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BIOMECÁNICA

y ARQUITECTURA
CORNEAL

M.ª Ángeles del Buey Sayas

Cristina Peris Martínez

ERRNVPHGLFRVRUJ

ELSEVIER ELSEVIER
MOSBY CHURCHILL
LIVINGSTONE
© 2014 Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR)
© 2014 Editado y distribuido por Elsevier España, S.L.
Travessera de Gràcia, 17-21. 08021 Barcelona, España

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Advertencia

La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad
estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica
habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a
los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para com-
probar la dosis recomendada, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es respon-
sabilidad ineludible del médico determinar las dosis y el tratamiento más indicado para cada paciente,
en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni los editores ni los directores
asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran generarse a personas o propiedades como
consecuencia del contenido de esta obra.
El Editor
Agradecimientos

Así comenzó todo: «hablando de bio-


mecánica». La Toja, junio de 2010. (Por
cortesía de Fernando Soler Fernández.)

Queremos mostrar nuestro agradecimiento, en primer Ellos han logrado transmitirnos un espíritu valiente e in­
lugar, a la Junta Directiva de la Sociedad Española de Ci­ novador, nos han permitido y aconsejado siempre desde
rugía Ocular Implanto Refractiva (SECOIR), y en especial la independencia y han valorado la fuerza de nuestro tra­
a su presidente, por concedernos la posibilidad de realizar bajo.
esta monografía y compartir con todos los miembros de De forma muy especial, queremos agradecer el enorme
la Sociedad la ilusión y la inquietud por el conocimiento apoyo y colaboración de nuestros jefes y compañeros de
y la evolución de nuestra especialidad. Sobre todo, gracias trabajo, miembros de los Servicios de Oftalmología del
por haber permitido que este trabajo común haya he­ Hospital Clínico Universitario «Lozano Blesa» de Zarago­
cho posible la consolidación de una entrañable amistad y za y de la Fundación Fisabio Oftalmología Médica (FOM)
un total entendimiento y armonía entre nosotras, que de Valencia. Su constante apoyo humano y profesional
posiblemente trascenderá en la obra. nos ha permitido resolver el día a día con optimismo.
Queremos también agradecer a todos los coautores y Gracias por vuestra docencia y colaboración, sin la cual
colaboradores el gran trabajo realizado, y considerar su no hubiera sido posible la realización de este trabajo.
esfuerzo y capacidad de adaptación al perfil de la obra. Agradecemos a los grupos de investigación multidisci­
Con su inestimable ayuda hemos conseguido una mono­ plinar con los que colaboramos por ayudarnos a abrir los
grafía, a nuestro entender, novedosa y actual, que muestra ojos al mundo fascinante de la investigación. Con ellos
cómo la arquitectura, la estructura y el manejo quirúrgico hemos compartido entusiasmo y la necesidad de conocer
de la córnea han sido y serán origen de reflexiones, dudas e innovar, y con ellos esperamos seguir encontrándonos
e incertidumbres que debemos estar dispuestos a afrontar, siempre un paso por delante.
investigar, analizar y, en la medida de lo posible, resolver. Por último, expresamos nuestro agradecimiento a
Ha sido un placer comprobar la respuesta de aquellos nuestras familias por su enorme apoyo y colaboración.
auto­res nacionales e internacionales a quienes admiramos, A nuestros maridos, por su paciencia y comprensión in­
que son nuestros maestros y de los cuales en todo momen­ finitas, y a nuestras hijas, por la energía que nos transmi­
to hemos recibido una respuesta siempre cordial y una to­ ten su mirada y su sonrisa. Gracias por haber valorado
tal complicidad. nuestro esfuerzo y por haber estado siempre allí, compar­
A nuestros maestros, José Ángel Cristóbal y José Luis tiendo nuestros mejores momentos y haciéndonos sentir
Menezo, que nos han visto crecer como oftalmólogas. mujeres afortunadas.

M.ª Ángeles del Buey Sayas Cristina Peris Martínez

Cúpulas de la basílica de Nuestra


Señora del Pilar. Zaragoza (izquier-
da). El delicado perfil de la cór­
nea  humana (centro). Cúpula de
l’Hemisfèric. Ciudad de las Artes y
las Ciencias. Valencia (derecha).

ix
Prólogo

Para nosotros es una enorme satisfacción que las autoras de trasplantes de córnea a humanos procedentes de do­
nos soliciten la realización conjunta del prólogo de esta nante cadáver que, cuando trataron de ridiculizarlo du­
magnífica monografía. Y lo sentimos así por varias razo­ rante la exposición de sus teorías en el congreso de oftal­
nes. La primera, porque se trata de una obra cuyo senti­ mología de la Academia Americana de Chicago en 1937,
do  y esencia versa sobre la innovación, comprensión y quiso responder con la evidencia. Para ello hizo trasladar
desarrollo de una parte del globo ocular, como es la cór­ desde Nueva York a casi medio centenar de sus pacientes
nea, que ha supuesto desde sus inicios como subespeciali­ perfectamente recuperados, cada uno de ellos con su
dad un constante desafío para los cirujanos y clínicos, y corres­pondiente linterna, para demostrar que no eran
que, como veremos en la monografía, está sujeta a una meras teorías y reivindicar ante los congresistas que las
constante evolución. Por otra parte, se trata de un tejido córneas opacas no eran ya sinónimo de ceguera. Podemos
noble que hay que conocer y respetar en todo tipo de ci­ decir que es a partir de Castroviejo cuando la córnea
rugía intraocular para la consecución del éxito visual de «nace» como subespecialidad y comienza a tener cierta
nuestros pacientes. Así también, porque las autoras de esta relevancia en la Academia Americana de Oftalmología.
obra de actualización sobre la córnea son dos de nuestras Una vez demostrado que la ceguera corneal era trata­
respectivas discípulas, con quienes hemos compartido co­ ble mediante la eliminación del tejido corneal dañado y
laboración, unión, ilusión, desafío y, por qué no decirlo, que era posible su reemplazamiento por tejido corneal
amistad a lo largo de nuestra carrera profesional, tanto en procedente de donante cadáver, surgió la idea de crear un
trabajos como en diversos viajes y colaboraciones. sistema que permitiera a la población donar sus ojos al
morir para que otros pacientes con ceguera de origen cor­
neal pudieran aprovecharlos y recuperar su visión. Se vio
que el proceso del trasplante de córnea se iniciaba con la
donación corneal, y que este no era posible sin la disposi­
La córnea como subespecialidad ción de una córnea viable y libre de enfermedad. Así, el
José Luis Menezo siguiente paso, durante de la Segunda Guerra Mundial,
fue la creación del primer banco de tejidos oculares del
La córnea, como subespecialidad, estuvo poco valorada mundo, por parte de Richard Townley Paton y John
en sus inicios. Ello fue debido, sobre todo, a la gran difi­ M­acLean, en 1944, en la ciudad de Nueva York. Desde mi
cultad para encontrar el tejido apropiado para la realiza­ estancia en el Queen’s Victoria Hospital (East Grinstead,
ción de los trasplantes, así como a la enorme restricción Sussex, Unidad de Corneoplástica), centro fundado como
en la posibilidad de encontrar córneas de donante cadá­ hospital de campaña para traumatismos y quemaduras en
ver. En mis inicios, y todavía actualmente en ciertas cul­ la Segunda Guerra Mundial, se creó una unidad de ciru­
turas, había un mayor pudor por parte de la familia en gía reparadora plástica y corneal en la que los trasplantes
«donar los ojos», a diferencia de otros órganos vitales. ¡No de córnea eran prioritarios, y donde conocí a Casey, dis­
podían presentarse ante el cadáver sin globos oculares! cípulo de Benjamin Raycrof. Aquí se fundó, en 1952, el
Esto sin tener en cuenta los motivos religiosos, los cuales, primer banco de ojos europeo, llamado National Eye
según mi experiencia, también dificultaban la donación Bank, en el Queen’s Victoria Hospital. Este fue el origen
de las córneas por parte de los familiares. Por este motivo, de todos los posteriores bancos de ojos de América, con
mi tesis doctoral en 1963 se centró en aquella época en conceptos más abiertos que en Europa sobre donación y
«queratoplastias laminares y heterotrasplantes con cór­ con menos tabúes religiosos. En España, Ramón Castro­
neas silicodesecadas», que constituían una vía experi­ viejo fundó el Banco Español de Ojos, financiado por la
mental para valorar si los heterotejidos (tejidos no huma­ Fundación General Mediterránea. Fue el segundo banco
nos, sobre todo de ternera y perro, silicodisecados, de ojos creado en Madrid. El primero había sido el del
criocongelados, es decir, desnaturalizados para evitar el Hospital Provincial de Madrid (Hospital Gregorio Mara­
rechazo) eran adecuados para el trasplante a humanos de ñón), establecido en 1952 y que funcionó durante un
modo que no procedieran de córneas donantes de cadá­ tiempo breve.
ver, casi siempre tan difíciles de conseguir. Los conocimientos sobre la córnea como subespeciali­
Como hispánicos, debemos dar crédito a la gran apor­ dad comenzaron a difundirse con la aparición de los si­
tación e impulso que dio a la córnea en los inicios del si­ guientes libros, que fueron referentes y tanto ayudaron a
glo xx el oftalmólogo español Ramón Castroviejo, como difundir la especialidad. Entre otros destacan Corneal
pude comprobar por mí mismo durante mi estancia en Graft (F. Pollack, 1946), Corneal Graft (R. T. Paton, 1953),
Nueva York. Tal era su convencimiento en la realización Les greffes de la cornée (L. Paufique, G. Ofrett, G. P. Sour­

xi
Prólogo

dille. Ponencia de la Sociedad Francesa de Oftalmología, la importancia del respeto al endotelio corneal, facilitado
1948), Atlas de queratectomías y queratoplastias (R. Cas­ por la aparición y la mejora de los materiales viscoelásti­
troviejo, 1964), Eye Anterior Segment Microsurgery cos y por el intento de mantener una forma regular me­
(R.  Troutman, 1967), Corneal Grafting: Principles and diante el perfeccionamiento de las técnicas de sutura, que
Practice (T. A. Casey, D. J. Mayer, 1984), Manual of Cor- marcaron una notable diferencia en el arte de la cirugía
neal Surgery (W. Bruner, W. Starck, E. Maumenee, 1987), extracapsular planificada.
Cirugía refractiva de la córnea (J. I. Barraquer. Ponencia El modo de evitar, minimizar y tratar el astigmatismo
de la Sociedad Española de Oftalmología, 1989), Querato- comenzó a ser un paso muy importante en la cirugía de
plastias y queratoprótesis (J. Temprano. LXVII Ponencia la catarata. En un principio, parecía que restaurar la visión
Oficial de la Sociedad Española de Oftalmología, 1991), colmaba las expectativas de los pacientes y, por supuesto,
Atlas de cirugía ocular (H. E. Kaufman, M. B. McDonald, las nuestras. Sin embargo, había que ir más allá en el ca­
B. A. Barron, S. E. Wilson, 1992), Queratoplastia. Aspectos mino hacia la emetropía. En consecuencia, en la cirugía
refractivos (J. L. Menezo, J. Belmonte, J. L. Güell, 2005) y corneal, la trasparencia del tejido dejó de ser el punto fi­
otros no menos importantes que he podido olvidar. nal. Conseguimos mejorar las técnicas de sutura, y el em­
Todos estos libros han supuesto una interpretación y pleo de queratoscopios y queratómetros nos orientó en las
una puesta al día de toda la cirugía corneal, que ha gana­ medidas del astigmatismo en el postoperatorio inmediato
do importancia a medida que era posible conseguir tejido y la extracción selectiva de suturas para su manejo final.
corneal. Aquellos fueron tiempos difíciles, desde mi pe­ No obstante, aunque estos avances mejoraron considera­
ríodo en la Facultad de Medicina de Barcelona, donde blemente nuestros resultados, no terminamos de estar
incluso dentro del departamento forense era difícil con­ totalmente satisfechos. Sin duda había factores, desde lue­
seguir córneas de donantes, hasta los primeros tiempos go sospechados, que se oponían a la culminación de un
en el Hospital La Fe, donde debíamos «parar el ascensor» perfecto acto quirúrgico.
para conseguir clandestinamente unas córneas. Posterior­ Las imágenes y los gráficos que la tecnología nos brin­
mente, el sistema sanitario público y la concienciación de daba nos estaban permitiendo un seguimiento de las es­
la ciudadanía comenzaron a favorecer las donaciones. tructuras, la cicatrización y el posicionamiento del tejido
Quiero transmitir el orgullo de que la Dra. Cristina donante y receptor que, junto con la cuantificación de
Peris, una de mis más brillantes discípulas, se haya foca­ tamaños, grosores y curvaturas, nos orientaba a que la
lizado en la patología y la cirugía corneal a partir de sus estructura biomecánica de la córnea era un factor mere­
años de participación en el Hospital Universitario La Fe cedor de estudio y, por supuesto, de desarrollo.
y, posteriormente, en la Fundación Oftalmológica del Me­ Hace ya algunos años, en una exposición comercial de
diterráneo. Desde el principio estuvo muy interesada en un congreso americano, descubrí un dispositivo que, se­
la cirugía del trasplante de córnea y recorrió el gran cam­ gún la casa comercial, medía la resistencia corneal. En el
bio desde el trasplante corneal en sí, con sus variaciones grupo de córnea del hospital comenté con ilusión la nove­
(queratoplastias cuadradas, trasplantes penetrantes y la­ dad. ¡Por primera vez tendríamos la posibilidad de medir
melares de menor o mayor diámetro, autotrasplantes, algo más que la forma o el grosor! Comenzamos a utilizar­
trasplantes rotatorios y esclerocorneotrasplantes), para lo, pero desafortunadamente las pocas cifras o datos que
posteriormente adentrarse en la nueva cirugía corneal se nos proporcionaron no eran del todo correctos. Com­
que dio comienzo a la queratoplastia refractiva con los prendimos que éramos nosotros quienes tendríamos que
nuevos microquerátomos, los femtoláseres, los trasplan­ descubrirlas. ¿Qué era lo normal? ¿Cómo interpretarlo?
tes lamelares, como la queratoplastia lamelar anterior Se dio la circunstancia oportuna de que, por unos tra­
profunda (DALK), y los actuales trasplantes endoteliales bajos de incisiones que estábamos realizando con el De­
con sus múltiples variantes de DSAEK, DMEK, etc. partamento de Física Óptica de la Facultad de Ciencias
de nuestra ciudad, colaboramos con la Unidad de Estruc­
turas y Materiales de la Escuela de Ingenieros. Sin duda,
El respeto por la córnea esta colaboración fue primordial para la comprensión de
muchos conceptos que para nosotros resultaban nuevos
y el comienzo de la era y demasiado numéricos. Su implicación fue y es parte
biomecánica fundamental para que podamos seguir desarrollando el
José Ángel Cristóbal estudio de la biomecánica corneal.
Debía encontrar a la persona adecuada para este pro­
En las últimas décadas hemos sido testigos del gran avan­ yecto. Era un trabajo arduo, pero que abría un inmenso
ce y perfeccionamiento de las técnicas de recambio cor­ abanico de posibilidades: queratoplastias, cirugía refrac­
neal, que se han tornado en mínimamente invasivas, tiva, segmentos intracorneales, crosslinking… Consideré
adaptándose con el transcurso del tiempo al recambio del que María Ángeles era la persona idónea, y no me equi­
tejido estrictamente necesario para el mantenimiento de voqué. Había realizado su etapa MIR en nuestro servicio,
una adecuada integridad corneal. También en estas déca­ por lo que desde hace unos cuantos años tengo la «suerte»
das los cirujanos de segmento anterior hemos entendido de contar con ella en mi equipo.

xii
Prólogo

Mi maestro me enseñó que no hay nada más satisfac­ pacto y su tesis doctoral hacen de ella una referencia
torio para quien enseña que verse superado por sus discí­ mundial en biomecánica corneal. Es una persona brillan­
pulos. Él siempre me hizo sentir el apoyo necesario. Re­ te, parte importante del grupo de investigación, y nos
cuerdo que escasos meses después de mi estrenada plaza contagia su enorme capacidad de trabajo, su ímpetu y su
de médico adjunto del Servicio de Oftalmología del Hos­ ambición.
pital Clínico Universitario de Zaragoza, el profesor Bara­
hona me invitó a participar en una mesa redonda del
CECOIR en Salamanca sobre «Suturas y astigmatismo», Una obra pionera
que moderaba el profesor Menezo. Me sorprendió y, cla­
ro, también me preocupó; yo era demasiado joven y el Queremos felicitar de antemano a las autoras por el tra­
moderador, implacable. Como dudaba, consulté a mi jefe, bajo que han realizado en esta monografía y que conside­
ya que él me había recomendado, y como respuesta apos­ ramos que será un punto de partida y una piedra funda­
tilló: «Cuanto más subas tú, más me subirás a mí». No lo mental en el desarrollo de una nueva manera de entender
olvidaré. Así que intento seguir los pasos que aprendí del la córnea. En esta ponencia, las autoras han proyectado la
profesor Piñero Bustamante. estructura de las cúpulas arquitectónicas de los grandes
He de reconocer que el desarrollo con que contamos edificios a la córnea humana y tratan de explicar cómo la
en estos momentos en biomecánica corneal es en gran debilidad estructural puede afectar a la integridad y a las
parte producto de la dedicación que la Dra. Del Buey funciones de la misma. Este aspecto puede ser la base de
hizo y hace, y confío en que siga realizando. Desearía que un nuevo desarrollo biomecánico en conjunción con di­
fuera considerada una de mis discípulas, como yo la con­ versas líneas de experimentación, no solo biológica, que
sidero. Para mí es una enorme satisfacción el éxito de los podrá favorecer en un futuro las técnicas para dar forma
míos y ella lo es. Facultativa especialista de área del Hos­ a nuevos tejidos con células madre o a productos sintéti­
pital Clínico Universitario de Zaragoza y profesora del cos artificiales más tolerables que los empleados hasta
Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina, ahora. Se trata, así, de una obra novedosa que refleja el
su dedicación al segmento anterior y, en los últimos años, estado actual del arte y cuya lectura ayuda a pensar y a
a la córnea, los trabajos realizados en el seno de este equi­ replantearse conceptos y actitudes que podemos discutir
po de oftalmólogos e ingenieros en revistas de gran im­ y aplicar en la práctica clínica diaria.

Prof. José Luis Menezo FEBO Dr. José Ángel Cristóbal FEBO
Catedrático de Oftalmología Universidad de Valencia Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico
Exjefe de Servicio del Hospital Universitario Universitario Lozano Blesa de Zaragoza
La Fe de Valencia Expresidente consejero de la SECOIR
Expresidente de la Fundación Oftalmológica Mediterráneo Presidente de la Fundación SECOIR
Fundador y Expresidente de la SECOIR

xiii
Introducción

«Se han hecho numerosos y excelentes descubrimientos en el largo curso de los siglos; lo
demás se descubrirá, si unos hombres capacitados —instruidos en los viejos descubrimientos—
los toman como punto de partida de sus investigaciones.»
Corpus Hippocraticum

El sentido y la esencia comportamiento del tejido corneal sano y patológico para


poder predecir los cambios que nuestras actuaciones qui­
La admiración que sentimos al contemplar numerosas rúrgicas puedan generar. Hemos de prever cambios es­
obras arquitectónicas, por su particular manera de cerrar tructurales degenerativos o inducidos por nuestras actua­
espacios, no es comparable a la que nos debería suscitar ciones previas, y tenemos que conocer las técnicas de
la contemplación de las obras de la naturaleza. refuerzo estructural o reconstructivas de este tejido en
La naturaleza humana está constituida por numerosos apariencia simple, y en realidad tan complejo y perfecto,
tejidos con diferentes funciones. En cada paso que da­ como es la córnea.
mos hacia el conocimiento de la arquitectura humana, Al contemplar el delicado perfil de la córnea humana
esta nos sorprende, ya que dispone de una gama incalcu­ nos percatamos de su singularidad. Su métrica, modelado,
lable de materiales, algunos aún inéditos, que combina y resistencia y la disposición espacial de sus componentes
modela de forma singular en los diferentes tejidos, según no son arbitrarios. La naturaleza ha dispuesto de conoci­
las funciones que van a desempeñar. Forma, estructura y mientos arquitectónicos tan sofisticados que consigue, con
función van unidas en la naturaleza, donde todo cobra una organización singular, dotar a este tejido de un estilo
sentido, aunque en algunas ocasiones lo desconozcamos. arquitectónico natural tan específico, por su transparencia
Al igual que es necesario conocer las bases arquitectó­ y dureza y con las propiedades ópticas necesarias para rea­
nicas de un edificio antes de realizar modificaciones en él lizar la función visual, que nos permite relacionarnos con
(retirar pilares o debilitar estructuras de apariencia no el mundo exterior.
esencial), debemos conocer el comportamiento, la arqui­ Este delicado perfil parece haber sido «copiado» por
tectura y la función de un tejido en apariencia sencillo, muchos arquitectos e ingenieros de todo el mundo por su
como es la córnea. Solo así podremos valorar su estado y perfecta combinación de estética y funcionalidad. No
prever los cambios que pueden generar nuestras actuacio­ puede ser casualidad que muchos de los «templos» de to­
nes quirúrgicas. dos los tiempos y de todas las religiones adopten una te­
Arquitectos e ingenieros estudian posibles cambios de chumbre de esta forma tan peculiar. Precisamente, el
la forma en aras de un diseño más estético y funcional, hombre «elige» esta forma para realizar uno de los actos
siempre respetando la integridad y la seguridad de la es­ más nobles de la especie humana: rezar y reflexionar, para
tructura. También planifican la reconstrucción o la restau­ estar en paz con Dios o consigo mismo…
ración de daños estructurales, renovando incluso los ma­ En esta monografía pretendemos avanzar un pequeño
teriales, en edificios de incalculable valor arquitectónico o paso más y acercarnos a nuestros admirados antecesores,
histórico. De la misma manera, los cirujanos y clínicos ilustres oftalmólogos, fisiólogos y ópticos que ante todo
dedicados a la córnea debemos conocer la estructur­a y el necesitaban conocer la estructura y la función. Nos dife­

xv
Introducción

rencia el disponer de tecnología y recursos inimaginables tos más novedosos de la histología corneal desarrollados
para ellos, y aunque no poseamos su dedicación y calidad en el capítulo del profesor Harminder Dua, y se analizan
científica, queremos que nos una la ilusión de conocer aspectos biomecánicos de prácticas tan habituales en la
para mejorar. clínica como la toma de la tensión ocular.
Queremos compartir con todos vosotros la emoción En la sección III se tratan los aspectos biomecánicos de
de unir pasado y futuro a través de los conocimientos del diferentes patologías oculares. Se destacan las ectasias
presente, aunque sabemos que solo es el principio de una corneales, y los últimos resultados y avances científicos en
nueva etapa científica en la oftalmología, donde hemos relación con los cambios biomecánicos en importantes
aprendido que forma y función deben mantener un equi­ patologías, como el glaucoma, las distrofias y las enferme­
librio dinámico. dades del colágeno. A continuación se analizan aspectos
biomecánicos y arquitectónicos de los procedimientos
quirúrgicos, tanto aquellos que realizamos con fines re­
fractivos sobre córneas sanas (sección IV) como las téc­
Un paseo por la obra nicas de refuerzo o reconstructivas aplicadas sobre cór­
neas patológicas (sección V).
Esta monografía se desarrolla en ocho secciones que pre­ En el bloque VI se comentan los últimos avances y pers­
sentan una particular continuidad. Podríamos conside­ pectivas en biomecánica corneal, como ciencia multidis­
rarla un recorrido guiado con fines didácticos, cuya lec­ ciplinar, que incorpora las aplicaciones y el desarrollo tec­
tura recomendamos realizar desde el inicio de la obra. nológico del modelado biomecánico al servicio de la
Nuestro principal objetivo ha sido presentar conocimien­ aplicación clínica. La sección VII contiene una serie
tos basados en la evidencia clínica y plantear una discu­ de inte­resantes capítulos donde se discuten cuestiones tra­
sión abierta a los lectores. dicionales, pero de candente actualidad, y algunas aprecia­
En el primer bloque, las autoras intentamos un acerca­ ciones novedosas que podrán suscitar nuestro interés.
miento a las bases, el desarrollo y las aplicaciones de la La monografía culmina con un capítulo que refleja las
ciencia biomecánica, de una forma breve y práctica. Su semejanzas de perfil de las cúpulas en la arquitectu­
lectura ofrece un acercamiento a algunos de los conceptos ra como «obra del hombre» y el perfil de la córnea huma­
y planteamientos que se desarrollarán en el transcurso de na como «obra en la naturaleza». Este perfil, que ya nos
la monografía. cautivó hace algunos años, se repite en el organismo para
La obra continúa con la valoración de la córnea sana. albergar órganos tan nobles como el cerebro. En nuestro
Se describen los fundamentos y la evaluación clínica ba­ quehacer diario sigue siendo una gran fuente de satisfac­
sada en los últimos conocimientos y los medios diagnós­ ción, pero también causa continua de grandes incerti­
ticos disponibles en la actualidad, se muestran los aspec­ dumbres y reflexiones.

Cabeza rafaelesca estallando. Salva­


dor Dalí, 1951.

M.ª Ángeles del Buey Sayas Cristina Peris Martínez

xvi
Autores

Pablo Alcocer Yuste José María Benítez del Castillo Sánchez


Médico oftalmólogo, Unidad de Glaucoma y Neurooftalmología, Catedrático de Oftalmología, Facultad de Medicina,
Fisabio Oftalmología Médica (FOM), Valencia, España Universidad Complutense, Madrid, España
Jefe de sección, Superficie e Inflamación Ocular,
José A. Alfonso Sánchez Hospital Clínico San Carlos, Madrid, España
Profesor titular de Oftalmología, Facultad de Medicina, Secretario general, SEO, España
Universidad de Oviedo, Asturias, España Vocal, SECOIR, España
Jefe de departamento, Segmento Anterior, Instituto Vocal, GESOC, España
Oftalmológico Fernández-Vega, Oviedo, Asturias, España
Presidente, SECOIR, España Craig Boote
Lecturer, Biophysical and Structural Biology of the Cornea,
Renato Ambrósio Jr. School of Optometry and Vision Science, University
Profesor, Federal University of São Paulo, Brasil of Cardiff, United Kingdom
Director, Instituto de Olhos Renato Ambrósio & Visare
Personal Laser, Rio de Janeiro, Brasil Margarita Cabanás Jiménez
Expresidente, Sociedad Brasileña de Oftalmología Médica oftalmóloga, Unidad de Cirugía Refractiva y
Coordinador científico, Rio de Janeiro Corneal Tomography Queratocono, Hospital Universitario Virgen del Rocío/Clínica
and Biomechanics Study Group, Rio de Janeiro, Brasi­l Baviera, Sevilla, España
Vicepresidente, Sociedad Brasileña de Cirugía Refractiva
Laura Cabezón Martínez
Ana Aramburu del Boz Médica oftalmóloga, Servicio de Oftalmología, Hospital
Médica oftalmóloga, Catarata y Cirugía Refractiva, Oftalvist, Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Jerez, Cádiz, España
Begoña Calvo Calzada
Mar Argudo Iturriaga Catedrática de Ingeniería Mecánica. Área de Mecánica
de Medios Continuos y Teoría de Estructuras, Escuela de
Grado en Óptica y Optometría, Máster en Ciencias
Ingeniería y Arquitectura, Universidad de Zaragoza, España
de la Visión, Universidad de Valencia, España
Secretaria del Colegio de Ópticos y Optometristas Constanza Caramello Álvarez
de la Comunidad Valenciana
Médica interna residente (MIR), Servicio de Oftalmología,
Francisco Javier Ascaso Puyuelo Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza,
España
Profesor asociado en Ciencias de la Salud, departamento
de Cirugía, Facultad de Medicina, Universidad de Zaragoza, David Carmona González
España Jefe de la Unidad de Optometría, Oftalmología, Hospital
Médico oftalmólogo, Sección de Retina, Servicio de Universitario Quirón, Madrid, España
Oftalmología, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa,
Zaragoza, España Paula Casas Pascual
Médica oftalmóloga, Servicio de Oftalmología, Hospital
Juan A. Aviñó Martínez Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Médico oftalmólogo, Oftalmología Infantil, Hospital
Universitario La Fe, Valencia, España Alfredo Castillo Gómez
Hospital Aguas Vivas. Oftalmología, Carcaixent, Valencia, Profesor asociado, Facultad de Medicina, Universidad
España Europea de Madrid, España
Jefe del Servicio de Oftalmología, Hospital Universitario
Ferrán Barbé Illa Quirón, Madrid, España
Jefe del Servicio de Neumología, Hospital Universitario Director de publicaciones, SECOIR, Madrid, España
Arnau de Vilanova, Lérida, España
CIBERES (Centro de investigación biomédica Julián Cezón Prieto
en red-Enfermedades Respiratorias) Director médico, CIMO, Sevilla, España

Rafael I. Barraquer Compte Ángel Luis Cisneros Lanuza


Director médico, Centro de Oftalmología Barraquer, Jefe del Servicio de Oftalmología, Hospital Universitario
Barcelona, España La Fe, Valencia, España

xvii
Autores

Daniel Coello Ojeda Juan A. Durán de la Colina


Médico oftalmólogo, Oftalmología, Hospital Universitario Catedrático de Medicina, Universidad del País Vasco, Bilbao,
Donostia, San Sebastián, Guipúzcoa, España Vizcaya, España
Director, Instituto Clínico-Quirúrgico de Oftalmología,
José Ángel Cristóbal Bescós Bilbao, Vizcaya, España
Profesor asociado en Ciencias de la Salud, departamento
de Cirugía, Facultad de Medicina, Universidad de Zaragoza, Daniel Elies Amat
España Médico oftalmólogo, Unidad de Córnea y Cirugía Refractiva,
Jefe del Servicio de Oftalmología, Hospital Clínico Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Barcelona, España
Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Ahmed H. Elsheikh
Quirón, Zaragoza, España Full Professor and Chairman, School of Engineering,
Expresidente consejero, SECOIR, España University of Liverpool, Liverpool, United Kingdom
Presidente de la Fundación SECOIR Biomedical Research Centre, Moorfields Eye Hospital,
London, United Kingdom
Nancy Cruz Neyor
Médica oftalmóloga, Servicio de Oftalmología, Hospital Javier Escuer Gracia
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España Máster en Mecánica Aplicada, Ingeniería Mecánica. Área
de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras,
Ricardo Cuiña Sardiña Escuela de Ingeniería y Arquitectura, Universidad de
Médico adjunto, Superficie e Inflamación Ocular, Hospital Zaragoza, España
Clínico San Carlos, Madrid, España
Enrique España Gregori
Celso David Ponce
Profesor asociado, Oftalmología, Medicina, Universidad
Médico oftalmólogo, Unidad de Córnea y Cirugía Refractiva,
de Valencia, España
Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Barcelona, España
Jefe de sección, Unidad de Órbita/Plástica, Hospital
M.ª Ángeles del Buey Sayas Universitario La Fe, Valencia, España
Profesora asociada en Ciencias de la Salud, departamento
Lana A. Faraj
de Cirugía, Facultad de Medicina, Universidad de Zaragoza,
Ophthalmology, University of Nottingham, Queens Medical
España
Centre, University Hospital, Nottingham, United Kingdom
Médica oftalmóloga, Sección de Córnea, Superficie
Clinical Lecturer, University of Nottingham, United Kingdom
y Segmento Anterior, Servicio de Oftalmología, Hospital
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Fernando Faria Correia
Unidad de Cirugía Refractiva, Córnea y Segmento Anterior,
Hospital Universitario Quirón, Zaragoza, España Médico oftalmólogo, Hospital de Braga, Portugal
Instituto CUF & Hospital CUF, Oporto, Portugal
Amparo Díez Ajenjo Oftalconde, Oporto, Portugal
Clínica Optométrica, Fundación Lluís Alcanyís, Valencia, Clínica Oftalmológica Dr. Horácio Correia, Bragança,
España Portugal
Directora, Clínica Lluís Alcanyís, Valencia, España
Doctora en Física, Unidad de Calidad Visual, Fisabio Ester Fernández López
Oftalmología Médica (FOM), Valencia, España Médica interna residente (MIR), Fisabio Oftalmología Médica
(FOM), Valencia, España
Harminder S. Dua
Chairman, Academic Ophthalmology, Division of Clinical Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso
Neuroscience, School of Medicine, University of Nottingham, Médico interno residente (MIR), Oftalmología, Instituto
United Kingdom Barraquer, Barcelona, España
Honorary Consultant Ophthalmologist, Ophthalmology,
University of Nottingham, Queens Medical Centre, University Laura Frau Aguilera
Hospital, Nottingham, United Kingdom Médica interna residente (MIR), Oftalmología, Hospital
President, Royal College of Ophthalmologists, London, Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España
United Kingdom
Editor-in-Chief, British Journal of Ophthalmology M.ª Carmen García Domene
President, EVER-Foundation Doctora en Óptica-Optometría, Unidad de Calidad Visual,
Past President, Eu Cornea Fisabio Oftalmología Médica (FOM), Valencia, España

Cristina Dualde Beltrán Nahia Goñi Damborenea


Médica oftalmóloga, Oftalmología Pediátrica, Hospital Médica oftalmóloga, Oftalmología, Hospital Universitario
de la Ribera, Alzira, Valencia, España Donostia, San Sebastián, Guipúzcoa, España

xviii
Autores

Óscar Gris Castellón Silvia López-Plandolit Antolín


Médico oftalmólogo, Unidad de Córnea y Cirugía Refractiva, Médica oftalmóloga, Hospital de Basurto, Bilbao, Vizcaya,
Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Barcelona, España
España Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), Bilbao,
Vizcaya, España
José L. Güell Villanueva
Profesor asociado, departamento de Oftalmología, Facultad David Madrid Costa
de Medicina, Universidad Autónoma de Barcelona, Departamento de Óptica, Facultad de Físicas, Universidad
España de Valencia, España
Unidad de Córnea y Cirugía Refractiva, Instituto
de Microcirugía Ocular (IMO), Barcelona, España Felicidad Manero Vidal
Presidente, EuCornea Médica oftalmóloga, Unidad de Córnea y Cirugía Refractiva,
Past President, ESCRS Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Barcelona,
España
Mikhail Hernández Díaz
Médico interno residente (MIR), Fisabio Oftalmología Ana March de Ribot
Médica (FOM), Valencia, España Médica oftalmóloga, Oftalmología, Hospital Universitario
Arnau de Vilanova, Lérida, España
Valentín Huerva Escanilla
Médico oftalmólogo, Hospital Universitario Arnau José David Martín Guerrero
de Vilanova, Lérida, España Profesor titular, departamento de Ingeniería Electrónica,
Universidad de Valencia, España
Juan Ibáñez Alperte
Médico oftalmólogo, Servicio de Oftalmología, Hospital Javier Mateo Gabás
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España Médico oftalmólogo, Servicio de Oftalmología, Hospital
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Francisco Iturbe Larena
Médico oftalmólogo, Sección de Segmento Anterior, Servicio Antonio Mateo Orobia
de Oftalmología, Hospital Clínico Universitario Lozano Médico oftalmólogo, Servicio de Oftalmología, Hospital
Blesa, Zaragoza, España Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España

Aitor Lanzagorta Aresti Keith Meek


Médico oftalmólogo, Unidad de Glaucoma y Full Professor, Head of Biophysics Research Group, Senior
Neurooftalmología, Fisabio Oftalmología Médica (FOM), Mentor, School of Optometry and Vision Science, University
Valencia, España of Cardiff, United Kingdom

Elena Lanchares Sancho Javier Mendicute del Barrio


Profesora ayudante doctora, Ingeniería Mecánica. Área Jefe del servicio de Oftalmología, Hospital Universitario
de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras, Donostia, San Sebastián, Guipúzcoa, España
Escuela de Ingeniería y Arquitectura, Universidad Secretario general, SECOIR, España
de Zaragoza, España Director médico, Begitek, San Sebastián, Guipúzcoa,
España
Laura Lavilla García
Médica oftalmóloga, Servicio de Oftalmología, Hospital Enrique Mínguez Muro
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España Profesor asociado en Ciencias de la Salud, Departamento
de Cirugía, Facultad de Medicina, Universidad de Zaragoza,
Carlos Lisa Fernández España
Médico oftalmólogo, Segmento Anterior, Instituto Médico oftalmólogo, Sección de Segmento Anterior, Córnea
Oftalmológico Fernández-Vega, Oviedo, Asturias, España y Uveítis, Servicio de Oftalmología, Hospital Clínico
Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Fernando Llovet Osuna
Director médico, Cirugía Refractiva, Clínica Baviera, Madrid, Carlos Monserrat Aranda
España Profesor titular, Departamento de Informática (Labhuman),
Universidad Politécnica de Valencia, España
Alberto López Miguel
Profesor asociado, Universidad de Valladolid, España M.ª Jesús Muniesa Royo
Investigador clínico, Oftalmología, Instituto Médica oftalmóloga, Oftalmología, Hospital Universitario
de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) Arnau de Vilanova, Lérida, España

xix
Autores

Juan Carlos Nieto Fernández Marta Romero Domínguez


Profesor externo, Universidad Europea de Madrid (UEM), Profesora asociada, Facultad de Medicina, Universidad
Madrid, España Europea de Madrid, España
Director de Optometría, Avanzavisión, Valencia, España Médica adjunta, Oftalmología, Hospital Universitario Quirón,
Madrid, España
Carlos Palomino Bautista
Profesor asociado, Facultad de Medicina, Universidad Erika Ruiz de Gopegui
Europea de Madrid, España Médica oftalmóloga, Servicio de Oftalmología, Hospital Royo
Jefe del servicio de Oftalmología, Hospital Universitario Villanova, Zaragoza, España
Quirón, Madrid, España
Ramón Ruiz Mesa
Francisco Pastor Pascual Director médico, Catarata y Cirugía Refractiva, Oftalvist,
Médico oftalmólogo, Unidad de Córnea y Enfermedades Jerez, Cádiz, España
del Segmento Anterior, Fisabio Oftalmología Médica (FOM), Vocal, SECOIR, España
Valencia, España
M.ª José Rupérez Moreno
Carlos Peiro Embid Coordinadora científica, Labhuman, Universidad Politécnica
Médico oftalmólogo, Servicio de Oftalmología, Hospital de Valencia, España
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Dalia G. Said
Diana Pérez García
Ophthalmology, University of Nottingham, Queens Medical
Médica oftalmóloga, Servicio de Oftalmología, Hospital
Centre, University Hospital, Nottingham, United Kingdom
Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España
Consultant Ophthalmologist, Nottingham University Hospital
Cristina Peris Martínez NHS Trust
Profesora asociada, Universidad Católica, Valencia, España Juan San Cristóbal Espalza
Subdirectora médica, Unidad de Córnea y Enfermedades
Médico oftalmólogo, Hospital de Basurto, Bilbao, Vizcaya,
del Segmento Anterior, Fisabio Oftalmología Médica (FOM),
España
Valencia, España
Clínica Recalde, Éibar, Guipúzcoa, España
Vocal, SECOIR, España

David P. Piñero Manuel Sánchez de la Torre


Profesor asociado, Departamento de Óptica, Farmacología Investigador, Instituto de Recerca Biomédica de Lleida,
y Anatomía, Universidad de Alicante, España Lérida, España
Responsable de la Unidad de Investigación, Departamento CIBERES-Madrid (Centro de investigación biomédica
de Oftalmología, OFTALMAR, Alicante, España en red-Enfermedades Respiratorias)

Arancha Poo López Harald Studer


Diplomada en Óptica y Optometría (DOO) y Farmacia, Integrated Scientific Services, Port, Switzerland
Instituto Oftalmológico Fernández-Vega
María Ángeles Valdés Más
José Ignacio Recalde Yurrita Doctoranda, Labhuman, Universitat Politècnica de València,
Médico oftalmólogo, Clínica Recalde, Éibar, Guipúzcoa, España
España
Instituto Clínico-Quirúrgico de Oftalmología, Bilbao, Paula Verdaguer Agustí
Vizcaya, España Médica oftalmóloga, Unidad de Córnea y Cirugía Refractiva,
Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), Barcelona, España
Félix Rodríguez Mata
Profesor titular, Ingeniería Mecánica. Área de Mecánica Charles Whitford
de Medios Continuos y Teoría de Estructuras, Escuela de Research Associate, Ocular Biomechanics, School of
Ingeniería y Arquitectura, Universidad de Zaragoza, España Engineering, University of Liverpool, United Kingdom

xx
Grupos y proyectos

Varios capítulos de esta monografía se han realizado con Duración: 4 años. 2005-2008. IP: BCC. Entidades
la colaboración de grupos de investigación consolidados participantes: I3A (Universidad de Zaragoza).
y financiación parcial con fondos obtenidos de proyectos • Proyecto de investigación: «Diseño personalizado
de investigación. de tratamientos quirúrgicos e implantes basados
en modelos biomecánicos del globo ocular».
Referencia: CICYT, DPI2008-02335. Duración:
3 años. 2009-2011. IP: BCC. Entidades
GRUPOS participantes: I3A (Universidad de Zaragoza).
• Proyecto de Investigación del Plan General
• «GRUPO DE MECÁNICA ESTRUCTURAL Nacional I + D «Modelización Biomecánica
Y MODELADO DE MATERIALES» de Tejidos aplicada a cirugía asistida por
Reconocido por el Gobierno de Aragón por ordenador». Modelización corneal. Referencia:
resolución del 15 de abril de 2011 (BOA de 9 de TIN2010-20999-c04-03 (subprograma TSI).
mayo de 2011). Período 1.01.2011-31.12.2011. Universidad Politécnica de Valencia-FOM-
• «APPLIED MECHANICS AND Labhuman. Tipo de proyecto: B. 2010-2013.
BIOENGINEERING (AMB)» Duración: 3 años. IP: CPM.
Reconocido por el Gobierno de Aragón por • Planificación quirúrgica en el tratamiento de
resolución del 15 de abril de 2011 (BOA de 9 de ectasias corneales y cirugía refractiva. Programa
mayo de 2011). Período 1.01.2013-31.12.2013. Nacional de Cooperación Público-Privada.
Subprograma INNPACTO 2012. ECTASIA.
Universidad Politécnica de Valencia-FOM-
Labhuman.
PROYECTOS • Proyecto de investigación: «Modelado
biomecánico de tejidos». Referencia: CICYT.
• Proyecto de investigación: «Biomecánica del DPI2011-27939-C02-01. Duración: 3 años.
tejido corneal y de la cirugía refractiva» 2012-2014. IP: BC. Entidades participantes: I3A
Referencia: CICYT, FIS2005-0520-C03-03. (Universidad de Zaragoza).

xxi
Capítulo 1

Biomecánica corneal: concepto,


desarrollo y aplicaciones clínicas
M.ª Ángeles del Buey Sayas y Cristina Peris Martínez

Sumario del capítulo

Introducción 3 Biomecánica corneal en la práctica clínica  7


¿Por qué es importante la biomecánica corneal?  3 Cirugía refractiva  8
Biomecánica corneal: concepto y desarrollo  4 Tonometría ocular  8
Ciencia biomecánica  4 Patología ocular  8
Biomecánica corneal  4 Biomecánica de la córnea. ¿Una nueva ventana
Aplicaciones de la biomecánica corneal  5 al estudio del estado de estructuras del ojo
y del cuerpo?  9
Historia de la biomecánica corneal: pasado, presente
y futuro  6 Bibliografía 9

Resumen
La biomecánica corneal como ciencia toma mayor relevancia clínica en las dos últimas
décadas, ligada a los grandes avances tecnológicos en el entorno de la cirugía refracti-
va. Las aplicaciones actuales de la biomecánica corneal engloban dos vertientes de
desarrollo: el desarrollo de dispositivos diagnósticos para la medida clínica de la bio-
mecánica corneal y los modelos biomecánicos de comportamiento.
El reconocimiento de las propiedades de la estructura del tejido corneal marca un
comienzo en el enriquecimiento del estudio y comprensión de actos clínicos tan habitua-
les como la tonometría, y en la valoración de patologías clínicas o subclínicas como el
queratocono, ectasias posquirúrgicas, distrofias, queratoplastias o glaucoma.

Introducción 1978, Foster y Yamamoto (1) se plantearon medir la re-


sistencia de córneas con queratocono y confirmar sus
¿Por qué es importante la biomecánica corneal? sospechas de encontrarse disminuidas en comparación
con el tejido corneal sano.
El concepto de biomecánica corneal parece técnico y no- La biomecánica corneal como ciencia toma mayor
vedoso, pero, en realidad, su esencia ha convivido con relevancia clínica en las dos últimas décadas. Su interés
nuestra práctica clínica desde hace décadas y, como ve- surge ligado a los grandes avances tecnológicos clínicos
remos, está implícito en la mayoría de nuestros actos te- y terapéuticos en el entorno de la cirugía refractiva. La
rapéuticos y quirúrgicos. aparición de nuevas patologías iatrogénicas, como la ec-
Antes de definir el concepto y situarlo en su entorno tasia post-LASIK (laser-assisted in situ keratomileu-
científico, debemos saber que surge del pensamiento clí- sis) (2), posiblemente inducidas por actos quirúrgicos
nico y del análisis conjunto del estado de salud, forma, sobre córneas consideradas sanas, nos obliga a perfeccio-
estructura y función de los tejidos. De esta manera, ya en nar la evaluación preoperatoria, a plantear indicaciones
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

3
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

y criterios de seguridad, y, en cierta manera, a replantear derados como los aportados por la topografía, la paqui-
nuestro pensamiento científico. De este modo, los oftal- metría, la perimetría o la biometría.
mólogos nos hacemos conscientes de que la córnea es un El reconocimiento de las propiedades de la estructura
tejido vivo, «la córnea no es un trozo de plástico», como del tejido corneal marca un comienzo en el enriqueci-
apuntaba Cynthia Roberts en su famoso editorial (3). miento del estudio y comprensión de actos clínicos tan
Nos damos cuenta de que debemos valorar bien su es- habituales como la tonometría, y en la valoración de pa-
tructura, forma y función, tanto en situaciones fisiológi- tologías clínicas o subclínicas como el queratocono, ec-
cas, para no causar iatrogenia, como en patológicas, para tasias posquirúrgicas, distrofias, queratoplastias o glauco-
intentar mejorar su estado. ma, como veremos a lo largo de la monografía.
En la práctica clínica diaria podríamos hablar, más
que de ciencia biomecánica, de pensamiento biomecá-
nico. No debemos ligar este concepto a «un aparato nue-
vo más», sino a pensar que en la córnea, además de Biomecánica corneal:
grosor y forma, existe una estructura que tiene unas concepto y desarrollo
propiedades que debemos considerar, y que estas pue-
den estar sujetas a variaciones de su entorno, como son Para situar la biomecánica corneal como ciencia, debe-
los niveles de presión intraocular (PIO) o la acción me- mos conocer primero de dónde procede y reconocer las
cánica del frotamiento. Si lo pensamos así, cabe esperar ciencias base de su desarrollo, comenzando por la más
que, además de existir córneas gruesas y sanas, existan desconocida para nuestra profesión sanitaria, como es la
córneas gruesas y biomecánicamente alteradas (como mecánica.
las córneas con edema), en las que no podremos confiar El objeto de la mecánica, englobada clásicamente
en reglas de espesores de cara a la cirugía refractiva ni dentro de la física, es el estudio del movimiento, equili-
a las tomas de PIO con tonometría de aplanación de brio o deformación que un cuerpo o estructura puede su-
Goldmann (TAG), como veremos a lo largo de esta mo- frir cuando se le aplica una fuerza. Esta materia tiene
nografía (v. capítulo 7). amplio desarrollo en el campo de la ingeniería o la arqui-
Además, en la actualidad existen formas de prever los tectura.
efectos que puede tener nuestra actuación quirúrgica Cuando aplicamos los conocimientos de la mecánica
considerando cada vez más variables, y en ese sentido a las estructuras y órganos de los seres vivos, desarrolla-
es esencial la colaboración multidisciplinar, en especial mos lo que conocemos como biomecánica.
la de los ingenieros, ya que la mecánica de tejidos con-
sigue reproducir los comportamientos de los mismos
con datos obtenidos de la experimentación in vitro y de Ciencia biomecánica
la práctica clínica in vivo, y que pueden llegar a indivi-
dualizarse. Puede que en el futuro prime el conocimien- La biomecánica es la ciencia que trata del equilibrio y de
to del efecto y seguridad de un nuevo tratamiento antes la deformación de un tejido sometido a cualquier acción
de su aplicación clínica, consiguiendo evitar de esta exterior. Surge de la conjunción de conocimientos bioló-
manera efectos iatrogénicos indeseables o inesperados, gicos con conceptos arquitectónicos y mecánicos. Su fi-
como los que hemos podido conocer en las últimas dé- nalidad es el estudio de las estructuras de carácter mecá-
cadas con técnicas o aplicaciones actualmente denosta- nico que existen en los seres vivos (fundamentalmente en
das. el cuerpo humano). Su objetivo es doble; por una parte,
Hasta hace unos años solo podíamos imaginar la exis- analizar su comportamiento mecánico y, por otra, la rea-
tencia de una estructura corneal alterada por los síntomas lización de modelos físico-matemáticos. Estos modelos
y signos clínicos o por su morfología, y la única forma permiten determinar sus respuestas y resolver problemas
de evidenciar su daño estructural y valorar sus propieda- derivados de las diversas condiciones a las que puede ver-
des biomecánicas era con estudios ex vivo, confirmados se sometido.
en determinadas patologías, como el queratocono. Con El desarrollo de la biomecánica tiene una amplia apli-
todos estos antecedentes y cambios de pensamiento en cación médica, tanto en los diferentes campos de la ciru-
la forma de valorar la córnea, era necesario diseñar nue- gía, como en el estudio del comportamiento de diferentes
vas tecnologías para tratar de evaluar las propiedades tejidos vivos, como el tejido óseo, tendones, tejido vas-
biomecánicas de la misma. En la actualidad existen en el cular y cartílago (fig. 1-1).
mercado dispositivos capaces de «medir» parámetros
biomecánicos in vivo, como el Ocular Response Analy-
zer (ORA), pero es necesario conocer cómo realizan la Biomecánica corneal
medición, qué parámetros miden y su relevancia, los ran-
gos de normalidad y patologías por las que pueden verse Desde hace años se está trabajando también en modelos
afectados. De esta manera dejan de ser curvas y cifras, y biomecánicos de globo ocular para reproducir su respues-
pasan a ser valores que, como tal, pueden ser tan consi- ta ante acciones exteriores, como puede ser la aplicación

4
Capítulo 1  |  Biomecánica corneal: concepto, desarrollo y aplicaciones clínicas

Figura 1-1  Órganos y tejidos humanos estudiados por la biomecánica. La ciencia biomecánica tiene una amplia aplicación
médica en diferentes campos de la cirugía y en el estudio del comportamiento de tejidos vivos, como el músculo, vasos, tendones,
hueso y cartílago.

de cualquier tratamiento (fig. 1-2). Para ello es necesario lidad de estudiar un tratamiento determinado (cirugía
conocer y caracterizar bien todos los tejidos que se de- LASIK, inserción de segmentos de anillos intracorneales,
seen incluir en el modelo numérico. También se debe etc.) o una determinada patología (presbicia, glauco-
validar el modelo mediante la reproducción de casos cuyo ma, etc.).
resultado sea conocido, como, por ejemplo, la simulación La biomecánica corneal es la aplicación de la ciencia
de incisiones relajantes para la corrección del astigmatis- biomecánica al estudio y conocimiento del comporta-
mo, observando si el modelo presenta el cambio astigmá- miento del tejido corneal. Se define como la ciencia que
tico esperado (4). Una vez logrado este objetivo, se podrá estudia la deformación del tejido corneal en estado de
proceder a la siguiente fase, que es reproducir el ojo de equilibrio, al ser sometido a cualquier acción exterior.
un paciente concreto. Para ello, tanto la geometría como De esta manera, la biomecánica corneal explora la fun-
las propiedades de material de los tejidos que componen ción y la estructura de la córnea, y trata de establecer unas
el modelo deben ser determinadas in vivo, del propio pa- bases físico-matemáticas que definan a la misma (6,7).
ciente. Gracias al desarrollo de esta ciencia, podremos llegar a
En la bibliografía pueden encontrarse numerosos tra- crear modelos de comportamiento corneal y predecir la
bajos que realizan modelización de distintas partes del respuesta dinámica de la córnea en condiciones fisiológi-
globo ocular (córnea, cristalino, cuerpo ciliar y cabeza de cas y patológicas.
nervio óptico) o del globo en su conjunto (5), con la fina- La biomecánica corneal es una disciplina científica
que está cobrando protagonismo en la clínica oftalmoló-
gica, y que pronto llegará a ser una herramienta impres-
cindible para la caracterización de la córnea sana o enfer-
2
ma. Por tanto, cuando pretendamos evaluar la córnea,
hemos de seguir estos tres pasos: clínica (anamnesis-
lámpara de hendidura), morfología (paquimetría-topo-
grafía) y biomecánica.

Aplicaciones de la biomecánica corneal


1
3
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Las aplicaciones prácticas actuales de la biomecánica


6
corneal engloban dos vertientes que se desarrollan en pa-
ralelo, pero que están relacionadas entre sí (fig. 1-3):
5
4 1. Una vertiente de diagnóstico clínico, basada en el
estudio y desarrollo de dispositivos para la medida
clínica de la biomecánica corneal, útiles en el
diagnóstico y valoración in vivo de determinadas
Figura 1-2  Imagen de modelo biomecánico de globo ocular. patologías oculares.
En él se puede apreciar la caracterización de las diferentes estruc- 2. Una vertiente de desarrollo de modelos de
turas oculares: 1. Córnea. 2. Esclerótica. 3. Cristalino. 4. Múscu- comportamiento para la aplicación clínica, que
lo ciliar. 5. Papila. 6. Nervio óptico. (Tomado de referencia 5.) crea y perfecciona modelos biomecánicos

5
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

capaces de analizar y predecir la respuesta de la siglo xix ya se consideraba como un tejido corneal debi-
córnea ante procedimientos quirúrgicos litado y los oftalmólogos cauterizaban el ápice corneal
corneales. Los modelos biomecánicos se han con nitrato de plata o calor, y administraban mióticos, al
utilizado para el estudio de los efectos de la tiempo que aplicaban un vendaje compresivo, logrando
cirugía incisional y refractiva, o para el análisis así que el tejido cicatricial engrosara y cambiara su cur-
de terapias que intentan proporcionar a la córnea vatura, evitando mayor adelgazamiento y progresión (15).
un refuerzo estructural, como la cirugía aditiva Eugen Kalt, en 1888, reemplazó esta práctica por la co-
con segmentos intraestromales o el crosslinking locación de una cascarilla esclerocorneal con la misma
corneal (4,5,8,9). curvatura de la córnea que impidiera su protrusión, lo-
grando una significativa mejora en la visión de los pacien-
tes. En la actualidad, siglos después, manejamos técnicas
Historia de la biomecánica más sofisticadas de refuerzo estructural interno o externo
a las fibras de colágeno, como el crosslinking corneal (16)
corneal: pasado, presente o los segmentos intraestromales (17), con finalidad tera-
y futuro péutica y refractiva. Debemos seguir mejorando tanto la
seguridad de las técnicas como su eficacia, y en un futuro
Aunque las bases de la biomecánica corneal tienen su próximo posiblemente podremos desarrollar nuevas tera-
origen en los conocimientos de las características estruc- pias e incluso predecir sus efectos de forma individual
turales y fisiológicas de la córnea (9,10) y en el desarrollo antes de su práctica.
de modelos para el estudio de la tonometría (11,12), es Pero el verdadero auge del interés por la biomecánica
difícil establecer dónde comienza la historia de la biome- corneal surge con el desarrollo y expansión de la cirugía
cánica. refractiva de la córnea mediante sistemas de ablación con
Los primeros estudios biomecánicos sobre córnea láser excimer. Este tipo de cirugía se consolidó como la
(1978-1980) analizaron la patología ectásica natural y técnica quirúrgica refractiva corneal más eficaz, segura y
progresiva por excelencia, el queratocono, donde los in- reproducible. Con su práctica, pronto aparecieron casos
vestigadores constatan una rigidez corneal disminuida y con resultados no predecibles, regresiones inesperadas y
una debilidad estructural como causa de la protrusión cuadros de ectasias corneales postoperatorias (2). Ello
observada (1,12,13). Posiblemente fue también el pensa- condujo a la aplicación de criterios de selección más ri-
miento biomecánico lo que llevó a los cirujanos a practi- gurosos y a la práctica de ablaciones más conservadoras.
car las queratoplastias penetrantes circulares y no cuadra- Pese a la aplicación de estos criterios, sigue existiendo un
das, y a indicar su realización con tejido humano, joven notable número de casos de ectasias no explicables por
y saludable (14). parámetros topográficos, de corte o de ablación (18). En-
Indagando en la historia, podemos constatar que las contramos casos descritos de ectasia con lechos estroma-
técnicas de refuerzo estructural para la córnea ya fueron les relativamente gruesos y ectasias tras ablaciones super-
practicadas siglos atrás en casos de queratocono. En el ficiales con queratectomía fotorrefractiva (PRK), por lo

Diagnóstico y valoración de determinadas patologías Creación de modelos

Caracterización de la córnea sana o enferma Predicción de respuesta ante procedimientos


quirúrgicos corneales

A B
Figura 1-3  Aplicaciones prácticas de la biomecánica corneal. Vertientes de desarrollo. A. Dispositivos para el diagnóstico y
valoración del estado de la córnea. B. Desarrollo de modelos de comportamiento para la aplicación clínica.

6
Capítulo 1  |  Biomecánica corneal: concepto, desarrollo y aplicaciones clínicas

que se propone a la respuesta biomecánica como una de de una debilidad estructural previa al cambio de
las principales causas (19-22). forma nos conduciría a una nueva etapa
Hasta hace unos años, en cirugía refractiva podíamos diagnóstica, que podríamos denominar
controlar el lecho estromal, pero no la ultraestructura de queratocono subtopográfico o pretopográfico,
las fibras de colágeno. Twa et al. (18) realizaron una re- como la que podemos encontrar en casos de
visión de 60 ectasias, en las que solo el 45% podía acha- ojos contralaterales a un queratocono sin
carse a bajo espesor corneal; el resto podría deberse a la evidencia de alteración topográfica, pero con
existencia de un queratocono frustre no detectado, o a disminución de sus parámetros biomecánicos.
la inestabilidad biomecánica por la ablación. Esto nos
indica que, posiblemente, el estado estructural inicial de El mejor conocimiento de la córnea, gracias a los
la córnea explique la evolución a la ectasia y debamos avances tecnológicos, nos ha permitido un diagnóstico
considerar el estudio de la biomecánica como parte de la precoz, una disminución de la incidencia de ectasias pos-
valoración preoperatoria para la selección de córneas ap- quirúrgicas y grandes avances en su tratamiento. Aunque
tas. En este aspecto, es notable la aportación de los dis- ha sido notable la evolución diagnóstica, sobre todo en el
positivos capaces de determinar las propiedades biome- entorno de la forma (morfología), necesitamos conocer y
cánicas corneales de forma incruenta e in vivo, pero es cuantificar las propiedades de los tejidos biológicos vi-
importante acotar una horquilla de valores normales y vos, sanos y patológicos, para poder determinar con ma-
patológicos de nuestra población, como realizamos en yor exactitud los efectos que se pueden esperar de cada
algunos capítulos de la monografía, para valorar con ma- actuación quirúrgica o terapéutica. El estudio de la bio-
yor precisión las córneas de los pacientes candidatos. mecánica enriquecerá el conocimiento de las enfermeda-
La gran expansión de la cirugía refractiva con láser des que afectan al ojo y aportará nuevos datos para un
excimer ha impulsado la generalización del estudio de la mejor conocimiento de su fisiopatología.
córnea. La posibilidad de provocar una ectasia con nues-
tra actuación quirúrgica ha promovido el uso y desarrollo
de instrumentos diagnósticos que aportan más informa-
ción sobre la forma y el espesor de la córnea (sistemas de Biomecánica corneal
topografía y paquimetría). En los últimos años, nuevos en la práctica clínica
dispositivos son capaces de valorar las propiedades es-
tructurales, corroborando las alteraciones biomecánicas El ORA de Reichert fue el primer dispositivo de uso clí-
de córneas patológicas. En estos momentos, la posibili- nico para la determinación de las propiedades biome­
dad de detectar alteraciones estructurales abre una nueva cánicas corneales. Aunque posteriormente ha aparecido
ventana diagnóstica para el conocimiento de la córnea. en el mercado otro dispositivo con funciones similares
Si consideramos una patología ectásica, como el que-
ratocono, la tecnología ha marcado distintas etapas evo-
lutivas de diagnóstico (fig. 1-4), ligadas al entorno de la
cirugía refractiva:
ECTASIAS CORNEALES

1. Diagnóstico clínico. Queratocono clínico. El


diagnóstico se realizaba motivado por una Debilidad estructural de la córnea
alteración refractiva que provocaba déficit visual,
y se evidenciaba con la exploración clínica con
lámpara de hendidura, queratometría y Debilidad estructural Biomecánica corneal
¿Queratocono subtopográfico? ORA, Corvis…
refractometría. La llegada de la topografía
corrobora la protrusión y adelgazamiento de
la córnea en fases más tempranas. Alteración morfológica y adelgazamiento
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

2. Diagnóstico topográfico. Queratocono


subclínico. Con el uso generalizado de la
topografía surge el concepto de queratocono Queratocono subclínico Topógrafo, paquímetro
subclínico. Es aquella patología que, sin provocar
signos clínicos, presenta signos topográficos
patológicos o sospechosos, que nos contraindican Alteración refractiva y evidencia clínica
la práctica de cirugía refractiva.
Exploración clínica, BMC, refractómetro, queratómetro
3. Diagnóstico biomecánico. Correspondería a una Queratocono clínico
etapa de diagnóstico precoz. La llegada del ORA
y de otros equipos posteriores, como el Corvis, Figura 1-4  Etapas evolutivas en el diagnóstico del querato-
constata un notable deterioro estructural en cono, en relación con el desarrollo de nuevas tecnologías.
patologías como el queratocono. El diagnóstico BMC: biomicroscopia con lámpara de hendidura.

7
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

(­ Corvis-Oculus, Wetzlar, Alemania), la mayoría de estu- Tonometría ocular


dios y trabajos se han realizado con el ORA, de tal mane-
ra que será el dispositivo de referencia en este apartado. La toma de PIO, que determinamos de forma indirecta a
La capacidad de medir las propiedades viscoelásticas través de la córnea, por aplanación está influenciada por
de la córnea in vivo, y de estimar unos valores de PIO las propiedades biomecánicas de la misma. De esta for-
compensada con las mismas, aporta dos novedades rele- ma, si los registros se realizan sobre córneas estándar, los
vantes en cuanto a la aplicación clínica del ORA: valores determinados serán reales, pero si se practican
sobre córneas con propiedades biomecánicas alteradas o
• Definir el estado estructural de la córnea a través fuera de los rangos normales (espesor, radio de curvatu-
de los parámetros de histéresis corneal (CH) y ra), las estimaciones no serán tan exactas. Como veremos
factor de resistencia corneal (CRF), que aporta de en el capítulo 7 sobre biomecánica corneal y PIO, el co-
forma novedosa este aparato. nocimiento del comportamiento biomecánico de la cór-
• Conocer en qué medida las variaciones de estos nea ha aportado nuevas dimensiones en el estudio de la
parámetros influyen la estimación de la PIO, a tonometría ocular, y destaca su importancia para la deter-
través de la PIO equivalente a la tensión de minación de una PIO más real, sobre todo en caso de
aplanación de Goldmann (IOPg) y de la PIO córneas alteradas (cuadro 1-2).
compensada con las propiedades biomecánicas de
la córnea de ese paciente (IOPcc).
Patología ocular
Los resultados obtenidos con el ORA en la práctica
clínica (23,24) van a desarrollarse en diferentes capítulos En la clínica diaria, la aplicación del estudio del estado
de esta monografía, pero vamos a definir las principales biomecánico es relevante en aquellas patologías oculares
aplicaciones del estudio de propiedades biomecánicas en las que podemos sospechar que la córnea presenta alte-
corneales en la práctica clínica, basándonos en esos re- raciones estructurales. Se ha constatado su interés de apli-
sultados, mostrando de modo esquemático las diferentes cación para el diagnóstico y control evolutivo de las ecta-
áreas de interés. sias corneales naturales (31-33), como el queratocono, el
queratoglobo y la degeneración marginal pelúcida, en las
distrofias corneales (34), en especial las endoteliales, y el
Cirugía refractiva estudio estructural de las córneas sometidas a trasplante
(23,35), así como la evolución biomecánica de las ectasias
Consideramos que las aplicaciones clínicas del estudio
de la biomecánica corneal cobran relevancia en el entor-
no de la cirugía refractiva (cuadro 1-1), ya que nos
aportan datos del estado estructural de la córnea, que,
añadidos a los datos ópticos o morfológicos obtenidos Cuadro 1-1  Aplicaciones del ORA en cirugía
con la paquimetría, topografía y refractometría, nos refractiva
complementan la valoración pre- y postoperatoria del
Valoración preoperatoria de los pacientes
paciente refractivo.
refractivos
Las principales aportaciones del ORA en este campo
son: • Constatar su estado biomecánico
• Descartar patología clínica o subclínica
• Parámetros de sospecha del queratocono Valoración postoperatoria de los pacientes
subclínico (25-27). refractivos
• Control de la PIO de los pacientes intervenidos
• Seguimiento postoperatorio de los pacientes
de cirugía refractiva corneal, en los que el ORA
intervenidos
constata modificaciones en las propiedades
• Comprobación de su estabilidad biomecánica
biomecánicas de sus córneas y estima unos • Diagnóstico precoz de la ectasia
valores de PIO más reales (28,29).
• Constatación del posible deterioro biomecánico Estimación de una PIO pre- y postoperatoria
del ojo sometido a cirugía refractiva. Es de más real
especial relevancia en el diagnóstico y control • Especial interés en casos de:
las ectasias post-LASIK (30). -- Importante deterioro biomecánico
-- Glaucoma
En los capítulos 8 y 20 mostraremos los valores me- -- Hipertensión ocular
dios encontrados en córneas sanas, en ojos de sujetos con -- Glaucoma de baja tensión
errores refractivos, así como las variaciones encontradas -- Antecedentes familiares de glaucoma
para cada variable tras practicarse cirugía refractiva.

8
Capítulo 1  |  Biomecánica corneal: concepto, desarrollo y aplicaciones clínicas

Biomecánica de la córnea. ¿Una nueva


Cuadro 1-2  Principales aplicaciones ventana al estudio del estado de estructuras
de la tonometría con ORA del ojo y del cuerpo?
Estimación de una PIO más real en pacientes En la actualidad, el estudio de la biomecánica ocular no
con antecedentes de cirugía refractiva se limita al conocimiento de la alteración estructural en
• De especial interés en: casos de patologías corneales. Como veremos a lo largo
-- Tratamientos prolongados con corticoides de la monografía, los estudios muestran que algunos pa-
-- Alteraciones visuales súbitas rámetros de la biomecánica corneal se encuentran altera-
-- Posible edema de la «entrecara» tras LASIK dos en enfermedades oculares, como el glaucoma (41), y
-- Ablaciones profundas que pueden ser reflejo del estado de otras estructuras ocu-
-- Ectasia posquirúrgica o sospecha lares que comparten su origen embrionario como la lámi-
-- Pacientes miopes na cribosa (42). A su vez, procesos oculares como la
-- Regresiones recientes miopía magna ven alterada la biomecánica corneal, que
-- Antecedentes familiares de glaucoma
puede ser reflejo del estado de tejidos que comparten su
Estimación de una PIO más real en pacientes estructura principalmente colágena, como la esclerótica.
con patología corneal Incluso estudios recientes han encontrado relación entre
enfermedades generales, como la artritis reumatoide (43)
• Ectasias naturales: queratocono, queratoglobo,
degeneración marginal pelúcida
o la osteogénesis imperfecta (44), y un deterioro biome-
• Ectasias posquirúrgicas cánico detectado con el ORA. Todo ello indica que el
• Distrofias corneales estudio de la biomecánica corneal con dispositivos clíni-
• Alteraciones epiteliales cos, incruentos y de fácil determinación (ORA, Corvis)
puede convertirse en una nueva ventana diagnóstica para
Estimación de una PIO más real patologías tanto oculares como generales, con difícil ac-
en el postoperatorio de cirugías oculares ceso al conocimiento del estado estructural de los tejidos
• Especial interés en casos de edema postoperatorio: dañados, como articulaciones, tejido sinovial, esclerótica
-- Cirugía de glaucoma o lámina cribosa.
-- Vitrectomía y/o cerclaje escleral
-- Queratoplastia

Estimación de una PIO más real en el glaucoma,


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10
Capítulo 2

Factores que influyen


sobre la biomecánica corneal
Cristina Peris Martínez, M.ª Ángeles del Buey Sayas y Elena Lanchares Sancho

Sumario del capítulo

Introducción 11 Medida de la amplitud de pulso y de pulso


de fondo  18
Factores que influyen sobre la biomecánica corneal  12
Elastografía ultrasónica  18
Tejido corneal: estructura, composición y propiedades  12 Medida de la biomecánica corneal mediante
Estructura y composición del estroma corneal  13 el dispositivo ORA  18
Propiedades del tejido corneal  14 Medida de la biomecánica corneal mediante
Metodología para la medición de los parámetros el dispositivo Corvis  18
biomecánicos de la córnea  17 Modelado biomecánico del tejido corneal  18
Métodos ex vivo 17
Métodos in vivo 17 Bibliografía  21
Manómetro intraoperatorio de cámara anterior  17
Determinación de la rigidez ocular asociada a la longitud
axial 18

RESUMEN
La geometría real de la córnea se alcanza principalmente por las características propias
del tejido, pero también influyen otros agentes externos a los que el ojo se ve sometido.
De ahí la importancia que tiene considerar los factores que influyen sobre la biomecá-
nica de la córnea. El conocimiento de la estructura y composición de la córnea nos
ayuda a entender su comportamiento, y nos permite definirla desde el punto de vista
biomecánico como un material blando, incomprensible, heterogéneo, anisótropo y vis-
coelástico no lineal. El proceso de modelado biomecánico del globo ocular, mediante la
incorporación de su geometría y comportamiento, nos conduce a la caracterización cada
vez más precisa del tejido corneal. Esto nos ofrecerá la posibilidad de estudiar la res-
puesta de la córnea ante diferentes tratamientos o actuaciones quirúrgicas.

Introducción parámetros morfológicos, su caracterización mediante pa-


rámetros biomecánicos (2,3). De ahí la importancia que
Los parámetros morfológicos geométricos que definen la tiene conocer qué factores influyen sobre la biomecánica
córnea (espesor y curvatura) son indispensables para carac- de la córnea y qué parámetros la caracterizan.
terizarla. Pero, como hemos apuntado en el capítulo ante- En este capítulo analizaremos los factores que influyen
rior, no son suficientes, especialmente en el ámbito de la en la biomecánica corneal, tanto los externos como los
cirugía refractiva, cuando se trata de valorar la idoneidad de intracorneales. También analizaremos la estructura y la
un paciente para ser intervenido (1). Actualmente es indis- composición de la córnea, y definiremos la misma desde
pensable, además de la valoración de la córnea mediante el punto de vista biomecánico.
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

11
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Factores que influyen neal. Un ejemplo de ello son las enfermedades sistémicas
sobre la biomecánica corneal del colágeno con posible afectación ocular, ya que el co-
lágeno es uno de los principales componentes del ojo hu-
En nuestro cuerpo, todos los tejidos se encuentran so- mano, en especial del tejido corneal (8,9).
metidos a ciertas acciones de su entorno, que provocan Los factores intracorneales son los inherentes a la pro-
tensiones en los mismos. Estas tensiones son debidas pia estructura del tejido corneal. La córnea posee las
inicialmente al crecimiento, remodelación, daño o de- características biomecánicas necesarias para equilibrar
formaciones que se desarrollan durante toda la vida, las fuerzas ejercidas por las acciones externas a la mis-
comenzando en el inicio de la formación de los tejidos ma, de manera que mantiene estable sus cualidades óp-
y órganos durante la gestación (4,5). ticas proporcionadas principalmente por su espesor, cur-
La geometría real de los tejidos se alcanza como con- vatura y transparencia. Las principales características
secuencia de una serie de tensiones internas, propias de su biomecánicas de la córnea son debidas a la especial dis-
estructura o material, y de unas acciones externas a las que posición, densidad y entrecruzamientos de las fibras co-
se ven sometidos por su relación con el ambiente y el lágenas del estroma en el seno de una córnea con un
resto del organismo (4). De esta manera, la geometría real espesor adecuado (2,10).
de la córnea se alcanza principalmente por las caracterís- La existencia de un equilibrio dinámico, en el cual in-
ticas propias del tejido (grosor, densidad, hidratación, tervienen todos estos factores (cuadro 2-1), dota a la cór-
composición y entrecruzamiento del colágeno), pero tam- nea de sus peculiaridades (forma cupular asférica, trans-
bién influyen otros agentes externos a los que el ojo se ve parencia y comportamiento biomecánico) y posibilita su
sometido (fig. 2-1). El factor externo más importante es destacada función óptica.
la presión intraocular (PIO). Otras acciones externas son: la
presión atmosférica, la compresión ejercida por los párpa-
dos, la tracción ejercida por los músculos extraoculares a
través de sus inserciones y la del músculo ciliar, capaz de Tejido corneal: estructura,
acortar el diámetro corneal durante la acomodación (6). composición y propiedades
Pero, además, los tejidos corporales blandos tienen la
capacidad de modificar su estructura y comportamiento en La mayoría de los tejidos corporales muestran una histo-
función del ambiente y de los estímulos mecánicos, bio- logía sofisticada y compleja. Sin embargo, el aspecto his-
lógicos o químicos que lo rodean. De esta manera, un fro- tológico de la córnea es aparentemente simple, ya que
tamiento mecánico excesivo puede inducir deformación carece de vasos sanguíneos y parece limitarse a las lámi-
de la córnea (7), y un glaucoma agudo, con incremento nas de células epiteliales y endoteliales soportadas por
brusco de la PIO, puede causar una opacificación corneal membranas y separadas por una extensa capa de estroma
reactiva y daño permanente en la cabeza del nervio óptico. o sustancia propia, donde se encuentra la matriz extrace-
En este contexto, también las enfermedades generales for- lular y las células corneales o queratocitos (11).
man parte del ambiente biológico de la córnea y pueden El colágeno es el principal constituyente de muchos
modificar el comportamiento y estructura del tejido cor- tejidos, como la piel (74%), los tendones y ligamentos

Figura 2-1  Existe un equilibrio en-


tre las tensiones internas de la córnea
que dependen de su estructura y las ac- Presión atmosférica
ciones extracorneales. Estas acciones Tracción de los párpados PIO
Tracción de la musculatura Tracción del músculo ciliar
que actúan desde el exterior del globo extraocular
ocular son la presión atmosférica, la
compresión ejercida por los párpados y Estructura corneal
la tracción ejercida por la musculatura
extraocular. Las acciones extracornea-
les que actúan desde el interior del glo-
bo ocular son la presión intraocular
(PIO) y la tracción del músculo ciliar.
De todas las acciones extracorneales, la
más relevante es la PIO.

12
Capítulo 2  |  Factores que influyen sobre la biomecánica corneal

Estructura y composición del estroma corneal


Cuadro 2-1  Factores que afectan
a la biomecánica de la córnea El estroma o sustancia propia comprende el 90% del es-
pesor de la córnea, tiene un grosor aproximado de 500 mi-
Factores intracorneales cras (μm) y está formado por la matriz extracelular y las
• Espesor corneal células corneales o queratocitos. La matriz extracelular
• Densidad y cruzamiento de las fibras de colágeno está fundamentalmente compuesta de colágeno (princi-
• Hidratación palmente de tipos I, IV y V) y proteoglicanos (queratán
• Integridad tisular sulfato-QS y dermatán sulfato-DS), que mantienen unio-
nes entre las fibras de colágeno estromales.
Factores extracorneales La matriz extracelular se compone de densas fibrillas
• Tensiones externas: de colágeno empaquetadas regularmente y dispuestas
-- Presión intraocular como capas ortogonales o laminillas que cursan paralelas
-- Presión atmosférica a la superficie, extendiéndose de limbo a limbo, teniendo
-- Tensión ejercida por los párpados todas las fibras una dirección igual dentro de cada lámina.
-- Tensión ejercida por la musculatura extraocular Cada lámina está formada de pequeñas fibrillas de colá-
-- Tensión ejercida por el músculo ciliar geno de 25-30 nanómetros (nm) de diámetro, con una
• Ambiente externo:
distribución homogénea y una organización regular. El
-- Estímulos mecánicos: traumatismos,
pequeño diámetro de las fibrillas de colágeno, de aproxi-
frotamiento, cirugía
madamente 300 ångstroms (Å), y su estrecha separación
-- Estímulos biológicos: enfermedades oculares
y generales
( 550 Å) confieren al tejido corneal su transparencia.
Estas características especiales hacen que no se produzca
una dispersión luminosa apreciable, ya que esta aparece
cuando las fluctuaciones regionales en el índice de refrac-
ción superan los 2.000 Å, por hidratación excesiva o ede-
(90%), la esclerótica (90%), la córnea (64%) y el cartíla- ma (la luz visible es de 4.000 a 7.000 Å).
go (50%) (12). Es el principal elemento estructural de la Por tanto, para cumplir con la función de transmisión de
matriz extracelular, proporcionando la forma y dotando luz es esencial que la disposición y diámetro de las fibras
de fuerza y flexibilidad a los tejidos. En el caso de la sea constante, y que la separación entre fibrillas sea la ade-
córnea, también está relacionado con otros procesos, cuada. Pero la distribución de la red lamelar en el estroma
como la transmisión de luz, al dotar de transparencia a no es homogénea, ya que presenta diferencias regionales,
este tejido (13,14). El tipo de colágeno presente en una entrecruzándose más densamente en el tercio anterior de la
matriz extracelular condiciona sus propiedades físicas y córnea que en los dos tercios posteriores, donde se dispone
biomecánicas. paralela a la superficie corneal. Las lamelas solo están ad-
La heterogeneidad funcional de los tejidos del cuerpo heridas laxamente entre sí. También hay lamelas de dispo-
está claramente asociada a una heterogeneidad estructu- sición circular en el limbo y otras con dirección anteropos-
ral, ya que son cuatro familias de moléculas, y más de una terior con diferentes ángulos de cruzamiento (figs. 2-2
treintena de genes que codifican las cadenas polipeptídi- y 2-3), lo que confiere especial resistencia y morfología
cas que forman las moléculas de los colágenos de los cupular a este tejido, de forma similar a la sustentación de
vertebrados. Podríamos considerar al colágeno como un determinadas cúpulas arquitectónicas (fig. 2-4).
«cemento biológico» que mantiene la arquitectura y plas- Colágenos corneales: los principales colágenos for-
ticidad tisular (15). madores de fibrillas del estroma corneal del adulto son
En general, se pueden distinguir dos tipos principales los tipos I y V (16). Ambos tipos de colágeno están pre-
de matrices extracelulares. La más ubicua es la matriz sentes en cada fibrilla. El colágeno de tipo V está impli-
intersticial o estroma, donde las células están embebidas cado en la iniciación de montaje de las fibrillas (17,18) y
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y cuyos componentes mayoritarios son los colágenos que en la regulación del diámetro de las mismas (19). El co-
forman fibras, y los basamentos membranosos, que for- lágeno de tipo IV no forma fibras, sino redes que propor-
man láminas sobre las que se sustentan las células, y cionan estabilidad mecánica a los basamentos membra-
constituyen una matriz acelular que se localiza separan- nosos, y los encontramos en la membrana basal del
do células de la matriz intersticial, como soporte para las epitelio corneal y en la membrana de Descemet (15).
células del epitelio o del endotelio. Proteoglicanos de la córnea: los proteoglicanos QS
En la córnea, el epitelio y el endotelio corneal cumplen y DS se unen a las fibras colágenas de forma ordenada,
importantes funciones metabólicas y de control de hidra- lo que es esencial para la disposición y el espaciamiento
tación y transparencia del estroma, pero es la matriz co- fibrilar. El espaciamiento de las fibrillas de colágeno se
lágena, de composición y disposición tan especial, la que determina por el pequeño y uniforme tamaño de los pro-
dota al tejido corneal de sus principales propiedades es- teoglicanos y por las propiedades de hidratación de las
tructurales y biomecánicas. cadenas laterales del QS. Hay cuatro proteínas del núcleo

13
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Superior

Nasal Temporal

Limbo

Anillo

Inferior

Figura 2-2  Representación esquemática de la distribución Figura 2-3  Esquema que representa la disposición de las lá-
de las fibras de colágeno en la córnea humana. «Ligamento pe- minas de colágeno en la córnea, según Newton y Meek. (Tomado
riférico circular anular», según Fyodorov. (Por cortesía del pro- de referencia 10.)
fesor J. L. Menezo.)

del QS en la matriz extracelular del estroma corneal: de- cierta forma en la respuesta mecánica que el tejido mues-
corina (20), lumicano (21), queratocano (22) y mimeca- tra ante las acciones de su entorno. De esta manera, la
no (23). Se ha demostrado que actúan en diferentes fases biomecánica utiliza conceptos que definen propiedades
de crecimiento de fibrillas, estabilizando la fibrilla de de los tejidos en relación con su biología, basados en co-
colágeno una vez formado (24,25). El estroma posterior nocimientos histológicos y ensayos de tejidos in vitro.
presenta más concentración de QS (más hidrofílico), La caracterización de la córnea desde un punto de vista
mientras que en el anterior es mayor la concentración del biomecánico se ha llevado a cabo mediante la descripción
DS (menos hidrofílico) (26). de diferentes parámetros físicos descritos en la literatura,
Células del estroma corneal: la célula principal del que resumimos a continuación:
estroma es el fibroblasto corneal o queratocito. Entre sus
funciones destaca la fabricación de colágeno y proteogli- 1. Coeficiente de rigidez ocular. Constituyó la
canos. Existen alrededor de 2,4 millones de queratoci- primera aproximación a la caracterización
tos (27), y su densidad se estima que es un 30% superior biomecánica de la córnea. Fue definido por
en el estroma anterior que en el posterior (28). Los que- primera vez en 1937 por Friedenwald. Este
ratocitos tienen un cuerpo celular plano con numerosos parámetro viene determinado por el registro
lamelipodios citoplasmáticos, lo que les da una morfolo- de una curva presión-volumen durante un
gía dendrítica y les permite estar interconectados en una experimento de distensión volumétrica,
red tridimensional (29). El cuerpo compacto minimiza el proporcionando una medida de la rigidez del
área de superficie expuesta a la luz y esto probablemente globo ocular (33).
sirve para reducir la dispersión de la misma. Se conoce 2. Módulo de Young. Es un indicador intrínseco de
que participan en la estabilidad de las lamelas y juegan la rigidez-elasticidad de un material. Un material
un papel primordial en la cicatrización (30,31). Todas las completamente elástico es capaz de recuperar su
sustancias mencionadas, que componen la matriz extra- forma original cuando la fuerza aplicada sobre él
celular del estroma corneal, son productos de los genes cesa completamente en la misma dirección que se
que se expresan en muchas otras matrices extracelulares produjo el desplazamiento (34).
del organismo, pero en diferentes proporciones. Estudios 3. Ratio de Poisson. Es un factor de corrección
recientes sugieren que los queratocitos pueden expresar empleado para describir la deformación
un único, aún por descubrir, gen regulador que coordina experimentada por un material, en relación con
los niveles de expresión de estos genes para producir la experimentada en la dirección perpendicular.
una matriz extracelular transparente (32). Si nos referimos al tejido corneal, una lamela de
colágeno sometida a una determinada tensión
puede adelgazarse o modificarse en diferente
Propiedades del tejido corneal proporción, dependiendo de la dirección
considerada. Este parámetro suele aproximarse
El comportamiento mecánico de un tejido está determi- típicamente a 0,49, ya que se supone que la
nado por su microestructura. Los tejidos vivos son com- córnea está llena de fluido, prácticamente
plejos, y cada una de sus características va a influir en incompresible.

14
Capítulo 2  |  Factores que influyen sobre la biomecánica corneal

4. Propiedades viscoelásticas. Estas propiedades corneal y por ser la que contribuye con mayor rigidez es
surgen de la naturaleza biomecánica dependiente el estroma. Por tanto, podemos asumir que el compor-
del tiempo en los tejidos blandos. Al cesar la tamiento mecánico del tejido corneal es equivalente al
fuerza ejercida responsable de la deformidad del del estroma. Puesto que el estroma está compuesto por
material, este recupera su forma original, pero a lamelas, podemos afirmar que el tejido es heterogéneo
través de un comportamiento diferente al (36).
experimentado durante la deformación, La respuesta biomecánica de la córnea a una fuerza
dependiente de la absorción del material. A esta externa es modulada fundamentalmente por el estroma,
característica se la denomina histéresis. donde la disposición del colágeno de forma paralela a la
5. Resistencia al corte. Es la resistencia que opone el superficie corneal condicionará su comportamiento me-
estroma corneal a la fricción o deslizamiento de cánico (35). Dentro de las lamelas, las fibras de colágeno
las capas subyacentes. Este parámetro físico viene transcurren paralelas entre sí y, aunque esto se produce
determinado por el entrecruzamiento de las en todas las direcciones, se ha evidenciado la existencia
fibras de colágeno y otras fuerzas asociadas a la de orientaciones preferenciales según las direcciones
matriz extracelular (35). superior-inferior y nasal-temporal, en la zona central de
la córnea, y en disposición circunferencial en la periferia
Una vez descritos los parámetros anteriores, podemos de la córnea (v. fig. 2-3) (2). Estas orientaciones preferen-
decir que, desde el punto de vista biomecánico, la córnea ciales de disposición de las fibras son, por tanto, direccio-
se define como un material blando, incomprensible, he- nes preferenciales de deformación del tejido, por lo que
terogéneo, anisótropo y viscoelástico no lineal. decimos que el tejido corneal es anisótropo. Es decir,
La córnea es un tejido con un alto contenido en agua presenta propiedades físicas diferentes cuando la fuerza
(78%), por lo cual podemos suponer que es un tejido in- se aplica en diferentes direcciones debido a la peculiar
compresible, es decir, que, ante una acción exterior, la orientación de las fibras. Estas propiedades no son cons-
nueva configuración de la córnea será la correspondiente tantes, varían con la edad avanzada, la existencia de en-
a un nuevo estado de equilibrio en que se alcance un es- fermedad corneal y el grado de hidratación. La pérdida
tado de mínima energía, sin haberse producido ningún de la organización de las lamelas altera la biomecánica
cambio de volumen entre ambos estados (36). corneal. Por el contrario, un material se dice que es isó-
El tejido corneal clásicamente está compuesto por tropo cuando presenta las mismas propiedades físicas en
cinco capas, que de fuera hacia dentro son: epitelio, todas las direcciones (35,36).
membrana de Bowman, estroma, membrana de Desce- La elasticidad es una propiedad de los cuerpos sólidos
met y endotelio. A nivel estructural, la que presenta ma- que se refiere a cómo un material se deforma ante una
yor importancia por ocupar la mayor parte del espesor fuerza externa. La elasticidad o resistencia elástica es la
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Figura 2-4  Cúpula de Genbaku


(Japón). Monumento conmemorativo a
las víctimas de la bomba atómica de
Hiroshima, Parque de la Paz.

15
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

capacidad de un material de recuperar su forma inicial La elasticidad es más propia de los materiales sólidos,
después de sufrir una deformación en respuesta a una mientras que la viscosidad es una propiedad característi-
fuerza externa. La relación entre la fuerza aplicada sobre ca de los materiales con componente líquido. La viscosi-
el material (eje de Y) y el desplazamiento o deformación dad es la oposición de un fluido a las deformaciones tan-
que esta puede producir (eje X) puede ser representada genciales. Es una manifestación del movimiento
gráficamente (fig. 2-5). Un material elástico es capaz de molecular dentro del fluido. A diferencia de los materia-
recuperar su forma original cuando la fuerza cesa com- les con propiedades elásticas, los materiales viscosos no
pletamente en la misma dirección que se produjo el des- recuperan su forma original cuando se elimina el estrés.
plazamiento. El módulo de elasticidad (módulo de El tejido corneal no se comporta ni como un sólido ni
Young) viene determinado por la pendiente de la gráfica como un líquido propiamente dichos, sino que tiene un
(v. fig. 2-5). Se denomina módulo de elasticidad o módu- comportamiento intermedio (34). No es elástico ni visco-
lo de Young a la razón (X/Y) entre el incremento de es- so, la córnea se comporta como un material viscoelástico.
fuerzo o tensión (Y) y el cambio correspondiente a la Los materiales viscoelásticos tienen ambos elementos,
deformación unitaria (X). Un modelo de Young bajo in- viscosidad y elasticidad, y, como resultado de la aplica-
dica un material más elástico o blando. Un módulo ele- ción de un estrés, la energía se disipa dependiendo de la
vado significa que es más rígido, indicando que requiere fuerza aplicada y del tiempo. El material recupera su for-
mayor esfuerzo para lograr una deformación determina- ma original, tras cesar la fuerza que lo deforma, pero lo
da. Por tanto, la rigidez también se mide por el módulo hace de un modo distinto, por lo que no sigue la misma
de elasticidad. pendiente (fig. 2-6). En el caso de la córnea, su compor-
Estudios ex vivo han demostrado que la córnea tiene tamiento elástico no es lineal, ya que el módulo de Young
un comportamiento elástico no lineal, de manera que el aumenta con el aumento del estrés sobre el tejido, de ma-
módulo de Young se incrementa cuando se aumenta la nera no proporcional. El área entre las dos curvas repre-
fuerza aplicada al tejido (37,38). Además, el módulo elás- senta la energía disipada por el material viscoelástico
tico de la córnea varía según la dirección y región, mos- para recuperar su forma original, y se denomina histé­
trando un alto módulo de Young en las áreas centrales y resis.
paracentrales y circunferencialmente en el limbo, aten- La histéresis es la energía perdida durante el ciclo de
diendo a la disposición de las lamelas (39). Aunque los estrés-tensión (v. fig. 2-6). Como con la mayoría de ma-
valores de normalidad del módulo de Young in vivo son teriales biológicos, la córnea es viscoelástica y, por lo
todavía hoy desconocidos, modelos matemáticos han su- tanto, tiene histéresis. Es una propiedad que tienen aque-
gerido que varían con la PIO real, y se ha observado que llos sistemas físicos que no reaccionan inmediatamente a
las córneas son más rígidas a valores más altos de PIO la aplicación de una fuerza sobre ellos, sino que lo hacen
real. lentamente. Esto es debido a la tendencia que poseen de

Fuerza (Y) Fuerza (Y)


Acero

X Hueso
Y

Madera

Desplazamiento (X) Desplazamiento (X)

A B
Figura 2-5  La elasticidad o resistencia elástica es la capacidad de un material de recuperar su forma inicial después de sufrir
una deformación en respuesta a una fuerza externa. A. Gráfica de tensión-deformación donde se representa la relación entre la
fuerza aplicada sobre el material (eje Y) y el desplazamiento o deformación que esta puede producir (eje X). Se denomina módulo
de elasticidad o módulo de Young a la razón X/Y. B. Un módulo de Young bajo indica un material más elástico o blando, como la
madera. Un módulo elevado significa que es más rígido, como el acero, lo que indica que se requiere mayor esfuerzo para lograr
una deformación determinada.

16
Capítulo 2  |  Factores que influyen sobre la biomecánica corneal

mantener una de sus propiedades aunque haya cesado el positivos permiten inducir diferentes rangos de estrés sobre
estímulo. En la figura 2-6B se representa el comporta- el tejido, los cuales generan grados de deformación varia-
miento típico de esfuerzo-deformación unitaria de un ble. Finalmente, se obtiene la caracterización del compor-
material viscoelástico no lineal. El esfuerzo no es propor- tamiento biomecánico del material mediante los paráme-
cional a la deformación unitaria (curva de color rojo). Sin tros físicos anteriormente descritos (40,42).
embargo, la sustancia es elástica, en el sentido de que, si
se suprime la fuerza sobre el material, el material recupe-
ra su longitud inicial. Al disminuir el esfuerzo, la curva Métodos in vivo
de retorno (en color azul) no es recorrida en sentido con-
trario. La falta de coincidencia de las curvas de incremen- Tras la determinación de los parámetros biomecánicos
to y disminución del esfuerzo corresponde a la histéresis corneales ex vivo en tejido corneal de cadáver, se han ido
elástica. desarrollando diferentes dispositivos y metodologías para
su medición in vivo y poder disponer de una aplicación
clínica directa en los pacientes. Los primeros no han lle-
Metodología para gado a popularizarse, por ser procedimientos invasivos o
por su escasa reproductibilidad. Detallaremos los méto-
la medición de los parámetros dos y dispositivos que se han ido desarrollando hasta el
biomecánicos de la córnea momento.

Métodos ex vivo
Manómetro intraoperatorio de cámara anterior
Antes de la aparición de dispositivos de medida capaz de Pallikaris et al. (43), basándose en que las propiedades
caracterizar in vivo las propiedades biomecánicas de la cór- biomecánicas de la córnea podían verse modificadas en
nea, la única posibilidad de caracterizar dicho comporta- ojos enucleados (imprecisiones del método de Frieden-
miento residía en medir la resistencia a la tensión mecánica wald), determinaron una técnica para valorar el coeficien-
del colágeno mediante procedimientos de extensiometría te de rigidez ocular en tiempo real. El método invasivo
en córneas procedentes de cadáveres tanto de animales (co- consistía en inyectar, en la cámara anterior, diferentes
nejo y cerdo) como de humanos (35,40,41). Estos experi- volúmenes de solución salina mientras se monitorizaba la
mentos consisten en aplicar una fuerza controlada sobre los PIO mediante un transductor. La reproductibilidad de
dos extremos de una muestra de tejido corneal conectada esta técnica es dudosa, ya que se estima que se mide solo
horizontalmente o verticalmente, mediante dispositivos la rigidez de la cámara anterior, no de todo el ojo, dada la
controlados por un software específico (fig. 2-7). Estos dis- dificultad de paso de la solución inyectada desde la ­cámara

Fuerza (Y) Fuerza (Y)


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Desplazamiento (X) Desplazamiento (X)

A B
Figura 2-6  Gráficas de fuerza-deformación de dos materiales de comportamiento distinto. A. Comportamiento de un material
elástico. El material recupera su forma original tras cesar la presión, siguiendo la misma pendiente. B. Comportamiento viscoelás-
tico no lineal de la córnea, donde las curvas de extensión y retracción no son coincidentes (viscoelástico), y la deformación no es
directamente proporcional al esfuerzo, describiendo una deformación curva (no lineal). El material recupera su forma original tras
aplicar la fuerza, pero de un modo distinto. El área entre las dos curvas representa la energía disipada por el material y se denomina
histéresis. (Tomado de referencia 34.)

17
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 2-7  A. Dispositivo de expe-


rimentación para realizar pruebas de
extensiometría sobre diferentes mate-
riales y tejidos. El software incorporado
por el dispositivo permite aumentar o
disminuir el grado de estrés sobre la
muestra y analizar su comportamiento.
B. Tira de tejido corneal humano some-
tida a prueba de extensiometría. A B

anterior a la posterior, ya que en condiciones habituales Elastografía ultrasónica


no existen iridectomías que faciliten el paso.
Esta técnica consiste en obtener imágenes elastográficas
del contenido y de las paredes oculares, para posterior-
Determinación de la rigidez ocular asociada
mente calcular el módulo elástico de cada componente,
a la longitud axial
basándose en las imágenes capturadas en escala de gri-
Se trata de un método no invasivo que consiste en analizar ses (45). Se trata de un método con escasa aplicabilidad
el cambio experimentado en la longitud axial del globo clínica, debido a la enorme heterogeneidad de los dife-
ocular, tras la administración oral de un inhibidor de la rentes tejidos que componen el globo ocular.
anhidrasa carbónica (acetazolamida), mediante interfero-
metría de coherencia parcial con láser. La acetazolamida
Medida de la biomecánica corneal mediante
reduce la PIO, la cual es determinada de forma previa y
el dispositivo ORA
transcurridas 2 h de su administración. El descenso de la
longitud axial experimentado por cada reducción de El Ocular Response Analyzer (ORA) es el primer disposi-
1 mmHg de PIO es empleado para la estimación de la tivo de aplicación clínica de amplia difusión y experiencia,
rigidez ocular (41). ya que obtiene mediadas in vivo de forma incruenta y re-
producible. Su funcionamiento, resultados y aplicaciones
se desarrollan en diferentes capítulos de esta monografía.
Medida de la amplitud de pulso
y de pulso de fondo
Medida de la biomecánica corneal mediante
Se trata de otra forma de medir indirectamente la rigidez
el dispositivo Corvis
ocular. La amplitud de pulso ocular se corresponde con
la variación máxima de la PIO durante el ciclo cardíaco. Es el dispositivo más recientemente introducido en la
Esto se basa en la suposición de que el retorno venoso del práctica clínica, y se desarrollará en capítulos posteriores.
ojo no es pulsátil (44). La amplitud de fondo corresponde
al cambio de volumen ocular relacionado con el ciclo
cardíaco, y se mide con un haz de láser diodo con una
longitud de onda (l) de 783 nm. La luz se refleja tanto en Modelado biomecánico
la córnea como en la retina, y se generan interferencias a del tejido corneal
partir de las cuales se mide el cambio en la distancia entre
la córnea y la retina con el ciclo cardíaco, y se estima la El conocimiento e identificación de los factores que in-
rigidez ocular asociada a dicho cambio. fluyen en la biomecánica corneal, de las características

18
Capítulo 2  |  Factores que influyen sobre la biomecánica corneal

estructurales de la córnea y del comportamiento de su del material. Para ello se proponen modelos de compor-
tejido han proporcionado las bases biológicas y físicas tamiento basados en la microestructura (si el tejido es
necesarias para el modelado del globo ocular. compresible o incompresible, si existe alguna dirección
Como hemos comentado anteriormente, en condicio- preferencial de comportamiento, etc.) y, de esta forma,
nes fisiológicas, la córnea se encuentra sometida por su una vez escogido el modelo matemático, se deben dar
parte interna a la PIO, por su parte externa a la presión valores numéricos a los distintos parámetros que apare-
ambiental (cuyo valor es despreciable frente a la PIO), cen en la formulación de dicho modelo. Este paso es cla-
y por su periferia a la tracción que el resto del globo ve para lograr que el modelo reaccione ante los estímulos
ocular ejerce sobre ella a nivel límbico. Todas estas ac- de forma similar al ojo in vivo; sin embargo, es muy di-
ciones tienen como consecuencia que la córnea tenga la fícil de realizar. En materiales no fisiológicos (metales,
forma que presenta y, además, implican que en cada gomas, etc.) se realizan ensayos mecánicos para estimar
punto del interior del tejido corneal existan tensiones. las propiedades mecánicas. Sin embargo, en tejidos vivos,
La distribución de tensiones en la córnea logra compen- los ensayos se realizan ex vivo, por lo que el tejido no está
sar las acciones externas que actúan sobre ella. La exis- sometido a las condiciones fisiológicas, lo que puede al-
tencia de estas tensiones es de gran importancia a la terar su respuesta mecánica. En los últimos años, se ha
hora de realizar el modelado biomecánico, puesto que llevado a cabo un largo proceso de ensayos, análisis de
su cuantificación es clave para poder llevar a condicio- resultados y simulaciones sucesivas, realizados por diver-
nes fisiológicas un modelo numérico diseñado inicial- sos investigadores, para reajustar los valores de los pará-
mente bajo carga nula, reproduciendo así el estado de la metros, hasta lograr caracterizar de una forma muy pre-
córnea in vivo (fig. 2-8). cisa el tejido corneal, de acuerdo con distintos modelos
El proceso completo de modelado de globo ocular se de comportamiento (3,5,46,47).
describe en la figura 2-9. En primer lugar se diseña la En el futuro se espera tener la posibilidad de modelar
geometría. Debe tomarse la decisión del nivel de detalle el ojo de un paciente específico para poder realizar simu-
que se quiere alcanzar, puesto que un modelo muy deta- laciones de cirugías u otros tratamientos sobre el mismo,
llado puede crearse siempre que se tengan los datos ne- lo cual supondrá una valiosa herramienta de ayuda al of-
cesarios, pero la simulación numérica puede causar pro- talmólogo en la decisión del tratamiento que se debe se-
blemas de convergencia o de alto coste computacional. guir. Pero, para ello, debemos encontrar la forma de ca-
Asimismo, existen dos opciones para crear un modelo: racterizar las propiedades de material del tejido corneal
generalista, para el cual se utilizan medidas promedio in vivo, midiéndolas sobre el propio paciente de forma no
válidas para cualquier paciente, lo cual permitirá prescin- invasiva. En este punto es en el que intervienen aparatos
dir de las características individuales de cada paciente en como el ORA, que fue el primero en aparecer en el mer-
particular y estudiar así el efecto de un determinado tra- cado, o el Corvis, que son capaces de medir parámetros
tamiento o cirugía y comparar entre varios de ellos; o bien cuya interpretación no es evidente, pero que pueden ayu-
puede reproducirse la geometría de un paciente determi- dar en el momento en que se logre establecer una corre-
nado, mediante la reproducción de los mapas topográfi- lación con los parámetros del modelo de comportamiento
cos anterior y posterior, por ejemplo, y de esta forma para el modelado biomecánico del ojo de un paciente
realizar un estudio particular cuyos resultados son única- específico. Hasta la fecha, el modelado biomecánico del
mente de aplicación para ese paciente. ojo ha logrado la simulación de ciertas cirugías (LASIK,
Además de la geometría, el modelo debe incorporar cirugía incisional, segmentos intraestromales, etc.)
unas características que determinan el comportamiento (46,48-50).

Figura 2-8  A. Ojo de cordero tras


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la enucleación en el que se mantiene la


PIO fisiológica. B. El globo ocular
­queda sin tensión tras la disminución
drástica de la PIO. Obsérvese la defor-
mación sufrida por la córnea. Esta geo-
metría es la de partida del modelo de
elementos finitos (EF) antes de la in­
troducción de las tensiones residuales
y la carga fisiológica para alcanzar
el estado inicial, mostrado en la ima-
gen A. A partir de esta configuración
será posible realizar cualquier simula-
A B ción con el modelo.

19
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Geometría Material

Generalista Ensayos mecánicos

Personalizada Propiedades in vivo

Modelo EF

PIO
Tensiones residuales

Condiciones
de contorno

Simulación

Figura 2-9  Proceso de modelado por elementos finitos (EF) para simulación numérica del ojo humano.

20
Capítulo 2  |  Factores que influyen sobre la biomecánica corneal

keratan sulfate proteoglycan, is a product of the gene


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21
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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J Biomech 2013; 46: 751-8. J Healthcare Eng 2010; 1: 461-76.

22
Capítulo 3

Microscopia de la córnea sana:


correlación con la córnea ectásica
Cristina Peris Martínez y Ángel Luis Cisneros Lanuza

Sumario del capítulo

Anatomía macroscópica y microscópica de la córnea  25 Endotelio corneal  30


Análisis macroscópico  25 Inervación corneal  32
Análisis microscópico  25 La córnea desde un punto vista arquitectónico
Película lagrimal  25 y biomecánico  32
Epitelio corneal  26 Arquitectura corneal  32
Capa de Bowman  28 Propiedades del material  33
Estroma corneal  28
Capa de Dua  29 Bibliografía 33
Membrana de Descemet  29

Resumen
La córnea es la estructura transparente del ojo con una finalidad refractiva, biomecáni-
ca o de barrera con la que interactuamos con el medio que nos rodea. Analizaremos en
cada apartado, primero las características macroscópicas y microscópicas de una córnea
sana, y estableceremos comparaciones capa por capa con la anatomía patológica de una
córnea ectásica. El conocimiento de la microscopia en las ectasias es fundamental para
comprender los aspectos clínicos, morfológicos y biomecánicos de esta enfermedad.

Anatomía macroscópica La revisión de los botones corneales de los pacientes


con queratocono que se someten a trasplante de córnea ha
y microscópica de la córnea revelado la presencia, grosso modo, de dos tipos de conos
desde el punto de vista morfológico: los conos tipo «pe-
Análisis macroscópico zón» (nipple-type), localizados centralmente, y los conos
de tipo «oval», combados o en silla de montar (sagging),
La córnea es la estructura transparente del ojo en forma de localizados en la zona inferior o inferotemporal (2).
cúpula. Se asemeja a un vidrio de reloj. Tiene un diámetro
horizontal mayor, aproximadamente de 12,5 mm, y su espe-
sor medio varía, siendo en la periferia de unos 0,65 mm y de Análisis microscópico
unos 0,52 en el área central. La curvatura externa de la cór-
nea tiene un radio promedio de 7,8 mm, siendo la zona óp- Película lagrimal
tica (el tercio central) prácticamente esférica y presentando
menor curvatura en la periferia. Interiormente, el radio me- Su misión es lubrificar y humedecer la córnea, preservan-
dio de la curvatura es de 6,8 mm. El poder de refracción neto do así su integridad. Tiene unas 7 μm de espesor, aunque
de la córnea es 43 dioptrías (D), el 70% del total del ojo (1). este es variable debido a su naturaleza fluida y al parpa-
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

25
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

deo. Clásicamente, la estructura de la lágrima se divide ciaciones apuntan hacia una posible etiopatogenia infla-
en tres capas: lipídica, acuosa y mucínica. Actualmente matoria común, ya que la atopia también se ha asociado,
sabemos que este esquema ya no es tan simple. La pelí- a su vez, con el queratocono (9).
cula lagrimal no es un triestrato de lípidos, agua y muci- En general, el queratocono se asocia, por todo lo men-
na, sino un gel de mucina con una capa lipídica flotando cionado, a una alteración en la calidad de la lágrima como
sobre él (3,4). Aunque no forma parte estrictamente de la en el ojo seco. De hecho, se sabe que tanto la inflamación
córnea, no podemos dejar de considerarla en el contexto como el aumento de las MMP-9 juegan un papel muy
de la patología ectásica, ya que la córnea no debe enten- importante en ambos procesos (10,11).
derse de forma aislada, sino como una unidad funcional Clásicamente, la córnea consta de cinco capas: epitelio
que es la superficie ocular, concepto propuesto por Thoft corneal, capa de Bowman, estroma corneal, membrana de
y Friend hace más de 30 años (4). Descemet y endotelio corneal (fig. 3-1A).
Los componentes de la película lagrimal han sido mo-
tivo de estudio por su accesibilidad y por ser el vehículo
Epitelio corneal
de muchos factores implicados en la etiopatogenia de las
enfermedades de la superficie ocular, entre ellas el quera- Es un epitelio escamoso pluriestratificado no queratiniza-
tocono (2). do, con un espesor de 50 a 60 μm (fig. 3-2A; v. fig. 3-1A).
Se ha demostrado la presencia de productos de degra- Consta de cinco a siete capas celulares en la zona central
dación de colágeno aumentados en la lágrima de estos de la córnea. En la zona periférica, el número de capas
pacientes que presumiblemente eran procedentes de estas aumenta a 8-10. Es avascular. Ejerce una actividad meta-
córneas enfermas (5). bólica y de barrera frente a los agentes externos, presen-
También se han detectado niveles aumentados de tando una fuerte resistencia a la abrasión y una rápida
­interleucina 6 (IL-6), factor de necrosis tumoral y meta- capacidad de cicatrización. El epitelio se recambia cons-
loproteinasas (MMP-9) en la lágrima de pacientes con tantemente por descamación de las células superficiales
queratocono si se comparan con los sujetos sin esta en- aproximadamente en 1 semana (12).
fermedad (6,7). Estos mediadores también podrían em- Dentro del epitelio corneal, se distinguen tres tipos
plearse para la monitorización de la progresión de la de células agrupadas por estratos: escamosas, planas o
­enfermedad, ya que se han detectado en diferentes con- apicales en la superficie; intermedias o alares, y basales
centraciones en la lágrima de pacientes, con queratocono o columnares. Entre todas ellas existe abundancia de
franco y con queratocono subclínico. La MMP-9 solo se uniones intercelulares muy desarrolladas, con membra-
ha encontrado elevada en casos de queratocono clínica- nas interdigitadas, microproyecciones denominadas mi-
mente ya manifiesto (7). crovilli, uniones estrechas, etc., que le confieren una
Estos mediadores y productos relacionados con la ac- gran estabilidad al epitelio y ejercen de barrera anató-
tividad inflamatoria de la superficie ocular que se han mica.
detectado en la lágrima de pacientes con queratocono Las células apicales constituyen dos capas superficia-
también se han encontrado aumentados en otras enferme- les. Estas células escamosas son de forma poligonal y
dades, como el ojo seco y la alergia ocular (8). Estas aso- tienen dos posibles aspectos al ser estudiadas por micros-

A B
Figura 3-1  A. Imagen de la anatomía microscópica corneal humana donde se visualizan las cinco capas clásicas de la córnea:
epitelio corneal, capa de Bowman, estroma corneal, membrana de Descemet y endotelio corneal (tinción con hematoxilina/eosina,
3 100). B. Imagen de un botón corneal de un paciente con queratocono avanzado tras realizar un trasplante de córnea, donde puede
apreciarse: atrofia del epitelio corneal con disminución del número de capas, compactación de las fibras de colágeno, especialmen-
te en la zona superior al anillo corneal, y canal de inserción de anillo intraestromal de sección triangular tras su explante.

26
Capítulo 3  |  Microscopia de la córnea sana: correlación con la córnea ectásica

A B
Figura 3-2  A. Epitelio corneal, capa de Bowman, estroma superficial (tinción con hematoxilina/eosina). B. Queratocono. Capa
de Bowman marcada mediante línea de asteriscos. Las flechas señalan una zona de rotura de la capa. (Por cortesía del profesor M. N.
Burnier, Universidad de McGill, Montreal, Canadá.)

copia electrónica de barrido: las células claras son más densa. La lámina basal, junto con sus hemidesmosomas
jóvenes, mientras que las células oscuras son hipermadu- y fibrillas de anclaje, participa en la adherencia de las
ras y próximas a la descamación. células epiteliales al estroma corneal.
La capa de células alares o intermedias tiene entre Entre las células epiteliales basales podemos encontrar
ellas abundantes interdigitaciones, con numerosas unio- otros tipos celulares, como linfocitos y pequeñas células
nes desmosómicas que ejercen de barrera. con núcleos oscuros y múltiples prolongaciones dendrí-
Las células basales situadas en la profundidad compo- ticas. Periféricamente, existen células de Langerhans o
nen una única capa de células columnares que descansa dendritiformes, que son células inmunes presentadoras de
sobre la membrana basal. Estas células están rodeadas en antígenos. El epitelio central está exento de melanocitos
la superficie anterior por núcleos ovales que se disponen y células dendríticas. Esta característica puede explicar la
perpendicularmente a la superficie. Se trata de células buena tolerancia inmunológica del injerto corneal. En
mitóticamente muy activas, y las células hijas produci- condiciones patológicas, esta situación se suele alterar.
das se desplazan anteriormente para transformarse en La córnea está exquisitamente inervada. Es habitual,
células intermedias. Las células basales se unen entre sí en el epitelio, la presencia de fibras nerviosas desprovis-
utilizando microestructuras que, además, tienen un papel tas de mielina. Estas fibras suelen encontrarse entre las
de comunicación y formación de barreras. Son funda- células basales, pero son raras entre las células alares
mentalmente tres los distintos tipos de estructuras: des- o intermedias. El nervio finaliza sin formar un órgano o
mosomas, uniones estrechas (tight junctions) y unio­ receptor sensorial final específico, ya que ello reduciría
nes comunicantes (gap junctions), formando canales de la transparencia corneal.
iones y moléculas hidrofílicas. Los pacientes con queratocono pueden presentar las
Las células basales también contienen tonofilamentos siguientes alteraciones en el epitelio corneal:
para mantener la forma celular. Existen filamentos de ac-
tina, y pueden desempeñar un papel en la migración ce- • Adelgazamiento del epitelio corneal central (14).
lular, como sucede durante la curación de una herida (13). Otros estudios han publicado que han hallado
Las células basales del epitelio corneal están firmemen- engrosamiento (15,16), y otros que no han
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

te adheridas a su membrana basal mediante unos comple- encontrado diferencias (17) con los botones
jos de unión denominados hemidesmosomas. Estos se fijan corneales normales. La mayoría de nuestros
a las fibrillas de anclaje situadas en la membrana basal, botones analizados presentaron atrofia central o
compuestas por colágeno tipo VII, y que se extienden des- paracentral del epitelio corneal (fig. 3-1B).
de la lámina basal. Penetran en la estructura del estroma y • Las células basales aparecen degeneradas y con
finalizan en placas localizadas compuestas por colágeno abundante cúmulo de ferritina tanto intra- como
tipo IV y tipo VII, formando un complejo muy entramado. extracelularmente (18,19). Anillo de Fleischer
Debajo de la capa de células basales se encuentra una (fig. 3-3).
membrana basal producida por ellas. Tiene un espesor de • La membrana basal del epitelio con queratocono es
500 Å. Mediante microscopia electrónica se ha podido irregular y fragmentada en varios lugares (20), y
observar que está compuesta por una zona clara anterior, cambia de composición el colágeno, las lamininas
la lámina lúcida, y una zona oscura posterior, la lámina y diferentes tipos de integrinas (21,22) (fig. 3-2B).

27
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Capa de Bowman pone un papel biomecánico de refuerzo de la corneal


Su nombre se debe a sir William Bowman, un médico (24). Aunque, con la realización de una PRK, esta capa
inglés, anatomista y oftalmólogo, que la descubrió. La se elimina, no vuelve a regenerarse y no supone una
capa de Bowman es una estructura acelular de 8 a 12 μm desestabilización corneal.
de espesor. Es avascular y se encuentra situada debajo de En los cortes histológicos de córneas con queratocono
la membrana basal del epitelio corneal. El margen supe- se han observado rupturas y discontinuidades en esta
rior limita con la membrana basal del epitelio corneal, y capa, que se acompañaban de atrofia del epitelio corneal
los bordes posteriores emergen en las fibras de colágeno en la zona de la ruptura (v. fig. 3-2B).
anteriores del estroma (v. figs. 3-1A y 3-2A).
Macroscópicamente tiene un aspecto brillante y liso,
Estroma corneal
que se observa fácilmente tras la retirada mecánica del
epitelio corneal durante la realización de una queratecto- Forma alrededor del 90% del espesor corneal total (1,23)
mía fotorrefractiva (PRK). Bajo microscopia óptica, la (fig. 3-4A; v. fig. 3-1A). Su grosor central es de 0,5 mm,
capa de Bowman parece homogénea, pero la microscopia siendo mayor en la periferia, en donde alcanza hasta
electrónica permite observar que está compuesta por fi- 0,7 mm. El estroma corneal tiene escasas células, llamadas
brillas cortas de colágeno tipo I y tipo III dispuestas al queratocitos, y colágeno (predominantemente de tipo I).
azar. La cohesión entre el epitelio corneal y la capa de Para ser transparente, el estroma corneal posee una estruc-
Bowman no es tan notable como la que existe entre ella tura peculiar, conteniendo fibras de colágeno fundamental-
y el estroma corneal. mente de los tipos I y V, de un tamaño muy uniforme.
Es una capa casi exclusiva del humano, primates y Estas se ordenan en unas 200 a 250 láminas paralelas a la
algunas aves. Obsérvese un corte histológico de la cór- superficie, teniendo todas las fibras una dirección igual
nea de un conejo de la raza New Zealand, donde puede dentro de cada lámina, pero la orientación entre las láminas
apreciarse la no existencia de Bowman (v. capítulo 30, es oblicua, presentando tendencia a una orientación verti-
fig. 30‑2B). La capa de Bowman es resistente al trauma- cal y horizontal, probablemente para compensar las defor-
tismo, ofreciendo una barrera de invasión corneal para maciones causadas por la musculatura extrínseca. El diá-
los agentes infecciosos y células tumorales. Aunque metro estrecho de las fibras (entre 30 y 38 nm) es una
tradicionalmente se le ha otorgado gran importancia a la característica que contribuye a la transparencia y se debe a
capa de Bowman en el mantenimiento de la transparen- la proporción de la molécula de colágeno V (23). Los es-
cia corneal, lo cierto es que, tras su ablación mediante pacios interfibrilares son de unos 55-60 nm. Tanto el diá-
láser excimer en la PRK, esta no se regenera y muchos metro de las fibras como la distancia entre ellas es mucho
pacientes continúan teniendo un epitelio corneal nor- menor que la dimensión crítica para crear dispersión de la
mal (23,24). Se ha constatado que la capa de Bowman luz (la mitad de la longitud de onda: 200 a 350 nm) (24).
carece de capacidad regeneradora cuando se lesiona. Las lamelas centrales siguen los ejes vertical y horizon-
Durante la curación de una herida, se forma una capa tal (25), mientras que las lamelas periféricas están más
delgada, con una fina estructura idéntica a la capa de desorganizadas y algunas son paralelas al limbo (26,27).
Bowman; sin embargo, esta capa secundaria no recupe- El espacio interfibrilar contiene proteoglicanos de tipo
ra su espesor original. Por lo tanto, su verdadera función queratán y dermatán sulfato, estando más presente el pri-
permanece todavía sin determinar. También se le presu- mero en el estroma central y anterior, y el segundo en el

A B
Figura 3-3  A. Imagen con lámpara de hendidura donde puede apreciarse el anillo de Fleischer (flechas). B. Anatomía patoló-
gica donde pueden apreciarse los depósitos superficiales de hierro (flecha) que conforman el anillo. Magnificación original (tinción
con ácido periódico de Schiff, 3 200). (Por cortesía del profesor M. N. Burnier, Universidad de McGill, Montreal, Canadá.)

28
Capítulo 3  |  Microscopia de la córnea sana: correlación con la córnea ectásica

A B
Figura 3-4  Imágenes de microscopia electrónica. A. Puede verse la estructura del estroma corneal con las fibras de colágeno
perfectamente alineadas en una córnea de conejo de la raza New Zealand. B. Desestructuración y falta de orden en las fibras de
colágeno tras someter al animal a una sesión de crosslinking corneal. (Por cortesía de las Dras. María Sancho-Tello y Carmen
Cardá, Departamento de Histología, Universidad de Valencia.)

estroma central y la periferia. Su papel en este espacio se croscopia confocal in vivo han mostrado que la densidad
explica por la capacidad de atrapar cationes y agua. de queratocitos era inferior en todas las córneas con que-
Los queratocitos se acomodan entre las láminas y man- ratocono si se comparaban con las córneas normales, y
tienen la estructura al sintetizar proteoglicanos y coláge- que podría deberse a la apoptosis de los queratocitos (30).
no. Son unas células grandes, planas y estrelladas, con
varias prolongaciones. Estas suelen mantenerse dentro de
Capa de Dua
un mismo plano, pero ocasionalmente los extremos de las
prolongaciones tocan las células vecinas. El queratocito Se propuso su existencia en junio de 2013 (31). Mide
deriva de la cresta neural y contiene el mismo tipo de 15 μm de espesor y está situada entre el estroma de la
colágeno que la matriz extracelular del estroma corneal. córnea y la membrana de Descemet. Es la sexta capa des-
Junto con los queratocitos, pueden observarse pequeños cubierta de la córnea. A pesar de su delgadez, la capa es
haces fibrilares de colágeno recién sintetizados. Ante las muy resistente e impermeable al aire. Se le dedica el ca-
agresiones, los queratocitos emigran hacia el lugar de la pítulo siguiente.
herida y se transforman en fibroblastos para restaurar las
zonas lesionadas. Estas células transformadas presentan
Membrana de Descemet
un aumento del retículo endoplásmico rugoso y del apa-
rato de Golgi, así como una disminución de las prolonga- Se localiza entre el estroma y el endotelio. En el momen-
ciones citoplasmáticas. De este modo, contribuyen a la to del nacimiento tiene unas 3 μm de espesor, mientras
formación de la cicatriz mediante proliferación y forma- que en la edad adulta alcanza un espesor de aproximada-
ción de colágeno. En el estroma se observa, además de los mente 8-12 μm. Por tanto, aumenta su espesor a lo largo
queratocitos, una pequeña cantidad de leucocitos polimor- de la vida. Puede considerarse la lámina basal gruesa del
fonucleares, células plasmáticas y macrófagos que se lo- endotelio, producida por él. Se mantiene tenuemente uni-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

calizan entre las láminas de las fibras de colágeno. da al estroma (fig. 3-5A).
Debido a la diferente estructura y distribución de los Mediante microscopia electrónica se observa que la
componentes corneales, se considera la córnea como un membrana de Descemet está compuesta por tres subca-
material no isotrópico. En condiciones de edema, la ten- pas, que de dentro afuera serían (32) (fig. 3-6):
sión de las fibras posteriores es menor, elongándose las
anteriores, que incluso cambian la curvatura de la cara an- • Una muy fina de 0,3 μm y sin bandas, la más
terior (27,28). próxima al estroma.
En el estroma de los pacientes con queratocono, se • Una zona anterior en banda que se corresponde
observa compactación y pérdida de la organización de las con la parte fetal, que tenemos desde el
fibrillas en el estroma anterior, disminución del número nacimiento (2-4 μm).
de laminillas de colágeno, y fibroblastos normales y de- • Una zona posterior, sin bandas y muy homogénea,
gradados (29-31) (fig. 3-4B). Los estudios mediante mi- que es la que va creciendo a lo largo de la vida.

29
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Contiene colágeno tipo IV y fibronectina (32,33). Esta ción de su supuesta membrana basal: la membrana de
riqueza en glicoproteínas, laminina y colágeno tipo IV le Descemet. Al otro lado se encuentra en contacto con el
confiere una elasticidad y resistencia mayores que las del humor acuoso y presenta una superficie lisa, permitiendo
estroma ante agresiones traumáticas o inflamatorias. buenas condiciones ópticas. Deriva, posiblemente, de la
Cuando se corta, como ocurre durante algunas interven- cresta neural (neuroectodermo). A pesar de llamarse en-
ciones quirúrgicas, tiende a enrollarse hacia la cámara dotelio, no tiene un origen común con el endotelio de los
anterior. Periféricamente aparecen en el ojo normal engro- vasos sanguíneos (derivan del endodermo). En el humano
samientos localizados de la membrana de Descemet, que no existe actividad mitótica en el endotelio tras el naci-
reciben la denominación de cuerpos de Hassall-Henle. miento en condiciones fisiológicas. Esto origina una pér-
A diferencia de la capa de Bowman, la membrana de dida de población celular con la edad, así como una dis-
Descemet se desprende del estroma con facilidad, rege- minución de su grosor al estar obligado a cubrir toda la
nerándose con rapidez tras su lesión. En algunas enfer- superficie corneal posterior. Este envejecimiento puede
medades, se depositan sustancias metálicas en ella, como darse de manera exagerada en distrofias y como conse-
en la degeneración hepatolenticular o enfermedad de cuencia de patología o cirugía ocular. Al nacer la densidad
Wilson, donde se deposita cobre, o plata en la argirosis. celular es de unas 4.000 células/mm2 y disminuye con la
La célula endotelial, cuando se estimula por una inflama- edad en el adulto joven hasta 2.500 y 3.000 células/mm2.
ción, un traumatismo o alteraciones genéticas, puede pro- A pesar de su aumento de tamaño, las células endoteliales
ducir un exceso de lámina basal anormal (32,33), dando pueden conservar su función incluso con densidades ce-
lugar a un engrosamiento de la membrana de Descemet y lulares de solo 500 y 700 células/mm2.
a la formación de una verruga de Descemet. Además del número de células endoteliales, para el
Al analizar la córnea de pacientes con queratocono, se mantenimiento de la transparencia corneal es importante
observa que la presencia de pliegues (estrías de Vogt) y su calidad. Esta viene determinada por dos parámetros:
roturas en esta capa es muy común (fig. 3-5B). Se cree el porcentaje de células hexagonales (pleomorfismo o
que la aparición de estas estrías es la consecuencia de la hexagonalidad), que ha de ser mayor del 60%, y la diver-
distensión del tejido conforme avanza la enfermedad. Sin sidad de tamaño entre las células (polimegetismo o coefi-
embargo, en diversos estudios de las proteínas de coláge- ciente de variación), que ha de ser menor del 33%.
no de esta capa no se han encontrado diferencias entre las Ultraestructuralmente, las células endoteliales no
córneas sanas y las córneas ectásicas (32,34). La ruptura muestran uniones especializadas hacia la membrana de
de esta membrana se asocia clínicamente con la apari- Descemet, que las separa del estroma, si bien existen in-
ción de la hidropesía corneal, donde se produce una hi- terdigitaciones intercelulares y algunos desmosomas, por
dratación masiva de la córnea a expensas de la entrada de lo que no se aprecian espacios intercelulares. Estas inva-
humor acuoso en el estroma (2) (fig. 3-7). ginaciones facilitan que las células se desplieguen para
cubrir la pérdida celular constante (35). Las células endo-
teliales, de forma más cuboidea y de una altura aproxi-
Endotelio corneal
mada de 10 μm al nacer, se aplanan con la edad hasta
Es una monocapa de células cuboideas que conforman un 4 μm en el adulto (36). Debido a que estas células regulan
mosaico hexagonal (fig. 3-8). Se encuentra a continua- la hidratación y nutrición de la córnea, tienen el núcleo y

A B
Figura 3-5  A. Histología de una córnea humana donde pueden verse el estroma profundo, la membrana de Descemet y el
­endotelio corneal (tinción con hematoxilina/eosina, 3 100). B. Anatomía patológica de un botón corneal con queratocono. Com-
pactación de las fibras de colágeno en el estroma corneal y pliegues y ondulaciones en la membrana de Descemet (estrías de Vogt
a la lámpara de hendidura). Magnificación original (tinción con ácido periódico de Schiff, 3 200). (Por cortesía del profesor
M. N. Burnier, Universidad de McGill, Montreal, Canadá.)

30
Capítulo 3  |  Microscopia de la córnea sana: correlación con la córnea ectásica

A B
Figura 3-6  A. Imagen mediante microscopia electrónica de la membrana de Descemet ancha y homogénea en un ojo de conejo
sano. B. Imagen de la membrana de Descemet en una córnea de conejo sometido a crosslinking con bandeado ondulado electroden-
so. (Por cortesía de las Dras. María Sancho-Tello y Carmen Cardá, Departamento de Histología, Universidad de Valencia.)

A B
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

C D
Figura 3-7  Hidropesía corneal en una mujer de 21 años con queratocono avanzado. A. Imagen del edema corneal en fase agu-
da visto mediante lámpara de hendidura. B. Imagen del mismo ojo mediante tomografía de coherencia óptica del segmento anterior
(VisanteTM), donde puede observarse la ruptura de la membrana de Descemet, a través de la cual ha penetrado el humor acuoso en
el estroma corneal. C y D. Anatomía patológica del botón corneal de la misma paciente tras la realización del trasplante de córnea.
Pueden apreciarse signos característicos de queratocono avanzado: atrofia del epitelio, alteración de la capa de Bowman (ruptura,
pliegues), desestructuración de las fibras de colágeno, hidratación estromal, etc.

31
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

el citoplasma celular grande, con gran abundancia de mi- los espacios entre el epitelio y el estroma por los lugares
tocondrias. Para controlar la hidratación estromal, en los de degradación (43). Los queratocitos rodean aquellas
bordes celulares basolaterales de estas células hay abun- terminaciones que han llegado al estroma, en su paso por
dantes cúmulos de actividad ATPasa. la capa de Bowman (43).
El endotelio puede ser normal en los pacientes con
queratocono hasta bien avanzada la enfermedad. Median-
te biomicroscopia ultrasónica se ha observado que en
pacientes con queratocono puede haber un desprendi- La córnea desde un punto vista
miento central de la membrana de Descemet, el endotelio arquitectónico y biomecánico
y la parte posterior del estroma (37).
La ruptura en la membrana de Descemet en los pacien- Una vez descritas en el apartado anterior las diferencias
tes con queratocono puede conducir directamente a la anatomoestructurales entre la córnea sana y la córnea ec-
pérdida de contenido celular endotelial y edema (38). tásica, describiremos cómo se comporta el tejido corneal
También se han implicado procesos de apoptosis en la al someterse a condiciones diversas.
disminución de las células endoteliales de pacientes con
queratocono (39).
Arquitectura corneal
Inervación corneal
La córnea está compuesta microscópicamente por seis
La primera rama del nervio trigémino es responsable de la capas: el epitelio, la capa Bowman, el estroma, la capa
inervación sensorial de la córnea. Llega a través de las ra- Dua, la membrana de Descemet y el endotelio (31), que
mas ciliares largas y se suman las ciliares cortas del nervio le confieren un estilo arquitectónico natural muy especial.
nasociliar. La conjuntiva límbica y el epitelio corneal lím- La admiración que puede despertar en nosotros la con-
bico quedan inervados por ramas recurrentes que atraviesan templación de la cúpula arquitectónica más espectacular
la esclerótica. Una vez que llegan a la córnea, los nervios es comparable a la que nos despierta la contemplación de
pierden la vaina de mielina, continuando como cilindros una cúpula de la naturaleza, como es la córnea humana.
axónicos transparentes, y forman un plexo subepitelial den- La naturaleza también utiliza una métrica espacial y esti-
so bajo la capa de Bowman. Una vez que la atraviesan, fi- los que cambian con la utilización de materiales especí-
nalizan como terminaciones axónicas simples entre las ficos, dotando a los tejidos corporales de una organiza-
células epiteliales. Estos nervios no terminan en especiali- ción y morfología particulares que les otorgan propiedades
zaciones sensoriales, aunque parece que las terminaciones adaptadas a los requerimientos funcionales propios de
se subdividen funcionalmente para recibir estímulos mecá- cada uno de ellos.
nicos, químicos o térmicos. También se han identificado El estroma, al constituir el 90% del tejido corneal, es
fibras simpáticas cuya función no está clara (40,41). el que confiere mayor rigidez a la córnea. Por tanto, des-
Macroscópicamente hay un aumento de la visibilidad de un punto de vista biomecánico, el estroma es el que de-
de las fibras nerviosas por biomicroscopia en lámpara de termina su comportamiento (44), aunque esta extrapola-
hendidura en pacientes con queratocono (42). Los ner- ción será reevaluada cuando seamos capaces de analizar
vios corneales en pacientes con queratocono atraviesan el comportamiento biomecánico de cada una de las capas
corneales por aislado y ver cómo influyen en su conjunto.
El estroma corneal está constituido fundamentalmente
por matriz extracelular y fibras de colágeno (como se de-
talla en apartados anteriores). Matriz y fibras de colágeno
constituyen el andamiaje corneal.
La matriz extracelular está compuesta, fundamental-
mente, por agua y proteoglicanos. El alto contenido en
agua le da al tejido corneal un carácter incompresible.
Las fibras de colágeno («cemento biológico» que man-
tiene la arquitectura y plasticidad tisular de la córnea)
están dispuestas en lamelas con diversas orientaciones,
pero en las que discurren paralelas las fibras de colágeno
(fig. 3-9), confiriéndole rigidez. Los tejidos que requieren
soportar fuerzas mecánicas, como la piel, el tendón y el
hueso, son ricos en colágenos fibrilares. En el caso de la
córnea, es el tejido ocular que se encuentra sometido a un
Figura 3-8  Mosaico del endotelio humano sin patología. mayor estrés mecánico. Debido a que se compone de di-
Monocapa de células en mosaico hexagonales, de tamaño simi- versos materiales, diremos que es un tejido heterogéneo.
lar. Microscopia óptica (azul tripán, 0,25%, y sacarosa, 1,4%). La córnea tiene direcciones preferenciales de deforma-

32
Capítulo 3  |  Microscopia de la córnea sana: correlación con la córnea ectásica

Fibras de colágeno

Figura 3-9  Dibujo esquemático


Proteoglicanos donde se representa la estructura del es-
Dirección
de las fibras
troma corneal. Al igual que un andamio,
está constituido fundamentalmente por
Queratocito Lamelas en capas Sustancia fundamental matriz extracelular y fibras de colágeno.

ción, debido a la peculiar disposición de sus fibras, por lo Propiedades del material
que diremos que es un material anisótropo. Desde el pun-
to de vista biomecánico, la córnea consta de dos grupos Vienen determinadas por las tensiones internas del tejido
de fibras de distribución central en las direcciones nasal- corneal y por sus condiciones fisiológicas. Estas condi-
temporal y superior-inferior, y de uno en la periferia de ciones configuran la geometría real de la córnea in vivo.
dirección circunferencial (25,45-47) (fig. 3-10). Para determinar las propiedades biomecánicas de la cór-
nea se tienen que realizar ensayos en el laboratorio con
tejido corneal, que se deben traducir en datos numéricos
para poder elaborar un modelo biomecánico de compor-
S
tamiento.

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den a la dirección nasal-temporal y la superior-inferior (N-T y 7. Lema I, Sobrino T, Durán JA, Brea D, Díez-Feijoo E.
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34
Capítulo 4

Dua’s layer: its discovery,


characteristics and applications
Harminder S. Dua, Lana A. Faraj and Dalia G. Said

Sumario del capítulo

Introduction 35 Dua’s layer and trabecular meshwork  40


The ‘big bubble’ technique for DALK   36 Clinical implications and applications  44
Clinical clues that suggested the existence of Dua’s layer  37 References 46
The evidence  38
Characteristics of Dua’s layer  39

Introduction dothelial keratoplasty (DSEK) and Descemet’s mem-


brane endothelial keratoplasty (DMEK) (2,3).
Loss of corneal transparency or corneal distortion lead- Endothelial transplantation allows for very rapid vi-
ing to visual impairment and blindness can occur for sual recovery, is astigmatically neutral, does not
two main reasons — stromal disease with or without weaken the eye and also appears to have a reduced
scarring and endothelial disease with consequent cor- incidence of rejection.
neal hydration. The definitive treatment for these condi- When the sight affecting pathology lies in the corneal
tions is a corneal transplant. The first human corneal stroma, it is no longer necessary to replace the entire
transplant was performed more than a hundred years cornea. Deep anterior lamellar keratoplasty (DALK) al-
ago (1). The initial emphasis was on lamellar grafts lows retention of the healthy recipient endothelium and
wherein the anterior scarred layer of the cornea was re- Descemet’s layer while replacing the entire stroma
placed by a similar layer of clear tissue taken from a and epithelium (4-7). This virtually eliminates the risk
donor cornea. Full thickness corneal grafts or penetrat- of rejection-related graft failure and also leaves the eye
ing keratoplasty, to manage both stromal and endothe- ‘more secure’ than after a penetrating keratoplasty. Most
lial disease, then became the norm and remained as the of the techniques deployed to perform DALK attempt to
standard of care for most of the one hundred years, de- reach the Descemet’s membrane (DM), i.e., remove the
spite its many well recognised problems. Major prob- entire stroma. One approach, known as the ‘big bub-
lems include a prolonged visual recovery time, weaker ble’ (BB) technique, involves the injection of air into the
structural integrity of the eye rendering it susceptible to corneal stroma, which when successful, strips the Des-
rupture following trivial trauma, high astigmatism and cemet’s membrane from the deep stroma allowing exci-
graft rejection and failure. sion of the affected stroma whilst retaining the recipient
Inventions and innovations in eye banking, technol- Descemet’s membrane and endothelium (4-7). This can
ogy and instrumentation, particularly in the last de- also be achieved with the injection of viscoelastic sub-
cade have enabled refinements in corneal transplanta- stances or balanced salt solution (8). Collectively these
tion that address many of the problems mentioned techniques are referred to as ‘Descemet’s baring tech-
above. When the endothelium is affected, specific niques’, where it is claimed that the cleavage occurs as a
replacement of the endothelial layer can be undertak- plane that enables the Descemet’s membrane to be laid
en in the procedures termed Descemet’s stripping en- bare (6,7).
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

35
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

The ‘big bubble’ technique ous is released through a paracentesis to reduce the eye
for DALK pressure (fig. 4-1E) and the roof of the bubble, made of
deep stroma is punctured with a sharp knife (fig. 4-1F).
Understanding this technique is important for the under- A spatula is inserted in the plane between the deep stroma
standing of the clues that led to the discovery of the Dua’s and the DM and the stroma incised in a cruciate manner
layer and its clinical relevance. The ‘big bubble” (BB) to divide the deep stroma into four quadrants (fig. 4-1G).
technique described by Mohamed Anwar (4-7) is the most Each quadrant is then excised with a pair of curved cor-
popular technique worldwide that is used for separating neal scissors (fig. 4-1H), laying bare the DM (fig. 4-1I).
the DM from the corneal stroma. A central trephination The donor button, approximately 0.25 mm larger than the
(between 7 mm and 8.5 mm) to deep lamellar depth is host trephine diameter, is stripped off its DM (fig. 4-1J),
carried out with a manual or a vacuum trephine (fig. 4-1A). placed on the exposed recipient’s DM (fig. 4-1K) and su-
A 27 or 30 gauge, angled sharp pointed needle, bevel tured to the recipient rim (fig. 4-1L). There are several
down (or a blunt ended cannula with a hole on the lower variations to the above technique but principles remain as
surface, near the tip) mounted on a 5 or 10 ml luer-lock described above. For example, instead of inserting a spat-
syringe filled with air, is passed through the deep stroma ula in the plane between deep stroma and DM, the space
starting in the groove made by the trephination, towards is filled with a cohesive viscoelastic agent and divided into
the central part of the cornea (fig. 4-1B). Air is forced quadrants with a pair of scissors; some surgeons may dis-
into the stroma until a large bubble is seen to form in the sect off the top half or two thirds of the trephined cornea
stroma and allowed to expand till it extends just beyond and then inject air in the deep stroma to obtain the BB.
the trephine mark (fig. 4-1C). Approximately half to two Others insert the needle or cannula of the air filled syringe
thirds thickness of the anterior stroma outlined by the tre- tangentially along the periphery of the cornea rather than
phine mark is then dissected off (fig. 4-1D). Some aque- radially towards the pupil margin.

A B C D

E F G H

I J K L
Figure 4-1  Steps of deep anterior lamellar keratoplasty (DALK). A. Central trephination of between 7 to 8.25 mm. B. A 30 gauge
needle is inserted bevel down into deep stroma under a drop of hyaluronic acid which acts as a magnifier. C. Injection of air creates
a big bubble (BB) the limits of which are defined by a ‘white line’. D. The anterior half to two thirds of corneal stroma are dis-
sected and removed. E. A paracentesis is performed to reduce eye pressure. F. The stromal wall of the BB is punctured. G. A spat-
ula is inserted in the plane between the stroma and Descemet’s membrane (DM) and the stroma incised in a cruciate manner. H. The
four quadrants of the deep stroma are excised. I. The anterior surface of the DM is exposed. J. The DM and endothelium from
the donor button is stripped off. K. The donor button is placed on the host DM. L. Sutured in place.

36
Capítulo 4  |  Dua’s layer: its discovery, characteristics and applications

Clinical clues that suggested the respective quadrant of deep stroma (fig. 4-2C).
the existence of Dua’s layer This begged the question that if the plane of
cleavage with the BB technique is the same as
Over nearly a decade of performing DALK by the BB when DM is peeled off the donor button; why do
technique, one of us (HSD) noted a number of clues that strands appear when separating stroma from the
pointed to a novelty in the surgical anatomy of the poste- DM and not when separating DM from stroma?
rior cornea. Surgeons who perform DALK by the BB • When there was an inadvertent micro or macro
technique can easily relate to these clues. perforation of the deep stroma during the
operation, the torn ‘DM’ did not scroll like the
• Intra-operatively, the exposed ‘DM’ felt more DM is known to do (fig. 4-2D,E).
resilient than DM and could withstand pressure or • During suturing of full thickness corneal donor
force applied by a blunt instrument or swab buttons in penetrating keratoplasty (PK), a distinct
(fig. 4-2A). edge of the ‘DM’ is very often seen as the needle
• The DM could in the vast majority of cases, be emerges from deep stroma, anterior to DM. This
peeled off the donor corneal button very easily edge is attributed to the DM. However, in DALK,
and smoothly (fig. 4-2B). This suggested that the when the DM was peeled off the donor button, the
plane of cleavage between DM and corneal stroma edge was still present suggesting that it is caused
was smooth and uniform offering little resistance by something else (fig. 4-2F).
during separation. • We and several surgeons (6) have noted and
• However, on occasions when the BB did not reach commented on the better structural integrity of the
the edge of the trephine mark, the deep stroma globe after a DALK compared to a PK. DALK eyes
(roof of the bubble) was seen to be attached to the could withstand a degree of blunt trauma without
host’s ‘DM’ by fine strands of tissue which had to rupture unlike eyes that have undergone PK. It was
be mechanically broken or cut to extend the counter intuitive to attribute this additional strength
cleavage plane to the trephine mark before excising entirely to the retained host DM.

A B C
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

D E F
Figure 4-2  Clinical clues suggesting the presence of Dua’s layer (DL). A. The exposed Descemet’s membrane (DM) is tough-
er and more resilient than true DM. B. DM strips off easily from the donor lenticule without any strands extending between DM
and overlying stroma. C. When the big bubble does not extend to the trephine mark the stroma has to be mechanically separated
from the underlying DM. Strands of collagen are seen to extend between stroma and DM, which have to be mechanically severed
or cut. D. A cannula is inserted through a tear in the DM during DALK following an inadvertent tear intra-operatively. The DM has
not scrolled. E. Post operatively, the same eye as in E, shows a linear fold unlike the double contour line of a torn DM. F. When a
suture is passed through the donor lenticule from which the DM has been stripped, a distinct edge, normally attributed to the DM
is still visible. All these clues suggested the presence of another layer besides the DM.

37
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

All the above were considered as clinical clues and not 6.5 mm. Occasionally this type-2 BB starts as two or more
evidence. Some had substance but others were mere clin- small bubbles at the periphery which enlarge centrally to
ical impressions and anecdotes. Collectively however, meet and coalesce. At times both type-1 and type-2 BB can
they raised sufficient doubt on the concept of “Descemet’s appear in the same sclero-corneal disc. These are termed
baring” in DALK leading to the hypothesis that there ex- ‘mixed bubbles’ (fig. 4-3C). The two bubbles in mixed-BB
ists in the posterior corneal stroma adjacent to the DM, a can be in various combinations, a complete type-1 BB and
distinct layer of tissue, which provides a plane of cleavage a partial type-2 BB (most common), a complete type-1 and
between its anterior surface and deep stroma in DALK. a complete type-2 BB and rarely a complete type-2 with a
This hypothesis was proposed and early clinical and his- partial type-1 BB. Type-1 BB was the most common (ap-
tological evidence of its existence was provided at the an- proximately 80%) and mixed BB the least.
nual congress of The Royal College of Ophthalmologists The DM could be completely peeled off a type-1 BB
UK, in May 2007 and further evidence presented at the without deflating the BB (fig. 4-4A) suggesting that the
Societa Italiana Cellule Staminali e Superficie Oculare, VI posterior wall of the type-1 BB, in addition to the DM is
CONGRESSO S.I.C.S.S.O. Lecce, June 14-16, 2007. made of another distinct layer of tissue. This layer was
termed the pre-Descemet’s layer (Dua’s layer; DL) (8).
Equally it was possible to first peel off the DM from the
sclero-corneal disc and then inject air to create a complete
The evidence type-1 BB indicating that the DM is not essential for the
creation of a type-1BB. When an attempt was made to peel
Ex-vivo experiments were performed on human sclero- the DM off a type-2 BB, it deflated immediately indicating
corneal discs not suitable for transplantation; that were that a type-2 BB is a pre-Descemetic collection of air.
maintained in organ culture medium and those dissected Similarly, when the DM was peeled off a mixed BB the
from ‘fresh’ (within 24 hours of enucleation) donor whole type-2 component deflated but the type-1 component re-
globes. Air was injected in the deep stroma to simulate the mained intact. With continued injection of air, a type-1 BB
surgical DALK procedure. Air was noted to spread from (with DM peeled off) became tense but did not extend be-
the point of injection anteriorly, circumferentially and pos- yond a maximum of 9 mm diameter. At a pressure of
teriorly to fill the corneal stroma and eventually result in around 700 mm of Hg (with the tip of the injecting needle
the formation of a BB. Three types of bubbles could be inserted through the posterior stroma to appear in the cen-
produced. A Type 1 bubble, which starts in the centre of tre of the BB) the type-1 BB burst with a popping sound.
the cornea by the coalescence of multiple smaller bubbles The bursting pressure of a type-2 BB was variable and
(fig. 4-3A) and expands centrifugally and posteriorly to much less because at times the DM burst and on other oc-
assume a well circumscribed dome shaped appearance. It casions it disinserted along a segment of its peripheral at-
reaches a maximum diameter of ≤ 9 mm and maximum tachment. This indicates that DL like the DM is impervious
height (measured from epithelium) of 5.5 mm. A Type 2 to air. This is an important characteristic of the DL as com-
bubble, which is a thin walled bubble that starts at the pe- pared to the rest of the stroma where air moves in all direc-
riphery of the sclero-corneal disc and enlarges on continu- tions. The tissue of DL presented as a glistening, pliable,
ing injection of air to spread across almost the entire sur- resilient and tough layer (fig. 4-4B). Tugging or pulling on
face of the sclero-corneal disc (fig. 4-3B) reaching a the DL with a forceps after removing the DM resulted
diameter of 10-11 mm and a maximum thickness of in the formation of striae that could be seen extending from

A B C
Figure 4-3  Types of big bubbles (BB). A. A type-1 BB, which is centrally located and does not extend for more than 9 mm in
diameter. This is a pre-Dua’s layer BB (reproduced from the authors’ own publication in the Journal Ophthalmology 2013 [Refer-
ence 9]). B. A type-2 BB which is thin walled and covers the entire posterior surface of the cornea. This is a pre-Descemetic BB.
C. Mixed BB — a central type-1 BB is associated with a peripheral partial type-2 BB. (A, reproduced from the authors’ own pub-
lication in the journal Ophthalmology 2013 [Reference 9].)

38
Capítulo 4  |  Dua’s layer: its discovery, characteristics and applications

A B
Figure 4-4  A. A type-1 BB does not deflate when the Descemet’s membrane (DM) is peeled off. Peeling DM reveals the un-
derlying Dua’s layer (DL). B. The exposed and cut DL is seen as a flexible, pliable, resilient layer of tissue. Tugging on the tissue
produces striae which extend to the periphery of the cornea. (Reproduced from the authors’ own publication in the journal Oph-
thalmology 2013 [Reference 9]).

the tip of the forceps radially across the boundary of the any split between banded and non-banded zones
BB to the limbus. This indicated that the DL extended to (fig. 4-5C). The collagen fibres are largely oriented lon-
the limbus but the zone between the edge of the BB and the gitudinally and transversely with some running in an
limbus was firmly attached to the underlying stroma. This oblique direction (fig. 4-5D). Long spacing collagen is
attachment could not be broken either by injection of air or prominent in DL towards its posterior aspect closer to the
by attempts to mechanically and physically peel of the DL apposition with DM (fig. 4-5E; see fig. 4-5D). Occasion-
from the edge of the BB outwards. When DL from a type- ally broken strands of collagen can be seen on the ante-
1 BB was excised along its circumference, further injection rior surface of DL and appear as a recoiled clump of col-
of air did not result in the creation of another BB indicating lagen (fig. 4-5F). In comparison, the corresponding width
that the DL is not a random separation of some posterior of the corneal stroma anterior to DL in un-inflated control
stromal lamellae of the corneal stroma. eyes shows only 3-5 lamellae. The fibril diameter in DL
measures around 21.70 ± 2.43 nm and in the corneal
stroma immediately overlying the DL it is 24.20 ±
2.68 nm. This difference is statistically significant with
Characteristics of Dua’s layer the DL fibrils being narrower. The inter-fibrillar distance
is the same in the DL (9.64 nm ± 7.74) as in the posterior
This description is derived from the authors’ own recent stroma (10.09 nm ± 7.91). However, as the inter-fibrillar
publications references (9-11). The clinical characteris- distance is measured between centres of adjacent fibrils
tics of DL as described above and the histological fea- the space between the narrower fibrils is greater in DL
tures are largely derived from examination of the part of than in the posterior corneal stroma. This can allow for
DL that makes up the posterior wall of the type-1 BB with greater ‘filling-in’ with proteoaminoglycans and give it a
and without the DM attached to it. Though the vast ma- gel like structure which in turn could explain why it is
jority of eye donors in which it was demonstrated were in impervious to air. On scanning electron microscopy the
the age range of 50 to 94 years, it has also been demon- anterior surface of DL shows parallel bundles of collagen
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strated in infants and children. regularly arranged while the posterior surface shows a
Histological examination by light and electron micros- smooth pleated pattern made of coarse bundles of colla-
copy confirmed that the posterior wall of a type-1 BB is gen (fig. 4-6A) and differs from the appearances of the
made of a collagenous layer of tissue (DL) and the Des- deep stroma (fig. 4-6B) and DM (fig. 4-6C). Strands of
cemet’s membrane and endothelium. Strands of collagen collagen bundles bridge the space between the DL and the
extend from the adjacent stroma into the DL (fig. 4-5A). stromal bed as demonstrated by both scanning and trans-
The mean thickness of DL is 10.15 ± 3.6 SD microns mission electron microscopy (fig. 4-6D; see fig. 4-5A).
(range 6.3 to 15.83) compared to DM which showed a This explains the strands seen intra-operatively as de-
mean thickness of 10.97 ± 2.36 SD microns (range 7.8 scribed above (see also clinical implications). Unlike the
to 13.98). The DL is made of collagen bundles organised corneal stroma, DL that forms the posterior wall of a
as tightly packed thin lamellae numbering 5-8 (fig. 4-5B). type-1 BB did not demonstrate any keratocytes. Histol-
DM peeled from DL and from mixed BB does not show ogy of mixed bubbles shows that the central BB is made

39
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

S
EC
DL

DL BZ NBZ EC
DM DM

A B C

D E F
Figure 4-5  A. Light photomicrograph of a type-1BB from which the Descemet’s membrane (DM) has been peeled off centrally
to reveal the Dua’s layer (DL). Strands of collagen bundles (S) are seen extending from the stroma to DL. The separation occurs along
the last row of keratocytes (arrow). B-F. Transmission electron micrographs. B. DL is made of multiple thin lamellae closely applied
to Descemet’s membrane (DM). An endothelial cell (EC) is seen on the posterior surface of DM. Bar = 10 microns. C. The posterior
wall of a type-2BB showing histological features of DM; the banded (BZ) and non-banded (NBZ) zones and endothelium. The same
features were seen in DM peeled off a type-1BB. There was no split in BZ and NBZ. Bar = 5 microns. D. DL from a type-1BB made
of multiple compact lamellae with collagen bundles running in longitudinal, transverse and oblique directions. Bar = 5 microns. E. DL
from a type-1BB with long spacing collagen (arrow) adjacent to the DM. Bar = 1 micron. This is also evident as dark material in D.
F. A recoiled broken strand is seen on DL as a clump of collagen (between the two arrows). Some keratocyte cellular debris is also
present. (Reproduced from the authors’ own publication in the journal Ophthalmology 2013 [Reference 9].)

of DL and DM with the air separating DL from the pos- presence of DM is not essential for the formation of a type
terior stroma as in a type-1 BB, while the posterior bubble 1 bubble, that mixed bubbles can occur and are not due to
is due to air between DL and DM as in a type-2 BB. No a split between banded and non-banded zones of the DM,
split between banded and non-banded zones of the DM that the DL that forms the wall of the type 1 bubble is
occurs in mixed bubbles (see fig. 4-5C). devoid of keratocytes, that it contains a fair amount of type
Immunohistology demonstrates that DL, like corneal VI collagen and long spacing collagen, that it is not a ran-
stroma, is primarily composed of collagen I. Collagens, dom separation of the posterior stroma leaving behind
IV, V and VI were present in DL of which IV and VI were some ‘residual stroma’ but a distinct layer that cannot be
more in DL compared to adjacent deep corneal stroma. re-created by blowing out further ‘residual stroma’ after
Collagen V was weakly positive in both DL and stroma. excising the first one (the DL), that the diameter of the fi-
There is no difference in the intensity of staining for pro- brils in the DL is significantly smaller than that of the
teoglycans lumican, mimecan and decorin in DL and cor- posterior cornea, and that the pre-Descemetic (type 2)
neal stroma. Absence of keratocytes was also noted by bubbles start predominantly at the periphery and spread
the lack of CD34 positivity in DL. across the entire posterior surface of the cornea” (10,12).
In summary, therefore, evidence from the ex-vivo ex-
periments on human donor eyes suggest that following
intra-stromal injection of air “DL separates no greater than Dua’s layer and trabecular
9 mm forming the type 1 bubble, which commences cen- meshwork
trally by the accumulation and coalescence of several
small bubbles and expands centrifugally; that DL extends Further interesting information has emerged upon exami-
to the periphery but is firmly adherent to the peripheral nation of the termination of DL at the periphery along the
stroma, that it is impervious to air, that the DM can be circumference of the cornea at its junction with the lim-
peeled off the type 1 bubble without deflating it, that the bus. By light microscopy of cross sections of the cornea it

40
Capítulo 4  |  Dua’s layer: its discovery, characteristics and applications

A B C

D E

Figure 4-6  Scanning electron micrographs (SEM). A. The anterior surface (star) and posterior surface (triangle) of Dua’s
layer (DL) showing parallel and regularly arranged collagen bundles and a smooth pleated pattern respectively. The edge of the
Descemet’s membrane is also seen. B. The stromal bed of a type-1 big bubble showing a criss-cross pattern with gaps related to
passage of air (arrows). This contrasts with the appearance of the anterior surface of DL seen in A. C. The anterior surface of the
Descemet’s membrane (DM) presents as a very smooth surface. D. Strands of collagen are seen extending from the stromal bed to
the anterior surface of DL. Ends of broken strands are visible as small round dots (arrow). E. The end of the cleavage created by the
air bubble between DL and posterior stroma is visible. DL is seen as a distinct and compact layer. (Reproduced from the authors’
own publication in the journal Ophthalmology 2013 [Reference 9].)

can be seen that DL, which is visible as a band of tissue


anterior to DM extends peripherally beyond the termina-
tion of DM, initially as a compact band, which then
spreads out in a triangular manner with the fibres diverg-
ing further as they approach the sclera, ciliary body and
root of the iris (fig. 4-7). Scanning electron microscopy
shows that the trabecular beams emerge radially from the
anterior surface of the peripheral edge of Schwalbe’s line
or zone and are wrapped around by the peripheral part of
the DM (fig. 4-8). However, when the DM is stripped off
the posterior surface of the cornea, DL can be seen as a
smooth sheet, which begins to split into radially oriented
broad beams which in turn divide and subdivide to form
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narrower beams which interconnect and intertwine with


similar adjacent beams as they extend towards the iris and
ciliary body, constituting the TM. This observation is sub-
stantiated by transmission electron microscopy (fig. 4-9).
TEM of the peripheral part of the cornea confirms that
DL continues beyond the termination of DM (see Figure 4-7  Light photomicrograph illustrating Dua’s layer
extending beyond the termination of the DM (black arrow) and
fig. 4-9A). The compact lamellar arrangement of DL be-
fanning out as the trabecular meshwork. From the point indi-
gins to open approximately 350 microns central to the ter- cated by the white arrow the stromal fibres can be seen to diverge
mination of the DM. Trabecular cells are seen in the pe- and spread out as the beams of the trabecular meshwork before
ripheral cornea in DL extending to a mean of 322 µm attaching to the ciliary body and the iris. CB: ciliary body; S: ca-
(range 260 to 390 µm) central to the termination of DM nal of Schlemm. (Reproduced from the authors’ own publication
(see fig. 4-9B-G). Here they are associated with deposition in the British Journal of Ophthalmology 2014 [Reference 10].)

41
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B

C D
Figure 4-8  Scanning electron micrographs (SEM). A. The peripheral cornea with Descemet’s membrane (DM) in situ. The endo-
thelial cells stop (thick arrow) just before the zone with curly lines (star). The trabecular beams are seen to emerge from the peripheral
termination of the DM (thin arrow) and can be seen to be mainly radially oriented. The beams are generally thicker near their origin and
become narrower distal to the termination of the DM. The beams can be seen to divide, subdivide and interconnect. Bar = 100 µm.
B. SEM of periphery of Dua’s layer (DL) from which the DM has been removed. DL is visible as a homogenous sheet. There is a tear
in DL (arrow) through which the distinctly different architecture of the underlying stroma is visible. At the periphery, DL tissue spreads
out as the trabecular beams as described in A. Bar = 100 µm. C. The transition of DL into the trabecular beams is clearly visible.
Bar = 10 µm. D. The splitting of DL into broad sheets which narrow, subdivide and make connections with adjacent beams to form the
trabecular meshwork is clearly seen. Near the edge of DL they appear as broad(er) sheets which narrow distally to become more like
beams. Bar = 10 µm. (Reproduced from the authors’ own publication in the British Journal of Ophthalmology 2014 [Reference 10].)

of basement membrane which separate lamellae of DL. fibres arising form the posterior aspect of DL. The anterior
Attachments of the trabecular cells to the basement mem- collagen fibres, together with some fibres of the deep lim-
brane and to each other are visible within the periphery of bus/sclera, form the anterior wall of the canal of Schlemm.
DL (see fig. 4-9E-G). The morphology of trabecualr cells Long spacing collagen that has been described in DL is
seen in DL is distinct from keratocyte cell bodies that are also abundant in the TM. Elastic fibres are present in the
seen further anterior to DM in the posterior corneal stroma TM but not in DL.
(see fig. 4-9E). Whilst nuclei of trabecular cells and kera- The separation of DL collagen lamellae into broad and
tocytes can be demonstrated by DAPI staining (nuclear narrow beams along the circumference of the termination
stain) the trabecular cells are negative for CD34 (kerato- of DL and their continuity with the TM beams seen on
cyte marker) which stains all the keratocytes in the corneal SEM and with the collagen core of the TM beams seen
stroma (fig. 4-10). The presence of trabecular cells in DL on TEM establish that the TM is a continuation of DL.
corresponds to the point at which the collagen lamellae of SEM of DL after stripping off the DM illustrates that
DL began to split and separate. The 5 to 8 lamellae of DL DL continues imperceptibly with the broader beams of
separate in the antero-posterior direction and also split into the apical part of the TM.
narrower bands which intertwine and cross each other as The demonstration of the presence of trabecular cells
they extend towards the sclera, ciliary body and iris root. within the peripheral cornea in DL is another important
The majority of the trabecular beams that form the TM observation. These cells are surrounded by basement mem-
posterior to the canal of Schlemm are made of collagen brane with which they establish attachments, within DL.

