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Concepto de sustentabilidad.

El término sustentabilidad se utilizó por primera vez en relación con la idea de


producción sostenible en empeños humanos como la silvicultura y la pesca. Pero el
concepto se puede extender a otros rubros como el de la sociedad sostenible, esa
que al paso del tiempo, no agota su base de recursos al exceder la producción
sostenible, ni produce más contaminantes de los que puede absorber la naturaleza
(Nebel y Wrigth, 1999).
Decir que un sistema o proceso es sustentable significa que puede continuar
indefinidamente sin agotar nada de los recursos materiales o energéticos que
necesita para funcionar.

Sustentabilidad significa satisfacer las necesidades de la generación presente sin


comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias
necesidades.
Se refiere al equilibrio que existe entre una especie con los recursos del entorno
que propone satisfacer las necesidades de la actual generación sin sacrificar las
necesidades futuras.

La sustentabilidad se funda en el reconocimiento de los límites y potenciales de la


naturaleza, así como la complejidad ambiental, inspirando una nueva comprensión
del mundo para enfrentar los desafíos d la humanidad en el tercer milenio.

El concepto de sustentabilidad promueve una nueva alianza naturaleza-cultura


fundando una nueva economía, reorientando los potenciales de la ciencia y la
tecnología, y construyendo una nueva cultura política fundada en una ética de la
sustentabilidad –en valores, creencias, sentimientos y saberes— que renuevan los
sentidos existenciales, los mundos de vida y las formas de habitar el planeta tierra.

Lo que esencialmente se busca a partir de la sustentabilidad es avanzar hacia una


relación diferente entre la economía, el ambiente y la sociedad. No busca frenar
el progreso ni volver a estados primitivos. Todo lo contrario. Busca precisamente
fomentar un progreso pero desde un enfoque diferente y más amplio, y ahí es donde
reside el verdadero desafío.

PRINCIPIOS DE LA SUSTENTABILIDAD
Principio de carga máxima:

Muchos principios han surgido para poner la sostenibilidad en terminos mas concretos y
cuantificables. Probablemente, el principio mas basico de aprender, en el que todos los demas se
basan, es que la capacidad de carga. La capacidad de carga se refiere a la “carga máxima” un área
en particular de la tierra puede sostener sin afectar negativamente a otros organismos en ese
entorno.
Se determina observando la cantidad de alimento disponible, los nutrientes, el hábitat, los recursos
hídricos, y otras necesidades requeridas para el buen funcionamiento de una población dada. Si la
población, ya supera la capacidad de la tierra para proporcionar estas necesidades, entonces
diríamos que esa población ha superado la capacidad de carga de la tierra.

Aunque la capacidad de carga se ha aplicado tradicionalmente a la especie en áreas localizadas,


mucho trabajo se ha hecho para evaluar la capacidad de carga del planeta para los seres humanos.
Aunque este enfoque ha sido criticado por su incapacidad para captar plenamente la complejidad
de la relación entre el hombre y su entorno, sirve como una herramienta útil para concebir la
sostenibilidad.

En última instancia, hay una cantidad finita de los recursos disponibles en la tierra para el consumo
humano y una capacidad de carga no existente.

Si la capacidad de carga se excede, teóricamente, la población podría experimentar una disminución


significativa de la población. Principio de huella ecológica: Una forma emergente de la sostenibilidad
es cuantificar a través de análisis de la huella ecológica. A diferencia de la capacidad de carga, que
mide la población total de un terreno puede llevar, una Huella Ecológica mide la cantidad de área y
el agua de una población dada que realmente necesita para producir los recursos que consume.

Por ejemplo, cuando la contabilización de todos los terrenos necesarios para producir todos los
recursos utilizados en una ciudad, veríamos que el área de la tierra que una ciudad utiliza es en
realidad mucho mayor que el área geográfica de su forma de construcción ocupa.

En 2006, se estimó que la huella ecológica del planeta fue de 1,4 veces el tamaño de la Tierra. Esto
significa que necesitaríamos un área que es 1,4 veces más grande que la tierra con el fin de mantener
los actuales niveles de consumo.

