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EL EXITO

ENSAYO

APRENDER A APRENDER

ALUMNA: ROSA ISELA RIVERA MENDEZ


DOCENTE: PSIC. MOISES ARTURO TORRES RIVERO

30/OCTUBRE/18
INTRODUCCION

Todos los métodos y teorías sobre el bienestar humano individual nos acercan
siempre a la misma práctica, obligándonos a adaptarnos desde donde estamos al
sacrificio y de esa manera encontrar la tan ansiada felicidad, cuando todo va en
contra, es parte de la lucha y aparecen todos los síntomas modernos de
enfermedades sin explicación medicinal se recurre a los antidepresivos y otras
prácticas. Se hacen nuevas actividades relajantes, meditaciones, oraciones,
deportes, entretenimiento, etc., ¡Y la felicidad no llega! Y la incomodidad sigue sin
obstáculos. Y a pesar de todo eso todos los malestares se incrementan. ¿Qué
ocurre entonces?

No existe ninguna varita mágica que vaya a traer suerte y éxito a tu vida, porque
este no suele llamar a las puertas sin invitación previa. Si lo quieres, vas tener que
construirlo y darle forma con tus propias manos. Pero, para ello, tienes que delimitar
aquello que quieres conseguir, o, dicho de otra manera, hacia qué dirección el viento
te sería favorable. Una vez identificado, una buena formación y una ilusión
desbordante, en forma de energía, que te den la fuerza suficiente como para
enfrentarte a las primeras dificultades, serán unos buenos señuelos para el éxito.

Pero no todo será un camino de rosas. El fracaso -o él o su sombra- estará


esperándote en cada esquina para atemorizarte y hacerte dudar sobre si seguir
adelante o dar marcha atrás. Sin embargo, esto será parte de tu escalada hacia el
éxito, parte del aprendizaje. No te lo tomes como una llamada de atención para que
abandones lo que con tanta ilusión empezaste. Tu esfuerzo siempre tendrá su
recompensa si lo administras con paciencia e inteligencia.

“He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito”

“Michael Jordán”
¿Qué es el Éxito?

De acuerdo al diccionario Larousse la palabra éxito debe ser entendida de cuatro


formas distintas:

1. Resultado, en especial feliz, de una empresa o acción emprendida, o de un


suceso

2. Cosa que supone un éxito o resultado

3. Aceptación de una persona o una cosa por parte de gran cantidad de gente

4. Circunstancia de obtener lo que se desea en el ámbito profesional, social o


económico”. Siendo este último concepto el que más se usa.

El éxito no siempre tiene que ver con lo que mucha gente ordinariamente se
imagina. No se debe a los títulos que se tienen ni a la sangre heredada o a la
escuela donde uno se graduó, tampoco no se debe a las dimensiones de la casa, a
cuántos carros tenemos o cuanto nos costaron. No se trata de si llega a ser jefe o
empleado, si llegamos a la siguiente posición en el trabajo o estamos en la ignorada
base. El verdadero éxito se debe a cuánta gente nos sonríe, a cuánta gente
amamos y cuántos admiran nuestra sinceridad. Se trata si alcanzamos nuestros
sueños en base a esfuerzo y dedicación.

Según Carlos Jiménez, el éxito es subjetivo, (un manual para alcanzar el


Éxito) El éxito produce orgullo, satisfacción y felicidad, pero a la vez produce
insatisfacción, envidia y frustración para quienes solo pueden observar en terceros
su presencia y, en algunos casos hasta en las personas que lo experimentan. ¿Qué
cree que seria el éxito? Otra vez ¿Cómo definiria usted el éxito? ¿Cuál seria su
éxito?

• Dinero
• Trabajo
• Mujeres… o en su caso hombres
• Fama
• Propiedades
• Estatus sociales
• Etc.