42
Capítulo 4  |  Dua’s layer: its discovery, characteristics and applications

DM

DM
DM
DM

B C D

DM

BM BM

BM
E F G
Figure 4-9  Transmission electron micrographs (TEM). A. Montage of TEM sections from peripheral part of cornea to trabecular
meshwork. Dua’s layer (DL) fibres anterior to Descemet’s membrane (DM) are seen (double arrows) to split and separate central to
the termination of DM (single arrow) and continue to diverge to form the narrow beams of the trabecular meshwork. This illustrates
that the starting point of the trabecular meshwork is anterior to the DM, in DL of the peripheral cornea. The dark black bands cor-
respond to the grid of the TEM. Bar (seen on the black bands) = 5 µm. B. large trabecular cell (star) is seen anterior to DM within
the collagen of DL. The cell is surrounded with basement membrane (BM) (black arrows). No keratocytes are visible in the adjacent
stroma on either side. Bar = 10 µm. C. A large trabecular cell (star) with a prominent nucleus is seen anterior to DM in the collagen
of DL. There is BM material between it and the collagen tissue to which it is closely applied. No keratocytes are visible in the adjacent
stroma on either side. Bar = 2 µm. D. A large trabecular cell is seen anterior to DM in the collagen of DL. The cell body of a kerato-
cyte (arrow) is seen approximately 15 microns from the DM in the posterior corneal stroma but no keratocyte is visible in DL.
Bar = 5 µm. E. Distinct layers of BM are seen separating the collagen of DL anterior to DM. The cell body of a transversely sectioned
trabecular cell in DL with attachments to BM (arrows) is also seen. Bar = 2 µm. F. Cell-cell adhesions are distinctly visible (arrows)
between cells in DL. Bar = 1 µm. G. Cell BM attachments are distinctly seen (arrows) in DL. DM: Descemet’s membrane. Cell-cell
and cell basement membrane attachments of the kind seen in F and G are not usually associated with keratocytes. Bar = 1 µm.
­(Reproduced from the authors’ own publication in the British Journal of Ophthalmology 2014 [Reference 10].)
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TM beams are known to be enveloped with a basal lamina mences in the peripheral cornea, central (anterior) to the
to which trabecular/endothelial cells attach (13). The pres- termination of the DM and not at the termination of
ence of these cells with basement membrane in the periph- the DM. As DL becomes thinner towards the periphery the
ery of DL strongly suggests that the formation of the TM distance between the last row of keratocytes and the DM
beams commences in DL, approximately 500 microns reduces compared to the central part of DL.
central to the termination of the DM. Staining for laminin, Thus, while the bulk of the corneal stroma merges at
which is a basement membrane component (14) is strong- the periphery with the scleral stroma the collagen of DL
ly positive in the TM and the peripheral DL corroborating continues as the TM. The significance of the observations
the above observation (see fig. 4-10C,D). The central col- and the importance of the TM in relation to glaucoma, a
lagen core of the TM beams is acellular (15). This is con- blinding disease, should influence the direction of some
sistent with the finding that no keratocytes are noted in DL relevant research in determining interactions between the
either. This suggests that the formation of the TM com- cornea and the TM.

43
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

BB

TM

TM
A D

BB

TM

TM

TM

C E
Figure 4-10  A. Immunofluorescence histology montage, collagen VI (bar = 500 µm). Dua’s layer (DL) forming the posterior
wall of a big bubble (BB), the adjacent attached part of the DL and the trabecular meshwork (TM) all show strong staining for col-
lagen VI suggesting that the layer is a continuum from the centre of the cornea across the periphery into the trabecular meshwork.
B. Immunofluorescence histology montage, collagen V (bar = 500 µm). DL forming the posterior wall of the BB was weakly
positive for collagen V but the attached part of DL and the TM stained stronger for collagen V. The arrow indicates the end of the
BB. C. Immunofluorescence histology montage, laminin (bar = 100 µm). The remnant of Descemet’s membrane (DM) (arrow), the
peripheral part of DL and TM stain positive for laminin. This is most likely related to the basement membrane seen in the DL an-
terior to the DM at the periphery of the cornea. D. Immunofluorescence histology montage, laminin (bar = 500 µm). The periph-
eral part of DL and TM stain strongly for laminin. The DM has been removed. White line indicates part of DL anterior and central
to DM. E. Immunofluorescence histology montage of CD34, keratocyte marker (bar = 500 µm). The stroma is strongly positive for
CD34 cells. DL is negative for CD34. The TM and peripheral DL show nuclei [blue dots = DAPI (4’,6-diamidino-2-phenylindole)
stain in all sections] but the corresponding cells are negative (lack of green fluorescence) for CD34 indicating that these cells are
not keratocytes. (Reproduced from the authors’ own publication in the British Journal of Ophthalmology 2014 [Reference 10].)

Clinical implications a white ring as the commonest type of BB. This is clear-
and applications ly a type-1 BB. The interesting clinical understanding
here is that most surgeons make a trephine incision of
Identification of the DL and its relationship to the differ- between 7.5 to 8.5 mm diameter and ‘stop’ the BB when
ent types of big bubbles formed on injection of air is it reaches the trephine mark. The fact is that the BB stops
clinically very relevant to the DALK procedure. Surgeons itself. It does not extend beyond 9 mm hence it is impor-
have long recognised the formation of a central BB with tant that DALK greater than 9 mm shaould not be at-

44
Capítulo 4  |  Dua’s layer: its discovery, characteristics and applications

tempted as air separation of DL from the deep stroma will it is now apparent that this is more likely to be a phenom-
not occur to the trephine incision and mechanical separa- enon associated with a type-2 BB than with a type-1 BB.
tion with a spatula will have to be attempted. This carries Intraoperative signs such as the appearance of a BB
a risk of perforation of DL. An ideal size for DALK, from the periphery spreading centrally, absence of a white
based on this observation would be no greater than 8 mm. ring, rapid expansion of the BB which extends well be-
Even so, in some instances the BB may not be centred on yond the trephine mark, a very smooth surface of the an-
the trephine incision and for varying clock hours along terior wall of the BB after removal of the anterior stroma
the circumference mechanical separation will be re- (as against the rough appearance related to broken strands
quired. Strands of collagen tissue are seen extending be- of stroma of DL) are indicative of the presence of a type-2
tween the anterior surface of the DL and the deep stroma, BB. A spatula may be inserted between the anterior wall
which have to be physically broken or cut. This also in- of the BB and the deep stroma along the circumference of
dicates that the plane of separation of a type-1 BB is not the trephine mark. If it passes readily in the plane the BB
between deep stroma and DM but rather between deep wall is likely to be DM and not DL. Knowledge of the
stroma and DL. The demonstration of DL also explains presence of a type-1 or type-2 BB helps the surgeon to take
the reason for the classical white ring seen surrounding additional precautions, such as repeated release of aqueous
most big bubbles. In type-1 BB the air separating DL through the paracentesis to lower eye pressure and taking
from deep stroma stretches the attachments between care not to touch the larger type-2 BB with the tip of the
DL and the stroma. As these break the BB enlarges and instrument used to make the paracentesis opening, thus
so does the surrounding white ring. When the separation making the operation safer. There are no definitive tips that
reaches its maximum, the stretching of tissue between the can predict the appearance of the type-1 bubble but inser-
central DL and the stroma at the edge of the BB produces tion of the needle or cannula as deep as possible helps. For
the white ring. As soon as the stretching force is released a long time, surgeons have known that a DALK eye is less
or eased by withdrawal of the needle or escape of air, the susceptible to rupture following trauma compared to a
white ring markedly fades in whiteness or disappears, PK eye. This was attributed to the retention of the reci­
supporting the explanation offered. pient’s DM. However, we now know that it is the eyes
Surgeons performing DALK by the big bubble tech- where DALK has been completed with a type-1 BB,
nique have also reported the occasional sudden appear- i.e. where DL is retained, that are stronger due to the
ance of a big bubble that extends to the periphery in one strength afforded by the DL. When air was injected in the
or more quadrants without the classical white ring. Terms stroma of corneal buttons obtained from eyes that had un-
such as “explosive bubble” or “glassy bubble” have been dergone phacoemulsification surgery it was noted that the
used to explain this type of bubble. This is clearly the site of cataract incision and side port(s) remained weak and
type-2 or pre-Descemetic BB that extends to the periph- that air leaked from these sites restricting the size of the
ery and as there is an easily separable plane of cleavage bubble formed due to loss of air pressure in the stroma.
between DM and DL, a white ring does not appear. This would apply to any full thickness penetrating injury to
For almost as long as the big bubble DALK procedure the cornea thus telling us that DALK should be performed
has been in vogue, surgeons have commented on the ap- with caution in eyes with previous penetrating injury (sur-
pearance of distinctly visible ‘double bubbles’ though gical or traumatic) as internal leakage of air and failure to
admittedly rare. The explanation offered and accepted for obtain a BB or one of adequate size is a definitive risk.
this has been a split between banded and non-banded It is postulated that in patients with keratoconus, DL
zones of the DM, usually partial with air accumulating stretches along with the DM and that acute hydrops is not
between deep stroma and DM and in a pocket between just due to a tear in the DM but also due to a tear or de-
the split banded and non-banded zones of DM. The hiscence in DL. Discontinuity of both DM and DL, in the
knowledge of DL has made it absolutely clear that such background of abnormal collagen related to keratoconus
a split does not occur but rather the double bubbles are is more likely to result in sudden hydration of the stroma
the Mixed BB as described above, one between deep rather than a tear in DM alone. It is also postulated that
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stroma and DL and the other between DL and DM. The Descemetoceles, which are believed to offer some resis-
latter can be partial or complete. tance before perforation, retain this strength due to a cov-
Clinical experience has also taught us that during BB ering of DL. When DL is damaged or destroyed by pro-
DALK, if the DM is punctured, at times it scrolls in the teolytic enzymes, the DM rapidly perforates. Anecdotal
classical manner described for tears in DM and at times evidence to demonstrate presence of a DL covering over
it does not. This difference can now be attributed to punc- DM in descemetoceles is available. Macular dystrophy,
tures/tears in DM vs punctures/tears in DL. In the latter which presents as opacities across the entire stroma, has
situation, the opening tends not to spontaneously extend been shown to affect DL as well. When DALK by BB
and DALK can be completed despite the tear. The risk of technique is carried out for macular dystrophy, residual
double chamber too is less compared to a DM tear. Fur- opacities are present in the retained DL with a type-1 BB.
thermore, descriptions of “bursting of the DM” following Some surgeons have left these and complete the operation
intraoperative puncture have been reported. Once again, as normal (Dr. Rajesh Fogla, Hyderabad, India, personal

45
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

communication) and others have painstakingly dissected cantly higher in patients undergoing PK (21). In PK DL
off DL (converting the type-1 BB to a type-2 BB) to re- is completely transected along the graft host junction
move all opacities (Dr. Shaikh Shahbaaz, Chennai, India, while in DALK DL is preserved. The effect of DL on
personal communication). Thus for macular dystrophy, a posterior corneal biomechanics and on the TM and con-
type-2 bubble may be more appropriate though the ad- sequently on aqueous drainage will be an area of investi-
vantage of removing DL in these patients has yet to be gation. It is our experience and observation and that of
demonstrated. In our experience and that of a high vol- several other surgeons that during the DALK procedure
ume DALK surgeon (Dr. Tarek Katamish, Cairo) in most escape of small air bubbles into the anterior chamber of
patients with post infectious corneal scarring; removal of the eye through the trabecular meshwork is a common
the affected stroma by the big bubble technique reveals a occurrence. As DL is impervious to air and the corneo-
clear (unscarred) DL. This is an interesting observation scleral trabecular meshwork has pores, air injected into
which could be related to the paucity of keratocytes in the stroma can only escape into the anterior chamber
this layer, which would otherwise undergo transforma- through the pores at the extreme periphery. This also sup-
tion to myofibroblasts and fibroblasts following infection ports the association between the DL and the trabecular
and inflammation and lead to scarring. Thus the knowl- meshwork beams.
edge of the existence of DL is informing our understand- Ongoing work on the dynamics of the big bubble for-
ing of posterior corneal pathology. mation, both type-1 and type-2 is likely to reveal further
The knowledge of this layer and understanding of its interesting aspects related to the microanatomy of the
biomechanical properties in terms of its strength, flexibil- respective parts of the cornea and is also likely to pro-
ity and resilience has encouraged surgeons to perform vide information on the structure and arrangement of
innovative surgical procedures. After removal of the cor- collagen fibres in the substantia propria (stroma) of the
neal stroma by the big bubble technique in cases with cornea.
corneal scarring one surgeon (Dr. Ahmad Atef, Cairo) has
successfully performed a phacoemulsification procedure
with lens implant in two patients). This procedure termed References
the DALK-Triple procedure (Paper submitted — Atef A,
Elalfy M, Said DG and Dua HS) is a direct clinical ap- 1. Armitage WJ, Tullo AB, Larkin DF. The first successful
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46
Capítulo 4  |  Dua’s layer: its discovery, characteristics and applications

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instrument to measure the pulsatile movement of ocular acknowledgement to the source.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

47
Capítulo 5

Caracterización de los parámetros


biomecánicos de la córnea:
correlación con parámetros
topográficos y aberrométricos
David P. Piñero

Sumario del capítulo

Introducción 49 Análisis de la deformación corneal tras pulso de aire


Aplanación dinámica bidireccional: sistema ORA  50 mediante cámara DE Scheimpflug  55
Histéresis corneal (CH) y factor de resistencia Microscopia óptica de Brillouin  56
corneal (CRF)  50
Bibliografía  57
Análisis de la curva de la señal de respuesta obtenida
mediante aplanación bidireccional dinámica  54

Resumen
Existe una gran variedad de parámetros biomecánicos en función del dispositivo de medida
empleado, los cuales permiten de forma indirecta caracterizar las propiedades biomecánicas
de la córnea. Sin embargo, no se ha determinado con exactitud la relación entre las propie-
dades estándar mecánicas para caracterizar las propiedades de un material viscoelástico y
todos estos parámetros clínicos. Por ello, es imprescindible tener precaución a la hora de
analizar los resultados obtenidos con todas estas técnicas debido a lo complejo que resulta
el análisis y comprensión de todos ellos. Mediante su análisis, solo se podrá determinar si
la biomecánica de la córnea está alterada o no, teniendo en cuenta los rangos de normalidad
definidos para cada parámetro, pero jamás se podrá indicar a ciencia cierta que la elasti-
cidad únicamente o la viscosidad se hallan alteradas, puesto que la interrelación de estas
propiedades requiere un análisis mucho más minucioso y complejo. Es necesaria aún mucha
investigación en el tema del análisis de la biomecánica a nivel clínico, así como una estan-
darización de parámetros para evitar parametrizaciones dispares y de relación desconocida.

Introducción y pronóstico de ciertas patologías. En el caso de la exis-


tencia de una debilidad biomecánica de la córnea debida
La caracterización biomecánica de la córnea en la prácti- a un proceso patológico, tal y como sucede en el quera-
ca clínica ha alcanzado una gran popularidad en los últi- tocono, dicha alteración se evidencia a nivel clínico por
mos tiempos, debido a la relevancia de su estudio para la alteración de la geometría de la superficie anterior y
comprender ciertos cambios corneales tras una gran va- posterior de la córnea, así como de la distribución del
riedad de cirugías oftalmológicas, así como la evolución espesor (1). Por ello, los cambios de curvatura, elevación
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49
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

y paquimetría de la córnea se emplean para la detección racterizar la biomecánica de la córnea, siendo este tam-
del queratocono y, por tanto, de manera indirecta para la bién un dispositivo con la capacidad de obtener una
detección y caracterización de la alteración biomecánica medida de la PIO menos dependiente del espesor corneal
subyacente. Hay que tener en cuenta que esta debilidad en comparación con la tonometría de aplanación. La base
biomecánica que está presente en el queratocono, así de este instrumento consiste en el análisis de la respues-
como en otro tipo de variante de patología ectásica, con- ta de la córnea durante un proceso de aplanación bidirec-
vierte a la córnea en una estructura mucho más suscepti- cional inducido por un pulso de aire. Específicamente,
ble al efecto de la presión intraocular (PIO) (1). Un estu- este dispositivo lanza al ojo un pulso de aire que ocasio-
dio llevado a cabo con modelado de elementos finitos ha na un movimiento de la córnea hacia adentro, pasando
conseguido demostrar que, en función de la forma inicial por un estado de aplanación. Milisegundos después de
de la superficie de la córnea, cambios locales en las pro- esta aplanación, la presión decrece y la córnea pasa por
piedades materiales y también de la PIO pueden inducir un segundo estado de aplanación en el proceso de retorno
una protuberancia localizada y un incremento de la cur- de la concavidad al estado normal convexo de curvatura
vatura con respecto a la porción restante de córnea (2). (fig. 5-1). El sistema monitoriza el proceso completo y
Hasta la fecha, pocos son los dispositivos que permiten registra dos valores de presión independientes, P1 y P2,
la caracterización de las propiedades biomecánicas de la que están asociados a los procesos de aplanación hacia
córnea in vivo, existiendo una evidencia científica no muy adentro y afuera. Estos dos valores son diferentes debido
extensa que corrobora la correlación entre propiedades bio- a la naturaleza viscoelástica de la córnea (3).
mecánicas de la córnea y parámetros topográficos y aberro- La versión inicial de este instrumento solo proporcio-
métricos, especialmente en el ámbito de la patología ectá- naba dos parámetros biomecánicos asociados al proceso
sica. Específicamente, dichos estudios han sido llevado a descrito: la histéresis corneal (CH, corneal hysteresis) y
cabo con los dispositivos Ocular Response Analyzer (ORA) el factor de resistencia corneal (CRF, corneal resistance
(Reichert, Buffalo, NY, EE. UU.) y Corvis ST (Oculus). El factor). La CH se define como la diferencia entre las dos
objetivo del presente capítulo es realizar un análisis detalla- presiones (P1 y P2) obtenidas durante el proceso de me-
do de las correlaciones que se han reportado a nivel cientí- dida. El parámetro CRF se calcula usando una ecuación
fico entre cambios biomecánicos y topográfico-aberromé- lineal y se estima que está en relación con las propiedades
tricos a nivel clínico con estos dos dispositivos, así como elásticas de la córnea (4). Específicamente, el parámetro
con la incipiente técnica de microscopia óptica de Brillouin. CRF se deriva de la fórmula P1 – kP2, en la que k es una
constante. La constante k tiene un valor determinado con-
forme a un análisis empírico de la relación entre P1 y P2,
y el espesor corneal central (5).
Aplanación dinámica Existe una gran cantidad de estudios que han tratado
bidireccional: sistema ORA de caracterizar la biomecánica de la córnea con el sistema
ORA en ojos normales y en diferentes condiciones pato-
Histéresis corneal (CH) y factor de resistencia lógicas (6-37). Diferentes rangos de normalidad han sido
corneal (CRF) reportados para los parámetros CH y CRF (3-10,15-
17,22,24-27,29,33-37), incluso para diferentes grupos
En 2005, Reichert Ophtalmic Instrument lanzó al merca- de edad (tabla 5-1). En concreto, se han reportado en
do el sistema Ocular Response Analyzer (ORA) para ca- muestras de ojos normales valores medios de CH entre

Figura 5-1  Diagrama que muestra


1.200 Pico señal
la señal obtenida con el sistema Ocular
aplanación 2
Response Analyzer (ORA) de Reichert 1.000 Pico señal
en un ojo normal. La línea roja repre- aplanación 1
Presión/señal

senta la señal de aplanación y la línea 800


verde los cambios de presión. Tal y
Presión de
como se muestra, el dispositivo lanza al 600
aplanación 1
ojo un pulso de aire que induce un mo- Presión de
Histéresis
vimiento de la córnea hacia adentro 400 aplanación 2
hasta alcanzar un estado específico de
aplanación (presión 1). Milisegundos 200

después de esta primera aplanación, la


0
presión decrece y la córnea pasa por un 0 10 15 20 25
segundo estado de aplanación (pre- Tiempo (ms)
sión 2) en el proceso de retorno de la
concavidad al estado normal convexo
Señal de aplanación Presión (pulso de aire)
de curvatura.

50
Capítulo 5  |  Caracterización de los parámetros biomecánicos de la córnea

Tabla 5-1  Sumario de los resultados reportados por diferentes autores para los parámetros biomecánicos
proporcionados por el sistema ORA en el ojo sano, así como en diferentes condiciones patológicas
CH CRF
Autor (año) N.o ojos Muestra media (DE) media (DE)
Luce DA3 (2005) 339 Ojos sanos 9,6 (media) —
60 Queratocono 8,1 (media)

Ortiz et al4 (2007) 165 Ojos sanos 10,8 (1,5) 11 (1,6)


21 Queratocono 7,7 (1,3) 6,7 (1,3)
65 Post-LASIK 9,3 (1,9) 8,1 (1,9)

Kirwan et al6 (2006) 81 Niños 12,5 (media) —

Shah et al (2007)
7
207 Ojos sanos 10,7 (2) —
93 Queratocono 9,6 (2,2)

Touboul et al8 (2008) 122 Ojos sanos 10,26 (media) —


159 Glaucoma primario de ángulo abierto 9,48 (media)
88 Queratocono 8,34 (media)
78 Post-LASIK 8,87 (media)

Song et al9 (2008) 1.153 Niños 10,7 (1,6) —

Schroeder et al (2008)
10
80 Ojos sanos 10,6 (2,2) —
82 Glaucoma primario de ángulo abierto 9,3 (2,2)

Chen et al12 (2008) 43 Pre-LASIK miópico 11,52 (1,28) 11,68 (1,4)


Post-LASIK miópico 9,48 (1,24) 8,47 (1,53)

Del Buey et al15 (2009) 12 Ojos sanos 10,3 (1,6) 10,5 (1,5)
11 Distrofia corneal de Fuchs 6,9 (1,8) 8,1 (1,9)

Goldich et al16 (2009) 80 Ojos sanos 9,3 (1,4) 9,6 (1,6)


80 Diabetes mellitus 10,7 (1,6) 10,9 (1,7)

Sahin et al17 (2009) 120 Ojos sanos 9,51 (1,82) 10,36 (1,97)
81 Diabetes mellitus 10,41 (1,66) 10,32 (1,76)

Kamiya et al18 (2009) 27 Pre-PRK 10,8 (1,3) 10,3 (1,5)


Post-PRK 9,2 (1,6) 8,4 (1,8)
31 Pre-LASIK 10,8 (1,4) 10,3 (1,5)
Post-LASIK 8,6 (0,9) 7,7 (1,3)

Shah et al20 (2009) 110 Pre-LASIK 11,4 (1,9) 10 (1,6)


110 Post-LASIK 9,2 (2,1) 7,6 (1,8)
132 Queratocono 9,4 (2,2) 7,7 (2,6)

Abitbol et al22 (2010) 75 Ojos sanos 10,46 (1,6) —


58 Glaucoma 8,77 (1,4)

Fontes et al23 (2010) 63 Queratocono incipiente 8,5 (1,36) 7,85 (1,49)


80 Ojos sanos 10,17 (1,79) 10,13 (2)

Emre et al24 (2010) 29 Ojos de pacientes con esclerosis sistémica 9,8 (1,7) 10 (1,5)
29 Ojos sanos 9,5 (1,2) 9,2 (1,4)

Yenerel et a127 (2010) 34 Queratocono frustre 9,21 (1,38) 8,21 (1,64)


36 Queratocono clínico 8,19 (1,49) 6,79 (1,81)
36 Posqueratoplastia penetrante 10,16 (1,93) 9,94 (2,34)
63 Ojos sanos 11,43 (1,52) 11,53 (1,83)
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Yazici et al33 (2011) 30 Ojos sanos 11,3 (1,3) 11,9 (1,5)


30 Ojos de pacientes con lupus eritematoso sistémico 10,2 (0,6) 9,7 (1,1)

Cankaya et al34 (2011) 102 Ojos sanos 9,4 (1,4) 9,8 (1,6)
64 Síndrome exfoliativo 8,5 (1,5) 9,3 (1,8)
78 Glaucoma exfoliativo 6,9 (2,1) 9,5 (2,6)

Morita et al35 (2011) 83 Ojos sanos 10,8 (1,3) 10,6 (1,4)


83 Glaucoma de tensión normal 9,2 (1,3) 8,9 (1,5)

Gkika et al36 (2012) 50 Ojos sanos 10,1 (1,9) 9,7 (2,4)


50 Queratocono 8,2 (1,4) 7,4 (2,3)

CH: histéresis corneal; CRF, factor de resistencia corneal; DE: desviación estándar; LASIK: laser-assisted in situ keratomileusis (queratomileusis in situ
asistida con láser); PRK: photorefractive keratectomy (queratectomía refractiva).

51
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

9,3 (1,4) (16) y 11,43 (1,52) (27) mmHg, y valores me- nes del modelo (45). Asimismo, con este modelo los
dios de CRF entre 9,2 (1,4) (24) y 11,9 (1,5) (33) mmHg. autores pusieron de manifiesto que bajos valores de CH
Por lo tanto, existe una gran variabilidad en los paráme- podían estar asociados a baja o alta elasticidad, depen-
tros CH y CRF en la población sana, pudiendo ser la PIO diendo del nivel de viscosidad (45). Esto confirma que no
uno de los principales factores que contribuyen a dicha existe una relación directa entre la CH y el módulo de
variabilidad. Hay que recordar que los parámetros CH y elasticidad corneal y, por tanto, las conclusiones obteni-
CRF pueden verse significativamente influenciados por das de estudios realizados con el sistema ORA deben
la PIO. considerarse con precaución.
En cuanto a la correlación de estos parámetros biome- Por otro lado, Avetisov et al. (46) analizaron matemá-
cánicos, CH y CRF, con otras variables clínicas, se ha ticamente la curva de aplanación obtenida con el sistema
constatado que la CH presenta una correlación moderada ORA y desarrollaron un modelo de estimación del coefi-
con la PIO y el espesor corneal central (7,8). Por ese mo- ciente de elasticidad (Ke), un parámetro primariamente
tivo, un valor bajo de CH podría ser considerado como un característico de las propiedades elásticas de la córnea.
factor de riesgo para una infraestimación de la PIO (8). Conforme a esta estimación, estos autores obtuvieron va-
Lau y Pye (38) reportaron una asociación de CH y CRF lores de Ke de 11,05 (1,6), 4,91 (1,87) y 5,99 (1,18) en
con el espesor corneal central (r2 = 0,252 y 0,29, respec- ojos normales, con queratocono y tras cirugía LASIK
tivamente). En cambio, no se han reportado en ojos nor- (46). En este mismo estudio, se comprobó que los ojos
males correlaciones significativas entre curvatura corneal con glaucoma que experimentaban una reducción del do-
central y CH o CRF (39). Únicamente, en un estudio rea- ble en la PIO desarrollaban una reducción significativa de
lizado en población china, se ha constatado que la curva- Ke (1,06 veces menor), mientras que el valor de la CH se
tura corneal central y la longitud axial eran factores que incrementaba 1,25 veces (46).
influían en la CH y el CRF (40). También se ha evaluado la relación existente entre el
También se ha podido constatar que la edad es un fac- defecto refractivo y los parámetros biomecánicos propor-
tor clave para la CH y el CRF, pero las tendencias repor- cionados por el sistema ORA. En concreto, se ha obteni-
tadas son bastante variables. Kamiya et al. (41) hallaron do en un estudio que el error refractivo suponía un 4% de
una reducción de los parámetros biomecánicos del ORA la varianza del CRF, con valores mayores de dicho pará-
con la edad, sin que existieran cambios significativos en metro en casos de baja o moderada miopía (47). En cam-
el espesor corneal central o la PIO. Ortiz et al. hallaron bio, Lim et al. (48) no hallaron asociación alguna de CH
también que la CH y el CRF eran significativamente in- y CRF con el error refractivo o la longitud axial en un
feriores en el grupo de mayor edad que analizaron de una estudio cuyo objetivo era evaluar la propiedades biome-
gran muestra de ojos sanos en comparación con el de cánicas corneales de 271 niños de Singapur. Estos mis-
menor edad. Sin embargo, en este mismo estudio, se halló mos autores comprobaron que las córneas más planas
una correlación muy débil, aunque estadísticamente sig- estaban asociadas a valores más bajos de CH y CRF (48),
nificativa, entre los parámetros biomecánicos del ORA y a diferencia de lo obtenido por Franco y Lira (39). Plakit-
la edad (CH, r = –0,14, p = 0,02; CRF, r = –0,22, si et al. (49) concluyeron en un estudio, cuyo objetivo era
p = 0,004) (4). Kirwan et al. (42) hallaron que la CH en evaluar las propiedades biomecánicas en ojos miopes,
niños era similar que en adultos, no existiendo, por tanto, que cualquier cambio sistemático en la CH y el CRF con
correlación de la misma con la edad. Existe cierta eviden- el error refractivo resultaba mínimo en comparación
cia científica que demuestra que la córnea se vuelve más con la propia variabilidad de los mismos a nivel intersu-
rígida con la edad (43,44). Específicamente, Elsheikh jeto para cualquier nivel de refracción. Solo existe evi-
et al. (43) demostraron que la córnea llegaba a ser consi- dencia científica consistente de alteraciones de la CH y el
derablemente más rígida con la edad, siguiendo un patrón CRF en ojos con alta miopía, en los que se obtienen va-
que se ajustaba a una curva exponencial. De todos modos, lores bajos de CH (50-52). Además, se ha reportado una
hay que tener en cuenta que la reducción en la CH y el correlación entre la CH y la profundidad de la cámara
CRF y el incremento en la rigidez con la edad no son anterior, lo que sugiere que la presencia de diferencias
términos equivalentes, ya que resulta incierto el tipo de entre ojos en las propiedades biomecánicas del ORA pue-
relación existente entre los parámetros biomecánicos del de ser indicativa de la presencia de diferencias más gene-
ORA y las propiedades mecánicas estándar que se em- ralizadas a nivel estructural (53).
plean para la descripción de los materiales elásticos y En lo que respecta a los valores de la CH y el CRF tras
viscosos, como el módulo de elasticidad. cirugía refractiva corneal con láser excimer, hay que des-
Glass et al. (45) desarrollaron un modelo viscoelástico tacar que varios son los estudios que han confirmado que
(un modelo de resorte de tres componentes y un émbolo) dichos parámetros decrecen significativamente tras la ci-
para intentar mostrar cómo los cambios en viscosidad y rugía (4,12,14,20,54-59). La debilidad estructural de la
elasticidad pueden afectar a la CH. Dicho modelo fue córnea inducida tras la queratotomía lamelar y la ablación
validado tras comprobar que las medidas de tensión indu- realizadas se refleja en dicha reducción de los parámetros
cidas en un modelo de córnea y obtenidas a partir de fo- biomecánicos proporcionados por el sistema ORA. Uz-
tografía ultrarrápida eran concordantes con las prediccio- bek et al. (54) hallaron que el cambio biomecánico carac-

52
Capítulo 5  |  Caracterización de los parámetros biomecánicos de la córnea

Pre-LASIK Post-LASIK

Figura 5-2  Señal obtenida con el


sistema ORA en un paciente miope an-
tes y después de cirugía LASIK.

terizado con el sistema ORA tras cirugía LASIK miópica se constató la existencia de una relación lineal entre el
podía ser debido predominantemente a la ablación con CRF, la queratometría y el error cuadrático medio (RMS,
láser, aunque la creación del flap empleando la tecnología root mean square) para las aberraciones corneales sphe-
de femtosegundo también inducía un cambio biomecáni- rical-like (4.º y 6.º órdenes), que seguía la siguiente ex-
co en concordancia con una reducción de la rigidez cor- presión (r2 = 0,4, p < 0,01):
neal, tal y como se apreciaba en la amplitud reducida del
primer pico de la señal del ORA (fig. 5-2). A su vez, CRF = 15,47 – 0,16 3 K1 – 0,71 3 RMSsph-l
empleando espesores de flap y volúmenes de ablación
comparables, los perfiles de ablación miópicos inducían donde K1 es el poder dióptrico en el meridiano corneal
una mayor reducción de la CH y el CRF que los perfiles más plano en los 3 mm centrales medido en dioptrías, y
hipermetrópicos (57). En lo que respecta a la evolución, RMSsph-l es el error cuadrático medio correspondiente a
todos estos cambios biomecánicos tienen lugar 1 semana las aberraciones corneales spherical-like (4.º y 6.º orden
después de la cirugía, con estabilización posterior, aun- de Zernike).
que puede llegar a observarse una mínima recuperación A pesar de la reducción de CH y CRF, estos paráme-
(cerca del 10% del cambio inicial) (55). También se han tros no resultan especialmente útiles para discriminar
reportado reducciones significativas de CH y CRF tras entre córneas con queratocono incipiente y normales (66).
otras variantes de cirugía refractiva corneal, como la que- Fontes et al. (66) realizaron un análisis de curvas ROC
ratectomía fotorrefractiva (PRK, photorefractive keratec- (receiver operating characteristic) para determinar el po-
tomy) (18), LASEK (laser-assisted subepithelial kerato- der diagnóstico de los parámetros del sistema ORA para
mileusis) (20,58) o epi-LASIK (30). la detección del queratocono incipiente, obteniendo, en
En patología ectásica, como el queratocono, también general, una precisión predictiva limitada tanto para la
se han reportado valores reducidos de CH y CRF compa- CH (punto de corte: 9,64 mmHg, sensibilidad: 87%, es-
rados con los de la población normal (fig. 5-3) pecificidad: 65%, precisión del test: 74,83%) como para
(4,7,20,23,37,60-65). Se ha demostrado que esta reduc- el CRF (punto de corte: 9,6 mmHg, sensibilidad: 90,5%,
ción en los parámetros biomecánicos del sistema ORA en especificidad: 66%, precisión del test: 76,97%). En otro
córneas con queratocono se halla correlacionada con las estudio realizado por el mismo grupo de investigación, se
alteraciones geométricas y aberrométricas de la córnea. compararon los parámetros biomecánicos del ORA entre
En un estudio retrospectivo llevado a cabo sobre una gran ojos con queratocono con espesor corneal central normal
muestra de ojos con queratocono, se demostró que la agu- y ojos normales con equivalente espesor (67). En concre-
deza visual mejor corregida se hallaba correlacionada con to, en el análisis de curvas ROC de dicho estudio se refle-
el parámetro CRF, la queratometría media, la PIO y el jó una precisión predictiva de la CH (punto de corte:
equivalente esférico (r2 = 0,69, p < 0,01) (1). Asimismo, 9,9 mmHg, sensibilidad: 78,9%, especificidad: 63,2%,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 5-3  Señal obtenida con el


sistema ORA en un ojo con queratocono.

53
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

precisión del test: 71,05%) y el CRF (punto de corte: correspondiente (time 1), así como la máxima amplitud
8,9 mmHg, sensibilidad: 68,4%, especificidad: 78,9%, de la curva de presión verde (Pmáx.) (72).
precisión del test: 73,65%) muy limitada. Galletti et al. Mikielewicz et al. (73) evaluaron 42 parámetros deri-
(68) demostraron que el CRF era mejor predictor que la vados de la curva de respuesta de aplanación en un grupo
CH para la detección del queratocono una vez que se con- de ojos normales y con queratocono. En el grupo con
sideraba el efecto del espesor corneal central en dichos queratocono, la evaluación biomecánica también se rea-
parámetros biomecánicos. lizó en ojos tras cirugía de crosslinking y de implante de
segmentos de anillo intraestromales. Para tal propósito,
se empleó el software versión 3.0 (Reichert, Buffalo, NY,
Análisis de la curva de la señal de respuesta EE. UU.), el cual proporciona esta gran cantidad de pa-
obtenida mediante aplanación bidireccional rámetros (v. fig. 5-4):
dinámica
• Áreas bajo diferentes porciones de la curva: p1area,
Con la finalidad de superar las limitaciones diagnósticas p2area (derivadas del 25% superior del área del
de CH y CRF, nuevos parámetros biomecánicos basados pico de aplanación), p1area1, p2area1 (derivadas
en el análisis de la curva de la señal de respuesta han sido del 50% superior del área del pico de aplanación).
desarrollados y validados clínicamente (69-76). Touboul • Alturas de los picos de la señal de infrarrojos: h1,
et al. (72) definieron nuevos parámetros, como el retraso h2, h11, h21.
inducido por la amortiguación (DID, damping induced • Anchuras: w1, w2, w11, w21.
delay), definido como el tiempo entre el momento en el • Ratios de aspecto (altura/anchura del pico):
que P2 es registrado (time 2) y el tiempo correspondiente aspect1, aspect2, aspect11, aspect21.
a la posición simétrica de P1 en el segundo pico (peak 2) • Tasa de incremento desde la base al pico: uslope1,
(fig. 5-4), la anchura total a la mitad del máximo de los uslope2, uslope11, uslope21.
picos de la señal de infrarrojos (full width at half maxi- • Tasa de decremento desde la base al pico: dslope1,
mum of the infrared signal peaks, FWHM1 y FWHM2; dslope2, dslope11, dslope21.
v. fig. 5-4), las alturas máximas de los correspondientes • Máximo incremento continuo en el incremento del
picos de la señal de infrarrojos (peaks 1 y 2; v. fig. 5-4), peak 1 al peak 2 (línea continua más larga sin
el intervalo de tiempo entre picos, definido como la dife- interrupciones): mslew1, mslew2, mslew11,
rencia entre time 1 y 2, o la amplitud máxima de la curva mslew21.
de presión verde (Pmáx.; v. fig. 5-4). Estos mismos auto- • Máximo decrecimiento continuo en la caída del
res demostraron que la combinación de algunos de estos peak 1 al peak 2 (línea continua más larga sin
parámetros podía resultar útil como una herramienta clí- interrupciones): dive1, dive2, dive11, dive21.
nica más para la detección del queratocono, como la am- • Ratio de aspecto de la caída de la curva (caída
plitud del primer pico de infrarrojos (peak 1) y su tiempo dividida por anchura): slew1, slew2, slew11, slew21.

Tiempo 1
Pico 1 Tiempo 2
Pico 2

h1 h2
Dive2

Figura 5-4  Diagrama que muestra la


Zona de
uslope2

definición de diferentes parámetros bio-


uslope1

mslew1
dslope1

análisis
dslope2

mecánicos derivados del 25% superior


del área del pico de aplanación de la cur-
va de señal de respuesta obtenida con el
sistema ORA (software versión 3.0): al- Pmáx.
tura de los picos (peaks 1 y 2) de la señal Primera w2
w1
rotura
de infrarrojos (h1, h2), anchura de los
picos 1 y 2 (w1, w2), tasa de incremento
desde la base al pico 1 y 2 (uslope1, us- Punto 25%
lope2), tasa de decremento desde la base
al pico 1 y 2 (dslope1, dslope2), máximo
incremento continuo en el incremento
Base
del pico 1 al 2 (mslew1), y máximo de-
crecimiento continuo en la caída del
pico 1 al 2 (dive2).

54
Capítulo 5  |  Caracterización de los parámetros biomecánicos de la córnea

• «Suavidad» del peak 1 y 2 (número de veces que


el pico cambia de dirección): aindex, bindex.
• Valor absoluto de la longitud del camino alrededor
peak 1 y 2: path1, path2, path11, path21.
• «Ruido» de alta frecuencia en la región entre
picos (normalizado por el producto del valor
medio de las alturas de los picos por la anchura de
la región): aplhf.

Estos mismos autores constataron que, además del


CRF, el segundo pico de la curva de la señal de respuesta
proporcionaba los mejores resultados a la hora de discri-
minar entre ojos normales y con queratocono (73). Asi-
mismo, dos parámetros tras crosslinking (p2area y time1)
y seis tras implante de segmentos de anillo intraestroma-
les (aplhf, uslope11, w11, path11, time1 and deltatime)
mostraron cambios significativos con respecto a las con-
diciones preoperatorias (73). Un hallazgo bastante simi-
lar fue reportado por Spoerl et al. tras cirugía de crosslin- Figura 5-5  El sistema Corvis ST de Oculus.
king (74). Wolffsohn et al. (69) evaluaron también los
parámetros derivados del análisis de la curva de respues-
ta con el sistema ORA en un grupo de ojos con querato- permite la visualización por medio de fotografía de Scheim-
cono, y hallaron que la velocidad de la deformación cón- pflug de la reacción de la córnea a un pulso de aire (78).
cava corneal una vez pasado el estado de aplanación era Específicamente, una cámara de Scheimpflug de alta velo-
mayor a medida que se incrementaba la gravedad del cidad (4.330 frames/s) registra los movimientos de la cór-
queratocono. Por último, en otro estudio en el que se nea mientras un pulso de aire deforma la córnea pasando
compararon ojos con queratocono y ojos post-LASIK por diferentes estados (aplanación hacia adentro, reposo,
empleando la tecnología de femtosegundo para el corte aplanación en concavidad, oscilación y aplanación hacia
lamelar, se determinó que habían siete parámetros (aplhf, afuera). El software del dispositivo proporciona algunos
w2, dslope1, aindex, uslope1, CH y p1area) que resulta- datos numéricos de este análisis dinámico (fig. 5-6), como
ban los más útiles para la discriminación entre grupos tras la amplitud de la deformación de la córnea, la longitud de la
controlar estadísticamente las diferencias en espesor cor- aplanación o la velocidad de la córnea con el tiempo (76).
neal central y edad, lo que hace que las conclusiones de Asimismo, la PIO y la paquimetría corneal son también
este estudio sean mucho más consistentes (71). En los ca- proporcionados por el sistema (v. fig. 5-6) (78).
sos de queratocono frustre, se ha comprobado que los Hasta la fecha, se ha realizado un número limitado de
niveles de presión de aire en el proceso de aplanación estudios que evalúen la aplicación clínica del dispositivo
hacia dentro y hacia afuera, así como el máximo nivel de Corvis ST (76,78-84). Huseynova et al. (78) comproba-
presión de aire son estadísticamente menores y más cor- ron que la PIO se hallaba correlacionada significativa-
tos en el tiempo cuando se comparaban con ojos norma- mente con la amplitud de la deformación, el tiempo de
les, mientras que la forma de la señal de infrarrojos resul- aplanación y la velocidad de aplanación, lo que confirma
taba más variable (75). la relevancia de la PIO en la evaluación de la respuesta de

Análisis de la deformación
corneal tras pulso de aire
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mediante cámara
DE Scheimpflug
Recientemente, la combinación de la fotografía de córnea
a alta velocidad y la tecnología de aplanación bidireccional
dinámica se ha visto como un método de gran potencial
para el análisis de las propiedades biomecánicas de la cór-
nea (76,77). Está ya disponible a nivel clínico un siste-
ma basado en esta tecnología combinada, que es el sistema
Corvis ST de Oculus Optikgeräte GmbH (Wetzlar, Alema- Figura 5-6  Pantalla del software del sistema Corvis ST que
nia) (fig. 5-5). Se trata de un tonómetro de no contacto que muestra las medidas tomadas en un caso específico.

55
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Queratocono
parámetros biomecánicos del Corvis ST en ojos con dis-
tintos tipos de patología. Solo Faria-Correia et al. (81)
han reportado una menor respuesta de deformación en un
caso de hipertensión ocular asociado a una queratopatía
estromal. Al igual que sucedía con los parámetros del
19,485 m
sistema ORA, no existe evidencia científica que muestre
de manera concisa cuál es la relación existente entre los
Normal
parámetros biomecánicos proporcionados por el sistema
Corvis ST y los parámetros numéricos estándar emplea-
dos para la caracterización de las propiedades biomecá-
nicas de un material viscoelástico.
19,465 m

Figura 5-7  Comparativa de la respuesta de deformación ob-


tenida con el Corvis ST en un ojo normal y otro con queratocono. Microscopia óptica
de Brillouin
deformación corneal registrada con este sistema. Valbon La técnica de imagen de Brillouin permite la visualiza-
et al. (82) reportaron que solo el valor más elevado con- ción de las propiedades biomecánicas de la córnea espa-
cavidad-tiempo (el tiempo desde que empieza el proceso cialmente heterogéneas (85,86). Específicamente, el scat-
hasta que la mayor concavidad es alcanzada) correlacio- tering luminoso de Brillouin es el resultado de la
naba significativamente con la edad en ojos sanos, aunque interacción de la luz incidente con las fluctuaciones ter-
la correlación era débil. En lo que respecta a la repetibi- modinámicas de propagación en el tejido corneal, tam-
lidad de las medidas obtenidas con el sistema Corvis ST, bién conocidas como accoustic phonon (fig. 5-8) (85). El
se ha constatado la existencia de una excelente repetibi- cambio de frecuencia de la luz dispersada () se halla
lidad intrasesión para la PIO y el espesor corneal cen- relacionado con el módulo de elasticidad longitudinal
tral (76,80,81), pero algo más limitada para los paráme- mediante esta expresión:
tros que caracterizan la respuesta de deformación (76,80).
Nemeth et al. (79) hallaron en un estudio que evaluaba la M’= 1/42l2(r/n2)
repetibilidad intrasesión de la medida de los parámetros
biomecánicos del Corvis ST en 75 ojos de 75 individuos donde l es la longitud de onda de la luz, r es la densidad
sanos que el coeficiente de correlación intraclase para la de masa y n es el índice de refracción.
amplitud máxima a nivel de la concavidad mayor La microscopia de Brillouin mide el cambio de fre-
(fig. 5-7) era 0,758, 0,784 para el primer tiempo de apla- cuencia mediante un espectrómetro de muy alta resolu-
nación y menor de 0,6 para todos los demás parámetros ción (v. fig. 5-8). Para la conversión del cambio de
biomecánicos proporcionados por el sistema Corvis ST. ­Brillouin al módulo de elasticidad, se requiere el conoci-
Conforme a esta limitación en el nivel de consistencia de miento previo del factor índice de refracción-densidad
las medidas, estos autores recomiendan la toma de múl- r/n2. Hay que tener en cuenta que ambos, índice de re-
tiples medidas y emplear el valor medio para la toma de fracción y densidad, no son uniformes en la córnea, prin-
decisiones clínicas. Hacen falta todavía más estudios que cipalmente debido a las variaciones espaciales de la hi-
evalúen la aplicabilidad y la capacidad diagnóstica de los dratación y el contenido agua/proteínas. Por dicho

1 I/normal

Línea de Brillouin

0,5
Cambio
Brillouin Cambio
(stokes) Brillouin
Figura 5-8  Cambio de frecuencia
(anti-stokes)
de la luz dispersada por el tejido cor-
neal en el método de microscopia ópti-
ca de Brillouin para el análisis de la
biomecánica de la córnea. –20 –10 0 10 20 VH/GHz

56
Capítulo 5  |  Caracterización de los parámetros biomecánicos de la córnea

motivo, se consideran varias aproximaciones para simpli- 10. Schroeder B, Hager A, Kutschan A, Wiegand W.
ficar el cálculo. A modo de ejemplo, si la córnea se con- Measurement of viscoelastic corneal parameters (corneal
hysteresis) in patients with primary open angle glaucoma.
sidera como una solución acuosa de fibras de colágeno y Ophthalmologe 2008; 105: 916-20.
material extrafibrilar con concentraciones espacialmente 11. Ang GS, Bochmann F, Townend J, Azuara-Blanco A. Corneal
variables, n puede expresarse como n = 1,335 + 0,04/ biomechanical properties in primary open angle glaucoma
(0,22 + 0,4 H), donde la hidratación corneal (% peso) and normal tension glaucoma. J Glaucoma 2008; 17: 259-62.
H oscila de 3 a 4 en córneas normales, y r = (rT + H)/ 12. Chen MC, Lee N, Bourla N, Hamilton DR. Corneal
biomechanical measurements before and after laser in situ
(1 + H), donde rT = 1,33 es la densidad del tejido en seco. keratomileusis. J Cataract Refract Surg 2008; 34: 1886-91.
Considerando todo esto, puede emplearse un valor cons- 13. Kucumen RB, Yenerel NM, Gorgun E, Kulacoglu DN, Oncel
tante de 0,57 g/cm3 para el factor r/n2 (85). Por último, B, Kohen MC, et al. Corneal biomechanical properties and
hay que considerar que, como las propiedades ópticas y intraocular pressure changes after phacoemulsification and
intraocular lens implantation. J Cataract Refract Surg 2008;
estructurales de la córnea son generalmente anisotrópi- 34: 2096-8.
cas, la frecuencia Brillouin puede variar en función del 14. Kamiya K, Shimizu K, Ohmoto F. The changes in corneal
estado de polarización óptica. Sin embargo, esto puede biomechanical parameters after phototherapeutic keratectomy
ser considerado insignificante en comparación con su va- in eyes with granular corneal dystrophy. Eye (Lond) 2009;
riación a lo largo de la profundidad de la córnea (85). 23: 1790-5.
15. Del Buey MA, Cristóbal JA, Ascaso FJ, Lavilla L, Lanchares E.
Hasta la fecha, solo se han reportado los resultados de Biomechanical properties of the cornea in Fuchs’ corneal
estudios realizados con esta técnica a nivel ex vivo, espe- dystrophy. Invest Ophthalmol Vis Sci 2009; 50: 3199-202.
cialmente para evaluar el efecto de la cirugía de crosslin- 16. Goldich Y, Barkana Y, Gerber Y, Rasko A, Morad Y,
king (87,88). Sin embargo, algunas medidas han sido Harstein M, et al. Effect of diabetes mellitus on
realizadas ya en humanos y presentadas en diversos con- biomechanical parameters of the cornea. J Cataract Refract
Surg 2009; 35: 715-9.
gresos científicos durante el año 2013 (89). A su vez, se 17. Sahin A, Bayer A, Ozge G, Mumcuoğlu T. Corneal
encuentra en este momento en fase final de desarrollo un biomechanical changes in diabetes mellitus and their
dispositivo para la evaluación biomecánica de la córnea influence on intraocular pressure measurements. Invest
a nivel clínico mediante microscopia óptica de Brillouin, Ophthalmol Vis Sci 2009; 50: 4597-604.
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BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

59
Capítulo 6

Métodos de estudio y
diagnóstico de la morfología
y la estructura corneal

Sumario del capítulo


6.A Estudio morfológico de la córnea. Topografía corneal Estroma 78
y su correlación con los parámetros biomecánicos  62 Membrana de Descemet  79
Introducción 62 Endotelio 79
Evolución de la topografía corneal  63 Aplicaciones clínicas  80
Ectasias corneales  80
Hallazgos topográficos relevantes en la ectasia corneal  63
Cambios tras crosslinking  80
Consideraciones previas  63
Proceso de cicatrización posquirúrgica
Escalas 64 tras cirugía refractiva (LASIK, LASEK y PRK)  80
Mapas topográficos  64 Queratoplastias 81
Mapas de curvatura  64 Queratotomía radial  82
Mapas de elevación  65 Segmentos intracorneales  82
Mapas de espesor  66 Lentes de contacto  82
Ortoqueratología 82
Sistemas de despistaje de patrones irregulares  67
Sistema de despistaje de la ectasia Bibliografía 83
de Belin-Ambrósio  68
6.D Estudio endotelial de la córnea sana y enferma:
Morfología y biomecánica corneal  68
aspectos morfológicos y biomecánicos  84
Conclusiones 70
Introducción 84
Bibliografía 70 Córnea humana  85
6.B Tomografía de coherencia óptica de segmento anterior: Endotelio corneal sano  85
biomecánica corneal y utilidades clínicas  71 Funciones del endotelio corneal  86
Introducción 71 Función de transporte  86
Función de barrera  86
OCT y biomecánica corneal  72
Objetivos estructurales en la córnea  86
Utilidades y ejemplos prácticos de la OCT en el segmento
anterior 73 Exploración del endotelio corneal  86
Lámpara de hendidura  87
Bibliografía 76 Microscopia especular  87
6.C Microscopia confocal  77 Microscopia confocal  87
Fluorofotometría 88
Principios de la microscopia confocal  77
Histéresis corneal  88
Tipos de microscopios confocales  77 Otros sistemas  89
Tandem Scanning Confocal Microscope (TSCM)  77
Fracaso endotelial y cambios estructurales
Microscopios confocales de barrido con haz de luz
sobre la córnea  89
(SSCM, slit scanning confocal microscope)  77
Sistema de láser de barrido (LSCM, laser scanning Bibliografía 90
confocal microscope)  78
Estudio de la córnea sana  78
Epitelio 78
Capa de Bowman  78

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61
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

6.A Estudio morfológico de la córnea. Topografía corneal


y su correlación con los parámetros biomecánicos
Juan Carlos Nieto Fernández y Cristina Peris Martínez

Resumen
La caracterización morfológica de la córnea mediante topografía corneal es una prác-
tica clínica muy extendida, la cual presenta esencial trascendencia en el estudio de ido-
neidad de cirugía refractiva y en la detección precoz de determinadas patologías cornea-
les, entre las que destaca la ectasia corneal primaria o secundaria.
El gran avance tecnológico experimentado en los últimos años ha permitido que la
técnica exploratoria avance hacia la denominada tomografía corneal, técnica que per-
mite la caracterización morfológica mediante elevación no solo de la superficie corneal
anterior, sino también de la posterior.
Paralelamente al análisis morfológico, han aparecido nuevas herramientas diagnós-
ticas que posibilitan el análisis de la calidad óptica de la córnea (aberrometría) y de su
estructura (biomecánica), permitiendo el estudio integral de la córnea y mejorando la
sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de las formas subclínicas de ectasia.
A lo largo de este capítulo se detallarán los hallazgos clínicos más significativos en el
estudio tomográfico de la córnea, así como su correlación con las propiedades biomecá-
nicas, para su análisis integral.

Introducción Sin embargo, el problema reside en el diagnóstico pre-


coz de las formas incipientes o subclínicas de ectasia,
La ubicación anatómica de la córnea le confiere unas pro- donde la sintomatología es inexistente y los signos clíni-
piedades refractivas óptimas, ya que en la interfase aire- cos, escasos o confusos. Dicho diagnóstico precoz resul-
córnea se produce el mayor cambio de índice de refrac- ta esencial por dos motivos: en primer lugar, debido a que
ción (n) de todo el sistema óptico ocular. Este hecho, el pronóstico de la patología depende, en gran medida,
unido a que se trata de la estructura óptica ocular más del momento en el que se diagnostique y, en segundo,
accesible, justifica que sea considerada el tejido diana de dado que la sustracción de tejido mediante láser excimer
multitud de procedimientos refractivos, entre los que des- en córneas potencialmente ectásicas puede tener conse-
taca la cirugía sustractiva con láser excimer (1). cuencias dramáticas para la integridad de la córnea y,
Dado el importante peso específico que tiene en la fun- consecuentemente, para la visión del paciente (5,6).
ción visual, su caracterización morfológica pormenoriza- Recientemente, se han popularizado otras herramientas
da resulta esencial, puesto que sutiles variaciones en su de diagnóstico que permiten, junto con la topografía cor-
forma pueden suponer importantes cambios refractivos neal, aumentar la sensibilidad y la especificidad en el diag-
en la visión del paciente. La exploración morfológica más nóstico precoz de la patología subclínica (2,7-9). Dichas
extendida en la práctica clínica es la topografía corneal. herramientas se fundamentan en la etiopatogenia de la alte-
Se trata de una técnica exploratoria no invasiva que per- ración ectásica. Por un lado, el típico desplazamiento infe-
mite analizar de forma cualitativa y cuantitativa la mor- rior del ápex corneal visible en el mapa de curvatura topo-
fología de la córnea, siendo capaz de identificar patrones gráfico (fig. 6-1A) origina un marcado aumento de la
normalizados y descartar alteraciones potencialmente aberración de coma vertical, que ha sido reportada por di-
devastadoras para la visión del paciente, como la ectasia ferentes autores mediante aberrometría corneal (fig. 6-1B)
corneal primaria o secundaria (2-4). (2,10). Por otro, el adelgazamiento corneal típico de la pa-
La detección de las formas moderadas o avanzadas de tología ectásica origina una alteración estructural de la cór-
ectasia no resulta una tarea clínica compleja, debido a la nea caracterizada por una pérdida de rigidez, que ha sido
sintomatología presentada por el paciente y a la aparición cuantificada con los dispositivos clínicos de medida de las
de algoritmos e índices topográficos que, en combinación propiedades biomecánicas de la córnea (fig. 6-1C) (2,8,9).
con otras técnicas exploratorias, como la biomicroscopia Por tanto, el objetivo de este capítulo es el de analizar
y la paquimetría, facilitan su diagnóstico (2). los hallazgos topográficos más relevantes en la caracteri-

62
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

OS OS
Señal Onda

WS
10

1,9
0

T T Tiempo
A B C
Figura 6-1  Alteraciones corneales típicas de la ectasia. A. Desplazamiento inferior del ápex corneal. B. Aumento significativo
de la aberración de coma. C. Alteración de las propiedades biomecánicas.

zación y diagnóstico precoz de la patología ectásica, in- la tomografía corneal basada en la cámara rotatoria de
tentando correlacionar el impacto que presentan dichos Scheimpflug monopolizará el análisis del presente capítulo.
hallazgos sobre las propiedades biomecánicas de la
­córnea.
Hallazgos topográficos
relevantes en la ectasia corneal
Evolución de la topografía
corneal La interpretación apropiada de las escalas y mapas tomo-
gráficos es una tarea relativamente compleja, que puede
El término topografía corneal ha sido clásicamente em- dar lugar a diagnósticos erróneos y a la toma de decisiones
pleado para denominar la reconstrucción de la superficie clínicas inapropiadas, especialmente en el contexto de la
corneal anterior, fundamentalmente mediante sistemas de cirugía refractiva con láser excimer (2,3,5). Por este moti-
reflexión basados en disco de Plácido (3). La aparición vo, a continuación se detallarán las ventajas y limitaciones
de la topografía corneal supuso una auténtica revolu- de los diferentes formatos de presentación de los exámenes
ción en el diagnóstico y manejo de la patología corneal, tomográficos, en aras de optimizar la sensibilidad en la
y ha sido partícipe en el desarrollo y evolución de la ci- detección precoz de la patología corneal.
rugía refractiva (3,4,11-13). Sin embargo, estos disposi-
tivos presentaban una gran limitación, al no aportar infor-
mación relativa a la cara posterior de la córnea, esencial Consideraciones previas
en el diagnóstico precoz de la patología ectásica (2,5).
En la actualidad, la evolución tecnológica ha suscitado Existen numerosas consideraciones que el clínico debe
que el término empleado para describir la caracterización conocer a la hora de interpretar un examen topográfico.
morfológica integral de la córnea sea el de tomografía En primer lugar, el centrado del paciente durante la ad-
corneal. Dicho término hace alusión a la reconstrucción quisición resulta fundamental, especialmente en los sis-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tridimensional de la córnea mediante la caracteriza- temas topográficos de reflexión (disco de Plácido), ya que
ción de la elevación de ambas superficies corneales y el los valores de curvatura resultan extremadamente sensi-
consecuente mapa de espesores, obtenido mediante la bles a la falta de alineamiento o fijación del paciente (14).
distancia entre ambas superficies (fig. 6-2) (2,3). La ca- Por otro lado, la calidad de la adquisición resulta pri-
racterización tomográfica de la córnea puede ser obtenida mordial. Del mismo modo que la distorsión de las miras de
actualmente mediante diferente tecnología incorporada Plácido por un tiempo de ruptura lagrimal (BUT) inapropia­
en dispositivos clínicos, como la topografía de barrido de do puede conducir a una valoración errónea (fig. 6-3A y B),
hendidura, la cámara rotacional de Scheimpflug, el aná- los sistemas basados en la cámara de Scheimpflug, como
lisis ultrasónico de alta frecuencia y la tomografía de co- Pentacam®, incorporan índices que valoran objetivamente
herencia óptica (3). la calidad de la exploración (fig. 6-3C).
Debido a que hoy en día se considera la tecnología más La correlación de los hallazgos biomicroscópicos y to-
extendida en el análisis morfológico integral de la córnea, mográficos es de gran interés en la correcta interpretación

63
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

OS

N T
A

OS

N T
B

Figura 6-2  Derecha: imágenes to-


mográficas obtenidas mediante sistema
de cámara rotacional de Scheimpflug
(Pentacam®). Izquierda: mapa de cur-
vatura sagital correspondiente a cada
tomografía. A. Córnea normal. B. Que-
ratocono. C. Ectasia post-LASIK. Ob-
sérvese el adelgazamiento corneal
C ­focal en B y C.

de los resultados. Alteraciones en la transparencia de la ción inapropiada puede ser causa de confusión. El núme-
córnea de diferente etiología, como la aparición de haze ro de colores comprendidos, la variación dióptrica pre-
secundario a procedimientos de ablación de superficie o sente entre cada color y los valores máximo y mínimo
leucomas o cicatrices corneales, pueden comprometer lo- considerados son aspectos fundamentales que deben ser
calmente la transparencia de la córnea, generando altera- tenidos en consideración.
ciones en los mapas paquimétricos y de curvatura, que La escala absoluta atribuye a la paleta de colores de
puedan ser erróneamente confundidos con ectasia o astig- medida todo el rango dióptrico que el dispositivo es capaz
matismo irregular (fig. 6-4). de medir, por lo que puede hacer pasar inadvertidos cam-
El momento en el que se realiza la exploración tomo- bios sutiles que se localicen en un rango dióptrico muy
gráfica dentro de la rutina de pruebas también puede ser leve. Sin embargo, la escala relativa (o autoescala) permi-
fuente de error, ya que investigaciones recientes han te acotar el rango dióptrico de medida al que presenta la
confirmado la variación significativa de parámetros cor- córnea analizada, por lo que permite identificar cambios
neales tras la instilación de diferentes colirios anestési- sutiles como los que pueden acontecer en los estados ini-
cos (15). Asimismo, se ha demostrado la dramática re- ciales de ectasia (16,17). Por este motivo, la escala abso-
ducción en la repetibilidad intrasesión en este contexto luta resulta apropiada para el análisis comparativo, siendo
de medida, información que ha de ser tenida en cuenta la escala relativa la apropiada para el análisis individual
para evitar la toma de decisiones clínicas inapropia- de cada examen (2,5).
das (15).

Mapas topográficos
Escalas Mapas de curvatura

El examinador debe identificar el tipo de escala empleada Básicamente, existen dos mapas de curvatura que son tí-
para la valoración del examen topográfico, pues su selec- picamente empleados en el despistaje de la patología cor-

64
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

A B

OD OD

Figura 6-3  Diferentes artefactos


que pueden condicionar la validez del
examen topográfico. A. Tiempo de rup-
tura de la película lagrimal (BUT).
OD OD B. Distorsión de las miras de Plácido en
la medida del test NIBUT. C. Examen
topográfico realizado mediante cámara
de Scheimpflug (Pentacam®) en el que
se aprecian los índices de calidad de la
medida en rojo, indicando que el exa-
C men no es válido para su interpretación
clínica.

neal ectásica. Estos mapas son el axial (o sagital) y el mapa menos intuitivo, cuya interpretación cualitativa
tangencial (o instantáneo). Pese a que ambos informan puede resultar más compleja.
acerca de la curvatura local de cada punto de la córnea,
existen diferencias significativas entre ambos (2,3).
El mapa axial considera la córnea una superficie es- Mapas de elevación
férica, asumiendo que el centro de todos los radios de
curvatura local está sobre el eje óptico (2,3). Esta con- Los mapas de elevación suponen un nuevo concepto en la
sideración es errónea y únicamente cierta en aproxima- caracterización morfológica de la córnea y, por tanto, re-
ción paraxial, ya que la córnea es una superficie asférica quieren una especial atención para su óptima interpretación.
(normalmente una elipse prolata). Por tanto, distorsiona Contrariamente a los valores proporcionados por los
la imagen real de la córnea y los valores cuantitativos mapas de curvatura (donde los valores proporcionados eran
que proporciona no son precisos. Es importante que el directamente los medidos en la córnea del paciente), en este
clínico conozca estas limitaciones, ya que algunos sis- caso, los valores proporcionados por los mapas de eleva-
temas o algoritmos de despistaje de la patología ectási- ción hacen alusión a la diferencia (expresada en micras)
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ca, como el de Rabinowitz-McDonnell, se fundamentan entre cada punto de la córnea del paciente examinado y una
en los valores de curvatura axial, con la pertinente falta superficie de referencia con la que se compara. Típicamen-
de precisión en los resultados que arrojan (3,18,19). te, la superficie de referencia con la que se compara la cór-
Sin embargo, se trata de un mapa válido para la valo- nea del paciente es aquella que más puntos de coincidencia
ración cualitativa del estado de la córnea, ya que suaviza presenta con ella (superficie de mejor ajuste, SMA).
los contornos y puede resultar más intuitivo, especial- Existen dos grandes ventajas que presentan los mapas
mente para los examinadores menos experimentados. de elevación frente a los de curvatura: en primer lugar,
El mapa tangencial evalúa el radio de curvatura local dado que la información cuantitativa es expresada en mi-
en cada punto de la córnea medido, por lo que no asume cras (µm) y no en milímetros (mm), como ocurre en los
que la córnea presenta una morfología esférica. Por este mapas de curvatura, los datos son más exactos y, por tan-
motivo, los datos cuantitativos son más exactos que los to, más sensibles en la caracterización de alteraciones
proporcionados por el mapa axial. Sin embargo, es un corneales subclínicas (2). En segundo lugar, pese a que la

65
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B C

Figura 6-4  Arriba: aspecto biomicroscópico de diferentes alteraciones que comprometen la transparencia corneal. Abajo:
hallazgos topográficos más significativos de cada entidad. A. Haze corneal severo que genera una mala identificación de la super-
ficie corneal posterior y una consecuente infraestimación de la paquimetría corneal. B. Leucoma corneal por cicatriz traumática que
induce un aplanamiento en la región del leucoma. C. Leucoma superior secundario a queratitis herpética antigua. Obsérvese el
aplanamiento superior, que da una imagen de astigmatismo irregular que recuerda el aspecto típico de la ectasia.

geometría más habitual para la SMA suele ser la esférica, cara anterior de la córnea (útil en la detección precoz de
la mayoría de dispositivos tomográficos permite variar su la ectasia primaria y secundaria) (2,21-23).
diámetro y geometría (elipsoides, elipsoides tóricos),
siendo la comparación con estas superficies más sensible
en la detección precoz de la ectasia incipiente (fig. 6-5). Mapas de espesor
A efectos clínicos, resulta interesante la selección de
8 mm de diámetro para la SMA, ya que este diámetro es La caracterización tomográfica de la córnea proporciona
fácilmente obtenible en la mayoría de exploraciones (se datos para la reconstrucción del mapa paquimétrico. En
evitan las sombras generadas por las pestañas). Respecto este sentido, la identificación del punto de menor espesor
a los valores de elevación que se deben tener en cuenta, y su localización respecto al centro de la córnea presenta
estos siempre han de ser evaluados de forma conjunta con un protagonismo esencial en el mantenimiento de la mor-
los datos de curvatura y espesor (2,3,20). Bajo estas pre- fología y estructura corneales, ya que es la localización
misas, es importante analizar la elevación a nivel del ápex corneal sometida a un mayor estrés dinámico (sobre todo
corneal (21), del punto de menor espesor (21) y la eleva- por las fuerzas intraoculares, relacionadas con la PIO), y
ción máxima sobre la región central de la córnea (22). es el punto donde más fácilmente puede descompensarse
Finalmente, la exploración de la elevación de la cara la córnea ectásica. Podría considerarse el punto de sinergia
posterior de la córnea resulta esencial, ya que, a las ven- entre la morfología y la biomecánica de la córnea.
tajas inherentes al uso de los mapas de elevación, se aña- Recientemente, Ambrósio Jr et al. han incorporado
den las propias del examen de la cara posterior: se trata nuevas herramientas en el análisis del espesor corneal que
de una superficie que no está alterada por la fotoablación permiten aumentar la sensibilidad y especificidad en el
con láser excimer ni por la creación del colgajo corneal diagnóstico de las formas más incipientes de ecta-
(útil en la detección precoz de la ectasia secundaria), y no sia (3,24,25). El perfil espacial de espesor corneal (CTSP,
está adulterada por el efecto hiperplásico del epitelio cor- en inglés) describe la ratio de incremento del espesor cor-
neal, capaz de enmascarar cambios sutiles presentes en la neal empleando el espesor promedio de anillos concén-

66
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

tricos separados 0,1 mm y centrados en el punto de menor Entre los más populares se encuentra el Pathfinder
espesor. Por su parte, el porcentaje de incremento de es- Corneal Analysis®, incorporado en el topógrafo Atlas®
pesor (PTI, en inglés) obtiene una medida similar, centra- (Carl Zeiss Meditec AG), que permite la detección de
da en el punto de menor espesor, que representa el por- patrones corneales irregulares compatibles con querato-
centaje de incremento de espesor promedio de cada anillo cono (28). Dicha detección es realizada mediante la com-
respecto al punto más delgado de la córnea (3,24,25). binación de tres descriptores cuantitativos de la irregula-
El dispositivo Pentacam® (Oculus, GmbH) representa ridad corneal (CIM, shape factor y MTK).
los parámetros cuantitativos CTSP y PTI de forma con- Otro de los algoritmos de despistaje del queratocono
junta con gráficas que representan el valor promedio de es el descrito por Rabinowitz (30). Este algoritmo se basa
la población normal ± 2 desviaciones estándar (DE). en el uso de dos parámetros descriptivos de la morfología
A través de estos datos se calculan los índices de progre- corneal: la queratometría central (K) y el índice de asime-
sión paquimétrica (PPI, en inglés) para cada uno de los tría dióptrica corneal vertical (I-S). Maeda et al. investi-
hemimeridianos en los 360° de la córnea, tomando como garon otro sistema de despistaje de la patología corneal,
origen el punto de menor espesor (fig. 6-6). En la pobla- basado en el índice de progresión del queratocono (KCI,
ción normal, los valores promedio y DE de los hemime- en inglés) (31). Este algoritmo ha sido probado con una
ridianos de progresión mínima, máxima y promedio son sensibilidad y especificidad del 98 y 99%, respectivamen-
0,58 ± 0,3, 0,85 ± 0,18 y 0,13 ± 0,33, respectivamente (3). te, en la detección del queratocono (31). Por otro lado, el
El valor de dicho índice será mayor cuando el patrón de sistema de detección KISA% es un algoritmo basado en
progresión desde el punto más fino de la córnea sea más el análisis de la superficie corneal obtenido mediante el
pronunciado. sistema topográfico TMS® (Tomey Corp.) (32). Su fun-
Ambrósio Jr et al. han reportado que el parámetro más damento reside en la combinación de cuatro parámetros
sensible en el diagnóstico precoz del queratocono es la topográficos. Además de los anteriormente mencionados
«paquimetría relacional», parámetro obtenido mediante el K e I-S, emplea el valor de la toricidad corneal normal y
cociente del valor paquimétrico del punto más delgado de no ortogonal (SRAX) (30,32). Su sensibilidad y especifi-
la córnea entre el índice de progresión paquimétrico (3). cidad en la detección de patrones patológicos ha sido
estimada en el 86 y el 100%, respectivamente (33).
Pese a la mejora en el diagnóstico precoz de la patolo-
gía corneal que suponen estos sistemas de identificación
Sistemas de despistaje de patrones alterados, estos presentan dos claras limita-
de patrones irregulares ciones. En primer lugar, se trata de sistemas basados úni-
camente en valores de curvatura (con las consecuentes
Con el propósito de proporcionar una mejor y más rápida limitaciones respecto a los valores de elevación) y, en
clasificación de los patrones topográficos obtenidos du- segundo lugar, únicamente aportan valores referidos a la
rante la exploración morfológica de la córnea, se han po- superficie corneal anterior (siendo la cara posterior la que
pularizado multitud de algoritmos o software incorpora- informa con más precocidad acerca de los cambios inci-
dos en los dispositivos topográficos que permiten el pientes en la patología corneal ectásica) (2,3,21-23).
despistaje de posibles alteraciones de la morfología cor- Recientemente, ha sido validado un nuevo software
neal (2,26-31). de despistaje de la patología corneal ectásica, que trata de

A B C
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 6-5  Caracterización mediante mapas de elevación de la cara posterior de la córnea. Obsérvese la variación de los mapas
al comparar la córnea del paciente con diferentes geometrías de la SMA.

67
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 6-6  Gráficas de representa-


ción del perfil espacial de espesor cor-
neal (CTSP) y del porcentaje de incre-
mento de espesor (PTI). A. Córnea
normal. B. Queratocono. A B

s­ uperar las limitaciones anteriormente mencionadas. Dicho este software de diagnóstico resultó sensible en la detec-
software emplea datos procedentes de la elevación corneal ción de irregularidades en 24 de los 25 ojos (94%) con-
(mediante el uso de SMA optimizadas para cada paciente) tralaterales, los cuales no presentaban ningún signo topo-
y datos relativos a la progresión de la paquimetría (3). Este gráfico identificado en los mapas de curvatura (3).
sistema de despistaje se detalla a continuación.

Sistema de despistaje de la ectasia Morfología y biomecánica


de Belin-Ambrósio corneal
El software de despistaje de la patología ectásica de Be- Debido a que la totalidad de las alteraciones morfológicas
lin-Ambrósio combina la información proporcionada por (identificadas mediante topografía corneal) y de la cali-
los mapas de elevación de ambas superficies corneales y dad óptica (identificadas mediante aberrometría) de la
de paquimetría para proporcionar al examinador una va- córnea son consecuencia de los cambios biomecánicos
loración global de la estructura tomográfica de la córnea acontecidos en su estructura, el análisis de las propieda-
del paciente (fig. 6-7) (3). des biomecánicas ha sido propuesto como una herramien-
Para tal efecto, el software es capaz de obtener una ta adicional en la detección de la patología corneal, espe-
«SMA optimizada», que permite detectar cambios más cialmente la ectásica (2,8,9).
sutiles en los mapas de elevación que puedan ser compa- Sin embargo, la caracterización in vivo de las propie-
tibles con formas subclínicas de ectasia. El cálculo de dades biomecánicas de la córnea no es una tarea sencilla.
dicha superficie se realiza aislando la región corneal don- Hasta la introducción del sistema Ocular Response
de se localiza la protuberancia típica de la ectasia. De este Analyzer (ORA, Reichert Inc., Depew, NY) en 2005 (34),
modo existirá más diferencia en elevación entre la región la estimación de las propiedades biomecánicas de la cór-
ectásica y la SMA generada por el software, siendo más nea quedaban relegadas a estudios in vitro en laboratorio
sencillo identificar córneas potencialmente patológicas. o a la modelización matemática del comportamiento cor-
Una vez comparada la SMA optimizada con la córnea neal mediante modelos de elementos finitos (35,36).
del paciente examinado, el software conmuta los valores El dispositivo ORA® es un tonómetro de no contacto
de desviación de normalidad para la elevación de ambas diseñado para proporcionar valores más precisos de la PIO
superficies corneales, el valor del punto de menor espe- mediante el conocimiento de las propiedades biomecáni-
sor, su desplazamiento respecto al valor del ápex corneal cas, obtenidas a través de un aplanamiento bidireccional
y la distribución paquimétrica (3). Finalmente, cada pa- de la córnea (34). Su funcionamiento ha sido reportado en
rámetro es codificado en una escala de color al comparar- otros capítulos de esta obra. La versión inicial de este ins-
lo con los valores normativos de una población normal no trumento proporcionaba únicamente dos parámetros bio-
patológica. Es asignado el color amarillo (sospechoso) mecánicos: la histéresis corneal (CH), parámetro relacio-
cuando el valor es > 1,6 DE de la media y el color rojo nado con la capacidad de amortiguamiento viscoso de la
(patológico) cuando el valor es ≥ 2,6 DE de la media. córnea, y el factor de resistencia corneal (CRF), parámetro
Valores inferiores a 1,6 DE son codificados en blanco y relacionado con las propiedades elásticas de la córnea e
considerados dentro del rango de normalidad (3). indicativo de su resistencia global (2,34). Pese a que algu-
Recientemente, en un estudio en el que se incluyeron nos autores han reportado una buena reproducibilidad
25 pacientes diagnosticados de queratocono asimétrico, clínica para ambos parámetros (37), investigaciones re-

68
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

A Figura 6-7  A. Sistema de despista-


je de la ectasia de Belin-Ambrósio
identificando una córnea potencialmen-
te ectásica. Aspecto del mapa de curva-
tura sagital (B), paquimetría (C) y ele-
vación de la cara posterior (D) de la
misma córnea donde no aparecen valo-
res que sean típicamente compatibles
con ectasia. El análisis del comporta-
miento biomecánico resulta esencial en
B C D este paciente para realizar el diagnósti-
co definitivo.

cientes han demostrado una inaceptable repetibilidad in- to de los parámetros biomecánicos, el análisis integral de
trasesión (coeficiente de correlación intraclase, CCI < 0,8) la morfología corneal, estableciendo una correlación en-
para la CH, siendo más consistente la determinación del tre los hallazgos tomográficos y la respuesta biomecánica
CRF mediante el dispositivo ORA (15). secundaria a la alteración estructural.
Pese a que los valores de CH y CRF resultan signifi- Para compensar las limitaciones de los parámetros pro-
cativamente reducidos en pacientes diagnosticados de porcionados por las versiones iniciales de ORA®, CH y
queratocono respecto a pacientes sanos (2,9), existe una CRF, recientemente se han incorporado 36 nuevos pará-
marcada falta de sensibilidad y especificidad en el diag- metros relacionados con la forma que adopta la represen-
nóstico de las formas moderadas de ectasia (2,38,39). tación gráfica del aplanamiento bidireccional (3). Estos
Este hecho hace que exista superposición en los valores parámetros proporcionan valores más detallados acerca de
de CH y CRF entre grupos de sujetos sanos y grupos de la biomecánica corneal. De hecho, Kerautret et al. han
pacientes afectos de ectasia incipiente. Este hecho puede reportado un caso de ectasia unilateral tras LASIK bilate-
ser justificado al menos parcialmente, ya que se conside- ral en el que los valores cuantitativos de CH y CRF resul-
ra que estos parámetros informan acerca de la naturaleza taban similares, apareciendo una gran diferencia entre la
viscoelástica de la córnea, pero no existe evidencia de forma de la gráfica entre ambos ojos (41). Sin embargo,
estudios en los que se correlacione estos parámetros con tampoco existe una concordancia directa de estos nuevos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

las propiedades mecánicas clásicas para la descripción de parámetros con los datos morfológicos identificados me-
los materiales elásticos (módulo de Young) (2). diante tomografía corneal.
Otra de las limitaciones de estos parámetros es que no Recientemente, en 2010 ha sido introducido un nuevo
se derivan de datos que representan la morfología de la dispositivo que incorpora un tonómetro de no contacto
córnea, por lo que no existe correlación entre las medidas con un sistema de tomografía corneal basado en una cá-
proporcionadas por la tomografía corneal y el instrumen- mara rotatoria de Scheimpflug de muy alta velocidad
to ORA®. Fontes et al. no encontraron correlaciones (4.300 frames/s). Dicho sistema (Corvis®, Oculus,
­significativas entre los valores de CH y CRF y la quera- Wetzlar, Alemania) es capaz de monitorizar el cambio
tometría corneal media (K) o la profundidad de cámara dinámico experimentado por la córnea al incidir sobre
anterior (PCA) en una amplia muestra de pacientes amé- ella un pulso de aire en un diámetro horizontal de córnea
tropes (40). Por este motivo, el diagnóstico de las formas de 8 mm (3,4). Durante el proceso de medida (30 ms), son
más sutiles de ectasia requiere, más allá del conocimien- capturadas 140 frames con 576 puntos de medida cada

69
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

una de ellas. Los parámetros biomecánicos que incorpora


BIBLIOGRAFÍA
el dispositivo son la amplitud de deformación, el radio de
curvatura en la mayor concavidad, la longitud de ambos 1. Oliveira CM, Ferreira A, Franco S. Wavefront analysis and
aplanamientos y la velocidad corneal en ambas direccio- Zernike polynomial decomposition for evaluation of corneal
nes. Paralelamente, también se aporta el valor del punto optical quality. J Cataract Refract Surg 2012; 38: 343-56.
2. Piñero DP, Nieto JC, López-Miguel A. Characterization of
de menor espesor identificado por la primera sección ho- corneal structure in keratoconus. J Cataract Refract Surg
rizontal de Scheimpflug (4). 2012; 38: 2167-83.
La principal ventaja objetiva que presenta este nuevo 3. Ambrósio R Jr, Nogueira LP, Caldas DL, Fontes BM, Luz A,
dispositivo frente a ORA® es que existe una monitoriza- Cazal JO, et al. Evaluation of corneal shape and biomechanics
before LASIK. Int Ophthalmol Clin 2011; 51: 11-38.
ción dinámica y cualitativa de la morfología corneal de 4. Ambrósio R Jr, Valbon BF, Faria-Correia F, Ramos I, Luz A.
forma simultánea a la obtención cuantitativa de los pará- Scheimpflug imaging for laser refractive surgery. Curr Opin
metros biomecánicos (4). Otra de las ventajas que propor- Ophthalmol 2013; 24: 310-20.
ciona este instrumento es la medida del radio de curvatu- 5. Maldonado MJ, Nieto JC, Piñero DP. Advances in
technologies for laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK)
ra durante la mayor concavidad corneal, siendo un surgery. Expert Rev Med Devices 2008; 5: 209-29.
parámetro morfológico que podría tener una correlación 6. Bromley JG, Randleman JB. Treatment strategies for corneal
directa con la tomografía corneal. Estudios comparativos ectasia. Curr Opin Ophthalmol 2010; 21: 255-8.
entre córneas sanas y con queratocono o tras crosslinking 7. Piñero DP, Alió JL, Barraquer RI, Michael R, Jiménez R.
Corneal biomechanics, refraction, and corneal aberrometry in
han relatado diferencias significativas en muchos de los keratoconus: an integrated study. Invest Ophthalmol Vis Sci
parámetros proporcionados por Corvis®; sin embargo, 2010; 51: 1948-55.
existe gran solapamiento de los valores entre grupos, lo 8. Shah S, Laiquzzaman M, Bhojwani R, Mantry S, Cunliffe I.
que limita su aplicabilidad diagnóstica (4). Assessment of the biomechanical properties of the cornea with
the Ocular Response Analyzer in normal and keratoconic eyes.
La integración de los valores biomecánicos proporcio- Invest Ophthalmol Vis Sci 2007; 48: 3026-31.
nados por el instrumento Corvis® y la información mor- 9. Ortiz D, Piñero D, Shabayek MH, Arnalich-Montiel F,
fológica proporcionada mediante el tomógrafo Penta- Alió JL. Corneal biomechanical properties in normal,
cam® ha presentado una gran sinergia en la mejora del post-laser in situ keratomileusis, and keratoconic eyes.
J Cataract Refract Surg 2007; 33: 1371-75.
diagnóstico precoz de las formas muy incipientes de ec- 10. Bühren J, Kühne C, Kohnen T. Defining subclinical
tasia corneal, siendo esencial en el despistaje y pronósti- keratoconus using corneal first-surface higher-order
co de la patología ectásica (4). En un estudio que com- aberrations. Am J Ophthalmol 2007; 143: 381-9.
prendía 119 córneas de sujetos sanos y 19 córneas con 11. Ambrósio R Jr, Klyce D, Wilson SE. Corneal topographic
forma frustre de queratocono, se empleó la combinación and pachymetric screening of keratorefractive patients.
J Refract Surg 2003; 19: 24-9.
de parámetros tomográficos y biomecánicos, presentando 12. Klyce SD. Corneal topography and the new wave. Cornea
dicha combinación una sensibilidad y especificidad del 2000; 19: 723-9.
100 y 99,2%, respectivamente (4). Estos resultados resul- 13. Wilson SE, Ambrósio R. Computerized corneal topography
tan muy alentadores y ponen de manifiesto que, aunque and its importance to wavefront technology. Cornea 2001; 20:
441-54.
no existe una correlación directa y estrecha entre los ha- 14. Belin MW, Khachikian SS, McGhee CN, et al. New technology
llazgos morfométricos y los biomecánicos, la combina- in corneal imaging. Int Ophthalmol Clin 2010; 50: 177-89.
ción de ambas tecnologías resulta esencial para aumentar 15. Nieto JC. Implicaciones ópticas y biomecánicas de la
la sensibilidad y la especificidad en el diagnóstico precoz instilación de anestesia tópica sobre ojos normales y con
queratomileusis intraestromal con láser (Tesis doctoral).
de las formas más sutiles de ectasia corneal. Valencia: Universidad de Valencia, 2013. Disponible en:
http://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/30241/Tesis_
Doctoral_JCNieto.pdf?sequence=1.
16. Smolek MK, Klyce SD, Hovis JK. The universal standard
scale: proposed improvements to the American National
Conclusiones Standards Institute (ANSI) scale for corneal topography.
Ophthalmology 2002; 109: 361-9.
No existe ningún parámetro clínico que proporcione un 17. Wilson SE, Klyce SD, Husseini ZM. Standarized color-coded
100% de sensibilidad y especificidad en la detección de maps for corneal topography. Ophthalmology 1993; 100:
1723-7.
la patología ectásica, especialmente en las formas subclí- 18. Rabinowitz YS, Mc Donnell PJ. Computer-assisted corneal
nicas. Por tanto, la combinación de la información pro- topography in keratoconus. Refract Corneal Surg 1989; 5: 400-8.
porcionada por diferentes exámenes clínicos resulta esen- 19. Rabinowitz YS, Rasheed K. KISA% index: a quantitative
cial para la completa y precoz caracterización de la videokeratography algorithm embodying minimal topographic
criteria for diagnosis keratoconus. J Cataract Refract Surg
ectasia corneal. En este escenario, más que la exploración 1999; 25: 1327-35.
morfológica, biomecánica o incluso aberrométrica de for- 20. Belin MW, Khachikian SS. An introduction to understanding
ma aislada, se introduce el concepto de análisis integral elevation-based topography: how elevation data are displayed-
de la córnea, en el que se analizan los datos más signifi- a review. Clin Experiment Ophthalmol 2009; 37: 14-29.
21. Khachikian SS, Belin MW. Posterior elevation in
cativos proporcionados por cada una de las pruebas para keratoconus. Ophthalmology 2009; 116: 816.
poder emitir un juicio clínico lo más veraz y precoz po- 22. De Sanctis U, Loiacono C, Richiardi L, Turco D, Mutani B,
sible. Grignolo FM. Sensitivity and specificity of posterior corneal

70
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

elevation measured by Pentacam in discriminating 32. Twa MD, Parthasarathy S, Roberts C, Mahmoud AM, Raasch
keratoconus/subclinical keratoconus. Ophthalmology 2008; TW, Bullimore MA. Automated decision tree classification of
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Posterior corneal curvature changes after undersurface methods compared with a neural network approach. Invest
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Ophthalmology 2006; 113: 1125-33. 34. Luce DA. Determining in vivo biomechanical properties of
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topography; a clinical study. Arch Ophthalmol 1991; 109: 38. Fontes BM, Ambrósio R Jr, Jardim D, Velarde GC, Nosé W.
349-53. Corneal biomechanical metrics and anterior segment parameters
28. Abad JC, Rubinfeld RS, Del Valle M, Belin MW, Kurstin JM. in mild keratoconus. Ophthalmology 2010; 117: 673-9.
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Shimomura Y, et al. Comparison of topographic indices that J Refract Surg 2012; 28: 202-8.
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6.B Tomografía de coherencia óptica de segmento


anterior: biomecánica corneal y utilidades clínicas
Margarita Cabanás Jiménez, Ramón Ruiz Mesa, Ana Aramburu del Boz,
Fernando Llovet Osuna, Laura Frau Aguilera y Cristina Peris Martínez

Resumen
La OCT es una exploración no invasiva indispensable en una consulta de segmento an-
terior. Mediante esta técnica se puede caracterizar y cuantificar morfológicamente el
segmento anterior. Es muy útil en el diagnóstico y monitorización de procesos de la
córnea en particular y del segmento anterior en general. Proporciona información a
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

modo de «biopsia tisular» de manera no invasiva. Se prevé en el futuro el desarrollo de


nuevas herramientas diagnósticas que conjuguen la tecnología de mapas de cortes
de OCT seriados de la córnea con parámetros biomecánicos.

Introducción tiéndose en un instrumento básico para el día a día de los


retinólogos. Desde la primera imagen del segmento ante-
La tomografía de coherencia óptica (OCT) fue introduci- rior en el año 1994, ha comenzado a explotarse su poten-
da en la oftalmología en el año 1989 por David Huang, cial, existiendo cada vez más literatura al respecto (1).
que realizó la primera OCT de retina. Supuso toda una La OCT aporta imágenes de alta resolución (< 10 mi-
revolución en la exploración del polo posterior, convir- cras) de la córnea, el ángulo iridocorneal, la cámara

71
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

a­ nterior, el iris y el cristalino, siendo una de sus principa- sitivos, como el Slit-Lamp OCT® (Heidelberg Enginee-
les ventajas el ser un método diagnóstico no invasivo y de ring) y el Cassia SS-1000® (Tomey/AJL) aportan sus sin-
no contacto, a diferencia de la biomicroscopia ultrasóni- gularidades: el primero está integrado en una lámpara de
ca (BMU), su competidor más directo como técnica de hendidura, lo que ahorra espacio en la consulta, aunque
imagen. Otra de las ventajas frente a la BMU es el menor dificulta la obtención de imágenes. El Cassia es el que
tiempo empleado para la obtención de las imágenes. tiene mayor resolución de imágenes, tanto en el eje axial
La técnica de la OCT se basa en el principio de la ópti- como en el transverso, y aporta mapas topográficos. Una
ca conocido como interferometría: mediante un haz de luz última incorporación al mercado ha sido el OCT Opto-
infrarroja obtenemos imágenes parecidas a las obtenidas vue® RTVue-100, con una resolución de solo 5 micras y
en los cortes histológicos de los distintos tejidos del seg- muy alta velocidad de captura; aporta como novedad los
mento anterior. Las imágenes se visualizan en tiempo mapas epiteliales, con aplicaciones crecientes en los cam-
real y nos proporcionan información sobre los tejidos si- bios precoces del queratocono o en las regresiones tras
tuados a distintas profundidades. Para facilitar la interpre- tratamientos refractivos. Existen también equipos de polo
tación de las imágenes obtenidas, el software asigna deter- posterior a los que se les añade la aplicación para el seg-
minados colores a las diferentes estructuras del ojo, siendo mento anterior, como son el 3D Topcon, el OCT HD-­
los colores fríos (azul, verde y negro) los correspondientes Cirrus, el RTVue OCT o el SOCT Copernicus HR (3).
a las estructuras con baja reflectividad (tejidos compuestos A lo largo de este capítulo se repasarán de forma ligera
por elementos que se sitúan paralelos al haz de luz), y los las distintas utilidades de la OCT en el segmento anterior,
colores calientes (amarillo, naranja, rojo y blanco) los asig- tratando de orientar de forma práctica sobre su uso en la
nados a las estructuras con mayor reflectividad (capas per- asistencia clínica, objetivo fundamental de esta monogra-
pendiculares, como el epitelio corneal o la cápsula del fía. Trataremos de ver generalidades y, con ejemplos prác-
cristalino). En la OCT del segmento anterior, la represen- ticos, comentaremos algunas de estas aplicaciones.
tación suele hacerse en escala de grises (2).
La OCT es muy útil en la práctica clínica por diferen-
tes motivos, entre los cuales están:
OCT y biomecánica corneal
• Es una técnica de no contacto, lo que la hace
especialmente útil en personas con colaboración En el año 2008, Liang X et al. publicaron un artículo sobre
dificultosa, en postoperatorios inmediatos, etc. mapas ópticos a microescala de las propiedades biome­
• La rapidez y facilidad de la captura de imágenes cánicas de los tejidos. Las fuerzas mecánicas, como la
desbanca a otras técnicas insidiosas que requieren adhesión o la compresión, juegan un papel crucial en el
la paciencia y el tiempo del que muchas veces desarrollo, crecimiento y comportamiento de los tejidos,
carecemos. y es de gran importancia medir dichas propiedades. Para
• La alta resolución permite medir y visualizar ello desarrollan un elastógrafo de coherencia óptica (OCE)
estructuras anatómicas al detalle, lo que podría utilizando la OCT de dominio espectral y un conductor
asemejarse a una «histología sin biopsia». mecánico. Se trata de un método de imagen que mide las
• Nos permite cuantificar y, por tanto, se trata de propiedades biomecánicas de los tejidos mediante imáge-
una medida objetiva de la estructura que se va a nes in vivo de OCT. Este sistema utiliza ondas mecánicas
estudiar, lo que complementa la medida cualitativa de baja frecuencia que recorren los tejidos y mide la elas-
que nos proporciona la lámpara de hendidura. ticidad basándose en ecuaciones. Los métodos de speckle
• Es ideal para hacer comparativas, controles de tracking, comúnmente utilizados en los estudios tradicio-
evolución e incluso intercambiar opiniones con nales de elastografía, no son necesarios con este sistema,
otros profesionales. evitando, por tanto, los defectos asociados a ese método.
Los resultados de la OCE se validan comparándolos con
Hoy en día existen diferentes equipos de tomografía un método de indentación. Determinando la desviación de
óptica computarizada, cuyos diferentes programas soft- las medidas obtenidas, se calculan las propiedades biome-
ware están en constante actualización y aportan puntos cánicas, logrando realizar mapas de distribución de las
diferenciales entre cada uno de ellos. A modo de resumen, mismas que muestran las diferencias entre los tejidos es-
cabe citar que la tecnología específica de polo anterior tudiados. Los estudios experimentales en tejidos ex vivo
más difundida es el OCT-SA-Visante® (Carl Zeiss Medi- ponen de manifiesto la obtención de mapas dinámicos de
tec). La velocidad de captación de las imágenes, su reso- elasticidad del tejido con una sensibilidad muy baja. Wi-
lución y su alta reproductibilidad han contribuido a ello. lliams et al. tratan de relacionar, con un método de cortes
En el Visante-Omni se añade el topógrafo ATLAS-9000 de OCT seriados de la córnea, la arquitectura corneal con
(discos de Plácido e informe Holladay, para análisis re- su comportamiento biomecánico. Para ello utilizan una
fractivo). Permiten la medición entre dos puntos, el grosor representación numérica que simula dicha estructura. En
corneal, la profundidad de la cámara anterior, el ángulo un artículo recientemente publicado sobre la perspectiva
esclerocorneal y la distancia ángulo-ángulo. Otros dispo- biomecánica del queratocono se describen los métodos

72
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

diagnósticos que nos ofrecen información sobre la misma, pierde información cuantitativa, razón por la cual la OCT
siendo el Ocular Response Analyzer (ORA) el primero en alcanza un creciente interés.
reportar indicadores de biomecánica, como la histéresis La hiperreflectividad anterior al epitelio correspon-
corneal o el factor de resistencia corneal. Posteriormente diente a la lágrima y la posterior es la interfase entre el
el Corvis ST aporta medidas de la presión intraocular, gro- endotelio y el humor acuoso. Se identifican las diferentes
sor y biomecánica. El supersonic shear imaging es otra capas corneales.
técnica de imagen prometedora que estudia la rigidez de La patología de la córnea es variada, y la utilidad de la
la córnea y basa su funcionamiento en la propagación OCT se incrementa a medida que vamos familiarizándonos
de ondas en el estroma corneal, del mismo modo que des- con su uso. Si bien al principio la empleamos en casos
cribíamos anteriormente con la OCE. Recientemente se ha llamativos para «documentar el caso», con la rutina logra-
empleado también tras tratamientos de crosslinking, don- mos profundizar en el detalle y ampliamos su uso para
de la rigidez del estroma aumenta. Y, por último, la corre- ayudar a diagnosticar lesiones o complicaciones quirúrgi-
lación de imágenes seriadas de OCT al mismo tiempo que cas, medir la profundidad de las lesiones o localizarlas en
se induce una deformación de la córnea permite, median- el espesor corneal, valorar implantes corneales, como pue-
te una correlación algorítmica, medir dicha variabilidad. den ser anillos intracorneales o inlays, medir espesores de
Esta técnica tiene algunas ventajas sobre las demás, como flaps o de lecho residual en cirugía refractiva, etc. (9).
una mayor resolución espacial. Se prevé que la evolución En cirugía refractiva su utilidad es variada. Aunque la
de los métodos de imagen para la evaluación biomecánica medida del grosor corneal previa a procedimientos re-
permitirá desarrollar tratamientos personalizados de las fractivos (LASIK) está consensuado que se realice con
diferentes patologías. La bibliografía al respecto aún es ultrasonido, las medidas de OCT se correlacionan con las
escasa (4-6). medidas ultrasónicas y los mapas paquimétricos son muy
reproductibles. Además, no requiere contacto ni inmer-
sión en fluido. Conocer los espesores del lentículo que
Utilidades y ejemplos prácticos hemos realizado nos confirmará que las medidas se
­corresponden con las previstas y las intraoperatorias, apor-
de la OCT en el segmento tándonos la seguridad en el seguimiento de que la abla-
anterior ción ha sido la adecuada. Se puede evaluar la estabilidad
de los espesores corneales y, en los casos de sospecha de
En el estudio de la película lagrimal, la OCT nos permite ectasia, valorar la posibilidad de un adelgazamiento ob-
realizar mediciones cuantitativas, que se han demostrado jetivado mediante la medición paquimétrica de la zona de
reproducibles, tanto del menisco lagrimal como de la lá- sospecha, tratándola de correlacionar con el resto de da-
grima precorneal. Supone, por tanto, una herramienta tos clínicos. Este punto es aún más interesante cuando
añadida para el diagnóstico del ojo seco, así como para la recibimos pacientes tratados en otros centros, aporten o
monitorización de su respuesta al tratamiento (7). no sus datos previos. Nos da tranquilidad poder medir
Lesiones superficiales, como pueden ser degeneracio- directamente los espesores antes de plantearnos algún
nes, granulomas o tumores conjuntivales, pueden moni- otro tratamiento quirúrgico, ayudándonos incluso a la
torizarse y cuantificar sus dimensiones (8). toma de decisiones terapéuticas. Además, en el LASIK
La córnea es una de las estructuras del ojo donde la nos es útil en el estudio y seguimiento de posibles com-
OCT tiene más aportaciones. Aunque la lámpara de hen- plicaciones, como puede ser el endocrecimiento epitelial,
didura permite la visualización directa de la córnea, se lentículos incompletos o fluidos en la interfase (fig. 6-8).

–4,53 mm
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

–4,53 mm
193 µm
413 µm

172 µm
567 µm

A B
Figura 6-8  A. Detalle de endocrecimiento epitelial en la interfase tras LASIK visto con lámpara de hendidura y en retroilumi-
nación. B. Imagen del mismo paciente mediante OCT en modo de alta resolución donde puede apreciarse el perfil irregular del
colgajo corneal, así como la irregularidad en su grosor. Las zonas de crecimiento aparecen como áreas marcadamente blanquecinas
y lineales.

73
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Seriar imágenes nos puede facilitar una visión dinámica mente de su espesor o forma (diafragmada o refractiva),
de la imagen en el momento de la exploración, y en el permite comprobar su profundidad y su posición exacta
tiempo ver la evolución o la respuesta al tratamiento, por o centrado, ambos puntos clave para el éxito de esta téc-
ejemplo, tras limpieza de un endocrecimiento o reabsor- nica.
ción de espacios virtuales en la interfase. La OCT tam- La arquitectura de las incisiones corneales y las posi-
bién colabora de forma importante a la detección precoz bles complicaciones derivadas de una mala incisión se
de las ectasias post-LASIK. pueden valorar también mediante OCT (fig. 6-9).
En los casos de ablaciones superficiales en los que La exploración objetiva que aporta la OCT adquiere
veamos una pérdida de transparencia en el área ablacio- gran valor en las degeneraciones ectásicas corneales,
nada o haze en la lámpara de hendidura, se mostrará la siendo ampliamente utilizada en el queratocono y en la
OCT como una zona de mayor densidad en el estroma y ectasia post-LASIK (10). En ambos casos, el adelgaza-
se podrá localizar la profundidad del mismo. La evolu- miento e incurvamiento localizado de la córnea es la nor-
ción y el control de la eficacia del tratamiento se pueden ma. Para el diagnóstico, nos aporta mediciones del grosor
ir corroborando mediante imágenes seriadas de la córnea corneal y se pueden observar cortes seriados del per-
en cuestión, ayudando a valorar el resultado del trata- fil corneal donde será fácil identificar el área incurvada y
miento médico instaurado. adelgazada. Como herramienta de control postoperatoria
Otros casos de cirugías previas que aparecen con rela- de los segmentos intracorneales, la OCT nos permite me-
tiva frecuencia en la consulta son las cirugías incisiona- dir con exactitud la posición de los anillos y saber a cuán-
les. La estimación de la profundidad de las incisiones que tas micras se encuentran del endotelio y del epitelio cor-
observamos en la biomicroscopia se puede concretar me- neal, si siguen un paralelismo con el endotelio y la zona
diante la OCT, así como su localización exacta y la zona óptica que respetan. Si valoramos, por ejemplo, un pa-
óptica que respetan, midiéndolo con el calibrador. ciente intervenido en el que sospechamos que el segmen-
Otro procedimiento más reciente es la técnica LASIK to está superficial, podremos controlarlo periódicamente
relex smile, en la que, a través de una incisión de 2 mm, y comparar las medidas para detectar a tiempo una extru-
se extrae un lentículo de estroma. Pueden observarse las sión. En el caso de las ectasias post-LASIK, al interés
capas de la córnea una vez extraído y es particularmen- previo se suma el poder medir con exactitud el espesor
te relevante observar que en el postoperatorio no apare- del flap y el comprobar, una vez intervenido, si el implan-
cen las hiperplasias epiteliales que justifican las regre- te queda bien posicionado por debajo de él o si irrumpe
siones miópicas en muchos pacientes intervenidos con en la interfase (fig. 6-10) (11,12).
LASIK. Otra aplicación de interés de la OCT es en pacientes
Los implantes intracorneales, o inlays, son dispositi- tratados con técnicas de crosslinking. Además de com-
vos implantables en el estroma corneal, de material bio- probar que la paquimetría es la mínima necesaria para el
compatible, cuyos problemas derivados de los materiales procedimiento (400 micras para el isoosmolar), podrá
utilizados abocaron inicialmente a su abandono, pero evaluarse la resolución del haze postoperatorio (13).
que, recientemente, retoman de nuevo interés por la mo- En lesiones corneales de etiología infecciosa, al ser
dificación de dichos materiales. La OCT, independiente- una técnica de no contacto, la exploración se facilita. Los

Figura 6-9  Imagen realizada me-


diante OCT-VisanteTM de incisión cor-
neal para la faco­emulsificación del cris-
talino. Véase la fina línea marcada en
blanco que corresponde a la incisión.

74
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

0,17 mm Figura 6-10  Imagen realizada me-


0,26 mm diante OCT-VisanteTM, de un paciente
con ectasia post-LASIK al que se le
implanta un anillo intracorneal de sec-
ción triangular con zona óptica de
6 mm. Observe la línea de demarcación
del flap y cómo el segmento se posicio-
na en el estroma posterior a él, dejando
a distancia la interfase.

leucomas corneales pueden visualizarse y localizarse jerto en toda su extensión es clave para asegurar el éxito
exactamente en la profundidad en la que se encuentran. de la intervención y hacer diagnóstico diferencial entre
Las OCT seriadas permitirían ver su aclaramiento o, por la dislocación del injerto y el fracaso endotelial. Se pue-
el contrario, su estabilidad (fig. 6-11). de medir el grosor de las lamelas con el calibrador. De
Sin duda, una de las aplicaciones en las que la OCT Benito-Llopis et al. describen el uso de la OCT de alta
aporta más en la actualidad es en los trasplantes de córnea. resolución durante el procedimiento quirúrgico, lo que
Con el desarrollo de las técnicas lamelares, la visualización ayuda a guiar la disección manual comprobando la pro-
directa de las distintas capas se hace imprescindible, adqui- fundidad alcanzada antes de la inyección de aire, a des-
riendo especial importancia en el seguimiento postopera- cubrir pequeñas burbujas cuando la big bubble falla o a
torio. detectar viscoelástico intraestromal o el desprendimien-
En la queratoplastia penetrante se debe comprobar la to de la membrana de Descemet tanto tras una querato-
alineación del injerto-huésped, su cicatrización, la curva- plastia endotelial como más raramente, tras facoemulsi-
tura del botón, las posibles dehiscencias de las suturas y, ficación (fig. 6-12) (14).
sinequias, y el estado del epitelio o de la membrana de Otras aplicaciones de la OCT en la córnea son las
Descemet. adaptaciones de lentes de contacto y el estudio de la ar-
En los procedimientos lamelares anteriores (DALK) quitectura de las incisiones corneales, interés en auge con
o posteriores (DASEK), comprobar la adhesión del in- la búsqueda de la nanoincisión en la cirugía del cristalino

–0,15 mm 0,98 mm
–2,29 mm
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

–3,86 mm 118 µm 111 µm


400 µm 447 µm
122 µm
430 µm
84 µm
551 µm

6,95 mm

A B
Figura 6-11  Imágenes realizadas mediante biomicroscopia (A) y OCT (B) de un paciente con leucomas corneales de origen
desconocido. Como antecedente de interés tuvo una conjuntivitis adenovírica con infiltrados subepiteliales de larga evolución. Las
áreas de hiperreflectividad blanquecinas se encuentran a diferentes profundidades en el estroma, detalle difícil de precisar solo con
la biomicroscopia.

75
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B
Figura 6-12  A. Imagen realizada mediante biomicroscopia de un varón de 65 años que presenta descemetorrexis tras facoe-
mulsificación en su OI. La membrana de Descemet posteriormente se pegó con aire en cámara anterior. B. Detalle de los pliegues
en Descemet del OI del mismo paciente vistos mediante OCT-VisanteTM.

y con las nuevas tecnologías. La OCT es útil en las adap- 4. Liang X, Oldenburg AL, Crecea V, Chaney EJ, Boppart SA.
taciones de lentes de contacto, no solo de distintos mate- Optical micro-scale mapping of dynamic biomechanical
tissue properties. Opt Express 2008; 21; 16: 11052-65.
riales y geometrías, sino también para adaptar las lentes
5. Williams D, Zheng Y, Bao F, Elsheikh A. Automatic
de contacto combinadas (piggy bag). segmentation of anterior segment optical coherence
Las medidas biométricas de la cámara anterior se es- tomography images. J Biomed Opt 2013; 18: 56003.
tablecen como claves de seguridad para el implante de 6. Roy AS, Shetty R, Kummelil MK. Keratoconus: a
lentes fáquicas que, como es sabido, requieren unas me- biomechanical perspective on loss of corneal stiffness. Indian
J Ophthalmol 2013; 61: 392-3.
didas mínimas de amplitud de la cámara anterior, depen- 7. Werkmeister RM, Alex A, Kaya S, Unterhuber A, Hofer B,
diendo del modelo de lente que se vaya a implantar (15). Riedl J, et al. Measurement of tear film thickness using
Una vez intervenido, el seguimiento mediante OCT nos ultrahigh-resolution optical coherence tomography. Invest
aportará datos como la posición exacta de la lente, dis- Ophthalmol Vis Sci 2013; 54: 5578-83.
tancia al cristalino, al iris y al endotelio, centrado o 8. Chin EK, Cortés DE, Lam A, Mannis MJ. Anterior segment
OCT and confocal microscopy findings in atypical corneal
Vault. intraepithelial neoplasia. Cornea 2013; 32: 875-9.
Además, el estudio de la cámara anterior mediante 9. Sayegh RR, Pineda R 2nd. Practical applications of anterior
OCT puede ser interesante en los traumatismos oculares, segment optical coherence tomography imaging following
en los que podríamos comprobar la estabilidad anatómica corneal surgery. Semin Ophthalmol 2012; 27: 125-32.
del iris o cristalino. 10. Qin B, Chen S, Brass R, Li Y, Tang M, Zhang X, et al.
Keratoconus diagnosis with optical coherence tomography-
Poder cuantificar las medidas del ángulo iridocorneal based pachymetric scoring system. J Cataract Refract Surg
será de gran valor en la patología glaucomatosa o como 2013; 39: 1864-71.
paso previo a una cirugía del cristalino en un paciente con 11. Fukuda S, Yamanari M, Lim Y, Hoshi S, Beheregaray S,
ángulo estrecho. Oshika T, et al. Keratoconus diagnosis using anterior segment
polarization-sensitive optical coherence tomography. Invest
Ophthalmol Vis Sci 2013; 54: 1384-91.
12. Hashemi H, Yazdani-Abyaneh A, Beheshtnejad A,
Jabbarvand M, Kheirkhah A, Ghaffary SR. Efficacy of intacs
BIBLIOGRAFÍA intrastromal corneal ring segment relative to depth of
insertion evaluated with anterior segment optical coherence
1. Losada D, Ruiz D, Almendral A, Muñoz FJ. Tomografía de tomography. Middle East Afr J Ophthalmol 2013; 20: 234-8.
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Díaz Llopis M (eds.). Madrid: Sociedad Española de corneal collagen cross-linking demarcation line using
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2. Cintrano M, Martín A. Métodos diagnósticos en segmento tomography in keratoconic patients. Am J Ophthalmol 2014;
anterior. Principio para la interpretación de las imágenes de 157: 110-5.
tomografía de coherencia óptica. En: Castillo A (ed.). Madrid: 14. De Benito-Llopis L, Mehta JS, Angunawela RI, Ang M,
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3. Losada D, Ruiz D, Almendral A, Muñoz FJ. Tomografía de Anterior Lamellar Keratoplasty. Am J Ophthalmol 2014; 157:
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Rebolleda G, Díaz Llopis M (eds.). Madrid: Sociedad lens implantation for high myopia. Int J Ophthalmol 2013;
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76
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

6.C Microscopia confocal
José M. Benítez del Castillo y Ricardo Cuiña Sardiña

Resumen
La microscopia confocal ha supuesto un gran avance para el estudio de la córnea, tanto
sana como patológica, ya que nos permite acercarnos de forma no invasiva, in vivo y a
tiempo real a la microestructura de la córnea sin necesidad de tinciones ni otras mani-
pulaciones de la misma (1). Aunque se trata de una técnica de imagen, los resultados de
la exploración nos permiten en ciertos casos, y con matizaciones, hacernos una idea
de determinados aspectos biomecánicos.
Aplicada a la clínica, aporta información inestimable de diversas patologías corneales,
pues facilita el estudio de todas sus capas, la caracterización de las degeneraciones y
distrofias corneales, el diagnóstico diferencial de queratitis infecciosas (amebianas y fún-
gicas) (la resolución de los microscopios confocales actuales no permite observar bacte-
rias) y queratopatías, el estudio del ojo seco y ectasias corneales, los cambios en usuarios
de lentes de contacto y en diabéticos, depósitos por drogas, como amiodarona, cloroqui-
na, ciprofloxacino, oro, plata o enfermedades como el mieloma múltiple y el estudio
in vivo de la biocompatibilidad de los medicamentos por vía tópica. También aporta in-
formación interesante para valorar los resultados posquirúrgicos en intervenciones de
cirugía refractiva (LASIK [laser-assisted in situ keratomileusis], queratotomía radial y
arcuata, PRK [queratectomía fotorrefractiva]), crosslinking y trasplantes corneales (2-5).

pe (TSCM), el Confoscan, el Koester y el Heidelberg


Principios de la microscopia (HRT). Los más utilizados han sido el TSCM, el Confos-
confocal can 4 y el HRT con el módulo de Rostock. Actualmente
solo está comercializado este último.
El principio de microscopia confocal fue introducido por
Marvin Minsky en 1955 (6) y se utilizó inicialmente para
el estudio de las redes neuronales del cerebro vivo (7). Tandem Scanning Confocal Microscope (TSCM)
Lemp et al. fueron los pioneros en examinar la córnea ex
vivo en 1985 (8) y, 5 años más tarde, Cavanagh publicó El primer microscopio confocal fue desarrollado por Petran
las primeras imágenes in vivo de la córnea humana (9). y Hadravsky en 1989 basándose en un sistema de fuente y
La microscopia confocal se basa en la condensación detección con un disco giratorio compuesto por un juego de
de la fuente de iluminación a un tamaño similar al del orificios de distinto tamaño que minimizan la cantidad
punto focal de los objetivos de la lente utilizada para la de luz dispersada arriba y debajo del plano de enfoque, ge-
observación. De esta manera se evita la difusión de la luz, nerando una imagen bidimensional (11). Permite un barrido
y las imágenes que se obtienen está dotadas de alta reso- del tejido a tiempo real que puede grabarse en un sistema
lución tanto lateral (ejes x e y) como axial (eje z), am- de vídeo conectado a un ordenador. El pequeño diámetro de
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pliando hasta 600 veces el tamaño de las estructuras. los orificios (unos 30 µm) dota a las imágenes de alta reso-
Puede desplazarse tanto lateralmente como en profundi- lución lateral y axial, aunque escasa profundidad de campo
dad, con lo que se pueden reconstruir digitalmente imá- (~ 11 µm), y limita la transmisión de luz (0,5-1%), empo-
genes tridimensionales y dinámicas de la córnea (10). breciendo el contraste de las imágenes y la iluminación del
campo (12). Este microscopio ya no se comercializa.

Tipos de microscopios Microscopios confocales de barrido con haz de


confocales luz (SSCM, slit scanning confocal microscope)

Existen cuatro tipos de microscopios confocales para uso Estos microscopios utilizan dos haces verticales de luz
oftalmológico: el Tandem Scanning Confocal Microsco- conjugados ópticamente para la fuente y detección en

77
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

l­ ugar de la apertura de orificios. Las secciones ópticas son se sitúan en dos a seis capas sobre las basales, son poligo-
conseguidas sincronizando la frecuencia y la fase de un nales, tienen el citoplasma hiporreflectante, y el núcleo y
escáner óptico con una videocámara (11). bordes hiperreflectantes; el tamaño es superior al de las
Este sistema permite obtener imágenes con mayor basales, aunque menor que las superficiales. Estas últimas
contraste que el TSCM, sobre todo a nivel del estroma y forman una o dos capas de células poligonales finas con
de las células alares del epitelio corneal. La altura de la bordes y núcleo hiperreflectantes, y citoplasma con ligera
hendidura puede variarse para controlar la profundidad reflectividad, aunque también se han encontrado células
de la sección (Confoscan 3 y 4, aproximadamente 26 µm) con reflectividad inversa a la descrita. Parece que el estado
y la cantidad de luz; sin embargo, el microscopio es solo metabólico determina su aspecto, siendo las más reflectan-
realmente confocal en el eje perpendicular a la altura de tes las metabólicamente activas, y las otras, descamadas o
la hendidura y ofrece menor resolución en el eje transver- muertas. Las células de Langerhans son grandes, hiperre-
sal y axial que el TSCM (12). flectantes con forma dendrítica, y se sitúan entre las células
Dentro de este tipo podemos encontrar el microscopio epiteliales, en mayor medida en la periferia corneal. Su
Koester, Microphthal (Helmut Hund, Wetzlar, Alemania), aparición en el centro es índice de inflamación (2).
aunque los más utilizados en los estudios publicados son
la serie Confoscan —Confoscan 2, Confoscan 3, Confos-
can 4 (Nidek Technologies, Gamagori, Japón), Confoscan Capa de Bowman
P4 (Tomey Corporation, Cambridge, MA, EE. UU.)— (12).
El Confoscan 4, el último empleado de estas característi- Es una capa amorfa acelular hiporreflectante bajo el epite-
cas, ha dejado recientemente de comercializarse. lio de unos 12 µm de espesor formada por fibras de colá-
geno. Puede ser difícil de localizar sin otras estructuras
como referencia, como el plexo nervioso subbasal, que la
Sistema de láser de barrido (LSCM, laser atraviesa (2). De este plexo salen perpendicularmente las
scanning confocal microscope) fibras sensitivas con función de defensa y tróficas para el
epitelio corneal. El plexo nervioso subbasal procede de los
Este sistema está disponible comercialmente como el mó- nervios estromales que atraviesan pequeñas fenestraciones
dulo Corneal Rostock del tomógrafo Heidelberg II (Hei- en la capa de Bowman y forman una red bajo las células
delberg Engineering GmbH, Heidelberg, Alemania). Es basales del epitelio. La densidad del mismo se puede medir
el único que emplea una fuente láser diodo (longitud de como longitud de fibras nerviosas visibles por unidad de
onda de 670 nm), obteniendo las imágenes de mejor de- área (µm/mm2). Esta medida puede realizarse manualmen-
finición al eliminar la aberración cromática. La resolu- te o mediante un software automático. La densidad media
ción lateral y la profundidad de campo son de 1 y 4 µm, normal oscila entre 5,5 µm/mm2 a 11,1 µm/mm2 usando el
respectivamente. La sección óptica del microscopio se TSCM y el SSCM, respectivamente, y 21,7 µm/mm2 con
puede avanzar de manera manual a través del espesor el LSCM, ya que depende de la calidad de las imágenes
completo de la córnea (10,12). Con este microscopio po- obtenidas con los distintos microscopios y de la limitada
demos obtener tanto cortes frontales, visualizando capa a iluminación de los bordes de cada imagen. Para minimizar
capa corneal, como cortes sagitales, observando en una este error potencial debe utilizarse una zona central del
sección diferentes capas corneales. campo donde el grado de brillo sea uniforme (2,12).

Estroma
Estudio de la córnea sana
Está compuesto por queratocitos, colágeno y matriz extra-
El estudio y conocimiento de la córnea normal es nece- celular. Los queratocitos tienen un citoplasma con baja
sario para determinar los estados patológicos de la misma reflectividad, pero lo que puede verse es el núcleo hiperre-
(fig. 6-13). flectante, inmerso en la matriz extracelular y el colágeno,
que son hiporreflectantes, y, por lo tanto, también invisibles
en la córnea sana. Estos núcleos tienen una forma más elon-
Epitelio gada a medida que aumenta la profundidad. La densidad
de queratocitos puede medirse como células por unidad de
El grosor epitelial determinado mediante microscopia con- área (células/mm2) o como células por unidad de volumen
focal es aproximadamente de 54 ± 7 µm en la zona central (células/mm3). Esta medida da lugar a una gran variabili-
y 61 ± 5 µm en la periferia. Está compuesto por tres capas dad intra- e interobservador, que puede reducirse ­mediante
de células: basales, alares y superficiales. Las células ba- los sistemas de análisis automatizados (2,12). La densidad
sales, que miden 10-15 µm de diámetro, forman una mo- de los queratocitos es mayor en el estroma subyacente a la
nocapa y tienen un aspecto hiporreflectante, con un núcleo membrana de Bowman (1.058 ± 217 células/mm2), decre-
y membrana externa hiperreflectantes. Las células alares ciendo a medida que aumenta la profundidad del estroma,

78
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

A B

C D
Figura 6-13  A. Epitelio superficial (corte frontal). B. Capa basal del epitelio (corte frontal). C. Capa de Bowman con el plexo
nervioso subbasal (corte frontal). D. Queratocitos (núcleos) (corte frontal).

hasta 771 ± 135 células/mm2 en la zona posterior. Esta Membrana de Descemet


densidad disminuye un 0,45% por año (2). Estas obser-
vaciones nos conducen a reflexiones biomecánicas. Al ser Es una capa acelular hiporreflectante entre el estroma
los queratocitos los generadores de colágeno, el estroma posterior y el endotelio, que varía de 3-4 µm en el naci-
anterior tendría un papel más importante en la biomecá- miento a 10-12 µm en los adultos (2).
nica corneal que el estroma posterior. Por otra parte, la
disminución en el número de queratocitos con la edad
indicaría una pérdida de resistencia corneal a la deforma- Endotelio
ción con el envejecimiento. La córnea es el tejido más
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

inervado del organismo, tiene 300 veces más terminacio- Está compuesto por una monocapa de células hexago-
nes nerviosas que la piel y 40 veces más que la pulpa nales con citoplasma hiperreflectante, sin núcleo visible
dentaria. Unas 60-80 ramas nerviosas penetran radial- y uniones intercelulares hiporreflectantes. Tiene una
mente en el tercio anterior del estroma; estas se ramifican densidad de unas 3.055 ± 386 células/mm2, con una pér-
y cambian de dirección 90°, penetrando la capa de Bow- dida del 0,6 ± 0,5% al año en adultos. La medida de la
man. Allí vuelven a girar 90°, constituyendo el plexo densidad de células endoteliales con microscopia con-
subbasal. Desde el plexo, los nervios penetran en el epi- focal es fiable y reproducible, con baja variabilidad in-
telio, estimándose unas 16.000 terminaciones nerviosas ter- e intraobservador, siendo comparable con las imá-
por mm2. Los nervios se visualizan como líneas hiperre- genes y medidas obtenidas con microscopia especular.
flectantes que se ramifican tanto en el estroma (más grue- Su estudio mediante microscopia especular es más fácil
sos) como en la Bowman (2). Las terminaciones nerviosas y está automatizado, pero el microscopio confocal
intraepiteliales no son visibles. es útil, sobre todo, en casos en los que esta última no es

79
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

posible o de baja calidad por edema, opacidad o cicatri- telización (17,18). La regeneración nerviosa es más pre-
ces no muy marcadas (2,12). coz en el plexo subepitelial, apreciándose ya a partir del
primer mes, mientras que la regeneración nerviosa en el
estroma anterior se demora hasta el segundo o tercer mes.
La regeneración de las fibras nerviosas es casi total a los
Aplicaciones clínicas 6 meses de la cirugía (19), siendo esta regeneración ner-
viosa tras el XL más rápida que tras otras cirugías cornea-
La microscopia confocal nos permite realizar mediciones les, como PRK, LASIK o queratoplastia penetrante (18).
cuantitativas (el espesor corneal, menos preciso que la pa- En el estroma se ha observado una desaparición de
quimetría ultrasónica y óptica, la densidad de células es- queratocitos por un fenómeno de apoptosis hasta una pro-
tromales y endoteliales, la densidad de nervios subbasales, fundidad mayor y más constante cuando hacemos XL
la profundidad de cicatrices o de interfases quirúrgicas) y tradicional (epi-off), desepitelizando la córnea, que cuan-
el estudio de diversas patologías. Nos centraremos en este do lo hacemos sin desepitelizar la córnea (epi-on). Con el
capítulo en los cambios en la capa de Bowman y estroma- microscopio confocal podemos encontrar la línea de de-
les, ya que son los que condicionan la biomecánica. marcación entre estroma tratado y no tratado. Con el XL
transepitelial la apoptosis es variable, superficial e irregu-
lar, aproximadamente un tercio del procedimiento de XL
Ectasias corneales epi-off clásico. Además, los nervios corneales se ven res-
petados (20). Este menor efecto lesivo podría traducirse
En el queratocono se ha detectado un posible aumento del en un menor efecto biomecánico, aunque se necesitan
tamaño celular en el epitelio, con hallazgos contradicto- estudios para corroborar esto. Así, Mazzotta et al. (17)
rios en cuanto a la densidad; roturas a nivel de la capa opinan que el proceso de apoptosis queratocitaria solo es
de Bowman con invaginaciones epiteliales o incursión de posible si el epitelio es eliminado antes de la aplicación
queratocitos a través de las mismas, nervios más gruesos, de la riboflavina, y esta apoptosis es necesaria para la
pero menos densos, y cambios en los queratocitos. Se ha activación queratocitaria y depósito de nuevo colágeno en
descrito una menor densidad de queratocitos tanto en el la córnea anterior. La repoblación de los queratocitos se
estroma anterior como posterior en los queratoconos clí- produce a partir del segundo o tercer mes, siendo comple-
nicos, subclínicos y en familiares «sanos» de pacientes ta a partir de los 6 meses. Podemos apreciar queratocitos
con queratocono (13). La menor densidad de queratocitos activados en el estroma anterior, comparado con la zona
se correlaciona con la gravedad del queratocono (14). no tratada. Al estar activados, observamos el citoplasma
Esta alteración ultraestructural en los sanos podría pre- de los queratocitos normalmente invisible al cargarse de
disponerlos con el frotamiento ocular a desarrollar la ec- mitocondrias y otras organelas. Los queratocitos produ-
tasia. Las estrías de Vogt se visualizan como bandas al- cirán ahora colágeno y matriz extracelular (fig. 6-14).
ternantes oscuras y brillantes. Los nervios corneales
parecen engrosarse y disminuir la densidad del plexo
subbasal. En las ectasias post-LASIK existe una dismi- Proceso de cicatrización posquirúrgica
nución en el número de queratocitos, pero no existen di- tras cirugía refractiva (LASIK, LASEK y PRK)
ferencias significativas con lo que ocurre tras el LASIK
no complicado (15). En sujetos normales se ha observado Tras la cirugía refractiva corneal se ha observado un engro-
una relación significativa entre el factor de resistencia samiento epitelial incluso 7 años después de la interven-
corneal determinado con el ORA y la densidad de quera- ción. Los nervios corneales centrales son destruidos y su
tocitos en el estroma posterior, lo que significaría que no progresiva recuperación se correlaciona tanto con el tiempo
solo la matriz estromal es responsable de la biomecánica postoperatorio como con el tipo de cirugía. La alteración es
corneal, sino también las células. Estos resultados tienen mayor en el LASIK que en los otros dos procedimientos,
que tomarse con cuidado, ya que en los pacientes con que- al ser la ablación más profunda. La densidad de queratoci-
ratocono no se ha observado esta relación y sabemos tos disminuye en el estroma anterior con la PRK y, en el
que en la resistencia corneal juegan un papel fundamental caso del LASIK, tanto en el flap como bajo la superficie de
la porción anterior de la córnea, y no se observó correla- ablación, no recuperándose hasta 5 años después (12). Se
ción con la densidad celular en el estroma anterior (16). observan también partículas hiperreflectantes en la interfa-
se que se creyó que eran residuos de la cuchilla, pero que
también se ven tras el corte con femtosegundo (fig. 6-15).
Cambios tras crosslinking Tras la queratoplastia penetrante, la densidad celular dismi-
nuye a todos los niveles, y las alteraciones del plexo ner-
Tras el crosslinking (XL), los nervios corneales desapa- vioso subbasal se mantienen hasta 40 años postrasplan-
recen. Mientras que la desaparición de los mismos en el te (2,12). No se ha encontrado correlación entre los cambios
estroma se atribuye a la radiación ultravioleta, en el caso a nivel queratocitario y la biomecánica corneal, ya que la
del plexo nervioso subepitelial es atribuible a la desepi- regresión tendría relación con el engrosamiento epitelial.

80
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

A B

C D
Figura 6-14  A. Queratocitos activados tras crosslinking (corte frontal). B. Queratocitos normales debajo de la zona tratada con
crosslinking (corte frontal). C. Línea de interfase. Arriba, zona no tratada, y abajo, zona tratada. D. Se vuelve a observar línea de
interfase. Arriba se ven queratocitos sanos del estroma posterior, endotelio y cámara anterior.

Queratoplastias yor a los 15 días, disminuyendo de forma paulatina. La


densidad de queratocitos está también disminuida.
Como ya hemos comentado, en el caso de la queratoplas- La pérdida de queratocitos podría ser causa de la inesta-
tia penetrante existe una denervación completa de la cór- bilidad biomecánica y refractiva que estos pacientes tie-
nea trasplantada. Los nervios regeneran lentamente y nen hasta bien avanzado el postoperatorio.
existen estudios que demuestran una densidad de fibras Kobayasi et al. (25) publicaron un estudio con micros-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nerviosas reducidas hasta 40 años después del trasplan- copia confocal en córneas con queratopatía bullosa trata-
te (2,12). También está reducida la densidad de querato- dos con DSAEK (Descemet Stripping Automated En-
citos a todos los niveles (21). La Academia Americana de dothelial Keratopasty). Destacan la presencia de
Oftalmología destacó el papel de la microscopia confocal partículas hiperreflectantes en la interfase, similares a las
para diferenciar si el origen del edema corneal en la que- que encontramos en la interfase del LASIK, haze subepi-
ratoplastia es por insuficiencia endotelial o por rechazo, telial y en la interfase, estructuras en forma de aguja hi-
observando en este segundo caso líneas epiteliales y en- perreflectivas en el estroma posterior de la córnea recep-
doteliales de rechazo, así como la infiltración de células tora y no en el estroma donante. Estas estructuras en
inflamatorias (22). forma de aguja son similares a las encontradas en patolo-
La microscopia confocal en el caso de la queratoplas- gías inflamatorias o en distrofias corneales.
tia lamelar profunda (DALK) muestra la hiperreflectivi- En el caso de la DMEK (Descemet Membrane En-
dad de la interfase (23,24), siendo esta reflectividad ma- dothelial Keratopasty), también se observa un haze sub­

81
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B

C D
Figura 6-15  A. Queratocitos activados tras LASIK (corte frontal). B. Lesiones puntiformes blancas en la interfase que se creía
que eran partículas metálicas de la cuchilla del microquerátomo (corte frontal). C. Interfase (corte sagital). Arriba y abajo se obser-
va el estroma (corte sagital). D. Nervios anormales tras LASIK.

epitelial, así como estructuras en forma de aguja en el es- triglicéridos). No se han reportado cambios a nivel de la
troma, probablemente depósitos cristalinos o lipofuscina, densidad queratocitaria (27).
aunque su importancia y origen exacto no están claros (26).

Lentes de contacto
Queratotomía radial
Las lentes de contacto de uso permanente producen una dis-
Mediante microscopia confocal podemos estudiar los minución en los queratocitos. La presencia de la lente de
cortes. La epitelización de los mismos conlleva una apre- contacto induce la producción de citocinas proinflamatorias
tura dependiente de la hidratación causante de cambios que causan apoptosis o disgenesia queratocitaria. Aunque no
refractivos (fig. 6-16). se han demostrado estos cambios, y no solo los epiteliales,
podrían tener relación con el moldeamiento corneal (28).

Segmentos intracorneales
Ortoqueratología
Después de la inserción de segmentos intracorneales se
observan depósitos a nivel de los canales de lípidos in- Se han observado cambios importantes a nivel epitelial,
tracelulares (colesterol esterificado y no esterificado y pero no en la densidad de queratocitos, aunque algunos

82
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

A B

C D
Figura 6-16  A y B. Imágenes sagitales de cortes normales de queratotomía radial. C y D. Imágenes sagitales de cortes epiteli-
zados de queratotomía radial. El paciente del que se obtuvieron estas imágenes tenía un astigmatismo importante y cambiante a lo
largo del día.

sufren un proceso de activación. El efecto biomecánico 5. Kaufman SC, Musch DC, Belin MW, Cohen EJ, Meisler DM,
podría deberse a una disminución en el grosor de la capa Reinhart WJ, et al. Confocal microscopy: a report by the
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BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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6.D Estudio endotelial de la córnea sana y enferma:


aspectos morfológicos y biomecánicos
Javier Mendicute del Barrio, Nahia Goñi Damborenea y Daniel Coello Ojeda

Resumen
El endotelio corneal es una estructura anatómica corneal de vital importancia en el
mantenimiento de la transparencia corneal. De su fracaso se deriva una hiperhidratación
corneal que genera la pérdida de su transparencia y los cambios cicatriciales posteriores.
El diagnóstico precoz de la pérdida de funcionalidad del endotelio corneal es de suma
importancia para evitar los mencionados cambios antes de que sean irreversibles.

Introducción el envejecimiento o con estímulos como los cambios en


hidratación, oxigenación, agresiones externas o cirugía.
Las propiedades estructurales de la córnea condicionan Dichos cambios resultarán de la interacción entre la ana-
su transparencia y sus cualidades refractivas. Los cam- tomía corneal, sus propiedades materiales, la naturaleza
bios biomecánicos pueden manifestarse clínicamente de la agresión externa y de las respuestas bioquímicas,
como cambios o inestabilidad en su forma en relación con biológicas, estructurales y ópticas del tejido.

84
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

Es difícil imaginar la transparencia corneal sin la inte- incremento del grosor corneal (p. ej., edema corneal) aso-
gridad anatómica y fisiológica de alguna de sus capas. La ciado a retención de agua, existe también una pérdida
estructura anatómico-morfológica puede ser hoy valorada asociada de proteoglicanos estromales (9).
clínicamente por medio de múltiples equipos diagnósticos.
Valorar la competencia fisiológica de sus capas y de la
córnea en su conjunto resulta más complejo, especialmen-
te en un entorno clínico. Los primeros estadios del fracaso Endotelio corneal sano
en el mantenimiento de las cualidades ópticas de la córnea
pueden pasar clínicamente inadvertidos. Siempre se hace El endotelio corneal es una monocapa de células que con-
necesario detectar precozmente las alteraciones de la fisio- trola el flujo de solutos y agua entre la cámara anterior y
logía corneal que pudieran comprometer su transparencia el estroma corneal, siendo determinante en el manteni-
y el mantenimiento de sus cualidades óptico-refractivas, miento de la transparencia corneal. Las células endotelia-
antes de que las mismas se hagan irreversibles. les son hoy entendidas, a pesar de ciertos nuevos argumen-
En este capítulo revisamos cómo el endotelio puede tos experimentales en sentido contrario, como amitóticas.
contribuir a tan importante función. Es necesario asumir Estas células, cuyo origen se encuentra en la cresta neural,
que la mayoría de los comentarios de este capítulo son presentan una morfología hexagonal y un tamaño similar,
generalizaciones basadas en la experiencia experimental adoptando estructura de mosaico; también se ha observa-
y clínica de las últimas décadas. do la presencia de células no hexagonales. La densidad de
las células endoteliales es de 6.000 células/mm2 en el pri-
mer mes de vida, densidad que disminuye hasta 3.500 cé-
lulas/mm2 en los 5 primeros años; esta variación se expli-
Córnea humana ca por el incremento de la superficie corneal y por la
disminución de la celularidad. En córneas sanas, el coefi-
Clínicamente, cuando se evalúa la córnea con una lámpara ciente de variación de la densidad celular es próximo al
de hendidura se observa una estructura transparente y ho- 0,25 y el porcentaje de células hexagonales entre el 70-
mogénea. Sin embargo, desde un punto de vista histológi- 80%. A partir de los 18 años, la densidad de la celularidad
co, ultraestructural y bioquímico, no todas sus capas tienen del endotelio corneal central disminuye a una velocidad
la misma importancia en el mantenimiento de la arquitec- constante de 0,3-0,6%/año, existiendo diferencias raciales
tura corneal. El epitelio desempeña un mínimo papel en su y geográficas (10,11). Existe una densidad endotelial crí-
resistencia a la tracción (1). La importancia de la membra- tica para mantener la transparencia corneal.
na de Bowman es motivo de controversia; mientras que El endotelio corneal secreta colágeno formando la que
para unos su función en el mantenimiento estructural de la puede considerarse su membrana basal, llamada membra-
córnea no sería diferente al del estroma (2), para otros su na de Descemet. En el nacimiento, dicha membrana tiene
retirada no alteraría significativamente sus propiedades aproximadamente 3 µm de espesor y consiste en colágeno
biomecánicas (3). Por otro lado, la posibilidad de adapta- en un patrón de bandas con una periodicidad de 110 nm.
ción a un amplio rango de cambios en la presión intraocu- A lo largo de la vida, las células endoteliales continúan
lar no es más que la expresión de la capacidad de extensión secretando hacia la membrana de Descemet, pero este
y baja rigidez de la membrana de Descemet (4). De lo material no está dispuesto en bandas. A la edad de
mencionado, cabría deducir que el estroma corneal deter- 70 años, la membrana de Descemet alcanza un espesor
mina la biomecánica corneal; de su peso, el 78% sería de 13 µm. (10,11). La división celular contribuye a repa-
agua; el 15%, colágeno, y el 7%, proteínas distintas del rar el daño tisular en muchos tipos de célula. Sin embar-
colágeno, proteoglicanos y sales (5). El endotelio, siendo go, en el endotelio corneal, si esto sucede, representa una
fundamental para controlar el contenido hídrico del estro- pequeña parte de mecanismo de reparación. Estudios
ma corneal, adquiriría una relevancia indirecta en el man- recientes han demostrado que el endotelio humano peri-
tenimiento de las características de la córnea tanto en si- férico posee capacidad proliferativa, aunque limitada,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tuaciones fisiológicas como en respuesta al estrés. especialmente en comparación con el endotelio del cone-
Dentro del estroma corneal, también existen diferen- jo. En el endotelio corneal adulto, el daño endotelial es
cias entre el tercio anterior y los dos tercios posteriores reparado gracias a la elongación y migración de las célu-
de la córnea humana (6). El estroma anterior tiene menor las endoteliales adyacentes (11,12).
contenido acuoso que el posterior (7); esta diferencia Como consecuencia de este mecanismo de reparación,
puede ser debida a la influencia de la atmósfera, que pu- con la edad observaremos cambios respecto al tamaño las
diera ejercer cierto «efecto secado» a través del epitelio, células (polimegetismo) y a la forma, ya que las células
y a la distribución de los proteoglicanos en el estroma pierden la hexagonalidad, convirtiéndose en células pleo-
corneal, habiendo sido demostrado que el estroma cor- mórficas (polimorfismo).
neal anterior tiene una mayor proporción de dermatán Las funciones del endotelio también se modifican a lo
sulfato que de queratán sulfato (8) y una menor concen- largo de la vida; disminuye la función bomba y aumenta
tración de glucosa (7). Clínicamente, cuando existe un la función barrera. Sin embargo, el endotelio tiene una

85
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

reserva importante de células para mantener una función lial que acelera los cambios de la hidratación corneal en
de bomba y barrera suficiente a lo largo de la vida a pesar los cambios de presiones osmóticas (13-15).
de agresiones que puedan disminuir el recuento celular
endotelial (11).
Función de barrera

La función de barrera representa la resistencia a la per-


Funciones del endotelio meabilidad fácil a los solutos y a la pérdida de líquido a
corneal través de la ruta paracelular. Esta resistencia es conferida
por las uniones estrechas (maculae occludens) del endo-
La propiedad más significativa de la córnea es su trans- telio. Además, existen uniones intercelulares llamadas
parencia. En el mantenimiento de esta característica, el GAP formadas a partir de moléculas ensambladas que se
endotelio juega un papel vital, gracias, principalmente, a encuentran cerca de los dominios apicales de las células
dos de sus funciones: 1) transporte y 2) barrera. endoteliales de la monocapa. Las moléculas de trans-
membrana GAP interactúan con sus homólogos en las
células contiguas. Tales interacciones, facilitadas por
Función de transporte las fuerzas de inmovilización intercelulares evocadas
por las uniones adherentes dependientes de cadherina,
La función bomba del endotelio es similar a otros epitelios ocluyen el espacio paracelular (11,15,16).
que regulan el transporte de fluidos. Se basa en la secre-
ción de iones que provocan un gradiente osmótico a nivel
local, movilizando secundariamente el agua a través de la
membrana celular endotelial. El flujo de iones es depen- Objetivos estructurales
diente de mecanismos de transporte activos, como la bom- en la córnea
ba Na+/K+-ATPasa, que se encuentran localizados en la
membrana basolateral del endotelio. Existen, además, La hidratación fisiológica ideal de la córnea es aproxima-
múltiples canales y cotransportadores en las membranas damente del 78% en humanos (17). Es un hecho bien
basolaterales, como el 1Na+:2HCO–, Na+/H+, Na+:K+:2Cl– y conocido que las capas limitantes externa (epitelio) e in-
Cl–/HCO–, que aumentan los niveles intracelulares de terna (endotelio) son lugares donde existe un transporte
HCO– y Cl–. Gracias a estas concentraciones intracelulares activo de iones que regulan la hidratación del estroma
elevadas de HCO– y Cl–, los aniones son dirigidos a través corneal hidrofílico.
de canales apicales selectivos hacia la cámara anterior. La córnea tiene diferentes características entre anima-
Estas cargas negativas atraen Na+ a través de la vía para- les. Tales diferencias morfológicas parecen ser debidas a
celular, que, en combinación con los aniones, formará un adaptaciones al medio en el que se desenvuelve cada es-
gradiente osmótico. Esto, a su vez, generará el movimien- pecie animal. Así, el epitelio, el estroma y el endotelio
to del agua al espacio extracelular, manteniendo así la corneal presentan diferencias morfológicas y funcionales,
transparencia corneal (9,10,13,14,15,16). Se han propues- y diferentes respuestas a condiciones ambientales (aire,
to, además modelos electroosmóticos para explicar el agua con diferentes grados de salinidad, temperatura,
transporte de fluidos a través del endotelio (9,13). Aunque etc.). Por ello, el mantenimiento de la transparencia cor-
la identidad molecular de los mecanismos de transporte y neal se logra a través de diferentes mecanismos dentro de
su papel en la secreción iónica se están estableciendo, la la escala animal.
naturaleza exacta que conduce a la secreción de líquido si- En mamíferos, la transparencia corneal es primariamen-
gue siendo incierta. Con el descubrimiento de las acuapo- te mantenida por el endotelio corneal (17). Epitelio y en-
rinas (más de 10) y la participación concreta de la acua- dotelio de las córneas de mamíferos previenen la turbidez
porina 1 (AQP1) en la permeabilidad del agua del endote- corneal, funcionando como barreras de difusión al fluido
lio, se podría pensar en este como un mecanismo plausible (lágrima o humor acuoso) y actuando como lugares para el
de los flujos de agua. Se ha demostrado que la elimina- transporte activo de iones, induciendo el movimiento os-
ción de las acuaporinas tiene efectos en los tejidos en los mótico de agua hacia fuera del estroma corneal (6).
que la velocidad de secreción es más elevada. Sin embar-
go, se ha visto que las córneas de ratones de las que se
eliminan las acuaporinas son más finas de lo que cabría
esperar si un mecanismo importante de la bomba endote- Exploración del endotelio
lial fuera la AQP1. En estas córneas, la permeabilidad corneal
osmótica está reducida y la velocidad de los cambios en
la hidratación corneal secundarias a cambios osmóticos es El endotelio corneal puede ser estudiado desde diferentes
más lenta. Esto indica que las acuaporinas podrían parti- puntos de vista, siendo los criterios morfológicos, los
cipar como una vía pasiva del flujo del agua transendote- funcionales y los anatómicos, los más frecuentes.

86
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

Hoy, es el análisis morfológico el más introducido en


la práctica clínica. Dentro de los estudios morfológicos, la
exploración con lámpara de hendidura, de uso universal,
no debería ser infravalorada, aunque la microscopia endo-
telial y la confocal proporcionan información mucho más
relevante e independiente del observador. Respecto a los
estudios funcionales, la fluorofotometría, casi practicada
de forma exclusiva en el entorno investigador, y el estu-
dio de la histéresis, son hoy los procedimientos de explo-
ración más extendidos. La paquimetría no debería ser
obviada; siendo un estudio morfológico, puede dar infor-
mación funcional de forma indirecta, aunque también es
cierto que sería preciso tener información de referencia
basal del mismo paciente para que sus cambios puedan ser
reconocidos como expresión de la función endotelial.

Lámpara de hendidura

Este microscopio utiliza una iluminación oblicua que sec-


ciona el tejido estudiado en cortes oblicuos; para ello, la
hendidura de luz proveniente de la lámpara se proyecta Figura 6-17  Imagen de endotelio corneal sano. Pueden
sobre la cara posterior de la córnea. El ángulo entre el apreciarse la morfología y tamaño de las células endoteliales
microscopio y el sistema óptico que observa la ima- corneales.
gen debe ser variado, para así poder maximizar el con-
traste de la imagen. Sin embargo, con este método no se
puede cuantificar la densidad celular de forma precisa ni hexagonalidad (pleomorfismo). Pueden, además, medir
evaluar aspectos morfológicos finos; sí permite observar el grosor corneal y realizar imágenes fotográficas (18,19).
la distribución celular, así como analizar ciertas caracte-
rísticas celulares.
Microscopia confocal

Microscopia especular Los microscopios convencionales de luz están limitados


por la dispersión de luz que se origina por las estructuras
Muchas de las estructuras de la córnea se pueden hacer fuera del plano del punto focal y que degrada la imagen.
visibles gracias a la reflexión especular. Para ello se ne- La microscopia confocal supera este problema empleando
cesitan una superficie plana y cambios importantes del el principio confocal. El microscopio confocal es un méto-
índice de refracción. El índice de refracción de las células do no invasivo para la exploración in vivo de la córnea. Este
endoteliales y el humor acuoso es distinto, consiguiendo microscopio emplea un solo objetivo que se utiliza tanto
una interfase de reflectividad intensa. El microscopio es- para iluminar el punto focal del objeto como para registrar
pecular consiste en una fuente de luz con un mismo án- el reflejo causado por la luz en el objeto. En su camino, el
gulo de incidencia y de reflexión, y un conjunto óptico haz de luz atraviesa varios agujeros estenopeicos y lentes
para la magnificación y captación de imagen refleja- de aumento que consiguen magnificar la resolución óptica
da (18,19). La reflectividad creada entre la superficie de hasta niveles celulares. Los agujeros estenopeicos para la
los cuerpos celulares endoteliales y el humor acuoso per- fuente de luz y para la apertura del detector se conjugan
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mite al observador visualizar el borde de las células en- con el mismo punto en el tejido; se dice que están confo-
doteliales, ya que el borde de las células no forma parte cales. El confocal discrimina la luz que no está en el plano
de esta superficie reflectiva, por lo que en las imágenes de focal gracias al agujero estenopeico situado previo al de-
los microscopios especulares se muestran como espacios tector. Asimismo, gracias al reducido diámetro de estos
negros que rodean las células endoteliales (18). agujeros estenopeicos (tanto el que está a la salida de la luz
Existen microscopios especulares de no contacto, que como el que está previo al detector), la imagen creada con
facilitan la exploración, y microscopios de contacto, este microscopio presenta una mayor claridad (18).
que reducen la reflexión especular del epitelio. Gracias a El recuento endotelial se puede realizar de forma ma-
las imágenes del microscopio especular (fig. 6-17) se pue- nual; esto nos aporta solo la información sobre la densi-
den obtener tanto la densidad media de las células endo- dad celular y el número de células contadas, pero no
teliales, el área de las células y el coeficiente de variación aporta datos morfométricos. Sin embargo, existen múlti-
del área celular (polimegetismo), como el porcentaje de ples programas informáticos, como Nidek Advanced

87
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

­ ision Information System (NAVIS), de ConfoScan


V diferentes a las obtenidas por cortes histológicos. En el
IVCM, que analiza la densidad celular, el número de cé- endotelio normal mostrado por el microscopio confocal,
lulas contadas, el rango de densidad normal relacionado los bordes intercelulares aparecen con doble contorno,
con la edad, la media del área celular, el coeficiente de mostrando un espacio intracelular (fig. 6-18), sobre todo
variación del área celular, la media de número de lados en endotelios con celularidad baja. Algunas células con-
por célula, el coeficiente de variación en el número de tienen gránulos de pigmento fagocitados con depósitos
lados por célula y el porcentaje de hexagonalidad (20). El intracelulares de alta reflectividad (18).
mayor problema del análisis automático es la dificultad
que presenta para la identificación correcta del borde de
la célula, provocando una sobreestimación del recuento Fluorofotometría
en comparación a los sistemas manuales (21). Por lo tan-
to, requiere que los bordes de las células sean comproba- La función de barrera del endotelio se puede evaluar mi-
dos por la persona que está realizando el estudio. Este diendo la permeabilidad del endotelio a la fluoresceína.
análisis semiautomático ha demostrado ajustarse mejor al Una pequeña cantidad de fluoresceína es depositada en el
recuento real de las células endoteliales; implica, sin em- estroma corneal y se difunde a través del endotelio gra-
bargo, mayor tiempo (20,21). Comparando el programa cias a una menor resistencia. La tasa de difusión será de-
Rostock Corneal Module (RCM) con el análisis automá- terminada por la diferencia de concentración entre el es-
tico de la microscopia especular de no contacto, se ha troma y el humor acuoso, y la permeabilidad de la capa
evidenciado una diferencia significativa entre el recuento de células endoteliales a fluoresceína (Jones y Maurice,
realizado por ambos sistemas. El RCM infraestima el re- 1966). Sin embargo, en la mayoría de los estudios se ins-
cuento en pacientes con bajo recuento endotelial y lo so- tila fluoresceína tópica. Cerca de 100-500 ng de fluores-
breestima en ojos con alta densidad de células endotelia- ceína penetran en el estroma corneal a través del epitelio
les (20,22). Comparando ambos sistemas (NAVIS frente y, después de varias horas, cuando el medio de contraste
a RCM), se comprobó que el RCM registra una celulari- se distribuye de manera uniforme a través de la córnea, se
dad más elevada y que esta sobrestimación aumentaba en mide la concentración en la córnea y la cámara anterior
ojos con densidades celulares mayores. mediante un fluorofotómetro (19).
La densidad celular medida por la microscopia confo-
cal es fiable y reproducible con una pequeña variabilidad
intra- e interobservador (18,22). Cuando la córnea disper- Histéresis corneal
sa más luz de lo habitual, las fotografías de la microsco-
pia especular del endotelio corneal pueden ser de baja La histéresis corneal es un indicador de la capacidad cor-
calidad para determinar la densidad celular. Las ventajas neal de absorber y disipar energía. Es una medida que pue-
ópticas de la microscopia confocal aportan una imagen de ser proporcionada por el Ocular Response Analy-
de mejor calidad para el análisis incluso en pacientes con zer (ORA), junto con el factor de resistencia corneal (CRF).
edema corneal (18). El confocal aporta una imagen para- El CRF, derivado de la histéresis corneal, es un indicador
lela a la superficie corneal. Estas imágenes resultan muy de la resistencia global de la córnea y parece estar relacio-

Figura 6-18  Procesado de imagen


endotelial de microscopia confocal. De
una imagen de calidad se obtiene la
densidad celular, así como información
numérica de los tamaños de las células
y de su morfología.

88
Capítulo 6  |  Métodos de estudio y diagnóstico de la morfología y la estructura corneal

nado con el espesor corneal central. Sin embargo, el ORA ría, a la dispersión de la misma, y los diferentes modelos
da una información general de la córnea y no puede valorar que han tratado de explicar la transparencia corneal difie-
sus estructuras anatómicas de forma individualizada. ren en la formulación matemática de la dispersión. El ta-
maño, la forma y el índice refractivo de los constituyentes
del estroma y, en particular, de las fibras de colágeno, son
Otros sistemas los principales factores que determinan la cantidad de luz
dispersada por el estroma corneal. La mayoría de los mo-
Los sistemas comercializados recientemente para el estudio delos modernos se basa en la teoría de Maurice (23). Se-
estructural del segmento anterior (OCT, OCT-Visante, Pen- gún este modelo, las fibrillas de colágeno se encuentran
tacam o Artemis, entre otros) no realizan un estudio mor- empaquetadas formando una red tridimensional, de tal
fológico del endotelio y, por lo tanto, no aportan datos cua- forma que se producen una interferencia destructiva de la
litativos ni cuantitativos sobre dicha capa. Sí que pueden luz que se desvía fuera de la dirección de avance y una
aportar información sobre la relación anatómica del endo- interferencia constructiva en la dirección de avance. Cuan-
telio respecto a otras estructuras del segmento anterior. do existe un estado de disfunción endotelial, se produce
un paso de fluido hacia el estroma, que distorsiona la dis-
tancia entre las fibrillas de colágeno, por lo que se genera
dispersión de la luz y una pérdida de la transparencia cor-
Fracaso endotelial y cambios neal. Desde el punto de vista paquimétrico, la córnea sana
estructurales sobre la córnea presenta un patrón de espesor concéntrico, disminuyendo
su grosor desde la periferia hacia el centro. En pacientes
La primera manifestación clínica del fracaso endotelial es con queratopatía bullosa o distrofia endotelial de Fuchs,
el aumento de contenido hídrico en el estroma corneal, este adelgazamiento central desaparece y es sustituido por
hecho que provoca el aumento del espacio entre las fibras un engrosamiento de la zona central de la córnea, siendo
de colágeno y una posterior alteración de los proteoglica- la zona paracentral temporal inferior la de mayor espesor,
nos que conllevan la pérdida de transparencia corneal con un adelgazamiento relativo en el área medio-periférica
(fig. 6-19). De no revertir esta situación, la consecuencia nasal superior. La córnea periférica se afecta mínimamen-
inevitable sería la cicatrización estromal. te, excepto en los casos más graves (24).
El endotelio corneal, mediante su función de barrera y Topográficamente, el edema corneal produce un apla-
de bombeo, mantiene la córnea en un estado de hidrata- namiento de la superficie posterior de la córnea, princi-
ción óptimo que le permite preservar sus cualidades ópti- palmente debido al engrosamiento de la zona central
cas. Una de las propiedades más importantes de la córnea hacia la cámara anterior. Este aplanamiento es más pro-
es su capacidad de transmisión de la luz dentro del espec- nunciado en la zona paracentral temporal e inferior, en
tro visible. Han existido múltiples hipótesis para explicar concordancia con los hallazgos paquimétricos. En cuanto
la transparencia corneal, pero aún no existe una teoría a la superficie anterior, en la distrofia endotelial de Fuchs
aceptada de manera universal. La atenuación de la luz du- no se producen modificaciones significativas en los valo-
rante su paso a través de la córnea es debida, en su mayo- res de curvatura (R) y asfericidad (Q) (24).
La arquitectura y las propiedades biomecánicas de la
córnea pueden explicar los patrones de deformación que
se producen en la queratopatía bullosa. En cuanto a las
propiedades bioquímicas, el queratán sulfato posee una
Fracaso endotelial
capacidad de absorción de agua mayor que el dermatán
sulfato (25). La relación dermatán sulfato/queratán sulfa-
Aumento de contenido hídrico en la córnea to es menor en el estroma posterior que en el anterior (26).
Además, en el estroma anterior hay una menor densidad
de queratocitos y las lamelas de colágeno presentan una
Aumento de espacio entre las fibras de colágeno
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mayor compactación y capacidad de resistencia a la de-


formación. Por todo ello, el estroma anterior es más re-
Alteración de los proteoglicanos sistente a la hidratación que el estroma posterior (27-31).
El grosor corneal central ha sido utilizado como el úni-
Pérdida de transparencia corneal
co parámetro para determinar la rigidez corneal in vivo.
El ORA permite el estudio de algunas de las propiedades
biomecánicas de la córnea in vivo. Los pacientes con dis-
Cicatrización estromal trofia endotelial de Fuchs presentan unos valores de his-
téresis corneal (CH) más bajos que los sujetos sanos. El
Figura 6-19  Cambios morfológicos por fracaso endotelial CRF muestra una correlación positiva con el espesor cor-
en la córnea. Se muestra la cascada de hechos condicionados neal central en sujetos sanos, pero, cuando existe disfun-
por el fracaso endotelial. ción endotelial, el CRF se correlaciona negativamente,

89
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

indicando que, a mayor hidratación corneal, menor CRF. 9. Mergler S, Pleyer U. The human corneal endothelium: New
Por tanto, el grosor corneal central no debería ser tomado insights into electrophysiology and ion channels. Klin Monbl
Augenheilkd 2011; 228: 520-4.
en cuenta como el único factor para determinar la rigidez 10. Bourne WM. Biology of the corneal endothelium in health
corneal in vivo (32). and disease. Eye 2003; 17: 912-8.
La córnea en condiciones normales es responsable de 11. Joyce NC. Proliferative capacity of the corneal endothelium.
un tercio del deslumbramiento por luz dispersa o stray­ Prog Retin Eye Res 2003; 22: 359-89.
light (SLT) intraocular. Esta proporción permanece casi 12. Joyce NC. Cell cycle status in human corneal endothelium.
Exp Eye Res 2005; 81: 629-38.
constante con la edad, pero se puede incrementar por la 13. Bonanno JA. Molecular mechanisms underlying the corneal
presencia de opacidades corneales o edema, producién- endothelial pump. Exp Eye Res 2012; 95: 2-7.
dose una disminución de la calidad visual, de forma mu- 14. Bonanno JA. Identity and regulation of ion transport mechanisms
cho más acusada que el efecto sobre la agudeza visual. La in the corneal endothelium. Prog Retin Eye Res 2003; 22: 64-94.
15. Srinivas SP. Dynamic regulation of barrier integrity of the
inducción experimental de edema corneal mediante lente corneal endothelium. Optom Vis Sci 2010; 87: 239-54.
de contacto da lugar a un aumento del 50% de la SLT por 16. Srinivas SP. Cell signaling in regulation of the barrier integrity
cada 10% de engrosamiento corneal (32). of the corneal endothelium. Exp Eye Res 2012; 95: 8-15.
Una posible forma de valorar la dispersión de la luz en 17. Edelhauser HF, Geroski DH, Stern ME. Glucose metabolism in
el ojo puede ser mediante el examen biomicroscópico de the cornea and lens in elasmobranch, teleosts and mammals:
Response to thiol-oxidation. Fed Proc 1980; 39: 3213-21.
las opacidades de los medios oculares, lo cual puede ha- 18. Böhnke M, Masters BR. Confocal microscopy of the cornea.
cerse de forma objetiva mediante densitometría basada en Prog Retin Eye Res 1999; 18: 553-628.
imágenes Scheimpflug de lámpara de hendidura. Sin em- 19. Bourne WM, McLaren JW. Clinical responses of the corneal
bargo, la biomicroscopia solo puede estimar la dispersión endothelium. Exp Eye Res 2004; 78: 561-72.
de la luz hacia atrás (backward scatter), mientras que la 20. Patel DV, McGhee CN. Quantitative analysis of in vivo
confocal microscopy images: a review. Surv Ophthalmol
dispersión retiniana (SLT) corresponde a la dispersión 2013; 58: 466-75.
hacia delante (forward scatter) (33). 21. Kitzmann AS, Winter EJ, Nau CB, McLaren JW, Hodge DO,
El Optical Quality Analysis System (OQAS; Visiome- Bourne WM. Comparison of corneal endothelial cell images
trics, Tarrasa, España) utiliza una técnica de doble paso a from a noncontact specular microscope and a scanning
confocal microscope. Cornea 2005; 24: 980-4.
partir de una fuente de luz puntual, analizando la imagen
22. Salvetat ML, Zeppieri M, Miani F, Parisi L, Felletti M,
retiniana. Las imágenes obtenidas contienen toda la infor- Brusini P. Comparison between laser scanning in vivo
mación acerca de la calidad óptica del ojo, incluidas las confocal microscopy and noncontact specular microscopy in
aberraciones de alto orden y la luz difusa (dispersión o scat- assessing corneal endothelial cell density and central corneal
tering). El diseño del instrumento permite su utilización en thickness. Cornea 2011; 30: 754-9.
23. Maurice DM. The structure and transparency of the cornea.
la práctica clínica, para la determinación objetiva de la ca- Physiol 1957; 136: 263-86.
lidad visual, por lo que podría ser utilizado como comple- 24. Brunette I, Sherknies D, Terry MA, Chagnon M, Bourges JL,
mento de la agudeza visual, para la evaluación de pacientes Meunier J. 3-D characterization of the corneal shape in Fuchs
en estadios precoces de descompensación endotelial. dystrophy and pseudophakic keratopathy. Invest Ophthalmol
Vis Sci 2011; 52: 206-14.
25. Plessy B, Bettelheim FA. Water vapor sorption of keratan
sulfate. Mol Cell Biochem 1975; 6: 85-91.
26. Freund DE, McCally RL, Farrell RA, Cristol SM,
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2. Wilson SE, Hong JW. Bowman´s layer structure and function: 28. Møller-Pedersen T, Ehlers N. A three-dimensional study of the
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90
Capítulo 7

Biomecánica corneal y presión


intraocular
M.ª Ángeles del Buey Sayas, José Á. Cristóbal Bescós, Javier Escuer Gracia,
José F. Rodríguez Mata y Begoña Calvo Calzada

Sumario del capítulo

Introducción 91 Nuevas generaciones de tonometría  95


Tonometría y propiedades biomecánicas de la córnea  92 Tonómetro de contorno dinámico Pascal®  95
Tonometría por aplanación  92 Ocular Response Analyzer (ORA)  96
Influencia de las propiedades corneales Corvis 97
en la determinación de la tensión ocular Bibliografía 101
por aplanación  93
Influencia del espesor corneal central  93
Influencia de la curvatura corneal  94
Influencia del astigmatismo  95
Influencia de la histéresis corneal  95

Resumen
El conocimiento del comportamiento biomecánico de la córnea ha aportado nuevas dimen-
siones en el estudio de la tonometría ocular. Los resultados de los estudios clínicos, mate-
máticos y numéricos han demostrado que la toma de presión intraocular (PIO) que realiza-
mos por aplanamiento de la córnea está influenciada por la morfología (curvatura, espesor,
astigmatismo) y por las propiedades biomecánicas de la misma. Así, si los registros de la
PIO de Goldmann se realizan sobre córneas estándar, los valores determinados serán reales,
pero, si se practican sobre córneas con morfología o propiedades biomecánicas fuera de los
rangos normales, las estimaciones no serán tan exactas. Las nuevas generaciones de tono-
metría, como el Ocular Response Analyzer (ORA), proporcionan medidas de determinadas
propiedades biomecánicas de la córnea y un valor de presión intraocular compensa-
da (IOPcc) no influenciada por las propiedades biomecánicas o el espesor corneal, ya que
en su cálculo se consideran propiedades biomecánicas obtenidas en dicha córnea.

