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Una objeción muy común entre protestantes es decir que la Iglesia Católica no es la Misma de los
Apóstoles por no estar configurada Ministerialmente como dice la Biblia.
Para eso se agarran de Ef 4:11 aduciendo que en el Catolicismo no existen los Ministerios
mencionados. Esto es un error por enfatizarse en el campo semántico solamente pasando por alto el
campo operativo. A continuación desglosaremos cada uno demostrando su vigencia:
1A- Pastores
"No se puede llamar sacerdotes a los ministros porque el sacerdocio que registra la Biblia es el
levítico, y hoy día somos todos sacerdotes (1 Ped 2:9)".
La Iglesia que fundó Jesús es el nuevo pueblo de Dios: un pueblo sacerdotal, profético y real.
“Jesucristo es Aquel a quien el Padre ha ungido con el Espíritu Santo y lo ha constituido ‘Sacerdote,
Profeta y Rey’. Todo el Pueblo de Dios participa de estas tres funciones de Cristo y tiene las
responsabilidades de misión y de servicio que se derivan de ellas”, indica el Catecismo (783).
Todos los laicos son los fieles “incorporados a Cristo por el bautismo y constituidos en pueblo de
Dios y hechos participes a su manera de la función sacerdotal, profética y real de Cristo”, señala la
Constitución Lumen Gentium (31).
Tambien ignoran que la que la Iglesia Católica decodifica los signos del Antiguo Testamento a la Luz
de la Revelación del Nuevo (1 Cor 9:13; CIC 128 al 130), siendo que la cuestion de como ellos
nombran a sus ministros es solamente un cambio de nombre al estilo de la época de Samuel:
(Antiguamente en Israel, cuando uno iba a consultar a Dios, decía: "Vengan, vamos al vidente;"
porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente.)[1 Samuel 9:9].
El conjunto de ellos, junto a los otros Ministerios forman un Cuerpo de Ancianos (Presbyteroi).
B- Otra cosa a tener en cuenta es que la palabra "Anciano" es muy genérica y se discierne en su
respectivo contexto.
A nivel Ministerial Pedro siendo Apostol no se incluye en la categoría de Anciano, ver 1 Pedro 5:
1 Por tanto, a los ancianos entre ustedes, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los
padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada
2 pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino
voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo;
Aquí hay dos ministerios que forman el Cuerpo de Ancianos. Y si vamos al Concilio de Jerusalen en
Hechos 15 tiene el Ministerio de Maestro, ya que un Concilio es una acción Magisterial.
2- Maestros
85. "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado
solo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo" (DV 10), es decir, a
los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.
86. "El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar
solamente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha
devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca
todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído" (DV 10).
87. Los fieles, recordando la palabra de Cristo a sus apóstoles: "El que a vosotros escucha a mí me
escucha" (Lc 10, 16; Cf. LG 20), reciben con docilidad las enseñanzas y directrices que sus pastores
les dan de diferentes formas.
2034 El Romano Pontífice y los obispos como "maestros auténticos por estar dotados de la
autoridad de Cristo ... predican al pueblo que tienen confiado la fe que hay que creer y que hay que
llevar a la práctica". El magisterio ordinario y universal del Papa y de los obispos en comunión con
él enseña a los fieles la verdad que han de creer, la caridad que han de practicar, la bienaventuranza
que han de esperar.
2050 El Romano Pontífice y los obispos, como maestros auténticos, predican al pueblo de Dios la fe
que debe ser creída y aplicada a las costumbres. A ellos corresponde también pronunciarse sobre las
cuestiones morales que atañen a la ley natural y a la razón.
2032 La Iglesia, "columna y fundamento de la verdad" (1 Tm 3, 15), "recibió de los apóstoles este
solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad que nos salva".[73] "Compete siempre y en todo
lugar a la Iglesia proclamar los principios morales, incluso los referentes al orden social, así como
dar su juicio sobre cualesquiera asuntos humanos, en la medida en que lo exijan los derechos
fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas".
2034 El Romano Pontífice y los obispos como "maestros auténticos por estar dotados de la
autoridad de Cristo ... predican al pueblo que tienen confiado la fe que hay que creer y que hay que
llevar a la práctica". El magisterio ordinario y universal del Papa y de los obispos en comunión con
él enseña a los fieles la verdad que han de creer, la caridad que han de practicar, la bienaventuranza
que han de esperar.
