Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
EL METAMORFISMO REGIONAL
TIPOS DE PRESIONES
METAMORFISMO DINAMOTERMICO
La figura 2.9 muestra un margen convergente. Las isotermas en la figura 2.9a están
arqueadas hacia abajo en la zona de subducción porque el proceso de subducción
transporta litosfera oceánica fría hacia el manto. En consecuencia, en las proximidades de
la zona de subducción se pueden alcanzar grandes profundidades a temperaturas
relativamente bajas, lo que resulta en un metamorfismo de tipo franciscano (de alta
presión y baja temperatura o de glaucofana-jadeita). En las cercanías del arco-isla (a la
derecha en la figura 2.9a) las isotermas están curvadas hacia arriba porque en esta zona
se produce el ascenso de magmas calientes, que transportan calor desde el manto. El
resultado es un metamorfismo de baja presión en la zona del arco-isla. La distribución de
las facies metamórficas en el margen convergente se muestra en la figura 2.9b. La
secuencia de facies metamórficas que vamos a encontrar al descender por la zona de
subducción es ceolitas → prehnita-pumpeliita →esquistos azules → eclogitas. Por el
contrario, en el arco-isla encontraremos al profundizar la siguiente serie de facies: ceolitas
→ prehnita-pumpeliita → esquistos verdes → anfibolitas con epidota → anfibolitas →
granulitas.
Dorsal Oceánica
Sedimentos
Basaltos
Diques laminares
Gabros
Figura 2.8. Sección transversal esquemática de una dorsal oceánica. (a) morfología de las isotermas; (b) distribución
de facies metamórficas en la corteza oceánica cercana a la dorsal. Nótese, sin embargo, que las rocas en la dorsal
están siendo desplazadas constantemente conforme nueva corteza se crea en la dorsal. Nótese también que las
reacciones metamórficas que transforman la corteza continental en rocas metamórficas requieren la adición de agua
(tomado de Spear, 1993, pág. 20)
Figura 2.9. Sección transversal esquemática de una zona de colisión corteza oceánica-arco isla. (a) Morfología de
las isotermas en la zona de subducción (a la izquierda) y en el arco isla (a la derecha); (b) distribución de facies
metamór-ficas en la zona de subducción y en el arco-isla. En el primero se desarrolla un metamorfismo de alta
presión y baja temperatura y en el segundo un metamorfismo de media presión de tipo Barrow (tomado de Spear,
1993, pág. 21).
Esta diferencia en las series de facies metamórficas a un lado y otro de una zona de sub-
ducción permite reconocer en las áreas orogénicas la presencia de antiguas zonas de
subducción. La asociación de una serie de alta presión y baja temperatura (serie
Franciscana) con una serie de media o baja presión (series de Barrow o Buchan) fue
puesta de manifiesto por el petrólogo japonés Miyashiro (1961) en su estudio de los dos
cinturones metamórficos que recorren de NE a SW las islas japonesas de Shikoku y
Honshu, paralelamente a la actual zona de subducción (figura 2.10).
Figura 2.10. Los cinturones metamórficos de Abukuma y Sanbagawa en Japón (tomado de Winter, 2001, pp. 427).
Estos cinturones tienen unas características metamórficas muy distintas pero son de
la misma edad, lo que sugiere que se formaron a la vez. El cinturón más interno,
denominado cinturón de Abukuma, muestra un metamorfismo regional orogénico de tipo
Buchan (o Abukuma, como también se le llama) en el que predominan las rocas
metapelíticas y en el que se han cartografiado isogradas hasta la zona de sillimanita. Se
trata, por tanto, de un metamorfismo de alta temperatura y baja presión ya que aparece la
zona de andalucita.