Introducción la neuropatía óptica glaucomatosa que puede tratarse.


Sin embargo, en la práctica no se pueden realizar medi-
La medida de la presión intraocular (PIO) es una explo- das directas, por lo que la determinación de la PIO debe
ración fundamental para el diagnóstico, clasificación y hacerse indirectamente a través de las paredes oculares.
seguimiento de los pacientes con glaucoma. Es muy Las técnicas para la estimación de la PIO han evolucio-
importante obtener una medida fiable, ya que la PIO es nado desde que en 1826 sir William Bowman (1) enfatiza-
el único factor de riesgo en el desarrollo y progresión de ra sobre la importancia de la estimación digital de la ten-
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

91
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

sión ocular en su práctica clínica. Cuando aparecieron los mos a lo largo del capítulo, el conocimiento del compor-
primeros tonómetros a finales del siglo xix, muchos oftal- tamiento biomecánico de la córnea ha aportado nuevas
mólogos confiaban más en su habilidad para la palpación dimensiones al estudio de la tonometría ocular, y destaca
que en las nuevas tecnologías. A principios del siglo xx, a su importancia para la determinación de una PIO más
pesar de existir varios modelos de tonómetros en el merca- real, sobre todo en caso de córneas alteradas.
do, la tonometría por palpación digital permanecía como
el gold standard. Se necesitaron décadas para que se gene-
ralizara el uso de la tonometría mecánica en el examen Tonometría por aplanación
ocular, a final de los años veinte. El primer tonómetro de
uso clínico generalizado fue el diseñado por Hjalmar La única tonometría ocular real sería aquella determina-
Schiotz, basado en el principio físico de la indentación. ción de la tensión ocular realizada mediante un manóme-
Pero, desde la introducción del tonómetro de aplanación tro introducido en el interior del ojo. En la práctica clíni-
en los años cincuenta, la tonometría de aplanación de ca, lo que en realidad determinamos es la presión que
Goldmann (TAG) se generalizó, de forma que ha perma- ejercemos en el ojo, y la extrapolamos a la PIO.
necido durante más de 50 años como el gold standard. La tonometría de aplanación de Goldmann se basa en la
En los últimos años estamos siendo testigos de una ley de Imbert-Fick (W = p × A), que determina la presión
nueva era de tonómetros que intentan subsanar los errores necesaria para aplanar una esfera seca perfecta de paredes
de estimación de la PIO que presenta la TAG, y que pro- delgadas, según la cual la PIO (p) se infiere de la fuer-
porcionan una medida más independiente de la forma y za (W) requerida para aplanar una cierta área (A) de la
estructura de la córnea. Numerosos estudios avalan las córnea central. Considerando las condiciones de la córnea,
ventajas de estas nuevas tecnologías de cara al diagnósti- esta ley requería de una modificación básica (W + s = p ×
co y a la precisión de estimación de la PIO, pero su rela- A + b); donde s representa la fuerza de tensión superficial
tiva complejidad y su precio, frente a la simplicidad de la causada por la película lagrimal y b la resistencia de la
TAG, han relegado estos dispositivos a consultas especia- córnea a la flexión (fig. 7-1). Atendiendo a estas modifica-
lizadas. También hay que considerar que su estudio y ciones, Goldmann determinó que la aplanación se realiza-
desarrollo surge, principalmente, del entorno científico de ría mejor con un instrumento que incidiese sobre una zona
la córnea, donde se plantea un nuevo punto de vista del de 3,06 mm de diámetro, ya que, con el área correspon-
glaucoma que atañe a uno de los pilares básicos, la toma diente, la resistencia de la córnea a la aplanación está equi-
de PIO por TAG. Solo el tiempo nos dirá si alguno de librada por la atracción capilar de la película lagrimal del
estos dispositivos, o sus futuros desarrollos, llegará a ge- tonómetro (5). De esta forma, s y b se hacen iguales y se
neralizar su uso y a convertirse en un nuevo referente. anulan entre sí, reduciendo la ecuación a la forma simple.
En este capítulo desarrollaremos cómo influyen las La toma de PIO con TAG se realiza mediante la visua-
propiedades biomecánicas de la córnea en la toma de PIO lización del contacto interior de dos semicírculos finos,
por TAG y la aportación de las nuevas tecnologías que generados por el aplanamiento del doble prisma del cono
consideran estas propiedades. truncado acoplado en la cabeza del tonómetro y colocado
contra la córnea, tras la instilación de fluoresceína sódica
y un anestésico. Pero, con la aplicación de la ley de Im-
bert-Fick al aplanamiento corneal, se asumen condicio-
Tonometría y propiedades nes que no son reales, como que la córnea tiene un radio
biomecánicas de la córnea de curvatura constante, que siempre es esférica, con un
espesor mínimo, y que presenta la misma rigidez en todos
Desde hace tiempo se sospecha que existe una influencia los casos.
notable de las propiedades biomecánicas de la córnea en Los resultados de los estudios clínicos, matemáticos y
la medida de la PIO. Ya en los años cincuenta, David Mau- numéricos han demostrado que la determinación de la
rice utilizó conocimientos fisiológicos, histológicos y es- PIO que realizamos por aplanamiento de la córnea está
tructurales para el desarrollo de modelos de tonometría y influenciada por la morfología (curvatura, espesor, astig-
la posible aplicación de estas herramientas al estudio de matismo) y por las propiedades biomecánicas de la mis-
situaciones patológicas de la córnea (2,3). En los años ma (6-8), de forma que si los registros se realizan sobre
sesenta se comenzaron a desarrollar modelos de córnea córneas estándar, los valores determinados serán reales,
con el objeto de realizar estudios sobre tonometría (4). pero si se practican sobre córneas con morfología o pro-
Hasta hace poco tiempo, en la práctica clínica solo piedades biomecánicas fuera de los rangos normales, las
podíamos analizar aspectos puramente ópticos o geomé- estimaciones no serán tan exactas. Existen numerosas
tricos de la córnea, como determinar su espesor y su for- patologías sujetas a cambios de algunos de estos factores
ma. Solo desde hace unos años los clínicos somos capa- (córneas intervenidas de cirugía refractiva, queratoplas-
ces de medir algunas de las propiedades biomecánicas de tias, distrofias corneales, etc.) e incluso en alguna coexis-
la córnea, como la histéresis, y valorar de este modo el ten rangos alterados de espesor, curvatura, estructura y
comportamiento del tejido corneal in vivo. Como vere- astigmatismo, como en el caso de las ectasias corneales

92
Capítulo 7  |  Biomecánica corneal y presión intraocular

W + s= p • A +b

Fuerza o carga tonométrica


Figura 7-1  Representación de la
Resistencia W ley de Imbert-Fick, considerando
a la flexión Tensión la tensión superficial (s) y la resistencia
superficial de la córnea a la flexión (b). La PIO (p)
A se infiere de la fuerza (W) requerida
para aplanar una cierta área (A) de la
córnea central. Con una superficie de
apoyo corneal de 3,06 mm de diámetro,
s y b se igualan (en el área correspon-
diente al diámetro 3,06 mm, la resisten-
Presión intraocular, p cia de la córnea a la aplanación está
equilibrada por la atracción capilar de
la película lagrimal del tonómetro).

naturales o posquirúrgicas. Es en estos casos donde se terar la medida obtenida, pero consideró que las variacio-
debe intentar determinar un valor más real de PIO, ya nes no serían significativas. Más tarde, en los años seten-
que, como veremos, las variaciones pueden ser notables. ta, Ehlers et al. (11) determinaron, mediante manometría,
que la TAG se ajustaba más a la presión intracamerular
real cuando el ECC era de 520 µm, de forma que las
Influencia de las propiedades corneales desviaciones de este valor de grosor corneal se traduci-
en la determinación de la tensión ocular rían en supra o infraestimaciones de la PIO real. Estudios
por aplanación posteriores han intentado relacionar el espesor corneal y
el glaucoma, encontrando que los pacientes diagnostica-
La TAG se ha mantenido como patrón de referencia du- dos de glaucoma de ángulo abierto presentaban un ECC
rante 50 años, a pesar de las fuentes de inexactitud reco- de aproximadamente 550 µm. Los sujetos considerados
nocidas por sus propios inventores (Goldmann, 1957), en hipertensos oculares tenían medidas alrededor de 580 µm,
especial la variación del espesor corneal central (ECC). y los normotensos, de 514 µm. Esto implicaría que un
Desde entonces, se han realizado numerosos estudios 44% de los pacientes normotensos podría reclasificarse
para su evaluación y se han desarrollado nomogramas de como glaucoma de ángulo abierto, y que un 35% de los
corrección para su aplicación clínica (9,10). Las princi- hipertensos podría hacerlo como normal (12-16). Ade-
pales fuentes de errores que afectan a la tonometría de más, el estudio multicéntrico Ocular Hypertension
aplanación afectan a todos los tonómetros de tipo Gold- Treatment Study (OHTS) reconoce el espesor corneal
mann, a otros tipos de tonómetros de contacto, como el como un factor de riesgo en sí mismo, al concluir que
Tonopen o la tonometría de rebote, y a los tonómetros pacientes con córneas cuyo ECC era inferior a 555 µm
convencionales de no contacto. tienen mayor riesgo de desarrollar glaucoma que aquellos
Se sabe que los factores morfológicos y biomecánicos con un espesor superior a 588 µm (17).
corneales pueden modificar los resultados de la TAG. Los primeros estudios de Ehlers mostraron que una
Pero la única forma de confirmar cómo afecta cada uno desviación de 100 µm de espesor corneal central equiva-
ellos sería la valoración de su efecto de forma indepen- lía a unos 7 mmHg de diferencia tensional. Este trabajo
diente (manteniendo constante todos los demás) en un ojo fue seguido por otros muchos estudios clínicos, numéri-
sometido a la misma PIO. Esto no es posible en la prác- cos y matemáticos. La mayoría de los estudios estaban de
tica clínica. En este sentido, la creación de modelos para acuerdo con la existencia de una fuerte asociación entre
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el estudio del comportamiento corneal, a través de simu- TAG y ECC, pero los resultados obtenidos son dispares,
laciones numéricas, puede suponer una gran ayuda. En el con horquillas de desviación amplias, comprendidas en-
apartado 1 se muestra el modelo biomecánico de globo tre 0,7 y 4,5 mmHg (18) (tabla 7-1).
ocular y tonómetro que hemos desarrollado para la reali- Conocer la equivalencia de presión en aquellos pacien-
zación de los ensayos de tonometría, con el objetivo de tes con un ECC alejado de la media es un problema que
enriquecer los resultados hallados en la clínica. no se ha aclarado hasta el momento. Aunque, en general,
un aumento del ECC supone una sobreestimación de la
PIO, hay estudios que demuestran que si el aumento del
Influencia del espesor corneal central ECC se produce por la existencia de un edema corneal, la
medición puede artefactarse, induciendo realmente una
Cuando Goldmann diseñó el tonómetro de aplanación, infraestimación de la PIO (19), como también hemos ob-
era consciente de que los cambios de espesor podían al- servado en casos de distrofia endotelial y queratoplastias

93
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 7-1  Resultados de los estudios realizados para la valoración del efecto en la tensión de aplanación
de Goldmann (TAG) ante cambios de 100 μm de espesor corneal central (ECC)
Efecto en la TAG de cambios de 100 μm
Autores Año de ECC (mmHg) Observaciones
Ehlers et al. 1975 7,1 Estudio de manometría en ojos in vivo
Wolfs et al. 1997 1,9 395 sujetos
ECC = 537 μm (427-620)
Foster et al. 1998 1,8 (ojo derecho), 2,4 (ojo izquierdo) 1.242 sujetos
ECC = 495 ± 32 μm (ojo derecho)
ECC = 514 ± 32 μm (ojo izquierdo)
Stodtmeister 1998 0,7 579 sujetos
ECC = 585 ± 41 μm (475-721)
Shah et al. 1999 1,1 908 sujetos
Bhan et al. 2002 2,3 181 sujetos sanos
ECC = 551 ± 49 μm
Foster et al. 2003 1,5 a 1,8 1.232 sujetos
Shimmyo et al. 2003 1,6 1.976 sujetos
ECC = 551 + –35 μm
Gunvant et al. 2004 2,7 334 sujetos sanos
ECC = 518 μm (426-616)
Schneider y Grehn 2006 4,5 100 pacientes sanos
Orssengo y Pye 1999 4 Estudio matemático
Liu y Roberts 2005 1,6 Estudio matemático
Elsheikh et al. 2011 1,65 Estudio numérico

con rechazo (10). Estudios posteriores sugieren que la al disminuir el espesor corneal. También hay evidencia
rigidez de la córnea o la resistencia mecánica a la defor- de que el cambio en la rigidez del material afecta a la
mación bajo la carga de la tonometría, en lugar solo del respuesta a la variación del ECC. Para un material más
ECC, son las responsables de los errores de la TAG rígido (mayor valor del módulo elástico), la resistencia
(20,21). Además, apuntan a otros factores que podrían estructural de la córnea aumenta y el efecto de la varia-
afectar a la rigidez corneal, como la curvatura corneal ción del ECC en la medida de la PIO mediante TAG es
central. Todo lleva a pensar que existen otros factores más pronunciado.
corneales, diferentes del espesor, capaces de modificar la
toma tensional, y que explican por qué la influencia del
Influencia de la curvatura corneal
ECC sigue siendo un tema controvertido.
Los estudios realizados con el Ocular Response Cuanto más pronunciada es la curvatura corneal y menor
Analyzer (ORA) muestran que en córneas biomecánica- el radio de curvatura, mayor es la fuerza que debemos
mente fuertes y con espesor corneal elevado se sobrees- aplicar en la córnea para producir el área estándar de
tima la PIO. Pero en otros casos, como en la distrofia aplanación, lo que conducirá a un incremento del valor
endotelial de Fuchs, se constata la existencia de espesor de la PIO registrada. Además, el consiguiente incremen-
corneal elevado con deterioro biomecánico (22). Estos to del desplazamiento del fluido aumenta la contribución
hallazgos destacan la importancia de la hidratación del de la rigidez ocular a sobreestimar la PIO (23,24).
estroma o la existencia de edema en córneas gruesas, ya Medeiros encuentra que por cada milímetro de incre-
que supondría un grave error en la estimación de la PIO mento en el radio de curvatura corneal (córnea más pla-
por TAG. Y, además, este error se incrementaría si se apli- na), existe un descenso en la estimación de la PIO de
can las correcciones actuales de espesor, que estarían 3,33 mmHg. Esta influencia era menor cuando se corre-
indicadas en casos de córneas gruesas y biomecánica- gían otros factores y se mantenía relativamente indepen-
mente fuertes. diente del espesor corneal central (15). Liu y Roberts (20),
En el apartado 2 se describe el ensayo de variación de sin embargo, refieren que el efecto se mantiene por deba-
espesor realizado sobre el modelo biomecánico para la jo 1,14 mmHg por cada cambio de 1 mm en el radio de
determinación de una PIO de 15 mmHg. Los resultados curvatura en el central.
indican que existe una sobreestimación de la tensión ocu- En patologías como el queratocono, en las que coexis-
lar al aumentar el espesor corneal, y una infraestimación ten un espesor corneal disminuido y una curvatura eleva-

94
Capítulo 7  |  Biomecánica corneal y presión intraocular

da con un ápex corneal descentrado y asimétrico, algunos en aquellas más blandas (20,22). Estos hechos se han
de estos factores indicarían infraestimación (caso del ­corroborado por estudios recientes, realizados con nuevas
ECC) y otros supraestimación (curvatura elevada), lo generaciones de tonómetros, sobre patologías con altera-
que, unido a la irregularidad de contornos en la tonome- ciones estructurales y propiedades biomecánicas alteradas,
tría, hace que hasta el momento haya sido prácticamente que además cursan con aumento o disminución de espeso-
inestimable el valor de la PIO real. De forma similar, nos res y curvaturas, como veremos en el siguiente capítulo.
encontramos con estas situaciones en algunos casos de
queratoplastias, distrofias corneales, córneas con querato-
patía bullosa, ectasias post-LASIK, etc.
En el apartado 3 se muestra el ensayo de variación de Nuevas generaciones
curvatura sobre el modelo biomecánico, en el que se apre- de tonometría
cia que, al aumentar el radio, la curvatura corneal dismi-
nuye, produciéndose una reducción de la resistencia es- La extensa investigación de tonometría ha conseguido
tructural frente a la aplanación del tonómetro y, por tanto, numerosos avances tecnológicos y una nueva generación
una infraestimación de la PIO. de sofisticados tonómetros, que no se basan en el princi-
pio de aplanación, en un intento de subsanar los errores
de la TAG. Analizaremos los más destacados, como el
Influencia del astigmatismo
tonómetro de contorno dinámico Pascal y el ORA, así
Cuando existe un astigmatismo significativo, los semicírcu­ como el Corvis, de reciente aparición en el mercado.
los que se producen son elípticos, y esto altera la precisión
de la medición obtenida. Debemos tener en cuenta que por
cada 4 dioptrías (D) de astigmatismo puede existir una di- Tonómetro de contorno dinámico Pascal®
ferencia de 1 mmHg en casos de astigmatismo regular.
Pero, en casos de queratoplastias, ectasias o cicatrices, la La tonometría de contorno dinámico (TCD) proporciona-
imagen es además irregular, y la medición es todavía me- da por el tonómetro Pascal® (Ziemer Ophthalmic Sys-
nos precisa (25). tems, AG, Suiza) es un método para medir la PIO de
manera continua y transcorneal. Se basa en el principio
de Pascal, en el que la presión ejercida a un fluido confi-
Influencia de la histéresis corneal
nado es transmitida sin disminuir a través del recipiente.
Hace tiempo que se conoce la existencia de un efecto La TCD utiliza un terminal con una curvatura similar a la
significativo de las propiedades del material del tejido de la córnea, en el que se encuentra incluido un sensor de
corneal sobre la TAG, pero el valor práctico de este ha- presión (fig. 7-2). El aparato «fuerza» la zona central
llazgo estaba limitado por la incapacidad para medir las de la córnea para que se adapte al contorno del terminal,
propiedades biomecánicas de la córnea in vivo. y en estas condiciones de igualdad de contornos, las pre-
En el apartado 4 analizamos la influencia de la estruc- siones en ambos lados de la córnea serían iguales. El sen-
tura del material con un ensayo de la variación del módu- sor del cono recoge más de 100 medidas de PIO por se-
lo elástico sobre el modelo biomecánico. gundo, midiendo las fluctuaciones de presión que se
La histéresis corneal (CH) es una medida de la absor- producen durante el ciclo cardíaco. Con estos datos,
ción de energía de las materias viscoelásticas cuando rea- el dispositivo ofrece una serie de valores, como la presión
lizan el ciclo de estrés-relajación o carga-descarga. La diastólica media y la amplitud de pulso ocular (OPA), o
CH es un indicador de la capacidad corneal de absorber diferencia de presiones sistólica y diastólica, que podría
y disipar energía. En principio, se describe como una pro- ser un indicador de la rigidez ocular global, aunque se ve
piedad biomecánica independiente de la morfología de influenciada por el flujo sanguíneo ocular (26-29).
la córnea y sus valores no deberían estar influidos por la Para algunos autores, la TCD puede considerarse una
curvatura corneal, el astigmatismo, la longitud axial del forma más precisa de medir la PIO que la TAG en casos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

globo ocular o la agudeza visual. Es una medida que pro- de queratocono, degeneración marginal pelúcida u otras
porciona el ORA, junto con el factor de resistencia cor- enfermedades corneales que cursan con una disminución
neal (CRF). El CRF es un indicador de la resistencia glo- del espesor corneal central y/o de la rigidez corneal o
bal de la córnea y su formulación inicial está relacionada escleral, en las que existe una infraestimación de la PIO
con el ECC. cuando se registra con TAG o con el Tonopen (30,31). En
Liu y Roberts demostraron que la elasticidad corneal estudios realizados en cadáveres, se ha observado que la
podría inducir un error en la población de las medidas de TCD se acerca más a las presiones medidas manométri-
la PIO de hasta 17 mmHg. También observaron que la in- camente que las de la TAG (32). Existe una fuerte corre-
fluencia del ECC en la medida de la PIO por aplanación lación entre la TCD y la TAG en la mayoría de los casos
dependía de las propiedades viscosas de la córnea. De esta sin patología corneal, si bien la TCD suele dar medias un
manera, en córneas más rígidas, la relación entre el espesor poco más altas (1,5-2 mmHg). En circunstancias que cur-
corneal y la medida de la PIO es mucho más estrecha que san con cambios en el espesor corneal, los datos de la

95
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 7-2  Yuxtaposición sobre la córnea del terminal del Figura 7-3  Ocular Response Analyzer™ (Reichert).
tonómetro de contorno dinámico Pascal y posición del sensor.

TCD parecen ajustarse más a la realidad (33), pero no Para la obtención de estas medidas, el aparato utiliza
recoge medidas independientes de propiedades estructu- un proceso de aplanación bidireccional dinámico. El dis-
rales, como la viscoelasticidad. positivo consta de un impulsor rápido de aire y de un
sistema de monitorización electroóptica de la deforma-
ción corneal producida durante el proceso de 20 ms de
Ocular Response Analyzer (ORA) duración (fig. 7-4). Como resultado del proceso, se obtie-
ne un gráfico compuesto por dos curvas; la primera de
El ORA (fig. 7-3), desarrollado por Reichert (Depew, ellas refleja el pulso de aire emitido (curva verde), mien-
NY, EE. UU.), es un instrumento de no contacto que tras que la segunda refleja los eventos de aplanación (cur-
proporciona medidas de PIO y de determinados paráme- va roja). La curva roja muestra dos picos que correspon-
tros biomecánicos de la córnea, como la CH y el CRF. den a los dos eventos de aplanación que, atendiendo a ley
Además, proporciona un valor de la PIO equivalente a la de Imbert-Fick, reflejan la PIO (fig. 7-5).
obtenida con el tonómetro de Goldmann (IOPg), y utili- Si el comportamiento de la córnea fuese el de un ma-
za la histéresis para obtener un valor de la presión intrao- terial elástico, ambos valores de PIO en los picos serían
cular compensada (IOPcc) no influenciada por las pro- iguales, pero, al tratarse de un material viscoelástico, ne-
piedades biomecánicas o el espesor corneal, ya que en su cesita un tiempo para alcanzar su configuración de equi-
cálculo se consideran los valores obtenidos en dicha librio (fig. 7-6). Esto determina que se obtengan dos va-
córnea (34,35). lores de PIO diferentes en los dos eventos de aplanación.

Figura 7-4  Representación gráfica del proceso de exploración con el ORA. De izquierda a derecha, el pulso de aire emitido
va aplanando la córnea. En el momento en que la córnea se aplana, los rayos luminosos emitidos por el aparato son reflejados en
un haz redondeado similar al emitido (flechas rojas) y son recogidos por el sensor. En este momento se realiza la primera toma
tensional (pico rojo en la gráfica). El aparato sigue impulsando aire a la córnea hasta provocar su concavidad, tras lo que se deja de
emitir aire, y la córnea torna a su morfología convexa. Antes, pasa por un segundo momento de aplanación en el que vuelve a to-
marse la PIO (segundo pico en la gráfica). En la parte inferior se muestra la correspondencia de los eventos con la representación
gráfica de la exploración.

96
Capítulo 7  |  Biomecánica corneal y presión intraocular

1.000
Presión de pulso de aire
Presión (unidades arbitrarias)

800

600 Señal de
aplanación

400 P1
Histéresis
P2
200 Figura 7-5  Representación de una
señal correcta con la curva verde del
pulso de aire y la curva roja que repre-
0
senta los eventos de aplanación y las
0 5 10 15 20 25
tomas de tensión en los dos eventos de
Tiempo (ms) aplanación (P1 y P2).

La diferencia entre los dos puntos de intersección de las Corvis


curvas, en ambos momentos, corresponde a lo que se de-
nomina CH, y, según explica David A. Luce, es una me- El Corvis ST (Scheimpflug Technology) es un nuevo sis-
dida de la propiedad viscosa del tejido corneal (35). Si la tema de tonometría de no contacto integrado con una cá-
córnea fuera un material elástico, la CH sería 0. mara de Scheimpflug de ultraalta velocidad (UHS), intro-
El ORA también aporta otro parámetro biomecánico, ducido recientemente en el mercado por Oculus (Wetzlar,
el CRF, que es un indicador de la «resistencia global de Alemania). Esta tecnología permite la inspección de la
la córnea», incluyendo viscosidad, ya que está derivado dinámica real del proceso de deformación de la córnea du-
de la histéresis y de la resistencia elástica, pues en su rante la emisión de un soplo de aire, al registrar las imáge-
formulación se ha correlacionado con el ECC. El CRF se nes durante 30 ms. Esto permite un análisis subjetivo y la
obtiene de la fórmula: CRF = P1 – kP2. Donde P1 es la valoración de parámetros como amplitudes de deforma-
medida de la PIO en la fase de aumento de la fuerza, P2 ción, longitudes de aplanación, radio de curvatura en la
es la medida de la PIO durante la fase de disminución de máxima concavidad, velocidades de la córnea y espesor
la fuerza, y k (también llamado factor constante cor- corneal mínimo. Se han encontrado diferencias significati-
neal [CCF],) es una constante obtenida de la relación en- vas en las propiedades biomecánicas de córneas normales
tre P1 y P2, de forma que la relación ΔP se hace indepen- y con queratocono a pesar de tener el mismo espesor (36), y
diente del espesor corneal central. se ha constatado la modificación de algunos parámetros
Como hemos comentado, el ORA es un tonómetro que
aporta información de la PIO con y sin la influencia de
las características corneales. Además de estimar un valor
de PIO equivalente a la Goldmann (IOPg), aporta un va-
lor de PIO compensada por la córnea, o IOPcc, y se defi-
ne como P2 – kP1, donde P1 y P2 son las presiones de la
primera y segunda aplanación, y k es una constante cuyo
valor es 0,43. Este valor se deriva de estudios realizados
Esfuerzo (N)

en sujetos antes y después de cirugía refractiva. La CH, a


través de la diferencia entre P1 y P2, traduce la capacidad
de la córnea de absorber y disipar la energía. El disposi-
tivo dispone de un paquímetro ultrasónico de contacto
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que permite determinar el ECC. El ORA nos ofrece las


curvas y los valores correspondientes a cada exploración
(fig. 7-7), y entre sus actualizaciones incluye la valora-
ción de fiabilidad de cada toma y la selección automática
de la señal con mejor calidad.
En la actualidad, sus características convierten al ORA
en la primera forma de conseguir en la clínica un valor de Deformación unitaria (mm)
tensión ocular de no contacto, no influido por el astigma- Figura 7-6  Representación del comportamiento de un ma-
tismo, el espesor corneal, la curvatura y las propiedades terial viscoelástico no lineal como la córnea, donde las curvas
viscoelásticas corneales, y por ello, su validación, cohe- de extensión y retracción no son coincidentes (viscoelástico), y
rencia de datos y posibles aplicaciones serán expuestas la deformación no es directamente proporcional al esfuerzo,
en el siguiente capítulo. describiendo una deformación curva (no lineal).

97
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tiempo de respuesta de la señal

Referencias

IOPcc: 15 mmHg
IOPg: 15,6 mmHg
CH: 11,4 mmHg
Análisis de la señal

CRF: 11,3 mmHg


CCT: 0 µm
Presión:
App no filter:
App filtered:

Tiempo

Figura 7-7  Imagen de una determinación con el ORA en una córnea normal, donde se aprecia la morfología de la señal y los
valores obtenidos en la exploración. La línea roja representa la señal no filtrada (App no filter) y la línea azul representa la señal
filtrada (App filtered) y libre de ruidos de fondo.

tras procedimientos de reticulación de colágeno (crosslin- La fiabilidad de esta nueva generación de tonómetros
king corneal) (37). Es un dispositivo con enorme potencial debe demostrarse con los estudios clínicos. En este mo-
para la investigación y una herramienta clínica para la va- mento, existe una amplia experiencia en el estudio de
loración de propiedades biomecánicas del tejido corneal. parámetros biomecánicos corneales y en la determina-
Aunque el dispositivo realiza un registro de los mo- ción de la PIO que avalan la utilidad del ORA. En el
mentos de aplanación y de máxima concavidad, el cálcu- siguiente capítulo se mostrarán los resultados en un es-
lo de la PIO se realiza sobre la base del primer momento tudio prospectivo y se mostrarán los perfiles biomecáni-
de aplanación, que dependería de la resistencia de la cór- cos y de la PIO en las diferentes patologías en las que
nea. Por el momento no existen trabajos publicados que este dispositivo ha mostrado resultados de gran relevan-
comparen la PIO determinada con el Corvis con la IOPcc cia clínica.
e IOPg que determina el ORA, pero es de suponer que, al
no considerar las diferencias de ambos procesos de apla-
nación (reflejada en la histéresis del ORA), no se corre- Agradecimientos
lacionen los valores de PIO de los dos dispositivos en
todos los casos. Al parecer, no existe correlación en los El trabajo de modelado biomecánico de globo ocular para
parámetros biomecánicos obtenidos por los dos disposi- ensayos de tonometría está financiado por el 7.º Programa
tivos (Corvis y ORA), y solo se encuentra correlación Marco de la Unión Europea gestionado por la Agencia
justa entre las variables PIO del Corvis e IOPg del ORA Ejecutiva de Investigación (REA) (FP7/2007-2013), pro-
en casos de ojos sanos (38). yecto n.º FP7-SME-2013 606634.

Apartado 1
Modelo biomecánico de globo ocular y tonómetro
para la realización de los ensayos
La tonometría por aplanación se basa en la ley de Im- área de dicha membrana. Sin embargo, esta ley solo es
bert-Fick, en la que se asume que la presión interior que aplicable a membranas infinitamente delgadas, esféricas,
actúa en una membrana esférica de pequeño espesor es elásticas, con alta flexibilidad y con propiedades homogé-
igual a la presión necesaria para aplanar una pequeña neas en toda la membrana. Es evidente que estas hipótesis

98
Capítulo 7  |  Biomecánica corneal y presión intraocular

no se verifican en el globo ocular. La simulación numé- Para estudiar el efecto del ECC, de la curvatura cor-
rica, con elemento finitos, permite analizar cómo afecta neal y de las propiedades del material en la medida de la
a la validez de la ley de Imbert-Fick y, por lo tanto, en la PIO, se pueden utilizar diferentes modelos de comporta-
evaluación de la PIO, el espesor, curvatura, propiedades miento de material para reproducir la respuesta del teji-
mecánicas y anisotropía del tejido corneal. Para ello, se do corneal. Inicialmente, se consideró el tipo de material
realizará, en primer lugar, un modelo de elementos finitos más sencillo, es decir, un material elástico lineal carac-
de una esfera, sobre la que podremos variar el radio, terizado por el módulo de Young (E) y el coeficiente de
espesor y comportamiento y constantes del material. Poisson (ν). El módulo elástico se ha variado entre 0,05 y
Además, se realizará la simulación del tonómetro de 1 MPa durante el estudio paramétrico. El coeficiente de
Goldmann (fig. A). Adicionalmente, a la superficie que Poisson tiene un valor de 0,4999 para todas las simula-
representa el tonómetro se le aplicará un desplazamiento ciones, correspondiente a un comportamiento práctica-
controlado con la finalidad de simular el proceso de mente incompresible como el de la córnea, debido al
aplanación del TAG, mientras que a la superficie interna elevado porcentaje de agua en el tejido [Bryant and Mc-
de la córnea se le aplicará una presión de 15 mmHg Donnell, 1996]. El módulo de Young se ha variado entre
(0,002 MPa) (fig. B). Sobre estos modelos se evaluará el 0,05 y 1 MPa. En los estudios paramétricos realizados se
efecto de dichas magnitudes en el valor de la presión ha tenido en cuenta la no linealidad geométrica y la geo-
proporcionada por el cono al aplanar la esfera. metría cero-presión.

Tonómetro
R = 1,53 m
1.575 nodos
1.200 elementos
(tipo C3D8H)

Córnea Figura A  Modelo de elementos fi-


R = 7,8 m
ECC = 0,52
nitos. El modelo se ha construido ha-
Y 10.370 nodos ciendo coincidir el eje óptico con el
9.156 elementos X eje Y, y está restringido por condicio-
(tipo C3D8H) nes de contorno de simetría.
Z X Z
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura B  Proceso de aplanación. A la superficie que representa el tonómetro se le aplicará un desplazamiento controlado (en
la dirección –Y) con la finalidad de simular el proceso de aplanación de la TAG, mientras que a la superficie interna de la córnea
se le aplicará una presión de 15 mmHg (0,002 MPa).

99
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Apartado 2
Ensayo DE LA variación de espesor corneal
sobre modelo biomecánico
70
Se realizaron ensayos con el fin de analizar el efecto de
las variaciones del espesor corneal central en la medida 60
de la PIO mediante TAG, para tres modelos de material
elástico-lineal, con módulos de Young E = 0,05, 0,15 y 50

PIOG (mmHg)
0,3 MPa, respectivamente. En la figura A se muestra la
estimación numérica del efecto de la variación del ECC 40
en la medida de la PIO por TAG.
Dentro del rango considerado, la PIO Goldmann 30

(IOPg) aumenta al aumentar el ECC para los tres mode-


20
los de material, y este aumento es mayor cuanto mayor
es el módulo elástico del material. La IOPg aumen- 10
ta 5,55 mmHg para el material con E = 0,05 MPa,
16,2 mmHg para el material con E = 0,15 MPa, y 0
32,15 mmHg para el material con E = 0,3 MPa, lo que se 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1

traduce en 1,11, 3,24 y 6,43 mmHg por cada 0,1 mm de ECC (mm)
variación en el ECC, respectivamente. En todos los ca-
E = 0,3 MPa E = 0,15 MPa E = 0,05 MPa
sos, el radio de curvatura corneal (R) se mantiene cons-
tante en 7,8 mm y la PIO real interna del modelo (PIOT)
Figura A  Estimación numérica del efecto del ECC en la
en 15 mmHg. medida de la PIO mediante TAG para tres modelos de material
elástico-lineal.

Apartado 3
Ensayo de la variación en la curvatura corneal
sobre modelo biomecánico
La curvatura corneal, descrita por el radio anterior cor- 25

neal (R), fue variada de 7 a 8,6 mm para evaluar su in-


20
fluencia en la medida de la PIO mediante TAG. La simu-
PIOG (mmHg)

lación se ha realizado para dos modelos de material


15
elástico-lineal con módulos de Young E = 0,05 MPa y
E = 0,15 MPa. En todos los casos se mantuvo constante
10
el espesor corneal y la PIOT, en unos valores de 0,52 mm
y 15 mmHg, respectivamente.
5
Al aumentar el radio (R), la curvatura corneal dismi-
nuye, produciéndose una reducción de la resistencia es-
0
tructural frente a la aplanación del tonómetro y, por tan- 6,8 7 7,2 7,4 7,6 7,8 8 8,2 8,4 8,6 8,8
to, una infraestimación de la PIO. En la figura A se R (mm)
observa que, cuando se incrementa R de 7 a 8,6 mm, la
IOPg se reduce 1,84 mmHg y 1,22 mmHg para E = 0,15 MPa E = 0,05 MPa
E = 0,15 MPa y E = 0,05 MPa, respectivamente
(1,15 mmHg y 0,76 mm por cada mm de variación de R). Figura A  Estimación numérica del efecto de la curvatura
Los cambios en la IOPg son ligeramente más pronuncia- en la medida de la PIO mediante TAG para dos modelos de
dos cuanto mayor es el límite elástico del material. material elástico-lineal.

100
Capítulo 7  |  Biomecánica corneal y presión intraocular

Apartado 4
Ensayo de la variación del módulo elástico
del material sobre modelo biomecánico
80
Para analizar la influencia de la estructura del material en
este estudio paramétrico se han considerado seis modelos 70

de material elástico con módulos de Young E = 0,05, 0,1, 60


0,15, 0,3, 0,5 y 1 MPa. En todos los casos se mantienen

PIOG (mmHg)
50
constantes el radio exterior de la semiesfera (R = 7,8 mm),
el espesor (ECC = 0,52 mm) y la presión aplicada sobre 40

la superficie interior de la semiesfera (PIOT = 15 mmHg). 30


Los resultados de la consideración de diferentes mo-
20
delos de material en la medida de la PIO mediante TAG
se ilustran en la figura A. La variación en la PIOG cau- 10
sada por el máximo cambio en las propiedades del mate- 0
rial (desde E = 0,05 a E = 1 MPa) es de 55,98 mmHg. 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Los resultados obtenidos muestran una tendencia clara- E (MPa)
mente lineal.
E (MPa) PIOG (mmHg)
Aunque este ensayo se ha realizado con la aplicación
0,05 1,3
de módulos elásticos lineales sencillos, no equiparables 0,1 19,87
a datos obtenidos in vivo, y no considerando que la cór- 0,15 23,42
nea tiene un comportamiento viscoelástico no lineal, lo 0,3 32,85
que se demuestra es que existen variaciones notables re- 0,5 44,4
lacionadas con las propiedades del material. De esta 1 71,28
manera, la debilidad estructural de un tejido llevaría a
la determinación de una PIOG inferior a la de un tejido Figura A  Estimación numérica del efecto de las propieda-
más fuerte, lo que coincide con la apreciación en la clí- des del material en la medida de la PIO mediante TAG. Se
nica de IOPg menores del IOPcc del ORA en casos de aprecian los grandes errores de la PIO que se pueden producir
histéresis disminuida. en tonometría ante la misma PIOT de 15 mmHg.

10. Elsheikh A, Alhasso D, Gunvant P, Garway-Heath D.


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Ophthalmol 2005; 89: 1572-5. 38. Matalia et al., ESCRS 2012; E-abstract; poster.

102
Capítulo 8

Estudio de la biomecánica y la presión


intraocular con el Ocular Response
Analyzer
M.ª Ángeles del Buey Sayas, José Á. Cristóbal Bescós y Laura Lavilla García

Sumario del capítulo

Introducción 103 Influencia de los errores refractivos en las propiedades


Propiedades biomecánicas corneales en córnea sana  104 biomecánicas corneales y la PIO. Análisis adicional
Valores medios en la población sana control  104 según la edad  109
Valores límite de sospecha  105 Grupo de miopía  109
Grupo de astigmatismo  111
Valores de PIO en pacientes sanos con perfil biomecánico
Grupo de hipermetropía  111
normal 105
Perfil biomecánico y PIO  112
Influencia de la edad en las propiedades biomecánicas
Perfil biomecánico sobresaliente (CH y CRF elevados)  112
corneales y la PIO  107
Deterioro biomecánico (CH y/o CRF disminuidos)  112
Edad y propiedades biomecánicas corneales  108
Edad y PIO  108 Bibliografía  117

Resumen
La determinación de los valores biomecánicos y de presión intraocular (PIO) con el Ocu-
lar Response Analyzer (ORA), en la población sana y con patología ocular de nuestro
entorno, ha ayudado a definir condiciones de normalidad y a identificar aquellas situacio-
nes biomecánicas que debemos considerar deficientes. La presencia de valores biomecáni-
cos precarios condiciona una infraestimación de la PIO por tonometría de aplanación de
Goldmann (TAG) y, en estos casos, la PIO compensada (IOPcc), que determina este dis-
positivo, nos proporciona unos valores más reales. La presencia de parámetros biomecá-
nicos deficientes nos debe alertar ante la práctica de cirugía refractiva, indicar el control
de los pacientes que los presentan, y considerar la realización de otros procedimientos
diagnósticos para la identificación de patologías oculares causantes de los mismos.

Introducción aparición de ectasia tras cirugía refractiva corneal (1-3).


Posteriormente, se han realizado numerosos estudios que
El Ocular Response Analyzer (ORA), desarrollado por avalan su utilidad clínica en el entorno de otras patologías
Reichert (Depew, NY, EE. UU.), es un dispositivo que se corneales y en el glaucoma (4-9). De igual modo, se han
diseñó para su uso en el contexto de la cirugía refractiva descrito situaciones que, sin causar una patología corneal
con la intención de descartar córneas biomecánicamente de manera directa, pueden modificar sus características
alteradas y/o queratocono frustre, y así prevenir la biomecánicas, a través del edema corneal o de cambios
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

103
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

en la sustancia fundamental y en las fibras de colágeno, microscopia endotelial y una determinación de las va-
como en el caso de la diabetes mellitus (10), consumo de riables biomecánicas y de PIO determinadas con el
tabaco (11), artritis reumatoide (12), y tras la cirugía ORA, así como el espesor corneal central (ECC) o cen-
de cataratas (13-15), la retiniana (16) o la trabeculecto- tral corneal thicknness (CCT), con el paquímetro ultra-
mía (17). sónico que incorpora el dispositivo. En el cuadro 8-1 se
Pero, para poder identificar alteraciones en los pará- muestra la descripción de las variables determinadas
metros analizados con el ORA, es necesario definir patro- con el ORA.
nes de normalidad en nuestra población. A su vez, es
necesario analizar los valores de PIO que determina este
dispositivo en un amplio grupo de población, para su va- Valores medios en la población sana control
lidación como tonómetro.
En capítulos anteriores hemos descrito el funciona- Los valores medios obtenidos para cada variable estudia-
miento del ORA, las variables que determina y también da con el ORA, en el grupo de ojos sanos, sirven de refe-
hemos destacado sus aplicaciones clínicas (v. capítu- rencia para la valoración de la población general y se
los 1 y 7). En este capítulo se plantean dos objetivos muestran en la tabla 8-1. Podemos observar que la media
principales: de CH es de 10,7 mmHg, con una desviación típica de
1,55, y la de CRF es de 10,7 mmHg, con una desviación
• El primero es definir las características típica de 1,67, por lo que podríamos definir como normal
biomecánicas propias de la córnea sana en para nuestra población unos valores de CH y CRF supe-
nuestro entorno, acotar una horquilla de valores de riores a 9 mmHg.
normalidad y plantear una frontera de riesgo tras En la literatura se encuentran medias de CH que osci-
la cual deberíamos descartar la existencia de lan de 9,6 a 11,1, pero debemos considerar que se estu-
patología y evitar la práctica de técnicas dian grupos menos numerosos de población dispar, en lo
quirúrgicas corneales debilitadoras. referente a raza y edad, y, además, muchos de ellos se
• El segundo objetivo es validar el papel del ORA realizan en una población oriental de sujetos con altos
como tonómetro, analizando su eficacia y errores refractivos. La media de CH obtenida por Shah et
resultados en pacientes sanos y con patología. al. (19) sobre sujetos sanos es de 10,7 ± 2. Y en un estudio
europeo, realizado sobre 60 ojos de sujetos sanos (20), se
Los resultados que mostramos en este capítulo co-
rresponden al grupo de población más amplio estudiado
con el ORA (18), correspondiente a 1.203 ojos de
632 sujetos, con edades comprendidas entre 9 y 87 años
(media 46 ± 17 años). En el estudio se analizan desde el Cuadro 8-1  Descripción de las variables
año 2006, y de forma prospectiva, las modificaciones estudiadas con el ORA
biomecánicas y de PIO que se producen en diferentes
grupos de pacientes, con y sin patología ocular diagnos- • Histéresis corneal (CH, medida en mmHg). Es un
ticada. La ausencia de estudios en grupos de población indicador de la capacidad corneal de absorber y
similar, tanto demográficos, raciales, como de edad, per- disipar energía, propia de las materias
mite realizar novedosas aportaciones sobre las propie- viscoelásticas. La CH representa la resistencia
dades biomecánicas corneales en la población sana de dinámica, es decir, la relación entre la
nuestro entorno. deformación y la fuerza aplicada en función del
tiempo.
• Factor de resistencia corneal (CRF, medido en
mmHg). Mide la resistencia mecánica total de la
Propiedades biomecánicas córnea. El CRF representa la resistencia estática de
la córnea a la deformación, que es proporcional
corneales en córnea sana a la magnitud de la fuerza aplicada.
• IOPg o PIO correlacionada con la Goldmann.
Para determinar unos valores de referencia en nuestra • IOPcc (PIO compensada con la córnea). La IOPcc
población, se estudió un amplio grupo de 574 ojos sa- es una medición de la presión que utiliza la nueva
nos, que incluyó ojos de sujetos de todas las edades con información proporcionada por la histéresis
exploración ocular normal, en los que se descartó la corneal para dar una medición de la PIO que se
existencia de patología ocular. Se excluyeron sujetos ve menos afectada por las propiedades corneales,
con enfermedades sistémicas que pudieran comprome- como el espesor o el radio de curvatura.
ter los resultados de las pruebas, y aquellos sometidos a • Espesor corneal central (ECC, medido en micras).
cualquier tipo de cirugía ocular, incluida la cirugía re- Está determinado por el paquímetro ultrasónico
fractiva corneal. A todos ellos se les realizó una explo- que presenta el dispositivo.
ración visual y ocular completa, además de topografía,

104
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

Tabla 8-1  Valores para las variables analizadas con el ORA en la población sana sin patología ocular
Población sana (n = 574) Media Desviación típica
IOPg (mmHg) 15,6 3,11
IOPcc (mmHg) 15,7 3,06
CRF (mmHg) 10,7 1,67
CH (mmHg) 10,7 1,55
ECC (µm) 556 35

CH: histéresis corneal; CRF: factor de resistencia corneal; ECC: espesor corneal central; IOPcc: presión intraocular compensada; IOPg: presión intraocular
equivalente a Goldmann.
Tomado de referencia 18.

obtienen medias de valores de 10,7 ± 1,8 mmHg para el ello, ante la obtención de valores precarios en una ex-
CRF y de 10,6 ± 1,6 mmHg, para la CH, similares a las ploración con el ORA, deberíamos considerar la prácti-
obtenidas en nuestro trabajo. ca de otras pruebas diagnósticas (topografía, microsco-
En nuestro estudio se obtuvieron las medias de cuatro pia endotelial, campimetría computarizada, examen de
determinaciones consideradas válidas, realizadas por el papila, OCT, etc.), con el objeto de detectar patología
mismo explorador, en cada ojo de los sujetos estudiados. subclínica o no diagnosticada. Como hemos comentado
En la actualidad, el propio dispositivo selecciona la de- en el capítulo 7, existe una relación entre la existencia
terminación de mayor calidad y muestra los valores co- de propiedades biomecánicas alteradas y los errores de
rrespondientes a esa señal, por lo que es lógico que los determinación de la PIO por TAG, por lo que, en situa-
valores obtenidos sean discretamente mayores a los que ciones de deterioro biomecánico, encontraremos valores
reproducimos en nuestro estudio en casos de córneas no de IOPcc más elevados que la IOPg o la determinada
patológicas. con tonometría de aplanación de Goldmann (TAG)
Las señales obtenidas con el ORA, que podemos con- (6,18,21).
siderar normales, presentan las características expuestas
en la figura 8-1.
Valores de PIO en pacientes
Valores límite de sospecha sanos con perfil biomecánico
normal
El análisis de ojos sanos y los estudios comparativos rea-
lizados con patologías que afectan de forma notable a la En general, para valorar la eficacia de un nuevo disposi-
biomecánica corneal nos han permitido plantear unos lí- tivo para tonometría se realizan estudios comparativos
mites y establecer unos valores de sospecha. Con ellos con la TAG, por considerarse el gold standard. Los pri-
podemos disponer de una referencia a la hora de valorar meros estudios en los que se intenta valorar la eficacia del
clínicamente a los pacientes candidatos a cirugía refrac- ORA como tonómetro se realizaron comparando los re-
tiva y/o corroborar el nivel de afectación de cualquier sultados con los valores obtenidos con la TAG en grupos
patología sobre la biomecánica corneal. Como resumen de población reducidos (22,23) y sin criterios de exclu-
de nuestra experiencia y de los resultados obtenidos, he- sión rigurosos. Estos autores encontraban que la IOPcc
mos realizado un esquema de orientación clínica del ORA sobrestima la PIO, al compararla con la TAG en
(fig. 8-2). En él se muestran los valores que pueden con- casos de glaucoma. Pero en el glaucoma se ha demostra-
siderarse normales y aquellos impropios de la población do recientemente que existe una disminución de la histé-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sana y que nos deben alertar. resis corneal, incluso se ha establecido una relación de
Podemos considerar como córnea biomecánicamente esta disminución de CH con la progresión del daño glau-
precaria aquella que presenta valores de CH y CRF infe- comatoso (9,18,24,25) (v. capítulo 17).
riores a 8 mmHg y un espesor inferior a 500 µm, ya que El ORA determina unos valores de PIO equivalentes a
las medias y las desviaciones encontradas en sujetos sa- TAG (IOPg) y unos valores de IOPcc que estarían menos
nos (≈10,7 ± 1,5) determinan que el 95% de esta pobla- influenciados por las propiedades biomecánicas. Precisa-
ción presenta valores superiores a 9 mmHg. mente la diferencia de estos valores sería la aportación del
Los valores de CH, CRF y ECC bajos son habituales dispositivo en la estimación de una PIO más real (IOPcc),
en casos de cirugía refractiva corneal previa, pero, una en sujetos con características biomecánicas y de espesor
vez descartado este antecedente, pueden obedecer a un corneal diferentes a la media de la población sana. En
deterioro biomecánico primario (queratocono) o secun- consecuencia, es lógico pensar que, para valorar la efica-
dario a patologías oculares que interesa identificar. Por cia del ORA, el análisis debe realizarse sobre una pobla-

105
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Nivel
Ni el de
d picos
pi s filtrados
filtt d bajo
b j picos
pi o originales
ri in le
IOPcc y IOPg en
rango
rang normal Referencias
Señal
S a con
o similar
s m r amplitud
mp t
IOPcc: 12,1 mmHg
CH y CRF en IOPg: 10,6 mmHg
La señal
ñ original
g a rango
rang normal
CH: 10,1 mmHg
tiene
i e puntos
u o claros
c o
CRF: 8,7 mmHg
CCT: 0 µm
La
a señal
e a original
r n es e lisa Presión:
y limpia
li i
Señal no filtrada:
Señal filtrada:

La señal de base es «plana» y de amplitud similar en ambos lados


A

Tiempo
p de respuesta
p de la señal

Referencias

IOPcc: 15 mmHg
Análisis de la señal

IOPg: 15,6 mmHg


CH: 11,4 mmHg
CRF: 11,3 mmHg
CCT: 0 µm
Presión:
Señal no filtrada:
Señal filtrada:

Tiempo
B

Figura 8-1  Imágenes de señales y valores normales con el ORA. A. Características de las señales obtenidas en sujetos sanos
sin patología ocular. Las señales de base original (roja) y filtrada (azul) son planas y de una amplitud similar en ambos lados de los
picos; la señal original tiene dos picos claros con una amplitud o altura similar; la señal filtrada presenta dos picos claros que apa-
recen bajo los picos originales; la señal original es lisa y limpia; la altura de las señales puede variar según los ojos, pero se man-
tienen las características anteriores. B. Imagen obtenida de la exploración de un sujeto normal: valores similares de CH y CRF;
valores similares de IOPg e IOPcc.

ción sana, en la que se haya descartado rigurosamente mos considerar normales, presentan unos valores medios
cualquier alteración clínica o subclínica, que pudiera oca- de IOPg e IOPcc similares (15,6 y 15,7 mmHg, respecti-
sionar cambios biomecánicos, hechos que se contemplan vamente). Estos valores son, a su vez, similares a las me-
en nuestro estudio. dias referidas de TAG en la literatura en la población
Los resultados obtenidos sobre el grupo de 574 ojos sana, que se encuentra en torno a 15,5 mmHg. Estos datos
sanos (fig. 8-3) validan el ORA como tonómetro, ya que validarían el ORA como tonómetro, ya que los valores
se determina una media de valores en un amplio grupo de estimados por el dispositivo son similares a los de la PIO
población sana, en el que se excluye la existencia de pa- mediante TAG en córneas normales.
tología ocular, y sobre el que se han realizado pruebas Ping-Bo et al. (26), en un estudio realizado sobre
como la topografía y la paquimetría para descartar alte- 296 ojos de sujetos sanos, encuentran unos valores simi-
raciones subclínicas. Se comprueba que el grupo de pa- lares a los obtenidos en nuestro trabajo, con unas medias
cientes sanos, con propiedades biomecánicas que pode- de IOPg de 15 ± 2,9 mmHg, IOPcc de 15,2 ± 2,7 mmHg

106
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

ORA. Interpretación de valores

Córnea Córnea
biomecánicamente normal biomecánicamente precaria

CH: 10,5 ± 1,5 mmHg IOPg PIO equivalente a Goldmann CH:  8-9 mmHg
IOPcc PIO corneal compensada
CRF: 10,5 ± 1,5 mmHg CH Histéresis corneal CRF:  8-9 mmHg
CRF Factor de resistencia corneal
CCT: 550 ± 50 µm CCT:  500 µm
CCT Espesor corneal central

Precaución ante cirugía refractiva


• Valorar técnicas de superficie
• Control de la PIO postoperatoria (IOPcc)

Valores de PIO

IOPg -- Identificar posibles patologías


NORMAL
IOPcc --
Topografía
Queratocono: CH, CRF y CCT disminuidos
IOPg
GLAUCOMA
IOPcc Microscopia endotelial
Distrofias endoteliales: CH y CRF bajos
CCT normal o alto
IOPg
HTO
IOPcc -- Papilas, campimetría, valorar fibras (GDX, OCT, HDR…)
Glaucomas de baja tensión: IOPg normal con IOPcc elevada,
IOPg -- Glaucoma de CH baja
IOPcc baja tensión Miopes
Distrofias
Intervenidos de cirugía refractiva
Queratoplastias…

M. Á. del Buey 2013

Figura 8-2  Guía de interpretación de los valores de las variables analizadas con el del Ocular Response Analyzer (ORA). Se
describen los valores medios de histéresis corneal (CH), factor de resistencia corneal (CRF) y espesor corneal central (CCT), así
como sus desviaciones. A la derecha se apuntan los valores que podemos considerar sospechosos, en los que deberíamos descartar
posibles patologías a través de diferentes pruebas diagnósticas. En estos casos debemos mostrar precaución y reconsiderar la prác-
tica de cirugía refractiva corneal. (Tomado de referencia 18.)

y PIO con TAG de 15,2 ± 2,7 mmHg. Además, en el • Las medias de los valores de IOPg e IOPcc
análisis de valores según el espesor corneal que realizan, obtenidas con el ORA se muestran coincidentes
concluyen que las mediciones con ORA probablemente cuando las propiedades biomecánicas de la córnea
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que sean mucho más cercanas al verdadero valor de la se encuentran dentro de la normalidad.
PIO que la TAG.
En cuanto a los resultados referentes al ECC o CCT,
la media obtenida en el grupo de pacientes sanos Influencia de la edad
(v. fig. 8-2), es de 556 µm (18), que coincide con la ma-
yoría de los trabajos publicados. en las propiedades
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, se puede biomecánicas corneales y la PIO
concluir que:
Para conocer la influencia de la edad en las propiedades
• Las medidas de PIO en pacientes sin patología biomecánicas corneales y en la determinación de la PIO,
ocular son similares, ya se efectúe su toma con realizamos una comparación de medias de los 574 ojos
TAG o con el ORA (IOPg o IOPcc). de pacientes sanos por grupos de edad: < 30 años,

107
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

ORA en población sana

574 ojos de pacientes sanos. Media de edad 38,54 (DE: 15,54)


(Estudio ocular, topografía, estudio endotelial, ORA)

Grupo
control
(valores medios)
TAG: 15 mmHg

CH CRF CCT IOPg IOPcc


10,752 mmHg 10,757 mmHg 556,87 micras 15,63 mmHg 15,72 mmHg
(Dt) 1,55 (Dt) 1,67 (Dt) 35,36 (Dt) 3,11 (Dt) 3,06

El 95% de la población sana tiene unos valores de CH y CRF superiores a 9 mmHg

IOPg e IOPcc determinadas por el ORA son similares en la población sana

IOPg e IOPcc son equivalentes a la media de PIO determinada por TAG

Figura 8-3  Parámetros biomecánicos y de PIO medios basados en el estudio sobre población sana, sin patología ocular. Se
encuentran unos valores medios de PIO determinados por el ORA (IOPg e IOPcc) similares a la media de PIO determinada por
TAG. La media de espesor corneal central (CCT) es de 556 micras, y los valores biomecánicos de CH y CRF son de 10,7 mmHg.
(Tomado de referencia 18.)

30‑45 años, 45-65 años y > 65 años. En la figura 8-4 se ción según errores refractivos, nuestros resultados sí que
representan gráficamente las medias de los valores obte- muestran una disminución del CH en el grupo de pobla-
nidos por grupos de edad. ción miope.

Edad y propiedades biomecánicas corneales Edad y PIO

En el estudio inferencial realizado en 574 ojos de sujetos Para conocer la influencia de la edad en la determinación
sanos, agrupados por rangos de edad, no se encuentran de la PIO, realizamos una comparación de medias de
diferencias significativas de CH en relación con la edad IOPg e IOPcc en los 574 ojos de sujetos sanos por grupos
(p = 0,2). En lo que se refiere a CRF y ECC, tampoco se de edad, y se observa un aumento progresivo de las me-
muestran cambios significativos dependientes de la edad dias de valores tanto de IOPg como IOPcc según se in-
en este grupo. crementa la edad, más evidente en el grupo de 45 a
Kamira et al. (27) encontraron una disminución sig- 65 años, como se expone en la figura 8-4 y la tabla 8-2.
nificativa de CH en relación con la edad, sin existir cam- Un estudio realizado por Wong et al. (29), sobre
bios significativos en el ECC, en un estudio en 204 ojos 3.280 pacientes malayos, muestra que la distribución de
de pacientes sanos. Tenemos que considerar que en el valores de TAG aumenta en la quinta y sexta década, des-
estudio de Kamira no estiman la presencia de errores pués de lo cual la PIO pareció mostrar una ligera dismi-
refractivos en su población estudiada y se trata de po- nución. Los resultados coinciden con los de nuestro tra-
blación asiática, en la que la incidencia de miopía supe- bajo para la IOPg e IOPcc, en los que se observa un
ra el 90%, en contraste con la europea, que es del 20 al aumento significativo en el grupo de más de 45-65 años
30% (28). Y, como veremos en el análisis de la pobla- y unos valores algo más bajos en los mayores de 65.

108
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

20

15

10
Figura 8-4  Representación gráfi-
ca de las medias de las variables biome-
cánicas y de PIO en la población sana
5 sin patología ocular estudiada, agrupa-
da según rangos de edad. Se observa
0
que no existen diferencias en las me-
IOPg IOPcc CRF CH dias de CH y CRF. Se observa un
aumen­to de la IOPg e IOPcc, más evi-
dente en el grupo de 45 a 65 años, que
 30 años 30-45 años 45-65 años  65 años
se muestra estadísticamente significati-
vo. (Tomado de referencia 18.)

Influencia de los errores que presenten. Expondremos las características generales


refractivos en las propiedades según errores refractivos, basadas en los resultados obte-
nidos tras el análisis estadístico de los resultados (18,30).
biomecánicas corneales
y la PIO. Análisis adicional
según la edad Grupo de miopía

Con el objetivo de conocer las características biomecáni- Los resultados del análisis estadístico sugieren una con-
cas y de PIO en relación con la existencia de errores re- dición biomecánica diferente en sujetos miopes, con cier-
fractivos, agrupamos los pacientes en grupos según el ta debilidad estructural no dependiente del espesor cor-
defecto refractivo que presenten: a) emétropes: menos de neal (18,31), ya que presentan:
1 dioptría (D) de miopía, hipermetropía o astigmatismo;
b) miopes: más de 3 D de miopía; c) hipermétropes: más • Media de ECC similar a la población sin defecto
de 2 D de hipermetropía, y d) astígmatas: más de 2 D de refractivo.
astigmatismo. Además, realizamos un estudio estadístico • Media de CRF sin diferencias significativas.
mediante comparaciones múltiples (ANCOVA) para ana- • Valores medios de CH significativamente más
lizar los valores biomecánicos y de PIO según los errores bajos que la población sana sin defecto refractivo.
refractivos y la edad de los pacientes, que pone en mani-
fiesto resultados relevantes. Estos resultados coinciden con los de otros auto-
En la figura 8-5 se muestran los gráficos de los valores res (32-34), que encuentran disminución de la CH sin
medios de los sujetos sanos según los defectos refractivos diferencias en el CRF ni el ECC en poblaciones miopes.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tabla 8-2  Media de valores de PIO (IOPcc e IOPg) analizadas con el ORA en la población sana sin patología
ocular
Rango de edad IOPg (mmHg) IOPcc (mmHg)
Menos de 30 años 15,2 15,4
De 30 a 45 años 15,5 15,4
De 45 a 65 años 16,4 16,6
Más de 65 años 15,9 16
Total 15,6 15,7

IOPcc: presión intraocular compensada; IOPg: presión intraocular equivalente a Goldmann.


Tomado de referencia 18.

109
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Media CH Media CRF


11,4 11,4
11,2 11,2
11 11
10,5 10,8
10,6 10,6
10,4 10,4
10,2 10,2
10 10
ía

ía
ct cto

ct cto
o

o
ía

ía
m

m
p

p
p

p
io

io
fra fe

fra fe
is

is
ro

ro
o

o
M

M
re de

re de
at

at
et

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iv

iv
m

m
rm

rm
n

n
tig

tig
Si

Si
e

e
As

As
ip

ip
H

H
Diagnóstico Diagnóstico

Diagnósticos Total Diagnósticos Total

A B

Media IOPg Media IOPcc


16,5 16,5
16 16
15,5 15,5
15 15
14,5 14,5
14 14
13,5 13,5
13 13
a

a
ct cto

ct cto
o

o
a

a


m

m


io

io
fra efe

fra efe
is

is
ro

ro
o

o
M

M
at

at
et

et
iv

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d

d
m

m
m

m
n

n
tig

tig
er

er
Si

Si
As

As
ip

ip
re

re
H

Diagnóstico Diagnóstico

Diagnósticos Total Diagnósticos Total

C D

Figura 8-5  Medias de variables determinadas con el ORA en grupos de pacientes sin defecto refractivo, y con miopía, hiper-
metropía y astigmatismo. A. Medias de histéresis (CH, en mmHg). B. Medias de factor de resistencia corneal (CRF en mmHg).
C. Medias de PIO equivalente a Goldmann (IOPg en mmHg). D. Medias de PIO compensada con las propiedades de la córnea
(IOPcc en mmHg). (Tomado de referencia 18.)

Además, existe una e disminución significativa de la • Medias de IOPcc en el grupo de miopía


CH en relación con la edad en el grupo de miopía. Esta significativamente más elevadas que en el resto de
disminución de la CH con la edad no se observa en la los grupos.
población emétrope o con otros defectos refractivos (hi-
permetropía o astigmatismo). No hemos encontrado es- A este respecto, ya se conocían asociaciones significa-
tudios realizados sobre una población similar a la de tivas entre la miopía y un aumento de la PIO (35), y se ha
nuestro trabajo, por lo que se puede considerar que los demostrado un aumento de la prevalencia del glaucoma
resultados del presente estudio tienen relevancia como a medida que se incrementa el defecto miópico (35,36).
referencia en pacientes caucásicos. Analizando todos los datos obtenidos, se puede consi-
En cuanto a los parámetros de la PIO, los resultados derar que la miopía es un factor de riesgo para el glauco-
del estudio muestran: ma de baja tensión, ya que, en general, se detectan valores
de IOPcc más elevadas que la IOPg. Estos resultados
• Medias de IOPg en el grupo de miopía mucho muestran que el ORA resulta especialmente útil en los
más elevadas que en el grupo de hipermetropía. pacientes miopes, sobre todo en aquellos con deterioro

110
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

biomecánico sobreañadido, como son los sometidos a ral, la población hipermétrope muestra las siguientes
cirugía refractiva corneal. características:

• Valores medios de CH más elevados que la


Grupo de astigmatismo población sana sin defecto refractivo.
• Valores medios de CRF más elevados que en
En cuanto a los resultados obtenidos en el análisis esta- pacientes con otro tipo de error refractivo.
dístico realizado en el grupo de ojos sanos con astigma- • Media de ECC elevada (< 30 años, 591 µm
tismo regular congénito, no se encuentran diferencias hipermétropes/554 µm emétropes) (18).
estadísticamente significativas para ninguna de las varia- • Valores de IOPg e IOPcc significativamente más
bles biomecánicas de CH, CRF, ECC o PIO (IOPg, bajos que el resto de la población sana
IOPcc) con respecto a la población sana emétrope. Hay (v. fig. 8-5).
que considerar que en estos sujetos con astigmatismo se
habían descartado patologías oculares, como el querato- Aunque, en ocasiones, la hipermetropía asociada a
cono clínico o subclínico. baja amplitud de cámara anterior presente mayor inciden-
En casos de astigmatismo asociado a ectasias, encon- cia de cierre angular, al tratarse de un ojo corto, los casos
tramos resultados con diferencias tan significativas que, analizados muestran unos valores tensionales significati-
en nuestra experiencia, convierten al ORA en un arma vamente más bajos que en la población normal, tanto
importante en el diagnóstico diferencial del origen de un en IOPcc como en IOPg (13,75 mmHg/14,02 mmHg) en
astigmatismo (21,37,38). Además, avalan la utilidad del hipermétropes, frente a 15,25 mmHg/15,14 mmHg en la
ORA como parte del diagnóstico de presunción de que- población normal sin defecto refractivo. Estos resultados
ratocono subclínico, sin evidencia topográfica, ya que el coinciden con los publicados por Loewen (41), en los que
ORA puede detectar una debilidad corneal previa que nos la PIO mediante TAG en nueve sujetos sanos hipermétro-
ayudaría a desestimar o reconsiderar casos dudosos en el pes era más baja que en emétropes o con miopía modera-
entorno de la cirugía refractiva. da. En cuanto a las propiedades biomecánicas, Altan
et al. (42), en su estudio realizado en 27 pacientes con
nanoftalmos, encuentran unos valores de CH significati-
Grupo de hipermetropía vamente mayores que en la población normal, y una IOPg
y TAG más baja que el grupo control.
En el grupo de ojos de sujetos hipermétropes los resul- Este conjunto de condiciones biomecánicas indica que
tados sugieren una condición biomecánica que muestra los hipermétropes sanos suelen presentar una córnea es-
una córnea estructuralmente fuerte (18,39,40). En gene- tructuralmente fuerte, lo que, sumado a la localización de

SANOS CH CRF IOPg IOPcc CCT

CONTROL
Alto
Medio X X X X X
Bajo

HIPERM. CH CRF IOPg IOPcc CCT

Sanos
X X X
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Alto
Medio X X
Bajo X

HTO CH CRF IOPg IOPcc CCT


Figura 8-6  Perfiles biomecánicos
Falsos + y de PIO en situaciones con parámetros
Alto X X X X biomecánicos sobresalientes. Perfil me-
Medio X X dio de grupo control (A), perfil de suje-
tos hipermétropes (B) y perfil de sujetos
Bajo
con hipertensión ocular, considerados
C falsos positivos (C).

111
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

la ablación hipermetrópica (media periferia), puede ex- TAG, en aquellos sujetos con CH, y/o CRF y ECC bajos
plicar la ausencia de ectasias y la alta tendencia a la re- respecto a la población normal, destacando los siguientes
gresión tras la práctica de cirugía refractiva (43). grupos:

• Miopías elevadas. La media de CH se muestra


con más frecuencia disminuida de forma
Perfil biomecánico y PIO independiente al espesor corneal, lo que
determinaría valores de IOPcc más elevados que
La principal aportación del ORA surge del estudio de la IOPg (18,30-33).
aquellas condiciones oculares en las que la córnea sufre • Pacientes intervenidos de cirugía refractiva.
modificaciones estructurales, de espesor o curvatura, en La cirugía refractiva, en especial la corrección de
las que podemos realizar in vivo una valoración del perfil la miopía y el astigmatismo miópico, determina
biomecánico y de la influencia del mismo en la estima- una pérdida de espesor corneal central,
ción de una PIO más real, a través de los valores de y una disminución de CH y CRF que ocasiona
IOPcc. De forma añadida, podemos apreciar las diferen- una disminución de los valores de IOPg (figs. 8-7
cias de estos valores con la PIO determinada con la TAG, y 8-8). La magnitud del cambio depende de las
a través de los valores de IOPg. propiedades biomecánicas previas a la cirugía y
Debido a las posibilidades descritas, el ORA se mues- al tipo de tratamiento realizado. Tras la práctica
tra especialmente útil en casos de queratocono o ectasias de láser miópico (ablación central) sobre córneas
post-LASIK, queratoplastia, distrofia de Fuchs y glauco- biomecánicamente normales, se produce una
ma, y para pacientes intervenidos de cirugía refractiva media de disminución de 3-4 mmHg de la IOPg
corneal, en los que la histéresis corneal puede estar sig-
nificativamente reducida respecto a los sujetos normales,
y nos planteaban dificultad de evaluar la PIO real con el
tonómetro de Goldmann. 16
Aunque los resultados de los estudios realizados en
cada patología se desarrollaran de forma más completa
en otros capítulos de la monografía, mostraremos cómo
14
el perfil biomecánico de las mismas afecta a la determi-
nación de la PIO de forma independiente al espesor cor-
neal, radio o curvatura corneal.
12

Perfil biomecánico sobresaliente


(CH y CRF elevados) 10

En estos sujetos encontraremos valores de IOPcc meno-


res que los de IOPg o TAG, destacando los siguientes
8
grupos (fig. 8-6):

• Hipermétropes. La media de CH, CRF y espesor


Miopía Hipermetropía Astigmatismo
corneal es más elevada en ojos sanos
hipermétropes que en el resto de la población, lo
que muestra una IOPcc más baja que la IOPg
(18,39,40). Media (mmHg)
• Hipertensos oculares. Numerosos pacientes con CH preoperatoria - CH postoperatoria
TAG elevada sin lesión glaucomatosa evidente
CRF preoperatorio - CRF postoperatorio
muestran CH, CRF y ECC elevado, con valores de
IOPcc dentro de la normalidad (18), que IOPcc preoperatoria - IOPcc postoperatoria

podríamos considerar como falsos positivos. IOPg preoperatoria - IOPg postoperatoria

Figura 8-7  Representación gráfica de las variaciones en-


Deterioro biomecánico contradas para cada parámetro pre- y poscirugía refractiva (CH,
(CH y/o CRF disminuidos) CRF, IOPg e IOPcc) según el defecto refractivo tratado. Estudio
realizado sobre 280 ojos sanos, biomecánicamente normales,
Podemos encontrar deterioro biomecánico y, en conse- intervenidos de cirugía refractiva LASIK. (Tomado de referen-
cuencia, valores de IOPcc mayores que los de IOPg o cia 44.)

112
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

Forma de onda

Referencias

IOPcc: 15,1
Figura 8-8  Caso de exploración
tras cirugía refractiva LASIK en un pa-
IOPg: 11,6
ciente con propiedades biomecánicas
CH: 8,2
Señal

preoperatorias normales. Se muestran


CRF: 7,3
la señal y los valores. Se pueden com-
CCT: 0
probar los valores bajos de CH y CRF.
WS
W
1
10 Presión: Si analizamos los valores de la PIO, se
,
8,3 Señal no filtrada: encuentran valores bajos de IOPg; sin
embargo, los valores de IOPcc son su-
periores y en la media de la población
sana. De esta manera comprobamos
0 que la IOPcc del ORA muestra un valor
de PIO más real, sin influencia de espe-
sor, curvatura o propiedades biomecá-
Tiempo nicas.

Superposición de forma de onda

Referencias Figura 8-9  Caso de exploración


10/10/2012 5:21:05 PM R
tras cirugía refractiva LASIK hace
IOPcc: 22,2 mmHg 17 años con ablación profunda para tra-
IOPg: 18,7 mmHg tamiento de alta miopía. Se muestran
CH: 7,2 mmHg
CRF: 8,6 mmHg las señales superpuestas de ambos ojos
(ojo derecho = rojo, izquierdo = verde)
Señal

CCT: 378 µm
WS: 5,9
10/10/2012 5:22:56 PM L
y los valores obtenidos para ambos ojos
IOPcc: 22,3 mmHg en un paciente remitido para estudio de
IOPg: 18,1 mmHg
CH: 6,6 mmHg
glaucoma de baja tensión por presentar
CRF: 7,9 mmHg papilas, OCT y campimetría sospecho-
CCT: 378 µm sa. Se pueden comprobar los valores
WS: 5,5
bajos de CH y CRF. La IOPg se en-
cuentra en rango normal; sin embargo,
los valores de IOPcc son elevados, por
encima de 21 mmHg; esto indica que
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

los daños observados pueden deberse al


Tiempo incremento tensional.

y la TAG respecto a los valores preoperatorios; valores biomecánicos obtenidos antes de la


sin embargo, la IOPcc se muestra más estable, práctica de la cirugía refractiva.
con un valor más real (39,44,45). Pero en • Queratocono y ectasias posquirúrgicas. En
pacientes con condiciones biomecánicas previas estos casos se observa un notable deterioro
disminuidas, las variaciones pueden ser mayores biomecánico unido a pérdida de espesor. En
(fig. 8-9). Por ello las fórmulas de predicción de cuanto a los valores tensionales, se produce una
los cambios de la PIO deben basarse en los infraestimación de la PIO (figs. 8-10 y 8-11). El

113
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Forma de onda

Referencias

IOPcc: 15,8
IOPg: 9,3
CH: 5,7

Señal
CRF: 4,5
CCT: 0
WS
W Presión:
1
10
Señal no filtrada:

3,5
3,5

Figura 8-10  Caso de exploración


en un paciente con queratocono. A. Se
A Tiempo
muestran las señales y los valores obte-
nidos. Los valores de CH y CRF mues-
tran el notable deterioro biomecánico.
Se encuentran valores bajos de IOPg; QC CH CRF IOPg IOPcc CCT
sin embargo, los valores de IOPcc Alto
se encuentran en rango normal. B. Se Medio X
muestra el perfil biomecánico y de la X X X X
Bajo
PIO en pacientes con queratocono y
ectasias post-LASIK. B

estudio de la PIO en estas patologías muestra mayor infraestimación de la PIO. Los estudios con
valores de IOPg y TAG bajos, mientras que el ORA muestran la existencia de valores de
los valores de IOPcc, más reales, son superiores IOPcc elevados, muchos de ellos en rango
y similares a los de la población sana (fig. 8-12). de HTO o glaucoma (6) (v. capítulo 12).
Pero son valores determinados en pacientes • Queratoplastias. En casos de queratoplastias, el
jóvenes, y sabemos que el glaucoma aumenta su análisis general muestra una disminución de la
incidencia en la cuarta década, por lo que sería CH y el CRF, aunque menor que en ectasias o
necesario un seguimiento de estos pacientes para distrofias endoteliales, y una IOPcc más elevada
detectar un posible futuro glaucoma, que sería de que la IOPg (fig. 8-14). En estos casos existe una
baja tensión si la determinación fuera por relación directa con el estado del injerto, de forma
TAG (18,37,38). que injertos transparentes presentan señales y
• Queratocono subclínico. Se ha detectado valores similares a los ojos normales (fig. 8-15), y
deterioro biomecánico subclínico e incluso en caso de injertos con rechazo, fracaso o edema,
pretopográfico en ojos contralaterales a presentan señales atípicas, CH más baja y valores
queratoconos. En estos casos se encuentran de IOPcc superiores, existiendo una alta
valores bajos de CH y/o CRF, sin signos incidencia de IOPcc superior a 21 mmHg (18,46).
topográficos de ectasia (18) (fig. 8-13). • Glaucoma de baja tensión. Los estudios
• Distrofias endoteliales. En casos de distrofia biomecánicos en el entorno del glaucoma serán
endotelial, coexisten unos valores bajos de CH y tratados en el capítulo 17. Pero, si seguimos el
CRF que indican deterioro biomecánico, y un desarrollo de la monografía, comprenderemos que
aumento de espesor corneal secundario al edema algunos glaucomas de baja tensión, que cursan con
clínico o subclínico. Esta situación especial, si no TAG normales y presentan daño glaucomatoso
se considera adecuadamente, puede suponer un progresivo, lo son por un deterioro biomecánico
enorme error de la PIO por TAG, si se aplican las que ocasiona una toma inexacta de la PIO por TAG
correcciones de espesor, que conllevaría una (v. capítulo 7).

114
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

Forma de onda

Referencias

IOPcc: 17,6
IOPg: 11,7
CH: 5,9
Señal

CRF: 5,4
CCT: 4.859 Figura 8-11  Ectasia post-LASIK.
WS
Presión: Exploración de un paciente que acude
10
Señal no filtrada:
con deterioro visual y que refiere ante-
cedentes de cirugía refractiva 3 años
antes (miopía de 4 D) con retoque a los
2,2
8 meses de la intervención. A. Se apre-
0 cian signos topográficos de ectasia.
B. Se observan las señales alteradas con
notable deterioro biomecánico y valo-
res de IOPcc 6 mmHg superiores a la
Tiempo
B IOPg.

16

14
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12
IOPg IOPcc Figura 8-12  Medias de valores de
10
IOPg e IOPcc en pacientes sanos y en
un grupo de 40 ojos de pacientes con
8 queratocono. Los valores de IOPg e
IOPcc son similares en el grupo con-
6 trol, con córneas biomecánicamente
normales. Pero en el grupo queratocono
4
se observa una infraestimación notable
2
de los valores de la PIO Goldmann,
mientras que los valores de PIO com-
0 pensada (IOPcc del ORA) son simila-
Grupo control Queratocono res al grupo control.

115
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Superposición de forma de onda

Referencias

4/22/2012 12:34:32 PM L
IOPcc: 17,7 mmHg
IOPg: 12,6 mmHg
CH: 6,5 mmHg
CRF: 6,2 mmHg
CCT: 4.754 µm
Señal

WS: 7,6
4/22/2012 12:34:32 PM R
IOPcc: 19,5 mmHg
IOPg: 15 mmHg
CH: 6,8 mmHg
CRF: 7,2 mmHg
CCT: 4.667 µm
WS: 7,9

Tiempo
A

Figura 8-13  Queratocono subclínico. Exploración de un paciente miope considerado no apto para cirugía refractiva. En la
imagen superior se muestran las señales superpuestas (ojo derecho = rojo, izquierdo = verde) y los valores obtenidos en ambos ojos
en la exploración con el ORA. Los valores de CH y CRF muestran el notable deterioro biomecánico en ambos ojos, con valores de
IOPg inferiores a los de la IOPcc. En la imagen inferior se muestra la topografía del OS del paciente, con ECC disminuido, pero
sin signos topográficos de ectasia.

116
Capítulo 8  |  Estudio de la biomecánica y la presión intraocular con el Ocular Response Analyzer

12 20 600
18
10
16 550
14
8
12 500
6 10
8 450
4
6
4 400
2
2
0 0 350
Grupo control Queratoplastia Grupo control Queratoplastia Grupo control Queratoplastia

CH mmHg CRF mmHg IOPg IOPcc CCT micras


A

QP CH CRF IOPg IOPcc CCT


Alto X X
Medio X X X X X
Bajo X X

Figura 8-14  A. Gráficos comparativos de las medias de valores de pacientes normales y 59 ojos sometidos a queratoplastia.
Se aprecia un deterioro biomecánico con disminución de CH y CRF, con CCT similar. En cuanto a los valores de PIO, la IOPg
muestra valores similares a la población normal, pero la IOPcc se muestra elevada. B. Se muestra el perfil biomecánico de las que-
ratoplastias con buen estado del injerto, y en rojo los cambios observados en los pacientes trasplantados en relación con el deterio-
ro del injerto o con la elevación de la PIO.

Forma de onda

Referencias

IOPcc: 22,4
Señal

IOPg: 19,9
CH: 8
WS
W CRF: 9,7
1
10
CCT: 557
Presión:
4 Señal no filtrada:

Tiempo
A B
Figura 8-15  Exploración de un paciente sometido a queratoplastia con injerto transparente. A. Imagen del estado del injerto.
B. Exploración con el ORA: los valores biomecánicos ECC y CRF son normales, la CH algo disminuida, pero en rango normal. Se
puede observar que los valores de IOPcc (22,4 mmHg) son superiores a los de la IOPg o TAG (19,9 mmHg) en este paciente.

4. Del Buey MA, Cristóbal JA, Lanchares E, Neyor N,


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Ocular Response Analyzer, Goldmann Applanation biomecánicas corneales y presión intraocular tras queratoplastia
Tonometry, and Dynamic Contour Tonometry in healthy penetrante estudiadas con el Ocular Response Analyzer ORA.
individuals. Int J Ophthalmol 2012; 5(1): 102-7. 23 SECOIR Congress, 2008. Madrid, España.

118
Capítulo 9

Impacto de la instilación de colirios


anestésicos sobre la biomecánica
y morfometría corneal
Juan Carlos Nieto Fernández, Cristina Peris Martínez y Alberto López Miguel

Sumario del capítulo

Introducción 120 Efecto de la instilación de proparacaína al 0,5%  123


Sobre los valores de la PIO  123
Metodología 120
Sobre los parámetros biomecánicos  123
Pacientes 120
Sobre los parámetros morfológicos  123
Fármacos empleados para la anestesia corneal  120
Efecto de la instilación de tetracaína al 0,5%  123
Caracterización biomecánica y morfológica
Sobre los valores de la PIO  123
de la córnea  121
Sobre los parámetros biomecánicos  124
Resultados 121 Sobre los parámetros morfológicos  124
Efecto de la instilación de SSB  121
Discusión 125
Sobre los valores de la PIO  121
Grupo no operado  125
Sobre los parámetros biomecánicos  121
Grupo LASIK  126
Sobre los parámetros morfológicos  121
Efecto de la instilación de oxibuprocaína al 0,4%  122 Conclusiones 127
Sobre los valores de la PIO  122
Bibliografía 127
Sobre los parámetros biomecánicos  123
Sobre los parámetros morfológicos  123

Resumen
La instilación de anestesia tópica sobre la superficie ocular es una práctica clínica muy
extendida, tanto en el diagnóstico como en el preoperatorio de cirugías del segmento
anterior. En este capítulo se analiza el impacto de la instilación de diferentes anestésicos
tópicos sobre la morfología y biomecánica de la córnea. Los resultados obtenidos sugie-
ren evitar la toma de decisiones clínicas acorde con las medidas corneales efectuadas
bajo el efecto de la anestesia tópica ocular, tanto en pacientes no operados como en
aquellos intervenidos de cirugía LASIK.
Las exploraciones realizadas bajo los efectos de los colirios anestésicos evidencian
una modificación transitoria de parámetros clínicamente muy relevantes, como la pro-
fundidad de la cámara anterior ocular, esencial en la valoración preoperatoria de la
cirugía de implante fáquico. Paralelamente, se ha constatado que la instilación de pro-
paracaína al 0,5% puede inducir cierto grado de edema corneal, por lo que su uso debe
evitarse particularmente antes de la determinación de la presión intraocular.
Estos resultados destacan la importancia de establecer protocolos exploratorios ade-
cuados en la consulta oftalmológica, ya que el resultado de pruebas muy rutinarias (como
la medida de la presión intraocular, la topografía corneal y las lecturas de ORA) puede
verse significativa y transitoriamente modificado tras la instilación de anestesia tópica.
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

119
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Introducción donde preoperatoriamente se instila anestesia


tópica, pudiendo diferir transitoriamente los
La caracterización morfológica y biomecánica de la cór- parámetros morfológicos y biomecánicos respecto
nea es importante, dado que es la superficie diana de los a los valores basales de la córnea medidos de
procedimientos refractivos con láser excimer (1-3) y la forma previa a la instilación.
estructura anatómica sobre la que se determina la presión
intraocular (PIO) (4). Este capítulo persigue analizar el impacto sobre la
La caracterización morfológica de la córnea (curvatura morfología y biomecánica de la córnea que pueden ejer-
y espesor fundamentalmente) es esencial en el contexto cer la instilación de diferentes colirios de anestesia tópica
clínico, ya que proporciona información crucial en el sobre la superficie ocular.
cálcu­lo de la lente intraocular (LIO) (5), en el estudio de
idoneidad de cirugía refractiva corneal (6,7), en la adapta-
ción de lentes de contacto (LC) (8) y en la detección precoz Metodología
de la ectasia corneal (9). La caracterización morfológica de
la córnea también tiene un papel protagonista en la correc- Pacientes
ta determinación de la PIO, esencial en el diagnóstico pre-
coz del glaucoma y en su monitorización (10,11). Todos los pacientes incluidos en la presente investiga-
Por otro lado, la caracterización biomecánica de la ción fueron reclutados prospectivamente y recibieron
córnea ha adoptado recientemente un gran protagonismo información detallada acerca del estudio. Todos ellos
clínico, dada su influencia en la determinación de la to- firmaron el pertinente consentimiento informado. Dichos
nometría de aplanación, en el diagnóstico precoz del pacientes fueron clasificados en dos grupos, dependien-
glaucoma, en la detección temprana de la ectasia y en el do de si habían sido intervenidos previamente de cirugía
seguimiento de tratamientos corneales (9,12). refractiva laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK)
La instilación de anestesia tópica sobre la superficie para la corrección de miopía simple o astigmatismo mió-
ocular es una práctica clínica muy extendida, tanto en la pico (grupo LASIK, n = 40 ojos) o no habían sido inter-
exploración diagnóstica como en el preoperatorio de las venidos (grupo no operado, n = 60 ojos). Todas las ciru-
cirugías que comprometen el segmento anterior ocular, gías fueron llevadas a cabo por un único cirujano
entre ellas la cirugía refractiva (13). El cambio que pue- experimentado, empleando el mismo instrumental quirúr-
den experimentar las medidas morfológicas y biomecá- gico (microquerátomo automático M2® (Moria, Antony,
nicas de la córnea respecto al valor basal no ha sido con- Francia) y plataforma láser Allegretto Wave Eye-Q® (La-
sistentemente evaluado y su conocimiento resulta esencial boratorios Alcon, EE. UU.).
en multitud de situaciones clínicas:

• En la determinación de la PIO mediante Fármacos empleados para la anestesia corneal


tonometría de aplanación de Goldmann,
procedimiento gold standard en la medida de la Se decidió valorar el impacto que genera la instilación
PIO y para el que se instila previamente anestesia de tres anestésicos tópicos muy comunes en la práctica
tópica en la superficie ocular. oftalmológica (13): oxibuprocaína al 0,4%, proparacaí-
• En el contexto de la cirugía refractiva corneal y el na al 0,5% y tetracaína al 0,5% (fig. 9-1). Se estableció
implante de lentes intraoculares (LIO) fáquicas, como grupo control la instilación de solución salina

Figura 9-1  Aspecto de la forma


farmacéutica de los colirios empleados
en la investigación.

120
Capítulo 9  |  Impacto de la instilación de colirios anestésicos sobre la biomecánica y morfometría corneal

balanceada (SSB). La composición detallada de cada cientes que no habían recibido cirugía ocular previa (gru-
uno de los fármacos empleados aparece resumida en la po no operado), y el segundo grupo, por 40 ojos de 20 pa-
tabla 9-1. cientes intervenidos de LASIK para la corrección de
miopía o astigmatismo miópico, con un seguimiento mí-
nimo de 6 meses tras la intervención (grupo LASIK) (14).
Caracterización biomecánica y morfológica Las características basales relativas a la biomecánica
de la córnea corneal que presentaba cada uno de los grupos aparecen
en las tablas 9-2 y 9-3. Estos datos se calcularon como el
Se monitorizó el cambio experimentado por la córnea tras valor promedio de las cuatro medidas basales obtenidas
la instilación de anestesia tópica, comparando el valor previamente a la instilación de cada uno de los cuatro
obtenido tras la instilación respecto al valor basal. La re- colirios empleados en la investigación.
visión exhaustiva del análisis estadístico empleado en la
investigación se ha descrito previamente (14). Se evalua-
ron dos características que presentan una gran relevancia Efecto de la instilación de SSB
clínica: la biomecánica corneal, que describe el compor-
tamiento estructural de la córnea (15), y la morfometría Sobre los valores de la PIO
corneal, que cuantifica los cambios experimentados en su
forma (16). En el grupo de pacientes no operados, se produjo una
Las propiedades biomecánicas de la córnea fueron reducción significativa respecto al valor basal de la IOPg
analizadas mediante el dispositivo Ocular Response superados los 5 min posteriores a la instilación, efecto
Analyzer (ORA®, Reichert, EE. UU.) (17). Los paráme- que no se produjo en el grupo de pacientes operados de
tros biomecánicos evaluados fueron: PIO correlacionada LASIK. El comportamiento de la IOPcc resultó más es-
con la tonometría Goldmann (IOPg), PIO con compensa- table y simétrico entre ambos grupos, apareciendo única-
ción corneal (IOPcc), histéresis corneal (CH) y factor de mente un descenso significativo respecto al valor basal en
resistencia corneal (CRF). los tiempos iniciales del grupo no operado.
La evaluación morfológica de la córnea se llevó a cabo
mediante un dispositivo topográfico basado en cámara de
Sobre los parámetros biomecánicos
Scheimpflug (Pentacam®, WaveLight, Alemania). Los
parámetros morfológicos evaluados fueron: paquimetría La instilación de SSB no generó cambio alguno sobre la
corneal central (PCC), queratometría corneal media (Km), CH ni el CRF en ninguno de los grupos.
índice topográfico de asimetría vertical (IAV), profundi-
dad de cámara anterior (PCA) y excentricidad (e).
Sobre los parámetros morfológicos
La PCC no se vio modificada en ninguno de los grupos
tras la instilación de SSB. Los valores queratométricos
Resultados solo evidenciaron un aplanamiento significativo de la cór-
nea en los tiempos iniciales para el grupo no operado. En
El estudio fue llevado a cabo sobre 100 ojos de 50 pacien- el grupo de pacientes intervenidos de LASIK no existió
tes (20 hombres y 30 mujeres), divididos en dos grupos. cambio respecto al valor basal. La variable IAV no expe-
El primer grupo quedó compuesto por 60 ojos de 30 pa- rimentó cambio alguno tras la instilación de SSB, lo que

Tabla 9-1  Composición detallada de los diferentes colirios empleados durante la investigación
Proparacaína al 0,5% Oxibuprocaína al 0,4% Tetracaína al 0,5% SSB
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Nombre comercial Parcaine 0,5% Prescaina 0,4% Tetcaine BSS


Laboratorio Bausch & Lomb Laboratorios Llorens Altaire Pharmaceuticals Alcon Cusí
Principio activo Proparacaína clorhidrato Oxibuprocaína clorhidrato Tetracaína clorhidrato –
Excipientes Glicerina, ácido Edetato disódico, ácido Ácido bórico, edetato Cloruro sódico, cloruro
clorhídrico y agua bórico, cloruro sódico disódico, cloruro potásico, potásico, cloruro cálcico,
purificada y agua purificada agua purificada y ácido cloruro magnésico,
clorhídrico o hidróxido acetato sódico, citrato
sódico sódico, hidróxido sódico
o ácido clorhídrico y agua
purificada
Conservantes Cloruro de benzalconio Timerosal Clorbutanol —

121
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 9-2  Características biomecánicas basales correspondientes al grupo no operado, n = 60 ojos

Variable Media (mmHg) Desviación estándar (mmHg) Rango (mmHg)


IOPg 14,04 2,77 7,2-19,57
IOPcc 13,96 2,29 7,63-18,43
CRF 10,58 1,76 6,53-15,13
CH 11,11 1,48 8,4-15,7

Tabla 9-3  Características biomecánicas basales correspondientes al grupo LASIK, n = 40 ojos

Variable Media (mmHg) Desviación estándar (mmHg) Rango (mmHg)


IOPg 11,87* 2,68 7,13 a 20,43
IOPcc 14,39 2,9 10,07 a 21,77
CRF 8,13* 1,34 5,77 a 11,13
CH 8,98* 1,39 6,5 a 12,5

*Significación estadística que se desprende de la comparación con las mismas variables basales del grupo no operado (p = 0,0001 en todos los casos, t de
Student para muestras independientes).

se traduce en que la topografía corneal no aumentó su Efecto de la instilación de oxibuprocaína


grado de asimetría de curvatura en el meridiano vertical al 0,4%
en ninguno de los grupos al instilar una gota de SSB. La
PCA no experimentó variación respecto al valor basal en Sobre los valores de la PIO
el grupo de pacientes no operados. Sin embargo, sí des-
cendió de manera significativa transcurridos 5 y 20 min La instilación de oxibuprocaína al 0,4% originó una reduc-
de la instilación en el grupo LASIK. ción significativa de la IOPg superado el primer minuto
La variación de curvatura del centro a la periferia per- postinstilación en ambos grupos. El valor de la IOPcc no
maneció invariable tras la instilación de SSB, como de- experimentó variación en el grupo no operado, aparecien-
muestra la ausencia de cambios en el parámetro e en am- do significativamente reducida respecto al valor basal su-
bos grupos. perados los primeros 5 min de la instilación (fig. 9-2).

Variable: IOPcc Fármaco: oxibuprocaína

18

16

14
N
12
Media ± DE (mmHg)

10

8
Grupo

18

16
Figura 9-2  Evolución de la varia-
14
ble IOPcc tras la instilación de oxibu-
L
procaína al 0,4% en ambos grupos de 12
estudio. Los asteriscos (*) representan
10
los momentos en que el dispositivo
ORA presentó un comportamiento fia- 8
ble y la medida presentó variación sig-
nificativa respecto al valor basal. Basal 1 5 10 15 20 25 30 45

L: grupo LASIK; N: grupo no operado. Tiempo de medida (minutos)

122
Capítulo 9  |  Impacto de la instilación de colirios anestésicos sobre la biomecánica y morfometría corneal

Sobre los parámetros biomecánicos sa y significativa que apareció en el grupo no operado


entre IOPg y PCC transcurri­dos 5 min de la instilación
El CRF experimentó una reducción estadísticamente sig- (r = –0,539; p = 0,003), así como la moderada asocia-
nificativa en el grupo no operado, tanto en los tiempos ción directa y significativa que apareció entre IOPcc y
iniciales como en los tardíos tras la instilación. En el gru- PCC transcurridos 10 min de la instilación (r = 0,494;
po LASIK, el CRF no experimentó variación alguna. Por p = 0,027).
su parte, la CH permaneció estable tras la instilación en
ambos grupos.
Sobre los parámetros biomecánicos
El CRF experimentó una reducción significativa respecto
Sobre los parámetros morfológicos
a su valor basal en ambos grupos, apareciendo dicha re-
Morfológicamente, la instilación de oxibuprocaína al ducción más prolongada en el tiempo en el grupo no ope-
0,4% no generó variación alguna sobre los parámetros rado (fig. 9-5). La CH permaneció invariable en ambos
corneales, excepto para la PCA, que se vio significativa- grupos tras la instilación de proparacaína al 0,5%.
mente reducida tras la instilación en el grupo LASIK
(fig. 9-3).
Sobre los parámetros morfológicos
Tras la instilación de una gota de proparacaína al 0,5%,
Efecto de la instilación de proparacaína no se produjo modificación significativa de ningún pará-
al 0,5% metro morfológico de la córnea en ambos grupos, excep-
to en el valor de la PCA, donde se produjo un descenso
Sobre los valores de la PIO significativo transcurridos 20 min de la instilación, en el
grupo LASIK.
El valor de la IOPg experimentó una reducción signifi-
cativa de su valor basal, tanto en el grupo no operado
como en el grupo LASIK, siendo más duradero el efecto Efecto de la instilación de tetracaína al 0,5%
en el grupo no operado. Por su parte, la variable IOPcc
no se vio modificada en el grupo no operado, aparecien- Sobre los valores de la PIO
do en el grupo LASIK una reducción significativa en los
tiempos iniciales tras la instilación (fig. 9-4). Al analizar En el grupo no operado, el valor de la IOPg se vio signifi­
el grado de asociación existente entre la magnitud del cativamente reducido superados los primeros 10 min post­
cambio experimentado por la IOPg y la IOPcc y el expe- instilación. En el grupo LASIK, la instilación indujo
rimentado por la PCC tras la instilación de proparacaína ­menor variación sobre el valor basal, apareciendo un des-
al 0,5%, resultó llamativa la moderada asociación inver- censo significativo solo tras 20 min de la instilación.

Variable: PCA Fármaco: oxibuprocaína

3,6

3,4

N
3,2
Media ± DE (mmHg)

3
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Grupo

3,6

3,4 Figura 9-3  Evolución de la variable


PCA tras la instilación de oxibuprocaína
L
3,2 al 0,4% en ambos grupos de estudio. Los
asteriscos (*) representan los momentos
3 en que el dispositivo ORA presentó un
comportamiento fiable y la medida pre-
sentó variación significativa respecto
Basal 1 5 10 15 20 25 30 45 al valor basal. L: grupo LASIK; N: gru-
Tiempo de medida (minutos) po no operado.

123
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Variable: IOPcc Fármaco: proparacaína

18

16

14
N
12

Media ± DE (mmHg)
10

Grupo
18

16
Figura 9-4  Evolución de la varia-
14
ble IOPcc tras la instilación de propara-
L
caína al 0,5% en ambos grupos de estu- 12
dio. Los asteriscos (*) representan los
10
momentos en que el dispositivo ORA
presentó un comportamiento fiable y la 8
medida presentó variación significativa
respecto al valor basal. L: grupo LASIK; Basal 1 5 10 15 20 25 30 45

N: grupo no operado. Tiempo de medida (minutos)

Variable: CRF Fármaco: proparacaína

12

10
N

8
Media ± DE (mmHg)

Grupo
12

Figura 9-5  Evolución de la variable


CRF tras la instilación de proparacaína 10
L
al 0,5% en ambos grupos de estudio. Los
asteriscos (*) representan los momentos 8
en que el dispositivo ORA presentó un
comportamiento fiable y la medida pre- 6
sentó variación significativa respecto al
valor basal L: grupo LASIK; N: grupo Basal 1 5 10 15 20 25 30 45

no operado. Tiempo de medida (minutos)

­ especto al valor de la IOPcc, este parámetro no se vio


R mente, en el grupo LASIK no se produjo modificación
modificado tras la instilación del fármaco en ninguno de respecto al valor preinstilación. Finalmente, el comporta-
los grupos. miento de la CH no reveló cambio alguno en ninguno de
los grupos tras la instilación de tetracaína al 0,5%.
Sobre los parámetros biomecánicos
Sobre los parámetros morfológicos
El comportamiento del parámetro CRF ofreció una mar-
cada dualidad en ambos grupos de pacientes. En el grupo En cuanto al impacto sobre la morfología corneal de la
de pacientes no operados, se produjo un descenso signi- instilación de tetracaína al 0,5%, todos los parámetros
ficativo y duradero respecto a su valor basal. Contraria- descriptores de la misma incluidos en la investigación

124
Capítulo 9  |  Impacto de la instilación de colirios anestésicos sobre la biomecánica y morfometría corneal

(PCC, Km, IAV, PCA, e) evidenciaron un comportamien- la IOPg (29). Similar comportamiento fue obtenido por
to temporalmente estable en ambos grupos respecto a la otros autores tras la instilación de SSB (30) y de lágrima
medida basal. artificial sin conservantes (31).
En cuanto a los parámetros biomecánicos de la córnea
(CRF e CH), no se apreció cambio alguno tras la instila-
ción de SSB. La ausencia de cambios significativos ob-
Discusión servados en los parámetros biomecánicos es plenamente
coincidente con los resultados obtenidos por otros auto-
La córnea es una estructura compleja, compuesta funda- res, donde la instilación de lágrima artificial (28) o solu-
mentalmente por colágeno, proteoglicanos, agua y otros ción salina (30) no induce cambio significativo respecto
elementos. Se caracteriza por una importante variación al valor basal.
local de la organización de la región anterior respecto a El comportamiento observado en la variable IOPg tras
la posterior, y de la región central respecto a la periféri- la instilación de oxibuprocaína al 0,4% no difiere del que
ca (18). La fuerza adhesiva interlamelar de la región cen- produjo la instilación de SSB. Ogbuehi, empleando el
tral de la córnea depende de la unión de los proteoglica- instrumento ORA, no apreció cambios significativos en
nos, mientras que la ramificación y entrelazado de las el valor de la IOPg transcurridos 2 min de la instilación
lamelas de colágeno proporciona fuerza adhesiva adicio- de oxibuprocaína al 0,4% (de modo similar a nuestro va-
nal en la región anterior y periférica (18,19). Asimismo, lor del primer minuto), pero sí que advirtió reducción
el estroma anterior presenta menos capacidad para significativa transcurridos 5 min (28). Tampoco Ehongo
­aumentar su grosor y es aproximadamente un 25% más et al. advirtieron cambios significativos transcurridos
rígido que la porción estromal posterior (20). Estas carac- 2 min de la instilación de oxibuprocaína al 0,4% (30). Sin
terísticas tisulares permiten mantener una estructura cor- embargo, AlMubrad y Ogbuehi, mediante un tonómetro
neal estable frente a las fuerzas extra- e intraoculares y, a de aire convencional, apreciaron reducción significati-
su vez, modulan el comportamiento de la misma frente a va de la PIO transcurridos 2 y 5 min de la instilación (31).
procedimientos refractivos, como la cirugía LASIK. En Todos los resultados parecen convenir que el aumento del
esta técnica quirúrgica, la fotoablación del estroma ante- tiempo de medida, más allá de la instilación del colirio,
rior mediante láser excimer para la corrección de defecto genera una tendencia a la reducción de la IOPg por efec-
miópico induce no solo un aplanamiento central de la cór- to tonográfico (29). Otro factor que podría justificar par-
nea, sino también un engrosamiento medio-periférico ori- cialmente nuestro resultado es el posible efecto del coli-
ginado por la retracción de las lamelas de colágeno abla- rio anestésico sobre la fuerza ejercida por los párpados
cionadas, modificando el gradiente de fluido en el interior sobre la córnea, hecho que puede reducir las lecturas de
de la córnea (18,21-23). Esta nueva configuración estruc- la PIO obtenidas con tonómetro de aire más allá de los
tural resulta más pronunciada cuanto mayor es la cuantía primeros 15 min tras la instilación (32).
de la ablación, ya que mayor cantidad de colágeno y ma- Respecto al parámetro IOPcc, existió una tendencia a
triz extracelular será retirada de la córnea, pudiendo justi- la reducción respecto al valor basal en todos los tiempos
ficar, en gran medida, el diferente comportamiento expe- de medida. Sin embargo, la ausencia de consistencia del
rimentado por ambos grupos tras la instilación de los dispositivo ORA en la medida de este parámetro, en estas
diferentes colirios anestésicos (18). condiciones de medida, hizo que no pudieran ser toma-
das como relevantes.
En cuanto al cambio experimentado por los paráme-
Grupo no operado tros biomecánicos tras la instilación de oxibuprocaína al
0,4%, los resultados obtenidos para el CRF concuerdan
Las medidas basales relacionadas con la PIO (IOPg y con otros estudios, donde tampoco aparece cambio signi-
IOPcc), con las propiedades biomecánicas (CRF e CH) ficativo del CRF durante los primeros 5 min posteriores
y con los parámetros morfológicos de la córnea (PCC, a la instilación (28,30). Por su parte, la ausencia de cam-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Km, IAV, PCA y e) obtenidas en la presente investigación, bio en la CH también resulta comparable con el resultado
fueron muy similares a las obtenidas por otros autores, en obtenido por otros autores (28,30).
pacientes no intervenidos, en una franja de edad simi- La instilación de una gota de proparacaína al 0,5% de
lar (24-28). nuevo se asoció a una reducción significativa de la IOPg
Tras la instilación de SSB, se apreció una reducción superado el primer minuto postinstilación. Similar resulta-
significativa de la IOPg en todos los tiempos de medida do fue obtenido en otro estudio, transcurridos 2 y 5 min de
posteriores al primer minuto. Este comportamiento del la instilación (31). Los resultados obtenidos parecen evi-
parámetro IOPg se puede deber al efecto tonográfico se- denciar el impacto del efecto tonográfico con la reducción
cundario al impacto repetido del soplo de aire emitido por experimentada con el paso del tiempo (29). Otros autores
el ORA, el cual origina una consecuente redistribu- refieren que los conservantes presentes en el colirio em-
ción del humor acuoso sobre la cámara anterior e induce pleado pueden alterar la película lagrimal, con el conse-
un descenso de la medida de la PIO correlacionada con cuente error asociado en la determinación de la PIO (33,34).

125
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

La ausencia de cambio en el valor de IOPcc tras la de la córnea originada en el grupo LASIK por la induc-
instilación de proparacaína al 0,5% descarta que su insti- ción no solo de un aplanamiento central de la córnea, sino
lación pueda condicionar la medida de la IOPcc. En cual- también de un engrosamiento medio-periférico originado
quier caso, la ausencia de estudios que hayan empleado por la retracción de las lamelas de colágeno ablacionadas,
este fármaco para evaluar este parámetro corneal impide modificando el gradiente de fluido en el interior de la
extraer conclusiones más determinantes. córnea (18,21-23). Esta nueva configuración estructural
Respecto a los parámetros biomecánicos, el CRF expe- resulta más pronunciada cuanto mayor es la cuantía de la
rimentó un descenso significativo respecto al valor basal. ablación, ya que mayor cantidad de colágeno y matriz
Este hecho sugiere que la presencia de conservantes en la extracelular será retirada de la córnea, originando mayor
fórmula del fármaco, en este caso cloruro de benzalconio, cambio sobre la determinación de la PIO y de las propie-
pueda generar cambios tóxicos en la estructura corneal dades biomecánicas de la córnea (18).
que puedan condicionar este comportamiento (13). El clo- El comportamiento experimentado por los diferentes
ruro de benzalconio es un surfactante catiónico, muy fre- parámetros corneales, tras la instilación de los fármacos
cuentemente empleado en las soluciones oftálmicas, ya anestésicos, solo presentó cambio respecto al comporta-
que es un muy buen conservante del principio activo del miento tras la instilación de SSB en la determinación de
fármaco y permite la mejor penetración del fármaco sobre la PIO. En todos los casos, se produjo una reducción sig-
la superficie ocular, mejorando su acción (35). Sin embar- nificativa de la IOPg en los tiempos medios (superado el
go, se asocia a un alto grado de toxicidad corneal, espe- minuto 5) respecto al valor basal. Consecuentemente,
cialmente en el epitelio y el endotelio, si entra en contacto también se produjo un descenso de la IOPcc en algunos
con ellos (36). En cuanto a la CH, con la limitada fiabili- tiempos de medida, sin que se apreciase incremento aso-
dad que proporcionó el instrumento ORA para su medida, ciado en la PCC. Este comportamiento podría deberse a
no existió modificación significativa respecto al valor un deterioro en la calidad de la película lagrimal, debido
preinstilación de proparacaína al 0,5%. al efecto de los agentes conservantes o a la agresión sobre
Finalmente, la instilación de tetracaína al 0,5% originó el plexo nervioso basal subepitelial (PNBS) durante la
un descenso significativo de la IOPg, comportamiento creación del colgajo corneal, y la posterior ablación es-
análogo al obtenido por otros autores tras la instilación tromal, en el postoperatorio medio de los pacientes inter-
del mismo fármaco (28). También se vio reducido respec- venidos de LASIK, donde todavía no se ha producido la
to el valor basal el parámetro CRF. Sin embargo, la CH completa reinervación corneal (37,38). Otra justificación
no experimentó cambio alguno tras la instilación. Nues- reside en la modificación de la geometría de la córnea tras
tros resultados concuerdan con los obtenidos por Ogbue- la intervención miópica (paso de morfología prolata a
hi, ya que no observó modificación alguna de la biome- oblata) y en el tamaño de la zona óptica del tratamiento.
cánica corneal (expresada mediante CRF e CH), En estas circunstancias, el centrado del ojo del paciente
transcurridos 5 min de la instilación de tetracaína al 0,5% sobre el punto de fijación del instrumento resulta impres-
(28). Este inusual comportamiento, según Ogbuehi, podía cindible para la correcta toma de la medida, todavía más
justificarse por una posible desestabilización de la pelí- vital que en pacientes no operados (39). El impacto del
cula lagrimal inducida por el conservante de los colirios chorro de aire sobre la zona marginal del flap en lugar de
empleados (33,34), o por una reducción de la presión la zona óptica central supondría la medición de los pará-
ejercida por los párpados sobre la córnea bajo los efectos metros corneales sobre una zona donde existe disconti-
del anestésico (30). nuidad de las lamelas de colágeno al ser atravesadas por
En líneas generales, la morfología corneal no se vio el microquerátomo y haber atravesado la membrana de
significativamente modificada tras la instilación de anes- Bowman, originando una reflexión distinta de la luz en-
tesia tópica en el grupo de pacientes no operados, resul- viada a través del sistema ORA (18).
tados que concuerdan con estudios previos (24,28). En este sentido, diferentes autores han concluido que,
más importante que el análisis cuantitativo de la medida
proporcionada por el sistema ORA, es el análisis del grá-
Grupo LASIK fico que proporciona en cada medida (39-41). La nueva
versión de software que incorpora el dispositivo (3.0)
Los valores obtenidos para el grupo de pacientes interve- computa 37 nuevos parámetros para describir la curva de
nidos de LASIK tanto para los parámetros relacionados respuesta detectada en cada señal y obtener información
con la medida de la PIO (IOPg y IOPcc), como los rela- más precisa de la córnea (39). La versión que se empleó
cionados con la biomecánica y morfología corneales, no en el presente estudio (2.04) no incorpora dichos paráme-
difirieron de los obtenidos por otros autores tras la reali- tros de evaluación de la gráfica.
zación de cirugía LASIK, en un rango dióptrico similar Morfológicamente, la instilación de colirios anestési-
al nuestro (18,25). cos no modificó significativamente la córnea, salvo para
La instilación de SSB generó un comportamiento di- el valor de la PCA, donde se produjo un descenso en el
ferente en ambos grupos evaluados. Esta diferencia de grupo LASIK tras la instilación de oxibuprocaína al 0,4%
comportamiento reside en la modificación estructural y proparacaína al 0,5%. Este descenso del valor de la

126
Capítulo 9  |  Impacto de la instilación de colirios anestésicos sobre la biomecánica y morfometría corneal

PCA no se asoció a un aumento significativo de la PCC, 8. Villa-Collar C, González-Méijome JM, Queirós A, Jorge J.
por lo que este cambio podría atribuirse a una modifica- Short-term corneal response to corneal refractive therapy for
different refractive targets. Cornea 2009; 28: 311-6.
ción transitoria del volumen de la córnea que no se aso- 9. Schweitzer C, Roberts CJ, Mahmoud AM, Colin J,
ciase a un aumento local del espesor central (42). Maurice-Tison S, Kerautret J. Screening of forme fruste
keratoconus with the ocular response analyzer. Invest
Ophthalmol Vis Sci 2010; 51: 2403-10.
10. Gordon MO, Beiser JA, Brandt JD, Heuer DK,
Higginbotham EJ, Johnson CA, et al. The ocular
Conclusiones hypertension treatment study: baseline factors that predict
the onset of primary open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol
La conclusión general que se extrae de la presente inves- 2002; 120: 714-20.
tigación es que, pese a que el impacto sobre la determi- 11. Chihara E. Assessment of true intraocular pressure: the gap
between theory and practical data. Surv Ophthalmol 2008;
nación de las propiedades biomecánicas de la córnea es 53: 203-18.
mayor que el inducido sobre la determinación de su mor- 12. Gkika M, Labiris G, Giarmoukakis A, Koutsogianni A,
fología, los resultados obtenidos sugieren evitar tomar Kozobolis V. Evaluation of corneal hysteresis and corneal
decisiones clínicas acordes con las medidas corneales resistance factor after corneal cross-linking for keratoconus.
efectuadas bajo el efecto de la anestesia tópica ocular, Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol 2012; 250: 565-73.
13. McGee HT, Fraunfelder FW. Toxicities of topical
tanto en pacientes no operados como en intervenidos de ophthalmic anesthetics. Expert Opin Drug Saf 2007; 6:
cirugía LASIK. 637-40.
Adicionalmente, el cambio en la microestructura cor- 14. Nieto Fernández JC. Implicaciones ópticas y biomecánicas
neal y la mayor dependencia del centrado en la adquisi- de la instilación de anestesia tópica sobre ojos normales y
ción de la medida tras LASIK probablemente condicio- con queratomileusis intraestromal con láser (Tesis doctoral).
Valencia: Universidad de Valencia, 2013. Disponible en:
nen la modificación transitoria de la profundidad de la http://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/30241/Tesis_
cámara anterior tras la instilación de anestesia tópica, Doctoral_JCNieto.pdf?sequence=1.
hecho que debe ser tenido en cuenta en la valoración de 15. Moreno-Montañés J, Maldonado MJ, García N, Mendiluce L,
idoneidad de un posterior implante fáquico. García-Gómez PJ, Seguí-Gómez M. Reproducibility and
clinical relevance of the ocular response analyzer in
Finalmente, la correlación existente entre el cambio
nonoperated eyes: corneal biomechanical and tonometric
experimentado por la presión intraocular (con y sin com- implications. Invest Ophthalmol Vis Sci 2008; 49: 968-74.
pensación corneal) y el cambio experimentado por la pa- 16. Savini G, Carbonelli M, Barboni P, Hoffer KJ. Clinical
quimetría corneal central tras la instilación de proparacaí- relevance of radius of curvature error in corneal power
na al 0,5% en ambos grupos sugiere que este fármaco measurements after excimer laser surgery. J Cataract Refract
Surg 2010; 36: 82-6.
induce en mayor medida edema corneal y, por tanto, su 17. Luce DA. Determining in vivo biomechanical properties of
uso ha de evitarse, particularmente antes de la determina- the cornea with an ocular response analyzer. J Cataract
ción de la presión intraocular. Refract Surg 2005; 31: 156-62.
18. Qazi MA, Sanderson JP, Mahmoud AM, Yoon EY, Roberts CJ,
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asymmetry between eyes an independent risk factor for ectasia keratomileusis? J Refract Surg 2008; 24: 90-6.
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power calculation. Curr Opin Ophthalmol 2008; 19: 13-7. 24. Asensio I, Rahhal SM, Alonso L, Palanca-Sanfrancisco JM,
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marginal degeneration: A review. Cont Lens Anterior Eye post-laser in situ keratomileusis, and keratoconic eyes.
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127
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

26. Johnson RD, Nguyen MT, Lee N, Hamilton DR. Corneal 35. Millichamp NJ. Toxicity in specific ocular tissues: corneal
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Moulin-Tyrode C, et al. Assessment of corneal biomechanical Klintworth GK, et al. Corneal toxicity secondary to
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128
Capítulo 10

Nuevas tecnologías para el estudio


de la biomecánica de la córnea:
Corvis ST y otros dispositivos
Cristina Peris Martínez, Amparo Díez Ajenjo y M.ª Carmen García Domene

Sumario del capítulo

Biomecánica corneal y parámetros para su estudio  129 Otros dispositivos experimentales  134
Corvis ST: dispositivo para evaluar la biomecánica
®
Bibliografía 135
corneal 130

Resumen
La caracterización de la córnea solo mediante parámetros morfológicos no es suficiente
para evaluarla como tejido vivo. En la actualidad, se trabaja intensamente en el diseño
de nuevos dispositivos experimentales para caracterizar in vivo sus parámetros biome-
cánicos del modo más fiable. Uno de estos últimos dispositivos es el Corvis® ST. Si se
consigue evaluar de modo fiable el comportamiento biomecánico corneal, se puede llegar
a predecir enfermedades de la córnea con insuficiencia biomecánica antes de que se
manifiesten sus alteraciones morfológicas y clínicas.
En este capítulo se explicarán los parámetros biomecánicos más relevantes que se
evalúan con dispositivos como el Corvis® ST y se comentarán cuáles son las futuras tec-
nologías que servirán también para el análisis de la biomecánica corneal.

Biomecánica corneal corneales, como el espesor corneal y la densidad y entre-


y parámetros para su estudio cruzamiento de las fibras de colágeno, afectan a su
biomecánica, ya que, cuando esta se somete a una defor-
mación, reorganiza sus láminas de colágeno variando su
Últimamente empieza a cobrar relevancia el concepto de elasticidad para alcanzar un nuevo estado de equili-
biomecánica corneal. Este se encarga de valorar el equili- brio (2,3). Los factores extracorneales que influyen en la
brio y la deformación de la córnea sometida a una fuerza biomecánica corneal son la presión intraocular (PIO) y
cualquiera. Por tanto, explora la función y estructura de la la atmosférica, y la tensión ejercida por el músculo ciliar
córnea y establece bases para predecir su respuesta dinámi- —acorta el diámetro corneal al acomodar, induciendo un
ca ante ciertas situaciones, tanto fisiológicas como patoló- cambio de curvatura equivalente a 0,6-0,72 dioptrías (4)—,
gicas. Por tanto, la biomecánica corneal es un concepto que los músculos extraoculares (a través de sus inserciones
engloba fundamentos físicos, matemáticos y biológicos. esclerales) y los párpados.
La biomecánica corneal depende tanto de factores in- Conociendo sus propiedades biológicas, mediante mo-
tracorneales como extracorneales (1). Los factores intra- delizaciones virtuales más o menos complejas, se puede
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

129
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

predecir la respuesta dinámica corneal ante ciertas situa- estudiar su elasticidad, viscosidad y disipación. Estas
ciones. Con ellas, se puede analizar la respuesta biomecá- propiedades se analizan a partir de conceptos físicos,
nica del tejido corneal si este es sometido a LASIK o PRK, como la histéresis corneal (CH) y el factor de resistencia
o se puede predecir el astigmatismo residual posquirúrgico corneal (CRF).
en cualquier cirugía que requiera una incisión corneal; in- El dispositivo más conocido para evaluar los paráme-
cluso se podrían calcular las posibilidades que tiene una tros biomecánicos corneales es el Ocular Response
córnea de ser ectásica a largo plazo, con el análisis de pa- Analyzer (ORA, Reichert Inc., Depew, NY, EE. UU.)
rámetros biomecánicos en modelos de regresión (5). (12). Mediante una doble aplanación de la córnea por un
A nivel físico, para analizar la biomecánica corneal, pulso de aire y con un sistema electroóptico incorporado,
hay que tener en cuenta los siguientes conceptos: registra la curvatura corneal durante la deformación, to-
mando dos medidas de presión, la correspondiente a la
• Elasticidad: propiedad mecánica que presenta la primera y segunda aplanaciones. A partir de estos dos
córnea de sufrir deformaciones reversibles cuando valores, se calculan parámetros como la CH, el CRF, la
se encuentra sujeta a la acción de fuerzas externas, presión intraocular correlacionada con Goldmann (IOPg)
y de recuperar la forma original si estas fuerzas y la presión intraocular compensada corneal (IOPcc).
cesan. Esta deformación es proporcional a la Pero este dispositivo experimental no es el único pro-
fuerza aplicada, independientemente del tiempo y cedimiento que se encuentra para evaluar la biomecánica
la velocidad a la que se aplique. corneal. Actualmente, ya se puede encontrar en el merca-
• Viscosidad: se define como la oposición de la do un procedimiento experimental no invasivo, el Corvis®
córnea a las deformaciones tangenciales. Depende ST (fig. 10-1), que también es capaz de valorar in vivo los
de la velocidad a la que es aplicada la fuerza. parámetros biomecánicos de la córnea. Este dispositivo
• Disipación de energía o amortiguación: evalúa la es un tonómetro de no contacto equipado, además, con un
energía aplicada a la córnea que absorbe paquímetro óptico. Su funcionamiento está basado tam-
parcialmente sus tejidos, de modo que el bién en el principio de Imbert-Fick, en el que la PIO se
movimiento inducido por la fuerza aplicada se calcula dividiendo la fuerza que ejerce el aire entre el área
amortigua. de superficie aplanada.
El dispositivo experimental incorpora, además, una
A partir de análisis ex vivo realizados en córneas de cámara central para enfocar y alinear el ápex corneal. Al
donantes, se ha confirmado que la córnea presenta las paciente se le pide que fije su atención en un LED (light
siguientes características que vamos a resumir y se expo-
nen más detenidamente en el capítulo 2:

• Las propiedades biomecánicas corneales varían


con la edad. Con la edad, aumenta la rigidez
corneal (6,7).
• La córnea reacciona de modo no lineal frente a
una fuerza externa, aumentando su rigidez (2,8).
• La viscosidad corneal presenta una respuesta no
lineal con variaciones de la histéresis corneal (9).
• La córnea paracentral y periférica presenta unos
valores de rigidez mayores que la córnea central,
debido al cambio en la orientación y el número de
fibras de colágenos en el estroma entre ambas
localizaciones (7,10).
• La elasticidad corneal depende de la zona corneal
evaluada, disminuyendo conforme nos adentramos
de la zona anterior a la zona posterior del
estroma (7,11).

Corvis® ST: dispositivo


para evaluar la biomecánica
corneal
Para estudiar los parámetros biomecánicos que presenta
la córnea en pacientes in vivo, simplemente bastará con Figura 10-1  Imagen del dispositivo Corvis® ST.

130
Capítulo 10  |  Nuevas tecnologías para el estudio de la biomecánica de la córnea: Corvis ST y otros dispositivos

emitting diode) rojo. Cuando se alinea la cámara con el superior izquierda de la pantalla de resultados.
primer reflejo de Purkinje de la córnea, se libera el impul- En línea discontinua se delimita la zona de
so de aire de manera automática, aunque el dispositivo máxima deformación. El máximo se corresponde
también ofrece la opción de disparo manual (fig. 10-2). con la forma cóncava corneal. Es fácil observar la
El Corvis® ST también incorpora una cámara de asimetría de la medición, debido a la histéresis
Scheimpflug, que toma 4.330 fotogramas por segundo que presenta la córnea.
mediante una rendija con un LED azul de 455 nm, con el • Longitud de aplanación (applanation length;
fin de evaluar la respuesta de la córnea a un impulso de milímetros): gráfica en la que se analiza la
aire controlado. Durante la medición, se produce, ade- longitud del área aplanada en milímetros. En esta
más, una grabación en los 8,5 mm corneales centrales de curva, se observan habitualmente dos picos
30 ms de duración, en donde se observa la respuesta cor- máximos de aplanación, que coinciden con las dos
neal al impulso de aire a partir de 140 fotogramas. La aplanaciones que sufre la córnea durante la
grabación comienza cuando la córnea está en la forma medición.
convexa natural. El pulso de aire obliga a la córnea a • Velocidad de deformación corneal (corneal
desplazarse hacia el interior, primero aplanándose para velocity; metros/segundo): muestra en una gráfica
luego acabar tomando una forma cóncava. Tras el cese cómo varía la velocidad de deformación de la
del estímulo de aire, la córnea pasa por una segunda apla- córnea en el ápex durante el impulso de aire. Justo
nación antes de alcanzar su forma convexa natural tras el inicio del pulso se puede encontrar un pico
(fig. 10-3). Las imágenes se toman en un ángulo de 45°, de velocidad de deformación (cuando esta se
lo que permite obtener una imagen de Scheimpflug de la aplana por primera vez y pasa a forma cóncava).
sección de la córnea. Esta grabación permitirá el estudio Se alcanza la velocidad nula cuando la córnea está
dinámico del proceso de deformación real durante el im- en su máxima deformación (concavidad máxima).
pulso de aire. Mediante el uso de algoritmos de detección Una vez que cesa el pulso del aire, la córnea inicia
de bordes, se puede establecer en todo momento el con- su recuperación (con una velocidad negativa, que
torno corneal, para analizar su comportamiento. indica justamente la recuperación), pasando por
A partir de esta medición, se pueden calcular varios un nuevo máximo de velocidad justo en la
parámetros que servirán para valorar el estado corneal. segunda aplanación corneal, para pasar a
En la figura 10-4 se puede ver un ejemplo de la hoja de velocidad nula cuando alcanza su forma convexa
resultados mostrada en la pantalla del dispositivo experi- original. Nótese que, debido a la histéresis
mental. Estos parámetros son: corneal, la velocidad de deformación no tiene por
qué ser simétrica a la de recuperación.
• Amplitud de la deformación (deformation • Presión intraocular (PIO, mmHg), calculada a
amplitude; milímetros): gráfica en la que se partir de la primera aplanación corneal y
muestra el progreso de la deformación corneal en paquimetría (pachymetry; micras) en el ápex,
el ápex en milímetros durante los 30 ms que dura obtenida a partir de la imagen de Scheimpflug
la grabación. Se puede observar en la parte (se muestra el valor mínimo obtenido).
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 10-2  Ayuda que proporcio-


na la cámara central del Corvis® ST
para poder realizar correctamente la
medida sobre el ápex corneal.

131
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

aplana por segunda vez, cosa que sucede una vez


que el estímulo ha cesado. Como datos, también
nos proporciona cuándo se alcanza, a qué
distancia del ápex y a qué velocidad se llega a
ella. Nótese que, al ser una velocidad de
recuperación que va en sentido contrario a la de
deformación, el signo es negativo.
• Máxima concavidad (high concavity): en este
apartado se puede observar cuándo se alcanza
(time), cuál es la máxima deformación en
milímetros que alcanza la córnea (deformation
amplitude), qué radio presenta la córnea en el
momento de máxima concavidad (radius;
milímetros) y qué distancia se observa entre
ambos picos corneales (peak distance)
(fig. 10-5).

Con todos estos parámetros se puede estudiar el com-


portamiento de córneas patológicas, para ver si su biome-
cánica difiere mucho o no de las córneas fisiológicas. En
la tabla 10-1 se muestran resultados preliminares obteni-
dos de 37 pacientes de una edad media de 33 ± 5 años
considerados sanos. Tal y como se puede observar en los
resultados mostrados, los parámetros que parecen mos-
trar más variabilidad son el radio y la distancia entre picos
en la posición de máxima deformación.
En la figura 10-6 se muestra la imagen obtenida para
el caso de varios pacientes con queratocono, con anillos
implantados y con un trasplante corneal. Nótese que la
variación de la amplitud de la deformación es diferente
en los tres casos, siendo mayor en el caso del queratoco-
no (v. fig. 10-6B). Además, en el caso del queratocono, la
longitud de la segunda aplanación también se ve seria-
mente comprometida en este caso, y los picos de las ve-
locidades son mucho más pronunciados que en los otros
dos casos, debido a la flacidez corneal.
Existen ya en la bibliografía estudios muy recientes pu-
blicados con medidas realizadas con este dispositivo expe-
rimental (13-20). De ellos se desprenden varias conclusio-
nes, como que, en general, los valores de PIO y de espesor
Figura 10-3  Secuencia de imágenes que ilustra cómo se corneal medidos con el Corvis® ST guardan una buena
puede observar la deformación corneal con el pulso de aire del correlación con otros dispositivos, como el tonómetro de
Corvis® ST, obtenida de los fotogramas que conforman el vídeo aplanación de Goldmann (TAG) y el paquímetro de ultra-
de la deformación.
sonidos (US-CCT) (14). También se deduce que el Corvis®
ST presenta un grado de repetibilidad alto (14,15,17,18),
aunque dependiendo de los estudios, esto sucede funda-
mentalmente solo para los parámetros de la PIO y el espe-
• Aplanación 1 (applanation 1): este dato hace sor corneal (15). Además, se encuentra una relación entre
referencia al momento en el que la córnea se aplana los valores obtenidos de la PIO con el espesor corneal (19).
por primera vez. Se da como dato el momento tras El efecto de la edad en los estudios publicados es con-
el inicio del impulso en el que se alcanza la trovertido, ya que existen en la bibliografía análisis que
aplanación (time; milisegundos), a qué distancia de apuntan a una correlación de la edad con la concavidad
la posición original del ápex se consigue (length; máxima (13) y otros que consideran que no existe rela-
milímetros) y a qué velocidad se alcanza dicha ción de ningún parámetro con la edad (15).
aplanación (velocity; metros/segundo). En cuanto a las comparativas con otros dispositivos,
• Aplanación 2 (applanation 2): este dato hace entre los que se encuentra el ORA®, lo que parece claro
referencia al momento en el que la córnea se es que, aunque exista correlación con los resultados ob-

132
Capítulo 10  |  Nuevas tecnologías para el estudio de la biomecánica de la córnea: Corvis ST y otros dispositivos

Figura 10-4  Ejemplo de hoja de


resultados que se obtiene tras la toma
de medidas con el Corvis® ST en un
paciente sin aparente patología.

Peak distance

Figura 10-5  Detalle de la medida


entre los dos máximos en el momento
de máxima deformación corneal (peak
distance).

Tabla 10-1  Datos medios obtenidos con el Corvis® ST para 37 pacientes normales

Tiempo (ms) Longitud (mm) Velocidad (m/s) PIO (mmHg) Espesor (µm)
Aplanación 1 7,4 ± 0,3 1,75 ± 0,11 0,146 ± 0,016 12 ± 3 540 ± 37
Aplanación 2 21,6 ± 0,5 1,8 ± 0,2 –0,31 ± 0,07
Tiempo (ms) Distancia entre picos (mm) Radio (mm) Máx. amplitud de deformación (mm)
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Máxima concavidad 16,4 ± 0,5 4,4 ± 1,1 8,21 ± 1,09 0,99 ± 0,12

tenidos, las medidas entre dispositivos experimentales no Se puede encontrar un estudio (20) en el que se comparan
son intercambiables, lo que obliga a la medición del pa- las medidas obtenidas con ojos normales y con querato-
ciente para hacer un seguimiento siempre con el mismo cono usando el ORA® y el Corvis® ST. En prácticamente
dispositivo experimental (15,17,20). todas las medidas que se realizaron con ambos dispositi-
Hay pocos estudios publicados respecto a qué mejoras vos experimentales, la correlación obtenida prácticamen-
aporta el Corvis® ST frente al ORA®, y de si las medidas te fue nula, excepto para la PIO obtenida con el Corvis®
que ambos aportan son comparables o intercambiables. ST y la IOPg con el ORA®, por lo que los mismos autores

133
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Amplitud de deformación (ápex) Longitud de aplanación Velocidad corneal (ápex)

(mm) (mm) (m/s)


1,5 3 0,5

1
2 0

0,5
1 –0,5
0
30 ms 30 ms 30 ms

Amplitud de deformación (ápex) Longitud de aplanación Velocidad corneal (ápex)

(mm) (mm) (m/s)


1,5 3 0,5

1
2 0

0,5
1 –0,5
0
30 ms 30 ms 30 ms

Amplitud de deformación (ápex) Longitud de aplanación Velocidad corneal (ápex)

(mm) (mm) (m/s)


1,5 3 0,5

1
2 0

0,5
1 –0,5
0
30 ms 30 ms 30 ms

C
Figura 10-6  Resultados de la amplitud de deformación, longitud de aplanación y velocidad de la deformación corneal en un
paciente con implante de anillos (A), otro con queratocono (B) y otro con trasplante corneal (C).

concluyen que los resultados obtenidos con ambos dispo- nidos superficial, estiman la rigidez corneal, y varios es-
sitivos experimentales no son intercambiables. tudios realizados tanto en ojos de cerdo como en humanos
que concluyen que es una buena técnica no invasiva para
la evaluación de la elasticidad corneal (21-27).
También existe una técnica para valorar la elasticidad
Otros dispositivos experimentales corneal basada en imágenes del disco de Plácido. Estas
se proyectan sobre la córnea y se registran para medir el
La medida de los parámetros biomecánicos corneales no cambio que sufre la curvatura corneal mientras esta se
se analiza únicamente mediante estos dos dispositivos. deforma controladamente (28).
Existen prototipos que intentan, de modo no invasivo, Se han empleado, aparte de estos dos métodos para va-
medir propiedades que definan la biomecánica corneal. lorar la elasticidad corneal, técnicas interferométricas (29)
Tal vez, la tecnología más analizada es la que utiliza y técnicas basadas en imágenes de tomografía de coheren-
ultrasonidos. Existen prototipos que, mediante la medi- cia óptica (30), que también han mostrado ser una buena
ción del tiempo de propagación de una onda de ultraso- alternativa para el análisis de la biomecánica corneal.

134
Capítulo 10  |  Nuevas tecnologías para el estudio de la biomecánica de la córnea: Corvis ST y otros dispositivos

16. Faria-Correia F, Ramos I, Valbon B, Luz A, Roberts CJ,


BIBLIOGRAFÍA Ambrósio R Jr. Scheimpflug-based tomography and
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135
Capítulo 11

Aspectos biomecánicos
de las distrofias corneales
Rafael I. Barraquer Compte

Sumario del capítulo

Introducción 139 Distrofias corneales estromales y biomecánica  140


Distrofias corneales y biomecánica: datos publicados  140 Bibliografía  141
Distrofias corneales anteriores y biomecánica  140

Resumen
Las distrofias corneales constituyen un conjunto de entidades clínico-patológicas muy
heterogéneo. Tal heterogeneidad implica que sus posibles consecuencias biomecánicas
van a ser muy variables, desde inapreciables hasta muy graves. En este capítulo se abor-
darán los aspectos biomecánicos de las distrofias corneales que no afecten al endotelio
ni sean ectasias corneales propiamente dichas. Se hablará de lo publicado en la litera-
tura, que es muy escaso, de las distrofias corneales anteriores y de las estromales. La
afectación de cada capa corneal, que en las distrofias puede ser selectiva, y su implica-
ción en la biomecánica de la córnea en su conjunto, supone un campo de investigación
de evidente interés y todavía por explorar.

Introducción distrofia macular, ¿podemos considerarla una enferme-


dad sistémica con afectación corneal?; dadas las eviden-
Las distrofias corneales constituyen un conjunto de enti- cias del carácter heredofamiliar del queratocono, ¿pode-
dades clínico-patológicas con el común denominador de mos incluirlo como una distrofia?; si, como parece, las
afectar a las córneas (usualmente bilaterales y simétri- distrofias endoteliales se deben a alteraciones en la dife-
cas), tener una naturaleza degenerativa (entendida como renciación celular, ¿deberían, en realidad, considerarse
«no inflamatoria»), con una base genética heredofamiliar disgenesias?, etc.
(conocida o presumida), y no ser secundarias a otras pa- En segundo lugar, se trata de un grupo muy heterogé-
tologías locales o sistémicas (lo cual define a las degene- neo, que incluye desde depósitos de materiales con pér-
raciones corneales) ni consecuencia de un fallo en el dida de la transparencia corneal hasta cambios en su for-
desarrollo embrionario (lo que define a las disgenesias). ma y espesor (ectasias); desde problemas exclusivamente
El hecho de requerir para su definición tal serie de superficiales hasta afectaciones de todo el espesor cor-
criterios tiene, al menos, dos consecuencias: primero, es neal; desde curiosidades totalmente asintomáticas hasta
difícil aplicarlos de forma tajante, lo que da lugar a casos cuadros que causan ceguera corneal. Tal heterogeneidad,
limítrofes y fronteras imprecisas. Por ejemplo, dado que si bien puede suponer uno de los atractivos de este cam-
pueden detectarse cambios analíticos en la sangre de la po, implica que, del mismo modo, sus posibles conse-
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139
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

cuencias biomecánicas van a ser muy variables, desde


inapreciables hasta muy graves.
Distrofias corneales
estromales y biomecánica

Distrofias corneales Las distrofias corneales estromales pueden clasificarse


según la naturaleza de los depósitos que conllevan: el gru-
y biomecánica: datos po de la queratoepitelina (granular, en enrejado, Avellino,
publicados etc.), el grupo con mucopolisacáridos (macular, motea-
da, nebulosa de François, etc.), el grupo con lípidos
La información disponible sobre las consecuencias biome- (Schnyder, ojos de pescado, etc.), y un último grupo más
cánicas de las distrofias corneales y su relevancia clínica es raro y heterogéneo.
extremadamente escasa (si excluimos el grupo de las ecta- Kamiya et al. (4) estudiaron 36 ojos de 23 pacientes
sias). Una búsqueda en PubMed con los términos «dystro- tratados de distrofia granular mediante PTK, por medio
phy», «cornea» y «biomechanics» arroja solo cuatro traba- de ORA, antes y a los 3 meses de la intervención. Las
jos, tres de los cuales se refieren a la distrofia de Fuchs y/o ablaciones fueron transepiteliales y con profundidad es-
a los cambios tras queratoplastia endotelial (1‑3), y solo tromal de 45-50 micras. Los valores de histéresis corneal
uno a los cambios tras queratectomía fototerapéuti- (CH) y de factor de resistencia corneal (CRF) preopera-
ca (PTK) en casos de distrofia granular (4). Combinando torios se correlacionaban con el espesor corneal central
«dystrophy» y «Ocular Response Analyzer» (ORA) apa- (respectivamente, r = 0,37, p = 0,03, y r = 0,54, p = 0,001).
recen ocho, incluyendo tres de los anteriores, tres más Aunque no hay datos comparativos con controles sin dis-
sobre Fuchs (5), edema o queratoplastia endotelial, y trofia, los valores visibles en las gráficas no parecen dife-
dos sobre distrofia miotónica de Steinert (no corneal). rentes de los encontrados en la normalidad. Tras la PTK,
Los cambios biomecánicos en las distrofias endoteliales la CH disminuyó significativamente, de 10,2 ± 2,2 a 8,7 ±
serán objeto de otro capítulo en esta monografía, pero, en 1,8 mmHg (p < 0,001), mientras que la CRF lo hizo de
todo caso, parecen relacionados con el edema corneal aso- 10,3 ± 2 a 8,5 ± 1,8 mmHg (p < 0,001). En ambos casos,
ciado. En cuanto a las distrofias estromales, los datos pu- la correlación con el espesor corneal central se mantuvo
blicados se refieren exclusivamente al efecto biomecánico significativa (de hecho, mejoró) a los 3 meses de posto-
de la PTK, probablemente por la pérdida de espesor. Sobre peratorio (respectivamente r = 0,54, p = 0,001, y r = 0,74,
el posible efecto de las distrofias en sí, antes de cualquier p < 0,001). Esto parece indicar que tales cambios biome-
intervención, de hecho no hay nada. Es decir, ¡ánimo in- cánicos se deben a la pérdida de espesor corneal con la
vestigadores, ahí tenéis un terreno virgen! Lo que sigue, PTK, y que el espesor corneal influye en la biomecáni-
por tanto, pertenece al terreno puramente especulativo. ca también en pacientes con distrofia granular (antes del
tratamiento).
Entre las distrofias estromales candidatas a afectar a la
biomecánica, la más aparente sería la macular (Groenouw II,
Distrofias corneales MCDC1). Se debe a una alteración en la síntesis del que-
anteriores y biomecánica ratán sulfato, consecuencia de mutaciones en el gen para
una sulfotransferasa específica (CHST6). El material anó-
Las distrofias corneales superficiales son las puramente malo se acumula en todas las capas de la córnea, desde el
epiteliales (Meesmann, Lisch, de la membrana basal epitelio hasta el endotelio, además del estroma, intra- y
epitelial…), las tradicionalmente llamadas «distrofias de extracelularmente. Se produce típicamente un adelgaza-
la Bowman» (Reis-Bücklers, Thiel-Behnke, Grayson- miento corneal, el cual resultaría de la reducción del es-
Wilbrandt anterior, etc.), y las distrofias por depósito pacio entre las fibras de colágeno (fig. 11-1). A falta de
subepitelial (en gotas gelatinosas, y de hecho también las datos, sería interesante averiguar si los patrones biome-
«de la Bowman», etc.). A falta de datos, podemos esperar cánicos se alteran aquí en correlación con el adelgaza-
que las epiteliales puras carezcan de repercusión biome- miento (como sería esperable), o si también lo hacen en
cánica. Cuando se produce fibrosis o un acúmulo de ma- presencia de espesores normales, por la naturaleza del
teriales extraños bajo el epitelio, se podría llegar a inducir propio material anómalo.
un aumento de la rigidez corneal. Por otra parte, la pre- Otras distrofias estromales candidatas a alterar la bio-
sencia de irregularidades en la superficie corneal (por los mecánica incluyen aquellas que tienen una afectación más
depósitos bajo la misma) posiblemente sea fuente de ar- o menos difusa con infiltración de todo el espesor corneal,
tefactos en las mediciones como las del ORA, basadas en como la nebulosa central de François, las formas panestro-
reflexión óptica. El tratamiento de estas distrofias me- males de la de Schnyder o la enfermedad de «ojos de pes-
diante PTK puede producir cambios biomecánicos en cado», y en particular la muy rara distrofia estromal here-
función del adelgazamiento, como los que se comentan ditaria congénita (6), ya que al parecer se debe a una
más abajo, aunque probablemente menores, dada la esca- alteración de la fibrilogénesis del colágeno, con filamentos
sa profundidad de ablación que normalmente requieren. más pequeños y lamelas «sueltas», pero sin edema. Tam-

140
Capítulo 11  |  Aspectos biomecánicos de las distrofias corneales

Figura 11-1  Imagen de un caso de


distrofia macular (Groenouw II) en la
que se aprecia claramente el adelgaza-
miento corneal difuso de predominio
central, así como depósitos profundos
en la periferia (flechas).

bién destaca el adelgazamiento corneal (0,25 a 0,47 mm) 3. Clemmensen K, Hjortdal J. Intraocular pressure and corneal
en la distrofia estromal amorfa posterior (quizá una disge- biomechanics in Fuchs’ endothelial dystrophy and after
nesia), en la que habría una fractura y desorganización de posterior lamellar keratoplasty. Acta Ophthalmol 2013;
Apr 23. doi: 10.1111/aos.12137. [Epub ahead of print].
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© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

141
Capítulo 12

Biomecánica en el edema corneal.


Distrofia endotelial de Fuchs
M.ª Ángeles del Buey Sayas, José Á. Cristóbal Bescós, Javier Ascaso Puyuelo, Laura Lavilla García
y Elena Lanchares Sancho

Sumario del capítulo

Introducción 143 Relación de las variables biomecánicas, de la PIO


Hidratación y transparencia de la córnea  144 y del espesor corneal en las distrofias endoteliales  148
Hidratación corneal  144 Perfil biomecánico de la distrofia endotelial
Transparencia corneal  145 de Fuchs  148
Distrofias corneales endoteliales  145 PIO y espesor corneal en córneas con edema  149
Propiedades biomecánicas corneales en la distrofia endotelial Bibliografía  151
de Fuchs  147

Resumen
La relación de las distrofias endoteliales con el glaucoma, el posible deterioro de la
córnea por incrementos no detectados de la presión intraocular (PIO) y la afectación
corneal evolutiva característica de esta patología hacen necesario el empleo de un ins-
trumento que determine la PIO de una forma más precisa. Las córneas con daño endo-
telial cursan con engrosamiento estromal secundario al edema, por lo que el error en la
estimación de la PIO puede aumentar si aplicamos correcciones de espesor. La presión
intraocular compensada (IOPcc) del ORA registra un valor tensional de no contacto,
independiente del espesor o curvatura, y compensado con las propiedades biomecánicas
del tejido corneal. En las distrofias endoteliales se ha detectado un deterioro biomecá-
nico y la existencia de valores de la IOPcc superiores a la tensión de aplanación de
Goldmann, con medias superiores a 21 mmHg, y asociación a daño glaucomatoso avan-
zado en algunos casos. Es aconsejable realizar exámenes de papila en todos los pacien-
tes con distrofia endotelial, además de pruebas funcionales y estructurales para la eva-
luación de posible daño glaucomatoso aun con valores de PIO de aplanación de
Goldmann dentro de la normalidad.

Introducción la más importante. En caso de alteración del endotelio


corneal, la córnea se vuelve mucho más sensible a los
La estabilidad y transparencia corneal se mantienen desequilibrios de las tensiones externas que le afectan
gracias a un equilibrio entre las tensiones internas de (caso de la PIO). Como consecuencia de este desequi-
la córnea (estructura del material colágeno, hidrata- librio se produce un edema corneal, con el consiguien-
ción e integridad tisular) y unas presiones externas a la te aumento del espesor y pérdida de transparencia del
misma, de las cuales la presión intraocular (PIO) es estroma.
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143
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Un endotelio intacto es capaz de resistir incrementos ­ avilla L, et al. SECOIR 2008; Libro de resúmenes;
L
de la PIO de hasta 50 mmHg sin verse alterada la trans- C-32; Del Buey MA, et al. ASCRS 2011; E-abstracts;
parencia corneal. Pero, en el caso de un endotelio alte- glaucoma paper).
rado, incrementos tensionales mucho menores inducen
un aumento del espacio entre las fibrillas de colágeno
estromales por hidratación. Cuando la distancia interfi-
brilar supera los 2.000 Å, se genera una dispersión lu- Hidratación y transparencia
minosa apreciable, con el consiguiente velamiento cor- de la córnea
neal.
En la distrofia corneal de Fuchs (DCF) existe cierto Hidratación corneal
grado de edema corneal, asociado a las alteraciones típi-
cas del endotelio (guttas, polimegetismo, polimorfismo, El control de la hidratación del estroma es esencial para
coeficiente de variación celular elevado, etc.). Este ede- el mantenimiento de la transparencia corneal. El agua
ma, que en muchas ocasiones es subclínico, provoca un constituye aproximadamente el 78% del peso de la cór-
incremento del espesor corneal central (CCT, central cor- nea, y la hidratación normal de la córnea es de 3,45. Si
neal thickness) observándose un deterioro de las propie- dicha hidratación aumenta hasta 6,8 o hasta el 87% del
dades biomecánicas corneales exploradas con el Ocular peso del tejido corneal, el espesor se dobla. Son varios los
Response Analyzer (ORA). Esto indica que algunos as- mecanismos que desempeñan algún papel en la regula-
pectos de las propiedades biomecánicas de la córnea se ción de la hidratación corneal (5) (fig. 12-1), destacando
ven alterados en esta patología (Del Buey MA, et al. IOVs los siguientes:
2008; 49; ARVO E-Abstract 653).
Hasta el momento no se conocen bien todos los facto- • Función de barrera del epitelio y del endotelio
res biofísicos que contribuyen a la rigidez y elasticidad corneales. El epitelio y el endotelio actúan como
corneales, y al mantenimiento de su forma. La histére- barreras frente al movimiento de agua e iones en
sis corneal (CH), un parámetro que caracteriza el estado el estroma. La mayor resistencia a la difusión de
biomecánico de la córnea, fue descrita por Luce como el electrólitos se observa en las capas superficiales
resultado de la resistencia ocular causada por el efecto del epitelio, debido a la impermeabilidad al paso
combinado del espesor corneal, la rigidez ocular y las de iones que muestran las membranas externas de
propiedades biomecánicas (1). Algunas condiciones clí- las células epiteliales y a las estrechas uniones
nicas, como el queratocono, la cirugía LASIK, la miopía intercelulares. En comparación, el endotelio es
alta (2) y el glaucoma, desarrolladas en algunos capítulos 200 veces más permeable a los electrólitos que el
de esta monografía, se sabe que pueden causar modifica- epitelio, pero aún es 10 veces más resistente que
ciones de las propiedades biomecánicas de la córnea y el estroma.
conducir a la disminución de la CH. • Presión de hinchado del estroma. Si se eliminan
Como veremos a lo largo de este capítulo, la constata- el epitelio y el endotelio de la córnea, la absorción
ción clínica del deterioro biomecánico en caso de córneas de agua por la sustancia fundamental del estroma
con espesor elevado, por patologías que causan edema, provoca una hinchazón estromal que
tiene gran relevancia, ya que supone un cambio de con- aproximadamente duplica su espesor normal.
ceptos hasta ahora generalizados, sobre todo en lo que • Transporte iónico a través del endotelio y el
concierne a la estimación de la PIO en relación con el epitelio. El endotelio es la estructura responsable
espesor corneal. Cabe destacar que existen córneas grue- de la deshidratación activa de la córnea. La
sas y sanas, que muestran propiedades biomecánicas des- «bomba endotelial» realiza el transporte activo de
tacadas, y córneas gruesas y débiles, que, como veremos, iones (bicarbonato y sodio) desde el estroma al
muestran un deterioro biomecánico, al existir un aumen- humor acuoso, con un movimiento secundario y
to de grosor secundario a edema clínico o subclínico. pasivo de agua. También existen datos de
Esto se traduce en una infraestimación de la PIO deter- transporte iónico en el epitelio corneal, aunque de
minada por la tonometría de aplanación de Goldmann menor importancia.
(TAG), que se agravaría con la aplicación de las reglas de • Presión intraocular. En el ojo normal, la presión
espesor hasta ahora aplicadas. intraocular tiene un ligero efecto sobre el espesor
Este capítulo está basado en los resultados de estudios del estroma. Sin embargo, cuando la PIO supera la
realizados desde el año 2006 hasta la actualidad en pa- presión de hinchado del estroma, aparece un
cientes con distrofia endotelial y con edema corneal de edema epitelial. Así, en una córnea normal,
diversa etiología (queratoplastias, edema posquirúrgico, el edema epitelial surge cuando la PIO supera los
etc.), que han sido comunicados o publicados en diferen- 55 mmHg. Pero, si disminuye la función
tes foros y revistas internacionales (3,4) (Del Buey MA, endotelial y el estroma aumenta hasta 0,6 mm,
et al. ESCRS 2007; Book of abstracts 181; Del Buey aparecerá un edema epitelial con una PIO de
MA, et al. IOVs 2008; 49; ARVO E-Resumen 653; aproximadamente 30 mmHg.

144
Capítulo 12  |  Biomecánica en el edema corneal. Distrofia endotelial de Fuchs

Transporte iónico
epitelial
Evaporación de
la película lagrimal
Barrera
epitelial

Lágrimas

Epitelio

Presión de hinchado
del estroma

Estroma

Presión
Endotelio intraocular
Barrera Transporte iónico Figura 12-1  Control de la hidrata-
endotelial endotelial ción del estroma corneal.

• Evaporación de agua desde la superficie regionales en el índice de refracción superen los 2.000 Å
corneal. La evaporación de agua desde la película (la luz visible va de 4.000 a 7.000 Å). El estroma corneal
lagrimal se traduce en una hipertonicidad de las no dispersa la luz, porque en condiciones normales el
lágrimas, extrayéndose agua de las células diámetro de sus fibrillas de colágeno es pequeño (aprox.
epiteliales y, posteriormente, del estroma. La 300 Å) y su separación es estrecha (aprox. 550 Å). Cuan-
evidencia de este efecto está en que la córnea es do el hinchado del estroma provoca que la distancia in-
un 5% más delgada durante las horas de vigilia terfibrilar supere los 2.000 Å, se produce un «velamien-
que durante el sueño. En pacientes con función to» corneal.
endotelial límite, la visión también suele ser peor
por la mañana, mejorando a lo largo del día.
Distrofias corneales
Transparencia corneal endoteliales
La córnea transmite aproximadamente el 90% de la luz Las distrofias corneales endoteliales son distrofias poste-
del espectro visible. Esto es posible por la ausencia de riores que cursan con alteraciones en el endotelio que
vasos sanguíneos y linfáticos, la ausencia de vainas de afectan principalmente a la córnea central. Generalmente,
mielina alrededor de los nervios corneales y una adecua- son de curso asintomático y suelen diagnosticarse en la
da hidratación del estroma. Pero la causa de que el estro- exploración detallada con biomicroscopia, en la que el
ma sea transparente, mientras que otros tejidos con mez- endotelio muestra gotículas endoteliales que le confieren
clas similares de fibrillas de colágeno y sustancia un aspecto de piel de naranja o metal golpeado (fig. 12-2).
fundamental como la esclerótica no lo sean, ha sido du- Se sabe que estos pacientes tienen un riesgo aumentado
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rante bastante tiempo una incógnita. de desarrollar un edema corneal, ya sea por el envejeci-
En los años cincuenta, Maurice (6) sugirió que el res- miento natural, como por cualquier traumatismo corneal,
ponsable era el empaquetamiento y la disposición regular ya sea quirúrgico o inflamatorio (fig. 12-3).
en empalizada de las fibrillas de colágeno del estroma, Desde el punto de vista histopatológico, podemos
pero más recientemente se ha determinado que esta dis- apreciar distintas alteraciones endoteliales que definen
posición no es necesaria para el mantenimiento de la los cuadros como córnea guttata, distrofia polimorfa pos-
transparencia. En la capa de Bowman, las fibrillas de co- terior, hereditaria congénita o distrofia de Fuchs, según la
lágeno están dispuestas irregularmente, y la córnea del edad de aparición, la existencia de edema o de fibrosis
tiburón contiene también regiones de fibrillas de colágeno corneal añadida.
desorganizadas, y no por ello se pierde la transparencia. La distrofia de Fuchs es una afectación bilateral que
Actualmente, sabemos que no se produce una disper- aparece en personas de edad avanzada, más frecuente-
sión lumínica apreciable, a no ser que las fluctuaciones mente en mujeres y que, en ocasiones, se hereda de forma

145
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 12-4  Imagen del endotelio corneal en un caso de


córnea guttata. Se aprecia una disminución de la celularidad
Figura 12-2  Biomicroscopia del endotelio corneal en un endotelial, polimegetismo y agujeros negros en el mosaico en-
caso de distrofia endotelial. Se aprecia el aspecto en piel de dotelial.
naranja o metal golpeado.

