40), también los sistemas culturales mantienen,
incesantemente, esas batallas y, en consecuencia, la falta de equilibrio, la
incapacidad para complementarse y la agresividad de uno con respecto a la otra,
generarán conflictos donde, al final, los sistemas semióticos más fuertes terminarán
venciendo las fronteras y ocupando el espacio de los más débiles.
Aquí surge también la problemática de la resistencia semiótica, a la cual el
semiótico finlandés Tarasti ha dedicado una investigación fundamental. Tarasti,
después de establecer los catorce rasgos 13 que caracterizan la condition humaine (sic)
13 Esas catorce características son: desaparición del futuro, desaparición del pasado, cambio hacia
un metanivel de actividades (“control is the new obsession”), perpetua valoración de la calidad, un
solo discurso dominante, distinción de los individuos entre ganadores y perdedores, el principio de
lo maravilloso de poseer, la vida de los negocios como estado emocional de la sociedad, la
latinoamericanización de la realidad (como el aislamiento de los ganadores en reservaciones
especiales), la violencia simbólica, el conductismo total en las ciencias, el estudio como innecesario
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 133
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 135
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136 J. E. FINOL
15 Quiero adelantarme aquí a una objeción. Se podría argüir que la distinción entre ‘interna’ y
‘externa’ y entre ‘propia’ y ‘extraña’, es hoy inexistente y heurísticamente irrelevante frente al estado
avanzado de la globalización, pues en una cultura dada a veces es difícil distinguir aquello que le es
propio de aquello que le es extraño; o, más todavía, porque aquello que hoy le es propio
probablemente ayer le fue extraño. No obstante, a nosotros nos parece que esta distinción, aún con
Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 137
‘interna’ o propia “absorbe los elementos que le invaden desde el exterior”, con lo
cual se construye un nuevo sistema semiótico, b) “la intrusión puede ser a tal
punto enérgica que se introduzca no un solo elemento del texto, sino todo un
lenguaje, que puede eliminar completamente el lenguaje en el cual se hace
irrupción”, con lo cual se produce una substitución y se genera una réplica de la
cultura ‘externa’, y c) la cultura ‘externa’ puede “asumir el papel de catalizador: sin
participar directamente en el proceso, puede acelerar la dinámica” (1999:182) de
las transformaciones de la cultura ‘interna’ 16 . Para que esa intersección semiótica
entre culturas diferentes tenga posibilidades de coexistencia y transformación, debe
ser gradual, naturalizada y traducible. Debe ser gradual pues ello impide las crisis
que se generan en las explosiones, tal como las describe Lotman; debe ser
naturalizada, pues ello permite que los factores externos, aunque diferentes, no
sean percibidos como anómalos o extravagantes; y, finalmente, debe ser traducible
a los lenguajes, a los símbolos y a los microsistemas semióticos, de modo que la
comunicación y la interacción sea posible. Así mismo, para que cualquiera de estas
posibilidades semióticas efectivamente se actualice es necesario considerar que la
interacción es siempre un trabajo sobre los límites de las culturas; sean éstos
explícitos o implícitos, de naturaleza material o espiritual, se asuman en un marco
de conflicto y confrontación o de adecuación y cooperación.
De las posibilidades propuestas por Lotman, ¿cuál es la más verosímil en
estos procesos globalizadores tan fuertemente marcados por la unidireccionalidad
centro-periferia? Obviamente, las circunstancias de cada cultura y cada
microcultura de cada comunidad, país o región determinarán los particulares
procesos y sus consecuencias futuras. Mientras la alternativa ‘b’, eliminación de los
lenguajes de la cultura receptora, es potencialmente viable para algunas sociedades
altamente permeables al cambio y al intercambio, de relativamente escasa
tradición, con sistemas simbólicos extremadamente híbridos y dependientes, para
otras, con circunstancias opuestas, la alternativa ‘a’, la absorción, pareciera más
viable.
su olor estructuralista, es pertinente, puesto que, en último análisis, ella nos sitúa en torno al
concepto, para nosotros central, de la diferencia, el mecanismo semiótico fundamental que hace
posible la significación. Para superar las carencias de la dicotomía ‘interno’/‘externo’ hemos
considerado pertinente introducir el concepto de límite, el cual da cuenta de ese terreno
inexplorado, en ocasiones inarticulado y ambiguo, donde la significación se produce.
