Vous êtes sur la page 1sur 12

La historia completa de

Rosh Jodesh Kislev

Para los Jasidim de ​dor hashvi'i​, Rosh Jodesh Kislev es uno de los
días más felices del calendario. La angustia de Shmini Atzeres
5738, y la Simje duplicada de Rosh Jodesh Kislev, son recuerdos
que quedarán grabados en los corazones de cada Josid que los
experimentó. Desde entonces, este día ha sido establecido como
un Yom Tev absoluto, colmado con una Seudas Hoido'o y
Farbrenguens hasta altas horas de la noche.

En las páginas siguientes, presentamos la historia de esos días


cargados. La secuencia completa de eventos podrían llenar un
libro completo; aquí hemos elegido enfocarnos principalmente en
los eventos de Simjas Toiro, Rosh Jodesh Kislev, Yud-Tes Kislev y
Zois Januka.

La historia presentada aquí ha sido recopilada de numerosas


fuentes; diarios de Mazkirim y Bojrim, y un discurso informativo del
Dr. Ira Weiss, cardiólogo principal del Rebe durante ese período.
Recopilando toda la historia, surgen algunas diferencias menores
en las diversas fuentes. Hemos intentado traer la versión que
parece más precisa.
Hoshana Raba

Zman Simjoseinu​ 5738 comenzó de lo más alto: durante Tishrei se habían visto
grupos más grandes que nunca antes de ​Orjim,​ y justo antes de Sukot habían
llegado grupos adicionales de Eretz Israel y Francia.
Una alegría especial se notaba en la cara del Rebe durante Yom Tov y Jol Hamoed.
En cada Davenen, la atmósfera animada incitaba a los Jsidim a cantar alegremente
cuando el Rebe entraba al shul, y generalmente, al llegar a su lugar en la ​Bima​, el
Rebe se daba vuelta y alentaba con entusiasmo el canto y el baile.
En la mañana de Hoshana Raba, el Rebe una vez más se volvió hacia la multitud y
aplaudió vigorosamente con el canto, llevándolo a tonos cada vez más altos de
emoción (y entusiasmo).
El extenso Davenen procedió como de costumbre. Poco tiempo luego de su
​ quienes no habían recibido
conclusión, el Rebe salió a la sucá para distribuir ​leikaj a
en Erev Iom Kipur, incluyendo mujeres y niños. Tomó varias horas hasta que se
completara esta distribución.
Cuando el Rebe se marchaba de 770 a su casa para prepararse para Yom Tov,
notó que una nueva línea se había formado en la sucá, esperando recibir ​leikaj​. El
Rebe se detuvo allí una vez más y repartió leikaj por unos minutos más, y sólo
después se fue a casa, donde pasó solo unos breves momentos, mientras Yom Tov
se acercaba rápidamente.
Ese día, la Rebetzin había llamado al ​Mazkirus y​ les pidió que se aseguren de que
las ​Hakofes ​sean más cortas de lo normal, y de no forzar demasiado al Rebe. El
rabino Yehuda Krinsky relata que cuando condujo al Rebe de regreso a 770 antes
de Yom Tov, notó que el rostro del Rebe estaba pálido.
Cuando Yom Tov comenzó, se abrieron las puertas del gran ​zal ​y comenzó la
carrera por los lugares. A las nueve en punto, el tiempo establecido para ​Hakofes
(que tuvo lugar después de Maariv y de un breve descanso), el shul estaba lleno de
punta a punta, con gradas que alcanzaban todo el camino hasta el techo. 770 nunca
antes había visto un Simjas Toiro tan lleno.
El Rebe entró al shul, y el canto y el baile alcanzaban los altos cielos. Al llegar a la
bima,​ el Rebe se dio vuelta y animó el canto exuberante durante unos minutos, y
luego se volvió a su lugar. El canto disminuyó; esta era la señal para que comience
el Ato Horeiso.
Como de costumbre, el Rebe fue honrado con la recitación del primero y último
Posuk ​de cada ronda, y entre cada ronda el Rebe se dio vuelta y comenzó un
lebediker nigun ​(como lo hacía todos los años). Luego comenzaron las ​Hakofes​.
El pequeño ​sefer Torá​ fue pasado al Rebe antes de dirigirse al centro del shul con el
Rashag siguiéndolo de cerca, atrás. El Rebe bailó con más entusiasmo que de
costumbre, alentando la alegre canción, y la ​Hakofe ​terminó sólo cuando Rashag ya
no podía continuar.
Las ​Hakofes ​continuaron, y el Rebe alentaba el canto desde su lugar con mucha
energía y entusiasmo. Luego llegó la cuarta ​hakofe​.