2035 El grado supremo de la participación en la autoridad de Cristo está asegurado por el carisma
de la infalibilidad. Esta se extiende a todo el depósito de la revelación divina; se extiende también a
todos los elementos de doctrina, comprendida la moral, sin los cuales las verdades salvíficas de la fe
no pueden ser salvaguardadas, expuestas u observadas.
2036 La autoridad del Magisterio se extiende también a los preceptos específicos de la ley natural,
porque su observancia, exigida por el Creador, es necesaria para la salvación. Recordando las
prescripciones de la ley natural, el Magisterio de la Iglesia ejerce una parte esencial de su función
profética de anunciar a los hombres lo que son en verdad y de recordarles lo que deben ser ante
Dios.
2037 La ley de Dios, confiada a la Iglesia, es enseñada a los fieles como camino de vida y de verdad.
Los fieles, por tanto, tienen el derecho de ser instruido s en los preceptos divinos salvíficos que
purifican el juicio y, con la gracia, sanan la razón humana herida. Tienen el deber de observar las
constituciones y los decretos promulgados por la autoridad legítima de la Iglesia. Aunque sean
disciplinares, estas determinaciones requieren la docilidad en la caridad.
2039 Los ministerios deben ejercerse en un espíritu de servicio fraternal y de entrega a la Iglesia en
nombre del Señor. Al mismo tiempo, la conciencia de cada cual en su juicio moral sobre sus actos
personales, debe evitar encerrarse en una consideración individual. Con mayor empeño debe abrirse
a la consideración del bien de todos según se expresa en la ley moral, natural y revelada, y
consiguientemente en la ley de la Iglesia y en la enseñanza autorizada del Magisterio sobre las
cuestiones morales. No se ha de oponer la conciencia personal y la razón a la ley moral o al
Magisterio de la Iglesia.
2040 Así puede desarrollarse entre los cristianos un verdadero espíritu filial con respecto a la
Iglesia. Es el desarrollo normal de la gracia bautismal, que nos engendró en el seno de la Iglesia y
nos hizo miembros del Cuerpo de Cristo. En su solicitud materna, la Iglesia nos concede la
misericordia de Dios que va más allá del simple perdón de nuestros pecados y actúa especialmente
en el sacramento de la Reconciliación. Como madre previsora, nos prodiga también en su liturgia,
día tras día, el alimento de la Palabra y de la Eucaristía del Señor.
3- Evangelistas
http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20120619_instrumentum-
xiii_sp.html
4- Apóstoles y Profetas.
¿Siguen vigentes estos Ministerios?
Nota introductoria:
El objetivo de este estudio es desenmascarar a aquellos que por "revelaciones personales" intentan
arrastrar gente para su secta y adulterar el Evangelio de Cristo. Algunos llegan al punto de ostentar
autoridad Apostólica sin la debida Sucesión por el Sacramento de la Ordenación, concediéndose
toda clase de títulos y con una muy buena campaña de mercadotecnia.
Por otro lado es de interés del autor aparte de lo ya mencionado, es neutralizar la reacción opuesta a
esta "fiebre apostólica y profética" que pretende anular las operaciones Carismáticas cayendo en los
errores del cesacionismo.
Comenzando:
A- Con respecto al Ministerio Apostólico Pablo es tajante al decir que es el último de los Apóstoles:
"y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí." (1 Cor
15:8).
La palabra para decir "último" es "esjaton" y demuestra culminación, como cuando hablamos de
escatología, que es la materia que estudia los sucesos profetizados para los últimos tiempos. Como
sabemos dichos sucesos no se repetirán jamás.
Un alegato muy común para intentar reinvindicarse como Apóstol es citar Hechos 14:4,
"Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles."
Hch 14:14,
"14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la
multitud, dando voces"
Pero si vemos Ap 12:14 podemos apreciar que el legado de la Iglesia hasta la eternidad son solo
doce:
"Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles
del Cordero."
A2- La palabra "Apóstol" no se usa como un título sino que es más genérica con respecto al
contexto. En este caso llevar las Buenas Nuevas de Cristo a los paganos.
Visto que es más coherente la opción A2 (porque el que Escribió Hechos era el médico del que
Escribió Corintios -Col 4:14, Flm 24-) podremos ver en un estudio más profundo las diferencias
entre Pablo y Bernabé:
Aa- El requisito para ser Apóstol de Cristo era ser testigo de Jesús Resucitado (Hch 1:21-22) para así
tener la autoridad moral para sustentar dicha afirmación.
Hechos 1:
21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que
el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,
uno sea hecho testigo con nosotros, de su Resurrección.