A pesar de la complejidad inherente a la medición de la huella ecológica de un área, sigue siendo


una valiosa herramienta para evaluar la sostenibilidad de un área en particular y determinar si un
área se está convirtiendo en más o menos sostenible a medida que avanza el tiempo.

Otro principio clave en la literatura de la sostenibilidad es el principio de precaución o enfoque de


precaución. Es más relevante para las autoridades que tienen que tomar decisiones políticas en un
contexto de incertidumbre.

Principio de precaución:

El principio de precaución establece que cuando haya peligro de daño irreversible al medio
ambiente, deben tomarse medidas para proteger el medio ambiente, incluso si existe incertidumbre
científica. Es decir, incluso si la ciencia no puede probar más allá de una duda razonable de que una
acción en particular se lleva a la degradación del medio ambiente, se deben poner en marcha para
evitar daños al medio ambiente de todos modos. Una de las ventajas de este enfoque es que hace
más fácil para los responsables políticos a favor del medio ambiente sobre otros intereses y que
sirve como una herramienta relativamente fácil de aplicar a los casos en que el consenso científico
puede estar ausente.

Principio de interdependencia e interconexión:


Deriva de la premisa de que todo está conectado a todo, es decir que ni en la naturaleza ni en la
sociedad hay fenómenos que operan de forma aislada o independiente. El ser humano no es más
que un hilo en el tejido de la vida y el daño a una parte del tejido puede afectar a la totalidad del
mismo. Dependemos de los sistemas sustentadores de vida y todas las formas de vida tienen valor
ya que prestan servicios ambientales incluyendo a las bacterias.

Principio de eficiencia y mesura:

Deriva de la premisa de que en la naturaleza no hay nada gratuito. Todo lo que aparentemente nos
provee la naturaleza de forma gratuita como el oxígeno, significa millones de años de evolución, su
destrucción implica grandes pérdidas a veces irreversibles. Si cortamos los bosques a un ritmo más
rápido de su capacidad de regeneración natural, perderemos el recurso.

El principio de equilibrio:

La naturaleza se encuentra en permanente cambio y recomponiendo equilibrios dinámicos, pero


cuando un elemento se pierde o disminuye mucho, puede ocurrir una ruptura que impida
recomponer el equilibrio del ecosistema y, en consecuencia, producir su colapso. Por eso este
principio significa que el uso humano de un recurso no debiera rebasar un umbral crítico y el impacto
humano no sobrepasar la capacidad de carga de los ecosistemas.

1.3 DIMENSIONES DE LA SUSTENTABILIDAD.


DIMENSIÓN ECOLÓGICA, NATURAL O AMBIENTAL

Exige que el desarrollo sea compatible con el mantenimiento de los procesos ecológicos, la
diversidad biológica y la base de los recursos naturales. Promueve la protección de los recursos
naturales necesarios para la seguridad alimentaria y energética y, al mismo tiempo, comprende el
requerimiento de la expansión de la producción para satisfacer a las poblaciones en crecimiento
demográfico.

DIMENSIÓN SOCIAL

Requiere que el desarrollo aspire a fortalecer la identidad de las comunidades y a lograr el equilibrio
demográfico y la erradicación de la pobreza. Implica promover un nuevo estilo de desarrollo que
favorezca el acceso y uso de los recursos naturales y la preservación de la biodiversidad y que sea
“socialmente sustentable en la reducción de la pobreza y de las desigualdades sociales y promueva
la justicia y la equidad.

DIMENSIÓN ECONÓMICA

Demanda un desarrollo económicamente eficiente y equitativo dentro y entre las generaciones


presentes y futuras. Demanda utilizar recursos financieros, técnicos y humanos para desarrollar
tecnologías más limpias. El desarrollo económico desde la perspectiva de la sustentabilidad no
puede basarse en la viabilidad de un proyecto sin considerar el impacto social y ambiental.