El cinturón externo (el más cercano a la actual zona de subducción), denominado
cinturón de Sanbagawa, está formado por materiales volcánicos y sedimentarios con un
metamorfismo de alta presión y baja temperatura. En las rocas metapelíticas sólo se
alcanza la zona de granate. En las rocas básicas, que son mucho más abundantes que en
el cinturón interno, es común la presencia de glaucofana, mineral que es diagnóstico de la
facies de esquistos azules, de alta presión y temperatura baja (ver la figura 2.6). Ambos
cinturones están separados por una zona de fractura denominada Línea Media.
Miyashiro (1961) relacionó correctamente estas características de los cinturones de
Abukuma y Sanbagawa con una antigua zona de subducción y propuso que cinturones
similares deberían encontrarse en otras zonas de subducción, tanto antiguas como
modernas. Los denominó cinturones metamórficos adosados e identificó varios más,
además del de Japón, la mayor parte en la zona Circumpacífica, en Borneo, Nueva
Zelanda, Chile, California, isla de Vancouver, Jamaica y La Española.
4.1. FACIES ZEOLITICA (Metamorfismo muy débil).- Debe existir una transición al
aumentar la profundidad entre la diagénesis y el metamorfismo regional, aunque son
comunes a los 2 fenómenos muchos cambios que se dan; por ejemplo la reconstitución
de las arcillas, la cristalización del cuarzo y de los feldespatos alcalinos, la destrucción de
minerales de alta temperatura y la precipitación de carbonatos. Cuando el conjunto de
una roca, es afectado sustancialmente, el proceso puede ser llamado metamórfico con
toda propiedad. Un dato corriente que indica un metamorfismo incipiente es la aparición
de la esquistosidad por ser el resultado de una deformación debido a rotura, que
disminuye el tamaño de los granos y acelera las reacciones aún a temperaturas
relativamente bajas.
Excepcionalmente y aun sin ayuda de una deformación, las rocas químicamente
inestables pueden llegar a ser totalmente convertidas en asociaciones de baja
temperatura, ricas en zeolitas, con aumento de los productos de la diagénesis. Las
zeolitas se desarrollan a expensas de las fases calcoferromagnesianas a bajas
temperaturas y presiones, es decir a presiones de 2 á 3 Kb y entre 200 á 300 °C.
La inmensa cadena andesítica de los Andes, de más de 5 km de espesor, ha sufrido un
metamorfismo de baja temperatura esencialmente zeolítco, aún cuando alcance el estadio
de zoisita y actinolita (ver figura 5-22 y 24, Aubouin); cada fase de plegamiento ha
engendrado una fase metamórfica y cada una de las unidades plegadas, limitadas por
líneas de discontinuidad, tiene su propia gradación metamórfica creciente de arriba abajo
(1b -> 1a-> 2->3).
En realidad, sólo las formaciones permeables tienen un desarrollo de zeolitas y, por
ejemplo éstas aparecen en la base y en lo alto de las coladas escoriáceas, pero no en su
cuerpo masivo.
Mientras que las series metamórficas de alta presión con glaucófana (esquistos azules)
son siempre estrechas, a veces discontinuas, muy deformadas. Se desarrollan a
expensas de series sedimentarias y de series de ofiolitas, que recordemos, señalan la
intrusión tectónica del manto (oceánico o continental). Además estas series sólo son
conservadas en el Mesozoico o más reciente, más allá desaparecen.
Clorita Actinolita
Zeolita (Laumontita; Heulandita,; Analcima
Prehnita
Pumpellyita
Fig.82. Facies de los esquistos verdes subfacies cuarzo albita-moscovita-clorita: Diagrama ACF para rocas con
exceso de SiO2.
a moscovita, paragonita, y clorita aluminosa; las zeolitas cálcicas dan origen a la
clinozoisita y epidota y las zeolitas sódicas a la albita. Minerales de alta temperatura
como las plagioclasas, augita y hornblenda, son reemplazadas por combinaciones apro-
piadas como las de albita-epidota y clorita, actinolita-esfena y calcita.