Caos

La cuarta ​hakofe ​fue presidida por los invitados que habían llegado de todas partes
del mundo, y comenzaron a cantar ​"Al hasela hoj"​ . A diferencia de antes de ​Shajaris
esa mañana, cuando el Rebe había alentado el canto con vigor, ahora el Rebe
apenas estaba aplaudiendo.
En su ​yoman​, el rabino Itzjok Meir Sassover, un ​bojer e​ n 770 en ese momento,
describe lo que sucedió a continuación:
"De repente, el Rebe apoyó su peso en el ​shtender,​ y le pidió al Rabino Groner su
silla. Se sentó y se inclinó hacia atrás, e inmediatamente toda la sala se convirtió en
un tumulto. Nadie entendía lo que estaba pasando; algunos comenzaron a llorar,
mientras que otros comenzaron a cantar aún más fuerte, porque uno de los
mazkirim ​había hecho un gesto de continuar cantando.
"Algunos del ​vaad hamesader ​ordenaron que las gradas cerca del ​aron kodesh​ se
despejaran para permitir que entrara aire fresco. Otros instruyeron que aquellos que
están de pie en las gradas permanezcan en su lugar. Añadiendo que el Rabino
Groner hacía un gesto que las ​hakofes d ​ ebían concluirse rápidamente, y todo 770
estaba en un completo desorden.
"La quinta ​Hakofe ​comenzó rápidamente, y mientras tanto, la multitud, comenzando
a comprender lo que estaba pasando, comenzó a salir e irse afuera para que el
Rebe pudiera tomar aire fresco. Algunos también rompieron las ventanas que
separan el ​ezras noshim​ del shul principal para que aire fresco pueda entrar por allí
también ".
Mientras tanto, el Rebe estaba sentado en su silla, con la cara blanca como la tiza,
visiblemente dolorido. Un médico que estaba parado cerca se acercó al Rebe y dijo
se le debía traer agua al Rebe, pero el Rebe se negó a beberla.
Luego de unos minutos, el Rebe hizo una seña de que continúen las ​hakofes.​ La
quinta y sexta ​hakofe ​se terminaron rápidamente, y luego llegó el momento de la
séptima ​hakofe​, que es habitualmente dirigida por el Rebe.
Alguien sugirió que el Rebe condujera la ​hakofe ​en el frente del Shul desde su lugar,
pero el Rebe insistió en ir al centro del shul y bailar con Rashag.
Aleinu f​ ue recitado rápidamente, y el Rebe salió del shul, mientras (débilmente)
alentaba el canto de "​Vesomajto​".

"Kidush se recita sobre vino"