Figura 12-3  Biomicroscopia en un caso de distrofia endo- Figura 12-5  Biomicroscopia en un caso de distrofia endo-
telial. Se aprecia intenso edema corneal central tras cirugía de telial con edema epitelial.
catarata.

autosómica dominante. En su patogenia se han implicado celularidad endotelial, polimegetismo y agujeros negros
factores constitucionales (alteraciones de la diferencia- en el mosaico endotelial al microscopio (fig. 12-4). En
ción celular endotelial), tóxico-inflamatorios y hormona- algunos casos, el endotelio adquiere un aspecto de mem-
les (mayor frecuencia y gravedad en el sexo femenino). brana grisácea reluciente por el pleomorfismo celular.
El inicio de esta enfermedad se produce en la madurez, Cuando se afecta la función de las células endoteliales,
siendo su curso lentamente progresivo. En cuanto a los aparece un edema del estroma, el cual no siempre guarda
cambios endoteliales, Vogt utilizó el término de córnea relación con el número de «gotas» o la densidad celular.
guttata para describir córneas que presentaban numerosas Dependiendo de la PIO, el progresivo deterioro endotelial
excrecencias en forma de gotas sobre la superficie poste- puede conducir a un edema epitelial (fig. 12-5).
rior, las cuales no interferían la visión y que solían pre- La visión del paciente disminuye en relación con el
sentarse en personas de mediana o avanzada edad. Apa- área de edema estromal intenso (> 0,65 mm), si bien los
recen primero en la porción central de la córnea, para síntomas pueden ser escasos hasta la aparición del ede-
luego extenderse hacia la periferia, adquiriendo la mem- ma epitelial. Al principio, los síntomas son matinales,
brana de Descemet (MD) el aspecto de metal golpeado. resolviéndose a lo largo del día (por la menor evapora-
En la distrofia endotelial existe una disminución de la ción de líquido que se produce durante el sueño). El

146
Capítulo 12  |  Biomecánica en el edema corneal. Distrofia endotelial de Fuchs

clima húmedo puede afectar a la visión del mismo resistencia mecánica total de la córnea,
modo. Cuando el edema estromal aumenta, la MD se relacionada, a su vez, con el espesor corneal. El
desprende en pliegues y la córnea se hace más gruesa. CRF representa la resistencia estática de la córnea
El edema epitelial aparece, en un principio, en forma de a la deformación, que es proporcional a la
quistes finos y transparentes, que al coalescer pueden magnitud de la fuerza aplicada.
formar ampollas epiteliales, motivando déficit visual e • IOPg o PIO correlacionada con los valores
intenso dolor por su rotura. Asimismo, puede aparecer registrados mediante tonometría de aplanación de
fibrosis y vascularización. Goldmann.
• IOPcc (PIO compensada con la córnea): la IOPcc
es una medición de la presión intraocular que
Propiedades biomecánicas utiliza la nueva información proporcionada por la
histéresis corneal para estimar una medición de
corneales en la distrofia la PIO que se ve menos afectada por las
endotelial de Fuchs propiedades corneales (1,7), como el espesor o el
radio de curvatura (8,9).
Cuando comenzamos a valorar el estado biomecánico de • Espesor corneal central (CCT, central corneal
pacientes con patología corneal mediante el ORA, se ob- thickness): determinado por el paquímetro
jetivaron particularidades en las señales y valores biome- ultrasónico que incorpora el dispositivo.
cánicos obtenidos en ojos diagnosticados de distrofia
endotelial de Fuchs, por lo que comenzamos un estudio En relación con los parámetros biomecánicos estudia-
comparativo con sujetos sanos y sin patología ocular dos en pacientes con DCF, se obtuvieron los siguientes
ajustados por edad (media de 68 años) (3). Se practicó resultados (tabla 12-1):
tonometría de aplanación de Goldmann (TAG) en todos
los sujetos, además de la medición del espesor corneal • La histéresis corneal se encuentra disminuida.
central y de los parámetros biomecánicos y de PIO deter- La CH media fue de 10,3 ± 1,6 mmHg en
minados con el ORA: los ojos normales en comparación con 6,9 ±
1,8 mmHg en aquellos ojos afectos de DCF
• Histéresis corneal (CH, corneal hysteresis; (p < 0,05).
medida en mmHg): es un indicador de la • El factor de resistencia corneal se encuentra
capacidad corneal de absorber y disipar energía, disminuido. La media del CRF en ojos normales
ya que determina la absorción de energía de las fue de 10,5 ± 1,5 mmHg y de 8,1 ± 1,9 en ojos
materias viscoelásticas cuando realizan el ciclo de con DCF (p < 0,05).
estrés-relajación o carga-descarga. La CH se • El espesor corneal central está aumentado. El
describe como una propiedad biomecánica CCT fue mayor en los ojos afectos de DCF (606 ±
independiente de la morfología de la córnea y sus 20 µm) que en ojos normales (538,4 ± 24,9 µm)
valores no deberían están influidos por la (p < 0).
curvatura corneal, el astigmatismo, la longitud
axial del globo ocular o la agudeza visual. La CH Pero lo más inquietante del estudio fueron los hallaz-
representa la resistencia dinámica, es decir, la gos relacionados con los valores de la PIO:
relación entre la deformación y la fuerza aplicada
en función del tiempo. • Las medias de IOPg y TAG no muestran
• Factor de resistencia corneal (CRF, corneal diferencias entre ambos grupos, y sus valores se
resistance factor; medido en mmHg): mide la sitúan dentro de la normalidad.
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Tabla 12-1  Valores medios de las propiedades biomecánicas de la córnea en ojos normales
y afectos con DCF
CH (mmHg) CRF (mmHg) CCT (μm) IOPg (mmHg) IOPcc (mmHg) TAG (mmHg)
Normal 10,3 ± 1,6 10,5 ± 1,5 538,4 ± 24,9 16,2 ± 2,2 16,5 ± 3,4 16,7 ± 2,1
(n = 12)
DCF 6,9 ± 1,8 8,1 ± 1,9 606 ± 20 17,6 ± 2,7 21,8 ± 4,6 16,9 ± 2,3
(n = 11)
p 0,001 0,001 0,001 0,2 0,001 0,2

CCT: espesor corneal central; CH: histéresis corneal; CRF: factor de resistencia corneal; DCF: distrofia corneal de Fuchs; IOPcc: PIO compensada con las
propiedades biomecánicas del ORA; IOPg: PIO equivalente a Goldmann del ORA; TAG: tensión de aplanación de Goldmann.

147
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

• La IOPcc en la DCF es significativamente ticamente significativa en los ojos normales y una corre-
superior a la de la población sana, y superior a lación inversa estadísticamente significativa en los ojos
21 mmHg. con DCF, lo que significa que los ojos sanos, biomecáni-
camente normales, presentan mayor CRF cuanto más
Al encontrar valores de IOPcc elevados en los pacien- gruesa es la córnea, pero esta relación no solo no existe,
tes con DCF, se procedió a la realización de una valora- sino que es contraria, en casos de DCF (a mayor grosor,
ción del posible daño glaucomatoso en estos pacientes. menor CRF).
Con el examen de papila, perimetría automatizada y la En cuanto a la relación entre los parámetros biomecá-
tomografía de coherencia óptica, se diagnosticó glaucoma nicos y los parámetros de PIO, al estudiar la relación en-
crónico con daño glaucomatoso avanzado en tres de los tre CH e IOPcc, ambos grupos de ojos mostraron una
11 pacientes con DCF. Todos requirieron tratamiento an- correlación inversa estadísticamente significativa, de ma-
tiglaucomatoso tópico. Realizamos un análisis estadístico nera que tanto en los ojos sanos como aquellos con DCF,
adicional tras la eliminación de los casos con daño glau- a menor CH, mayor IOPcc (fig. 12-7), mientras que la
comatoso evidente, en el que constatamos que no existía IOPg no se correlacionó significativamente con la CH en
variación en los resultados y conclusiones obtenidas (10). ninguno de los grupos.

Relación de las variables Perfil biomecánico de la


biomecánicas, DE LA PIO distrofia endotelial de Fuchs
Y DEL ESPESOR corneal Podemos decir que, en casos de distrofia endotelial, los
en las distrofias endoteliales pacientes presentan un perfil biomecánico singular cuan-
do son estudiados con el ORA (tabla 12-2).
En cuanto a la relación (dispersión) entre los parámetros Los valores de las variables analizadas en casos de dis-
biomecánicos y el espesor corneal, los resultados más trofia endotelial reflejan características biomecánicas al-
relevantes surgen al estudiar la relación entre CRF y CCT teradas, con valores de CH disminuidos, lo que conlleva
(fig. 12-6), ya que existe una correlación directa estadís- una IOPcc más alta que la IOPg. Los valores de CCT están

14

12

10 Ojos control
CRF (mmHg)

Distrofia corneal de Fuchs


Línea de ajuste para ojos control

8 Línea de ajuste para la distrofia corneal de Fuchs

500 550 600

CCT (micras)

Figura 12-6  Diagrama de dispersión que muestra la relación entre el CCT (micras) y el CRF (mmHg) en ojos con DCF (Fuchs’
corneal dystrophy eyes) y ojos control. Se aprecia una correlación directa entre CCT y CRF en ojos sanos (a mayor CCT, mayor CRF).
Se observa una correlación inversa entre CCT y CRF en ojos con DCF (a mayor CCT, menor CRF). (Tomado de referencia 3.)

148
Capítulo 12  |  Biomecánica en el edema corneal. Distrofia endotelial de Fuchs

30

25

Ojos control
IOPcc (mmHg)

Distrofia corneal de Fuchs


20
Línea de ajuste para ojos control
Línea de ajuste para la distrofia corneal de Fuchs

15

10

4 6 8 10 12 14

CH (mmHg)

Figura 12-7  Diagrama de dispersión que muestra la correlación inversa entre la CH (mmHg) y la IOPcc (mmHg) en los ojos
con DCF (Fuchs’ corneal dystrophy eyes) y en los controles sanos (a menor CH, mayor IOPcc). (Tomado de referencia 3.)

aumentados y los valores de CRF están disminuidos (en vado al desarrollo de numerosas fórmulas y nomogramas
contra de lo que ocurre en ojos sanos con buen espesor para compensar el efecto del espesor corneal sobre la
corneal, en los que los valores de CRF suelen ser altos). TAG. No obstante, ninguno de estos métodos ha sido com-
Las señales obtenidas mediante el ORA son ruidosas pletamente satisfactorio (19,20). Probablemente sea debi-
y repetidamente atípicas, con picos de baja amplitud y do, como demuestran Liu y Roberts (21) y corroboramos
con aspecto abigarrado. Los valores y señales obteni- con nuestra experiencia, a que las propiedades biomecá-
dos con el ORA pueden variar en relación con la evolu- nicas de la córnea llevan a una medida errónea de la PIO,
ción y gravedad de la distrofia, hasta el punto de dar se- incluso para los mismos valores de espesor corneal.
ñales con picos de mínima amplitud (fig. 12-8). Se ha demostrado una fuerte asociación entre el CRF
y el espesor corneal (Luce DA. IOVs 2006; 47: Resumen
ARVO E-2266) (22). El CRF está disminuido en pacien-
tes con queratocono y que se someten a LASIK (23-25),
PIO y espesor corneal y en cada una de estas condiciones, el CCT también está
en córneas con edema disminuido a causa de la lesión corneal o cirugía. A su
vez, observamos que córneas sanas con un espesor cor-
Los resultados del Ocular Hypertension Treatment Study neal alto muestran CRF elevados (26). En estos casos, las
(11-13) confirman la importancia del espesor corneal en medidas de presión que se ajustan con el espesor se mues-
las mediciones de la presión intraocular, así como en el tran coincidentes con una presión más real. Como hemos
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manejo y diagnóstico del glaucoma (14-18). Esto ha lle- demostrado, el CRF se correlaciona positivamente con el

Tabla 12-2  Perfil de los pacientes con distrofia corneal de Fuchs


CH CRF IOPg IOPcc CCT
Alto X X
Medio X
Bajo X X

CCT: espesor corneal central; CH: histéresis corneal; CRF: factor de resistencia corneal; IOPcc: PIO compensada con las propiedades biomecánicas del
ORA; IOPg: PIO equivalente a Goldmann del ORA.

149
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 12-8  Distrofia endotelial


avanzada. A. Distorsión del mosaico
endotelial con aspecto de membrana
grisácea reluciente por el pleomorfismo
celular. B. Valores obtenidos en la ex-
ploración con el ORA. Obsérvense los
valores bajos de CH y CRF. Los valores
de IOPcc son más elevados que la
IOPg y el CCT es de 657 y 645 μm a
causa del edema. C. Las señales obte-
nidas con el ORA son ruidosas, abi­
garradas y con picos de baja amplitud. C

CCT en los ojos control (ojos sanos con córneas más las córneas de los ojos normales respecto a aquellos con
gruesas presentan un CRF elevado). córneas enfermas. La IOPcc es una medida que propor-
En el caso de DCF, el CRF se correlaciona negativa- ciona un valor de la PIO menos afectada por las propie-
mente con el CCT (cuanto mayor CCT, menor CRF). dades de la córnea que la TAG. Nuestra experiencia con
Esto indica que en las córneas edematosas esta asociación el ORA muestra que las patologías que cursan con CH y
se vuelve contraria, de manera que encontramos espeso- CRF disminuidos y un CCT elevado (DCF o rechazo de
res corneales elevados con CH y CRF disminuidos, que queratoplastia) lo son por edema, y la IOPcc realiza una
muestran el deterioro biomecánico al que estas córneas estimación más real de la PIO, la cual resulta superior a
se ven sometidas por el edema. El CCT no debe ser to- la IOPg y TAG.
mado en cuenta como único parámetro para la rigidez Nuestros resultados muestran que el CH se correlacio-
corneal que se puede determinar in vivo. Por lo tanto, en na negativamente con la IOPcc, tanto en ojos sanos como
casos en que encontremos un CRF disminuido con un es- con distrofia. Así, cuanto menor sea el CH, mayor será
pesor corneal aumentado, debemos pensar que el ­aumento la IOPcc. Por lo tanto, la disminución observada de CH
de espesor puede ser debido al estado de hidratación cor- podría haber causado un error de subestimación en la
neal, y causar modificaciones de otros aspectos aún des- medición de la PIO por TAG en aquellos ojos con DCF.
conocidos de la biomecánica corneal que se traducen en Además, en caso de intentar ajustar la TAG con el espe-
una disminución del CH y CRF. sor, el error se incrementaría en estos pacientes, al enten-
Estudios previos establecieron que la TAG es sobres- der que, por tratarse de una córnea gruesa, habría que
timada en pacientes con córneas gruesas e infraestimada restar varios mmHg a la cifra registrada mediante TAG.
en ojos con córneas finas (27,28). Pero la relación entre De hecho, como hemos mencionado en los resultados, se
el CCT y la PIO no es lineal, pudiendo ser diferente en evidenció daño glaucomatoso grave en tres de los 11 pa-

150
Capítulo 12  |  Biomecánica en el edema corneal. Distrofia endotelial de Fuchs

cientes con DCF (confirmado mediante campimetría y 4. Del Buey, MA. Estudio de la biomecánica corneal. Relación
tomografía de coherencia óptica), pese a presentar valo- entre las propiedades biomecánicas corneales determinadas
mediante el analizador de respuesta ocular ORA, y la
res normales de TAG e IOPg, pero que muestran valores patología ocular (Tesis doctoral). Zaragoza: Universidad de
de IOPcc elevados. Zaragoza, 2013.
La DCF conlleva un cambio de las propiedades biome- 5. Arffa RA. Anatomía y Fisiología. En: Grayson.
cánicas de la córnea que puede provocar un error de sub- Enfermedades de la córnea, 4.ª ed. Madrid: Harcout Brace
estimación en la medición de la PIO, con el consiguiente Mosby, 1998. pp. 23-30.
6. Maurice DM. The structure and transparency of the cornea.
retraso en el diagnóstico del glaucoma. Si fuéramos ca- J Physiol 1957; 136(2): 263-86.
paces de detectar el incremento tensional de forma pre- 7. Shah S, Laiquzzaman M, Cunliffe I, Mantry S. The use of the
coz, considerando los valores de IOPcc, quizás fuera Reichert ocular response analyzer to establish the relationship
posible detener la cascada de acontecimientos que con- between ocular hysteresis, corneal resistance factor, and
central corneal thickness in normal eyes. Contact Lens
ducen a una pérdida de transparencia de la córnea. Pero, Anterior Eye 2006; 29: 257-62.
sobre todo, podríamos evitar un daño glaucomatoso irre- 8. Medeiros FA, Weinreb RN. Evaluation of the influence of
versible que ensombrecería el pronóstico de un posible corneal biomechanical properties on intraocular pressure
trasplante. En nuestra experiencia con estos pacientes, measurements using the ocular response analyzer.
hemos observado que, tras el control de la PIO con trata- J Glaucoma 2006; 15: 364-70.
9. Touboul D, Roberts C, Kérautret J, Garra C, Maurice-Tison S,
miento hipotensor, encontramos también una disminu- Saubusse E et al. Correlations between corneal hysteresis,
ción del CCT previo, posiblemente por la disminución intraocular pressure, and corneal central pachymetry.
del edema corneal debido a un mejor funcionamiento del J Cataract Refract Surg 2008; 34: 616-22.
endotelio dañado al disminuir los valores de PIO. En la 10. Del Buey MA, Cristóbal JA, Ascaso FJ, Lavilla L, Lanchares E.
actualidad, son más de 60 los pacientes con DCF que Author Response: Corneal hysteresis in Fuchs corneal
dystrophy. Invest Ophthalmol Vis Sci Published online
controlamos con el ORA. La gran mayoría reciben trata- August 13, 2009.
miento tópico hipotensor para evitar la evolución del 11. Brandt JD, Beiser JA, Kass MA, Gordon MO. Central corneal
daño endotelial y glaucomatoso. Además, si considera- thickness in the Ocular Hypertension Treatment Study
mos este razonamiento lógico, podemos hacerlo extensi- (OHTS). Ophthalmology 2001; 108: 1779-88.
12. Kass MA, Heuer DK, Higginbotham EJ, Johnson CA,
vo a otras situaciones cotidianas que cursan con edema y
Keltner JL, Miller JP, et al. The Ocular Hypertension Treatment
en rechazos en queratoplastia. Study: a randomized trial determines that topical ocular
Los cambios en la estructura e hidratación corneal se- hypotensive medication delays or prevents the onset of primary
cundarios a determinadas actuaciones quirúrgicas, como open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol 2002; 120: 701-13.
la facoemulsificación de cristalino o la queratoplastia (4), 13. Gordon MO, Beiser JA, Brandt JD, Heuer DK, Higginbotham EJ,
Johnson CA, et al. The Ocular Hypertension Treatment
también pueden provocar una alteración de las propieda- Study: baseline factors that predict the onset of primary
des biomecánicas de la córnea en el período postoperato- open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol 2002; 120: 714-20.
rio, pudiendo infraestimarse la PIO mediante TAG. Esta 14. Brandt JD. Corneal thickness in glaucoma screening,
observación coincide con los hallazgos informados en diagnosis, and management. Curr Opin Ophthalmol 2004; 15:
pacientes con edema corneal transitorio tras cirugía de la 85-9.
15. Shih CY, Graff Zivin JS, Trokel SL, Tsai JC. Clinical
catarata explorados mediante ORA (29), en los que se significance of central corneal thickness in the management
aprecia una disminución significativa de la CH y el CRF of glaucoma. Arch Ophthalmol 2004; 122: 1270-5.
en el postoperatorio precoz, recuperándose los valores 16. Herndon LW, Weizer JS, Stinnett SS. Central corneal
previos a los 3 meses de la cirugía, momento en que la thickness as a risk factor for advanced glaucoma damage.
córnea ya no presentaba edema o fenómenos inflamato- Arch Ophthalmol 2004; 122: 17-21.
17. Herndon LW. Measuring intraocular pressure-adjustments for
rios. De esta manera, el control con ORA está doblemen- corneal thickness and new technologies. Curr Opin
te indicado en caso de practicar cirugía de catarata a pa- Ophthalmol 2006; 17: 115-9.
cientes con córnea guttata u otro tipo de distrofias 18. Kohlhaas M, Boehm AG, Spoerl E, Pürsten A, Grein HJ,
endoteliales, tanto para el control evolutivo de la histére- Pillunat LE. Effect of central corneal thickness, corneal
curvature, and axial length on applanation tonometry. Arch
sis como de la IOPcc. Ophthalmol 2006; 124: 471-6.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

19. Yang CC, Wang IJ, Chang YC, Lin LL, Chen TH.
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of the cornea with an ocular response analyzer. J Cataract factors. J Glaucoma 2005; 14: 337-43.
Refract Surg 2005; 31: 156-62. 21. Liu J, Roberts CJ. Influence of corneal biomechanical
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3. Del Buey MA, Cristóbal JA, Ascaso FJ, Lavilla L, Lanchares E. DF. Corneal thickness and age-related biomechanical
Biomechanical properties of the cornea in Fuchs corneal properties of the cornea measured with the Ocular Response
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151
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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Saubusse E, et al. Correlations between corneal hysteresis, Assessment of the biomechanical properties of the cornea
intraocular pressure, and corneal central pachymetry. with the Ocular Response Analyzer in normal and
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with and without refractive errors. A comparative study. Acta intraocular lens implantation. J Cataract Refract Surg 2008;
Ophthalmol 2010; Article first published online: vol 88. 34(12): 2096-8.

152
Capítulo 13

Ectasias corneales naturales


Cristina Peris Martínez, Aitor Lanzagorta Aresti y Juan Aviñó Martínez

Sumario del capítulo

Redefiniendo el concepto  153 Degeneración marginal pelúcida  159


Queratoglobo 160
Ectasias naturales más frecuentes  154
Queratocono anterior  154 Aspectos biomecánicos  160
Síntomas 154 Educación y personalidad  161
Signos clínicos  155
Etiopatogenia 157 Bibliografía  162
Enfermedades asociadas a queratocono
con más frecuencia  159

Resumen
Las ectasias corneales y, en particular, el queratocono, fueron descritas hace más de
100 años, suponiendo siempre un gran reto tanto en el diagnóstico como en el tratamien-
to. Los pacientes con estas entidades eran tratados por un grupo muy específico de
profesionales.
La eclosión de la cirugía refractiva, sobre todo del LASIK, supuso una renovación por
el interés en estas patologías, hasta entonces consideradas raras. Ello ha permitido que
se hayan abierto muchos frentes de conocimiento para caracterizar la córnea sana y
enferma, no solo desde un punto de vista morfológico, sino biomecánico, complementán-
dolo. En la última década, ha habido una verdadera revolución tecnológica que ha per-
mitido redefinir la córnea.
La popularización de esta patología ha aumentado el interés en la investigación de
sus mecanismos etiopatogénicos, reconociéndose la importancia de la inflamación, la
biomecánica y la genética en esta enfermedad.

Redefiniendo el concepto tra la implicación de muchas moléculas inflamatorias,


como las interleucinas y el factor de necrosis tumoral,
Clásicamente, las ectasias corneales se han definido que se encuentran elevadas (5,6). Estas moléculas infla-
como un conjunto de enfermedades de la córnea carac- matorias podrían modular la producción y activación de
terizadas por un adelgazamiento y aumento progresivo proteasas (7-9). Así, este concepto clínico, como muchos
de la curvatura de la córnea que se acompaña de protru- en medicina, se ha quedado obsoleto con el desarrollo de
sión y sin signos inflamatorios (1-4). El queratocono se las nuevas tecnologías que han permitido caracterizar
ha considerado una enfermedad no inflamatoria, y es esta enfermedad de un modo diferente.
como se define en el encabezamiento de la mayoría de Trantas definió el queratocono en 1925 con el término
artículos publicados sobre queratocono y ectasias en ge- keratoleptynsis (10) (empleando la raíz griega para «adelga-
neral. Sin embargo, un gran número de estudios demues- zamiento»), el cual se aplicaba a todas las formas de ectasia
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

153
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

corneal. Hoy en día ha tomado especial relevancia el térmi-


no anglosajón ectatic corneal disorder (desorden ectásico Cuadro 13-1  Clasificación de las ectasias
corneal) para referirse a todos los procesos en los que se corneales según la forma
produce un adelgazamiento progresivo del espesor corneal
con aumento de su curvatura (11) (concepto clínico). Ectasia corneal axial localizada
Pero lo que comenzó siendo un concepto solo clínico (central o paracentral)
ha ido variando y se le han añadido muchos matices a lo • Queratocono
largo de los últimos 20 años. Con la eclosión de la cirugía • Iatrogénica tras cirugía de ablación de superficie
refractiva, especialmente el laser-assisted in situ kerato- • Traumatismo contuso
mileusis (LASIK), se prestó de nuevo especial interés al
queratocono. Comprendimos que el queratocono era una Ectasia corneal generalizada
contraindicación absoluta para realizar este tipo de ciru- • Queratoglobo
gía y que incluso esta podría ser un detonante. La apari-
Ectasia corneal periférica
ción de la topografía y posteriormente la tomografía cor-
neal supuso la detección de queratoconos mucho antes de • Degeneración marginal pelúcida
que debutaran clínicamente (concepto topográfico). • Degeneración marginal de Terrien
Desde el año 2005, y con el desarrollo y la comercia- • Úlcera de Mooren
lización de los primeros dispositivos que nos facilitan • Degeneración marginal en surco (furrow
degeneration)
parámetros biomecánicos, para intentar medir la propie-
• Queratitis ulcerativa periférica (QUP)
dades biomecánicas de la córnea se está validando si es
posible detectar, mediante parámetros biomecánicos (su-
puestamente de manifestación más precoz que los mor-
fológicos), un queratocono que la topografía no es toda-
vía capaz de detectar (concepto biomecánico). bitantes por año en la población general (13,14). Sin em-
Como hemos comentado anteriormente, las ectasias bargo, hay que tener en cuenta al evaluar la incidencia de
corneales pueden desencadenarse de modo natural o estar la enfermedad si los artículos fueron publicados antes o
relacionadas con una cirugía, generalmente con fines re- después de la era pretopográfica y el perfil de los pacien-
fractivos (ectasia «iatrogénica», asociada fundamental- tes incluidos para elaborar la estadística, ya que puede
mente a LASIK) (12) o con un traumatismo ocular. Al- estar sesgada dependiendo del criterio para establecer el
gunos autores apuntan al origen común de los diferentes diagnóstico y si consideran solo los queratoconos clíni-
tipos. En el capítulo 15 se hablará de las ectasias asocia- cos (15). Evidentemente, si se incluyeran los pacientes
das a cirugías refractivas. con queratoconos frustres, sospechosos, etc., esta inci-
dencia aumentaría considerablemente. La incidencia tam-
bién varía notablemente dependiendo de la localización
geográfica. La tasa de prevalencia, descrita en largas se-
Ectasias naturales ries, es de 54,5 por cada 100.000 habitantes (16). Hay una
más frecuentes evidente discordancia entre estos datos, ya que, con la
incidencia descrita previamente, sería esperable una pre-
Hay muchas clasificaciones de ectasias, pero no es obje- valencia mucho mayor. Esta discordancia se debe a los
tivo de esta monografía hacer una clasificación exhausti- diferentes criterios para definir el queratocono en estas
va. Indicaremos las ectasias más frecuentes según su for- series, como comentábamos arriba. No existe predominio
ma y localización (axial-periférica-general) (cuadro 13-1), sexual, considerando los estudios publicados. Para unos
y desarrollaremos solo el queratocono, la degeneración autores, la relación es de aproximadamente 60/40 a favor
marginal pelúcida y el queratoglobo, que son las ectasias de los hombres (17-19) y, para otros, hay una predomi-
propiamente dichas. nancia 60/40 a favor del sexo femenino (15,20,21).

Queratocono anterior Síntomas


Presentan una gran variabilidad, dependiendo de lo avan-
Se le conoce también como cono (del griego: kerato-, zado que esté el proceso. La enfermedad suele diagnosti-
cuerno, córnea; y konos, cono). carse en la pubertad y progresa a lo largo de la tercera y
Se trata de una ectasia corneal axial. El adelgazamiento cuarta década de la vida. El ritmo de progresión suele ser
de la córnea causa un aumento progresivo de la curvatura más acelerado cuanto más joven es el paciente en el mo-
corneal, con miopía y astigmatismo irregular. El proceso mento de manifestarse la enfermedad.
es bilateral, pero generalmente asimétrico (fig. 13-1). En estadios iniciales, puede que la visión no esté afec-
El queratocono es la ectasia más frecuente. La inciden- tada y que solo se detecte una dificultad en graduar al
cia de queratocono más aceptada es de 1 de cada 2.000 ha- paciente y alteración de su calidad visual, no de su canti-

154
Capítulo 13  |  Ectasias corneales naturales

A B
Figura 13-1  A. Imagen realizada mediante tomografía de segmento anterior (OCT-VisanteTM) donde puede apreciarse el perfil
corneal correspondiente al perfil de un queratocono, con importante adelgazamiento en la zona central y paracentral. B. Patrón
­topográfico típico de un queratocono avanzado (Pentacam HR).

dad. El paciente puede llegar a ver 20/20 e incluso más. Histopatológicamente corresponden a rupturas de
Sin embargo, en estadios finales de la enfermedad puede la capa de Bowman.
haber un importante compromiso visual que afecte a la • Anillo de Fleischer: línea ocre-marrón en forma
calidad y cantidad visual y, por tanto, a la calidad de vida de arco o anillo completo, rodeando la base del
del paciente (1). cono (24,25) que corresponde a depósitos de

Signos clínicos
Inicialmente, con la lámpara de hendidura podemos no Cuadro 13-2  Signos de queratocono
encontrar ningún hallazgo. Conforme progresa la enfer-
medad, los signos se evidencian más. Aparecen sombras Signos externos
en tijeras en la esquiascopia, y por retroiluminación con • Signo de Munson
la pupila dilatada el signo de la gota de aceite de Char- • Signo de Rizzuti
leaux. Los estudios topográficos permiten detectar cam-
Lámpara de hendidura
bios típicos en la curvatura corneal. La paquimetría tam-
bién puede medir el adelgazamiento antes de que se • Anillo de Fleischer
manifieste en la lámpara de hendidura. • Protrusión cónica
En la fase intermedia se hace más visible con la lám- • Estrías de Vogt
• Opacidad corneal superficial y profunda
para de hendidura y de visu, pudiendo aparecer los si-
• Adelgazamiento estromal corneal
guientes signos clásicos (cuadro 13-2):
• Nervios corneales pronunciados
• Cierta protrusión cónica dependiendo de lo Signos de retroiluminación
avanzado del caso. • Imagen en tijeras en la retinoscopia
• Adelgazamiento corneal, puesto de manifiesto • Signo del reflejo en gota de aceite de Charleaux
mediante el haz.
• Estrías de Vogt: son finas líneas verticales en el
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Signos e índices videoqueratográficos-


estroma profundo y membrana de Descemet Rabinowitz (valores clásicos)*
paralelas al eje del cono (a modo de acordeón) • Asimetría superior/inferior marcada
(fig. 13-2). Aparecen por compresión y rotura de • Potencia dióptrica aumentada de manera
la membrana de Descemet. Cuando todavía no localizada
están establecidas, tras una compresión y masaje • Valores de k mayores de 47,2
digital del globo ocular pueden desaparecer • Valor I-S (asimetría dióptrica inferior-superior)
temporalmente. Por el contrario, pueden aparecer mayor de 1,6
tras llevar lentes de contacto rígidas (22). • KISA % mayor de 100, etc.
• Espacios anteriores vacíos (anterior clear spaces),
que fueron observados por Shapiro et al. (23) en *Dependen de cada software en particular.
un 38% de los queratoconos analizados.

155
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

condición para el depósito de hierro intracorneal


es la presencia de irregularidades en la superficie
corneal, como ocurre en el queratocono, que
produce un aumento focal de la lágrima en esa
zona y del hierro que contiene.
• Aumento de la visualización de los nervios
intracorneales.
• Opacidades superficiales en el vértice del cono,
entre el epitelio y el estroma anterior. Pueden ser
desde puntos o líneas fibrilares, nébulas planas,
hasta nódulos prominentes similares a los de
Salzmann. Corresponden a roturas en la capa de
Bowman y la posterior cicatrización.
• Opacidades profundas, menos frecuentes que las
Figura 13-2  Imagen realizada mediante lámpara de hendi- superficiales. Pueden oscilar desde un aumento de
dura donde pueden apreciarse finas líneas verticales en el estro- la densidad óptica de la membrana de Descemet-
ma profundo y la membrana de Descemet, paralelas al eje del endotelio hasta placas irregulares que se explican
cono (estrías de Vogt), que se corresponden con pliegues y rup- por cicatrización en respuesta al estrés o
turas en esas estructuras. microrroturas de la membrana de Descemet.

En fases avanzadas, el adelgazamiento y la protrusión


hemosiderina. El hierro presente en la lágrima se hacen más severas y explican la acusada distorsión
puede acumularse localmente y depositarse en visual. Pueden aparecer signos externos, como el signo
forma de hemosiderina a nivel de las células de Munson, que consiste en una deformación en «V» del
basales del epitelio corneal (26). El anillo puede párpado inferior al mirar hacia abajo (fig. 13-4); o el sig-
ser útil para determinar la localización y tamaño no de Rizzuti, aparición de un reflejo luminoso en el lim-
del cono. Se visualiza mejor con la lámpara de bo nasal al iluminar desde el lado temporal.
hendidura, mediante dilatación pupilar y En estadios muy avanzados de la enfermedad, el adel-
retroiluminación. Su visibilidad mejora con la gazamiento y estiramiento estromales son tales que se pro-
iluminación oblicua de azul cobalto (fig. 13-3). ducen roturas en la membrana de Descemet, produciéndo-
Este anillo se forma cuando aumenta la curvatura se una hidratación brusca de la córnea por el paso del
corneal en un área central o paracentral (27), humor acuoso a través de la membrana rota. Como conse-
típicamente aparece en el queratocono, pero no es cuencia de ello, la córnea se edematiza de forma brusca
patognomónico. También se ha descrito tras (cuadro conocido como queratocono agudo, hydrops o hi-
cirugía LASIK miópica (24) e hipermetrópica dropesía corneal), y el paciente sufre una pérdida brusca y
(28,29). Según Barraquer-Sommers (26), una dolorosa de su visión. El cuadro se va resolviendo en se-

Figura 13-3  Anillo de Fleischer.


Imagen realizada mediante lámpara de
hendidura de la línea ocre-marrón en
forma de arco o anillo completo, ro-
deando la base del cono (flechas). Se
visualiza mejor en la lámpara de hendi-
dura mediante dilatación pupilar y re-
troiluminación, y con la iluminación
oblicua de azul cobalto.

156
Capítulo 13  |  Ectasias corneales naturales

Inflamatoria
A pesar de que la enfermedad siga definiéndose clásica-
mente como no inflamatoria, como hemos comentado
anteriormente, se sabe que los mediadores inflamatorios
van adquiriendo cada vez un papel más relevante en la
progresión de algunas formas de queratocono. Apoyan
la teoría inflamatoria las relaciones existentes entre que-
ratocono y:

• Alergia y enfermedad atópica.


• Enfermedades oculares de la superficie ocular,
como la rosácea o el síndrome del párpado
flácido, al que dedicaremos un capítulo.
• Frotamiento ocular crónico asociado a estos
Figura 13-4  Signo de Munson. Deformación del párpado
pacientes y que cierra el círculo vicioso que
inferior con la mirada hacia abajo.
entretiene el proceso inflamatorio (fig. 13-6).
Esta asociación está muy documentada en la
literatura (37,38). Este frotamiento ocular
manas, retomando la córnea su transparencia de nuevo (30) supone el nexo de unión entre los factores
(fig. 13-5). Es típico en adolescentes que aparezca tras ras- inflamatorios y los biomecánicos, que
cado o tras realizar algún deporte de contacto, y tras ma- determinan que la córnea ectásica
quillarse o colocarse una lente de contacto en sujetos de inexorablemente se desestabilice.
mayor edad, que desconocían que tenían la enfermedad. • Estudios básicos que evidencian el aumento de
mediadores de la inflamación en la lágrima o en
las córneas de pacientes con queratocono,
Etiopatogenia
como las citocinas, el aumento de enzimas
La etiopatogenia de la enfermedad sigue siendo descono- proteolíticas de la superficie ocular que degrada el
cida, pero los grandes avances en biología molecular han colágeno, como las metaloproteinasas, y el
permitido indagar sobre diferentes factores implicados en aumento de la expresión de receptores de
la enfermedad, como factores inflamatorios, menciona- moléculas que median inflamación, como la
dos anteriormente, factores de estrés oxidativo (31,32), interleucina 1, la 6 y el factor de necrosis tumoral.
factores biomecánicos, factores genéticos, etc. Todo se • Estudios que demuestran el papel del estrés
pone en marcha para cambiar la biomecánica de la cór- oxidativo en el queratocono (31,32).
nea. ¿Cuál es el detonante que inicia el proceso para que
una córnea biomecánicamente estable se desestabilice? Es bien conocido que en el queratocono se produce un
Realmente se desconoce, aunque sí se han descrito meca- adelgazamiento corneal por pérdida de ciertos compo-
nismos que explican cómo se mantiene el feedback posi- nentes estructurales, pero se desconoce cómo se llega a
tivo (círculo vicioso). esta pérdida. Estudios bioquímicos sugieren que la pérdi-
A continuación expondremos las líneas abiertas para da del estroma corneal en pacientes con queratocono pue-
explicar la patogenia del queratocono, muchas ellas
interre­lacionadas entre sí, pero sin saber exactamente me-
diante qué mecanismos. Hay que tener en cuenta que todo
se engloba bajo el término queratocono, pero que, en
realidad, hablamos de fenotipos muy diferentes (33).
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Genética
La naturaleza genética del queratocono es evidente para
muchos autores (34,35). Los pacientes con queratocono
frecuentemente nos preguntan en la consulta si sus hijos
van a desarrollar la misma enfermedad que ellos padecen
y nos piden asesoramiento. El grupo de Rabinowitz et al.
(34), empleando la evaluación clínica y tres índices topo-
gráficos de pacientes con queratocono, encontraron que
la prevalencia de queratocono entre los familiares de pri-
mer grado es 68 veces mayor que en la población general.
Cada vez se revelan más datos sobre mutaciones especí- Figura 13-5  Imagen a la lámpara de hendidura de hydrops
ficas (36). corneal en un paciente con síndrome de Down.

157
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

• La degradación excesiva del estroma corneal es


debida a la digestión por enzimas proteolíticas (39).
Factor Factor
biomecánico inflamatorio
Esta, a su vez, puede ser consecuencia tanto de un
aumento de la actividad de las enzimas proteolíticas
(39,40) como de una disminución de sus
Mediadores de proliferación y destrucción queratocitos inhibidores (41). Entre las enzimas proteolíticas
corneales aumentados en pacientes con cono que se han encontrado elevadas en el queratocono
(IL-1 , metaloproteinasas, factor de necrosis tumoral, etc.)
destacan las gelatinasas (colagenasa tipo IV),
catepsinas, fosfatasas ácidas, etc. (42). Los
inhibidores de las proteasas que se han encontrado
Mayor pérdida queratocitos en pacientes con queratocono disminuidos son, entre otros:
en estroma anterior (apoptosis)
a2-macroglobulina y a1-antiproteasa (43).
• Se han postulado alteraciones en la síntesis del
colágeno tipo I (44), tipo VI, tipo XIII (45), así
Rascado ocular Erosiones corneales como de proteínas adhesivas que participan en la
síntesis del colágeno (46).
• Bureau et al. (47) demostraron que los
«Ciertas molestias»
queratocitos de los pacientes con queratocono
tienen aumentados los receptores para la
interleucina 1 (IL-1), comparándolos con los
pacientes sin queratocono. La IL-1 se cree que es
Figura 13-6  Esquema de la etiopatogenia del queratocono un modulador de la proliferación, diferenciación y
donde se muestra la relación entre los factores biomecánicos y
muerte de los queratocitos. Se ha propuesto la
los inflamatorios, y el frotamiento ocular como factor funda-
mental para cerrar el proceso.
IL-1 corneal para explicar la patogénesis del
queratocono (48). La expresión aumentada de los
receptores de IL-1 favorece la pérdida de
queratocitos y, por tanto, de la masa estromal por
de explicarse por los siguientes mecanismos, que no son un mecanismo de apoptosis. Esta pérdida de los
excluyentes entre sí: queratocitos del estroma anterior se traduce en la
aparición de erosiones corneales epiteliales y
• Alteración en la degradación del tejido corneal. subepiteliales en pacientes con queratocono (fig.
Degradación excesiva del colágeno estromal y 13-7). La aparición de estas «erosiones» podría
otros componentes celulares y extracelulares. explicar que el paciente sintiera «ciertas
• Alteración en la síntesis del tejido corneal, bien molestias» que le indujeran a frotarse los ojos,
por disminución en la síntesis del colágeno cerrando el círculo. Así, la hipótesis de la IL-1
estromal y otros componentes, o por una síntesis podría explicar la relación entre queratocono y
alterada. frotamiento ocular, atopia, portador de lentes de

Figura 13-7  Imagen realizada con


lámpara de hendidura de un paciente
con queratocono donde pueden apre-
ciarse las finas líneas verticales (estrías
de Vogt) y los múltiples defectos epite-
liales.

158
Capítulo 13  |  Ectasias corneales naturales

contacto, etc. (49). Para estos autores, el factor de familias enteras con queratocono no podría explicarse
bioquímico sería el que conduciría al factor sin este factor genético implicado.
biomecánico de rascado, y este, a su vez, El moldeado de la córnea, que puede aparecer en pa-
mantendría la pérdida de queratocitos, que, a su cientes portadores de lentes de contacto, también sugiere
vez, induciría un mayor rascado, y así se cerraría una patogenia mecánica del queratocono (54).
el círculo (v. fig. 13-6). Sin embargo, otros autores Se ha descrito que ciertas actividades que se asocien a
explican el fenómeno de manera inversa, es el elevación de la presión intraocular debería evitarse, por-
factor biomecánico (frotamiento del ojo) el que que podrían influir en la progresión de la ectasia (55).
desempeña un papel fundamental en el desarrollo
del cono. Los repetidos microtraumatismos son
Enfermedades asociadas a queratocono
los que inducen cambios tisulares en la superficie
con más frecuencia
corneal que desencadenan el proceso ectásico
(48,49) (factor biomecánico) (v. fig. 13-6). La presentación más frecuente del queratocono es aisla-
da, es decir, sin asociarse a otras enfermedades. Sin em-
Biomecánica bargo, podemos encontrar en la literatura una multitud de
El debilitamiento de la arquitectura corneal, debido a un asociaciones tanto de enfermedades sistémicas como
adelgazamiento, puede predisponer a la ectasia. El adel- oculares (cuadro 13-3).
gazamiento corneal es el resultado de la pérdida de los
componentes que conforman la estructura corneal. Pero
el mecanismo por el que esto ocurre no se ha esclarecido. Degeneración marginal pelúcida
Smolek y Beekhuis (50) propusieron varias teorías para
explicar el adelgazamiento de la córnea: También denominada queratotoro. Se define clásicamen-
te como una ectasia corneal bilateral, no inflamatoria,
• La existencia de un número menor de lamelas de periférica, caracterizada por una banda de adelgazamien-
colágeno corneal. to de 1-2 mm de anchura situada de forma típica en la
• La presencia de menor cantidad de fibrillas de parte inferior de la córnea, desde las 4 hasta las 6 horarias
colágeno en cada lamela. (fig. 13-8A) (1). Se caracteriza por tener 1 o 2 mm de
• La compactación de las lamelas de colágeno, pero córnea no afectada periférica a la lesión. La imagen topo-
existiendo una cantidad dentro de la normalidad. gráfica clásica tiene un aspecto en «alas de mariposa» con
• Una combinación de los factores anteriores. elevado astigmatismo irregular en contra de la regla
(fig. 13-8B). Para muchos autores es una variante del que-
Otros factores mecánicos implicados en el desarrollo ratocono, debido a que comparten similitudes histológi-
del queratocono podrían ser: exposición a radiación ultra- cas (56).
violeta, inflamación crónica, rascado y frotamiento enér- Los pacientes con esta patología generalmente se pre-
gico de los ojos, portadores crónicos de lentes de contac- sentan con quejas de visión borrosa o de pérdida progresiva
to rígidas, atopia, etc. Todos estos factores generan
radicales libres de oxígeno, causando toxicidad y disrup-
ción de la estructura celular corneal. A continuación de-
sarrollaremos algunos de ellos (31,32).
En la literatura se encuentran múltiples referencias que Cuadro 13-3  Asociaciones más frecuentes
asocian el queratocono al frotamiento ocular. Pero esta- del queratocono
blecer una relación causal es difícil de probar. En general,
• Frotamiento ocular
los pacientes con cono se frotan más los ojos que los
• Síndrome de Down
controles sanos (51). El rascado sistemático y de un solo
• Amaurosis congénita de Leber
ojo durante un tiempo prolongado puede desencadenar la
• Atopia
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aparición de un queratocono unilateral (52). Los pacien- • Alergia


tes con queratocono se frotan con mayor frecuencia y • Portadores de lentes de contacto
mayor intensidad. Además, lo hacen de manera singular, • Conectivopatías
empleando movimientos circulares, con la yema del dedo • Hipermotilidad articular
índice o con la articulación interfalángica proximal (52). • Prolapso de la válvula mitral
Varios autores concluyen (49-53) que el rascado cró- • Marfan
nico de los ojos es el denominador común de pacientes • Síndrome del párpado flácido
con queratocono y amaurosis congénita de Leber, síndro- • Rosácea
me de Down, atopia, portadores de lentes de contacto, • Ehlers-Danlos
síndrome del párpado flácido, etc. Incluso postulan que • Osteogénesis imperfecta
los factores genéticos no son necesarios para explicar la • Traumatismo contuso
patogenia de la enfermedad. Sin embargo, la existencia

159
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

0,25 mm
520 µm

3,27 mm
970 µm
12,98 mm

A B
Figura 13-8  A. Imagen realizada mediante tomografía de segmento anterior (OCT-VisanteTM) donde puede apreciarse el perfil
corneal correspondiente a una degeneración marginal pelúcida, con importante adelgazamiento en la zona periférica. B. Imagen
característica de astigmatismo irregular en contra de la regla (en alas de mariposa) correspondiente al patrón topográfico clásico de
una degeneración marginal pelúcida (Pentacam HR).

debido a un astigmatismo elevado, típicamente contra la Aspectos biomecánicos


regla (mixto o miópico), que se hace irregular. Suele ser
bilateral, aunque asimétrica. No hay predisposición a pa- Las ectasias, y el queratocono en particular, es la patolo-
decerla ni por raza ni por género. gía ocular donde más se pone de manifiesto la insuficien-
La hidropesía aguda puede desarrollarse (aunque me- cia biomecánica de la córnea. Aquí se hace patente que el
nos frecuentemente que en el queratocono) y puede pro- «cemento biológico» por excelencia, el colágeno, está tan
ducir edema corneal inferior, cicatrización y vasculariza- alterado que no es capaz de mantener la arquitectura de
ción (1,2). También puede aparecer una línea férrica esta peculiar cúpula de cristal que es la córnea. Entre los
corneal en pacientes con degeneración pelúcida. factores biomecánicos asociados a la ectasia corneal des-
tacan el frotamiento ocular, el porte de lentes de contacto
excesivamente rígidas, etc. (cuadro 13-4).
Queratoglobo El análisis morfométrico (tomografía y espesor cor-
neal) son excelentes métodos para detectar esta enferme-
Es una ectasia rara, casi siempre bilateral y no progresiva. dad en estadios moderados y avanzados. Sin embargo, en
La típica protrusión globular de la córnea es debida a un estadios incipientes, los métodos morfológicos corneales,
adelgazamiento generalizado, más marcado en la perife- de forma aislada, en ocasiones no son suficientes y han de
ria, adoptando el perfil corneal una forma globular (1). La complementarse con métodos biomecánicos analizando
cámara anterior es profunda. El diámetro corneal suele variables como la histéresis corneal (CH) y el factor de
ser normal, solo en algún caso se ha encontrado aumen- resistencia corneal (CRF) proporcionados por el ORA®.
tado. La hidropesía aguda es frecuente, aunque menos Así conseguiremos detectar queratoconos subclínicos, y
que en el queratocono (2). Tras episodios de hidropesía, evitaremos confundir astigmatismos congénitos y seudo-
suelen quedar opacidades en el estroma profundo, más queratoconos con queratoconos francos.
frecuentemente en la media periferia. Genéticamente se Los trabajos publicados referentes a valores de CH y
lo ha relacionado con el queratocono. Puede presentarse CRF en queratocono son bastantes homogéneos entre sí
en el nacimiento o ser adquirido. (v. tabla 24-3, capítulo 24) (58-62), encontrándose valo-
Estos pacientes son propensos a tener roturas cornea- res disminuidos comparando con controles normales
les ante mínimos traumas. El diagnóstico diferencial de (fig. 13-9). Ambrosio et al. sugieren que, con valores de
queratoglobo ha de realizarse con el glaucoma congénito CH y CRF por debajo de 8,8 mmHg, el paciente debe
y la megalocórnea. Se han descrito asociaciones de que- considerarse con potencial riesgo de ectasia (63). Este
ratoglobo a adelgazamiento escleral (1-3). dato numérico debe tenerse en cuenta en el contexto clí-
El queratoglobo puede ocurrir en el ojo contralate- nico adecuado y no considerarse de manera aislada, sino
ral de un paciente con degeneración marginal pelúci- complementaria.
da (DMP) o en un paciente con queratocono previo (57). Pero lo importante en la selección de pacientes que
En la tabla 13-1 se expone el diagnóstico diferencial de se van a intervenir de cirugía refractiva es la detección
las ectasias corneales más frecuentes. subclínica del queratocono para evitar la temida ectasia

160
Capítulo 13  |  Ectasias corneales naturales

Tabla 13-1  Diagnóstico diferencial de las ectasias corneales


Degeneración Queratocono
Queratocono marginal pelúcida Queratoglobo posterior Poscirugía refractiva
Frecuencia Más frecuente Menos frecuente Raro Menos frecuente Infrecuente
Lateralidad Generalmente bilateral Bilateral Bilateral Generalmente Generalmente bilateral
unilateral
Edad de inicio Pubertad 20-40 años Generalmente En el nacimiento > 6 meses tras cirugía
en el nacimiento
Adelgazamiento Inferior paracentral Banda inferior de Mayor en la Paracentral Central o paracentral
1-2 mm de ancho periferia
Protrusión Más delgada al ápex Superior a la franja Generalizada Excavación Generalizada
de adelgazamiento posterior
Línea de hierro Anillo de Fleischer Algunas veces Ninguna Ninguna A veces, sin patrón
definido
Cicatriz Frecuente Solo tras hidropesía Moderada Infrecuente Infrecuente
Estrías Frecuente Infrecuente Infrecuente Ninguna Infrecuente

iatrogénica. Muchos estudios han intentado demostrar la enfermedad, debemos hacer especial hincapié en la edu-
utilidad de la CH y el CRF para diferenciar el queratoco- cación de estos pacientes sobre este hábito. Si no, todos
no franco, de la forma frustre de queratocono, pero hay los demás tratamientos quirúrgicos (anillo, crosslinking,
gran disparidad de resultados, de tal manera que los va- queratoplastias…) no tendrán la misma eficacia.
lores de CH y CRF de manera aislada no son suficientes En general, los pacientes con cono se frotan más los
para hacer distinción entre queratocono y forma frustre. ojos que los controles sanos (67). El rascado sistemático
Por tanto, hoy en día estos datos biomecánicos se consi- y de un solo ojo durante un tiempo prolongado puede
deran complementarios de los morfológicos, con relativo desencadenar la aparición de un queratocono unilate-
valor tomados de manera aislada (64). ral (68,69). Se frotan de manera singular empleando mo-
Uno de los puntos más interesantes es la correlación vimientos circulares, con la yema del dedo índice o con
que pueda existir entre el grosor corneal y la CH. A priori, la articulación interfalángica proximal (67-69). Se sugie-
Shah et al. demostraron una débil correlación positiva re que los pacientes con amaurosis congénita de Leber se
entre la CH y el espesor corneal, de tal manera que, a frotan los ojos para estimular su retina (53). Varios auto-
mayor grosor, mayor CH (61). Sin embargo, Del Buey res (37,53,54) concluyen que el rascado crónico de los
et al. demuestran en su trabajo que la CH no es depen- ojos es el denominador común de pacientes con querato-
diente del espesor, como sucede en la distrofia endotelial cono y amaurosis congénita de Leber, síndrome de Down,
de Fuchs con edema variable (65). Marfan, atopia, alergia, portadores de lentes de contacto,
Otro de los temas de candente actualidad es evaluar síndrome del párpado flácido, etc.
cómo los anillos corneales pueden modificar los paráme- De la misma manera que se han aplicado diversas téc-
tros de la biomecánica corneal en córneas queratocóni- nicas con eficacia para que los pacientes dejen el hábito
cas. Este punto se discute detenidamente en capítulos del tabaco, debemos controlar el hábito de rascado de
posteriores (66).

Educación y personalidad Cuadro 13-4  Factores biomecánicos


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

implicados en el queratocono
A lo largo de la monografía se comenta la enorme impor- • Frotamiento ocular
tancia de los factores biomecánicos en el desarrollo y • Exposición a radiación ultravioleta
progresión de la enfermedad ectásica. Sabemos que el • Inflamación crónica, alergia, atopia, etc.
rascado ocular es un factor determinante en el contexto • Rascado y frotamiento enérgico de los ojos,
de las ectasias corneales. Es la piedra angular que entre- anómalo, frecuente, etc.
tiene el círculo vicioso de la inflamación en la etiopato- • Hábitos de descanso
genia de esta enfermedad (cascada inflamatoria-queratitis • Técnica de masaje ocular inapropiada
en superficie-rascado-más inflamación, y así se van re- • Portadores crónicos de lentes de contacto rígidas
troalimentando de manera positiva). Debido a que sabe- • Actividades que eleven la presión intraocular
mos lo importante que es este factor en la mejoría de la

161
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B C

Figura 13-9  Representación de señales emitidas por el ORA , donde se muestran tres patrones tipo. A. Señal correcta de un
®

paciente con córnea dentro de la normalidad, donde la curva verde representa el pulso de aire, y la roja, los picos de aplanación y
tomas de tensión. B. Paciente con queratocono moderado. C. Paciente con señales muy abigarradas, queratocono muy avanzado.

nuestros pacientes. La metodología aplicada para evitar motivarlos para que se impliquen en el tratamiento de su
el rascado en ciertas enfermedades dermatológicas puede enfermedad. Hay que tener en cuenta que esta enferme-
ser aplicada en el queratocono (70). Pero el fundamento dad se diagnostica en la adolescencia (período psicoso-
más eficaz para eliminar un hábito es desde la educación. cial muy conflictivo) y en adultos jóvenes, pudiendo tener
McMonnies (71) recomienda los siguientes pasos para un efecto devastador sin un correcto manejo. Muchos de
controlar el hábito: ellos tienen una esperanza de vida reducida (73). La
desin­formación sobre la enfermedad les lleva a pensar
• Concienciar al paciente de que tiene ese hábito. que pueden tener una importante discapacidad visual que
Muchas veces no se han dado cuenta hasta que les lleve a la pérdida de su independencia y trabajo (74).
alguien se lo pregunta por primera vez en la Se han publicado numerosos trabajos sobre la peculiar
consulta. personalidad que pueden tener estos pacientes (75). Sin
• Que el paciente evalúe e incluso se apunte el embargo, estudios mejor diseñados para objetivar un per-
número de veces al día que se rasca, en qué fil anómalo de personalidad, finalmente no han sido con-
circunstancias, de qué manera, durante cuánto cluyentes (76).
tiempo, etc.
• Animarlo a buscar actividades que puedan
sustituir ese hábito y que le disuadan de realizarlo.
• Implicar a algún familiar o persona con la que BIBLIOGRAFÍA
conviva el paciente para que actúe de una especie
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mayoría no son capaces de cumplir. Es de vital importan- 3. Peris Martínez C, Menezo JL. Tratamiento de la ectasia corneal.
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ción. Es más determinante esto que todas las intervencio- 5. Sonoda S, Uchino E, Nakao K, Sakamoto T. Inflammatory
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ocular se deben realizar las recomendaciones propias de 6. Cook EB. Tear cytokines in acute and chronic ocular allergic
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rio evitar que adquieran hábitos que supongan la compre- 8. Zygmunt M, Määttä M, Stenman M, Konttinen L, Tervo T,
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para dormir excesivamente apretados, abrazar excesiva- Cornea 2006; 25: 603-610.
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162
Capítulo 13  |  Ectasias corneales naturales

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164
Capítulo 14

Clasificación del queratocono


basada en fenotipos clínicos.
Influencia del astigmatismo congénito
en la morfología del queratocono
José F. Alfonso Sánchez, Carlos Lisa Fernández, Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso,
Arancha Poo López y David Madrid Costa

Sumario del capítulo

Introducción. Definición y diagnóstico del queratocono  166 Córnea con astigmatismo en contra de la regla  171
Córnea con astigmatismo oblicuo  171
Clasificaciones de queratocono  166
Parámetros más significativos que definen cada
Astigmatismo en la población general  168
fenotipo  174
Justificación para una nueva clasificación  169
Bibliografía  184
Parámetros valorados para definir los fenotipos  170
Desarrollo conceptual de la nueva clasificación  170
Córnea sin astigmatismo  170
Córnea con astigmatismo a favor de la regla  171

Resumen
Existen muchas clasificaciones de queratocono, aunque podemos considerar que ningu-
na de ellas ha sido aceptada de forma generalizada. Por ello, nos planteamos la posibi-
lidad de clasificar el queratocono considerando que la ectasia se puede desarrollar en
una córnea sin astigmatismo o en una córnea que tenga un astigmatismo previo. Unien-
do los conceptos de astigmatismo topográfico previo (valor y eje) y localización y direc-
ción de la ectasia (punto más delgado de la córnea), podemos obtener una clasificación
en fenotipos independientemente del grado evolutivo del queratocono. El fenotipo que
nos encontraremos en el momento del diagnóstico será un balance entre el grado de
astigmatismo que la córnea tenía antes de la aparición de la ectasia y el grado y locali-
zación de la misma. En algunos casos, el defecto refractivo puede ser elevado, pero la
ectasia mínima, y en otros, el astigmatismo bajo, pero la ectasia muy evolucionada. Los
fenotipos que hemos descrito se pueden considerar como caricaturas, dibujadas con una
serie de rasgos básicos. El estudio pormenorizado de cada caso nos dará la justificación
de la morfología concreta a la que nos enfrentamos y nos dará las claves para su trata-
miento. Tratamiento que desarrollaremos en otra ocasión.

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

165
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Introducción. Definición da de forma generalizada. Se puede establecer una grada-


ción o un diagnóstico del queratocono atendiendo a un
y diagnóstico único parámetro (queratometría, paquimetría, morfología
del queratocono corneal), o bien hacer clasificaciones más complejas en
función de varios parámetros.
Según la definición clásica recogida en el trabajo de revi- Clasificación queratométrica: también conocida
sión de Rabinowitz (1), el queratocono es una ectasia como clasificación de Buxton, establece la gradación del
corneal bilateral, aunque asimétrica, que cursa con adel- queratocono en función del valor de la lectura queratomé-
gazamiento estromal, depósitos férricos en la membrana trica más curva (7):
basal epitelial, y roturas en la membrana de Bowman y
Descemet. Suele debutar en la pubertad y es progresiva • Leve: K2 ≤ 45 D.
hasta la tercera o cuarta década de la vida. Se caracteriza • Moderado: 46 D ≤ K2 ≤ 52 D.
por un adelgazamiento central o paracentral inferior, que • Avanzado: 53 D ≤ K2 ≤ 59 D.
cursa con protrusión de la córnea y aumento de su curva- • Grave: K2 > 60 D.
tura, generándose miopía y astigmatismo irregular.
Esta es una definición general en la que existen excep- Clasificación morfológica: no atiende a gravedad,
ciones (en cuanto a la edad de presentación, progresión y sino a la imagen topográfica (8):
signos asociados), y que recientemente ha sufrido una im-
portante revisión, al empezar a considerarse como una • Oval: la ectasia afecta a uno o dos cuadrantes
patología con un componente inflamatorio (2-6). corneales, con el ápex localizado generalmente
Desde un punto de vista visual y refractivo, el quera- inferior.
tocono cursa con pérdida de agudeza visual, miopización • Globo: afectación de prácticamente toda la
progresiva y astigmatismo. El astigmatismo puede ser córnea.
regular o irregular dependiendo de múltiples factores • Pezón: el cono afecta a menos de la mitad de la
como son la localización de la protrusión, el estadio del córnea central, con córnea circundante normal.
queratocono y el tipo de queratocono, entre otros. • Astigmático: astigmatismo en pajarita vertical de
Los signos biomicroscópicos pueden no apreciarse en cierta importancia, con asimetría inferosuperior.
los estadios incipientes, siendo más evidentes en las eta-
pas más avanzadas, pudiendo encontrarnos: 1) estrías de Clasificación paquimétrica: propuesta por Avitabile
Vogt; 2) anillo de Fleischer; 3) aumento de visibilidad et al., que define un índice diagnóstico de queratocono
de los nervios corneales; 4) protrusión cónica; 5) signo de basado en la relación entre la paquimetría central y peri-
Munson; 6) opacidades superficiales, y 7) hydrops. férica obtenida mediante biomicroscopia ultrasónica
Actualmente, es indudable que las técnicas que resultan (UBM). Debido a la poca difusión de los aparatos UBM
de más valor, tanto en el diagnóstico como en la evolución y a lo lenta que resulta su medida, esta clasificación no se
del queratocono, son aquellas que permiten obtener una ha popularizado (9).
información detallada de la calidad óptica de la córnea y Pero las clasificaciones con mayor valor clínico y, por
de la morfometría corneal, particularmente de la superficie lo tanto, las más reflejadas en la literatura son las que
anterior y posterior de la córnea, así como del mapa paqui- atienden a más de un parámetro para establecer la severi-
métrico. Este nos permitirá cuantificar y localizar el pun- dad del queratocono.
to de mínimo espesor corneal. No es objeto de este capítu- Clasificación de Hom (10): basada en la clínica y en
lo describir las diferentes tecnologías (scanning-slit, el método necesario de compensación del error refractivo
tomografía de coherencia óptica, Scheimpflug, etc.) que para alcanzar la mejor visión:
emplean algunos instrumentos (Orbscan II, Pentacam HD,
Galilei II, Sirius, Visante, etc.) para obtener la información • Queratocono incipiente: buena visión con gafas,
sobre los parámetros morfométricos y/o ópticos de la cór- sombras retinoscópicas en tijera, con
nea, pero sí es importante poner de manifiesto que la infor- adelgazamiento corneal incipiente y sin cicatrices.
mación obtenida con esta tecnología permitirá no solo es- • Queratocono moderado: la visión solo es buena
tablecer un diagnóstico y clasificación del queratocono con lentes de contacto rígidas y el
más precisa, sino que también permitirá plantear al ciruja- adelgazamiento corneal es más evidente, aunque
no la mejor estrategia médica y/o quirúrgica. la transparencia corneal aún se mantiene intacta.
• Queratocono severo: el adelgazamiento corneal
es muy severo y aparecen cicatrices corneales que
provocan mala visión con cualquier método de
Clasificaciones de queratocono corrección.

Existen muchas clasificaciones de queratocono, aunque Clasificación de Amsler-Krumeich (11): establece


podemos considerar que ninguna de ellas ha sido acepta- cuatro grados de queratocono, combinando valores de

166
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos

refracción, queratometría, paquimetría y hallazgos clí- • Grado III: AVcc < 0,2, estrías de Vogt,
nicos: adelgazamiento del ápex corneal, y lecturas
queratométricas centrales entre 52 y 58 D.
• Grado I: abombamiento excéntrico de la córnea, • Grado IV: AVcc < 0,05, opacidades estromales,
con miopía y/o astigmatismo inducido < 5 D, y cicatrices, ruptura de la membrana de Bowman,
queratometría media central ≤ 48 D. con lecturas queratométricas medias centrales
• Grado II: miopía y/o astigmatismo inducido entre mayores de 59 D, e intolerancia a lentes de
5 y 8 D, sin cicatrices centrales, con paquimetría contacto.
en el punto más fino > 400 μm, y con la lectura
queratométrica media central ≤ 53 D. Por último, tenemos la clasificación propuesta por el
• Grado III: miopía y/o astigmatismo inducido entre grupo CLEK (13), también en el año 2006, que introduce
8 y 10 D, sin cicatrices centrales, con paquimetría el índice llamado KSS (Keratoconus Severity Score),
en el punto más fino entre 300 y 400 μm, y con la cuyo valor permite gradar la severidad del queratocono.
lectura queratométrica media central > 53 D. Este índice toma valores basándose en los hallazgos bio-
• Grado IV: refracción imposible/inviable, con microscópicos, la topografía corneal, el poder corneal
cicatrices corneales centrales, paquimetría en el promedio (ACP, Average Corneal Power), y el valor cua-
punto más fino < 200 μm, y lecturas drático medio de las aberraciones corneales de alto orden
queratométricas centrales medias > 55 D. (HORMS, Higher Order Root Mean Square), calculadas
para una zona de 6 mm de diámetro. Con todo ello se
En 2006, se realizó una revisión de la clasificación de establecen los siguientes cinco grados:
Amsler-Krumeich, considerando valores de aberrometría
corneal (11). Los autores encontraron que el valor de • KSS = 0 (no afecto): patrón topográfico axial
RMS para el coma constituía un buen parámetro para gra- típico, sin signos biomicroscópicos compatibles
dar el queratocono, proponiendo la siguiente modifica- con el queratocono, ACP z 47,75 D y
ción a la clasificación de Amsler-Krumeich: HORMS ≤ 0,65 μm.
• KSS = 1 (casos atípicos): no aparecen signos
• Grado I: queratometría media central ≤ 48 D, biomicroscópicos compatibles con el queratocono
RMS para el coma corneal entre 1,5 y 2 μm (para con patrón topográfico axial atípico (patrón
zona de 6 mm de diámetro), y ausencia de irregular, pajarita asimétrica, o incremento de la
cicatrices. curvatura superior no mayor de 3 D con respecto a
• Grado II: paquimetría central > 400 μm, con la ACP), ACP ≤ 48 D y HORMS ≤ 1,00 μm.
lectura queratométrica media central entre 48 y • KSS = 2 (sospecha de queratocono): sin signos
53 D, ausencia de cicatrices corneales y RMS para biomicroscópicos compatibles con el queratocono,
el coma corneal de entre 2,5 y 3,5 μm (para zona patrón topográfico axial con un área aislada de
de 6 mm de diámetro). incremento de curvatura inferior, superior o
• Grado III: paquimetría central entre 300 y central, ACP ≤ 49 D y HORMS entre 1 y 1,5 μm.
400 μm, lectura queratométrica media central • KSS = 3 (leve): mapa topográfico axial
entre 53 y 55 D, ausencia de cicatrices, y RMS compatible con queratocono, hallazgos
para el coma corneal entre 3,5 y 4,5 μm (para zona biomicroscópicos positivos, pero sin cicatrices
de 6 mm de diámetro). corneales, ACP ≤ 52 D o el HORMS entre 1,5 y
• Grado IV: paquimetría central ≤ 200 μm, lecturas 3,5 μm.
queratométricas medias > 55 D, con cicatrices • KSS = 4 (moderado): mapa topográfico axial
corneales centrales y valores de RMS para el coma compatible con queratocono, hallazgos
corneal > 4,5 μm (para zona de 6 mm de diámetro). biomicroscópicos positivos, con cicatrices
corneales, ACP entre 52 y 56 D, y HORMS entre
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Clasificación de Ferrara-Amsler (12): es una varia- 3,5 y 5,75 μm.


ción de la anterior, considerando la mejor agudeza visual • KSS = 5 (avanzado): mapa topográfico axial
en lugar del error refractivo: compatible con queratocono, hallazgos
biomicroscópicos positivos, con cicatrices
• Grado I: disconfort visual, AVcc > 0,67, sin corneales, ACP > 56 D y HORMS > 5,75 μm.
signos biomicroscópicos, con lecturas
queratométricas medias centrales < 48 D y ligera Como se puede observar, no existe un consenso claro
distorsión de las miras topográficas. en la gradación del queratocono, y su clasificación clínica
• Grado II: disconfort visual intenso, AVcc < 0,3, resulta siempre compleja. En la tabla 14-1 se muestran
anillo de Fleischer, queratometrías centrales las principales clasificaciones descritas anteriormente,
medias entre 48 y 52 D, con distorsión de miras evidenciando que no existe una uniformidad en los pará-
topográficas. metros objetivos que se deben emplear.

167
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 14-1  P
 arámetros para estadificar el queratocono en cada una de las principales clasificaciones
Estadio Parámetros Amsler-Krumeich Amsler-Krumeich-Alió Ferrara-Amsler KSS
0 Refracción esf/cil — — — —
AV con corrección — — — —
K media central — — — < 48 D
Paquimetría mínima — — — —
Topografía — — — Sospecha
Aberrometría — — — 1 μm
Lámpara de hendidura — — — Sin signos
I Refracción esf/cil <5D — — —
AV con corrección — — > 20/30 —
K media central < 48 D < 48 D < 48 D < 49 D
Paquimetría mínima — — — —
Topografía — — Sospecha Sospecha
Aberrometría — 1,5-2 μm (coma, 6 mm) — 1-1,5 μm (HOA, 6 mm)
Lámpara de hendidura — — — —
II Refracción esf/cil 5-8 D — — —
AV con corrección — — < 20/60 —

K media central < 53 D 48-53 D 48-52 D < 52 D


Paquimetría mínima > 400 μm > 400 μm — —
Topografía — — Queratocono Queratocono
Aberrometría — 2,5-3,5 μm (coma, 6 mm) — 1,5-3,5 μm (HOA, 6 mm)
Lámpara de hendidura Sin cicatrices Sin cicatrices Posible Fleischer Posible Fleischer/Vogt
III Refracción esf/cil 8-10 D — — —
AV con corrección — — < 20/100 —
K media central > 53 D 53-55 D 52-58 D 52-56 D
Paquimetría mínima 300-400 μm 300-400 μm — —
Topografía — — Queratocono Queratocono
Aberrometría — 3,5-4,5 μm (coma, 6 mm) — 3,5-5,5 μm (HOA, 6 mm)
Lámpara de hendidura Sin cicatrices Sin cicatrices Vogt Fleischer/Vogt
IV Refracción esf/cil No medible — — —
AV con corrección — — <20/400 —
K media central > 55 D > 55 D >59 D > 56 D
Paquimetría mínima 200-300 μm 200-300 μm — —
Topografía — — Queratocono Queratocono
Aberrometría — > 4,5 μm (coma, 6 mm) — > 5,5 μm (HOA, 6 mm)
Lámpara de hendidura Cicatrices Cicatrices Cicatrices Cicatrices
AV: agudeza visual; HOA: aberración de alto orden.

Astigmatismo en la población una muestra de nuestra base de datos que hace referencia
a 264 ojos, intervenidos de miopía y astigmatismo con
general una lente intraocular precristaliniana (ICL; Implantable
Si analizamos la distribución del astigmatismo, tanto en Collamer Lens, STAAR). La edad de la muestra estaba
cantidad como en orientación (directo, inverso y oblicuo), comprendida entre 20 y 30 años. Los resultados de este
en una población joven con miopía, podemos valorar una estudio revelan que el 51,5% de las córneas no tiene as-
probable situación de partida. En este sentido, estudiamos tigmatismo, o que este es menor o igual a 1,25 D, y que

168
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos

el restante 48,5% tiene un astigmatismo significativo, de la enfermedad, describiendo las características de cada
igual o superior a 1,5 D. Y, además, respecto a la orienta- estadio como una expresión de la intensidad del proceso.
ción, el astigmatismo es a favor de la regla en el 72% de Por ello, y teniendo en cuenta los actuales procedimientos
los casos, en contra de la regla en el 13,2%, y oblicuo en quirúrgicos para su manejo (14-17), consideramos perti-
el 14,8% (figs. 14-1 y 14-2). Es decir, en la mitad aproxi- nente establecer una clasificación morfológica del quera-
mada de los casos el astigmatismo existe, y además suele tocono (basada en unos parámetros topográficos objeti-
ser a favor de la regla. vables) que tenga en cuenta, también, la situación de la
córnea previa al desarrollo de la ectasia, dando así una
explicación lógica a la imagen topográfica que nos encon-
tramos.
Justificación para una nueva Nos planteamos la posibilidad de clasificar el querato-
clasificación cono considerando que la ectasia se puede desarrollar en
una córnea con o sin astigmatismo previo. Uniendo los
Como vemos en los antecedentes descritos, las clasifica- conceptos de astigmatismo topográfico previo (valor
ciones del queratocono desarrollan un concepto evolutivo y eje) y punto más delgado de la córnea (localización y

n = 179 n = 160
OD OD

OCT - Visante

Figura 14-1  Mapa paquimétrico


10 mm

de las córneas de un paciente afecto de


queratocono. El punto más delgado está
marcado con una X. En el queratocono,
el punto más delgado de la córnea se
localiza en el cuadrante temporal infe-
rior: en cualquier punto de ese cuadran-
te, incluidas las líneas teóricas que lo
delimitan.

80%
72%
70%

60%

50% Directos Oblicuos Inversos


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

40%

30%

20%
14,8% 13,3%
10%
Figura 14-2  Valor del astigmatismo
queratométrico en una muestra de
0% 264 ojos miopes intervenidos con im-
0-30 31-60 61-119 plante de una lente intraocular epicrista-
150-180 120-149
liniana (base de datos del autor). Aproxi-
madamente, el 50% de los ojos presentan
2009 ICL Study / Keratometric Cyl / n = 264
un astigmatismo superior a 1 D.

169
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

dirección de la ectasia), podríamos obtener una clasifica- f. Queratometría más curva


ción en fenotipos que nos permitiría entender mejor lo g. Queratometría media
que ocurre en estas córneas. El fenotipo que nos encon- h. Mapa de elevación anterior
traremos en el momento del diagnóstico será un balance i. Mapa de elevación posterior
entre el grado de astigmatismo que la córnea tenía antes j. Asfericidad en zona de 4,5 mm
de la aparición de la ectasia y el grado y localización de –  menor de –0,25
la misma. –  entre –0,25 y –1,5
Nuestro objetivo es definir unos fenotipos basados en –  mayor de –1,5
parámetros objetivos que tengan en cuenta la morfología 4. Aberrometría corneal:
de la córnea previa a la aparición de la ectasia, y el grado a. Valor cuadrático medio (RMS, Root Mean
y localización de la misma. El estudio se basa en el aná- Square) total
lisis de 1.000 ojos diagnosticados de queratocono con los b. RMS de alto orden
criterios clásicos de Amsler-Krumeich (todos ellos in- c. RMS del astigmatismo
cluidos en los estadios I, II y III de esta clasificación) y d. RMS del coma: magnitud y eje
que fueron intervenidos quirúrgicamente mediante el im- e. Aberración esférica
plante de segmentos de anillo intracorneales. f. Aberración trifoil
5. Relación del eje topográfico más plano y el eje del
coma:
a. Ejes coincidentes: si divergen menos de 30°
Parámetros valorados b. Ejes no coincidentes: si divergen entre 30
para definir los fenotipos y 75°
c. Ejes perpendiculares: si divergen más de 75°
Los parámetros que se han considerado para definir los
diferentes fenotipos de la clasificación pueden ser re-
cogidos con los métodos habituales de exploración en
oftalmología y valorando la información que aportan Desarrollo conceptual
los equipos diagnósticos que se emplean para el estu- de la nueva clasificación
dio del queratocono. Orbscan II (Bausch & Lomb),
Pentacam (Oculus), Sirius (CSO), CA-100 (Topcon), Es necesario recordar dos conceptos básicos para enten-
OCT Visante (Zeiss) y OCT Casia (Tomey) son los que der los distintos fenotipos que constituyen nuestra pro-
nosotros utilizamos habitualmente. Los parámetros puesta de clasificación del queratocono. El primero es
son: que en el queratocono, el punto más delgado de la cór-
nea se localiza en el cuadrante temporal inferior; en
1. Refracción: cualquier punto de ese cuadrante, incluidas las líneas
a. Tipo de astigmatismo refractivo: directo, teóricas que lo delimitan (fig. 14-3). El segundo concep-
inverso u oblicuo to es que el queratocono se puede desarrollar en una
b. Valor del astigmatismo refractivo córnea sin o con astigmatismo previo. Por lo tanto, la
c. Eje más plano del astigmatismo refractivo morfología (fenotipo) del queratocono en uno o en otro
2. Paquimetría corneal: escenario será completamente distinta. Para la descrip-
a. Espesor en el vértice del cono (punto más ción de cada fenotipo tomaremos siempre como ejemplo
delgado) un ojo derecho (OD).
b. Distancia desde el vértice del cono al centro de
la pupila:
–  Queratoconos centrales: menos de 0,7 mm Córnea sin astigmatismo
– Queratoconos paracentrales: entre 0,7 y
2,1 mm Si consideramos una córnea plana (OD), sin astigmatis-
–  Queratoconos pericentrales: más de 2,1 mm mo, el desarrollo en ella de un queratocono origina dos
c. Espesor corneal en zonas ópticas de 5 a 6, fenotipos distintos, según dónde se localice el punto más
de 6 a 7 y de 7 a 8 mm delgado (fig. 14-4A). Si el punto más delgado aparece en
3. Topografía corneal: el centro de la córnea, tendremos el fenotipo denominado
a. Mapa de curvatura axial o sagital: morfología central hiperprolato (CHP) o «nipple». En estos casos,
b. Mapa de curvatura tangencial o instantáneo: se produce una asfericidad corneal elevada y un aumento
morfología también de la aberración esférica. Si el punto más delga-
c. Eje más plano del astigmatismo topográfico do aparece en cualquier otra zona del cuadrante temporal
d. Valor del astigmatismo topográfico en zona inferior, se origina el fenotipo denominado paracentral
de 3 mm con ejes topográfico y comático coincidentes (PCC) o
e. Queratometría más plana «croissant».

170
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos

50%

45%

40%

35%

30% 51,5% 48,5%

25% 23,5%
20% 17,4% 18,2%
16,3%
15% 14%
11%
10%

5%

0%
0-0,25 0,5-0,75 1-1,25 1,5-1,75 2-2,25 ≥ 2,5 Figura 14-3  Tipo de astigmatismo
en la misma muestra de la figura 14-2.
Aproximadamente, el 70% de los ojos
presentan un astigmatismo a favor de la
2009 ICL Study / Keratometric Cyl / n = 264
regla.

Córnea con astigmatismo a favor de la regla drante, se produce el fenotipo en «croissant». Si la ectasia
aparece en la línea bisectriz del cuadrante, se produce el
Si consideramos una córnea (OD) con astigmatismo a fenotipo en «duck», pero con la particularidad de presen-
favor de la regla (meridiano más curvo a 90°, mapa de tar una imagen invertida. Si la ectasia aparece en la línea
curvatura con imagen típica «en ocho» vertical, meridia- horizontal que delimita el cuadrante, se produce el feno-
no más plano a 0°, mapa de elevación anterior con ima- tipo en «snowman».
gen en banda horizontal), el queratocono puede manifes-
tarse según cuatro fenotipos distintos (fig. 14-4B). Si el
punto más delgado aparece en el centro de la córnea, se Córnea con astigmatismo oblicuo
origina el fenotipo central con astigmatismo simétri-
co (CAS) o «bow tie»; por ser de localización central, la Si consideramos una córnea (OD) con astigmatismo obli-
asfericidad corneal y la aberración esférica pueden cuo y meridiano más curvo a 135° (mapa de curvatura
­aumentar. Si la ectasia aparece en la línea vertical que con imagen típica «en ocho» a 135°, meridiano más pla-
delimita el cuadrante, se produce el fenotipo paracentral no a 45°, mapa de elevación anterior con imagen en ban-
con ejes topográfico y comático perpendiculares (PCP) da oblicua a 45°), el queratocono puede manifestarse
o «snowman». Si la ectasia aparece en la línea bisectriz también según cuatro fenotipos distintos (fig. 14-4D). Si
del cuadrante, se produce el fenotipo paracentral con el punto más delgado aparece en el centro de la córnea,
ejes topográfico y comático no coincidentes (PCnC) o se origina el fenotipo ya descrito en «bow tie». Si la ec-
«duck». La imagen es un «duck» mirando a la derecha. tasia aparece en la línea vertical que delimita el cuadran-
Si la ectasia aparece en la línea horizontal que delimita el te, se produce el fenotipo en «duck» mirando hacia arri-
cuadrante, se vuelve a producir el fenotipo en «crois- ba. Si la ectasia aparece en la línea bisectriz del
sant», que también aparecía en las córneas sin astigma- cuadrante, se produce el fenotipo en «croissant». Si la
tismo. ectasia aparece en la línea horizontal que delimita el cua-
drante, se produce un fenotipo en «duck», pero con la
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particularidad de tener una morfología invertida provoca-


Córnea con astigmatismo en contra de la regla da por la especial relación entre el eje del astigmatismo y
la dirección de la ectasia.
Si consideramos una córnea (OD) con astigmatismo en Si consideramos una córnea (OD) con astigmatismo
contra de la regla (meridiano más curvo a 0°, mapa de oblicuo, pero en el otro sentido, meridiano más curvo a
curvatura con imagen típica «en ocho» horizontal, meri- 45° (mapa de curvatura con imagen típica «en ocho»
diano más plano a 90°, mapa de elevación anterior con a 45°, meridiano más plano a 135°, mapa de elevación
imagen en banda vertical), el queratocono puede ma­ anterior con imagen en banda oblicua a 135°), el quera-
nifestarse también, según cuatro fenotipos distintos tocono puede manifestarse según cuatro fenotipos distin-
(fig. 14‑4C). Si el punto más delgado aparece en el centro tos (fig. 14-4E). Si el punto más delgado aparece en el
de la córnea, se origina el fenotipo en «bow tie». Si la centro de la córnea, se origina el fenotipo en «bow tie».
ectasia aparece en la línea vertical que delimita el cua- Si la ectasia aparece en la línea vertical que delimita el

171
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

90° 90° 90°


135° 45° 135° 45° 135° 45°

180° 0° 180° 0° 1
2 1 2 1 180° 2 0°

3 3 3
4 4
4

A B C

90° 90°
135° 45° 135° 45°

180° 2 1 0° 180° 1 0°
2

3
3
4 4

D E
Figura 14-4  Desarrollo de los distintos fenotipos en función de la existencia o no de astigmatismo previo y de la localización y
dirección de la ectasia en el cuadrante temporal inferior. A. Fenotipos que se desarrollan cuando un queratocono se origina en una
córnea sin astigmatismo: 1. Fenotipo central hiperprolato (CHP) o «nipple»: si el punto más delgado aparece en el centro de la córnea.
2-3-4. Fenotipo paracentral con ejes topográfico y comático coincidentes (PCC) o «croissant»: si el punto más delgado aparece en
cualquier zona del cuadrante temporal inferior. B. Fenotipos que se desarrollan cuando un queratocono se origina en una córnea con
astigmatismo a favor de la regla: 1. Fenotipo central con astigmatismo simétrico (CAS) o «bow tie»: si la ectasia aparece en el centro
de la córnea. 2. Fenotipo PCC: si la ectasia aparece en la línea horizontal que delimita el cuadrante. 3. Fenotipo paracentral con ejes
topográfico y comático no coincidentes (PCnC) o «duck»: si la ectasia aparece en la línea bisectriz del cuadrante. 4. Fenotipo para-
central con ejes topográfico y comático perpendiculares (PCP) o «snowman»: si la ectasia aparece en la línea vertical que delimita el
cuadrante, con o sin cabeza en función de la distancia de la ectasia respecto al centro pupilar. C. Fenotipos que se desarrollan cuando
un queratocono se origina en una córnea con astigmatismo en contra de la regla: 1. Fenotipo CAS: si la ectasia aparece en el centro
de la córnea. 2. Fenotipo PCP: si la ectasia aparece en la línea horizontal que delimita el cuadrante. 3. Fenotipo PCnC: si la ectasia
aparece en la línea bisectriz del cuadrante. 4. Fenotipo PCC: si la ectasia aparece en la línea vertical que delimita el cuadrante. D. Fe-
notipos que se desarrollan cuando un queratocono se origina en una córnea con astigmatismo oblicuo (OD meridiano más curvo a
135°): 1. Fenotipo CAS: si la ectasia aparece en el centro de la córnea. 2. Fenotipo PCnC: si la ectasia aparece en la línea horizontal
que delimita el cuadrante. 3. Fenotipo PCC: si la ectasia aparece en la bisectriz del cuadrante. 4. Fenotipo PCnC: si la ectasia apare-
ce en la línea vertical que delimita el cuadrante. E. Fenotipos que se desarrollan cuando un queratocono se origina en una córnea con
astigmatismo oblicuo (OD meridiano más curvo a 45°): 1. Fenotipo CAS: si la ectasia aparece en el centro de la córnea. 2. Fenotipo
PCnC: si la ectasia aparece en la línea horizontal que delimita el cuadrante. 3. Fenotipo PCP: si la ectasia aparece en la bisectriz del
cuadrante. 4. Fenotipo PCnC: si la ectasia aparece en la línea vertical que delimita el cuadrante.

cuadrante, se produce el fenotipo en «duck» mirando ha- «duck» y «snowman». En los casos con astigmatismo,
cia arriba. Si la ectasia aparece en la línea bisectriz del podemos considerar tres reglas generales para recordar
cuadrante, se produce el fenotipo en «snowman». Si la cómo se originan los fenotipos: cuando la ectasia se en-
ectasia aparece en la línea horizontal que delimita el cua- cuentra en la dirección del meridiano más plano de la
drante, se produce un fenotipo en «duck» mirando a la córnea se produce el fenotipo «croissant», cuando la ec-
derecha. tasia se encuentra en el eje perpendicular al meridiano
En resumen, en los casos de córnea sin astigmatismo más plano de la córnea se produce el fenotipo «snow-
significativo, la ectasia origina habitualmente los fenoti- man», y cuando la ectasia se desarrolla en un eje diver-
pos «nipple» y «croissant», y en los casos con astigma- gente con respecto al meridiano más plano de la córnea
tismo previo, los fenotipos «bow tie», «croissant», se produce el fenotipo «duck». El fenotipo «duck» puede

172
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos

tomar, por este motivo, una morfología diferente según el El concepto perpendicular abarca una relación entre
grado de divergencia. ejes desde 75 a 90°. El fenotipo que se produce en esta
Es fácil comprender también la existencia de casos con situación, «snowman», tendrá una morfología más típi-
características de dos fenotipos, si consideramos las múl- ca, con cabeza y cuerpo bien definidos, cuanto más cen-
tiples combinaciones que se pueden encontrar relacionan- tral sea la ectasia. Si la ectasia es más periférica, apare-
do la dirección de la ectasia y el meridiano más plano de ce la imagen de un «snowman» sin cabeza, al perderse
la córnea. Hay casos de «croissant» con características la parte superior que le caracteriza. Estas imágenes se
de «duck», y casos de «snowman» con características de correlacionan con cambios en la refracción; se pueden
«duck»; todo depende del grado de convergencia o diver- identificar dos subgrupos considerando los astigmatis-
gencia de los ejes topográfico y comático. De la misma mos refractivos y topográficos: el «snowman» tipo 1
manera, es fácil de entender que si la ectasia se origina en (habitualmente con cabeza), cuando el astigmatismo
el centro de una córnea con astigmatismo directo, produ- refractivo es directo y el topográfico también es directo,
ce un «bow tie», pero si se origina en un punto paracentral y el «snowman» tipo 2 (habitualmente sin cabeza),
sobre el meridiano vertical, dará lugar a un «snowman»: cuando el astigmatismo refractivo es inverso y el topo-
dos fenotipos distintos con el mismo tipo de astigmatis- gráfico, directo.
mo previo. Los cinco fenotipos básicos que hemos descrito se
Según lo expuesto, nuestra clasificación del querato- pueden definir con relativa facilidad en los estadios inter-
cono se compone inicialmente de cinco fenotipos (dos medios de la clasificación de Amsler-Krumeich. En el
centrales y tres paracentrales), que se fundamentan en la estadio 0, el queratocono todavía no ha definido su mor-
localización y dirección de la ectasia y su relación con el fología, y en los estadios más avanzados, las alteraciones
eje topográfico más plano de la córnea. Su frecuencia estructurales de la córnea no permiten distinguir un pa-
respecto a toda la muestra analizada se especifica junto a trón coherente (fig. 14-5).
su denominación. En resumen, tenemos: Es también muy importante considerar siempre la
morfología del queratocono en ambos ojos. La conocida
1. Central hiperprolato (nipple): 4%. asimetría entre ambos ojos con la que se puede presentar
2. Central con astigmatismo simétrico (bow tie): un queratocono permite interpretar correctamente lo que
10%. está sucediendo. La existencia de un astigmatismo regu-
3. Paracentral con ejes topográfico más plano y lar en el ojo con queratocono estadio 0 o I ayuda a inter-
comático coincidentes (croissant): 53%. pretar como se está modificando la estructura de la córnea
4. Paracentral con ejes no coincidentes (duck): 21%. en el ojo con el queratocono más avanzado, y cómo se
5. Paracentral con ejes perpendiculares (snowman): está llegando a un determinado fenotipo.
12%. En cuanto a la agudeza visual, es un parámetro que
influye a la hora de decidir la conveniencia de un trata-
En un intento de aclarar la nueva terminología, nos miento determinado, pero no lo consideramos como pa-
gustaría insistir en algunas ideas. El límite entre central rámetro de clasificación.
y paracentral, como es lógico, es difícil de definir con Por último, no podemos terminar la descripción de
una cifra concreta, pero en nuestra experiencia, el valor esta nueva forma de clasificar el queratocono si no con-
que más se ajusta es el de 0,7 mm. Esta cifra hace refe- ciliamos estas ideas con las de Paulo Ferrara, creador e
rencia a la distancia entre el centro de la pupila y el pun- impulsor de las modernas estrategias de tratamiento del
to más delgado de la córnea. Podría definirse también un queratocono con segmentos de anillo intracorneales.
queratocono pericentral, cuando esta distancia supere los Este autor describe los fenotipos centrales y paracentra-
2,1 mm; importante esta consideración si queremos hacer les, pero no relaciona los ejes topográfico y comático
diagnóstico diferencial con la degeneración marginal pe- para la descripción de sus fenotipos. Todo lo que hemos
lúcida (DMP). expuesto no contradice su clasificación, aunque esta no
El concepto coincidente define que la divergencia en- considere claramente la influencia del astigmatismo pre-
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tre los ejes topográfico y comático debe ser menor de 30°. vio en la morfología final del queratocono. Hay un dato
El fenotipo «croissant», como hemos dicho, es típico de que Ferrara considera muy importante y que nosotros lo
los queratoconos paracentrales, pero también de los peri- contemplamos cuando analizamos los fenotipos centra-
centrales (más alejados del centro de la córnea) y de la les: la asfericidad de la córnea. Es cierto que un aumen-
DMP. Efectivamente, la DMP también se caracteriza por to de la asfericidad está contemplado implícitamente en
este fenotipo, y deben valorarse otras características clí- la definición del fenotipo central hiperprolato, pero no
nicas para realizar el correcto diagnóstico diferencial. en el resto de los fenotipos. En los otros cuatro fenoti-
El concepto no coincidente define que la divergencia pos, hay casos en los que la asfericidad está elevada,
entre los ejes debe ser entre 30 y 75°. El fenotipo «duck» hecho que podría dar lugar a considerar otros subgrupos
originado puede ser en ocasiones difícil de interpretar, en cada uno de ellos. La asfericidad es importante a la
sobre todo en aquellas situaciones en las que la divergen- hora de diseñar el tratamiento con segmentos intracor-
cia está en los límites que definen al fenotipo. neales.

173
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Parámetros más significativos mismo paciente, el ojo derecho demuestra


que definen cada fenotipo un croissant y el ojo izquierdo un duck, como
expresión de la diferente influencia de una ectasia
Tenemos recogidos más de 25 parámetros que definen sobre un astigmatismo previo. Los datos que
específicamente cada fenotipo. Entre todos ellos, y por resaltaremos de este fenotipo son los siguientes:
limitaciones del texto, resaltaremos cinco datos, los más a. Astigmatismo refractivo: habitualmente inverso
significativos: u oblicuo.
b. Mapa paquimétrico corneal: localización
1. Central hiperprolato (fig. 14-6): para- o pericentral (hasta 2,1 mm).
a. Astigmatismo refractivo: puede ser cualquiera, c. Mapas de curvatura axial o tangencial: imagen
directo, inverso u oblicuo. en «croissant».
b. Mapa paquimétrico corneal: ectasia central, d. Aberrometría total: imagen en pomo de puerta.
entre 0 y 1 mm, desde el centro de la pupila al e. Relación eje topográfico/eje comático:
punto más delgado de la córnea. coincidentes < 30°.
c. Mapas de curvatura axial y tangencial: imagen 4. Paracentral con ejes topográfico más plano y
en «nipple». comático no coincidentes (fig. 14-12):
d. Queratometría más plana: superior a 50 D. a. Astigmatismo refractivo: directo u oblicuo.
e. Mapas de elevación anterior y posterior: b. Mapa paquimétrico corneal: localización
imagen de isla central. paracentral (entre 0,7 y 1,6 mm).
f. Asfericidad: mayor de –1,5. c. Mapas de curvatura axial o tangencial: imagen
2. Central con astigmatismo simétrico (fig. 14-7): en «duck».
a. Astigmatismo refractivo: puede ser cualquiera, d. Aberrometría total: imagen en manilla de
directo, inverso u oblicuo. puerta.
b. Mapa paquimétrico corneal: ectasia central, e. Relación eje topográfico/eje comático: no
menos de 0,6 mm desde el centro de la pupila coincidentes, entre 30 y 75° de divergencia.
al punto más delgado de la córnea. 5. Paracentral con ejes topográfico más plano y
c. Mapas de curvatura axial y tangencial: imagen comático perpendiculares (figs. 14-13 y 14-14):
en «bow tie». a. Astigmatismo refractivo: directo en el tipo 1,
d. Mapas de elevación anterior y posterior: inverso en el tipo 2.
imagen de astigmatismo congénito. b. Mapa paquimétrico corneal: localización
e. Asfericidad: mayor de –1,5. paracentral (entre 0,7 y 1,6 mm).
3. Paracentral con ejes topográfico más plano y c. Mapas de curvatura axial o tangencial: imagen
comático coincidentes (figs. 14-8 a 14-11): para en «snowman», «con cabeza» identificable en
interpretar si existe o no un astigmatismo previo el tipo 1, y «sin cabeza» en el tipo 2.
es necesario estudiar ambos ojos. Las figuras 14-8 d. Astigmatismo topográfico: directo.
y 14-9 hacen referencia a un mismo paciente; en e. Aberrometría total: imagen en aldaba de
el ojo derecho existe un fenotipo «croissant», y puerta.
en el ojo izquierdo, un astigmatismo inferior a f. Relación eje topográfico/eje comático: se
1 D en el contexto de un queratocono subclínico. pueden considerar perpendiculares entre sí, con
En las figuras 14-10 y 14-11, también de un una divergencia superior a 75°.

Clasificaciones del queratocono


Concepto evolución

Estadio 0
Estadio 1
Estadio 2 Croissant Duck Snowman Nipple Bow tie
Estadio 3
Concepto fenotipo
Estadio 4

Figura 14-5  Diferencia conceptual entre una clasificación basada en la evolución del queratocono y una clasificación basada
en fenotipos que se pueden definir en el momento del diagnóstico, independientemente del grado evolutivo.

174
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 14-6  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización central. Mapas de curvatura: imagen en «nipple»; quera-
tometría plana superior a 50 D. Mapas de elevación: imagen de isla central; asfericidad superior a –1,5. Mapas aberrométricos:
aberración esférica significativa.

175
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 14-7  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización central. Mapas de curvatura: imagen en «bow tie». Mapas
de elevación: imagen de astigmatismo congénito; asfericidad superior a –1,5. Mapas aberrométricos: aberración esférica significa-
tiva.

176
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 14-8  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: imagen en «croissant».
Mapas de elevación: ectasia sin astigmatismo previa; eje topográfico más plano vertical. Mapas aberrométricos: imagen en pomo;
eje comático vertical, coincide con el topográfico.

177
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 14-9  Ojo izquierdo. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: menos de 1 D de astig-
matismo. Mapas de elevación: ectasia sin definir. Mapas aberrométricos: dentro de límites normales.

178
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 14-10  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: imagen en «croissant».
Mapas de elevación: ectasia en astigmatismo previo; eje topográfico más plano oblicuo. Mapas aberrométricos: imagen en pomo;
eje comático oblicuo, coincide con el topográfico.

179
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 14-11  Ojo izquierdo. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: imagen en «duck».
Mapas de elevación: ectasia en astigmatismo previo; eje topográfico más plano oblicuo. Mapas aberrométricos: imagen en manilla;
eje comático vertical, no coincide con el topográfico.

180
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 14-12  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: imagen en «duck».
Mapas de elevación: ectasia en astigmatismo previo; eje topográfico más plano horizontal. Mapas aberrométricos: imagen en ma-
nilla; eje comático vertical, no coincide con el topográfico.

181
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 14-13  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: imagen en «snowman»
tipo 1 (con cabeza). Mapas de elevación: ectasia en astigmatismo previo; eje topográfico más plano horizontal. Mapas aberrométri-
cos: imagen en aldaba; eje comático vertical, perpendicular al topográfico.

182
Capítulo 14  |  Clasificación del queratocono basada en fenotipos clínicos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 14-14  Ojo derecho. Mapa paquimétrico corneal: localización paracentral. Mapas de curvatura: imagen en «snowman»
tipo 2 (sin cabeza). Mapas de elevación: ectasia en astigmatismo previo; eje topográfico más plano horizontal. Mapas aberrométri-
cos: imagen en aldaba; eje comático vertical, perpendicular al topográfico.

183
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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184
Capítulo 15

Ectasias corneales posquirúrgicas.


¿La medida de la biomecánica corneal
aporta algo?
Cristina Peris Martínez y Juan Aviñó Martínez

Sumario del capítulo

Introducción 186 Edad 190
Sexo 190
Epidemiología 187
Aberrometría anómala  190
Etiopatogenia 187 Parámetros biomecánicos anómalos  190
Mecanismo de producción  187
LASIK, ectasia asociada a LASIK y biomecánica
Factores de riesgo  188
corneal 191
Lecho estromal residual reducido  188
Espesor corneal preoperatorio reducido  189 Tratamiento 193
Alta miopía  189
Bibliografía 194
Topografía-tomografía anómala  189

Resumen
La ectasia asociada a LASIK es una de las ectasias más temidas. Su incidencia es muy
escasa, si tenemos en cuenta las innumerables cirugías realizadas en los últimos 20 años.
Sin embargo, es la ectasia de más difícil tratamiento por parte del cirujano. Tiene una
serie de dificultades añadidas al manejo de las ectasias naturales, tanto por su peculiar
tratamiento como por la percepción por parte de los pacientes de esta complicación. Por
ello, la prevención sigue siendo el mejor tratamiento. De ahí la importancia que tiene
conocer los posibles factores de riesgos que tienen una mayor probabilidad de desarro-
llar ectasia para que no realicemos intervenciones en estos pacientes. Los posibles fac-
tores de riesgo de desarrollo de ectasia post-LASIK que se han identificado son: córneas
delgadas, alta miopía, lecho estromal residual delgado tras la cirugía y queratocono de
forma frustre. Ninguno de esos factores por sí solos son siempre predictivos de ectasia.
La mayoría de los casos, en nuestra experiencia personal, se ha debido o bien a operar
sobre un queratocono de forma frustre a edades tempranas o bien a una degeneración
pelúcida de forma frustre a edades medias y también en pacientes que no presentaban
un lecho estromal adecuado tras la ablación con el láser excimer. Todavía se desconocen
todos los factores implicados en el desarrollo de la ectasia corneal. El entendimiento de
los factores biomecánicos corneales asociados a los morfológicos servirá en un futuro
para predecir mejor la enfermedad y permitirá el desarrollo de nuevos dispositivos que
nos permitan realizar un correcto despistaje entre los pacientes que vayan a someterse
a cirugía refractiva. Actualmente puede existir ectasia asociada a LASIK, sin aparentes
factores de riesgo preoperatorios conocidos, o al menos no todavía detectables con la
tecnología actual.

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

185
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Introducción queratectomía fotorrefractiva (PRK) (7,8) y queratotomía


radial (9). Pero se ha asociado más frecuentemente al LA-
El colgajo realizado en el estroma anterior de la córnea tras SIK debido a que el colgajo corneal creado a partir de un
un procedimiento de laser-assisted in situ keratomileusis corte de la córnea superficial puede inducir un mayor im-
(LASIK) supone un debilitamiento de la córnea. Así, esta pacto sobre la biomecánica corneal incluso mayor que la
córnea no es capaz de soportar la presión intraocular (PIO) propia ablación corneal mediante el láser excimer (10-
normal del ojo y se vuelve progresivamente ectásica en el 14). Hemos de tener en cuenta que la cirugía LASIK su-
área más débil. El proceso es irreversible una vez que co- pone una mayor agresión para la biomecánica corneal
mienza. El detonante que pone en marcha el proceso des- con respecto a la PRK, por el colgajo creado y porque la
estabilizador de una córnea biomecánicamente estable en ablación de tejido se lleva a cabo en el LASIK en una
otra inestable, como es la córnea ectásica, permanece to- zona estromal más profunda que en la PRK, donde la
davía sin resolver. Ya que existen ectasias en pacientes sin concentración de queratocitos y el entrecruzamiento de
factores de riesgo previos y también existen córneas no las fibras de colágeno es menor (15).
desestabilizadas en pacientes con supuestos factores de Los límites de la córnea hace dos décadas eran desco-
riesgo conocidos asociados, ¿cuál es el gatillo que pone el nocidos y, en muchos casos, no se era consciente de ello.
proceso en marcha sin posibilidad de retorno? Dada la gran espectacularidad de los resultados de la ci-
La ectasia asociada a la cirugía refractiva sigue siendo rugía LASIK, se empezó a operar de manera masiva. De
uno de los puntos más controvertidos 16 años después de este modo, se establecieron de forma tácita unos límites
que Seiler (1,2) comunicara el primer caso de ectasia aso- que no se debían traspasar y que, en realidad, no han sido
ciada a cirugía refractiva. Ello es debido a que la etiopa- validados, tampoco en la actualidad, por ningún estudio
togenia de la enfermedad sigue siendo desconocida en clínico prospectivo multicéntrico a largo plazo (16,17).
muchos aspectos y a que se han generado diferentes «opi- Aun sin estudios concluyentes, existe un «consenso ver-
niones» relacionadas con la relevancia de los posibles bal» más o menos generalizado de no dejar menos de
factores de riesgo asociados (3-5). 250 micras de lecho estromal residual tras la abla-
Cuando comenzó a realizarse la técnica de cirugía re- ción (18,19). Sin embargo, se han descrito casos de ecta-
fractiva corneal más popular, el LASIK, hace ahora más sia asociada a LASIK con un lecho estromal residual
de 20 años, no se era realmente consciente del posible mayor de 250 micras (20,21), incluso mayor de 300 mi-
debilitamiento de la estructura corneal que podríamos cras (22), mientras que hay casos que permanecen esta-
realizar con nuestra actuación. Durante muchos años, el bles a lo largo del tiempo con un lecho estromal menor
LASIK fue ganando adeptos, siendo una de las cirugías de 200 micras (23) (v. capítulo 32). Otros límites estable-
que más se ha realizado y se realiza en el mundo (6). El cidos eran en torno al grosor del colgajo. No crear colgajos
exceso de publicidad que hay en torno a las bondades de corneales que sean mayores del 25% del espesor corneal y
esta cirugía (más que demostradas) ha contribuido a que no ablacionar más del 20% del espesor corneal total.
los pacientes no asuman ninguna complicación, y menos Desde que Seiler en 1998 (1) comunicara y publicara el
de tanta gravedad y, por tanto, muchos de ellos acaben en primer caso de queratectasia iatrogénica, el número de pu-
los tribunales (5). blicaciones de ectasia tras cirugía refractiva de la córnea ha
La ectasia asociada a la cirugía refractiva de córnea se crecido de manera exponencial durante los primeros años,
ha descrito asociada a otras técnicas además del LASIK: hasta estabilizarse en la actualidad. En la figura 15-1 se

Ectasias post-LASIK
35

30

25
N.o de artículos

20

15

10

5
Figura 15-1  Gráfica evolutiva del
0
número de publicaciones existentes en 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
PubMed desde la primera ectasia aso-
ciada a LASIK publicada hasta nues- Año
tros días.

186
Capítulo 15  |  Ectasias corneales posquirúrgicas. ¿La medida de la biomecánica corneal aporta algo?

muestran las publicaciones relacionadas con ectasia cor- Por tanto, definir si la ectasia asociada a cirugía refrac-
neal tras LASIK (357 trabajos encontrados tras la búsqueda tiva es una entidad propiamente dicha o se trata de una
en PubMed Database (www.pubmed.gov) con los términos ectasia natural subclínica en la que la actuación quirúr-
de «ectasia-LASIK» desde 1998 hasta enero de 2014). La gica ha ayudado a desarrollarla, es todo un reto (14,30).
búsqueda ha sido limitada solo a artículos en inglés. ¿Existe similitud entre ambos procesos? ¿Es la misma
Sin pretender caer en dramatismos, la realidad es que entidad o son dos entidades distintas? (fig. 15-2). Nin-
la prevalencia-incidencia del problema es complicada de gún trabajo publicado ha evidenciado una relación es-
medir, porque existe cierto pudor, por nuestra parte, en trictamente causal, sino de asociación, entre la cirugía
comunicar este tipo de casos. Se desconoce la verdadera refractiva LASIK y el desarrollo de la ectasia. Para mu-
incidencia de la ectasia, ya que no existen datos precisos chos sigue siendo un misterio que genera gran contro-
disponibles (24). De todas las ectasias corneales, la aso- versia (31,32). Posiblemente por las connotaciones le-
ciada a cirugía refractiva es, sin duda, la que requiere una gales implicadas y por la dificultad añadida del manejo
mayor habilidad de manejo por parte del oftalmólogo. No postoperatorio, un grupo de expertos creó un documen-
solo desde un punto de vista clínico-quirúrgico, sino tam- to al respecto (5).
bién emocional.

Mecanismo de producción

Epidemiología La ectasia corneal puede ocurrir principalmente por dos


mecanismos:
Las ectasias asociadas a LASIK son infrecuentes, y más
teniendo en cuenta la gran cantidad de cirugías realizadas 1. Debilidad corneal anómala existente
en todo el mundo desde los años noventa hasta la actua- preoperatoriamente y que se exacerbe tras la
lidad. Teniendo en cuenta lo publicado, que es muy im- cirugía.
preciso, se ha descrito una incidencia variable según au- 2. Que el procedimiento refractivo produjera un gran
tores de alrededor del 0,04% (25), del 0,2% (24) o del impacto biomecánico sobre la córnea, siendo esta
0,66% (26). No sabemos si representa la realidad. Se de características normales antes de la cirugía,
estima un caso de cada 2.500 intervenciones, y parece ser bien por exceso de tejido sustraído por la
más frecuente en hombres. Hay una página web para el ablación, bien por la creación de un colgajo
registro online de la ectasia (www.ectasiaregistry.com), corneal excesivamente grueso.
con el apoyo de la ASCRS (Asociación americana de ca-
tarata y cirugía refractiva).
Tras la cirugía hay dos picos de presentación. Uno pre-
coz (dentro primer año tras la cirugía) y otro tardío, varios
años después de la realización de la cirugía (3,4,27,28).
La media de diagnóstico de ectasia asociada a LASIK es
de 13 meses tras el LASIK, con un rango entre 6 y 20 me-
ses según un estudio retrospectivo de 86 casos de ectasia
(28). Para otros autores, el tiempo medio de desarrollo de
la ectasia fue similar, de unos 15 meses de media tras la
cirugía, desarrollándola un 25% de los casos dentro de los
3 primeros meses y un 50% dentro del primer año (29),
aunque se han descrito casos de ectasia incluso 10 años
después de la intervención (28,29).
En un trabajo publicado por Radelman en 2008, donde
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

se analiza una serie de 171 casos de ectasia asociada a


cirugía refractiva de los que hay publicados en la litera-
tura desde 1998 hasta 2007, se expone que el 96% de las
ectasias analizadas es tras cirugía LASIK (164 casos), y
solo un 4% tras PRK (7 casos) (29). Figura 15-2  Imagen realizada mediante biomicroscopia en
la lámpara de hendidura donde puede apreciarse la línea de as-
teriscos correspondiente al colgajo corneal de un paciente tras
cirugía LASIK. También puede observarse una línea de color
ocre-marrón (flechas) correspondiente al depósito férrico simu-
Etiopatogenia lando anillo de Fleischer, tan característico en los queratoconos,
lo que hace suponer que este paciente ya tenía previamente un
La etiopatogenia de las ectasias naturales no está tam- proceso ectásico no catalogado, y que la creación de un colgajo
poco esclarecida, como se comentó en el capítulo 13. en la córnea ayudó a desarrollar.

187
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Por tanto, el desarrollo de una ectasia depende del equi-


libro entre la susceptibilidad corneal de cada caso y el Cuadro 15-1  Posibles factores de riesgo
estrés corneal producido por la cirugía, que resulta en una para el desarrollo de ectasia
reducción de los parámetros biomecánicos de la córnea. asociada a LASIK
Lo publicado desde Teo Seiler en 1998 son series de
casos pequeños con factores de riesgo previos (1-6), aun- • Alta miopía
que se han descrito casos de ectasia asociada a LASIK, • Edad joven
incluso sin factores de riesgo asociados (33,34). • Paquimetría reducida preoperatoria
• Parámetros biomecánicos corneales disminuidos
o anómalos
Factores de riesgo • Topografía corneal preoperatoria anómala
• Aberrometría corneal anómala
Los factores de riesgo para el desarrollo de ectasia post- • Estroma corneal residual reducido tras ablación
con láser
LASIK pueden verse en el cuadro 15-1, la mayoría refle-
• Colgajo corneal grueso
jados por un acuerdo consensuado por un grupo de exper-
• Queratocono frustre preoperatorio
tos, reunido en el congreso de la Academia Americana de
• Traumatismo postoperatorio
Oftalmología del año 2005 (5) (cuadro 15-2), aunque, • Microtraumatismo corneal crónico (frotamiento
como se ha mencionado anteriormente, las causas que intenso, hábito postural al dormir)
desencadenan la inestabilidad biomecánica no pueden ser • Retratamientos o multirretratamientos tras cirugía
explicadas exclusivamente mediante parámetros clínico- LASIK
refractivos y morfológicos (incluso con las tomografías • Historia familiar de queratocono
más avanzadas) (35,36). A continuación los detallaremos. • Inestabilidad refractiva
• Sexo masculino
Lecho estromal residual reducido
Nota: Estos factores no están ordenados por grado de influencia
La gran mayoría de los casos publicados hasta la fecha ni significatividad. Deben tomarse como asociaciones en el
han sido como resultado de un LASIK realizado en pa- contexto clínico adecuado y no como relaciones causales
directas.
cientes en los que el lecho estromal residual era menor de
250 micras tras la realización del colgajo. Puede ser de-
bido a la creación de un colgajo excesivamente grueso o
una ablación estromal que suponga dejar un lecho estro-
mal mínimo, aunque este límite de 250 micras no se basa asegura por sí sola que no vaya a desarrollarse una ecta-
en ningún estudio prospectivo multicéntrico a largo plazo sia; depende de cada córnea en particular, ya que el espe-
que lo avale (16,17). En muchos de estos estudios gene- sor corneal residual no se mide solo en términos de can-
ralmente no se indica que se haya medido el lecho estro- tidad, sino también de calidad del tejido vivo, de cómo el
mal mediante paquimetría intraoperatoria, por lo que se colágeno influye biomecánicamente. Incluso se han de-
ha de suponer que este valor se ha calculado, más que tectado ectasias tras cirugía LASIK con un lecho estro-
se ha medido realmente. En la mayoría de los trabajos y mal superior a 350 micras (41).
estudios publicados de ectasia asociada a LASIK, el le- Los estudios de biomecánica corneal han reforzado el
cho estromal reducido es un hecho, especialmente tras valor del lecho estromal residual para evitar que se desa-
cirugía LASIK, ya que el estroma posterior de la córnea rrolle una ectasia. De ahí la importancia de tener en cuen-
se comporta diferente a como lo hace el estroma anterior. ta, en la evaluación preoperatoria, los parámetros biome-
La densidad de queratocitos es mayor en el 10% anterior cánicos determinados por el ORA® (42,43) y otros
del estroma y mucho menor en el 40% del estroma pos- dispositivos comercializados o en vías de comercializa-
terior (37,38), así como que la fuerza tensil de la córnea ción. Ambrosio et al. sugieren que en el screening rutina-
es mayor en el tercio anterior del estroma corneal y más rio para la realización de cirugía refractiva, ha de incor-
débil en los dos tercios posteriores (30). porarse la medición de los parámetros biomecánicos
Por lo tanto, tras realizar cirugía refractiva en una cór- como complemento de los parámetros tomográficos para
nea sana de características aparentemente normales, la hacer un despistaje más exhaustivo. Valores de la histére-
densidad de queratocitos va a reducirse mayormente en sis corneal (CH) y del factor de resistencia corneal (CRF)
el estroma anterior si se trata de una PRK y en el estroma inferiores a 8,8 mmHg deben considerarse como de po-
posterior si se trata de un LASIK (39). Si a esto se le tencial riesgo para el desarrollo de ectasia tras LASIK, y
añade que una vez realizado el corte en la cirugía LASIK, serían mejores candidatos para técnicas de cirugía refrac-
el colgajo ya no contribuye a la fuerza tensil de la córnea, tiva de superficie (20,43). Según diversos estudios donde
tenemos como resultado una potencial reducción de la se analiza la reproductibilidad de la toma de estas medi-
integridad estructural de la córnea tras la cirugía (40). das con el ORA®, los valores medios de normalidad se
La existencia de un estroma residual de 250 micras no sitúan en torno a 10,7 mmHg para la CH y para el

188
Capítulo 15  |  Ectasias corneales posquirúrgicas. ¿La medida de la biomecánica corneal aporta algo?

CRF (43). Todos estos valores no tienen sentido de ma-


nera aislada, solo en el contexto de la clínica y de otros Cuadro 15-2  Opinión de consenso
valores topográfico-tomográficos. sobre nuestros conocimientos
actuales de ectasia post-LASIK
Espesor corneal preoperatorio reducido El consenso de siete expertos, que representaban a
La mayoría de los casos de ectasia tiene un espesor cor- la AAO/ISRS y la ASCRS, con respecto a la ectasia
post-LASIK se resume en lo siguiente:
neal preoperatorio reducido comparándolos con un grupo
control (29). Las córneas con patrón topográfico de cono • Debe realizarse una videoqueratografía antes de la
tienen generalmente un espesor corneal más fino. Por tan- cirugía refractiva. Por sí sola no permite el
to, un espesor corneal bajo preoperatorio podría indicar diagnóstico de queratocono, ya que el diagnóstico
una córnea anómala destinada a desarrollar un posible de queratocono es clínico; sin embargo, es útil
queratocono (44-45). Además, las córneas que preopera- para confirmarlo e identificar una topografía
«sospechosa».
toriamente son más finas pueden tener un mayor riesgo
• El queratocono «forma frustre» o queratocono
de ectasia, ya que tienen más probabilidad de tener un
«sospechoso» es un diagnóstico topográfico. Los
colgajo corneal más grueso de lo esperado, que puede dar
pacientes que tienen una inclinación de la córnea
lugar a un lecho estromal residual tras la ablación extre- inferior asimétrica o patrones asimétricos en
madamente fina que desestabilice la córnea. Por lo tanto, pajarita con ejes radiales inclinados torcidos por
el espesor corneal preoperatorio, la miopía elevada y el encima y debajo del meridiano horizontal
espesor corneal residual tras la ablación son variables in- (v. fig. 15-6) tienen más riesgo de desarrollar
terrelacionadas, siendo el espesor residual estromal lo ectasia post-LASIK. Debería evitarse el LASIK en
más determinante (7,29). estos pacientes, pero se les podría aconsejar
queratectomía fotorrefractiva (PRK) con el
adecuado consentimiento informado.
Alta miopía
• Los pacientes con un patrón inferior de pinza de
La elevada miopía preoperatoria es uno de los factores de cangrejo junto con un aplanamiento central
riesgo asociado a ectasia, ya que también condiciona un (punto azul) tienen riesgo de desarrollar
bajo lecho estromal residual tras la ablación (29). Sin em- degeneración marginal pelúcida y debería evitarse
bargo, muchos casos intervenidos de LASIK con miopía la realización de LASIK en ellos.
extrema (> 12 D) hace más de 15 años, y que actualmen- • La paquimetría intraoperatoria debería
te no operaríamos, permaneces estables. También se han considerarse en casos en los que el lecho residual
descrito casos de ectasia tras LASIK miópico relativa- calculado pueda acercarse a los límites inferiores
mente bajo (46) y tras LASIK hipermetrópico (47). de seguridad.
• Los índices generados por ordenador en los
videoqueratógrafos que clasifican a los pacientes
Topografía-tomografía anómala como «sospecha de queratocono» no son
necesariamente una contraindicación para la
Para prevenir la ectasia, es imprescindible que el oftalmó-
cirugía.
logo realice una tomografía que dé información porme- • Se sabe que la ectasia es un factor de riesgo para
norizada tanto de la cara anterior como de la cara poste- el LASIK, su aparición no es una desviación de la
rior de la córnea. Debe realizarse de rutina para detectar atención correcta y no significa que el paciente
pacientes con queratocono que pueden haber pasado des- fuera necesariamente un mal candidato para la
apercibidos en la exploración clínica, o incluso puede cirugía refractiva.
detectar las formas frustres del queratocono o degenera- • Como la ectasia puede producirse en ausencia de
ción marginal pelúcida, que son ambos los precursores LASIK o en ausencia de cualquier factor de riesgo,
más frecuentes de la ectasia asociada a LASIK y una su aparición no significa que el LASIK fuera
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

contraindicación absoluta para la cirugía refractiva. La necesariamente un factor que contribuyera a su


mayoría de los casos de ectasia asociada a LASIK eva- desarrollo.
luados de manera retrospectiva se trata de queratoconos • Los factores de riesgo de ectasia post-LASIK no
subclínicos con alguna anomalía topográfica (1-4,29,35), predicen necesariamente la aparición de ectasia
siendo la topografía anómala el factor que más influye en tras la ablación de superficie.
el desarrollo de la ectasia, según autores (29). Hay que
hacer especial hincapié en detectar queratoconos subclí- AAO/ISRS: American Academy of Ophthalmology/International
nicos en los jóvenes (20-30 años) y pelúcida subclínica Society of Refractive Surgery; ASCRS: American Society of
Cataract and Refractive Surgery.
entre los que vayan a intervenirse en torno a los 35-
Tomado de Binder Binder PS, Lindstrom RL, Stulting RD,
40 años, que es la edad de debut. Puede tratarse de cór- Donnenfeld E, Wu H, McDonell P, et al. Keratoconus and corneal
neas biomecánicamente estables, que podrían desestabi- ectasia after LASIK. J Cataract Refract Surg 2005; 31: 2035-8.
lizarse mediante la realización de un LASIK. Conviene

189
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

ser extremadamente cautos en estos casos y realizar to- que en mujeres. Sin embargo, en la mayor parte de los
mografías seriadas para cerciorarnos de su estabilidad en casos publicados (en pequeñas series) hay un predomi-
el tiempo. Los dispositivos topográficos clásicos basados nio por el sexo masculino (29,51,54). En nuestra serie
en discos de Plácido, que miden solo la curvatura corneal personal de casos de ectasia asociada a LASIK, tratados
anterior, no son suficientes para descartar córneas sospe- con implante de anillos corneales, tenemos un claro pre-
chosas que no son buenas candidatas para cirugía refrac- dominio masculino (52 hombres frente a 12 mujeres)
tiva, sino complementarios de los tomógrafos corneales (v. cuadro 15-1). No se han registrado diferencias signi-
actuales que representan la córnea en tres dimensio- ficativas en cuanto a parámetros biomecánicos medidos
nes (48-50). Los más populares en la práctica clínica son por el ORA® y el sexo de los pacientes (55). En cuanto
dispositivos como el Orbscan y el Pentacam, que miden a la prevalencia de un sexo u otro en el desarrollo de la
también la curvatura y la elevación corneal posterior. Es- ectasia corneal natural, como es el queratocono, hay
tos dispositivos son muy sensibles para el screening también discrepancia entre unos autores y otros (v. ca-
preoperatorio, para detectar anomalías subclínicas. El pítulo 13).
Pentacam-HR tiene un programa específico para evaluar
la cara posterior de la córnea y un mapa del perfil paqui-
Aberrometría anómala
métrico que aumenta la sensibilidad (20). En el capítu-
lo 16 se aborda este tema de manera más extensa (sospe- La mayoría de los cirujanos refractivos dispone actual-
cha de queratocono, queratocono subclínico, forma mente de aparatos con frente de ondas para hacer el scree-
frustra de queratocono) (48-50). A veces no hay consen- ning previo a cirugía LASIK o PRK, ya que son útiles
so en la definición de qué es una tomografía anormal. Con para diferenciar la topografía corneal sospechosa de la
independencia del aparato utilizado, lo importante es normal. Varios estudios han demostrado que la aberra-
saber claramente cómo se presenta una topografía «nor- ción de alto orden más frecuente en el queratocono es el
mal» con cada dispositivo, alinear perfectamente el apa- coma vertical, y que se produce en una fase inicial del
rato y no usar escalas que puedan crear confusión. queratocono (56-59). Jafri et al. demostraron que el coma
vertical puede usarse para diferenciar las formas incipien-
tes de queratocono y los queratoconos sospechosos de los
Edad
ojos sanos, ya que era entre 4-5,3 veces mayor en el que-
Los casos de ectasia son más frecuentes en sujetos jóve- ratocono sospechoso respecto al ojo normal (60). Desde
nes comparados con los controles. Si se analiza la ma­ el punto de vista de la práctica, si se ve a un paciente con
yoría de los casos publicados de ectasia asociada a una inclinación inferior en la topografía (valor I-S de asi-
­LASIK, la edad baja y la realización precoz de la ciru- metría dióptrica superior-inferior, índice de Rabinowitz,
gía LASIK son otros de los factores que más influyen, que es uno de los parámetros gold standard en la detec-
especialmente en aquellos casos donde la topografía pre- ción de queratocono) y no se está seguro de si la córnea
via no presentaba anomalías aparentemente detectables es de alto riesgo, la presencia de un coma vertical aumen-
(5,7,20,29,51). Sin embargo, mientras que Kamiya et al. tado en el análisis de frente de ondas pone al paciente en
(52) encontraron una disminución significativa de la CH la categoría de alto riesgo. Sin embargo, la degeneración
con la edad, Del Buey (53) no encontró cambio significa- marginal pelúcida difiere del queratocono, se asocia a
tivo. Hay que considerar que el grupo de población de aumentos de la aberración de alto orden tipo trifoil o tré-
estudio de Kamiya no tiene en cuenta el error refractivo bol (61).
de la población, y la mayoría son asiáticos con alto por-
centaje de miopes, mientras que el estudio de Del Buey
Parámetros biomecánicos anómalos
tiene en cuenta la refracción y el grupo de estudio es prin-
cipalmente caucásico (53). ¿La manifestación de los parámetros biomecánicos de
Además, como se ha comentado en otros apartados, insuficiencia en la estabilidad de la córnea es previa a la
los sujetos jóvenes con topografía aparentemente «nor- manifestación de los parámetros topográfico-tomográfi-
mal» que estén destinados a manifestar su queratocono cos? En los últimos años se ha despertado un gran inte-
alrededor de los 25-30 años no serán detectados si se les rés por la biomecánica de la córnea, su respuesta a la
realiza un LASIK a edades tempranas, pensando que la cirugía refractiva y sus implicaciones para la ectasia
topografía es normal. El queratocono es una enfermedad post-LASIK (13).
progresiva (54) y muchos pacientes tienen inicialmente Como se comentó en el capítulo 13, son múltiples los
topografías normales que podrían alterarse con el paso trabajos publicados que asocian valores bajos para CH y
del tiempo. CRF en pacientes con queratocono establecido compara-
do con los sujetos normales e incluso intervenidos de
LASIK. Incluso correlacionan los valores de CH y CRF
Sexo
con el grado de queratocono. En estos casos, la utilidad
No hay ningún estudio multicéntrico que avale que la del ORA® es clara, pero otras tecnologías más antiguas
ectasia asociada a LASIK sea más frecuente en hombres ya nos permitían este diagnóstico (fig. 15-3). Interesa

190
Capítulo 15  |  Ectasias corneales posquirúrgicas. ¿La medida de la biomecánica corneal aporta algo?

A B
Figura 15-3  Imágenes proporcionadas por la pantalla del ORA® obtenidas de pacientes con queratocono. A. Queratocono se-
vero, con gran disminución de la CH, el CRF y la PIO. Pueden observarse señales abigarradas de baja amplitud. B. Sospecha de
queratocono. Valores de CH y CRF mantenidos relativamente con paquimetría escasa.

evaluar la utilidad del ORA® cuando el queratocono to- diferencias en la morfología de la onda emitida por las
davía no ha dado manifestaciones morfológicas claras. señales del ORA, con una amplitud más baja en la apla-
En este sentido, es importante en la selección de pacien- nación de los picos.
tes que se van a intervenir de cirugía refractiva la detec- Un nuevo software incorporado al ORA, el Waveform
ción subclínica, incluso subtopográfica, del queratocono, Score (WS), aporta un mayor número de medidas de pa-
para evitar la temida ectasia iatrogénica. Muchos estudios rámetros para detectar el queratocono subclínico. Y que
han intentado demostrar la utilidad de la CH y el CRF no era posible solo con la CH y la CRF (68,69).
para diferenciar el queratocono franco de la forma frustra Aunque muchos estudios han demostrado la utilidad
de queratocono, pero hay gran disparidad de resultados, de la CH y el CRF en el queratocono establecido, su uso
de tal manera que los valores de CH y CRF de manera clínico es limitado por su baja sensibilidad y especifici-
aislada no son suficientes para hacer distinción entre que- dad. La determinación de la CH y el CRF juegan un papel
ratocono y forma frustra. Kozobolis et al. (62) sí encuen- importante en los protocolos de screening de cirugía re-
tran diferencias significativas entre ambos grupos. Sin fractiva, pero como complemento a la tomografía para la
embargo, Kirwan et al. (63) no encuentran diferencias en- toma de decisiones (70).
tre ambos grupos, y Schweitzer encuentra diferencias
entre ambos grupos si se tiene en cuenta el espesor cor-
neal central (64).
Galletti et al. han publicado recientemente el valor del LASIK, ectasia asociada a LASIK
CRF en la capacidad para detectar queratocono, incluso y biomecánica corneal
si la topografía del ojo contralateral era normal, cuando
no se tenía en cuenta el espesor corneal central, conside- En un procedimiento refractivo LASIK estándar, los cam-
rado como un factor de confusión (65). bios biomecánicos que inducimos son debidos funda-
Kara et al. encontró valores de CH y CRF significati- mentalmente a dos mecanismos: creación del colgajo
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vamente bajos en familiares de pacientes con queratoco- corneal (fig. 15-4) y sustracción de tejido (71).
no pero con topografía normal (66). Este estudio sugiere Guirao propuso un modelo para explorar el papel de
que un descenso de la CH y el CRF puede ser un indica- los factores elásticos mecánicos en los fenómenos cor-
dor precoz de inestabilidad corneal que precede a los neales tras la cirugía refractiva (LASIK miópico), identi-
cambios topográficos. ficando los posibles factores de riesgo para la ectasia.
El siguiente paso en el desarrollo del ORA® como pre- Con su modelo, predijo que las córneas con un módulo
dictor más sutil es el análisis de la curva de aire y de la de Young la mitad de la media o inferior, o espesores
señal infrarroja. Kerautret et al. publicaron el caso de un < 500 micras, pueden presentar un riesgo elevado de ec-
paciente que desarrolló ectasia unilateral tras cirugía tasia, especialmente en el caso de PIO alta y colgajos
LASIK en ambos ojos (67), observándose que no había gruesos (71).
diferencia entre los valores de CH y CRF del ojo sin Durante la creación del colgajo corneal se produce una
ectasia y el ojo con ectasia post-LASIK, pero sí se vieron disrupción de las lamelas de colágeno del estroma

191
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 15-4  Imagen histológica de


córnea humana procedente de botón
corneal tras queratoplastia. Puede verse
(línea de flechas) la interfase corres-
pondiente al colgajo corneal tras ciru-
gía LASIK, el epitelio corneal atrófico
y la gran desestructuración de las fibras
de colágeno.

Fuerza cohesiva
intralamelar Barrera epitelial
Presión de hinchado estromal

Tensión lamelar Tensión lamelar

Bomba endotelial PIO Barrera endotelial

Contracción de las bandas


Engrosamiento periférico
Figura 15-5  Dibujo esquemático
donde se muestran los cambios experi-
mentados por la arquitectura corneal
durante la cirugía refractiva. (Tomado
de Dupps WJ, 2006.) PIO

a­ nterior por debajo de la capa de Bowman. En córneas de en la periferia de la zona tratada (72,73) (fig. 15-5). Esta
cerdo y en condiciones experimentales se ha demostrado contracción de las fibras de colágeno centrales supone un
que la creación de colgajos más gruesos tiene un impacto aplanamiento de la zona y un engrosamiento de la perife-
mayor sobre la biomecánica, y viceversa (72). ria por hidratación debido a una disminución de la resis-
Estos cambios no solo se inducen de manera focalizada tencia local inducida por la contracción central (12,74,75).
en la zona tratada, sino que tienen una repercusión en toda Todos estos mecanismos de redistribución del agua in-
la córnea en su conjunto por la orientación espacial del traestromal tras la cirugía refractiva son los responsables
andamiaje que la constituye. De tal manera que cuando de inducir cambios en la cicatrización de la herida quirúr-
realizamos una sustracción central de tejido para eliminar gica y de los fenómenos de regresión.
el defecto refractivo de un paciente se produce una con- Por todo lo expuesto anteriormente, la cirugía refrac-
tracción de las fibras de colágeno, aumentando su espesor tiva, en especial el LASIK, supone inducir cierta inesta-

192
Capítulo 15  |  Ectasias corneales posquirúrgicas. ¿La medida de la biomecánica corneal aporta algo?

bilidad biomecánica perfectamente tolerada. Sin em­


bargo, si se dan los factores adecuados y existe una Cuadro 15-3  Algoritmo de tratamiento
susceptibilidad determinada, el tratamiento puede evolu- de ectasia asociada a LASIK
cionar a una ectasia asociada a cirugía refractiva de ma- • Prevenir que ocurra
nera inmediata o con el paso del tiempo (v. aparta- • Estabilizar la ectasia
do «Etiopatogenia»). -- Reducción de la PIO
-- Crosslinking
• Rehabilitación visual
-- Gafas, lentes de contacto
Tratamiento -- Anillos intracorneales
-- Queratoplastia lamelar y penetrante
En el cuadro 15-3 se resume el tratamiento para este tipo • Cirugía refractiva de la ectasia
de ectasias. Conviene hacer hincapié en que este tipo de -- Combinación de técnicas
pacientes es de especial dificultad en el manejo tanto des-
de el punto de vista emocional como quirúrgico, ya que,
a diferencia del queratocono natural, les cuesta asumir su
situación derivada de una cirugía refractiva que tenían
banalizada. El mejor tratamiento es la prevención, consi- • El 29% de los casos obtuvo una mejoría de la
derando las dificultades de tratamiento que tenemos. En agudeza visual en tres líneas o más, pero necesitó
la actualidad se dispone de tecnologías muy sofisticadas una refracción compleja para alcanzarla, tras el
que miden parámetros morfológicos y biomecánicos, y implante de anillos.
de manera conjunta nos ayudan a hacer un buen despis- • Ocho casos (16%), con ectasia avanzada, no
taje del paciente que va a ser intervenido de cirugía re- respondieron al implante de anillos y precisaron
fractiva. No vamos a exponer de manera desarrollada el trasplante de córnea.
tratamiento (v. cuadro 15-3), pero sí a hacer hincapié en
los buenos resultados que puede tener en estos pacientes Estos pacientes presentaron un patrón ectásico asocia-
la instauración de un tratamiento precoz. En este sentido, do a LASIK repetido (Orbscan). La ectasia-LASIK en
expondremos brevemente nuestra experiencia con este estadios iniciales presentaba un patrón de distribución
tipo de ectasia en un grupo de 48 ojos intervenidos me- inferior con agudeza visual muy mantenida pero inesta-
diante anillos intracorneales y ectasia asociada a LASIK. bilidad refractiva (fig. 15-6A). El implante de un anillo
En nuestra experiencia, y con un período de seguimiento inferior de manera precoz en casos funciona extraordina-
de 6 meses a 8 años, hemos encontrado tres tipos de res- riamente bien y su efecto se mantiene en el tiempo
puesta tras el tratamiento con anillos (resultados no pu- (fig. 15-6B). Si la ectasia avanza y el patrón gráfico se
blicados): centraliza (fig. 15-7), los anillos no funcionan tan bien y
su efecto no se mantiene en el tiempo.
• El 54% de los casos obtuvo mejoría de la agudeza La eficacia del implante de anillos intracorneales en el
visual a 0,8-1 sin necesidad de refracción tratamiento de ectasias asociadas a LASIK (fig. 15‑8)
adicional. bien solos o en combinación con otras técnicas de ­refuerzo
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B
Figura 15-6  A. Imagen topográfica realizada mediante Orbscan de un paciente con ectasia asociada a LASIK incipiente loca-
lizada inferiormente. B. Imagen topográfica del mismo ojo tras el implante de un anillo inferior de sección triangular.

193
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 15-7  Imagen topográfica


realizada mediante Orbscan de un pa-
ciente con ectasia asociada a LASIK
avanzada, localizada centralmente.

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BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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196
Capítulo 16

Queratocono subclínico: importancia


de los factores morfológicos
y biomecánicos en su detección
precoz
Fernando Faria Correia y Renato Ambrósio Jr.

Sumario del capítulo

Introducción 197 Imagen de Scheimpflug dinámica para caracterizar


Importancia del enhanced screening para la detección la respuesta de la deformación de la córnea  200
de susceptibilidad para ectasia  198 Otras innovaciones tecnológicas  203
Queratocono de forma frustre: una forma subclínica Bibliografía 203
de ectasia  198
Tomografía corneal con tecnología de Scheimpflug  199

Resumen
Los principales objetivos del estudio preoperatorio de la cirugía refractiva no son solo
identificar los casos con ectasia leve, sino caracterizar la susceptibilidad de cada córnea
a desarrollar una insuficiencia biomecánica y ectásica tras realizarla. Los criterios de
selección estándar, basados en la topografía corneal y el espesor corneal central, tienen
limitaciones importantes con respecto a la sensibilidad y especificidad. Las nuevas tec-
nologías ya han demostrado su capacidad para mejorar la sensibilidad y especificidad
para detectar el riesgo de ectasia. La combinación de la tomografía de la córnea y los
parámetros biomecánicos aumenta la capacidad para detectar formas muy leves de la
ectasia, incluyendo casos de queratocono de forma frustre. A pesar de una utilidad cre-
ciente en el campo de la cirugía refractiva, hay una necesidad de estudios retrospectivos
de casos y controles y prospectivos controlados para obtener conclusiones más precisas.

capacidad para soportar los esfuerzos continuos causa-


Introducción dos por la presión intraocular (PIO), la acción de los
La ectasia iatrogénica progresiva se ha convertido en músculos extraoculares y otras fuerzas (3). Mientras
una complicación rara, pero muy grave, de los procedi- esta complicación es de lejos más común después de
mientos de corrección de la visión con láser (1,2). En la LASIK, también ha sido reportada después de los pro-
ectasia post-LASIK (laser-assisted in situ keratomileu- cedimientos de ablación de superficie (queratectomía
sis), el corte lamelar y la ablación con láser excimer fotorrefractiva —PRK—), que tienen un menor impacto
inducirá un estado de fracaso biomecánico con una in- biomecánico corneal (4).
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

197
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Curiosamente, se ha descrito un caso de ectasia des- los intentos de establecer un límite para un LER estable,
pués de LASIK unilateral, mientras que el otro ojo se hay casos con LER superior a 250 micras que desarrollaron
mantuvo estable tras PRK (5). Además, también se ha ectasia después de LASIK, mientras que otros con LER
descrito un caso de ectasia progresiva bilateral en un pa- inferior a 200 micras se mantuvieron estables (19-22).
ciente que tenía realizado LASIK solo en un ojo (6). Te- El impacto biomecánico de la ablación en el estroma
niendo en cuenta la gravedad de estas complicaciones, la anterior es mucho menos pronunciado en los procedi-
prevención es el mejor método de tratamiento (7,8). mientos de ablación de superficie. Sin embargo, también
La identificación de las córneas en mayor riesgo o sus- se han publicado casos de ectasia después de estos proce-
ceptibilidad para desarrollarla representa un gran reto dimientos (4,23,24).
para los cirujanos refractivos. Las decisiones clínicas de- La interpretación de los mapas topográficos también
ben realizarse con base en la evidencia científica y en la puede mostrar poco consenso entre los cirujanos refrac-
experiencia práctica individual. tivos. Con base en la clasificación topográfica del ERSS,
La metodología clásica para la selección de pacientes un estudio reciente demostró una variabilidad interobser-
refractivos incluye la topografía corneal y el espesor cor- vador significativa en las puntuaciones subjetivas usando
neal central (ECC) (7,8). Randleman et al. diseñaron el la misma escala de color, así como una significativa va-
sistema de clasificación de riesgo de desarrollar ectasia riabilidad intraobservador utilizando diferentes esca-
(ERSS), con base en un estudio retrospectivo de casos y las (25).
controles, que incluyó topografía corneal preoperatoria, El objetivo principal del enhanced screening debe ser
ECC, nivel de corrección, lecho estromal residual (LER) la caracterización objetiva del nivel de susceptibilidad o
y edad del paciente (9). La topografía preoperatoria anor- predisposición para el desarrollo de ectasia, identificando
mal y edad temprana fueron las variables predictivas más alteraciones muy leves en el preoperatorio (26). En este
importantes para el desarrollo de ectasia. El ERSS fue capítulo discutiremos este tema con base en la tomografía
validado por un segundo estudio, pero la falta relativa de computarizada con el Pentacam (Oculus Optikgeräte
sensibilidad (un 8% de falsos negativos) fue la principal GmbH, Wetzlar, Alemania) y en la evaluación biomecá-
limitación del estudio (10,11). Otro estudio retrospectivo nica con el Corvis ST (Oculus Optikgeräte GmbH,
publicó 36 casos de ectasia post-LASIK, de los cuales Wetzlar, Alemania).
nueve ojos (25%) fueron clasificados como ojos de bajo
riesgo y siete (19%) como de riesgo moderado (12). La
incidencia relativamente alta de falsos negativos con el Queratocono de forma
ERSS está de acuerdo con otros casos de ectasia después
de LASIK sin factores de riesgo identificables (13,14). frustre: una forma subclínica
Por lo tanto, hay un reconocimiento indiscutible de la de ectasia
necesidad de mejorar tanto la sensibilidad como la espe-
cificidad de las herramientas de diagnóstico para la detec- Para caracterizar morfológicamente la córnea es necesa-
ción del riesgo de ectasia. rio conocer las diferencias entre los conceptos de topo-
grafía y tomografía (27). La topografía corneal ha sido
utilizada clásicamente para la reconstrucción de la super-
Importancia del enhanced ficie frontal (anterior) de la córnea, que es comúnmente
realizada por sistemas basados en discos de Plácido. La
screening para la detección topografía corneal representó una verdadera revolución
de susceptibilidad para ectasia en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad corneal,
y tiene el papel reconocido en el desarrollo de la cirugía
Detectar la presencia de ectasia antes de la cirugía es, sin refractiva (28,29). La tomografía corneal representa una
duda, el mejor predictor para el desarrollo progresivo de reconstrucción tridimensional de la córnea. Debe ser uti-
ectasia después de la corrección con láser (2,12,15). En lizada para la caracterización de la elevación anterior y
estos casos, el procedimiento corneal es un factor agra- posterior de la córnea, junto con el mapa paquimétrico.
vante para la aceleración del proceso ectásico. Sin embar- Diferentes tecnologías, como el escáner horizontal en
go, si hay debilitamiento significativo causado por la ci- hendidura, la cámara de Scheimpflug rotativa, la explora-
rugía refractiva (p. ej., creación de un colgajo corneal o ción con ultrasonidos de muy alta frecuencia y la tomo-
flap grueso, ablación excesiva o retratamientos), la ecta- grafía de coherencia óptica están disponibles en muchos
sia puede también ocurrir en una córnea sana (3,16-18). instrumentos comerciales (27,30).
En esta situación, el fracaso biomecánico se deriva del En estudios previos, la topografía corneal ha demos-
LER escaso, que es insuficiente para mantener la fuerza trado ser muy sensible para detectar cambios ectásicos
de la córnea después del procedimiento. subclínicos en la superficie anterior de la córnea, incluso
Un límite inferior del LER de 250 micras ha sido con- antes de la pérdida de la mejor agudeza visual corregida
siderado aceptable, pero algunos autores consideran que es y el desarrollo de hallazgos típicos en la biomicrosco-
más adecuado considerar 300 micras (7,16,18). A pesar de pia (31,32). Gracias a la aparición de estos casos subclí-

198
Capítulo 16  |  Queratocono subclínico

nicos de queratocono, la topografía corneal se tornó una así como para distinguir correctamente la degeneración
herramienta clave en la evaluación preoperatoria de la marginal pelúcida (39-44).
cirugía refractiva. Sin embargo, hay casos similares de Los gráficos del perfil espacial de la paquimetría des-
ectasia en el mapa de curvatura que no representan una criben el aumento anular del espesor de la córnea desde
verdadera ectasia. Estos casos de falsos positivos pueden el punto más delgado (39,45). Estos gráficos están dispo-
estar relacionados con la superficie ocular anormal, como nibles en el Pentacam (Oculus Optikgeräte GmbH,
la distrofia de la membrana basal del epitelio corneal, Wetzlar, Alemania) y han sido utilizados con éxito para
deformaciones corneales o, simplemente, una variante el diagnóstico de queratocono. Los índices de progresión
atípica de lo normal (33,34). Otros casos con irregulari- paquimétrica (PPI) se calculan para todos los hemimeri-
dades menores que no cumplen los criterios de querato- dianos de la córnea, de manera que la media de todos los
cono son considerados como sospecha de queratocono. meridianos (PPI ave.) y el meridiano con máximo aumen-
En comparación con la topografía, la tomografía corneal to paquimétrico (PPI máx.) aparezcan representados. El
ha demostrado ser más eficaz para potenciar la especifi- Ambrósio’s relational thickness (ART) se calcula como
cidad entre estos pacientes. el cociente entre el punto más fino y el PPI (46).
Más importante aún, hay casos con sutil enfermedad El Belin-Ambrósio Enhanced Ectasia Display es una
en los que la topografía todavía parece ser normal, ya que pantalla que permite una visión global de la estructura
el cambio ectásico aún no está presente en la superficie tomográfica de la córnea a través de la combinación de
frontal (35). Nos referimos a estos pacientes con alta sus- datos de elevación, paquimétricos y de curvatura (19,47).
ceptibilidad o predisposición a desarrollar ectasia, pero El Belin-Ambrósio Display (BAD) considera los desvíos
pueden ser también conocidos como queratocono de for- de los valores de normalidad para los diferentes paráme-
ma frustre (FFKC), un concepto introducido por Amsler tros, de manera que un valor de 0 representa la media de
en 1961 (36). Ejemplos clínicos de estos pacientes inclu- la población normal y de 1 representa el valor de una
yen los ojos contralaterales con topografías normales de desviación estándar hacia el valor de la enfermedad (ec-
pacientes con queratocono muy asimétricos y los casos tasia). El valor «D» final se calcula con base en un análi-
con progresión natural de queratocono (casos con topo- sis de regresión que pondera de forma diferente los pará-
grafía inicial normal) (37,38). Estos casos subclínicos metros (19,47).
con topografía y paquimetría central normales represen- Las tablas 16-1 y 16-2 proporcionan los valores de
tan una oportunidad para poner a prueba la sensibili- corte y detalles de las curvas ROC de los parámetros más
dad de los exámenes para detectar nuevas formas más eficaces del topógrafo Pentacam para distinguir la córnea
leves de ectasia. normal de la ectásica. La tabla 16-1 se refiere a un estudio
con un ojo seleccionado aleatoriamente de 331 pacientes
normales y de 242 pacientes con queratocono clínico bi-
lateral (Ambrósio et al.; datos no publicados de 2013).
Tomografía corneal Curiosamente, la detección del riesgo para desarrollar
con tecnología de Scheimpflug ectasia debe ir más allá de la detección del queratocono,
y es fundamental tener en cuenta los estudios que inclu-
Una de las aplicaciones más importantes de la tomografía yen las formas leves o subclínicas de ectasia. Uno de los
corneal se relaciona con el diagnóstico de queratocono, subgrupos más importantes es el de ojos con topografía

Tabla 16-1  Resultados de la curva ROC para los parámetros del Pentacama

Punto de corte AUC EEb IC 95% Sensibilidad IC 95% Especificidad IC 95%


BAD D > 2,11 1 0,00000743 0,993 a 1 99,59 97,7 a 100 100 98,9 a 100

PostElev Thinnest > 12 0,991 0,00396 0,979 a 0,997 96,28 93,1 a 98,3 98,79 96,9 a 99,7
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(BFS)

PostElev Thinnest >8 0,994 0,00218 0,984 a 0,999 95,04 91,5 a 97,4 99,09 97,4 a 99,8
(BFTE)
ART Ave ≤ 474 0,999 0,000663 0,991 a 1 99,59 97,7 a 100 98,19 96,1 a 99,3
ART Max ≤ 386 0,999 0,000674 0,991 a 1 99,17 97 a 99,9 97,28 94,9 a 98,7
K Max > 47,8 0,978 0,00633 0,963 a 0,989 90,5 86,1 a 93,9 97,89 95,7 a 99,1
a
331 córneas normales seleccionadas aleatoriamente de 331 pacientes normales en comparación con 242 córneas con queratocono seleccionadas
aleatoriamente de 242 pacientes con queratocono bilateral clínico.
b
Método binomial para calcular el error estándar (DeLong, 1988), que aparece en el software MedCalc.
ART Ave: Ambrósio’s Relational Thickness medio; ART Max: Ambrósio’s Relational Thickness máximo; AUC: área bajo la curva ROC; BAD D: Belin/
Ambrósio Enhanced Ectasia Deviation Value; BFS: Best Fit Sphere; BFTE: Best Fit Toric Ellipsoid; EE: error estándar; IC: intervalo de confianza;
K Max: maximal keratometric value; PostElev Thinnest: elevación de la superficie posterior en el punto más fino de la paquimetría.

199
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 16-2  R
 esultados de la curva ROC para los parámetros del Pentacama

Punto de corte AUC EEb IC 95% Sensibilidad IC 95% Especificidad IC 95%


BAD D > 1,22 0,975 0,0121 0,954 a 0,989 93,62 82,5 a 98,7 94,56 91,5 a 96,7

PostElev Thinnest >5 0,825 0,0348 0,783 a 0,862 74,47 59,7 a 86,1 74,92 69,9 a 79,5
(BFS)

PostElev Thinnest >1 0,849 0,0324 0,809 a 0,883 80,85 66,7 a 90,9 72,51 67,4 a 77,2
(BFTE)
ART Avg ≤ 521 0,956 0,0203 0,930 a 0,974 91,49 79,6 a 97,6 93,05 89,8 a 95,5
ART Max ≤ 416 0,959 0,0153 0,934 a 0,977 85,11 71,7 a 93,8 93,05 89,8 a 95,5
K Max > 45 0,635 0,0431 0,584 a 0,683 53,19 38,1 a 67,9 64,05 58,6 a 69,2
a
331 córneas normales seleccionadas aleatoriamente de 331 pacientes normales en comparación con 47 casos con forma frustre de queratocono: ojo con
la topografía relativamente normal del paciente con queratocono detectado en el ojo contralateral.
b
Método binomial para calcular el error estándar (DeLong, 1988) que aparece en el software MedCalc.
ART Ave: Ambrósio’s Relational Thickness medio; ART Max: Ambrósio’s Relational Thickness máximo; AUC: área bajo la curva ROC; BAD D: Belin/
Ambrósio Enhanced Ectasia Deviation Value; BFS: Best Fit Sphere; BFTE: Best Fit Toric Ellipsoid; EE: error estándar; IC: intervalo de confianza; K Max: maxi-
mal keratometric value; PostElev Thinnest, elevación de la superficie posterior en el punto más fino de la paquimetría.

relativamente normal de pacientes con queratocono de- de queratocono, como el valor de la queratometría máxi-
tectado en el otro ojo —casos designados como FFKC—. ma, no son útiles para la identificación de la FFKC. La
La tabla 16-2 se refiere a un estudio que incluyó 47 cór- figura 16-1 muestra las evaluaciones topo- y tomográfica
neas con FFKC y el mismo grupo control del estudio de de una córnea normal. Las figuras 16-2 y 16-3 represen-
la tabla 16-1 (Ambrósio et al.; datos no publicados de tan un caso de queratocono unilateral. La córnea con to-
2013). Es esencial ajustar el punto de corte para identifi- pografía relativamente normal tiene cambios tomográfi-
car los casos leves o de susceptibilidad para desarrollar cos indicativos de la ectasia (v. fig. 16-3).
ectasia. Por ejemplo, el BAD-D tiene un punto de corte
de 2,11 para la detección de queratocono (el 99,59% de
sensibilidad y especificidad del 100%; v. tabla 16-1), pero Imagen de Scheimpflug dinámica
el mejor punto de corte para la detección de FFKC es de
1,22 (el 93,62% de sensibilidad y especificidad del para caracterizar la respuesta
94,56%; v. tabla 16-2). Hay que tener en cuenta que el de la deformación de la córnea
ajuste del punto de corte debe permitir una optimización
del área debajo de la curva ROC, pero solo una mínima El Corvis ST (Oculus Optikgeräte GmbH, Wetzlar, Ale-
pérdida de especificidad es tolerable. Por ejemplo, algu- mania) es un tonómetro de no contacto con una cámara de
nos parámetros que son muy eficientes para la detección Scheimpflug de ultraalta velocidad incorporada. La cáma-

Figura 16-1  Evaluación topográfica y tomográfica de una córnea normal.

200
Capítulo 16  |  Queratocono subclínico

Figura 16-2  Evaluación topográfica y tomográfica de una córnea con queratocono. El ojo contralateral no presenta ninguna
señal clínica o topográfica de ectasia corneal, como puede apreciarse en la figura 16-3.

Figura 16-3  Evaluación topográfica y tomográfica de una córnea con queratocono de forma frustre.

ra cubre 8,5 mm horizontales y realiza más de 4.300 foto- gar de nuevo a la forma natural. Un posible movimiento
gramas por segundo para la monitorización de la respues- de rebote puede ocurrir en este momento de la medición.
ta corneal a un soplo de aire medido y colimado (48). El Se registran el tiempo y la presión del soplo de aire en el
pulso de aire tiene un perfil fijo con configuración simé- primer y segundo momento de aplanación y cuando la
trica y con presión máxima de bombeo interno de 25 kPa. córnea alcanza la más alta concavidad. La presión intrao-
Durante el tiempo de grabación de 30 ms, 140 fotogramas cular se calcula sobre la base de los datos de deformación.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

digitales se adquieren con 576 puntos de medición cada La amplitud de deformación se detecta como el desplaza-
uno. Algoritmos avanzados para la detección de bordes de miento más alto del vértice en la imagen de mayor mo-
los contornos de la córnea se aplican para cada cuadro. La mento de concavidad. Otros parámetros que están dispo-
medición comienza con la córnea con su forma convexa nibles son el radio de curvatura en la fase de mayor
sin perturbaciones naturales. El soplo de aire fuerza la concavidad, longitudes de aplanación y velocidades de la
córnea hacia adentro (fase de entrada), inicialmente a tra- córnea durante las fases de entrada y salida. El valor del
vés de una primera fase de aplanamiento (primer entrante) espesor más bajo de la córnea de la primera imagen de
antes de llegar a un estadio de concavidad. La cámara de Scheimpflug horizontal también está disponible.
alta resolución registra la fase de máxima concavidad Los resultados preliminares han demostrado que la
de la córnea. Hay un período de oscilación antes de que PIO tiene una influencia significativa y fuerte sobre los
comience la fase de salida o de retorno. La córnea se va a parámetros de deformación corneal. En un estudio con un
través de un segundo impulso de aplanamiento hasta lle- modelo de ojo de cámara anterior compuesto por lentes

201
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

de contacto hidrofílicas montada en una cámara de agua presiones más altas que las más gruesas con más políme-
sellada con presión ajustable, tres diferentes lentes con ro a presiones más bajas.
propiedades de los materiales conocidos se midieron bajo Además, el impacto de la reducción de la PIO en la
diferentes niveles de presión (49). Cada lente tuvo dife- respuesta de deformación ha sido también documentado
rentes amplitudes de deformación bajo diferentes niveles en diferentes situaciones, incluyendo un caso de querato-
de presión, que fueron mayores (comportamiento menos patía estromal inducida por presión (50).
rígido) con niveles de presión más bajos (p < 0,001; Bon- Los estudios que comparan córneas con queratocono
ferroni post hoc test). Curiosamente, cuando se midió a y normales encontraron diferencias estadísticamente sig-
la misma presión interna, la amplitud de deformación se nificativas para la mayoría de los parámetros derivados de
encontró inversamente relacionada con la cantidad cono- la tecnología del Corvis ST, pero con un relativamente
cida de polímero en la composición. Sin embargo, la len- alto grado de superposición entre los grupos, lo que limi-
te más delgada con menos polímero tenía una amplitud ta las aplicaciones de diagnóstico. La combinación de
de deformación inferior (comportamiento más rígido) a parámetros utilizando la análisis discriminante de Fisher

Evaluación biomecánica (CorVist ST)

Normal Queratocono forma frustre Queratocono


Natural Natural Natural

Momento de máxima concavidad Momento de máxima concavidad Momento de máxima concavidad

Factor Corvis 1 = 0,01 Factor Corvis 1 = 0,46 Factor Corvis 1 = 0,55

Figura 16-4  Evaluación biomecánica de las córneas presentadas en las figuras previas, con el respectivo valor del «factor
Corvis 1».

100 ISV vs IHD P = 0,941


ISV vs ART Max. P < 0,001
ISV vs BAD - D P < 0,001
80
ISV vs Def. Amp. Max. P = 0,019
ISV vs Combo Pentacam + Corvis P < 0,001
IHD vs ART Max. P < 0,001
Sensibilidad

60
IHD vs BAD - D P < 0,001
IHD vs Def. Amp. Max. P = 0,015
40 IHD vs Combo Pentacam + Corvis P < 0,001
BAD D: ART Max. vs BAD - D P = 0,337
ART Max.:
ART Max. vs Def. Amp. Max. P = 0,001
20 ISV:
IHD: ART Max. vs Combo Pentacam + Corvis P = 0,011
Combo_Pentacam + Corvis
BAD - D vs Def. Amp. Max. P < 0,001
Def. Amp. (max.):
0 BAD - D vs Combo Pentacam + Corvis P = 0,402
0 20 40 60 80 100 Def. Amp. Max. vs Combo Pentacam + Corvis P < 0,001
100-Especificidad

Figura 16-5  Comparación del parámetro combinado (Combo Pentacam + Corvis) con otros topográficos (IHD: índice de descen-
tración en altura; ISV: índice de variación de la superficie), tomográficos (ART Max: Ambrósio’s Relational Thickness máximo; BAD
D: Belin/Ambrósio Enhanced Ectasia Deviation Value) y biomecánicos —Def Amp (max): amplitud de deformación máxima—.

