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1 ¿Qué significa PROMOCIÓN DE LA LECTURA?

Promover significa mover en favor de, adelantar una cosa, por extensión darle impulso, prioridad, darla a conocer para su
valoración. Por ello lo asociamos a la difusión de determinados productos o servicios para su posterior consumo. Por
ejemplo, celulares, tarjetas de crédito, etc.

Promover también es elevar a una persona a una dignidad o un grado superior al que tenía. Acceso a un nivel de vida
superior, a la cultura. Mejorar las condiciones de vida.

Es interesante pensar el significado de promover, tal como nos lo marca el diccionario, en relación a la lectura. Si bien es
darle prioridad a esa práctica, asumimos estar promoviendo un determinado consumo que en tanto bien cultural debiera
ser justamente accesible para todos los integrantes de la sociedad que lo genera. Por otro lado, elevar a una persona a
una dignidad es absolutamente coherente con la lectura. Sabemos que su práctica estimula y complejiza el pensamiento
humano, por lo tanto, quien lee puede participar de manera más plena de su cultura.

Promover la lectura implica una serie de supuestos y una mirada particular del contexto.

Definir la promoción de la lectura significa encontrar un concepto capaz de albergar una muy variada gama de acciones.
Promover es un verbo de moda, responde a la inquietud sobre algo que no

marcha de manera natural, sino que necesita un impulso. Después de haber mirado con detenimiento, podemos definirla
como el conjunto de acciones estratégicamente concebidas para garantizar la igualdad de oportunidades de acceso a la
lectura de los individuos y el enriquecimiento de la sociedad a la que pertenecen. Entendemos por acciones
estratégicamente concebidas aquellas que son intencionales, se plantean objetivos sustentados de un diagnóstico y son
empleadas de manera gradual. De modo que resultan acordes a las necesidades de sus destinatarios y se sostienen en el
tiempo para garantizar eficacia.

Si bien es una obviedad decir que no puede haber promoción de la lectura sin libros, tampoco alcanza la sola oferta de
materiales de lectura, incluso si fuera de manera sostenida; sobran ejemplos de bibliotecas con buen número de títulos,
pero sin usuarios. Por eso, valoramos las acciones que impliquen, además de la oferta de libros, estrategias de formación
de lectores y capacitación de mediadores, que son los motores y garantes de la continuidad.

La transitoriedad o el sostenimiento de esas acciones dependen del involucramiento de toda la sociedad. No sólo de la
escuela, en todos sus niveles, o de las Organizaciones No Gubernamentales, por su receptividad de problemáticas
culturales y sociales, sino también de los organismos privados y sobre todo del sector público, que es responsable por
medio de sus políticas, de la vigencia de programas que aseguren la circulación igualitaria de la cultura.

Promover la lectura u otras prácticas culturales que estimulen el pensamiento es un modo de concebir el desarrollo social.

Diferencia entre Promoción y Animación

Los términos Promoción de la lectura y Animación de la lectura se emparentan, incluso se utilizan como sinónimos en
algunos contextos ya que sus estrategias tienen un mismo fin. La diferencia fundamental radica en la envergadura de esas
acciones, Promoción de la lectura implica acciones macro, mientras que la Animación a la lectura es una herramienta
motivacional destinada a un grupo concreto, cuyos integrantes tiene un grado de vinculación con quien las coordina.

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