Apenas unos minutos después de que el Rebe ingresó a su habitación después de


hakofes​, se llamó al Dr. Mordejai Glazman para que revisara al Rebe.
"Llegué rápidamente a la habitación del Rebe", relata el Dr. Glazman. "El Rebe
estaba pálido y sudaba, y me di cuenta que la situación era terrible. Le dije al Rebe
que creo que está pasando por un ataque al corazón, y el Rebe me respondió que
no había comido en todo el día, y que primero quiere ir a la Sucá y hacer Kidush ".
Unos minutos más tarde, la Rebbetzin vino de su casa, y el Rebe entró a la sucá
para hacer Kidush y comer algo.
Tomando nota de la situación, se preparó jugo de uva para el Rebe, que rechazó,
diciendo: "​Kidush​ se recita sobre vino".
Después de tener lugar una pequeña​ seudas yom tov​, el Rebe pareció recuperar un
poco de fuerza. Al salir de la sucá, el Rebe dijo que se cantara ​Vesomajto ​(una
multitud preocupada estaba de pie, esperando recibir incluso la más mínima
información sobre la salud del Rebe), e incluso animó al canto dos veces con la
mano. Un mensaje del Rebe llegó pronto: todo el mundo debía ir a su casa y comer
seudas yom tov​, y aquellos que aún no habían hecho ​hakofes,​ debían hacerlo ahora
con gran ​simja.​ Mientras tanto, una cama fue traída desde el apartamento del
Frierdiker Rebe a la habitación del Rebe para que el Rebe pueda descansar.
El rabino Krinsky relata lo que sucedió esa noche:
"Logramos llamar a cuatro médicos; dos de Manhattan, un cardiólogo de Long
Island que estaba familiarizado con Rashag, y un médico adicional de Brooklyn, a
quien yo conocía personalmente. Uno de ellos trajo una máquina de
electrocardiogramas (cardiógrafo), lo que nos permitió verificar los latidos del
corazón del Rebe.
"Los doctores, que llegaron entre las nueve y media y las doce, coincidían en que el
Rebe había sufrido un infarto severo y que necesitaba ser trasladado al hospital de
inmediato, ya que no había máquinas o medicamentos adecuados a mano en la
habitación del Rebe. Sin embargo, el Rebe insistió en que no iría. Los médicos, no
dispuestos a asumir la responsabilidad, se pusieron sus abrigos y se fueron. La
situación era muy grave, y no había un solo médico competente a la vista..."
En un momento, cuando el Rab Hodakov entró a la habitación del Rebe para
entregar un mensaje de unos Rabonim que el Rebe debía ir al hospital, el Rebe
habló primero:
"Por cuanto que sigo las instrucciones de los Rabonim, les pido que no hagan un
Psak, porque no quiero ir al hospital".
A las cuatro de la mañana, Reb Leibel Bistritzky, jefe de Hatzala en Crown Heights,
salió y pidió que se recitara Tehillim.
El pedido trajo gran preocupación a aquellos congregados. Un grupo de ​Bojrim,​
junto con Reb Yoel Kahn, comenzaron una caminata hacia el Ohel para rezar allí.
Otros grupos de ​bojrim ​comenzaron a caminar a diferentes barrios para informar a la
gente de lo que había sucedido, para que puedan decir Tehillim también.
El rabino Krinsky continúa:
"En las primeras horas de la mañana, vimos en la máquina que el Rebe atravesaba
otro ataque cardíaco grave, peor que el primero. No sabíamos qué hacer. Los
doctores que estaban en el sitio (no especialistas del corazón) dijeron que no
teníamos más remedio que llevar al Rebe al hospital. Entre toda la conmoción, la
Rebetzin bajó y se le informó de lo que estaba pasando, y le preguntamos qué
hacer.
"La Rebetzin respondió: 'en todos los años que conozco a mi marido, nunca hubo un
momento en el que no tuviera control total sobre sí mismo.' Ella dejó muy en claro
que bajo ninguna circunstancia debíamos trasladar al Rebe sin su consentimiento.
"Caminé del ​Gan Eden Hatajton​ a la oficina del ​mazkirus​, y mientras caminaba de
un lado a otro pensando y cavilando qué hacer, escuché la voz de la Rebetzin.
"'Rabino Krinsky', dijo, 'conoces a tanta gente. ¿No puedes encontrar un médico
para mi marido?’
"Cuando ella dijo esas palabras, salté. Conocía precisamente al médico exacto para
esto. El Dr. Ira Weiss de Chicago. Era un joven cardiólogo, entrenado en Harvard,
que era alumno de mi cuñado, el rabino Hershel Shusterman en Chicago, y yo sabía
que era un ​eideler id"​.

El Doctor del Rebe

El Dr. Weiss relata:


"Era Shmini Atzeres temprano por la mañana, estaba en mi casa en Chicago,
cuando sonó el teléfono de emergencia; era el rabino Krinsky en la línea. Nunca
antes había hablado con él, pero sabía que era uno de los secretarios ejecutivos del
Rebe, y yo era consciente de la grandeza del Rebe y tenía gran reverencia hacia él.
"El rabino Krinsky me explicó lo que había sucedido y me preguntó si era posible
que el Rebe recibiera tratamiento en su habitación en 770. Le dije que creía que era
posible, siempre y cuando un médico estaría ahí a la vista para tratarlo al Rebe en
privado y cuidarlo para recuperar la salud.
"El rabino Krinsky me preguntó: '¿Puedes ser ese doctor?'
"Estaba demasiado lejos, y el Rebe necesitaba tratamiento inmediato. Dije que
llegaría al aeropuerto de inmediato, pero para recibir tratamiento inmediato, llamé al
Dr. Tishholtz, un médico muy prestigioso y el jefe del departamento de cardiología
del Hospital Mt. Sinaí, y le pedí que vaya a 770.
"Cuando aterricé en Nueva York, me llevaron rápidamente a Brooklyn en una
caravana de vehículos policiales, y cuando entré corriendo a 770 para ver al Rebe,
fui interceptado por la Rebetzin. Estaba apresurado por ver al Rebe, pero ella me
dijo que no tenía de qué preocuparme. 'El Dr. Tishholtz vino y se hizo cargo de todo,
y la condición de mi marido se ha estabilizado. El doctor Tishholtz había dejado
todo, incluyendo una conferencia importante que debía dar esa mañana, y llegó a
770 en cuarenta minutos.
"La Rebetzin me dijo que, siendo que es Yom Tov, primero debía hacer ​kidush,​
comer algo y luego ir a ver al Rebe".
El Dr. Weiss prometió que se quedaría con el Rebe hasta que se recupere
completamente. "Aunque no soy un gran médico, sé lo que es un Rebe y espero
brindar el mejor tratamiento posible", dijo. A diferencia de otros doctores, el Dr.
Weiss opinó que era mejor que el Rebe fuera tratado en su habitación, y que no
fuera al hospital. De esta forma tendría un médico privado, podría opinar sobre los
tratamientos y no tendría que separarse de los Jasidim.
La Rebetzin bajaba del segundo piso cada dos horas para estar al tanto de la
situación. Sorprendentemente, cada vez que ella entraba a la habitación del Rebe,
la cara del Rebe parecía estar natural (estable).

Der Rebe Iz Guezunt

En su ​yoman​, el rabino Sassover describe la atmósfera de la noche de Simjas Toiro


en 770:
"A pesar de la preocupación sobre la condición y estado del Rebe, habíamos sido
instruidos explícitamente por el propio Rebe que aumentemos en ​Simja​, y no ​jas
veshalom,​ disminuir. Las ​Hakofes f​ ueron conducidas en ese espíritu.
"Los primeros y últimos ​psukim d ​ e Ato Horeiso, los ​psukim d​ el Rebe, fueron
recitados por toda la multitud, en el mérito de una recuperación completa para el
Rebe shlita.
"Al comienzo de las ​hakofes​, anunciaron que el Rebe es honrado con el primer ​sefer
Torá.​ El Rebe dijo que las ​hakofes d​ ebían ser conducidas con un ​shturem​, y todos
bailaron con entusiasmo en 770 y afuera, a lo largo de todo la cuadra. Todos juntos,
como una sola voz, cantamos ​"Zol shoin kumen di refue, der Rebe zol shoin zain
guezunt!"​ (que la recuperación sea rápida: que el Rebe esté sano [se cure]) con la
melodía de ​"Zol shoin zain di gueule​". Luego pasamos a cantar más puntualmente y
directamente: "​Der Rebe iz guezunt​ (El Rebe está sano), ​Moshiaj zol shoin kumen!"​ .
Estas palabras encendieron aún más a la multitud. La ​simja y​ ​lebedikait q ​ ue hubo
esa noche es indescriptible. ​'Mi shelo ra'a simja zu, lo ra'a simja m'yamav.'​ "
Mientras tanto, el Rebe escuchaba el canto desde su habitación, y al escuchar las
palabras que cantaban los jasidim, el Rebe le comentó al médico: "Estos son
Jasidim". Cuando se le preguntó si el fuerte ruido de la planta baja lo estaba
perturbando, el Rebe replicó, '​Es iz a gueshmaker muzik​ - ¡es una música
agradable! '' Si los jasidim hubiesen visto la sonrisa en el rostro del Rebe, hubieran
comprado todo el mashke en la ciudad de Nueva York ', dijo el doctor.
"El baile continuó hasta la mañana. En medio de la noche, el Rebe le preguntó al
rabino Groner si bailaban abajo 'con un ​shturem',​ y el rabino Groner respondió
afirmativamente. El Rebe continuó, '¿Con un gran ​shturem? ​ Ve abajo y diles que así
como bailaron esta noche con un ​shturem ​deben bailar mañana con un ​shturem
más grande'.
"El Rabino Groner dio el mensaje palabra por palabra, y también informó que el
Rebe ya está caminando de un lado a otro en su habitación. Todas estas noticias
hicieron más eufórica la atmósfera, y nuestros espíritus estaban en lo alto "

Sorpresa

Al día siguiente, siguiendo instrucciones del Rebe, miles de Jsidim se reunieron en