202
Capítulo 16  |  Queratocono subclínico

y otras técnicas de inteligencia artificial ha sido objeto de 3. Dawson DG, Randleman JB, Grossniklaus HE, OʼBrien TP,
intensos estudios realizados por el Brazilian Study Group Dubovy SR, Schmack I, et al. Corneal ectasia after excimer
laser keratorefractive surgery: histopathology, ultrastructure,
of Artificial Intelligence and Corneal Analysis (BrAIN). and pathophysiology. Ophthalmology 2008; 115:
Tal como se muestra en la figura 16-4, el «Corvis Fac- 2181-91 e1.
tor 1» fue eficaz para mejorar la capacidad de distinguir 4. Randleman JB, Caster AI, Banning CS, Stulting RD. Corneal
las corneas normales de las ectásicas, incluidos casos de ectasia after photorefractive keratectomy. J Cataract Refract
FFKC (p < 0,001; Kruskall-Wallis con el Dunn post hoc Surg 2006; 32: 1395-8.
5. Hodge C, Lawless M, Sutton G. Keratectasia following LASIK
test; Ambrósio et al.; datos no publicados de 2011). in a patient with uncomplicated PRK in the fellow eye.
El Corvis ST fue también eficiente en la evaluación de J Cataract Refract Surg 2011; 37: 603-7.
los cambios después del crosslinking corneal (Roberts, 6. Wang JC, Hufnagel TJ, Buxton DF. Bilateral keratectasia
datos no publicados de 2011). En el ensayo de la FDA after unilateral laser in situ keratomileusis: a retrospective
realizado en la Universidad Estatal de Ohio, 1 mes des- diagnosis of ectatic corneal disorder. J Cataract Refrat Surg
2003; 29: 2015-8.
pués del procedimiento, se encontró una deformación 7. Ambrosio R Jr, Wilson SE. Complications of laser in situ
máxima más baja (p < 0,0014), consistente con el aumen- keratomileusis: etiology, prevention, and treatment. J Refract
to de la rigidez después del crosslinking corneal. Surg 2001; 17: 350-79.
La integración de los datos biomecánicos del Corvis ST 8. Ambrosio R Jr, Klyce SD, Wilson SE. Corneal topographic and
pachymetric screening of keratorefractive patients. J Refract
con la evaluación tomográfica del Pentacam se demostró Surg 2003; 19: 24-9.
como sinérgica en la mejora de la identificación de formas 9. Randleman JB, Woodward M, Lynn MJ, Stulting RD. Risk
muy leves de ectasia. Esto también se debe considerar al assessment for ectasia after corneal refractive surgery.
evaluar el riesgo de progresión de la ectasia. En un estudio Ophthalmology 2008; 115: 37-50.
con 119 ojos con córneas normales y 19 ojos con FFKC, 10. Randleman JB, Trattler WB, Stulting RD. Validation of the
Ectasia Risk Score System for preoperative laser in situ
se diseñó un parámetro combinado derivado de las evalua- keratomileusis screening. Am J Ophthalmol 2008; 145: 813-8.
ciones tomográficas y biomecánicas. Esta variable presen- 11. Belin MW, Ambrosio R Jr. Corneal ectasia risk score:
tó un AUROC de 0,999, con una sensibilidad y una espe- statistical validity and clinical relevance. J Refract Surg 2010;
cificidad del 100 y 99,2%, respectivamente (Faria-Correia 26: 238-40.
et al.; datos no publicados de 2012). La figura 16-5 mues- 12. Chan CC, Hodge C, Sutton G. External analysis of the
Randleman Ectasia Risk Factor Score System: a review of
tra la comparación del parámetro combinado con otros 36 cases of post LASIK ectasia. Clin Experiment Ophthalmol
topográficos, tomográficos y biomecánicos. 2010; 38: 335-40.
13. Klein SR, Epstein RJ, Randleman JB, Stulting RD. Corneal
ectasia after laser in situ keratomileusis in patients without
apparent preoperative risk factors. Cornea 2006; 25: 388-403.
Otras innovaciones 14. Binder PS, Trattler WB. Evaluation of a risk factor scoring
system for corneal ectasia after LASIK in eyes with normal
tecnológicas topography. J Refract Surg 2010; 26: 241-50.
15. Randleman JB, Russell B, Ward MA, Thompson KP,
En los últimos años han aparecido nuevos equipos de seg- Stulting RD. Risk factors and prognosis for corneal ectasia
after LASIK. Ophthalmology 2003; 110: 267-75.
mento anterior con tecnología avanzada, como, por ejem- 16. Condon PI, OʼKeefe M, Binder PS. Long-term results of laser
plo, el OCT de dominio espectral y el ultrasonido de alta in situ keratomileusis for high myopia: risk for ectasia.
resolución. Estas tecnologías también pueden proporcio- J Cataract Refract Surg 2007; 33: 583-90.
nar información decisiva de diagnóstico (como el mapeo 17. Geggel HS, Talley AR. Delayed onset keratectasia following
de paquimetría corneal, así como el análisis del espesor laser in situ keratomileusis. J Cataract Refract Surg 1999; 25:
582-6.
epitelial y estromal) en los casos en que la topografía es 18. Randleman JB, Hebson CB, Larson PM. Flap thickness in eyes
ambigua. Estudios recientes han demostrado que esta tec- with ectasia after laser in situ keratomileusis. J Cataract Refract
nología es eficaz en la identificación de formas leves de Surg 2012; 38: 752-7.
ectasia (51-53). El perfil del espesor epitelial también es 19. Ambrosio R Jr, Dawson DG, Salomao M, Guerra FP, Caiado
diferente en los ojos con queratocono. En estos casos AL, Belin MW. Corneal ectasia after LASIK despite low
preoperative risk: tomographic and biomechanical findings in
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

existe la presencia de adelgazamiento epitelial en el área the unoperated, stable, fellow eye. J Refract Surg 2010;
del cono asociado a un engrosamiento en la zona que 26(11): 906-11.
rodea la protrusión (53,54). 20. Binder PS. Analysis of ectasia after laser in situ keratomileusis:
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203
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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204
Capítulo 17

Biomecánica en el glaucoma
M.ª Ángeles del Buey Sayas

Sumario del capítulo

Introducción 206 Distrofias endoteliales  213


Queratoplastia y glaucoma  213
Biomecánica corneal en el glaucoma crónico simple  206
Nuevos enigmas y factores implicados
Características de los valores y señales con el ORA  209
en la patogénesis y el control del glaucoma  215
Glaucoma crónico simple  209
Colágeno y glaucoma  215
Glaucoma agudo de ángulo cerrado   209
Factor de resistencia corneal y glaucoma  216
Hipertensión ocular o PIO límite  210
Histéresis corneal y control de la PIO  216
Glaucoma normotensional  211
Efecto de fármacos hipotensores tópicos en la córnea  217
Glaucoma y cirugía refractiva  211
PIO y ectasia tras cirugía refractiva  212 Bibliografía 217
Glaucoma y patología ocular  212
Queratocono 213

Resumen
La patogénesis del glaucoma ha sido objeto de numerosos estudios desde hace décadas.
Sin embargo, recientemente, ha surgido un nuevo foco de atención centrado en la in­
teracción potencial entre las propiedades biomecánicas oculares y el proceso de la en­
fermedad glaucomatosa. El estudio realizado con el ORA en el glaucoma crónico simple
(GCS) muestra una histéresis corneal (CH) disminuida con factor de resistencia cor­
neal (CRF) y espesor corneal central (ECC) normales. En pacientes con sospecha de
glaucoma por excavación papilar, hipertensión ocular o antecedentes, pero sin daño
glaucomatoso evidente, la CH es similar a la de la población sana control. El ORA pro­
porciona una información adicional en el estudio de pacientes con todo tipo de glauco­
ma, ya que aporta un valor de la PIO menos influenciado por las propiedades biomecá­
nicas de la córnea (IOPcc) y unos valores de CH que pueden orientarnos en el control y
pronóstico de los pacientes. La existencia de un bajo valor de CH puede considerarse un
factor de riesgo de progresión. Asimismo, en casos de HTO, la presencia de valores
biomecánicos de CH, CRF y ECC altos nos indica bajo riesgo. Determinadas condicio­
nes y patologías corneales, como la cirugía refractiva previa, queratoplastia, ectasias y
distrofias en­doteliales, cursan con una alteración de las propiedades biomecánicas cor­
neales, que condicionan una infraestimación de la PIO por tonometría de aplanación de
Goldmann (TAG), y que pueden cursar como un glaucoma de baja tensión ante incre­
mentos de la PIO que no serían detectados con la TAG.

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

205
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Introducción En el glaucoma se produce una pérdida progresiva de


la capa de fibras nerviosas y una excavación progresiva
El glaucoma es una neuropatía óptica crónica progresiva de la papila que adquiere una morfología típica. Se consi-
que se caracteriza por una pérdida de la capa de fibras deran dos teorías para explicar los hechos que acontecen
nerviosas de la retina, una excavación y palidez progresi- en el glaucoma, con probable implicación entre ambas. La
vas de la papila y el desarrollo de unos defectos en el «directa o mecánica», que considera que el aumento de la
campo visual que evolucionan de forma característica. Va PIO por encima de los niveles normales va a comprimir
asociado, aunque no en todos los casos, a un aumento de las fibras nerviosas en su salida a través de la esclerótica.
la presión intraocular (PIO). La prevalencia del glaucoma Y la «indirecta o vascular», que preconiza que el aumen-
es del 1,5-2% en individuos mayores de 40 años y mayor to de la PIO va a dificultar el flujo sanguíneo en la micro-
aún en mayores de 60 años (1). Es una patología ocular circulación de la cabeza del nervio óptico (NO), lo que
especialmente relevante, ya que es la segunda causa de conlleva una isquemia crónica y atrofia de las fibras ner-
ceguera irreversible en el mundo después de la retinopatía viosas.
diabética. A raíz de los resultados obtenidos en la investigación
El glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), tam- sobre las propiedades biomecánicas de la córnea en esta
bién llamado glaucoma crónico simple (GCS), es el tipo patología, podemos plantear una nueva hipótesis que con-
más frecuente y representa el 60% de los glaucomas. La sidera que los ojos con GCS pueden tener unas caracte-
etiología exacta del GCS es desconocida, pero existen rísticas biomecánicas especiales, que hemos determinado
unos factores de riesgo entre los que se encuentran los a nivel corneal, pero que podrían afectar a otras estructu-
antecedentes familiares (4-16% de riesgo), edad (mayor ras del globo ocular (5-7). Esto podría traducirse en una
riesgo > 40 años, prevalencia 3 7 en > 60 años), diabetes, susceptibilidad especial a los incrementos de la PIO a
miopía, raza negra, problemas cardiovasculares y hema- nivel de estructuras como la lámina cribosa.
tológicos. Pero, sin duda, el factor de riesgo más impor- De esta manera surge una nueva línea en el estudio y
tante es la elevación de la PIO. compresión del glaucoma que podríamos denominar «es­
Hasta tiempos relativamente recientes se ha conside- tructural o biomecánica», y que se ve avalada por los
rado que el factor causal de cualquier glaucoma era un resultados de numerosos estudios recientes publica-
aumento de la PIO por encima de los valores normales. dos (8-11). Todo comienza por la valoración de esta en-
Tan importante era este factor, que un criterio para el fermedad desde el punto de vista de la córnea, ya que es
diagnóstico de glaucoma era una PIO mayor de 21 mmHg. el lugar donde se realiza la toma de la PIO, analizando
Actualmente se sabe que, si bien un aumento de la PIO cómo las desviaciones de la normalidad en cuanto a su
es el factor de riesgo más importante para padecer glau- espesor, forma y estructura pueden modificar este pará-
coma, no es un factor determinante, existiendo otros fac- metro (v. capítulo 7). La llegada de un dispositivo como
tores implicados en la génesis y progresión de esta enfer- el Ocular Response Analyzer (ORA), que ofrece la posi-
medad. Dos hechos avalan estas afirmaciones: bilidad de determinar parámetros biomecánicos in vivo,
ha permitido complementar el estudio de esta patología.
• Hay pacientes que presentan una PIO por encima En este capítulo se expondrán las características bio-
de 21 mmHg y que no presentan alteraciones en el mecánicas de los pacientes con GCS, así como sus dife-
nervio óptico ni campimétricas. Se les denomina rencias respecto a pacientes sanos, y a diferentes grupos
hipertensos oculares o sospechosos de glaucoma de pacientes con signos de sospecha de glaucoma, pero
y, aunque algunos van a desarrollar glaucoma sin daño glaucomatoso evidente. También se tratarán pa-
(el 40% en 10 años), otros se mantienen sin daño tologías oculares cuya condición biomecánica corneal
a pesar de cifras tensionales elevadas. precaria puede alterar la toma de la PIO y comportarse
• Otro grupo de pacientes presenta alteraciones de como un glaucoma de baja tensión (GBT) falso positivo.
la cabeza del nervio óptico y campimétricas Y, por último, se analizarán los nuevos enigmas sobre
propias del glaucoma, con cifras de PIO normales, posibles factores que pueden afectar al desarrollo de esta
o incluso por debajo de lo habitual, circunstancia enfermedad.
que denominamos glaucoma de baja tensión o
glaucoma normotensional.

Aun así, la PIO es el único factor sobre el que podemos Biomecánica corneal
actuar para detener el progreso de la enfermedad y valo- en el glaucoma crónico simple
rar la respuesta al tratamiento de la misma, ya que la re-
ducción de la PIO ha descendido las tasas de progresión Goldmann y Schmidt (12) encontraron que, cuando se
de la enfermedad a los 5 años (2-4). Dado que la PIO producen grandes variaciones en el espesor corneal cen-
elevada es una base fisiopatológica tan importante para el tral (ECC o CCT, central corneal thickness), la exactitud
glaucoma, la medición de una PIO «precisa» es un factor de los valores de la tonometría de aplanación de Gold-
crítico en esta enfermedad. mann (TAG) pueden verse afectados. Pero los factores

206
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

biomecánicos corneales son más complejos que la sola


consideración de la paquimetría central, e incluyen rigi- Cuadro 17-1  Grupos estudiados (1.065 ojos)
dez, viscosidad, bioelasticidad, hidratación, paquimetría
regional y, probablemente, otros factores aún por deter- • Grupo control: constituido por 574 ojos de sujetos
minar (13,14). La medición de la PIO por TAG está ba- sanos sin signos ni síntomas de alteración ocular.
sada en suposiciones generales sobre la deformabilidad • Grupo de glaucoma diagnosticado: constituido
de la córnea, pero la mezcla de tipos de colágeno, la den- por 147 ojos de 73 sujetos diagnosticados de
sidad de las fibrillas, la matriz extracelular, la hidratación glaucoma, en tratamiento, y remitidos para
y otros factores corneales varían entre individuos. En al- completar su estudio o control.
• Grupo de sospecha de glaucoma: constituido por
gunos pacientes, estos factores minimizan el efecto
344 ojos de sujetos que presentan antecedentes
del ECC en la exactitud del valor de la TAG. De hecho,
familiares de glaucoma o en estudio por presentar
el efecto del ECC en las mediciones de la TAG puede ser
algún signo clínico sospechoso de glaucoma, que
menos importante que el efecto de las variaciones en la dividimos en tres subgrupos:
elasticidad de la córnea (15-17). -- Grupo con antecedentes familiares
El ORA es el primer dispositivo capaz de determinar de glaucoma: constituido por 78 ojos de
propiedades biomecánicas como la histéresis corneal 39 sujetos con antecedentes familiares directos
(CH) y el factor de resistencia corneal (CRF), así como de glaucoma, con o sin algún criterio de
determinar una PIO de aplanación equivalente a la Gold- glaucoma dudoso.
mann (IOPg) y una estimación de la PIO compensada con -- Grupo con papilas excavadas: constituido por
las propiedades biomecánicas de la córnea donde se rea- 90 ojos de 45 sujetos con papilas de
liza la determinación (IOPcc). Esta nueva estimación excavación sospechosa de glaucoma, con o sin
tensional podría conducirnos a una nueva definición de algún otro criterio de glaucoma dudoso.
los grupos de GBT o de glaucoma normotensional -- Grupo con HTO o PIO límite: constituido por
(GNT), y de hipertensión ocular (HTO), basándose en la 176 ojos de 95 sujetos con alguna toma
consideración de las propiedades biomecánicas de la cór- tensional elevada o límite, con o sin signos
nea, cuando los valores de TAG e IOPcc no sean coinci- dudosos de daño estructural de fibras.
dentes.
Con este objetivo, y con el interés por conocer el perfil
biomecánico de los ojos con glaucoma progresivo y de
aquellos pacientes sospechosos en los que no se había sospecha se sometieron a estudio por
constatado daño glaucomatoso evidente, realizamos un antecedentes familiares, excavación papilar,
estudio con el ORA sobre los grupos de sujetos reflejados HTO o PIO límite, pero no presentaban lesión
en el cuadro 17-1, y un análisis estadístico con compa­ glaucomatosa evidente en el campo visual o en
raciones múltiples (ANOVA) entre estos grupos y la po- el estudio de fibras con OCT.
blación sana control (5). Hasta el momento de su publi- • Variable CRF (v. fig. 17-1):
cación ningún estudio había realizado un análisis -- No se han constatado diferencias en el CRF de
comparativo de estos grupos de pacientes, por lo que los los pacientes con glaucoma respecto al grupo
resultados pueden cobrar especial impacto en la valora- control, coincidiendo con los resultados de
ción de esta patología en la clínica. otros autores (22-24).
En el estudio y análisis de las propiedades biomecáni- -- Encontramos valores elevados de CRF en todos
cas corneales en estos grupos de pacientes, se obtuvieron los grupos de sospecha de glaucoma, siendo las
los siguientes resultados (5): diferencias estadísticamente significativas
respecto al grupo control y al grupo de
• Variable CH (fig. 17-1): glaucoma diagnosticado.
-- Se observa una disminución significativa de CH • Variable ECC (fig. 17-2):
-- No existe alteración del espesor corneal en el
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en pacientes con GCS con daño glaucomatoso


evidente (campo visual y OCT alterados) con GCS. Los valores medios de ECC en el grupo
respecto al grupo control (5-7). Estos de glaucoma fueron superiores al grupo
resultados coinciden con los obtenidos por control.
otros autores (8-11,15,18-20), que han -- En todos los grupos de sospecha de glaucoma
encontrado una disminución significativa de la estudiados, los valores medios de ECC fueron
CH en el glaucoma y, de forma particularmente superiores al grupo control, siendo estas
evidente, en casos de glaucoma congénito (21). diferencias estadísticamente significativas en
-- Sin embargo, no se han encontrado diferencias los casos de sospecha por HTO.
significativas de los valores de CH en los tres
grupos estudiados de sospecha de glaucoma Aunque el presentar un ECC disminuido influya en
respecto al grupo control. Estos grupos de una infraestimación de la PIO por TAG, los ojos de los

207
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

14

12

10

6
Figura 17-1  Gráfico representativo
de los valores de histéresis corneal (CH)
y factor de resistencia corneal (CRF) de 4
los grupos estudiados. Se puede apre-
ciar la existencia de una disminución de
la CH, que resulta estadísticamente sig- 2
nificativa, en el grupo de glaucoma cró-
nico simple respecto al grupo control
de sujetos sanos y a los grupos de estu- 0
dio por sospecha de glaucoma (sin daño Grupo Glaucoma Antecedentes Excavación HTO o límite
control familiares papilar
glaucomatoso evidente). Sin embargo,
el CRF del grupo de glaucoma y de los
grupos de sospecha es superior a la me- CH CRF
dia del CRF del grupo control.

600

550

500

450

400

Figura 17-2  Gráfico representativo


de las medias de valores del espesor
corneal central o central corneal thick­
350
ness (CCT) de los grupos estudiados. Grupo Glaucoma Antecedentes Excavación HTO o límite
Se aprecia que las medias de valores de control familiares papilar
CCT en el grupo de glaucoma y los
grupos de sospecha son superiores a la CCT
media del grupo control.

pacientes con GCS no presentan espesores corneales di- Algunos trabajos recientes han estudiado la asociación
ferentes a la población normal (5). Analizando los resul- entre el CH y el deterioro del campo visual y del nervio
tados obtenidos, podría plantearse que la CH, por sí mis- óptico en pacientes glaucomatosos (22-24), pero la com-
ma, podría ser un factor predisponente o asociado a prensión de la importancia directa de la CH para el glau-
patología glaucomatosa, incluso afectar a su pronóstico. coma y especialmente su relación con el ECC se encuen-

208
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

tra todavía en evolución. Si bien es cierto que el ECC bajo Glaucoma crónico simple
se ha relacionado con el riesgo de progresión de la HTO
hacia glaucoma, y con la progresión de la pérdida de cam- En casos de pacientes con GCS, encontraremos señales
po visual (25,26), coincidimos con otros autores, como con unos rasgos generales que pueden variar en función
Congdon et al. (22), que encuentran una asociación de del control de la PIO con el tratamiento. Por lo general,
valores bajos de CH con mayor progresión de campo vi- en el diagnóstico, encontraremos señales ruidosas de am-
sual glaucomatoso, independientemente de los valores de plitud alta, con valores de CH disminuidos, valores de
ECC en el GCS. Wells et al. (25) han encontrado una CRF mayores que los de CH y un ECC normal. Los va-
relación entre la CH baja y la existencia de una mayor lores de IOPcc son superiores a los de IOPg (fig. 17-3).
deformación del nervio óptico tras la hiperpresión oca- Existen casos con peor pronóstico, en los que la CH
sionada por la succión en pacientes con glaucoma, no así disminuida coexiste con un ECC y un CRF disminuidos,
con el ECC. y que suelen presentar mayor daño glaucomatoso
(fig. 17-4). En pacientes con PIO controlada por el trata-
miento, disminuye la amplitud de las señales y se nor-
malizan los valores de IOPg y IOPcc.
Características de los valores
y señales con el ORA
Glaucoma agudo de ángulo cerrado
El ORA proporciona una información adicional en el es-
tudio de pacientes con glaucoma, ya que aporta un valor En casos de glaucoma agudo de ángulo cerrado (GAAC),
de PIO menos influenciado por las propiedades biomecá- la exploración muestra señales muy ruidosas, con nume-
nicas de la córnea que nos ayuda a valorar cada caso ais- rosos picos y valores muy elevados de IOPg e IOPcc, con
ladamente, y nos indica unos valores de CH, CRF y ECC gran disminución de la CH, y valores normales o altos del
que pueden orientarnos en el diagnóstico y control de los CRF (fig. 17-5). Tras la resolución del cuadro se norma-
pacientes. lizan los valores de PIO y se eleva la CH.

Señales de glaucoma
Paciente no controlado con tensión moderadamente alta
Referencias
Señales
S eñales
a s ruidosas
s s de
e amplitud
m t altaa
IOPg, IOPcc IOPcc: 26,8 mmHg
elevadas
IOPg: 25,3 mmHg
Bajo CH CH: 8,2 mmHg
CRF mayor CH CRF: 11,5 mmHg
CCT normal CCT: 556 µm
Presión:
Señal no filtrada:
Señal filtrada:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

GCS CH CRF IOPg IOPcc CCT

Alto X X
Medio X X
Bajo X

Figura 17-3  Características de las señales obtenidas y perfil biomecánico y de la PIO en pacientes con GCS en el diagnóstico.
La imagen superior corresponde a un GCS no controlado. Tras la instauración de tratamiento se normalizan los valores de la PIO,
pero persisten valores medios de CH inferiores a la media del grupo de sujetos sin patología. En la imagen inferior se muestra el
perfil biomecánico y de la PIO en estos pacientes.

209
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Forma de onda

Referencias

IOPcc: 23
IOPg: 19,9
CH: 7,4
Figura 17-4  Caso de glaucoma no CRF: 9,1
controlado con tratamiento. Este pa- CCT: 521
ciente presentaba progresión del daño
Presión:
glaucomatoso pese al tratamiento y al
Señal no filtrada:
control de la PIO Goldmann. Presenta
valores de CH muy disminuidos
(7,4 mmHg frente a 10,7 mmHg de la Señal
población sana) y valores algo menores
del CRF y el central corneal thickness WS
W
(CCT) (9,1 mmHg/521 micras) respec- 10
10

to a la media de la población sana ,


7,6

(10,7 mmHg/556 micras). El valor de


IOPcc es de 23 mmHg, 4 mmHg por
encima de la IOPg (19,9 mmHg). En su
estimación tensional por TAG presenta 0

una infraestimación de la PIO real, lo


que explicaría la progresión del daño
glaucomatoso. Tiempo

Forma de onda

Referencias

IOPcc: 41,1
IOPg: 38,4
CH: 5,3
CRF: 13
CCT: 0
Presión:
Señal no filtrada:
Señal

Figura 17-5  Caso de glaucoma


agudo de ángulo cerrado. Este paciente
presentaba una crisis de glaucoma por WS
W
10
10
cierre angular. En la exploración se
aprecia la señal ruidosa y abigarrada
con numerosos picos. Se observa el
valor de CH muy descendido y PIO 4,1
4,1

muy elevadas. El CRF es superior al de


la población normal, mostrando que es 0

un parámetro independiente de la vis-


coelasticidad, ya que mide la resisten-
cia estática global de la córnea. Tiempo

Hipertensión ocular o PIO límite por TAG. Estos pacientes presentarían valores de TAG
elevados, con pruebas funcionales y estructurales norma-
En casos de sospecha por PIO límite o HTO, debemos les y sin alteración papilar. Los valores de las variables
buscar una serie de características en la exploración con analizadas con el ORA en casos de sospecha de glaucoma
el ORA, con objeto de identificar los falsos positivos (+), por HTO (falsos positivos) reflejan características biome-
que corresponderían a estimaciones erróneas de la PIO cánicas sobresalientes (CRF y CH altos), con espesores

210
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

corneales altos, valores de IOPg superiores a la media y Glaucoma y cirugía refractiva


valores normales de IOPcc. Las señales obtenidas son
lisas y limpias (fig. 17-6). En el entorno de la cirugía refractiva, debemos tener es-
pecial consideración a las propiedades biomecánicas de
la córnea y a la estimación de la PIO, tanto en la valora-
Glaucoma normotensional ción preoperatoria como en el seguimiento postoperatorio
de los pacientes intervenidos. Hay que añadir que la inci-
En casos de GNT o GBT, encontraremos en la explora- dencia del glaucoma aumenta con la edad, y los pacientes
ción con el ORA unas señales de baja amplitud y algo de refractivos son también futuros candidatos a desarrollar
ruido. Las variables en estos casos reflejan características la enfermedad, en especial los miopes.
biomecánicas precarias (bajos CRF y CH), con espesores La existencia de una PIO elevada acompañada de pér-
corneales bajos y valores de IOPg normales o inferiores dida glaucomatosa de campo visual se ha considerado,
a la media, con valores más elevados (normales o altos) para muchos autores, una contraindicación para la cirugía
de IOPcc (fig. 17-7). refractiva. Las razones alegadas son, por un lado, el breve
En estos casos es importante investigar los anteceden- pero intenso aumento de la PIO durante la succión, y, por
tes de cirugía refractiva corneal, la presencia de alteracio- otro, las dificultades en el control postoperatorio del pa-
nes corneales, miopía magna, etc. Y, por supuesto, ante ciente. En cuanto a la hiperpresión provocada por el anillo
estos hallazgos, hay que constatar el estado del nervio de succión, teóricamente podría dañar el nervio óptico y
óptico y practicar pruebas estructurales y funcionales de causar pérdida campimétrica adicional. Los estudios rea-
glaucoma para cuantificar el posible daño. Como vere- lizados por Chan (27), en los que somete a hiperpresión
mos a continuación, existen determinadas condiciones uno de los ojos de pacientes con y sin glaucoma, conclu-
posquirúrgicas y patologías corneales que pueden presen- yen que no se evidencia daño campimétrico añadido en
tar estas características biomecánicas y comportarse ninguno de los dos grupos. Además, como alternativa
como un glaucoma de baja tensión ante incrementos de pueden utilizarse técnicas de superficie en las que no se
la PIO, que pasarían desapercibidos al estimar la tensión precisa succión, como la PRK o el LASEK. Pero la razón
de aplanación. más importante sería la dificultad de control tensional

Señales HTO
Paciente «falso positivo»

Referencias
IOPg mucho
mayor que IOPcc IOPcc: 11,7 mmHg
IOPg: 19,3 mmHg
CH, CRF muy altos
CH: 17,4 mmHg
CRF: 17,5 mmHg
CCT: 0 µm
Presión:
Señal no filtrada:
Señal
Se
Se ñ l lisa
eñal li a
Señal filtrada:

A
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

HTO (F+) CH CRF IOPg IOPcc CCT

Alto X X X X
Medio X
Bajo

Figura 17-6  Hipertensión ocular (HTO) (falso positivo). A. Características de las señales obtenidas en pacientes con HTO.
B. Características de los valores de las variables obtenidas en pacientes con sospecha de glaucoma por HTO falsos positivos. Se
observan valores de IOPcc inferiores a la IOPg.

211
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Señales de GNT

Referencias
IOPcc mayor
IOPcc: 15,2 mmHg
que IOPg
IOPg: 10,9 mmHg
Baja CH CH: 7,5 mmHg
Picos
P o de
d amplitud
a p u baja
b a
Bajo CRF CRF: 6,6 mmHg
CCT disminuido CCT: 483 µm
Presión:
Señal no filtrada:
Señal filtrada:

GNT CH CRF IOPg IOPcc CCT

Alto X
Medio X
Bajo X X X

B
Figura 17-7  Glaucoma normotensional (GNT) o glaucoma de baja tensión (GBT). Características de las señales obtenidas en
un paciente con GBT o GNT en tratamiento (A). Perfil biomecánico y de la PIO en el diagnóstico de GNT (B). Suele coexistir un
deterioro biomecánico con CH, CRF y CCT disminuidos. La IOPg muestra valores inferiores a la IOPcc.

postoperatorio mediante TAG, ya que el adelgazamiento podría aumentar si añadimos acciones sobre la cara exte-
corneal central tras la ablación hace que la PIO sea subes- rior de la córnea, como las ocasionadas por un frotamien-
timada con los tonómetros estándar. Aunque se ha inten- to excesivo.
tado correlacionar la cantidad de infraestimación de la Un adelgazamiento corneal excesivo podría ocasionar
PIO con el grado de miopía corregida con PRK y LASIK, un debilitamiento corneal, tanto por la reducción del es-
dicha correlación no es definitiva (28,29). Las tablas de pesor como por la modificación de su resistencia y estruc-
conversión de la PIO solo consideran el ECC, no la estruc- tura (30). Este hecho podría ser un factor desencadenante
tura de la córnea. Si existe una alteración estructural o de una ectasia post-LASIK, ya que favorecería que esa
debilitamiento excesivo, las diferencias de la PIO serían córnea precaria no pudiera soportar presiones intraocula-
mayores. A este respecto, los dispositivos como el ORA res elevadas no detectadas. En la literatura hay referen-
han supuesto un gran avance, y se deben incluir en el con- cias al control de la ectasia post-LASIK mediante el em-
trol postoperatorio de los pacientes refractivos para la pleo de colirios antiglaucomatosos para reducir la
identificación y control de un posible glaucoma. PIO (31-33). Estos autores postulan que en estadios muy
incipientes de la ectasia existe una «ventana de oportuni-
dad», donde, al no estar la ectasia completamente esta-
PIO y ectasia tras cirugía refractiva blecida, la reducción de la PIO mediante colirios podría
ser beneficiosa. El ORA nos ofrece la posibilidad de mo-
La patogenia de los procesos ectásicos es todavía desco- nitorizar tanto la PIO postoperatoria como las propieda-
nocida. Como comentamos en el capítulo 2, los factores des biomecánicas de las córneas intervenidas, para que
que determinan la estabilidad de la córnea se pueden sis- un incremento tensional dañino no pase desapercibido,
tematizar en extra- e intracorneales. De los factores ex- y/o poder detectar estadios precoces de la ectasia.
tracorneales, la PIO es el más importante. En condiciones
normales, estos factores se encuentran en equilibrio diná-
mico, permitiendo la estabilidad corneal. En condiciones
patológicas, como en el caso de una ectasia, podría pro- Glaucoma y patología ocular
ducirse una desproporción entre la fuerza que se ejerce
sobre la cara interior de la córnea (aumento de la PIO) y Como comentamos anteriormente y hemos tratado en el
la capacidad de esta para soportarla. Esta desproporción capítulo 8, existen patologías en las que se ha detectado

212
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

un deterioro biomecánico corneal que puede afectar a su padecer un glaucoma denominado de baja tensión debería
viscoelasticidad, resistencia o espesor. Estas alteraciones estudiarse de forma prospectiva y en sujetos de edades
estructurales ocasionan una infraestimación de la PIO por más avanzadas. A este respecto Cohen y Myers realizaron
TAG, por lo que, en caso de sufrir incrementos tensiona- pruebas diagnósticas de glaucoma en pacientes con ecta-
les, estos pueden pasar desapercibidos y ocasionar un sia (38) y encontraron que todos los pacientes de edad
glaucoma de baja tensión. avanzada con queratocono o degeneración marginal pe-
Las ectasias corneales, las distrofias corneales endote- lúcida presentaban un elevado riesgo de padecer glauco-
liales y algunas córneas sometidas a trasplante son pato- ma de baja tensión.
logías que presentan estas condiciones y que, por su fre-
cuencia y relevancia, merecen ser consideradas.
Distrofias endoteliales

Queratocono Como tratamos en el capítulo 12, en casos de distrofia


endotelial coexisten unos valores bajos de CH y CRF que
Se ha demostrado que patologías ectásicas como el que- indican deterioro biomecánico, y un aumento del ECC
ratocono revelan una debilidad en la estructura corneal, secundario al edema clínico o subclínico (fig. 17-9). Esta
con un deterioro de las propiedades biomecánicas, CH, situación especial, si no se considera adecuadamente,
CRF y ECC, determinadas con el ORA en estos pacientes puede suponer un enorme error de la PIO por TAG, si se
(5,34-37). Pero también hemos encontrado datos relevan- aplican las correcciones de espesor, que conllevaría una
tes en cuanto a la PIO. La IOPg está disminuida signifi- mayor infraestimación de la PIO. Los estudios con el
cativamente respecto a la población sana. Sin embargo, ORA muestran la existencia de valores de IOPcc eleva-
se obtiene una media de valores de IOPcc similar a la de dos, muchos de ellos en rango de HTO o glaucoma (16).
los ojos sin patología (5,37) (fig. 17-8). Estos hallazgos
revelan que las bajas tensiones por aplanación que obser-
vamos en estos pacientes no son reales. El hecho de en- Queratoplastia y glaucoma
contrar valores de IOPcc similares a los de la población
sana es lógico, dada la edad media de los sujetos con El glaucoma es una de las complicaciones postoperato-
queratocono analizados (35 años). La probabilidad de rias más frecuentes y graves de la queratoplastia pene-

12 600 16

14
10 550
12
8
500 10

6 8
450
6
4
4
400
2
2

0 350 0
Grupo control Queratocono Grupo control Queratocono Grupo control Queratocono

CH CRF CCT en micras IOPg IOPcc

A
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

QC CH CRF IOPg IOPcc CCT

Alto
Medio X
Bajo X X X X

B
Figura 17-8  Queratocono. Valores medios de las propiedades biomecánicas y de la PIO en pacientes con queratocono y com-
paración con los valores de la población sana control (5) (A). Se aprecia una disminución de la histéresis corneal (CH), el factor de
resistencia corneal (CRF) y el espesor corneal central (CCT). La IOPg equivalente a la TAG está disminuida, pero los valores
de IOPcc son similares a la población control. Perfil biomecánico y de la PIO en pacientes con queratocono (B).

213
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

DCF CH CRF IOPg IOPcc CCT

Alto X X
Medio X
Bajo X X

Figura 17-9  Perfil biomecánico de la distrofia corneal de Fuchs (DCF). Se aprecia una disminución de la histéresis corneal (CH)
y del factor de resistencia corneal (CRF), que coexisten con un espesor corneal muy elevado a causa del edema. Existe una infraes-
timación de la PIO, con valores de IOPcc elevados.

trante (QP) (39). El incremento de la PIO amenaza tanto Tras el estudio realizado en 59 ojos sometidos a QP (5)
la función visual, por el daño irreversible del nervio óp- (tabla 17-1), concluimos que presentan unos valores me-
tico, como el injerto corneal, por la descompensación dios de CH y CRF significativamente disminuidos, una
corneal que puede desencadenar. Un buen control tensio- media de ECC similar y unos valores de IOPg sin dife-
nal contribuye tanto a la supervivencia del injerto como rencias respecto a la población sana control. Sin embargo,
al pronóstico visual del paciente de cara a futuros tras- presentan unos valores elevados de IOPcc, con diferen-
plantes. La propia cirugía, la poca amplitud de la cámara cias estadísticamente significativas (v. fig. 8-14, capítu-
anterior y los corticoides postoperatorios pueden favore- lo 8). Además, se trata de grupo heterogéneo, con gran
cer la presencia de una PIO elevada. En el caso de la QP, amplitud de rango de valores y alta desviación típica, que
la corrección de la lectura de la PIO mediante TAG no refleja la heterogeneidad de resultados y la existencia de
debe limitarse al espesor corneal, ya que el estado del un perfil de comportamiento biomecánico relacionado
injerto y la magnitud del astigmatismo también pueden con el estado y transparencia del injerto. El ORA provee
tener un gran impacto (40,41). Es interesante determinar información valiosa para una mejor comprensión y carac-
los valores de CRF y CH en casos de ojos trasplantados terización de las condiciones biomecánicas y estructura-
y su relación con el estado del injerto, pero también es les de la córnea trasplantada, y nos ayuda a determinar
importante monitorizar la PIO y obtener un valor de una PIO más real, pudiendo identificar IOPcc elevadas
IOPcc ajustado a las características biomecánicas de la que pudieran dañar el injerto o causar un daño glaucoma-
misma (fig. 17-10). toso irreversible.

Referencias

IOPcc: 23,8 mmHg


IOPg: 18,6 mmHg
CH: 5,6 mmHg
CRF: 7,3 mmHg
CCT: 0 µm
Presión:
Señal no filtrada:
Señal filtrada:

Figura 17-10  Características de las señales de queratoplastia penetrante con mal estado del injerto. Se aprecia una disminución
de la histéresis corneal (CH) y del factor de resistencia corneal (CRF). Existe una infraestimación de la PIO, con valores de IOPcc
elevados. Las señales son de baja amplitud y con picos ruidosos.

214
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

Tabla 17-1  Resultados descriptivos del grupo control y del grupo de queratoplastia
N Media Desviación típica
IOPg Control 574  15,6  3,11
Queratoplastia  59  16,4  6,66
IOPcc Control 574  15,7  3,06
Queratoplastia  59  18,9*  7,65
CRF Control 574  10,7  1,67
Queratoplastia  59   9*  2,01
CH Control 574  10,7  1,55
Queratoplastia  59   8,5*  2,27
CCT Control 574 556 35
Queratoplastia  59 551 80

*Significación estadística (p < 0,05) en la comparación del grupo control con el grupo de queratoplastia (ANOVA).

Nuevos enigmas y factores y carga, podrían ser los responsables de esta susceptibili-
dad individual, ya que el colágeno juega un papel estruc-
implicados en la patogénesis tural y contribuye a la forma, organización y propiedades
y EL CONTROL del glaucoma mecánicas de estos tejidos. A nivel corneal, su especial
organización proporciona funciones ópticas sobreañadi-
La patogénesis del glaucoma ha sido objeto de numero- das.
sos estudios desde hace décadas. Sin embargo, reciente- La MT constituye la principal regulación al flujo de
mente, ha surgido un nuevo foco de atención centrado en salida del humor acuoso. Hay estudios que plantean que
la interacción potencial y polémica entre las propiedades los cambios del colágeno pueden estar implicados en el
biomecánicas oculares y el proceso de la enfermedad aumento de resistencia a la salida de humor acuoso
glaucomatosa reflejado en el desarrollo de este capítulo (46,47). Se ha encontrado una mayor rigidez de la MT en
(fig. 17-11). En este apartado se valoran las posibles im- el tejido glaucomatoso. Y una mayor rigidez, a su vez,
plicaciones que, aunque por el momento no puedan ser aumenta la resistencia y disminuye el flujo de salida del
constatadas, están basadas en la evidencia clínica y en los humor acuoso del globo ocular, lo que causaría una PIO
resultados de trabajos de investigación. Posiblemente en elevada (42,48,49).
un futuro conseguirán su justa relevancia y nos ayudarán En el GCS se han caracterizado varias alteraciones en
a aclarar las incógnitas aún presentes en la actualidad res- la expresión y transcripción del colágeno. El colágeno
pecto a esta enfermedad. tipo I es el principal componente de estructuras como la
MT y las vías de salida uveoescleral del humor acuoso.
En el estudio de Aihara et al. (50), una mutación especí-
Colágeno y glaucoma fica del colágeno tipo I indujo una elevación de la PIO en
los ratones. Estos resultados sugieren una asociación en-
Además de los datos biomecánicos corneales a los que tre la regulación de la PIO y el recambio de colágeno.
nos hemos referido en este capítulo, algunos estudios han Este recambio causa dificultad en la hidrolización de las
encontrado cambios en otros tejidos colágenos oculares metaloproteinasas de matriz, lo que lleva a la acumula-
en pacientes con glaucoma. Se han revelado cambios en ción de colágeno tipo I. También se ha encontrado un
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la biomecánica de la malla trabecular (MT) (42), y a nivel exceso de síntesis de colágeno tipo IV y VI en la MT
de una esclerótica y lámina cribosa (LC) más delga- glaucomatosa (42,51). Por lo tanto, estas anomalías del
das (43-45). Estos hallazgos podrían ser el resultado del colágeno parece que juegan un papel importante en la
efecto de una PIO elevada, o ser factores originarios que elevación de la PIO y pueden ser uno de los factores ori-
ocasionen una mayor susceptibilidad individual al efecto ginarios del glaucoma.
de la misma. Numerosos estudios han encontrado que, en el glauco-
Sabemos que la respuesta ocular a la PIO elevada varía ma, la esclerótica es menos elástica y más rígida. Para
dependiendo del individuo, que se traduce en una suscep- algunos autores estos cambios biomecánicos pueden estar
tibilidad variable para la neuropatía óptica glaucomatosa, relacionados con el desarrollo del glaucoma (52,53). Las
corroborada clínicamente en los distintos tipos de glau- variaciones interindividuales en el componente colágeno
coma, GCS, HTO o GBT. La esclerótica y la LC, que son y el grosor escleral particularmente peripapilar pueden dar
tejidos principalmente colágenos con función de soporte lugar a diferentes respuestas biomecánicas a la PIO. Se ha

215
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 17-11  Implicación de la biomecánica corneal en el glaucoma. La biomecánica corneal se ha implicado en el estudio de
la determinación de la PIO, en la valoración de las características biomecánicas corneales y en las características biomecánicas
de otras estructuras del globo ocular, como la lámina cribosa y la esclerótica peripapilar.

encontrado una disminución de la densidad de colágeno cluso elevados, de CRF, hecho que no ocurre en otras
en la esclerótica peripapilar en el glaucoma (43). Además, patologías corneales, como las ectasias o distrofias cor-
los ojos con alta miopía, cuya esclerótica está alargada y neales, donde ambos están descendidos.
adelgazada, presentan mayor riesgo de GCS (54). Así como la histéresis es un indicador de la capacidad
La LC proporciona soporte estructural y funcional a corneal de absorber y disipar energía, propia de las mate-
los axones de las células ganglionares de la retina en su rias viscoelásticas, y representa la resistencia dinámica de
paso del ambiente de alta presión en el ojo a una zona de la córnea, el CRF mide la resistencia global de la córnea
baja presión en el espacio retrobulbar. La LC se conside- a través de la resistencia estática a la aplicación de una
ra un punto débil de la concha escleral y un lugar de con- fuerza. En casos de glaucoma agudo (v. fig. 17-5) se ob-
centración considerable de estrés. Sus características serva un gran descenso de la CH, con altos valores de
hacen que sea biomecánicamente sensible a la elevación CRF, lo que demuestra que estos parámetros correspon-
de la PIO. Park et al. han encontrado que el espesor de la den a diferentes aspectos de la biomecánica corneal. Qui-
LC es menor en el GNT que en el GCS (55). zás esta discordancia característica del glaucoma revele
Estos hallazgos son acordes con los resultados de los en un futuro aspectos biomecánicos del glaucoma por el
estudios biomecánicos corneales con el ORA (5), ya que momento desconocidos.
encontramos una disminución de la CH, que revela una
disminución de la viscoelasticidad, que representa una me-
nor resistencia dinámica del tejido. Histéresis corneal y control de la PIO
De estos hechos se deduce la posible relevancia del
colágeno en esta patología y que podrían existir cambios La experiencia en el control biomecánico y de la PIO de
en el colágeno de forma previa al desarrollo de la neuro- pacientes con GCS y glaucoma agudo de ángulo cerra-
patía óptica glaucomatosa. El glaucoma sería una enfer- do (GAAC) nos indica que existe una influencia bidirec-
medad con una serie de alteraciones en las características cional y contraria de los valores de PIO y de los valores
del contenido, distribución, ultraestructura y metabolis- de CH del paciente. Es lógico pensar que una PIO eleva-
mo del colágeno. La alteración del colágeno en el canal da altere el funcionamiento y metabolismo del endotelio,
de flujo de salida ocasionaría una elevación de la PIO, y y que se traduzca en una mayor hidratación estromal y
las diferencias estructurales interindividuales en la escle- edema, que a su vez modifique las propiedades biomecá-
rótica y la LC contribuirían a la diferente susceptibilidad nicas de esa córnea; asimismo, que el descenso de la PIO
ante una misma PIO. por el tratamiento mejore las condiciones y modifique los
valores de CH, como se puede observar tras la resolución
de cuadros de HTO agudos, como el glaucoma agudo o
Factor de resistencia corneal y glaucoma la uveítis hipertensiva.
De la misma manera, en el GCS, un descenso de la
Unos de los hechos que hemos constatado en el estudio PIO puede mejorar las condiciones biomecánicas de
del glaucoma con el ORA es que los pacientes con GCS la córnea del paciente y mostrar una variación de valores
presentan valores bajos de CH con valores normales, in- de CH. Algunas investigaciones indican que los ojos con

216
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

PIO más alta tienen una CH más baja, y que la manipu- Otros fármacos hipotensores, como los inhibidores de
lación terapéutica de la PIO puede inducir una respuesta la anhidrasa carbónica (IAC), también pueden producir
inversa en la CH. Sun et al. (56) reflejan la aparente de- alteraciones corneales en su administración tópica. La dor-
pendencia de la CH según la PIO, y que es esperable que zolamida es un inhibidor de la isoenzima II de la anhidrasa
la regresión de una PIO elevada incremente la media de la carbónica (AC). El endotelio corneal contiene AC II y AC
CH entre este tipo de pacientes. citosólica I, que juega un importante papel para mantener
la córnea relativamente deshidratada. La dorzolamida tiene
una alta afinidad para la AC II y baja afinidad para la AC I
Efecto de fármacos y, por lo tanto, tiene el potencial de interferir con la función
de la bomba del endotelio corneal, lo que teóricamente
hipotensores tópicos podría conducir a edema corneal. Parece que los IAC in-
en la córnea ducen un aumento del ECC en su administración tópica en
pacientes con córnea guttata (75). Estos pacientes, que
También hay que considerar que los fármacos hipotenso- tienen su función endotelial comprometida, pueden tener
res oculares, además de su eficacia en la disminución de un mayor riesgo de descompensación corneal después del
la PIO, tienen efectos secundarios locales y generales, y uso tópico prolongado de dorzolamida. También se han
efectos sobre los parámetros biomecánicos que no son reportado casos de edema corneal inducido por dorzolami-
bien conocidos. da en pacientes susceptibles, con disminución del transpor-
Los análogos de la prostaglandina F2a (APG) son te endotelial de fluidos e inflamación corneal (76).
muy eficaces para la reducción de la PIO y con pocos La mayoría de los trabajos publicados sugieren que el
efectos secundarios sistémicos, pero provocan cambios tratamiento con APG tópicos se asocia con una ligera
en el color del iris, especialmente en pacientes con iris disminución en el ECC y un aumento en la CH. La varia-
claro y de mayor edad (57), por el aumento del contenido ción de estos parámetros posiblemente sea la repuesta
de melanina de los melanocitos (58). Otros efectos secun- biomecánica a la normalización de los valores de la PIO.
darios son el oscurecimiento periocular y el aumento de Pero también debemos considerar que la administración
la longitud de las pestañas. Además, las prostaglandinas tópica de sustancias hipotensoras puede modificar el me-
naturales parecen jugar un papel relevante en la inflama- tabolismo corneal en pacientes susceptibles y producir
ción y reparación de la córnea. De hecho, se ha comuni- alteraciones de la superficie ocular que podrían explicar
cado que el tratamiento con APG puede estar relacionado el discreto aumento del ECC evidenciado en tratamientos
con la progresión del queratocono (59). a largo plazo (64).
Se ha estudiado la influencia del tratamiento con APG Todavía existen muchas incógnitas a este respecto y
sobre el ECC. Curiosamente, aunque la mayoría de los son necesarios nuevos estudios prospectivos para analizar
estudios han evidenciado que los APG provocan una dis- el impacto de los diferentes tratamientos hipotensores
minución del ECC (60-63), un estudio prospectivo re- sobre el metabolismo, estructura y biomecánica oculares.
ciente ha evidenciado lo contrario a los 3 años de trata-
miento (64).
Los APG actúan incrementando el flujo uveoescleral
(65). Uno de los mecanismos que se considera responsa- BIBLIOGRAFÍA
ble es el aumento de las metaloproteinasas (MP) de la
matriz extracelular (MEC) (66). Las MP actúan reducien- 1. Friedman DS, Wolfs RC, O’Colmain BJ, Klein BE, Taylor HR,
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do los niveles de colágeno de tipo I, II, III y IV (67-70). in the United States. Arch Ophthalmol 2004; 122(4): 532-8.
Esta actividad se produciría en el cuerpo ciliar, la malla 2. Kass MA, Heuer DK, Higginbotham EJ, Johnson CA, Keltner
trabecular, la conjuntiva, la esclerótica y la fibras zonula- JL, Miller JP, et al. The Ocular Hypertension Treatment
res (71,72). Por lo tanto, hay suficiente evidencia para Study: a randomized trial determines that topical ocular
hypotensive medication delays or prevents the onset of
sugerir que los APG tópicos pueden inducir cambios en
primary open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol 2002;
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la MEC del estroma corneal a través de la regulación de 120(6): 701-13, discussion 829-30.
MP, lo que podría generar cambios en el ECC y en las 3. Aoyama A, Ishida K, Sawada A, Yamamoto T. Target
propiedades viscoelásticas de la córnea. Se ha detectado intraocular pressure for stability of visual field loss
un aumento de la CH en pacientes glaucomatosos trata- progression in normal-tension glaucoma. Jpn J Ophthalmol
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dos con APG (73), que podría ser debido a una regulación 4. Heijl A, Leske MC, Bengtsson B, Hyman L, Bengtsson B,
de las MP y del colágeno, que se han mostrado alterados Hussein M, et al. Reduction of intraocular pressure and
en esta patología (42,51). Un aumento de la CH corres- glaucoma progression: results from the Early Manifest
pondería a una mejoría de la viscoelasticidad y estructura Glaucoma Trial. Arch Ophthalmol 2002; 120(10): 1268-79.
de la MEC por un mejor recambio del colágeno. Los APG 5. Del Buey, MA. Estudio de la biomecánica corneal. Relación
entre las propiedades biomecánicas corneales, determinadas
también parecen aumentar la densidad de queratocitos en mediante el analizador de respuesta ocular, ORA, y la
el estroma de la córnea (74), lo que también puede resul- patología ocular (Tesis doctoral). Zaragoza: Universidad de
tar en cambios en la MEC. Zaragoza, 2013.

217
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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218
Capítulo 17  |  Biomecánica en el glaucoma

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219
Capítulo 18

Histéresis corneal y nervio óptico


Aitor Lanzagorta Aresti y Cristina Peris Martínez

Sumario del capítulo

Introducción 221 Histéresis corneal y biomecánica del nervio óptico  223


Modelos para el estudio biomecánico del nervio óptico  222 Bibliografía 226

Resumen
La etiopatogenia de la enfermedad glaucomatosa se ha descrito clásicamente mediante
una teoría vascular y mecánica. Actualmente se tiende a pensar en modelos, concibien-
do la cabeza del nervio óptico como una estructura biomecánica. En la última década
han surgido diferentes aproximaciones para entender el ambiente biomecánico del nervio
óptico: modelos finitos informáticos, estudios anatomopatológicos en animales y la ob-
servación clínica del nervio óptico mediante el HRT o la OCT. El modelo biomecánico
del daño glaucomatoso apunta a que una lámina cribosa que no sea capaz de disipar la
energía podría transmitir esa presión al interior, dañando los axones del nervio óptico.
Por tanto, la medición de la «debilidad» del nervio óptico nos ayudaría a identificar
aquellos sujetos más susceptibles al daño.

Introducción supone el aumento de la presión intraocular y la deforma-


ción local consecuente del tejido son los parámetros de-
La cabeza del nervio óptico supone un punto de ruptura terminantes de las alteraciones del tejido de sostén que
y debilidad de la cubierta corneoescleral desde un punto conducirán a la típica excavación glaucomatosa, de las
de vista biomecánico. Los nuevos modelos de la patoge- células ganglionares y del aporte sanguíneo. Además,
nia del daño glaucomatoso apuntan a la lámina cribosa aborda la susceptibilidad individual del nervio óptico de
como el lugar donde se produciría la agresión a las célu- cada paciente a la presión intraocular (PIO), intentando
las ganglionares, por lo que el comportamiento estructu- explicar por qué algunos pacientes con una PIO normal
ral y funcional de la misma merece un análisis detallado desarrollan glaucoma (glaucoma normotensivo) y otros
(figs. 18-1 y 18-2). con una PIO elevada permanecen sin enfermedad. Tam-
La lámina cribosa es una compleja estructura tridimen- bién podría estar relacionado con el hecho bien conocido
sional de vigas de tejido colágeno que protegen los axones de que pacientes con la PIO controlada tras tratamiento o
de las células ganglionares en su viaje hasta el cuerpo intervención quirúrgica siguen progresando (1-3).
geniculado lateral. Una intrincada red vascular se distri- De una manera muy gráfica, podríamos entender la lá-
buye por estos pilares flexibles y la esclerótica adyacente mina cribosa y la esclerótica adyacente como la carrocería
para el correcto aporte de oxígeno a la región laminar. de un coche. Cuando se produce un impacto (aumen­to de
Clásicamente se habían descrito una teoría vascular y me- la PIO), el chasis debería ser capaz de absorber esa ener-
cánica de la enfermedad glaucomatosa, aunque hoy en día gía y disiparla por las paredes para que no se transmita al
se tiende a pensar en un modelo más global e interactivo, interior del vehículo (axones) y se produzca un daño. Para
concibiendo la cabeza del nervio óptico como una estruc- explicar las diferencias individuales de la resistencia del
tura biomecánica. Este modelo asume que la fuerza que nervio óptico al cambio barométrico, podríamos conti-
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

221
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

de la cabeza del nervio óptico. Para ello desarrollaron tres


modelos: un primer modelo donde se representaba la lá-
mina cribosa, el tejido neural prelaminar y poslaminar y
la esclerótica (en representación de la córnea); en un se-
gundo modelo se añade la arteria central de la retina, y en
el último modelo también se tiene en cuenta la piamadre
y una esclerótica peripapilar más fina (4-7).
Se aplicaron cambios de presión en los modelos de 0 a
50 mmHg (milímetros de mercurio) y se asumió una pre-
sión de 80 mmHg en la arteria central de la retina para el
modelo 2 y un rango desde 0 a 15 mmHg de presión en
el líquido cefalorraquídeo representado en la piamadre
en el modelo 3. Cuando la PIO aumenta a 50 mmHg, se
produce una rotación de la esclerótica que conduce a un
estiramiento de la lámina cribosa.
Este estiramiento es máximo cuando el canal escleral
es más grande y el canal peripapilar más fino, como se
observa en el modelo 3.
De este trabajo se extraen cuatro conclusiones:

Figura 18-1  Representación de la estructura de la lámina 1. La deformación de la superficie vitreorretiniana


cribosa. no necesariamente traduce una deformación en la
superficie anterior de la lámina cribosa.
2. Cuando existe un aumento de la PIO, se producen
nuar con el mismo símil. Está bien demostrado hoy en día cambios importantes en la deformación de la
con las pruebas de impacto que los coches antiguos, muy lámina cribosa (incluso sin considerar el efecto
rígidos, sufrían poca deformación, pero toda la fuerza se magnificador de la microarquitectura de la lámina
transmitía al interior. Los coches más modernos, de apa- cribosa). El estiramiento de la lámina cribosa
riencia más endeble, sufren una deformación muy impor- podría conducir a una disrupción del transporte
tante, porque la carga se distribuye por toda la carrocería, axónico como consecuencia de las alteraciones del
evitando que el interior sufra. citoesqueleto y la pérdida de microtúbulos.
También otras funciones celulares podrían estar
alteradas, como la adhesión celular, el transporte
transmembrana, así como la formación de ARN
Modelos para el estudio (ácido ribonucleico). Downs et al. consideran un
biomecánico del nervio óptico nivel de deformación fisiológico en la esclerótica

Por desgracia, el estudio biomecánico en la lámina cribo-


sa es bastante complicado, y la ley de Laplace, que utili-
zamos normalmente para valorar la relación de presiones
entre dos tejidos (p. ej., para los vasos sanguíneos), es
difícilmente aplicable por la complejidad tridimensional
del tejido conectivo de la lámina cribosa y su microes-
tructura fibrilar anisotrópica.
Por eso, en la última década han surgido diferentes
aproximaciones para entender el ambiente biomecánico
del nervio óptico, como modelos finitos informáticos,
estudios anatomopatológicos en animales y, finalmente,
observación clínica del nervio óptico mediante el HRT
(Heidelberg retina tomograph o tomografía confocal del
nervio óptico) o la tomografía de coherencia óptica (OCT,
optical coherence tomography).
Sigal et al. usaron un modelo finito para cuantificar la
fuerza inducida por la PIO y la deformación resultante en
la cabeza del nervio óptico. El objetivo era investigar los
efectos de la esclerótica peripapilar y el tejido neural pre- Figura 18-2  Representación de un modelo biomecánico del
laminar y poslaminar en el ambiente biomecánico global nervio óptico.

222
Capítulo 18  |  Histéresis corneal y nervio óptico

entre 0 y 1%, advirtiendo que valores superiores a la lámina cribosa y el espesor del canal neural. Estos au-
3,5% podrían ser patológicos. tores observan que, tras la bajada de la PIO con la trabe-
3. La deformación de la lámina cribosa se afecta culectomía, se produce una descompresión de la lámina
principalmente por la distensibilidad de la y el tejido prelaminar, aumentando su espesor, así como
esclerótica y, en menor medida, por la una anteriorización de ambas estructuras (11).
distensibilidad de la propia lámina cribosa, el
tejido neural y la piamadre. El otro factor
importante es el tamaño del canal escleral.
4. La vasculatura central de la retina tiene muy poco Histéresis corneal y biomecánica
efecto en la biomecánica de la cabeza del nervio del nervio óptico
óptico.
Ya hemos mencionado anteriormente los movimientos
Sigal et al. estudiaron los cinco elementos más rele- que se producen en el nervio óptico con los cambios de
vantes para la biomecánica del nervio óptico. De mayor presión. El modelo biomecánico del daño glaucomatoso
a menor importancia, son: la rigidez escleral, el tamaño apunta a que una lámina cribosa y una esclerótica peripa-
del ojo, la PIO, la rigidez de la lámina cribosa y el grosor pilar que no sean capaces de disipar la energía podrían
de la esclerótica (8). transmitir esa presión al interior de la lámina cribosa,
Downs et al. desarrollaron un modelo tridimensional dañando los axones y las células de sostén. Por tanto, la
con nervios ópticos de mono apreciando, sobre todo, una medición de la «debilidad» del nervio óptico nos ayuda-
expansión del canal neural con menor desplazamiento de ría a identificar aquellos sujetos más susceptibles al daño.
la lámina cribosa, generándose fuerzas de deformación Actualmente no somos capaces de medir las caracte-
sustanciales tanto en la esclerótica peripapilar como en la rísticas biomecánicas del nervio óptico, aunque podría-
propia lámina (9,10). mos intentar extrapolarlas de otros tejidos oculares. El
Lee et al. utilizan la OCT de dominio espectral con más estudiado es la córnea y, aunque ambas estructuras
tecnología de imagen de profundidad aumentada (EDI, no tienen un origen embriológico común, es interesante
enhanced depth image) para poder visualizar directamen- definir varios conceptos para entender los paralelismos.
te la lámina cribosa y del tejido prelaminar tras el descen- Los sólidos elásticos son aquellos que se deforman, pero
so de la PIO mediante trabeculectomía (fig. 18-3). En vuelven a su posición inicial sin pérdida de energía. Los
primer lugar, definen el concepto de apertura del canal líquidos, sin embargo, tienen un comportamiento viscoso,
neural como la distancia existente entre los límites de la se deforman sin ser capaces de volver a su posición inicial.
membrana de Bruch al llegar a la papila. A partir de esta Los elementos viscoelásticos son capaces de deformarse y
medida, describen el desplazamiento de la lámina cribo- volver a su posición inicial, pero con un coste de energía
sa, el desplazamiento del tejido prelaminar, el espesor de que se pierde en forma de calor, a lo que denominamos

411 µm

397 µm
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 18-3  Imagen de la lámina cribosa mediante OCT con tecnología de profundidad aumentada.

223
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

histéresis. Desde otro ángulo, la histéresis es la capacidad cientes, hallaron que una histéresis corneal baja se asocia
de absorción y de disipación de la energía. La córnea es un con una mayor progresión del nervio óptico, donde pacien-
tejido viscoelástico donde, a grandes rasgos, las caracterís- tes con una CH de 9 mmHg no progresaban, mientras que
ticas elásticas las aporta el colágeno y las viscosas la matriz aquellos con una CH de 7,5 mmHg tenían una progresión
extracelular y, aunque diferentes de la lámina cribosa, com- constatable en la campimetría (13).
parten semejanzas, como el colágeno tipo I. En un estudio prospectivo realizado por Wells et al. en
Con la aparición del analizador de respuesta ocular 100 sujetos (38 con glaucoma, 62 sin glaucoma) se anali-
(ORA, Ocular Response Analyzer) se empezaron a estu- zaron la histéresis ocular con el ORA, el espesor corneal,
diar diferentes parámetros relacionados con la biomecá- la longitud axial y la distensibilidad de la superficie del
nica de la córnea y su relación con diferentes patologías nervio óptico. Para medir este último parámetro se elevaba
oculares. Los parámetros más relevantes que nos propor- la PIO con un anillo de succión modificado para LASIK
ciona el ORA serían: hasta una media de 64 mmHg durante unos 30 s. Con el
tomógrafo retiniano de Heidelberg (HRT) se analizaba la
• CH o histéresis corneal: es la capacidad de disipar superficie del nervio óptico midiendo los cambios que se
la energía. Siguiendo el ejemplo mencionado producían en la profundidad media de la copa antes y des-
previamente, sería el chasis del coche, encargado pués de la elevación de la PIO. Encontraron que los ner-
de absorber el impacto. vios ópticos con mayor histéresis estaban asociados con
• CRF o factor de resistencia corneal: representa la una mayor deformación bajo una elevación aguda de la
resistencia en conjunto de la córnea. Ante un PIO, pero solo en los sujetos con glaucoma. Si el nervio
choque, la resistencia global no solo vendría óptico fuera más rígido, una fuerza aplicada produciría
determinada por el chasis, sino también por el menos movimiento de la lámina cribosa, es decir, traduci-
grosor de la carrocería (espesor corneal) o de la ría una deformabilidad menor. Si la rigidez se debe a un
fuerza contraria que ejerza el interior (PIO), entre crosslinking entre las fibras colágenas de la lámina cribosa,
otros factores. la rigidez se asocia a una menor histéresis (14).
• IOPg: representaría una PIO similar a la obtenida Gracias a la mayor accesibilidad de la lámina cribosa
mediante la tonometría de Goldmann. por imagen con las nuevas OCT, realizamos un estudio en
• IOPcc: sería la PIO corregida teniendo en cuenta la FOM (Fisabio Oftalmología Médica) para relacionar la
la histéresis corneal (12). CH y el desplazamiento del nervio óptico (15). El grupo a
estudio estaba compuesto por 28 pacientes con glaucoma
Se ha observado en diversos estudios que existen situa- que no habían sido tratados previamente, y el grupo con-
ciones donde la histéresis se encuentra disminuida, tradu- trol, por 18 pacientes sin enfermedad. En una primera vi-
ciendo una alteración o patología del tejido. Por ejemplo, sita se midió la paquimetría, la PIO con tonómetro de
tanto en el queratocono como en la distrofia de Fuchs, la Goldmann, la CH mediante el ORA, el campo visual me-
histéresis corneal es menor que en sujetos normales, a pe- diante el campímetro de Humphrey (Humphrey Field
sar de que la paquimetría está reducida en el queratocono Analyzer II 750; 24-2 Swedish Interactive Threshold Al-
y aumentada en la distrofia. También está disminuida con gorythm: Carl Zeiss Meditec, Dublin, CA, EE. UU.) y las
la edad avanzada, donde existe mayor rigidez y el querato- papilas fueron examinadas usando el OCT Spectralis (Hei-
cono con mayor elasticidad, existiendo un comportamien- delberg Engineering GmbH, Heidelberg, Alemania) con la
to alterado. Las observaciones realizadas en pacientes con tecnología EDI. Realizamos todas las medidas en una de
glaucoma también revelan una disminución progresiva de las secciones y las analizamos con Autocad 12.0 (Auto-
la histéresis corneal cuanto más avanzada está la enferme- desk Inc., San Rafael, CA, EE. UU.). Las distancias que se
dad. De Moraes et al., en un estudio realizado en 153 pa- midieron eran la apertura del canal neural (fig. 18‑4), la

Figura 18-4  Apertura del canal neural.

224
Capítulo 18  |  Histéresis corneal y nervio óptico

Figura 18-5  Distancia entre las capas internas de la retina y la membrana de Bruch en la región temporal y nasal.

distancia entre la capa más interna de la retina y la mem- rencias en cuanto a las medidas en el grupo control,
brana de Bruch en tres puntos ­temporales y tres nasales mientras que fueron significativas (p < 0,05) en el grupo
(T1, T2, T3, N1, N2 y N ­ 3) (fig. 18‑5). También determina- a estudio para el espesor de la lámina cribosa, la distan-
mos el espesor de la lámina cribosa (fig. 18-6), del tejido cia de la apertura del canal neural hasta la lámina cribo-
prelaminar (fig. 18-7), la distancia de la apertura del canal sa, la distancia hasta el tejido prelaminar y el cambio de
neural hasta el tejido prelaminar (fig. 18-8), hasta la lámina superficie del canal. La lámina cribosa aumenta su es-
cribosa (fig. 18-9) y la diferencia de superficie en el canal pesor 27,53 µm (21%), se produce un movimiento an­
neural antes y después del tratamiento (fig. 18-10). El gru- terior de 18,95 µm (7%) de la lámina cribosa y de
po a estudio se trató con travoprost (Travatan®, Alcon La- 14,35 µm (5%) del tejido prelaminar. Por tanto, en este
boratories Inc., Forth Worth, TX, EE. UU.) durante 1 se- estudio existe un movimiento de descompresión de la
mana y se volvieron a realizar todas las pruebas tras lámina cribosa, así como un movimiento anterior tanto
1 semana tanto en el grupo a estudio como en el grupo de la lámina cribosa como del tejido prelaminar. Cuando
control. Para asegurarnos de que estábamos realizando las relacionamos todos los parámetros del movimiento con
medidas en la misma localización exacta en las visitas la paquimetría, la histéresis corneal, la edad, la PIO ini-
sucesivas, utilizamos el modo follow up o de seguimiento cial y su descenso tanto en valores absolutos como en
de la OCT. porcentaje hallamos que existe una correlación estadís-
La PIO inicial en el grupo a estudio era de 27,67 ± ticamente significativa tanto con la edad como con la
4,56 mmHg y de 18,25 ± 4,5 mmHg en el grupo control. histéresis corneal, de manera que, a mayor edad, menor
Tras 1 semana de tratamiento, la PIO en el grupo a es- es el desplazamiento, y a menor histéresis corneal, ma-
tudio descendió hasta 20,91 ± 6,73 mmHg y era de yor es el desplazamiento. Resulta curioso que no exista
19,15 ± 5,1 mmHg en el grupo control. No hubo dife- relación entre movimiento y descenso de la PIO como
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 18-6  Espesor de la lámina cribosa. Figura 18-7  Espesor del tejido prelaminar.

225
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

en otros estudios, si bien es verdad que el descenso era


muy importante tras trabeculectomía, que era la técnica
empleada en esos estudios, y era más discreta en el
nuestro, al utilizar tratamiento médico. Estos resultados
concuerdan con los modelos teóricos ya mencionados,
donde los ojos con una histéresis más elevada sufren un
desplazamiento más importante, que los autores sugie-
ren como una mejor adaptación a los cambios de la PIO
disipando la energía sin que se dañen los axones.

Figura 18-8  Distancia desde la apertura del canal neural BIBLIOGRAFÍA


hasta el tejido prelaminar.
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15. Aitor Lanzagorta Aresti. Modificación de la histéresis corneal
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Figura 18-10  Diferencia del canal neural antes (línea ver- del nervio óptico (Tesis doctoral). Valencia: Universidad de
de) y después (línea roja) del tratamiento. Valencia, 2013.

226
Capítulo 19

Biomecánica corneal
y otras patologías oculares

Sumario del capítulo


19.A Influencia del pterigion en la arquitectura Biomecánica corneal en las conectivopatías
y biomecánica corneales  228 inflamatorias  237
Introducción 228 Artritis reumatoide  238
Síndrome de Sjögren  239
Pterigion: histología, clasificación y cambios morfológicos
Esclerosis sistémica  239
corneales 228
Lupus eritematoso sistémico  240
Tratamiento quirúrgico del pterigion  229 Otras patologías inflamatorias  240
Cambios biomecánicos ocasionados por la cirugía
Bibliografía  240
del pterigion  230
19.D Influencia de los factores hormonales
Bibliografía  232
en la biomecánica corneal  241
19.B Biomecánica corneal en el síndrome del párpado Modificaciones corneales asociadas a las hormonas
laxo 233 sexuales  241
Bibliografía  235 Modificaciones corneales asociadas a las hormonas
tiroideas  242
19.C Biomecánica corneal en las conectivopatías
y enfermedades hereditarias del colágeno  235 Modificaciones en la biomecánica corneal
en la diabetes  243
Introducción  235
Biomecánica corneal en las enfermedades hereditarias Bibliografía  244
del colágeno  236

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227
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

19.A Influencia del pterigion en la arquitectura


y biomecánica corneales
Antonio J. Mateo Orobia, Constanza M. Caramello Álvarez, Diana Pérez García,
Juan Ibáñez Alperte y M.ª Ángeles del Buey Sayas

Resumen
El pterigion es una proliferación fibrovascular que invade la córnea, pudiendo producir
cambios tanto en su arquitectura como en su biomecánica. El tamaño y actividad del
pterigion se relacionan directamente con la sintomatología y cambios morfológicos que
provoca. Su escisión, con posterior plastia conjuntival con injerto libre, puede provocar
algunos cambios de determinados parámetros biomecánicos. La exploración posquirúr-
gica con el ORA nos proporciona estos cambios y refleja una estimación más real de la
PIO en el postoperatorio inmediato de esta cirugía.

Introducción rar la morfología anatómica normal de los pliegues


carunculares. La presencia de estos signos, además,
El pterigion (fig. 19-1) es una enfermedad de la superfi- predispone a la aparición de una recidiva posquirúrgi-
cie ocular relativamente frecuente, sobre todo en países ca (11).
con un número elevado de horas de exposición a la luz También se puede clasificar el pterigion en función de
solar (1). A la insuficiencia límbica parcial existente en su severidad (13,14), considerando como tipo 1 al pteri-
esta patología, se añade la proliferación de un tejido fi- gion primario de pequeño tamaño, como tipo 2 al prima-
brovascular que invade la córnea, y que puede producir rio avanzado o al recurrente sin invasión de la zona ópti-
cambios tanto en su arquitectura como en su biomecá- ca, y como tipo 3 a los primarios o recurrentes que
nica. invaden la zona óptica. En estos últimos es donde se
pueden apreciar características más agresivas, con exten-
siones mayores de 4 mm que pueden alcanzar el eje pu-
Pterigion: histología, pilar. Estos casos suelen presentar una mayor infiltración
estromal, con importante fibrosis subconjuntival que pue-
clasificación y cambios de ocasionar limitación de los movimientos oculares, e
morfológicos corneales incluso simbléfaron.
Como cualquier patología que provoca deformidad
Histopatológicamente, se observa la existencia de una corneal, el pterigion puede ocasionar cambios astig­
degeneración elastótica conjuntival con cambios en la máticos en su crecimiento, con la inducción de un as­
matriz extracelular (2-4). El fenotipo de los fibroblastos tigmatismo regular o irregular, que determine una dis-
activados, presentes en esta patología, tiene un alto índice minución de la mejor agudeza visual corregida y un
proliferativo y se acompaña de múltiples mediadores in- empeoramiento en la calidad visual (15-18). Topográfi-
flamatorios, enzimáticos y angiogénicos (5-12). camente, se suele apreciar un aplanamiento del radio
El grado de actividad del pterigion condicionará su corneal sobre el que crece el pterigion y un desplaza-
morfología. La forma atrófica es más común en pacien- miento del ápex en sentido contrario por «aplastamien-
tes de edad avanzada. Las formas carnosas son pro- to» de la córnea (fig. 19-2) (19-22). Es lógico pensar
pias de sujetos jóvenes y más frecuentes en habitantes que, a mayor área de crecimiento y tamaño del pteri-
de países próximos al ecuador terrestre. La presencia de gion, mayor es el astigmatismo que puede generar. La
una mayor actividad inflamatoria se relaciona con la anchura repercute algo más que la longitud en la mag-
existencia de más síntomas irritativos de la superficie nitud del cambio astigmático generado (23), como se
ocular, así como una mayor disfunción de la película muestra en las tablas 19-1 y 19-2.
lagrimal. También se asocia con una proliferación más La invasión corneal del pterigion puede ocasionar la
rápida, ocasionando un crecimiento tisular de mayor ruptura de la membrana de Bowman y penetrar en el es-
longitud y anchura, provocando una mayor desestruc- troma superficial, ocasionando la sustitución del tejido
turación de la superficie ocular, que puede llegar a alte- colágeno transparente por tejido fibrótico producido por

228
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

Tratamiento quirúrgico
del pterigion
La cirugía del pterigion exige realizar una separación de
su cabeza, que avanza sobre la córnea, y la extirpación del
tejido inflamatorio y fibrovascular que se extiende por la
capa de Tennon bajo la conjuntiva.
La escisión del pterigion puede ser simple, con o sin
cierre de la herida conjuntival resultante, o combinada
con una técnica reconstructiva de la superficie conjunti-
val. Para conseguir una mejor reconstrucción de la super-
ficie ocular, sobre todo en casos de defectos extensos,
puede completarse la escisión de la cabeza y cuerpo del
pterigion con una plastia conjuntival, con un injerto libre
de conjuntiva, o con un trasplante de membrana amnióti-
Figura 19-1  Imagen de pterigion primario. ca (24,25).
La técnica quirúrgica que menos tasa de recidivas sue-
le asociar es la que emplea un autoinjerto de conjuntiva,
los fibroblastos. Esta porción anterior del estroma, que prescindiendo de suturas para su fijación a la esclerótica,
presenta un mayor entramado de fibras colágenas, contri- mediante el uso de un adhesivo de fibrina (fig. 19-3).
buye en mayor medida a la resistencia corneal que el es- Pero, sea cual sea la técnica, el «arrancamiento» de la
troma posterior. cabeza produce una queratectomía sectorial que puede
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Figura 19-2  Cambios topográficos inducidos por la invasión corneal del pterigion. Topografía Orbscan con presentación de
mapa de elevación anterior (arriba, izquierda), mapa de elevación posterior (arriba, derecha), mapa queratométrico tangencial
(abajo, izquierda) y mapa paquimétrico (abajo, derecha). Se aprecia un aplanamiento del radio corneal sobre el que crece el pteri-
gion (flecha azul) y un desplazamiento del ápex en sentido contrario por «aplastamiento» de la córnea (flecha roja).

229
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 19-1  T
 abla de Oner de astigmatismo medio exéresis simple con posterior aplicación de mitomici-
generado por diferentes medidas na C, apreciaron también una disminución de CH pero sin
de longitud máxima alcanzada diferencias estadísticamente significativas (27). Gros,
por el pterigion además, encontró diferencias sustanciales con el ojo adel-
fo en cuanto a la reducción de los valores de histéresis
Longitud (mm) Astigmatismo (D)
producida por el crecimiento del pterigion, que nosotros
<2 0,88 ± 0,31 no hemos evidenciado en la exploración de nuestros pa-
2-3 1,32 ± 0,76 cientes.
3-4 2,18 ± 1,02
En cuanto a las medidas del factor de resistencia cor-
neal (CRF), tras un discreto aumento a la semana, encon-
>4 1,32 ± 1,27
tramos valores sin apenas cambios al mes del postopera-
Tomado de referencia 23. torio, pero sí con una menor dispersión de los valores
encontrados, reflejando una normalización de la muestra
con cifras aproximadas de 8 a 12 de CRF (fig. 19-5).
Tabla 19-2  T
 abla de Oner de astigmatismo medio
La valoración global de los resultados biomecánicos y
generado por diferentes medidas de PIO obtenidos en nuestro estudio se representa en la
de anchura máxima alcanzada figura 19-6. La CH es una medida de la resistencia diná-
por el pterigion mica y reflejo de las propiedades viscoelásticas cornea-
les. Nuestros resultados muestran una reducción de la CH
Anchura (mm) Astigmatismo (D) tras la cirugía como indicador de un cambio adquirido en
<2 0,82 ± 0,61 las condiciones biomecánicas de la córnea. En cuanto al
CRF, medida de resistencia estática a la deformación, es
2-3 1,42 ± 0,74
un valor íntimamente relacionado con el grosor corneal
>3 2,78 ± 1,17 (28). Su ligero aumento a la semana de la intervención
Tomado de referencia 23. quirúrgica de pterigion puede estar asociado con el com-
portamiento de una córnea sana ante situaciones de dis-
creto edema corneal, del mismo modo que se observa con
modificar las propiedades biomecánicas corneales, y que el edema corneal transitorio producido después de una
además rompe la barrera epitelial y de la película lagri- cirugía de catarata (29-30). Además, se aprecia un
mal. Esto puede ocasionar cierto grado de melting o la ­aumento postoperatorio de los valores de PIO, tanto la
aparición de un Dellen corneal que alterará más la arqui- equivalente a Goldmann (IOPg) como la compensada con
tectura de esa zona (26). las propiedades biomecánicas corneales (IOPcc), siendo
mayor el aumento de la IOPcc que muestra una relación
inversa con los valores de CH descendidos, y puede estar
Cambios biomecánicos relacionado con el tratamiento corticoideo tópico posto-
peratorio al que se someten estos pacientes. Ambas varia-
ocasionados por la cirugía bles (CH y IOPcc) han demostrado dependencia bidirec-
del pterigion cional, mostrando una correlación negativa entre ambas
en otro tipo de patologías y tras la práctica de cirugía
Para conocer el efecto de esta patología sobre las propie- refractiva (31-33).
dades biomecánicas corneales, realizamos, en nuestro La CH, que no debería modificarse por el cambio as-
Servicio de Oftalmología, un estudio prospectivo inter- tigmático corneal posquirúrgico (34), sí podría verse in-
vencional sobre pacientes con pterigion que iban a ser fluenciada por la resección del tejido fibrovascular que
intervenidos mediante técnica de exéresis y autoinjerto invadía la córnea y por el aumento de la PIO postopera-
conjuntival con adhesivo de fibrina. Realizamos explora- toria. Del mismo modo, los valores bajos de CH infraes-
ciones con el ORA de forma previa a la cirugía, a la se- timan la toma convencional de la PIO por tonometría de
mana y al mes de la intervención, con la determinación aplanación de Goldmann (TAG) y la IOPg, mostrando
de los parámetros de histéresis corneal (CH), factor de unos valores más elevados de IOPcc (30,33), como ocurre
resistencia corneal (CRF), así como los valores de pre- en nuestro estudio.
sión intraocular (PIO) que proporciona el dispositivo, En este estudio, los valores de CH y CRF pre- y posto-
PIO equivalente a Goldmann (IOPg o PIOg) y PIO com- peratorios se encuentran en la horquilla de valores que
pensada (IOPcc o PIOcc) con las propiedades biomecá- podemos considerar normales (31). Los resultados obser-
nicas corneales. vados respecto al CRF, en los que no se muestran cam-
El análisis de los datos revela una disminución de la bios, son congruentes con los cambios biomecánicos
CH 1 mes después de la cirugía respecto a los datos observados tras cirugía refractiva con láser excimer (LA-
preoperatorios (fig. 19-4). En un estudio piloto similar SIK, PRK, etc.), en los que la disminución del CRF tiene
realizado por Gros-Otero et al., en el que realizaban un relación directa con la disminución del espesor cor-

230
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

Figura 19-3  Imágenes poscirugía


del pterigion. A. Imagen postoperatoria
a la semana de la cirugía del pterigion,
mediante la práctica de autoinjerto con-
juntival con adhesivo de fibrina, tras la
exéresis del pterigion. B. Imagen del
A B postoperatorio a las 3 semanas.

15

14

13

12

11

10

8
Figura 19-4  Representación de los
7 valores de histéresis corneal (CH) en
milímetros de mercurio. Disminución
6
de la CH al mes de la cirugía del pteri-
5 gion. La flecha discontinua roja indica
CH pre CH 1 semana CH 1 mes la tendencia promedio de la muestra.

15

14

13

12

11

10
Figura 19-5  Representación de los
9 valores de factor de resistencia corneal
(CRF) en milímetros de mercurio. La
8
flecha discontinua roja indica la ten-
7 dencia promedio de la muestra. Se pue-
de apreciar una variación transitoria del
6
CRF a la semana postoperatoria y una
5 mayor agrupación de valores al mes
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

CRF pre CRF 1 semana CRF 1 mes postoperatorio.

neal (31,32), ya que el espesor corneal no se ve alterado En conclusión, tras la cirugía del pterigion cabe esperar
en la cirugía del pterigion. Sin embargo, esta relación una leve disminución de la histéresis corneal en el posto-
directa con el espesor existe en casos de córneas biome- peratorio, no así del CRF, que apenas muestra variación.
cánicamente normales, ya que en córneas patológicas con Esto nos hace pensar que la invasión local de este tejido
edema, como pueden ser las distrofias endoteliales, el fibrovascular en el estroma anterior corneal puede actuar
CRF muestra una correlación inversa al espesor corneal como refuerzo biomecánico que se elimina tras su exéresis
(mayor espesor por edema, menor CRF), como se desta- quirúrgica, debilitando sus propiedades de viscoelastici-
ca en el capítulo 12 de esta monografía (35). dad. Esta disminución del CH postoperatorio puede influir

231
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

19

17

15

13

11

Figura 19-6  Relación de los pará-


metros biomecánicos y de PIO obteni-
dos con el ORA. Se representan los 5

valores medios de los parámetros bio- Preoperatorio 1 semana 1 mes


mecánicos histéresis corneal (CH) y
factor de resistencia corneal (CRF), así
como la PIO equivalente a Goldmann
(IOPg) y PIO compensada (IOPcc), de- CH IOPcc
terminados con el ORA en el pre- y CRF IOPg
postoperatorio de la cirugía de pterigion.

en la toma de la presión intraocular, que podría estar in- 7. Di Girolamo N, Coroneo MT, Wakefield D. Active matrilysin
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Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

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19.B Biomecánica corneal en el síndrome del párpado


laxo
M.ª Jesús Muniesa Royo, Ana March de Ribot, Valentín Huerva Escanilla,
Manuel Sánchez de la Torre y Ferrán Barbé Illa

El síndrome del párpado laxo (SPL) es una patología in- Determinar las propiedades biomecánicas corneales
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fradiagnosticada de patogénesis no aclarada, que se ca- en el SPL puede contribuir a explicar la relación entre el
racteriza por una laxitud de los párpados superiores, que SPL y otras condiciones oculares asociadas.
se evierten fácilmente con una simple tracción manual, y El Ocular Response Analyzer (ORA®), analizando la
por una conjuntivitis papilar crónica superior (fig. 19-7). deformación de la córnea tras un impulso de aire, pro-
Desde su descripción inicial por Culbertson y Ostler en porciona información sobre las propiedades viscoelás-
1981 (1), el SPL se ha relacionado con condiciones sisté- ticas de la misma. La histéresis corneal (CH) y el factor
micas, como el síndrome de apnea obstructiva del sue- de resistencia corneal (CRF), principales parámetros
ño (SAOS) (2,3), y con patología ocular, como el glauco- biomecánicos calculados por el ORA®, han sido estudia-
ma (4), y el queratocono (5) (fig. 19-8). No está resuelto dos en diferentes patologías oculares. Dado que se han
si el SPL y estas otras patologías están casualmente aso- descrito alteraciones en las propiedades biomecánicas
ciadas, comparten factores de riesgo o tienen una causa corneales en el queratocono y en el glaucoma, el estudio
fisiopatológica común. de las propiedades biomecánicas de la córnea en el SPL

233
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

OD OD OS

A B C
Figura 19-7  Síndrome del párpado laxo. A. El párpado superior presenta una laxitud aumentada y fácil eversión con una sim-
ple tracción manual, así como una conjuntivitis papilar crónica superior. B. Hiperlaxitud del párpado inferior. C. Blefaroptosis y
ptosis de pestañas asociadas al síndrome del párpado laxo.

permite profundizar en la relación del SPL con estas SPL existen unos cambios estructurales adicionales en
condiciones oculares. otras estructuras oculares, como la córnea, que podrían
Nuestro grupo de trabajo ha estudiado las propiedades explicar la relación del SPL con el queratocono y el glau-
biomecánicas de la córnea en pacientes con SPL, compa- coma. Se ha publicado que una CH baja se asocia a mayor
rándolos con pacientes sin SPL (28.º Congreso de la SE- progresión glaucomatosa (6), y que la CH y el CRF pueden
COIR, Barcelona, 2013). Se incluyeron 208 ojos de constituir factores de riesgo independientes de la presión
107 pacientes: 72 ojos con SPL y 136 sin SPL. El estudio en el glaucoma (7). Por otro lado, los parámetros de bio-
de la biomecánica corneal se realizó mediante el ORA®. mecánica corneal son estadísticamente más bajos en pa-
Se excluyeron del estudio los pacientes con glaucoma y cientes con queratocono comparados con controles sanos
queratocono. Los principales datos analizados fueron la (8,9). Estos datos apoyan la hipótesis de que factores cor-
CH, el CRF, el grosor corneal central, la presión intraocu- neales, como una CH baja, pueden constituir un factor de
lar de Goldmann (IOPg) y la PIO compensada a la córnea riesgo para glaucoma y queratocono en pacientes con SPL.
(IOPcc). Dada la asociación entre el SPL y el síndrome de Las características corneales, como parte del globo ocular,
apnea del sueño (SAS), se determinó el índice de apnea- podrían ser un factor predictivo de las características de la
hipopnea (IAH) mediante polisomnografía. Los resultados lámina cribosa y/o de la malla trabecular. En pacientes con
mostraron que los pacientes con SPL presentaban unos SPL, una CH más baja podría ser un factor de riesgo de
valores de CH significativamente más bajos cuando eran glaucoma debido a una determinada respuesta corneoes-
comparados con sujetos sin SPL. La CH en los ojos con cleral al estrés de la presión intraocular. Recientemente, ha
SPL fue de 9,51 ± 1,56 mmHg, y en los ojos sin SPL sido publicado que los pacientes con queratocono tienen
fue de 11,66 ± 9,11 mmHg (p = 0,028). El CRF fue de incrementada la laxitud de sus párpados (10). Una CH más
10,02 ± 2,08 mmHg en los pacientes con SPL y de 11,21 ± baja en el SPL podría ser una evidencia de la hipótesis
5,36 mmHg en los ojos sin SPL (p = 0,06). No se encon- etiológica del queratocono en el SPL y contribuir a expli-
traron diferencias estadísticamente significativas en el res- car la relación entre estas patologías oculares.
to de variables estudiadas. Estos datos sugieren que en el Una de las asociaciones más importantes del SPL es el
SAOS (2,3). Se ha observado que el tejido de la úvula de
los pacientes con SAOS presenta una pérdida de fibras
elásticas (11). Se ha descrito un patrón de depleción de
OD fibras elásticas en el tejido conectivo tarsal en pacientes
con SPL (12). Culbertson y Ostler (1) mantuvieron la
hipótesis de que una alteración subyacente del tejido co-
nectivo podría ser la responsable de la hiperlaxitud pal-
pebral en el SPL. La disminución de las fibras elásticas
descritas en el SPL y en el SAOS podría relacionarse con
algunas características presentes en otras estructuras ocu-
lares, como la córnea. Los hallazgos de una CH más baja
en pacientes con SPL corroboran esta hipótesis.
Por lo tanto, los resultados encontrados en el estudio de
biomecánica corneal en pacientes con síndrome del pár-
pado laxo, caracterizados por una CH más baja, sugieren
que cambios estructurales adicionales pueden estar pre-
Figura 19-8  Queratocono con hydrops corneal en paciente sentes en los pacientes con SPL, contribuyendo a explicar
con síndrome del párpado laxo. la asociación entre el SPL y otras patologías oculares.

234
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

7. Kaushik S, Pandy SS, Banger A, Aggarwal K, Gupta A.


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19.C Biomecánica corneal en las conectivopatías


y enfermedades hereditarias del colágeno
M.ª Ángeles del Buey Sayas, Paula Casas Pascual, Cristina Peris Martínez, Nancy Cruz Neyor
y Enrique Mínguez Muro

Resumen
Las enfermedades del colágeno comprenden un grupo heterogéneo de alteraciones cuya
naturaleza puede ser hereditaria o adquirida. La llegada del Ocular Response Analyzer
(ORA) ha proporcionado la posibilidad de medir ciertos parámetros físicos/biomecánicos
a nivel corneal, que podrían estar ligados a las alteraciones que presentan este tipo de
patologías. Se han detectado variaciones de las características biomecánicas que debe-
mos considerar cuando determinemos los valores de presión intraocular (PIO) por tono-
metría de aplanación de Goldmann (TAG) en estos pacientes, ya que existe una tendencia
a la infraestimación, salvo en la esclerodermia. El ORA puede proporcionar un valor de
PIO más real en su determinación de la PIO compensada (IOPcc) en los pacientes con
conectivopatías, independientemente de su etiología. Además, a la vista de estos resul-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tados, la realización de tratamientos refractivos corneales deberá ser minuciosamente


estudiada y considerada en este tipo de pacientes.

Introducción la esclerótica (64%), y el cartílago (50%). Son los princi-


pales elementos estructurales de la matriz extracelular,
Los colágenos son las proteínas más abundantes en los proporcionando la forma y dotando de fuerza y flexibili-
mamíferos y llegan a constituir hasta una tercera parte del dad a los tejidos. La síntesis anormal del colágeno o las
contenido proteico de un animal. En el cuerpo humano alteraciones en su estructura y en la interacción con otros
son el principal constituyente de muchos tejidos, como la componentes de la matriz extracelular producen numero-
piel (74%), los tendones y ligamentos (90%), la córnea y sas disfunciones en órganos, como alteraciones en el sis-

235
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

tema cardiovascular (aneurismas, valvulopatías cardía- vivo que puedan afectar a la estructura y comportamiento
cas), en el ocular (dislocación de cristalino), en el hueso de los tejidos oculares, donde la presencia de los diferen-
(fragilidad ósea), en los epitelios (cicatrización deficiente tes tipos de colágeno es destacada.
y distensibilidad inusual) y en las articulaciones (hiper- La llegada del Ocular Response Analyzer (ORA; Rei-
laxitud y artrosis). chert, Inc., Depew, NY, EE. UU.) ha proporcionado la
Las enfermedades del colágeno comprenden un grupo posibilidad de medir ciertos parámetros físicos/biomecá-
heterogéneo de alteraciones cuya naturaleza puede ser nicos a nivel corneal, que podrían estar ligados a las alte-
hereditaria o adquirida. Una patología puede ser el resul- raciones que presentan este tipo de patologías. El ORA,
tado de una alteración primaria, por mutación en un gen además de ser un tonómetro de no contacto, tiene un sis-
de colágeno, o secundaria, si el colágeno se modifica a tema detector electroóptico que supervisa la curvatura de
causa de una alteración que no está relacionada directa- la córnea en el diámetro central de 3 mm durante toda la
mente con esta molécula. Por lo tanto, además de toda la medición de 20 ms en su movimiento frente al flujo con-
gama de enfermedades genéticas hereditarias, el espectro tinuo de aire que causa su deformación. Como hemos
de las enfermedades del colágeno se amplía al incluir las comentado en otros capítulos, el dispositivo proporciona
patologías adquiridas, aspectos oncológicos y la implica- medidas dominadas por las propiedades viscosas de la
ción del colágeno en respuestas inmunológicas (cua- córnea, a través del parámetro histéresis corneal (CH), y
dro 19-1). Algunas de estas enfermedades están relacio- medidas dominadas por las propiedades elásticas, a través
nadas con disfunciones en el complejo proceso de del parámetro factor de resistencia corneal (CRF), que es
biosíntesis del colágeno, como las deficiencias en hierro un indicador general de la resistencia de la córnea. Am-
o vitamina C, el envejecimiento, la diabetes, algunos tu- bos parámetros están estrechamente relacionados entre sí
mores y ciertos desórdenes autoinmunes. En una variedad y con el espesor corneal, pero se ha demostrado que no
de enfermedades autoinmunes se ha observado la presen- son medidas de la misma propiedad física/biomecáni-
cia de anticuerpos (Ac) frente a diferentes colágenos, ca (2).
como en la artritis reumatoide, el síndrome de Goodpas- La capacidad de medir la presión intraocular (PIO)
ture, la esclerodermia y la epidermólisis bullosa adquiri- compensada con las propiedades biomecánicas de la cór-
da (1). nea (IOPcc) y los nuevos parámetros CH y CRF ha abier-
Muchas de estas enfermedades del colágeno se han to una nueva ventana al estudio de este tipo de enferme-
relacionado con la presencia de alteraciones oculares, dades. Por esta razón, en este capítulo mostraremos los
pero, hasta el momento, no se ha podido determinar in resultados de los recientes estudios que se están desarro-
llando de forma continua y que muestran resultados rele-
vantes.

Cuadro 19-1  Patologías asociadas


a las alteraciones del colágeno Biomecánica corneal
en laS enfermedades
Enfermedades hereditarias
hereditarias del colágeno
• Síndrome de Ehlers-Danlos
• Osteogénesis imperfecta Las enfermedades hereditarias del colágeno muestran di-
• Epidermólisis bullosa
versas alteraciones sistémicas, con afectación variada de
• Condrodisplasias
diferentes órganos y sistemas. Estas enfermedades suelen
• Síndrome de cutis laxa
cursar con signos clínicos característicos a nivel sistémi-
• Síndrome de Menkes
• Homocistinuria
co, y algunos de ellos también a nivel ocular, como la
• Síndrome de Marfan ectopia lentis, que aparece en algunos pacientes con sín-
drome de Marfan (fig. 19-9). Es lógico pensar que estas
Enfermedades adquiridas enfermedades, que son el resultado de una alteración pri-
• Deficiencias nutricionales maria por mutación en un gen de colágeno, puedan pro-
• Respuesta a la inflamación vocar alguna alteración estructural en la córnea, donde el
• Fibrosis colágeno fibrilar es su componente mayoritario.
• Ateroesclerosis En los últimos años se han realizado algunos estudios
• Artrosis que intentan valorar las propiedades biomecánicas cor-
• Envejecimiento prematuro neales con el ORA en pacientes afectos de desórdenes del
• Neoplasias tejido conectivo de causa hereditaria. A este respecto,
• Esclerodermia Kara et al. (3) realizaron un estudio sobre un grupo de
pacientes afectos de síndrome de Marfan, con o sin ecto-
Tomado de referencia 1. pia lentis, comparándolos con un grupo de controles sa-
nos emparejados por edad. Encontraron diferencias sig-

236
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

Figura 19-9  Imagen de la luxación


de cristalino ectopia lentis típica del
síndrome de Marfan.

nificativas entre el CH y CRF de los pacientes Marfan con cruenta, que podría informar del grado de afectación de los
luxación cristaliniana respecto a los Marfan sin esta ca- pacientes en órganos con un tipo de colágeno similar.
racterística, y mantienen la hipótesis de que la fibrilina 1
alterada, característica de este síndrome, podría compro-
meter las fibras zonulares, así como la matriz extracelular Biomecánica corneal
del tejido corneal. Además, encontraron los valores de la
IOPg, disminuidos siendo los valores de la IOPcc simila- en las conectivopatías
res, de forma que estas características provocan una in- inflamatorias
fraestimación de la PIO por aplanación.
Pero, además, los pacientes afectos de este síndrome Existen múltiples trastornos autoinmunes inflamatorios que
también suelen padecer una miopía de alta magnitud, de- afectan al tejido conectivo, entre los que se encuentra el
rivada de un crecimiento ocular axial anormal (4,5). Sa-
bemos que la miopía elevada ha sido relacionada con
valores de histéresis corneal inferiores a la de ojos emé-
tropes (6,7), lo que podría plantear dudas en cuanto al
origen de este descenso. Pero, más que cuantificar el peso
que ejercen cada uno de estos mecanismos en la disminu-
ción del CH, la alteración del colágeno, por un lado, y la
miopía, por otro, podríamos pensar que ambos son una
manifestación de debilidad estructural de ambos tejidos,
córnea y esclerótica, los dos con un alto componente co-
lágeno. La supuesta debilidad escleral puede determinar
una menor resistencia a las presiones que provienen del
interior del globo, pudiendo provocar un mayor creci-
miento del mismo. Posiblemente, si pudiéramos medir in
vivo la biomecánica del tejido escleral de estos pacientes,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

también la encontraríamos disminuida.


Peris et al. (8) han reportado que, en pacientes con
osteogénesis imperfecta explorados con el dispositivo
ORA (fig. 19-10), se encuentra una disminución signifi-
cativa de los parámetros biomecánicos analizados CH y
CRF, y también del espesor corneal central.
Los hallazgos expuestos podrían sugerir que otras co-
nectivopatías hereditarias, como el seudoxantoma elástico,
los síndromes de Weill-Marchesani o Ehlers-Danlos, o la
alcaptonuria, entre otros, podrían afectar también a las pro- Figura 19-10  Paciente con osteogénesis imperfecta duran-
piedades biomecánicas corneales. Esto convertiría a la cór- te la exploración con el ORA. (Por cortesía de D. Andrés Gené
nea en un tejido de exploración accesible de manera in- Sampedro.)

237
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

síndrome de Sjögren, el lupus eritematoso sistémico (LES), En la córnea, el colágeno d tipo I constituye el compo-
la esclerodermia, las enfermedades inflamatorias del nente mayoritario, aunque otros tipos de colágeno, espe-
múscu­lo estriado (dermatomiositis y polimiositis), las vas- cialmente el IV y el V, también forman parte de la matriz
culitis, la enfermedad mixta del tejido conectivo y la artritis extracelular y los basamentos membranosos cornea-
reumatoide (AR). Todas ellas constituyen un grupo hetero- les (9). Por otro lado, el estroma supone el 90% del grosor
géneo de patologías, con manifestaciones muy variadas, corneal total y es uno de los principales responsables de
pero con una base fisiopatológica común, la presencia de las propiedades biomecánicas y refractivas. Por tanto, las
autoanticuerpos contra proteínas del tejido conectivo, la patologías que afecten cualitativa o cuantitativamente a
formación de complejos antígeno-anticuerpo con activa- la síntesis de colágeno podrán afectar a la estructura y/o
ción del complemento y la penetración de anticuerpos in- fisiología corneal.
tracelulares con la activación de mecanismos antinucleares. Son escasos los trabajos publicados que han estudiado
Las manifestaciones a nivel escleral y corneal de este las características biomecánicas corneales en algunas
grupo de patologías son muy conocidas. La esclerótica, de las conectivopatías antes mencionadas, aunque son
compuesta por tejido conjuntivo denso, fibroblastos, fibras bastante coincidentes en sus conclusiones.
elásticas y de colágeno tipo I, es diana frecuente de los
procesos autoinmunes que aparecen en las conectivopatías
inflamatorias. A nivel escleral pueden aparecer cuadros Artritis reumatoide
agudos de diferente intensidad, desde una epiescleritis a
una escleritis necrotizante, ante los cuales siempre hay La AR se caracteriza por una sinovitis erosiva simétrica.
que descartar la presencia de este tipo de enfermedades, Entre las manifestaciones oculares que podemos encon-
ya que se asocia a una mayor gravedad de los cuadros. trar, hallamos la queratoconjuntivitis sicca, como la más
A nivel corneal, las principales manifestaciones clíni- frecuente, la escleritis necrotizante o la queratitis periféri-
cas típicas de las colagenopatías inflamatorias componen ca ulcerativa (10). Se ha mantenido la hipótesis de una
el grupo de queratitis ulcerativa periférica (PUK), que son alteración biomecánica corneal en pacientes afectos de
afecciones destructivas que involucran a la córnea periféri­ AR a pesar de no mostrar alteraciones macroscópicas ocu-
ca con presencia de defecto epitelial, y caracterizadas por lares. Prata et al. (11) encontraron valores de histéresis
provocar degradación y adelgazamiento del estroma corneal (CH) significativamente inferiores en 20 ojos de
(fig. 19-11). Su diagnóstico diferencial se realiza con la pacientes con AR sin ninguna manifestación oftalmológi-
úlcera de Mooren (crónica, idiopática, dolorosa, sin escle- ca reseñable (fueron excluidos los pacientes con ojo seco,
ritis asociada) y la degeneración marginal de Terrien medicación tópica, cirugías previas, diabetes u otras pato-
(adelgazamiento lento, periférico, indoloro, con depósitos logías oculares previas) en comparación con un grupo
lipídicos) (fig. 19-12). Pero, en ocasiones, los pacientes control de sujetos sanos emparejados por edad. Taş
con estos cuadros idiopáticos son diagnosticados de la et al. (12) coinciden en el mismo hallazgo respecto a la
colagenopatía inflamatoria con posterioridad (fig. 19-13). CH, encontrando también un CRF disminuido en el grupo

A B

Figura 19-11  Adelgazamiento es-


tromal secundario a queratitis ulcerati-
va periférica. A. Biomicroscopia del
ojo derecho de un hombre de 89 años
donde puede observarse un importante
adelgazamiento corneal próximo a lim- 0,3 mm
bo (Dellen). B. Biomicroscopia del ojo
derecho del mismo paciente con colirio
fluoresceína. C. Imagen de OCT donde
se aprecia el adelgazamiento corneal. C

238
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

Figura 19-12  Degeneración mar-


ginal de Terrien. Se aprecia el adelga-
zamiento corneal periférico sin signos
inflamatorios evidentes.

con AR. No encontraron diferencias, sin embargo, en el drome de Sjögren y/o AR: reducción del grosor corneal
espesor corneal central (ECC) ultrasónico, hecho opuesto y epitelial, alteración de la reflectividad nuclear de los
al reportado por Villani et al. (13), que encontraron una queratocitos y alteración del plexo nervioso corneal (16).
disminución del grosor estromal corneal en pacientes con No existen estudios sobre biomecánica corneal en pacien-
AR mediante microscopia confocal in vivo. Se sugiere que tes con síndrome de Sjögren, y los trabajos publicados en
una actividad proteolítica o apoptótica aumentada en el pacientes con AR tienen como criterio de exclusión la
estroma corneal podría conllevar una disminución del gro- presencia de ojo seco. No obstante, las características mi-
sor, con la subsecuente alteración en su resistencia (11,13). croscópicas semejantes nos hacen pensar que las propie-
dades biomecánicas de los pacientes con Sjögren no di-
ferirán mucho de la disminución en el CRF y CH
Síndrome de Sjögren reportados.

El síndrome de Sjögren puede aparecer de forma prima-


ria, o secundario a otra enfermedad autoinmune preexis- Esclerosis sistémica
tente. Los pacientes con síndrome de ojo seco, ya cumpla
o no criterios de Sjögren, presentan un aumento signifi- La esclerodermia es un desorden autoinmune de origen
cativo del TNF-a y de la interleucina-6 en su lágrima, desconocido caracterizado por una fibrosis progresiva en
correlacionándose con la severidad del trastorno y la apa- los órganos internos y la piel. A pesar de que los meca-
rición de daño celular epitelial (14,15). Villani reporta nismos etiopatogénicos exactos son desconocidos, el de-
hallazgos histológicos similares en los pacientes con sín- pósito excesivo de matriz extracelular es el rasgo distin-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B
Figura 19-13  Úlcera de Mooren. Adelgazamiento periférico progresivo con inflamación (A) hasta llegar a la perforación (B).
A la paciente se le diagnosticó úlcera de Mooren a los 31 años. Diez años después, fue diagnosticada de lupus eritematoso sistémico.

239
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

tivo de esta patología. Los fibroblastos activados córnea, supondrían una de las múltiples localizaciones
generarán una cantidad redundante de proteínas, como el donde los complejos inmunes se depositarían, generando,
colágeno I, III, V, VI, y VII, tenascina, proteoglicanos, por tanto, reacciones a este nivel.
fibronectina, laminina y fibrilina-1 (17). Emre et al. (18) En conclusión, debemos considerar la posible varia-
realizaron un estudio biomecánico y de PIO con el ORA, ción de las características biomecánicas corneales cuando
encontrando resultados diferentes a las otras enfermeda- determinemos los valores de PIO por TAG en estos pa-
des del colágeno. Así, encontraron un aumento significa- cientes, ya que existe una tendencia a la infraestimación,
tivo del CRF en individuos con esclerodermia en compa- salvo en la esclerodermia. El ORA puede proporcionar
ración con los individuos sanos, asumiendo que el un valor de PIO más real en su determinación de la IOPcc
depósito aumentado de matriz extracelular alteraría los en los pacientes con conectivopatías, independientemen-
parámetros corneales de los individuos a estudio refor- te de su etiología. Además, a la vista de estos resultados,
zándolos, a pesar de tener un ECC similar. También en- la realización de tratamientos refractivos corneales debe-
contraron unos valores elevados de IOPg; sin embargo, la rá ser minuciosamente estudiada y considerada en este
IOPcc era similar a los individuos sanos, por lo que este tipo de pacientes.
refuerzo corneal proporcionado por la enfermedad provo-
ca una supraestimación de la PIO.
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mantiene la arquitectura y plasticidad tisular? Horizontes
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2. Shah S, Laiquzzaman M, Cunliffe I, Mantry S. The use of the
servaron una disminución de los valores de CRF y CH en Reichert ocular response analyser to establish the relationship
un grupo de 30 pacientes afectos en comparación con between ocular hysteresis, corneal resistance factor and
30 controles sanos. No encontraron correlación entre los central corneal thickness in normal eyes. Cont Lens Anterior
valores estadísticamente disminuidos y la duración de la Eye 2006; 29: 257-62.
3. Kara N, Bozkurt E, Baz O, Altinkaynak H, Dundar H,
enfermedad. A su vez, la IOPg de estos pacientes era sig- Yuksel K, et al. Corneal biomechanical properties and
nificativamente menor que en los pacientes sanos. Sin intraocular pressure measurement in Marfan patients.
embargo, los valores de IOPcc eran similares entre la po- J Cataract Refract Surg 2012; 38(2): 309-14.
blación con LES y los sujetos sanos, determinando que las 4. Judge DP, Dietz HC. Marfan’s syndrome. Lancet 2005; 366:
características biomecánicas de la enfermedad provocan 1965-76.
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una infraestimación de los valores de PIO por aplanación. characteristics in Marfan syndrome. Acta Ophthalmol 2013;
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6. Altan C, Demirel B, Azman E, Satana B, Bozkurt E, Demirok
Otras patologías inflamatorias A, et al. Biomechanical properties of axially myopic cornea.
Eur J Ophthalmol 2012; 22(Suppl 7): S24-8.
7. Del Buey MA, Lavilla L, Ascaso FJ, Lanchares E, Huerva V,
Se ha estudiado el comportamiento biomecánico de otras Cristóbal JA. Assessment of corneal biomechanical properties
enfermedades inflamatorias con distintos mecanismos and intraocular presure in myopic Spanish healthy population.
etiopatogénicos involucrados, como la queratoconjunti- J Ophthalmol 2014; in press.
vitis vernal. Es una patología asociada a una reacción de 8. Peris Martínez C, Gené Sampedro A, Ondategui Parra JC.
Corneal biomechanical properties in the osteogenesis
hipersensibilidad tipo I con una respuesta celular tipo IV
imperfecta. Winter 13th ESCRS-2009, Roma.
retardada. En este estudio también se encuentra una dis- 9. Meek KM, Fullwood NJ. Corneal and scleral collagens—a
minución significativa de los valores de CRF y de IOPg microscopist’s perspective. Micron 2001; 32: 261-72.
respecto al grupo control, en comparación con la IOPcc, 10. Papaconstantinou D, Georgopoulos G, Kalantzis G, Krassas
que es similar a la población normal (19). A, Georgalas I. Peripheral ulcerative keratitis after
trabeculectomy in a patient with rheumatoid arthritis. Cornea
No debemos obviar que una de las manifestaciones of- 2009; 28: 111-3.
talmológicas posibles de las conectivopatías inflamatorias 11. Prata TS, Sousa AK, Garcia Filho CA, Doi LM, Paranhos A Jr.
es la aparición de uveítis, que puede afectar tanto al polo Assessment of corneal biomechanical properties and
anterior como posterior. Un estudio reciente (20) reporta intraocular pressure in patients with rheumatoid arthritis. Can
un debilitamiento corneal, con disminución del CRF y la J Ophthalmol 2009; 44: 602.
12. Taş M, Oner V, Ozkaya E, Durmuş M. Evaluation of Corneal
CH en pacientes con uveítis anteriores recidivantes inacti- Biomechanical Properties in Patients with Rheumatoid
vas en el momento de la exploración. Esto sugiere que Arthritis: A Study by Ocular Response Analyzer. Ocul
haber sufrido procesos inflamatorios intra­oculares com- Immunol Inflamm 2013 Oct16; in press.
promete la biomecánica corneal de los pacientes. 13. Villani E, Galimberti D, Viola F, Mapelli C, Del Papa N,
Se ha sugerido que las patologías del colágeno desen- Ratiglia R. Corneal involvement in rheumatoid arthritis: an in
vivo confocal study. Invest Ophthalmol Vis Sci 2008; 49: 560-4.
cadenan una reacción local lítica secundaria al depósito 14. Yoon KC, Jeong IY, Park YG, Yang SY. Interleukin-6 and
de complejos antígeno-anticuerpo. Los tejidos oculares, tumor necrosis factor-alpha levels in tears of patients with dry
incluyendo los vasos, la esclerótica, el cuerpo ciliar y la eye syndrome. Cornea 2007; 26(4): 431-7.

240
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

15. Oshida T, Iwata M, Sakimoto T, Sawa M. Tumor necrosis intraocular pressure measurement in patients with
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19.D Influencia de los factores hormonales


en la biomecánica corneal
Pablo Alcocer Yuste y Cristina Peris Martínez

Resumen
Las hormonas, mensajeros químicos del cuerpo, son secretadas por células especializa-
das, localizadas en las glándulas endocrinas. Las hormonas tienen un papel fundamental
en el mantenimiento de la homeostasis corporal y, por tanto, pueden influir sobre cual-
quier tejido del organismo, entre ellos, el corneal. Situaciones fisiológicas como el em-
barazo o enfermedades como la diabetes u otras que afecten a otras hormonas, como las
tiroideas, pueden tener una repercusión transitoria o permanente sobre la hidratación,
refracción, curvatura… y, en definitiva, sobre la arquitectura y biomecánica corneales.

Modificaciones corneales temporal en la refracción e intolerancia a las


lentes de contacto.
asociadas a las hormonas • Aumento del espesor corneal (4,5).
sexuales • Cambios en la biomecánica corneal.
El embarazo, estado fisiológico en el que existe un au- Actualmente existe controversia sobre si la biomecá-
mento de hormonas sexuales, provoca cambios que afec- nica corneal se altera por el efecto de las hormonas sexua-
tan a múltiples órganos, incluyendo tejidos oculares, les. Se han descrito cambios a lo largo del ciclo mens-
como la córnea y el trabeculum (1). trual (6) en la histéresis corneal (CH) y el factor de
Durante la gestación existe un incremento de estróge- resistencia corneal (CRF), que, como sabemos, son pará-
nos, progesterona y b-gonadotropina coriónica humana. metros que caracterizan las propiedades biomecánicas de
Los niveles de progesterona comienzan a incrementar a la córnea.
partir de las 20 semanas de gestación, por lo que su efecto Varios estudios han evidenciado cambios en el grosor
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aparece durante la última parte del embarazo. Los estró- corneal durante el ciclo menstrual y durante el embara-
genos se pueden detectar a partir de las 9 semanas y su zo (4,5). Con respecto al ciclo menstrual, se ha descrito
pico máximo se encuentra entre las semanas 31 y 35 de que las curvas de grosor corneal tienen una forma bimo-
gestación (fig. 19-14). Receptores a los que se unen dichas dal, superponible a la concentración de estrógenos (7), la
hormonas han sido descritos en los núcleos de las células cual tiene su primer pico justo antes de la ovulación y su
epiteliales, estromales y endoteliales de la córnea (2). segundo pico 8 días después de la misma (fig. 19-15). Por
Entre los cambios corneales asociados a las hormonas otro lado, durante el embarazo se produce un incremento
sexuales se encuentran: del grosor corneal durante el 2.o y 3.er trimestre, que
­podría estar relacionado con la retención de líquidos aso-
• Disminución de la sensibilidad corneal (1). ciada a los cambios hormonales, y más específicamente
• Modificación de la curvatura corneal (3). Ello a los estrógenos, los cuales alcanzan la córnea a través de
explica, junto con otros cambios, la variación la lágrima y el humor acuoso.

241
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Cantidad de hormonas en ng/ml


de plasma (estrógenos y progesterona)

150
Cuerpo amarillo
Folículo
Ciclo gestacional
Placenta
100

HcG
50
Progesterona
40

30

20

10
Estrógenos

1 2 3 4 10 15 20 25 30 35 40
Reglas Ovulación Fecha probable Semanas desde
de reglas la última regla
Fecundación
Nidación
Figura 19-14  Niveles hormonales Ciclo fértil
durante el embarazo. Embarazo

El estroma corneal supone el 90% del espesor corneal, edad (11). Tampoco se encontraron, en el mismo estudio,
y es la capa más importante desde un punto de vista bio- diferencias en la biomecánica corneal entre los tres tri-
mecánico. La matriz extracelular del estroma está forma- mestres del grupo de embarazadas. Ello puede deberse al
da principalmente por colágeno, proteoglicanos y gluco- efecto contrapuesto sobre el colágeno corneal de las dis-
saminoglicanos, y de ella dependen las propiedades tintas hormonas. Sato afirma en su estudio en células ute-
viscoelásticas de la córnea. El cambio en el grado de hi- rinas de conejos que el freno de los procesos que regulan
dratación corneal debería alterar las propiedades vis- la activación de las colagenasas mediado por la progeste-
coelásticas de la córnea, como se ha visto que sucede tras rona es más potente que el efecto de los estrógenos en el
la facoemulsificación de la catarata, donde el edema pos- sentido contrario, lo cual se traduciría a nivel corneal
quirúrgico aumenta el grosor corneal y reduce los pará- en estabilidad biomecánica por ausencia de cambios en
metros de histéresis y factor de resistencia corneal medi- la estructura de la matriz extracelular (12).
dos con el ORA (8). Estudios previos experimentales han
observado cambios en la biomecánica corneal tras el in-
cremento en la hidratación, como el aumento de la dis- Modificaciones corneales
tensibilidad del tejido (9). Sin embargo, tras cultivar cór-
neas de cerdo en medios con estrógenos y estudiar los asociadas a las hormonas
cambios en grosor y en respuesta a la deformación, tiroideas
Spoerl et al. observaron que el efecto de los estrógenos
sobre la biomecánica corneal parece que no se produce Hace décadas que se describió el importante papel que las
únicamente por el edema del tejido, sino también por el hormonas tiroideas juegan en el desarrollo corneal (13) y
efecto hormonal sobre las células corneales y la matriz en la síntesis de colágeno (14). Las observaciones en la
extracelular (10). práctica clínica de casos de queratocono y alteración de
Aunque por todo lo expuesto es lógico pensar que la la función tiroidea hacían sospechar la existencia de una
biomecánica corneal puede modificarse a lo largo del em- modulación del colágeno corneal por parte de glándula
barazo, no existen actualmente datos que lo confirmen. tiroidea. Es conocido que en el embarazo se produce una
Sen et al. no encontraron cambios en los parámetros bio- modificación del funcionalismo de la glándula tiroidea.
mecánicos durante el embarazo en un grupo de embara- Se ha descrito el caso de una embarazada con queratoco-
zadas comparándolo con el grupo control de la misma no y disfunción de la glándula tiroidea que experimentó

242
Capítulo 19  |  Biomecánica corneal y otras patologías oculares

LH y FSH
(mlU/ml)
80
Progesterona
17-OHP
(ng/ml)
Estradiol
70
(pg/ml)
Prog.
Menstruación
40 8 800

30 6 600

20 E2 4 400

LH

10 2 200
FSH

17-OHP

–12 –8 –4 0 4 8 12

Figura 19-15  Niveles hormonales


Días Ovulación en el ciclo menstrual.

una progresión de su ectasia coincidente con los niveles Modificaciones en


plasmáticos más bajos de tiroxina (T4) y con recupera-
ción notable posterior durante el tercer trimestre (15). Sin
la biomecánica corneal
embargo, desde entonces, escasas publicaciones han con- en la diabetes
seguido describir ampliamente la relación de dichas hor-
monas con estados patológicos de la córnea, como el La diabetes mellitus tiene un conocido efecto sobre la
queratocono. morfología, fisiología y apariencia de la córnea. El tér-
Más recientemente, también Gatzioufas et al. han pre- mino queratopatía diabética engloba las entidades pato-
sentado un estudio clínico (16), todavía sin publicar, en lógicas derivadas de dichas alteraciones, como la que-
el que investigan si existe una relación más sólida entre ratopatía punteada superficial, las erosiones recurrentes
hipotiroidismo y queratocono. Las conclusiones de dicho y los retrasos en la cicatrización. Sin embargo, los cam-
estudio, en el que existe una parte clínica y otra experi- bios no se limitan al epitelio, sino que también implican
mental, son: a la membrana basal, el estroma y el endotelio corneal.
La hiperglucemia provoca una glicosilación no enzimá-
• La incidencia del hipotiroidismo es mayor en tica de las proteínas que da lugar a la formación de pro-
pacientes con queratocono (en 154 pacientes con ductos de la glicosilación avanzada, cuya acumulación
queratocono la prevalencia de enfermedad tiroidea modifica la estructura tisular y es responsable de las
fue del 13,9%, frente al 1,9% del grupo sin complicaciones patológicas de la diabetes. En la córnea,
queratocono y del 1,2% de la población general, la presencia de estos productos de glicosilación promue-
diferencia estadísticamente significativa). ve un incremento del crosslinking del colágeno, lo cual
• La concentración de tiroxina en la lágrima es se traduce en un gradual endurecimiento de la estructura
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mayor en pacientes con queratocono. corneal. Algunos estudios han evidenciado que los pa-
• La córnea humana expresa receptor de la tiroxina cientes con diabetes tienen un espesor corneal central
en el epitelio y en el estroma (estudio mayor que la población general (17), y que hay una aso-
inmunohistoquímico de córneas), siendo su ciación positiva entre dicho espesor y el grado de retino-
concentración en dicho estroma mayor en patía diabética (18). La hidratación corneal parece estar
pacientes con queratocono. modificada en pacientes diabéticos (19), lo cual debería
• La tiroxina estimula la proliferación tanto de las afectar no solo al espesor corneal, sino también a las
células epiteliales como de las del estroma corneal propiedades biomecánicas de la córnea. Los estudios pu-
in vitro (córneas de mono incubadas con blicados hasta la fecha han confirmado que la viscoelas-
diferentes concentraciones de tiroxina que ticidad de la córnea es diferente en pacientes diabéticos
indujeron una proliferación dependiente de la frente a pacientes sin diabetes. Se ha descrito un incre-
concentración). mento del factor de resistencia corneal (CRF) (20), he-

243
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

cho que cabría esperar debido al aumento del crosslin- 7. Leach NE, Wallis NE, Lothringer LL, Olson JA. Corneal
king del colágeno y que otorgaría mayor resistencia a la hydration changes during the normal menstrual cycle–a
preliminary study. J Reprod Med 1971; 6: 201-4.
córnea. La histéresis corneal (CH) también parece estar 8. Hager A, Loge K, Füllhas MO, Schroeder B, Grossherr M,
aumentada en pacientes diabéticos, especialmente si es- Wiegand W. Changes in corneal hysteresis after clear corneal
tos tienen un mal control glucémico (21). Se postula que cataract surgery. Am J Ophthalmol 2007; 144: 341-6.
este hecho se debe a la glicosilación de proteoglicanos y 9. Hjortdal JO. Biomechanical studies of the human cornea.
glucosaminoglicanos, que los fija a la matriz extracelu- Development and application of a method for experimental
studies of the extensibility of the intact human cornea. Acta
lar, evitando su lavado fisiológico asociado a la edad que Ophthalmol Scand 1995; 73: 364-5.
causa una disminución de la viscosidad corneal repre- 10. Spoerl E, Zubaty V, Raiskup-Wolf F, Pillunat LE. Oestrogen-
sentada por la histéresis. Hay que señalar que no todos induced changes in biomechanics in the cornea as a possible
los estudios publicados concuerdan en los resultados, y reason for keratectasia. Br J Ophthalmol 2007; 91: 1547-50.
11. Sen E, Onaran Y, Nalcacioglu-Yuksekkaya P, Elgin U,
que se requiere de más estudios para entender en profun- Ozturk F. Corneal biomechanical parameters during
didad los cambios que acontecen. pregnancy. Eur J Ophthalmol 2013 Oct 16. doi: 10.5301/
La descripción de la modificación de las propiedades ejo.5000378.
viscoelásticas de la córnea es interesante desde el punto 12. Sato T, Ito A, Mori Y, Yamashita K, Hayakawa T, Nagase H.
de vista clínico, porque, de confirmarse, supondría la Hormonal regulation of collagenolysis in uterine cervical
fibroblasts. Modulation of synthesis of procollagenase,
existencia de un error tonométrico en pacientes diabéti- prostromelysin and tissue inhibitor of metalloproteinases
cos, al ser diferente la resistencia a la aplanación frente a (TIMP) by progesterone and oestradiol-17 beta. Biochem
las córneas sanas. Por otro lado, de confirmarse que lo J 1991; 275: 645-50.
que sucede realmente es un aumento de la resistencia cor- 13. Coulombre AJ, Coulombre JL. Corneal development. I.
neal y no un debilitamiento, los pacientes diabéticos po- Corneal transparency. J Cell Physiol 1958; 51: 1-11.
14. Drózdz M, Kucharź E, Barańska-Cachowska M, Grucka-
drían estar protegidos frente a la aparición de queratoco- Mamczar E, Piewowarczyk B. Collagen metabolism in
no u otro tipo de ectasias asociadas a la cirugía, como animals exposed to hydrogen fluoride. Gig Tr Prof Zabol
algunos estudios han apuntado (22). 1979; 11: 35-8.
15. Gatzioufas Z, Thanos S. Acute keratoconus induced by
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244
Capítulo 20

Cirugía refractiva corneal


y biomecánica

Sumario del capítulo


20.A Técnicas de cirugía refractiva corneal y biomecánica Magnitud del defecto corregido   261
corneal: LASIK, LASEK, PRK y SMILE  248 Patrón de ablación empleado  261
Introducción 248 Control de la presión intraocular tras cirugía refractiva.
Actualización de los principios y técnicas de la cirugía Limitaciones de la TAG  264
refractiva corneal  249 Cambios generados por la cirugía refractiva  264
Biomecánica corneal: generalidades  251 Bibliografía 266
Efecto de la cirugía refractiva corneal sobre las propiedades
20.C Cambios biomecánicos en relación
biomecánicas 251
con procedimientos quirúrgicos refractivos LASIK,
Ectasia corneal secundaria a cirugía refractiva corneal  253 femtosegundo y PRK  268
Bibliografía 255 Introducción 268
Material y métodos  269
20.B Biomecánica corneal en la cirugía refractiva LASIK  257
Resultados 269
Introducción: cirugía refractiva y biomecánica corneal  257
Discusión 272
Utilidad del ORA en la valoración preoperatoria del paciente
refractivo 259 Bibliografía 272
Constatar el estado biomecánico preoperatorio  259
Descartar la existencia de patología clínica 20.D Implantes intracorneales (inlays)
o subclínica  259 para la presbicia  273
Estimar una PIO preoperatoria más real  259 Introducción 273
Valoración postoperatoria del paciente refractivo  259 Flexivue™ 273
Valoración de la respuesta biomecánica de la córnea Raindrop™ 274
a la cirugía refractiva  259
ICOLENS™ 274
Relación entre parámetros quirúrgicos
y cambios biomecánicos  260 Implante KAMRA™ (Acufocus™)  275
Profundidad de la ablación e índice estromal
Bibliografía 275
residual (IER)  260

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

247
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

20.A Técnicas de cirugía refractiva corneal y


biomecánica corneal: LASIK, LASEK, PRK
y SMILE
Paula Verdaguer Agustí, José L. Güell Villanueva, Daniel Elies Amat, Óscar Gris Castellón,
Celso David Ponce, Felicidad Manero Vidal

Resumen
La cirugía refractiva ablativa es la técnica quirúrgica refractiva más utilizada debido a
su seguridad y efectividad, rápida recuperación visual y mínimos efectos secundarios.
Modifica las propiedades biomecánicas corneales, con una disminución de la histéresis
corneal (CH) y el factor de resistencia corneal (CRF), observándose un mayor descenso
de la rigidez elástica que de las propiedades viscosas, y con el patrón de ablación em-
pleado y las micras sustraídas, ya que estas influyen en el descenso de la CH y el CRF,
siendo la ablación miópica la que provoca mayor descenso de las mismas.
Así pues, el estudio de las características biomecánicas corneales es básico para el
diagnóstico, pronóstico y seguimiento en la cirugía refractiva corneal, puesto que nos
permite conocer y detectar el debilitamiento biomecánico que produce la cirugía.
El láser de femtosegundo sin corte ofrece una alta precisión y reproducibilidad y ex-
celentes resultados visuales al año de seguimiento. La realización de cirugía refractiva
con la técnica FLEx o SMILE puede conducir a una mejoría en la cirugía refractiva
corneal, ya que provoca menos impacto en la biomecánica de la córnea y tiene pocos
riesgos de trauma ocular, con la ventaja de la simplicidad del láser de femtosegundo en
estado sólido. Sin embargo, tenemos que esperar los resultados de nuevos estudios con
mayor seguimiento, así como mejorías en la corrección de las bajas ametropías.

Introducción La introducción del láser excimer en la queratomileu-


sis significó un importante avance, pues mejoraba las
La cirugía refractiva corneal para la corrección de los anteriores modalidades de queratomileusis, al conseguir
errores refractivos ha estado evolucionando durante más una ablación muy precisa, con una superficie corneal muy
de 60 años, desde que el Dr. J. I. Barraquer empezó a lisa y con una buena calidad óptica. La queratomileusis
desarrollar la cirugía corneal lamelar (queratomileusis) in situ asistida por láser excimer, más conocida por el
en el año 1948 (1-4). acrónimo LASIK (laser-assisted in situ keratomileusis),
La técnica se ideó para corregir ametropías altas, y se fue aplicada por primera vez en ojos miopes sanos por
basa en modificar la curvatura corneal anterior, es decir, Pallikaris (5). Inicialmente se practicaba la resección del
la de mayor poder refractivo, cambiando al mismo tiem- disco corneal anterior, seguida de la fotoablación con lá-
po el grosor corneal. Existe una clara relación entre las ser del estroma corneal en el lecho, y se volvía a colocar
variaciones del espesor corneal y la curvatura de las su- el lentículo, fijándolo mediante suturas. Pero posterior-
perficies ópticas, que Barraquer denominó ley de es­ mente se describió la técnica de colgajo (6), en la cual la
pesores, según la cual la cara anterior de la córnea se resección del disco corneal anterior es incompleta, crean-
incurva al adicionar tejido en su centro óptico o subs- do un colgajo lamelar de córnea, llamado flap, que se
traerlo de su periferia, y se aplana al sustraerlo del cen- levanta para proceder a la modificación de la curvatura
tro o adicionarlo a la periferia del vértice óptico (4). Las corneal y, por tanto, su poder dióptrico, mediante la fo-
variaciones de la curvatura corneal, relacionadas con las toablación con láser excimer directamente a nivel del
modificaciones del espesor, son mayores cuanto menor estroma corneal. Posteriormente, el colgajo se repone en
es el diámetro de la intervención, y menores cuanto ma- su posición original sin necesidad de fijación mediante
yor sea. suturas (fig. 20-1).

248
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

aberraciones. El tratamiento es personalizado para cada


ojo para las aberraciones de bajo y alto orden. El WFG
trata la esfera y el cilindro del paciente, y realiza pulsos
adicionales en la córnea periférica basándose en los va-
lores de la queratometría corneal preoperatoria en un
intento de mantener la forma asférica natural de la cór-
nea y reducir al mínimo la inducción de la aberración
esférica (13-15).
La queratectomía fotorrefractiva (PRK), y la cirugía
refractiva LASEK (queratomileusis subepitelial con lá-
ser) son técnicas previsibles, efectivas y seguras para
corre­gir la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía. La
ablación de superficie puede ser preferible al LASIK en
pacientes con enfermedad de la membrana basal epitelial
Figura 20-1  Fotografía del segmento anterior de un ojo
operado de cirugía refractiva LASIK en la que se observa el flap y en pacientes con córneas finas. La PRK y la cirugía
corneal. LASEK evitan el aumento de las aberraciones de alto
orden relacionado con la creación del colgajo de la ciru-
gía LASIK. Además, la ablación de superficie elimina el
La cirugía refractiva LASIK es un procedimiento bien riesgo de complicación del colgajo, como los flaps in-
conocido para la corrección de los diferentes defectos completos, los ojales y las estrías. La ablación de super-
refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astig- ficie reduce también el riesgo de ectasia y de ojo seco en
matismo (7,8). La técnica LASIK ha supuesto un enorme comparación con la cirugía LASIK. Por estas razones,
avance por su efectividad en la corrección de ametropías durante los últimos años ha aumentado el uso de la abla-
moderadamente altas, con menor riesgo de opacidad cor- ción de superficie, incluso llegándose a utilizar como
neal y de regresión que las técnicas de superficie, convir- técnica única para cirugía refractiva corneal para ciruja-
tiéndose en la técnica refractiva más prevalente en la ac- nos de gran prestigio internacional.
tualidad. Aunque la cirugía refractiva corneal incisional Los láseres de femtosegundo se introdujeron en lugar
(queratotomía radial, transversal o arcuata) también tiene de los microquerátomos mecánicos y en los últimos años
un impacto significativo sobre la biomecánica corneal, rápidamente se han aceptado con una opción segura y
debido a que está prácticamente en desuso, no la inclui- eficaz para la creación de los colgajos para la cirugía LA-
remos en este capítulo. SIK, para diversas configuraciones de trasplante de cór-
nea y para realizar los canales intraestromales para la
implantación de anillos y segmentos intraestromales con
Actualización de los objetivo exclusivamente refractivo o en el tratamiento de
las ectasias corneales.
principios y técnicas de la La principal aplicación del láser de femtosegundo es
cirugía refractiva corneal la creación del colgajo corneal durante la cirugía refrac-
tiva LASIK (16,17). Cuando se utiliza el láser de femto-
La cirugía refractiva LASIK se realiza típicamente en dos segundo, el espesor del colgajo no se ve afectado por la
etapas y utilizando dos plataformas: la creación del col- curvatura corneal preoperatoria, el grosor de la córnea,
gajo con un microquerátomo o con el láser de femtose- la velocidad de traslación o la presión intraocular. Los
gundo, seguida de la ablación estromal refractiva con el colgajos son transparentes y sin residuos, minimizando el
láser excimer. riesgo de infección y de queratitis lamelar difusa (DLK).
Los procedimientos de cirugía refractiva basados en La forma del colgajo es plana, induciendo mínimas
el láser excimer se han realizado en millones de perso- aberra­ciones, y la arquitectura del colgajo elimina prác-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nas en todo el mundo para mejorar la visión y la calidad ticamente el riesgo de crecimiento epitelial y disminuye
de vida. La combinación de la mayor sensibilidad de las la incidencia de ojo seco severo (18,19) (fig. 20-2).
pruebas preoperatorias y los perfiles de tratamiento Hoy en día podemos utilizar el procedimiento con lá-
guiados por frente de onda hacen que la actual genera- ser de femtosegundo para realizar los pasos claves en la
ción de plataformas de láser excimer sean más seguras, cirugía de cataratas. Los cirujanos de cataratas están
precisas y fiables (9,10). La introducción del láser guia- adoptando la tecnología del láser de femtosegundo para
do por frente de onda (WFG) en el campo de la cirugía realizar la capsulotomía láser, la fragmentación del cris-
refractiva en el año 1999 representó un avance signifi- talino, las incisiones en córnea clara y las incisiones lim-
cativo en la oftalmología, permitiendo una corrección bares relajantes.
optimizada no solo de los errores esferocilíndricos, sino La combinación de la precisa tecnología del láser de
también de las aberraciones de alto orden (HOA) (10‑12). femtosegundo y la extracción del lentículo marca el inicio
El tratamiento con WFG se basa en la medición de las de una nueva era en la cirugía refractiva.

249
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 20-2  A. Fotografía de seg- A


mento anterior donde se observa creci-
miento epitelial en la entrecara corneal.
B. Fotografía del segmento anterior del
mismo ojo en el postoperatorio tras
limpieza epitelial del lentículo y sutura
corneal al retirar los puntos de sutura.
La córnea está transparente, el lentículo
en posición sin signos de crecimiento
epitelial en la entrecara, observándose
una pequeña zona de fibrosis en el cua-
drante temporal. B

Figura 20-3  Pasos quirúrgicos del


procedimiento SMILE.

Desde que los láseres de femtosegundo se introdujeron realizar procedimientos de corrección de la visión com-
por primera vez en la cirugía refractiva, el último objetivo pletos utilizando tan solo una plataforma láser. Esta téc-
ha sido crear un lentículo intraestromal que se pueda ex- nica simplifica la cirugía refractiva corneal, porque el
traer manualmente en una sola pieza, evitando así la ne- lentículo correctivo y el colgajo corneal sobrepuesto se
cesidad de fotoablación con el láser excimer. crean en un solo paso utilizando solo un láser. La refrac-
El sistema VisuMax (Carl Zeiss Meditec, Jena, Ale- ción se corrige mediante la creación de un lentículo in-
mania) está diseñado para unir la fuente de láser de fem­ traestromal con el láser de femtosegundo en la córnea
tosegundo a la córnea con una mínima distorsión del te- intacta y en la forma correspondiente a la corrección
jido y una mayor precisión en la aplicación del pulso de refractiva deseada.
femtosegundo. Como consecuencia de la exitosa implementación de
La extracción del lentículo refractivo (ReLEx) es una la técnica de extracción del lentículo con femtosegundo
nueva aplicación en la que se permite a los cirujanos (FLEx), se ha desarrollado un nuevo procedimiento lla-

250
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

mado extracción del lentículo por pequeña inci- proceso crónico subclínico preexistente no detectado con
sión (SMILE). Este procedimiento implica el paso de la tecnología de diagnóstico disponible en la actualidad.
un disector a través de una pequeña incisión (2-3 mm)
para separar las interfaces lenticulares y permitir la ex-
tracción del lentículo, eliminando así la necesidad
de crear un colgajo (fig. 20-3). Los resultados de los Biomecánica corneal:
­primeros ensayos prospectivos de SMILE ya se han pu- generalidades
blicado, y actualmente hay más de 50 cirujanos que
realizan rutinariamente este procedimiento en todo el La córnea está formada por fibrillas de colágeno dispuestas
mundo (20). en 200 láminas paralelas aproximadamente que se extien-
Las potenciales ventajas de la técnica SMILE son que den limbo a limbo. Las fibrillas están orientadas formando
es menos invasiva, hay una reducción de la irritación ángulos con las fibrillas de láminas adyacentes. Todo este
postoperatoria debido a la pequeña incisión epitelial, hay entramado de colágeno es el responsable de la resistencia
una menor pérdida de sensibilidad corneal, una menor mecánica de la córnea. Las fibrillas están más apretadas en
inflamación y existe menos efecto en la producción de la córnea axial o prepupilar que en la periférica.
lágrimas, porque la pequeña incisión corta menos nervios La histéresis es una propiedad que tienen aquellos sis-
corneales. Además, la extracción del tejido es más preci- temas físicos que no reaccionan inmediatamente a la apli-
sa y repetible, independientemente de la prescripción del cación de una fuerza sobre ellos, sino que lo hacen lenta-
tratamiento, hay una mayor estabilidad biomecánica mente e incluso no vuelven al estado inicial previo a la
postoperatoria, al evitar la creación del colgajo, y un me- deformación cuando cesa la fuerza.
nor riesgo de ectasia corneal secundario a la preservación Actualmente el Ocular Response Analyzer (ORA) nos
de la lámina estromal anterior corneal que mantiene la permite medir las propiedades biomecánicas corneales in
resistencia corneal (fig. 20-4). vivo.
A pesar de los avances diagnósticos y de la creciente
exigencia de los criterios para considerar a los sujetos
aptos para cirugía refractiva corneal, todavía existen com- Efecto de la cirugía refractiva
plicaciones a largo plazo que no se consiguen evitar. Así
pues, siguen apareciendo casos no explicados de ectasia corneal sobre las propiedades
corneal tras tratamiento refractivo corneal en pacientes biomecánicas
sin factores de riesgo evidentes (patología corneal previa,
un corte profundo no programado, ablación corneal exce- Las técnicas refractivas corneales LASIK, PRK, LASEK
siva, asfericidad corneal anormal). En estos casos, se pos- y SMILE pueden alterar la biomecánica corneal por sus-
tulan como causas de la ectasia una inestabilidad biome- tracción de tejido mediante diferentes estrategias quirúr-
cánica inducida por la cirugía y/o la evolución de un gicas.
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UCVA CF (70°-1-5,75) 20/20 UCVA 20/15 OSI 0,6

Figura 20-4  Topografía corneal


Orbscan (Orbtek Inc.) y OQAS pre- y
post-SMILE.

251
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

La sustracción de tejido puede efectuarse en la super- yor que con la técnica LASIK, LASEK y PRK por este
ficie mediante ablación superficial en las técnicas de su- orden, al evitar la creación del colgajo, y un menor riesgo
perficie (PRK, LASEK) o dentro del estroma mediante de ectasia corneal secundaria a la preservación de la lá-
LASIK o SMILE. Aunque no se ha determinado la pro- mina estromal anterior corneal (fig. 20-5). No obstante,
fundidad crítica de la córnea no seccionada necesaria Agca et al. no encontraron diferencias estadísticamente
para mantener la integridad normal, la mayoría de los significativas en los valores de CH y CRF tras tratamien-
cirujanos deja un mínimo de 250-300 micras de tejido tos con SMILE y femto-LASIK (26).
estromal residual posterior. Los cambios en la CH y CRF se correlacionan de
En la cirugía LASIK son dos los fenómenos que prin- manera directa con la profundidad de la ablación y la
cipalmente inducen los cambios de la estructura corneal: cantidad de defecto corregido (la magnitud en diop-
trías), e inversamente con el espesor corneal postopera-
• La creación del colgajo corneal, que origina una torio (27).
disrupción en las lamelas de colágeno del estroma Así, el adelgazamiento de la córnea originado por la
anterior y una incisión en la membrana de ablación contribuye, al menos parcialmente, al debilita-
Bowman. miento de la córnea. Pero el cambio biomecánico no se
• La ablación estromal, que genera una sustracción explica únicamente por el descenso del grosor corneal. Se
de tejido en las lamelas de colágeno, ha demostrado que la creación del colgajo por sí mis-
ocasionando cambios en la paquimetría y ma induce a una reducción de la rigidez corneal y de los
curvatura corneal. valores de la CH y el CRF; por este motivo, la cirugía
­LASIK (junto con el hecho de que la ablación se realiza
Roberts explica que en la cirugía refractiva corneal no a mayor profundidad) ocasiona mayor descenso de las
solo cambia la porción de la córnea tratada, sino que tam- propiedades biomecánicas que los tratamientos de super-
bién se modifica el resto del tejido (21). Propone que la ficie (PRK, LASEK) (28).
córnea funciona como si fueran varias bandas elásticas
superpuestas. Al modificar la tensión a nivel central (du-
rante un LASIK, PRK u otro procedimiento que suponga
una ablación central), se produce la contracción en el res-
to de las bandas, aumentando el espesor en la periferia.
Cuanto más profunda sea la ablación central, mayor será
el cambio periférico.
Se produce un aplanamiento central y un engrosa-
miento en la periferia por un incremento del espacio
entre las fibras de colágeno, debido a que disminuye la
resistencia local a la hidratación y la matriz extracelular
es embebida en agua. Este fenómeno biomecánico es el
responsable de un aumento del efecto en una ablación
miópica, minimiza el efecto de una ablación hiperme-
trópica e induce hipermetropía tras la realización de una A
queratotomía fototerapéutica (PTK) (22). La magnitud
del engrosamiento periférico es menor en la ablación
hipermetrópica, y esto se atribuye a que la ablación de
la periferia media deja un menor número de fibrillas
de colágeno periféricas. Sin embargo, el volumen de
tejido retirado de la periferia media es mucho mayor en
los tratamientos hipermétropes que el volumen elimina-
do centralmente en un tratamiento comparable mio-
pe (23).
La cirugía LASIK ocasiona un debilitamiento de la
córnea, y esto se ha objetivado con un descenso signifi-
cativo de la histéresis corneal (CH) y del factor de resis-
tencia corneal (CRF) tras la cirugía, siendo el descenso
del CRF mayor que el de la CH, lo que sugiere que las
propiedades viscosas de la córnea se modifican menos
que las elásticas (resistencia elástica) tras un procedi- B
miento LASIK cuando se practica sobre córneas sanas Figura 20-5  A. Fotografía del segmento anterior del ojo.
(24,25). Teóricamente, con el procedimiento SMILE hay B. Tomografía de coherencia óptica (OCT) de segmento ante-
una mayor estabilidad biomecánica postoperatoria, ma- rior post-SMILE.

252
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

Son varios los autores que defienden que desde el pun- la cirugía refractiva corneal, y así podremos prevenir un
to de vista biomecánico en una córnea operada de cirugía debilitamiento biomecánico excesivo que pudiera generar
LASIK, el espesor corneal útil es el del lecho estromal un daño corneal iatrogénico.
residual, pues el espesor del colgajo no es importante a la
hora de mantener la estructura corneal (28,29), por un
mayor debilitamiento corneal cuanto menor es el lecho
estromal residual. Con la técnica SMILE, este concepto Ectasia corneal secundaria
cambia al preservar la membrana de Bowman y crearse a cirugía refractiva corneal
más resistencia corneal.
Así pues, el cambio biomecánico está relacionado con A pesar de los grandes avances en la cirugía refractiva
el defecto refractivo tratado. En el caso de las ablaciones corneal, aún aparecen casos de ectasia corneal posciru-
hipermetrópicas, el comportamiento biomecánico es sig- gía refractiva corneal. Su incidencia no está bien definida
nificativamente distinto al de las otras ablaciones. Lo más —oscila entre el 0,04-0,6% (31,32)—, y se plantean va-
importante a la hora de estimar el cambio con la cirugía rias hipótesis etiológicas.
tras una ablación hipermetrópica son las características La causa que se propone en algunos casos es una ines-
biomecánicas preoperatorias y no tanto la magnitud del tabilidad biomecánica inducida por la cirugía. La córnea
defecto. se mantiene en un equilibrio dinámico en el que influyen
Los cambios biomecánicos generados por la cirugía factores oculares (intracorneales y extracorneales) y fac-
LASIK dependen del patrón de ablación empleado, es tores extraoculares (como enfermedades o factores
decir, de la localización topográfica del tratamiento y no medioambientales).
solo de la magnitud del defecto corregido. En último término, el desarrollo de una ectasia pos­
Son varios los motivos que pueden originar estas dife- quirúrgica dependerá de la técnica quirúrgica empleada,
rencias en los cambios biomecánicos entre las distintas así como de la magnitud del procedimiento. La cirugía
ablaciones según la localización de la ablación: ­LASIK, frente a la cirugía de superficie (PRK, LASEK),
supone una mayor agresión a las propiedades viscoelás-
• La eficiencia de la ablación según su ubicación: ticas de la córnea y genera un proceso de reparación di-
el ángulo de incidencia del láser aumenta del ferente, porque la ablación se lleva a cabo en una región
ápex hacia la periferia de la córnea y, como más profunda del estroma. A ese nivel hay menor densi-
consecuencia, la energía por unidad de superficie dad de queratocitos, el entrecruzamiento de las fibras de
corneal disminuye, disminuyendo la eficiencia colágeno es menor y los proteoglicanos son más hidrofí-
ablativa y la profundidad de ablación en licos. Se cree que estas son las razones por las que se han
una ablación hipermetrópica, y, en consecuencia, publicado más casos de ectasia iatrogénica después de
este tratamiento induce menor cambio LASIK que de PRK (32,33).
biomecánico. Se ha observado clínicamente cómo ablaciones exce-
• La relación entre la profundidad y el volumen de sivas conducen a la ectasia corneal (34). Desde el punto
ablación con la ubicación del procedimiento. La de vista biomecánico, se ha demostrado que en una cór-
sustracción de volúmenes similares puede nea operada de LASIK el espesor corneal útil es el del
producir distintos cambios según la ubicación. En lecho estromal residual. Todo esto, como ya hemos co-
el tratamiento hipermetrópico, la profundidad de mentado, ha llevado a reducir los límites de ablación, de
ablación máxima se produce en el límite externo manera que el espesor del lecho estromal residual sea
de la zona óptica (6-9 mm), mientras que en la siempre superior a 250-300 micras (fig. 20-6). Pero, a
miopía ocurre en el centro de la zona de pesar de esta medida, también se han detectado ectasias
tratamiento (30). tras cirugía corneal con un lecho estromal superior a las
350 micras (35). Así pues, el espesor del lecho estromal
Debido a las características de la córnea, que es más no es por sí mismo determinante para el desarrollo de la
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delgada en el centro (520 micras de promedio) que en la ectasia corneal.


periferia (650 micras), un tratamiento miópico deja un Dupps propone un modelo biomecánico para el ori-
menor lecho estromal residual que un tratamiento hiper- gen de ectasia corneal tras la cirugía refractiva, desta-
metrópico a igualdad de volumen sustraído, con la impor- cando la importancia de la resistencia preoperatoria de
tancia biomecánica que esto implica. la córnea (36). El aplanamiento central que se produce
Así pues, la biomecánica corneal es un factor que hay en respuesta a la ablación va acompañado de una con-
que tener en cuenta en los algoritmos de ablación, por tracción de las láminas periféricas que aumenta el espe-
lo que sería interesante a la hora de programar una ciru- sor a este nivel. El engrosamiento periférico es menor
gía conocer los valores preoperatorios de CH y CRF, so- en la ablación hipermetrópica, ya que este tratamiento
bre todo en pacientes que precisen correcciones de un deja un menor número de fibrillas de colágeno periféri-
defecto refractivo alto, al ser en estos casos en los cuales cas. Si se sobrepasa una determinada profundidad en el
las características biomecánicas van a disminuir más tras estroma central con la ablación, los cambios periféricos

253
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

pueden no ser suficientes para mantener la estabilidad El astigmatismo irregular, así como valores discretos
corneal y se puede producir un reincurvamiento de la de esferas y cilindros en el queratocono, pueden ser abor-
zona central. Incluso, en una córnea con una resistencia dados mediante la realización de ablaciones láser que
patológicamente baja preoperatoriamente, estos meca- restauran las propiedades refractivas de la cara anterior
nismos de compensación podrían no mantener el apla- corneal. La aplicación del láser guiado por topografía se
namiento central y llegar a desarrollar una ectasia tras ha descrito en casos con queratoconos estables o sublíni-
la cirugía, que se podría tratar con anillos intraestro­ cos con prometedores resultados visuales (37). No obs-
males (fig. 20-7). Las uniones de las fibras de colágeno tante, estos procedimientos ablativos pueden remover y
de la interfase entre el colgajo y el lecho estromales no desestabilizar la biomecánica corneal y provocar una
tienen la cohesión ni la fuerza inicial, por lo que el es- progresión de las alteraciones ectásicas. Por esto, coinci-
pesor del colgajo no es considerado importante en el diendo con otros autores, creemos que en este tipo de ojos
mantenimiento de la estructura corneal. es importante la combinación de PRK y crosslinking cor-
Otro de los planteamientos etiopatogénicos postula neal (38,39).
que la ectasia post-LASIK es la evolución de un proceso Las principales ventajas teóricas de realizar estos dos
crónico subclínico preexistente. Se han detectado casos procedimientos en el mismo acto quirúrgico, además de
de ectasia bilateral en pacientes que presentaban topogra- la mejor comodidad para el paciente y, sobre todo, con
fías sospechosas solo en uno de sus ojos. Y es que los una sola desepitelización, son que la ablación de la PRK
pacientes con queratocono unilateral acaban manifestan- no interfiere con la parte de la córnea en la que se realiza
do con el tiempo alteraciones topográficas en el otro ojo. el crosslinking y que el crosslinking de la zona de estroma
Randleman analizó las diferencias entre aquellos pacien- ablacionado depleciona los queratocitos de la córnea an-
tes que, sin alteraciones topográficas previas, desarrolla- terior y así se reduce la posibilidad de formar haze. Ade-
ron una ectasia post-LASIK y los que no, y encontró que más, los pacientes en los que se realiza este tratamiento
la única diferencia entre ellos era la edad (34). Los casos combinado tienen un rápido aumento de la agudeza vi-
de ectasia eran significativamente más jóvenes que los sual con y sin corrección, mejoran la irregularidad cor-
controles. neal y la resistencia corneal (39,40).

Figura 20-6  Topografía corneal Orbscan (Orbtek Inc.) de un paciente operado de cirugía refractiva LASIK miópica en la que
se observa una ectasia corneal posquirúrgica.

254
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

preLASIK (–7,25D) 0,9 UCVA 0,1 + (130° – 4 + 0,5D) 0,6–

2,96 mm 2,19 mm

0,34 mm
0,35 mm
100 µm
120 µm 513 µm
497 µm

0,2 mm 0,16 mm

Figura 20-7  A. Ectasia corneal


0,7 + (25° – 0,75D) 0,9
post-LASIK. B. Anillos intraestromales
B para la corrección de la ectasia corneal.

photorefractive keratectomy and wavefront-guided laser in


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256
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

20.B Biomecánica corneal en la cirugía refractiva LASIK


Laura Lavilla García, M.ª Ángeles del Buey Sayas, José Á. Cristóbal Bescós, Javier Mateo Gabás,
Paula Casas Pascual y Laura Cabezón Martínez

Resumen
Las aplicaciones clínicas del estudio de la biomecánica corneal cobran relevancia en el
entorno de la cirugía refractiva, ya que nos aporta datos del estado estructural de la
córnea, que, añadidos a los datos ópticos o morfológicos obtenidos con la paquimetría,
topografía y refractometría, nos complementan la valoración pre- y postoperatoria del
paciente refractivo. Las principales aportaciones del estudio de la biomecánica corneal
con el Ocular Response Analyzer (ORA) en este campo abarcan desde establecer pará-
metros de sospecha del queratocono subclínico preoperatorio hasta constatar el posible
deterioro biomecánico del ojo sometido a cirugía refractiva, así como la estimación de
unos valores de PIO más reales de los pacientes intervenidos de cirugía refractiva cor-
neal, en los que el ORA constata modificaciones en las propiedades biomecánicas de sus
córneas.

Introducción: cirugía superpuestas. Al modificar la tensión a nivel central, me-


refractiva y biomecánica diante laser-assisted in situ keratomileusis (LASIK), que-
ratectomía fotorrefractiva (PRK) u otro procedimiento
corneal que suponga una ablación central, se produce la contrac-
ción en el resto de las bandas, aumentando el espesor en
La cirugía refractiva corneal se basa en la modificación la periferia (fig. 20-8). Cuanto más profunda sea la abla-
de la curvatura de la superficie anterior de la córnea para ción central, mayor será el cambio generado en la perife-
conseguir un nuevo estado refractivo estable en el tiempo. ria. De esta forma se genera un aplanamiento central y un
La seguridad y la predictibilidad de los procedimientos engrosamiento periférico por un incremento del espacio
quirúrgicos dependen de múltiples variables quirúrgicas entre las fibras de colágeno, debido a que disminuye la
y de características propias del tejido, como la forma y resistencia local a la hidratación y la matriz extracelu-
las propiedades viscoelásticas. lar es embebida en agua. Este fenómeno biomecánico
En los inicios de los procedimientos refractivos me- inicial es el responsable de un aumento del efecto en una
diante láser excimer, la córnea era considerada como «un ablación miópica, minimiza el efecto de una ablación hi-
trozo de plástico», al cual se le podía quitar, agregar o permetrópica e induce hipermetropía tras la realización
esculpir la forma deseada, pero esta idea es errónea (1,2). de una queratotomía fototerapéutica (3).
A partir de observaciones experimentales y clínicas se Los cambios en la distribución del líquido intraestro-
han ido estableciendo algoritmos de ablación que inclu- mal y en la cicatrización de la herida epitelial y estromal
yen variables capaces de provocar y predecir los cambios pueden contribuir a la regresión hipermetrópica en los
refractivos que va a generar la cirugía. También se han días o semanas siguientes a la cirugía (4). Esto se ve apo-
modificado los límites de tratamiento y se han desarrolla- yado por el hecho de que sea preciso hipercorregir cuan-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

do patrones de ablación personalizada, guiados por topo- do se van a tratar hipermetropías primarias altas. Y, si se
grafías y frente de ondas. Sin embargo, en ocasiones, el usase ese mismo algoritmo en una hipermetropía secun-
resultado refractivo no es el esperado, aparecen hiper- daria de la misma magnitud (es decir, después de cirugía
o hipocorrecciones, aumentan las aberraciones ópticas o LASIK miópica anterior), las hipercorrecciones resultan-
incluso pueden desarrollarse ectasias posquirúrgicas. tes serían significativas (5,6). Esta diferencia en la efica-
Para entender mejor estos acontecimientos, debemos co- cia del tratamiento se puede atribuir a la distinta situación
nocer aspectos de la cicatrización y la biomecánica cor- biomecánica de una córnea intacta y una con cirugía pre-
neal. via, que se ha adaptado a un entorno de fuerzas totalmen-
Roberts (1) explica que en la cirugía refractiva corneal te diferente.
no solo cambia la porción de la córnea tratada, sino que La cirugía LASIK, frente a la cirugía de superficie
también se modifica el resto del tejido. Propone que la (PRK, EpiLASIK y LASEK), supone una mayor agresión
córnea funciona como si fueran varias bandas elásticas a las propiedades viscoelásticas de la córnea y genera un

257
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Fuerza cohesiva
interlamelar
Barrera epitelial
Presión de hinchado estromal
Tensión lamelar Tensión lamelar

Bomba endotelial PIO Barrera endotelial


Javier Lavilla © 2013

Contracción de las bandas


Engrosamiento periférico
Figura 20-8  Esquema de los cam-
bios en la estructura corneal durante la
cirugía refractiva corneal. (Basado en
el modelo de Dupps WJ Jr, Wilson SE.
Biomechanics and wound healing
in the cornea. Exp Eye Res 2006; 83: PIO
Javier Lavilla © 2013
709-20.)

Flap microquerátomo mecánico

Flap femtosegundo

Figura 20-9  El flap generado por


un microquerátomo mecánico es más
fino en el centro y de mayor espesor en
la periferia adoptando una forma de
menisco. El flap generado mediante el
láser de femtosegundo tiene una pro-
Javier Lavilla © 2013
fundidad más constante.

proceso de reparación diferente, porque la ablación se un flap plano generado con el láser de femtosegundo mi-
lleva a cabo en una región más profunda del estroma. nimiza la invasión del estroma anterior y periférico, lo
A ese nivel hay menor densidad de queratocitos, el entre- que justificaría los efectos sobre la biomecánica de la
cruzamiento de las fibras de colágeno es menor y los pro- córnea (11) (fig. 20-9).
teoglicanos son más hidrofílicos (4). Además, desde el La descripción de las variables analizadas con el ORA
punto de vista biomecánico, se ha demostrado que en una y el proceso de determinación de las mismas ya han sido
córnea operada con LASIK el espesor corneal útil es el descritos en capítulos anteriores, por lo que en este capí-
del lecho estromal residual. Las uniones de las fibras de tulo nos centraremos en las principales aportaciones del
colágeno de la interfase entre el colgajo y el lecho estro- estudio biomecánico mediante el Analizador de Respues-
mal no tienen la cohesión ni la fuerza inicial, por lo que ta Ocular —(ORA®, Ocular Response Analyzer) de Rei-
el espesor del colgajo no es considerado importante en el chert— en el entorno de la cirugía refractiva corneal.
mantenimiento de la estructura corneal (7,8). Sin embar- Como destacábamos en el capítulo 1, las principales
go, la arquitectura del flap (9), así como el diámetro del aplicaciones clínicas del estudio de la biomecánica cor-
mismo, podría jugar un papel importante en el cambio neal cobran relevancia en el entorno de la cirugía refrac-
biomecánico. Los flaps con perfil plano generados por tiva, ya que abarcan la valoración preoperatoria, el cono-
láser de femtosegundo generan mayor cicatrización fibró- cimiento de la respuesta biomecánica de la córnea a la
tica periférica (10) que los generados con microqueráto- cirugía refractiva y el control de la presión intraocular tras
mo mecánico. Además, un menor diámetro superficial de la cirugía.

258
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

Utilidad del ORA en la mente, estos mecanismos de compensación podrían no


mantener el aplanamiento central y llegar a desarrollar
valoración preoperatoria una ectasia tras la cirugía sin necesidad de que la ablación
del paciente refractivo tenga una profundidad excesiva.