Los minerales así formados, originan asociaciones que definen la subfacies cuarzo-
albita-moscovita-clorita, que permanecen estables en un campo de temperaturas cuyo
límite superior (en la isograda de la biotita) está señalado por diversas reacciones que
parece tengan lugar en una gran parte del mismo intervalo de temperatura y presión:
Moscovita + clorita biotita + clorita.
Clorita + calcita + cuarzo actinolita + H 2O + CO 2.
Dolomita + cuarzo + H 2O tremolita + calcita + C02
Fig.83 Facies de los esquistos verdes, subfacies cuarzo albita-moscovita-clorita: Diagrama ACF para rocas con exceso
de SiO2 y P co2 considerable. El cuarzo y la albita son miembros posibles
Como estas reacciones son diferentemente afectadas por las PH2O y PCO2 hay algo de
solapamiento entre las asociaciones de los lados opuestos de la isograda de la biotita.
Las asociaciones minerales típicas de la subfacies (fig. 82 a 84) son:
A) Esquistos pelíticos:
1. Cuarzo-moscovita-clorita-albita (-epidota-turmalina); con cloritoide en las rocas
pobres en K2O y ricas en Al2O3.
B) Esquistos cuarzo-feldespáticos:
1. Cuarzo-albita-moscovita (-epidota); el feldespato potásico es un miembro posible pero
no frecuente.
C) Esquistos calcáreos:
2. Calcita-epidota-tremolita-cuarzo (-clorita).
3. Calcita-dolomita-clorita-tremolita.
4. Calcita-estilpnomelana (-esfena).
D) Esquistos básicos:
5. Albita-epidota-clorita-esfena (-estilpnomelana-cuarzo).
6. Albita-epidota-clorita-calcita-esfena (-estilpnomelana-cuarzo).
E) Esquistos magnesianos:
7. Clorita-tremolita.
8. Talco-tremolita (-clorita-cuarzo)
FIG. 84. Facies de los esquistos verdes, subfacies cuarzo
albita-moscovita-clorita: Diagrama AKF para rocas con
exceso de SiO 2 y Al2O, (Campo, 1, figs. 82, 83). Área pun
teada = esquistos no micáceos.
8. Talco-serpentina-tremolita.
9. Talco-magnesita (-dolomita).
2. Moscovita-cloritoide-cuarzo (-albita-epidota).
3 moscovita -cloritoide-clorita-cuarzo (-albita-epidota).
4. Biotita-moscovita-clorita-cuarzo (-albita-epidota).
B) Esquistos cuarzo-feldespáticos:
5. Cuarzo-albita-microclina (-biotita-moscovita-epidota).
6. Cuarzo-albita-microclina-biotita (-epidota).
C) Esquistos básicos:
7. Actinolita-epidota-albita-clorita-esfena (-cuarzo-biotita)
8. Epidota-albita-clorita (cuarzo-biotita-esfena).
11. Albita-epidota-actinolita (-cuarzo-microclina-biotita).
D) Esquistos magnesianos:
9. Talco-actinolita-clorita (-cuarzo).
9. Serpentina (-talco-actinolita).
Fin. 86. Facies de los esquistos verdes; subfacies cuarzo
albita-epidota-biotita: Diagrama AKF para rocas con ex
ceso de Si0 2 y Al203. (Según N. I. Snelling
E) Esquistos-calcáreos:
10. Calcita-epidota-tremolita (-cuarzo).
11. Albita-epidota-actinolita (-cuarzo-microclina-biotita).
Las asociaciones minerales características (figs. 87, 88) son las siguientes:
A) Esquistos pelíticos:
1. Biotita-moscovita-almandino-cuarzo-albita (-epidota).
7. Biotita-moscovita-cuarzo-albita (-epidota-microclina).
2. Moscovita-cloritoide-almandino-cuarzo (-albita-epidota-clorita).
3. Moscovita-cloritoide-cuarzo (-clorita).
3a. Moscovita-cloritoide-distena-cuarzo (-clorita).