770 a la hora programada para el Farbrenguen del Rebe. Algunos de los ​elte ​Jsidim
hablaron, la ​Sija (​ ver anexo en recuadro) fue disertada y se cantaron ​nigunim​. Por la
tarde, el Rebe le preguntó una vez más al rabino Groner qué está sucediendo en la
planta baja, a lo que él respondió que todos están con mucha ​Simja (​ muy
​ ue la continuación debe ser con aún más
contentos). El Rebe dijo, "Dile al ​oilom q
entusiasmo".
El rabino Sassover escribe:
"Cerca al final de Yom Tov, el rabino Groner bajó con una sorpresa: el Rebe había
enviado ​kos shel broje​ para distribuir después de ​havdalá​, y además, el Rebe le
había dicho que entregara un mensaje determinado antes de ​havdalá.​ Sentimos que
algo emocionante nos esperaba.
"Después de ​Maariv​, anunció que el Rebe iba a decir una ​Sija d ​ esde su habitación
con conexión y transmisión al gran shul. Al escuchar las noticias, toda la multitud
estaba eufórica y todos comenzaron a bailar en sus lugares. Mientras tanto, se
distribuyó el ​kos shel broje,​ y nos preparamos para escuchar hablar al Rebe".
Preparándose para hablar, el Rebe se puso su capote, sombrero y gartel. Los
doctores le dieron permiso al Rebe para hablar por cinco minutos, pero siguió
hablando por veintidós. Durante la ​sija,​ el Rebe habló sobre el ​ajdus p
​ rovocado a
través de la conexión, a pesar de la separación física. El Rebe lloró un par de veces,
y cuando los doctores le preguntaron de qué estaba hablando cuando lloraba, él
respondió que había bendecido a los jsidim y que había hablado sobre la venida de
Mashíaj.

Una adicción

En su ​yoman​, el rabino Mijoel Seligson, un ​bojur e


​ n 770 en aquel momento, escribe:
"Después de Yom Tov, el Rebe solicitó el correo que había llegado en los últimos
días. Los médicos no querían que el Rebe volviera a su agenda habitual, y
sugirieron que el Rebe descansara durante dos semanas y luego volviera a su
trabajo habitual.
"El Rebe rechazó la idea, explicando que está acostumbrado a recibir
constantemente preguntas y responder cartas, y que si deja de hacerlo podría
afectar negativamente su salud, comparándolo con el peligro de tratar de sacar a
alguien demasiado rápido de una adicción.
"Todavía tratando de aligerar la carga del Rebe, los doctores sugirieron otra cosa:
"Que los secretarios lean las cartas, y le den una sinopsis al Rebe. El Rebe rechazó
esta sugerencia también. Imagínense si un médico obtiene una sinopsis general de
la condición del paciente, sin realizar concretamente un examen, el Rebe les dijo".
Cuando algunos de los jasidim mayores entraron a la habitación del Rebe con una
solicitud similar de que no trabaje demasiado, el Rebe respondió que "​brenguen
Moshiaj iz noj shverer -​ traer Moshiaj es aún más difícil".
Durante las próximas semanas, ​Idn d ​ e todo el mundo intensificaron sus plegarias y
Tehillim, y multitudes de personas enviaron cartas, deseándole al Rebe una "​refua
shleima u'krova"​ .
En un esfuerzo por darle najes al Rebe, muchos ​anash y​ ​bojrim d ​ e todo el mundo se
tomaron la molestia de dedicar más tiempo haciendo ​mivtzoim,​ y aumentar en su
shiurei ​Torá. Todos los días, un ​minien ​viajaba al Ohel (y al ​tziun ​de la Rebetzin
Jana) a rezar por la pronta recuperación del Rebe.
La preocupación inicial y pesadumbre que los Jsidim habían sentido en Yom Tov
pasó una vez que la condición del Rebe se estabilizó, y estaba claro que estaba en
camino a la recuperación. Aún así, nadie estaba seguro de cuánto le tardaría el
Rebe volver a recobrar la salud por completo, y cómo el Rebe continuaría su
agenda y actividades después. Nadie podía suponer cuándo serían capaces de
verlo al Rebe de vuelta.
Los invitados que habían llegado de afuera (otros países) estaban particularmente
desanimados. Muchos no sabían cuándo tendrían otra oportunidad de hacer el viaje,
y aunque un ​yejidus ​estaba obviamente fuera de discusión, aún esperaban poder
ver al Rebe una vez más antes de irse, aunque fuera por un momento.
En​ isru jag,​ para sorpresa de todos, se notificó a los invitados que el Rebe los
recibiría en la puerta de su habitación. El encuentro sería breve, y el Rebe no leería
los ​panim e​ n el lugar, y bastaría con una ​braja ​corta.
Esa noche, por primera vez desde la noche de Shmini Atzeres, los ​orjim p ​ udieron
echar un vistazo al Rebe. El Rebe se sentó en en el umbral de entrada frente a una
mesa mientras pasaban los invitados, y les deseó un ​shnas hatzloje b'gashmius
uberujnius​. Estos ​yejidusn ​se llevaron a cabo varias veces en los días siguientes,
hasta que todos los invitados tuvieron la oportunidad de ver el Rebe.
El Dr. Weiss relata que cuando​ Shabes Bereishis​ se acercaba, el Rebe hizo una
petición:
"El Rebe me dijo, que era el deseo de su suegro, o en realidad, una directiva, que
haga un farbrenguen cada ​Shabes Mevorjim​.
"Le dije al Rebe que estaba fuera de discusión realizar una aparición pública tan
pronto luego del ataque al corazón, pero tal vez que el Rebe hable al aire, y
cualquiera que lo desee puede sintonizar y escucharlo en la radio (como se hizo en
Motzei Simjas Toiro)​ .
"El Rebe estuvo de acuerdo, y le pedí al Rebe a limitarse a veinte minutos. Salimos
al aire, el reloj seguía corriendo, y cuando pasaron quince minutos, le indiqué que
quedaban cinco minutos; el Rebe respondió con un gesto amistoso. Pero pasaron
cinco minutos, luego diez, y pronto le indiqué que era el doble de tiempo a el que
habíamos acordado. Al final habló por unos buenos cuarenta y cinco minutos".
Estas conexiones (transmisiones) de ​Motzei Shabes​ continuaron durante los
siguientes dos meses, lentamente haciéndose más extensas a medida que
mejoraba la salud del Rebe. Este fue el caso incluso después de que el Rebe
comenzara a hacer algunos ​farbrenguens ​de días de semana abajo. Aquellas ​sijes,​
que generalmente incluían un​ maamar k'ein sije​ y eran básicamente una breve
sinopsis de un farbrenguen completo, fueron editadas (y corregidas) por el Rebe
cada semana. 1