El conocimiento del estado biomecánico de la córnea,


junto con el resto de la exploración preoperatoria (refrac- Estimar una PIO preoperatoria más real
ción, paquimetría y topografía), nos orientará en la toma
de decisiones en casos dudosos y en la elección del pro- El ORA es útil en el screening, diagnóstico y seguimiento
cedimiento quirúrgico más adecuado (LASIK, PRK o de pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto y
cirugía intraocular). En este sentido, las principales apli- normotensional (12,26), así como para estimar la progre-
caciones del ORA en la valoración preoperatoria del pa- sión del daño glaucomatoso (27,28), ya que estos casos se
ciente refractivo se detallan a continuación. asocian con valores bajos de histéresis corneal. Identificar
precozmente estos casos nos permitirá planificar adecua-
damente el seguimiento de nuestros pacientes.
Constatar el estado biomecánico
preoperatorio

A partir de los resultados que se extraen de los distintos Valoración postoperatoria


estudios realizados sobre sujetos sanos, se puede afirmar del paciente refractivo
que los valores normales de la histéresis corneal (CH) y
del factor de resistencia corneal (CRF) de los sujetos con La valoración postoperatoria con el ORA de los pacientes
córneas sanas se encuentran por encima de los 9 mmHg intervenidos nos permite analizar el cambio que genera
(12-14). Podríamos considerar como precarios o sospe- la cirugía sobre la biomecánica corneal y la implicación
chosos los valores inferiores a 8 mmHg, en ausencia de de dicho cambio en el control tensional postoperatorio y
cirugía refractiva previa, como destacamos en el capítu- en el eventual desarrollo de una ectasia corneal. El ORA
lo 8 de esta monografía. ofrece la posibilidad de realizar un seguimiento postope-
ratorio (biomecánico y de PIO) de los pacientes interve-
nidos y de poder comprobar su estabilidad biomecánica,
Descartar la existencia de patología clínica por lo que puede contribuir de forma importante al diag-
o subclínica nóstico precoz de una posible ectasia.

El estudio mediante el ORA nos permite detectar una pa-


tología corneal subclínica, como el queratocono subclíni- Valoración de la respuesta biomecánica
co o pretopográfico (15-17), o las distrofias corneales de la córnea a la cirugía refractiva
endoteliales (18). De igual modo, existen situaciones que,
sin causar una patología corneal de manera directa, mo- La cirugía LASIK ocasiona un debilitamiento de la cór-
difican sus características biomecánicas a través del ede- nea, y esto se ha objetivado con un descenso significativo
ma corneal o cambios en la sustancia fundamental y en de la histéresis corneal (CH) y del factor de resistencia
las fibras de colágeno. Así, se han descrito cambios en las corneal (CRF) tras la cirugía. Se ha demostrado que el
propiedades biomecánicas tras el uso de lentes de contac- descenso del CRF es mayor que el de la CH, lo que su-
to (19), también en la diabetes mellitus (20), en la artritis giere que las propiedades viscosas de la córnea se modi-
reumatoide (21) y tras la cirugía de cataratas (22), la ci- fican menos que las elásticas (resistencia elástica) tras un
rugía retiniana (23) o la trabeculectomía (24). Todas estas procedimiento LASIK cuando se practica sobre córneas
situaciones se deben tener en cuenta a la hora de estu- sanas (fig. 20-10 y tabla 20-1). Los mayores cambios en
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

diar mediante el ORA una posible enfermedad corneal. los parámetros biomecánicos ocurren en la primera sema-
Dupps (25) propone un modelo biomecánico para el ori- na después de la cirugía. A los 3 meses, dichos cambios
gen de la ectasia corneal tras la cirugía refractiva, desta- se estabilizan y se recuperan parcialmente dichas propie-
cando la importancia de la resistencia preoperatoria de la dades, sin alcanzar los valores preoperatorios, pues ya se
córnea. El aplanamiento central que se produce en res- ha demostrado, en estudios a largo plazo, que los cambios
puesta a la ablación va acompañado de una contracción inducidos por la cirugía son irreversibles (29-33). Pero en
de las láminas periféricas. Si se sobrepasa una determi- ningún caso los valores de CH y CRF postoperatorios
nada profundidad en el estroma central con la ablación, alcanzan el rango patológico si se ha sido exhaustivo en
los cambios periféricos pueden no ser suficientes para el estudio preoperatorio, descartando patología y cum-
mantener la estabilidad corneal y se puede producir un pliendo todos los límites de seguridad en la cirugía.
reincurvamiento de la zona central. Incluso en una córnea Tras la queratectomía fotorrefractiva (PRK) también
con una resistencia patológicamente baja preoperatoria- disminuyen las propiedades biomecánicas corneales (CH

259
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

11,5

11 10,79
10,7

10,5 10,26
10,63

mmHg
10

9,5

9,46
9
9,31

8,5
Miópico Hipermetrópico CAP

CH preoperatoria CH postoperatoria

11
10,5 10,51
10,5
10,08
10

9,5
9,72
9
mmHg

8,5

8,48
8
8,13
7,5

6,5
Miópico Hipermetrópico CAP
Figura 20-10  Representación grá-
fica de variación de características bio-
mecánicas (CH y CRF) según el trata- CRF preoperatoria CRF postoperatoria
miento recibido.

y CRF) (34-36). A priori, la PRK es menos agresiva des- Relación entre parámetros quirúrgicos
de el punto de vista biomecánico, aunque se elimina la y cambios biomecánicos
membrana de Bowman, cuyo papel en el equilibrio bio-
mecánico es controvertido, la ablación se lleva a cabo en Existe una relación entre los parámetros quirúrgicos em-
una región más superficial del estroma y podría ser este pleados para corregir los diferentes defectos refractivos y
el motivo de que la incidencia de ectasias tras la PRK sea los cambios de las características biomecánicas observados
menor que tras la cirugía LASIK (34). Faltan estudios tras la cirugía refractiva corneal. En la magnitud del des-
prospectivos aleatorizados que comparen ambas técnicas. censo de la CH y del CRF intervienen los factores que se
Por eso debemos ser cuidadosos al analizar los resultados detallan a continuación.
de los diferentes trabajos publicados, en los cuales mu-
chas veces los pacientes seleccionados para someterse a
Profundidad de la ablación e índice estromal
un procedimiento tipo PRK es porque presentan menor
residual (IER) (31,32,35)
paquimetría o alguna alteración estructural preoperatoria,
lo que condicionaría un mayor cambio biomecánico A mayor profundidad de ablación, y consecuentemente
postoperatorio, pero, por otra parte, suelen presentar erro- menor IER, mayor cambio biomecánico. Son varios los
res refractivos más bajos y escaso astigmatismo, lo que autores que defienden que, desde el punto de vista biome-
condicionaría una menor ablación. cánico, en una córnea operada de cirugía LASIK, el es-

260
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

Tabla 20-1  Cambio de las propiedades biomecánicas corneales (CH y CRF) tras cirugía LASIK
en los diferentes estudios
Estudio (año) Población (ojos) DCH DCRF
Pepose (2007) Miopía = 66 1,7 6 1,5 2,8 6 1,5
Chen (2008) Miopía = 43 261 3,2 6 1,1
Hamilton (2008) Miopía = 32 2,2 6 1,1 3,5 6 1,3
Kirwan (2008) Miopía = 63 1,9 6 1,2 —
Qazi (2009) Miopía = 14 1,7 6 1,4 3,1 6 1,7
De Medeiros (2010) Miopía = 13 2,4 6 1,7 3,2 6 1,6
Hipermetropía = 11 0,7 6 0,7 0,6 6 1,1 (p > 0,05)
Lavilla (2013) Miopía = 182 1,39 6 0,96 2,38 6 1,22
Hipermetropía = 42 0,29 6 1 (p > 0,05) 0,83 6 0,91
CAP = 61 0,81 6 0,81 1,61 6 0,88

pesor corneal útil es el del lecho estromal residual, pues consecuencia, la energía por unidad de superficie
el espesor del colgajo no es importante a la hora de man- corneal disminuye, disminuyendo la eficiencia
tener la estructura corneal (7,8). Y, en cierto modo, esto ablativa y la profundidad de ablación en
se evidencia por la relación que se encuentra entre el IER una ablación hipermetrópica, y, en consecuencia,
—que engloba el cambio del espesor corneal central este tratamiento induce menor cambio
(ECC) y la creación del flap—, y el descenso de la CH y biomecánico.
del CRF, que indica un mayor debilitamiento corneal • La relación entre la profundidad y el volumen
cuanto menor es el lecho estromal residual (figs. 20-11 de ablación con la ubicación del procedimiento.
y 20-12). La sustracción de volúmenes similares puede
producir distintos cambios según la ubicación.
En el tratamiento hipermetrópico, la profundidad
Magnitud del defecto corregido (33,35-37) de ablación máxima se produce en el límite
Micras de ablación, cambio en el ECC, dioptrías corregi- externo de la zona óptica (6-9 mm), mientras que
das. En el caso de ablaciones para corregir la miopía, en la miopía ocurre en el centro de la zona de
cuanto mayor es el defecto corregido, mayor consumo de tratamiento (fig. 20-13). Gatinel et al. (39) refieren
micras se produce, y esto ocasiona un mayor descenso del que el volumen de ablación por dioptría de
espesor corneal central. Se ha demostrado una correla- corrección en la hipermetropía, en ausencia de una
ción positiva entre estos parámetros con el cambio bio- zona de transición, es muy similar al de la miopía,
mecánico (v. figs. 20-11 y 20-12). de manera que, aunque corrijamos el
mismo número de dioptrías, sustrayendo el mismo
número de micras, la profundidad de ablación y,
Patrón de ablación empleado (30,38) en consecuencia, el cambio del espesor corneal
En la mayoría de las publicaciones no se analiza el patrón dependerá de la región de la córnea donde
de ablación empleado, pues se estudian únicamente tra- realicemos el procedimiento, lo que condiciona un
tamientos para corregir la miopía. Pero hemos compro- cambio biomecánico diferente.
bado que el descenso en la CH y el CRF es mayor, de • Cambios del tejido circundante a la ablación.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

manera significativa, en el tratamiento miópico respecto En la cirugía refractiva corneal, no solo cambia la
al tratamiento del astigmatismo mediante el método Con- porción de la córnea tratada, sino que también se
toured Ablation Pattern (CAP), y significativamente su- modifica el resto del tejido (1,30). Roberts explica
perior en estos dos frente al tratamiento hipermetrópico que, cuando se produce una ablación central, las
(30). Son varios los motivos que pueden originar estas fibrillas de colágeno, que van de limbo a limbo, se
diferencias en los cambios biomecánicos entre las distin- relajan hacia la periferia (v. fig. 20-8). La
tas ablaciones: magnitud de engrosamiento de la córnea periférica
es menor en la ablación hipermetrópica, ya que a
• La eficiencia de la ablación según su ubicación. nivel de media-periferia corneal deja menor
Así como indican De Medeiros et al. (38), el número de fibras periféricas, lo que puede originar
ángulo de incidencia del láser aumenta del ápex menor cambio biomecánico en la córnea periférica
hacia la periferia de la córnea y, como restante, a pesar de que el volumen de tejido

261
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

8 120
Equivalente esférico (EE, medido en dioptrías)

100
6

Micras de ablación con láser


80
4

60

40

0
20

–2 0

–4 –2 0 2 4 6 –4 –2 0 2 4
Variación de CH mmHg (pre-post) Variación de CH mmHg (pre-post)

150 0,9
Variación del ECC en micras (pre-post)

Índice estromal residual (IER)

100 0,8

50 0,7

0 0,6

–50 0,5

–4 –2 0 2 4 –4 –2 0 2 4
Variación de CH mmHg (pre-post) Variación de CH mmHg (pre-post)

Tipo de tratamiento LASIK

Miópico

Hipermetrópico

CAP

Figura 20-11  Correlaciones entre la variación de la CH con las dioptrías corregidas, las micras de ablación, el cambio del ECC
y el índice estromal residual en cada una de las modalidades de ablación LASIK.

262
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

Equivalente esférico (EE, medido en dioptrías) 8 120

100
6

Micras de ablación con láser


80
4

60

40

0
20

–2 0

–4 –2 0 2 4 6 –6 –4 –2 0 2 4 6
Variación de CRF mmHg (pre-post) Variación de CRF mmHg (pre-post)

150 0,9
Variación del ECC en micras (pre-post)

Índice estromal residual (IER)

100 0,8

50 0,7

0 0,6

–50 0,5

–4 –2 0 2 4 6 –4 –2 0 2 4 6
Variación de CRF mmHg (pre-post) Variación de CRF mmHg (pre-post)

Tipo de tratamiento LASIK


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Miópico

Hipermetrópico

CAP

Figura 20-12  Correlaciones entre la variación del CRF con las dioptrías corregidas, las micras de ablación, el cambio del ECC
y el índice estromal residual en cada una de las modalidades de ablación LASIK.

263
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Javier Lavilla © 2013


A B

Figura 20-13  A. Esquema de un tratamiento para corregir la miopía, fotoablación en el centro corneal (en color rojo). Se han
destacado diferentes meridianos para apreciar el perfil de ablación: la profundidad de ablación es máxima en el centro y decrece
hacia la periferia. B. Esquema de un tratamiento para corregir la hipermetropía, fotoablación anular en la periferia corneal (en color
rojo). Se han destacado diferentes meridianos para apreciar el perfil de ablación: la profundidad de ablación es máxima en la peri-
feria y decrece hacia el centro corneal.

extraído en la periferia media sea mayor que el lar medida con la TAG (41-44), que nos lleve a continuar
eliminado en el centro en un tratamiento con el tratamiento con corticoides tópicos y a un empeora-
miope (40). miento de la enfermedad, pudiendo originar una descom-
• Mecanismo de medición del ORA. El ORA pensación corneal, generar daño glaucomatoso o, incluso,
utiliza un chorro de aire para deformar la córnea propiciar el eventual desarrollo de una ectasia.
en un área circular de 3 mm de diámetro y el Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que la
sistema electroóptico registra la deformación en mayoría de los pacientes sometidos a cirugía refractiva
esa área, de manera que podría aportarnos una son miopes. La miopía es una condición que de por sí
exploración más eficaz de los cambios corneales supone un problema para el seguimiento del glaucoma
centrales (los que ocurren en el tratamiento por diferentes motivos. Por una parte, se ha descrito una
miópico) que los paracentrales o periféricos mayor incidencia de glaucoma en la población miope
(astigmáticos o hipermetrópicos). adulta. Además, los miopes pueden presentar defectos en
el campo visual sin necesidad de padecer glaucoma, lo
que dificulta la interpretación de la campimetría. En los
miopes, el deterioro del campo visual es más rápido que
Control de la presión en otros grupos de glaucoma, y las anomalías del nervio
intraocular tras cirugía óptico y la atrofia peripapilar que presentan hacen más
complicada su valoración mediante pruebas de imagen
refractiva. Limitaciones del nervio óptico y de la capa de fibras nerviosas.
de la TAG
Tras la cirugía refractiva corneal es necesario un control Cambios generados por la cirugía refractiva
preciso de la PIO por poder presentarse diferentes condi-
ciones tanto en el postoperatorio inmediato como años La cirugía refractiva modifica el espesor corneal, la cur-
después de la cirugía que pueden propiciar elevaciones de vatura y la estructura corneales, lo que lleva a cometer
la PIO no detectadas por la tonometría de aplanamiento errores en la medición de la PIO, infraestimándola (45-
de Goldmann (TAG). 48). Los parámetros que están implicados en la medición
En el postoperatorio inmediato, los pacientes sometidos de la presión intraocular tras la cirugía LASIK son: la
a cirugía refractiva reciben corticoides como tratamiento, profundidad de la ablación (46,49), el cambio de la cur-
pudiendo presentar sensibilidad a ellos, lo que genera una vatura corneal (49), el error refractivo previo (46,50), la
elevación de la presión intraocular. En ocasiones, esa pre- PIO preoperatoria (50), la edad (51), el módulo de elasti-
sión elevada puede originar la entrada de humor acuoso en cidad y otros factores biomecánicos (52).
la córnea que se acumula en la interfase. El grosor corneal Se han propuesto ecuaciones para corregir la PIO me-
alterado y el deterioro biomecánico ocasionado dan lugar dida por TAG tras la cirugía, que fundamentalmente tie-
a una infraestimación de la medida de la presión intraocu- nen en cuenta la profundidad de ablación y el defecto

264
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

Tabla 20-2  Cambio de la presión intraocular, IOPcc e IOPg tras cirugía LASIK en los diferentes estudios

Estudio (año) Población DIOPcc DIOPg DTAG


Pepose (2007) Miopía 2,1 6 2,57 4,63 6 2,69 2,57 6 2,15
Chen (2008) Miopía 1,94 6 2,17 4,51 6 3,11 —
Qazi (2009) Miopía 2,66 6 3,54 4,41 6 3,74 4,46 6 3,68
Lavilla (2013) Miopía 2,14 6 2,02 4,21 6 2,17 —
Astigmatismo 1,28 6 2,53 1,53 6 2,84 —
Hipermetropía 1,77 6 2,19 3,06 6 2,16 —

refractivo previo (50,53). Pero estas fórmulas no son su- empleado (30). Pepose et al. (31) no encuentran correla-
ficientes. Por este motivo se plantea que en estos casos ción entre los cambios en las medidas de presión intrao-
pueden ser de utilidad instrumentos, como el neumotonó- cular y el estroma residual, ni con los cambios de ECC.
metro, el ORA o la tonometría de contorno dinámi- Asimismo, Qazi et al. (37) tampoco encuentran correla-
co (TCD), que midan la presión intraocular y se vean ción entre las micras de ablación y el cambio de IOPcc,
menos afectados por propiedades corneales, como el es- mientras que el descenso de la IOPg está relacionado con
pesor y la curvatura de la córnea. el tipo de tratamiento, las micras de ablación, la magnitud
La presión intraocular de Goldmann (IOPg), determi- del defecto corregido y el IER. Qazi et al. (37) comparan
nada por el ORA, se comporta igual que la TAG (45,54), tres técnicas para corregir la miopía: LASIK, LASEK y
disminuye tras la cirugía LASIK, siendo la magnitud del LASIK mediante femtosegundo, y observan un descenso
descenso menor tras un LASIK hipermetrópico que tras significativamente mayor en el grupo de LASIK en la
uno miópico (30) (tabla 20-2 y fig. 20-14). IOPg (4,41 6 3,74 mmHg) y en la TAG (4,46 6
La presión intraocular compensada (IOPcc) determi- 3,68 mmHg), sugiriendo que la creación del flap y la
nada con el ORA desciende tras la cirugía, pero en menor ablación más profunda en este grupo tienen un efecto adi-
grado que la IOPg (v. fig. 20-14), y dicho descenso está tivo en la reducción de la presión intraocular. Sin embar-
débilmente relacionado con los parámetros quirúrgicos go, no encontraron diferencias significativas en el descen-
(micras de ablación) y los cambios refractivos (equiva- so de IOPcc en los tres grupos de tratamiento, ni hallaron
lente esférico) o topográficos (valores queratométricos y entre los parámetros quirúrgicos alguna variable capaz de
paquimétricos), y es independiente del tipo de ablación predecir el cambio de IOPcc. Por el contrario, encontra-

16
15,51
15,26
15
15,03 14,42
14,78
14
14,37

13,1 13,74
mmHg

13
13,11
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

12
12,51

11,73
11

10,82

10
Miópico Hipermetrópico CAP

IOPcc preoperatoria IOPcc postoperatoria


Figura 20-14  Distribución de las
IOPg preoperatoria IOPg postoperatoria variaciones de presiones intraoculares
por grupos de tratamiento LASIK.

265
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

ron una correlación significativa entre las micras de abla- mostraban biomecánicamente comprometidas. Pero existe
ción y el porcentaje de cambio de IOPg analizando glo- una población intervenida durante estas dos décadas en la
balmente todos los ojos y por grupos de tratamiento. que podemos encontrar un notable deterioro biomecánico,
Sabemos que el valor de la PIO por TAG que se utiliza en ocasiones relacionado con ablaciones profundas (por
en la práctica clínica no es el valor «real» de la presión presentar errores refractivos altos), y en otras por una po-
intraocular, ya que todos los tonómetros la miden de for- sible alteración biomecánica previa a la cirugía.
ma indirecta a través de la córnea. Cualquier proceso que Por todo lo expuesto a lo largo de este capítulo, consi-
altere la estructura de la córnea puede alterar sus propie- deramos el estudio de las características biomecánicas
dades biomecánicas y estructurales, afectando estos cam- corneales básico para el diagnóstico, pronóstico y segui-
bios a las lecturas de la presión intraocular que obtene- miento en la cirugía LASIK, puesto que nos permite co-
mos de manera indirecta. Simplemente, con la creación nocer y detectar el debilitamiento biomecánico y las alte-
del flap ya se ha observado un descenso de la IOPcc (8). raciones en la medida de la presión intraocular que
El hecho de que la IOPcc descienda menos que la genera este tipo de cirugía.
IOPg tras la cirugía LASIK y que no existan diferencias
entre los distintos tratamientos sugiere que la IOPcc es un
indicador más preciso de la verdadera presión intraocular BIBLIOGRAFÍA
tras la cirugía, como ya sugirieron Chen et al. (32), y le
otorga a este parámetro importancia en el control tensio- 1. Roberts C. The cornea is not a piece of plastic. J Refract Surg
nal de los pacientes operados de LASIK tras la cirugía, 2000; 16: 407-13.
por presentar valores más próximos a las verdaderas pre- 2. Torres RM, Merayo-Llovens J, Jaramillo MA, Galvis V.
siones intraoculares e independientes del tipo de cirugía Biomecánica de la córnea. Arch Soc Esp Oftalmol 2005; 80:
realizada previamente. 215-23.
3. Dupps WJ Jr, Roberts C. Effect of acute biomechanical
En múltiples estudios se han intentado idear fórmulas changes on corneal curvature after photokeratectomy.
de corrección para calcular la verdadera presión intrao- J Refract Surg 2001; 17: 658-69.
cular después de la cirugía LASIK. En nuestro estudio, 4. Dupps WJ Jr, Wilson SE. Biomechanics and wound healing
intentamos establecer un modelo capaz de predecir el in the cornea. Exp Eye Res 2006; 83: 709-20.
cambio de la presión intraocular que genera la cirugía 5. Lindstrom RL, Hardten DR, Houtman DM, Witte B, Preschel
N, Chu RY, et al. Six-month results of hyperopic and
LASIK, atendiendo a los parámetros preoperatorios (30). astigmatic LASIK in eyes with primary and secondary
Nuestro modelo final incluyó tres variables significati- hyperopia. Trans Am Ophthalmol Soc 1999; 97: 241-55.
vas: equivalente esférico preoperatorio, IOPcc preopera- 6. Wilson SE, Mohan RR, Hong JW, Lee JS, Choi R, Mohan
toria y CRF preoperatorio. De esta manera se explicaba RR. The wound healing response after laser in situ
keratomileusis and photorefractive keratectomy: elusive
un 41,3% de la variabilidad total de la IOPg. Aunque no control of biological variability and effect on custom laser
explica al completo la variabilidad de la presión intrao- vision correction. Arch Ophthalmol 2001; 119: 889-96.
cular con la cirugía LASIK, cabe destacar el hecho de 7. Seiler T, Koufala K, Richter G. Iatrogenic keratectasia after
que se incluyan parámetros biomecánicos (CRF preope- laser in situ keratomileusis. J Refract Surg 1998; 14: 312-7.
ratorio), y no solo la magnitud del defecto corregido. 8. Chang DH, Stulting RD. Change in intraocular pressure
measurements after LASIK the effect of the refractive
Este resultado refleja la importancia del estado de las correction and the lamellar flap. Ophthalmology 2005; 112:
propiedades biomecánicas previo a la cirugía para el pos- 1009-16.
terior cambio en la presión intraocular. Conocer la resis- 9. Krueger RR, Dupps WJ Jr. Biomechanical effects of
tencia estática que ofrece la córnea a la deformación, la femtosecond and microkeratome-based flap creation:
prospective contralateral examination of two patients.
rigidez, a través del CRF preoperatorio, nos ayudará a J RefractSurg 2007; 23: 800-7.
identificar pacientes que precisarán un seguimiento más 10. Sonigo B, Iordanidou V, Chong-Sit D, Auclin F, Ancel JM,
estrecho de la PIO una vez operados, a lo largo de su Labbe A, et al. In vivo corneal confocal microscopy
vida, o incluso descartar la cirugía en pacientes que pre- comparison of Intra Lase femtosecond laser and mechanical
senten factores de riesgo de desarrollar glaucoma en un microkeratome for laser in situ keratomileusis. Invest
Ophthalmol Vis Sci 2006; 47: 2803-11.
futuro (26,55). Por este motivo, en pacientes con antece- 11. Dawson DG, Grossniklaus HE, McCarey BE, Edelhauser HF.
dentes de cirugía LASIK, consideramos de gran utilidad Biomechanical and wound healing characteristics of corneas
incluir, al menos, una medición con el ORA, en nuestra after excimer laser kerato refractive surgery: is there a
exploración oftalmológica rutinaria, que nos ponga en difference between advanced surface ablation and sub-
Bowman’s keratomileusis? J Refract Surg 2008; 24: S90-6.
evidencia las diferencias entre la IOPg y la IOPcc, y así 12. Del Buey, MA. Estudio de la biomecánica corneal. Relación
estar más cerca de conocer la verdadera presión entre las propiedades biomecánicas corneales, determinadas
intraocular de nuestros pacientes. mediante el analizador de respuesta ocular, ORA, y la
Debemos considerar que los resultados que se muestran patología ocular (Tesis doctoral). Zaragoza: Universidad de
en este capítulo corresponden a tratamientos realizados Zaragoza, 2013.
13. Haseltine SJ, Pae J, Ehrlich JR, Shammas M, Radcliffe NM.
sobre pacientes con córneas biomecánicamente normales, Variation in corneal hysteresis and central corneal thickness
y que se descartaron, mediante una exploración preopera- among black, hispanic and white subjects. Acta Ophthalmol
toria con el ORA, aquellos pacientes con córneas que se 2012; 90(8): e626-31.

266
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

14. Del Buey MA, Lavilla L, Ascaso FJ, Lanchares E, Huerva V, 34. Navas A, Ariza E, Haber A, Fermón S, Velázquez R,
Cristóbal JA. Assessment of biomechanical properties and Suárez R. Bilateral keratectasia after photorefractive
intraocular pressure in myopic Spanish healthy population. keratectomy. J Refract Surg 2007; 23: 941-3.
J Ophthalmol 2014; in press. 35. Hamilton DR, Johnson RD, Lee N, Bourla N. Differences in
15. Schweitzer C, Roberts CJ, Mahmoud AM, Colin J, Maurice- the corneal biomechanical effects of surface ablation
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16. Labiris G, Gatzioufas Z, Sideroudi H, Giarmoukakis A, 36. Kamiya K, Shimizu K, Ohmoto F. Comparison of the changes
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17. Ruiseñor Vázquez PR, Delrivo M, Bonthoux FF, Pförtner T, Roberts CJ, Pepose JS. Postoperative changes in
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LASEK. Acta Ophthalmol 2008; 86: 215-8. intraocular pressure measured by pneumotonometry,

267
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

non-contact tonometry, the Tono-Pen XL, and Goldmann 54. Jarade EF, Abi Nader FC, Tabbara KF. Intraocular pressure
applanation tonometry. Br J Ophthalmol 2005; 89: 851-4. measurement after hyperopic and myopic LASIK. J Refract
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20.C Cambios biomecánicos en relación


con procedimientos quirúrgicos refractivos LASIK,
femtosegundo y PRK
Carlos Palomino Bautista, David Carmona González, Alfredo Castillo Gómez
y Marta Romero Domínguez

Resumen
El concepto de la biomecánica de la córnea ha tomado auge con la cirugía refractiva.
Los descriptores histéresis corneal (CH) y factor de resistencia corneal (CRF), medidos
con el Ocular Response Analyzer (ORA), se ven afectados claramente tras todos los
procedimientos quirúrgicos refractivos analizados en este estudio (LASIK mediante fem­
tosegundo, LASIK con microquerátomo y PRK con mitomicina-C). La importancia de
considerar el factor biomecánico en los modelos de cirugía refractiva ha ido creciendo
en los últimos tiempos, hasta postularse que la biomecánica de la córnea es una variable
más que debe considerarse en los algoritmos de ablación. En procedimientos quirúrgicos
corneales, no sabemos actualmente cuáles son los valores frontera de histéresis y de
resistencia corneal a partir de los cuales la córnea tiene un alto riesgo de perder su
equilibrio biomecánico y desarrollar ectasia, porque, probablemente, en la ecuación
necesitemos introducir variables como el nomograma o perfil de ablación, volumen de
tejido estromal eliminado, patrón de redistribución tisular, espesores corneales y presión
intraocular. En este estudio se han buscado modelos matemáticos correlacionando dis-
tintos parámetros quirúrgicos con la viscoelasticidad corneal, mostrándose como los más
robustos los dependientes del equivalente esférico preoperatorio. De este modo se puede
predecir el descenso de los valores de CH y CRF postoperatorios con bastante seguridad,
explicando la posibilidad de una excesiva afección estructural corneal y, por tanto, el
incremento del riesgo de padecer una ectasia corneal iatrogénica.

Introducción la arquitectura corneal un equilibrio dinámico. La biome-


cánica corneal, por tanto, tiene fundamentos físicos, ma-
En los últimos años se viene manejando un nuevo con- temáticos y biológicos.
cepto en el mundo oftalmológico llamado biomecánica El fenómeno de histéresis fue descrito por primera vez
corneal, que hace referencia a cómo la morfología y ana- en 1890 por James Alfred Ewing. Este la definió como la
tomía corneal dada por todas las estructuras tisulares se tendencia natural de un material a conservar una de sus
relaciona con su entorno inmediato, presión intraocular, propiedades, en ausencia del estímulo que la ha generado,
atmosférica, fuerzas tensionales entre fibras, membranas concepto que ha impactado de lleno en la terminología
adyacentes y musculatura extraocular, confiriendo a toda oftalmológica relacionada con biomecánica corneal; de

268
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

hecho, la histéresis corneal (CH) y el coeficiente de resis- todos los grupos, y, por tanto, en todos los procedimientos
tencia (CRF), ambas medidas en milímetros de mercu- quirúrgicos empleamos el mismo perfil de ablación que
rio (mmHg), reflejan las propiedades viscoelásticas de la los nomogramas del software nos ofrecían; nos decanta-
córnea, y hoy por hoy son buenos indicativos de su inte- mos por un procedimiento tissue saving ablation (TSA),
gridad biomecánica. Desde hace unos años, gracias a la que es menos asférico y, por tanto, más conservador en la
introducción en la clínica oftalmológica diaria de la tec- eliminación de tejido estromal, presuntamente menos
nología Ocular Response Analyzer (ORA; Reichert, influyente en los parámetros biomecánicos.
­Buffalo, NY, EE. UU.), podemos cuantificar dichas varia- El estudio y análisis estadístico se realizó con la apli-
bles y analizarlas. cación SPSS v17.0 para Windows.

Material y métodos Resultados


Presentamos un estudio en el que hemos analizado, en En la tabla 20-3 se muestra la distribución por sexo según
tres procedimientos quirúrgicos refractivos distintos, la los grupos del estudio. La edad promedio de la muestra
biomecánica corneal a través de dos descriptores medidos distribuida por grupo se muestra en la tabla 20-4. Todos los
con ORA, CH y CRF a los 2 años de realizar las cirugías. datos medidos pre-, intra- y postoperatoriamente se presen-
Los grupos corresponden, respectivamente, a pacientes tan en las tablas 20-5 a 20-7, organizados por grupos.
intervenidos con LASIK mediante femtosegundo, Intra- Tal y como expresamos en el apartado anterior, nuestro
lase (AMO, IL, EE. UU.) (grupo I); operados con técni- primer objetivo es el de comprobar que la diferencia ne-
ca LASIK, pero con microquerátomo mecánico Zyoptix gativa encontrada en las variables CH y CRF medidas con
XP (Bausch & Lomb, Rochester, NY, EE. UU.) (gru- ORA pre- y posquirúrgicamente (tabla 20-8) es estadísti-
po II), y a los que se les ha hecho una queratectomía fo- camente significativa. Empleando un test paramétrico t
torrefractiva (PRK) con mitomicina C al 0,02% durante para muestras apareadas para cada uno de los tres grupos,
15-30 s (grupo III). Se seleccionó una muestra poblacio- los resultados muestran que estos valores de ORA son
nal para cada grupo de 25 ojos. El láser excimer emplea- significativamente menores (p < 0,001) después del tra-
do en todos los grupos fue el MEL-80 (Zeiss, Jena, Ale- tamiento quirúrgico que antes.
mania). Como se aprecia en la tabla 20-8, tanto la histéresis
Por otro lado, procedimos a medir el grosor del flap en corneal (CH) como el factor de resistencia corneal (CRF)
los grupos I y II intraoperatoriamente con el mismo par- sufren un decremento independientemente del procedi-
químetro ultrasónico. También como datos intraoperato- miento quirúrgico empleado, siendo este último el que
rios para la correlación posterior se decidió observar la más variación negativa muestra (28,44, 21,89 y 32,28%,
zona óptica empleada y la profundidad de la ablación. En respectivamente). Como se puede comprobar, los valores

Tabla 20-3  Distribución de sexo por grupos Tabla 20-4  Distribución de edades por grupos
Intralase/LASIK LASIK PRK Intralase/LASIK LASIK PRK
Hombres 17 11 9 Edad promedio 26,33 25,45 28
Mujeres 8 14 16 Desviación estándar 1,56 1,04 1,33

Tabla 20-5  Datos pre-, intra- y postoperatorios del grupo I de LASIK/femtosegundo


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Precirugía Intraoperatorio Poscirugía


ORA pre ORA post
Eq. esf. CRF CH Paquimetría Flap ZO PA CRF CH
Promedio –3,73 10,09 10,82 555,76 111,6 6,56 70,09 7,22 8,64
Desviación estándar 1,61 1,62 1,75 31,86 5,54 0,22 25,39 1,81 1,76
Máx. –1 14,3 14 614 120 7 110 12,1 11,8
Min. –6,75 7,7 7,5 507 100 6 26,28 4,4 6

Eq. esf.: el equivalente esférico en dioptrías; PA: profundidad de ablación medida en micras que el láser practica en el tejido estromal; ZO: zona óptica
medida en milímetros seleccionada en el tratamiento quirúrgico.

269
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 20-6  Datos pre-, intra- y postoperatorios del grupo II de LASIK/microquerátomo mecánico
Precirugía Intraoperatorio Poscirugía
ORA pre ORA post
Eq. esf. CRF CH Paquimetría Flap ZO PA CRF CH
Promedio –3,15 10,05 10,73 548,68 108,4 6,71 58,01 7,85 8,81
Desviación estándar 1,43 1,42 2,09 33,12 7,18 0,14 22,95 1,64 1,83
Máx. –1,25 11,9 15 612 120 7 99,74 10,1 11,90
Min. –6,00 6,7 6,9 506 100 6,5 20,43 4 5,50

Eq. esf.: el equivalente esférico en dioptrías; PA: profundidad de ablación medida en micras que el láser practica en el tejido estromal; ZO: zona óptica
medida en milímetros seleccionada en el tratamiento quirúrgico.

Tabla 20-7  Datos pre-, intra- y postoperatorios del grupo III de PRK
PRK
Precirugía Intraoperatorio Poscirugía
GRUPO III
Eq. esf. ORA pre Paquimetría ZO PA ORA post
CRF CH CRF CH
Promedio –3,18 8,58 9,47 505,25 6,36 63,37 5,81 7,64
Desviación estándar 0,99 1,23 1,74 13,77 0,31 16,56 1,14 1,86
Máx. –1,13 10,5 12,3 534 6,7 92,1 7,3 11
Min. –4,5 6,4 6,5 481 6 32,97 3,6 5

Eq. esf.: el equivalente esférico en dioptrías; PA: profundidad de ablación medida en micras que el láser practica en el tejido estromal; ZO: zona óptica
medida en milímetros seleccionada en el tratamiento quirúrgico.

Tabla 20-8  Medias de variación de CH y CRF tras procedimientos quirúrgicos


Ocular Response Analyzer
Pre Post Dif. pre-post CRF Dif. pre-post CH
CRF CH CRF CH mmHg % mmHg %
Grupo I 10,09 6 1,62 10,82 6 1,75 7,22 6 1,81 8,64 6 1,76 –2,87 28,44 –2,18 20,15
Grupo II 10,05 6 1,42 10,73 6 2,09 7,85 6 1,64 8,81 6 1,83 –2,2 21,89 –1,92 17,89
Grupo III 8,58 6 1,23 9,47 6 1,74 5,81 6 1,14 7,64 6 1,86 –2,77 32,28 –1,83 19,32

medidos con ORA preoperatorios en el grupo III interve- nicas quirúrgicas en el coeficiente de resistencia corneal,
nido con PRK son más bajos de inicio, relacionando este siendo esta diferencia estadísticamente significativa al
hecho, probablemente, con el espesor corneal prequirúr- 95% (p < 0,05) respecto al grupo I y al 99% (p < 0,001)
gico inferior a los otros dos grupos, 50,51 y 43,43 micras, respecto al grupo II, aplicando un test de Bonferroni para
respectivamente. comparaciones múltiples de medias. Sin embargo, para el
En una segunda fase analizamos si existen diferencias coeficiente de histéresis, si bien la media es más baja en
estadísticamente significativas en las variables medidas la PRK (1,83), esta no es significativamente menor que
con ORA postoperatorias de los tres grupos o, lo que es en las otras dos técnicas. Entre el grupo I y II no existen
lo mismo, se valoraron las variaciones producidas en la diferencias estadísticamente significativas. Con estos re-
biomecánica corneal tras los procedimientos quirúrgicos. sultados, podemos decir que la PRK (grupo III) respecto
Al evaluar si hay diferencias estadísticamente significati- a las otras dos técnicas quirúrgicas es menos agresiva,
vas entre dichos tratamientos quirúrgicos, podremos va- teniendo en cuenta variables como la histéresis y la resis-
lorar cuál de las tres técnicas es «menos agresiva» en tencia a la deformación corneal. Seguramente, el funda-
términos biomecánicos. mento teórico sobre el que apoyamos este argumento es
Los resultados muestran que el grupo III obtiene resul- el de que, en procedimientos quirúrgicos refractivos de
tados significativamente más bajos que las otras dos téc- superficie, como la PRK, la profundidad de ablación es-

270
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

Tabla 20-9  Ecuaciones de los modelos predictivos por grupos


CH CRF
Grupo I CH post = 1,416 + 0,782 CH pre + 0,33 Eq. esf. CRF post = 0,876 + 0,767 CRF pre + 0,376 Eq. esf.
Grupo II CH post = 0,374 + 0,876 CH pre + 0,304 Eq. esf. CRF post = 0,639 + 0,903 CRF pre + 0,59 Eq. esf.
Grupo III CH post = –1,744 + 1,013 CH pre + 0,066 Eq. esf. CRF post = 0,048 + 0,806 CRF pre + 0,363 Eq. esf.

Tabla 20-10  Validación de datos de las ecuaciones de regresión


Intralase
PRE-QX Post-QX Regresión Fórmula Diferencia
CRF CH CRF CH CRF CH CRF CH
Promedio 9,88 10,11 7,27 8,09 6,86 9,79 0,77 1,7
DE 2,37 1,54 2,64 1,82 2,42 2,15 0,39 0,73
LASIK
Promedio 10,08 11,41 7,34 9,13 7,22 9,44 0,38 0,4
DE 1,74 2,4 1,81 2,1 1,98 2,2 0,19 0,33
PRK
Promedio 9,14 10,22 6,05 8,47 6,07 8,36 0,23 0,28
DE 1,27 2,01 1,2 2,15 1,11 2,04 0,2 0,24

DE: desviación estándar.

tromal en el tratamiento siempre es menor respecto al Los modelos para femtosegundo y LASIK explican un
ápex corneal que en técnicas con flap, donde la arquitec- alto porcentaje de la varianza de la variable CRF poste-
tura corneal se ve más modificada. rior, lo que supone un alto poder predictivo, un 77 y un
Por último, se quiso determinar qué variables medidas 88%, respectivamente. Sin embargo, este resultado es del
influían y cómo lo hacían en los valores posquirúrgicos 67% para la PRK. El resto de la varianza quedaría expli-
de CH y CRF en cada una de las tres técnicas empleadas. cado por otras variables que no aparecen en el modelo y
Para ello se estimaron tres modelos de regresión lineal que formarían parte del término de error.
para explicar los resultados obtenidos por cada técnica. Un mayor CH anterior supone un mayor valor posto-
Con esta modelización se pretendía predecir los valores peratorio, independientemente de la técnica utilizada. El
de CH y CRF posquirúrgicos en función del tipo de tra- equivalente esférico aparece nuevamente con significa-
tamiento, la graduación esferocilíndrica y el estado bio- ción estadística (99%) en femtosegundo y LASIK, pero
mecánico corneal de partida. deja de ser significativo para explicar la CH posterior en
Dado que no disponemos de un modelo que a priori la PRK. En los tres casos llama notablemente la atención
establezca una relación causal entre las variables previas el elevado porcentaje de varianza explicada (más del
a la intervención y las variables después de la interven- 85%) de la variable dependiente, lo que sugiere que en
ción, se estiman distintos modelos para cada técnica y este caso estamos ante modelos sólidos, si cabe más in-
variable dependiente. Los modelos de regresión múltiple cluso que los obtenidos para el CRF posterior. De hecho,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que resultaron más robustos fueron los recogidos en la nuestros modelos de regresión respecto a los revisados en
tabla 20-9. la literatura (1) explican mejor las variables biomecánicas
Los tres modelos propuestos permiten concluir que el postoperatorias.
equivalente esférico tiene una influencia estadísticamente En una última fase de nuestro estudio realizamos la
significativa sobre el coeficiente de resistencia corneal validación clínica de todos los modelos de regresión pro-
posquirúrgico CRF (al 99% para femtosegundo y LASIK, puestos. En la revisión postoperatoria, los datos de CH y
y al 95% para PRK). A mayor equivalente esférico en CRF obtenidos con ORA™ se compararon con los de las
valor absoluto, menor será el resultado en CRF después. fórmulas de los modelos de regresión, obteniéndose los
La influencia del equivalente esférico es mayor en LASIK, resultados expresados en la tabla 20-10. En esta tabla se
seguido de femtosegundo y de PRK, que presentan valores observa que las diferencias de medias obtenidas por re-
parecidos. Además, la variable CRF anterior resulta tam- gresión se aproximan a los valores obtenidos posquirúr-
bién clave para predecir el valor del CRF posterior. gicamente con ORA™.

271
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Discusión redistribución tisular, espesores corneales y presión in-


traocular, porque la CH y el CRF no son los únicos carac-
Según los estudios revisados (2-4), los valores que se terizadores de estos cambios (12).
consideran normales de CH y CRF en una población sana Hemos buscado unos modelos matemáticos que corre-
sin patología ocular independientemente de su estado re- lacionen distintos parámetros de todos los estudiados:
fractivo oscilan entre 7,24 y 15,8 mmHg, siendo el pro- profundidad de ablación, zona óptica del tratamiento,
medio de 11,19  1,63 mmHg en la histéresis corneal, y equivalente esférico, paquimetría prequirúrgica y flap,
entre 5,37 y 15,74 mmHg, siendo el promedio 10,46 6 con la viscoelasticidad corneal. Los más robustos fueron
1,75 mmHg en el CRF. En esta línea, los valores de CH los dependientes únicamente del equivalente esférico
y CRF prequirúrgicos en todos los grupos de nuestro es- preoperatorio, que, además, validamos en una última fase
tudio, respectivamente, fueron los expuestos en la ta- del estudio, obteniendo resultados satisfactorios. De
bla 20-11. modo que podemos predecir los valores de CH y CRF
El trabajo presentado pone de manifiesto que, ante postoperatorios con bastante seguridad, explicando la po-
cualquier procedimiento quirúrgico corneal de los estu- sibilidad de una excesiva afección estructural corneal y,
diados, LASIK mediante femtosegundo, LASIK con mi- por tanto, el incremento del riesgo de padecer una ectasia
croquerátomo mecánico y PRK con MMC para pacientes corneal iatrogénica.
miopes, los valores de histéresis (CH) y de resistencia En conclusión, el concepto de la biomecánica de la
corneal (CRF) sufren un decremento de entre el 17,89 y córnea ha tomado auge con la cirugía refractiva. Tal y
el 32,28% en términos absolutos, siendo además esta va- como muestran el presente estudio y los de la literatura
riación negativa estadísticamente significativa (p < 0,001). oftalmológica revisada, los descriptores CH y CRF me-
Por tanto, cabe destacar en este sentido que, en términos didos con ORA se ven afectados claramente tras todos
biomecánicos, la córnea se ve afectada según sus descrip- los procedimientos quirúrgicos expuestos y estudiados,
tores por estas técnicas, tal y como reflejan trabajos de la no pudiendo distinguir a priori cuál de ellos es menos
literatura oftalmológica revisada (5-7), si bien es cierto agresivo en términos estructurales, biomecánicos o reo-
que, de los tres procedimientos valorados en pacientes lógicos. De igual manera, los cambios patológicos pro-
miopes, el que menos afecta al coeficiente de resistencia gresivos que se pudieran producir en la arquitectura cor-
corneal (CRF) es la técnica de superficie PRK (p < 0,001), neal tras aplicar algún tratamiento quirúrgico no solo se
no habiendo diferencias significativas en el otro paráme- describen a través de estos dos parámetros determinados
tro medido, la histéresis. En cualquier caso, como ya des- con ORA. Sería necesario profundizar más en el conoci-
tacamos anteriormente en pacientes que serán interveni- miento de esta subespecialidad, aportando luz con nue-
dos con PRK, el espesor central corneal de partida es vas teorías fisiológico-matemáticas que permitan escla-
menor, lo que implica unas condiciones biomecánicas recer otros aspectos del comportamiento corneal ante
originales prequirúrgicas distintas a las de los otros pro- estímulos externos. El futuro a medio-corto plazo prevé
cedimientos. sistemas modelados artificialmente que expliquen estas
La importancia de considerar el factor biomecánico en tesituras, pudiendo predecir con mucha más fiabilidad
los modelos de cirugía refractiva ha ido creciendo a partir estos posibles cambios estructurales y, por tanto, previ-
de diversos trabajos (8-11), hasta que finalmente se pos- niéndolos.
tula abiertamente que la biomecánica de la córnea es una
de estas variables, no considerada hasta el momento en
los algoritmos de ablación. En procedimientos quirúrgi- BIBLIOGRAFÍA
cos corneales no sabemos actualmente cuáles son los va-
lores frontera de histéresis y de resistencia corneal a par- 1. Lavilla L. Influencia de las propiedades biomecánicas
tir de los cuales la córnea tiene un alto riesgo de perder corneales preoperatorias en el tratamiento LASIK. Facoelche,
su equilibrio biomecánico y desarrollar ectasia, porque, 2011.
2. Luce D. Determining in vivo biomechanical properties of the
probablemente, en la ecuación necesitemos introducir
cornea with an ocular response analyzer. J Cataract Refract
además variables como el nomograma o perfil de abla- Surg 2005; 31: 156-62.
ción, volumen de tejido estromal eliminado, patrón de 3. Shah S, Laiquzzaman M, Cunliffe I, Mantry S. The use of the
Reichert ocular response analyzer to establish the relationship
between ocular hysteresis, corneal resistance factor and
central corneal thickness in normal eyes. Cont Lens Anterior
Tabla 20-11  Datos preoperatorios de CH y CRF Eye 2006; 29: 257-62.
medidos con ORA 4. Kotecha A, Elsheikh A, Roberts CR, Zhu H, Garway-Heath
DF. Corneal thickness and age – related biomechanical
CRF CH properties of the cornea measured with the ocular response
Grupo I 10,09 6 1,62 10,82 6 1,75 analyzer. Invest Ophtalmol Vis Sci 2006; 47: 5337-47.
5. Chen MC, Lee N, Bourla N, Hamilton DR. Corneal
Grupo II 10,05 6 1,42 10,73 6 2,09 biomechanical measurements before and after laser in situ
Grupo III 8,58 6 1,23 9,47 6 1,74 keratomileusis. J Cataract Refract Surg 2008; 34(11):
1886-91.

272
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

6. Hamilton DR, Johnson RD, Lee N, Bourla N. Differences in 9. McPhee TJ, Bourne WM, Brubaker RF. Location of the
the corneal biomechanical effects of surface ablation stress-bearing layers of the cornea. Invest Ophthalmol Vis Sci
compared with laser in situ keratomileusis using a 1985; 26: 869-72.
microkeratome or femtosecond laser. J Cataract Refract 10. Wray WO, Best ED, Cheng LY. A mechanical model for
Surg 2008; 34(12): 2049-56. radial keratotomy: toward a predictive capability. J Biomech
7. Kamiya K, Shimizu K, Ohmoto F. Comparison of the changes Eng 1994; 116: 56-61.
in corneal biomechanical properties after photorefractive 11. Pinsky PM, Datye DV. A microstructurally-based finite element
keratectomy and laser in situ keratomileusis. Cornea 2009; model of the incised human cornea. J Biomech 1991; 24: 907-22.
28(7): 765-9. 12. Uzbek AK, Kamburoğlu G, Mahmoud AM, Roberts CJ.
8. Bryant MR, McDonnell PJ. Constitutive laws for Change in biomechanical parameters after flap creation using
biomechanical modeling of refractive surgery. J Biomech Eng the Intralase femtosecond laser and subsequent
1996; 118: 473-81. excimer laser ablation. Curr Eye Res 2011; 36(7): 614-9.

20.D Implantes intracorneales (inlays) para la presbicia


Ramón Ruiz Mesa, Julián Cezón Prieto, Francisco Pastor Pascual y Ana Aramburu del Boz

Resumen
La presbicia acontece prácticamente en la totalidad de los seres humanos emétropes a
partir de los 40-45 años. Aunque se conoce la responsabilidad del cristalino y su pérdi-
da de acomodación en la aparición de la presbicia, desde hace años se trabaja en el
abordaje corneal como método de aproximación para compensar dicha patología. En
este capítulo se muestran los diferentes implantes corneales que existen en la actualidad.

Introducción cidad de reversibilidad (3). Además, pueden ser implan-


tados como procedimiento único o bien concurrente con
Los implantes intracorneales o inlays (1) son dispositivos tratamiento LASIK o seudofaquia previa (4).
en forma de disco que se introducen en la córnea sin lle-
gar a fotoablacionarla (ninguna pérdida de tejido) para el
tratamiento de la presbicia.
Actualmente nos encontramos con cuatros dispositi- Flexivue™
vos que de forma diferente intentan dar una visión útil
al paciente présbita (tabla 20-12). En cualquiera de los El implante Flexivue™ de la casa Presbia (fig. 20-15)
cuatro casos, nos encontramos ante procedimientos fá- tiene 3 mm de diámetro y 15 micras de grosor, fabricado
ciles en su técnica (no precisan una curva de aprendiza- como polímero hifrofílico (5), y es implantado a 300 mi-
je complicada ni extensa para cirujanos habituados en cras de profundidad bajo el colgajo (flap) o bolsillo (poc-
praxis quirúrgica del segmento anterior) (2). Son míni- ket) (6) en el ojo no dominante. Existen diferentes poten-
mamente invasivos y, quizá lo más distintivo, con capa- cias, entre +1,5 y +3,5 dioptrías (D). Funciona con una
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Tabla 20-12  Resumen de los distintos dispositivos de INLAYS


Acufocus KAMRA Flexivue RVO ICOLENS
Diámetro 1,6/3,6 mm 1,6/3,2 mm 2 mm 3 mm
Grosor 5 µm 15 µm 30 µm 15 µm
Material PDVF Acrílico hidrofílico Hidrogel Hidrogel
Profundidad del flap 200 µm (o pocket) 300 µm (pocket) 150 µm 300 µm
Mecanismo de acción Estenopeico Diferentes refracciones añadidas Córnea profocal Refractiva

273
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Diámetro: 3 mm

Zona periférica con poder


de refracción: +1,5 a +3,5 D

Zona central sin poder


de refracción

Figura 20-15  Implante FlexiveTM


(Presbia).

zona central sin ningún tipo de adición refractiva (para


visión lejana) y otra periférica donde se encuentra la adi-
ción de entre +1,5 y +3 D para la visión cercana. Su me-
canismo de acción se basa en la monovisión inteligente
(smart monovision), en al que se observa un mayor efec-
to miópico en pupilas de 3-5 mm, descendiendo el efecto
para la visión lejana cuando la pupila excede los 5-6 mm.

Raindrop™
El implante Raindrop™ (fig. 20-16), único inlay en la ac-
tualidad autorizado para ser implantado bilateralmente, se
trata de un hidrogel, con 2 mm de diámetro y menos de
30 micras de grosor, que es implantado bajo un flap reali- Figura 20-16  Implante RVO (RAINDROP). (Por cortesía
zado con láser de femtosegundo a unas 150 micras míni- del Dr. Ruiz Mesa, OFTALVIST CIO, Jerez de la Frontera, Cádiz.)
mas de profundidad (1/3 córnea central) (7) (fig. 20-17).
Su mecanismo de acción, al remodelar el epitelio, es
crear una córnea profocal que nos permita una visión cer-
cana centrada sobre el eje visual y luego, gradualmente,
una transición a la periferia para visión intermedia y lejana.
Hemos de ser cuidadosos a la hora de elegir el paciente
idóneo, así como el nomograma que se va a emplear
(fig. 20-18). Rechazaremos a todos aquellos pacientes con
excelsas expectativas, con profesiones demandantes de una
visión exquisita para lejos y cerca, aquellos con ojo seco,
con refracción superior a las 6 D de miopía o a 3 de hiper-
metropía o con tamaño pupilar al menos de 3 mm (8).

ICOLENS™
El implante ICOLENS™ es una pequeña microlente bi- Figura 20-17  Procedimiento de implante RVO tras quera-
focal de 3 mm de diámetro, con una pequeña apertura tectomía parcial con láser de femtosegundo a 150 micras de
central de 15 micras para facilitar el paso de nutrientes y profundidad. (Por cortesía del Dr. Ruiz Mesa, OFTALVIST CIO,
un espesor de 15 micras en los bordes (fig. 20-19). La Jerez de la Frontera, Cádiz.)

274
Capítulo 20  |  Cirugía refractiva corneal y biomecánica

e
v
le
e

e
p

p
ro

ro

e
ét

ét

p
rm

rm

ro

pe
ét
e

io
ip

ip

Em

M
H

H
+3 D +1,75 D +0,75 D 0D –6 D

Target +0,75 D
Ojo no dominante Raindrop only Target +0,75 D and raindrop
and raindrop

Raindrop
Tratamiento
Target plano only o target
Ojo dominante no Target plano con ablación
con ablación plano
quirúrgico
con ablación

Figura 20-18  Nomograma para la aplicación en pacientes con implante RVO.

Figura 20-19  Biomicroscopia de implante ICOLENS™ a Figura 20-20  KAMRA™ implantado tras 24 h de evolu-
las 24 h de ser implantado. (Por cortesía del Dr. Julián Cezón, ción. (Por cortesía del Dr. Julián Cezón. Clínica CIMO, Se­
Clínica CIMO, Sevilla.) villa.)

parte central está destinada a la visión lejana y la parte ducen grandes profundidades de foco. Por lo tanto, con
periférica a la cercana. La lente es hidrofílica y está com- el disco estenopeico se enfocan mejor los objetos cerca-
puesta de HEMA y MMA, materiales bien conocidos por nos, aumenta la profundidad del foco sin afectar en gran
su buena biocompatibilidad. El dispositivo tiene la certi- medida a la visión lejana (9).
ficación CE, no así la de la FDA.
La lente tiene que ser implantada en el ojo no domi-
nante mediante un bolsillo estromal profundo (300 mi-
BIBLIOGRAFÍA
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cras) realizado obligatoriamente, por ahora, con el láser


de femtosegundo Femto LDV, serie Z, de Ziemer™.
1. Fernández EJ, Schwarz C, Prieto PM, Manzanera S, Artal P.
Impact on stereo-acuity of two presbyopia correction
approaches: monovision and small aperture inlay Biomed Opt
Express 2013; 4: 822-30.
Implante KAMRA™ (Acufocus™) 2. Dalton M. Device focus: Corneal inlays have the potential to
treat Millions. Date published online: June 2013 (18-06-
El implante KAMRA™ es un pequeño disco estenopeico 2013) Eyeworld.
de 3,8 mm de diámetro, 1,6 mm de apertura central y 3. Dexl AK, Seyeddain O, Riha W, Hohensinn M, Rückl T,
Hitzl W, et al. Reading performance after implantation of a
5 micras de espesor (fig. 20-20). small-aperture corneal inlay for the surgical correction of
Los fundamentos en los que se basa el KAMRA™ son presbyopia: Two-year follow-up. J Cataract Refract Surg
bien conocidos en la fotografía: aperturas pequeñas pro- 2011; 37: 525-31.

275
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

4. Huseynova T, Kanamori T, George O Waring GO 4th, 7. Garza EB, Gomez S, Chayet A, Dishler J. One-Year Safety
Tomita M. Small-aperture corneal inlay in presbyopic and Efficacy Results of a Hydrogel Inlay to Improve Near
patients with prior phakic intraocular lens implantation Vision in Patients With Emmetropic Presbyopia. J Refract
surgery: 3-month results. Clin Ophthalmol 2013; 7: Surg 2013; 29: 166-72.
1683-6. 8. Chayet A, Barragan-Garza E. Combined hydrogel inlay and
5. Limnopoulou AN, et al. Visual outcomes and safety of a laser in situ keratomileusis to compensate for presbyopia in
refractive corneal inlay for presbyopia using femtosecond hyperopic patients: One-year safety and efficacy. J Cataract
laser. J Refract Surg 2013; 29: 12-8. Refract Surg 2013; 39: 1713-21.
6. Bouzoukis DI, Kymionis GD, Limnopoulou AN, Kounis GA, 9. Tomita M, Kanamori T, Waring GO 4th, Nakamura T,
Pallikaris IG. Femtosecond laser-assisted corneal pocket Yukawa S. Small-aperture corneal inlay implantation to treat
creation using a mask for inlay implantation. J Refract Surg presbyopia after laser in situ keratomileusis. J Cataract
2011; 27: 818-20. Refract Surg 2013; 39: 898-905.

276
Capítulo 21

Cirugía incisional corneal


y biomecánica
José Á. Cristóbal Bescós, Elena Lanchares Sancho y M.ª Ángeles del Buey Sayas

Sumario del capítulo

Introducción 277 Valoración del efecto según la profundidad


de la incisión  283
Simulación numérica de incisiones relajantes  279 Valoración del efecto según la zona óptica  283
Descripción del proceso  279 Análisis de resultados. Comparación con resultados
Incisiones en córnea clara  280 clínicos 283
Incisiones relajantes limbares (IRL)  282
Hacia la cirugía incisional personalizada  284
Valoración del efecto según la longitud
de la incisión  282 Bibliografía 285

Resumen
La simulación numérica es una herramienta para el mejor conocimiento de los efectos
de la cirugía incisional. Con su práctica se logra predecir el efecto directo de las accio-
nes ejercidas en forma de incisiones sobre el tejido corneal, eliminando las particulari-
dades del cirujano o de la córnea del paciente. Un modelo numérico permite simular
diversas opciones de tratamiento sobre un mismo ojo, por lo que se pueden analizar las
diferencias en los resultados debidas únicamente a las variaciones de los parámetros
incisionales aplicados, como número de incisiones, posición, longitud y profundidad.
Con un modelo que consiga la predicción de los efectos de una forma rápida y eficaz,
sumado a la eficacia y reproducibilidad que pueden proporcionar los láseres femtosegun-
do, podremos dejar de referirnos al término «incertidumbre» en el ámbito de la cirugía
incisional.

Introducción porcional al número y profundidad de las mismas, consi-


guiendo así un efecto hipermetropizante en el ojo. Ya el
La cirugía incisional es una técnica quirúrgica que consis- propio Fyodorov encontró una respuesta y cicatrización
te en practicar incisiones sobre la superficie anterior cor- individual, que dependía de factores propios de cada cór-
neal, de forma que se modifique su curvatura para com- nea o del sujeto donde se practicaban (1). Aunque en el
pensar defectos refractivos de miopía o astigmatismo. pasado su práctica fue muy extendida, la queratotomía
La técnica incisional para la corrección de la miopía radial comenzó su declive con la llegada del láser exci-
se denominó queratotomía radial, descrita por Svyatos- mer, que ofrecía mayor efectividad, rapidez y estabilidad
lav Fyodorov en 1974, y consiste en practicar un número refractiva para la corrección de la miopía.
variable de incisiones corneales profundas en dirección En este capítulo nos centraremos en las técnicas inci-
radial, logrando un aplanamiento de la córnea central pro- sionales para la corrección del astigmatismo, conocidas
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

277
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

como incisiones relajantes corneales. Estas incisiones desarrollo de un modelo biomecánico de córnea (descrito
provocan la relajación o aplanamiento del meridiano don- en el capítulo 27) permite simular la cirugía, de forma que
de se practican (el de mayor curvatura o potencia de K se logra predecir el efecto directo de las acciones ejerci-
más elevada) y el incurvamiento del eje más plano, per- das en forma de incisiones sobre el tejido corneal, elimi-
pendicular al más curvo en astigmatismos regulares nando por completo tanto el «factor humano» como el
(fig. 21-1). De esta manera, la córnea central adopta una «factor paciente», es decir, las particularidades del ciru-
mayor uniformidad en su curvatura, disminuyendo el ni- jano o de la córnea del paciente que puedan provocar que
vel de astigmatismo. La relación entre el grado de apla- el resultado obtenido difiera en mayor o menor medida
namiento de un eje y el incurvamiento de su perpendicu- del esperado. Un modelo numérico permite simular di-
lar se denomina factor de acoplamiento, y este debe versas opciones de tratamiento sobre un mismo ojo, con
aproximarse a la relación 1:1 para no modificar el equi- unas propiedades biomecánicas determinadas, por lo que
valente esférico final. El factor de acoplamiento se ve se pueden analizar las diferencias en los resultados debi-
modificado por la longitud, simetría y distancia del eje das únicamente a las variaciones de los parámetros in-
óptico de las incisiones (2). En la actualidad, las incisio- cisionales aplicados, que son los citados anteriormente,
nes relajantes antiastigmáticas se practican con frecuen- número de incisiones, posición, longitud y profundidad.
cia asociadas a la cirugía de la catarata o de forma aislada, En cuanto a la geometría de las incisiones, en este capítulo
sobre todo, para el tratamiento de astigmatismos residua- las consideraremos curvas o arcuatas, aunque se debe
les o posquirúrgicos (3-8). indicar que también pueden utilizarse incisiones rectas,
Pero, con la práctica de incisiones relajantes corneales, que actúan de forma similar, es decir, aplanando el meri-
no es fácil lograr la compensación total del astigmatismo. diano más curvo e incurvando el más plano.
Y, a su economía, sencillez técnica, comodidad y escasas A la hora de practicar la cirugía incisional, hay que
complicaciones, hay que añadir la falta de exactitud y tener en cuenta los límites de cada uno de los parámetros
reproducibilidad de la técnica incisional, cuando se rea- incisionales. Debe determinarse el número de incisiones
liza de forma manual. Existen una serie de factores que que se tienen que realizar; generalmente se realizan dos
determinan la peor reproducibilidad si las comparamos enfrentadas, pero puede optarse por una sola o por varias
con las lentes intraoculares tóricas o el láser excimer. Por (centradas en el mismo meridiano, el más curvo, pero
una parte, el cirujano sigue las pautas que los nomogra- a diferente distancia del ápex). Su posición puede ser a
mas, junto con su experiencia propia, le indican en cuan- nivel limbar (3,9), cuyo efecto es menor, o más próxima
to a número de incisiones y su posición, longitud y pro- al ápex, nunca a menos de 2,5 mm (zona óptica de 5 mm).
fundidad. Existen diferentes nomogramas con variaciones La longitud de las incisiones, generalmente indicada por
de distintos parámetros incisionales (número, profundi- el ángulo abarcado (ya que la longitud de arco depende
dad, localización y longitud). Por otra parte, cada córnea de la distancia al ápex, es decir, de la zona óptica de la
presenta unas propiedades biomecánicas distintas y par- incisión), no debe ser inferior a 30°, en cuyo caso no se
ticulares en cada paciente, lo que provoca cierta incerti- mantiene el factor de acoplamiento de 1 (producen mayor
dumbre en el resultado posquirúrgico. A este respecto, el efecto de aplanamiento del eje incidido que de incurva-
láser de femtosegundo puede proporcionar una mayor miento del eje más plano), ni tampoco superar los 90°,
exactitud en la práctica de técnicas quirúrgicas incisiona- puesto que en ese caso se aplanarían ambos ejes, por lo
les, disminuyendo la variabilidad del factor humano que que la esfericidad también se vería afectada (3). Por últi-
presenta la cirugía manual. mo, la profundidad de la incisión debe tener en cuenta
En este contexto aparece la simulación numérica como el espesor corneal en la zona en que se va a practicar.
herramienta para el mejor conocimiento de esta técnica y Puesto que cada paciente presenta distinta paquimetría,
para, en un futuro, poder personalizar el tratamiento. El este parámetro se suele indicar en porcentaje de espesor,

K+curvo Kcurvo –aplanamiento


IRC

FIGURA 21-1  Efecto de las incisio-


nes relajantes corneales (IRC) para lo- K+plano
grar la esfericidad corneal. Las IRC se Kplano –encurvamiento
practican en el meridiano más curvo (el
de mayor potencia de K) produciendo
su relajación o aplanamiento. A su vez
provocan el incurvamiento del meridia-
no ortogonal o perpendicular de menor
curvatura, aumentando su potencia.

278
Capítulo 21  |  Cirugía incisional corneal y biomecánica

y no como medida absoluta. La figura 21-2 muestra el el factor manual o factor humano, eliminar el efecto de
nomograma de Lindstrom (10), uno de los más utilizados, las particularidades de cada córnea, es decir, de sus pro-
en el que se indica el número de incisiones, zona óptica piedades biomecánicas sobre la corrección astigmática
y longitud de incisión para la corrección de distintos ni- producida por las incisiones relajantes. Para la realización
veles de astigmatismo mediante incisiones relajantes cor- de la simulación numérica de la cirugía incisional, que se
neales. expone a continuación, se ha utilizado el modelo de ele-
mentos finitos descrito en el capítulo 27. Se han asigna-
do unas propiedades de material genéricas al tejido cor-
neal (11), con la finalidad de reproducir exclusivamente
Simulación numérica el efecto de la técnica y de las variaciones de los paráme-
de incisiones relajantes tros de la misma. En el caso de querer reproducir la cór-
nea de un paciente concreto, habría que conocer las pro-
En este apartado describiremos el proceso de simulación piedades biomecánicas de la córnea de ese paciente para
de distintos tipos de incisiones en el modelo numérico introducirlas en el modelo. Antes de proceder a la simu-
realizado por nuestro grupo y los pasos realizados para la lación de la cirugía incisional, se han reproducido en el
validación el mismo. modelo las condiciones fisiológicas mediante la aplica-
ción de una presión intraocular (PIO) de 15 mmHg y la
introducción de una distribución de tensiones iniciales
Descripción del proceso que compensan la PIO, de forma que no se modifica la
geometría inicial del modelo. Para ello se ha seguido el
La simulación mediante modelos biomecánicos, como se proceso recursivo descrito en el capítulo 27 y publicado
ha expuesto anteriormente, permite, además de eliminar por Lanchares et al. (11).

7 mm 5 mm

0,75 D 1,25 D 1,25 D 2,25 D 3D

Incisiones rectas: longitud de 3 mm (zonas ópticas de 5 y 7 mm)

45° 60° 45° 90° 60° 90°

7 mm

1D 1,5 D 2D 2D 3D 4D

Incisiones arcuatas: con zona óptica de 7 mm


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

45° 60° 45° 90° 60° 90°

6 mm

1,5 D 2,25 D 3D 3D 4,5 D 6D

Incisiones arcuatas: con zona óptica de 6 mm

FIGURA 21-2  Nomograma de Lindstrom. Se indican las dioptrías de astigmatismo (D) corregidas con cada tipo de incisión según
su número, forma (rectas o arcuatas), longitud en grados y zona óptica en milímetros. (Tomado de referencia 10.)

279
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

El modelo de córnea utilizado para simular las incisio- ma a cada uno de los ejes (el incidido, inicialmente más
nes relajantes es esférico, es decir, el astigmatismo antes curvo, y el perpendicular, más plano) y la sustracción de
de las incisiones era 0. Las incisiones provocan astigma- ambos valores proporcionan el astigmatismo resultante.
tismo en el modelo de córnea esférica, en lugar de corre- Por otra parte, si se desea mayor precisión en los resulta-
gir el nivel que hubiera previamente en el modelo. De esta dos, puede recurrirse a un modelo óptico en el cual se
forma, podemos suponer que el cambio astigmático pro- consideran las superficies corneales anterior y posterior
vocado es igual a la corrección que lograrían las incisio- obtenidas tras la simulación numérica, y aplicar el méto-
nes sobre una córnea con ese nivel de astigmatismo. Este do de trazado de rayos (13).
supuesto se había verificado previamente en un modelo
creado con un astigmatismo de 1,5 dioptrías (D), en el
que una incisión de 45° de longitud centrada en el meri- Incisiones en córnea clara
diano más curvo, en zona óptica de 6 mm, lograba corre-
girlo (nomograma de Lindstrom). Las incisiones relajantes en córnea clara se practican para
Después de llevarse a cabo la simulación de las inci- la corrección de astigmatismos medios altos. Su proceso
siones, el análisis de los resultados en cuanto a corrección quirúrgico se puede observar en la figura 21-3.
astigmática puede realizarse de dos formas. Por una par- Se ha llevado a cabo una batería de casos de simula-
te, se puede establecer el astigmatismo final mediante la ción de incisiones reproduciendo el nomograma de
expresión para el cálculo de dioptrías propuesta por Mun- Lindstrom (10) para la corrección de distintos niveles
nerlyn et al. (12) (cuadro 21-1). La aplicación de la mis- de astigmatismo. De esta forma, se observa que el modelo
se comporta de forma realista, logrando la corrección as-
tigmática indicada por el nomograma para cada caso; por
tanto, el modelo puede ser utilizado posteriormente para
realizar simulaciones cuyo resultado queremos conocer.
Cuadro 21-1  Expresión de Munnerlyn La tabla 21-1 muestra los resultados de corrección as-
para el cálculo de la potencia tigmática obtenidos en los distintos casos de simulación
óptica en dioptrías de una de incisiones del nomograma de Lindstrom. Como puede
superficie curva de radio R observarse, los valores son muy próximos, por lo que po-
demos considerar que el modelo es válido para la simu-
Expresión de Munnerlyn et al.: lación de cirugía incisional y, por tanto, ofrece la posibi-
D≅ n–1
lidad de predecir el resultado de las distintas incisiones o
R combinaciones de incisiones que se considere practicar.
D, potencia óptica en dioptrías. La figura 21-4 muestra algunas imágenes del estudio
n, índice de refracción de la córnea. mediante simulación numérica de la cirugía incisional,
R, radio de curvatura del eje (en metros). para el caso de dos incisiones arcuatas enfrentadas, de
longitud de 60°, zona óptica de 6 mm y profundidad del

FIGURA 21-3  Procedimiento quirúrgico para incisiones relajantes arcuatas en córnea clara. Se realiza el marcado corneal del
meridiano 0-180° y del meridiano más curvo donde centraremos las incisiones. Se procede a marcar los arcos con los grados (60°
a distancia de 7 mm). Posteriormente se calibra el bisturí a la profundidad deseada y se procede a la realización de las incisiones de
forma manual con posterior separación de la entrecara. (Por cortesía del Dr. José Á. Cristóbal.)

280
Capítulo 21  |  Cirugía incisional corneal y biomecánica

Tabla 21-1  Corrección astigmática obtenida siones. La distribución de tensiones —tensión principal
por simulación numérica de incisiones máxima en megapascales (MPa)— en la figura 21-4B
arcuatas permite observar concentraciones de tensiones en los ex-
tremos de las incisiones y en la base del corte, zona en la
N.º incisiones 1 1 2 1 2 2
que el tejido ha quedado adelgazado, pero sigue sometido
Longitud 45º 60º 45º 90º 60º 90º a la PIO. La figura 21-4C muestra un corte sagital por el
D simulación 1,47 2,13 3 2,72 4,5 5,95 meridiano más curvo, sobre el que se han centrado las
1,50 2,25 3 3 4,5 6
incisiones, mostrando cómo la zona central se ha aplanado
D nomograma
respecto a la curvatura previa a las incisiones, sombreada
Las incisiones arcuatas se realizan en zona óptica de 6 mm y a una en gris. Finalmente, la figura 21-4D muestra un corte
profundidad del 90% del espesor corneal. Se muestra la corrección
astigmática en incremento de dioptrías (D) obtenida por simulación transversal sobre el meridiano más plano, en el que se
numérica, frente a la indicada por el nomograma de Lindstrom. observa cómo la zona central se incurva.
Independientemente de la longitud o posición de la
incisión, a nivel cualitativo todas provocan una distribu-
90% del espesor, correspondientes a la corrección astig- ción similar de desplazamientos y tensiones en el tejido
mática de 4,5 D según el nomograma de Lindstrom. Para circundante a la incisión. Sin embargo, a mayor longitud
poder apreciar mejor el efecto de la cirugía incisional, se de incisión, se producen mayores valores de tensión
ha amplificado en un factor de 2. La distribución de des- (fig. 21-5), por lo que debe tenerse en cuenta el posible
plazamientos o deformada ilustrada en la figura 21-4A daño en el tejido. Dos incisiones enfrentadas, en zona
muestra la configuración final de la córnea tras las inci- óptica de 6 mm y con profundidad del 90% del espesor,

A B
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

C D
FIGURA 21-4  Simulación de incisiones arcuatas enfrentadas de longitud 60°, zona óptica 6 mm y profundidad 90% del espesor.
Factor de amplificación de 2. A. Distribución de desplazamientos o deformada. B. Distribución de tensiones. C. Corte sagital sobre
el meridiano más curvo, en el que se han centrado las incisiones, mostrando cómo la zona central se ha aplanado respecto a la
curvatura previa a las incisiones sombreada en gris. D. Corte transversal sobre el meridiano más plano, en el que se observa cómo
la zona central se incurva.

281
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B C
FIGURA 21-5  Distribución de la tensión máxima principal en la córnea producida por la cirugía incisional. Tensión máxima
principal en megapascales (MPa) provocada por dos incisiones enfrentadas, en zona óptica de 6mm, con profundidad del 90% del
espesor corneal, según las variaciones de longitud. La longitudes de 45° (A), 60° (B) y 90° (C) provocan valores máximos de tensión
de 0,0326, 0,0388 y 0,0434 MPa, respectivamente.

de longitudes de 45, 60 y 90°, provocan valores máxi- distintas incisiones no incluidas en nomogramas y obser-
mos de tensión de 0,0326, 0,0388 y 0,0434 MPa, respec- var los resultados. En concreto, hemos considerado de
tivamente. interés conocer mejor el efecto de cada uno de los pará-
En cuanto a simulaciones de incisiones arcuatas, rea- metros incisionales, modificándolos de forma aislada,
lizamos una simulación de incisiones para corrección de mientras que el resto permanecen invariables. Una des-
3 D de astigmatismo (11). De acuerdo con el nomograma cripción más detallada de este trabajo puede ser consul-
de Lindstrom, puede optarse por practicar dos incisiones tada en Cristóbal et al. (14).
enfrentadas de 60° de longitud en zona óptica de 7 mm, o Se han modificado, en diferentes casos de simulación,
bien una sola incisión de 90° en zona óptica de 6 mm. la longitud de la incisión, la profundidad o la zona óptica.
En el primer caso, la simulación numérica indica que se Las incisiones relajantes limbares se realizan a nivel del
producen concentraciones de tensiones en el tejido de limbo esclerocorneal; por lo tanto, su zona óptica o dis-
hasta 0,0326 MPa, mientras que en el segundo caso se tancia al centro de la córnea no es constante, sino que
alcanzan valores de tensión de 0,0464 MPa, es decir, un depende del diámetro de la córnea del paciente. Hemos
42% superior. Este efecto, sumado a que la distribución considerado valores de 7,5 y 10 mm para estimar la va-
de tensiones en toda la córnea es menos uniforme en el riación de este parámetro.
caso de una sola incisión que en el de dos enfrentadas,
indica que, según la simulación numérica, el cirujano de-
Valoración del efecto según la longitud
bería elegir la primera de las opciones (11).
de la incisión
Al aumentar la longitud de la incisión, aumenta el cambio
Incisiones relajantes limbares (IRL) astigmático producido. Se han realizado simulaciones de
incisiones de 45, 60 y 90° de longitud, manteniendo cons-
Una vez que se ha validado el modelo para la simulación tantes los parámetros de zona óptica (10 mm), número de
de cirugía incisional, podemos acometer simulaciones de incisiones (dos enfrentadas) y profundidad de corte (del

282
Capítulo 21  |  Cirugía incisional corneal y biomecánica

90% del espesor corneal en el área en que se practica la la tabla 21-2. Este parámetro es el que mayor efecto
incisión), obteniéndose valores de corrección astigmática muestra; cuanto menor es la zona óptica, es decir, más
de 1,2, 1,4 y 1,9 D, respectivamente (tabla 21-2). Es decir, próxima al centro de la córnea está la incisión, mayor
a mayor longitud de incisión, mayor es el cambio astig- cambio astigmático provoca. Por ejemplo, para una lon-
mático inducido. La figura 21-6A muestra la curva de gitud de 90° y profundidad del 90%, se obtienen correc-
regresión correspondiente a estos resultados, y se puede ciones tan diferentes como 1,9 y 4,4 D para una zona
observar cómo a partir de los 100° de arco se alcanza un óptica de 10 y 7,5 mm, respectivamente.
valor asintótico (línea discontinua), es decir, ya no se lo-
gra más corrección astigmática, puesto que se aplanan
tanto el eje más curvo como el eje perpendicular a él, más Análisis de resultados. Comparación
plano. con resultados clínicos

Para evaluar los resultados obtenidos por simulación, se


Valoración del efecto según la profundidad
analizarán desde el punto de vista clínico y se compararán
de la incisión
con algunos resultados publicados por Akura et al. (15).
Para una zona óptica de 7,5 mm y longitud de 90°, se Cualitativamente, los resultados son los esperados, la
analiza el efecto de modificar la profundidad mediante ­corrección astigmática aumenta al aumentar la longitud
simulación de incisiones al 40, 75 y 90% del espesor, de la incisión, al aumentar la profundidad y al disminuir
obteniéndose valores de corrección de 0,7, 2,6 y 4,4 D, la zona óptica. Sin embargo, a nivel cuantitativo es más
respectivamente (v. tabla 21-2). Al aumentar la profundi- difícil establecer comparaciones, puesto que en la mayo-
dad de corte aumenta el efecto de la incisión, de forma ría de los casos clínicos publicados las incisiones se rea-
mucho más significativa que al modificar la longitud. En lizaron junto con incisiones penetrantes de cirugía de
la figura 21-6B se traza la curva exponencial de regresión catarata, cuyo efecto se suma al de las incisiones relajan-
que ajusta estos resultados. Esta gráfica podría ser utili- tes limbares.
zada como un nomograma, si no se desean modificar los La longitud de la incisión aumenta su efecto hasta
parámetros de longitud y zona óptica, de forma que una alcanzar 100°, en el que corrige hasta 2 D (v. fig. 21‑6A).
corrección de 1,5 D indicaría que la profundidad de corte Si se desea mayor corrección y no se practica una ciru-
tendría que ser del 60% del espesor corneal. gía de catarata asociada, debe disminuirse la zona ópti-
ca, por lo que la incisión dejaría de ser a nivel limbar,
pasando a ser incisiones en córnea clara. En cuanto a la
Valoración del efecto según la zona óptica
profundidad de la incisión, el cambio astigmático indu-
Se realiza un estudio con incisiones en dos zonas ópticas, cido no aumenta linealmente, sino de forma exponencial
de 7,5 y 10 mm, manteniendo constante la longitud (v. fig. 21-6B), por lo que las incisiones de poca profun-
(de 40, 75 y 90°) y la profundidad (del 90%). Los resul- didad ofrecen un mayor control sobre el resultado y una
tados en cuanto a corrección astigmática se muestran en mayor estabilidad.
Akura et al. (15) publicaron resultados en 13 pacientes
para incisiones pareadas de 90° de longitud, en zonas
ópticas entre 7 y 8,2 mm y profundidad de incisión entre
Tabla 21-2  Corrección astigmática obtenida el 40 y el 75% del espesor corneal, realizadas de forma
mediante simulación numérica aislada o combinada con cirugía de catarata. En concreto,
de diversos casos de incisiones los valores de corrección obtenidos por Akura para el 40,
relajantes limbares 60 y 75% de profundidad fueron de 0,93 ± 0,33, 3,17 ±
0,26 y 4,44 ± 0 D.
ZO 10 mm Longitud Si se comparan los resultados de Akura no asociados a
Profundidad 90% 0º 45º 60º 90º cirugía de catarata con los obtenidos en nuestros estudios
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

D 0,7 1,2 1,4 1,9 por simulación numérica, puede observarse que, para una
zona óptica de 7,5 mm, en incisiones pareadas de 90° de
ZO 10 mm Profundidad
longitud y profundidad del 40%, la corrección astigmática
Profundidad 90º 40% 75% 90% es muy similar a la obtenida mediante simulación numéri-
D 0,2 0,9 1,9 ca, 0,7 D estimadas por la simulación frente a 0,79 D según
Akura. Los mismos parámetros incisionales para una pro-
ZO 7,5 mm Profundidad
fundidad del 60% causaron un cambio astigmático de 2 D
Profundidad 90º 40% 75% 90% según nuestra simulación numérica, frente a 3,08 D según
D 0,7 2,6 4,4 Akura. El resultado de simulación numérica es menor, pero
puede ser explicado porque las incisiones de Akura fueron
Se han modificado de forma aislada la longitud (en grados de arco),
profundidad (%) y zona óptica (ZO). Se muestra el cambio astigmático realizadas en zona óptica (7,2 y 7,4 mm) menor que el
inducido en incremento de dioptrías (D). valor utilizado en los casos simulados (7,5 mm).

283
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

2,5

1,5

D
1

0,5

0
20 30 40 50 60 70 80 90 100 110

Longitud de la incisión (°arco)

4,5

3,5

D 2,5
FIGURA 21-6  Variación de la
correc­ción astigmática según la longi- 2

tud y profundidad de la incisión. 1,5


A. Correc­ción astigmática en dioptrías
(DD) lograda al realizar incisiones en- 1

frentadas a 90% de profundidad y 0,5


10 mm de zona óptica, según la longi-
tud de la incisión. B. Correc­ción astig- 0
mática en dioptrías (DD) lograda al 20 30 40 50 60 70 80 90 100

realizar incisiones enfrentadas de 60° Profundidad de la incisión (% espesor)


de longitud y 7,5 mm de zona óptica,
modificando la profundidad de corte. B

Finalmente, para incisiones de profundidad del 75%, es el máximo valor obtenido entre los casos reproducidos.
los resultados son bastante distintos respecto a los de Pueden inducirse cambios astigmáticos hasta aproxi­
Akura: 2,6 D según la simulación numérica frente a madamente 2 D, utilizando IRL de forma aislada. Si con-
4,44 D obtenidas por este autor. Este resultado puede no sideramos la contribución de la incisión principal de la
ser una referencia válida, pues es un valor correspondien- cirugía de catarata, puede provocarse una corrección as-
te a un solo caso, no un resultado estadístico de una mues- tigmática de 3 D como máximo.
tra representativa de casos, además de estar condicionado
por que esta cirugía fue simultánea a una facoemulsifica-
ción, en la que el efecto de la incisión principal ha in-
fluenciado el cambio astigmático posquirúrgico. Hacia la cirugía incisional
Los resultados obtenidos por simulación de las incisio- personalizada
nes en una zona óptica de 10 mm no pueden ser validados
por no estar documentados en la bibliografía. Sin embar- El modelo biomecánico de córnea utilizado para las si-
go, el resultado de simulación muestra que el efecto as- mulaciones presentadas en este capítulo conlleva ciertas
tigmático provocado por las IRL no es elevado: 1,9 D simplificaciones que debemos mencionar. La esfericidad
inducidas por una incisión de longitud de 90° de arco, que de la córnea es una asunción válida, según se ha demos-

284
Capítulo 21  |  Cirugía incisional corneal y biomecánica

trado, para estimar la corrección astigmática mediante un realizando ya mediante láseres de femtosegundo, de for-
proceso inverso, el de inducción de ese nivel de astigma- ma que la técnica será más reproducible que la ejecución
tismo sobre el modelo. Sin embargo, para el estudio de manual de la cirugía incisional, y su uso, en consecuen-
un caso particular es lógico trabajar con un modelo que cia, más frecuente.
reproduzca el astigmatismo del paciente. Este no es el En un futuro, cuando se haya logrado el objetivo de
único aspecto de la geometría que debería ser considera- construir un modelo que consiga la predicción de efectos
do para construir el modelo. La medida del relieve cor- de una forma rápida y eficaz para la córnea de cada pa-
neal mediante topógrafos de última generación propor- ciente, podremos dejar de referirnos al término «incerti-
ciona una información idónea para el desarrollo de dumbre» en el ámbito de la cirugía incisional.
geometrías personalizadas (16,17).
Por otra parte, se han utilizado valores de los paráme-
tros de material en el modelo de comportamiento del te- BIBLIOGRAFÍA
jido corneal correspondientes a una córnea promedio,
habiéndose verificado que se comporta como una córnea 1. Fyodorov SN, Sarkizova MB, Kurasova TP. Corneal
real en cuanto a modificación de su curvatura mediante la biomicroscopy following repeated radial keratotomy.
cirugía incisional. Sin embargo, sería deseable poder in- Ann Ophthalmol 1983; 15(5): 403-7.
2. Del Buey MA, Cristóbal JA, Mateo A. Astigmatismo:
troducir en el modelo las características de material pro- Valoración y tratamiento. En: Lorente R, Mendicute J.
pias de cada paciente. De la misma forma, se ha conside- Cirugía del cristalino. Ponencia oficial de la SEO. Madrid:
rado una PIO de 15 mmHg, valor que debería sustituirse Mac Line, 2008. pp. 1430-5.
por el valor de la PIO de cada paciente. 3. Cristóbal JA. Incisiones relajantes corneales asociadas.
En el futuro, la cirugía incisional deberá conseguir la En: Fernández-Vega L. Facoemulsificación y emetropía.
Monografías de la SECOIR. Madrid: Mac Line, 2001.
eliminación de las incertidumbres en la corrección astig- pp. 89-104.
mática inducida. Para ello, el uso de herramientas numé- 4. Del Buey MA, Cristóbal JA, Mateo A. Cirugía combinada de
ricas es fundamental, pues permiten realizar simulaciones astigmatismo y extracción de cristalino con incisiones
sobre un mismo ojo tantas veces como se desee, y con relajantes corneales. Microcirugía Ocular 2008; 1(2): 29-44.
5. Cristóbal JA, del Buey MA, Mateo A. Astigmatismo y
todas las combinaciones de parámetros incisionales que
catarata. En: Centurión V, Nícoli C, Villar-Kuri J. El libro del
se planteen. Con este fin, la mejora continua de los mo- cristalino de las Américas. Sao Paulo: Livraria Santos
delos, actualmente en desarrollo, debe continuar hasta Editora, 2007. pp. 819-45.
alcanzar el fin de reproducir fielmente el ojo del paciente 6. Del Buey MA, Cristóbal JA, Lavilla L. Tratamiento del
concreto. Para ello deben ser perfilados algunos aspectos astigmatismo postquirúrgico. En: Lorente R, Mendicute J.
Cirugía del cristalino. Ponencia oficial de la SEO. Madrid:
que la investigación actual de la biomecánica corneal per- Mac Line, 2008. pp. 1461-70.
sigue con un avance en esa línea de forma continua e 7. Cristóbal JA, del Buey MA, Mínguez E. Opciones quirúrgicas
irrefrenable. Por un lado, debemos ser capaces de medir para el tratamiento del astigmatismo en la cirugía del
las propiedades biomecánicas de la córnea de cada pa- cristalino En: Lorente R, Mendicute J. Cirugía del cristalino.
ciente, utilizando parámetros estandarizados y aceptados Ponencia oficial de la SEO. Madrid: Mac Line, 2008.
pp. 1435-45.
comúnmente. Por otra parte, trasladar los valores medi- 8. Cristóbal JA, del Buey MA, Mínguez E. Astigmatismo
dos de esos parámetros a otros que formen parte de los postqueratoplastia. En: Cristóbal JA. Corrección del
modelos numéricos implementados en el ojo in silico con astigmatismo. Monografías de la SECOIR. Madrid: Mac
el que realizar las simulaciones de la cirugía. Ambos fac- Line, 2006. pp. 345-65.
tores son vitales para lograr el objetivo, pero distan aún 9. Cristóbal JA, Mateo A, Faus F, Belmonte J. Cirugía
incisional. Incisiones relajantes limbares. En: Cristóbal JA.
de ser logrados. La medida de las propiedades biomecá- Corrección del Astigmatismo. Monografías de la SECOIR.
nicas de la córnea in vivo se limita en la actualidad a los Madrid: Mac Line, 2006. pp. 197-223.
parámetros obtenidos por un número reducido de dispo- 10. Chu Y, Hardten D, Lindquist T, Lindstrom R. Astigmatic
sitivos comerciales (ORA, Corvis) descritos en otros ca- keratotomy. En: Tasman W, Jaeger EA. Duane’s
Ophthalmology. Philadelphia: Lippincott Williams and
pítulos de la presente monografía. Es necesario que los Wilkins, 2006; vol. 6, capítulo 2.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

parámetros biomecánicos medidos por estos equipos pue- 11. Lanchares E, Calvo B, Cristóbal JA, Doblaré M. Finite
dan ofrecer la información exacta que pueda ser inferida element simulation of arcuates for astigmatism correction.
de forma precisa para ser introducida en los modelos de J Biomech 2008; 41(4): 797-805.
simulación (18). 12. Munnerlyn C, Koons SJ, Marshall J. Photorefractive
keratectomy: a technique for laser refractive surgery.
Como hemos comentado, además de la eliminación J Cataract Refract Surg 1988; 14: 46-52.
del «factor paciente» en la incertidumbre de los resul­ 13. Navarro R, Palos F, Lanchares E, Calvo B, Cristóbal JA.
tados, también se tiende a hacer desaparecer la influencia Lower- and higher- order aberrations predicted by an
del «factor humano» en cuanto al cirujano se refiere, que opto-mechanical model of arcuate keratotomy for
hasta ahora debía analizar su historial de resultados de astigmatism. J Cataract Refract Surg 2009; 35(1): 158-65.
14. Cristóbal JA, del Buey MA, Ascaso J, Lanchares E, Calvo B,
corrección para conocer su tendencia a hipocorregir o Doblaré M. Effect of limbal relaxing incisions during
hipercorregir, respecto al resultado esperado indicado por phacoemulsification surgery based on nomogram review and
su nomograma de referencia. Estas incisiones se están numerical simulation. Cornea 2009; 28(9): 1042-9.

285
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

15. Akura J, Matsuura K, Hatta S, Kaneda S, Kadonosono K. 17. Pandolfi A, Holzapfel GA. Three-dimensional modeling and
Clinical application of full-arc, depth dependent, astigmatic computation alanalysis of the human cornea considering
keratotomy. Cornea 2001; 20: 839-43. distributed collagen fibril orientations. J Biomech Eng 2008;
16. Lanchares E. Modelado biomecánico de los componentes 130 (6): 061006.
refractivos del ojo humano y tratamientos refractivos 18. Sinha Roy AS, Rocha KM, Randleman JB, Stulting RD,
asociados (Tesis doctoral). Zaragoza: Universidad de Dupps WJ Jr. Inverse computational analysis of in vivo
Zaragoza, 2010. corneal elastic modulus change after collagen crosslinking for
keratoconus. Exp Eye Res 2013; 113: 92-104.

286
Capítulo 22

Efectos de la cirugía intraocular


sobre la biomecánica corneal

Sumario del capítulo


22.A Histéresis corneal en la cirugía de glaucoma: Cirugía vítreo-retiniana y biomecánica corneal  291
técnica perforante versus no perforante  287 Efectos de la cirugía vítreo-retiniana combinada
Introducción 288 de cerclaje + VPP  292
Efectos de la VPP  293
Modificación de la histéresis corneal tras cirugía
Valoración de los efectos de la cirugía vítreo-retiniana
de glaucoma  288
sobre la biomecánica y morfología del segmento
Bibliografía  290 anterior 294
22.B Efectos del cerclaje escleral y la vitrectomía Bibliografía  296
en la morfología y biomecánica corneales  291
Introducción  291

22.A Histéresis corneal en la cirugía de glaucoma:


técnica perforante versus no perforante
Aitor Lanzagorta Aresti y Cristina Peris Martínez

Resumen
El principal factor de riesgo para el desarrollo de la neuropatía óptica glaucomatosa y
el único sobre el que podemos actuar es la elevación de la PIO. La exquisitez en la toma
de este parámetro es fundamental para controlar la enfermedad. Sin embargo, hay situa-
ciones en la práctica clínica de pacientes con valores de PIO considerados normales,
pero donde hay progresión de la neuropatía. Múltiples factores, como la fluctuación de
la PIO con el ritmo circadiano, se han relacionado con el avance de la enfermedad,
pero la aparición del concepto de histéresis corneal ha supuesto que se replanteen varias
teorías que exponemos en este capítulo. Se muestran los resultados de la variación de la
histéresis y la PIO con diferentes técnicas quirúrgicas para el tratamiento del glaucoma.

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

287
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Introducción mentales que, cuando se modifican las propiedades vis-


coelásticas del tejido corneal, pequeñas variaciones en la
El principal factor de riesgo para el desarrollo de la neu- paquimetría pueden suponer grandes diferencias en la to-
ropatía óptica glaucomatosa y el único en el que pode- nometría (6). Tanto en las cirugías perforantes como no
mos actuar hoy en día es la elevación de la presión in- perforantes se produce un debilitamiento localizado de la
traocular (PIO), por lo que cobra extrema importancia la córnea que podría alterar de manera permanente las pro-
exquisitez en la determinación del parámetro en el que piedades biomecánicas corneales (fig. 22-1).
va a girar nuestra actitud. Sin embargo, existen múltiples
situaciones donde los pacientes, a pesar de tener la PIO
en límites normales, continúan progresando. Se han Modificación de la histéresis
apuntado múltiples causas para este fenómeno, como la
fluctuación de la PIO o el aumento nocturno de la PIO corneal tras cirugía
por el decúbito supino; pero la aparición del concepto de de glaucoma
histéresis ocular planteó nuevos interrogantes desde dos
puntos de vista, principalmente. El primero como fuente Para valorar si existía un cambio de la histéresis corneal
de error tonométrico, ya que situaciones donde las pro- (CH) tras cirugía de glaucoma realizamos un estudio en
piedades corneales estuvieran modificadas supondrían la Fisabio Oftalmología Médica (FOM) mediante escle-
cambios en el valor real de la PIO (1-3). El segundo, rectomía profunda no perforante, dispositivos Express y
como indicador de la biomecánica del nervio óptico y de trabeculectomía.
la teoría mecánica de la patogenia del glaucoma. Por En nuestro estudio, tras la cirugía de glaucoma existe
tanto, un paciente con la PIO controlada podría estar pro- un aumento de la CH ya a la primera semana tras la inter-
gresando porque la PIO medida estuviera infraestimada vención quirúrgica, que se mantiene al mes, 3 meses,
o porque el nervio óptico fuera especialmente suscepti- 6 meses y año de seguimiento. Existe un descenso de la
ble al daño. PIO tras la semana de cirugía, elevándose ligeramente al
Si hay un subgrupo donde todos estos parámetros co- mes y manteniéndose estable a los 3 meses, 6 meses y año
bran mayor importancia y la precisión de la medida de la de seguimiento (tabla 22-1). De manera global, la histére-
PIO es vital, es en aquellos glaucomas que han sido so- sis aumenta mínimamente tras la cirugía, por lo que la PIO
metidos a cirugía. Cambios permanentes en la arquitec- estaría sobreestimada en las visitas de control del posto-
tura corneal causados por los diversos tipos de cirugía de peratorio. Esta diferencia es mínima al año, de 1,4 mmHg
glaucoma podrían conducirnos a una falsa sensación (milímetros de mercurio), y sin relevancia para la evalua-
de control de la enfermedad cuyas consecuencias podrían ción clínica diaria, ya que nos aleja de la situación temida
ser muy graves, ya que estos pacientes normalmente tie- donde una infraestimación de la PIO nos daría una percep-
nen una enfermedad más avanzada, con un deterioro ma- ción irreal de control tonométrico. Los valores de CH pre-
yor en la capa de fibras nerviosas. vios a la intervención quirúrgica de pacientes glaucoma-
Está ampliamente demostrado en diversos estudios tosos en nuestro estudio son muy parecidos a otros que ya
que aquellas cirugías realizadas sobre la córnea producen están publicados previamente (fig. 22-2), bastante inferio-
cambios en la histéresis, normalmente con un descenso res a la media poblacional, como evidenció Luce (7). En
de la misma (4,5). También se sabe en modelos experi- cuanto a la PIO medida con el tonómetro de Goldmann

0,83 mm

3,45 mm

Figura 22-1  Tomografía de coherencia óptica corneal del lago escleral de una esclerectomía profunda no perforante donde se
observa el debilitamiento corneal que se crea para formar la membrana trabeculodescemética.

288
Capítulo 22  |  Efectos de la cirugía intraocular sobre la biomecánica corneal

Tabla 22-1  Modificación de la histéresis corneal (mmHg) tras cirugía de glaucoma durante 1 año
de seguimiento tomando como referencia la mediana
CH N válido Media Desviación estándar Mínimo Mediana Máximo
CH pre 77 7,99 2,41 3,6 7,9 16,2
CH 1 semana 77 9,55 2,38 5,1 9,4 15,9
CH 1 mes 77 9,11 2,88 4,7 9 24,3
CH 3 meses 75 9,44 2,32 4,3 9,4 18,2
CH 6 meses 72 11,05 1,88 1,4 9,3 20,5
CH 1 año 72 9,18 2,32 1,9 9,3 14,5

(IOPg), se produce un descenso sustancial a la primera 1,77 mmHg y se mantenía en el día 8 con un valor de
semana de la cirugía que asciende paulatinamente al mes 9,2 ± 1,57 mmHg, decrecía hasta la cifra de 8,41 ±
y se mantiene estable durante 1 año, con un descenso de 1,72 mmHg en el primer mes tras la intervención. La
5 mmHg sin fármacos (fig. 22-3). IOPg tenía un valor medio preoperatorio de 19,57 ±
Iordanidou et al. realizaron un estudio muy similar en 6,32 mmHg, descendiendo drásticamente por la interven-
30 pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto ción hasta un valor de 5,2 ± 3,49 mmHg al día siguiente.
donde evaluaban cambios en diversos factores, como la Posterior­ment­e va ascendiendo paulatinamente, alcan-
CH, tras ser intervenidos mediante esclerectomía profun- zando 8,32 ± 5,37 mmHg en el día 8 de la intervención y
da no perforante. Las mediciones en este estudio se rea- 12,71 ± 7,43 mmHg al mes tras la cirugía. Cuando anali-
lizaban con el ORA en el día 1, el día 8 y al mes. Mientras zan la PIO y la CH conjuntamente, encuentran que existe
que la CH aumentaba significativamente al día siguiente una débil relación entre ambos previamente a la cirugía,
de la intervención desde 7,51 ± 1,56 mmHg hasta 9,38 ± no existe relación ni en el día 1 ni en el 8 y, finalmente,

Evolución de CH (mmHg) tras cirugía de glaucoma


10

9,5

8,5

7,5
Figura 22-2  Modificación de la
7 histéresis corneal tras cirugía de glau-
CH previo CH 1 semana CH 1 mes CH 3 meses CH 6 meses CH 1 año coma durante 1 año de seguimiento.

Evolución de IOPg (mmHg) tras cirugía de glaucoma


25
21
20
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

15
16 16
15 15

10
10

0
IOPg previo IOPg 1 semana IOPg 1 mes IOPg 3 meses IOPg 6 meses IOPg 1 año
Figura 22-3  Modificación de la
presión intraocular con el tonómetro de
Mediana Goldmann (IOPg) tras cirugía de glau-
coma durante 1 año de seguimiento.

289
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Comparativa de CH e IOPg (mmHg) tras la cirugía


25

21
20

16 16
15 15
15

10
10
9,4 9 9,4 9,3 9,3
7,9
5
Previo 1 semana 1 mes 3 meses 6 meses 1 año
Figura 22-4  Relación entre la his-
téresis corneal y la presión intraocular
durante 1 año de seguimiento tras ciru- Mediana IOPg Mediana CH
gía de glaucoma.

Tabla 22-2  V
 alores de la histéresis corneal durante 1 año de seguimiento atendiendo al tipo de cirugía
CH
1 semana 1 mes 3 meses 6 meses 1 año
Cirugía Esclerectomía profunda no perforante 9,3 9 9,4 9,3 9,4
Trabeculectomía 9,5 9,1 9,3 9,6 9,5
Express 9,4 9 9,3 9,4 9,4

una relación negativa al mes de la intervención (8). En un En nuestro estudio no existen diferencias significativas
principio, la hipótesis más obvia sobre el cambio que se entre los tres tipos de cirugía, con una p de Kruskal-
produce en la CH tras la cirugía sería atribuirlo al que Wallis de 0,817 (tabla 22-2).
se produce por el descenso de la PIO, que modificaría las
propiedades biomecánicas de la córnea. Sin embargo, no
existe correlación en nuestro estudio (fig. 22-4) entre am-
bos parámetros ni antes de la cirugía ni durante todo el
BIBLIOGRAFÍA
período de seguimiento, al igual que en el estudio de Ior-
1. Kamiya K, Hagishima M, Fujimura F, Shimizu K. Factors
danidou et al. Ellos mantienen la hipótesis de que se pro- affecting corneal hysteresis in normal eyes. Graefes Arch Clin
ducen cambios en las propiedades viscoelásticas de la Exp Ophthalmol 2008; 246(10): 1491-4.
córnea más allá de los cambios existentes en la PIO, y que 2. Kotecha A, Elsheikh A, Roberts CR, Zhu H, Garway-Heath
se debe, probablemente, a fenómenos de remodelado cor- DF. Corneal thickness- and age-related biomechanical
neal, independientemente de la presión, como ha sido properties of the cornea measured with the ocular response
analyzer. Invest Ophthalmol Vis Sci 2006; 47(12): 5337-47.
referenciado en la literatura (9). 3. Broman AT, Congdon NG, Bandeen-Roche K, Quigley HA.
En cuanto a la trabeculectomía, Sun et al. publicaron Influence of corneal structure, corneal responsiveness, and
que existía un aumento significativo de la CH desde 6,83 ± other ocular parameters on tonometric measurement of
2,08 mmHg a 9,22 ± 1,8 mmHg a las 2 semanas de la in- intraocular pressure. J Glaucoma 2007; 16(7): 581-8.
4. Hosny M, Hassaballa MA, Shalaby A. Changes in corneal
tervención, sin cambios posteriores tras 1 mes de segui-
biomechanics following different keratoplasty techniques.
miento. A pesar de todo, la CH permanecía inferior a los Clin Ophthalmol 2011; 5:767-70.
valores de normalidad. La PIO descendía de 31,55 ± 10,48 5. Yenerel NM, Kucumen RB, Gorgun E. Changes in corneal
a 11,47 ± 4,71 mmHg y, aunque existía una relación biomechanics in patients with keratoconus after penetrating
­negativa entre la CH y la IOPg, esta correlación era keratoplasty. Cornea 2010; 29(11): 1247-51.
6. Liu J, Roberts CJ. Influence of corneal biomechanical
­débil (10). Los autores apuntan a que esa débil relación properties on intraocular pressure measurement: quantitative
podría estar relacionada con fenómenos de remodela- analysis. J Cataract Refract Surg 2005; 31(1): 146-55.
ción corneal, como ha sido mencionado anteriormente, si 7. Luce DA. Determining in vivo biomechanical properties of
bien es que verdad que otros autores defienden que el the cornea with an ocular response analyzer. J Cataract
ORA comete un error con la medición de presiones altas Refract Surg 2005; 31(1): 156-62.
8. Iordanidou V, Hamard P, Gendron G, Labbe A, Raphael M,
que podría justificarla (11,12). Baudouin C. Modifications in Corneal Biomechanics and
No existe literatura respecto a la histéresis y los dispo- Intraocular Pressure After Deep Sclerectomy. J Glaucoma
sitivos Express. 2010; 19: 252-6.

290
Capítulo 22  |  Efectos de la cirugía intraocular sobre la biomecánica corneal

9. Kida T, Liu JH, Weinreb RN. Effect of 24-hour corneal 11. Shimmyo M. Recovery of corneal hysteresis after reduction
biomechanical changes on intraocular pressure measurement. of intraocular pressure in chronic primary angle-closure
Invest Ophthalmol Vis Sci 2006; 47(10): 4422-6. glaucoma. Am J Ophthalmol 2009; 148(4): 623; author reply.
10. Sun L, Shen M, Wang J, Fang A, Xu A, Fang H, et al. 12. Poostchi A, Nicholas S, Wells AP. Recovery of corneal
Recovery of corneal hysteresis after reduction of intraocular hysteresis after reduction of intraocular pressure in chronic
pressure in chronic primary angle-closure glaucoma. Am primary angle-closure glaucoma. Am J Ophthalmol 2010;
J Ophthalmol 2009; 147(6): 1061-6. 149(3): 524-5; author reply 5.

22.B Efectos del cerclaje escleral y la vitrectomía


en la morfología y biomecánica corneales
Francisco J. Ascaso Puyuelo, M.ª Ángeles del Buey Sayas, Erika Ruiz de Gopegui,
Laura Lavilla García, Carlos Peiro Embid y José Á. Cristóbal Bescós

Resumen
Los cambios de la biomecánica corneal y de la PIO son mayores después de la cirugía
vítreo-retiniana combinada de cerclaje más vitrectomía posterior a través de pars plana
(VPP) que tras la VPP sola. Desde un punto de vista biomecánico, junto con otras con-
sideraciones, la VPP sola parece ser un procedimiento quirúrgico menos invasivo que
cuando asocia un cerclaje para la reparación de desprendimientos de retina (DR) reg-
matógenos no complejos. Además, la IOPcc estimada por el Ocular Response Analyzer
(ORA) proporciona un valor de la PIO menos afectado por las propiedades corneales
que la tensión de aplanación de Goldmann (TAG), y podría ser útil para proporcionar
un mejor control de la PIO después de la cirugía vítreo-retiniana, en especial tras la
cirugía escleral del DR.

Introducción Cirugía vítreo-retiniana


y biomecánica corneal
En la actualidad, todavía no se conocen bien todos los
factores biofísicos que contribuyen a la rigidez y elastici- A pesar de los grandes avances producidos en las últimas
dad de la córnea in vivo, y que mantienen la morfología décadas, todavía no hay consenso en el manejo quirúrgi-
corneal. La histéresis, un parámetro que permite caracte- co del desprendimiento de retina (DR) regmatógeno pri-
rizar el estado biomecánico de la córnea, es el resultado mario (9-11). La vitrectomía posterior a través de pars
de la resistencia ocular, que, a su vez, se debe al efecto plana (VPP) ha ido ganando popularidad en el tratamien-
combinado del espesor corneal, rigidez ocular y propie- to de muchos casos de DR (12,13). Esta técnica quirúrgi-
dades biomecánicas (1). Desde la aparición del Ocular ca ofrece potenciales ventajas sobre la cirugía basada en
Response Analyzer (ORA; Reichert Ophthalmic Instru- los explantes de silicona sólida (360°). Baste citar, entre
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ments, Buffalo, NY, EE. UU.) se sabe que algunos tras- ellas, el menor tiempo operatorio, una mayor precisión en
tornos tales como la distrofia corneal de Fuchs (2), el la localización quirúrgica de los desgarros retinianos y
queratocono (3,4), el LASIK (5), la miopía magna (6) y una similar tasa de reaplicaciones anatómicas de la retina
el glaucoma (7,8), son capaces de inducir cambios en las tras una única cirugía. Además, conlleva una disminución
propiedades biomecánicas de la córnea y conducir a un de las complicaciones asociadas al explante circunferen-
descenso de la histéresis corneal. Pero es lógico pensar cial de silicona, como la exposición del mismo, cambios
que los procedimientos quirúrgicos sobre el globo ocular, refractivos asociados a la elongación axial del globo ocu-
aunque no se realicen directamente sobre la córnea, pue- lar, diplopía, hemorragia coroidea, reducción del flujo
den provocar variaciones en las propiedades biomecáni- sanguíneo coroideo y en la cabeza del nervio óptico, y
cas corneales en el postoperatorio, secundarias a la infla- riesgo de isquemia anterior (14-21).
mación, edema o modificaciones anatómicas provocadas Con el objetivo de valorar el impacto de la ciru-
por los mismos. gía vítreo-­retiniana con y sin cerclaje escleral sobre el

291
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

segmento anterior del globo ocular y sobre la determina- Con el topógrafo Orbscan II, y para evaluar posibles
ción de la PIO, nuestro grupo investigó este efecto en el cambios morfológicos corneales, se determinó la poten-
año 2011, con el primer estudio de biomecánica corneal cia dióptrica de los 3 mm centrales de la córnea (en diop-
realizado sobre ojos de pacientes que iban a ser interve- trías) y su desviación estándar (DE), el punto de mayor
nidos de cirugía vítreo-retiniana (22). adelgazamiento corneal (en µm) y la profundidad de la
Se planteó como un estudio comparativo de los efectos cámara anterior (ACD) medida desde el endotelio (mm).
sobre las propiedades biomecánicas y los parámetros El análisis estadístico de los datos se realizó mediante
morfológicos corneales de la práctica de cirugía vítreo- el paquete estadístico SPSS versión 13.0 (SPSS, Inc.,
retiniana combinada de cerclaje + VPP frente a la VPP Chicago, IL, EE. UU.), utilizando la prueba de rangos de
sola. De esta manera se valoraron los efectos del cerclaje Wilcoxon para dos muestras pareadas para comparar las
escleral, así como las lecturas de la presión intraocu- medidas pre- y postoperatorias de cada grupo y conside-
lar (PIO) en relación con cambios en la histéresis corneal. rando un valor p < 0,05 como estadísticamente significa-
Las cirugías fueron realizadas por el mismo cirujano. tivo.
Las características demográficas de ambos grupos de pa-
cientes se resumen en la tabla 22-3. Para que el estudio
tuviera en cuenta únicamente los efectos de la patología Efectos de la cirugía vítreo-retiniana
retiniana previa a la cirugía y las modificaciones propias combinada de cerclaje + VPP
de la cirugía practicada, solo se incluyeron pacientes que
presentaran córneas normales, siendo excluidos del estudio La valoración de los efectos sobre la biomecánica corneal
aquellos con errores refractivos superiores a dos diop- y la morfología del segmento anterior tras la práctica de
trías, aquellos sometidos a cirugía intraocular previa, glau- cirugía vítreo-retiniana combinada de cerclaje + VPP fue
coma, infección ocular, otras enfermedades agudas o cró- realizada en 15 ojos correspondientes a 15 pacientes a los
nicas, o que se encontrasen bajo medicación ocular tópica. que se les indicó este tipo de cirugía para la reparación de
Se realizó una valoración preoperatoria y postoperatoria un DR regmatógeno primario y que fueron reclutados en-
tardía (al mes de la cirugía) en todos los casos y se estudia- tre los pacientes que acudieron al servicio de oftalmología
ron tanto las variables biomecánicas y de presión intraocu- del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zara-
lar (PIO) determinadas con el ORA, como parámetros goza. En todos los pacientes se empleó un explante cir-
morfológicos medidos con el topógrafo Orbscan II (Orb- cunferencial de silicona sólida Mira n.º 240 de 2,5 mm de
tek, Bausch & Lomb Inc., Rochester, NY, EE. UU.). anchura (Mira Inc., Waltham, MA, EE. UU.), que fue
El ORA determinó la histéresis corneal (CH) y el fac- asegurado en los cuatro cuadrantes de la esclerótica a
tor de resistencia corneal (CRF), usando un proceso de 13 mm del limbo mediante suturas «tipo colchonero», con
aplanación dinámica bidireccional patentado (1). Para una sutura de nailon monofilamento de 5-0, y atado a mo-
ello, como hemos descrito en capítulos anteriores, se apli- derada tensión con una hebilla Mira n.º 270 (fig. 22-5).
ca una fuerza sobre la córnea mediante un rápido pulso Luego se practicó una VPP 20 G estándar con plancha-
de aire. Un sistema electroóptico es capaz de detectar la do de la retina con líquido perfluorocarbonado, endofoto-
correspondiente deformación corneal. El pulso de aire coagulación con láser e intercambio con SF6 al 20%.
induce un movimiento corneal hacia dentro y luego hacia
fuera, que proporciona dos medidas de aplanamiento. La • Resultados en los valores biomecánicos y de PIO
histéresis es consecuencia de la amortiguación de la cór- determinados con el ORA antes y después de la
nea debido a sus propiedades biomecánicas, y resulta de cirugía (tabla 22-4):
la diferencia entre las dos mediciones generadas durante -- La CH media disminuyó de forma significativa
el proceso de aplanación. El ORA permitió también re- tras la cirugía combinada de cerclaje + VPP
gistrar los valores de la presión intraocular mediante to- (p = 0,003).
nometría de no contacto (IOPg) y de la PIO compensa- -- El CRF no se modificó significativamente.
da (IOPcc). -- La IOPg y la IOPcc se incrementaron
significativamente en el grupo de cirugía
combinada cerclaje + VPP (p = 0,019 y
Tabla 22-3  C
 aracterísticas demográficas de ambos p = 0,01, respectivamente).
grupos de pacientes (VPP y VPP + cerclaje) -- Los valores de la IOPcc fueron
significativamente mayores que los de la IOPg,
N Sexo (M/F) Edad (años)
tanto antes (p = 0,001) como después de la
VPP 15 8/7 61,5 ± 16,8 (23-80) cirugía (p = 0,003).
VPP + cerclaje 12 6/6 64 ± 1,8 (36-83) • Resultados en los valores morfológicos
p* 0,755 determinados mediante el topógrafo Orbscan II
antes y después de la cirugía (tabla 22-5):
*Test de la U de Mann-Whitney para dos muestras independientes.
Se muestra el sexo y la edad media de los pacientes estudiados,
-- No se encontraron cambios significativos en la
no existiendo diferencias significativas entre ambos grupos (p = 0,755). potencia dióptrica de la córnea (p > 0,05).

292
Capítulo 22  |  Efectos de la cirugía intraocular sobre la biomecánica corneal

B
Figura 22-5  A. Imagen intraoperatoria de cirugía vítreo-retiniana de DR regmatógeno, en la que se aprecia la colocación de
explante circunferencial de silicona sólida previo a la práctica de VPP en un caso de cirugía combinada de cerclaje escleral + VPP.
B. Imagen de la posición del explante bajo las inserciones musculares y de la indentación circular proporcionada.

-- No se encontraron cambios en el espesor • Resultados en los valores biomecánicos y de la


corneal central (p > 0,05). PIO determinados con el ORA antes y después de
-- No se encontraron cambios en la ACD la cirugía (v. tabla 22-4):
-- La CH media no disminuyó al mes de la VPP
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(p > 0,05).
sola (p = 0,465).
-- El CRF no se modificó significativamente.
Efectos de la VPP -- La IOPg y la IOPcc no se incrementaron
significativamente en el grupo de VPP sola
La valoración de los efectos sobre la biomecánica corneal (p = 0,715 y p = 0,273).
y morfología del segmento anterior del globo ocular tras • Resultados en los valores morfológicos
la práctica de cirugía vítreo-retiniana con VPP fue reali- determinados el topógrafo Orbscan II antes y
zada en 12 ojos correspondientes a 12 pacientes diagnos- después de la cirugía (v. tabla 22-5):
ticados de hemorragia vítrea que iban a ser sometidos a -- No se encontraron cambios significativos
una VPP 20 G estándar (fig. 22-6) a los que se les consi- en los parámetros morfológicos tras la cirugía
deró en el estudio comparativo como grupo control. (p > 0,05).

293
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 22-4  H
 istéresis corneal (CH), factor de resistencia corneal (CRF) y valores de PIO (IOPg e IOPcc)
en pacientes sometidos a VPP sola o asociada a cerclaje, antes y 1 mes después de la cirugía
CH (mmHg) CRF (mmHg) IOPg (mmHg) IOPcc (mmHg)
Preop. Postop. Preop. Postop. Preop. Postop. Preop. Postop.
VPP 9,7 ± 3,2 11,6 ± 2,7 10,4 ± 4,3 11,3 ± 3,5 17,1 ± 8,3 14,3 ± 4,2 17,6 ± 7,1 14,5 ± 2,7
(n = 15) p* = 0,465 p* = 0,715 p* = 0,715 p* = 0,275
VPP + cerclaje 10,2 ± 1,7 7,6 ± 1,1 8,4 ± 1,8 8,2 ± 2,8 9,6 ± 5,5 16,1 ± 8,1 14,1 ± 5,7 19,6 ± 6,7
(n = 12) p* = 0,003 p* = 0,625 p* = 0,019 p* = 0,01

*Test de rangos de Wilcoxon para dos muestras pareadas.

Tabla 22-5  P
 arámetros morfológicos corneales pre- y postoperatorios en ambos grupos de pacientes
Potencia corneal media DE Punto de menor espesor Profundidad de la cámara
(dioptrías) (dioptrías) corneal (µm) anterior (mm)
Preop. Postop. Preop. Postop. Preop. Postop. Preop. Postop.
VPP 43,8 ± 3 41,6 ± 4,7 1,6 ± 0,8 3,1 ± 1,8 510 ± 120 514 ± 89 2,7 ± 0,6 3,1 ± 1,1
(n = 15) p* = 1 p* = 0,285 p* = 1 p* = 0,593
VPP + cerclaje 42,7 ± 2,9 42,2 ± 3 1,5 ± 0,6 1,3 ± 0,4 533 ± 73 509 ± 51 3,1 ± 0,8 3,1 ± 0,7
(n = 12) p* = 0,798 p* = 0,504 p* = 0,266 p* = 0,593

*Test de rangos de Wilcoxon para muestras pareadas.


Se detallan los valores de potencia corneal (K) en los 3 mm centrales de la córnea y su desviación estándar (DE), así como el valor de mínimo espesor
corneal central y amplitud de cámara anterior desde el endotelio, proporcionados por el topógrafo corneal Orbscan II. No se aprecian diferencias
significativas en los valores pre- y postoperatorios de los dos grupos quirúrgicos estudiados (p > 0,05)

Valoración de los efectos de la cirugía La indentación creada por el cerclaje disminuye la am-
vítreo-retiniana sobre la biomecánica plitud del pulso ocular y el flujo sanguíneo ocular pulsátil
y morfología del segmento anterior en el ojo (24). Aunque esta reducción es independiente
de la intensidad de la indentación o de la localización de
A nuestro entender, este ha sido el primer estudio en de- la banda de silicona, podría deberse a la obstrucción ve-
mostrar que la cirugía escleral del DR mediante procedi- nosa (25) o a la compresión de las arterias ciliares poste-
miento circunferencial de silicona sólida conlleva un riores largas (26). Esto implicaría que el flujo pulsátil
cambio en las propiedades biomecánicas de la córnea, el reducido es un efecto más de la restricción de la com-
cual permanece al mes de la cirugía. La CH fue significa- pliance del globo ocular que genera el cerclaje (24). Sil-
tivamente menor en aquellos ojos que incluían este ele- ver et al. (27) señalaron que, durante la diástole, el ojo,
mento frente a los que fueron sometidos a VPP sola, in- que es una esfera llena de fluido, debe expandirse para
dicando que algunos aspectos de la biomecánica corneal aceptar la siguiente inyección de sangre que se produce
habían sido alterados. con el latido sistólico. Lincoff et al. (28) sugirieron que
La cirugía escleral acorta la circunferencia del globo la banda de silicona elástica apenas responde a los 1,5-
ocular en la zona de colocación del cerclaje y disminuye 2 mmHg del pulso ocular, lo cual bloquea la compliance
el volumen de la cavidad vítrea (23). Aunque desconoce- del globo y limita el volumen del pulso sistólico que el
mos el mecanismo por el que el explante circunferencial ojo aceptará. Cabría esperar que, si el cerclaje bloqueara
de silicona altera las propiedades biomecánicas de la cór- la expansión ecuatorial del ojo, podría haber una expan-
nea, indudablemente, este crea una indentación circular sión anterior o posterior compensadora, pero la reducida
del globo ocular, incrementando la longitud axial del mis- amplitud del pulso ocular estaría en contra de esta hipó-
mo (fig. 22-7). tesis. Además, nuestros hallazgos confirman la ausencia
En este estudio corroboramos que la miopización ob- de cambios significativos en la morfología del segmento
servada con el uso de explantes circunferenciales se debe anterior del globo ocular tras la cirugía vítreo-retiniana,
a la modificación de la longitud axial dependiente del seg- con independencia del empleo o no del cerclaje. De esta
mento posterior del ojo y no conlleva una modificación de manera, es razonable considerar que la afectación del
los parámetros morfológicos del segmento anterior, ya fluj­o circulatorio ciliar por el cerclaje condicione las al-
que tras la intervención se mantienen tanto las potencias teraciones biomecánicas y de PIO observadas en los pa-
corneales como la amplitud de la cámara anterior. cientes sometidos a este tipo de cirugía vítreo-retiniana

294
Capítulo 22  |  Efectos de la cirugía intraocular sobre la biomecánica corneal

A B
Figura 22-6  A. Imagen intraoperatoria de la visualización intraocular del polo posterior en el curso de una VPP 20 G estándar.
B. Ilustración representativa de la técnica de VPP.

A B
Figura 22-7  Representación gráfica del globo ocular antes (A) y después (B) de la colocación del explante circunferencial de
silicona. La cirugía escleral acorta la circunferencia del globo ocular en la zona de colocación del cerclaje y disminuye el volumen
de la cavidad vítrea. El explante circunferencial de silicona crea una indentación circular del globo ocular, incrementando la longi-
tud axial del mismo.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tras el primer mes del período postoperatorio, cuando las gruesas y la infraestima en aquellos con córneas fi-
condiciones inflamatorias propias de la cirugía son poco nas (29), en ambos grupos los pacientes presentaban cór-
relevantes. neas con un espesor similar y normal, y la determinación
En cuanto a los valores de PIO, la IOPg y la IOPcc del espesor postoperatorio (1 mes después de la cirugía)
(determinadas por el ORA) aumentaron significativamen- no mostró cambios. Las propiedades biomecánicas cor-
te en el grupo que asoció el procedimiento circular escle- neales pueden afectar potencialmente la precisión de las
ral de silicona, pero no en aquellos pacientes tratados medidas de la PIO (30) y, como se muestra en otros estu-
mediante VPP aislada. Además, los valores de IOPcc dios posteriores realizados tras cirugía retiniana con VPP
fueron significativamente mayores que los de IOPg en el asociada a gas o aceite de silicona (31,32) o tras cirugía
grupo tratado con cerclaje. Aunque estudios previos han de catarata (33), las alteraciones biomecánicas obser­
establecido que la tonometría de aplanación de Gold- vadas en el postoperatorio precoz pueden provocar un
mann (TAG) sobrevalora la PIO en pacientes con córneas error de infraestimación en la medida de la PIO durante

295
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

el período postoperatorio, con el consiguiente retraso 14. Nagahara M, Tamaki Y, Araie M, Eguchi S. Retinochoroidal
diagnóstico de un daño glaucomatoso en algún caso. circulation procedures on human optic nerve head and effects
of scleral buckling and encircling. Br J Ophthalmol 2000; 84:
Podemos concluir que los cambios de la biomecánica 31-6.
corneal y de la PIO son mayores después de la cirugía 15. Le Rouic JF, Behar-Cohen F, Azan F, Bertin S,
vítreo-retiniana combinada de cerclaje + VPP que tras la Bettembourg O, Rumen F, et al. Vitrectomy without scleral
VPP sola. Dichos cambios permanecen al mes de la ciru- buckle versus ab-externo approach for pseudophakic retinal
gía, señalando al cerclaje como un procedimiento más detachment: comparative retrospective study. J Fr Ophtalmol
2002; 25: 240-5.
invasivo que la VPP aislada. El ORA se muestra útil para 16. Tabandeh H, Sullivan PM, Smahliuk P, Flynn HW Jr,
determinar la posible afectación biomecánica detectada Schiffman J. Suprachoroidal hemorrhage during pars plan
en el postoperatorio tardío. Además, proporciona unos vitrectomy—risk factors and outcomes. Ophthalmology
valores de PIO (IOPcc) menos afectados por las propie- 1999; 106: 236-42.
17. Flindall RJ, Norton EW, Curtin VT, Gass JD. Reduction of
dades corneales que la tensión de aplanación de Gold- extrusion and infection following episcleral silicone implants
mann, pudiendo ser útil para controlar mejor la PIO tras and cryopexy in retinal detachment surgery. Am
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296
Capítulo 23

Crosslinking
Ester Fernández López, Cristina Peris Martínez y Francisco Pastor Pascual

Introducción 299 Resultados clínicos del crosslinking 302


Técnica e indicaciones  300 Efectos del crosslinking sobre la biomecánica corneal  303
Principio básico  300 Rigidez corneal  303
Indicaciones 300 Efecto sobre las fibras de colágeno  305
Criterios de seguridad  300 Otros 305
Tipos de crosslinking  300 Bibliografía 305
Estándar (epi-off) 300
Transepitelial (epi-on) 300
Acelerado 301
Riboflavina hipotónica  301

Resumen
La etiopatogenia del queratocono tiene muchas incógnitas por resolver. Sin embargo, la
alteración de la biomecánica corneal juega un papel clave en su aparición. El crosslin‑
king es una técnica sencilla y segura que ha permitido enlentecer la progresión del
queratocono, disminuyendo la necesidad de llegar a la queratoplastia. Esta técnica se
fundamenta en aumentar la estabilidad de la estructura corneal modificando las propie-
dades biomecánicas intrínsecas del colágeno corneal. El aumento de popularidad de este
procedimiento enfatiza la necesidad de desarrollar técnicas más precisas y fiables para
medir las propiedades biomecánicas corneales in vivo antes y después de los tratamien-
tos y monitorizar así la evolución de la córnea ectásica.

Introducción tabilidad biomecánica del estroma corneal que pueden


condicionar la aparición y progresión de la ectasia.
El queratocono es un tipo de ectasia corneal en el que se Entre las opciones terapéuticas para tratar el querato‑
produce un adelgazamiento corneal que conlleva una cono están las lentes de contacto o anillos intraestromales
protrusión progresiva y da lugar a un astigmatismo irre‑ para corregir el astigmatismo y restaurar la AV. Sin em‑
gular que puede alterar la agudeza visual (AV). Aunque bargo, la progresión de la ectasia no puede detenerse con
en su patogenia aún quedan muchas incógnitas por re‑ estos procedimientos, llevando a la necesidad de un tras‑
solver, la alteración de la biomecánica corneal juega un plante corneal en el 10 al 20% de los pacientes (3). Dada
papel clave en su aparición. En el queratocono, diversos la implicación de la debilidad biomecánica en la apari‑
factores van a producir una alteración y disminución del ción del queratocono, a principio del siglo xxi, Wollen‑
entrecruzamiento de las fibras de colágeno junto con sak (4) propuso un novedoso procedimiento: el crosslin-
rupturas en la capa de Bowman (1) que dan lugar a una king o entrecruzamiento del colágeno, con el fin de
disminución en la rigidez y resistencia mecánica cor‑ aumentar la estabilidad de la estructura corneal y modifi‑
neal (2). Estos cambios implican una debilidad e ines‑ car las propiedades biomecánicas intrínsecas del coláge‑
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

299
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

no corneal. De esta forma se corregiría directamente una distancia de la córnea a la que se administre esta
de las causas fisiopatológicas del desarrollo y progresión potencia, indicada por el fabricante de cada
del queratocono, pudiendo detener o enlentecer su pro‑ equipo. La dosis administrada puede ser
gresión. comprobada mediante un dosímetro de luz UVA.
• Tener en cuenta el grosor corneal previo: las
córneas deben tener paquimetrías superiores a
400 µm con el epitelio corneal intacto para que
Técnica e indicaciones nos aseguremos un lecho corneal tras la
desepitelización mayor de 300 µm, impidiendo
Principio básico que llegue la radiación UVA a niveles citotóxicos
al endotelio corneal y cristalino. Variaciones en la
El crosslinking se basa en el fenómeno físico que tiene técnica que se describen a continuación
lugar cuando se aplica radiación ultravioleta (UV) A con permitirían, no obstante, tratar córneas con
una longitud de onda de 370 nm sobre la córnea impreg‑ paquimetrías más finas.
nada de una solución de riboflavina (vitamina B2) que
actúa como fotosensibilizador. La excitación de la ribo‑
flavina por la UVA genera especies reactivas de oxígeno
que reaccionan con diversas moléculas, induciendo la Tipos de crosslinking
formación de enlaces covalentes entre grupos amino de
las fibras de colágeno. Estas uniones confieren una mayor En la actualidad, aunque la técnica descrita inicialmente
estabilidad y rigidez al colágeno corneal. por Wollensak sigue siendo la más extendida, otros auto‑
El efecto del tratamiento se localiza, sobre todo, en res han ido introduciendo pequeñas variaciones en la téc‑
la porción anterior del estroma corneal, fundamental‑ nica estándar, pudiendo distinguirse otras modalidades de
mente en las 300 µm más superficiales, como se ha crosslinking.
constatado en diversas observaciones en estudios expe‑
rimentales (5‑7). Este hecho es beneficioso, porque de
esta manera se evita lesionar el endotelio o cristalino. Estándar (epi-off)

En el protocolo de la técnica estándar, descrita por


Indicaciones ­Wollensak (4), tras la aplicación de anestesia tópica se
realiza una desepitelización de los 7-9 mm centrales de
Las principales indicaciones del crosslinking corneal son la córnea con alcohol al 20% para permitir una mejor
las ectasias corneales, pudiendo utilizarse tanto de forma penetración de la riboflavina en el estroma. Posteriormen‑
aislada como en combinación con otros tratamientos, te se comienza a aplicar el colirio de riboflavina al 0,1%
como los anillos intraestromales o lentes de contacto. Se (10 mg riboflavina-5-fosfato en 10 ml al 20% de dextrano
aplica en los siguientes casos: T-500), una gota cada 3-5 min durante 5 a 20 min, depen‑
diendo de los autores, con el fin de impregnar el estroma
• Queratocono incipiente. corneal. A continuación se administra luz UVA con una
• Queratocono frustre. potencia de 3 mW/cm2 durante 30 min, asociada a
• Queratocono progresivo. una gota de riboflavina al 0,1% cada 3-5 min. Esto impli‑
• Ectasias post-LASIK. ca una dosis de radiación de 5,4 J/cm2. Las figuras 23-1
• Degeneración marginal pelúcida. y 23-2 ilustran el instrumental utilizado y la secuencia
temporal del tratamiento estándar.
Recientemente también se ha empezado a emplear la
técnica para el tratamiento de las queratitis infecciosas
por su efecto tóxico sobre los microorganismos y la dis‑ Transepitelial (epi-on)
minución del melting corneal (8-10).
En el 2004, Wachler (11) propuso realizar el crosslinking
sin retirar el epitelio previamente. Para ello se añade a la
Criterios de seguridad riboflavina trometamol y EDTA o cloruro de benzalco‑
nio, para debilitar las uniones estrechas entre las células
Los criterios de seguridad que se deben seguir al realizar epiteliales y lograr una mayor penetración de la ribofla‑
el crosslinking son los siguientes: vina sin necesidad de realizar la desepitelización. Entre
las ventajas de esta técnica están la ausencia de dolor
• Mantener la relación dosis-distancia: la potencia postoperatorio, logrando un mayor confort del paciente y
óptima es de 3 mW/cm2, por lo que conviene una rehabilitación más rápida debido a la ausencia de de‑
asegurarse de que la lámpara está colocada a la fecto epitelial. Además, al mantener el epitelio intacto,

300
Capítulo 23  |  Crosslinking

B C

Figura 23-1  Material utilizado para realizar el crosslinking. A. Colirios de riboflavina preparados en la farmacia del hospital o
preparado comercial. B. Instrumental empleado para realizar la técnica. C. Dispositivo CMB X LINKER para crosslinking.

también podría disminuir el riesgo de complicaciones, 5 min (16) y Celik 30 mW/cm2 durante 3 min (17). Estu‑
como haze o queratitis infecciosas. dios preliminares sobre la seguridad de esta técnica no
El efecto del crosslinking transepitelial está limitado a han observado cambios en la velocidad de epitelización
las 200 µm anteriores, a diferencia de la técnica inicial, corneal ni signos de toxicidad endotelial o limbar (16).
por lo que podría utilizarse en pacientes con paquimetrías Sin embargo, serían necesarios más estudios comparati‑
menores a 400 µm (12). Algún estudio apunta que el efec‑ vos con la técnica estándar para evaluar su eficacia.
to biomecánico parece ser menor que con la técnica es‑
tándar por una distribución menos homogénea de la ribo‑
Riboflavina hipotónica
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

flavina, pudiendo ser esta modalidad menos efectiva


(12-14). Podría ser útil, sin embargo, en pacientes pediá‑
tricos, poco colaboradores o con córneas más finas (15). Hafezi propuso utilizar una concentración de riboflavina
hipoosmolar (diluida con cloruro sódico o agua estéril y
sin añadir dextrano) para poder hidratar la córnea y tratar
Acelerado a pacientes con paquimetrías inferiores a 400 µm. Se apli‑
ca una gota cada 10 s durante 2 min y se comprueba la
Algunos autores han comenzado a utilizar dosis mayores paquimetría intraoperatoriamente. Si el grosor corneal
de radiación UV para poder reducir el tiempo de exposi‑ sigue siendo inferior, se repite de nuevo este ciclo hasta
ción, manteniendo la misma dosis que en el crosslinking que la córnea alcance las 400 µm (18). Los autores que
estándar (5,4 J/cm2), y acortar así el tiempo quirúrgico. han utilizado esta técnica no han observado efectos tóxi‑
Gatzioufas utilizó una potencia de 18 mW/cm2 durante cos en el endotelio; sin embargo, la respuesta del estroma

301
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

A B

C D
Figura 23-2  Técnica estándar de crosslinking. A. Instilación de alcohol absoluto al 20%. B. Desepitelización de los 7 mm
centrales de la córnea. C. Aplicación del colirio de riboflavina al 0,1%, una gota cada 3-5 min. D. Emisión de radiación ultraviole‑
ta (UVA) durante 30 min, instilando riboflavina cada 5 min.

corneal sobrehidratado al crosslinking no se ha estudiado, media de la queratometría máxima (Kmax) de entre 1,42 y
desconociéndose si el efecto biomecánico es equivalente 2,87 D, del error refractivo de 1,14 a 1,45 D, y una mejo‑
a la técnica estándar. ría en la AV de 1,4 a 1,9 líneas (4,19-21). La tendencia
general tras el crosslinking es un empeoramiento ligero al
mes de la AV, Kmax y haze, una vuelta al estado basal a
los 3 meses, seguido de una mejoría entre los 6 y 12 meses
Resultados clínicos y una estabilización al año de haber realizado el crosslin-
del crosslinking king (22). Además, otros autores han descrito una mejoría
en los índices topográficos del queratocono (23-25),
Los resultados de diferentes publicaciones muestran cómo aberra­ciones ópticas de alto orden (26,27) y síntomas vi‑
con el tratamiento se consigue detener la progresión de la suales subjetivos, como glare, halos o diplopía (28). No se
ectasia corneal en un porcentaje importante de pacientes han observado efectos secundarios significativos, a excep‑
con queratocono con períodos de seguimiento de hasta ción del pseudohaze en el postoperatorio inmediato de
6 años (4). Además, en algunos casos se puede observar algunos pacientes, que desaparece espontáneamente a lo
una regresión de la ectasia (fig. 23-3 y tabla 23-1). Los largo del primer año, y casos aislados de queratitis infec‑
estudios de mayor envergadura describen una reducción ciosas. El conocimiento de la duración del efecto y de la

302
Capítulo 23  |  Crosslinking

Figura 23-3  Análisis topográfico


comparativo con Pentacam® preopera‑
torio (B) y 4 meses después del
crosslinking (A) en paciente con quera‑
tocono, cuyos datos clínicos vienen
detallados en la tabla 23-2.

Tabla 23-1  Evolución clínica de un paciente de 19 años con queratocono tratado mediante crosslinking
estándar
AVc Refracción Kmax (D) CH (mmHg) CRF (mmHg)
Preoperatorio 0,85 +1, –1,25 3 100 52,7 8,1 7,1
1 mes 1 +0,75, –1,25 3 100 52,6 10,3 9,4
4 meses 1 +0,75, –1,25 3 100 50,6 12,9 10,8
12 meses 1 +0,75, –1,25 3 100 51 10,1 8,5

Se apreció una mejoría en su AV corregida (AVc) de dos líneas, un aplanamiento de la queratometría máxima (Kmax) de 1,7 D, y un aumento en la
histéresis corneal (CH) y el factor de resistencia corneal (CRF).

posibilidad de efectos secundarios a largo plazo todavía tes autores sin estar clara su influencia sobre los
no se ha podido estudiar. resultados son la edad, el sexo o la paquimetría previa.
Se ha visto que no todos los queratoconos responden
igual de bien al crosslinking, por lo que varios autores
han intentado analizar si existe algún factor predictor
relacionado con mejores resultados visuales o querato‑ Efectos del crosslinking
métricos, para ayudar en la selección de los candidatos sobre la biomecánica corneal
más apropiados para el crosslinking y guiar a los pacien‑
tes en sus propias expectativas. Se ha observado que pa‑ Se han realizado diversos estudios in vitro e in vivo sobre
cientes con AV basales más bajas (menores de 20/40) los efectos del crosslinking en la biomecánica corneal en
tienen mayor probabilidad de mejoría en AV tras el tra‑ córneas humanas, porcinas y de conejo. A continuación
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tamiento (29-33). Por el contrario, ojos con mejores agu‑ describiremos los hallazgos más significativos.
dezas visuales pueden ser más susceptibles de perder
visión. En cuanto a la queratometría, existe un mayor
aplanamiento topográfico en los conos centrales que en Rigidez corneal
los periféricos (29,34), pero no hay consenso respecto a
la Kmax previa. Mientras que algunos autores defienden El crosslinking, al añadir nuevos enlaces covalentes entre
que los ojos con una Kmax mayor o igual a 55 D tienen las fibras de colágeno, aumenta la rigidez corneal (37),
más probabilidad de conseguir un aplanamiento topográ‑ como han podido confirmar estudios in vitro por varios
fico de dos o más D (30,35), otros han observado un autores (4,38) utilizando diferentes técnicas:
mayor aplanamiento en pacientes con Kmax medias me‑
nor o iguales a 53 D (36). Otros factores menos estudia‑ • Extensiometría: Spoerl, a través de esta técnica,
dos o en los que existen discrepancias entre los diferen‑ fue el primero en describir un aumento de la

303
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

rigidez corneal in vitro en 160 ojos de cerdo (38). más utilizado para el análisis in vivo de la biomecánica
Wollensak confirmó más adelante los mismos corneal es el Ocular Response Analyzer (ORA®). Varios
resultados, observando un aumento en la rigidez autores han estudiado los cambios en la histéresis corneal
corneal del 71,9% en córneas de cerdo y del (CH) y el factor de resistencia corneal (CRF) después del
328,9% en córneas humanas (39). También crosslinking, sin observar cambios significativos (45-48).
observó un aumento en el módulo de Young de Spoerl, sin embargo, encontró un aumento estadística‑
1,8 en cerdos y de 4,5 en humanos. El mayor mente significativo del 35% en el área bajo el pico 2,
efecto biomecánico observado en las córneas sugiriendo que los cambios en esta área podrían ser más
humanas puede deberse a las diferencias en el sensibles al tratamiento con crosslinking que los valores
grosor corneal de humanos (550 µm) y cerdos absolutos de CH y CRF (49). Los resultados de la CH y
(850 µm), así como a las diferencias en el el CRF de los diferentes estudios se resumen en la ta‑
coeficiente de absorción de la UVA. En otro bla 23-2.
estudio, Wollensak comprobó también la Las diferencias en cuanto a los resultados in vitro e in
estabilidad a largo plazo de los resultados en vivo pueden deberse al método utilizado para evaluar la
conejos (40). rigidez, sin poder compararse técnicas y parámetros dife‑
• Técnica de microindentación: estudios en rentes. Además, aunque estudios en córneas normales
hidrogeles de colágeno tratados con crosslinking mostraron una repetitividad alta de los resultados con el
mostraron también un aumento significativo en el ORA®, no se han encontrado los mismos resultados en
módulo de Young del 3,2 a los 30 min del queratoconos (50). Glass observó que la deformación de
tratamiento, siendo los resultados estables a la la córnea por el aire difiere entre córneas normales y que‑
semana de haber realizado el crosslinking (41). ratoconos (51). Las córneas ectásicas no son homogé‑
• Experimento de inflado: mediante esta técnica se neas, lo que da lugar a una deformación asimétrica y a
mide la respuesta mecánica del tejido a la lecturas variables. Por tanto, al tomarse la media de varias
elevación de la presión intraocular. Mattson medidas, podrían ocultarse cambios sutiles en estos pará‑
observó en conejos que el crosslinking reduce la metros (45). Terai et al. sugirieron que las bajas medidas
expansión corneal, implicando un aumento en de CH y CRF después del crosslinking pueden explicarse
la estabilidad mecánica (42). Kling, en un modelo por el método dinámico utilizado por el ORA, que mide
porcino, observó además que el módulo de Young la biomecánica de las fibras de colágeno y la sustancia
era 1,58 veces mayor en los ojos tratados que en viscosa (proteoglicanos y glicosaminoglicanos) (52),
los no tratados, y la rigidez de la córnea el 36,86% mientras que el crosslinking solo cambia las fibras de co‑
mayor (43). lágeno (53). Utilizando un método estático, podría quizá
• Técnica no invasiva de ultrasonidos por inmersión evaluarse mejor los efectos de crosslinking sobre la cór‑
in vivo: se ha observado, además, un aumento nea (54).
significativo en el módulo de agregación del 4% En cuanto al crosslinking transepitelial, Wollensak
en 12 ojos porcinos tratados con crosslinking, realizó un estudio en conejos para evaluar el efecto bio‑
tratándose de una técnica que podría utilizarse mecánico de esta modalidad de crosslinking comparada
también in vivo (44). con la técnica estándar (12). Observó que ambas técnicas
aumentaban de forma estadísticamente significativa el
Sin embargo, estos hallazgos contrastan con los estu‑ módulo de Young, pero que el incremento en el grupo
dios realizados in vivo en córneas humanas. El sistema del crosslinking transepitelial era una quinta parte que el

Tabla 23-2  V
 alores de histéresis corneal (CH) y factor de resistencia corneal (CRF) medidos mediante el
Ocular Response Analyzer (ORA®) en pacientes tratados con la técnica estándar de crosslinking
Estudio Pre 6 meses 12 meses 24 meses
Sedaghat et al. (n = 56) CH (mmHg) 7,99 ± 1,5 8,2 ± 1,5
CRF (mmHg) 7,36 ± 1,4 7,59 ± 1,5
Goldich et al. (n = 10) CH (mmHg) 8,44 ± 1,82 8,14 ± 1,32
CRF (mmHg) 7,15 ± 1,77 7,16 ± 1,45
Greenstein et al. (n = 69) CH (mmHg) 7,66 ± 1,16 7,63 ± 1,96 7,71 ± 1,77
CRF (mmHg) 5,8 ± 1,31 6 ± 1,64 6,08 ± 1,77
Goldich et al. (n = 14) CH (mmHg) 8,24 ± 1,8 7,94 ± 1,4 7,61 ± 1,8 7,34 ± 1,6
CRF (mmHg) 7 ± 1,7 7,38 ± 1,3 6,44 ± 1,4 6,58 ± 0,8

Ningún resultado fue estadísticamente significativo.

304
Capítulo 23  |  Crosslinking

del crosslinking estándar (el 21,3% frente al 102,45%). 6. Wollensak G, Spoerl E, Wilsch M, Seiler T. Keratocyte
Esto puede explicarse por una insuficiente y no homogé‑ apoptosis after corneal collagen cross-linking using
riboflavin/UVA treatment. Cornea 2004; 23(1): 43-9.
nea difusión de la riboflavina en el estroma corneal, que 7. Wollensak G, Aurich H, Pham DT, Wirbelauer C. Hydration
podría traducirse en un aumento de rigidez en la córnea behavior of porcine cornea crosslinked with riboflavin and
humana del 64% comparado con el 328% descrito inicial‑ ultraviolet A. J Cataract Refract Surg 2007; 33(3): 516-21.
mente con la técnica estándar. 8. Makdoumi K, Mortensen J, Crafoord S. Infectious keratitis
Schumacher comparó, por otro lado, los cambios bio‑ treated with corneal crosslinking. Cornea 2010; 29(12): 1353-8.
9. Alio JL, Abbouda A, Valle DD, Del Castillo JM,
mecánicos entre el crosslinking acelerado y el estándar Fernandez JA. Corneal cross linking and infectious keratitis:
en córneas de cerdo. No encontró diferencias significati‑ a systematic review with a meta-analysis of reported cases.
vas en el módulo de Young de ambas técnicas, por lo que J Ophthalmic Inflamm Infect 2013; 3(1): 47.
el efecto biomecánico podría ser equivalente (55). Falta‑ 10. Iseli HP, Thiel MA, Hafezi F, Kampmeier J, Seiler T.
Ultraviolet A/riboflavin corneal cross-linking for infectious
ría ver si pueden extrapolarse los mismos resultados a las keratitis associated with corneal melts. Cornea 2008; 27(5):
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debridement. J Cataract Refract Surg 2009; 35(3): 540-6.
Tras la realización del crosslinking en córneas de conejo, 13. Koppen C, Wouters K, Mathysen D, Rozema J, Tassignon
se ha observado un aumento en el diámetro de las fibras MJ. Refractive and topographic results of benzalkonium
de colágeno del 12,2% (3,96 nm) de forma significativa chloride-assisted transepithelial crosslinking. J Cataract
comparado con controles (5). Esto ocurre porque los nue‑ Refract Surg 2012; 38(6): 1000-5.
14. Caporossi A, Mazzotta C, Paradiso AL, Baiocchi S,
vos entrecruzamientos del colágeno separan las fibras e Marigliani D, Caporossi T. Transepithelial corneal collagen
inducen un aumento en los espacios intermoleculares, crosslinking for progressive keratoconus: 24-month clinical
permitiendo un aumento en el diámetro del colágeno (56). results. J Cataract Refract Surg 2013; 39(8): 1157-63.
Este efecto es significativamente mayor en el estroma 15. Spadea L, Mencucci R. Transepithelial corneal collagen
cross-linking in ultrathin keratoconic corneas. Clin
anterior que en el posterior (5), debido a la localización
Ophthalmol 2012; 6: 1785-92.
del efecto del crosslinking en la porción anterior (57). 16. Gatzioufas Z, Richoz O, Brugnoli E, Hafezi F. Safety profile
Recientemente se han confirmado estos resultados en cór‑ of high-fluence corneal collagen cross-linking for progressive
neas humanas (58). keratoconus: preliminary results from a prospective cohort
study. J Refract Surg 2013; 29(12): 846-8.
17. Celik HU, Alagöz N, Yildirim Y, Agca A, Marshall J,
Demirok A, et al. Accelerated corneal crosslinking concurrent
Otros with laser in situ keratomileusis. J Cataract Refract Surg
2012; 38(8): 1424-31.
Se ha observado en córneas de cerdo cómo el aumento 18. Hafezi F, Mrochen M, Iseli HP, Seiler T. Collagen
del entrecruzamiento de las fibras de colágeno con UVA crosslinking with ultraviolet-A and hypoosmolar riboflavin
solution in thin corneas. J Cataract Refract Surg 2009; 35(4):
y riboflavina incrementa también la resistencia del colá‑ 621-4.
geno a su contracción por calor, pasando de 70 a 75° (59). 19. Wollensak G. Crosslinking treatment of progressive
Por otro lado, también se ha descrito un incremento en la keratoconus: new hope. Curr Opin Ophthalmol 2006; 17(4):
resistencia a la digestión mediante colagenasas, pasando 356-60.
de 6 días en los ojos control a 15 días en los ojos trata‑ 20. Raiskup-Wolf F, Hoyer A, Spoerl E, Pillunat LE. Collagen
crosslinking with riboflavin and ultraviolet-A light in
dos (60). keratoconus: long-term results. J Cataract Refract Surg 2008;
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305
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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306
Capítulo 24

Anillos intracorneales

Sumario del capítulo


24.A Tipos de anillos corneales. Implicación biomecánica  308 24.B Efecto del diámetro de los anillos intracorneales
Introducción. Técnicas aditivas: anillos corneales de sección triangular sobre la biomecánica de
intraestromales 308 la córnea y su relación con la agudeza visual  316
Historia 309 Introducción 316
Modelos de anillos intracorneales  309 Anillos intracorneales de sección triangular  316
Anillos de sección triangular  309 Efecto del diámetro en las variaciones de las propiedades
Anillos de sección hexagonal  310 biomecánicas, CH y CRF, y su relación con la AV  317
Contraindicaciones de los anillos intracorneales  310 Bibliografía 321
Mecanismos de acción. Implicaciones biomecánicas  311
24.C Efecto de la profundidad de los anillos intracorneales
Teoría de acción según espesores  312
sobre la biomecánica corneal  323
Teoría biomecánica  312
Efecto tensor o compresivo por ocupación Introducción 323
de espacio  312 Efecto de la profundidad de los anillos intracorneales
Otros efectos biomecánicos de los segmentos. sobre la biomecánica corneal  323
Correlación entre la forma y tamaño del anillo Discusión de la estabilidad en la profundidad inserción
y el túnel realizado  312 de los anillos intracorneales  324
Técnicas quirúrgicas de implante de anillos. Implicaciones Discusión de la correlación de los parámetros
biomecánicas 313 biomecánicos CH y CRF y la profundidad
Creación del canal de implante del anillo. Implicaciones de inserción de los anillos  327
biomecánicas 313
Bibliografía 327
Bibliografía 314

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

307
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

24.A Tipos de anillos corneales. Implicación biomecánica


Cristina Peris Martínez, Francisco Pastor Pascual, Ester Fernández López
y Juan Carlos Nieto Fernández

Resumen
Los anillos intracorneales han supuesto para los pacientes con ectasia un importante
avance, ya que, gracias a ellos, retrasan e incluso evitan la realización de un trasplante de
córnea, suponiendo no solo una gran mejora en la cantidad y calidad visual de estos
pacientes, sino en su calidad de vida. La posibilidad de diseñar y fabricar anillos perso-
nalizados y el desarrollo de las nuevas tecnologías, como el láser de femtosegundo, para
la creación individualizada de los canales intraestromales, ha supuesto que la técnica sea
muy reproducible, y nos planteemos la influencia de otras variables, como las biomecáni-
cas (además de las morfológicas), para entender mejor su comportamiento. Ello ha pro-
piciado que, en pocos años, el tratamiento de la ectasia haya pasado de ser meramente el
recambio de una córnea enferma, con insuficiencia biomecánica, por otra sana, a un
tratamiento refractivo. Cirugía refractiva de la ectasia corneal.

Introducción. Técnicas que pueden demorar la progresión del queratocono y las


aditivas: anillos corneales ectasias en general (3). Su efecto biomecánico aún es ma-
yor en estas córneas adelgazadas que en córneas sanas
intraestromales (4,5). Como consecuencia de ese aumento de espesor, los
anillos refuerzan la córnea, mejorando su biomecánica,
Las córneas ectásicas son córneas debilitadas, de ahí que hacen disminuir la asimetría del astigmatismo y la con-
se traten mediante técnicas aditivas (1). Para reforzarlas vexidad del cono, mejorando así la agudeza visual con y
podemos añadir tejido corneal o material inerte, como es sin corrección en la mayoría de los casos (6,7), y también
el polimetilmetacrilato (PMMA), material del que están la calidad visual, al producir una disminución en las
fabricados la mayoría de los anillos corneales (2). aberra­ciones de alto orden, especialmente el coma (7-9).
Mediante la colocación de los implantes de PMMA se Existe un especial interés en los anillos corneales, al
produce un incremento del espesor corneal en la periferia tratarse de una alternativa de tratamiento más conservado-
y se induce un aplanamiento central. Los anillos estabili- ra que el trasplante corneal. Estos son capaces de demorar
zan y aumentan la rigidez de la estructura corneal, por lo la necesidad de un injerto de córnea.

A B
Figura 24-1  Imágenes realizadas mediante lámpara de hendidura y con retroiluminación de paciente con queratocono al que
se le han implantados anillos de sección triangular. A. Se han implantado dos segmentos de 5 mm (Keraring®). Puede observarse la
línea que corresponde al canal y a la incisión de inserción. B. Se han implantado dos segmentos de 6 mm.

308
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

Historia éxito de los primeros resultados reportados (5,17). Su


aprobación por la FDA fue en 2004 (18).
Se remonta, como las lentes intraoculares, a sir Harold Las primeras publicaciones indexadas sobre anillos de
Rid­ley, oftalmólogo militar que observó cómo pilotos con Ferrara aparecen en el 2002, presentando resultados pro-
heridas perforantes en los ojos durante la Segunda Guerra metedores en el tratamiento del queratocono en pacientes
Mundial toleraban perfectamente las astillas de plexiglás intolerantes a las lentes de contacto (19,20).
en sus ojos (tanto intraoculares como intraestromales) (10).
Las primeras referencias en la literatura al empleo de ani-
llos intracorneales son de 1949, implantados por el profe-
sor Barraquer, para corregir errores refractivos (11). Modelos de anillos
En 1961, Krwawicz (12) trató de corregir la afaquia intracorneales
mediante pequeñas lentes de plástico para aumentar el
perfil de la córnea. Posteriormente, en 1967, Blavatskaya Existe gran diversidad de anillos en el mercado. Aten-
determinó los resultados tan variables que se producían diendo a la morfología de su sección, los clasificamos en:
en la córnea en función de los diámetros y grosores de los triangulares, hexagonales y elípticos. Los principales mo-
discos corneales que previamente había implantado (13). delos son los que se enumeran a continuación.
Estos últimos estudios, junto con los de Barraquer (11),
demostraron que el efecto de la cirugía de adición de los
anillos en la córnea estaba directamente relacionado con Anillos de sección triangular
el espesor del anillo, e inversamente con su diámetro.
Esta ley física de biomecánica corneal se conoce como Los anillos de perfil triangular han ido haciéndose cada
«ley de espesores de Barraquer», que no es capaz de ex- vez más populares en la corrección de las ectasias cornea-
plicar de manera definitiva el mecanismo de acción de los les, por su mayor capacidad de corrección en compara-
anillos intracorneales. ción con los implantes de mayor diámetro. La sección
Los anillos fueron desarrollados por Reynolds y Kil- transversal les proporciona un efecto prismático que re-
mer en 1970 (intraestromal corneal ring, ICR) (14). Ade- duce el deslumbramiento. Se fabrican prácticamente de
más, diseñaron el instrumental requerido para implantar- manera individualizada, y se comercializan las siguientes
los. Los primeros estudios en humanos fueron a principios longitudes de arco: 90, 120, 150, 160 y 210°.
de los años noventa en ojos no funcionales, para demos- El material usado para su fabricación es Perspex
trar la seguridad del proceso (15). PMMA. Es un material duradero, ligero, biocompatible,
Al mismo tiempo, Ferrara en Brasil inició los ensayos con alta resistencia al envejecimiento y a los cambios de
del implante de segmentos en animales. Estos segmen- temperatura. Es transparente como el vidrio, y tiene un
tos de anillos intracorneales tienen marcado CE (certifi- índice refractivo de 1,49 (21).
cado de la Comunidad Europea). En la actualidad existen varios fabricantes para el tipo
Inicialmente, los anillos intracorneales se aplicaron en de diseño de sección transversal triangular: Keraring®
el ámbito de la cirugía refractiva para la corrección de (Mediphacos-Belo Horizonte, Brazil, OftalTech), Ferra-
ametropías, por el aplanamiento de la córnea central, que raRing® (Ferrara Ophthalmics, AJL-www.ferrararing.
inducían estos implantes. Más tarde se aplicaron como com.br), KC Solutions® (www.kcsolutions.com), Cor-
dispositivos ortopédicos en los pacientes con ectasia cor- nealring®, etc. El segundo produce, desde 2006, segmen-
neal. Gabriel Simón realizó, en su tesis doctoral (16), un tos con filtro amarillo que podrían reducir los posibles
gran aporte al conocimiento de la respuesta biomecánica efectos disfotópsicos en visión nocturna.
corneal con el implante de anillos. La mayoría de los anillos comercializados de sección
En 1995, Paulo Ferrara en Belo Horizonte, Brasil, in- triangular está disponible en dos diámetros (5 y 6 mm),
trodujo la variante de segmentos anulares, que difieren de según el diámetro que conformen en la disposición entre
los ICR por su sección triangular y menor diámetro. ellos. Los anillos de 5 mm son isósceles, con una base
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A partir de 1996, se orientó su uso sobre todo en casos de prismática de 0,6 mm. El espesor de los segmentos varía
queratocono avanzado. En 1997 se inició el implante de 0,15 a 0,35 mm (en pasos de 0,05 mm). Los anillos de
de un único segmento en casos de ectasia asimétrica. 6 mm de diámetro son triángulos escalenos con una base
En EE. UU. se desarrollaron los primeros estudios de prismática de 0,8 mm (fig. 24-1). Los bordes de los ani-
eficacia, seguridad y estabilidad de los anillos para la co- llos se han ido suavizando y haciéndose más romos, es-
rrección de miopías moderadas (15). Los anillos tipo In- pecialmente los anillos de 6 mm (v. fig. 24-1). Desde
tacsTM con sección hexagonal, fueron aprobados final- 2006, los segmentos de Ferrara son con filtro amarillo
mente por la Food and Drug Administration (FDA) en para reducir los posibles disfotopsias en visión nocturna
1999. Es entonces cuando el implante de los anillos se que tienen estos pacientes, y que repercuten tanto en su
propuso como una opción terapéutica en la patología cor- calidad visual.
neal ectásica, debido al potencial que tienen estos seg- La base plana de los anillos de sección transversal
mentos de modelar el perfil geométrico de la córnea y al triangular es la situada a más profundidad y cerca del

309
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

endotelio corneal. Su utilidad está siendo ampliamente El Myoring (Dioptex) es otro diseño de anillo de
demostrada y se resume en el cuadro 24-1. PMMA, flexible y continuo (intracorneal continuous
ring, ICCR) para la corrección de miopías moderadas y
altas (24,25). Sus diámetros son desde 5 a 8 mm, su es-
Anillos de sección hexagonal pesor de 150 a 350 µm, y el ancho de 0,5 mm. Su super-
ficie anterior es convexa y la posterior cóncava, con ra-
Los Intacs™ (Addition Technology Inc., Sunnyvale, CA, dios de curvatura de 8 mm.
EE. UU.) fueron los primeros anillos aprobados por la Los modelos actuales se detallan en la tabla 24-1
FDA para el tratamiento de miopías bajas (2). Son tam- (v. figs. 24-2 y 24-3; fig. 24-4).
bién de PMMA, con una longitud de arco de circunferen- Con todos estos tratamientos se actúa sobre el error
cia de 150°. Son de sección hexagonal, con un diámetro refractivo, pero no sobre las alteraciones fisiopatológi-
externo de 8,1 mm, un diámetro interno de 6,77 mm y un cas responsables de la progresión de la enfermedad.
espesor variable a elegir (0,25-0,45 mm, en pasos de
0,05 mm) (2,22). Se disponen entre ellos conformando un
diámetro de aproximadamente 7 mm (fig. 24-2). A partir
de 2007 se introdujo otro modelo de Intacs™, los In- Contraindicaciones
tacsTM SK, con la misma longitud de arco, pero diámetro de los anillos intracorneales
interno de 6 mm y sección transversal oval (fig. 24-3).
Estos diseños también tienen bordes lisos para eliminar Las contraindicaciones son:
en lo posible aberraciones ópticas, y dos espesores dife-
rentes: 0,4 mm y 0,45 mm. Este mode­lo se ha diseñado • Queratocono agudo con K > 70 D.
principalmente para la corrección del queratocono con • Opacidades centrales severas que afecten al eje
valores de K > 55 D y cilindros mayores de 5 D (7,23). visual.