UNIDAD 2 ESCENARIO NATURAL


2.1 El ecosistema.
El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre
ellas y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo,
la competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del
ciclo de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos,
plantas y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio,
resultan en el flujo de materia y energía del ecosistema.
El significado del concepto de ecosistema ha evolucionado desde su origen. El término
acuñado en los años 1930s, se adscribe a los botánicos ingleses Roy Clapham (1904-1990) y
Sir Arthur Tansley (1871-1955). En un principio se aplicó a unidades de diversas escalas
espaciales, desde un pedazo de tronco degradado, un charco, una región o la biosfera
entera del planeta, siempre y cuando en ellas pudieran existir organismos, ambiente físico
e interacciones.
Es importante subrayar que existen varias formas de llevar a cabo el estudio de un
ecosistema, más concretamente tres son los métodos habituales.
Así, en primer lugar, se puede realizar el análisis del mismo mediante las relaciones
alimentarias que en él se producen lo que se traduce en que se hable de la energía que llega
a la Tierra desde el Sol para que pase de unos organismos a otros. Esto daría a su vez lugar
a las llamadas, como hemos citado anteriormente, cadenas tróficas donde están las plantas,
los consumidores primarios o herbívoros, los consumidores secundarios o carnívoros, y los
necrófagos.
Los ecosistemas aglutinan a todos los factores bióticos (es decir, a las plantas, animales y
microorganismos) de un área determinada con los factores abióticos del medio ambiente.
Se trata, por lo tanto, de una unidad compuesta por organismos interdependientes que
forman cadenas tróficas o alimenticias (la corriente de energía y nutrientes establecida
entre las especies de un ecosistema con relación a su nutrición).
La segunda manera de estudiar un ecosistema es mediante los ciclos de la materia. Con
ellos lo que se expresa es como los distintos elementos químicos (oxígeno, hidrógeno,
carbono…) que forman a los distintos seres vivos van pasando de unos niveles tróficos a
otros.
Y la tercera forma de análisis es la de centrarse en el llamado flujo de energía que va
pasando de un nivel a otro y que es el encargado de que el ecosistema esté en
funcionamiento. En este caso tenemos que subrayar que dicha energía siempre sigue la
misma dirección.
La noción de ecosistema surgió en la década de 1930 para explicar la compleja interacción
entre los seres vivos, las corrientes de energía, los recursos materiales, y la comunidad en
la que se desarrollan.
A mayor número de especies (es decir, mayor biodiversidad), el ecosistema suele presentar
una mayor capacidad de recuperación. Esto es posible gracias a las mejores posibilidades
de absorción y reducción de los cambios ambientales.
El concepto de hábitat está asociado al de ecosistema. El hábitat es el lugar físico del
ecosistema, una región que ofrece las condiciones naturales necesarias para la subsistencia
y reproducción de las especies.