B) Esquistos cuarzo-feldespáticos:
7. Cuarzo-albita-microclina (-epidota-almandino-moscovita-biotita).
D) Esquistos magnesianos:
5. Hornblenda (-tremolita)-clorita-almandino.
6. Talco-tremolita-clorita.
E) Esquistos calcáreos.
9. Calcita-epidota-tremolita-cuarzo.
2. Cuarzo-estaurolita-almandino-moscovita-plagioclasa (-biotita)
3. Cuarzo-almandino-moscovita-biotita-plagioclasa (-epidota)
c----k
FIG. 90. (a) Facies de las anfibolitas almandínicas; subfacies estaurolita Almandino:
Diagrama AKF para rocas con exceso de SiO 2 y Al203 El cuarzo, plagioclasa y epidota
son posibles fases adicionales. (b) Facies de las anfibolitas almandínicas, subfacies
distena-almandino-moscovita: Diagrama ACF para rocas con exceso de SiO 2 y Al203 El
cuarzo y la plagioclasa son posibles fases adicionales.
1. Cuarzo-distena-estaurolita-moscovita-plagioclasa (-biotita-paragonita)
7. Cuarzo-microclina-plagioclasa-biotita (-moscovita-epidota)
Las anfibolitas, muchas de ellas granatíferas, derivan de las rocas ígneas básicas. En
estas rocas es frecuente la coexistencia de una plagioclasa intermedia (An 25 a An45) con
la epidota, lo que indica una presión de carga elevada, aumentada a veces
localmente por la tensión. Las rocas ricas en MgO pueden contener cummingtonita o
antofilita. Las asociaciones típicas son:
4. Hornblenda-plagioclasa-almandino-epidota (-cuarzo-biotita)
4a. Hornblenda-plagioclasa-epidota (-cuarzo-biotita)
11. Hornblenda-plagioclasa (-diópsido)
C) Básicas:
4. Homblenda-plagioclasa (-diópsido-cuarzo)
5. Hornblenda-plagioclasa-almandino (-cuarzo)
D) Magnesianas:
6. Cummingtonita (- o gedrita)-hornblenda-almandino (-plagioclasa)
7. Cummingtonita-tremolita
Olivino-hornblenda-pleonasto
Cada una de ellas tiene una curva propia de equilibrio invariante en un diagrama de
presión-temperatura. La importancia física de la isograda de la sillimanita en cualquier
provincia en particular, dependerá de cuál de las curvas correspondientes a las reacciones 3
a 4 es la primera que se encuentra a lo largo del gradiente de presión-temperatura
dominante en el metamorfismo. En la secuencia Barroviense de Escocia, la reacción 1
señala la isograda de la distena. La isograda de la sillimanita viene definida por la
reacción 3 seguida muy de cerca por la 4. Así, pues, la secuencia del metamorfismo
progresivo irá desde la subfacies estaurolita-almandino a la distena-almandino-
moscovita y a la silimanita-almandino-ortosa (A a B en la fig. 93). En New
Hampshire, la reacciòn 2 va seguida por la 4, de modo que la secuencia zonal de
subfacies es: 1. 0, estaurolita-almandino; 2ª ., sillimanita-almandino-moscovita, y 3.°,
sillimanita-almandino-ortosa (C a D de la fig. 93).
Las asociaciones minerales de la zona de la sillimanita, y en general las de las
facies de grado elevado, tienden a ser complicadas y a estar parcialmente
obscurecidas por reacciones que tienen lugar en respuesta a: 1), descenso de la
temperatura (durante la pérdida de carga)
En el campo de presiones bajas, debe haber una zona de transición hacia la facies de
las corneanas hornbléndicas; a esta zona pertenecen rocas en las que aparece
cordierita en las asociaciones pelíticas sillimaníticas y almandínicas del metamorfismo
regional.