16 Desde una perspectiva diferente, en la que se hace énfasis en los actores sociales, Mato señala
que las representaciones que guían las acciones de actores locales “se relacionan de manera
significativa, pero de formas diversas, con las de los actores globales. Si bien en algunos casos esto
supone la adopción de ciertas representaciones y de las orientaciones de acción asociadas a ellas, en
otros implica rechazo o resistencia, negociación o apropiación creativa” (2001:170).
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
138 J. E. FINOL
Conclusiones
17 Esto explica por qué a menudo el acercamiento religioso de los misioneros extranjeros a
comunidades diferentes comienza por aquellos sectores de la cultura donde hay similitudes o por
estrategias materiales y simbólicas asociadas con la satisfacción de necesidades (atención sanitaria,
salud, etc.).
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GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 139
18 Jost ha examinado detenidamente los nuevos procesos identitarios que protagonizan los jóvenes
conflictivos de la cotidianidad donde el factor normativo del poder, del que habla Pross,
encuentra una resistencia que permite convertir las tensiones semióticas en
resistencia social y cultural.
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palmada mal dada a un hijo, un delito que lo puede mandar a la cárcel».
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Entretextos 10
GLOBALIZACIÓN Y CULTURA: ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS Y VIDA COTIDIANA 141
Entretextos 10
EL LIBRO Y LA PROVOCACIÓN DEL SENTIDO1
GASTÓN GAÍNZA
“Y dime, Sancho amigo, ¿qué es lo que dicen de mí por ese lugar?” Así
pregunta Don Quijote a su escudero en el segundo capítulo de la segunda parte del
libro. Y la respuesta de Sancho, una vez que logra que su amo le asegure que no se
enojará con lo que dijere, culmina con la alusión al hijo de Bartolomé Carrasco,
“que viene de estudiar de Salamanca, hecho Bachiller”, quien le ha dicho: “que
andaba ya en libros la historia de vuesa merced, con nombre de El ingenioso hidalgo
Don Quijote de la Mancha, y dice que me mientan a mí en ella con mi mismo nombre
de Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con otras cosas que pasamos
nosotros a solas, que me hice cruces de espantado cómo las pudo saber el
historiador que las escribió” (Cervantes 1966:495).
Admirado Don Quijote con la nueva, autoriza a Sancho para que vaya en
busca del bachiller Sansón Carrasco, encuentro que sirve de materia para el
capítulo siguiente, uno de los más graciosos de nuestra obra insignia que, en este
día, es referente inexcusable de la conmemoración del libro.
Con todo, lo sorprendente del acontecimiento narrado, equivalente a un
núcleo de sentido, reside en la toma de conciencia, por parte de ambos personajes,
de que “su historia” anda en libros; esto es, ha accedido a un nivel superior de la
existencia cultural de la época, el que determina la escritura.
En rigor, de acuerdo con el texto, Sancho dice que el Bachiller le contó que
la historia de Don Quijote “andaba ya en libros”. Si se repara en el tiempo verbal
empleado, ‘andaba’, y en el adverbio temporal ‘ya’, los ejes referenciales de este
núcleo narrativo sobrepasan la mera denotación de lo que está aconteciendo: ‘la
historia de Don Quijote está escrita’. En efecto, los semas deícticos de dichos
lexemas agregan una carga significativa no desdeñable, como lo demuestra un
análisis más demorado.
Al emplear el copretérito ‘andaba’ en lugar del presente ‘anda’, que hubiese
servido para satisfacer el propósito comunicativo básico, Sancho sitúa el
acontecimiento en el pasado, en un ‘entonces’ que se opone al ‘ahora’ de la
situación comunicativa; junto con la mención de tiempo pasado, la forma verbal
2 Repárese en que el espacio en este episodio ha sido distribuido entre el ‘aquí’ de la situación
comunicativa: la de la plática de Don Quijote y Sancho; el ‘ahí’ del entorno de Sancho, mostrado en
la pregunta que le hace Don Quijote: “¿qué es lo que dicen de mí por ese lugar?”, y el ‘allá’ de
Salamanca.
3 “El juego con la oposición ‘real↔convencional’ es propio de cualquier situación de ‘texto en el
texto’. El caso más simple es la inclusión en el texto de un sector codificado con el mismo código
que todo el restante espacio de la obra, pero duplicado” (Lotman 1996:103). Lo significativo de la
perspectiva con que Lotman examina este recurso reside en la importancia que él asigna a las
funciones culturales del texto: “El aspecto pragmático es el aspecto del trabajo del texto, ya que el
mecanismo de trabajo del texto supone cierta introducción de algo de afuera en él. Sea eso ‘de
afuera’ otro texto, o el lector (que también es ‘otro texto’), o el contexto cultural, es necesario para
que la posibilidad potencial de generar nuevos sentidos, encerrada en la estructura inmanente del
texto, se convierta en realidad” (Ibidem:98).