2.2 Flujo de energía.


Desde el punto de vista de la termodinámica, la energía se define como la capacidad para
hacer un trabajo; este puede ser físico, mecánico, biológico o ecológico; las formas como la
energía puede manifestarse, entre otras.
Para que un ecosistema pueda mantener sus funcione, es indispensable la energía solar. En
el Sol constantemente están ocurriendo reacciones de fusión de hidrógenos que traen
como consecuencia la formación de helio y la liberación de grandes cantidades de energía
en forma de radiaciones.
H+ + H+ → He + Energía.
Una mínima cantidad de la energía generada es enviada hacia la Tierra y, aproximadamente,
la mitad de la energía solar que logra traspasar la atmósfera y llaga a la superficie del
planeta, es utilizada por los vegetales para llevar a cabo la fotosíntesis: esto es el ingreso
energético a los ecosistemas.
El proceso biológico de la fotosíntesis es el mecanismo por el cual los organismos autótrofos
del ecosistema captan la energía solar y la transforman en energía química (azúcares
vegetales) que posteriormente será utilizada por los organismos consumidores herbívoros
primarios tales como algunos insectos, conejos, vacas, caballos, etc., en los procesos de
respiración para utilizar la fuerza almacenada.
Cuando los consumidores herbívoros primarios sirven de alimento a los consumidores
carnívoros secundarios y terciarios, entonces la energía de los primeros se transfiere a los
segundos, con lo cual la energía se va moviendo hacia los diferentes niveles tróficos.
Durante este movimiento, una fracción de la energía sufre otras transformaciones y
transferencias; otra parte se disipa parcialmente; y por último, el resto de la energía es
liberada por los organismos descomponedores que biodegradan los vegetales y animales
muertos en el ecosistema.
Todos los cambios de energía, desde su producción en el Sol hasta su captación,
transformación y transferencia en los ecosistemas, están regidos por la primera y segunda
leyes de la termodinámica:
La primera establece que “la energía existente en el universo es una cantidad constante que
no se crea ni se destruye, sólo se transforma”.
La segunda indica que “la transferencia de la energía no es eficiente de una manera total al
cambiar de una manifestación a otra; es decir, parte de la energía no es aprovechada y se
pierde en forma de calor no utilizable”.
Es evidente la importancia que tiene para la ecología el concepto de energía y las leyes
termodinámicas que rigen sus cambios, pues toda manifestación de vida va acompañada
por cambios energéticos tales como el metabolismo, crecimiento, reproducción,
biosíntesis, etc. Además hay cambios energéticos que van a determinar muchas de las
condiciones del medio ambiente en las cuales se desarrollan los organismos, como el clima,
vientos, mareas, lluvias, heladas, entre otros.
Cuando la energía solar transformada a energía química fluye a través de los niveles tróficos
del ecosistema (productores, consumidores, desintegradores), una parte de ella se disipa
en forma de calor que el sistema no puede aprovechar. Este calor no aprovechable no
regresa al Sol y no se establece un flujo cíclico; se dice entonces que éste es un flujo
unidireccional de energía.
Cada vez que se transfiere la energía de un nivel trófico al otro, a lo largo de las cadenas
alimenticias, ocurre una pérdida muy fuerte de ésta; pérdida que es de un noventa por
ciento de la energía obtenida del nivel trófico anterior, y que se aprovecha en la obtención
de alimentos y en el metabolismo antes de cederla al nivel siguiente.
Así, es posible hacer referencia al principio del diezmo ecológico o ley del diez por ciento,
la cual establece que “el total de la energía que contiene un nivel trófico de un ecosistema
alcanza una magnitud igual a un décimo de la que corresponde al nivel que le antecede”