Atrapando una ojeada

Para comienzos de Jeshvan, el Dr. Weiss regresó a su consultorio en Chicago, que


tan repentinamente había dejado unas semanas atrás, y el Dr. Larry Resnick llegó
para tomar su puesto. Ellos estaban en contacto regularmente por teléfono.
Comenzando desde ​Shabes Parshas Noaj,​ el Rebe comenzó a participar en
algunas de las ​tefilot ​en el pequeño ​zal​; primero sólo para​ krias haToiro,​ y más tarde
para todo el ​Davenen​. La cantidad de personas presentes se mantuvo al mínimo,
debido a temas de salud, y se hacían sorteos para determinar a quién se le
permitiría participar en estos minianim.
Muchos de los que no ganaron el sorteo se agolpaban en bancos en el ​jatzer p ​ ara
echar un vistazo a la cara del Rebe, y aquellos que estaban lo suficientemente cerca
a la ventana incluso lograban escuchar al Rebe recitar el ​maftir.​
La salud del Rebe mejoró a pasos agigantados, para sorpresa de los doctores y el
deleite de los Jsidim. A veces, el piso de arriba de 770 se clausuraba, y el Rebe se
caminaba por el pasillo junto al Dr. Resnick. Siendo un joven culto, el Dr. Resnick
aprovechaba tales oportunidades para hacerle preguntas al Rebe en su aprendizaje
de la Torá, a menudo trayendo preguntas sobre ​Rashi sijes ​y similares.
Hacia el final de Jeshvan, los ​sforim q​ ue habían quedado varados en Polonia
durante muchos años - desde la Segunda Guerra Mundial - llegaron a Nueva York.
2​​ Por primera vez en más de un mes, el Rebe salió de 770 camino a la biblioteca de
al lado para ver los libros. La noticia se extendió volando, y multitudes de personas
llegaron para echar un vistazo al Rebe. Para muchos, esta fue la primera vez que
tuvieron el mérito de ver el semblante sagrado del Rebe desde Shminí Atzeres, más
de un mes atrás.
Rosh Jodesh Kislev