3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un
resplandor de luz del cielo;
4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces
contra el aguijón.
6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y
entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a
nadie.
Ab- Además se requería ser instruido directamente por Jesús, lo cual en el caso de Pablo fue un
hecho.
Gal 1:
11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;
"36 Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo
de consolación), levita, natural de Chipre,
37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles."
En este Texto podemos ver que Lucas diferencia a Bernabé de los otros Apóstoles. Aparte que como
obra de Fe pone sus bienes a disposición de la Iglesia.
Ac- Se necesitaba ser comisionado por el Mismo Jesús. Lo cual se cumple en Pablo a la perfección.
Ver Hch 26:
"15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por
ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,
18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los
santificados."
No fue de los que creyeron originalmente, por lo tanto no es contado entre los doce.
Con estas evidencias podemos afirmar que en la Iglesia Primitiva había una diferencia conceptual
entre Apóstol de Cristo y apóstol solamente.
El apóstol no de Cristo si vemos el perfil de Bernabé está en una categoría inferior al Apóstol de
Cristo. Es lo que hoy día decimos misionero.
B- Con respecto a los profetas, es un tema de mucha controversia en el que vemos enfrentadas dos
posturas: la cesacionista, que afirma que tales ministerios y por ende el carisma cesó; y la
continuista que proclama su vigencia.
Los cesacionistas en su postura fallan en no discernir los tipos de Apóstol así como los tipos de
profecía.
Con respecto a los tipos de profecía confunden profecías universales con particulares.
Las profecías carismáticas son a nivel personal o particular, para que se manifieste lo que hay
dentro del corazón de quien la recibe y para que sea edificada esa persona en la fe (1 Cor 14:24-25),
no son una "nueva revelación" como dicen, ya que no son universales. Lo universal está en la Biblia
y la Tradición, por eso Pedro dice que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada
(2 Ped 1:19-21) y la Iglesia es Quien administra los Misterios Espirituales (Ef 3:8-12).
Dios da los Dones/carismas como quiere pero nos da derecho a anhelarlos (1 Cor 12:31).
Por otro lado los cesacionistas se aferran a 1 Cor 13:8-12 para negar su vigencia aduciendo que las
lenguas ya cumplieron su función hasta el tiempo de la recopilación de las Sagradas Escrituras:
8El amor jamás dejará de existir. En cambio, las profecías se acabarán, las lenguas dejarán de
hablarse, y el conocimiento llegará a su fin.
11Cuando yo era niño, mi manera de hablar y de pensar y razonar era la de un niño; pero cuando
llegué a ser hombre, dejé atrás las cuestiones típicas de un niño.
12Ahora vemos con opacidad, como a través de un espejo, pero en aquel día veremos cara a cara;
ahora conozco en parte, pero en aquel día conoceré tal y como soy conocido.
Cuando el Apóstol dice que veremos cara a cara, es claro entender que se refiere a un encuentro
personal (Gen 32:20; Éxodo 33:11 ; Número 12:18; Dt 5:4; Jer 32 : 4 , 2 Cor 10:1; 2 Juan 12 , 3 Juan
14) con nuestro Creador en la eternidad y no se refiere al Canon Bíblico; es donde dejaremos de ver
por espejo (Fe) y todo sera revelado claramente.
Números 12:8,
"Cara a cara hablo con él, abiertamente y no en dichos oscuros, y él contempla la imagen del
SEÑOR. ¿Por qué, pues, no temisteis hablar contra mi siervo, contra Moisés?"
El mismo Apóstol explica en sus escritos que ahora vemos el rostro del Señor por espejo:
2 Corintios 3:18,
"Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del
Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el
Espíritu."
Juan entendió igual este concepto y expone que cuando se manifieste el Señor es su segunda venida,
es cuándo se manifestará nuestra identidad.
1 Juan 3:2,
"Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero
sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es."
Por lo tanto lo que nos queda es seguir estudiando la Escritura y edificar a la Iglesia con los Dones
que Dios nos dió.
Es más coherente la segunda opción, la de la revelación suficiente, los Textos citados a lo largo de
este estudio avalan tal afirmación.
Para finalizar veamos que nos dice el Catecismo acerca de las "revelaciones privadas" en contraste
con la que nos dió Jesús en Su Ministerio terrenal:
66 "La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra
revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (DV 4). Sin
embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicitada; corresponderá a la
fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos.
67 A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas "privadas", algunas de las cuales han sido
reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su
función no es la de "mejorar" o "completar" la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a
vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el
sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye
una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.