2.4 Biodiversidad (desde genes hasta ecosistemas).


La biodiversidad es la totalidad de los genes, las especies y los ecosistemas de una región.
Por "biodiversidad" o "diversidad biológica" se entiende la variabilidad de la vida en todas
sus formas, niveles y combinaciones.
La biodiversidad puede dividirse en tres categorías jerarquizadas--los genes, las especies, y
los ecosistemas--que describen muy diferentes aspectos de los sistemas vivientes y que los
científicos miden de diferentes maneras:
DIVERSIDAD GENÉTICA
Por diversidad genética se entiende la variación de los genes dentro de especies. Esto
abarca poblaciones determinadas de las misma especie (como las miles de variedades
tradicionales de arroz de la India) o la variación genética de una población (que es muy
elevada entre los rinocerontes de la India, por ejemplo, y muy escasa entre los chitas). Hasta
hace poco, las medidas de la diversidad genética se aplicaban principalmente a las especies
y poblaciones domesticadas conservadas en zoológicos o jardines botánicos, pero las
técnicas se aplican cada vez más a las especies silvestres.
DIVERSIDAD DE ESPECIES
Por diversidad de especies se entiende la variedad de especies existentes en una región. Esa
diversidad puede medirse de muchas maneras, y los científicos no se han puesto de acuerdo
sobre cuál es el mejor método. El número de especies de una región su "riqueza" en
especies es una medida que a menudo se utiliza, pero una medida más precisa, la
"diversidad taxonómica" tiene en cuenta la estrecha relación existente entre unas especies
y otras. Por ejemplo: una isla en que hay dos especies de pájaros y una especie de lagartos
tiene mayor diversidad taxonómica que una isla en que hay tres especies de pájaros pero
ninguna de lagartos.
DIVERSIDAD DE LOS ECOSISTEMAS
La diversidad de los ecosistemas es más difícil de medir que la de las especies o la diversidad
genética, porque las "fronteras" de las comunidades asociaciones de especies y de los
ecosistemas no están bien definidas. No obstante, en la medida en que se utilice un
conjunto de criterios coherente para definir las comunidades y los ecosistemas, podrá
medirse su número y distribución. Hasta ahora, esos métodos se han aplicado
principalmente a nivel nacional y subnacional, pero se han elaborado algunas clasificaciones
globales groseras.
RECURSOS NATURALES
Los recursos naturales son todos los factores abióticos o bióticos de la naturaleza que el
hombre puede utilizar con el fin de satisfacer sus necesidades.
El aire, el petróleo, los minerales, los vegetales, los animales, etc. son ejemplos de los
recursos naturales que el hombre puede utilizar.
Estos recursos se clasifican de esta forma:
Recursos renovables
Son aquellos que pueden recuperarse por sí mismos, pero que deben utilizarse
racionalmente para evitar su agotamiento.
Ejemplos de recursos renovables son: la flora, la fauna y el suelo.
SUELO: Uno de los principales recursos que brinda la naturaleza al hombre es el suelo,
donde crecen los vegetales que se utilizan para servir de alimento al hombre y a los
animales.
FLORA: es el conjunto de especies vegetales que habitan una región determinada.
FAUNA: es el conjunto de animales que habitan un territorio determinado.
RECURSOS INAGOTABLES
Son aquellos que el hombre utiliza en baja proporción respecto a la cantidad existente en
la naturaleza.
Los recursos inagotables se recuperan o regeneran por sí mismos, por lo que no existe riesgo
de extinción o agotamiento. Algunos ejemplos son: el agua, el Sol, el aire y sus
constituyentes gaseosos.
La proporción de agua y aire que utilizan los seres vivos, es pequeña si se compara con la
cantidad global que existe de estos recursos; por eso su cantidad se mantiene constante en
la naturaleza.
Recurso agua
El agua cubre alrededor de la tres cuarta partes de la superficie terrestre, formando lo que
conocemos con el nombre de hidrósfera.
Recurso aire
El aire que nos rodea proviene de la atmósfera. Así se llama la capa que rodea al planeta, y
en la que todos los seres vivos realizamos nuestra vida diaria.
Todos los animales y el hombre requieren de un gas que se encuentra en la atmósfera
llamado Oxígeno. Incorporamos este gas a nuestro organismo mediante un proceso natural:
la respiración.
La atmósfera proporciona las sustancias gaseosas necesarias para la vida.
RECURSOS NO RENOVABLES
¿Cómo se clasifican los minerales?
Existen los minerales metálicos, como el cobre y el hierro, los minerales no metálicos, por
ejemplo el azufre y el salitre, y los minerales combustibles, entre los que se encuentran
el carbón y el petróleo.
Los minerales en general, son considerados recursos no renovables porque se van agotando
en la medida que se extraen.
El mineral de cobre debe ser triturado y concentrado antes de ser fundido en el horno. Se
obtiene así cobre metal con una pureza de aproximadamente el 98%.
Recursos minerales metálicos
Los minerales metálicos nos proporcionan la gran variedad de metales que usamos
actualmente. Entre las propiedades más importantes de los metales destacan la
maleabilidad, posibilidad de transformación a láminas metálicas; ductilidad, facilidad de
transformación a alambres de diferentes grosores; y conductibilidad o capacidad para
conducir electricidad y calor.
Los minerales más utilizados en el mundo son el hierro y el cobre.
Minerales no metálicos
Otros metales empleados por las industrias modernas son: el aluminio, el plomo, el cinc y
el estaño. Los minerales no metálicos se emplean en gran parte en la construcción de
edificios. Los materiales de construcción, como el granito, la arena y la caliza son un ejemplo
de este tipo de minerales.
El uso de algunos minerales no metálicos como fertilizantes, es muy importante. Por
ejemplo, el salitre proporciona a la agricultura un gran beneficio. El azufre, otro mineral no
metálico, se utiliza en la fabricación de abonos sintéticos.
Otros minerales no metálicos de gran importancia son el azufre, la sal y el cuarzo.
Minerales combustibles
Las principales fuentes de energía con que cuenta hoy el hombre son minerales
combustibles, que, al ser quemados, producen energía calórica útil para la realización de
procesos industriales, así como también para las actividades domésticas.
Los minerales combustibles básicos son: carbón, petróleo y gas natural.
Carbón
El carbón es un tipo de roca formada por el elemento químico carbono elemental mezclado
con otras sustancias como el azufre. El carbón tiene mayor poder calorífico que la madera,
lo que significa que necesita menos cantidad de carbón que de madera para conseguir la
misma cantidad de calor. En la actualidad, la utilización del carbón se centra principalmente
en la generación de electricidad y como materia prima industrial, que deriva en la
producción de múltiples materiales, entre los que se incluyen los plásticos, los cauchos
sintéticos, artículos de tocador, etc.
El petróleo
El petróleo es un líquido formado por una mezcla de hidrocarburos, compuestos que
contienen carbono e hidrógeno.
El petróleo, sometido a un tratamiento de refinamiento, se convierte en numerosos
productos que son sus derivados. Algunos ejemplos son: gasolina, aceites lubricantes, y
residuos sólidos, de estos últimos provienen los alquitranes, los betunes, algunos productos
farmacéuticos y los plásticos tan utilizados hoy en día.
Gas natural
Los yacimientos de petróleo casi siempre llevan asociados una cierta cantidad de gas
natural, que sale a la superficie junto con él cuando se perforar un pozo. Sin embargo, hay
pozos que proporcionan solamente gas natural. Éste contiene elementos orgánicos
importantes como materias primas para la industria petrolera y química. Antes de emplear
el gas natural como combustible se extraen los hidrocarburos más pesados, como el butano
y el propano.
El gas que queda, el llamado gas seco, se distribuye a usuarios domésticos e industriales
como combustible. Este gas, libre de butano y propano, también se encuentra en la
naturaleza. Está compuesto por los hidrocarburos más ligeros, metano y etano, y también
se emplea para fabricar plásticos, fármacos y tintes.
Los principales problemas que presentan el aprovechamiento del gas natural son los de
almacenamiento y transporte.