Cuadro 24-1  Mecanismos descritos


para explicar la utilidad
de los anillos de sección
triangular (Ferrara, 2012)
• Sin alteración de la estructura corneal. Técnica
aditiva
• Aplanamiento de la córnea central y periférica,
preservando la asfericidad corneal positiva
• Reducción del astigmatismo queratométrico,
debido a movimiento vascular del anillo,
mediante el que los extremos del segmento son
proyectados hacia arriba, mientras que sus Figura 24-2  Imagen mediante lámpara de hendidura de un
cuerpos lo hacen hacia abajo implante de sección hexagonal localizado inferiormente (IntacsTM).
• Desplazamiento del ápex corneal a su posición
fisiológica enfrente de la pupila en QTC, con
desaparición del típico patrón topográfico
• Reducción del abombamiento, devolviendo
a la córnea una forma más fisiológica
• Regularización de la superficie corneal, con la
consiguiente mejoría de la función óptica,
permitiendo la prescripción de gafas o la
adaptación de lentes de contacto, si fuera
necesario tras la cirugía
• Reducción del deslumbramiento por el efecto
prismático
• Reducción de las aberraciones de alto orden
(coma, tilt, trébol) Figura 24-3  Imagen mediante tomografía de coherencia
• Freno o retraso de la progresión ulterior del QTC óptica de segmento anterior OCT-VisanteTM (Carl Zeiss Meditec
• Reducción de síntomas como picor, fotofobia y Jena, Alemania) donde se muestra la posición profunda, protru-
molestia ocular yendo hacia la cámara anterior de un segmento de sección elíp-
tica (Intacs SKTM).

310
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

Tabla 24-1  Diseños actuales de anillos intracorneales


Keraring®/FerraraRing®
Marca comercial IntacsTM IntacsTM SK KC Solutions® Myoring®
Año 1990 2007 1995 2008
Tipo de diseño Hexagonal Oval Triangular (isósceles-escaleno) Superficie anterior convexa,
Sección transversal posterior cóncava

Diámetro que forman 7 mm 6 mm 5 mm y 6 mm 5 a 8 mm


los anillos entre ellos
Uso Miopía y ectasias Ectasias Ectasias Miopía moderada-alta
Material PMMA PMMA PMMA PMMA
Espesores 0,25-0,45 mm 0,4 mm, 0,45 mm 0,15-0,35 mm 0,15-0,35 mm
Longitud de arco 150° 150° 90, 120, 150, 160 y 210° 360°

• Hidropesía.
• Tras queratoplastia penetrante descentrada.
• Atopia.
• Hábito de rascado ocular no controlado.
• Queratalgia recidivante.
• Paciente con gran expectación de corrección de su
ametropía residual.

Mecanismos de acción.
Implicaciones biomecánicas
La finalidad refractiva de los segmentos anulares ocupa un
lugar secundario frente a la regularización de la curvatura,
aunque esta primera ha estado siempre implícita a lo largo
de su desarrollo. Actualmente, las exigencias de los pa-
cientes demandan cirugía refractiva de la ectasia corneal. Figura 24-4  Imagen mediante lámpara de hendidura de
Los aspectos refractivos de las ectasias son más com- paciente con queratocono al que se le han implantados dos ani-
plejos, y su análisis, así como la comparación de distintos llos simétricos de sección triangular y 5 mm de diámetro.
estudios, presenta especial dificultad. Esto se debe a que
todavía no se comprende del todo bien su mecanismo de
acción. fermas, como en el queratocono (17). Por tanto, el efecto
Los anillos corneales, al ser introducidos en el estroma de los anillos en las córneas ectásicas no tiene por qué ser
corneal, actúan como elementos espaciadores entre las el mismo que cuando se implantan en córneas sanas con
lamelas de colágeno, produciendo un efecto de acorta- la finalidad de corregir un defecto miópico (2). La nueva
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

miento de la longitud de arco, de las lamelas de colágeno redistribución de la curvatura corneal que inducen los
central y dando lugar a un aplanamiento de la córnea cen- anillos intracorneales es la responsable de la detención de
tral, el cual es proporcional al grosor del anillo implanta- la enfermedad debido a una nueva biomecánica cor-
do cuando se trata de córneas sanas (17,26,27). Este fe- neal (31).
nómeno es debido a la especial disposición de lamelas de Clásicamente, el mecanismo de acción de los anillos
colágeno siguiendo un patrón ortogonal en la córnea intracorneales se ha intentado explicar mediante las teo-
central y paracentral, y a la disposición circular en la pe- rías de acción según espesores postuladas por Barra-
riferia (cinturón corneal de Fyodorov) (28,29). Este orden quer (11) y Blavatskaya (13). Pero solo con estas teorías
del estroma corneal determina el comportamiento óptico no podemos explicar el mecanismo de acción de los ani-
y biomecánico de la córnea (30). llos en su conjunto (cuadro 24-2), ya que se oponen a esta
Sin embargo, esta estructura lamelar tan bien organi- acción la profundidad de inserción de los anillos y el
zada en córneas sanas está muy alterada en córneas en- efecto sectorial.

311
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Según la «ley de espesores de Barraquer», cuando se donde está implantado el segmento. Todo esto indica que
añade material a la periferia de la córnea (anillos en este los segmentos intracorneales no actúan solamente según
caso) o se sustrae tejido del centro de la córnea, se consi- la «ley de espesores», sino por un efecto de tipo biome-
gue un efecto de aplanamiento central, y viceversa. cánico (v. cuadro 24-2).
Al implantar los segmentos en la periferia, se aplana
la córnea y el diámetro del anillo determina la cuan-
tía de este aplanamiento. En consecuencia, cuanto más Teoría biomecánica
tejido se implante y menor sea su diámetro, mayor será
la c­orrección miópica obtenida (ley de Blavatska- Efecto tensor o compresivo por ocupación
ya) (11,20). de espacio

Se ha demostrado que los anillos no tienen una acción


Teoría de acción según espesores expansiva-compresiva (en dirección radial) como se pro-
puso inicialmente para los ICR. Sin embargo, dado que
Como apuntábamos anteriormente, hay dos aspectos fun- el implante ocupa un cierto espacio en el seno del estro-
damentales de los segmentos que no se explican median- ma, las lamelas corneales deben rodearlo siguiendo un
te esta teoría de espesores: su profundidad de implante y camino más largo, y se ven sometidas a un camino mayor
el sentido de su efecto sectorial. (fig. 24-6; v. cuadro 24-2). Así, las lamelas que pasan por
Los anillos se implantan en un plano profundo del es- delante del implante se ven rechazadas hacia la cara an-
troma corneal (un 70-80% según autores), lo que implica terior, y aumenta su tensión. En cambio, las lamelas que
que el efecto del espesor se ejerza principalmente hacia pasan por detrás del implante se relajan, dado que pierden
la cara endotelial (fig. 24-5) y no hacia la cara anterior curvatura. En resumen, la ocupación de espacio, causan-
de la córnea. Incluso se han observado reducciones en la do un aumento local de la tensión de las lamelas que pa-
profundidad central de la cámara anterior (19,32) tras el san por delante del implante, explicaría el efecto de los
implante de los anillos. Tal acción posterior no explica segmentos intracorneales anulares: corrección de miopía
el efecto refractivo de estos implantes. Otro punto que se o astigmatismo en función del arco de compresión (y
debe discutir es la profundidad de implante ideal de los ­ausencia de acción por espesores). Esto explicaría tam-
anillos, ya que no existe ningún estudio que avale que la bién el comportamiento que parece seguir (falsamente) la
mejor profundidad de inserción es al 70, 85 o 65% del ley de espesores: cuanto mayor sea el grosor del implan-
espesor corneal total. La mayoría de los cirujanos implan- te, mayor esfuerzo tensil inducirá en las lamelas anterio-
tamos al 70%, aunque con variabilidad para cada caso, y res, y cuanto menor sea su diámetro, más se concentrará
también teniendo en cuenta el espacio limitado que supo- el efecto sobre el área óptica central (20).
ne una córnea, y más ectásica a la hora de introducir el
anillo. Véase el capítulo del efecto de la profundidad de
Otros efectos biomecánicos de los segmentos.
implantes de esta monografía (v. capítulo 24). Correlación entre la forma y tamaño del anillo
Por otro lado, el efecto sectorial de los segmentos (so- y el túnel realizado
bre el astigmatismo) es el de incurvar el eje sobre el que
están implantados (que cruza la parte media del implan- Además de ocupar espacio, los segmentos pueden, al me-
te), aplanando el eje a 90° del mismo (el de la incisión). nos teóricamente, dar lugar a otros efectos biomecánicos
Este tipo de efecto es el contrario al que se derivaría de la dependientes de la relación entre su forma tridimensional
«ley de espesores», según la cual se debería aplanar el eje y la del túnel corneal (v. cuadro 24-2). En los anillos de

Cuadro 24-2  Teorías del mecanismo


de acción del implante de 0,36 mm
anillos intracorneales
• Teoría de acción según espesores (se oponen a esta
acción: profundidad, efecto sectorial): Barraquer y 0,11 mm
Blavatskaya
• Teoría biomecánica 0 20 mm
-- Efecto tensor-compresivo por ocupación Figura 24-5  Imagen mediante tomografía de segmento an-
de espacio terior OCT-VisanteTM (Carl Zeiss Meditec Jena, Alemania) don-
-- Correlación entre la forma y tamaño del anillo de se muestra la posición profunda de dos segmentos de sección
y el túnel realizado transversa triangular con prominencia visible hacia la cámara
anterior.

312
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

FIGURA 24-6  Mecanismo de acción


de segmentos corneales. Imágenes me-
diante tomografía de segmento anterior
OCT-VisanteTM (Carl Zeiss Meditec
Jena, Alemania). A. Obsérvese la situa-
ción profunda de un segmento de sec-
ción hexagonal y su posible efecto de la
ocupación de espacio que fuerza la des-
viación de las lamelas corneales (lí-
neas), lo cual provoca un aumento de
su recorrido y, por tanto, de su tensión.
B. Obsérvese la situación profunda de
un segmento Keraring® y su posible
efecto torsional (líneas de torsión) de
los segmentos de sección transversal
A B triangular.

configuración «cónica» (IntacsTM), las caras principales reproducible y programable. Han permitido llegar a resul-
de su sección (hexagonal, elíptica, etc.) se disponen para- tados refractivos más estables desde un punto de vista bio-
lelas aproximadamente a la dirección de las lamelas cor- mecánico. Las distintas ventajas e inconvenientes de cada
neales, por lo que los efectos de torsión sobre estas no son procedimiento se detallan en el cuadro 24-3.
de esperar (v. fig. 24-6). Por el contrario, en los de sección Sin embargo, hasta ahora no se ha podido demostrar
triangular, configuración «plana» (Ferrara®/Keraring®), la que la técnica automatizada sea superior a la técnica ma-
cara posterior se dispone paralela al plano del iris. Se pro- nual respecto a la obtención de resultados refractivos,
duce, por tanto, un giro del implante en el postoperatorio ganancia de agudeza visual y rapidez en la recuperación.
inmediato, que posiblemente conlleva un efecto de torsión Algunos autores, como Kubaloglu et al. (34,35), obtienen
sobre las lamelas circundantes (v. fig. 24-6). mejores resultados con la técnica manual; otros autores
Las consecuencias biomecánicas de tal torsión no han obtienen mejores resultados con la técnica automatiza-
sido formalmente analizadas, pero podrían explicar ciertas da (36), y otros trabajos publicados que comparan ambas
diferencias entre ambos tipos de implantes, esto es, que un técnicas no establecen diferencias significativas en cuan-
cierto efecto «bisagra» por torsión explique un efecto ma- to a resultados visuales refiriéndose al implante de
yor que el de la simple ocupación de espacio (19,20). ­IntacsTM (33,37).

Técnicas quirúrgicas Creación del canal de implante del anillo.


Implicaciones biomecánicas
de implante de anillos.
Implicaciones biomecánicas Mediante la técnica manual, la realización del canal es
estándar, ya que las dimensiones del canal no son progra-
En la actualidad, se han descrito dos procedimientos qui- mables con tanta precisión y dependen enormemente de
rúrgicos diferentes para el implante de anillos intracor- la habilidad del cirujano. Con el láser de femtosegundo
neales, en función de la forma de realizar el canal donde se puede predeterminar un canal único de las dimensio-
se va a insertar el anillo (27,33): nes y profundidad deseadas en función del tipo y grosor
del anillo que se vaya a implantar (27). Al tratarse de una
• Técnica manual. técnica mínimamente invasiva, reduce enormemente las
• Técnica automatizada.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

complicaciones intraoperatorias. Por todos estos motivos,


menor número de complicaciones intraoperatorias, preci-
En el procedimiento mecánico, los túneles son creados sión y reproductibilidad, la técnica automatizada es el
por el cirujano mediante dos trefinas semicirculares que se método preferido por la mayoría de los cirujanos.
introducen a través de la córnea, previa creación de un bol- El gran desarrollo que han experimentado los láseres
sillo. Esta técnica depende enormemente de la habilidad de femtosegundo ha ayudado a que nos planteemos nue-
manual del cirujano. En el caso de la técnica automatizada vos objetivos en relación con la implantología corneal,
guiada por el láser de femtosegundo (Intralase® Corp., como son:
­Irvine, CA; Femtec®; Da Vinci Femtosecond Surgical La-
ser, etc.), se crea un túnel mediante la fotodisrupción del • Nomogramas de implante individualizados, más
tejido estromal. Los láseres de femtosegundo están siendo predecibles para cada tipo de anillo (grosores,
la clave para hacer la técnica de implante de anillos más longitud de arco, materiales…).

313
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

es única y poco predecible. Con el láser de femtosegundo


Cuadro 24-3  V
 entajas e inconvenientes se puede predeterminar un canal de las dimensiones y
de la técnica manual profundidad deseadas en función del tipo y grosor del
frente a la automatizada anillo que vayamos a implantar. De ahí que se haya inves-
tigado acerca de los diversos tamaños de túneles más es-
Implante de anillos intracorneales trechos o más amplios y su correlación con los resultados
(técnica manual) visuales. Rabinowitz (36) fue el primero en proponer los
• Ventajas túneles más estrechos, donde el anillo queda más ajusta-
-- Mejor centrado en el reflejo luminoso do. Los mejores resultados se obtenían en pacientes con
-- Mejor control del canal durante su realización queratocono e implante de IntacsTM. El tamaño ideal en
• Inconvenientes su serie era de 6,8 mm de diámetro interno-8 mm de diá-
-- Menor exactitud en mantener el plano en la metro externo. Sin embargo, Ertan et al. (40) discrepan
realización de los canales (variable) de esta afirmación, publicando un estudio comparativo
-- Mayor curva de aprendizaje entre canales más estrechos (6,6 3 7,6 mm) con canales
-- Mayor duración en la realización del canal anchos (6,7 3 8,2 mm), concluyendo, tras 6 meses de
(depende de la pericia del cirujano) seguimiento, no solo que no había diferencias significati-
Implante de anillos intracorneales
vas, sino que la tasa de complicaciones (tapones epitelia-
(técnica automática) les, depósitos amarillos, haze en el túnel alrededor de los
segmentos, etc.) era mayor en el grupo de los túneles más
• Ventajas
estrechos, supuestamente debido a una mayor manipula-
-- Mayor precisión en la realización de canales
ción durante la inserción del anillo. Hay que tener en
y control de la profundidad
cuenta que en estos estudios se muestran resultados a una
-- Fácil manejo cirujano
-- Mayor rapidez de realización del canal (8-9 s)
inserción de 400 μm de profundidad de los anillos, que
-- Mínimo traumatismo era la profundidad máxima a la que se podían implantar
-- Menos complicaciones los anillos con el antiguo software del láser.
-- Especialmente útil en determinados casos: Aunque dispongamos de técnicas muy precisas, la ca-
ectasia post-LASIK, recidiva del cono en lidad del colágeno estromal es variable de unos individuos
queratoplastia, etc. a otros y, por tanto, para un mismo diámetro de canal pro-
• Inconvenientes gramado, este se modificará levemente al introducir el
-- Tecnología actualmente costosa anillo en función de la resistencia y la manipulación du-
-- ¿Realización de un canal único? rante su inserción de cada córnea en particular (en general,
de las propiedades biomecánicas de cada córnea). Es de-
masiado prematuro extraer conclusiones respecto al diá-
metro óptimo del canal dependiendo del grosor del anillo
• Diseño y arquitectura del canal de implante que se va a insertar con los estudios realizados hasta la
(anchura, diámetro, profundidad, localización de la fecha. Revisando diferentes publicaciones, no hay un con-
incisión óptimas, simetría…) adaptado a cada caso. senso entre los diferentes autores que nos ponga de mani-
fiesto cuáles son las dimensiones óptimas que hay que
Referente a los nomogramas, ha habido multitud desde programar en el láser de femtosegundo. Por otro lado, para
los inicios, casi tantos como cirujanos que se dediquen al que los anillos sean efectivos, han de implantarse a una
implante de anillos intracorneales. La mayoría de estos profundidad del 70-80% del espesor corneal total, en el eje
nomogramas tienen en cuenta parámetros refractivos (es- más curvo, que es donde se realiza la incisión. El implan-
fera, cilindro, equivalente esférico, etc.) y parámetros te más superficial se asocia con complicaciones, como la
morfológicos para el implante de anillos (queratometría extrusión o la degradación epitelio-estroma (41).
mínima K1, máxima K2, media, espesor corneal central, En los capítulos siguientes se desarrollarán la importan-
espesor corneal, mínimo…); entre ellos se encuentran el cia del diseño de los canales en cuanto al grosor y diámetro
de Colin para IntacsTM, Ferrara, Albertazzi para anillos de del anillo implantado, así como la importancia de la pro-
sección triangular, SA.ANA para anillos de sección tam- fundidad de inserción y su correlación con parámetros
bién triangular, etc. (5,38,39). morfológicos y, sobre todo, biomecánicos de la córnea.
Otro de los puntos más controvertidos es el diseño del
canal. Conocer el diámetro del túnel más adecuado se ha
convertido en un tema de interés. La posibilidad de ma- BIBLIOGRAFÍA
nipular los resultados refractivos e incluso biomecánicos
inducidos por los anillos no solo con su tamaño, sino con 1. Peris Martínez C, Aviñó JA, Menezo JL. Anillos
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314
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

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315
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

24.B Efecto del diámetro de los anillos intracorneales


de sección triangular sobre la biomecánica de
la córnea y su relación con la agudeza visual
Mar Argudo Iturriaga, Cristina Peris Martínez y Enrique España Gregori

Resumen
Entre los tratamientos de cirugía aditiva de la córnea para el tratamiento de la ectasia
corneal se encuentran los anillos intracorneales. El desarrollo de nuevas tecnologías
para la realización de los canales intraestromales donde se insertan estos anillos ha
permitido que nos planteemos cómo implantarlos de la forma más idónea para conseguir
los mejores resultados refractivos y de refuerzo corneal. Uno de los puntos de máxima
actualidad es la evaluación de cuáles son el diámetro y tamaño idóneos para implantar-
los y obtener los mejores resultados en cada caso en particular.

Introducción La caracterización de los parámetros biomecánicos de


la córnea ha adoptado un gran protagonismo en la clínica.
Toda ectasia corneal lleva asociada una alteración en el La precisión de dispositivos como el Ocular Response
comportamiento biomecánico de la córnea, hasta desesta- Analyzer (ORA®; Reichert Inc., Depew, NY, EE. UU.)
bilizarla (1,2). Hasta no hace mucho, el trasplante de cór- (en términos de reproductibilidad y repetibilidad) ha sido
nea era la única opción que, llegado este momento, se contrastada por varios trabajos (8,9); sin embargo, no sa-
podía ofrecer. La popularización de una técnica de adición bemos si existe una correlación entre esos parámetros
de materiales sintéticos intraestromales viene a llenar un biomecánicos y los parámetros clínicos y morfológicos
espacio en el terreno del tratamiento de la ectasia corneal, de los pacientes con ectasia, o incluso si se ven influen-
retrasando e incluso evitando la cirugía de trasplante. ciados por las características físicas de los anillos implan-
El implante de estos anillos para el tratamiento y la tados.
ralentización de la progresión de las ectasias ha sido pro-
bado y validado en numerosas publicaciones (3-7). La
nueva redistribución de la curvatura corneal que inducen
los anillos intracorneales (ACI) es la responsable de la Anillos intracorneales
ralentización de la enfermedad debido a una «nueva bio- de sección triangular
mecánica» corneal. Pero el mecanismo de acción por el
que estos anillos obtienen mejores o peores resultados no En la actualidad se trabaja con diferentes tipos de anillos
está totalmente establecido. que, atendiendo a las diferencias en su diseño, podrían
explicar los distintos postulados sobre su mecanismo de
acción en la córnea (10), esclareciendo las causas de sus
diferentes resultados. Solo se hará referencia en este es-
tudio (11) a los de sección triangular, que son Perspex
5 mm OZ 6 mm OZ
PMMA (12), en sus dos modelos de diámetro: 5 y 6 mm.
600 µm base 800 µm base Los anillos de perfil triangular (Keraring®, Ferrara
Forma de triángulo isósceles Forma de triángulo escaleno Ring®) (Mediphacos, Belo Horizonte, Brasil) han ido
Ápex truncado 40 µm Ápex truncado 120 µm
ocupando un lugar preeminente en la corrección de las
ectasias corneales por su mayor rango de corrección en
SI-5 SI-6
comparación con los implantes de mayor diámetro,
así como la flexibilidad que supone disponer de seg-
mentos de diferentes amplitudes de arco (90, 120, 150,
Figura 24-7  Diferencia de la sección entre los dos diseños 160 y 210°), pudiéndose fabricar también de forma
Keraring® de 5 y 6 mm de diámetro. Se puede observar clara- individualizada y combinar en un mismo ojo (figs. 24-7
mente la diferencia de ápex entre uno y otro diseño. y 24-8).

316
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

0,27 mm

0,11 mm

A B

Figura 24-8  A. Detalle de la sección triangular de un anillo de Keraring® de 200 μm de espesor (zona óptica de 5 mm) (trián-
gulo isósceles). Imagen mediante tomografía de coherencia óptica de segmento anterior OCT-Visante (Carl Zeiss Meditec Jena,
Alemania. B. Detalle de la sección triangular de anillo de Keraring® de 200 μm de espesor (zona óptica de 6 mm) (triángulo esca-
leno). Imagen mediante OCT-Visante. (A, imagen tomada de Peris Martínez, 2011.)

Nuestro estudio se ha llevado a cabo con este diseño 230,4 μm, mientras que la media de la longitud de arco
para tratamiento del queratocono (QTC) (11), descrito a de los anillos de 5 mm ha sido de 135,2 μm, y de 134,1 μm
continuación. para los de 6 mm.
La muestra sobre la que se ha realizado el estudio está
constituida (11) por 60 ojos diagnosticados de ectasia
corneal y procedentes de 46 pacientes. Son 14 los pacien-
tes con los dos ojos afectados incluidos en la muestra, y Efecto del diámetro
32 los pacientes con un solo ojo incluido. Treinta y un en las variaciones de las
pacientes son varones (67,4%) y 15 son mujeres (32,6%).
El rango de edad oscila entre los 18 y los 65 años, con propiedades biomecánicas,
una edad media de 32 años. CH y CRF, y su relación con la AV
Se distribuyen en dos grupos casi balanceados (n1 = 31
y n 2 = 29) según que el anillo/s intracorneal/es El QTC se asocia generalmente con parámetros biomecá-
implantado/s en el mismo sea(n) de diámetro de 5 o 6 mm nicos, histéresis corneal (CH) y resistencia corneal (CRF)
(tabla 24-2). más bajos que en ojos sin patología (13-18).
La técnica quirúrgica empleada en todos los casos ha La mayoría de los estudios realizados con el dispositi-
sido con láser de femtosegundo Intralase®. Se han implan- vo ORA® han sido enfocados al estudio de la respuesta
tado en este estudio un total de 98 anillos en los 60 ojos biomecánica tras diferentes tipos de cirugía (PRK, LA-
intervenidos, 31 de los cuales son de diámetro de 5 mm y SIK, etc.) (13,19,20), así como en procesos patológicos
29 de 6 mm. De todos ellos, únicamente se realizó el ex- como QTC, degeneración marginal pelúcida (DMP), ec-
plante en 15 casos, con motivo de la extrusión de alguno
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de los anillos. Las longitudes de arco utilizadas han sido


90, 120, 150, 160 y 210°, respondiendo a una media de
134,7°. Los espesores que se han necesitado están entre Tabla 24-2  D
 istribución según el número
las 150 y los 300 μm, con una media de 215,8 μm. Estos de anillos/grupo de diámetro
siguen la distribución representada en la figura 24-9. Diámetro de los anillos N.o de ojos
De los 98 anillos, 22 se han implantado de forma indi-
1/5 mm 10
vidual (un solo anillo) y 76 lo han hecho de forma dual
(dos anillos en cada ojo). El grosor de los segmentos im- 1/6 mm 12
plantados en cada paciente se determinó en función del 2/5 mm 21
equivalente esférico preoperatorio (EE) y de las caracte- 2/6 mm 17
rísticas de la ectasia. Entre los anillos de 5 mm, el espesor
N.º total de ojos 60
medio ha sido de 202,9 μm, y entre el grupo de 6 mm, de

317
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Base: 60 ojos Base: 98 anillos

Número de ojos por número Número de anillos


y diámetro de anillos implantados por diámetro

Dos anillos Un anillo


6 mm; 17 5 mm; 10
6 mm; 46 5 mm; 52

Un anillo
6 mm; 12

Dos anillos
5 mm; 21

Figura 24-9  Distribución de datos de la muestra del estudio.

tasias post-LASIK (21,22) o distrofia endotelial de Fuchs parámetros biomecánicos y posterior recuperación (aun-
(8). Se han encontrado en ellos reducciones importantes que no de manera tan acusada como con los de 6 mm)
en los parámetros de CH y CRF en córneas queratocóni- puede deberse a que se encuentran localizados en la cór-
cas (13,17,18). Como se ha comentado con anterioridad, nea más central que los anillos de 6 mm, y ello puede
esta disminución parece ser consecuencia de los cambios producir una desestabilización central inicial que poste-
que acontecen en la estructura lamelar por la alteración riormente se recupera cuando pasan los meses, y más si
de colágeno en este tipo de córneas (23-26). se trata de realizar un canal único como en el caso de
La mejora de los parámetros biomecánicos corneales Intralase®, independientemente de si se inserta un anillo
tras el implante de ACI en pacientes con QTC no está del o dos.
todo establecida como otros parámetros clínicos o mor- El CRF no presenta cambios significativos (fig. 24-10B).
fológicos (27-29). Por ello, en el presente estudio se han El efecto tiempo-grupo estudiado es similar a lo que su-
tomado medidas de los parámetros biomecánicos de la cede con la CH: los ojos con anillos de 6 mm experimen-
córnea. Se han analizado la CH, que refleja la viscosi- tan un incremento progresivo, mientras que el grupo de
dad corneal, y el CRF, que representa la elasticidad cor- 5 mm muestra una recesión de la resistencia entre el mes
neal (30), en casos de implante de anillos Keraring® de y los 3 meses, para luego recuperar (v. fig. 24-10B, línea
5 y 6 mm de diámetro. azul). El seguimiento responde a una cierta estabilidad
Nuestros resultados son similares a los encontrados en del CRF en el tiempo, con valores y evolución similar en
la literatura, tanto para la CH como para la CRF. Los ambos grupos.
valores de ambos parámetros para QTC se muestran en la Uno de los primeros trabajos que encontramos en la
tabla 24-3. En términos generales, encontramos un literatura en relación con cómo varían los parámetros bio-
­aumento de la CH tras el implante de ambos tipos de mecánicos de la córnea tras el implante de los ACI, con
anillos, partiendo de un valor medio de 8,8 mmHg y lle- medidas tomadas con el dispositivo ORA®, fue el de
gando a 9,48 mmHg a los 6 meses. Dauwe et al. Para ellos, el implante de Intacs™ no altera
La variación de CH a lo largo del tiempo no es homo- los parámetros de CH y CRF en pacientes con QTC, en
génea para los dos grupos de anillos. Los ojos con anillos
de 6 mm (fig. 24-10A, línea verde) experimentan un in-
cremento progresivo de la CH que les lleva, aun partiendo Tabla 24-3  Valores de los parámetros biomecánicos
de valores inferiores a los de 5 mm, precirugía de en QTC
7,68 mmHg, a terminar con un valor similar a los de 5 mm Queratocono
de 9,21 mmHg. Seis meses después de la intervención, la
mejora de la CH con los anillos de 5 mm es de 0,26 mmHg, CH CRF
Publicación n (mmHg ± DE) (mmHg ± DE)
mientras que es de 1,53 mmHg para los de 6 mm. Si ob-
servamos la línea azul de la figura 24-10A, vemos cómo Del Buey, 2013 (8) 40 7,8 7,2
los anillos de 5 mm muestran una recesión de la CH du- Argudo, 2014 (11) 60 8,6 7,95
rante el primer mes tras la cirugía, para luego volver a Ortiz, 2007 (13) 21 7,5 6,2
valores similares a los iniciales. Por ello se puede afirmar
Piñero, 2010 (17) 81 8,06 6,89
que la mejora progresiva de la CH debida a la cirugía ha
sido mayor con los anillos de 6 mm. Este comportamien- Luce, 2005 (21) 60 8,1 NV

to de los anillos de 5 mm con un descenso previo de los NV: no valorado.

318
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

Evolución CH según grupo Evolución CRF según grupo


11 9,5

10 8,62 8,67
9,72
9,46 8,5
9,03 8,01
Media

Media
9 8,68 9,21
8,92 7,66
7,82 7,86
7,5 7,64
8
8,07 7,24
7,68
7 6,5
Basal 1 mes 3 meses 6 meses Basal 1 mes 3 meses 6 meses

5 mm 6 mm 5 mm 6 mm

A B

Figura 24-10  Comparativa de los dos parámetros biomecánicos. A. Se observa que los dos grupos parten de un nivel diferente
de CH. Se puede decir que la mejora de la CH de la córnea debida a la cirugía ha sido mayor en los anillos de 6 mm. B. Como su-
cede con la CH en la imagen A, los ojos con anillos de 6 mm experimentan un incremento progresivo; sin embargo, el grupo de
5 mm muestra una recesión del CRF entre el mes y los 3 meses, y luego recupera.

un estudio realizado en 18 ojos de 18 pacientes (19). Este Por otro lado, en un estudio previo, publicado por nues-
autor sugiere que esto puede ser debido a la estructura tro grupo (31), realizado en una muestra de 27 ojos con
lamelar de la córnea y a que los anillos, tras su implante, QTC y anillos tipo Keraring® de 5 mm implantados de
remodelan el centro de la córnea sin cambiar las propie- manera manual (al igual que el trabajo de Dauwe), sí se
dades biomecánicas fundamentales del tejido corneal, al obtuvieron incrementos de los valores de CH y CRF tras
menos a corto plazo (6 meses). Por tanto, concluyen que el implante de anillos, pero no de una manera significativa.
el implante de los anillos no interfiere con las medidas del Nuestros resultados no son del todo acordes con los en-
ORA®, ya que no producen modificaciones significativas. contrados por el anterior autor, pero hemos de tener en
Solo dos parámetros del ORA extraídos por la señal de cuenta las diferencias, como el tipo de anillo implantado
las curvas se ven disminuidos tras el implante de anillos: y la técnica de implante empleada. En estos dos estudios
el pico de la señal de infrarrojos durante el primer proce- (Dauwe y Gómez-Miralles) se emplea una técnica manual
so de aplanación y la altura máxima del mismo durante para la realización del canal intracorneal, a diferencia del
el segundo proceso, que sugieren que puede ser debido a láser de femtosegundo empleado en este trabajo. Es cierto
la pequeña área de la córnea que se deforma por la crea- que el tipo de anillo implantado por Dauwe queda más en
ción de una especie de «limbo artificial» nuevo, creado la periferia corneal (Intacs™, de sección hexagonal), se
por los segmentos (19). En el trabajo de Dauwe, los ani- inserta a 3,5 mm de la zona óptica, lo que podría suponer
llos se implantaron con varias diferencias que dificultan diferencias de comportamiento de las lamelas por su dis-
la comparabilidad: son de sección hexagonal, se inserta- tinta distribución en esta zona. Según el fabricante, el
ron más periféricamente (7 mm de diámetro) que en nues- ORA® toma medidas en los 3 mm centrales de la córnea,
tro estudio y mediante técnica manual. A pesar de estas pero los anillos se insertan en la periferia corneal, aunque
diferencias, este autor sugiere que podría ser interesante dependiendo del modelo pueden situarse conformando
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

comparar sus resultados con segmentos de sección trian- una circunferencia entre ellos, cuyo diámetro puede ser de
gular tipo Ferrara como en nuestro trabajo, ya que estos 5, 6 y 7 mm, y por ello el ORA® debería medir la CH en
anillos (al ser de menor diámetro) pueden tener un efecto la zona exacta donde está colocado el anillo y no en el
más potente en la remodelación corneal debido a que pue- centro, para aportar medidas más fiables (31). Por tanto,
den crear un mayor desnivel entre el centro de la córnea esperemos que se perfeccione el software de la máquina,
y el borde de los anillos implantados. Sin embargo, para- para darnos valores de biomecánica corneal más precisos.
dójicamente, en nuestro estudio, el comportamiento de Gorgun et al. (32) realizaron otro estudio para analizar
los anillos de sección triangular más próximos a la peri- la CH y el CRF en 17 ojos de 13 pacientes con QTC a los
feria de la córnea (6 y 5 mm de diámetro) tiene un efecto que se les había implantado anillos de sección triangular
mayor, especialmente la CH, sobre la córnea que el grupo de 5 mm (Keraring®) mediante láser de femtosegundo
de los anillos de 5 mm, produciendo un aumento signifi- Intralase®, como los de nuestro estudio, y analizaron los
cativo a los 6 meses del implante. resultados postoperatorios al mes, 3 meses (postoperato-

319
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

rio precoz), 6 meses, año y 2 años tras el implante (posto- mantiene con cambios significativos durante el período
peratorio tardío). En el postoperatorio precoz encontraron de seguimiento en todos los intervalos (1, 3 y 6 meses).
un descenso del CRF; sin embargo, no se encontró alte- Nuestros resultados muestran ese mismo aumento a partir
ración en la CH. Este comportamiento de la CH y el CRF del primer mes postoperatorio, pero entre basal y 1 mes
en el postoperatorio precoz es similar a lo que ocurre en encontramos disminución de esa diferencia (tabla 24-4).
nuestro estudio con los anillos de 5 mm (descenso duran- Ante esta disparidad de respuestas en la biomecánica,
te el primer mes de la CH y entre el primer y tercer mes lo que podemos constatar es que parece evidente que en
para el CRF) (v. fig. 24-10). córneas queratocónicas no se refleja una estabilidad bio-
En otro de los estudios con el mismo tipo de anillos y mecánica tras la cirugía con ACI, esto es, existen casos en
técnica láser, Piñero et al. (33) no encontraron ningún los que los cambios a nivel biomecánico se producen
cambio significativo durante el primer mes postoperato- en distintos momentos después de la cirugía. Los compo-
rio en ninguno de los parámetros, reflejándose solo un nentes de viscosidad y elasticidad corneales (CH y CRF)
aumento de la CH al tercer mes y una disminución del no parecen estables en las córneas con QTC tras la cirugía.
CRF al sexto mes tras la cirugía de forma significativa en Para profundizar el desarrollo del proyecto, se plantea
ambos casos. Esto se puede ver justificado porque las ahora el estudio de la relación entre dichas variaciones en
propiedades biomecánicas y estructurales de la córnea las propiedades biomecánicas y las de AV en función del
central no se vean alteradas por la inserción de estos im- diámetro utilizado (11).
plantes periféricos, como apostaba Dauwe (19), al sexto A continuación se representa gráficamente la evolu-
mes postoperatorio. Lo que sí destaca es el aumento sig- ción de la CH, junto con la de la AV, para ambos tipos de
nificativo en la diferencia entre la CH y el CRF, el cual se anillos (fig. 24-11).

Tabla 24-4  E volución de los parámetros biomecánicos durante el seguimiento a corto plazo

Valores medios (mmHg ± DE)


Basal 1 mes 3 meses 6 meses Pvalor (basal-6 meses)
CH CRF CH CRF CH CRF CH CRF CH/CRF
Piñero (33) 8,01 6,71 8,12 6,33 8,25 6,44 8,32 6,38 0,13/0,98
Presente estudio (11) 8,6 7,95 8,38 8,25 8,97 7,65 9,48 7,94 0,012/0,466

Evolución CH y AV con Evolución CH y AV con


anillos de diámetro 5 mm anillos de diámetro 6 mm

11 1 12 1,25

11 1
10 0,75
Media histéresis

Media histéresis

Media IogMar
Media IogMar

10 0,75
9 0,5
9 0,5
8 0,25
8 0,25

7 0 7 0
Basal 1 mes 3 meses 6 meses Basal 1 mes 3 meses 6 meses

Histéresis Histéresis
IogMar SC IogMar SC
IogMar CC IogMar CC

A B
Figura 24-11  A. Se observa una mejora notable, con anillos de 5 mm, de la AVsc al mes de la cirugía, para luego estabilizarse.
La AVcc también evoluciona de forma favorable. La CH al mes es inferior a la basal, para posteriormente experimentar una recu-
peración. B. En el caso de anillos de 6 mm, se muestra una mejora notable de la AVsc al mes de la cirugía, estabilizándose a partir
de los 3 meses. La AVcc también evoluciona de forma favorable. La CH también aumenta progresivamente.

320
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

0,75

0,5
Mejora logMar

0,25

–0,25
Figura 24-12  Diagrama que mues-
tra la relación inversa entre los cambios
biomecánicos en la CH y la mejora de
la AVcc logMAR entre el período
–4 –2 0 2 4 6
preoperatorio y los 3 meses postoperato­
Dif. CH 3 m - basal rios para el grupo de anillos de 6 mm.

En el grupo de anillos de 5 mm se describe una mejora Solo se han encontrado correlaciones importantes en-
de la agudeza visual sin corrección (AVsc) durante el pri- tre los cambios en la CH y la mejora de la AVcc en el
mer mes postoperatorio, que coincide con una disminución grupo de anillos de 6 mm y en el período basal-3 meses
de la CH, la cual experimenta recuperación tras este perío- (fig. 24-12). La relación es inversa y de magnitud mode-
do, coincidiendo, a su vez, con la mejora de la AVsc. Para rada, esto es, los ojos con mayor recuperación de CH son
el grupo que conforma los ojos con anillos de 6 mm, la re- los que más han mejorado la AVcc.
cuperación de la AVsc es muy acorde con la experimentada En resumen, para ojos con anillos de 6 mm, la mejora
por la mejora de la CH; mejora hasta los 3 meses y luego de la AVcc que se refleja en los 3 primeros meses tras la
estabiliza. En ambos grupos, la agudeza visual con correc- cirugía puede explicarse a partir de los cambios produci-
ción (AVcc) se puede decir que es de evolución favorable. dos en la CH, mejorando más en aquellos ojos con menor
Cuantificando los cambios de la CH según los valores ganancia de CH. Para el grupo de 5 mm no se advierte
obtenidos y representados en la figura 24-11A, encontra- asociación parecida.
mos que, para el grupo de 5 mm, la disminución media Para el CRF, encontramos que, en anillos de 5 mm,
que experimenta la CH en el período basal-1 mes ha sido el descenso del CRF entre el período basal y los 3 meses
de 0,71 mmHg, en el basal-3 meses de 0,54 mmHg, y en es de 0,98 mmHg. A los 6 meses, la disminución encon-
el basal-6 meses se produce un aumento de 0,26 mmHg. trada es de 0,61 mmHg. Mientras que para el grupo de
Cabe destacar las grandes diferencias encontradas en- 6 mm de diámetro, el CRF al mes es de 0,58 mmHg mayor
tre los dos grupos de diámetro, aunque ya se había cons- que el basal, y a los 6 meses es 0,62 mmHg mayor. En este
tatado que los anillos de 6 mm producen una respuesta caso, solo se detecta correlación significativa entre cam-
mucho mayor sobre la CH. bios en el CRF y mejora de la AVsc para anillos de 6 mm
Los resultados obtenidos para el grupo de 6 mm son: y entre el período basal y 1 mes. Los ojos con mayor re-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aumento de 0,39, 1,35 y 1,53 mmHg, respectivamente, cuperación de CRF son los que más AVsc han ganado.
para los mismos períodos anteriormente citados.
Al mes de la intervención, los ojos con anillos de 5 mm
ganan una media de AVsc de 0,35 unidades, frente a 0,31 BIBLIOGRAFÍA
que ganan los del grupo de 6 mm. Al final del período de
seguimiento, la mejora encontrada para los de 5 mm es 1. Piñero DP, Alio J. Intracorneal ring segments in ecstatic
de 0,4 unidades, frente a 0,39 en el grupo de 6 mm. corneal disease a review. Clin Experiment Ophthalmol 2010;
La mejora encontrada de la AVcc al final del segui- 38: 154-67.
miento ha sido de 0,13 unidades en anillos de 5 mm res- 2. Maldonado López MJ, Nieto Fernández JC. Topografía de la
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321
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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322
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

24.C Efecto de la profundidad de los anillos


intracorneales sobre la biomecánica corneal
Cristina Dualde Beltrán y Cristina Peris Martínez

Resumen
En los últimos años, el estudio de la biomecánica corneal ha cobrado gran importancia.
Uno de los factores que han contribuido a dicho auge ha sido su papel en la etiopatoge-
nia de enfermedades de tipo ectásico. Uno de los tratamientos empleados para dichas
patologías es el implante de anillos intraestromales. Pese a que la técnica de implante
de dichos anillos se encuentra muy estandarizada, existen ciertas variables, como el
tipo de anillo, el tipo de técnica o la profundidad de implante, cuya individualización
haría más reproducible la técnica.

Introducción zer (ORA®) (Reichert Ophthalmic Instruments, Depew,


NY, EE. UU.), que ha permitido medir in vivo parámetros
Las ectasias corneales se caracterizan por tener una su- biomecánicos corneales, como la histéresis corneal (CH)
perficie irregular y ser biomecánicamente inestables. Las y el factor de resistencia corneal (CRF) (3-6).
técnicas quirúrgicas que modifican la curvatura corneal Por tanto, la llegada de estas nuevas tecnologías está
se dividen en: sustractivas, es decir, que eliminan o mo- siendo la clave para la personalización en el diseño del
difican el tejido corneal, y aditivas, en las que se realiza canal y su repercusión sobre la morfología y la biomecá-
un implante de diversos materiales para lograr corregir nica corneal, especialmente la profundidad de inserción
la irregularidad al mismo tiempo que sirven de refuerzo. del anillo en el estroma corneal, como se expondrá a con-
Los anillos intracorneales (ICRS, Intrastromal Corneal tinuación.
Ring Segment) se encuentran dentro de estas últimas (1).
Clásicamente existen dos técnicas para realizar el ca-
nal estromal donde se implantan los anillos corneales. La Efecto de la profundidad
técnica manual, que es realizada por el cirujano con ayu-
da de unas trefinas y menos predecible, y mediante el de los anillos intracorneales
láser de femtosegundo. La introducción del láser de fe- sobre la biomecánica corneal
mtosegundo en la implantología de segmentos corneales
nos ha permitido plantearnos cuál sería la mejor manera El implante de ICRS en el estroma corneal produce los
de insertar los anillos. Dispone de una pantalla de orde- siguientes efectos biomecánicos: una separación local de
nador donde podemos, a priori, planificar el diámetro, las lamelas corneales, produciendo un acortamiento
longitud y profundidad del canal de inserción. Quedan de arco de la curvatura corneal, y un aplanamiento de la
muchos interrogantes por resolver, como cuál es la mejor córnea central (7). Asimismo, cuando un ICRS se im-
localización para obtener mejores resultados visuales y planta, se producen dos acciones: por un lado, se produce
de refuerzo biomecánico para los pacientes. También des- un aplanamiento en la zona de inserción y, por otro, un
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

conocemos si los mejores resultados morfológicos y bio- abombamiento corneal en dirección opuesta. El aplana-
mecánicos se corresponden con una mayor ganancia de miento que se produce disminuye el poder dióptrico del
agudeza visual, y si existe correlación entre ambos tipos ojo y, por tanto, una mejoría de la miopía. El mecanismo
de parámetros. biomecánico, por el que se produce una mejoría del as-
Antes de la aparición de dispositivos capaces de carac- tigmatismo, no está establecido. El grado de aplanamien-
terizar in vivo las propiedades biomecánicas de la córnea, to corneal que se produce tiene una relación casi lineal
la única posibilidad de analizar su comportamiento bio- con el grosor del ICRS implantado (8).
mecánico era medir la resistencia a la tensión mecánica La profundidad idónea de implante de los ICRS es un
del colágeno mediante procedimientos de extensiometría tema controvertido, ya que en el momento actual no está
en córneas procedentes de donante cadáver (2). firmemente establecida la profundidad idónea de implan-
El estudio de la biomecánica corneal in vivo es un mé- te, y dicha profundidad es variable según el cirujano. Así,
todo de reciente introducción del Ocular Response Analy- algunos autores realizan el implante al 70% (9), mientras

323
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

que otros realizan el implante más superficial, a una pro- intracorneales y las variables biomecánicas CH y
fundidad del 66% (10). En ambos casos, el implante se CRF determinadas mediante el ORA®.
realiza a la suficiente profundidad para que se produzcan
los efectos terapéuticos deseados, así como para evitar Los datos demográficos de los pacientes analizados
complicaciones derivadas de un implante demasiado su- fueron los siguientes: edad media, 32,7 años, con un ran-
perficial asociado a la extrusión del anillo, o complicacio- go que oscila entre los 20 y 51 años. Veintitrés pacientes
nes derivadas de un implante demasiado profundo, que son hombres (71,9%) y nueve mujeres (28,1%); durante
puede asociarse a la luxación del anillo en la cámara an- un período de seguimiento de 6 meses; nivel de signifi-
terior por perforación endotelial. cancia: a = 0,05.
En líneas generales, la mayoría de cirujanos implantan La cirugía del implante se realizó en todos los casos
entre el 65-80%, dependiendo de cada caso. Este rango mediante técnica con láser de femtosegundo y se implan-
permite implantar los ICRS a una profundidad segura taron anillos de sección triangular en todos los casos.
para que no se produzca una extrusión del ICRS, y para Para cuantificar la profundidad de inserción de anillos,
que no penetre en la cámara anterior, así como para obte- empleamos la tomografía de coherencia óptica (OCT) de
ner una mejoría de los parámetros clínicos y queratomé- polo anterior Visante®, empleando para el cálculo de dis-
tricos. tancias el esquema de la figura 24-13.
Los estudios sobre biomecánica corneal e implante de Establecimos tres grupos de análisis de profundidad:
ICRS in vivo se han realizado con el ORA®, ya que el aquellos ICRS implantados a una profundidad < 70%;
Corvis ST® es un dispositivo de reciente aparición y no otro grupo cuya profundidad se sitúa en el 70-75%, y un
existen resultados publicados en el momento actual. grupo con mayor profundidad (> 75%).
Los parámetros de biomecánica corneal analizados Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
con el ORA® son:
• Tras evaluar mediante OCT, establecemos que en
• La histéresis corneal (CH), que refleja la el implante de anillos intraestromales tipo
viscosidad corneal. Keraring®, programado al 70% de profundidad
• El factor de resistencia corneal (CRF), que refleja preoperatoria mediante técnica automatizada con
la elasticidad corneal. láser, la profundidad media alcanzada es del
71,6%, por lo que se trata de una técnica con un
En el queratocono (QTC), los valores de los paráme- alto grado de predictibilidad. La profundidad a la
tros biomecánicos medidos con el ORA® se encuentran que queda implantado el anillo tiende a ser algo
disminuidos, en relación directa con la severidad de la más elevada de la programada inicialmente (el
enfermedad (3). Así, en los estadios iniciales, pese a que 71,6% frente al 70%) (fig. 24-14).
estos valores se hallan alterados, no deben utilizarse ais- • Dicha profundidad permanece estable a lo largo
ladamente, sino que deben utilizarse en conjunto con del seguimiento, tanto globalmente como en los
otros métodos de diagnóstico, como la tomografía cor- tres tiempos de control posteriores (v. fig. 24-14).
neal, para respaldar dicho diagnóstico (6). • Encontramos una asociación casi significativa
Se cree que, tras el implante de ICRS, los parámetros respecto a la mejoría de la CH y la mayor
biomecánicos de la córnea deberían aumentar, ya que se profundidad del implante, asociada al factor
trata de una técnica de refuerzo. Sin embargo, la mejoría tiempo. En cambio, respecto al CRF, no existe
de los parámetros biomecánicos corneales tras el implan- ningún tipo de relación entre sus valores y la
te de ICRS en el tratamiento de las ectasias corneales no profundidad del implante de los anillos
está tan establecida como los parámetros clínicos o mor- intraestromales (figs. 24-15 y 24-16).
fológicos. Por ello, nos planeamos el siguiente estudio.
Se analizaron 46 ojos con QTC (grado II-III, según la
clasificación de Amsler-Krumeich) de 32 pacientes Discusión de la estabilidad en la profundidad
(14 con los dos ojos afectados y 18 con un solo ojo inclui- inserción de los anillos intracorneales
do) para:
Tras el implante de anillos en el estroma corneal se puede
• Evaluar la profundidad real de implantación de los valorar su posición, de forma subjetiva mediante la lám-
anillos intraestromales y establecer el grado de para de hendidura o de forma objetiva mediante la moni-
predictibilidad con la profundidad programada torización con OCT Visante®. Esta nueva tecnología pue-
(70%) en la cirugía de implante. de ser una herramienta muy válida para valorar la
• Evaluar cómo evoluciona la profundidad de localización del anillo tras la cirugía y para monitorizar
implante de anillos intracorneales a lo largo del la profundidad de inserción de los anillos a lo largo del
tiempo. tiempo.
• Establecer si existe correlación entre la Teóricamente, el láser permitiría insertar los anillos a
profundidad de implante de los anillos una profundidad determinada y constante programa-

324
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

A D

α
C B A
G E
F

B
E
d0 G
F

A B

Figura 24-13  A. Esquema de las distancias empleadas para el cálculo de la posición del anillo con OCT Visante. B. Imagen
real de las distancias empleadas para el cálculo de la posición del anillo con OCT Visante.

Evolución de la profundidad relativa (%) del anillo

100

75

71,6 71,5 71,9


MEDIA + DE

50

25

0 Figura 24-14  Evolución de la pro-


1 mes 3 meses 6 meses fundidad relativa del anillo.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

da (8,9), pero algunos estudios han demostrado que pueden Así, podemos considerar que, en nuestro estudio, la
existir diferencias significativas entre la profundidad pro- profundidad relativa del implante del anillo permanece
gramada y la obtenida, medida OCT, con posterioridad. estable a lo largo del seguimiento, tanto globalmente
Así pues, en el presente estudio hemos realizado un como en los tres tiempos de control, por lo que aceptamos
análisis de la posición de los anillos y su evolución a lo la profundidad del anillo implantado, pese a que la dife-
largo del tiempo respecto a la posición teórica programa- rencia media entre la profundidad medida del implante y
da del 70% del espesor corneal total. la programada es de 1,66 puntos porcentuales, el 71,6%
Tras el análisis de los datos, hemos hallado que la pro- frente al 70% planificado, siendo estadísticamente signi-
fundidad relativa media tras la cirugía es del 71,6, 71,5 y ficativa (p < 0,05), donde p = 0,072. Por tanto, nuestra
71,9% al mes, a los 3 meses y a los 6 meses, respectiva- predictibilidad es muy buena si la comparamos con la de
mente (v. fig. 24-14). otros autores (tabla 24-5).

325
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

10
9,69

9,13
8,92 8,96 8,96
9

 70%
8,76
Media

8,66 70-75%
8,2 8,48  75%

7,49 7,51 7,53

7
Basal 1 mes 3 meses 6 meses

Figura 24-15  Evolución de la CH según la profundidad media.

8,7

8,27
8,1
8
8,13
7,65  70%
7,72
Media

70-75%
7,51 7,46
7,34  75%

6,91

6,51

6,23
6
Basal 1 mes 3 meses 6 meses

Figura 24-16  Evolución del CRF según la profundidad media.

Tabla 24-5  P
 ublicaciones sobre la profundidad del implante de los anillos intracorneales
Profundidad Profundidad Tiempo
Autor N.o de casos Tipo de anillo preoperatoria postoperatoria de seguimiento
Lai, 2006 4 IntacsTM Según nomograma Superficial respecto 1 mes
del fabricante a lo previsto
Guerrero Peña, 2008 13 Keraring® 400 µm 498,4 µm 3 meses
Kamburoglu, 2009 32 Intacs TM
70% 71,6% 6 meses
Gorgun, 2012 17 Keraring® 70% < 70% 3 meses
Kouassi, 2012 76 Intacs TM
66% 54,93% 1 mes
Naftali, 2013 18 Keraring® e IntacsTM 80% 1 mes
Dualde, 2014 40 Keraring® 80% 71,6% 6 meses

326
Capítulo 24  |  Anillos intracorneales

Discusión de la correlación de los parámetros anillos, pero también sin diferencias


biomecánicos CH y CRF y la profundidad estadísticamente significativas a partir del sexto
de inserción de los anillos mes respecto a la medición preoperatoria, tras
2 años de seguimiento (12).
Los resultados obtenidos para la CH, aunque no sean sig- • Piñero et al. presentan diferencias
nificativos respecto a la profundidad, se interpretan como estadísticamente significativas en ambos
que por cada 1% de incremento en la profundidad relati- parámetros a partir del tercer mes del CH y
va de inserción del anillo se observa un aumento de 0,049 del sexto mes del CRF (13).
en la CH (p = 0,08). • Dauwe et al. no encuentran diferencias
Si analizamos las gráficas de evolución de los valores estadísticamente significativas en ningún
de CH (v. fig. 24-15) según los diferentes grupos de pro- parámetro, ni de forma precoz ni tardía (14).
fundidad, observamos evoluciones diferentes en los tres • En nuestra serie no existen diferencias
grupos. En el grupo donde los anillos se encuentran más estadísticamente significativas, si bien en la CH
superficiales (línea verde) (< 70%), se produce un pico al existe una asociación casi significativa, asociada
primer mes tras el implante, posteriormente desciende y al factor tiempo y al factor profundidad. En
alcanza su valor máximo al final del período de estudio cambio, los resultados del CRF son muy
(sexto mes). La evolución en el grupo de los anillos im- heterogéneos, sin poder establecer ni tendencias ni
plantados entre el 70-75% de profundidad (línea azul) es diferencias estadísticamente significativas (11).
una inversa respecto al grupo anterior. Se produce un pico
mínimo al primer mes tras la cirugía, y posteriormente un Aunque se trata de un concepto muy diferente de ani-
pico máximo al tercer mes, con un leve descenso respec- llo, encontramos en la literatura trabajos recientes que
to al mismo al final del período de estudio. Los anillos aportan información sobre los parámetros biomecánicos
implantados más profundos (> 75%) (línea roja) sufren de la córnea. Jabbarvand et al. han publicado reciente-
escasas variaciones, si bien presentan una curva discreta- mente los resultados de un estudio piloto donde compa-
mente ascendente, con un valor máximo al tercer mes, raban el implante de un anillo intraestromal de MyoRing
que no difiere demasiado del valor al final del período. La (Dioptex, GmbH, Linz, Austria) en pacientes con QTC,
inserción más profunda del anillo parece suponer una ma- en dos profundidades diferentes: a 250 y a 300 µm. En
yor estabilidad en el tiempo. Pese a tener curvas de evo- ambos casos se utilizó el láser de femtosegundo para su
lución tan dispares, los resultados, si bien no son estadís- implante, y se dividieron de forma aleatoria los pacientes
ticamente significativos, si muestran una tendencia a con queratometría previa entre 48 y 52 dioptrías (D). Tras
valores mayores de CH, tanto en el tiempo como en rela- la cirugía, no se hallaron diferencias estadísticamente sig-
ción con la profundidad, tras el implante de los ani- nificativas en los parámetros biomecánicos cornea-
llos (11). les (15). Asimismo, otra serie realizada con este tipo de
En cambio, los resultados del CRF respecto a la pro- anillo, implantada a 280 µm de profundidad mediante
fundidad son muy heterogéneos, sin poder establecer ni láser de femtosegundo, tampoco halló resultados estadís-
tendencias ni diferencias estadísticamente significati- ticamente significativos en los parámetros biomecáni-
vas (11). cos (16).
Si analizamos las curvas de evolución según los dife- Dada la disparidad de resultados, para determinar su
rentes grupos de anillos, observamos curvas muy dispares papel y analizar las consecuencias sobre la biomecánica
entre sí, como se evidencia en la figura 24-16. En el gru- corneal en córneas ectásicas tras el implante de anillos es
po de los anillos implantados más superficialmente necesario realizar estudios prospectivos más amplios.
(< 70%) (línea verde) existen dos picos máximos, al pri-
mer y sexto mes, frente a los otros grupos, donde al tercer
mes este parámetro permanece estable, sin apenas varia-
ciones. En el grupo donde los anillos están implantados a
BIBLIOGRAFÍA
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

una profundidad media (línea azul), al mes tras la cirugía


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se produce un descenso en el factor de resistencia corneal, keratoconus with intracorneal rings. J Cataract Refract Surg
frente al leve aumento que se produce en aquellos anillos 2000; 26: 1117-22.
implantados más profundamente. 2. Wollensak G, Spoerl E, Seiler T. Stress-strain measurements
En la literatura encontramos los siguientes estudios of human and porcine corneas after riboflavin-ultraviolet-A
que hacen referencia a la modificación de los valores de induced cross-linking. J Cataract Refract Surg 2003; 29:
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Refract Surg 2005; 31: 156-62.
estadísticamente significativas respecto a la CH, y 4. Terai N, Raiskup F, Haustein M, Pillunat LE, Spoerl E.
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328
Capítulo 25

Queratoplastias

Sumario del capítulo


25.A Biomecánica: queratoplastias lamelares versus Diseño y materiales de la queratoprótesis de Boston  335
penetrantes 329
Complicaciones de la queratoprótesis de Boston  336
Introducción 329 Membranas retroprotésicas  336
Queratoplastia lamelar versus penetrante  330 Necrosis aséptica del estroma  337
Infecciones 338
Bibliografía 334 Glaucoma 338
25.B Queratoprótesis de Boston  335 Bibliografía 339
Introducción 335

25.A Biomecánica: queratoplastias lamelares versus


penetrantes
Francisco Pastor Pascual, Cristina Peris Martínez, Ester Fernández López, Ramón Ruiz Mesa
y Mikhail Hernández Díaz

Resumen
En este capítulo se realiza una revisión de los distintos tipos de queratoplastia, así como
de las técnicas quirúrgicas. Además, se va a valorar la influencia que tienen en la bio-
mecánica corneal las distintas formas de queratoplastia realizadas en pacientes con
ectasia: lamelares anteriores o penetrantes.

Introducción penetrante y lamelar, ya sea anterior o posterior (endote-


lial), en las que se sustituye solamente aquella parte de la
La queratoplastia es un procedimiento quirúrgico que córnea afecta: epitelio-estroma en la anterior, dejando el
consiste en sustituir la córnea enferma del individuo por endotelio que está sano en la queratoplastia lamelar ante-
una córnea donante. Se realiza en aquellas patologías que rior profunda y el endotelio en la queratoplastia endote-
tienen como resultado la afectación o pérdida de la trans- lial. En este capítulo vamos a revisar la queratoplastia
parencia corneal. Existen dos tipos de queratoplastia: penetrante y la queratoplastia lamelar anterior profunda,
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

329
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

que son las técnicas más empleadas para el tratamiento de Descemet. Se procede a retirar el estroma corneal con
de las ectasias corneales. precaución hasta conseguir llegar al plano descemético.
La queratoplastia penetrante consiste en cambiar la Una vez alcanzado, se prepara la córnea donante tal y
córnea en su espesor completo, que está afecta por una de como se acaba de describir en la técnica de Melles.
donante sano. La técnica quirúrgica se describe a conti- Desde un punto de vista biomecánico, es evidente que
nuación: se inicia cortando el rodete donante mediante un para el tratamiento de una córnea biomecánicamente
punch de Hessburg-Barron desde el endotelio al epitelio. inestable, como es la ectasia corneal (fig. 25-1), la reali-
En el receptor se realiza la trepanación del epitelio al zación de una queratoplastia lamelar anterior profun-
endotelio utilizando un trépano de Hessburg-Barron. Una da (DALK) supone conservar el perfil de la córnea origi-
vez trepanado, se completa mediante la utilización de ti- nal (fig. 25-2), evitando un impacto más estresante sobre
jeras curvas, se coloca el botón donante y se procede a una córnea ectásica, ya debilitada, que supondría la rea-
suturarlo. La técnica de sutura puede variar mediante la lización de una queratoplastia penetrante (fig. 25-3).
realización con puntos sueltos o con sutura continua, o
incluso una combinación de ambas.
En la queratoplastia lamelar anterior profunda se cam-
bia desde el epitelio a la membrana de Descemet, dejando Queratoplastia lamelar
el endotelio sano del receptor. Existen dos técnicas dife- versus penetrante
renciadas: la técnica de Melles y la gran burbuja de An-
war. La técnica de Melles consiste en lo siguiente: inicial- Existen pocas publicaciones en las que se valoren los
mente se realiza una incisión limbar o escleral a unas cambios biomecánicos tras la realización de una querato-
250 micras de profundidad. Se realiza una paracentesis, plastia, así como las diferencias existentes en las propie-
inyectándose aire en la cámara anterior, y con la primera dades biomecánicas cuando se comparan las queratoplas-
espátula de Melles se empieza la disección, tratando de tias penetrantes frente a las lamelares.
llegar al plano predescemético, para lo que nos servimos Shin et al. (1) valoraron los parámetros corneales bio-
del reflejo de la burbuja de aire para ver a la profundidad mecánicos obtenidos con el ORA® de pacientes a los que
a la que estamos. Cuando se alcanza la profundidad de- se les había realizado una queratoplastia penetrante uni-
seada, se amplía la disección estromal con las otras espá- lateral y compararon las medidas con los ojos normales
tulas de Melles hasta realizar los 360°. Entonces se extrae contralaterales.
el aire de la cámara anterior, se coloca viscoelástico en el Incluyeron 26 ojos a los que se les había realizado una
espacio y se trepana. Se procede a lavar el viscoelástico queratoplastia penetrante debido a una patología corneal
y a preparar el botón donante, se le retira el endotelio unilateral. Excluyeron a aquellos pacientes que presenta-
corneal y se coloca sobre el lecho receptor, procediéndose ban alguna patología en el ojo contralateral o habían te-
a la sutura, que puede ser como se ha descrito anterior- nido algún episodio de rechazo o recurrencia de la pato-
mente. En la técnica de la gran burbuja se utiliza un trépa­ logía en el ojo operado. Utilizaron el ORA® para medir la
no de Hessburg-Barron o un trépano con una profundidad histéresis corneal (CH), el factor de resistencia cor-
limitada para realizar una trepanación parcial de la córnea neal (CRF), la presión intraocular de Goldmann (IOPg) y
del receptor. Con una aguja de 30 G con el bisel hacia la presión intraocular compensada con córnea (IOPcc) en
arriba se inyecta aire en el estroma posterior, con el obje- ambos ojos. Encontraron como la CH estaba disminuida
tivo de producir un plano de separación en la membrana tras la queratoplastia penetrante sin ser significativa la

Figura 25-1  Imagen mediante to-


mografía de segmento anterior (OCT-
VisanteTM) donde se visualiza el perfil
característico de una córnea ectásica
avanzada.

330
Capítulo 25  |  Queratoplastias

Figura 25-2  Imagen mediante to-


mografía de segmento anterior (OCT-
VisanteTM) donde se visualiza el perfil
de la córnea tras la realización de una
queratoplastia lamelar anterior profun-
da en la que podemos ver cómo se con-
serva perfectamente el perfil inicial de
la córnea previo a la cirugía.

A B
Figura 25-3  Imagen mediante tomografía de segmento anterior (OCT-Visante TM) donde se visualiza el perfil de la córnea
previo a la realización del trasplante con un ángulo iridocorneal muy estrecho (A) y el perfil de la córnea con importante disminu-
ción de la cámara anterior y cierre del ángulo tras la realización de una queratoplastia (B).

diferencia (8,95 ± 2,59 mmHg en los ojos intervenidos permanece aún sin aclarar si el aumento de la PIO es
frente a 9,78 ± 1,45 mmHg en el ojo contralateral normal suficiente como para inducir un remodelado corneal; sin
sin intervenir). Sin embargo, el CRF era mayor en el ojo embargo, el descenso significativo en la CH y en CH-
intervenido que en el contralateral normal, sin existir di- CRF en los ojos tras queratoplastia puede estar asociado
ferencias significativas (10,26 ± 2,64 mmHg frente a a PIO más elevadas. La fuerte correlación negativa entre
9,75 ± 1,45 mmHg). La IOPcc y la IOPg fueron signifi- la CH-CRF con la IOPcc y la IOPg podría apoyar esta
cativamente mayores en el grupo de los trasplantados que hipótesis para los autores.
en el control. Además, valoraron la diferencia entre la CH Acar et al. (2) valoraron la biomecánica corneal en
y el CRF y entre la IOPcc y la IOPg, y observaron cómo ojos sin cirugía, y en ojos a los que se les había realizado
la diferencia CH-CRF era menor significativamente en una queratoplastia penetrante y una queratoplastia ante-
los ojos intervenidos que en los controles. La diferencia rior lamelar profunda. Empezaron valorando las ventajas
CH-CRF demostró una correlación negativa con la IOPcc de la DALK sobre la penetrante, ya que, según ellos, tie-
(coeficiente de correlación –0,966, p < 0,001) y la
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ne los mismos resultados en términos de agudeza visual,


IOPg (coeficiente de correlación –0,987, p < 0,001). error refractivo y sensibilidad al contraste, pero no tenían
La diferencia IOPcc-IOPg demostró una correlación ne- claro los cambios en la biomecánica corneal medida con
gativa tanto con la CH (coeficiente de correlación –0,832, el ORA®. El objetivo del estudio fue comparar la DALK
p < 0,001) como con el CRF (coeficiente de correlación y la queratoplastia penetrante en pacientes con querato-
–0,806, p < 0,001). cono con un grupo control, con el fin de recopilar infor-
Concluyen diciendo que la CH disminuye tras la que- mación sobre la biomecánica corneal tras los dos proce-
ratoplastia penetrante, mientras que el CRF tiende a dimientos en queratoconos avanzados.
­aumentar. La diferencia entre la CH y el CRF es menor, Realizaron un estudio prospectivo comparativo en el
lo que, según los autores sugieren, puede ser atribuido al que incluyeron a 120 pacientes divididos en tres grupos:
hecho de que la IOPg y la IOPcc son ambas significativa- 40 a los que se les realizó una queratoplastia penetran-
mente superiores en los ojos trasplantados. Para ellos te, 40 con DALK y 40 como grupo control. A todos les

331
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

midieron la CH y el CRF. Al comparar los resultados, existían diferencias significativas entre el grupo control
vieron cómo los grupos eran comparables en cuanto a y el de la DALK, mientras que los valores medios en el
distribución por sexo y edad media. El tiempo entre los grupo de la queratoplastia penetrante eran inferiores de
exámenes tras la cirugía fue similar en el grupo de la forma significativa con respecto a los otros dos grupos:
queratoplastia penetrante y el DALK. En cuanto a los 11,16 ± 1,5 mmHg (8,5-13,5 mm Hg) en el grupo con-
parámetros corneales, se encontraron que existían dife- trol; 9,59 ± 1,5 mmHg (7,5-12,5 mmHg) en el grupo de
rencias significativas en la CH y el CRF, siendo menores la queratoplastia penetrante y 11,25 ± 1,46 mmHg
los valores en el grupo de la queratoplastia penetrante con (8,5‑13,5 mmHg) en el grupo de la DALK. No encontraron
respecto al resto, mientras que los valores eran similares diferencias significativas en los valores de espesor corneal
al comparar el grupo de la DALK con el control. No exis- central ni en los valores de presión intraocular.
tían diferencias en la paquimetría. El equivalente esférico Concluyeron diciendo que parece que las córneas tras
y la queratometría media eran menores en el grupo de la la queratoplastia penetrante tienen propiedades biomecá-
queratoplastia penetrante que en el resto. No encontraron nicas más débiles que las córneas normales. La DALK
una correlación lineal entre el equivalente esférico y las mantiene la resistencia biomecánica de la córnea hacia
propiedades biomecánicas en ninguno de los grupos. unos valores normales. Ellos creían que el mantenimiento
Señalaron que la DALK añade una ventaja más a la de la membrana de Descemet tanto en el grupo de la DALK
queratoplastia penetrante en los queratoconos avanza- como en el control hacía de soporte y de armazón para el
dos, ya que la CH se ve menos afectada en la DALK resto del estroma corneal que descansa sobre ella y, por lo
realizada en los queratoconos avanzados. Señala que sus tanto, la CH es similar en esos dos grupos. En el caso de
resultados son similares a los de Yenerel et al. (3), y las las queratoplastias penetrantes, la membrana de Descemet
diferencias existentes con Jafarinasab et al. (4) (que en- es cortada en toda la circunferencia del injerto corneal y
cuentran que las propiedades biomecánicas en la DALK separada del resto del receptor, lo que afecta a su capacidad
y la queratoplastia penetrante son similares) dijeron que para formar un andamio fuerte para el estroma superior y,
eran debidas a que no se indicaba en ese estudio el grado por tanto, la CH se veía disminuida. Ellos creían que la
de queratocono. Hosny et al. (5) no encontraron diferen- membrana de Descemet era una capa fina, pero fuerte, tal
cias entre la DALK y los controles, pero la CH y el CRF y como se evidenciaba en los descemetoceles, en úlceras
eran menores en la queratoplastia penetrante. La diferen- profundas en los que la membrana resistía a la perforación
cia con ellos es que estos últimos autores evaluaron los durante días mientras que el resto del estroma se había
resultados a los pocos meses de la cirugía, mientras que digerido. En este estudio parece que el mantenimiento de
Acar et al. los evaluaron a los 21 meses, tras haber reti- la membrana de Descemet actúa como un armazón que
rado las suturas. soportaba mecánicamente el resto del injerto y mantenía la
Hosny et al. (5) valoraron la biomecánica corneal con biomecánica cerca de sus valores normales.
el ORA® tras queratoplastia penetrante y DALK. Reali- Feizi et al. (6) valoraron los parámetros biomecánicos
zaron un estudio prospectivo comparativo donde incluye- (también con el ORA®) de los trasplantes corneales en los
ron a 63 pacientes divididos en tres grupos: 21 controles, queratoconos y valoraron cómo influían otros factores,
21 con queratoplastia penetrante y 21 ojos con DALK. como el tamaño del donante, disparidad entre donante-
Los casos fueron agrupados por edad para evitar el cross- receptor, espesor corneal central (CCT) en la biomecáni-
linking natural que se produce con los años y por indica- ca, así como factores que influían en la presion intraocu-
ciones para evitar cambios importantes en las propieda- lar por tonometría de aplanación de Goldman (PIO GAT)
des biomecánicas de la córnea según patología. En el tras la queratoplastia penetrante.
grupo de la queratoplastia penetrante se incluyeron 11 ca- Realizaron un estudio comparativo en 34 ojos con que-
sos de queratocono con cicatrices en la membrana de ratocono. Utilizaron el ORA® para medir la CH, el CRF, y
Descemet, cinco casos con opacidades corneales que la IOPcc. Realizaron un análisis de regresión múltiple don-
afectaban a todo el espesor corneal, y cinco casos de que- de demostraron que la CH estaba relacionada positivamen-
ratocono en los que haciendo la DALK hubo una perfo- te con el tamaño del donante. Encontraron una asociación
ración. En el grupo de la DALK se incluyeron 12 quera- similar entre el CRF y el tamaño del injerto donante. Divi-
toconos, cinco casos con ectasia post-LASIK y cuatro dieron a los pacientes en dos grupos según la disparidad
casos con cicatriz estromal anterior por queratitis herpé- entre donante y receptor, y encontraron diferencias signi-
tica. El ORA® se realizó 2 meses después de la cirugía. ficativas con valores mayores en la CH y el CRF en el
Obtuvieron los siguientes resultados. La CH media era grupo en el que había 0,5 mm de diferencia comparado con
de 10,86 ± 1,36 mmHg (8,3-13 mmHg) en el grupo ­control, el de 0,25 mm de diferencia. También, mediante un análisis
9,57 ± 0,33 mmHg (7,5-12 mmHg) en el grupo de la que- de regresión múltiple, mostraron que la PIO GAT estaba
ratoplastia penetrante y 10,87 ± 1,39 mmHg (8‑13 mmHg) relacionada positivamente con la CH, el CRF y la IOPcc.
en el grupo de la DALK. No existían diferencias significa- Sin embargo el CCT, la queratometría media o el tamaño
tivas entre el grupo de la DALK y el control. En el grupo del donante no tenían efecto en la PIO GAT.
de la queratoplastia penetrante, los valores eran significa- El estudio evalúa el efecto de los factores anatómicos
tivamente menores. Al valorar el CRF, vieron cómo no (tamaño del donante y disparidad donante/receptor) en

332
Capítulo 25  |  Queratoplastias

las propiedades biomecánicas de la córnea en un grupo en el grupo predescemético que en el descemético. En


homogéneo de queratocono. En él demostró que tanto la cuanto al valor del CRF, en el grupo descemético el valor
CH como el CRF aumentan significativamente con el ta- medio pasaba de 8,87 ± 0,95 mmHg (7,5-11) y 9,42 ±
maño del donante. Muestran cómo el trasplante con un 1,11 mmHg (7,5-11) al mes y 3 meses respectivamente,
diámetro mayor añade una ventaja, ya que, al quitar ma- sin existir diferencias significativas, mientras que en el
yor cantidad de tejido y cambiarlo por un tejido normal grupo predescemético los valores medios fueron de
sobredimensionado 0,5 mm, aumenta la biomecánica del 11,28 ± 1,79 mmHg (7,7-13,5) y 12,18 ± 2,1 (7,2-14,8),
injerto. Refiere también cómo esto va a repercutir en unos sin existir diferencias significativas. El CRF era significa-
resultados refractivos más estables, así como señala que tivamente mayor en el grupo predescemético que en el
los resultados refractivos de los injertos pueden ser más descemético en ambos exámenes. Con la microscopia
predecibles y favorables con diámetros grandes. confocal se apreció un aumento del brillo y la reflectividad
Señalaron como limitaciones al estudio el hecho de de los queratocitos activados cerca de la interfase en todos
que no midieron la CH y el CRF antes de la queratoplas- los ojos, siendo menor la intensidad en el grupo descemé-
tia, por lo que no podían saber cómo cambiaban debido a tico que en el predescemético. Apreciaron también cómo
la cirugía, señalando que lo que estudiaban era el tamaño este brillo y reflectividad iban disminuyendo con el tiem-
del donante, no el tamaño de la trepanación del receptor. po; tardó de 10 a 12 semanas en el grupo predescemético
Finalizaron diciendo que las propiedades biomecáni- y de 4 a 6 semanas en el descemético, siendo superior a
cas tras queratoplastia en queratocono parecen ser más los 3 meses en el grupo predescemético. Esto, según los
similares a las normales si se utiliza un tamaño del do- autores, era debido a que en el grupo descemético la cica-
nante elevado, lo que probablemente repercutía en una trización en la interfase tiene lugar solo desde el lado es-
refracción postoperatoria más estable y resultados más tromal que tiene queratocitos y no desde la membrana de
predecibles tras la cirugía. Descemet, mientras que en el predescemético ocurre des-
Abdelkader (7) evaluó y comparó los parámetros bio- de los dos lados. Así, al dejar la membrana de Descemet,
mecánicos de la córnea y sus correlaciones con el proce- inducía una mínima cicatrización de la interfase.
so de cicatrización en la interfase lamelar al mes y a los Concluyeron diciendo que dejar una fina capa de es-
3 meses tras la DALK ideal en la que se había llegado a troma sobre la membrana de Descemet inducía una mejor
la membrana de Descemet (grupo descemético) con ojos y mayor cicatrización en la interfase, ya que ambas partes
en los que se había dejado una fina capa de estroma no del estroma tomaban parte en el proceso de cicatrización,
patológico de espesor constante (grupo predescemético), y eso era lo que podía explicar que los valores biomecá-
utilizando el ORA® y el microscopio confocal. nicos fueran superiores en el grupo de predescemético;
Incluyó 32 ojos de 32 pacientes con patología corneal, por tanto, dejar esta capa tenía un efecto superior en la
pero con una membrana de Descemet y endotelio sanos. integridad biomecánica de la córnea.
Se les realizó una DALK mediante la técnica de la inyec- En nuestro centro analizamos de manera retrospectiva
ción de burbuja de aire. La exposición completa de la 52 ojos trasplantados divididos según la patología preexis-
membrana de Descemet se alcanzó en 17 ojos, mientras tente: 15 ojos con queratopatía bullosa a los que se les
que en 15 ojos persistía una fina capa de estroma. Entre realizó una queratoplastia penetrante; cinco ojos con que-
las patologías que provocaron el trasplante se encontra- ratocono a los que a tres se les realizó queratoplastia lame-
ban las siguientes: cicatriz corneal (9 en el grupo desce- lar anterior profunda (DALK) (la CH pasó de 8,4 mmHg
mético y 8 en el predescemético), distrofia corneal tipo a 9,33 mmHg a los 6 meses tras la DALK) y a dos querato-
lattice (cuatro en el grupo descemético y cuatro en el plastias penetrantes (QP) por haber tenido varios episodios
predescemético) y queratocono moderado con intoleran- de hidropesía (la CH pasó de 7,2 mmHg a 5,3 mmHg a los
cia a lentes de contacto (cuatro en el grupo descemético 6 meses tras la QP); 10 ojos con distrofia de Fuchs a
y tres en el predescemético). La CH fue medida en el mes los que se les realizó una queratoplastia penetrante, y
1 y el mes 3 tras la cirugía. Se les realizó una microscopia 22 ojos con leucoma corneal a los que a 7 se les realizó
confocal para valorar la reflectividad de la interfase y el queratoplastia penetrante y a 15 queratoplastias lamelares
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

estado de los queratocitos in vivo al mes y al tercer mes, anteriores profundas. Los valores se encuentran en las ta-
realizándose de forma enmascarada y analizándose pos- blas 25-1 y 25-2. Comparamos los resultados obtenidos
teriormente los resultados también de forma enmascarada con el ojo control y pudimos observar cómo nuestros re-
por dos observadores. sultados eran similares a lo publicado. En aquellos ojos a
Vieron cómo en el grupo en el que se había alcanzado los que se les realizaba una DALK no existían diferencias
la membrana de Descemet, la CH media postoperatoria se con el grupo control, los valores eran muy similares. En el
incrementaba de forma significativa de 9,69 ± 1,12 mm grupo de las queratoplastias penetrantes, la CH y CRF eran
Hg (7,5-11,4) al mes a 10,83 ± 1,25 mm Hg (9-14,2) a los menores, pero sin llegar a existir diferencias significativas.
3 meses. En el grupo predescemético, la CH media posto- En resumen, tras analizar los resultados obtenidos por
peratoria fue de 12,12 ± 1,62 mmHg (8-14,7) y 12,86 ± 2 los distintos autores, podemos ver cómo, tras una querato-
(8,4-14,9), respectivamente, sin existir diferencias signifi- plastia penetrante, los valores de CH y CRF tienden a dis-
cativas. Los valores eran significativamente más elevados minuir, aunque no de manera significativa, mientras que en

333
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 25-1  V
 alores de la CH antes y después de realizar el trasplante (n = 52 trasplantes)
Patología Trasplante Ojo control Previo 6 meses
Bullosa QTP 8,13 ± 3,57 7,62 ± 3,06 7,88 ± 3,61
Queratocono DALK 8,66 ± 1,45 8,4 ± 1,6 9,33 ± 2,25
QTP 8,55 ± 2,19 7,2 ± 2,3 5,3 ± 2,25
Fuchs QTP 8,53 ± 2,37 7,02 ± 4,41 6,95 ± 7,12
Leucoma corneal DALK 9,29 ± 2,25 9,43 ± 2,28 9,48 ± 1,68
QTP 9,2 ± 1,36 9,36 ± 3,86 9,12 ± 3,64

DALK: queratoplastia lamelar anterior profunda; QTP: queratoplastia penetrante.

Tabla 25-2  V
 alores del CRF antes y después de realizar el trasplante (n = 52 trasplantes)
Patología Trasplante Ojo control Previo 6 meses
Bullosa QTP 10,04 ± 2,56 9,55 ± 3,77 10,25 ± 4,52
Queratocono DALK 11,66 ± 3,95 6,23 ± 1,79 9,73 ± 2,96
QTP 11,95 ± 6,01 13,1 ± 1,81 10,05 ± 2,98
Fuchs QTP 9,05 ± 3,26 8,6 ± 4,02 8,55 ± 6,18
Leucoma corneal DALK 10,38 ± 2,21 10,66 ± 2,38 10,27 ± 3,57
QTP 9,97 ± 1,23 9,23 ± 4,78 9,12 ± 1,9

DALK: queratoplastia lamelar anterior profunda; QTP: queratoplastia penetrante.

las queratoplastias lamelares anteriores profundas se ven 2. Acar BT, Akdemir MO, Acar S. Corneal biomechanical
menos afectados. La razón que argumentan para explicar properties in eyes with no previous surgery, with previous
este cambio es que el mantenimiento de la membrana de penetrating keratoplasty and with deep anterior lamellar
keratoplasty. Jpn J Ophthalmol 2013; 57: 85-9.
Descemet sirve como soporte o armazón biomecánico. 3. Yenerel NM, Kucumen RB, Gorgun E. Changes in corneal
Además, si en la DALK no se alcanzaba la membrana de biomechanics in patients with keratoconus after penetrating
Descemet, se pudo objetivar cómo la biomecánica se veía keratoplasty. Cornea 2010; 29: 1247-51.
mantenida, ya que el estroma existente mejoraba la cicatri- 4. Jafarinasab MR, Sepehr F, Javadi MA, Hashemloo A. Graft
biomechanical properties after penetrating keratoplasty versus
zación y ayudaba a mantener los parámetros biomecánicos
deep anterior lamellar keratoplasty. Curr Eye Res 2011; 36:
analizados. 417-21.
5. Hosny M, Hassaballa MA, Shalaby A. Changes in corneal
biomechanics following different keratoplasty techniques.
Clin Ophthalmol 2011; 5: 767-70.
BIBLIOGRAFÍA 6. Feizi S, Einollahi B, Yazdani S, Hashemloo A. Graft
biomechanical properties after penetrating keratoplasty in
keratoconus. Cornea 2012; 31: 855-8.
1. Shin JY, Choi JS, Oh JY, Kim MK, Lee JH, Wee WR. 7. Abdelkader A. Corneal biomechanical properties and their
Evaluation of corneal biomechanical properties following correlates with healing process after Descemetic versus
penetrating keratoplasty using the ocular response analyzer. pre-Descemetic lamellar keratoplasty. Eur J Ophthalmol
Korean J Ophthalmol 2010; 24: 139-42. 2013; 23: 652-7.

334
Capítulo 25  |  Queratoplastias

25.B Queratoprótesis de Boston
Enrique Mínguez Muro, M.ª Ángeles del Buey Sayas, José Á. Cristóbal Bescós,
Nancy Cruz Neyor y Francisco Iturbe Larena

Resumen
La queratoprótesis de Boston (QPB) es un dispositivo artificial biocompatible sustitutivo
del tejido corneal, utilizado con la finalidad de mantener el eje visual transparente en
casos de opacificación corneal en los que un trasplante de tejido corneal no esté indica-
do por alta probabilidad de fracaso. El diseño inicial ha sufrido modificaciones en aras
de una mayor biocompatibilidad y de permitir la supervivencia del tejido corneal donan-
te circundante. Se realiza una revisión de las complicaciones descritas con mayor fre-
cuencia, como las membranas retroprotésicas, necrosis estromal o melting, infecciones
y glaucoma; y una actualización de la prevención de las mismas. Las modificaciones del
diseño de la QPB han disminuido las complicaciones, pero, por el momento, sigue pre-
cisando un estricto control y profilaxis antibiótica indefinida.

Introducción funciona como un perno que atraviesa el centro de un


botón corneal de cadáver, que sirve como soporte de todo
Aunque para la historia de la medicina es Guillaume Pe- el dispositivo (5). El diseño original ha sufrido una serie
llier de Quengsy el primero que difunde, en el siglo xviii, de modificaciones. Al plato interno inicialmente conce-
el concepto de usar una prótesis artificial para reemplazar bido como una sola pieza de PMMA se le practican per-
a la córnea enferma (1), es seguro que ya había surgido foraciones (inicialmente 8 y 16 en la actualidad), con lo
antes. Abrir una ventana en el centro de un eje visual opa- que se pretende mejorar la circulación del humor acuoso
cificado (fig. 25-4) y sellar la abertura con un cristal que (fig. 25-5). Recientemente, este plato posterior también
devuelva la transparencia es una hipótesis que, por obvia, se fabrica con titanio, material más delgado que el PMMA
tuvo que haberse imaginado con mucha anterioridad. y que muestra una mayor biocompatibilidad (6).
Desde entonces, se han seguido dos líneas fundamen- La QPB (fig. 25-6) presenta una serie de ventajas de
tales de trabajo para el desarrollo de las prótesis cornea- índole práctico que han contribuido a favorecer su expan-
les. Por una parte, los que abogan por utilizar un material sión, entre las que se encuentran las siguientes:
biológico del propio paciente (habitualmente hueso, car-
tílago o diente) como soporte del dispositivo óptico (2). • La prótesis esta comercializada a nivel mundial,
Esto obliga a practicar al menos dos intervenciones y a poniendo al alcance de cualquier centro médico
contar con el material técnico necesario para realizar el
ensamblaje de la prótesis. La otra alternativa es emplear
elementos artificiales biocompatibles, como la prótesis
corneal de la que trataremos en este capítulo.
La queratoprótesis de Boston (QPB), de la que existen
dos tipos comercializados, fue diseñada en el Massachu-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

setts Eye and Ear Infirmary hace más de 40 años (3). La


del tipo I es con diferencia la más difundida y con la que
se cuenta con una mayor experiencia a nivel mundial,
habiéndose superado los 7.000 procedimientos (4).

Diseño y materiales de la


queratoprótesis de Boston
Su estructura consiste en dos platos convexos de polime-
tilmetacrilato (PMMA) unidos por un tallo óptico, que Figura 25-4  Injerto corneal opacificado.

335
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

dispositivos fabricados con PMMA (0,9 mm


frente a 0,25 de los hechos con titanio) sería
responsable de cierto grado de aplanamiento de la
cámara anterior, formación de sinequias anteriores
1 y cierre angular, con el consiguiente impacto
sobre la PIO (11,12).

Complicaciones de la
3
queratoprótesis de Boston
Debido a las características comentadas, las complicacio-
4 nes son habituales en estos pacientes. Seguidamente con-
sideraremos únicamente las más frecuentes o las que re-
visten mayor gravedad.

Figura 25-5  Queratoprótesis de Boston. 1. Plato anterior


PMMA. 2. Injerto corneal anular. 3. Plato posterior con perfo- Membranas retroprotésicas
raciones (PMMA o titanio). 4. Anillo de ajuste de titanio.
La formación de membranas tras la prótesis o membranas
retroprotésicas (MR) es la complicación postoperatoria
esta tecnología a un precio asumible, y sin que se más frecuentemente descrita, con una incidencia del 14,3
requiera ningún utillaje técnico específico (7). al 77% según las series (13,14). Como promedio, puede
• Todo el procedimiento puede realizarse en una aceptarse que aparecerán en uno de cada tres ojos (15),
sola intervención quirúrgica. habitualmente en los primeros meses tras la cirugía (16).
• La curva de aprendizaje es mínima, estando la Si bien no todos los casos van a precisar tratamiento o
cirugía al alcance de cualquier cirujano de córnea. pueden solucionarse mediante membranectomía con láser
YAG, en ocasiones resultan tan densas que obligan a prac-
Pero, por sus propias características, también presenta ticar extracción quirúrgica de las mismas o incluso a ex-
una serie de inconvenientes que limitan su uso: plantar la prótesis (17,18). El 11% de los ojos que desarro-
llaron membranas, recogidos en el estudio multicéntrico,
• El tallo óptico queda imbricado en la córnea requirieron la retirada quirúrgica de las mismas (17).
donante, pero, al tratarse de un material artificial, La etiología de las membranas es desconocida. Se
no se produce una integración de ambas han barajado diversos factores de riesgo que favorece-
estructuras, lo que en la práctica supone la rían su aparición: realización de procedimientos quirúr-
existencia de una vía permanente de posible gicos adicionales en el momento de implantar la próte-
contaminación, con el consiguiente riesgo de
infección (8).
• La superficie ocular se ve modificada, el plato
anterior de la prótesis, aunque mínimamente,
sobresale hacia el exterior, lo que dificulta la
dispersión y estabilidad del film lagrimal. Con el
fin de mantener la homeostasia corneal es preciso
utilizar, de manera permanente, lentes de contacto
de apoyo escleral (9,10).
• La córnea donante tiene que ser amputada en sus
3 mm centrales para acoger el dispositivo, siendo
esa zona la que soporta todo el peso de la prótesis.
Desde el punto de vista biomecánico,
desconocemos la influencia que esas
modificaciones estructurales puedan tener en la
supervivencia del tejido trasplantado.
• La zona central de la córnea está ocupada por el
dispositivo óptico, por lo que las técnicas
habituales de control de la PIO no pueden Figura 25-6  Queratoprótesis de Boston implantada para
utilizarse. El grosor del plato interno, de los conseguir un eje visual transparente.

336
Capítulo 25  |  Queratoplastias

sis (19), incremento de la inflamación intraocular (20),


queratitis infecciosas, aniridia (15), raza, diabetes e hi-
pertensión (21).
Aunque se había postulado que la inflamación era un
factor primordial para el desarrollo de las MR (20,22), los
estudios anatomopatológicos realizados por Stacy et al.
en QPB explantadas han evidenciado que la principal
fuente de origen de estas membranas es el estroma de la
córnea receptora, teniendo la respuesta inflamatoria un
papel secundario (23).
El plato posterior de la QPB tiene un diámetro ligera-
mente mayor (0,5 mm) que el lecho que se trepana en la
córnea receptora. Aunque este diseño pretendía crear una
superficie de sostén que facilitara la unión entre el tejido
donante y el receptor, es posible que el borde del plato
posterior se apoye en el estroma receptor, provocando su Figura 25-7  Melting corneal del injerto que rodea la que-
engrosamiento. La incompleta aposición entre la córnea ratoprótesis.
donante y receptora y roturas de la membrana de Desce-
met que se producirían en la cirugía abrirían una vía por
la que migrarían los queratocitos activados durante el El desarrollo de un defecto epitelial persistente es un
proceso de cicatrización hacia la cámara anterior. Estas factor de riesgo para la aparición de la necrosis estro-
células se diferenciarían en fibroblastos, formándose una mal (27). La mala hidratación de la superficie ocular pro-
capa fibrosa que terminaría cubriendo toda la superficie voca alteraciones en el epitelio que terminan desembocan-
interna del plato posterior (23), ocasionando la opacifica- do en úlceras persistentes, con el consiguiente riesgo de
ción del eje visual. infección. La adaptación de una lente de contacto de apoyo
Los hallazgos de Cruzat et al. (24), en un estudio re- escleral limita la evaporación lagrimal y crea una cámara
ciente, parecen confirmar esta teoría. Analizan, mediante húmeda, reduciendo la sequedad corneal, con lo que dis-
tomografía de coherencia óptica (OCT) de segmento an- minuye la incidencia de defectos epiteliales persistentes,
terior, la zona de unión entre el botón donante y la córnea adelgazamientos estromales y subsiguientes necrosis asép-
receptora, así como la presencia de MR. A todos sus pa- ticas del estroma (9). Se ha comunicado que los pacientes
cientes se les había implantado una prótesis con el plato con QPB que, por diferentes razones, no pudieron utilizar
posterior de titanio, 10 de ellos con la medida convencio- una lente de contacto protectora, presentaban un riesgo
nal de 8,5 mm, y en un grupo de 6 pacientes el plato se 30 veces superior de desarrollo de melting corneal (28).
había fabricado con un tamaño superior, de 9,5 mm. En Incluso con los nuevos modelos de QPB, el melting cor-
ninguno de estos últimos la OCT evidenció la presencia neal sigue siendo una grave complicación, especialmente
de MR, frente al 20% que surgió entre los pacientes del en casos de ojo seco severo y enfermedades autoinmunes,
primer grupo, posiblemente porque el sobredimensiona- tipo síndrome de Stevens Johnson o penfigoide cicatricial,
miento del plato posterior permite que se cubra perfecta- en los que se han descrito hasta en el 25% de los casos (29).
mente la zona de unión entre ambas córneas, actuando En estos pacientes, el melting se inicia centralmente en las
como barrera que impediría el paso de los queratocitos. zonas adyacentes al eje óptico del dispositivo (fig. 25-7).
La necrosis se inicia en la periferia en aquellos casos que
no pudieron llevar la lente de contacto (LC) por diferentes
Necrosis aséptica del estroma circunstancias (30). Estudios histológicos realizados en
dispositivos explantados evidencian la existencia de una
La necrosis aséptica del estroma o melting del botón cor- infiltración masiva de células inflamatorias y necrosis es-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

neal donante que acoge a la prótesis (v. fig. 25-6) es una tromal de la córnea adyacente al tallo óptico del dispositi-
de las causas habitualmente implicadas en la extrusión de vo (31).
la misma (25). En la patogenia del melting corneal influ- En cuanto a la necrosis estromal en pacientes afecta-
yen numerosos factores, no todos bien conocidos. dos de enfermedades autoinmunes, se encuentran imbri-
En los primeros modelos de QPB, el plato posterior era cados varios factores, como la respuesta inflamatoria
una superficie homogénea sin ningún tipo de aberturas, patológica subyacente, la contaminación subclínica con
lo que obstaculizaba la difusión del humor acuoso (26). bacterias y hongos que contienen mediadores que facili-
La incorporación de fenestraciones (actualmente 16) lo- tan la necrosis del tejido, y las reacciones tipo IV de hi-
gró disminuir de manera significativa los casos de necro- persensibilidad al material (32).
sis estromal del 50 al 10% (26), poniendo de manifiesto Un estudio reciente ha querido correlacionar el de­
la importancia de mantener una adecuada nutrición de la sarrollo de membranas retroprotésicas con la aparición de
córnea donante. melting corneal. Analizando mediante una OCT de seg-

337
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

mento anterior a un grupo de 50 ojos portadores de QPB, endoftalmitis eran muy elevadas. El 12% de las QPB de
el 100% de los que tuvieron necrosis del estroma presen- la serie de Nouri et al. presentó esta complicación, siendo
taba, asimismo, membranas retroprotésicas, frente al los gérmenes implicados mayoritariamente grampositi-
34,1% que se evidenció entre los ojos que no sufrieron vos (37).
melting. La formación de membranas predispondría Por este motivo, se introdujo la profilaxis con colirio
al melting, porque el tejido fibroso en su expansión termi- de vancomicina al 1,4%, fármaco selectivo frente a gram-
naría ocluyendo las fenestraciones del plato posterior, con positivos, asociada a una quinolona de cuarta generación
la consiguiente obstrucción para la difusión del humor que cubriría los gramnegativos. Con estas medidas se
acuoso y llegada de los nutrientes al injerto corneal (33). consiguió reducir drásticamente las tasas de infección
En resumen, es probable que diferentes factores poten- endoocular hasta hacerlas desaparecer en algunas de las
ciales contribuyan en mayor o menor medida a la apari- series publicadas (19,38). Sin embargo, en aquellos tra-
ción de un melting en estos pacientes: incremento de la bajos que aportan seguimientos a más largo plazo, los
actividad de las colagenasas en ojos con patología autoin- resultados no son tan halagüeños. En la revisión de Grei-
mune, formación de densas membranas retrocorneales, ner et al. (39), el 12,5% de los ojos terminó desarrollando
que actuarían como barrera, dificultando la difusión del una endoftalmitis, a pesar de instilarse vancomicina. Los
humor acuoso y, por ende, la nutrición corneal, enferme- gérmenes implicados fueron gramnegativos y hongos,
dades de la superficie ocular, ojo seco severo y queratitis apuntando la posibilidad de que el empleo a largo plazo
por exposición, sin olvidar la posible influencia de los de antibióticos muy selectivos termine modificando la
agentes infecciosos (25). composición de la flora conjuntival.
En el estudio internacional sobre QPB, la tasa de en-
doftalmitis fue del 8,9%, si bien no pueden extrapolarse
Infecciones conclusiones, pues en cuatro de los nueve casos aporta-
dos no se realizó cultivo (40). En la serie de Chan y
Los procesos infecciosos continúan siendo una grave y ­Holland (41) solo hay tres casos de endoftalmitis entre
temida complicación en los pacientes portadores de una 126 ojos (2,4%), pero ninguna fue producida por gérme-
QPB, tanto por su posible impacto sobre la visión, como nes grampositivos. Barnes et al. (42), por su parte, anali-
por la amenaza que suponen para el mantenimiento de la zando las infecciones fúngicas en pacientes con QPB,
integridad del globo ocular. encontraron que tanto la utilización de lentes de contacto
Son varios los factores que explican el elevado riesgo terapéuticas como el empleo de vancomicina tópica como
que soportan estos ojos para poder desarrollar una infec- profilaxis son factores de riesgo para el desarrollo de este
ción: por una parte, la alteración significativa de la super- tipo de infección.
ficie ocular, previa a la cirugía, que limita la capacidad de Es evidente que en tanto en cuanto no se modifique el
la respuesta inmune natural frente a los patógenos; y, por dispositivo y se consiga de alguna manera la integración
otra, la utilización continuada de lentes de contacto, la biológica del mismo, algún tipo de profilaxis antiinfec-
instilación crónica de antibióticos y corticoides (34) y, lo ciosa resulta inexcusable si se quiere garantizar la viabi-
que es más importante, la vía permanente de comunica- lidad del mismo. La aparición de resistencias es una con-
ción entre la superficie ocular y la cavidad intraocular en secuencia del empleo indiscriminado de antibióticos (43).
la interfase entre el tallo óptico y la córnea donante que La experiencia que se tiene con el uso de antisépticos es
lo acoge, con el consiguiente riesgo de contamina- muy limitada, pero podría ser una alternativa válida en
ción (35). estos pacientes (44).
Una endoftalmitis aguda puede surgir por tanto meses
o años después del implante de la prótesis. Robert et
al. (36) realizaron una revisión bibliográfica de todos los Glaucoma
trabajos sobre endoftalmitis desarrolladas tras la implan-
tación de QPB, publicados en la literatura entre 2001 y La alta incidencia, el difícil seguimiento y el complicado
2011, y encontraron los siguientes factores de riesgo para tratamiento convierten, a largo plazo, al glaucoma en la
el desarrollo de una infección endoocular: diagnóstico mayor amenaza para el porvenir visual de estos pacientes.
previo de una enfermedad cicatricial, queratitis infeccio- Habitualmente, la implantación de una QPB se reserva
sas concomitantes, erosión de la conjuntiva producida por para globos oculares con alteraciones severas del seg-
los dispositivos de drenaje antiglaucomatoso que llevan mento anterior, que han sufrido diversas intervenciones
implantados muchos de estos ojos y mal cumplimiento quirúrgicas y utilizado corticoides durante largos espa-
por parte del paciente de la profilaxis antibiótica prescrita. cios de tiempo. En muchos de ellos, la opacidad de me-
Para prevenir esta complicación, resulta imprescindi- dios imposibilita la evaluación precisa de un posible daño
ble utilizar de manera continuada algún tipo de profilaxis glaucomatoso, ya existente antes de la cirugía (45).
antiinfecciosa. Inicialmente se propuso el empleo de una En las series publicadas, el glaucoma preexistente está
asociación de polimixina y trimetoprim, junto con quino- presente entre el 28,6 (13) y el 86% (46) de los pacientes.
lonas de segunda generación. A pesar de esto, las tasas de Como media, puede considerarse que tres de cada cuatro

338
Capítulo 25  |  Queratoplastias

ojos han precisado algún tipo de tratamiento para contro- morfología del ángulo por las cirugías previas. Estos y
lar la PIO con anterioridad a la implantación de la QPB otros factores no conocidos se conjugarían para terminar
(18,19,47-49). Esta alta incidencia hace que muchos au- desarrollando un glaucoma de difícil tratamiento, con la
tores propongan la realización de un procedimiento de consiguiente repercusión sobre la visión (12,14,45).
drenaje, bien previamente o asociado al implante de la Por todas las razones expuestas, el recambio de tejido
prótesis, en todos aquellos casos en los que se constante, corneal por un material inerte es muy útil, pero resulta de
en los exámenes previos, que la PIO no está perfectamen- viabilidad compleja y sigue sujeto a constantes modifica-
te controlada (18,19,49). En la cohorte de pacientes con ciones que mejoren su compatibilidad. Cada diseño in-
glaucoma analizados por Kaymar et al. a los que se les tenta una mejora en aras de conservación de la estructura
implantó una QPB, aquellos que contaban con un adecua- de la córnea adyacente a la prótesis y de una mejor inte-
do control de la PIO previa a la intervención, bien me- gración al tejido vivo circundante. Pero queda mucho por
diante tratamiento médico o cirugía antiglaucomatosa, desarrollar y, por el momento, las indicaciones de este
tuvieron una mejor evolución. Los ojos a los que se había tipo de prótesis quedan relegadas a casos extremos, con
practicado algún procedimiento quirúrgico filtrante o ci- múltiples fracasos de injertos corneales o aquellos en los
clodestructivo fueron menos propensos a experimentar que el entorno sea inhóspito para el tejido corneal. Segu-
progresión del glaucoma o elevación de la PIO después ro que en un futuro aparecerán nuevos materiales o teji-
de la implantación de la prótesis (14). dos biocompatibles y nuevos diseños biomecánicos que
Sin embargo, la cirugía valvular no está exenta de se adapten mejor a los tejidos oculares, y que mejorarán
complicaciones en estos pacientes. La erosión de la con- la supervivencia de los ojos que precisan estas prótesis.
juntiva debida al roce de los tubos de drenaje es un ha-
llazgo frecuente. Más de la mitad de las válvulas de la
serie de Li et al. (50) requirieron cirugías adicionales para
revisar, recubrir o incluso explantar la válvula. Las zonas BIBLIOGRAFÍA
de contacto entre el reborde de la lente de contacto y la
conjuntiva que recubre el tubo parecen ser las más sus- 1. Abad JC, Dohlman CH. Queratoprótesis. En: Benítez del
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teóricamente evitaría estas dos complicaciones, aunque Keratoprosthesis. Am J Ophthalmol 2010; 149: 221-8.
programando un procedimiento quirúrgico mucho más 8. Garcia JP Jr, Ritterband DC, Buxton DF, De la Cruz J.
complejo (52). Los tratamientos ciclodestructivos, con Evaluation of the stability of Boston type I keratoprosthesis–
donor cornea interface using anterior segment optical
los que se tiene menor experiencia, podrían ser una alter- coherence tomography. Cornea 2010; 29: 1031-5.
nativa en estos casos (53). 9. Dohlman CH, Dudenhoefer EJ, Khan BF, Morneault S.
El seguimiento de estos pacientes también resulta Protection of the ocular surface after keratoprosthesis surgery:
complejo. Los tonómetros convencionales son inadecua- the role of soft contact lenses. CLAO J 2002; 28: 72-4.
10. Harissi-Dagher M, Beyer J, Dohlman CH. The role of soft
dos para controlar la PIO en ojos con QPB y, aunque los
contact lenses as an adjunct to the Boston keratosprothesis. Int
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

campos visuales y las pruebas de imagen pueden servir Ophthalmol Clin 2008; 48: 43-51.
de ayuda, la evaluación digital de la presión ocular es el 11. Panarelli JF, Ko A, Sidoti PA, Garcia JP, Banitt MR. Angle
método habitual utilizado, con la consiguiente impreci- clausure after Boston keratoprosthesis. J Glaucoma 2013; 22:
sión y subjetividad (54). 725-9.
12. Kang JJ, Allemann N, MD, de la Cruz J, Cortina MS. Serial
El implante de la QPB puede inducir una elevación de analysis of anterior chamber depth and angle status using
la PIO o exacerbar un glaucoma existente en determinados anterior segment optical coherence tomography After Boston
pacientes. La causa, posiblemente, sea multifactorial: apla- keratoprosthesis. Cornea 2013; 32: 1369-74.
namiento parcial de la cámara anterior, formación de sin- 13. Dunlap K, Chak G, Aquavella JV, Myrowitz E, Utine CA, Akpek
equias anteriores, respuesta a los corticoides, acción de la E. Short-term visual outcomes of Boston Type 1 keratoprosthesis
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339
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

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340
Capítulo 26

Modelo biomecánico de la córnea


humana considerando la variación
regional de la anisotropía,
la densidad y la cohesión interlaminar
de las fibrillas de colágeno
Charles Whitford, Harald Studer, Craig Boote, Keith Meek y Ahmed Elsheikh

Introducción 343 Derivación de las propiedades del material  351


Cuantificación de la microestructura corneal  344 Resultados  353
Método WAXS  344 Comentario  353
Avances en la representación numérica  345 Conclusión  355
Modelo constitutivo  346 Bibliografía  356
Implementación de la simulación matemática  350

Introducción la microestructura de su capa principal, el estroma. El


estroma consta de más de 200 laminillas (4,5), formadas
La córnea transparente es un componente fundamental de por una matriz rica en proteoglicanos que rodea a fibrillas
la cubierta ocular externa. Actúa como una envoltura pro- de colágeno muy compactas y ordenadas. La disposición
tectora para el contenido ocular y contribuye a la confi- y la densidad de dichas fibrillas colágenas del estroma
guración general del ojo. La forma de la córnea es res- son los principales responsables de la rigidez biomecáni-
ponsable de más de dos tercios de la potencia óptica del ca del tejido corneal, según han demostrado diversos es-
ojo (1). Esta importante misión depende de la curvatura, tudios experimentales, como los de Boote et al. (6,7), Jue
la regularidad, la transparencia y el índice refractivo de la y Maurice (8) y Newton y Meek (9). Otros estudios con
córnea. La contribución corneal a la formación de imáge- WAXS han descrito detalladamente la disposición aniso-
nes oculares puede degradarse por anomalías morfológi- trópica de las fibrillas de colágeno en la córnea humana
cas debidas a enfermedades, traumatismos o cirugía, por y han cuantificado sus características típicas como: a) una
lo que tiene gran importancia clínica poder entender y orientación preferentemente ortogonal de la córnea cen-
predecir la respuesta de la córnea a estas agresiones (2,3). tral en dirección temporal-nasal (T-N) y superior-inferior
La forma de la córnea depende del equilibrio entre su (S-I); b) fibrillas ordenadas circunferencialmente en el
rigidez mecánica (resistencia a la deformación) y las limbo y la periferia corneal; c) una zona de transición
fuerzas que actúan sobre ella. La rigidez mecánica cor- entre a) y b), y d) una mayor cantidad total de fibrillas en
neal depende de su geometría (espesor y topografía) y de la región periférica respecto a la córnea central (10-12).
la rigidez de sus componentes, que, a su vez, se basa en Estos trabajos no modularon la cantidad total de fibrillas
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343
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

según el espesor, como sí se considera en este estudio. Método WAXS


Komai y Ushiki (13) observaron la organización tridi-
mensional de las fibrillas de colágeno en la córnea huma- Cuando se hace pasar un haz enfocado de rayos X a través
na mediante microscopia electrónica; este estudio propor- de una estructura fibrosa ordenada como la córnea, par-
cionó información sobre la disposición de las laminillas te de él se dispersa. Los efectos de interferencia de las
y las fibrillas que las conectan entre sí y dan lugar a la ondas dispersadas producen un patrón llamado de difrac-
cohesión interlaminar (CIL). Smolek y McCarey (14) de- ción de fibras, o patrón de dispersión de rayos X, cuando
mostraron la CIL mediante análisis experimental. se registra en un detector sensible a los rayos X colocado
detrás de la muestra (aquí se emplearán los términos «dis-
persión» y «difracción» indistintamente). La WAXS
obtiene parámetros dependientes de la microestructura
Cuantificación de la del colágeno, que informan de este modo sobre la orien-
microestructura corneal tación y distribución de las moléculas y, por tanto, de las
fibrillas (16). Aunque la microscopia óptica y la electró-
En años recientes, gracias a las intensas radiaciones ob- nica han resultado herramientas muy valiosas para inves-
tenidas en sincrotrones (15,16), se han desarrollado téc- tigar la estructura corneal, se trata de técnicas predomi-
nicas de dispersión de rayos X que permiten estudiar nantemente cualitativas que, por lo general, solo aportan
cuantitativamente la arquitectura de las fibrillas de colá- información localizada sobre la arquitectura del estroma.
geno en la totalidad de la córnea humana. Este estudio La difracción de rayos X abarca todo el espesor corneal
puede dividirse, a grandes rasgos, en trabajos que miden y puede proporcionar gran cantidad de datos cuantitativos
el diámetro y la disposición espacial de la fibrillas a es- sobre áreas extensas que son más susceptibles de incluir-
cala nanoscópica, aprovechando la dispersión de rayos X se en simulaciones matemáticas. Además, los experimen-
de ángulo pequeño (SAXS) directamente desde las fibri- tos con rayos X no requieren procesamiento del tejido
llas (11,17), y aquellos otros que cuantifican cómo se que pueda alterar la estructura nativa del estroma.
distribuye la orientación, el grado de anisotropía y la den- El espaciamiento lateral regular de las moléculas de
sidad de las fibrillas a nivel de la microestructura tisular, colágeno alineadas (~1,6 nm en humanos) que forman
empleando la técnica de dispersión de rayos X de ángulo las fibrillas corneales de colágeno origina un único par
amplio (WAXS) producida por las moléculas de colágeno de reflexiones ecuatoriales (o sea, perpendiculares al
alineadas casi axialmente con las fibrillas (para una revi- eje de la fibrilla) en el patrón de WAXS (15), como se
sión, véase referencia 16). Aunque ambas líneas experi- muestra en la figura 26-1A. Estos picos son intensos y
mentales han contribuido a conocer mejor el comporta- destacan sobre las discretas reflexiones WAXS meridio-
miento biomecánico de la córnea, el presente capítulo se nales procedentes de la repetición de residuos de amino­
centrará en la aplicación de la última técnica para refinar ácidos de 0,29 nm a lo largo de las triples hélices de las
los modelos numéricos representativos de la biomecánica moléculas de colágeno (no se muestra). Estas propieda-
corneal humana y su modificación según la edad, ya que des, junto con el hecho de que su intensidad y posición
esta es el área en la que se han conseguido progresos más solo se afectan si se deja que el tejido esté en condiciones
amplios y significativos. significativamente diferentes a su estado de hidratación

Moléculas
de colágeno Detector

Rayos X Pico
intermolecular
de 1,6 nm

Fibrilla de
colágeno

A B

Figura 26-1  Formación de un patrón WAXS de las fibrillas de colágeno corneales. A. Cuando las fibrillas están alineadas, como
en una laminilla estromal aislada, predomina en el patrón un único par de picos ecuatoriales derivados del espaciamiento regular de
las moléculas de colágeno constituyentes que se disponen de forma casi axial dentro de las fibrillas. B. Cuando existen fibrillas con
diferentes direcciones, como en muestras de múltiples laminillas corneales, los picos de dispersión de rayos X se difuminan for-
mando arcos. El análisis de la diseminación de la intensidad en estos arcos proporciona información sobre la distribución de las
orientaciones de las fibrillas dentro del plano corneal.

344
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

fisiológico, convierten a la WAXS en un método fiable Como se ha mencionado, la intensidad de dispersión


para estudiar la microestructura corneal. La técnica se en un patrón WAXS concreto depende estrechamente de
basa en los conceptos de que, primeramente, el grado la cantidad de colágeno fibrilar atravesada por el haz
de incurvación de las reflexiones ecuatoriales depende de rayos X. En consecuencia, puede calcularse la inte-
estrechamente de la amplitud de distribución de los ejes gral de la gráfica de distribución mostrada en la figu-
moleculares y, en segundo lugar, de que la intensidad de ra 26‑2B, que incluye ambos componentes de dispersión
la dispersión es aproximadamente proporcional a la can- alineada e isotrópica, para obtener un valor relativo para
tidad de fibras de colágeno en el trayecto del haz de ra- el contenido total de colágeno fibrilar en el punto de teji-
yos X (fig. 26-1B). do donde se registró el patrón. Además, una vez escalado
Para cada patrón de WAXS se mide la distribución de según el espesor estromal en dicho punto, puede obtener-
intensidad alrededor del arco de difracción intermolecu- se un valor relativo para la densidad local de fibrillas. En
lar de ~1,6 nm (fig. 26-1A y B) y se normaliza para ob- este capítulo se expone un nuevo modelo matemático
viar las fluctuaciones de la corriente del haz incidente de para representar, desde un punto de vista biomecánico, la
rayos X (registrado electrónicamente). Se ajusta y se córnea humana en función de la edad, que incluye, por
sustrae de cada patrón una función de fondo de potencia primera vez, información sobre la densidad fibrilar obte-
bidimensional para eliminar la dispersión de los compo- nida previamente a partir de tres córneas humanas me-
nentes de la matriz distintos del colágeno fibrilar, y se diante WAXS (12).
promedian valores de intensidad diametralmente opues-
tos para reflejar la propiedad centro-simétrica inherente
a los patrones de difracción de fibras. La distribución de
intensidad azimutal en este punto representa así solo la Avances en la representación
dispersión de las fibrillas estromales de colágeno numérica
(fig. 26‑2A y B). Puede considerarse que la dispersión
del colágeno deriva de dos componentes: 1) la disper- La recreación del comportamiento biomecánico del es-
sión isotrópica de las laminillas colágenas dispuestas de troma corneal mediante modelos matemáticos ha avanza-
forma equivalente en todas direcciones del plano cor- do considerablemente en las dos últimas décadas gracias
neal, y 2) la dispersión alineada procedente de lami­ a los estudios de Alastrue et al. (18), Pandolfi et al.
nillas alineadas preferentemente sobre y por encima del (19,20), Pinsky et al. (21,22), Studer et al. (23), Grytz y
colágeno isotrópico (v. fig. 26-2B). Meschke (24-26), Nguyen y Boyce (27), y otros. En estos

4E6

Dispersión alineada
de la dispersión de rayos X (u.a.)

2E6
Intensidad normalizada

1E6

8E5

6E5

4E5

2E5 Dispersión isotrópica


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0
0 45 90 135 180 225 270 315 360

Ángulo azimutal  (grados)


A B
Figura 26-2  Cuantificación de la orientación de las fibrillas de colágeno a partir de patrones de WAXS corneales. A. Patrón
típico de WAXS del limbo corneal, cuyo anillo de difracción intermolecular ecuatorial se caracteriza por dos lóbulos de intensidad
aumentada, que indican la orientación preferentemente uniaxial de las fibrillas. La distribución de intensidad se mide alrededor del
anillo de difracción (línea discontinua y flecha).  indica el ángulo azimutal. B. Distribución normalizada de intensidad en función
de . La dispersión se divide en dos componentes: 1) dispersión isotrópica de las laminillas de colágeno dispuestas de modo equi-
valente en todas las direcciones dentro del plano corneal (área sombreada), y 2) dispersión alineada procedente del colágeno ali-
neado preferentemente en las laminillas (área no sombreada). Los picos de la distribución corresponden a las direcciones de alinea­
miento dominantes en las laminillas/fibrillas.

345
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

trabajos se representó la distribución no uniforme de las camente usando una función de densidad de energía de
fibrillas de colágeno, a partir de los datos de WAXS, con deformación:
distribuciones anisotrópicas de la rigidez del material.
Destaca la contribución de Pinsky et al. (21), que intro-  = [C,A,B] (ecuación 1)
dujeron un método de integración angular para represen-
tar la distribución anisotrópica de las fibrillas estromales donde C es el tensor de deformación de Cauchy-Green
en el seno de una estructura continua, así como la de Pan- derecho calculado a partir del gradiente de deformación,
dolfi y Manganiello (19), con su nuevo modelo constitu- F, como C = FT F. F es un tensor de segundo orden que
tivo para representar la matriz y las fibrillas de colágeno representa el gradiente de la función de mapeo que rela-
con parámetros de rigidez del tejido basados en el infla- ciona la configuración actual de un continuo con su con-
do corneal y datos uniaxiales experimentales. Estos mo- figuración de referencia. A = a  a y B = b  b son ten-
delos a menudo incorporaban leyes matemáticas formu- sores anisotrópicos, basados en los vectores a y b que
ladas por otros autores, como Holzapfel, Gasser y Ogden definen direcciones de anisotropía únicas discretizadas.
(28,29) y Markert et al. (30), para describir el comporta- Siguiendo un procedimiento expuesto anteriormen-
miento intrínseco del estroma corneal. Otro ejemplo es el te (23), se realizó un desdoblamiento isocórico de la fun-
de Studer et al. (23), que combinaron dos leyes matemá- ción de densidad de energía para separar las respuestas a
ticas: el modelo de material neohookeano para describir una dilatación con variación de volumen y una distorsión
la dilatación y distorsión de la matriz, y la ley polinómica con mantenimiento del volumen:
de Ogden (p. ej., Ogden [31]), modificada por Markert
et al. (30), para describir el comportamiento de las fibri- (ecuación 2)
llas de colágeno, tanto en las laminillas como respecto a
la CIL. A pesar de estos y otros avances en la representa- donde es el componente de distorsión del tensor
ción matemática del estroma corneal, solo el trabajo pre- de deformación de Cauchy-Green derecho definido a
vio de Petsche y Pinsky (22) presentó un modelo con partir de:
parámetros descriptores de la rigidez fuera de plano, cu-
yos valores derivaban de un análisis experimental capaz
de aislar el comportamiento extraplanar. Dicho estudio se
basaba en los resultados obtenidos en el examen de cuatro donde I representa el tensor unitario, J = det( ) = 1, F =
córneas sometidas a cizallamiento. (J1/2I) y define el gradiente de deformación asocia-
El modelo expuesto introduce una función que descri- do a la distorsión. Estos conceptos se explican con más
be la variación regional de rigidez según la variación co- detalle en los trabajos de Holzapfel (35) y otros. Luego,
nocida de la densidad total de fibrillas de colágeno. La para representar por separado las contribuciones de la
adición de esta función mejora la fidelidad del modelo, matriz y las fibrillas al comportamiento mecánico, se lle-
mejoría que se aprecia especialmente en el área límbica, va a cabo un segundo desdoblamiento de la función de
donde el conocido incremento de la densidad de fibrillas energía de deformación:
contribuye a la rigidez anular.
Se presenta en este artículo un modelo de elementos (ecuación 3)
finitos de tipo continuo para la estructura tridimensional
de la córnea. Se describen las propiedades biomecánicas Como en Studer et al. (23), el constituyente de dilata-
características en función de la edad para reflejar el ción, U[J], de la ecuación 3 viene dado por la fórmula
­aumento progresivo de rigidez entre los 30 y 100 años de neohookeana:
vida. Las simulaciones matemáticas representan un con-
junto de datos experimentales de 12 córneas donantes (ecuación 4)
examinadas bajo cizallamiento (32) y 109 córneas estu-
diadas en condiciones de inflado (33,34), teniendo en donde D es el coeficiente de material que describe el cam-
cuenta la variación anisotrópica y de densidad obtenida bio volumétrico. Además, en la formulación neo­
mediante análisis WAXS de tres córneas. Se adoptó la hookeana, la ecuación constitutiva para representar la
metodología expuesta en este trabajo para conseguir una rigidez de la matriz viene dada por:
representación más fidedigna de las respuestas biomecá-
nicas del estroma corneal a las fuerzas internas y externas. (ecuación 5)

donde el componente de distorsión del tensor de defor-


mación de Cauchy-Green derecho, , se sustituye por su
Modelo constitutivo primer invariante de tensiones;  y C10 es una
constante del material.
El comportamiento no lineal, anisotrópico y no compre- Como en estas ecuaciones A y B son tensores de
sible del estroma corneal puede representarse matemáti- segundo orden y cada uno únicamente puede represen-

346
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

tar una sola dirección de anisotropía, se necesita una donde L [0,] y G  [–,] son los ángulos azimutales
adaptación para poder tener en cuenta una orientación de los sistemas esféricos, y el subíndice L corresponde a
multidireccional de la fibrillas. Pinsky et al. (21,22) pu- los atributos locales definidos en el plano tangente para
blicaron un método matemático para describir la distri- cada localización discreta en el sistema de coordenadas
bución angular de las fibrillas de colágeno en el estroma locales, como se representa en la figura 26-3. Las fibrillas
corneal y límbico (a partir de estudios WAXS [10]), de CIL se representan mediante tensores dispuestos 15°
método que fue posteriormente modificado por Studer por delante y detrás del plano tangente. Esta inclinación/
et al. (23). El sistema de coordenadas adoptado se declinación se ha tomado del trabajo de Studer et al. (23),
muestra en la figura 26-3. Para trasladar correctamente donde el ángulo de CIL se derivó de observaciones expe-
los datos bidimensionales a un modelo tridimensional, rimentales. La función de densidad local, x, corresponde
se adopta un sistema de coordenadas polares en el que a la distribución anisotrópica de las fibrillas. Esta se defi-
se ha establecido una relación entre la distancia norma- ne como una combinación lineal de x1, que describe las
lizada al limbo (datos bidimensionales de WAXS) y el fibrillas centrales ortogonales, y x2, que corresponde a
radio normalizado al limbo, RG,norm (modelo tridimen- las fibrillas periféricas circunferenciales:
sional). Así, RG,norm = RG/Rlimbo, donde el subíndice G
quiere decir coordenadas globales en relación con el (ecuación 7)
sistema global. La normalización del sistema permite
el análisis comparativo entre córneas de diferentes ta- donde
maños.
Para dar cuenta de la conocida variación regional en la
disposición de las fibrillas, el constituyente fibrilar de
la ecuación 3 se modificó para poder representar las múl- (ecuación 8)
tiples direcciones dentro de este sistema. Se empleó el
tensor de segundo orden para describir las fibrillas de las y
laminillas alineadas con el plano tangente, mientras que
se utilizó el tensor B para representar las fibrillas de CIL,
como se muestra en:

(ecuación 6) (ecuación 9)
Eje superior-inferior

L

L A
b
Eje óptico

ayb G a
b
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RG,norm

Eje nasal-temporal Rlimbo


A bo
m
Li

A B

Figura 26-3  Sistema de coordenadas utilizado para describir una localización discreta dentro del modelo estromal. A. Vista
anterior de la córnea. Los ángulos azimutales globales y locales de los sistemas se basan en un sistema ortogonal. Obsérvese que
los vectores a y b comparten valores en esta orientación. B. Vista de la sección A-A. Radio y ángulo polar local de los sistemas
polar y esférico, respectivamente. Obsérvese que el vector a está alineado con el plano tangente, mientras que el vector b está incli-
nado y declinado respecto al plano tangente en un ángulo L.

347
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

donde los valores de frontera se obtienen de Studer donde r1 y r2 son


et al. (23) y Pinsky et al. (21) como medidas absolutas (4 y
5,5 mm). Estos se normalizaron asumiendo un diámetro
corneal de 5,85 mm. Los valores n = 4, c1 = 0,45 y c2 = 0,72
también se obtuvieron de estos dos artículos. La función
de densidad global, r, se introdujo en la ecuación 6 para
representar la variación rotacional de la densidad de colá-
geno. El valor r se basó en las mediciones mediante (ecuación 11)
WAXS de la densidad de fibrillas en todo el espesor de tres
muestras (fig. 26-4). Al tener en cuenta los valores de es-
pesor, se pudo convertir los mapas de densidad en distri- y la densidad simétrica rotacional, , se define como:
buciones de contenido de fibrillas por espesor unitario, lo
que, a su vez, permitió derivar r. Se asumió que los valores
de espesor eran rotacionalmente simétricos; se empleó un
­espesor corneal central (ECC) de 545 µm como valor pro-
medio utilizado en diversos estudios previos (36). El espe- (ecuación 12)
sor corneal periférico (ECP) fue 150 µm mayor que el
ECC, de acuerdo con el ojo esquemático número 1 de Se pretendió que estas descripciones analíticas preli-
Gullstrand (37). Se modificó el ECP para obtener el grosor minares de los datos fueran lo suficientemente flexibles
paralelo al eje óptico (809 µm), obteniendo la configura- para representar la variación observada de densidad entre
ción sin tensiones (38) de la córnea típica, ya que la WAXS la córnea central y el limbo, así como la distribución de
se realizó en este eje en una córnea curva sin ­cargas. densidad simétrica no rotacionalmente. Se obtuvieron las
Este dato se presentó en forma de puntos discretos sobre constantes numéricas p1,2……16 mediante un proceso de
una rejilla cartesiana. Los puntos de datos discretos proce- optimización para reducir el error cuadrático medio
dentes de análisis experimentales y las relaciones numéri- (RMS) entre todos los datos de puntos experimentales
cas propuestas se muestran en las figuras 26-5 y 26-6. discretos, de modo que RMS = (Exp,r) = 0,13 . Dicho
Los datos de la muestra (c), figura 26-4, se obtuvieron proceso de optimización se llevó a cabo con un programa
de un ojo izquierdo (OI). Para comparar este espécimen creado a tal efecto para comparar los datos numéricos y
con las otras dos córneas, los datos se rotaron sobre el eje experimentales y el algoritmo SHERPA incluido en el
superior-inferior, presentando así el OI nasal junto al ojo paquete informático de optimización de diseño HEEDS
derecho (OD) nasal, y conservando el potencial de asime- (Red Cedar Technology, East Lansing, MI, EE. UU.).
tría de densidad respecto al eje S-I corporal (v. fig. 26-6). Este algoritmo incorpora el muestreo de Monte Carlo,
Se derivó una relación analítica para representar la que garantizó que el análisis no se detuviera en los míni-
densidad de fibrillas basada en este examen de los datos. mos locales y que los valores resultantes de p1,2……16 fue-
r se define como una combinación no lineal de r1, la ran únicos y consistentes. Además de para minimizar el
distribución central, y r2, la distribución periférica: error RMS, se ajustaron las condiciones para que el pro-
medio de la representación matemática de la densidad
equivaliera a 1. Los parámetros resultantes de este proce-
(ecuación 10) so se presentan en la tabla 26-1.

192-216 175-200
168-192 150-175
144-168 125-150
120-144 100-125
96-120 75-100
72-96 50-75
48-72 25-50
24-48 0-25
0-24

A B C

Figura 26-4  WAXS total del contenido de fibrillas de colágeno obtenida de tres muestras. Las muestras A y B son de OD,
mientras que C es de OI. Los especímenes A y B comparten la misma escala y proceden del mismo donante. Todas las escalas están
en unidades arbitrarias, por lo que los valores de densidad solo deben usarse con fines comparativos. El limbo está marcado en todos
los especímenes con una línea discontinua blanca. (Reproducido con autorización del editor de Inv. Ophth. & Vis. Sci.)

348
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

1,5
Densidad normalizada

0,5

a b c d e f g h

0
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1

Medición normalizada desde el ápex corneal (0) hasta el limbo (1)

Figura 26-5  Distribución normalizada de la densidad de fibrillas en la córnea humana. Se han normalizado los valores para que
el valor promedio de densidad sea 1 en los tres especímenes considerados. Los puntos grises indican los puntos con datos experi-
mentales discretos para las tres muestras; las líneas grises, la media en dirección radial para cada uno de los tres especímenes; la
línea azul, la línea de tendencia promedio de las tres muestras; y las cruces rojas, la representación numérica de los datos experi-
mentales promediados rotacionalmente, .

2 2 2 2

1 1 1 1

Temporal Nasal

a b c d
Inferior Inferior Inferior Inferior

2 2 2 2

1 1 1 1
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Temporal Nasal

e f g h
Inferior Inferior Inferior Inferior

Figura 26-6  Densidad de fibrillas total separada en ocho bandas circunferenciales desde el ápex corneal (a) hasta el limbo (h).
Los trazados polares representan las mediciones normalizadas de densidad según su localización angular. Las líneas grises son el
promedio en sentido circunferencial para cada uno de los tres especímenes; la línea azul, el promedio de los tres especímenes, y las
cruces rojas, la representación numérica simétrica no rotacional, .

349
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Tabla 26-1  P
 arámetros numéricos derivados para la función de densidad (ecuación 10)
Parámetro p1 p2 p3 p4 p5 p6 p7 p8 p9 p10 p11 p12 p13 p14 p15 p16
Valor 0,08 4,68 0,15 0,21 0,89 0,20 0,02 0,11 3,16 0,84 1,05 0,25 0,65 3,26 5,65 1,55

La figura 26-7 muestra los errores calculados para Por tanto, la función de densidad de energía de defor-
cada medida discreta de los datos experimentales. mación se escribe a partir de la ecuación 1 de esta forma:
La ecuación constitutiva para la contribución de las
fibrillas se basó en la ley polinómica de Ogden, modifi-
cada por Markert et al. (30) para incluir una dirección de
anisotropía:

(ecuación 13) (ecuación 14)

donde , A y B en la ecuación 3 son sustituidos por los Implementación


invariantes , y los pará- de la simulación matemática
metros del material m (coeficiente polinómico) y g (no
linealidad gobernante). Se han llevado a cabo simulaciones matemáticas usando
Se da la condición de que el constituyente fibrilar el análisis de elementos finitos (AEF). Para la creación de
de la ecuación 3 solo se activa donde se aplica estiramien- modelos geométricos se recurrió a un programa creado a
to,  , ya que se considera que solo la matriz tal efecto que proporciona geometría, que puede impor-
genera fuerzas compresivas. tarse a solucionadores de elementos finitos como una

Leyendas Error

0,7

0,6

0,5

Figura 26-7  Diferencias entre la den- 0,4


sidad de fibrillas obtenida experimental- 0,3
mente normalizada y la representación nu-
mérica de la densidad, . Los errores se 0,2

presentan para cada una de las tres córneas 0,1


como en la figura 26-4.

350
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

malla huérfana. Se empleó el solucionador de elementos gar, el fenómeno conocido normalmente como bloqueo
finitos Abaqus/Standard 6.12 (Dassault Systèmes Simulia de volumen (volume locking) o bloqueo de corte (shear
Corp., Providence, RI, EE. UU.). Es conocida la capaci- ­locking) debe ser especialmente tenido en cuenta cuando
dad de Abaqus para analizar problemas no lineales, aun- se usan elementos de cuña lineales y se exacerba cuan-
que es más limitado para representar correctamente las do se usa la subrutina UMAT (40), mientras que deja de
propiedades de materiales biológicos y las variaciones tener importancia si se emplean elementos de cuña cua-
regionales y locales de estas propiedades. Por eso, se usó dráticos. La ordenación de los elementos en tres capas y
Abaqus junto las subrutinas específicas (SDVINI & 24 anillos se escogió aumentando el número de capas
UMAT) escritas en FORTRAN para implementar el mo- y anillos hasta que el cambio correspondiente en la solu-
delo constitutivo descrito anteriormente. ción se hizo inferior al 0,1% en términos de deformación
La integral de la ecuación 6 se discretizó en pasos de apical. Los elementos C3D15H contienen nueve puntos de
un grado mediante: integración. Se consideró que el número de elementos pro-
porcionaba un buen refinamiento de la variación regional
de las propiedades del material, que fueron caracterizadas
individualmente para cada punto de integración.
donde L,i define la orientación de las direcciones de ani- Las representaciones gráficas de la aplicación de la ley
sotropía de 180º por punto de integración dentro del mo- matemática se muestran en la figura 26-8. Las represen-
delo. Se asume aquí que todas las fibrillas son rectas, de taciones gráficas muestran la variación regional tanto de
modo que el rango de la integral es solo 1-180º, y la con- la distribución anisotrópica como de la densidad.
dición de que el constituyente fibrilar del modelo solo Como en la ecuación 14, la ponderación anisotrópica y
proporciona rigidez tensional para cada elemento en cada de la densidad visualizada en la figura 26-8 se aplica a la
dirección discretizada de anisotropía. representación tanto de las fibrillas laminares distribuidas
Se usó la subrutina SDVINI para obtener una configu- en el plano tangente como de las fibrillas de CIL por encima
ración de referencia inicial y condiciones basadas en la y debajo del plano tangente, con una inclinación de 15°.
localización, como la representación de la densidad fibri-
lar. Estas propiedades basadas en la localización se defi-
nieron individualmente para cada punto de integración.
Por otro lado, se usó UMAT para definir las propieda- Derivación de las propiedades
des de la configuración actual como la anisotropía. Ade- del material
más, se empleó el método descrito por Weiss et al. (39)
dentro de esta subrutina para definir las definiciones de Se han usado los datos experimentales característicos ob-
las leyes del material en términos del tensor secundario tenidos de un total de 121 córneas humanas frescas de
de estrés de Piola-Kirchhoff, P, y el tensor de rigidez, H: donantes (32-34) para derivar los parámetros del mate-
rial. Los datos incluyen los resultados de la prueba de
cizallamiento que no generan deformación tangencial, lo
que permite aislar el comportamiento fuera del plano du-
rante el análisis numérico; y datos del inflado que genera
(ecuación 15) una tensión multiaxial, incluyendo deformaciones tan-
genciales relativamente grandes.
Se generaron modelos usando elementos de 15 nodos, Los parámetros de ley del material se han derivado
sólidos, híbridos y cuadráticos (Abaqus, C3D15H). Se usando análisis multiobjetivo, multiestadio e inverso. El
ordenaron los elementos en tres capas y 26 anillos. La primer estadio fue derivar los parámetros del material que
forma del elemento y su disposición se eligió para obte- representan la matriz y las fibrillas de CIL, mientras
ner tamaños de elemento uniformes y una aproximación que en el segundo estadio se derivaron los parámetros del
geométrica consistente. La incompresibilidad casi total material correspondientes a las fibrillas laminares. Dicho
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

del estroma corneal se representó mediante elementos abordaje multiestadio solo puede emplearse en casos es-
híbridos que proporcionan controles de volumen dentro peciales como este, en que el resultado de los estadios
del solucionador (Abaqus Theory Manual), y se ajustó la subsiguientes no puede afectar al de los estadios previa-
constante D ecuación 4 al valor reducido de 10–5, que mente requeridos. La aplicación de cizallamiento a un
indica un comportamiento cercano a la incompresibili- espécimen no se traducirá en fuerzas tensionales sobre el
dad. Siguiendo a Pandolfi y Holzapfel (20), el término de plano tangente. Esta observación de ingeniería lleva a
dilatación restante en la ecuación 14 tiene un origen pu- comprender que la representación numérica de las fibri-
ramente matemático. Se usaron elementos cuadráticos llas laminares no tendrá efecto sobre la simulación del
por dos razones. En primer lugar, se encontró en otro comportamiento de cizallamiento. Por tanto, las propie-
trabajo no incluido aquí que los elementos cuadráticos dades del material que representan la matriz y las fibrillas
exhiben deformación isotrópica cuando se definen según de CIL pueden derivarse por separado antes de derivar los
las propiedades del material isotrópico. En segundo lu- parámetros de las fibrillas laminares.

351
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

6
5, 8, 9 y 12 7, 8, 11 y 12
1-4
4 13 y 14

Temporal (inferior-superior, mm)


6, 8, 10
y 12
2
12 a
10
0
8 b
6 6
−2
4 4
Te 2 2
mp
ora m) −4
l (s 0 0 l, m
up
eri -nasa
or− −2 −2
oral 7, 8, 11 y 12
infe mp
rio −4 −4 (te −6
r, m or
eri −6 −4 −2 0 2 4 6
m) −6 −6 Inf
Inferior (temporal-nasal, mm)

Figura 26-8  Resultado de la simulación matemática que representa la varia-


ción regional de las fibrillas. Se combinó el vector anisotrópico ponderado para
cada ángulo en cada punto de integración sobre el plano tangente para formar Leyendas
trazados individuales de distribución local. Estos trazados individuales se combi- Densidad
naron para obtener la distribución representativa de la córnea. Para mayor claridad, 6 1,21

se presentan menos del 1% de los puntos de integración única definidos (capa 4


1,11
superior de los puntos de integración, cada tercer elemento y cada tercer punto de 2
integración del elemento). El tensor de segundo orden de la rigidez total es una 1,01

combinación de la distribución anisotrópica local y la función de densidad. El 0


0,92
vector de rigidez muestra los máximos niveles de densidad de fibrillas en las re- −2

giones límbicas inferior y superior. La córnea central y el limbo contienen, sobre −4


0,82

todo, fibrillas ortogonales y circunferenciales, respectivamente, con una transición −6 0,72


gradual entre ellas. −6 −4 −2 0 2 4 6

Se sabe que la rigidez fuera de plano es varios órdenes Se implementó un abordaje de análisis inverso para de-
de magnitud menor que la rigidez tensional que actúa sobre rivar los parámetros que influyen en la simulación de las
el plano tangente (32,41). Además, los datos experimenta- pruebas de cizallamiento: C10, g2 y m2. El error cuadrático
les que representan el comportamiento fuera de plano se medio (RMS) entre los datos experimentales y las simula-
limitan a 12 donantes entre 61 y 74 años (32) y cuatro ciones matemáticas se redujo al mínimo. Con estos valores
entre 82 y 86 años (41). Por estas razones, los parámetros derivados y fijados, se pasó a considerar las simulaciones
que representan las fibrillas de CIL y la matriz se derivaron de los datos típicos de inflado corneal. Durante este análisis
independientemente de posibles variaciones por la edad. todos los nodos del borde se sometieron a simulación de
Se ha calculado la rigidez tensional de cizallamiento y las condiciones de frontera fijas del programa experimen-
tangencial para describir el comportamiento típico de la tal (33). Se determinaron los dos parámetros, g1 y m1 del
córnea humana entre 30 y 100 años de edad en un rango constituyente fibrilar en la ecuación 3, usando análisis in-
de niveles de tensión representativo de las condiciones in verso, a la par que se reducía el error cuadrático medio
vivo. Se aplicaron idénticos parámetros de material, entre los datos experimentales y numéricos. En ambos es-
­incluyendo definiciones de anisotropía, a los modelos de tadios se utilizó el algoritmo SHERPA dentro del programa
cizallamiento e inflación para cada grupo etario. informático de optimización de diseño.

352
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

Resultados aplicó a gran cantidad de datos experimentales para ob-


tener relaciones matemáticas que lo describan: la varia-
Los parámetros para el modelo propuesto se han derivado ción regional de la densidad de colágeno y la anisotropía,
para representar simultáneamente las respuestas caracte- la rigidez de las laminillas y la CIL, y la variación de la
rísticas al cizallamiento y el inflado (tabla 26-2). El error rigidez con la edad.
RMS para toda la simulación fue inferior al 1,5% de la Las relaciones estrés-deformación para este modelo no
deformación total simulada (200-300 µm). La figura 26-9 pudieron derivarse algebraicamente debido a la anisotro-
compara entre los datos experimentales característicos y pía, la falta de homogeneidad y el hecho de que el compo-
las simulaciones numéricas. nente fibrilar del modelo constitutivo solo se activa local-
Como este modelo es anisotrópico, cada dirección mente cuando se ejercen fuerzas tensionales. Para presentar
para cada punto de integración se definió con su propia las relaciones estrés-deformación, se aplicó el modelo a un
relación estrés-deformación. Las ecuaciones 7 y 10 des- elemento aislado y se extrajeron las relaciones, describien-
criben las variaciones regionales de la distribución aniso- do la respuesta direccional de dicho elemento.
trópica local y la densidad, respectivamente. Para exami- El análisis de la distribución fibrilar en la figura 26-7
nar el efecto de estas funciones, se presenta una selección no demostró simetría respecto al eje T-N ni al S-I, mien-
de las relaciones estrés-deformación en la figura 26-10. tras que las regiones alrededor del eje S-I mostraban ma-
yores concentraciones de fibrillas de colágeno que para
el eje T-N. En la región central de la córnea, la densidad
máxima está descentrada hacia T-S. En la región límbica,
Comentario el área nasal tenía una densidad menor que el área tem-
poral, mientras que las áreas superior e inferior contienen
En este trabajo se ha desarrollado una representación nu- densidades menores. El área con la menor concentración
mérica de la microestructura corneal dentro de un entra- de fibrillas de colágeno resultó ser la zona de transi-
mado continuo y se ha aplicado al AEF. El modelo se ción entre la región central (con fibrillas ortogonales) y la

Tabla 26-2  Parámetros numéricos derivados para el modelo que describe los comportamientos corneal
tangencial y fuera de plano típicos entre 30 y 100 años de edad
Parámetro C10 g1 1 g2 2 D
Valor 0,009 (0,121 edad + 165) (5,8  10 edad + 110  10 )
–6 –6 2 0,319 10–5

50 0,12
100

Años de edad
90
80
70
60
50
40
30

0,1
Fuerza de cizallamiento (N)

40

0,08
PIO (mmHg)

30

0,06

20
0,04
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

10
0,02

0 0
0 50 100 150 200 250 300 350 0 5 10 15 20 25 30

Deformación apical (µm) Deformación por cizallamiento

Datos experimentales Datos experimentales


Modelo numérico Modelo numérico

A B

FIGURA 26-9  Datos experimentales característicos y resultados de la simulación matemática. A. Inflado corneal. B. Cizallamien-
to corneal.

353
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

400 400

Polo corneal, vertical Limbo, latitudinal, cardinal T


350  = 1. Polo corneal, vertical 350 Limbo, latitudinal, cardinal N
Polo corneal, diagonal Limbo, latitudinal, cardinal S-I
300  = 1. Polo corneal, diagonal 300  = 1. Limbo, latitudinal, todos los cardinales
Estrés de Cauchy (kPa)

Estrés de Cauchy (kPa)


250 250

200 200

150 150

100 100

50 50

0 0
0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05

Tensión en u. logarítmicas Tensión en u. logarítmicas


A B

400 400

Limbo, longitudinal, cardinal T Córnea periférica, latitudinal, nasal


350 Limbo, longitudinal, cardinal N 350 Córnea periférica, longitudinal, nasal
Limbo, longitudinal, cardinal S-I
300  = 1. Limbo, longitudinal, todos los cardinales 300
Estrés de Cauchy (kPa)

Estrés de Cauchy (kPa)

250 250

200 200

150 150

100 100

50 50

0 0
0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05

Tensión en u. logarítmicas Tensión en u. logarítmicas


C D

1,5 1.200
Módulo de tangente (kPa)

Córnea central, cizallamiento


Estrés de Cauchy (kPa)

1.000

1 800

600

0,5 400

200

0 0
0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

Tensión en u. logarítmicas Curva de referencia estrés-tensión


E F
Figura 26-10  Relaciones para describir la rigidez regional. A-D. Las relaciones estrés-deformación son la combinación de la
representación de la matriz isotrópica y la representación de las fibrillas. Las relaciones se obtienen paralelas al plano tangente.
La localización y dirección de las que se obtuvo cada relación se muestran en la leyenda y en la figura 26-8. Las líneas discontinuas
indican las relaciones hipotéticas en las que no se tiene en cuenta la variación regional de la función de densidad de fibrillas, de
modo que r = 1. Todas las relaciones representan el comportamiento característico de una córnea de 50 años de edad. E. Relación
de estrés-deformación del comportamiento de cizallamiento. Obsérvese la escala diferente del eje de estrés en comparación con los
gráficos A-D. F. Módulo de la tangente para las 15 relaciones de estrés-deformación presentadas en A-F. Valores que representan
la rigidez a una tensión de 0,02 unidades logarítmicas.

354
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

r­egión periférica, con fibrillas predominantemente cir- 0,02 unidades logarítmicas. Petsche et al. (41) comunica-
cunferenciales —región (e); v. fig. 26-6—. ron hallazgos similares, aunque no idénticos, cuando des-
El estudio de la rigidez relativa mostró una relación cubrieron un módulo de cizallamiento de espesor total
casi lineal entre la rigidez y la función de densidad: por con un promedio de 95 kPa. La variación en los resulta-
ejemplo, se encontró la misma distribución anisotrópica dos experimentales puede explicarse por diversos facto-
circunferencialmente en todas las localizaciones del lim- res, como, por ejemplo, la conocida variación en las pro-
bo, mientras que la función de densidad varió entre 0,92 y piedades biomecánicas (34,43) y/o variaciones en los
1,21 (cociente 1/1,315); la rigidez correspondiente a una métodos de examen (cizallamiento lateral y torsional)
deformación de 0,02 unidades logarítmicas varió desde que, teniendo en cuenta el valor muy bajo de rigidez ob-
894 kPa a 1.171 kPa (cociente 1/1,309) (v. fig. 26-10). servado en ambos estudios, podrían haber influido consi-
Esta relación casi lineal se debe a la rigidez relativamen- derablemente en los resultados. La correcta representa-
te baja de la matriz. La relación entre la densidad de las ción matemática de estas características es especialmente
fibrillas y la rigidez no es un concepto nuevo. Pinsky (21), importante cuando se simula el incurvamiento o interven-
por ejemplo, relacionó la distribución local (anisotrópica) ciones quirúrgicas, ya que el cociente entre la deforma-
de las fibrillas con la rigidez anisotrópica. Aquí se ha ción de cizallamiento y tangencial se incrementará en
ampliado este concepto a la variación regional de la den- estas situaciones. Los parámetros de rigidez tanto de ci-
sidad total según la rigidez. zallamiento como de la matriz se derivaron independien-
El hallazgo de rigidez relativa está en consonancia con temente de la variación de rigidez con la edad y de la
estudios previos. Por ejemplo, la zona de transición de la variación regional, limitaciones ambas de este estudio
córnea muestra típicamente la menor rigidez de toda que actualmente son inevitables debido a las limitaciones
la córnea (42). En la figura 26-10 se muestran las relacio- en los datos experimentales en estas áreas.
nes estrés-deformación para: los puntos cardinales sobre el Petsche et al. (41) midieron laminillas inclinadas obser-
plano tangente en direcciones longitudinal y latitudinal; la vadas mediante pruebas de imagen generadas por segundo
córnea central en direcciones S-I y T-N paralelas al plano armónico. Además, Petsche y Pinsky (22) distribuyeron el
tangente; y la relación estrés de cizallamiento-deformación componente laminar en su modelo matemático en este ran-
en el ápex corneal en dirección S-I. Los estudios previos go de inclinación. Según esta teoría, la rigidez de cizalla-
comentados en este trabajo han tenido en cuenta la varia- miento se atribuye predominantemente a las fibrillas lami-
ción regional de la distribución anisotrópica de las fibrillas nares. Esto contrasta con el modelo presentado aquí, en el
obtenida por WAXS, pero omitiendo los datos experimen- que se atribuye la rigidez de cizallamiento a una combina-
tales relativos a la densidad total de fibrillas. Para demos- ción de la matriz y las fibrillas de CIL. Esta hipótesis se
trar el resultado biomecánico de la inclusión de esta carac- basa en dos observaciones: 1) la rigidez de cizallamiento es
terística, la figura 26-10 incluye las relaciones varios órdenes de magnitud menor que la del plano tangen-
estrés-deformación hipotéticas, omitiendo la función de cial, de modo que si las fibrillas laminares actuaran fuera
densidad, de modo que r = 1 (ecuación 14) en todas las del plano el modelo no mostraría una rigidez de cizalla-
áreas. La inclusión de la función de densidad da lugar a un miento de 30 kPa, y 2) la observación atenta de imágenes
aumento del 21% de la rigidez en los puntos cardinales de segundo armónico (41) resalta que la mayoría de las fi-
límbicos S-I. (v. fig. 26-10C). Esto puede correlacionar- brillas fuera de plano se origina de fibrillas en una forma-
se directamente con la función de densidad (v. fig. 26-6) y ción ondulada, que difícilmente daría lugar a una rigidez
la función de densidad obtenida mediante simulación fuera de plano significativa debido a su discontinuidad.
(v. fig. 26-8). Por tanto, el aumento de rigidez resaltado Este trabajo tiene varias limitaciones: los parámetros
anteriormente se equilibra globalmente con la disminución numéricos que definen la rigidez de CIL y la matriz se
de la rigidez en otras localizaciones. Se acredita que las han derivado sin considerar las variaciones de la rigidez
fibrillas de colágeno son las principales responsables de con la edad. Esta limitación se debe a restricciones en la
la rigidez del material, y es evidente el efecto de incluir la base de datos experimentales de la prueba de cizallamien-
densidad total de fibrillas dentro del modelo. En conse- to. El modelo conserva la capacidad de absorber las po-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cuencia, se espera que la corrección del modelo microes- sibles variaciones en sus mediciones experimentales.
tructural resida en la inclusión de datos experimentales que A pesar de esta limitación, no creemos que el comporta-
demuestran la variación regional del contenido fibrilar. miento de cizallamiento obtenido experimentalmente
El comportamiento experimental del tejido corneal tuviera un efecto considerable en las simulaciones de
bajo condiciones de cizallamiento e inflado, junto con los inflado, debido a la rigidez relativamente baja.
análisis matemáticos presentados aquí, demuestra que la
rigidez fuera de plano es dos o tres órdenes de magnitud
inferior a la rigidez tensional tangencial. Por ejemplo, se
calculó que la rigidez tangencial para una córnea típica Conclusión
de 50 años estaría entre 459 kPa y 1.171 kPa, y la rigi-
dez de cizallamiento sería de aproximadamente 30 kPa. El modelo de córnea humana aquí propuesto supone una
Estos valores de rigidez se relacionan con una tensión de representación numérica más fidedigna, porque: 1) ­incluye

355
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

una función de densidad que relaciona la conocida varia- 14. Smolek MK, McCarey BE. Interlamellar adhesive strength in
ción regional de la densidad total de fibrillas con la va­ human eyebank corneas. Invest Ophthalmol Vis Sci 1990;
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entre la rigidez tangencial/laminar, la cohesión interlami- techniques to determine corneal ultrastructure. Prog Retin
nar y la rigidez de la matriz que simultáneamente repre- Eye Res 2001; 20(1): 95-137.
senta correctamente grandes cantidades de datos de prue- 16. Meek KM, Boote C. The use of X-ray scattering techniques to
bas de cizallamiento e inflado corneal, y 3) proporciona quantify the orientation and distribution of collagen in the
corneal stroma. Prog Retin Eye Res 2009; 28(5): 369-92.
parámetros numéricos que reflejan el conocido aumento 17. Boote C, Kamma-Lorger CS, Hayes S, Harris J, Burghammer
de la rigidez con la edad. M, Hiller J, et al. Quantification of collagen organization in
the peripheral human cornea at micron-scale resolution.
Biophys J 2011; 101(1): 33-42.
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Esta investigación fue financiada con un premio del En- 19. Pandolfi A, Manganiello F. A model for the human cornea:
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Reino Unido. También fue financiada en parte por el Bio- Model Mechanobiol 2006; 5(4): 237: 46.
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medical Research Centre del National Institute for Health computational analysis of the human cornea considering
Research (NIHR) situado en el Moorfields Eye Hospital distributed collagen fibril orientations. J Biomech Eng 2008;
NHS Foundation Trust, el UCL Institute of Ophthalmo- 130(6): 061006.
logy (AE) y la beca MR/K000837/1 (CB y KM) del pro- 21. Pinsky PM, van der Heide D, Chernyak D. Computational
grama MRC. Las opiniones expresadas son las de los modeling of mechanical anisotropy in the cornea and sclera.
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Departamento de Sanidad del Reino Unido. in stromal elasticity: a model based on X-ray diffraction data
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356
Capítulo 26  |  Modelo biomecánico de la córnea humana

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© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

357
Capítulo 27

Modelo biomecánico
del globo ocular
Begoña Calvo Calzada, Elena Lanchares Sancho y M.ª Ángeles del Buey Sayas

Sumario del capítulo

Introducción 359 Modelo de comportamiento de los tejidos  362


Modelo geométrico  360 Condiciones de contorno y cargas  365
Modelo de elementos finitos  361 Bibliografía 366
Geometría cero presión  362

Resumen
La modelización y análisis mediante elementos finitos se está convirtiendo en una herra-
mienta muy atractiva dentro de la bioingeniería. En este capítulo se describe cómo abor-
dar la resolución numérica, mediante elementos finitos, del globo ocular. La complejidad
de la estructura y forma del globo ocular representa un reto a la hora de desarrollar
modelos numéricos. El modelo debe considerar la geometría, el comportamiento de los
tejidos y las condiciones de contorno y cargas a las que se ve sometido el globo ocular
in vivo.