Entretextos 10
EL LIBRO Y LA PROVOCACIÓN DEL SENTIDO 145
4 “La semiosfera es el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la
semiosis” (Lotman 1996:24). Para lo concerniente a la red de relaciones semióticas en que siempre
está inserto un texto, es muy significativa la categoría de ‘función socio-comunicativa’ que Lotman
atribuye a los textos. Véase «La semiótica de la cultura y el concepto de texto» (Lotman 1996:77-
82).
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
146 G. GAÍNZA
5 Lepape, 2004. P. Lepape es autor, entre otros textos, de Le Pays de la Littérature, Paris: Seuil, 2003.
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EL LIBRO Y LA PROVOCACIÓN DEL SENTIDO 147
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
148 G. GAÍNZA
6Para Lotman, “todo el espacio semiótico puede ser considerado como un mecanismo único (si no
como un organismo)” (Lotman 1996:24. Subrayado por mí).
Entretextos 10
EL LIBRO Y LA PROVOCACIÓN DEL SENTIDO 149
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
150 G. GAÍNZA
Entretextos 10
EL LIBRO Y LA PROVOCACIÓN DEL SENTIDO 151
del asunto. ‘Alumbrar’ juega con sus dos significados comunes: ‘iluminar’ y ‘parir’:
por un lado, la privatización es la única luz en medio de la oscuridad del gobierno,
y, por otro, es la única idea que el gobierno ha parido.
Los ejemplos vistos son apenas la punta del iceberg: el artículo está lleno
de procedimientos similares que, de acuerdo con el estilo de Álvaro Quesada,
mueven a la risa aunque, a la vez, ponen en evidencia los abusos del poder que nos
convierten en víctimas. El recurso paródico es característico en sus artículos de
opinión, porque la parodia exige reconocer y comprender el sentido de un texto
mediante un proceso de inversión de los significados; en eso consiste su carácter
lúdicro, portador del dispositivo de la risa.
En la conclusión del párrafo citado, el autor menciona el título del artículo
del Ministro para someterlo a la transformación paródica con la que jugará a lo
largo del texto: saber sumar equivale a someterse a las políticas neoliberales de
privatización. Con este juego, cierra así su artículo: “La Biblioteca Nacional, que
sabe sumar muy bien, ofreció recientemente en su afanosa búsqueda de cacao, la
mejor demostración de lógica thelmoencefálica, y nos ayudó a vislumbrar lo que
será el paraíso al que aspira el gobierno: un país donde el único papel que circule
sea el papel moneda y los libros de historia sólo sirvan para limpiarse el culo” 7 .
Referencias bibliográficas
Entretextos 10
JÓVENES
COLEGAS
LA NOCIÓN LOTMANIANA DE FRONTERA
Y LA CONQUISTA DE AMÉRICA, DE TODOROV 1
TOMMASO TESTAVERDE
1 Este trabajo fue presentado como ensayo para el curso de doctorado de «Semiótica literaria y
semiótica de la cultura» (Programa de Doctorado de Teoría de la literatura y del arte y literatura
comparada de la Universidad de Granada, curso académico 2006-2007). Se publica por primera vez
en Entretextos.
Entretextos 10
LA NOCIÓN LOTMANIANA DE FRONTERA Y LA CONQUISTA DE AMÉRICA, DE TODOROV 155
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
158 T. TESTAVERDE
violentos. Las Casas vuelca esa proporción: lo individual empieza a tener más
importancia que lo común; la cristianización tiene que pararse delante del derecho
a la vida. Las Casas defiende a los aztecas de la violencia de los conquistadores. Sin
embargo, el ámbito religioso llevará a Las Casas a posiciones aun más avanzadas.
Hemos visto cómo la percepción y la relación con la alteridad ha
evolucionado pasando de un centro de gravedad dominado por el área semántica
de la inferioridad a uno dominado por el área semántica de la igualdad. La
violencia y la usurpación dejan espacio a la paz, aunque Las Casas aún no se aleja
de la ideología colonial. Desde una perspectiva contemporánea podemos decir que
“la eficacia del colonialismo es superior a la del esclavismo” (Ibid., 189) y Las Casas
trata llevar la conquista de América del segundo al primer término.