2.4 Estrategias de sustentabilidad para el manejo de recursos


naturales
Biodiversidad
La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto
incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies
de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a
su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los
paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos
ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes.
En cada uno de los niveles, desde genes hasta paisaje o región, podemos reconocer tres
atributos: composición, estructura y función.
Composición es la identidad y variedad de los elementos (incluye qué especies están
presentes y cuántas hay)
Estructura es la organización física o el patrón del sistema (incluye abundancia relativa de
las especies, abundancia relativa de los ecosistemas, grado de conectividad, etc.)
Función son los procesos ecológicos y evolutivos (incluye a la depredación, competencia,
parasitismo, dispersión, polinización, simbiosis, ciclo de nutrientes, perturbaciones
naturales, etc.).

2.4.1 Servicios Ambientales


Los Servicios Ambientales son los beneficios que la gente recibe de los diferentes
ecosistemas, ya sea de manera natural o por medio de su manejo sustentable, ya sea a nivel
local, regional o global. Dependiendo de los bienes y servicios que ofrecen, los servicios
ambientales han sido agrupados como sigue: servicios de soporte, de provisión, de
regulación y culturales (MEA, 2005).
Los servicios de soporte son aquellos que mantienen los procesos de los ecosistemas que
mantienen y permiten la provisión del resto de los servicios. Estos pueden o no tener
implicaciones directas sobre el bienestar humano. Entre ellos se encuentra el
mantenimiento de la biodiversidad, el ciclo hidrológico, el ciclo de nutrientes, y la
producción primaria.