Habían transcurrido cinco semanas desde Shmini Atzeres, y los doctores


determinaron que el Rebe se había recuperado lo suficiente como para no necesitar
más supervisión médica constante, y que era lo suficientemente bien como para
bastar con exámenes frecuentes.
Esto significaba que el Rebe podía regresar a casa, después de haber pasado las
semanas previas en su habitación en 770.
El jueves por la tarde, Erev Rosh Jodesh Kislev se difundió la noticia. El Rebe
estaría regresando a casa. Comprendiendo el significado de la ocasión, los Jsidim
estaban eufóricos. El regreso del Rebe a casa parecía indicar que el período de
He'lem v'hester ​había terminado, y el Rebe estaba lo suficientemente bien como
para regresar y estar con los Jasidim de vuelta. Si bien el Rebe aún no había
recuperado su salud plena, ya que eso tomaría muchos meses más, esta noche fue
un punto de inflexión: el Rebe dejaba la supervisión de los médicos y volvía a su
horario y actividades normales.
Horas antes al momento programado, la multitud comenzó a congregarse frente a
770, anticipando el momento en que el Rebe dejaría su habitación y saldría.
El rabino Sassover escribe:
"A las siete y cuarenta, el Rebe apareció en la entrada, sosteniendo una bolsa
marrón, como de costumbre, y espontáneamente los Jsidim comenzaron a cantar la
Marcha de Napoleón con el entusiasmo generalmente reservado para Simjas Toiro.
El Rebe caminó lentamente por el sendero, alentando el canto con su brazo tal
como en el pasado; de una manera que nos indicaba que comencemos a cantar y
bailar sin límites ni fronteras.
"Cuando el coche del Rebe se alejó, la multitud se transformó en varios círculos de
Jsidim jubilosos, celebrando alegremente la recuperación del Rebe sin parar.
Después de dos horas de baile, todos entramos al shul e intentamos "rehacer"
Simjas Toiro. Los ​psukim s​ e vendieron, y los ingresos se destinaron a comprar
mashke; alguien patrocinó una ​seudas mitzve​ completa. La primera ​hakofe f​ ue dada
a los ​mashpi'im​, y las siguientes a los ​bojrim.​
"Siete ​hakofes ​no fueron suficientes, y el baile continuó durante toda la noche. '​Es iz
gueven oif tish un oif benk.'​ Reb Sholom Marosov y Reb Itche Shpringer también
hicieron farbrenguen toda la noche".
Al día siguiente, viernes, la celebración continuó, aunque de una manera diferente.
Muchos Mitzva Tanks salieron a las calles de Nueva York, con Jsidim poniendo
tefilín a cientos de Idn, y promoviendo los otros mivtzoim.
En Shabat, se organizó un gran ​kidush ​en honor a la ocasión, y los jasidim mayores
condujeron los farbrenguens durante todo el día. Incluso se organizó un programa
para niños, un ​mesibos Shabes​, en honor a la fecha propicia. Los ​farbrenguens
duraron hasta después de Shabat, y cuando la multitud se enteró de que el Rebe
estaba por salir para irse a su casa, todos salieron de 770 para acompañar al Rebe
con una alegre canción, y el Rebe alentó el canto a su salida.

Yud Tes Kislev

El primer ​farbrenguen d ​ espués de Shmini Atzeres que el Rebe celebró en un marco