No obstante, revisando todo en esos días en los que tenia mucho tiempo para
mí, interiorizado, en solitario, pude darme cuenta de que ya había cumplido con
algunas de las cosas que yo creía que era el éxito, completados mis estudios, me
dedicaba a una profesión que me produjo ingresos muy buenos durante meses
según duraron mis contratos, o sea…¡tenia dinero!, pero me seguía sintiendo como
si algo me hiciera falta y me preguntaba porque algunos tenían dinero, y sobre todo
no podían ni siquiera esbozar una sonrisa en sus rostros, seguían teniendo
problemas familiares ¡serios! Algunas de esas personas bebían con mucha
frecuencia, eran alcohólicos, yo me preguntaba si teniendo todo lo que tiene ¿Por
qué se refugia en el alcohol? ¿o en las drogas?

Cuantas celebridades tienen muchos millones en propiedades y en los bancos, pero


son víctimas de algún tipo de vicio o enfermedad que no los deja vivir al pleno.

Para Raquel L. Rodríguez (2017) existen estos siguientes pasos para alcanzar el
éxito:

El primer paso es lo más difícil, pero también el más importante

Por consiguiente, dar el primer paso es siempre una difícil decisión: es crear una
inercia partiendo de una posición estática. Es como el escritor que se encuentra
ante ese papel en blanco que despierta todos sus miedos. Sin embargo, una vez
hemos pasado esta barrera será más fácil avanzar, llevando de la mano a nuestra
gran aliada: la determinación.

Tenemos miedo a dar el primer paso porque en muchas ocasiones nuestra mente
anticipa sufrimiento o fracaso. Un fracaso que quizás no llegue, pero al que nos
adelantamos. Tal vez porque deseamos la inmediatez de los resultados, que el
camino hacia el éxito sea lo más corto posible. Esto sí nos trasmitirá una gran
frustración, pues todo llega a su tiempo.

Cuanto más lejos esté nuestro objetivo, cuanto más sepamos que tardaremos en
conseguir lo que queremos, más difícil nos resultará tomar la decisión de dar ese
primer paso. Pues las dudas y las preocupaciones nos abordarán. ¿Y si nos
quedamos por el camino? ¿Lograremos superar todos los fracasos a los que nos
tendremos que enfrentar?

Los fracasos forman parte del proceso de aprendizaje.

El “no puedo” no es una opción

Nuestra vida está llena de “no puedo”. Dos palabras que forman parte de nuestro
vocabulario y que las utilizamos más de lo que deberíamos. Como bien decíamos
al principio la magia no existe. El éxito no vendrá a buscarnos, a menos que nosotros
salgamos en su búsqueda. Sin embargo, esto no será posible si nosotros mismos
nos limitamos.

Nuestras palabras tiene un gran poder. Si yo digo “puedo”, así será. Si yo digo “no
puedo”, así será. En ocasiones, todo lo negativo que nos decimos proviene de
nuestro entorno. De personas que tenemos a nuestro alrededor y no confían en
nosotros, de gente que constantemente insiste en lo descabelladas que son
nuestras metas. Todo esto nos hace replantearnos si vamos a conseguir lo que
queremos, si seremos capaces.

Ante todo, esto solo hay una solución. Hacer oídos sordos a todas esas palabras
que los demás nos dirigen y que no hacen más que frenarnos en el camino hacia
nuestro éxito y responderles a todas esas personas con una amplia sonrisa.
Sabemos mejor que nadie lo que somos capaces de conseguir y hacer. Nadie tiene
por qué hacernos dudar de nosotros mismos.

Plantearse objetivos que vayan a poder realizarse

Sin embargo, la mejor manera de gestionar ese fracaso al que tanto tememos
es plantearnos, con antelación, objetivos que sepamos que vamos a ser capaces
de llevar a cabo. No hace falta que sean muy grandes. Lo más importante es que
sea posible que den resultados a corto plazo. De esta manera mantendremos los
pies en la tierra, algo indispensable para poder alcanzar el éxito.

¿Quiere esto decir que tenemos límites? No, lo que quiere decir es que tenemos
que ser realistas. Porque, en ocasiones, nuestras ilusiones y sueños nos juegan
una mala pasada y nuestras expectativas se disparan haciéndonos perder la
perspectiva.

Dando pequeños pasos seguros, sin perder la paciencia, sin anhelar llegar a la meta
cuando todavía no nos hemos puesto en marcha nos preparará para resolver
cualquier problema que se presente. Así, cuando menos lo esperemos,
empezaremos a visualizar en la realidad aquello que teníamos en mente. Rara vez
será exactamente igual, porque el camino deja su huella, normalmente para bien.