Los servicios de provisión son recursos tangibles y finitos, que se contabilizan y consumen.
Además pueden ser o no renovables. Entre ellos se encuentra la provisión de agua para
consumo humano, la provisión de productos como la madera y la producción de comida.

Los servicios de regulación son lo que mantienen los procesos y funciones naturales de los
ecosistemas, a través de las cuales se regulan las condiciones del ambiente humano. Entre
ellos encontramos la regulación del clima y gases como los de efecto invernadero, el control
de la erosión o de las inundaciones. También la protección contra el impacto de los
huracanes es un servicio de regulación.

Los servicios culturales pueden ser tangibles e intangibles y son producto de percepciones
individuales o colectivas; son dependientes del contexto socio-cultural. Intervienen en la
forma en que interactuamos con nuestro entorno y con las demás personas. Entre ellos se
encuentra la belleza escénica de los ecosistemas como fuente de inspiración y la capacidad
recreativa que ofrece el entorno natural a las sociedades humanas.

2.4.2 Programas sectoriales


El Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales tiene como principal marco
de referencia la sustentabilidad ambiental, reconoce que el agotamiento y la degradación
de los recursos naturales son cada vez más una restricción en el desarrollo de actividades
productivas y de la vida misma.
La política ambiental de la presente administración promueve el diseño y aplicación de
instrumentos de regulación y de gestión; de manera particular, el Programa tiene un
apartado específico identificado como “Agenda Azul. Gestión Integral de los Recursos
Hídricos”. Dentro de esta agenda se reconocen grandes retos del sector hídrico como, el
garantizar la gestión integral de los recursos hídricos por medio del manejo sustentable de
cuencas y acuíferos. En el apartado de objetivos de dicha agenda, destaca el 5.3.3., que
determina promover “el Manejo Integral y Sustentable en Cuencas y Acuíferos”, además de
presentar una estrategia y una línea de acción relacionada con los Bancos de Agua, las
cuales se señalan a continuación de manera textual:
“Estrategia 2. Desarrollar los incentivos e instrumentos económicos que propician la
preservación de ecosistemas.”

2.4.3 Ordenamiento ecológico


El ordenamiento ecológico (OE) se define jurídicamente como:

"El instrumento de política ambiental cuyo objeto es regular o inducir el uso del suelo y las
actividades productivas, con el fin de lograr la protección del medio ambiente y la
preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del
análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los
mismos". (Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, Titulo Primero,
Art.3 fracción XXIII).

La estrategia federal de ordenamiento ecológico para el periodo 2013-2018 tiene


contempladas 10 líneas de acción incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo, el Programa
de Medio Ambiente y Recursos Naturales y otros Programas Transversales.

1. Impulsar la planeación integral del territorio, considerando el ordenamiento


ecológico y el ordenamiento territorial para lograr un desarrollo regional y urbano
sustentable.
2. Colaborar con organizaciones de la sociedad civil en materia de ordenamiento
ecológico, desarrollo económico y aprovechamiento sustentable de los recursos
naturales.
3. Lograr el ordenamiento ecológico del territorio en las regiones y circunscripciones
políticas prioritarias y estratégicas, en especial en las zonas de mayor vulnerabilidad
climática.
4. Promover la incorporación de criterios de cambio climático en los programas de
ordenamiento ecológico y otros instrumentos de planeación territorial.
5. Promover la incorporación del enfoque de cuenca en los programas de
ordenamientos ecológicos y en otros instrumentos de planeación regional.
6. Promover la actualización del marco jurídico que regula el Ordenamiento Ecológico
del Territorio.
7. Conducir el proceso de Ordenamiento Ecológico General del Territorio y los
procesos de Ordenamiento Ecológico Marino.
8. Proporcionar apoyo técnico a autoridades estatales y municipales para la
formulación de los programas de ordenamiento ecológico regionales y locales.
9. Conducir el proceso de ordenamiento ecológico general del territorio y apoyar los
procesos de ordenamientos regionales y locales.
10. Incorporar a organizaciones civiles en el ordenamiento ecológico, desarrollo y
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales con perspectiva de género.

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