Condiciones del metamorfismo. Teniendo en cuenta las relaciones de campo y los
datos mineralógicos, las temperaturas deben, en general, ser mayores en la facies de
las anfibolitas almandínicas que en la de los esquistos verdes. El límite superior puede
estar cerca de los 700°-750° C porque en los complejos migmatíticos los grados más
altos solapan la temperatura de fusión del granito. A menos que la pirofilita haya sido
muchas veces identificada erróneamente como moscovita, la facies de las
anfibolitas-almandínicas debe caer, en una gran parte, en el campo de estabilidad de
uno de los polimorfos de Al2SiO5. De acuerdo con los datos experimentales de Kennedy
la pirofilita permanece estable hasta los 600-650° C, a presiones del agua de 5000 a
10,000 bars. Así, pues, a menos que las presiones del agua sean, en general, mucho
menores que las presiones de carga, 550 0C es, aproximadamente, la mínima
temperatura permisible para la facies en este ámbito de presiones.
Esta es la asociación normal en las charnockitas, que son gneis graníticos hipersténicos,
algunos de los cuales son metamórficos y otros de origen magmático directo.
2. Plagioclasa-hiperstena-granate (-cuarzo-pertita)
3. Plagioclasa-hiperstena-diópsido (-cuarzo-ortosa)
Las presiones son lo suficientemente elevadas para impedir que la reacción entre la
calcita y el cuarzo de wollastonita. Este punto ha sido tratado por Korzhinsky en
conexión con la facies de Aldan, aproximadamente equivalente y así llamada por su
presencia en el macizo Aldan, en Siberia. Está caracterizada por la ausencia de
wollastonita, grosularia, vesubiana y periclasa, ninguna de las cuales es estable a una
gran presión. En las rocas calcáreas con déficit de sílice, las asociaciones estables
(igual que en la facies de las anfibolitas almandínicas) son las de diópsido-calcita-
forsterita y forsterita-calcita-dolomita, siendo las presiones demasiado elevadas para
permitir la disociación de la dolomita en ausencia de sílice.
Los minerales individuales en las rocas de la facies de las granulitas presentan ciertas
peculiaridades distintivas y persistentes. La hiperstena es fuertemente pleocroica,
desde el verde al rosa intenso y al amarillo, teniendo al parecer poca relación la
intensidad de la absorción de los colores con el contenido en hierro: los análisis de
hiperstena dan un elevado contenido en Al203 (6 a 9 por ciento en peso). Los granates
tienen un campo de composición mucho más amplio que el de los almandinos de la
facies de las anfibolitas: son piropo-almandino similares a los de las eclogitas y a
veces contienen hasta 55 por ciento de piropo y hasta 20 por ciento de grosularia. La
estructura micropertítica es característica en el feldespato alcalino y análogamente, la
plagioclasa tiende a ser antipertítica. La escapolita generalmente acompaña o
substituye a la plagioclasa. El rutilo es corriente en las asociaciones ácidas y la
ilmenita en las básicas. La esfena falta invariablemente. Las rocas infrasaturadas de
sílice, contienen olivino, corindón y espinela verde. Este último mineral (igual que la
magnetita en rocas de otras facies metamórficas) puede presentarse incluso en rocas
que contengan cuarzo libre.
La distena por una parte o la enstatita por otra, pueden figurar como cons tituyentes
esenciales de eclogita con un exceso de Al203 o (Mg, Fe)O, respectivamente, sobre la
cantidad que puede ser absorbida en la onfacita y el granate; el rutilo es un accesorio
característico pero también se encuentra ilmenita. Las asociaciones típicas de la eclogita
son, por lo tanto: onfacita-granate (-rutilo), onfacita-granate-distena (-rutilo), onfacita-
granate-enstatita (-rutilo). La presencia de hornblenda primaria y zoisita en algunas
eclogitas (eclogitas hornbléndicas) sugiere una transición entre la facies de la eclogita
y la de las anfibolitas almandínicas.