público, en la planta baja de 770, tuvo lugar en Yud-Tes Kislev, unas dos semanas y
media después de irse a su casa por primera vez.
En un ​yoman,​ un ​bojer d ​ escribe la emoción y la secuencia de los eventos:
"Esta mañana se confirmó la noticia: el Rebe conducirá un farbrenguen esta noche a
las nueve en punto, en honor a Yud-Tes Kislev.
"Las noticias trajeron un montón de expectación y entusiasmo a 770. La ​bima ​de
farbrenguen fue completamente renovada; fue totalmente desmantelada y
reconstruida de una manera más robusta, y se colocaron losas a todo su largo.
"El ​mazkirus​ pensó en publicitar la ocasión en los medios, pero el Rebe no lo
permitió.
"A las nueve en punto, el Rebe bajó y la multitud espontáneamente comenzó a
cantar alegremente la Marcha de Napoleón. Emociones intensas se apoderaron de
los corazones de las multitudes al ver entrar al Rebe con pasos confiados y
enérgicos. El Rebe llegó a la ​bima,​ se sentó en su lugar, y luego de unos momentos
comenzó la ​sija​.
"A pesar del hecho que el farbrenguen fue mantenido en silencio, llegaron muchos
invitados. El más notable fue el Dr. Weiss de Chicago, quien fue el responsable
(​b'derej hateva)​ de la rápida recuperación del Rebe. Cuando entró en el shul
(delante del Rebe) fue recibido con aplausos y ovaciones por su trabajo, dedicación,
mentchlijkait y​ amor por el Rebe. Durante el farbrenguen, el Rebe le indicó que
dijera ​'Lejaim'​, y después de hacerlo, se puede decir verdaderamente que ambas
caras brillaban de felicidad, satisfacción y placer. Todo el equipo de médicos se
sentó cerca a la ​bima​, y después de la primera ​sija,​ enviaron una nota al Rebe".

Seudat Hodaa

Algunos días después de Shabes Bereishis, el Rebe le había mencionado al Dr.


Weiss que para compensar a los jasidim por los farbrenguens perdidos de Simjas
Toiro y Shabes Bereishis, probablemente llevaría a cabo un farbrenguen especial. ​4
Al mediodía de Zois Januka, el último día de Januka, el Rebe citó al rabino Yaakov
Yehuda Hejt y le pidió que preparara ​jalá y​ otros alimentos básicos para un
farbrenguen, que celebraría después de ​minja ​esa tarde. El Rebe le ordenó que
guardara esta información para sí mismo, y que ni el ​mazkirus ​debía enterarse.
Este farbrenguen sorpresa constituyó una ​seudas hoda'ah​ y una compensación por
Simjas Toiro.
El Rebe se lavó para comer pan, y luego repartió ​kos shel broje.​ En las ​sijes,​ el
Rebe conectó Zois Januka con Shmini Atzeres y condujo todo el farbrenguen con
mucha alegría y ​lebedikait​. El Rebe también afirmó que el​ kos shel broje​ que está
distribuyendo ahora es "tal como la distribución de Motzei Simjas Toiro; a pesar de
que fue distribuido entonces a través de un ​shliaj ​y ​shlujo shel odom k'moisoi​".
Durante los siguientes meses, el Rebe continuó con este estilo y procedimiento de
hashlama:​ el Rebe repartió ​kos shel broje​ un total de seis veces durante el invierno.

Un Yom-Tov para las generaciones

El próximo año en Zois Januka, el Rebe nuevamente hizo un farbrenguen,


explicando que a medida que pasa el tiempo y el ​golus s​ e vuelve cada vez más
oscuro, necesitamos agregar más luz espiritual.
"Esta es la razón por la cual encontramos que Jasidim agregaron nuevos​ yomim
toivim​ al calendario, y específicamente en el mes de Kislev; como Yud-Tes Kislev y
Yud Kislev ", explicó el Rebe.
"Más recientemente, marcamos también la fecha de Yud-Beis Tamuz, celebrando la
gueula d ​ el [Frierdiker] Rebe. La alegría es ilimitada y muy personal para todos y
cada uno de los judíos de esta generación... "
En nuestro tiempo también, el yom tov de Rosh Jodesh Kislev fue agregado al
calendario. Un día festivo para el ​Nosi Hador​, y por extensión, para cada Id de esta
generación.
Se dice que los doctores le habían permitido al Rebe volver a su casa antes, pero el
Rebe deseó esperar el tiempo extra hasta Rosh Jodesh. Como dicen Jazal, "‫מגלגלין‬
‫"זכות ליום זכאי‬, un hecho meritorio es reservado para un día ya meritorio.
Que el ​zjus d ​ e este ​yom zakai,​ el día que marcó el final de un corto período de
he'lem v'hester,​ se extienda aún más para poner fin a nuestro ​golus a ​ ctual y
celebremos un nuevo ​yom tov ​con el Rebe, rápidamente.

1. Estas Sijes y Maamorim fueron impresas más tarde en Likutei Sijot Vol. 20
2. Véase Derher, Adar II 5774
3. Véase Derher, Kislev 5772 (“Maladetz’n”)
4. Véase Derher, Tevet 5775, (“Seudas Hodaa”) para una descripción completa del Farbrenguen.

Vous aimerez peut-être aussi