Introducción predecir los cambios que sufren los tejidos debidos a dis-
tintas alteraciones y a proponer métodos de intervención
El aumento de la esperanza de vida ha traído consigo una artificial.
demanda creciente de avanzado instrumental médico, Las actividades de investigación de la biomecánica se
nuevos equipos de diagnóstico, nuevos fármacos, así plantean fundamentalmente en tres campos: teórico, ex-
como la aparición y desarrollo de tecnologías médicas. perimental y computacional. El elevado coste que supone
Todo ello ha dado lugar a nuevas exigencias de formación la experimentación y la imposibilidad de la personaliza-
e investigación y, sobre todo, a un nuevo perfil profesio- ción de la misma, junto con el desarrollo acelerado de los
nal que conjuga aspectos médicos con ingenieriles dentro ordenadores, en cuanto a potencia, rapidez, versatilidad,
de una disciplina reciente, pero de enorme futuro, como visualización gráfica, etc., han motivado un creciente pro-
es la bioingeniería. Dentro del gran abanico de aplicacio- tagonismo de la biomecánica computacional.
nes que la componen, se conoce como biomecánica a La modelización y análisis mediante elementos finitos
la disciplina que plantea la aplicación de la mecánica a la se está convirtiendo en una herramienta muy atractiva
biología, intentando predecir la respuesta mecánica de dentro de la bioingeniería. Esto ha sido posible gracias a
diferentes órganos, tejidos o células de los seres vivos. diferentes factores, por ejemplo, el fuerte avance tecno-
Ayuda, por tanto, a entender el funcionamiento motor de lógico en la adquisición de imágenes médicas mediante
los organismos, a caracterizar el comportamiento de teji- tomografía computarizada (CT) y resonancia magnéti-
dos y órganos vivos desde el punto de vista estructural, a ca (MRI), el aumento de prestaciones de los ordenado-
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359
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

res, la formulación de modelos de comportamiento que En el caso del globo ocular, en función del objetivo del
reproducen de manera fiel la física del problema y la análisis, se puede optar por dos escenarios diferentes:
mejora en la técnicas de experimentación para caracteri-
zar los parámetros de dichos modelos y su posterior va- • Modelo genérico basado en dimensiones
lidación. promedio, que puede ser válido para reproducir
El proceso lógico en la resolución de un problema en y extraer resultados de aplicación a toda la
el marco de la biomecánica computacional es el siguien- población. La geometría más sencilla es
te. A partir de las imágenes médicas de un órgano se pue- la esférica, aunque también se pueden utilizar
den generar superficies tridimensionales usando progra- geometrías cónicas con o sin revolución.
mas de segmentación específicamente desarrollados para La geometría esférica presenta una gran ventaja
transformar los distintos niveles de grises en superficies en la simulación de la cirugía incisional para la
que definan las geometrías de los tejidos correspondien- corrección del astigmatismo, ya que permite
tes. Posteriormente, estas superficies son malladas en un simular todos los niveles correctivos de forma
software de elementos finitos para construir el modelo de inversa, es decir, inducir un nivel de astigmatismo
análisis. Para que estos modelos puedan ser utilizados en similar a la corrección que la misma técnica
la simulación numérica de diferentes aplicaciones médi- quirúrgica provocaría en una córnea con ese nivel
cas, es necesario disponer de modelos matemáticos capa- de astigmatismo previo. De esta forma, el modelo
ces de reproducir, lo más fielmente posible, el comporta- esférico permite realizar un número ilimitado de
miento del tejido biológico in vivo. Después, una vez simulaciones.
definido el problema clínico que se desee estudiar, es • Modelo personalizado para cada paciente, que
necesario plantear las condiciones de contorno y cargas. permita estudiar el caso particular de un paciente
Una vez de­sarrollado todo este proceso, se dispone de específico. En este caso, la geometría se ha de
una herramienta computacional, que, previa validación personalizar con datos obtenidos in vivo de cada
experimental mediante ensayos clínicos, nos permitirá sujeto, mediante dispositivos como topógrafos,
obtener, a partir de los resultados computacionales, infor- tomografía de coherencia óptica (OCT),
mación de gran ayuda al diagnóstico clínico y a la plani- biómetros, etc.
ficación preoperatoria. Por ejemplo, se podría determinar
la curvatura final de la córnea después de aplicar una ci- La figura 27-1 representa la geometría genérica del
rugía de incisiones relajantes (v. capítulo 21), o se podría globo ocular generado mediante revolución de geome-
estimar la nueva geometría de la córnea en función de la trías sencillas (1). Se ha asignado un radio anterior de
posición de la incisión, el ángulo abarcado o su profun- 7,5 mm (2) a la superficie anterior de la córnea, un diá-
didad. metro de 12 mm (3,4), un espesor axial de 550 μm y un
En los apartados siguientes se describirá el proceso espesor en la periferia corneal de 650 μm, resultando una
que se debe seguir para poder abordar la resolución nu- superficie posterior cónica con radio apical de 6,04 mm
mérica, mediante elementos finitos, del globo ocular. Este y conicidad Q de –1,35. El limbo consiste en un anillo
modelo se deberá adaptar o particularizar en función de que rodea la córnea, cuyo diámetro interior es de 12 mm
la aplicación clínica que se desee simular. y el exterior de 12,5 mm, y su espesor aumenta de

Z
Modelo geométrico
D 13
D 12
La complejidad de la estructura y forma del globo ocular, eápex = 0,55
y especialmente de la córnea, tanto a niveles microscópi-
cos como macroscópicos, presenta un reto a la hora de elimbo = 0,65
desarrollar modelos numéricos. Por un lado está el deseo eesclerótica = 1
de simular la estructura real del ojo con el objetivo de
mejorar la precisión; por otro lado, se encuentra la nece-
R 7,5
sidad de simplificar los modelos, manteniendo un cierto
nivel de complejidad, con el fin de reducir el coste com-
putacional. Además, es muy importante distinguir en-
tre aquellos parámetros que tienen un efecto notable en
el comportamiento, para incorporarlos en el modelo, y
X
aquellos que pueden ser ignorados debido a su efecto in-
significante. Por tanto, hasta conseguir lo que aquí se Figura 27-1  Geometría del globo ocular considerando una
presenta, el modelo ha sido objeto de una serie de etapas aproximación esférica de la córnea y la esclerótica. Dimensio-
para optimizar su construcción y mejorar su precisión. nes promedio en milímetros. (Tomado de referencia 1.)

360
Capítulo 27  |  Modelo biomecánico del globo ocular

A B

Figura 27-2  A. Geometría personalizada de la córnea generada mediante el topógrafo Pentacam. B. Geometría de la córnea
proporcionada por el OCT Visante.

0,65 mm en el límite corneal hasta 1 mm en el escleral. ajustar por una superficie cuádrica, o se pueden utilizar
La geometría de la esclerótica se considera esférica de otras estrategias para generar el modelo de elementos
revolución, con radio externo de 13 mm y 1 mm de espe- finitos. Utilizando este esquema también es posible ge-
sor. El diseño de la geometría se puede realizar mediante nerar un modelo personalizado de la cabeza del nervio
software CAD o elementos finitos, por ejemplo, Cubit, óptico.
I-DEAS, Abaqus, etc.
Si se desea construir un modelo personalizado de la
córnea, se puede obtener la geometría del paciente me-
diante diferentes equipos de diagnóstico (fig. 27-2). Por Modelo de elementos finitos
ejemplo, Pentacam proporciona la nube de puntos de la
geometría anterior de la córnea (fig. 27-3) y de la pa- Una vez definida la geometría que se va a estudiar, se ha
quimetría. A partir de dicha nube de puntos, se puede de proceder a realizar el mallado con elementos finitos

Nube de puntos real + superficie aproximada: 1

3
2,5
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2
1,5
1
0,5
8
0
–8 6
–6 4
–4 2
–2 0
0 –2
2
–4
4
6 –6
8 –8

Figura 27-3  Nube de puntos de la superficie anterior de la córnea proporcionados por el Pentacam (gris) y geometría comple-
tada (azul) para conseguir un diámetro corneal de 12 mm.

361
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

1
2

y z 3
Figura 27-4  Modelo de elementos
del globo ocular. 1. Limbo. 2. Córnea. 4
3. Cabeza del nervio óptico. 4. Escleró-
tica. x

(discretizar), es decir, dividir la geometría en elementos es adecuada para comenzar el análisis de elementos fi-
para así poder definir las entidades de cálculo en el mo- nitos, ya que se traduciría en una geometría mayor que
delo, es decir, nudos y elementos (fig. 27-4). Si se cons- la obtenida experimentalmente al aplicar al modelo la
truye un modelo tridimensional, los tipos de elementos PIO. Por estas razones, el modelo de elementos finitos
que se van a definir serán elementos hexaédricos o tetraé- debe ser capaz de reproducir la configuración libre de
dricos. El método de elementos finitos resuelve el proble- tensiones (configuración estable si no existiese la PIO)
ma de forma aproximada, y la calidad de la solución de- de la córnea, la cual es desconocida en un principio, con
penderá del tipo y número de elementos. En la zona del el fin de conseguir una respuesta mecánica lo más rea-
globo donde se desee una mejor calidad de la solución se lista posible.
ha de establecer una malla más fina. Por ejemplo, si solo Existen varias técnicas para resolver este problema:
se quiere estudiar la respuesta de la córnea a una acción por un lado se encuentra el enfoque elastoestático, basado
exterior, no es necesario definir con detalle el cristalino en revertir la aplicación de la PIO para estimar explícita-
y/o la cabeza del nervio óptico. mente la configuración libre de tensiones (7); por otro
También es posible desarrollar modelos parciales de lado se encuentra el enfoque basado en una modificación
una de las partes del ojo. Por ejemplo, si solo se está inte- de la formulación lagrangiana actualizada (8), el cual evi-
resado en modelar el proceso de acomodación del crista- ta la necesidad de determinar la configuración libre de
lino (5,6), se puede generar el modelo del cristalino des- tensiones. La principal diferencia entre estos dos enfo-
acoplado del resto del globo. Sin embargo, sí se han de ques es que el enfoque elastoestático inverso requiere un
incorporar las condiciones de contorno necesarias para análisis inicial completo para actualizar el tensor gradien-
reproducir el mismo comportamiento que presente en el te de deformación F0, hasta conseguir un estado de ten-
ojo. En este caso solo se ha de permitir el movimiento siones que equilibre la PIO, tal como se indica en la figu-
anteroposterior, y la acción de los músculos ciliares se ra 27-7. En este caso, se partirá de una geometría que
sustituye por fuerzas equivalentes, tal como se indica en coincide con la de la topografía, pero que se encuentra
la figura 27-5. sometida a un estado de tensiones no nulas, como se re-
presenta en la geometría inferior de la figura 27-7.

Geometría cero presión


Modelo de comportamiento
El globo ocular in vivo se ve sometido a una presión de los tejidos
interna que corresponde a la presión intraocular (PIO).
La geometría que medimos con diferentes dispositivos, La caracterización de los tejidos del globo ocular, espe-
como el topógrafo, corresponde a una configuración de- cialmente de la córnea, es compleja. La microestructura
formada, es decir, no se corresponde con la geometría de la córnea y las distintas distribuciones de las fibras de
del modelo sin carga (fig. 27-6). Esta configuración no colágeno implican un comportamiento anisótropo de la

362
Capítulo 27  |  Modelo biomecánico del globo ocular

misma (9). En el modelo, se ha considerado la córnea Las familias de fibras de colágeno (direcciones de
como un material anisótropo, definiendo dos direcciones comportamiento preferencial) se han definido en el mo-
preferenciales: una familia de fibras en la dirección nasal- delo mediante vectores unitarios en el centroide del ele-
temporal y la otra familia en la dirección superior-infe- mento (fig. 27-8).
rior. Al igual que han hecho otros autores (1,10,11), la Para modelar el comportamiento elástico de los dife-
dirección circunferencial de las fibras de colágeno en rentes tejidos, se ha de seleccionar un modelo de compor-
la periferia corneal ha sido modelada tomando para el tamiento, que para problemas de grandes deformaciones,
limbo un material similar a la córnea, con una única di- como puede ser este caso, queda definido por la selección
rección preferencial circunferencial. de una función energía de deformación. Los parámetros

Xant
0,4 mm
Fuerzas
ciliares
ant Músculo
Yant
ciliar

0,5 mm
Ypos
pos

0,5 mm
Xpos

Figura 27-5  Modelo de elementos


finitos del cristalino. A. Geometría y
aplicación de fuerzas ejercidas por los
músculos ciliares. B. Tensiones durante
B la acomodación.
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Figura 27-6  A. Geometría cero


presión de un globo ocular de perro.
A B B. Geometría con la presión intraocular.

363
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

tivo de Holzapfel-Gasser-Ogden (12). La función energía


de deformación para este modelo es la siguiente:
F0n–1

0 n–1
siendo:
Configuración inicial Configuración deformada, tensiones
Geometría con IOP iniciales y desplazamientos

k1, k2 y k son parámetros del modelo obtenidos mediante


el ajuste de ensayos, N es el número de familias de fibras
Fn–1
n – – 
(N ≤ 3) y el término I 4(aa) = Na • C Na es la invariante
asociada a la dirección preferencial.
El modelo supone que las direcciones de las fibras de
colágeno dentro de cada familia siguen direcciones pre-
ferenciales medias. El parámetro k(0 ≤ k ≤ 1/3) describe
el nivel de dispersión de las direcciones de las fibras.
F0n = Fnn–1 F0n–1 Cuando k = 0, las fibras están perfectamente alineadas
n (no dispersas). Cuando k = 1/3, las fibras se distribuyen
al azar. Se asume que todas las familias de fibras tienen
Configuración deformada, tensiones las mismas propiedades mecánicas y la misma disper-
iniciales y desplazamientos nulos sión.
Figura 27-7  Algoritmo implementado para conseguir la La tabla 27-1 muestra los parámetros del material
configuración inicial o geometría cero presión. (Tomado de re- corres­pondientes al ajuste de la curva de comportamiento
ferencia 8.) incluida en la figura 27-8. Para el limbo se utiliza el mis-
mo modelo de comportamiento presentado para la cór-
nea, pero con una única familia de fibras con dirección
que definen dicha función energía de deformación se ob- circunferencial. La esclerótica puede considerarse isótro-
tienen ajustando, por ejemplo, la curva tensión-deforma- pa. Para modelar el comportamiento del tejido escleral se
ción obtenida en ensayos sobre los tejidos (fig. 27-9). El pueden utilizar los modelos de Yeoh o Moony-Rivlin
software Abaqus tiene implementado el modelo constitu- implementados en Abaqus.

12

10

8
 (MPa)

0
1 1,05 1,1 1,15 1,2 1,25
Figura 27-8  Definición de las direcciones de comporta-
miento preferencial en la córnea (dibujada solo la dirección 
nasal-temporal) y limbo (circular). Estas direcciones están aso- Figura 27-9  Curva tensión-alargamiento del tejido corneal
ciadas a la organización de las fibras de colágeno. obtenida en un ensayo de tracción.

364
Capítulo 27  |  Modelo biomecánico del globo ocular

Si se estuviera interesado en modelar la respuesta de ser la acción del tonómetro en la evaluación clínica de la
los tejidos del globo ocular en función de la velocidad presión intraocular (v. capítulo 7), las condiciones de con-
de la acción aplicada o en cómo varía la respuesta con torno podrían corresponder a impedir los desplazamien-
el tiempo, sería necesario seleccionar un modelo de tos de los puntos de la esclerótica que se corresponden
comportamiento viscoelástico (1). con las inserciones de los músculos del ojo, como se in-
dica en la figura 27-10. El globo ocular se encuentra so-
metido a la PIO y a la fuerza ejercida por el tonómetro
para producir la aplanación del ápex corneal.
Condiciones de contorno De esta manera podemos perfeccionar continuamente
y cargas nuestro modelo introduciendo nuevos ajustes y acondi-
cionándolo con nuevos parámetros obtenidos de diferen-
Para resolver numéricamente un problema biomecánico tes dispositivos para el diagnóstico clínico. El nivel de
se ha de partir de una configuración inicial donde se im- complejidad y los ajustes dependerán del objetivo
pidan las traslaciones y rotaciones del órgano (condicio- de nuestras investigaciones. En nuestro grupo de investi-
nes de contorno), que dependerá del problema concreto gación de ingenieros de la Universidad de Zaragoza y
que se vaya a resolver. oftalmólogos del Hospital Clínico Universitario Lozano
Por ejemplo, si se está interesado en estudiar la res- Blesa de Zaragoza hemos realizado diferentes simulacio-
puesta de la córnea ante una acción exterior, como puede nes para analizar la respuesta del globo ocular ante dife-

Tabla 27-1  Parámetros del material para la córnea y el limbo


C1 D k1 k2 k
Material Modelo (MPa) (MPa–1) (MPa) (–) (–)

Córnea H-G-O 0,008 0 708,5 0,1 0,32448


Limbo H-G-O 0,008 0 708,5 0,1 0,32448

Oblicuo superior

Recto superior
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Recto medio

Recto inferior

Oblicuo inferior
A B

Figura 27-10  A. Músculos del ojo. B. Inserciones musculares. Las inserciones pueden ser utilizadas para definir las condiciones
del contorno en el modelo de elementos finitos: recto medio (rojo), recto lateral (naranja), recto superior (amarillo), recto inferior
(azul), oblicuo superior (magenta) y oblicuo inferior (verde).

365
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

rentes procedimientos y actuaciones quirúrgicas como las 5. Lanchares E, Navarro R, Calvo B. Hyperelastic modelling of
expuestas en los capítulos 7, 21 y 29 de esta monografía. the crystalline lens: accommodation and presbyopia. J Optom
2012; 5 (3): 110-20.
El éxito de estos estudios radica en la combinación mul- 6. Rosen A, Denham DB, Fernandez V, Borja D, Ho A,
tidisciplinar de conocimientos y en destinar el esfuerzo a Mannis F, et al. In vitro dimensions and curvatures of human
resolver situaciones reales de la práctica clínica. lenses. Vision Res 2006; 46: 1002-9.
7. Elsheikh A, Whitford C, Hamarashid R, Kassem W, Joda A,
Büchler P. Stress free configuration of the human eye. Med
Eng Phys 2013; 35(2): 211-6.
BIBLIOGRAFÍA 8. Lanchares E, Calvo B, Cristóbal JA, Doblaré M. Finite
element simulation of arcuates for astigmatism correction.
J Biomechanics 2008; 41(4): 797-805.
1. Lanchares E. Modelado biomecánico de los componentes 9. Meek K, Newton RH. Organization of collagen fibrils in the
refractivos del ojo humano y tratamientos refractivos corneal stroma in relation to mechanical properties and
asociados (Tesis doctoral). Zaragoza: Universidad de surgical practice. J Refract Surg 1999; 15(6): 695-9.
Zaragoza, 2010. 10. Pandolfi A, Holzapfel GA. Three-dimensional modeling and
2. Cabrera D, Niazy A, Kurtz RM, Djotyan G P, Juhasz T. computational analysis of the human cornea considering
A finite element model for ultrafast laser-lamellar distributed collagen fibril orientations. J Biomech Eng 2008;
keratoplasty. Ann Biomed Eng 2006; 34: 69-83. 130(6): 061006.
3. Pinsky P, Datye V. A microstructurally-based finite element 11. Pandolfi A, Fotia G, Manganiello F. Finite Element
model of the incised human cornea. J Biomed Eng 1991: 10: Simulations of Laser Refractive Corneal Surgery. Eng
907-22. Comput 2009; 25: 15-24.
4. Bryant MR, McDonnell PJ. Constitutive Laws for 12. Holzapfel GA, Gasser TC. A new constitutive framework for
biomechanical modeling of refractive surgery. ASME J of arterial wall mechanics and a comparative study of material
Biomech Eng 1996; 118: 473-81. models. J Elasticity 2000; 61: 1-48.

366
Capítulo 28

Aplicación de métodos de aprendizaje


automático a la planificación
de la cirugía del queratocono.
Redes neuronales
M.ª Ángeles Valdés Mas, José David Martín Guerrero, M.ª José Rupérez Moreno,
Carlos Monserrat Aranda y Cristina Peris Martínez

Sumario del capítulo

Introducción 367 Resultados 371
Métodos utilizados  368 Primer modelo: predicción de la curvatura corneal, K1 371
Redes neuronales artificiales  368 Segundo modelo: predicción del astigmatismo  371
Aplicación de redes neuronales a la predicción de la mejora Discusión 371
en la visión en términos de queratometría (K1) Conclusiones 372
y astigmatismo  370
Bibliografía 372

Resumen
Mediante la aplicación de métodos de aprendizaje automático (redes neuronales), se
pretende realizar un modelador para pacientes con queratocono a los que se les han
implantado anillos intracorneales para tratar su enfermedad.
Este modelador permitirá a los cirujanos planificar la estrategia más adecuada para
implantar anillos de manera personalizada, previniendo el defecto refractivo y la ganan-
cia de visión que podría obtenerse al realizar la cirugía.

Introducción visual (2,3). Hoy en día, la queratoplastia está restringida,


principalmente, a los pacientes con avanzado queratoco-
La queratoplastia fue, durante mucho tiempo, el único no. Aunque las tasas de complicaciones debidas a la que-
tratamiento quirúrgico para pacientes con queratoco- ratoplastia han disminuido en la última década, el recha-
no (1). Sin embargo, los últimos años han visto la intro- zo inmunológico y la insuficiencia endotelial a largo
ducción de nuevas opciones quirúrgicas: el crosslinking plazo siguen siendo riesgos significativos (4).
corneal, que consiste en someter a la córnea a una radia- Una alternativa al trasplante de córnea para el tratamien-
ción ultravioleta con el fin de fortalecerla y frenar la de- to del queratocono, como se ha comentado anteriormente,
formación de la córnea tan característica en los pacientes es el uso de anillos intracorneales (5). Hay muchos estudios
con queratocono, o la implantación de anillos intracor- clínicos sobre la eficacia de anillos intracorneales en el que-
neales, que puede reducir el astigmatismo, recuperar en ratocono en sus primeras etapas. Sin embargo, se pueden
gran medida su curvatura corneal y mejorar la agudeza encontrar varios estudios de pacientes con queratocono tra-
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367
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

tados con anillos intracorneales que discuten acerca de los redes neuronales biológicas del cerebro humano. Según
resultados y las complicaciones que se obtienen tras la im- Haykin (15) y Ripley (16), una red neuronal es un proce-
plantación (6). No obstante, es necesario resaltar que estos sador distribuido con una estructura paralela que tiene
resultados varían mucho de un autor a otro, en gran medida una tendencia natural a almacenar conocimiento experi-
porque la metodología y técnica utilizadas en la implanta- mental, haciéndolo apto para su uso. Se parece al cerebro
ción es diferente (7,8). Tras varios años intentando llegar a en dos cosas:
un consenso acerca de la técnica y nomograma ideal para
la implantación de anillos, se ha llegado a la conclusión de 1. El conocimiento es adquirido por la red a través
que no existe un nomograma universal suficientemente ro- de un proceso de aprendizaje.
busto para predecir la mejoría del paciente a nivel refracti- 2. Ese conocimiento se almacena en los pesos
vo, topográfico y biomecánico después de la implantación sinápticos o conexiones entre neuronas.
de los anillos. Por tanto, existe una necesidad real de ir más
allá de los tradicionales modelos estadísticos con el fin de Las redes neuronales biológicas están constituidas por
ayudar a los oftalmólogos a planificar el número y la ubica- un gran número de neuronas, conectadas en forma masi-
ción óptima de los anillos intracorneales para que el pacien- va. Conforman el sistema nervioso y el cerebro. Las redes
te consiga una mayor ganancia en visión. neuronales biológicas pueden establecerse como grupos
Por eso, en este capítulo se describen modelos más de neuronas activas especializadas en tareas como: cálcu-
robustos capaces de predecir cierta información basándo- los matemáticos, posicionamiento y memoria (17).
se en conocimientos adquiridos de casos reales y en su Las RNA actuales intentan únicamente reproducir de
aplicación a la cirugía de queratocono. Los modelos que forma simplificada los mecanismos más básicos del cere-
presentamos en este capítulo pertenecen al campo del bro humano. No se trata de reproducir el cerebro humano
aprendizaje automático y son conocidos como redes neu- en su totalidad, sino que se centran en mecanismos de re-
ronales artificiales. Las redes neuronales artificiales ya solución de problemas individuales. La finalidad, por tan-
han sido utilizadas con éxito para la detección de quera- to, de estas redes neuronales es la de entender la forma en
tocono (9-14). Sin embargo, utilizarlas para predecir la la que los humanos resuelven los problemas y utilizarla
mejoría de los pacientes con queratocono después de para complementar las capacidades de los sistemas de in-
la implantación de anillos intracorneales implicaría una teligencia artificial. Mientras que el cerebro humano tiene
gran novedad para planificar este tipo de cirugía. En este una estructura tridimensional y sus neuronas son capaces
capítulo presentamos varios modelos de redes neuronales de interconectarse libremente, las redes neuronales artifi-
artificiales diseñados para predecir en términos de curva- ciales proporcionan un esquema de procesamiento alterna-
tura corneal y/o astigmatismo la ganancia en visión del tivo basado en la operación de un determinado número de
paciente con queratocono tras la implantación de anillos unidades de procesamiento elemental denominadas neuro-
intracorneales. Para este estudio se ha partido de una base nas, que están interconectadas entre sí. Las restricciones en
de datos de aproximadamente 200 pacientes con querato- cuanto al número y a las interconexiones entre neuronas
cono tratados en la Fundación Oftalmológica del Medi- delimitan el tipo y la aplicación de las RNA.
terráneo (FOM). En la figura 28-1 se muestra una red neuronal artificial
típica multicapa. Vemos representadas mediante círculos
las neuronas. Algunas interaccionan con el medio para re-
cibir las entradas que proporcionarán las salidas o los resul-
Métodos utilizados tados. Las neuronas de la capa de salida generan los valores
que la red hace corresponder con los valores de entrada a
Dentro del campo del aprendizaje automático podemos ella, o bien los valores que la red predice para los valores
encontrar distintas técnicas y modelos para resolver un de entrada. El resto de las neuronas está situado en una o
problema. Inicialmente, antes de implementar nuestro más capas intermedias, también llamadas capas ocultas.
modelo, se deben trabajar los datos de tal forma que no Habitualmente, cada neurona de la capa oculta de una
contengan medidas erróneas de los dispositivos debido a red neuronal artificial recibe, a través de un conjunto de
limitaciones del paciente u oftalmólogo o pacientes con interconexiones ponderadas, una señal de cada una de las
alguna casuística propia (que tenga otra enfermedad, que neuronas de la capa anterior. Todas estas señales de en-
tenga un leve o muy alto nivel de queratocono respecto al trada se combinan en una sola, sobre la que se realiza una
resto de pacientes, etc.). Por eso lo que primero se realiza operación elemental y cuyo resultado es transmitido a
es un preprocesado de los datos. todas las neuronas de la capa siguiente. De esta forma,
es sobre la neurona (unidad de procesamiento elemental)
sobre la que se fundamenta la operación de la RNA, ya
Redes neuronales artificiales que la combinación de dichas operaciones elementales es
la que permite a la red desempeñar una tarea relevante.
Las redes neuronales artificiales (RNA) son algoritmos La neurona es la unidad de proceso de información
matemáticos que se basan en el funcionamiento de las fundamental en una red neuronal (15). En la figura 28-2

368
Capítulo 28  |  Aplicación de métodos de aprendizaje automático

nivel de excitación. El objetivo de esta función


(que generalmente presenta un comportamiento
no lineal) es limitar la amplitud de la señal dentro
de un rango de valores normalizados (p. ej.,
dentro del intervalo 0-1 o –1-1).

El modelo de la figura 28-2 incluye, además, una en-


trada externa adicional, llamada polarización o bias, y
denotada por dj, cuyo fin es el de poder aumentar o dis-
minuir el umbral de excitación de la neurona, dependien-
do de si el valor es positivo o negativo.
En términos matemáticos, dado un número m de entra-
das, es posible describir la neurona por las ecuaciones 1 y 2.

  (ecuación 1)
Capa de Primera Segunda Capa
entrada capa oculta capa oculta de salida   (ecuación 2)
Figura 28-1  Estructura de una red neuronal artificial mul-
ticapa. Considerando la polarización dj como el peso sinápti-
co de una entrada adicional cuyo valor de entrada siempre
es 1, podemos reescribir estas ecuaciones de una forma
se muestra el modelo de una neurona, elemento básico de más homogénea como sigue:
una red neuronal artificial.
En el modelo de la neurona presentado en la figura 28-2   (ecuación 3)
se pueden identificar tres elementos característicos:
Por otro lado, siendo wj = (bj, wj1, …;wjk, …,wjm) el
1. Un conjunto de conexiones o sinapsis, vector columna de los pesos y x = (1, x1,…,xm) el vector
caracterizada cada una de ellas por un peso columna de entrada, podemos escribir de forma vectorial
sináptico, de forma que la señal de entrada xk de la que:
neurona j se multiplicará por el peso sináptico wjk.
Este peso puede tener un valor negativo (entrada   (ecuación 4)
inhibidora) o un valor positivo (entrada
excitadora). Existen distintos tipos de redes neuronales, y estos vie-
2. Una regla de propagación que determina la nen definidos por la organización de las neuronas que for-
entrada efectiva o el nivel de excitación de la man la red, por cómo se entrenan las redes, por cómo se
neurona j, que se denota por Vj. Se considera asocia la información de entrada y de salida, y por cómo
como entrada efectiva a la suma de todas las se representa esta información. Entre las formas más co-
señales de entrada xk a la neurona j, ponderadas munes están las redes organizadas por capas, tal y como
por sus correspondientes pesos sinápticos wjk. se muestra en la figura 28-1, donde una capa está formada
3. Una función de activación,  (·), que determina el por múltiples neuronas. Existen, como se señala en la fi-
estado o la salida yj de la neurona a partir de su gura, tres tipos de capas diferentes, una capa de entrada,
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1 Wj0

Entradas
dj
x(1) Wj1

vj yj
........

x(2) Wj2 Función –


+ ej
no lineal

x(k) Wjk
Figura 28-2  Modelo de una neu-
rona.

369
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

que es la que toma el estímulo proveniente del exterior, ceso de entrenamiento. Los algoritmos de aprendizaje se
una o varias capas ocultas, dependiendo de la utilidad que basan fundamentalmente en el criterio de prueba y error.
se le quiera dar a la red, y una capa de salida, que comu- Es decir, se aplica una función para una determinada en-
nica el resultado al exterior. En la capa de entrada el nú- trada y, si no se obtiene la salida deseada, se vuelve a
mero de neuronas será el mismo que el número de varia- probar la red, pero variando los pesos, y esto se realizará
bles, y en la capa de salida el número de neuronas será hasta obtener la salida buscada. Este paso de los datos
igual al número de clases que hay que clasificar o varia- para probar si la red permite obtener el resultado espera-
bles que hay que predecir. Además, todas las salidas de las do se conoce como época, y será un parámetro que se
neuronas o nodos están conectadas con todos los nodos de tendrá que fijar de antemano para evitar un número de
la capa siguiente, es decir, existe interconexión total. iteraciones excesivo al buscar los pesos óptimos o dema-
Según el número de capas ocultas, las regiones de de- siado pequeños para poder aprender el problema bien.
cisión entre las distintas clases podrán ser más complica- El procedimiento interactivo suele empezar utilizando
das. Así, para una red que no disponga de capas ocultas pesos aleatorios y la meta es ajustarlos para que el error sea
se obtendrán fronteras de decisión lineales, y en redes con mínimo. El entrenamiento se detiene una vez alcanzado el
capas ocultas se obtendrán fronteras lineales, pero de es- error mínimo o el máximo número de iteraciones permiti-
tructura más compleja (convexas, disjuntas, etc.). No obs- do, o algún otro criterio de parada de aprendizaje que se
tante, se ha demostrado que, utilizando dos capas ocultas, haya escogido. Una vez que se ha logrado la salida busca-
se puede aproximar bien cualquier región compleja. da, termina la etapa de aprendizaje y la red, en ese momen-
También podemos diferenciar redes neuronales según to, es capaz de obtener una salida para cualquier entrada.
el flujo de la información. Si la información va de la capa
de entrada hacia la capa de salida, tenemos una red feed-
forward (propagación hacia delante). Sin embargo, tam-
bién existen redes con conexiones de realimentación en Aplicación de redes neuronales
las que pueden observarse conexiones de una neurona a la predicción de la mejora
consigo misma, con una de la misma capa o con una neu- en la visión en términos
rona anterior de la red, entendiéndose como anterior una
neurona más cercana a la entrada en el camino del flujo de queratometría (K1)
de la información. Este tipo de redes son llamadas redes y astigmatismo
recurrentes y son especialmente útiles en el tratamiento
de sistemas dinámicos no lineales. Tras la recopilación de datos y medidas refractivas, topo-
Los modelos neuronales y, en general, todos aquellos gráficas y biomecánicas de aproximadamente 200 pacien-
que involucran un aprendizaje pueden clasificarse en mé- tes con queratocono, se procedió a la elaboración de un
todos supervisados y no supervisados. La diferencia prin- modelo no lineal basado en redes neuronales artificiales
cipal que existe entre estos dos modelos de aprendizaje para la predicción de la ganancia en visión de estos pa-
es que el modelo de aprendizaje supervisado requiere la cientes tras la implantación de anillos intracorneales. Es-
presencia de pares de vectores de entrenamiento, cada par tos datos de partida nos ayudaron a generar un modelo
compuesto por los valores de entrada a la red y los valores capaz de predecir la ganancia en visión del paciente con
de salida esperados para tales entradas, mientras que el queratocono en términos de queratometría y astigmatis-
modelo de aprendizaje no supervisado solo utiliza vecto- mo. Las variables que había que predecir fueron la cur-
res de entrada para entrenar la red. Estos valores son de- vatura corneal (K1) y el astigmatismo (K2-K1) 6 meses
terminados por la red durante el curso del aprendizaje. después de la cirugía.
En general, el modelo de red más utilizado en la actua- Las variables de entrada que se seleccionaron para la
lidad es el perceptrón multicapa (también conocido como elaboración del modelo fueron aquellas que tienen en
red back-propagation o retropropagación, ya que suele cuenta los nomogramas principales de los que hacen uso
utilizar dicho algoritmo de aprendizaje). Este algoritmo los oftalmólogos para definir el número de anillos que se
se utiliza en redes neuronales organizadas en capas y con van a implantar y sus características. Además, haciendo
propagación hacia delante, es decir, en las cuales no hay un estudio estadístico de las variables, pudimos compro-
bucles de realimentación, lo que asegura que las salidas de bar qué variables de entre las seleccionadas estaban corre-
la red se puedan calcular como funciones explícitas de las lacionadas y cuáles no. De las correlacionadas, solo una
entradas y los pesos. El modelo de retropropagación usa de ellas aportaría información no redundante al modelo y,
aprendizaje supervisado, por lo tanto, se le deberán pro- por tanto, las otras variables correlacionas no se tuvieron
porcionar ejemplos de entradas con sus respectivas sali- en cuenta en su elaboración.
das, simular para dichas entradas y calcular el error entre Las variables de entrada seleccionadas son las que se
los valores obtenidos y los valores de salida conocidos. describen a continuación:
La información que almacena el aprendizaje de una
red se encuentra únicamente en los pesos wjk, por lo que • Variables topográficas: K1 y K2 (curvatura corneal
serán solo los pesos los que habrá que ajustar en el pro- mínima y máxima medidas con el topógrafo

370
Capítulo 28  |  Aplicación de métodos de aprendizaje automático

Pentacam-HR —Oculus Optikgeräte GmbH, nos indicó la ganancia en visión del paciente 6 meses
Wetzlar, Alemania—). después de la cirugía en términos de queratometría, y el
• Variables biomecánicas: histéresis corneal (CH) segundo en términos de astigmatismo.
medida con el Ocular Response Analyzer (ORA)
(Reichert Ophthalmic Instruments Inc., Depew,
NY, EE. UU.). Primer modelo: predicción de la curvatura
• Variables quirúrgicas: incisión y profundidad de corneal, K1
inserción del anillo.
• Características de los anillos: número de anillos, De entre todas las redes generadas, la red que obtuvo
diámetro, longitud de arco y grosor. mejores resultados fue una red formada por dos neuronas
en la capa oculta y que proporcionó un MAE en entrena-
Para poder evaluar correctamente el modelo generado miento del 27% relativo a la desviación estándar. En tér-
con redes neuronales, dividimos los datos en dos subcon- minos de dioptrías (D), un error de aproximadamente
juntos. El primero de ellos, formado por 2/3 del total de 0,95 D. En validación se obtuvo un valor similar, del 29%
los datos, se utilizó como subconjunto de entrenamiento, relativo a la desviación estándar, y de 0,98 D.
mientras que el segundo subconjunto fue el de validación, Como se ha mencionado antes, se realizó un análisis
conteniendo el resto de datos, 1/3 del total. Con el primer de sensibilidad con el objetivo de encontrar las variables
subconjunto de datos se modeló la red y con el segundo más relevantes del modelo, las que nos aportaban más
validamos el modelo, comprobando así su efectividad. información en la predicción de la salida, K1. Las varia-
Se planteó un bucle de 1 a 25 inicializaciones (inicia- bles más relevantes en este modelo, según orden de im-
lizaciones aleatorias de los pesos sinápticos) y una capa portancia, fueron: K1, K2 (a la entrada), diámetro del ani-
oculta con un número de neuronas variable de 2 a 20. En llo, número de anillos, profundidad y longitud de arco del
total, se generaron 500 redes neuronales. La inicializa- anillo, en este orden.
ción de los pesos sinápticos es fundamental en el funcio-
namiento de la red, ya que el algoritmo de retropropaga-
ción, el cual utilizamos para entrenar la red, se basa en Segundo modelo: predicción del astigmatismo
partir de un punto determinado de la función error y mo-
verse por ella hasta llegar al mínimo más cercano. Para este segundo modelo de predicción, la red cuyo error
Para la selección de la red o redes óptimas se realiza- fue menor en entrenamiento y validación estuvo formada
ron una serie de medidas de rendimiento: el error me- por una única capa oculta que contuvo dos neuronas. El
dio (ME) como medida de sesgo; el error absoluto medio MAE obtenido en entrenamiento fue del 47% (1 D), y del
(MAE), que nos muestra el grado de precisión en las es- 46% (0,86 D) en validación.
timaciones y cuyo uso es muy habitual junto con el error Los errores obtenidos en este modelo son superiores a
cuadrático medio (MSE), ya que se complementan en los obtenidos en el primer modelo. La correlación que
información; la raíz del error cuadrático medio (RMSE), existe con la salida es inferior y nuestros datos son más
que aporta una visión de la potencia media de los errores dispersos, por lo que resulta más complicado, a partir de
de predicción, y por último, el coeficiente de correlación, estos datos, la predicción del astigmatismo. Conforme
que nos indica la posible relación lineal existente entre vaya creciendo nuestra base de datos de pacientes con
las variables salida deseada y salida obtenida; si no se queratocono, los modelos elaborados serán mucho más
tiene dicha relación o es de tipo no lineal, dicho paráme- eficientes y robustos.
tro toma un valor cercano a 0. Las variables más relevantes para la predicción del as-
Además de esto, para poder evaluar la importancia de tigmatismo tras el análisis de sensibilidad fueron: K1,
cada una de las variables en el modelo realizamos un aná- diámetro del anillo, longitud de arco, K2, profundidad y
lisis de sensibilidad. Este análisis consiste, principalmen- grosor del anillo, en ese orden.
te, en ver el comportamiento del modelo a la salida tras
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ir anulando cada una de las variables de entrada de forma


individual. Calculando el error a la salida del modelo,
podemos comprobar la importancia de la variable elimi- Discusión
nada. Si el error es muy grande, será porque la variable
es relevante en nuestro modelo. Los resultados que se han obtenido hasta el momento son
muy satisfactorios y prometedores, lo que implica que, si
dispusiéramos de un mayor número de pacientes, podría-
mos generar una red capaz de predecir la curvatura cor-
Resultados neal y el astigmatismo topográfico con un menor error.
De la misma manera que se ha podido predecir K1 y
Como se ha indicado desde el inicio del capítulo, se ge- astigmatismo, podríamos haber seleccionado otra varia-
neraron dos tipos de modelos de predicción: el primero ble de salida y ver qué se obtendría si al paciente se le

371
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

implantaran los anillos intracorneales, y si, además, con- demostrado que la característica más relevante para el
táramos con un mayor número de registros, podríamos astigmatismo y la predicción de K1 es la queratometría,
modelar una red con más de una salida, por ejemplo, pre- K1. Tras el estudio, y mirando a los resultados obtenidos,
decir el astigmatismo y la queratometría conjuntamente se puede concluir que el modelo de red neuronal es un
o lo que el oftalmólogo desee. modelo adecuado a nuestro problema. Gracias a este mo-
Tras los análisis y resultados obtenidos, podemos con- delo, el oftalmólogo será capaz de predecir la posición
cluir que K1 es un factor clave para la obtención de la óptima en la que los anillos deben colocarse para obtener
ganancia en visión del paciente después de la implanta- la mayor ganancia de visión.
ción de anillos intracorneales. De hecho, se tiene en cuen- Actualmente, se está trabajando en la adquisición de
ta en la mayoría de los nomogramas actuales (Ferrara, datos de nuevos pacientes con el fin de mejorar los mo-
Albertazzi, etc.). delos ya producidos, así como validar los modelos gene-
Para el uso de estos modelos en las clínicas oftalmoló- rados, y así mostrar su robustez.
gicas se ha desarrollado una interfaz, de manera que, in-
troduciendo las medidas clínicas del paciente, el oftalmó-
logo pueda ver el resultado que obtendría previamente Bibliografía
tras la cirugía de implante de anillos intracorneales. En la
figura 28-3 se muestra una imagen de la interfaz de usua- 1. Mashor R, Rootman D, Bahar I, Singal N, Slomovic A,
rio para la predicción del astigmatismo y la curvatura Rootman D. Outcomes of deep anterior lamellar keratoplasty
corneal, K1 en un caso real. versus intralase enabled penetrating keratoplasty in
keratoconus. Can J Ophthalmol 2011; 46: 403-7.
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keratectasia. J Cataract Refract Surg 2007; 33: 1303-14.
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Conclusiones correction of keratoconus. Cornea 2012; 31: 115-20.
4. Buzard K, Fundingsland B, Coster D. Corneal transplant for
En este trabajo se ha propuesto una metodología para keratoconus: results in early and late disease. J Cataract
construir redes neuronales que predicen con precisión la Refract Surg 1997; 23: 398-406.
5. Colin J, Cochener B, Savary G, Malet F, Holmes-Higgin D.
curvatura corneal y el astigmatismo tras la implantación Intacs inserts for treating keratoconus: one-year results.
de anillos intracorneales. Se ha conseguido obtener un Ophthalmology 2001; 108: 1409-14.
buen modelo para la predicción del astigmatismo y la 6. Alfonso JF, Lisa C, Merayo-Lloves J, Fernández-Vega Cueto L,
Montés-Micó R. Intrastromal corneal ring segment implantation
curvatura corneal, K1, obteniendo bajos errores principal- in paracentral keratoconus with coincident topographic and
mente para la predicción de K1 (error de 0,98 D en vali- coma axis. J Cataract Refract Surg 2012; 38: 1576-82.
dación para pacientes con valores de K1 alrededor de las 7. Coskunseven E, Kymionis GD, Talu H, Aslan E,
50 D). Además, se ha obtenido un alto coeficiente de Diakonis VF, Bouzoukis DI, et al. Intrastromal corneal ring
segment implantation with the femtosecond laser in a
correlación entre la señal deseada y la obtenida (valor post-keratoplasty patient with recurrent keratoconus.
muy cercano a 1). En el análisis de sensibilidad se ha J Refract Surg 2007; 33: 1808-10.
8. Hamdi IM. Preliminary results of intrastromal corneal ring
segment implantation to treat moderate to severe keratoconus.
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Figura 28-3  Interfaz de usuario para la predicción del as- applications, and implementations. New York: Elsevier
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372
Capítulo 29

Aplicaciones del modelado


biomecánico del globo ocular
Elena Lanchares Sancho y M.ª Ángeles del Buey Sayas

Sumario del capítulo

Introducción 373 Otras simulaciones  380


Cirugía refractiva con láser excimer: PRK  374 Simulación de cristalino y acomodación  380
Simulación de excavación glaucomatosa  380
Tratamientos para el queratocono  375
Tratamiento de crosslinking corneal  376 Bibliografía 380
Implante de segmentos intraestromales  377
Tratamiento combinado de crosslinking y anillos  377

Resumen
El modelado biomecánico del ojo humano permite realizar simulaciones numéricas de
distintos tratamientos. En dichas simulaciones se pueden observar los resultados directos
de cada acción ejercida sobre el modelo, prescindiendo de las características propias del
paciente y de la incertidumbre causada, en su caso, por la práctica manual de los pro-
cedimientos. En este capítulo se presentan estudios de cirugía PRK para corrección de
la miopía y de tratamientos para el queratocono, el crosslinking del colágeno corneal y
el implante de segmentos de anillos intraestromales, aislados o combinados entre sí. El
resultado de las simulaciones numéricas aporta interesantes conclusiones que deben ser
consideradas y valoradas desde la experiencia clínica.

Introducción conforman y, a su vez, ser receptor de los avances clíni-


cos con el fin de poder ser perfeccionado.
En la actualidad, cada vez es mayor el interés por conocer En el capítulo 27 se describe el proceso de modelado
la biomecánica del ojo humano y, en particular, de la cór- numérico del ojo humano. El modelo descrito se usa en las
nea. Ya es comúnmente aceptado que las propiedades diversas simulaciones presentadas en este libro. En el ca-
biomecánicas son las responsables de la respuesta de la pítulo 21, dedicado a la cirugía incisional, se muestran
córnea ante las diversas acciones terapéuticas que se pue- simulaciones realizadas recientemente (1-3). En este capí-
dan practicar sobre ella. Sin embargo, el desconocimien- tulo se presentan estudios que usan modelos de córnea
to de este tipo de propiedades y su cuantificación, a los sana o patológica (con queratocono), que pueden ser un a
que todavía nos enfrentamos, hace que no podamos se- muestra del potencial de la simulación numérica en cola-
guir avanzando al ritmo deseable. En este contexto, el boración con la práctica clínica. Finalmente, se plantean
modelado biomecánico del ojo puede ayudar a conocer otras simulaciones realizadas con otros componentes del
mejor el comportamiento de los diferentes tejidos que lo globo ocular, como el cristalino y el nervio óptico.
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

373
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Cirugía refractiva con láser


excimer: PRK
tO
En este estudio se analiza la posible influencia de la pre-
sión intraocular (PIO) del paciente, en niveles no patoló-
gicos (entre 10 y 21 mmHg), en los resultados de correc- –S2D
t0 
ción miópica logrados por ablación corneal mediante 8(n-1)
láser excimer (4).
Para ello se ha diseñado un modelo de córnea esférico, R1

sin astigmatismo, y se practica una ablación desde la cara R2


S
anterior con una profundidad estimada según el nivel de
miopía, según indica la expresión mostrada en la figu-
ra 29-1 (5). Para un diámetro de ablación S de 6 mm, se
obtienen profundidades de ablación de 0,02387, 0,04774,
0,071618, 0,09549 y 0,11936 mm, correspondientes a las
correcciones de 2, 4, 6, 8 y 10 D de miopía.
Antes de proceder a la simulación de la corrección de
los cinco niveles de miopía estudiados, se reproducen en
el modelo las condiciones fisiológicas mediante la apli-
Figura 29-1  Expresión para el cálculo de la profundidad de
cación de la PIO y de la distribución de tensiones inicia-
ablación para corrección de miopía. La expresión propuesta por
les que la equilibran. La figura 29-2 muestra la distribu- Munnerlyn et al. (5) indica la profundidad de ablación de tejido
ción de tensión principal máxima (MPa) en la córnea corneal para corrección de la miopía mediante cirugía láser. En
después de los casos de corrección de 2 y 10 D dioptrías la expresión aparecen los siguientes parámetros: t0, profundidad
de miopía. Se observa que las concentraciones de ten- de ablación; S, diámetro de ablación; D, nivel de miopía que
siones se producen en el centro de la córnea y en su debe corregirse, en dioptrías; n, índice de refracción de la córnea.

Figura 29-2  Distribución de ten-


siones S (MPa) obtenidas mediante si-
mulación numérica de cirugía PRK
para la corrección de miopía. Corte del
modelo de córnea que permite ver
cómo el tejido central adelgaza con la
profundidad de la ablación. La parte
más externa de la córnea central es el
área en la que se concentran las tensio-
nes más altas en el espesor. A. Correc-
ción de 2 D de miopía, ablación de
profundidad 0,02387 mm. B. Correc-
ción de 10 D, ablación de profundidad
0,11936 mm. B

374
Capítulo 29  |  Aplicaciones del modelado biomecánico del globo ocular

parte más externa, donde el tejido se encuentra compri- la PIO de 21 mmHg (4). Este resultado es consistente con
mido por la PIO y traccionado por la periferia de la su- el obtenido por otros autores (6).
perficie estromal expuesta tras la eliminación de la capa
de tejido.
Tras la simulación de la cirugía de los cinco niveles de
miopía considerados y a cada uno de los valores de PIO Tratamientos
considerados (10, 15 y 21 mmHg), se obtuvieron los re- para el queratocono
sultados mostrados en la figura 29-3. Se observa que la
PIO influye en los resultados de corrección. Mientras Para este estudio se utilizará un modelo similar al expues-
que, a bajas necesidades de corrección, el modelo es bas- to en el capítulo 27, con algunas modificaciones. Por una
tante preciso para los valores extremos de PIO conside- parte, la geometría del modelo representa un queratoco-
rados, a altos requerimientos de corrección y alta PIO se no central, como muestra la figura 29-4A. El vértice del
producen importantes infracorrecciones, más de 2 D para cono (punto más delgado o thinnest) se ha considerado

12

10
Corrección obtenida
por simulación (DD)

8 10 mmHg

15 mmHg
6
21 mmHg

4
Figura 29-3  Simulación numérica
de cirugía láser para corrección de la
2
miopía. Corrección miópica en incre-
mento de dioptrías (D) obtenida me-
0 diante simulación numérica del mismo
0 5 10 modelo de córnea a tres niveles de PIO:
Corrección teórica (DD) 10, 15 y 21 mmHg.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Córnea sana Figura 29-4  Modelo de córnea


con queratocono central. A. Mode-
lo de elementos finitos desarrollado
para el estudio de los tratamientos de
Thinnest crosslinking e implante de segmentos
de anillos. B. Áreas del modelo de
queratocono con distintas propiedades
de material. Thinnest: vértice del cono
(punto más delgado) con un espesor
de 300 micras. El tejido circundan-
te debilitado se considera en un área
Entorno del cono circular de diámetro () 4 mm centra-
 4 mm
A B da en el thinnest.

375
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

adelgazado, con un espesor de 300 micras. El tejido cir- La tabla 29-1 muestra las propiedades de material
cundante, el cual se ha modelado mediante un área circu- asignadas a los distintos tejidos, antes y después del tra-
lar de 4 mm de diámetro centrada en el vértice del cono, tamiento de crosslinking, correspondientes al modelo
se caracteriza por el debilitamiento estructural de las fi- constitutivo incompresible anisótropo aplicado (2,8)
bras de colágeno, por lo que se ha considerado que sus (v. capítulo 27). El tratamiento de crosslinking se realiza
propiedades están disminuidas. La figura 29-4B muestra aplicando un diámetro de haz de hasta 11 mm. Hemos
de forma esquemática estas diferentes áreas del mode- tomado 9 mm por ser el que utilizamos en nuestros traba-
lo de córnea con queratocono. jos in vitro (9). Esto implica que se está aplicando el tra-

Tratamiento de crosslinking corneal


Tabla 29-1  Propiedades de material asignadas
El tratamiento de crosslinking del colágeno corneal con- al tejido corneal
siste en estimular la formación de enlaces entre fibras de
C1 (MPa) k1 (MPa) k2 (adimensional)
colágeno mediante la irradiación de luz ultravioleta A
(370 nm) en presencia de riboflavina como fotosensibili- TCS 0,1 0,234 29,917
zador (7). Este procedimiento logra rigidizar el tejido Ápex del QC 0,1 0  0
debilitado del queratocono y que la evolución de la pato- Entorno del ápex 0,1 0,115 15
logía se detenga. del QC
En cuanto al modelo biomecánico, la simulación nu- QC CXL 0,3 0,345 45
mérica del tratamiento de crosslinking se modela median-
TCS CXL 0,3 0,702 89,751
te la transición de las propiedades de material del tejido
ectásico a las propiedades de tejido corneal patológico CXL: tejido tratado con crosslinking; QC: queratocono; TCS: tejido corneal
sano.
reforzado, más rígido. Todo ello evolucionando en el mo- Parámetros del modelo de comportamiento hiperelástico incompresible
delo simultáneamente a la acción de la PIO y de la distri- anisótropo descrito en Lanchares et al. (2,8). C1: parámetro de material
que caracteriza la matriz extracelular. k1 y k2: propiedades que
bución de tensiones iniciales que reproducen la geometría caracterizan las fibras de refuerzo estructural en un material compuesto,
in vivo del ojo, es decir, las condiciones fisiológicas. en este caso de las fibras de colágeno en el tejido corneal (kappa = 0).

1,8

1,6
Tensión principal máxima (MPa)

1,4
TCS
1,2
TCS + CXL

1 Ápex del QC

Entorno del ápex del QC


0,8
QC CXL
0,6

0,4

0,2

0
1 1,05 1,1 1,15

Alargamiento

Figura 29-5  Diferentes propiedades de material del tejido corneal. La curva de tensión (tensión principal máxima, en MPa)
frente al alargamiento (en tanto por uno) representa el comportamiento de cada tejido considerado para la simulación del tratamien-
to de crosslinking con el modelo de queratocono, según los parámetros indicados en la tabla 29-1. Cada área de la córnea presenta
distintas propiedades según sea tejido sano o debilitado por el queratocono, y según haya recibido o no tratamiento de crosslinking.
CXL: tejido tratado con crosslinking; QC: queratocono; TCS: tejido corneal sano.

376
Capítulo 29  |  Aplicaciones del modelado biomecánico del globo ocular

tamiento en un área circular mayor que la ocupada por el tanto en la forma de su sección (triangular, hexagonal,
queratocono; por tanto, existe un anillo de tejido sano etc.) como de sus dimensiones. En este caso se ha consi-
alrededor del tejido patológico que recibe también el tra- derado una longitud de 160° de arco insertados en una
tamiento y, en consecuencia, se ve reforzado tras la tera- zona óptica de 5,4 mm, sección de geometría hexagonal
pia riboflavina/UVA. y espesor de 0,3 mm. El proceso de simulación comienza
La medida en la que el tratamiento se considera que ha por la reproducción en el modelo de las condiciones fi-
reforzado el tejido se ha establecido en un 300% (10). La siológicas (PIO de 15 mmHg y distribución de tensiones
figura 29-5 muestra el comportamiento de cada uno de iniciales que la equilibran); posteriormente se realiza la
estos tejidos según los parámetros indicados en la ta- tunelización mediante la creación del «hueco» en el que
bla 29-1. Dicho comportamiento viene indicado por la alojar el anillo y, finalmente, se realiza la colocación del
curva tensión frente a alargamiento, para la cual se ha segmento.
considerado la tensión principal máxima, en MPa, y el Los resultados de la simulación muestran una mayor
alargamiento unitario. Recordemos que cuanto mayor es concentración de tensiones en el tejido estromal que ro-
la pendiente de la curva, más rígido es el tejido, pues para dea al segmento, debida a la compresión que este implan-
un valor dado de tensión, menor es el alargamiento cau- te ejerce sobre él. Además, se produce un aplanamiento
sado. de la zona central de la córnea abarcada por los anillos,
La figura 29-6 muestra los resultados de simulación produciendo el esperado efecto hipermetropizante.
del tratamiento de crosslinking. La modificación de las
propiedades de material en presencia de la acción de la
PIO y el campo de tensiones iniciales introducido previa- Tratamiento combinado de crosslinking
mente en el modelo causan una redistribución de las ten- y anillos
siones, modificando la morfología, de tal forma que la
córnea se regulariza en su área central tratada. Una vez expuestos los procesos de simulación numérica
de los tratamientos de crosslinking e implante de segmen-
tos en el modelo de queratocono presentado, se procede
Implante de segmentos intraestromales a estudiar la combinación de ambos tratamientos utilizan-
do el mismo modelo numérico. Se estudia, en primer lu-
En este apartado se realiza la simulación del implante de gar, el tratamiento de crosslinking, seguido del implante
segmentos de anillos en el seno estromal. Dichos seg- de segmentos de anillos, y posteriormente la secuencia
mentos se utilizan para regularizar la morfología corneal inversa de tratamiento.
y estabilizar la córnea ectásica. Los implantes se fabrican La figura 29-7 muestra las distribuciones de tensiones
en polimetilmetacrilato (PMMA), por ser un mate- y de desplazamientos en el modelo tras la simulación del
rial inerte y biocompatible. Su módulo de Young es procedimiento de tratamiento de crosslinking seguido
E = 3.300 MPa, y su coeficiente de Poisson  = 0,4. La del implante de segmentos. Cualitativamente, en ambas
geometría de los anillos utilizados puede modificarse en secuencias (primero segmentos y segundo crosslinking, y
función del interés de trabajar con diferentes geometrías viceversa) se observan los mismos efectos que la inser-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 29-6  Simulación del trata-


miento de crosslinking en un querato-
cono. La imagen muestra, en un corte
del modelo, la distribución de desplaza-
mientos (U en mm) en la córnea produ-
cidos al cambiar mediante el tratamien-
to de crosslinking las propiedades de
los tejidos expuestos. La córnea se re-
gulariza, la parte central se aplana,
mientras que el cuerpo del cono se in-
curva, adquiriendo una geometría más
esférica.

377
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 29-7  Simulación del im-


plante de anillos estromales tras trata-
miento de crosslinking. Se muestra la
distribución de tensiones (S en MPa) en
A y desplazamientos (U en mm) en B,
ambos amplificados en un factor de 2.
Se puede observar la concentración de
tensiones en el tejido estromal que ro-
dea al segmento, así como el aplana-
miento de la zona central de la córnea
abarcada por los anillos al desplazar
radialmente el tejido en que se alojan,
produciendo el esperado efecto hiper-
metropizante. B

ción de anillos de forma aislada, es decir, hipermetropi- el modelo numérico, se obtuvieron valores máximos de
zación y aplanamiento del área central. Si tomamos como tensión de 0,1501 MPa, 2 MPa y 0,03 MPa, respectiva-
medida de aplanamiento la disminución de profundidad mente, para los tres casos indicados. Como conclusión,
de la cámara anterior (ACD), podemos cuantificar este podemos determinar que, según la simulación numérica,
efecto. En el caso de implante de anillos sin otro trata- el procedimiento más eficaz, por ser el que mayor efecto
miento, la disminución de la ACD es de 0,056 mm; si se de aplanamiento logra en el modelo, es el de inserción de
aplica crosslinking antes de introducir los anillos, la ACD anillos previamente tratado con crosslinking, pues produ-
disminuye 0,237 mm; si se realiza el tratamiento de ce la mayor disminución de la ACD y se producen mayo-
crosslinking después del implante de segmentos, la dis- res valores de tensión máxima principal, lo que indica que
minución de la ACD es de 0,045 mm. Respecto a las el tejido ha sido eficazmente reforzado y el implante del
tensiones que aparecen en el tejido tras la simulación con segmento le aporta un refuerzo estructural adicional.

378
Capítulo 29  |  Aplicaciones del modelado biomecánico del globo ocular

Figura 29-8  Simulación numérica del proceso de acomodación del cristalino. Imágenes correspondientes a la simulación del
cambio de estado acomodado a no acomodado mediante la aplicación de fuerzas de tracción en la periferia, simulando la ejercida
por las fibras zonulares. Se puede observar cómo los mayores desplazamientos (U, en mm) se producen en el ecuador del cristalino,
en la proximidad de la inserción de la zónula, donde se ejerce la fuerza.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 29-9  Distribución de tensiones (S, tensión principal máxima, en MPa) en tres modelos, de izquierda a derecha, sano,
dañado y con alto nivel de daño, en la cabeza del nervio óptico, al someter el modelo a tensión fisiológica (15 mmHg). Se observa
cómo la PIO no provoca tensiones en la papila del modelo sano, mientras que, cuanto mayor es la excavación de la papila, ma-
yor concentración de tensiones se produce en el área alterada.

379
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Otras simulaciones nes de estados fisiológicos y patológicos del globo ocular,


y de la valoración de su respuesta a diferentes situaciones.
Como se ha indicado anteriormente, la biomecánica del Todos estos resultados auguran un futuro en el que la
ojo humano viene siendo objeto de estudio en los últimos planificación quirúrgica de determinados procedimientos
años. La córnea ha sido objeto de la mayoría de los traba- podrá ser personalizada, pudiendo analizar las respuestas
jos de biomecánica publicados en la bibliografía; sin em- individuales de forma previa a la práctica quirúrgica.
bargo, dado el interés que causan otras patologías como la
presbicia o el glaucoma, cada vez son más numerosos los
trabajos que simulan el daño producido en el proceso de BIBLIOGRAFÍA
acomodación (11-14) o el nervio óptico (15,16).
1. Cristóbal JA. Incisiones relajantes corneales asociadas. En:
Fernández-Vega L. Facoemulsificación y emetropía. Madrid:
Simulación de cristalino y acomodación Monografías de la SECOIR, 2001.
2. Lanchares E, Calvo B, Cristóbal JA, Doblaré M. Finite
element simulation of arcuates for astigmatism correction.
Uno de los temas de mayor interés en la actualidad a la hora
J Biomech 2008; 41(4): 797-805.
de aplicar la simulación numérica a la oftalmología es lo- 3. Cristóbal JA, del Buey MA, Ascaso J, Lanchares E, Calvo B,
grar un mejor conocimiento del proceso de acomodación Doblaré M. Effect of limbal relaxing incisions during
del cristalino humano y de las causas de la presbicia. Por phacoemulsification surgery based on nomogram review and
ello, se han desarrollado diversos modelos en los que se numerical simulation. Cornea 2009; 28(9): 1042-9.
4. Lanchares E, Calvo B, del Buey MA, Cristóbal JA, Doblaré
incluye el cristalino y, en algunos casos, la zónula y el M. The effect of intraocular pressure on the outcome of
múscu­lo ciliar, con los que se trata de conocer mejor este myopic photorefractive keratectomy: a numerical approach.
mecanismo (11-13). En nuestro caso, se ha creado un mo- J Healthcare Eng 2010; 1(3): 461-76.
delo de cristalino, adaptativo a distintas edades en cuanto a 5. Munnerlyn C, Koons SJ, Marshall J. Photorefractive
geometría y propiedades de material de los tejidos, y se han keratectomy: a technique for laser refractive surgery.
J Cataract Refract Surg 1988; 14: 46-52.
realizado diversas simulaciones (13,14). La figura 29-8 6. Pandolfi A, Fotia G, Manganiello F. Finite element
muestra algunas imágenes del modelo correspondiente a un simulations of laser refractive corneal surgery. Eng Comput
sujeto de 30 años de edad, que conforman la secuencia del 2009; 25(1): 15-24.
paso de estado acomodado a no acomodado mediante la 7. Spoerl E, Huhle M, Seiler T. Induction of cross-links in
aplicación de fuerzas de tracción en la periferia, simulando corneal tissue. Exp Eye Res 1998; 66: 97-103.
8. Lanchares E. Modelado biomecánico de los componentes
la ejercida por las zónula. Se puede observar cómo los ma- refractivos del ojo humano y tratamientos refractivos
yores desplazamientos (U, en mm) se producen en el ecua- asociados (Tesis doctoral). Zaragoza: Universidad de
dor del cristalino, en la proximidad de la inserción de las Zaragoza, 2010.
fibras zonulares, donde se ejerce la fuerza. Las curvaturas 9. Lanchares E, del Buey MA, Cristóbal JA, Lavilla L, Calvo B.
Biomechanical properties analysis after corneal collagen
anterior y posterior disminuyen al aplanarse la geometría cross-linking in relation to ultraviolet A irradiation time.
del cristalino y disminuir su espesor. También se observa Graefe’s Arch Clin Exp Ophthalmol 2011; 249(8): 1223-7.
que el diámetro ecuatorial aumenta al aplanarse el cristalino 10. Wollensak G, Spoerl E, Seiler T. Stress-strain measurements
para adoptar una geometría de menor potencia óptica. of human and porcine corneas after riboflavin/ultraviolet-A-
induced cross-linking. J Cataract Refract Surg 2003; 29:
1780-5.
11. Burd HJ, Judge SJ, Cross JA. Numerical modelling of the
Simulación de excavación glaucomatosa accommodating lens. Vision Res 2002; 42(18): 2235-51.
12. Dubbelman M, Van der Heijde GL, Weeber HA. Change in
Por otra parte, también hemos desarrollado modelos de shape of th eaging human crystalline lens with
la cabeza de nervio óptico y se ha estudiado tanto la ex- accommodation. Vision Res 2005; 45(1): 117-32.
13. Lanchares E, Navarro R, Calvo B. Hyperelastic modelling of
cavación de papila como la concentración de tensiones en the crystalline lens: Accommodation and presbyopia. J Otom
la lámina cribosa. La figura 29-9 muestra la distribución 2012; 5: 110-20.
de la tensión principal máxima en tres modelos con dis- 14. Lanchares E, Malvè M, Calvo B. Patient-Specific
tinta geometría según su nivel de patología: sano, dañado Biomechanical Framework for Aiding Clinical Decisions in
Eye Surgery. En: Calvo B, Peña E. Patient Specific
y con alto nivel de daño, en la cabeza del nervio óptico,
Computational Modeling (Lecture Notes in Computational
al someter el modelo a tensión fisiológica (15 mmHg). Se Vision and Biomechanics). Netherlands: Springer, 2012.
observa cómo este nivel bajo de PIO no provoca tensiones 15. Dongqi H, Zeqin R. A biomathematical model for pressure-
en la papila del modelo sano, mientras que, cuanto mayor dependent lamina cribrosa behavior. J Biomech 1999; 32(6):
es la excavación de la papila, mayor concentración de 579-84.
16. Burgoyne C F, Downs JC, Bellezza AJ, Suh JKF, Hart RT.
tensiones se produce en el área alterada con los mismos The optic nerve head as a biomechanical structure: a new
valores de PIO. paradigm for understanding the role of IOP-related stress and
Como se muestra en este capítulo, una de las principa- strain in the pathophysiology of glaucomatous optic nerve
les aplicaciones de la biomecánica son las simulacio- head damage. Prog Retin Eye Res 2005; 24(1): 39-73.

380
Capítulo 30

¿Es imprescindible la capa


de Bowman?
Cristina Peris Martínez

Sumario del capítulo

Introducción a la anatomía de la capa de Bowman  383 Bibliografía 387


Función de la capa de Bowman  385

Resumen
La capa de Bowman corneal es una estructura acelular y sin capacidad de regeneración
una vez destruida. Está presente solo en algunas especies, como el humano, los primates
y algunas aves, y posiblemente sea una adaptación evolutiva.
Aunque todavía no se le atribuye una función claramente definida, se postula que es
determinante en funciones tan variables como la protección frente a la radiación solar,
la estabilidad biomecánica y la correcta cicatrización corneal, preservando su transpa-
rencia ante traumas casuales o perfectamente programados como los que inducimos
quirúrgicamente. Sin embargo, para otros, su papel debe ser superfluo, argumentando la
escasez de efectos adversos en millones de pacientes intervenidos de PRK en los que se
ha eliminado esta capa y que mantienen transparente su córnea.

Una de las premisas para entender los mecanismos de la ma corneal, pero este límite está mucho peor definido.
materia viva es establecer relaciones entre forma y fun- Las células del epitelio corneal están muy adheridas a su
ción. Por ello, describiremos las características especiales membrana basal mediante unos complejos de unión de-
de la capa de Bowman para intentar explicar su posible nominados hemidesmosomas. Estos se fijan a las fibrillas
función, si es que tiene alguna. de anclaje situadas en la membrana basal, compuestas por
colágeno tipo VII, y que se extienden desde la lámina
basal, penetrando en la capa de Bowman y la estructura
anterior del estroma, finalizando en placas compuestas
Introducción a la anatomía por colágeno tipo IV y tipo VII, formando un complejo
de la capa de Bowman muy entramado (2) (fig. 30-1). Microscópicamente es
acelular, y se compone de fibras de colágeno tipo I, pero,
La capa de Bowman tiene unas 8-12 micras de grosor y a diferencia del estroma, las fibras de colágeno están dis-
se localiza debajo de la membrana basal del epitelio cor- puestas al azar en una matriz amorfa (3). También se han
neal (1). Anteriormente limita bastante nítidamente con detectado otros tipos de colágeno. Sus fibras de colágeno
la lámina densa de la membrana basal del epitelio cor- se entremezclan con las estromales, incluso algún haz de
neal, y tras retirar el epitelio tiene un aspecto extremada- fibras del estroma medio acaba insertándose oblicuamen-
mente liso y brillante. Posteriormente limita con el estro- te en ella. Esto explica una notable cohesión entre la capa
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383
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Desmosoma

Epitelio basal
corneal

Lámina lúcida
Membrana basal

Lámina densa
(colágeno
tipo VII)

Fibrillas de fijación
(colágeno tipo VII) Capa de Bowman
(colágeno tipo I)

Placa de fijación

Estroma

Figura 30-1  Esquema de la compleja microestructura de adherencias entre el epitelio corneal basal, la membrana basal y la
capa de Bowman.

de Bowman y el estroma anterior corneal. De hecho, en do se produce una herida y posterior curación, se forma
la capa de Bowman se localizan parte de las placas y fi- una capa delgada con una estructura similar a la capa de
brillas de anclaje (v. fig. 30-1). Procede del ectodermo, Bowman, pero nunca recupera su grosor original (1).
como el epitelio corneal (2,3). Contiene muchas perfora- Las diferentes especies de animales tienen distinta
ciones a través de las cuales pasan los nervios del plexo composición de las capas de la córnea. La córnea de los
subbasal al epitelio corneal. Termina en el limbo. La capa primates es la más parecida a la de los humanos. Las aves
de Bowman, a diferencia de la membrana de Descemet, suelen tener todas las capas de la córnea, al igual que los
adelgaza con la edad, llegando a perder un tercio de su humanos, incluyendo la capa de Bowman.
espesor entre los 20 y 80 años (4). Entre los animales de experimentación, las gallinas
Es una estructura especializada del estroma anterior, son unos de los más utilizados para los estudios de cirugía
que solo está en el hombre, primates y algunas aves. refractiva, porque guardan las proporciones entre las ca-
Posiblemente sea una adaptación evolutiva. Se le presu- pas de la córnea muy semejantes a las del humano y por-
pone una enorme importancia en la biomecánica cor- que la organización de sus fibras de colágeno es también
neal (2). similar a la del humano (5-8). Los ratones y los conejos
Es muy resistente al traumatismo, siendo una barrera, también son animales utilizados como modelos de cirugía
junto con el epitelio corneal, a la invasión de células tu- corneal, pero tienen proporciones distintas entre las capas
morales y microorganismos. Se ha comprobado que ca- de la córnea e incluso ausencia de la capa de Bowman,
rece de capacidad regeneradora si se lesiona (1-3). Cuan- distanciándose más de la córnea humana (fig. 30-2). Por

384
Capítulo 30  |  ¿Es imprescindible la capa de Bowman?

A B

Figura 30-2  A. Corte histológico de la córnea humana. B. Corte histológico de la córnea de conejo New Zealand. Puede apre-
ciarse la presencia de la capa de Bowman en la córnea humana y la ausencia o presencia de manera muy rudimentaria en la del
conejo.

ejemplo, las aves diurnas tienen la capa de Bowman más mayor protección y han desarrollado esta capa con una
gruesa que las aves nocturnas, sobre todo las que alzan función supuestamente protectora (5,7) (v. fig. 30-2).
vuelo muy alto, como es el caso de buitre leonado (5,7). Por otro lado, a la capa de Bowman también se le atri-
buyen propiedades biomecánicas. De todas las capas ana-
tómicas de la córnea, solo la capa de Bowman y el estro-
ma contienen fibrillas de colágeno. Por ello, algunos
Función de la capa de Bowman autores han mantenido la hipótesis de que su función es
formar una superficie lisa y una base rígida para mantener
Su función todavía no está clara y es motivo de gran el epitelio corneal y mantener su uniformidad. Por tanto,
controversia (9,10), sobre todo desde el desarrollo de las estas capas proporcionan la mayor parte de la resistencia
técnicas de cirugía refractiva, como la queratectomía a la tracción de la córnea. Al epitelio se le atribuye un
fotorrefractiva (PRK) o la queratectomía fototerapéuti- papel mínimo en esta resistencia a la tracción, y su elimi-
ca (PTK), donde esta capa es eliminada mediante láser nación causa poco o ningún cambio en la curvatura cor-
excimer, bien para eliminar dioptrías o para regularizar neal anterior (12). La extensibilidad y baja rigidez de la
la superficie. La cirugía refractiva es una de las cirugías membrana de Descemet le permite soportar una amplia
que más se realizan en el mundo. Hay millones de per- gama de presiones intraoculares (PIO) (13), que pueden
sonas operadas mediante PRK sin capa de Bowman, y servir para evitar la transmisión de tensiones del estroma
con su córnea estable y transparente. al endotelio. Aunque algunos han propuesto un papel es-
Entre las posibles funciones que se le atribuyen a la tructural distinto al del estroma, estudios de extensiome-
capa de Bowman se postulan: tría sugieren que la eliminación de la capa de Bowman no
altera apreciablemente los parámetros biomecánicos de
• Protección frente a la radiación ultravioleta. la córnea (9). Ante un trauma corneal, el estroma es la
• Función biomecánica. capa de la córnea con un mayor peso específico desde un
• Favorecimiento de la correcta cicatrización de la punto de vista biomecánico (13-15). La reevaluación de
superficie ocular. técnicas refractivas como el laser-assisted in situ kerato-
• Ausencia de una verdadera función.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mileusis (LASIK) y la PRK, y el mejor entendimiento de


los cambios biomecánicos y de cicatrización tisular que
Es posible que la capa de Bowman sea una adaptación ocurren en el postoperatorio, tanto en el plano tisular,
evolutiva en los animales y, por tanto, tenga un importan- celular como molecular, están suponiendo un mejor en-
te papel en la protección de la córnea contra los efectos tendimiento y un cambio conceptual para entender el
de los rayos ultravioleta (UV) (6,8). Los conejos, que son modelo biomecánico corneal (16). Así, hemos pasado
animales que tienen hábitos de vida más nocturnos, se del modelo de fotoablación que asume que la córnea es un
meten en madrigueras por el día y están menos expuestos modelo matemático inerte (17) a modelos donde la cór-
al sol, y, por tanto, poseen una capa de Bowman rudimen- nea se considera un tejido vivo y biomecánicamente ac-
taria o incluso ausente, dependiendo de las especies (11). tivo (18,19). Por otro lado, el entendimiento de la debili-
Por el contrario, las aves diurnas o el hombre, al estar más dad estructural que supone el desarrollo de una ectasia
expuestos a la radiación solar, se cree que precisan una corneal nos ha ayudado a conocer el modelo biomecánico

385
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

de la córnea de maner­a más completa, pasando de un agresión para el tejido corneal. Tras ella, además de los
modelo elástico (18) a un modelo más completo, consi- rápidos resultados refractivos postoperatorios, se pone en
derando a la córnea como un material viscoelástico y no marcha un proceso de cicatrización tisular simultáneo. La
homogéneo (16,19). ¿Qué papel tiene realmente cada una respuesta ante la agresión programada de la cirugía es
de las capas de la córnea en este modelo? Es el interesan- muy variable, debido a la diversidad biológica. Ello pue-
te campo de investigación en desarrollo para las próximas de suponer una hipercorrección o hipocorrección refrac-
décadas. tiva, regresión, inducción de astigmatismo irregular o
También se le ha atribuido a la capa de Bowman un formación de haze o neblina (25,26) (fig. 30-3).
posible papel en la cicatrización corneal ad integrum y de Aunque estudios previos han intentado relacionar el
modo transparente tras lesión traumática o quirúrgica, desarrollo de haze en el postoperatorio, tras la realiza-
como la PTK o la PRK (20). Existen importantes dife­ ción de una PRK, con el proceso de reparación estromal
rencias en el ritmo, la intensidad y la actividad de cica­ de la herida, el verdadero origen del haze es todavía poco
trización de heridas en función del enfoque quirúrgico conocido (27). Moller, en este estudio, sugiere que el de-
para la corrección de la visión con láser (LASIK frente a sarrollo de haze tras una PRK está directamente asociado
PRK) (21), considerando que la PRK implica la elimina- con un aumento de la reflectividad celular de los quera-
ción del epitelio, la membrana basal epitelial, la capa de tocitos (habitualmente citoplasmas invisibles), debido al
Bowman y una porción del estroma anterior, y el LASIK gran número de queratocitos cicatrizando en la herida
deja estas estructuras relativamente no alteradas (sin con- quirúrgica tras la fotoablación. Otra pequeña contribu-
siderar la sección corneal realizada con la obtención del ción al haze puede provenir de la superficie estromal fo-
flap corneal). Por tanto, la cicatrización estromal cor- toablacionada (27,28). Por tanto, este autor sugiere que
neal es mínima en el LASIK comparándola con la PRK, los queratocitos presentes en la curación de la herida qui-
salvo la cicatrización producida en el margen del colgajo, rúrgica son altamente reflectantes y parecen ser capaces
de ahí la menor incidencia de haze en los pacientes con de alterar las propiedades ópticas de estos respecto a la
­LASIK en relación con los de PRK (21). matriz extracelular circundante neoformada. Cada capa
El epitelio corneal está en continua renovación de queratocitos nueva en la cicatrización (en condicio-
(3-7 días) gracias al turn over celular procedente de las nes fisiológicas los queratocitos no dispersan la luz) pue-
células madre limbares situadas sobre la membrana basal de actuar como un espejo semitransparente, produciendo
del epitelio corneal (22,23). La forma en que se regenera un aumento de la retrodispersión de luz total de la cór-
el epitelio corneal se explica por la teoría propuesta por nea (27). En modelos experimentales en conejos (sin capa
Thoft y Friend (24). Si una zona limitada del epitelio se de Bowman), se propone que el nivel de proteínas solu-
denuda, es completamente regenerada por el epitelio cor- bles cristalinas dentro del citoplasma de los queratocitos
neal que la rodea. Si se daña la capa de Bowman, esta ya puede estar involucrado en la regulación de la reflectivi-
no se regenera. Ante una agresión externa, la córnea, en dad celular y, de este modo, en la cantidad de haze en la
condiciones fisiológicas, dispone de mecanismos de re- córnea. Esto no se ha comprobado en humanos. Estos
paración para mantener la restitución ad intregrum y autores no parecen atribuirle importancia al papel de la
transparente del epitelio y el estroma corneal. La cirugía capa de Bowman para el mantenimiento de la transparen-
refractiva corneal (LASIK o de superficie) supone una cia corneal tras el proceso de cicatrización corneal.

Figura 30-3  Imagen biomicroscó-


pica donde puede verse un haze severo
tras PRK.

386
Capítulo 30  |  ¿Es imprescindible la capa de Bowman?

Sin embargo, mediante un estudio prospectivo em- 2. Barraquer R, De Toledo MC, Torres E. Distrofias y
pleando microscopia confocal in vivo, Lagali et al. (20) degeneraciones corneales. Atlas y Texto. Barcelona: Espaxs,
2004.
sugieren un posible papel de la capa de Bowman para 3. Komai Y, Ushiki T. The three-dimensional organization of
facilitar la rápida cicatrización transparente estromal aso- collagen fibrils in the human cornea and sclera. Invest
ciada a una restitución trasparente de la superficie corneal Ophthalmol Vis Sci 1991; 32: 2244-58.
anterior, sin haze, tras el trauma quirúrgico inducido por 4. Germundsson J, Karanis G, Fagerholm P, Lagali N.
la PTK. Tras la ablación mediante PTK, la regeneración Age-Related Thinning of Bowman’s Layer in the Human
Cornea In Vivo. Invest Ophthalmol Vis Sci 2013; 54:
de los nervios subbasales se retrasa y la densidad y reflec- 6143-9.
tividad de los queratocitos subepiteliales permanecen 5. Merayo-Lloves J, Yanes B, Mayo A, Martin R, Pastor JC.
elevadas hasta 10 meses después de la eliminación de la Experimental model of corneal haze in chickens. J Refract
capa de Bowman. Surg 2001; 17: 696-9.
6. Folwer WC, Chang DH, Roberts BC, Zarovnaya EL,
El desarrollo de haze podría ocurrir debido a una res- Proia AD. A new paradigm for corneal wound healing
puesta anómala de la cicatrización en ausencia de capa de research; The white leghorn chicken (Gallus gallus
Bowman y podría tratarse mediante una reablación cor- domestics). Curr Eye Res 2004; 28: 241-50.
neal con aplicación de mitomicina al 0,02% para resta- 7. Martínez-García MC, Merayo-Lloves J, Blanco-Mezquita T,
blecer la transparencia corneal. Sin embargo, esta estra- Mar-Sardaña S. Wound healing following refractive surgery
in hens. Exp Eye Res 2006; 86: 728-35.
tegia de tratamiento podría no eliminar la causa más 8. Boote C, Du Y, Morgan S, Harris J, Kamma-Lorger CS,
probable del desarrollo de la opacidad: la carencia anató- Hayes S, et al. Quantitative assessment of ultrastructure and
mica de capa de Bowman. Además, el haze recurrente o light scatter in mouse corneal debridement wounds. Invest
persistente sin respuesta a la reablación podría ser difícil Ophthalmol Vis Sci 2012; 53: 2786-95.
de tratar y requerir finalmente una queratoplastia lamelar 9. Seiler T, Matallana M, Sendler S, Bende T. Does Bowman’s
layer determine the biomechanical properties of the cornea?
anterior profunda para evitar la queratectasia y restable- Refract Corneal Surg 1992; 8: 139-42.
cer la transparencia corneal. Puesto que el desarrollo de 10. Wilson SE, Hong JW. Bowman’s layer structure and function:
opacidad corneal es raro, o incluso inexistente, tras una critical or dispensable to corneal function? A hypothesis.
abrasión traumática o iatrogénica, podría mantenerse la Cornea 2000; 19: 417-20.
11. Hayashi S, Osawa T, Tohyama K. Comparative observations
hipótesis de que las cicatrices estromales subepiteliales,
on corneas, with special reference to Bowman’s Layer and
inducidas por una respuesta de cicatrización epitelial- Descemet’s Membrane in Mammals and Amphibians.
estromal, no se producirían en presencia anatómica de la J Morphol 2002; 254: 247-58.
capa de Bowman, de ahí que se crea que el trasplante 12. Litwin KL, Moreira H, Ohadi C, McDonnell PJ. Changes in
de capa de Bowman pudiera ser efectico en la restaura- corneal curvature at different excimer laser ablative depths.
Am J Ophthalmol 1991; 111: 382-4.
ción de la transparencia corneal en estos casos de haze 13. Jue B, Maurice DM. The mechanical properties of the rabbit
severo (v. fig. 30-3) (29). and human cornea. J Biomech 1986; 19: 847-53.
Por último, otros han propuesto que la capa de Bowman 14. Dupps WJ Jr, Wilson SE. Biomechanics and wound healing
no tiene una función crítica en la fisiología corneal, y in the cornea. Exp Eye Res 2006; 83: 707-20.
que no es más que un indicador visible de las interacciones 15. Dupps WJ Jr. Bowman’s brave new world. J Cataract Refract
Surg 2008; 34: 713-4.
existentes entre el estroma y el epitelio corneales, evitando 16. Dupps WJ Jr. Biomechanical modelling of corneal ectasia.
el contacto entre las células epiteliales y estromales, ya que J Refract Surg 2005; 21: 186-90.
la proximidad puede producir activación celular inapropia- 17. Munnerlyn CR, Koons SJ, Marshall J. Photorefractive
da (10). Prueba de ello es que en enfermedades de la córnea keratectomy: a technique for laser refractive surgery.
que cursan con queratopatía bullosa, donde las interaccio- J Cataract Refract Surg 1988; 14: 46-52.
18. Guirao A. Theoretical elastic response of the cornea to
nes entre epitelio y estroma ya no se dan, esta capa está refractive surgery: risk factors for keratectasia. J Refract
destruida. Por otro lado, a veces se forman varias capas de Surg; 2005; 21: 176-85.
Bowman aberrantes, en respuesta exagerada al epitelio 19. Roberts C. The cornea is not a piece of plastic. J Refract Surg
corneal cuando las incisiones radiales de la queratotomía 2000; 16: 407-13.
20. Lagali N, Germundsson J, Fagerholm P. The Role of
radial se rellenan de crecimiento epitelial anómalo. Bowman’s Layer in Corneal Regeneration after
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Se cree que su función debe ser superflua, teniendo en Phototherapeutic Keratectomy: A prospective study using in
cuenta la escasez de efectos adversos en cientos de miles vivo confocal microscopy. Invest Ophthalmol Vis Sci 2009;
de pacientes en los que se ha eliminado la Bowman tras 50: 4192-8.
recibir tratamiento mediante láser excimer (PRK) (10). 21. Park CK, Kim JH. Comparison of wound healing after
photorefractive keratectomy and laser in situ
keratomileusis in rabbits. J Cataract Refract Surg 1999; 25:
842-50.
22. Tseng SC. Concept and application of limbal stem cells. Eye
BIBLIOGRAFÍA 1989; 3: 141-57.
23. Dua HS, Azuara-Blanco A. Limbal stem cells of the corneal
1. Keyon KR. Morphology and pathologic responses of the epithelium. Surv Ophthalmol 2000; 44: 415-25.
cornea to disease. En: Smolin G, Thoft RA (eds.). The 24. Thoft RA, Friend J. The X, Y, Z hypothesis of corneal
Cornea. Scientific Foundations and Clinical Practice. Boston: epithelial maintenance. Invest Ophthalmol Vis Sci 1983; 24:
Little, Brown & Co, 1983. p. 45. 1442-3.

387
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

25. Netto MV, Mohan RR, Ambrosio R Jr, Hutcheon AE, 28. Møller-Pedersen T, Cavanagh D, Petroll WM, Jester JV.
Zieske JD, Wilson SE. Wound healing in the cornea: a review Stromal Wound Healing Explains Refractive Instability and
of refractive surgery complications and new prospects for Haze Development after Photorefractive Keratectomy A
therapy. Cornea 2005; 24: 509-22. 1-year Confocal Microscopic Study. Ophthalmology 2000;
26. Netto MV, Mohan RR, Sinha S, Sharma A, Dupps W, Wilson 107: 1235-45.
SE. Stromal haze, myofibroblasts, and surface irregularity 29. Lie J, Droutsas K, Ham L, Dapena I, Ververs B,
after PRK. Exp Eye Res 2006; 82: 788-97. Otten H, et al. Isolated Bowman layer transplantation to
27. Møller-Pedersen T. On the structural origin of refractive manage persistent subepithelial haze after excimer laser
instability and corneal haze after excimer laser keratectomy surface ablation. J Cataract Refract Surg 2010; 36:
for myopia. Acta Ophthalmol Scand Suppl 2003; 237: 1-20. 1036-41.

388
Capítulo 31

¿Cómo influye el frotamiento ocular


sobre la biomecánica corneal?
José Ignacio Recalde Yurrita, Juan San Cristóbal Espalza y Juan A. Durán de la Colina

Sumario del capítulo

Introducción 389 Factor mecánico  390


El factor inflamatorio como responsable de la degradación Modo de frotamiento  391
corneal  390 Elevación de la temperatura corneal  391
Posibles mecanismos por los que el frotamiento de los ojos
Bibliografía  392
produciría la ectasia corneal  390

Resumen
El frotamiento intensivo de los ojos es uno de los posibles factores más implicados en la
etiopatogenia de la ectasia corneal. Se puede afirmar que el frotamiento ocular en pa-
cientes con queratocono:

• Cuando es reiterado, casi compulsivo, es un elemento central del cuadro clínico del
queratocono.
• Tiene un papel protagonista en el desarrollo de la ectasia.
• Presenta unas características peculiares, casi patognomónicas, en los pacientes con
queratocono.

Por todo ello, es conveniente controlar el mal hábito del frotamiento de los ojos y
prevenir a los pacientes susceptibles de las posibles consecuencias. Asimismo, también
se han de tratar de base ciertas patologías que cursan con frotamiento intenso, como son
las alergias oculares.

Introducción mayoría de ellos no son conscientes de que realicen este


gesto tan exageradamente y, de hecho, al ser interrogados
A pesar de numerosos estudios sobre la fisiopatología del en este sentido, lo niegan. Por ello son con frecuencia los
queratocono, desde factores genéticos a ambientales, to- familiares los que refieren que, en efecto, se suelen res-
davía están sin explicar los factores que determinan que tregar los ojos habitualmente e incluso son reprendidos
una ectasia se inicie y se desarrolle. Se ha discutido si el por ello.
frotamiento intensivo de los ojos es uno de estos factores, Por otra parte, el adelgazamiento corneal que en últi-
pero su peso en el proceso no está definido. mo término dará lugar a la ectasia en el queratocono se
Se ha descrito que muchos enfermos con queratocono produce como consecuencia de una dehiscencia de las
ejercen un frotamiento en los ojos, pero curiosamente la fibras de colágeno y degradación de la matriz extracelu-
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389
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

lar. Queda por explicar también la capacidad del tejido mayores niveles alcanzan los marcadores en la lágrima
corneal para resistir tracciones y presiones mecánicas del paciente (5).
como las que se desencadenan en el frotamiento ocular Al retirar las lentes de contacto, es frecuente que los
y mantener al mismo tiempo su estructura. En este capí- enfermos sientan una gran irritación ocular. Esto es debi-
tulo revisaremos cómo el frotamiento afecta a una cór- do a que, durante su uso, hay una disminución de sensi-
nea, cuya estructura puede tener un debilitamiento pre- bilidad y al retirarlas se produciría un fenómeno de rebo-
vio por déficit de las uniones del colágeno o por te. Se desarrollaría así, con más facilidad, el hábito de
adelgazamiento. También describiremos el papel del restregarse los ojos compulsivamente.
frotamiento ocular en cada una de las etapas del proceso
ectásico de la córnea.
Posibles mecanismos por los
que el frotamiento de los ojos
El factor inflamatorio
produciría la ectasia corneal
como responsable
de la degradación corneal McMonnies ha citado diversos mecanismos tanto demos-
trados como supuestos por los que el frotamiento desen-
El queratocono ha sido concebido clásicamente como una cadenaría la ectasia (6):
ectasia no inflamatoria de la córnea de origen desconoci-
do. Existe, sin embargo, una evidencia creciente de que • Aumento de la concentración de mediadores de
el proceso patológico del queratocono podría presentar inflamación en la lágrima.
en su esencia un elemento inflamatorio, como se deriva • Actividad enzimática anormal.
de estudios publicados, en los que se detecta en estos • Aumentos puntuales muy elevados de presión
pacientes un incremento de mediadores de la inflamación intraocular (PIO).
respecto a los sujetos normales (1). • Presión hidrostática elevada en el tejido corneal.
Las proteinasas se postulan como causantes de la de- • Alteración de la viscosidad de la sustancia propia
gradación de la sustancia propia de la córnea que se da en de la córnea.
el queratocono y otras ectasias corneales. Las metalopro- • Adelgazamiento epitelial.
teinasas de matriz (MMP) pertenecen a una familia que • Laxitud de las fibras de colágeno en el ápex
incluye colagenasas y gelatinasas. Su nivel esta alterado corneal.
en el queratocono (2). • Alteraciones en los queratocitos.
Las moléculas inflamatorias, metaloproteinasa de ma-
triz (MMP-9), interleucina 6 (IL-6) y factor de necrosis La formación del cono parece depender, sobre todo, de
tumoral alfa (TNF-a), podrían mediar la producción y la pérdida de resistencia del tejido como consecuencia
activación de proteasas. de la reducción de viscosidad y función de sostén de la
Todo esto representa un claro indicio de que en el de- sustancia propia de la córnea, lo que haría que la córnea
sarrollo y evolución del queratocono puede estar implíci- cediese, deformándose ante el aumento de la PIO.
to un proceso inflamatorio crónico. Muchos de estos mecanismos descritos en el que­
Se sabe que el frotamiento intenso y prolongado de los ratocono podrían aplicarse a las ectasias iatrogénicas
ojos aumenta el nivel de proteasas y mediadores de infla- post-LASIK u otro tipo de complicaciones tras cirugía
mación; IL-6, TNF-a y MMP-13 en la lágrima de sujetos ocular (7).
sanos, de manera similar a la expresada en pacientes con
queratocono establecido (3). Esto daría un papel protago-
nista al frotamiento en la patogenia de la afectación cor-
neal. Factor mecánico
El queratocono se ha asociado con diversas patologías
en las que concomitantemente existiría un proceso infla- Puede afirmarse, sin género de dudas, que un frotamiento
matorio. En los eccemas, fiebre del heno y asma, hay, sin intenso, compulsivo y prolongado de los ojos es un factor
duda, irritación ocular importante, pero el frotamiento ha favorecedor de la aparición de una ectasia corneal, aun-
resultado ser el factor más determinante en la aparición que aún no podamos definir con precisión el contexto en
de la ectasia incluso en ese contexto de atopia (4). que se desarrollaría ni su mecanismo íntimo.
También hay que recordar que el uso de lentes de con- Existen en la literatura múltiples comunicaciones que
tacto, tanto rígidas como hidrófilas, tan frecuente en estos reportan casos de ectasias unilaterales, tanto en casos en
pacientes, es un factor de irritación importante. Se ha de- los que no aparecía ningún factor distinto al frotamiento
mostrado que diversas citocinas (IL-6, TNF-a) están so- (8-10) como en el contexto de síndromes neurológicos,
breexpresadas en los pacientes con queratocono usuarios como un síndrome de Tourette, con restregamiento com-
de lentes de contacto; cuanto más avanzado el cuadro, pulsivo que por desgracia terminó en ceguera (11).

390
Capítulo 31  |  ¿Cómo influye el frotamiento ocular sobre la biomecánica corneal?

Figura 31-3  El paciente extiende su mano y, juntando los


dedos, coloca el dorso de la mano sobre el ojo, realizando un
movimiento rectilíneo de vaivén.
Figura 31-1  El paciente apoya las yemas de dos dedos,
índice y medio, e incluso el anular. Comprime el globo con gran
fuerza durante un período prolongado, a veces de más de 60 s,
realizando simultáneamente un movimiento circular.

Figura 31-4  Otras veces suelen apoyar la palma de la


Figura 31-2  Otra variante quizás más exagerada es apoyar
mano; las eminencias tenar e hipotenar cubren completamente
los nudillos y comprimir el globo a través del párpado, realizan-
toda la zona de los anexos oculares, procediendo, a continua-
do también, en este caso, el consabido movimiento circular.
ción, a restregar concienzudamente.
Durante esta agresiva maniobra, la presión intraocular se incre-
menta extraordinariamente (se multiplica por 10), con los con-
siguientes efectos sobre el nervio óptico y otras estructuras
oculares.

También se han reportado casos tras trasplante cor- Sin embargo, en los casos de alergia ocular por atopia,
neal; en la literatura existe una publicación de un caso de el frotamiento presenta unas características diferentes
queratoplastia bilateral que no abandonó su hábito de fro- (figs. 31-3 a 31-5).
tamiento compulsivo y desarrolló un queratocono poste-
riormente (12).
La hidropesía corneal, caracterizada por edema estro-
mal debido a paso del humor acuoso través de una dehis- Elevación de la temperatura
cencia en la membrana de Descemet, se produce también corneal
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

como consecuencia de un traumatismo corneal reiterado


relacionado con el frotamiento (13). El calor tiene un papel importante en el desarrollo de una
ectasia corneal. El simple frotamiento contribuye a elevar
la temperatura y colabora en la desestructuración del te-
jido corneal (14).
Modo de frotamiento La elevación de la temperatura corneal ayuda a expli-
car la deformación corneal que se desarrolla en asocia-
El frotamiento ocular que se produce en el queratocono ción con restregamiento o masajeo en condiciones como
tiene unas características propias muy bien definidas. De queratocono, chalazión, tras trabeculectomía, post-­
hecho, podría incluso servir para poner en guardia al clí- LASIK o tras queratoplastia (15).
nico sobre la presencia de esta enfermedad (figs. 31-1 Pero, además, el calor se emplea en tratamientos como
y 31-2). la meibomitis (16); terapia desarrollada en un contexto de

391
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

5. Lema I, Durán JA, Ruiz C, Díez-Feijoo E, Acera A, Merayo J.


Inflammatory response to contact lenses in patients with
keratoconus compared with myopic subjects. Cornea 2008;
27: 758-63.
6. McMonnies CW. Mechanisms of rubbing-related corneal
trauma in keratoconus. Cornea 2009; 28: 607-15.
7. Padmanabhan P, Aiswaryah R, Abinaya Priya V. Post-LASIK
keratectasia triggered by eye rubbing and treated with
topography-guided ablation and collagen cross-linking.
Cornea 2012; 31: 575-80.
Figura 31-5  También suelen emplear la yema del dedo ín- 8. Jafri B, Lichter H, Stulting RD. Assymmetric keratoconus
dice para hurgar en la zona adyacente a la carúncula. attributed to eye rubbing. Cornea 2004; 23: 560-4.
9. Diniz CM, Tzelikis PF, Rodrigues Júnior A, Alvim Hda S,
Dantas RR, Figueiredo AR. Unilateral keratoconus associated
with continual eye rubbing due to nasolacrimal obstruction
- Case report. Arq Bras Oftalmol 2005; 68: 122-5.
masaje-frotamiento. Esto pondría a algunos pacientes en 10. Ioannidis AS, Speedwell L, Nischal KK. Unilateral
riesgo de desarrollar una ectasia, por lo que sería adecua- keratoconus in a child with cronic and persistent eye rubbing.
do prevenirles del riesgo y hacer un seguimiento que in- Am J Ophthalmol 2005; 139: 356-7.
11. Kandarakis A, Karampelas M, Soumplis V, Panos C, Makris N,
cluyese topografía corneal. Kandarakis S, et al. A case of bilateral self-induced
keratoconus in a patient with Tourette Syndrome associated
with compulsive eye rubbing: case report. BMC Ophthalmol
2011; 11: 28.
12. Koenig SB. Bilateral recurrent self-induced keratoconus. Eye
BIBLIOGRAFÍA Contact Lens 2008; 34: 343-4.
13. Maharana PK, Sharma N, Vajpayee RB. Acute corneal
1. Lema I, Duran JA. Inflammatory molecules in the tears of hydrops in keratoconus. Indian J Ophthalmol 2013; 61:
patients with keratoconus. Ophthalmology 2005; 112: 654-9. 461-4.
2. Balasubramanian SA, Pye DC, Willcox MD. Are proteinases 14. McMonnies, Charles W MSc. Mechanisms of Rubbing-
the reason for keratoconus? Curr Eye Res 2010; 35: Related Corneal Trauma in Keratoconus. Cornea 2009; 28:
185-91. 607-15.
3. Balasubramanian SA, Pye D, Willcox M. Effects of eye 15. Simon B, Morgan P, Stephen D, Efron, Nathan E. Corneal
rubbing on the levels of protease, protease activity and Temperature Changes During Photorefractive Keratectomy.
cytokines in tears: relevance in keratoconus. Clin Exp Optom Cornea 1997; 16: 123-255.
2013; 96: 214-8. 16. Olson MC, Korb DR, Greiner JV. Increase in Tear Film Lipid
4. Bawazeer AM, Hodge WG, Lorimer B. Atopy and Layer Thickness Following Treatment with Warm
keratoconus: a multivariate analysis. Br J Ophthalmol 2000; Compresses in Patients with Meibomian Gland Dysfunction.
84: 834-6. Eye & Contact Lens 2003; 29: 96-9.

392
Capítulo 32

¿Siguen siendo las 250 micras


el número mágico residual
seguro tras la cirugía refractiva?
Silvia López-Plandolit Antolín y Juan A. Durán de la Colina

Sumario del capítulo

Introducción 393 Consideraciones relacionadas con el impacto del colgajo


Lecho estromal residual seguro  394 en la biomecánica corneal  395
Consideraciones relacionadas con la estimación del RSB  394 Consideraciones futuras  396
Consideraciones relacionadas con el impacto del RSB Bibliografía 396
en la biomecánica corneal  395

Resumen
No se ha comprobado que el valor del lecho estromal residual (RSB) ≥ 250 micras sea
preventivo de ectasia post-LASIK, ni su inferioridad predictiva de la misma.
Es probable que en un futuro se deseche la validez del establecimiento de un límite
numérico de RSB seguro, sustituyendo dicho concepto por la percepción del RSB como
una variable continua relacionada de forma inversa con otros factores de riesgo para
desarrollar una ectasia.
Mientras tanto, deberemos seguir manejando el RSB como parámetro cuantitativo
orientativo, siempre de forma conjunta con el resto de los factores de riesgo validados.
Es recomendable que cada cirujano adapte dicha cifra segura orientativa en función de
su propia variabilidad tanto en el cálculo prequirúrgico de la misma como en la varia-
bilidad en cuanto a su consecución, en función de la técnica quirúrgica empleada.

Introducción las del estroma posterior. De hecho, estudios recientes


indican que la fuerza tensil corneal es significativamente
La premisa básica de la cirugía refractiva láser es la eli- mayor en el 40% anterior del estroma que en el 60% pos-
minación de parte del estroma de la córnea para conseguir terior.
con ello un cambio en el poder dióptrico de la misma y, Según muestran diversos trabajos, el colgajo corneal
en consecuencia, de la refracción global del ojo. (flap) creado en la cirugía de laser-assisted in situ kera-
La función principal del estroma es conferir resisten- tomileusis (LASIK) apenas contribuye a la capacidad
cia a la córnea y, más concretamente, la porción más an- tensil de la córnea intervenida.
terior del mismo, ya que las láminas presentes en dicha Así pues, la cirugía LASIK reduce la integridad es-
zona son más cortas y están más entrelazadas entre sí que tructural corneal mediante dos mecanismos: por un lado,
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393
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

al desviar hacia un estroma más posterior y más débil Dicho sistema permitiría, al tener en cuenta simultá-
el soporte de la carga tensil, y, por otro lado, al reducir el neamente los distintos factores de riesgo conocidos,
tejido estromal total disponible para soportar dicha carga. ­aumentar de forma notable la sensibilidad para la detec-
Un adelgazamiento excesivo podría resultar, por lo ción de los casos de alto riesgo de desarrollo de ectasia
tanto, en una incapacidad del lecho estromal residual con respecto a la evaluación tradicionalmente empleada.
(RSB, residual stromal bed) para contrarrestar la presión Con ello y con todo, seguimos siendo incapaces de
intraocular y mantener su forma, produciéndose así una explicar y/o predecir algunos casos de ectasia y, a la in-
ectasia corneal. versa, por qué casos que en la actualidad clasificaríamos
La ectasia post-LASIK se define como un incurva- como de alto riesgo no la desarrollan.
miento topográfico progresivo de la córnea, que general- La evolución constante en las tecnologías, tanto diag-
mente tiene lugar en el primer año tras la cirugía y que nósticas como quirúrgicas, junto con los avances en cuan-
conlleva el consiguiente deterioro de la agudeza visual. to a la comprensión y capacidad de evaluación de la bio-
Actualmente, el riesgo de desarrollar una ectasia post- mecánica corneal, hacen necesaria la revisión, de forma
LASIK se cifra en torno a 1/2.500 casos, o, lo que es lo también constante, de todos estos criterios.
mismo, un 0,04% (1). Si bien se trata de un riesgo bajo, Nuestro objetivo en este capítulo no es otro que inten-
la gravedad de esta complicación, junto con sus implica- tar hacer una reflexión acerca de la vigencia en la actua-
ciones médico-legales, convierten en una prioridad su lidad de los valores de seguridad asignados a uno de los
prevención. parámetros más relevantes en la evaluación del riesgo de
En este sentido, Barraquer estableció en 1980 como desarrollo de ectasia post-LASIK: el lecho estromal resi-
recomendación preservar un mínimo de 300 micras de dual (RSB).
lecho estromal tras la ablación en casos de LASIK mió-
pico. Se basó para ello en el análisis retrospectivo de sus
propios casos de ectasia.
En 2005, la Sociedad Internacional de Cirugía Refrac- Lecho estromal residual seguro
tiva, la Asociación Americana de Oftalmología y la Aso-
ciación de Cirugía de Catarata y Refractiva reunieron a un Actualmente, las cifras de seguridad aceptadas por la ma-
comité de expertos que, tras el estudio de los factores co- yor parte de los cirujanos refractivos se sitúan entre 250 y
munes a los casos de ectasia, establecieron de forma con- 300 micras.
sensuada como factores de riesgo de ectasia el incurva- Estas cifras proceden, fundamentalmente, como ade-
miento corneal asimétrico compatible con forma frustre de lantábamos en la introducción, del análisis retrospectivo
queratocono, el queratocono o la degeneración marginal de series de casos de ectasia, algunos incluso pertenecien-
pelúcida, la elevada miopía, la edad más joven, la paqui- tes a la era pretopográfica, como es el caso del estudio de
metría fina y un bajo lecho residual estromal postablación. Barraquer, y que en cualquier caso se caracterizan por su
De entre todos los factores, la presencia de una topo- gran diversidad en cuanto a criterios de inclusión. Tam-
grafía corneal anómala se constituía como el más signifi- bién se basan en cálculos matemáticos teóricos, como los
cativo, estando presente en más de la mitad de casos. publicados por Probst y Machat.
La elevada miopía de –8 dioptrías (D) o más y las pa- Podemos decir, en definitiva, que presentan un bajo ni-
quimetrías previas finas (de 500 micras o menos) serían vel de evidencia científica, lo que viene refrendado por la
factores secundarios en relación con el mantenimiento de constatación de la ausencia de aparición de ectasia en casos
un lecho residual estromal suficiente, que se estableció en los que el RSB resultó ser inferior a esos valores (con
en un mínimo de 250 micras. valores incluso ≤ 225 micras) y, en cambio, la aparición de
La edad más joven (< 25 años) solo se mostraba como la misma en ojos con RSB muy superiores e incluso en
un factor de riesgo significativo en casos que aparente- algunos ojos con creaciones incompletas del flap y sin
mente no presentaban ningún otro factor. ablación con láser, y ojos intervenidos mediante PRK.
Partiendo de estos cinco factores de riesgo, Randle- Aun asumiendo como correcto el establecimiento de
man elaboró el Ectasia Risk Score System (2), un método un límite mínimo seguro de RSB, lo cual es cuestionado
para identificar los ojos con alto riesgo de desarrollar ec- por diversos autores, debemos hoy en día hacer varias
tasia tras LASIK. En él se asignan valores de 0 a 4 a cada consideraciones acerca del mismo a tenor de los avances
uno de estos cinco parámetros, y en función de la puntua- tecnológicos de la última década.
ción total obtenida se clasifica el ojo analizado en la ca-
tegoría de riesgo bajo (0-2), moderado (3) o alto (4). La
presencia aislada de uno de los siguientes parámetros
(topografía anómala, RSB < 240 micras, paquimetría Consideraciones relacionadas
central < 450 o miopía superior a –14 D) sería suficiente con la estimación del RSB
para la clasificación de dicho ojo como de alto riesgo. La
edad por sí sola solo conferiría un riesgo moderado cuan- El lecho residual estromal se calcula sustrayendo al grosor
do fuera igual o inferior a 21 años. corneal central (CCT) el grosor estimado del flap (PFT)

394
Capítulo 32  |  ¿Siguen siendo las 250 micras el número mágico residual seguro tras la cirugía refractiva?

y la ablación con láser planeada (PLA), basada, a su vez, nes válidas para el Visx® (Abbott), obtendremos un RSB
en el programa informático de la plataforma de láser em- final en torno a unas 2,5-3 micras/D inferior al estimado.
pleada. La variabilidad en el cálculo del RSB puede resultar
crítica en los ojos con características límites para la ci-
RSB = CCT – (PFT + PLA) rugía LASIK, y debe ser analizada y tenida en cuenta a
la hora de planificar la cirugía. Así, en determinados ca-
Su determinación está sujeta, por lo tanto, a la preci- sos podremos optar por realizar una paquimetría intra-
sión en la estimación de cada una de las partes de la fór- quirúrgica tras el levantamiento del colgajo, por planear
mula anterior. Veámoslas una por una. la cirugía LASIK con un colgajo más fino o por realizar,
El grosor corneal central puede ser determinado por en lugar de LASIK, una PRK o un implante de lente in-
varios métodos: la paquimetría ultrasónica, los nuevos traocular, etc.
sistemas topográficos de escaneo de hendidura (Orbs- Finalmente, la estimación errónea del RSB puede con-
can II) y cámara de Scheimpflug (Pentacam, Syrius, etc.), dicionar inclusiones inadecuadas para la cirugía LASIK,
la biomicroscopia ultrasónica o la tomografía de segmen- pudiendo estar detrás de algunos casos de ectasia a prio-
to anterior. ri imprevisibles. Y, por contra, puede condicionar que se
La paquimetría ultrasónica sigue siendo considerada descarte innecesariamente dicha técnica refractiva.
el gold standard para ello, aunque en la evaluación de los
pacientes candidatos a cirugía refractiva se emplea más,
por cuestiones prácticas, la topografía como valor paqui- Consideraciones relacionadas
métrico aislado, o bien una combinación de estos dos
métodos. con el impacto del RSB
Pese a que algunos trabajos no hallan diferencias sig- en la biomecánica corneal
nificativas en las determinaciones obtenidas por los dis-
tintos métodos (3), la mayoría de ellos muestra variacio- Entendemos el RSB como dato absoluto, no teniendo en
nes en torno a 25 micras, con una tendencia del Orbscan II cuenta el % que dicho estroma residual supone con res-
y Pentacam a la sobreestimación con respecto a la paqui- pecto al inicial y las implicaciones que ello pudiera tener.
metría ultrasónica (4). En este sentido, algunos autores proponen el empleo de
Estas diferencias parecen acentuarse o, lo que es más valores residuales relativos, como son no realizar ablacio-
importante, invertirse en ojos previamente tratados con nes de más del 18% del grosor corneal central preopera-
LASIK (5,6). En los ojos intervenidos, la paquimetría torio o no realizar ablaciones que superen en profundidad
ultrasónica proporcionaría una mayor precisión, lo cual el 55% del grosor corneal central. Sin embargo, estas
puede ser importante de cara a la planificación de retra- recomendaciones aún carecen de sustento científico (9).
tamientos. Dotamos al RSB de un valor exclusivamente en cuan-
Grosor del flap: el método estándar empleado para la to a grosor, sin embargo, actualmente conocemos que
creación del flap es el corte mediante microquerátomo, factores como el diámetro del mismo tienen un impacto
para el cual están descritas variabilidades en el flap obte- añadido sobre la modificación de la histéresis y capacidad
nido que pueden ser superiores a 30 micras respecto al de resistencia corneales, tanto considerado como valor
inicialmente calculado. global (distintos diámetros de ablación para un mismo
A principios del siglo xxi fueron aprobados por la diámetro corneal total), como relativo (mismo diámetro
FDA los primeros láseres femtosegundo para la creación de ablación en córneas con diferente distancia blanco-
del flap. Estudios comparativos entre el grosor del flap blanco). Así, por ejemplo, un colgajo de 8 mm de diáme-
obtenido mediante ambas técnicas quirúrgicas muestran tro en un ojo con una distancia blanco-blanco de 12 mm
que el femtosegundo permite la obtención de flaps más tendrá, para un mismo grosor de RSB, menos impacto en
finos que el microquerátomo (105,53 ± 5,86 micras fren- la biomecánica corneal que un colgajo de 9 mm de diá-
te a 132,96 ± 13,91 micras, p < 0,001). El empleo del metro en un ojo con un diámetro corneal de 11 mm.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

femtosegundo aporta, asimismo, más precisión (6,17 ±


3,98 micras frente a 23,6 ± 12,64 micras, p < 0,001) y,
por tanto, una mayor reproducibilidad en la creación del Consideraciones relacionadas
flap (7,8).
Ablación con láser planeada: la estimación de la abla- con el impacto del colgajo
ción con láser debe ser realizada teniendo en cuenta la en la biomecánica corneal
ablación calculada de forma específica para el tipo de láser
excimer que se va a emplear. Ello debe ser tenido muy en El RSB, como veíamos en la introducción, parte del con-
cuenta actualmente, debido al reciente incremento en el cepto de que el colgajo creado en la cirugía LASIK es
mercado en la oferta de láseres excimer. Así, por ejemplo, ineficaz desde un punto de vista mecánico. Sin embargo,
si calculamos la ablación para el nuevo láser excimer investigaciones recientes muestran cómo ciertas variacio-
Wavelight® Allegretto Wave® (Alcon) con las formulacio- nes en la técnica de tallado del mismo pueden permitir

395
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

que el colgajo tenga una mayor contribución a la resisten- El patrón undercut permite teóricamente una mayor
cia global de la córnea intervenida. aposición de los bordes de la herida quirúrgica ante
Actualmente, conocemos que el grosor del colgajo tiene ­aumentos de la presión intraocular y garantiza un área de
un enorme impacto en la alteración de la biomecánica cor- contacto más efectiva entre los bordes del corte. Ello vie-
neal. Concretamente, el empleo de colgajos finos, esto es, ne refrendado por estudios de laboratorio, que muestran
de 80-90 micras, provocaría un debilitamiento corneal se- un aumento significativo en la deformación corneal fren-
mejante al producido por la PRK (7,10). Por el contrario, te a la presión para ángulos agudos o rectos con respecto
el empleo de colgajos más gruesos provocaría una mayor a los oblicuos (un 12% para ángulos de corte de 30°, un
deformación corneal frente al estrés mecánico, concreta- 5% para ángulos de 90° y un 2% para ángulos de 150°),
mente entre tres y cuatro veces superior para colgajos de así como por estudios de experimentación animal, que
160 micras con respecto a colgajos de 90 micras (11). certifican una fuerza de adhesión del colgajo mayor cuan-
La uniformidad en el grosor del colgajo y, consecuen- do se emplean sidecuts invertidos (150°) (12).
temente, su forma también se hallan relacionadas con La incorporación del láser de femtosegundo para la
la resistencia de la córnea. En este sentido, parece que la realización del tallado del colgajo aporta notables venta-
morfología óptima del colgajo desde el punto de vista jas con respecto al microquerátomo, ya que permite ob-
mecánico sería la morfología planar (grosor uniforme de tener colgajos más finos y con una morfología planar en
centro a periferia del colgajo) y undercut o socavado, que lugar de la meniscal característica del corte con micro-
es aquella en la que el diámetro estromal del colgajo su- querátomo. Además, la tecnología femtosegundo posibi-
pera a su diámetro epitelial. La consecución de la morfo- lita programar la angulación deseada para el sidecut. De
logía undercut requiere una angulación obtusa en la sec- este modo, la modificación de la angulación estándar de
ción del flap (fig. 32-1). 70° por un sidecut de 150° lograría obtener la morfología
del colgajo mostrada como óptima para la estabilidad de
la córnea tratada.
Por añadidura, la mayor precisión y fiabilidad del fem­
tosegundo, junto con la menor incidencia de complica-
ciones asociadas, ofrece una mayor seguridad a la hora
30° 30° de indicar la cirugía.
Cabe esperar que la constatación de dichos hallazgos
en la biomecánica corneal in vivo modifique nuestros há-
bitos quirúrgicos y nuestro actual concepto de lecho resi-
dual estromal seguro.
A

Consideraciones futuras
90° 90°
Es posible que la validación de los sistemas recientemen-
te desarrollados para la determinación de la histéresis
corneal in vivo, como el ORA® (Reichert), el Corvis ST®
(Oculus) o fórmulas derivadas del volumen y área de la
superficie corneal (mediciones disponibles en el Penta-
B cam), permita establecer nuevos predictores del riesgo de
ectasia (13).
Por otra parte, tal vez el avance y la generalización de
150° 150°
las técnicas de crosslinking permitan en un futuro, me-
diante su asociación a la cirugía LASIK en casos de ries-
go, aumentar la seguridad quirúrgica, al proporcionar una
mayor resistencia al tejido estromal residual.

C
BIBLIOGRAFÍA
Figura 32-1  Morfología del flap en función de la angula-
ción del corte. A. Flap con angulación de 30°. El diámetro epi- 1. Karmel M. The thick and the thin of ectasia. Eyenet 2008;
telial del flap es superior al estromal. B. Flap con corte en án- enero.
gulo recto. El diámetro epitelial es idéntico al estromal. C. Flap 2. Randleman J, Trattler W, Stulting D. Validation of the ectasia
de forma socavada o undercut, con angulación de 150°. El diá- risk score system for preoperative laser in situ keratomileusis
metro estromal es superior al epitelial. screening. Am J Ophthalmol 2008; 145: 813-8.

396
Capítulo 32  |  ¿Siguen siendo las 250 micras el número mágico residual seguro tras la cirugía refractiva?

3. Suzuki S, Oshika T, Oki K, Sakabe I, Iwase A, Amano S, 8. Kanellopoulois A, Asimellis G. Three-dimensional LASIK
et al. Corneal thickness measurements: scanning-slit corneal flap thickness variability: topographic central, paracentral and
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microkeratome. J Refract Surg 2013; 29: 320-4. Surg 2006; 32: 1851-9.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

397
Capítulo 33

¿Puede ser la biomecánica corneal


un reflejo de la biomecánica
del globo ocular?
M.ª Ángeles del Buey Sayas

Sumario del capítulo

Introducción 399 Biomecánica y alta miopía  400


Biomecánica corneal y alteraciones del colágeno
Relevancia de las propiedades biomecánicas
corporal 401
de la córnea  399
Biomecánica y glaucoma  400

Resumen
Se analiza la relevancia de las propiedades biomecánicas corneales más allá de la cór-
nea, su posible papel como reflejo de alteraciones biomecánicas a otros niveles oculares,
y se plantea la hipótesis de un posible papel futuro como ventana al estudio de enferme-
dades generales del colágeno.

Introducción muchas ocasiones hay que comprender o investigar.


Aunque la tendencia actual es a «superespecializar» los
Si se ha procedido a la lectura de los capítulos anteriores, actos clínicos, considero que tanto la historia clínica
posiblemente ya se adivine el origen de la hipótesis que como la valoración ocular deben ser globales. De esta
planteo en este capítulo, que, anticipo a los lectores, de- manera, podemos tener otras perspectivas de las cosas,
berá considerarse como un editorial. Como tal, expresará como la que muestro en relación con la presión intrao-
una opinión resultado del estudio y de la experiencia, cular (PIO), que creo que debe observarse también des-
pero también resultado de una percepción subjetiva y de de el punto de vista de la córnea, que es a través de
la intuición secundaria a un pensamiento lógico del pro- donde se toma.
pio autor, por lo que muestra un razonamiento personal
y, en consecuencia, criticable.
Como premisa, quiero destacar que considero al ser
humano como un «todo», que incluye el estado físico Relevancia de las propiedades
corporal y el estado psíquico de la mente o anímico del biomecánicas de la córnea
alma. De esta manera, mi tendencia es a la valoración
global de los pacientes, ya que el tiempo me ha demos- En mi opinión, es muy posible que las alteraciones en la
trado que, además de los signos clínicos, que yo misma biomecánica de la córnea puedan indicar una alteración
puedo evidenciar, existe una sintomatología subjetiva estructural del ojo, e incluso de más allá del globo ocular.
que cada paciente percibe de forma diferente, y que en La experiencia en el estudio de las propiedades biomecá-
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399
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

nicas del globo ocular con el ORA durante 7 años me Todos los estudios realizados y descritos en esta mo-
lleva a destacar que no se trata de datos que haya que nografía nos pueden conducir a una nueva reclasificación
valorar de forma aislada, sino que, ante una alteración del glaucoma, en relación con una estimación más real de
evidente de sus curvas o valores, hay que considerar una la PIO. Las patologías o situaciones que muestran un de-
evaluación del origen o de las consecuencias de las mis- terioro biomecánico serían las que presentarían mayor
mas. Y en este sentido queda mucho por investigar. riesgo de desarrollar un glaucoma que hasta ahora deno-
minábamos de baja tensión, ya que la PIO detectada por
tonometría de aplanación de Goldmann (TAG) sobre una
Biomecánica y glaucoma córnea biomecánicamente alterada enmascara tensiones
reales más elevadas. Sería el caso de las ectasias, distro-
Considero que uno de los campos en los que mayor rele- fias endoteliales, pacientes sometidos a cirugía refractiva,
vancia va a adquirir el estudio de la biomecánica es en el algunas queratoplastias, alta miopía y aquellas condicio-
estudio y comprensión del glaucoma. Como ya se ha des- nes oculares o generales que muestren una alteración de
tacado en el capítulo 17 de esta monografía, se ha detec- los parámetros biomecánicos corneales. Además, muchos
tado una disminución de la histéresis corneal en casos de de los sujetos considerados hipertensos oculares presen-
glaucoma crónico simple con daño glaucomatoso eviden- tan valores de la IOPcc inferiores a los detectados por
te. Incluso se ha demostrado una relación directa de la TAG, ya que presentan condiciones biomecánicas o de
diminución de este parámetro con el grado y progresión espesor corneal sobresalientes.
del glaucoma, por lo que podríamos considerarlo como Pero, volviendo al glaucoma primario de ángulo abier-
un factor de riesgo predictivo de la progresión. to con daño glaucomatoso evidente, los estudios han re-
Aunque estudios recientes han sugerido que una cór- velado una disminución significativa de la histéresis cor-
nea más delgada es un factor de riesgo para el desarrollo neal, pese a presentar estos valores de CRF y ECC
de esta patología, este riesgo puede explicarse por el efec- normales en esta patología, lo que demuestra que ciertas
to del espesor corneal central (ECC) sobre la medición de condiciones biomecánicas corneales se ven alteradas. Si
la presión intraocular (PIO) por tonometría de aplanación estas alteraciones en las condiciones biomecánicas cor-
de Goldmann (TAG), que conlleva una infraestimación de neales estuvieran presentes a nivel de la lámina cribosa,
los valores reales de la misma, como se destaca en el se podría explicar por qué algunos ojos son más suscep-
capítulo 7. La valoración de la PIO compensada (IOPcc) tibles que otros al daño glaucomatoso.
que determina el ORA muestra que esto ocurre en casos
de queratocono y tras cirugía refractiva, pudiendo resultar
que estos valores de IOPcc más elevados alcancen o no Biomecánica y alta miopía
el rango de glaucoma. Pero también se ha demostrado
que en casos de córneas gruesas por edema, el aumento Otra patología interesante desde el punto de vista biome-
de espesor no se traduce en una supraestimación de la cánico es la miopía magna. En los pacientes sanos con
PIO real, sino todo lo contrario, ya que en estos casos las miopía elevada se ha demostrado una disminución de la
condiciones biomecánicas de histéresis corneal (CH) y histéresis corneal con respecto a pacientes emétropes o
factor de resistencia corneal (CRF) se ven alteradas, y los con otros errores refractivos, sin mostrar diferencias sig-
valores de IOPcc alcanzan, en muchas ocasiones, el rango nificativas en el CRF y el ECC. Esta condición no se ob-
de glaucoma, demostrado por el daño funcional y estruc- serva en pacientes con miopía baja o moderada. Además,
tural (v. capítulo 12), a pesar de presentar valores norma- hemos encontrado un aumento significativo de los valores
les de TAG. de la PIO en relación con el aumento de la edad en este
Por otra parte, el efecto del tratamiento tópico sobre la tipo de pacientes.
biomecánica de la córnea es actualmente desconocido. Existe una asociación de la alta miopía con otras pato-
Pese a que hay algunos indicios de que el uso tópico de logías oculares, como degeneraciones retinianas periféri-
análogos de las prostaglandinas puede alterar la matriz cas, atrofia coriorretiniana, desprendimiento de retina,
extracelular de la córnea, son necesarios estudios pros- glaucoma, etc. Además, todos conocemos que este tipo
pectivos sobre pacientes sometidos a diferentes trata- de pacientes presenta una labilidad especial ante la prác-
mientos. Y hay que considerar que tanto las determina- tica de cirugía intraocular, con mayor incidencia de com-
ciones de la PIO como las condiciones biomecánicas de plicaciones intra- y postoperatorias.
los pacientes son variables a lo largo del tiempo y, ade- El crecimiento excesivo del globo ocular podría ex-
más, son interdependientes. Es decir, unas condiciones plicar muchas de las características que presentan estos
biomecánicas alteradas provocan una infraestimación de pacientes, pero la alteración biomecánica detectada
la PIO por TAG (caso de las ectasias, las distrofias endo- también podría señalar que alguna alteración del colá-
teliales o la cirugía refractiva corneal), pero, por otra par- geno, tan abundante en el globo ocular, y principal res-
te, una PIO elevada puede provocar alteraciones biome- ponsable de las condiciones estructurales de los tejidos,
cánicas secundarias (caso de un glaucoma agudo o una pudiera provocar una debilidad primaria especial. Y que
uveítis hipertensiva) que no sean permanentes. el crecimiento progresivo del globo fuera secundario a

400
Capítulo 33  |  ¿Puede ser la biomecánica corneal un reflejo de la biomecánica del globo ocular?

A B

Figura 33-1  Biomecánica del globo ocular y biomecánica del cuerpo humano. A. Diseño realizado por la autora sobre un
modelo biomecánico del grupo AMB, Universidad de Zaragoza. B. Hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci (1452-1519), que se
podría considerar como el primer diseño biomecánico realizado por un científico.

la misma, de forma que la alteración detectada en la hereditarias del colágeno como en determinadas conecti-
córnea de estos pacientes, como disminución de la CH, vopatías inflamatorias adquiridas. Esto nos revela que el
pudiera extrapolarse al resto de los componentes del organismo es un todo, ya que son los mismos genes los
globo ocular. que codifican las diferentes proteínas que forman parte de
los colágenos que componen la arquitectura de cada uno
de los tejidos corporales, de un órgano como el globo
Biomecánica corneal y alteraciones ocular y, en especial, de un tejido principalmente coláge-
del colágeno corporal no, como el corneal.
Aunque queda mucho por investigar, debo destacar
Por último, hay que añadir que en la actualidad se está que es muy posible que el futuro muestre la relevancia de
estudiando la relación de ciertas alteraciones de las pro- esta hipótesis y que se extienda más allá, mostrando la
piedades biomecánicas corneales con las enfermedades córnea no solo como una hermosa cúpula natural con des-
del colágeno, como referimos en el capítulo 19. Se están tacadas funciones ópticas, sino como una nueva ventana
encontrando alteraciones tanto en algunas enfermedades abierta al horizonte del cuerpo humano (fig. 33-1).
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401
Capítulo 34

La cúpula en la arquitectura
de todos los tiempos
José Á. Cristóbal Bescós, M.ª Ángeles del Buey Sayas y Cristina Peris Martínez

Sumario del capítulo

Introducción 405 Bóveda y cúpula  410


Tipos de cúpulas. Cargas y tensiones  410
La cúpula en la historia  406
Imperio romano: la cúpula como ostentación  406 El arte como endotelio cupular  411
La cúpula en el Islam: entre la Tierra y el Paraíso  406 Arquitectos de la córnea de todos los tiempos  412
Cúpulas ortodoxas: belleza práctica  406 Don Ramón Castroviejo Briones  413
Edad Media y Renacimiento en Europa occidental: Don José Ignacio Barraquer Moner  414
el resurgir de las capacidades  407
Donde todo empieza, donde todo acaba  414
Barroco y Neoclasicismo: de lo divino a lo mundano  408
El siglo xx: los retos y el diseño  409 Textos de arquitectura  415
Las cúpulas y su comportamiento estructural  410 Bibliografía 415
«Un arco no es otra cosa que una fortaleza formada
por dos debilidades»  410

Resumen
La córnea representa la cúpula de la naturaleza humana. Su arquitectura dota a este te-
jido de una forma, estructura y función altamente sofisticadas. La cúpula ha sido un reto
arquitectónico en todas las civilizaciones, y ha simbolizado belleza, poder, divinidad, lu-
gar de encuentros o de reposo del cuerpo y del alma. Pero conseguir que su equilibrio se
mantenga precisa conocimientos de las fuerzas, empujes, apoyos y materiales, que, como
veremos, han evolucionado de forma paralela al desarrollo histórico, científico y cultural.
También recordamos a dos cirujanos españoles, don Ramón Castroviejo Briones y don
José Ignacio Barraquer Moner, auténticos arquitectos de la córnea de todos los tiempos.

Introducción La cúpula, también conocida como «domo», es un ele-


mento arquitectónico que se utiliza para cubrir un espacio
Podríamos considerar a la córnea como la cúpula de la de planta circular, cuadrada, poligonal o elíptica, median-
naturaleza humana, cuya métrica, modelado, resistencia te arcos de perfil semicircular, parabólico u ovoidal, rota-
y disposición espacial de sus componentes no son arbi- dos respecto de un punto central de simetría.
trarios. La naturaleza ha dispuesto conocimientos arqui- En su evolución histórica, la cúpula se ha empleado
tectónicos tan sofisticados que consigue que una organi- para cerrar espacios «especiales». Por su belleza y sime-
zación singular de sus materiales básicos dote a este tría, ha supuesto un recurso arquitectónico para «desta-
tejido de un estilo arquitectónico natural tan específico, car», y sigue siendo el objeto de las miradas ante la con-
que resulte en un tejido transparente, viscoelástico y con templación del perfil de los pueblos desde la lejanía.
las propiedades ópticas necesarias para realizar su fun- Porque, donde hay una cúpula, hay culto a la belleza, a la
ción dentro del complejo y sorprendente aparato visual. meditación, al alma. Pero, para lograr su simetría y esta-
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405
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

bilidad se necesita conocimiento de las fuerzas y de los evolucionó hasta lograr imponer la estructura sobre un
materiales, así como del cálculo para lograr su equilibrio. cubo, mediante el uso de elementos arquitectónicos de
La forma natural de salvar un vano a base de pequeñas transición como la pechina, que derivaría en la trompa,
piedras o ladrillos es formar un arco. El arco se inventa en una bóveda cónica usual en la arquitectura romana. El
Mesopotamia o Egipto hace 6.000 años. Cómo se pudo principal ejemplo del período es Hagia Sophía. La igle-
llegar a esta idea es un misterio. Llama la atención que ci- sia de Santa Sofía en Constantinopla, actual Estambul
vilizaciones como los mayas y los incas construyeran en (fig. 34-2), construida en el siglo vi bajo el reinado del
fábrica durante siglos sin jamás llegar a la idea del arco. Y, emperador Justiniano I, cubre un espacio rectangular de
sin embargo, civilizaciones africanas que destacan por la 77 3 71 m, con un diámetro de 31,87 m y una altura
simplicidad de su arquitectura usan desde el siglo iii cúpu- de 56,6 m. Esta cúpula se apoya mediante cuatro pechinas
las apuntadas en sus chozas para la protección de la comida y 40 contrafuertes perimetrales separados por ventanas.
y la familia. Son las chozas de tapial del Chad, que tienen
un comportamiento tan racional que permiten su construc-
ción con un material tan simple y natural como el barro. La cúpula en el Islam: entre la Tierra y el Paraíso

La cúpula, junto con la columna y el arco, constituyó el


elemento arquitectónico principal del arte islámico. He-
La cúpula en la historia reda de Roma, a través de la evolución paleocristiana y
bizantina, el significado cosmológico de bóveda celeste,
Imperio romano: la cúpula como ostentación completado generalmente con el motivo decorativo inte-
rior del árbol de la vida, que se representa invertido si-
A pesar de que el uso de la cúpula se inicia con la civili- guiendo la creencia islámica de una simetría perfecta
zación micénica, presenta un claro referente histórico, el entre la Tierra y el Paraíso.
Panteón de Roma (120-124 d.C.) (fig. 34-1), consistente Uno de los ejemplos más relevantes y tempranos es la
en un cilindro vertical que contiene una semiesfera de Cúpula de la Roca (fig. 34-3), construida en Jerusalén por
43,5 m de luz, que tardaría 19 siglos en ser superada. La el noveno califa Abd al-Malik (687-691 d.C.), cubriendo
cúpula romana y su derivada paleocristiana se constru- la roca desde donde se cree que Mahoma ascendió al pa-
yeron casi siempre sobre un cimborrio de forma cilíndrica raíso. La cúpula, con un diámetro de 21,37 m, descansa
o de prismas de base cuadrada, octogonal o dodecagonal. sobre un cimborrio o tambor cilíndrico que sirve de transi-
Debido a su funcionamiento a compresión, la piedra ha ción a la base octogonal. Cada uno de los vértices del oc-
sido el material más usado en la construcción de cúpulas, tógono está orientado según los puntos cardinales, y el
con su forma de dovelas según los meridianos y paralelos. extradós está cubierto por láminas de cobre pulido y dora-
El problema por el cual las cúpulas no superaban los do que, al reflejar los rayos solares, convierten a este edifi-
43,5 m de luz era la aparición de esfuerzos de tracción cio en uno de los más hermosos de Jerusalén. Desde el
que colapsaban la estructura, por lo que la introduc- punto de vista constructivo, la cúpula se caracteriza por
ción del hormigón armado supuso una revolución en el haber sido realizada en madera, en lugar de piedra, consti-
concepto de cúpula, posibilitando aprovechar la resisten- tuyendo uno de los pocos ejemplos que se conservan de la
cia tanto a compresión como a tracción. tradición maderera siria. Otra circunstancia que hay que
En el Imperio bizantino, heredero de la capacidad destacar es que fue uno de los primeros ejemplos de cúpu-
tecnológica romana, la técnica constructiva de cúpulas la de doble capa, sistema que retomaría Brunelleschi en
Santa María del Fiore, si bien mediante dovelas de ladri-
llo. Mientras que la cúpula exterior tiene un perfil de arco
realzado, el intradós, profusamente decorado con motivos
del árbol de la vida, es perfectamente hemisférico. El Tem-
plo de la Roca lleva al peregrino a la circunvalación de la
cúpula por un recorrido octogonal, simbolizando la cuadra-
tura del círculo, la unión de cuerpo y alma.

Cúpulas ortodoxas: belleza práctica

Según el historiador ruso Boris Rybakov, la típica cúpula


acebollada de las iglesias ortodoxas rusas tiene un origen
nativo a partir de influencias premongolas, con ejemplos
constructivos a partir del siglo xii. Mientras que en las
iglesias rusas primitivas, especialmente en Kiev, la pri-
Figura 34-1  Panteón de Agripa (Roma). mera capital, las cúpulas seguían el modelo esférico del

406
Capítulo 34  |  La cúpula en la arquitectura de todos los tiempos

Figura 34-2  Iglesia de Santa Sofía


(Estambul).

Figura 34-3  Cúpula de la Roca (Jerusalén). (Por cortesía


del Dr. Andrés Riquelme.)

estilo bizantino, los edificios posteriores comenzaron a


utilizar las cúpulas acebolladas, una forma especialmente
útil para evitar la acumulación de nieve en el clima nór-
dico. El ejemplo más conocido lo constituye la catedral
de San Basilio (fig. 34-4), construida entre 1555 y 1561
en Moscú por orden de Iván el Terrible en conmemora-
ción de la captura del Janato de Kazán. Coronada por un
total de 10 torres con cúpulas acebolladas, la catedral ha
sido desde su creación un símbolo de Moscú como centro
de síntesis entre oriente y occidente. Figura 34-4  Catedral de San Basilio (Moscú). (Por corte-
La influencia ortodoxa se transmitió a la arquitectura sía de Yolanda Cánovas.)
persa y regiones más orientales, como lo demuestran las
cúpulas icónicas del Taj Mahal (fig. 34-5), construido en
la India en 1630. do cúpulas de pequeñas y medianas dimensiones,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

especialmente en los edificios más prestigiosos, como las


capillas palatinas y las catedrales.
Edad Media y Renacimiento en Europa Durante la época de las Cruzadas se reconstruye la
occidental: el resurgir de las capacidades basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, destruida en
la guerra con los musulmanes, mediante una cúpula adin-
Durante el Medievo, en Europa occidental se pierde gra- telada empírica. La influencia de este centro de la Cris-
dualmente la capacidad de construir grandes cúpulas. tiandad llevó a su reproducción en varias ciudades de
Esto ocurre fundamentalmente por las dificultades técni- Europa. Una de las más antiguas que se conserva en el
cas que suponía edificar andamiajes cada vez más altos y baptisterio de Pisa, que data del siglo xi.
resistentes, como forma de soportar la cúpula en cons- El importante desarrollo urbano acontecido después del
trucción, hasta su «cierre» estático mediante la coloca- milenio permite la rápida difusión de esta técnica y, en
ción de la clave. No obstante, se continuaron construyen- consecuencia, vuelven a construirse edificios abovedados

407
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 34-5  Taj Mahal (India).

y con cúpula. A partir de este momento, las principales el proyecto más importante del Renacimiento tardío, la
construcciones dotadas de cúpula se realizan sobre naves basílica de San Pedro en el Vaticano (fig. 34-7). Creó
basilicales, denominadas «domos». Espontáneamente, una majestuosa cúpula circular que domina la ciudad de
«domo» pasa a convertirse en sinónimo de cúpula, con Roma y, simbólicamente, toda la Cristiandad. Las ro-
cuyo significado se utiliza el término en francés e inglés. bustas costillas descargan el peso de la estructura, per-
En una competencia por crear edificios cada vez más mitiendo un control mejor de la forma y el volumen,
grandes, altos y majestuosos, se inicia la construcción tanto de la cáscara externa como del intradós. El extra-
en Florencia de la catedral de Santa María del Fiore dós está ligeramente realzado, con los arriostramientos
(fig. 34‑6), previéndose desde el inicio el coronamiento vagamente hiperbólicos, evidenciando las líneas ascen-
de los ábsides mediante una gran cúpula. Cuando el ar- dentes del edificio.
quitecto Francesco Talenti amplió en el siglo xiv la plan- Una cúpula curiosa del siglo xvi es la cúpula plana que
ta de la catedral, nadie sabía cómo construir la que en el sirve de piso en el coro de la iglesia del monasterio de
proyecto constituía la cúpula más grande hasta enton- El Escorial, cuya construcción es igual que la de una
ces. Fue Filippo Brunelleschi, durante la primera mitad cúpula, con dovelas, pero de sección transversal plana, un
del siglo xv, quien después de estudiar la arquitectura alarde técnico proyectado por Juan de Herrera.
romana diseñó una solución que evitaba el uso de anda-
miajes internos. La solución consistió en construir dos
cúpulas, una dentro de la otra, que se sostenían herma- Barroco y Neoclasicismo: de lo divino
nadamente a través de una estructura de refuerzos a la a lo mundano
vista. Este sistema de construcción apareció por primera
vez en Irán en el siglo xiv, en el mausoleo de Öldjeytü, Las cúpulas barrocas más notables en el norte de Europa
construido entre 1302 y 1312 en la ciudad de Soltani- fueron construidas en París y Londres. Jules Hardouin-
yeh, pasando a Egipto a mediados del mismo siglo. La Mansart diseñó en 1670 la iglesia de Saint-Louis-des-
solución de Brunelleschi fue la inspiración directa de Invalides en París, por encargo de Luis XIV. Su cúpula,
Miguel Ángel cuando tuvo que diseñar una cúpula para de 24 m de diámetro, se eleva sobre dos cimborrios in-

Figura 34-6  Catedral de Santa María del Fiore (Florencia). Figura 34-7  Basílica de San Pedro (Ciudad del Vaticano).

408
Capítulo 34  |  La cúpula en la arquitectura de todos los tiempos

usualmente altos perforados por grandes ventanas, que


permiten un interior resplandeciente de luz. La cúpula de
Christopher Wren para la catedral de San Pablo
(fig. 34‑8) en Londres (1676) incorpora una cúpula he-
misférica interior, de 30,8 m, una estructura cónica de
mampostería como sostén de la elevada linterna, y una
delgada cúpula exterior sobre una estructura de madera.
Ya en un contexto neoclásico, la cúpula de San Fran-
cisco el Grande, en Madrid (fig. 34-9), de Francisco Ca-
bezas, Antonio Plo y Francesco Sabatini (1761-1770),
tiene 33 m de diámetro. La del panteón de París, de
Jacques-Germain Soufflot (1774-1790), 27 m (fig. 34-10).
Al igual que en la Francia revolucionaria, se dedicará el
panteón a un fin cívico (cementerio de hombres ilustres).
En los recientemente independizados EE. UU., las
grandes cúpulas abandonan los edificios religiosos para
coronar los símbolos institucionales de la democracia, a
partir del diseño realizado por William Thornton para el
Capitolio en Washington (1792) (fig. 34-11). La cúpula,
reforzada con acero, fue completada en 1863, tiene un Figura 34-9  Basílica de San Francisco el Grande (Madrid).
diámetro de 27,4 m y ha servido de inspiración para nu-
merosos edificios estatales en todo el territorio estadouni-
dense.

El siglo x x : los retos y el diseño

El desarrollo tecnológico del siglo xx modificó de forma


radical el criterio constructivo de las cúpulas. La cúpula
geodésica patentada en 1947 por el arquitecto e inventor
estadounidense Richard Buckminster Fuller consiste en la
yuxtaposición de módulos livianos tridimensionales que

Figura 34-10  Panteón de París.


© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 34-8  Cúpula de la catedral de San Pablo (Londres). Figura 34-11  El Capitolio (Washington).

409
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

generan estructuras muy estables, basados en estructuras empuje, y los empujes se van transmitiendo, incrementa-
presentes en la naturaleza. La generación topológica de las dos por los pesos. Si la forma del arco es correcta y su es-
cúpulas geodésicas se basa en el «teorema de poliedros de pesor suficiente, estos empujes y contraempujes se anula-
Euler». La Biosphère de Montreal (fig. 34-12) es un mu- ran entre sí, y el arco permanecerá en equilibrio. No
seo en el que se sitúa la estructura de la cúpula geodésica obstante, las últimas piedras de los arranques del arco
del antiguo pabellón norteamericano para la exposición de transmiten un empuje que debe ser contrarrestado. El
Montreal de 1967, diseñada por Buckminster Fuller. arco debe estar apoyado firmemente contra algo que resis-
Las innovaciones en el diseño de cúpulas de hormigón ta su empuje, unos machones o estribos de fábrica.
armado introducidas por el arquitecto italiano Pier Luigi El arco empuja de forma permanente contra los es-
Nervi a partir de la década de los sesenta permitieron la tribos, «el arco nunca duerme», dice un antiguo proverbio
cobertura de grandes luces mediante losas casetonadas y árabe. Conocer el empuje de los arcos para poder dimen-
encofrados perdidos. Los avances espectaculares en la tec- sionar adecuadamente sus estribos ha sido el problema
nología del acero desde fines del siglo xix han permitido, central de la construcción en fábrica desde sus orígenes
asimismo, la cobertura de grandes espacios sin apoyos in- hasta la actualidad.
termedios, incluso en estadios deportivos. Se utilizan sis-
temas de cables tensores, estructuras reticuladas tridimen-
sionales y disposiciones estructurales basadas en catenarias. Bóveda y cúpula

Las bóvedas son superficies generadas por la traslación


de un arco (generatriz) a lo largo de una línea (directriz),
Las cúpulas y su comúnmente recta, que producen superficies de curvatu-
comportamiento estructural ra simples; mientras que las cúpulas son consideradas
superficies de doble curvatura, generadas por el giro de
«Un arco no es otra cosa que una fortaleza un arco (generatriz) alrededor de un eje, normalmente
formada por dos debilidades» vertical. Se estima que sus formas de trabajo son sustan-
cialmente diferentes, es decir, que sus esfuerzos se distri-
Consideremos la mitad de un arco sometido a su propio buyen en una sola dirección (dos sentidos), contenidos en
peso. Para que se sostenga, es preciso aplicar un cierto el plano generatriz, en el caso de la bóveda, y en dos di-
empuje en su clave. Este empuje puede ser suministrado recciones, en el caso de cúpula.
por un apeo, por ejemplo, o por el otro semiarco. Dos
semiarcos que intentan caerse se sostienen, y Leonardo
da Vinci decía que «un arco no es otra cosa que una for- Tipos de cúpulas. Cargas y tensiones
taleza formada por dos debilidades».
Un arco típico se construye apilando piedras sobre una La superficie de una cúpula puede adoptar distintas formas
estructura auxiliar de madera o cimbra que da la forma al según el método constructivo y las tradiciones formales,
arco. Se empiezan a colocar las piedras a partir de los variando en función de la forma de planta y el perfil de
arranques y, colocada la última piedra en el centro, la clave, acuerdo con la cónica utilizada. De esta manera se definen
el arco queda terminado. Al bajar la cimbra, las piedras la cúpula semiesférica (la más simple), y las cúpulas se-
tienden a caer hacia abajo. Así, una dovela que intenta caer mielipsoide, semiparaboloide y semihiperboloide, de plan-
empuja a las dos dovelas colindantes que contrarrestan ese ta circular o elíptica, cada una con unas características
adecuadas para diferentes espacios, alturas y materiales.
La forma ideal de la lámina de revolución es la cupular,
ya que en ella no se presentan momentos flectores, sino
solo tensiones según los meridianos y paralelos. Mientras
que las tensiones según los meridianos siempre son ten-
siones de compresión, que van desde un punto del contor-
no de apoyo al punto opuesto, pasando por el vértice, las
tensiones según los paralelos son de compresión en la
parte superior y de tracción en la inferior (fig. 34-13).
La altura de la línea neutra en la que no hay tensiones
depende de la curvatura de la meridiana.
El arco en obra de fábrica funciona como funicular de
las cargas, que no es más que las líneas que siguen las
cargas a los apoyos. Esta línea tiene que permanecer den-
tro del arco para que no haya tracciones. La forma de la
Figura 34-12  La Biosphère de Montreal. (Por cortesía de línea depende de las cargas, que básicamente es el peso
Yolanda Cánovas.) propio del arco. Luego, depende de la forma de este. En

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Capítulo 34  |  La cúpula en la arquitectura de todos los tiempos

un arco semicircular, esta línea es una catenaria, parecida


a la parábola. Encajar esta línea dentro del arco supone
que el espesor del arco es muy grande, del orden de 1/10
de la luz (fig. 34-14). Los empujes son muy grandes, no
solo por la inclinación de la línea de descarga, también
por el peso que impone el espesor del arco. La obra de
fábrica no soporta tracciones, los paralelos no funcionan
y la cúpula se transforma en una red de arcos. Estos arcos
tienden a bajar en la zona superior o clave y abrirse en la
zona media o riñones (fig. 34-15). Figura 34-14  Representación de un arco semicircular con
El panteón de Roma se construyó bajo estas premi- su catenaria.
sas, encajado en la caja mural. Santa Sofía y las cúpulas
de Sinan en Estambul también, aunque con cascadas de
medias cúpulas que actúan de contrafuertes y amplían la
perspectiva. En todos estos casos se deja libre solo el cas-
quete superior de la cúpula por encima de los riñones,
todos ellos además sin cupulino, que imponen una carga
puntual imposible para las grandes cúpulas esféricas en
fábrica de piedra o ladrillo.
San Pablo de Londres se eleva a 150 m, con un diá-
metro de 34 m. La cúpula cónica y la semicircular tienen
1 m de espesor, la exterior es una falsa cúpula apoyada
sobre el cono (fig. 34-16). El corazón de la solución es la
cúpula cónica que soporta el cupulino y la piel exterior,
y además estriba la cúpula inferior en riñones.
La cúpula de Florencia se eleva a 114 m, con un diá-
metro de 42 m y un espesor de la capa exterior de 1 m,
vacío de 1 m, y 2 m para la capa interior. En total, 4 m. Figura 34-15  Representación de la red de arcos y sus des-
La solución es usar la doble capa para conseguir anchura plazamientos.
y reducir peso, y peraltar la cúpula con perfil de arco
apuntado para reducir la inclinación de la línea de descar-
ga en el apoyo.
El arte como endotelio cupular
El especial simbolismo de las cúpulas se ve potenciado
por la belleza interior que albergan, tanto en espacio
como en obras. El revestimiento interior de una cúpula
es, en algunas ocasiones, su bien más preciado, y desti-
nado a ser recubierto por los mejores artistas del momen-
to. Aunque podríamos exponer la belleza interior de las
grandes cúpulas del mundo, vamos a destacar unos ejem-
plos muy cercanos y entrañables para nosotros: la cúpu-
la Regina Martyrum de la basílica del Pilar en Zarago-
za, por Francisco de Goya (fig. 34-17A) y los frescos de
la cúpula de la basílica de la Virgen de los Desampa-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rados en Valencia por Antonio Palomino (fig. 34-17B).


La cúpula Regina Martyrum es un conjunto espléndido
de composición y bellísimo en colorido, resuelto con sol-
tura magistral. Sin duda, una de las obras cumbre de toda
la producción de Goya, en la que resume la rica tradición
de la pintura tardobarroca y rococó en la que se había
formado, pero transformada mediante un lenguaje deco-
Figura 34-13  Cúpula esférica semicircular. Esta cúpula rativo renovado, en el que incorpora un naturalismo que
funciona como una red de arcos meridianos comprimidos y ani- se aprecia en los mártires. Sin renunciar a la sensación de
llos paralelos que limitan la deformación de los meridianos. acontecimiento sobrenatural, los santos y santas parecen
Estos paralelos están comprimidos arriba y traccionados abajo. hombres y mujeres reales, de carne y hueso, auténticos
La zona divisoria está aproximadamente a 2/3 de la altura. tipos aragoneses algunos de ellos, con indumentarias de

411
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Figura 34-16  Cúpula de San Pablo (Londres).

A B
Figura 34-17  A. Cúpula Regina Martyrum de la basílica de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza, por Francisco de Goya y
Lucientes. (Fotografía artística de Félix Bernad.) B. Frescos de la cúpula de Nuestra Señora de los Desamparados en Valencia, por
­Antonio Palomino. (Por cortesía del Dr. Andrés Riquelme.)

la época. Bajo la imagen rutilante de María se sitúan san- de reconocido prestigio internacional. Y ¿por qué no?,
tos perfectamente caracterizados. dos de los oftalmólogos más influyentes del siglo xx,
sobre todo en el campo de la córnea. Si de algo podemos
estar orgullosos es de que los términos «córnea», «ciru-
gía de la córnea», «trasplante de córnea», «cirugía re-
Arquitectos de la córnea fractiva de la córnea», llevan sello indiscutiblemente
de todos los tiempos español. Las grandes figuras que han contribuido a ello
son el profesor don Ramón Castroviejo y el profesor
No podemos terminar esta monografía sin hacer men- don José Ignacio Barraquer. Sirva como homenaje a
ción a los grandes maestros de la arquitectura corneal, ellos esta breve reseña.

412
Capítulo 34  |  La cúpula en la arquitectura de todos los tiempos

pactaron de forma significativa. Decían que “bus-


cando un símil artístico en la descripción de la
personalidad del profesor Castroviejo, podría
decirse que en él se aunaba: el autor de las técni-
cas, el creador del utillaje para poder llevarlas a
cabo y el ejecutante”, es decir, “lo consideraría-
mos con la habilidad de Paganini, a la que se su-
Fotografía del profesor don Ramón maba la inspiración de Bach y la prodigiosa arte-
Castroviejo Briones sanía de Stradivarius”» (4).
(Logroño, 1904-Madrid, 1987)
La mayor parte de su profesión la ejerció en EE. UU.,
donde es considerado como el gran revolucionario de la
Don Ramón Castroviejo Briones cirugía oftálmica de la época, y en el mundo como el gran
innovador de las queratoplastias. La clínica de Castrovie-
El trasplante de córnea fue el mayor campo donde Cas- jo en Nueva York recibió como becarios a más de 200 of-
troviejo dedicó su prolífica actividad y sus investigacio- talmólogos españoles, iberoamericanos, filipinos y de
nes, contribuyendo como ningún otro oftalmólogo a su otros países, que extendieron sus técnicas quirúrgicas por
gran desarrollo actual (1-3). Cirujano muy habilidoso e todo el mundo, destacando por su inmensa y generosa
inagotable, quienes le vieron operar comentaban lo fácil labor docente. Gran virtuoso en la creación de técnicas
que hacía lo difícil por su tremendo espíritu práctico. Un para trasplantes, así como diseñador de instrumental
verdadero maestro de maestros de la arquitectura corneal. (fig. 34-18), creó más de 200 prototipos a lo largo de su
Para reflejar esto, citamos textualmente, tomado de los vida, muchos de ellos vigentes en la cirugía del segmen-
«breves apuntes» del profesor Luis Fernández-Vega Die- to anterior actual.
go, exbecario del profesor Castroviejo: Los primeros resultados de queratoplastias en huma-
nos los presentó en las reuniones científicas semanales
«Quiero recordar unas expresiones que escuché de la Clínica Mayo (5-7). Su conclusión final fue hacer
cuando le entregaron el título académico de honor trasplantes cuadrados de bordes biselados de 4 mm de
de la Real Academia de Medicina, y que me im- lado (fig. 34-19) o rectangulares, realizados con su

6,5 7 7,5 mm

Figura 34-18  Diseños de instrumental quirúrgico realizados por el profesor don Ramón Castroviejo para la realización de
queratoplastias cuadradas. (Tomado de referencia 12.)
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 34-19  A. Imagen realizada


con lámpara de hendidura de querato-
plastia cuadrada en un paciente inter-
venido por el profesor Castroviejo.
B.  Imagen realizada con lámpara de
hendidura de queratoplastia cuadrada
de bordes biselados de 4 mm en un
paciente también intervenido por el
profesor Castroviejo. (Tomado de re-
ferencia 12. Por cortesía del Dr. Ángel
A B Cisneros Lanuza.)

413
BIOMECÁNICA Y ARQUITECTURA CORNEAL

Fotografía del profesor don José


Ignacio Barraquer Moner
(Barcelona, 1916-Bogotá, 1998)

Don José Ignacio Barraquer Moner

Es considerado el padre de la cirugía refractiva moderna.


La cirugía lamelar refractiva practicada actualmente, con
los nombres de LASIK y PRK, fue iniciada por él cuan-
do, tratando de solucionar los problemas de visión a pa-
cientes con queratocono, observó la gran disminución del
defecto miópico que padecían después de realizarles un
injerto de córnea lamelar de 12 mm de diámetro. Observó
el cambio refractivo que generaba la aplanación de la cór-
nea. Esto lo llevó a modificar manualmente la forma o el
espesor del tejido donante en las queratoplastias lamina-
Figura 34-20  Ilustración de cuchillete de doble hoja de res, pudiendo comprobar su hipótesis. En 1949 introdujo
Castroviejo para queratoplastias cuadradas. (Tomado de refe- el término cirugía refractiva, así como los conceptos de
rencia 12.) aplanamiento e incurvación corneal para la corrección
de la miopía e hipermetropía, respectivamente (17).
Su labor también fue fundamental en el perfecciona-
c­ uchillete de doble hoja (8) (fig. 34-20). Colocado el miento de los métodos de fijación del injerto corneal, en
injerto en el hueco receptor, no lo sujetaba con las sutu- los trasplantes de córnea mediante agujas ultrafinas y de
ras sobrepuestas al uso, sino con dos colgajos conjunti- diverso material de sutura.
vales disecados a partir del limbo superior e inferior, y En 1958 publicó un método para obtener injertos lami-
deslizados y suturados entre sí en el centro de la cór- nares en córneas congeladas. Desarrolló un criotorno para
nea (9,10). Entre sus innumerables aportaciones cabe tallar injertos con valor refractivo exacto en córnea conge-
destacar que fue un adelantado a su tiempo en la prácti- lada a –79 °C para conservar su transparencia (18), de tal
ca de queratectomías lamelares en el tratamiento del manera que hizo posible la modificación de la refracción,
queratocono (11). empleando injertos refractivos tallados inicialmente de ma-
Para destacar la enorme trascendencia que tuvo y tiene nera manual (19) y posteriormente mediante un microque-
su legado intemporal, hay que decir que su famoso libro rátomo eléctrico que él mismo diseñó (20). En 1963 intro-
Atlas de queratectomías y queratoplastias (12) estaba dujo la queratofaquia; en 1964, la queratomileusis y la ley
considerado como uno de los tres libros españoles más de los espesores corneales para la cirugía refractiva (21,22).
importantes de la oftalmología del siglo xx (13,14), jun- En 1980 publicó Queratomileusis y queratofaquia, y la
to con el del profesor don Hermenegildo Arruga (Cirugía Sociedad Española de Oftalmología lo nombró ponente
ocular) (15) y el del profesor don Santiago Ramón y Ca- oficial de la sociedad en 1989, año en que apareció su libro
jal (La retina en los invertebrados) (16). Cirugía refractiva de la córnea (23).
El Atlas de queratectomías y queratoplastias consta de
446 páginas, fue publicado por Salvat Editores en 1964 y
fue traducido al inglés (Atlas of keratectomy and kerato-
plasty, WB Saunders, Philadelphia, 1966), y también al Donde todo empieza, donde
francés y al alemán. El profesor Ramón Castroviejo fue todo acaba
un publicador incansable a lo largo de su vida y, en ese
libro, que se puede considerar su obra fundamental, reco- Como vemos, el hombre ha encontrado diferentes solu-
ge su experiencia personal de unas 3.000 queratectomías ciones para conseguir la construcción de grandes obras
y 5.000 queratoplastias. arquitectónicas, muchas de ellas innovadoras en su tiem-

414
Capítulo 34  |  La cúpula en la arquitectura de todos los tiempos

po, pero que han permanecido y son fuente de inspiración 3. Murube del Castillo J. Ramón Castroviejo Centenary: A life
para otros proyectos. Pero la evolución es constante, de dedicated to corneal transplantation. Surv Ophthalmol 2005;
50: 215-25.
manera que los nuevos retos arquitectónicos no dejarán 4. Fernández-Vega Diego L. Dr. Ramón Castroviejo.
de sorprendernos. Un mayor conocimiento de los com- Oftalmólogo y maestro de maestros: Breves apuntes de su
portamientos, junto con el desarrollo de nuevos materia- personalidad humana y científica. Catálogo Cisne, Oviedo,
les, permite el diseño de obras antaño inimaginables. Al 2001.
igual que antiguas obras arquitectónicas, sencillas o ma- 5. Castroviejo R. Keratoplasty. An historical and experimental
study, including a new method. Part I. Am J Ophthalmol
jestuosas, los grandes hombres que las acometieron, plan- 1932; 15: 825-37.
teándose problemas y soluciones, siguen siendo una 6. Castroviejo R. Keratoplasty. An historical and experimental
fuente continua para el aprendizaje. study, including a new method. Part II. Am J Ophthalmol
Así como forma, estructura y función van unidas en la 1932; 15: 905-16.
7. Murube J, Muñoz Negrete F, Gutiérrez Carmona F. Ramón
naturaleza, donde todo tiene sentido, también ocurre en Castroviejo. Su herencia científica (parte 2). Studium
la arquitectura, para que la obra humana sobre la Tierra Ophthalmologicum 2004; 22: 332-7.
consiga alcanzar la permanencia, el equilibrio y la belleza. 8. Castroviejo R. A new knife for ophthalmic surgery. Am
Y, cómo no, la obra humana sobre el propio hombre, como J Ophthalmol 1933; 16: 336-67.
es la cirugía, debe basarse en conocimientos para mantener 9. Castroviejo R. Transplantation of the cornea with presentation
of a case and a moving picture of the operative technique.
el equilibrio y lograr la permanencia, conservando la fun- Arch Ophthalmol 1934; 12: 287-8.
ción de una estructura aparentemente simple como es la 10. Castroviejo R. Keratoplasty. III. Report of seven cases. Am
córnea, que, en realidad, entraña una armonía tan comple- J Ophthalmol 1934; 17: 932-43.
ja que todavía esconde misterios aún por descubrir. 11. Castroviejo R. Keratoplasty for the treatment of keratoconus.
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