Aún falta un eslabón para llegar a una posición más neutra hacia el otro, y
Las Casas parece alcanzar esa posición al final de su vida, contestando a Sepúlveda
en el ámbito de la controversia de Valladolid 2 . Al filósofo que sostiene la tesis de la
inferioridad de los indígenas, el obispo español le rebate ofreciendo un cuadro del
sentimiento religioso de los aztecas en el que se manifiesta una sensibilidad nueva.
He aquí las palabras que reproduce Todorov en relación a esto:
“Las Casas termina por adoptar una nueva posición, e introduce
lo que podríamos llamar el ‘perspectivismo’ en el seno de la religión. Se
habrá observado cómo toma sus precauciones para recordar que el dios
de los indios, aunque no es el ‘verdadero’ Dios, sin embargo es
considerado por ellos como tal, y que de ahí hay que partir: “al Dios
verdadero o putativo considerado como verdadero” […]; “al Dios
verdadero o a aquel que, por error, se consideraba como verdadero” […]
Pero reconocer que su Dios es verdadero para ellos, ¿no es dar el primer
paso hacía otro reconocimiento, a saber, que nuestro Dios es verdadero
para nosotros —sólo para nosotros?[...]
Las Casas se ve llevado a modificar su posición y a ilustrar por
esta misma razón una variante del amor que uno tiene por el otro; un
amor que ya no es asimilacionista sino distributivo en cierta forma: cada
uno tiene sus propios valores.” (Ibid., 200-201)
En el interior de la religión cristiana, desarrollando el debate y
enfrentándose a las posiciones contrarias a la suya, Las Casas descubre el
‘perspectivismo’. La igualdad ya no significa proyección de sí sobre el otro, sino
que se encuadra en otro contexto: cada uno tiene una perspectiva que se desarrolla
a partir de sistemas culturales y sígnicos distintos.
Renuncia en la práctica al deseo de asimilar a los indios, y elige la vía
neutral: los indios mismos decidirán sobre su propio porvenir (Ibid., 204).
La experiencia de Las Casas es emblemática porque recoge en sí el sentido
de un acercamiento, de un viaje. Pasando por varias etapas, el obispo español llega
a descubrir una modalidad de relación con la alteridad altamente significativa
porque no es invasora. Está claro que la perspectiva de Las Casas se manifiesta en
un estado todavía embrionario. La experiencia de Sahagún y Durán, misioneros
españoles enviados a América Latina, llegará aun más lejos.
Como Las Casas, los dos misioneros reconocen que los indios tienen un
sistema comunicativo distinto y regulado por otros principios, y enfocan su
actividad misionera en el aprendizaje de ese nuevo sistema semiótico para luego
cambiarlo. En la actividad de Durán y Sahagún tenemos el ejemplo de cómo la
traducción, en vez de servir al sistema cultural del que parte, acaba por preservar el
sistema que quería condicionar. El contacto comunicativo con las poblaciones de
América Latina empieza con intérpretes indígenas que aprenden el español para
comunicarse con los conquistadores, y acaba con misioneros españoles que
aprenden la lengua indígena para poderse comunicar con ellos. Si bien con
distintos matices, la dinámica de la traducción se mueve entre esos dos polos,
puede pasar por dos direcciones de sentido: ‘traducción a’ o ‘traducción desde’. La
dirección a través la cual pasa el sentido, en el caso de la conquista de América,
puede determinar la supervivencia de un sistema cultural.
Se podría decir que, a partir de los discursos de los aztecas, Sahagún produjo
un libro; ahora bien, en este contexto, el libro es una categoría europea. Y, sin
embargo, el objetivo inicial se invierte: Sahagún había partido de la idea de utilizar
el saber de los indios para contribuir a la propagación de la cultura de los
europeos; acabó por poner su propio saber al servicio de la preservación de la
cultura indígena (Ibid., 250).
En la mayoría de los casos, la traducción al sistema cultural indígena es el
primer paso hacia su disolución. En cambio, la traducción desde el sistema cultural
indígena al propio sistema de referencias conlleva la preservación de aquel mundo
y del nuestro a la vez. La única consecuencia que debemos estar dispuestos a
tolerar es un cierto grado de hibridación cultural, que quizás sea el sentido y la
herencia más profunda de la traducción.
“[…] un Durán y un Sahagún anuncian, sin realizarlo
plenamente, el diálogo de culturas que caracteriza a nuestro tiempo, […]
un diálogo en el que nadie tiene la última palabra, en que ninguna de las
voces reduce la otra al estado de simple objeto, y en el que cada uno saca
ventajas de su exterioridad respecto al otro.” (Ibid., 259-260)
http://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm
160 T. TESTAVERDE
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Entretextos 10