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CONSEJOS

Practicar la igualdad de género ayudara a las nuevas


generaciones a valorar la importancia de sus vidas, pero sobre
todo a aceptarse tal y como son, esto nos hace que seamos una
sociedad mejor y con un progreso de aceptarnos y aceptar a los
demás sin discriminar y sin ofender a las demás personas.

Los consejos tienen que empezar desde nuestro hogar, ya que desde nuestras
familias se tiene que empezar por mirar como aceptan la realidad de algunas
cosas, pero sobre todo de que respeten las decisiones que algunos miembros de
la familia tomen. Cada quien es libre de hacer lo que sea pero siempre que sea
con responsabilidad pero sobre todo respetando a los demás sin hacer ningún
daño, no todos somos iguales, podemos cometer algún error que otro, pero
esto es por defender nuestros derechos y también que nos acepten como somos
y con nuestras diferentes formas de pensar, por eso necesitamos el consejos de
nuestras familias para que se me mantengan informadas de lo que hacemos y
que nadie les cuenten lo que hacemos pero de una manera diferente y con
cosas que no tienen que ver o que no tengan sentido.

No miremos lo errores de los demás y si los tienen


pues ayudémoslos, porque nosotros en algún
momento podemos cometer los mismos errores de
ellos y entonces podríamos necesitar de un consejo
de ellos.

Cuidarse

Hagamos que las demás personas respeten las decisiones que nosotros
tomemos ante nuestra vida, no dejemos que otras personas dañen nuestra
imagen pero sobre todo nuestra personalidad, ya que para ellos es como un
delito que nosotros o que varias persona tuvieran una diferente forma de pensar
hacia los demás y estas personas no nos pueden obligar a que nosotros
cambiemos nuestras formas de pensar o a que seamos iguales a ellas.
No dejemos que otras personas tomen decisiones en nuestras vidas, nosotros
somos libres de hacer lo que queramos pero con responsabilidad, cuidémonos
de las personas que nos les gusta nuestra forma de pensar, porque algo nos
pueden hacer o inventar cosas de nosotros que no sean verdad, así que
miremos bien con quien hablamos, con quien
salimos pero sobre todo a quien le damos nuestras
confianza, porque si es a la persona equivocada esta
nos puede herir de una forma más dura, así que
miremos con quien hablamos y a quien le
contamos lo que nos pasa y si esta persona está pasando por los mismo por que
no ayudarla y no pagar con la misma moneda como lo hizo ella.

Emociones

Las emociones nos hablan de quienes somos, de cómo sentimos, de cómo nos
enfrentamos a nuestro día a día, a todas aquellas situaciones que nos suceden.
Y como tal, las emociones son neutras: no existen emociones positivas o
negativas. Simplemente, cambia la forma en la que las percibimos. Porque las
emociones y el género son dos conceptos que guardan mucha relación: mujeres
y hombres no percibimos, reaccionamos ni gestionamos igual nuestras
emociones, a pesar de que, en realidad, son las mismas.

Podemos afirmar que la forma que tenemos las personas de percibir las
emociones está muy influenciada por el género.

Aunque las emociones no tienen género, sí influye nuestro sexo en cómo las
percibimos. Mujeres y hombres no nos damos el
mismo permiso para experimentar según qué
emociones, o no vivimos con la misma intensidad
cada una de las emociones que sentimos. Varía,
incluso, la forma en la que nos enfrentamos a
ellas. Cuando hablamos de las emociones y el género,
tenemos que tener en cuenta un factor fundamental:
no se nos enseña a vivir de la misma manera. Y nuestra educación de género,
esa que recibimos desde nuestra infancia y nos dicta cómo debemos ser y
comportarnos en función de nuestro sexo, qué patrones debemos seguir y a
qué debemos dar prioridad, influye en todos los aspectos de nuestras vidas,
también en las emociones.

Igualdad

Dos conceptos, dos principios, dos derechos, dos ideas. Pero tan importantes...
sobre todo en un día como el de hoy, el Día Internacional de la Mujer.
Igualdad y libertad son dos derechos fundamentales, básicos. Y qué
necesitados estamos de ellos en todos los órdenes de la vida, sobre todo las
mujeres. Se ha planteado continuamente una pugna entre libertad e igualdad,
buscando la primacía de una sobre otra. Generando la competencia entre
ambas y consiguiendo frenar los avances para los colectivos más afectados por
la desigualdad como las mujeres. Quizás perdiendo la perspectiva de que los
derechos no pueden competir sino colaborar, complementarse, creando una
simbiosis entre ambos que será la base para la evolución, para el cambio.
Desde tiempos inmemoriales, la libertad no ha sido un adjetivo asociado a las
mujeres, mientras que la igualdad se concretaba en la idea de que todas las
mujeres somos idénticas unas a otras, sin plantearse ni tan siquiera la
posibilidad de nuestras diferencias individuales. Pero los tiempos cambian, la
humanidad avanza, y las mujeres de hoy, aunque a duras penas, conciben la
igualdad como el derecho a ser libres para tomar nuestras decisiones. Y la
diferencia como la posibilidad de que hombres y mujeres alcancemos
objetivos distintos por caminos también distintos. Pero qué difícil sigue siendo
en nuestra querida sociedad que se acepten cosas que parecen tan
fundamentales, tan de base. Y sobre todo cuando esos nuevos caminos los
plantean las mujeres. A muchas mentes les resulta imposible aceptar que otras,
desde recorridos diferentes, propongan soluciones diferentes. Soluciones con
una mirada de mujer. Y sobre todo en mundos tan masculinizados como el
económico, el mundo de la empresa, el mundo de lo que muchos consideran el
verdadero poder, un mundo donde prevalece y campa por sus respetos el
modelo social androcéntrico, un mundo donde las mujeres aún no hemos
tenido la oportunidad de decir todo lo que tenemos que decir... Las mujeres
empresarias hemos escogido un difícil camino en el que todos los días
debemos levantarnos
preparadas para la lucha, una lucha en
un mundo masculino,
competitivo, desigual, donde no
se acepta que tenemos otra forma
de trabajar.Libertad e Igualdad. No se entienden la una sin la otra. El derecho
a la libertad debe presuponer el derecho fundamental a la igualdad, igualdad
de género, de oportunidades y de trato. No podemos hablar de igualdad en
otro contexto que no sea el de la libertad. Y para las mujeres es más que
evidente la relación entre libertad e igualdad y la necesidad de igualdad para
poder ejercer plenamente la libertad de ser diferentes.

Como puedes ver, la lucha por la igualdad de


género ha estado presente en distintos
momentos de la historia y ha inspirado a
personajes de todos los campos, disciplinas,
profesiones y terrenos. Es una muestra más
de la universalidad de esta causa y de la
necesidad de aportar nuestro grano de arena
para construir una sociedad más equitativa
en cuestiones de género.

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