“Quizás aún no he llegado a mi meta, pero estoy más cerca de lo que estaba ayer”.

Si nos quedamos a esperar al éxito mal, si lo perseguimos sin mesura todavía peor.
Para que todo llegue a buen término es imprescindible construirlo día a día, seguros,
sin perder la perspectiva y, sobre todo, si el reto lo merece, dándolo todo. Es todo
un reto ponerse en marcha, pero lo es más mantenerse en el camino a pesar de los
problemas y las dificultades que se nos presentarán. Eso sí, todo esto forma parte
del proceso. ¿A qué esperas para empezar a construir tu éxito?

¿El éxito o los éxitos?

¿Te has preguntado alguna vez que es realmente el éxito para ti? Lo normal es que
nos sumemos a esa idea común que nos indica que es exitoso quien tiene mucho.
Usualmente no nos detenemos a pensar por qué tantos ricos, famosos, premiados
y seductores viven en medio de la infelicidad.

Aunque exista ese patrón de “éxito” más o menos generalizado, en realidad, lo que
es exitoso y lo que no lo es depende mucho de factores subjetivos. De sentimientos
mucho más profundos que la capacidad de compra y todos esos elementos que ya
hemos señalado.
Medir el éxito, Así como no existe un solo significado para la palabra “éxito”,
tampoco hay una sola manera de medirlo. En estricto sentido, siempre, hasta el día
de la muerte, nos hará falta algo y el rumor de algún sufrimiento nos acechará.

Si miras la vida desde la óptica de la carencia, nunca serás la más bella o el más
guapo, ni el más rico, ni el más elogiado, ni el más popular. Porque éxito y felicidad no
son sinónimos. El éxito es un concepto más bien acumulativo: tener más de algo,
hasta alcanzar una supuesta cumbre que nunca es la más elevada. La felicidad, en
cambio, puede ser vista como lo contrario: no necesitar nada más para sentirte bien.

“El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.”

-Albert Camus-

El éxito es un concepto hábilmente administrado por la sociedad de consumo. Es


uno de esos atributos que adquieres más para exhibirlo a los demás que para
disfrutarlo en la intimidad de tu corazón. Probablemente se trate de una idea que
corresponde más a la esfera del poder y de la economía, que al mundo del bienestar
emocional.

Lograr lo que nos proponemos no siempre es el final feliz de una historia. Dice el
viejo aforismo “ten cuidado con lo que deseas porque podrías conseguirlo”.
Agregaría que nunca es malo lograr lo que se desea, siempre y cuando sea
una meta elegida libremente y no impuesta por una cultura que busca productividad
y se basa en la competencia entre unos y otros para lograrla.

Por ultimo y en ese sentido, éxito es obtener lo que libremente se desea, sin otro
propósito que el de ser más feliz y dormir más tranquilos.
Conclusión

Para generar el éxito personal no necesitamos de nadie más, solo de nosotros


mismos para visualizar nuestros objetivos y determinar de qué manera lograremos
alcanzarlos. Claro está que las personas de nuestro alrededor influyen en nuestra
conducta, ya sea de manera negativa o positiva, pero al final de todo, siempre
somos nosotros quienes decidimos cual será nuestra actitud para triunfar en la vida.

Siempre existirán 2 grupos de personas representativas de una sociedad: los que


son líderes y los que son subordinados. Y siempre dependerá de nosotros elegir a
que grupo queremos pertenecer. Hay personas que toman atajos para ahorrarse el
esfuerzo y a veces les sale bien.

El éxito no es el final definitivo. Continúas vivo para construir y celebrar más logros.
Decide tú si vale la pena hacerlo, después de brindar por el éxito de hoy.
Bibliografías

Carlos, J. Gil. Un manual para el éxito.

Raquel, L. Rodríguez. (2017) “el éxito se construye, no se espera ni se persigue”

Edith, Sánchez. (2014) “Finalmente ¿Qué es el éxito?”

Rosa, S. becerra. (2014) “La clave del éxito, motivación y liderazgo”

Julio G. Saadtjian M.(2001) “éxito y fracaso”

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